Lo que vemos

Casi todos vimos “El día de la independencia”, “Harry Potter” o “Jurassic Park”. Todas, con una muy
buena calidad de efectos especiales. Si todos vimos estas películas, ¿por qué no salimos convencidos
de que existen los extraterrestres, una escuela de magia o los parques de diversiones con dinosaurios?
Todos lo vimos. ¿Acaso no confiamos en lo que vemos?

Yo creo que sabemos que estamos en el cine y que todo es ficticio. Si al inicio de la película aparece
“basado en hechos reales”, la película nos impactará más.

Si vemos una extraordinaria toma de una nave en “El día de la independencia”, estamos seguros de que
la nave no es real y sólo es un efecto especial. Pero, si vemos un video todo chafa, con una lucecita
dizque en forma de plato volador, que casi ni se nota y se mueve de un lado para el otro, seguida por un
camarógrafo que parece que tiene mal de Parkinson y nos lo pasa Jaime Maussan, entonces sí creemos
que es un verdadero ovni y que existen los extraterrestres. Y también que nos vigilan, que tienen una
tecnología muy superior, que saben más que nosotros y muchas suposiciones más.

Esto quiere decir, que si Spielberg se propusiera hacer una película que pareciera video casero, el
mundo juraría que ahora sí nos invadieron. Pero también quiere decir, que es mentira que creemos en lo
que vemos. Creemos en lo que queremos creer, tenemos ideas preconcebidas. Si colocamos a dos
personas a ver el mismo video, una fiel creyente de la explicación extraterrestre del fenómeno ovni y
otra que no, las dos tendrán una apreciación diferente de lo que vieron.

Cuando vemos tomas bien hechas de una nave espacial, las descalificamos porque creemos que un ser
humano no es capaz de grabar bien a una nave extraterrestre, a tan poca distancia y con buena
iluminación. Esta es una buena conclusión, estamos analizando la información. Una toma tan
extraordinaria no es posible. Pero, ¿por qué asumimos que no hacerlo bien, lo convierte en verdad? ¿si
lo grabamos mal, entonces sí es un ovni? ¿todos los videos mal hechos son verdaderos y los bien
hechos falsos?

La verdad es que no podemos confiar siempre en lo que vemos. Aunque hayamos visto volar a David
Copperfield, él no vuela. Lo más importante de esta afirmación es, que aunque yo no sepa cómo le hace
para parecer que vuela, no quiere decir que sí lo hace. La ignorancia no concede. Por lo tanto, si nos
pasan un video con algún fenómeno extraño, como la lucecita bailadora, y no podemos explicar qué es,
esto no permite que los del video inventen lo que quieran.

Es clásico que los proponentes de las pseudociencias utilicen la falacia de la carga de la prueba para
tratar de engañarnos:
- Dime que es esto.
- No sé.
- ¡Ah!, entonces es un extraterrestre, a ver, ¿demuestra que no es cierto?

Las pruebas deben ser otorgadas por quien propone.

Los ovnis son Objetos Voladores No Identificados, esto quiere decir, que son “cosas que vuelan, que no
sabemos que son”. ¿En qué momento dimos el salto a decir que son visitantes de otros sistemas
solares? Es simple, si sabemos que son extraterrestres, entonces sí están identificados y no son ovnis.

HECHO:
Los ovnis sí existen. Pregúntenle a Sadam Hussein, ¿qué lo bombardeó? Sus radares no marcaban
ningún objeto en aquel punto del cielo de donde caían bombas. Más tarde supimos que eran los
bombarderos B-2 Stealth, indetectables por los radares ordinarios. Ese fue un caso claro de ovnis de
este planeta.