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DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS EN EL CÓDIGO ORGÁNICO

PROCESAL. LOS TRATADOS, CONVENIOS O ACUERDOS


INTERNACIONALES EN LA MATERIA.

Derechos humanos y garantías en el Código Orgánico Procesal:

DE LAS DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES


Los derechos humanos y garantías en el Código Orgánico Procesal Penal, se
encuentran vinculados con las disposiciones constitucionales, en base a ello,
empezaremos por y establecer tales disposiciones y culminaremos con los
derechos y garantías más relevantes en el Código Orgánico Procesal penal que
han sido establecidos incluso por medios de tratados y convenios internacionales,
siendo ese el próximo tema objeto a estudio, ahora bien desde artículo 43 hasta el
61 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece todo lo
referente a los Derechos Civiles de las personas, donde por supuesto, entran los
Derechos y Garantías en el debido proceso, inicia nuestra Constitución declarando
en su artículo 43 que el derecho a la vida es inviolable, por lo que ninguna ley
podrá establecer la pena de muerte ni podrá ser aplicada por ninguna autoridad,
en su artículo 44 nos habla de la libertad la cual también es inviolable, por
consiguiente, establece lo siguiente:

1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una


orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso será
llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho
horas a partir del momento de la detención. Será juzgada en libertad,
excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o
jueza en cada caso.
La constitución de caución exigida por la ley para conceder la libertad de la
persona detenida no causará impuesto alguno.
2. Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus
familiares, abogado o abogada o persona de su confianza, y éstos o éstas, a
su vez, tienen el derecho a ser informados o informadas sobre el lugar donde
se encuentra la persona detenida, a ser notificados o notificadas
inmediatamente de los motivos de la detención y a que dejen constancia
escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona
detenida, ya sea por sí mismos o por sí mismas, o con el auxilio de
especialistas. La autoridad competente llevará un registro público de toda
detención realizada, que comprenda la identidad de la persona detenida,
lugar, hora, condiciones y funcionarios o funcionarias que la practicaron.
Respecto a la detención de extranjeros o extranjeras se observará, además,
la notificación consular prevista en los tratados internacionales sobre la
materia.
3. La pena no puede trascender de la persona condenada. No habrá
condenas a penas perpetuas o infamantes. Las penas privativas de la
libertad no excederán de treinta años.
4. Toda autoridad que ejecute medidas privativas de la libertad estará
obligada a identificarse.
5. Ninguna persona continuará en detención después de dictada orden de
excarcelación por la autoridad competente o una vez cumplida la pena
impuesta.

Así pues, en este artículo empezamos a evidenciar los pasos a seguir por los
funcionarios al momento de realizar la detención, esta se deberá llevar a cabo
siempre salvaguardando tales derechos constitucionales, seguidamente otros de
los temas de suma importancia en este tema es lo referente a la desaparición
forzosa de las personas, tal situación se encuentra regulado en el artículo 45, y
dispone:
Se prohíbe a la autoridad pública, sea civil o militar, aun en estado de
emergencia, excepción o restricción de garantías, practicar, permitir o tolerar
la desaparición forzada de personas. El funcionario o funcionaria que reciba
orden o instrucción para practicarla, tiene la obligación de no obedecerla y
denunciarla a las autoridades competentes. Los autores o autoras
intelectuales y materiales, cómplices y encubridores o encubridoras del delito
de desaparición forzada de personas, así como la tentativa de comisión del
mismo, serán sancionados o sancionadas de conformidad con la ley.

Este articulo guarda relación con el mencionado anteriormente, ya que se


podría llegar a tomar como un caso de desaparición forzosa, que los
funcionarios actuantes al momento de detener al acusado no cumplan con lo
establecido en el numeral 2 del citado artículo, es decir, no informen a sus
familiares sobre el lugar donde se encuentra la persona detenida, o no sean
notificados o notificadas inmediatamente de los motivos de la detención.

