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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE PETÉN –CUDEP-

Carrera: Ciencias Jurídicas y Sociales


Curso: Derecho Procesal Civil I
Docente. Lic. Msc. Ana Margarita Fion Lizama Zetina
Semestre. Séptimo Semestre

UN ANÁLISIS CONSTRUCTIVO ACERCA DEL


LIBRO EL ALMA DE LA TOGA

Estudiante:

Carlos Humberto Nájera Solis Carné No. 9741004

Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, febrero de 2019


INTRODUCCIÓN

El libro “El Alma de la Toga”, hace énfasis a los diferentes mandamientos a cuáles está
llamado un Abogado. Su actuar, debe ser con decoro, honestidad y bajo todos los
principios éticos que requiere en su actuar profesional. Se sabe que los abogados fueron
llamados para que la justicia terrenal cumpliera sus propósitos, pero más allá de ello, las
y los Abogados por vocación de servicio para defender el bien común. En ese sentido,
pongo en manos del lector, este humilde aporte titulado “Un análisis Constructivo
acerca del libro El Ama de la Toga”, el cual espero sea de mucha importancia en la
formación académica del Abogado. Ya que la o el Abogado, requiere de grandes virtudes,
a fin de que su actuar pueda ser visto por la sociedad con decoro. En pleno siglo XXI, las
y los Abogados, deben estar a la vanguardia de los avances de la ciencia y la tecnología
y porque no decirlo a la vanguardia de los rotundos cambios en las Leyes y la sociedad,
una sociedad que cada día va en pleno desarrollo. Culmino diciendo, que las y los
Abogados, tienen una responsabilidad muy grande, defender los derechos de quienes
son vulnerados, aquellos que por no tener los recursos económicos le son violentados
sus derechos, aquí es donde debería encajar la actitud de las y los Abogados.
UN ANÁLISIS CONSTRUCTIVO ACERCA DEL
LIBRO EL ALMA DE LA TOGA

