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Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Facultad de Ingeniería Mecánica


Impacto Ambiental
Gestión Ambiental en las Empresas

Profesora. Dra. Georgina Carbajal de la Torre


Sección: 402.
Integrantes:
Gonzalo Patiño Rentería. 1207668D
Humberto Guiza Tovar. 1364996A
José Saúl Barriga Salmerón. 1343464B
Heberth Martínez de la Cruz. 1108458H
Karla Emilia Bernabé Bautista. 1153248D

Objetivo. Entender las medidas que se toman en las empresas a fin


de tener un buen control del impacto ambiental que producen los
desechos como resultado de los procesos industriales.

Morelia Mich, a 14 de enero del 2019

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Introducción.
Históricamente parece que el cuidado del medio ambiente y la actividad empresarial han ido
en dirección contraria. Esto se debe a que se tenía la idea que la actividad empresarial era
dañina para el lugar en el que vivimos y, por otro lado, el cuidado del medio ambiente era
un freno al desarrollo económico y empresarial. Sin embargo, debemos saber que cada una
de las partes precisa de la otra para que podamos avanzar en la sociedad. Por ello, queremos
mostrarte en qué consiste y cómo podemos realizar una buena gestión ambiental en la
empresa. La implantación de un Sistema de Gestión Ambiental puede ser realizado por
cualquier empresa, ya sea industria o de prestación de servicios. La incorporación del medio
ambiente a la gestión de la empresa es una necesidad de la que derivan los sistemas de
gestión ambiental. Cuando hablamos de los sistemas de gestión ambiental lo hacemos
de unos sistemas estructurados de gestión que incluyen una serie de pautas relacionadas
con el medio ambiente que responden, precisamente, a esa necesidad de incorporar la
protección del medio ambiente al día a día de nuestra actividad económica. Y aunque sea
voluntario, cada vez son más las empresas que los adoptan.
Definición.
En la Gestión Ambiental se hace referencia al conjunto de decisiones y actividades
orientadas a alcanzar el desarrollo sostenible congruente con la dimensión ambiental, social
y económica; es decir, asegurar la política ambiental que permitirá satisfacer las necesidades
del presente y futuro. La implementación de un SGA constituye la estrategia para que el
empresario, en un proceso continuo, identifique oportunidades de mejoras que reduzcan
los impactos de las actividades de la empresa sobre el medio ambiente, mejorando al mismo
tiempo su situación en el mercado y sus posibilidades de éxito. De esta forma, el objetivo de
las empresas consiste en reducir al máximo el impacto ambiental que posee nuestra
actividad, para que pueda seguir desarrollándose sin problemas ni consecuencias negativas
para el entorno. Entre algunos de los puntos clave de la gestión ambiental podemos
encontrar la gestión de residuos, la contaminación, el reciclaje, ruidos y muchos otros
aspectos que nos den la posibilidad de mejorar el lugar en el que vivimos.

¿Para qué sirven los Sistemas de Gestión Ambiental?


Un SGA tiene varios objetivos. El más destacado es decidir los elementos que la empresa
debe tener en cuenta en materia de protección ambiental para asegurar que las actividades
que lleva a cabo se realizan a partir de unos principios que garantizan la prevención y
minimizan sus efectos sobre el medio ambiente. Dicho de otra forma, un sistema de gestión
ambiental debería ser el elemento que determina que la actividad de una empresa no es
perjudicial para el medio ambiente, e incluso lo protege.
Gracias a estas herramientas, podemos dotar de una estructura a las diferentes acciones que
existen para proteger el medio ambiente dese la actividad empresarial. Así, lo que a priori

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podrían ser una serie de acciones aisladas o independientes se incorporan a una hoja de ruta
preestablecida con la que nos aseguramos que estas medidas son efectivas y pueden
supervisarse. En este sentido, la norma ISO 14001 nos ofrece las herramientas necesarias
para asegurarnos del funcionamiento de las políticas ambientales de la empresa.