Por otra parte, en el artículo 46 se continúan enumerando los derechos de de las


personas ante una posible detención y se establece el respeto a la integridad
física, psíquica y moral, es importante que esto no aplica únicamente para el
detenido, sino para todas las personas que intervienen en el proceso, a tal efecto
indica que:
1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o
degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene
derecho a la rehabilitación.
2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano.
3. Ninguna persona será sometida sin su libre consentimiento a
experimentos científicos, o a exámenes médicos o de laboratorio, excepto
cuando se encontrare en peligro su vida o por otras circunstancias que
determine la ley.
4. Todo funcionario público o funcionaria pública que, en razón de su cargo,
infiera maltratos o sufrimientos físicos o mentales a cualquier persona, o que
instigue o tolere este tipo de tratos, será sancionado o sancionada de
acuerdo con la ley.

En cuanto este articulo, es importante destacar que todas aquellas confesiones,


informaciones o datos que se obtengan en el proceso por medio de torturas,
tratos crueles, inhumanos o degradante, serán consideradas nulas por lo tanto
no podrán ser apreciadas como medios de prueba, aclarado esto, otros de los
artículos a considerar en la presente investigación y que termina de
complementar la gama de derechos que hemos venido estableciendo que por
su naturaleza son aplicables al proceso penal, es el artículo 49, con este se
completa la protección de los derechos humanos de todas aquellas personas
que en condición de imputado son sometidas al debido proceso, por tal motivo
se estable en el articulo ya mencionado la forma de su aplicación, quedando
redactado de la siguiente forma:

El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas; en consecuencia:
1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado
y grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser
notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las
pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su
defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido
proceso. Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo,
con las excepciones establecidas en esta Constitución y la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con
las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente,
por un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con
anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda comunicarse de manera
verbal, tiene derecho a un intérprete.
4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de
quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de excepción o por
comisiones creadas para tal efecto.
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar
contra sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del
cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de ninguna
naturaleza.
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no
fueren previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en
virtud de los cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación
de la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión
injustificados. Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la
responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada, del juez o de la
jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas.

Y finalmente, en el artículo 257 las disposiciones constitucionales empiezan a


dar paso a las disposiciones del Código Orgánico Procesal Penal al establecer:
El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la
justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformidad y
eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve, oral y público.
No se sacrificará la justicia por la omisión de formalidades no esenciales.

En base al artículo citado, pasaremos a desarrollar algunas de las disposiciones


del Código Orgánico Procesal Penal.