¿QUIEN ES ABOGADO?
El verdadero abogado vendría siendo aquel que ejerce la profesión dando consejos
jurídicos y pidiendo justicia. Existen muchos abogados que a pesar de ejercer una
profesión de eminente de importancia en la sociedad, se han encargado de darle una
mala reputación con su mal actuar. Lo que no debería ser así, pues toda persona que
actúa bajo la sombra protectora de Dios, lo único que quiere es justicia, justicia que
muchas veces está muy lejos. Ser abogado, requiere hoy en día, actuar con decoro, con
principios éticos y humanos ante todo.
LA FUERZA INTERIOR
En los Abogados existe una fuerza interior, que no se puede encontrar en ningún otro
lugar. Sin duda es cuya fuerza que les ayuda a enfrentar las injusticias que a todos los
días sufren las personas humildes y trabajadora. A pesar que existan momentos de
críticas que a juicio de otros desvanecen el yo interior del abogado, debería haber una
fuerza para desvirtuar lo negativo y convertirla en fuerza positiva. Como nos dice Ángel
Osorio, cuando se tengan dudas, en ese momento, se debe cambiar de oficio.
LA SENSACIÓN DE LA JUSTICIA
El autor: concretiza "La Justicia no es fruto del estudio sino una sensación", sin duda el
algo que no se encuentra en la literatura existente, se aprende con la vida misma, aún se
aprende por la transmisión de la cultura que nos hayan inculcado nuestros padres. Sin
embargo, para muchos abogados y jueces esto está muy lejos; la injusticia tiene sus
orígenes desde que el ser humano existe en este mundo, desde que inicio la lucha por el
poder. Poder que llevó a muchas sociedades a destruirse entre sí, pueblos marginados,
olvidados, viviendo en la miseria, incluso hubo tiempos inmemorables donde nadie exigía
tal justicia, la justicia la hacían con sus propias manos, lo que se conoce como la Ley del
Talión. Hoy en pleno siglo XXI todavía existen abogados y jueces que conocen muy de
lejos la justicia, que lo único que buscan es el poder económico a costa de lo que sea, no
les importa destruir la vida de muchos que quieren que se les haga justicia. En síntesis,
se han confundido de profesión y con todo respeto, se equivocaron de profesión y saben
del mal que hacen y no enderezan su actuar.
LA MORAL DEL ABOGADO
Según el autor: Se presupone que cuando un abogado acepta un caso, es porque está
defendiendo una causa justa, y éste deberá hacer todo lo moralmente y todo lo que dentro
de lo justo cabe, para defenderlo. Sin embargo, es de considerar hasta donde el Abogado
hace propia “LA MORAL”, el autor en líneas claras indica “Abogado que sucumba al qué
dirán, debe tener manchada su hoja de servicios con la nota de cobardía". Aunque para
algunos lo que hace correcto el Abogado, para otros no, lo cual se traduce en que el
Abogado, debe hacer lo que su mente y corazón le dicten, sin caer en actos que manchen
su dignidad y decoro.
LA SENSIBILIDAD
Según se sabe, la abogacía es una constante lucha de pasiones, pasiones que no deben
confundir la mente del Abogado. Se debe actuar con sensibilidad humana, conocer y
defender lo defendible, ganar dinero pero a conciencia, hacer el trabajo de Abogado,
prestando atención en los honorarios correctos que se deben cobrar, no es confundir a
mi cliente para hacer leña del árbol caído. El Abogado, tener la inteligencia y sabiduría
para actuar con sensibilidad, saber del caso y conocer si su defendido no le esconde
información veraz que le servirá para defenderle, pero ante todo saber si realmente puede
o no defenderle.
EL DESDOBLAMIENTO PSIQUICO
Lo importante para el Abogado, es conocer el caso que tendrá a su cargo y no afanarse
por lo que no pueda lograr, ya que psicológicamente ello, le puede traer problemas
emocionales que afectarán otras esferas en las cuales se desenvuelve. Debe tener la
serenidad ante todo cuando existan controversias, es muy saludable para que el
Abogado, actúen con sabiduría e inteligencia. Debe saber, actuar con serenidad y
seguridad en sus argumentos, así tendrá un mejor éxito.
LA INDEPENDENCIA
Aunque parezca antagónico, un Abogado nunca podría ser independiente, ya que
convive con muchos colegas de profesión y clientes que sin lugar a duda atiende, aunque
está claro, que la abogacía se ejerce con libertad, especialmente cuando en su afán de
trabajo se afronta con quien exige justicia. Un Abogado, con familia que mantener, jamás
podrá compararse con otro que no tiene, aquel, sin lugar a duda, tiene por quien luchar a
diario, y ello se convierte en una codependencia de defender o luchar porque se haga
justicia a sus clientes.
EL TRABAJO
La profesión de la abogacía exige trabajo y compromiso consigo mismo, es una profesión
que exige preparación académica y ante todo la guianza de Dios para hacer de esta
profesión algo digno. Exige ante todo, el estudio de los caos que se presentan a diario,
saber que cada caso es una tesis que hay que defender y que está en juego no solo
convencer al juez, sino la seguridad basado en lo que la ley establece para tener éxito.
Abogado que no lee, se sabe cada día deja de ser menos Abogado, lo indica que esta
profesión requiere preparación constante. Hoy mas que nunca, las personas buscan
