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¿CÓMO ANDAR EN ESPÍRITU Y VERDAD?

BASE BÍBLICA QUE APOYA EL TEMA


Juan 4:23
23
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que le adoren. 24 Dios es
espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad.
ANDAR EN EL ESPÍRITU
Gá 5: 16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y así jamás satisfaréis los malos deseos de
la carne. 17 Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es
contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagáis lo que quisierais.
18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
25 Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos,
irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.

I. ¿QUÉ SIGNIFICA ANDAR EN EL ESPÍRITU?


En la Biblia, el término “andar” describe una cierta manera en que uno vive su
vida. En el lenguaje moderno se utilizaría el término “estilo de vida”.
Cuando Pablo dice “andar en el Espíritu” describe una condición continua de la
vida de una persona que vive bajo dirección de su espíritu en sintonía con el
Espíritu de Dios que mora en ellos. Aquel que vive en el espíritu, ha sometido al
alma, a la carne, a los deseos mundanos, y vive bajo dirección del Espíritu Santo.
Si una persona vive su vida “en el Espíritu” no sucumbirá ante los deseos de su
carne.

1. ¿Qué es lo contrario a no andar en el espíritu?

Es andar en la carne
Como seres humanos andamos siempre pecando, de una manera u otra:
 Satisfacemos los deseos de la carne,
 Satisfacemos los deseos de su corazón
 Y cuando hacemos todo esto de satisfacer los deseos de la carne y del
corazón, lo que hacemos es ir contra de la voluntad de Dios, contra su
autoridad. La desconocemos. Nos volvemos rebeldes.
 Es vivir en las tinieblas.
Pablo nos enumera incluso algunos pecados en los versículos del 19 al 2: Ahora,
hemos visto en la escritura lo que significa el andar en la carne: “Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;”
El escritor empieza una lista de pecados que son muy fuertes e incluso
sorprendentes ante la vida cotidiana (aunque la gente lo vea como algo casi
normal hoy en día) son pecados sumamente fuertes e importantes ante la vista
de Dios, y cuando empezamos a leer por lo general pensamos: “oh, yo no he
cometido adulterio, ni he hecho hechicería” pero nunca vamos y nos detenemos
en las palabras siguientes: “pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones”. Estos
pecados se encuentran dentro de la lista de cosas que alguien hace cuando anda
en la carne. Pero a veces les restamos importancia ante la gravedad de los
pecados más grandes que vemos al principio, y por el hecho de que son cosas
que a veces forman parte de nuestra vida cotidiana, estamos tan acostumbrados
a pelear, a tener celos, y a pelear con la gente por cosas sin importancia, que no
las tomamos en cuenta o nos preocupamos de la misma manera que si
cometiéramos adulterio. Pero te tengo una noticia, los celos y los pleitos son
pecados igual de graves y serios que el adulterio, las herejías, y orgías, por lo
cual debemos pensar, ¿hay alguno de estos pecados en mi vida? Si lo hay, por
más insignificante que pueda parecer a nuestros ojos, es un pecado que
demuestra que andamos en la carne, y que no andamos viviendo conforme lo
que Dios nos manda.
Esta forma de vida no agrada a Dios, es contrario a su voluntad. Que
debemos entonces hacer para agradar a Dios, hacer su voluntad y como lo
hacemos. Cumpliendo sus mandamientos, lo que Él nos ha dado. Y como
lo hacemos:
Caminar en el Espíritu es un camino de restauración y bendición, es un
camino de intimidad y poder.
Andar en el Espíritu es nacer en el Espíritu para vivir en Él.

2. Comprendamos como estamos hechos


Cuando el mismo Pablo le dice a los tesalonicenses en 5:23 de que estamos
hechos les dice lo siguientes:
23
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que todo vuestro ser -tanto espíritu,
como alma y cuerpo- sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo.
 Vivo en un cuerpo: el cuerpo es el lugar temporal donde vive nuestra
alma y nuestro espíritu. debemos usar nuestro cuerpo para honrar a Dios,
procurando que todo lo que se haga sea agradable a Dios, bajo la
dirección y guía del Espíritu Santo. (1 Co 6: 19 ¿O no sabéis que vuestro
cuerpo es templo del Espíritu Santo, que mora en vosotros, el cual tenéis
de Dios, y que no sois vuestros? 20 Pues habéis sido comprados por
precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo.)
 Tenemos un alma: se la puede definir como nuestra mente, emociones,
sentimientos y voluntad. Es donde tomamos las decisiones, es la parte de
nosotros que debemos rendir constantemente al Señor. (Sal 103:1
Bendice, oh alma mía, a Jehovah. Bendiga todo mi ser su santo nombre.)
(Mt 22:37 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma
y con toda tu mente.)