DE LAS DISPOSICIONES DEL CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL

Dentro de estas disposiciones empezaremos por hablar sobre el juicio previo,


establecido en el artículo 1 del Código Orgánico Procesal Penal, para ello se
establece que nadie podrá ser condenado sin un respectivo juicio previo,
evitando las dilataciones indebidas, esto con el fin de garantizar la celeridad de
la justicia, igualmente indica que será llevado a cabo ante un juez o tribunal
imparcial salvaguardando los derechos y garantías del debido proceso
consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las
leyes, los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos y ratificados
por la República, tema que abarcaremos más adelante.
Otros de los artículos a destacar en este tema, es el 6 del mencionado código,
en el cual se establece la obligación que tienen los jueces para decidir, así
pues, estos no podrán retardar indebidamente alguna decisión, pues en tal
caso, será interpretado tal retardo como denegación de justicia, aspecto que sin
duda viola el artículo 26 constitucional donde queda establecido el derecho que
tiene toda persona al acceso de la justicia para hacer valer sus derechos e
intereses. Esta tutela lo que busca es que la justicia sea impartida
oportunamente, pues no se puede hablar de verdadera justicia cuando esta se
imparte tardíamente, cuando se ha incurrido en una dilación de tal magnitud
que al dictarse la sentencia, ésta pasa a convertirse en un simple texto carente
de capacidad para producir efectos en la realidad, donde por el paso del tiempo
y para el momento de dictar tal fallo ya los involucrados en el proceso han
capitulado en su fe hacia el sistema.
Seguidamente tenemos el artículo 7, el cual vela por la garantía del juez natural,
para ello la potestad de aplicar la ley en los procesos penales corresponde,
exclusivamente a los jueces y juezas y tribunales ordinarios, por tal motivo se
recalca la existencia del juez natural y se prohíben los tribunales ad hoc, el cual
significa “para esto” es decir, no se puede crear un tribunal especifico para un
determinado caso, la persona debe de ser juzgada un tribunal previamente ya
constituido, tampoco puede el juez presentarse en las audiencias ocultando su
apariencia por medio de mascaras u otros objetos, pues eso también violaría la
garantía del juez natural, donde toda persona tiene derecho a saber quién lo va
a juzgar. La doctrina a asentando: “Este principio del juez natural...Consiste
esencialmente, en la garantía que posee un ciudadano (venezolano o no) de
ser juzgado por un tribunal competente, establecido por una ley previa y con
jueces independientes e imparciales en la función de administrar justicia”.
Dentro del mismo orden de ideas, también se establecen derechos y garantías
como:
 La presunción de inocencia
 La afirmación de la libertad
 El respeto a la dignidad humana
 La defensa e igualdad entre las partes
 La finalidad del proceso
 La no persecución
 Apreciación de las pruebas
 Entre otros establecidos en el Titulo Preliminar del COPP.

Así pues, cualquiera que se le impute la comisión de un hecho punible tiene


derecho a que se le presuma como inocente y a que se le trate como tal, en base
a ello, la libertad se vuelve regla y la privación es la excepción, por ello toda
persona debe afrontar el proceso penal en libertad y asistir a la audiencia cuando
sea convocado hasta que en el caso de alguna culpabilidad, esta sea demostrada,
tiene derecho a que se le respete su dignidad y podrá también exigir a la autoridad
que le requiera su comparecencia el derecho de estar acompañada de un
abogado de su confianza, pues la defensa es un derecho inviolable en todo estado
y grado del proceso, en tal caso se establece que corresponde a los jueces y
juezas garantizarlo sin preferencia ni desigualdades, así pues, la finalidad del
proceso debe ser en todo momento el establecer la verdad de los hechos por las
vías jurídicas, y la justicia en la aplicación del derecho, y a esta finalidad deberá
atenerse el juez o jueza al adoptar su decisión.
Siguiendo el orden de ideas, en cuanto a la no persecución y a la
apreciación de las pruebas, se establece al respecto que nadie puede ser
perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho salvo que en la
primera ocasión la denuncia hubiere sido intentada ante un tribunal incompetente
y por tal motivo el procedimiento se dio por concluido, o cuando haya sido
desestimada por defectos en su promoción o en su ejercicio, finalmente, en cuanto
a la apreciación de las pruebas se establece que “se apreciarán por el tribunal
según la sana crítica observando las reglas de la lógica, los conocimientos
científicos y las máximas de experiencia”.