abogados, especializados en la materia, por ejemplo, abogados laboralistas, penalistas,
civilistas, etc., lo indica que un abogado preparado, tendrá éxito rotundo en lo que hace
e indudablemente el cliente está muy de acuerdo.
LA PALABRA
Es la facilidad expresión y convencimiento que debería tener los Abogados, ya está
puede ser clave en el desenvolvimiento en cualquier audiencia que asista. Pero más allá
de ello, pudiese afirmar que la palabra, es la facilidad de hablar de manera coherente.
Sin embargo, para muchos la palabra no la sabemos utilizar, pues un sabio decía, antes
de hablar, hay que poner el cerebro a funcionar, ya que lo que afirmemos, sino lo decimos
correctamente, puede perjudicarnos en nuestras afirmaciones. De forma que un
Abogado, debería hacer buen uso de la palabra, para tener éxito en las diligencias que
realice. La palabra es el arma más valiosa para los Abogados que quieren ser cada día
mejor, incluso un Abogado, debería tener un lenguaje ameno y cordial, saber que es parte
de su formación académica. Finalmente, la palabra tiene mucha importancia en lo que se
conoce como el emisor y el receptor, ya que una buena comunicación y con palabras
claras y sencillas, hacen un momento grato y ameno.
ELOGIO A LA CORDIALIDAD
A pesar que la cordialidad debería integrar un valor fundamental en los Abogados,
muchas veces algunos se apartan de la realidad e importancia. La cordialidad debería
cultivarse, ya que a diario el Abogado tiene que estar frente al estrado y convence al juez
en sus pretensiones, por lo cual, la cordialidad constituye una pieza fundamental en las
actitudes, y ello, puede verse positivamente en cualquier esfera social.
CONCEPTOS ARCAICOS
Muchas leyes en el ordenamiento jurídico fueron creadas desde tiempos inmemorables
y jamás han sufrido cambios, si se compara el desarrollo histórico de la sociedad indica
que la sociedad ha cambiado en el transcurrir del tiempo, por lo tanto, algunas leyes
deberían ser modificadas. Sin embargo, muchos jueces continúan utilizando conceptos
arcaicos para administrar justicia, cosa que es irrefutable para quienes conocen que la
justicia debería estar a la vanguardia del desarrollo de la sociedad.
EL ARTE Y LA ABOGACÍA
La abogacía es un arte, desde otra óptica podría ser una vocación que se trae consigo
mismo, podría ser la pedagogía de la abogacía, ya que muchos Abogados son docentes
que llevan el saber a las aulas universitarias, y más allá, se preparan cada día para
ofrecer y dar de sí lo mejor en aras de la calidad educativa. Sin embargo, a pesar de que
un Abogado tenga este don tan maravilloso, debe al menos tener en su despacho jurídico
una infinidad de libros para prepararse mejor cada día, estos constituyen las herramientas
que lo convierten en un profesional mejor preparado, como puede analizarse cada
profesión requiere de compromiso.
LA CLASE
El verdadero Abogado, es aquel que a pesar que existan controversias en el estrado,
bajo ninguna circunstancia posterior a cualquier diligencia se mostrará con desprecio
hacia el otro colega, más bien debe actuar con humildad y decoro. Aunque la gente crea
que los Abogados viven en controversia, esto jamás debería ocurrir, pues un Abogado
en todo momento, debe mostrar sus principios éticos.
CÓMO SE HACE UN DESPACHO
Hacer un despacho requiere en cierto modo de alguna inversión, pero ante todo hay que
saber iniciar con clientes que a la larga se vuelven frecuentes en solicitar acciones
jurídicas. Bajo ninguna circunstancia un abogado, debería actuar de mala fe para iniciar
un despacho, mucho menos ofreciéndose de manera no correcta o despreciando su labor
para convertirse en un mendigo. El abogado, debe conocer y valorar su trabajo, ya que
esta es una de las profesiones más lindas que existen. Aunque el autor dice que en
verdad tiene sus dificultades el asociarse con otros abogados para formar un despacho,
por las posibles diferencias de opiniones y por la división del crédito de un juicio si a final
de cuentas es solo uno el que se involucra; sin embargo, puede ser una buena estrategia
de trabajo profesional.
ESPECIALISTAS
El abogado debe conocer el ámbito de su profesión, ya que la sociedad busca
profesionales conocedores de las diferentes disciplinas del saber intelectual. Ante todo,
debe escalar los peldaños del éxito de la educación superior, pensar que ello lo convertirá
en un profesional especializado.
LA HIPERBOLE
El abogado no necesita llamar la atención exagerando las cosas para lograr su propósito,
lo que necesita son argumentos claros y sencillos, para argumentar sus pretensiones en
cualquier proceso jurídico. Sin embargo, algunos abogados, tratan de confundir al cliente
para que este crea que son varios los procedimientos y ello tendrá una implicación en los
honorarios a cobrar, cosa que probablemente no sea así.
LA ABOGACIA Y LA POLÍTICA
Es muy probable que muchos abogados quieran ser políticos o bien algunos políticos
quieran ser abogados. Sin embargo, el que un abogado ocupe un puesto político,
marcaría la diferencia en su actuar profesional, claro si su ambición por el poder en sus
