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2.

INTRODUCCIÓN

La prueba, en Derecho, es la actividad necesaria que implica demostrar la


verdad de un hecho, su existencia o contenido según los medios establecidos por
la ley. La prueba recae sobre quien alega algo, ya que el principio establece que
quien alega debe probar. El que afirma algo debe acreditar lo que afirma mediante
un hecho positivo, si se trata de un hecho negativo el que afirma deberá
acreditarlo mediante un hecho positivo. Se dice que la prueba recae sobre ambas
partes, se trate o no de un hecho positivo. Si no, puede recaer sobre quien esté en
mejores condiciones de probar. Aquí se produce una distribución de la carga de la
prueba.

Los medios de prueba son instrumentos con los cuales se pretende lograr
el cerciora miento del juzgador sobre los hechos objeto de prueba. Éstos pueden
ser objetos materiales o conductas humanas. Cuando es una conducta, es
importante no confundir la conducta (medio de prueba) con el sujeto (sujeto de
prueba) que la realiza. Se le denomina medios de prueba plasmados como
“declaración de las partes, declaración de testigos, documentos e informes,
dictámenes de peritos, reconocimiento judicial, medios científicos y presunciones e
indicios”. En síntesis, la obligación de probar dependerá de la situación adquirida
por las partes en un proceso. Cada una de ellas deberá probar los hechos sobre
los que funda su defensa.
2. DERECHO

La palabra proviene del vocablo latino directum, que significa no apartarse


del buen camino, seguir el sendero señalado por la ley, lo que se dirige o es bien
dirigido. En general se entiendo por Derecho, conjunto de normas jurídicas,
creadas por el estado para regular la conducta externa de los hombres y en caso
de incumplimiento esta prevista de una sanción judicial.
El Derecho es el conjunto de normas que imponen deberes y normas que
confieren facultades, que establecen las bases de convivencia social y cuyo fin es
dotar a todos los miembros de la sociedad de los mínimos de seguridad, certeza,
igualdad, libertad y justicia.
Para su estudio se divide en dos: Derecho Público y el Derecho Privado.
Los dos derechos son conjuntos normativos. En el Derecho Público sus normas se
refieren a la organización del Estado y a la actividad que desarrolla para cumplir
con las atribuciones que al Estado le corresponden. En el Derecho Privado las
normas rigen las relaciones entre los particulares, normas que le son aplicables al
Estado cuando no ejerce funciones de poder político.

2.1 DERECHO PÚBLICO

Derecho Constitucional.- Estudia la estructura fundamental del Estad, las


funciones de los órganos del gobierno, las relaciones de los mismos entre si y con
los particulares, las atribuciones de los mismos órganos, garantizando además
tanto a las personas físicas como morales.

Derecho Administrativo.- Es una rama del derecho público interno y en


algunos aspectos externos, constituido por el conjunto de normas derogatorias del
Derecho común, que regulan las relaciones de la Administración pública con los
particulares, la organización y el funcionamiento del Poder Ejecutivo, de los
servicios públicos y en general del ejercicio de la función administrativa del
Estado.
Derecho Procesal.- Los gobernados deben de tener seguridad en el
ejercicio de sus derechos. Por ello entre las obligaciones que tiene el Estado está
la de administrar justicia, siendo indispensable que cuando hay un desajuste por
incumplimiento de las normas o por su violación se procure imponer el Derecho
mediante la intervención del Estado.

Derecho Penal.- El conjunto de normas que determinan los delitos, las


penas que el Estado impone a los delincuentes y las medidas de seguridad que el
mismo establece para la prevención de la criminalidad.

Derecho del Trabajo.- Las normas que rigen las relaciones entre
trabajadores y patronos.

Derecho Agrario.- Conjunto de normas, leyes, reglamentos y disposiciones


en general, doctrina y jurisprudencia que se refieren a la propiedad rústica y a las
explotaciones de carácter agrícola.

Derecho Fiscal.- Regula los impuestos , derechos, productos y


aprovechamiento a que tienen derecho los erarios federales y locales; el
procedimiento para el pago de los mismos; las sanciones por incumplimiento de
los infractores; los recursos ordinarios y extraordinarios a que pueden acudir tanto
los particulares como el fisco, así como la organización de los órganos
jurisdiccionales y reglas de procedimiento para resolver las controversias que
surjan en la fijación y cobro de los créditos fiscales y prestaciones accesorias.

