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LA NOVIA PERFECTA

Empecemos por un hecho sencillo: la perfección no existe; simple. La


perfección es imposible. Por más que nos acerquemos a ella, siempre habrá un
escalón que nos separe. Así mismo ocurre con las parejas. No hay pareja perfecta,
no hay relación ideal, no hay novio o novia perfecta, al menos no objetivamente. Sin
embargo, en el mundo de lo subjetivo, podríamos establecer la perfección como un
atributo o condición ideal que sí puede ser alcanzada. ¿A qué me refiero con esto?
Simple: la perfección puede existir dependiendo de los ojos de la persona. Por más
triste o inhumano que parezca, todos demandamos una serie de requisitos que
componen nuestra “lista de deseos” al momento de establecer una relación, o de
mantener una. Dichos requisitos pueden alterarse con el tiempo: pueden
descuidarse ciertos aspectos, pueden afianzarse otros, pueden agregarse
requisitos, pueden quitarse otros. El tiempo y la motivación se encargan de ello. A
veces por esperar mucho de una persona preferimos alterar algunos de estas
condiciones para evitar problemas. A veces pasa al revés, y nos concentramos cada
vez más en esos requisitos que sentimos no satisfacen nuestras parejas. Sentir
interés, demostrar cariño, sentir reciprocidad, sentir amor, sentir que piensan en mí
por lo menos 5 minutos al día… son algunos de los requisitos que para mí son
importantes al momento de establecer una relación. Puede que para otro lo
importante sea el ámbito sexual, sentirse deseado. Incluso puede ser lo material, el
sentir que gastan en él, ¿por qué no? Y así con cada persona, tanto hombre como
mujer, pues, ¿quién quiere ser querido en contra de sus principios o valores? Como
dije hace un momento: algunos terminan por alterar sus condiciones por el bien de
la relación, pero, ¿eso lo hace correcto? No, para nada. Nadie tiene el derecho a
cambiar lo que consideras justo, tan sencillo como eso. ¿Por amor? ¿Por mantener
feliz a tu pareja? No son razones suficientes, pues, ¿por qué no se adapta a lo que
TÚ deseas? ¿Por qué no dar en vez de quitar? Es verdad que para poder lograr que
esa persona cambie tienes que hacerle entender lo que quieres, y tener paciencia
para lograrlo, pero cuando llega al punto en el que sólo debes aceptar que no puede
darte más, entonces estamos mal. No es crear un robot que satisfaga todas
nuestras necesidades, sino de aprender lo que quiere el otro, y acercarnos lo más
posible a lo que desea, siempre y cuando se mantenga dentro de los límites de lo
sano y cuerdo. En síntesis, ¿novia perfecta? Sí, existe, y aunque para todos “la
perfección” signifique algo distinto, podría definirse a la “novia perfecta” como
aquella mujer que puede aceptar lo que quieres, y acoplarse a eso, a fin de ser
felices. Y no hablo de cambiar sus bases, ni de perderse a sí misma para complacer
a otro… hablo de que sencillamente te quieran como quieres ser querido.

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