En sentido estricto se entiende la prueba como: “…un estado de cosas,


susceptible de comprobación, de contradicción y de valoración, que tiene lugar en
el proceso de conformidad con la ley, para producir convencimiento sobre la
veracidad o falsedad sobre los hechos del proceso…” (Eric Perez Sarmiento. La
Prueba en el Proceso Penal Acusatorio, Vadell Hnos. Editores, Caracas 2003). En
atención a lo planteado por el citado autor, la prueba se convierte en un
instrumento creador de convicción en el Juzgador que versa sobre los hechos
controvertidos, por cuanto sirve de fundamento a lo que las partes exponen en
juicio, y que sucesivamente sustenta la decisión tomada.
En este tema es importante destacar la teoría de Francesco Carnelutti,
donde enlaza el trabajo que realiza el juez y el defensor en la apreciación de las
pruebas y en la búsqueda de la verdad dentro del debido proceso, así pues, este
autor indica lo siguiente:
…En el fondo, cuando el juez entra a juzgar, se encuentra ante una
duda: ¿este es culpable o es inocente? También duda es una palabra
transparente: dubium viene de duo. Una doble vía se abre ante el juez: de
acá o de allá. El juez debe escoger. Pero a fin de escoger debe recorrer uno
u otro camino, ya que de otro modo no podría ver adónde van a dar. Ahora
bien, se comprende para qué sirve, para el juez, el defensor; y por qué frente
al defensor, se coloca al acusador; son los que guían al juez a lo largo de los
dos caminos, a fin de que pueda escoger uno de ellos. (Monografías jurídicas
55. Las miserias del proceso penal. Cuarta reimpresión. Francesco
Carnelutti- Traducción de Santiago Sentis Melendo, p. 15)

Continua diciendo más adelante:


…Incluso cuando existen pruebas evidentes de la culpabilidad o de la
inocencia, antes de condenar o de absolver es necesario continuar en la
investigación hasta haber agotado todos los recursos. Pero para hacer esto,
el juez debe ser ayudado; por sí solo, no lo lograría. Su ayudante natural es
el defensor, este amigo del imputado, el cual, naturalmente, tiene el interés
de buscar todas las razones que pueden servir para demostrar la inocencia
de aquel. El defensor, pues, es y debe ser un razonador de pie forzado, esto
es, un razonador parcial; un razonador que trae el agua a su molino.
(Monografías jurídicas 55. Las miserias del proceso penal. Cuarta
reimpresión. Francesco Carnelutti- Traducción de Santiago Sentis Melendo,
p. 16)

Tras estas citas, podríamos concluir en este punto, que la valoración de la prueba
constituye, indudablemente, una operación fundamental, de gran importancia en
todo proceso y, más aún en el proceso penal, puesto que de ella depende que el
tribunal llegue o no a una certeza; es decir va a determinar el carácter absolutorio
o condenatorio de la sentencia para el acusado.
José García Falconí en lo que se refiere a la valoración de la prueba dice que "Es
una operación intelectual, destinada a establecer la eficacia conviccional de los
elementos de la prueba recibidos…es en este momento en donde el juez, no sólo
pone al servicio de la justicia, su intelecto, su sabiduría y experiencia; sino sobre
todo su honestidad".

TRATADOS Y CONVENIOS EN MATERIA PROCESAL PENAL

Para dar inicio a este tema debemos preguntarnos ¿Dónde radica la


importancia de los tratados y convenios en el proceso penal?, así pues, hay que
tener presente que el Derecho Internacional no solo implica el simple cumplimiento
de los derechos en el consagrado, sino que a su vez, obliga al operador de justicia
a llevar a cabo una debida interpretación de los mismos, tomando en cuenta el
principio de objetividad que, como ya sabemos, conlleva a la correcta
interpretación de la ley con preeminencia en la justicia.
Así pues, dentro del tema que hemos venido abarcando sobre los derechos
humanos y garantías del Código Orgánico Procesal Penal, los tratados
internacionales juegan un papel importante, pues ayudan a reforzar su protección,
a tal efecto, en la exposición de motivos del Código Orgánico Procesal Penal, el
legislador establece que para hablar de Estado de Justicia es necesario tener en
cuenta los derechos de la persona como valor supremo del ordenamiento jurídico,
aspecto que sin duda, obliga a las instituciones y a sus funcionarios a respetar
efectivamente tales derechos.
Ahora bien, el artículo 23 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela le otorga rango constitucional a los tratados, pactos y convenciones
relativos a los derechos humanos suscritos y ratificados por Venezuela,
igualmente establece que estos tratados son de aplicación inmediata y directa por
los tribunales y demás órganos del Poder Público, es de esta disposición de donde
se desprende la necesidad de conocer el procedimiento y requisitos para su
celebración, el cual pasaremos a desarrollarlo en los siguientes textos:

Es importante destacar que la recepción del tratado en el ordenamiento


jurídico interno depende de la Constitución de cada país. En Venezuela, es
formalidad necesaria para que el tratado celebrado pueda entrar en vigor, la
ratificación del mismo por el Presidente de la República, previa aprobación,
impartida por la Asamblea Nacional en forma de Ley. Así pues, corresponde al
Presidente de la República por órgano del Ministerio de Relaciones Exteriores y de
los agentes diplomáticos tales como: embajadores y demás jefes de misiones, la
celebración de los tratados, acuerdos y convenios internacionales, los cuales
deberán ser posteriormente sometidos a la aprobación de la Asamblea Nacional,
en forma de Ley, y es una vez dada dicha aprobación, que incumbe al jefe del
Estado la ratificación. En base a ello, podríamos decir que la ratificación no es más
que el acto por el cual el Presidente de la República aprueba definitivamente los
tratados, acuerdos o convenios internacionales que han celebrado en su nombre
los agentes diplomáticos investidos para esos efectos de sus plenos poderes. El
Estado sólo queda comprometido en virtud de la ratificación, de tal modo que en
tanto no haya sido otorgada, no existe propiamente sino un proyecto de tratado.
A título excepcional: no están sujetos a la aprobación de la Asamblea
Nacional, según el artículo 154 de la Constitución venezolana, los acuerdos
internacionales en los siguientes casos: si mediante ellos se trata de ejecutar o
perfeccionar obligaciones preexistentes de la República; o de aplicar principios
reconocidos por la República; o de ejecutar actos ordinarios en las relaciones
internacionales; o de ejercer facultades que la ley atribuye expresamente al
Ejecutivo Nacional. Los tratados que pudieren comprometer la soberanía nacional
o transferir competencias a órganos supranacionales podrán ser sometidos a
referendo popular, por iniciativa del Presidente de la República en Consejo de
Ministros, por el voto de las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea
Nacional, o por el quince por ciento de los electores inscritos en el Registro Civil y
Electoral.
Seguidamente, después de efectuada la ratificación, se procede a su
publicación en la Gaceta Oficial, al canje de notas, es decir, a la entrega de las
actas de ratificación, y finalmente, al registro del tratado. Conforme a la Carta de
las Naciones Unidas, artículo 102, aparte 2, todo tratado deberá ser registrado
en las oficinas de dicha organización, formalidad sin la cual no podrá ser invocado
ante los organismos dependientes de la misma.
Igualmente, se debe aclarar dentro de este contenido, que la Asamblea
Nacional carece de facultad para modificar las cláusulas de los tratados sometidos
a su consideración, pues la potestad del órgano legislativo se limita a dar o negar
su aprobación, de manera global.
No en todos los países se requiere la aprobación del tratado en forma de
ley para que adquiera fuerza definitiva, es así que procedimiento establecido en la
Constitución venezolana, de imponer la necesidad de la ley aprobatoria para la
ejecución del tratado, es llamado en la doctrina el método de la conversión o de la
transformación, pues se afirma que de ese modo, para alcanzar su fuerza
obligatoria, el tratado tiene que transformarse en ley.
En base a todo lo anteriormente expuesto, es de suma importancia que
los tratados internacionales armonicen con la Constitución y el ordenamiento
jurídico interno a fines de proteger la supremacía por un lado y por el otro lado
evitar que la responsabilidad del Estado Venezolano se encuentre comprometida
ante la Comunidad Internacional por falta de cumplimiento.
En este sentido, la Sala Constitucional es la garante de reguardar la
supremacía del Texto Constitucional, inclusive el instrumento jurídico internacional
(tratado, pacto o convenio) por lo que debe verificarse la constitucionalidad del
tratado internacional y el derecho venezolano

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Fecha: 13/11/2012

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