2.2 DERECHO PRIVADO


Derecho Civil.- El Derecho civil determina las consecuencias esenciales de
los principales hechos y actos de la vida humana (nacimiento, mayoría,
matrimonio) y la situación jurídica del ser humano en relación con sus semejantes
(capacidad civil, deudas y créditos) o en relación con las cosas (propiedad,
usufructo, etc.). Esta rama suele ser dividida en cinco partes:
I. Derecho de las personas (personalidad jurídica, capacidad, estado
civil, domicilio);
II. Derecho Familiar (matrimonio, divorcio, legitimación, adopción, patria
potestad, tutela, curatela, etc.);
III. Derecho de los Bienes (clasificación de los bienes, posesión,
propiedad, usufructo, uso, habitación, servidumbre, etc.);
IV. Derecho sucesorio (sucesiones testamentaria y legítima);
V. Derecho de las obligaciones.

Derecho Mercantil.- Conjunto de normas jurídicas que se aplican a los


actos de comercio legalmente calificados como tales y a los comerciantes en el
ejercicio de su profesión.
Ahora bien, el Derecho Público se divide en Interno y Externo. El Derecho
Interno es el Nacional de cada país. El Derecho externo, es en relación a una
nación determinada el derecho de las demás naciones. En el Derecho Público
Interno ya señalamos de qué se ocupan las ramas del Derecho Constitucional,
Administrativo, Procesal, Penal, del Trabajo y Agrario y Fiscal. En el Derecho
Privado Interno hablamos de sus ramas: El Derecho Civil y el Derecho Mercantil.
Ahora bien, el Derecho Externo llamado también Internacional o Interestatal se
divide en Internacional Público y en Internacional Privado.

Derecho Internacional Público.- Regula las relaciones jurídicas, pacíficas


o belicosas que surjan entre los distintos Estados de la Comunidad Internacional.
Rige las relaciones de los Estados entre si.

Derecho Internacional Privado.- tiene como finalidad dirimir conflictos de


jurisdicción internacionales; conflictos ley aplicable y los conflictos de ejecución y
determinar la condición jurídica de los extranjeros.
Esta rama del Derecho analiza las relaciones jurídicas internacionales ya
sea entre privados, o donde existe un interés privado. Esta relación jurídica tiene
la particularidad de tener un elemento extraño al derecho local, que suscita ya sea
conflictos de jurisdicción o de ley aplicable, y su fin es determinar quién puede
conocer sobre el tema y que derecho debe ser aplicado.

3. DERECHO CIVIL

Se denomina bajo el concepto de derecho civil a un grupo de normas de


tipo jurídicas del derecho que se encargan de regular las relaciones entre las
personas o de tipo patrimonial, las cuales pueden ser voluntarias o forzosas, tanto
físicas o jurídicas, privadas o públicas. Cada persona es considerada un individuo
de derechos, por lo que los derechos civiles se encargan de vincular los derechos
civiles con los individuos, es decir, un sistema de tipo subjetivo que considera a
un individuo como un particular y no como una generalidad. El derecho civil es el
principal encargado de regular las relaciones de los individuos con sus semejantes
y con el Estado. Las normas de este sistema, generalmente, se ven incluidas en
un Código civil.
El derecho civil consta de varias pautas y normas que lo definen como tal:

4. PROCESO

El proceso representa la forma más clara de los medios de


heterocomposición de los conflictos, en donde interaccionan actor, demandado y
un juzgador imparcial, que como tal, es ajeno a los contendientes y tiene a su
cargo el conocimiento del conflicto que debe de resolver a través de un acto
coactivo o de autoridad denominado sentencia. Visto el proceso como fórmula
heterocompositiva

Otras ideas complementarias del proceso son las siguientes: “En opinión de
Couture, es una secuencia o serie de actos que se desenvuelven progresivamente
para resolver mediante juicio (como acto de autoridad) el conflicto de intereses.
“Farién Guillen considera que el proceso es una cadena de situaciones jurídicas
contrapuestas de las partes, integradas por un cuerpo de poderes, expectativas y
cargas destinadas a obtener una serie de situaciones por obra del juzgador.