Principios de los Sistemas de Gestión Ambiental


Todo Sistema de Gestión Ambiental está basada en 5 principios básicos. Veámoslos:

 Primer principio: Es bastante simple. Se centra en saber lo que hay que hacer,
comprobar que existe un compromiso de toda la empresa con el SGA y también
definir un Política Ambiental.
 Segundo principio: Consiste en diseñar un plan de Acción para que se puedan cumplir
con los requisitos establecidos en la política ambiental y exigidos por la norma.
 Tercer principio: Revisar qué es lo que se requiere para cumplir con los objetivos y
metas ambientales para así buscar las herramientas que se necesitan para seguir con
la política ambiental.
 Cuarto principio: este principio es de control, consiste en realizar evaluaciones
cualitativas y cuantitativas periódicamente para comprobar si todo lo que se está
haciendo es conforme o no a la política ambiental de la empresa.
 Quinto principio: comprobar e intentar mejorar la política ambiental, las metas,
objetivos y las medidas que se han tomado. Es decir, buscar la mejora continua del
desempeño ambiental de la empresa.
Otra forma en la que podemos señalar los cuatro pilares básicos que debería perseguir
cualquier empresa que, apuesta por la introducción de un sistema de gestión ambiental, un
objetivo común del que tu empresa no puede escapar:

 En primer lugar, está la mejora del cumplimiento de la normativa medioambiental.


Cada país y cada región cuentan con su normativa ambiental, y los sistemas de
gestión deben ajustarse para que la empresa cumpla con esta legislación. De lo
contrario, puede enfrentarse a graves sanciones.
 Identificar, prevenir y controlar el impacto ambiental de la empresa, tanto de sus
actividades que lleva a cabo como d ellos productos y servicios que ofrece. Muchas
veces no somos conscientes del impacto real que tiene nuestra actividad hasta que
un sistema de gestión ambiental nos los revela.
 Establecer unas políticas ambientales que permitan lograr los objetivos ambientales,
de forma que la implantación de los sistemas de gestión ambiental sea efectiva y
cumplamos con los objetivos de nuestra hoja de ruta.

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 Mejorar las relaciones entre las partes interesadas, es decir, entre los trabajadores.
El objetivo ambiental es cosa de todos los empleados de la empresa, y es
imprescindible que cada uno de los empleados asuma ese sistema de gestión
ambiental y ese objetivo como propio para lograr el éxito.

Tipos de estrategias ambientales para empresas.


Según el papel que juegue la empresa, podemos hablar de hasta cuatro tipos de estrategias
de gestión ambiental para las empresas: hiperactiva, proactiva, reactiva y seguidora. A ellos
habría que añadir la inactiva, que realmente no es un tipo de estrategia concreta, ya que la
empresa considera que no tiene ningún problema en este sentido, que sus procesos
productivos no contaminan y son respetuosos con el medio ambiente y por tanto no
desarrollan ningún trabajo específico en este sentido.
Estrategias ambientales.
Hiperactiva: Es una necesidad.
Las empresas que sienten la necesidad de luchar por la defensa del medio ambiente, que
consideran una necesidad este trabajo y definen la agenda verde son las que llevan a cabo
una estrategia ambiental hiperactiva. Ven en ello nuevas oportunidades de negocio y una
serie de ventajas competitivas que pueden aprovechar, y para ello pretenden influir en la
regulación ambiental buscando siempre su beneficio haciendo lobby para ello.
Proactiva: Una responsabilidad propia.
La estrategia ambiental proactiva guarda ciertas similitudes con la hiperactiva, ya que se
considera que las políticas ambientales son una oportunidad de negocio que no se puede
dejar pasar, y que si no se trabaja en este sentido la empresa será inviable a largo plazo. Si
las hiperactivas trataban de influir en las políticas ambientales, las empresas con una
estrategia ambiental proactiva tratan de ir por delante anticipándose tanto a las nuevas
regulaciones como en la búsqueda de nuevas tecnologías que le permitan estar a la
vanguardia de las tendencias y de lo que exige la normativa ambiental.

