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TRIA IURIS PRAECEPTA

Honeste vívere: Vivir honestamente

Este precepto se presenta en el hogar, como los valores morales que enseña la
familia. Se refiere a vivir con rectitud y sobre todo con humildad y aprender a amar
el derecho.

En la actualidad este precepto está presente pero lastimosamente se ha ido


deteriorando, porque en un grado de comparación con las generaciones de los
noventa, la familia se encargaba de enseñar los valores morales, buenos modales y
brindar una buena educación. En cambio, en la generación de los dos mil, la familia
solo se basa en brindar cosas materiales a los hijos, y dejan que el sistema educativo
se encargue de su educación en general, deteriorando así el precepto de vivir
honestamente.

Comentario: este precepto no debería deteriorarse ya que la educación y los valores


morales vienen primero de la familia, el sistema educativo sólo se encarga de
prepararnos académicamente para ser profesionales con éxito.

Alterum non laedere: no dañar a otro

Este precepto se fundamenta en lo que es la Constitución Política de la República de


Guatemala, en la actualidad no es cumplido este precepto, aunque históricamente
Guatemala es un país violento. La razón de esto es que la familia ha dejado de
transmitirle los valores morales a los hijos, y esto hace que cualquier acto (sea bueno
o malo) los influencie. Nuestra constitución toma como base las leyes de Dios, pero
no se han respetado del todo. Hoy en día se ha matado, se ha robado, se ha lastimado
la integridad física y moral de las personas, las leyes han sido violadas, y por eso este
precepto prácticamente no es aplicado en Guatemala, porque no se respetan las
leyes de nuestra constitución y tampoco las leyes de Dios.
Comentario: Es una lástima que este precepto no sea cumplido, ninguna persona
tiene derecho a hacerle daño a alguien más, pero todos hacen lo que quieren sin que
les importe las consecuencias de sus actos. La mayor consecuencia de desobedecer
las leyes de Dios y de la constitución puede ser la perdición del país.

Suum cuique tribuere: Dar a cada uno lo suyo

Este tercer precepto, enseña a los encargados de la administración de la justicia las


reglas que deben seguir en el desempeño de sus funciones. La administración de la
justicia tiene serias deficiencias que aquejan al poder judicial, entre los problemas
más graves que afectan a la administración de justicia se encuentran la impunidad
estructural que comprende tanto las violaciones de derechos humanos del pasado
como las conductas punibles del presente, la insuficiencia de recursos, los escasos
avances en la modernización de la justicia, la deficiente capacitación de jueces y
operadores de justicia, la falta de acceso a la justicia a numerosos sectores de la
sociedad, entre otros. El precepto de dar a cada uno lo suyo es totalmente incumplido
en Guatemala, por la razón de que la justicia es pésima en el país. Un ejemplo puede
ser el de la sentencia a un político corrupto, su sentencia puede ser reducida o
simplemente le venden su libertad. Otro ejemplo es el sueldo, corruptos y holgazanes
ganan sueldos elevados hasta el cielo, mientras que otros ganan el sueldo mínimo
siendo honrados.

Comentario: la justicia tiene que ver con el trabajo, la educación, las relaciones
personales, y sobre todo, con el sistema de valores que rige la convivencia. No se
puede dar a todos lo mismo, como definió Ulpiano “justicia es dar a cada uno lo
suyo”. Nuestro sistema judicial es viejo, venal y corrupto. Un juez puede condenar a
un detenido sin haberlo visto jamás, o puede venderle su libertad a sola firma.

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