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Jesús Ángel Solórzano Telechea

Beatriz Arízaga Bolumburu


Jelle Haemers
Editores

Los grupos populares en


la ciudad medieval europea

Logroño, 2014
Índice
Los grupos populares en la ciudad medieval europea / Jesús Ángel Solórzano Telechea, Beatriz Arízaga
Bolumburu y Jelle Haemers (editores). – Logroño: Instituto de Estudios Riojanos, 2014. 572 p.: il.col.; 24
cm. – (Ciencias Históricas; 30).- D.L. LR 881-2014. – ISBN 978-84-9960-073-4
1. Población -- Europa -- Historia social -- S.V-XV. 2. Situación social—Europa -- S.V-XV. I. Solórzano Telechea,
Jesús Ángel. II . Arízaga Bolumburu, Beatriz. Haemers, Jelle. III. Instituto de Estudios Riojanos. IV. Título.
V. Serie.
308-054(4)”04/14”
314-054(4)”04/14”

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de esta publicación pueden reproducirse, registrar-
PRESENTACIÓN
se o transmitirse, por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio,
sea electrónico, mecánico, fotoquímico, magnético o electroóptico, por fotocopia, grabación o cualquier 11 José Abel Bayo Martínez, Consejero de Educación, Cultura
otro, sin permiso previo por escrito de los titulares del copyright. y Turismo de La Rioja

13 Marta Martínez García, Alcaldesa de Nájera


Los trabajos de la presente publicación han sido sometidos a una doble revisión anónima por parte del
siguiente Comité Científico Internacional: Beatriz Arízaga Bolumburu (Universidad de Cantabria). Amélia INTRODUCCIÓN
Aguiar Andrade (Universidade Nova de Lisboa). Raphaela Averkorn (Universität Siegen). Michel Bochaca
17 Los grupos populares en las ciudades de la Europa medieval:
(Université de La Rochelle). Ariel Guiance (CONICET-Universidad de Córdoba de Argentina). Ricardo
reflexiones en torno a un concepto de historia social
Izquierdo Benito (Universidad de Castilla-La Mancha). Christian Liddy (University of Durham). Denis
Jesús A. Solórzano Telechea y Jelle Haemers
Menjot (Université de Lyon II). Esther Peña Bocos (Universidad de Cantabria). Giuliano Pinto (Universitá
degli studi di Firenze). Sarah Rees Jones (University of York). Vicente Salvatierra Cuenca (Universidad de
Jaén). Louis Sicking (Universiteit Leiden). Urszula Sowina (Instituto Arqueológico de Varsovia). Isabel del PRIMERA PARTE: CARACTERIZACIÓN DE LOS GRUPOS POPULARES:
Val Valdivieso (Universidad de Valladolid). DENOMINACIONES, ACTIVIDADES URBANAS Y MOVILIDAD
53 El trabajo de los grupos populares en las ciudades de la Corona de
Castilla a fines de la Edad Media: los oficios del sector productivo
Ricardo Córdoba de la Llave

81 Il lavoro salariato nell’italia medievale (secoli XIII-XV)


Primera edición: noviembre, 2014
Maria Paola Zanoboni

© Jesús Ángel Solórzano Telechea, Beatriz Arízaga Bolumburu y Jelle Haemers (editores) 109 Os grupos populares nas cidades medievais portuguesas:
© Instituto de Estudios Riojanos, 2014 problematização e inserção no espaço urbano
C/ Portales, 2 - 26001, Logroño, La Rioja Arnaldo Sousa Melo y Maria do Carmo Ribeiro
www.larioja.org/ier
© Imagen de cubierta: Los efectos del buen gobierno. Lorenzetti. Palacio comunal de Siena.
133 The common good and common profit in the trade regulations
of medieval English towns
Depósito Legal: LR 881-2014
James Davis
ISBN: 978-84-9960-073-4
Diseño gráfico de la colección: Ice comunicación 151 Del taller al consell. El rol político de los artesanos. Las pequeñas
Producción gráfica: La Mirada comunicación (Logroño) ciudades pañeras del sur valenciano (Segunda mitad del siglo XV)
Impreso en España. Printed in Spain. Antoni Llibrer Escrig

JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 7
179 Grupos de poder, construcción de la realidad y formación de 441 Hildesheim y Palencia en la Baja Edad Media, luchas de poder y
la opinión pública: el villazgo de Brozas (1537) movimientos sociales
Luis Vicente Clemente Quijada Jesús A. de Inés Serrano

199 La movilidad social por motivos culturales en Barcelona en 469 Mujeres y concejos en Castilla en la Baja Edad Media
el siglo XIV Beatriz Majo Tomé
Oriol Murall Debasa
499 Las mujeres del común y la sociedad política en el País Vasco
221 Movilidad geográfica de los grupos populares bajomedieval
(Perpiñán, siglos XIV-XV) Janire Castrillo Casado
Elodie Capet
523 Construir la identidad pechera: la lucha contra la exención fiscal
en Astorga, León y Oviedo durante el siglo XV
SEGUNDA PARTE: EL COMÚN Y LOS PODERES URBANOS: Raúl González González
PARTICIPACIÓN POLÍTICA, IDEOLOGÍA Y REIVINDICACIONES
241 ¿Qué tiene de común el ‘común’? La construcción de una CONCLUSIÓN
identidad política en Castilla a fines de la Edad Media
Hipólito Rafael Oliva Herrer 545 Are ‘popular groups’ powerless? Towards a research agenda
Jelle Haemers y Jesús A. Solórzano Telechea
271 El común de pecheros en la vida política de las ciudades
castellanas en las vísperas de la revuelta comunera (1504-1520) 555 Resúmenes / Abstracts
Máximo Diago Hernando

301 Las voces del común en el mundo urbano de la España atlántica


en la Baja Edad Media
Jesús Ángel Solórzano Telechea

345 Común y protesta social en San Vicente de la Barquera a finales


de la Edad Media
Fernando Martín Pérez

371 Ad petitionem burgensium. Petitions and peaceful resistance of


craftsmen in Flanders and Mechelen (13th-16th centuries)
Jelle Haemers

395 Des populaires de Montpellier et d’ailleurs: réflexions sur une


dénomination politique
Vincent Challet

413 Commun et communes, révoltes ou révolutions: participation


politique et luttes de pouvoir dans les villes allemandes à la fin
du Moyen Âge
Gisela Naegle

8 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 9
Los grupos populares en
las ciudades de la Europa
medieval: reflexiones en
torno a un concepto de
historia social 1

Jesús Ángel Solórzano Telechea


Universidad de Cantabria

Jelle Haemers
Universidad de Lovaina

“Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar, / qu’es el morir;
/ allí van los señoríos/ derechos a se acabar/ e consumir; / allí los ríos
caudales, / e más chicos, / allegados, son iguales / los que viven por sus
manos / e los ricos.”
Jorge Manrique, Coplas por la muerte de su padre.

1. Del concepto de status hominum


al de GRUPOS POPULARES
Las interacciones entre la sociedad y el individuo del pasado es una de las tareas
centrales que han de afrontar los historiadores sociales. La solución del dilema
es compleja y aúna el análisis minucioso de las fuentes históricas, así como el

1.  Esta monografía recoge los trabajos presentados en el congreso internacional sobre Los grupos populares en
la ciudad medieval europea. X Encuentros Internacionales del Medievo de Nájera, que se inscribe en el proyecto de
investigación financiado por el gobierno de España Las sociedades urbanas de las ciudades y villas portuarias de la
Europa Atlántica en la Baja Edad Media (HAR2012-31801).

JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 17
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