Reactiva: Lo que diga la normativa ambiental.


Si las dos estrategias que hemos visto hasta ahora consideran la cuestión medioambiental
como una oportunidad de negocio más, las empresas que apuestan por una estrategia
ambiental reactiva son aquellas que ven el medio ambiente como un coste adicional a su
actividad a minimizar, pero no como una oportunidad de negocio. Aquí podemos incluir
desde las empresas que conforman los lobbys y grupos de presión para bloquear y paralizar

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las regulaciones ambientales a las que no informan sobre sus emisiones o se niegan a
reducirlas.
Seguidora: Adaptarse a la normativa.
A caballo entre las empresas que se toman en serio las políticas de protección ambiental y
las que intentan torpedear la normativa de protección ambientales nos encontramos con
esas empresas cuya estrategia de gestión ambiental se limita a adaptarse a lo que diga la ley.
Si se incluyen cambios en la normativa, se adaptan a ellos para evitar multas, asegurar
mercados o mantener su reputación y competitividad empresarial, pero no introducirán una
política ambiental mucho más activa.
¿Cuál es la mejor estrategia de gestión ambiental?
Esta es una de las preguntas más difíciles de contestar, ya que depende del objetivo
ambiental que tengas. Si una de tus preocupaciones es el medio ambiente y pretendes crecer
de la mano del entorno, y no a costa suya, parece claro que las estrategias hiperactivas y
proactivas son las ideales, e incluso te permiten presionar en busca de una normativa
ambiental que te beneficie. En cambio, una estrategia reactiva o de seguimiento primará el
beneficio económico al ambiental. Al final, la decisión está en manos de los gestores de la
empresa, que decidirán qué tipo de estrategia de gestión ambiental seguir.

Apuntes para implementar un Sistema de Gestión Ambiental.


Antes de todo, hay que recordar que cualquier empresa, no importa tamaño o sector de la
misma, puede implementar un Sistema de Gestión Ambiental. El primer paso implica hacer
un análisis de las actividades, que hace la empresa en cuestión. Con esto se pretende
identificar los aspectos e impactos que genera la empresa y que afectan al medioambiente.
Una vez identificados pasamos al segundo paso. Consiste en establecer controles y proponer
soluciones para intentar reducir esos impactos o controlarlos según lo que exige la norma.
Un punto importantísimo consiste en que, tanto clientes internos o externos como todos los
empleados de la empresa, conozcan esas nuevas propuestas para la Política Ambiental. Hay
que decir que, hoy en día, la sociedad se preocupa cada vez más sobre la sostenibilidad y
protección del medioambiente, por lo que el número de empresas que miran por el
medioambiente ha aumentado. Ante esta necesidad de que las empresas cumplan con la
normativa para proteger el medioambiente, ha surgido la figura del profesional en Gestión
Ambiental. Esta figura se encarga de unir las necesidades de protección ambiental con la
gestión de negocios.

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Funciones del profesional en Gestión Ambiental:
 Minimizar el impacto de las empresas sobre el medioambiente, realizar auditorías y
conocer la legislación de cada país sobre el medioambiente para aplicarlas
correctamente.
 Análisis de los datos ambientales.
 Identificar y analizar los impactos que las empresas pueden generar sobre el
medioambiente. Incluyendo vertidos de aguas contaminadas, emisiones de gases
contaminantes a la atmósfera, contaminación del suelo, etc.
 Establecer estrategias para prevenir los riesgos e impactos y proponer soluciones a
estos problemas ambientales.
 Ayudar a definir las políticas ambientales de la empresa acordes a los requisitos de
la norma, la legislación propia del país y la Ética Ambiental.
 Conocer los principios legales y el marco normativo relacionado con el reglamento
sobre el medioambiente.
 Incentivar la práctica de buenos comportamientos ambientales en la empresa.
 Conocer y evaluar los sistemas de auditoría y de impactos ambientales de la
empresa, así como los requisitos técnicos y legales que implica.
 Dominar tanto las certificaciones nacionales como internacionales en cuanto a las
normativas medioambientales para poder implementar correctamente los Sistemas
de Gestión Ambiental y evaluar las estrategias ambientales.
Hoy en día cada vez más empresas se preocupan por la sostenibilidad y el medioambiente.
Es por eso, que la demanda de profesionales cualificados en la protección del
medioambiente está creciendo cada vez más. Este aumento es normal, pues no solo mejora
la eficiencia de la empresa, sino que se consigue mejorar la imagen empresarial entre
clientes y proveedores. Cosa que podría repercutir de forma positiva en los beneficios que
obtenga su empresa. En resumen, la figura del profesional de Gestión ambiental
le ayudará tanto a implementar un Sistema de Gestión Ambiental dentro de su empresa
como a seguir el principio de sostenibilidad de los recursos utilizados.