Los objetivos generales del proceso son:

a) Decretar las medidas precautorias;

b) La declaración de la existencia de un derecho, de un hecho o de una relación


jurídica;

c) La emisión de una condena con fines ejecutivos y la ejecución procesal del


derecho.

El proceso ha sido aceptado por los juristas y por la sociedad como un


elemento indispensable y de gran utilidad para la solución de controversias
jurídicas entre integrantes de aquella. Es visto como una herramienta útil, sin
embargo, de manera oculta el proceso únicamente en apariencia ha generado esa
visión.

Las primeras son las siguientes:

a) Teoría contractualista. En ella se considera que el proceso es un contrato


entre las partes que intervienen en él a manera de contrincantes,
comprometiéndose tanto actor como demandado a aceptar la sentencia judicial del
juzgador. Para una parte, para los partidarios de esta explicación el proceso es un
cuasicontrato.

b) La teoría relacionista del proceso. En esta idea teórica, el proceso es una


relación jurídica de tipo tridimensional, que vincula al actor y al demandado por
medio del juez. Esa relación jurídica es completamente autónoma del derecho
sustantivo, siendo su esfera de acción y ámbito el derecho adjetivo.
Las dos teorías de carácter publicista, son las siguientes:

a) El proceso es una situación jurídica. La razón de ello es que comprende


un cuerpo de poderes, posibilidades, expectativas, cargas y liberación de cargas
procesales generadas por el conocimiento y solución de conflictos.

b) El proceso es un servicio público. Ello es así, en virtud de que el Estado


a través de un órgano jurisdiccional comprueba y dirime mediante una serie de
actuaciones, una situación jurídica.

A esto se debe que en el proceso estén inmersos un conjunto de servicios


de naturaleza pública. Los principios del proceso serán los siguientes:

1. Carácter exclusivo y obligatorio de la función jurisdiccional.

Significa que la función jurisdiccional sólo puede ejercerla el Estado a través


de los órganos establecidos para tal efecto. En ciertos asuntos la función no se
realiza por funcionarios en la acepción exacta del vocablo, sino por particulares,
quienes, desde luego, quedan investidos de esa calidad mientras llevan a cabo su
cometido, como acontece con los árbitros que integran el tribunal. Un ejemplo de
estos podrían ser los árbitros, depositarios, interventores, etcétera. Este principio
tiene como complemento indispensable el de la obligatoriedad para todos los
integrantes de la comunidad, sin distinción de raza, condición, etcétera, de
someterse a la jurisdicción del Estado.

2. Necesidad de oír al demandado.

Es indispensable vincular al proceso a la parte contra quien se fórmula el


derecho que el demandante reclama, a fin de que se apersone dentro del proceso
y pueda ejercer el derecho de defensa. Se cumple mediante la notificación
personal de la primera providencia al demandado o acusado, requisito que le da la
calidad de parte y lo habilita para actuar en el proceso.
3. Igualdad de las partes.

Significa que las dos partes constituidas por el demandante y el demandado


o el acusador y el acusado dispongan de las mismas oportunidades para formular
cargos, descargos y ejercer los derechos tendientes a demostrarlos, por ejemplo:
en un proceso declarativo, el demandante formula en la demanda su pretensión, y
el demandado se pronuncia frente a ella, dentro del término que la ley determina.
Viene luego el periodo probatorio para practicar las pruebas ofrecidas por las
partes, en la demanda y su contestación. Hasta el momento se han hecho varias
observaciones de lo que es el proceso, ahora toca hacer lo mismo respecto del
vocablo “procedimiento”, que: “(") es explicado como el conjunto de formas a
través de las cuales se realiza y se tramita el proceso. Es el cuerpo de
formalidades o el conjunto secuencial de las etapas a lo largo de las cuales el
legislador regula la tramitación del juicio.”