prisma que nos brindan las teorías y los modelos sociales. Sobre este particular, hermenéutica de Paul de Ricoeur y Hans Georg Gadamer7, el análisis conceptual
en 1992, Peter Burke realizó una sugerente reflexión, dirigida a los historiadores, de John Pocock y Quentin Skinner, así como, muy especialmente, la “historia
sobre el uso de los conceptos sociales para referirnos a las sociedades a lo de los conceptos” o Begriffsgeschichte de Koselleck, Brunner y Conze8, que han
largo de la historia, concluyendo que era imposible obviar los modelos, ya estudiado los grupos sociales más como un fenómeno lingüístico que como un
que son los que nos proporcionan una visión global, si bien la cuestión de hecho social. Para estos últimos, el cambio histórico se puede conocer gracias
fondo radicaba, según él, sobre la elección de los paradigmas. La propuesta de al surgimiento y evolución de los conceptos, si bien el análisis se complica
Peter Burke consistía en que, en primer lugar, sin la combinación de historia y porque los conceptos del mundo en el que vive el historiador se mezclan con
teoría, es probable que no comprendamos ni el pasado, ni el presente y, por los de los actores sociales que estudia. Por este motivo, en los últimos años se
otra parte, defendía la necesidad de evitar en la medida de lo posible cualquier ha asistido a una creciente historización y se ha tratado de hacer una historia
anacronismo2. En efecto, es de sobra conocido que los análisis sociales basados que utilice tanto los conceptos de los sujetos histórico-sociales analizados,
en fuentes documentales están vinculados a discursos historiográficos y teorías, como los usados por los historiadores9. Así, muchos han sido los historiadores
aunque hay muchas maneras de combinarlos; tal como dijo Lucien Fèbvre a que se han preguntado por el carácter de “grupo social” de los populares.
mediados del siglo XX, al afirmar que no hay historia sin hipótesis que ilumine Por ejemplo, Pierre Racine cuestionaba que el popolo fuera un grupo social y
lo que queremos conocer3. En la actualidad, nos seguimos enfrentando al punto prefería denominarlo grupo de presión10. Peter Burke sostenía que los populares
muerto al que llegaron los grandes paradigmas historiográficos del siglo pasado formaban un “grupo de estatus”, es decir, un conjunto de subgrupos, ya que el
a causa del postmodernismo4. término “grupo social” sería más pertinente para las sociedades industriales11.
Sin embargo, Robert Fossier defendió la existencia del concepto de clase social,
Por lo general, como veremos más adelante, los historiadores sociales han aplicado a la Edad Media, así como la lucha de clases y la conflictividad social12.
trabajado con dos modelos, el consensual y el conflictivo, si bien ambos son En consecuencia, esto nos lleva a considerar las nociones creadas por los
complementarios y entienden el grupo social como un hecho social. El primero, sociólogos y los historiadores sociales.
vinculado a la escuela de Émile Durkheim5, ha hecho hincapié en los vínculos
de solidaridad y cohesión social; el segundo, ligado a la escuela marxista, 1.1. El ‘grupo’ como concepto social
ha venido descansando en el conflicto social6. Sin embargo, en los últimos En la presente monografía hemos optado por escoger un concepto social
treinta años, ha tenido una gran influencia el denominado “giro lingüístico”, la compuesto –grupos populares-, en el que se combina de una parte un término

7.  Gadamer, H.G. Hermenéutica, estética e historia. Antología. Sígueme, Salamanca, 2013. Ricoeur, P. Historia y
narratividad. Paidós, Barcelona, 1999.
2.  Burke, P. “The language of orders in early modern Europe”, Bush, M.L. (Ed.) Social orders and social classes
in Europe since 1500: studies in social stratification. Longman, Nueva York, 1992: 1-12. Burke, P. Historia y teoría 8.  Pocock, J.G.A. The Machiavellian Moment: Florentine Political Thought and the Atlantic Republican Tradi-
social. Amorrortu, Buenos Aires, 2007. tion. University of Princeton, Princeton, 1975. Pocock, J.G.A. Pensamiento político e historia. Ensayo sobre teoría
y método. Akal, Madrid, 2011. Koselleck, R. Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos. Paidós,
3.  Fèbvre, L. Combates por la historia. Altaya, Madrid, 1999 (primera edición de 1952).
Barcelona, 1993. Fernández Sebastián, J. (Ed.) Political concepts and time. New approaches to conceptual history.
4.  Jansen, H. The construction of an urban past. Narrative and system in urban history. Berg, Oxford, 2001. Universidad de Cantabria, Santander, 2011.
Sobre la teoría social, véase Giddens, A. La constitución de la sociedad. Amorrortu, Buenos Aires, 1995.
9.  Benigno, F. Las palabras del tiempo. Un ideario para pensar históricamente. Cátedra, Madrid, 2013: 40.
5.  Durkheim, E. Escritos selectos. Nueva Visión, Buenos Aires, 1992.
10.  Racine, P. “Le ‘popolo’, groupe sociale ou groupe de pression?”, Nuova Rivista Storica, 73, 1989: 133-150.
6.  Giddens, A. La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la estructuración. Amorrortu, Buenos
11.  Véase Burke, P. Historia y teoría social..., op. cit.: 96-97.
Aires, 1995. Freund, J. Sociología del conflicto. Editorial del Ministerio de Defensa, Madrid, 1995. Coser, L. Las
funciones del conflicto social. Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1961. 12.  Fossier, R. La sociedad medieval. Crítica, Barcelona, 1996: 455 y ss.