Software ISO 14001


Si está interesado en implementar un Sistema de Gestión Ambiental y obtener la
certificación ISO 14001:2015 debe tener en cuenta que debe pasar por un proceso de
auditoría cumpliendo con los requisitos que exige la norma. Una vez pasada la auditoría, es
complicado mantener y gestionar todos los procesos que requiere la norma. Por ello, le

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recomendamos el Software ISOTools Excellence, que le ahorrará tiempo dinero y eliminar
todos los documentos físicos y realizará todos los procesos de forma automatizada.
Tras su última actualización en 2015, la norma ISO 14001 estableció el objetivo de
convertirse en un marco de protección medioambiental sin perjudicar las necesidades
socioeconómicas. Este es un objetivo que puedes aplicar perfectamente a tu empresa, ya
que a pesar de tomar una serie de medidas de protección medioambiental el objetivo final
de la empresa no deja de ser el de hacer dinero.

Conclusiones.
La gestión ambiental se percibe como una parte indispensable de la gestión general en la
empresa que puede producir grandes beneficios desde el punto de vista de la eficiencia y
eficacia productiva, de la imagen que proyecta y de su promoción comercial. Los sistemas
normalizados de gestión ambiental y el etiquetado ecológico son, probablemente los
mejores instrumentos para hacer operativo el viejo principio «lo verde, vende» que
relaciona el comportamiento ambiental de la empresa con las preferencias comerciales de
los consumidores. Además, las denominadas bolsas de residuos constituyen un magnífico
instrumento para avanzar hacia uno de los más interesantes objetivos de la gestión
ambiental: convertir efluentes en residuos. Aunque los SGA introducen un elemento de
complejidad en la gestión, incluso, en la burocracia empresarial, los beneficios que producen
para la producción y el consumo sostenibles los justifican plenamente en un mundo
dominado por un consumo innecesario, incluso insensato, basado en la idea «más es mejor»,
en lugar de la más sensata: «menos es más» que preconiza la idea de calidad de vida. A pesar
de su carácter voluntario, las empresas del mundo occidental en general y las españolas en
particular, con el precedente de la implantación de sistemas de gestión de la calidad, han
aceptado muy bien este tipo de instrumentos de gestión ambiental y así, solo con la
certificación de AENOR, más de 4.000 empresas tienen implantada la ISO 14000 y más de
400 el EMAS: Sistema Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoria. Muchas empresas han
puesto en marcha y probado diferentes medidas para reducir el impacto de su actividad en
el medio ambiente, tanto a partir de la ISO 14001 como partiendo de otros estándares, lo
que nos permite contar con esos criterios aceptados en todo el mundo que utilizaremos para
medir la eficiencia de las medidas que tomamos. Muchos de los problemas del medio
ambiente están relacionados con la actividad económica del ser humano, y los SGA son una
forma de reducir ese daño.

Bibliografía.
Estudios de impacto ambiental. José Enrique de Tomás Sánchez. Universidad de Alicante.
https://www.emprendepyme.net/gestion-ambiental
La Gestión Ambiental en las Empresas. Domingo Gómez Orea. U Politécnica de Madrid.

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