El proceso es el desarrollo regulado por la ley de todos los actos


concatenados hacia el objeto de aplicación de la ley. La ley se aplica
administrativamente en la jurisdicción voluntaria y en la jurisdicción contenciosa se
hace lo propio jurisdiccionalmente. Un punto interesante es marcar la diferencia
entre proceso y juicio. Éste último es el proceso jurisdiccional en su sentido
material. El proceso puede ser administrativo y jurisdiccional desde el punto de
vista material. Lo será en el primer caso como se ha dicho en la jurisdicción
voluntaria, y en el segundo, en la contenciosa, en donde tendrá la denominación
de “juicio”.

El proceso tiene como características fundamental su unidad, la que se


manifiesta a través de diferentes maneras, siendo ellas las siguientes:

a) Desde el punto de vista teleológico. El proceso tiene como finalidad decir


el derecho respecto de los puntos controvertidos que se han planteado en el
escrito de demanda, al ejercitarse la acción, y al contestarse la demanda
oponiendo excepciones y defensas, o bien, al existir de por medio una
reconvención y su contestación.

b) Desde el punto de vista de su estructura. El derecho procesal es aplicado


en las diversas ramas del derecho positivo, pese a ello, en caso de controversia, el
proceso debe de estructurarse en todos los casos de conformidad con su
estructura lógica, que está conformada por: las etapas de conocimiento de las
pretensiones que se hallan en antagonismo; de la prueba de hechos en que se
apoyan las pretensiones contradictorias y de decisión en donde ocurre el
pronunciamiento del juzgador.

Estas son las etapas que son comunes en todos los tipos de procesos, por lo que
hace que haya unidad en su esencia y naturaleza.

c) Desde el punto de vista conceptual. Los conceptos fundamentales en el proceso


constituyen su esencia, sea cual fuere la regulación jurídica o la rama del derecho
en la que se suscite la controversia. Así en todos los procesos habrá demanda
contestación de demanda, pruebas, alegatos, sentencias, recursos, partes,
acciones, excepciones, defensas, incidentes, notificaciones, términos, etcétera.

d) Desde el punto de vista de la acción ejercida. Se aplica el derecho por el


juzgador frente a situaciones concretas en controversia, para llegar a una decisión
que las resuelva.

e) Desde el punto de vista de las formalidades esenciales del procedimiento. La


garantía de audiencia y de legalidad, son la columna vertebral del proceso debido
proceso en el derecho anglosajón. Estos principios son comunes e inherentes a
todos y cada uno de los diferentes procesos.

f) Desde el punto de vista de su temporalidad. El derecho tiene por característica


la coercibilidad, esto es, el cumplimiento de la norma a un en contra de la voluntad
de su destinatario. La violación a esa norma origina una controversia que tiene
que ser resuelta en el proceso, con independencia de la rama del derecho que se
violente.

g) Desde el punto de vista doctrinal. Las opiniones que han realizado los
procesalistas en relación al derecho procesal, constituyen una doctrina que es
aplicable a cualquier norma procesal, ya que se trata de conceptos doctrinarios
generales.

Desde el punto de vista estrictamente del derecho procesal, en cuanto rama


del derecho positivo y no desde la perspectiva de la teoría del proceso, las etapas
del proceso serán las siguientes:

a) La inicial en la que se plantea la litis, y en donde están presentes actos


procesales como la presentación de la demanda, la contestación de la misma, la
réplica, la contra-réplica, la reconvención, la contestación de la reconvención,
etcétera.

b) El periodo de ofrecimiento de pruebas, con independencia de las pruebas que


debieron de ser ofrecidas en el escrito de demanda o de contestación de
demanda, o bien, de reconvención o contestación de la reconvención.

c) Periodo de admisión, preparación y desahogo de pruebas.

d) Periodo de alegatos y pronunciamiento de la sentencia.

e) Ejecución de la sentencia.

5. PRUEBA

Consiste en un instrumento u otro medio a través del cual se pretende


mostrar y hacer patente la verdad o la falsedad de algo. Generalmente en el
proceso el concepto de prueba viene a identificarse con los medios hábiles para
permitir hacer constar en su curso la realidad o veracidad de unas alegaciones, de
tal modo que se produce una identificación entre el concepto genérico y el medio o
medios empleados a tal fin.