18 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 19
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

clásico de los estudios sociológicos, como es el de grupo, con otro que era esquemas interpretativos que llevaban a los historiadores a crear agrupamientos
propiamente medieval, populares. Por lo tanto, lo primero que hay que aclarar ficticios, que funcionaban, pero que podían agrupar a individuos que jamás
es lo que se entiende por el término grupo y populares. El concepto de grupo se habrían reconocido juntos en un mismo grupo de interés. Si bien se partía
se usa como una herramienta analítica, que resulta útil para conceptualizar las de la situación económica para establecer los grupos sociales, Norbert Elías y
relaciones en el seno de las sociedades medievales. Con la utilización de este Pierre Bourdieu introdujeron las diferencias culturales para poder reconocerlos,
término en plural –grupos- queremos señalar la riqueza y variedad que acogía aunque mientras Bourdieu rehuía de la historicidad de los procesos, Elías partía
este gran sector social en su interior. del supuesto de que toda realidad social únicamente puede entenderse de
manera procesual, por lo que la sociología ha de ser histórica16.
La teoría de los grupos comenzó a principios del siglo pasado, de la mano de
Arthur Bentley13, quien expuso que, en primer lugar, toda actividad política La teoría clásica de los grupos fue criticada por Olson, Moe, Wilson, Lowi y
de un grupo tenía por objeto alcanzar sus propios intereses en detrimento ha tenido un gran desarrollo en la conceptualización de la teoría de la Acción
de los de otro grupo y, asimismo, los miembros de un grupo se unían por Colectiva17. De este modo, como remedio a la crisis de las categorías sociales
situaciones compartidas, lo que les impulsaba a dar una respuesta14. La teoría clásicas, se ofreció el concepto de identidad, que se reveló como una dimensión
de los grupos fue revisada ampliamente por David Truman, para quien los muy útil, pues ponía el acento en la construcción de los discursos, así como los
grupos sociales y económicos no tenían unos objetivos políticos estables, sino valores y su representación. De esta manera, Antoine Prost vino a defender que
que distinguía entre los “grupos sociales” y los “grupos de interés específicos”. los grupos sociales fueron construidos por las representaciones colectivas de
Los primeros eran el resultado de las interacciones individuales que provocaban la época -término este último ya utilizado por E. Durkheim-, lo que provocó el
actitudes comunes a partir de la clase social, la etnia, la religión o la ocupación, alejamiento de la historia social18.
mientras que los segundos estaban integrados por individuos que compartían
actitudes semejantes sobre lo que se deseaba hacer en una situación dada y Una tendencia historiográfica a caballo entre lo social y la política es la
eran reconocibles gracias a sus peticiones a las instituciones15. denominada “historia social de la política”, que se presentó como una renovación
de la historia social clásica y de las mentalidades. El objetivo de esta tendencia
Los estudios sociológicos, comprendidos entre el final de la Primera Guerra ha consistido, primeramente, en señalar que la progresiva institucionalización
Mundial y los años setenta, nos transmitieron una imagen ordenada del mundo de la vida social influyó en gran medida sobre las identidades individuales y
social, en el que existían modelos de clasificación de los grupos sociales con colectivas, así como en rehabilitar el papel de los actores sociales19.
base en la actividad económica. La ‘claridad’ con la que se entendía la división
social en el siglo XX, por supuesto, se extendía a los tiempos pretéritos.
Obviamente, esto significó un fuerte reduccionismo, debido a la prevalencia de
16.  Álvarez Sousa, A. “El constructivismo estructuralista: La teoría de las clases sociales de Pierre Bourdieu”, Reis,
75, 1996: 145-172. Bourdieu, P. Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción. Anagrama, Barcelona, 1997.