diferentes manifestaciones no lo corrompen y termine por ser despreciado por quienes lo
llevaron al poder.
LA LIBERTAD DE LA DEFENSA
Pareciera un término un poco antagónico, pues nadie puede defenderse por sí mismo,
cuando dice que es vejatorio eso que le impongan pedir justicia por boca ajena, pero ¿no
es ese el motivo por el cual existen los abogados?. Claro está que para ello existen los
abogados, para defender a cualquier persona, no importando sea pobre o rico; además,
si se diera el caso que no tenga los recursos necesarios para que lo asista un abogado
particular, el mismo juez le tiene que nombrar de oficio que lo defienda un abogado de la
Defensoría Pública penal, esto es un derecho que le asiste como persona y como
ciudadano.
EL AMIANTO
Pareciera injusto que por ser abogado tenga limitaciones para laborar en cualquier
empresa o institución, pero no se pueden hacer ambas cosas a la vez, esto por el horario
de trabajo que le exigen las empresas, caso contrario, estaría desvirtuando la gran
comisión para la cual fue llamado. El abogado debe saber, que para merecer algo de su
profesión, debe trabajar arduamente, sin caer en actos deshonestos, que dañan la
imagen de su profesión.
LOS PASANTES
Son innumerables los pasantes que continúan ejerciendo la profesión de la abogacía,
después de haber tenido la experiencia de cómo funciona el bufete. El pasante es aquel
abogado que no importando el cansancio ha llegado a conocer con humildad y decoro,
pues siendo pasante se logra conocer en realidad cómo funciona la verdadera abogacía,
pues la experiencia marca una diferencia rotunda en el actuar de este profesional del
derecho.
LA DEFENSA DE LOS POBRES
La defensa de los pobres constituye una función de asistencia pública, asistencia que
debería no tener limitaciones especialmente cuando se trata de personas que por su
condición económica, étnica o social, pudieran ser despreciados y abandonados a la
merced de las cárceles. No debe haber diferencias, pues igual muchos abogados pobres
o marginados porque son principiantes, pueden ser vistos con desprecio, pues se
violentaría lo dicho en la carta magna, que todos los seres humanos son iguales en
dignidad y derechos.
LA TOGA
Según el autor, la toga inspira cierto grado de respeto entre las demás personas, es una
distinción entre el abogado al resto de los presentes en el juicio o la corte. La imagen de
quien porta la toga es de alguien bueno y sabio. Sin embargo, muchos han manchado
esa digna vestimenta que a lo largo de los años ha sido vista por la sociedad como algo
que es digno de admirar y respetar.
LA MUJER EN EL BUFETE
La mujer puede desempeñar un rol preponderante en el bufete, puesto que Dios le dio
un don maravilloso, el desarrollo del sexto sentido. De manera que resalta la importancia
de la mujer, especialmente cuando trabaja arduamente en la toma de decisiones
juntamente con el esposo, que también es abogado, pues dos cabezas sin lugar a duda,
piensan y actúan de forma profesional.
LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO.
1. Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, será
cada día un poco menos abogado.
2. Piensa: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando
3. Trabaja: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia
4. Lucha: Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el
derecho con la justicia, lucha por la justicia
5. Se leal: Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas
que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal con tigo.
Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tu le dices; y
que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez, debe confiar en el que tu le invocas.
6. Tolera: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada
la tuya.
7. Ten paciencia: El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración
8. Ten fe: Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana;
en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo
bondadoso de la justicia, y sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho,
ni justicia, ni paz.
9. Olvida: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando
tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el
combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
10. Ama a tu Profesión: Trata de considerar la abogacía de tal manera que el día en
que tu hijo en que te pida consejos sobre su destino, consideres un honor para ti
proponerle que se haga abogado.
CONCLUSIONES

 El libro el alma de la toga, propicia los grandes ideales para los cuales fue formado
un abogado, el cual debe actuar debe ser con honestidad y decoro.

 Cada uno de los estamentos a quí indicados, son el camino que debe guiar a todo
abogado; es decir es la luz en la oscuridad.

 Los diez mandamientos, puedo asegurar, son sin duda la piedra angular que pregona
el actuar de todos los abogados, aún cuando este se ve en problemas de toda índole.

 Finalmente, cada abogado es dueño de su propio actuar. David Machado, dice: “El
ser humano es quien construye su propio mundo.

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