 Soy un ser espiritual: fuimos hechos como Él, para que podamos
disfrutar de una relación con Él. Nuestro espíritu es la parte de nosotros
que se comunica con Él, con Dios y vivirá para siempre.
El espíritu es parte del hombre que se relaciona con Dios y con
los asuntos espirituales. Antes de conocer al Señor como
Salvador, el ser humano está muerto espiritualmente porque el
pecado nos separa de Dios, (Efesios 2:1).
1
En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de
desobediencia. 3 En otro tiempo todos nosotros vivimos entre ellos en las pasiones
de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza
éramos hijos de ira, como los demás. 4 Pero Dios, quien es rico en misericordia,
a causa de su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en
delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos! 6 Y
juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares
celestiales, 7 para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas
de su gracia, por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús.
El hombre goza de la comunión con Dios a través del espíritu.
Cuando el ser humano no está en comunión con Dios,
automáticamente está muerto espiritualmente y por ende
separado de Dios.
Una de las cosas más importantes en la vida cristiana y de las cuales
depende el vivir una vida correcta delante de Dios, y que realmente le
glorifique es vivir en el Espíritu,
Es un mandamiento
Además, que es un mandamiento que se nos da en su palabra, en especial en
el libro de Gálatas, en este versículo (5:16) se nos da incluso un mandamiento
acerca de esto, se nos exhorta a andar en el Espíritu y a NO satisfacer los deseos
de la carne.
Mandamiento que es reafirmado en el v. 25: Ahora que vivimos en el Espíritu,
andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y
envidiándonos unos a otros.

3. Aprender a obedecer las señales


Cuando Dios nos salvó, le dio vida a nuestro espíritu, pero a nuestra alma se le
debe recordar continuamente someterse a obedecer la palabra de Dios y el
Espíritu Santo. esto significa que somos una obra en proceso, no estamos
concluidos. Fuimos completamente salvos, fuimos justificados, pero estamos
siendo santificados continuamente.
Gal 5:17 nos los recuerda: Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el
Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que no hagáis
lo que quisierais.
Nuestra naturaleza pecaminosa siempre desea hacer el mal que es
precisamente lo contrario a lo que quiere el espíritu. el Espíritu nos da deseos
que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas
luchan constantemente entre sí, entonces nosotros no somos libres para llevar
a cabo las buenas intenciones.
Esta competencia de elegir entre la naturaleza pecaminosa y nuestro espíritu, es
una parte del proceso continuo de santificación en nuestras vidas.
Juan 3:6 Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Espíritu,
espíritu es.
Aquellos que andan en el Espíritu lo mostrarán cotidianamente, en constante
santidad. Esto se deriva del haber elegido conscientemente por la fe, confiar en
el Espíritu Santo para ser guiados en pensamiento, palabra, y acciones
(Romanos 6:11-14).
Podemos saber que estamos andando en el Espíritu si nuestras vidas muestran
el fruto del Espíritu, el cual es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23).
Andar en el Espíritu es lo mismo que permitir que la Palabra de Cristo, (la Biblia),
more en abundancia en nosotros (Colosenses 3:16).

4. Conclusión de andar en el espíritu


 Comprender como estamos hechos;
 Y aprender a obedecer las señales

II. ¿POR QUÉ CAMINAR EN EL ESPÍRITU?

1. Para tener una mayor intimidad con Dios:


Él nos diseñó para tener una íntima relación con Él. Él nos ama más allá de lo
que las palabras puedan expresar y desea estar involucrado en nuestras vidas
cada minuto de cada día. Lo que le llena de gozo a Dios es nuestra voluntad de
pasar tiempo en su presencia.
La oración: Es la forma de establecer una íntima relación con Dios. Todos hemos
escuchado que para que haya una buena relación entre dos personas (el
matrimonio, por ejemplo) debe haber una buena comunicación, de manera
similar es necesario que haya una comunión con Dios. Para la vida de un
creyente es esencial tener un tiempo de oración todos los días. La oración
introduce el poder del Espíritu Santo para cambiar la vida.
La Lectura: La lectura de la palabra es parte indispensable para andar en el
Espíritu, leer la Biblia es el alimento para el alma, nos da las fuerzas necesarias
para andar en el Espíritu, “El que en mí no permanece, será echado fuera como
pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.” Juan
15:6. Es a través de la Palabra que Dios nos mantiene vivos, y nos da los
“nutrientes necesarios” para la vida cristiana, en específico para andar en el
Espíritu. Dios nos da vida a través de su palabra, de la misma manera en que
con la oración nos comunicamos con Dios, Él nos habla a través de su palabra,
y esto nos ayuda y complemente en esta relación que es tan importante para la
vida cristiana.
Estas dos actividades combinadas diariamente son como podemos realmente
llevar una vida en victoria en el Espíritu.