17.  Lowi, T. The politics of disorder. Basic Books, New York, 1971. Moe, T. The organization of interests. The
13.  Bentley, A. The Process of government. Harvard University Press, Cambridge, 1967 (Primera edición de University of Chicago Press, Chicago, 1980. Olson, M. Auge y decadencia de las naciones. Ariel, Barcelona, 1986.
1908). Smith, D. The rise of historical sociology. Temple University Press, Philadelphia, 1991. Murphy, R. “The structure
of closure: a critique and development of the theories of Weber, Collins, and Parkin”, British Journal of Sociolo-
14.  Según el sociólogo E.O.Wright, se pueden establecer tres teorías sociales sobre los grupos: las centradas en
gy, 35/4, 1984: 547-567. Tarrow, S. G. El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la
los intereses materiales, en las experiencias vividas y en las capacidades colectivas. Wright, E.O. “Reflexionando, una
política. Alianza Editorial, Madrid, 2012 (primera edición de 1994).
vez más, sobre el concepto de estructura de clases”, Carabaña, J.; Francisco A. de (Comps.) Teorías contemporá-
neas de las clases sociales. Pablo Iglesias, Madrid, 1993: 32. 18.  Prost, A. Doce lecciones sobre la historia. Cátedra, Madrid, 2001 (primera edición en francés del año 1996).

15.  Truman, D.B. The Governmental Process: political interests and Public opinion. Knopf, Nueva York, 1951. 19.  Burke, P. “The language of orders in early..., op. cit.: 11.

20 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 21
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

Las relaciones participan en la definición de otro concepto de suma importancia dominados, y que fueron retomadas por un grupo de sociólogos británicos en
para los estudios sociales, la red social. Desde que el sociólogo John Arundel los años setenta, liderado por Frank Parkin22. Este definió el cierre del grupo
Barnes teorizara sobre la existencia de redes sociales en los años cincuenta, los social como el “proceso por medio del cual un grupo buscaba maximizar su
análisis sociales han tenido en cuenta los vínculos de los individuos entre sí, posición y privilegios monopolizando los recursos y las oportunidades para su
que podemos definirlos como la distancia y el número de intermediarios que los propio grupo, mientras que negaba el acceso a los que estaban fuera del círculo
separan. Las teorías sobre las redes sociales tuvieron muy buena acogida entre los limitado de los elegibles”23. Parkin ligaba el cierre social a la exclusión social,
historiadores sociales hace ya treinta años20. Desde el supuesto de que las redes poniendo como ejemplo el sistema aristocrático, en el que el grupo dominante
sociales nunca se completan, ya que no se cierran sobre sí mismas, se afirmaba controlaba el poder político y también institucionalizaba su derecho a traspasar
que los grupos sociales eran capaces de acoger en su interior innumerables el poder y los privilegios directamente a su descendencia. De este manera, el
redes sociales, cuya pertenencia era el resultado de actos institucionalizados, grupo dominante definía su identidad como superior a la de otros grupos y las
como podían ser las nominaciones para las elecciones municipales, la entrada estructuras de poder perpetuaban las desigualdades y socavaban los intentos
en una cofradía religiosa o profesional, las procesiones y celebraciones del santo de acceso al poder de los grupos inferiores.
patrón del barrio o la ciudad21. Las redes sociales generaban unos vínculos de
solidaridad que podían ser horizontales, como los lazos familiares, religiosos, No obstante, Steve Rigby en su estudio sobre la sociedad medieval inglesa
profesionales y de alianza; o bien verticales, como los individuos que están rechazó el cierre de los individuos en categorías sociales binarias, tales como
ligados por lazos de fidelidad y clientelismo, o bien mixtos, como sucede en el grupos dominantes y dominados, u oligarquías y grupos populares. Por el
caso de las consorterías o banderías. Estrechamente vinculado con el concepto contrario, la perspectiva de análisis partía del conocimiento de las actitudes
de red social se hallaba, por lo tanto, el de “capital social”, que se generalizó de los individuos en su contexto familiar, vecinal, laboral, es decir, relacional.
en los estudios de historia social gracias a la obra de Robert Putnam. En uno La elección de las solidaridades puede servir para ayudarnos a conocer la
de los trabajos de este politólogo, dedicado a las ciudades italianas, llegó a la configuración de las relaciones en las cuales se movían los individuos, que
conclusión de que las instituciones del norte funcionaban mejor que las del conformaba los grupos de interés24. Desde esta perspectiva, el objetivo del grupo
sur, porque había un mayor grado de confianza, que se había originado en dominado ya no era la lucha de clases o de facciones, sino el establecimiento de
función de las tradiciones cívicas y las redes informales. El capital social estaba la identidad del grupo y el monopolio de los recursos. Se recogían así algunos
conformado por los vínculos sociales informales que podían movilizarse para de los postulados de las teorías sociales de Norbert Elías y Pierre Bourdieu25,
alcanzar un objetivo, un concepto, que como veremos mas adelante, participó quienes rechazaron la dicotomía esencialista, que había dominado las ciencias
del debate historiográfico sobre el papel del común en la Edad Media. sociales (individuo/grupo), para ofrecer una visión relacional de lo social, en la