5.1 OBJETO DE LA PRUEBA

Al hablar del concepto, se ha resaltado la necesaria relación del objeto del


proceso, esto es lo debatido en el mismo, con las actividades a realizar bajo el
manto probatorio. Ahora bien este es más preciso en el sentido de que no todo lo
debatido, no todos los hechos aportados por los litigantes, deben ser objeto de la
prueba a desarrollar.

Una de las exigencias que tiene el demandado al hablar de la forma de la


contestación a la demanda, es la de negar o admitir los hechos aducidos en apoyo
de su pretensión por la contraparte, y de modo similar se pronuncia cuando trata la
contestación a la reconvención. Ello tiene su concordancia en la fase de la
Audiencia Previa establece la necesidad de que se fijen los hechos controvertidos,
y por oposición, aquellos en los que las partes estén conformes, con el fin de
excluirlos del objeto probatorio.

Esta conformidad implica dar por verdaderos y asentados los mismos, de


modo tal que no cabe que el Tribunal vaya a cuestionarlos, por pacíficos, a salvo
que se trate de acreditar algún hecho, sobre los que las partes no tienen
facultades de disposición.

Existe un grupo de hechos sobre los que se duda acerca de su admisión


por una de las partes, sobre los que pese a su importancia dentro del pleito, se ha
generado la incertidumbre debido a la propia pasividad de la parte cuando no
debido a su contumacia. Cuando habla de la contestación a la demanda cuando
en la sede de la audiencia previa se soliciten a las partes por el Juez aclaraciones
respecto de los hechos alegados.
Dice el precepto: “El tribunal podrá también requerir a las partes para que
realicen las aclaraciones o precisiones necesarias respecto de los hechos y
argumentos contenidos en sus escritos de demanda o contestación. Si tales
aclaraciones o precisiones no se efectuaren, el tribunal les advertirá de que puede
tenerlos por conformes con relación a los hechos y argumentos aducidos de
contrario”.

Estos hechos por tanto que se tienen como tácitamente admitidos, y en esa
medida participan de las características de los anteriores, de cara a la
innecesaridad de prueba sobre su concurrencia.

Tampoco son objeto de la prueba los hechos notorios. Cuando habla de la


no necesidad de prueba de aquellos hechos que gocen de notoriedad absoluta y
general, siendo ello distinto de que tales deban ser alegados.

El concepto notorio tiene un marcado aspecto objetivo, de generalidad, y


ello en la medida en que subjetivamente lo que puede ser notorio para una
persona puede no serlo para otra. De ahí que se hayan hechos esfuerzos para
aproximar su contenido al ámbito cultural donde se desarrolla el proceso, y que
formen parte del acerbo común del grupo social que allí reside, por tanto también
conocidos por el Tribunal. Tales hechos tenidos por notorios se excluyen del
ámbito probatorio.

Pero el carácter subjetivo antedicho ha conllevado la idea en la doctrina, no


por otro lado exenta de razón, de que si bien no es objeto de prueba el hecho
notorio, su condición como tal, esto es la notoriedad sí podrá ser objeto de prueba.

En todo caso por notorio no se entiende ni el conocimiento privado o particular del


juez o Tribunal, ni lo que este pueda saber en función de su propia actividad
jurisdiccional desplegada en otros asuntos.
Igualmente están exentas de prueba las máximas de experiencia. Se trata
de juicios de contenido general, comunes a los seres humanos, y que se
encuentran desligados de los hechos controvertidos.

Delimitado de modo negativo lo que no puede considerarse objeto de la prueba,


debe afirmarse lo que resta, esto es lo que sí debe ser objeto de acreditación:

1. Los hechos controvertidos

Son los hechos aducidos por las partes que sirven de base a la pretensión
estimatoria o desestimatoria articulada en el proceso, sobre los que se discrepa.
Se trata por tanto de hechos relevantes, relacionados directamente con el objeto
de debate, y que se discuten.

2. La prueba de la costumbre

La costumbre es una fuente del derecho, detrás de la ley. Su incidencia


normativa es supletoria de ley en todo caso (no en todos los territorios del Estado)
y siempre que no sea contraria al orden público o a la moral y resulte probada.

La costumbre puede definirse como una sucesión de actos repetidos con


vocación de permanencia, a los que sus autores tienen la intención de darle una
vocación normativa, para que sirva de regla de conducta.