2. Para que se manifieste el poder de Dios en nosotros:


En ese lugar de la íntima relación con Dios, encuentras fortaleza para pelear las
batallas espirituales, desde luchar contra un deseo no sometido, hasta un ataque
del enemigo.
2 Ti 1: 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor
y de dominio propio.
Efe 6: 10 Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos
de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las intrigas del diablo;
12
porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino contra principados, contra
autoridades, contra los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en
los lugares celestiales. 13 Por esta causa, tomad toda la armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y después de haberlo logrado todo, quedar firmes. 14
Permaneced, pues, firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la
coraza de justicia 15 y calzados vuestros pies con la preparación para proclamar el
evangelio de paz. 16 Y sobre todo, armaos con el escudo de la fe con que podréis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Tomad también el casco de la
salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, 18 orando en todo
tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda perseverancia y
ruego por todos los santos.
Heb 4. 12 Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda
espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

3. Para que se cumpla el propósito que tiene Dios en nosotros:


Junto con la intimidad y el poder, el caminar en el Espíritu le permite a Dios
restaurar el propósito para tu vida.
Caminar en el Espíritu nos capacita para cumplir el propósito ordenado por Dios
y ver realizado los planes de Dios para nuestras vidas.

III. ¿CÓMO CAMINAMOS EN EL ESPÍRITU?

1. Debemos estar atentos


A medida que buscamos caminar en el espíritu, debemos mantener nuestro
corazón y nuestra mente abiertos al Señor. En lo que decidas enfocarte
determinará a donde llegará tu meta. Debemos mantener nuestro enfoque en
Jesús si vamos a correr bien esta carrera.
Efe 5: 15 Mirad, pues, con cuidado, cómo os comportáis; no como imprudentes sino como
prudentes,

2. Paso a paso
Las claves para caminar en el espíritu son dependencia y obediencia.
Depender de alguien es colocar nuestra confianza en Él,
4
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola,
si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
creer que Él hará lo que dice y confiar que lo que nos pide hacer, es para nuestro
bien.
7
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y
os será hecho.
Debemos someter nuestra vida, en confianza, dependencia y obediencia
continúa a Él, decisión tras decisión… paso a paso.
10
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Andar en el Espíritu significa que la vida de una persona está dominada,
controlada, y guiada por el Espíritu Santo. Así como la lista de las obras de la
carne defina lo que significa andar en la carne la lista del fruto del Espíritu define
lo que significa andar en el Espíritu.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

3. Escuchando su voz

Ponle la cola al burro.

¿Qué es lo que hace la persona con los ojos tapados?

Escuchar atentamente una voz familiar en la cual confiar y seguirla. Bloqueas las
otras voces, aunque tratan de confundirte.
Juan 10: 27 Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, 28 y Yo les doy vida
eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.

Este es un ejemplo y una Palabra de Dios de como podemos elevarnos bobre el


alboroto de nuestra naturaleza pecaminosa y de la voz del enemigo que grita
direcciones falsas a nuestra alma, y escuchar al único que puede guiarnos a otro
lado en forma segura.

Porque le perteneces, hemos sido sellados, separados, debemos entonces


aprender a escuchar su voz y disfrutar de vivir una vida bajo su guía y protección.

IV. Conclusión
Andar en el espíritu es la única manera en que podemos vivir una vida que
realmente vaya de acuerdo a la palabra de Dios.
La única manera en que podemos obedecer y andar en los caminos de Dios es
con la ayuda Diaria del Espíritu Santo en nuestras vidas, la total dependencia de
nosotros hacia Dios, esperando y descansando en que Dios nos dé la capacidad
para obrar correctamente.
 Mantener tus ojos fijos en Jesús
 Mantenerte vigilante y alerta
 Tener discernimiento y decisión
 Ser guiado por el Espíritu en lugar de permitir ser guiado por la carne

V. Preguntas para reflexionar:


¿Qué parte de nosotros vida controla nuestra vida?
¿Hacemos todo lo que nos place y nos gusta, sin importan las consecuencias?
¿Estamos dejando que nuestra mente analice, evalúe y decida racionalmente lo
mejor para nosotros?
¿Estamos dejando a Dios que decida por nosotros lo que debemos o no hacer?
¿Qué tan difícil está resultando oír la voz y la guía del espíritu Santo?
¿Sabemos cómo y dónde encontrar la voz y guía del Señor?
¿Qué tan difícil está resultando ceder el control de nuestra vida a Dios?

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