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MODELO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICO

Los investigadores cubanos Eneida Catalina Matos Hernández y otros señalan que “La ciencia
necesita de una postura epistemológica de los investigadores, que permita ir incorporando ese
saber científico, sin que ello se convierta en un compuesto ecléctico, sin orientación ni sentido”1.
Esta idea es importante para entender que la redacción del texto científico exige que los
investigadores, al proponer posibles soluciones a las problemáticas estudiadas, dediquen todos
sus esfuerzos para conocer el estado del objeto que se investiga.
Es común encontrar investigadores que se angustian pues sienten que cuando leen no pueden,
inmediatamente, empezar a escribir sus informes. Esto sucede, entre otras razones, porque el
discurso de la ciencia, como se ha expresado de alguna manera anteriormente, se construye en
la medida que se tengan mayores argumentos que convenzan de la veracidad de las ideas. Esta
no es tarea fácil. La secuencia argumentativa del texto es posible lograrla a través de la crítica
científica de las fuentes consultadas y tomadas como referentes.
Los citados autores hacen referencia a la existencia de modelos para la argumentación científica.
De ellos es pertinente hacer alusión al siguiente, el que se expone a manera de pasos o
momentos:
1. Lectura exploratoria para identificar los documentos valiosos
No todos los documentos resultan útiles. Unos porque su contenido no se corresponde con el
título, otros porque no se comparte el enfoque asumido por el autor, o por sus falta de rigor.
También puede suceder que el autor aborda solo una arista del tema que interesa.
Debido a ello se requiere de una adecuada selección de los textos que se tomarán como
referentes esenciales. Ello implica que el investigador eleve su cultura sobre el objeto de la
investigación Para seleccionar lo que verdaderamente será útil para realizar la crítica científica
y, con ello, la valoración, se requiere de una lectura inicial del resumen y la introducción del
trabajo, de manera que se pueda considerar su relación con los intereses de la investigación que
se lleva a cabo y su novedad. Por otra parte debe ser consultada la bibliografía y/o referencias
bibliográficas, al permitir localizar otros trabajos del mismo autor o de otros autores.
2. Lectura de profundización para valorar y clasificar el contenido
Una vez escogido el documento debe realizarse una lectura inteligente para, con detenimiento,
determinar los acápites y capítulos que resultan de mayor interés, dado su contenido.

1 Matos Hernández, Eneida y Fuentes González, Homero. (2006). Lo epistemológico en la lógica del proceso
investigativo. p 6. Documento digital.
3. Localización de las ideas valiosas, que pueden ser: definiciones, caracterizaciones,
regularidades, ejemplos, explicaciones, comparaciones, valoraciones, métodos o metodologías,
procedimientos o instrumentos, medios. Esta información se recopila en fichas de bibliográficas
y de contenido, con las valoraciones pertinentes. Han de anotarse, textualmente, las citas que
constituyan centro de atención como parte de la crítica científica.
4. Lectura de sistematización para la conformación teórica
Seleccionada la información, se pasa a una tercera ronda de lectura de los documentos, con
vista a la sistematización de las ideas, para ir conformando las propias. En esta etapa se leen
varias veces los documentos para desarrollar las acciones siguientes:
 Comparar, clasificar y ordenar los conceptos, criterios, enfoques, entre otros
 Contextualizar y reelaborar ideas inicialmente concebidas en o para otras realidades,
otros grupos etáreos, otros grupos sociales o con otros fines.
 Redefinir o integrar conceptos.
 Asumir teorías, enfoques, conceptos, métodos, entre otros.

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