A tal fin la acreditación de la misma, precisamente debido a que la


costumbre, como simple repetición fáctica no tiene una necesidad de plasmación
documentada, ni vocación de generalidad, lo que es costumbre en un ámbito
reducido, puede no serlo en el próximo, por la falta de su conocimiento, debe
exigirse.

3. La prueba del derecho extranjero

En lo que respecta a su contenido como a su vigencia, e incluso a la


aplicación e interpretación que del mismo hagan o tengan los Tribunales en el
propio país de donde la norma proceda, manteniéndose la carga probatoria de
quien lo alega, si bien también reconociendo amplias facultades al Tribunal para
su averiguación o constatación, pues a tal fin puede dirigir cuantos medios estime
necesarios. Puede ser necesario y sobre esto existe la oportuna polémica, que el
juez deba dar a conocer a las partes no sólo el resultado de su investigación, sino
la fuente de tal conocimiento, esto es el medio empleado en su averiguación, y ello
con el fin de que pueda ser rebatido.

El derecho extranjero no puede confundirse con el derecho internacional ya


sea público o privado, pues como cabe recordar los tratados internacionales
ratificados por España, forman parte del ordenamiento jurídico español, y por
tanto, están exentos de prueba, lo cual se hace extensivo al ámbito del derecho
Comunitario.

4. Sobre la prueba del derecho propio

Si bien la regla general es que todo el Derecho propio por ser publicado en
el Boletín Oficial del Estado, y en consecuencia, gozar de la oportuna publicidad,
no es preciso que sea probado por cuanto su conocimiento constituye una
obligación judicial, con base al viejo aforismo de Iura novit curia, la excepción
existe respecto de aquellas normas, locales o autonómicas que no sean aplicables
directamente en el ámbito territorial de la sede del juzgado que conoce del caso,
sobre las que en principio no existe tal obligación de conocimiento, y que en
consecuencia habrán de ser objeto de prueba.

5.2 FASES DE PRUEBA

Se entiende que generalmente son tres: proposición, admisión y práctica.

La proposición salvo excepciones, responde al principio dispositivo, esto es


a la solicitud de las partes. Dentro de esta propuesta se expresará con separación
los distintos medios de que cada parte intente valerse y se deberá facilitarse el
domicilio o las personas que deban ser citadas para la práctica de la prueba
La fase de admisión implica un pronunciamiento judicial de adecuación de
la propuesta al objeto de la prueba, para lo cual es preciso atender lo que a tal fin
se ha examinado en el punto anterior. En todo caso deberá existir una resolución
sobre la admisión o denegación de cada medio propuesto. Cabrá recurso de
reposición frente a la misma, y posterior protesta caso de desestimación del
recurso para hacerlo valer en su caso contra la resolución definitiva que se adopte.

La fase de práctica tiene lugar como regla general en la vista o juicio


correspondiente. Excepcionalmente se señalarán los actos que no se puedan
hacer en la vista con 5 días de antelación.

5.3 MEDIOS DE PRUEBA EN EL ÁMBITO CIVIL

Los medios de prueba de que se podrá hacer uso en juicio son:

Interrogatorio de las partes; documentos públicos; documentos privados;


dictamen de peritos; reconocimiento judicial e interrogatorio de testigos.

También se admitirán, conforme a lo dispuesto en la ley de enjuiciamiento,


los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los
instrumentos que permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y
operaciones matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase,
relevantes para el proceso.

Y aun así pese a la extensión, “Cuando por cualquier otro medio no


expresamente previsto en los apartados anteriores de este artículo pudiera
obtenerse certeza sobre hechos relevantes, el tribunal, a instancia de parte, lo
admitirá como prueba, adoptando las medidas que en cada caso resulten
necesarias”.

En cuanto al desarrollo de cada uno de estos medios, basta ahora decir que para
la actuación, se prevé un preciso orden de práctica.
Haciendo la salvedad de que se pueda alterar por el tribunal, de oficio o a
instancia de parte. El orden fijado es de interrogatorio de las partes, interrogatorio
de testigos, declaraciones de peritos sobre sus dictámenes o presentación de
éstos, cuando excepcionalmente se hayan de admitir en ese momento,
reconocimiento judicial, cuando no se haya de llevar a cabo fuera de la sede del
tribunal y reproducción ante el tribunal de palabras, imágenes y sonidos captados
mediante instrumentos de filmación, grabación y otros semejantes

5.4 CARACTERÍSTICAS DE LA PRUEBA EN EL ÁMBITO CIVIL

La primera de ellas es la unidad en su regulación. Desaparecen de esta


manera los preceptos que sobre prueba existían en otras leyes, lo que originaba
un indeseable peregrinar por los textos legales con la problemática de la
contradicción normativa

La segunda característica es su necesidad. La prueba que se practique en


el acto del juicio civil debe tener relación con el objeto del proceso que se pretende
tutelar. “No deberá admitirse ninguna prueba que, por no guardar relación con lo
que sea objeto del proceso, haya de considerarse impertinente”

La prueba civil se pretende que tenga lugar en unidad de acto. De modo


específico lo refleja, pese a mantener algunas excepciones. Y el mismo precepto
reseña, si bien de modo excepcional, que cabe celebrarlas en otro momento
mediante providencia debidamente comunicada a las partes, siempre y cuando se
trate de las que no puedan celebrarse en el acto del juicio o vista.

La prueba civil goza también de la característica de la inmediación, siendo


ésta consecuencia de la anterior. Ello significa que la prueba va a ser verificada
por el Juez en su presencia. El verdadero sentido del término inmediación,
distinguiendo la judicial de la practicada por otros órganos del juzgado. A
consecuencia de lo anterior, el Juez debe estar presente en el interrogatorio de las
partes y de los testigos, el reconocimiento judicial, las aclaraciones, interrogatorios
y ampliaciones periciales y la reproducción de medios sonoros y soportes varios,
ya sean audiovisuales o informáticos, ofimáticos...

En presencia del juez, se van a desarrollar la presentación de documentos,


el reconocimiento de documentos privados, la formación de cuerpo de escritura o
la ratificación periciales de informes.

Ello al margen de la obligación por parte del juez de valorar los referidos medios
probatorios.

La prueba civil está también sujeta al principio de contradicción. Debe


verificarse en presencia de la contraparte, o al menos ésta debe tener la
posibilidad de presenciarla o intervenir, que prevé la necesidad de que las partes
deban ajustarse en sus actuaciones durante todo el proceso a las reglas de la
buena fe. Tienen que ser citadas para la práctica de la diligencia correspondiente y
con la debida antelación al efecto antedicho. Hay excepciones a la práctica de
pruebas con restricción de presencia física, aunque existirá la correspondiente
intervención. En este caso también la regla general es la presencia de las partes,
incluso la contraria, pero el apartado segundo prevé que haya circunstancias de
imposibilidad o de suma inconveniencia que aconsejen lo contrario

El principio de publicidad encuentra en materia probatoria también su incidencia,


siendo otra característica de la prueba civil. “Las pruebas se practicarán
contradictoriamente en vista pública, o con publicidad”.

Como garantía final de la prueba civil se encuentra su documentación que


se obtiene por una doble vía, a través de la oportuna acta que deba de extender el
Juez del Juzgado y además en las vistas a través del soporte apto para su
grabación en soporte audiovisual del tipo que sea, y al menos en su defecto,
sonoro, lo que acarrea en algunas ocasiones defectos, hasta ahora extraños al
ámbito procesal, por cuanto existen varias resoluciones de las Audiencias
Provinciales que ante fallos de los mecanismos de registro, han acordado la
nulidad de actuaciones del acto de la vista o juicio.
La necesidad de la grabación de las diligencias de prueba en este tipo de
soporte, alcanza incluso a las que deban verificarse fuera de la sede del Tribunal.
“Se utilizarán medios de grabación de imagen y sonido u otros instrumentos
semejantes para dejar constancia de lo que sea objeto de reconocimiento judicial y
de las manifestaciones de quienes intervengan en él, pero no se omitirá la
confección del acta y se consignará en ella cuanto sea necesario para la
identificación de las grabaciones, reproducciones o exámenes llevados a cabo,
que habrán de conservarse por el tribunal de modo que no sufran alteraciones”

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