Otra vía de interpretación sobre los grupos sociales ha consistido en analizar


su actividad en el marco teórico del social closure, cuyas bases teóricas seguían
el concepto formulado por Max Weber en 1946 sobre los grupos dominantes y
22.  Murphy, R. Social closure. The theory of monopolization and Exclusion. Oxford University Press, Oxford,
1988: 15-39.

23.  Parkin, F. Marxism and class Theory: a bourgeois Critique. Columbia University Press, Nueva York, 1979:
44.
20.  Wasserman, S.; Faust, K. Análisis de redes sociales. Métodos y aplicaciones. Centro de Investigaciones so-
ciológicas, Madrid, 2013. Imízcoz Beunza, J.M. “Actores y redes sociales en Historia”, Carvajal de la Vega, D.; 24.  “Any individual is positioned not just in one social dimension (of property ownership, esteem and so on)
Añibarro Rodríguez, J.; Vítores Casado, I. (Eds.) Redes sociales y económicas en el mundo bajomedieval. Castilla but rather at the meeting point of a number of axes of social inequality”. Rigby, S.H. English Society in the Later
ediciones, Valladolid, 2011: 19-33. Middle Ages: Class, Status and Gender. Palgrave Macmillan, Nueva York, 1995: 283.

21.  Barnes, J.A. “Class and commitees in a Norwegian island parish”, Human relations, 7/1, 1954: 39-58. 25.  Szakolczai, A. Reflexive historical society. Taylor & Francis, Londres, 2005.

22 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 23
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

que lo individual y lo social son sólo dimensiones de un mismo proceso26. Pierre urbano, ya que, en primer lugar, los medievales carecían de un único concepto y,
Bourdieu afirmaba que cuanto más cerca estuvieran las personas en el espacio en segundo lugar, a que si utilizásemos alguna de las expresiones del vocabulario
social, mayor probabilidad existía de que llevaran a cabo una acción conjunta y medieval, tales como –orden, estado, pueblo, común, universidad, comunidad,
formaran grupos sociales27. Sobre el espacio social, la teoría de Kurt Lewin vino etc.- correríamos el riesgo de emplear términos medievales con significados
a arrojar nueva luz al establecer que la percepción y el comportamiento de los actuales provenientes de la sociología, la antropología y la politología.
individuos en un grupo, así como la estructura del mismo, se inscribían en un
espacio social formado por dicho grupo y su entorno, lo cual creaba un espacio Lo primero que nos hemos preguntado ha sido sobre si el vocablo populares
social28. Por último, queremos llamar la atención sobre la influencia de la teoría podría aludir a un verdadero grupo social, reconocido por la sociedad
de los juegos ha tenido, asimismo, en la evolución de los planteamientos de medieval, o bien nos hallamos ante una categoría conceptual sin coincidencia
la historia social, especialmente en lo referente al análisis de la conflictividad con el pasado medieval que intentamos analizar30. La sociedad medieval estaba
social, dada lo complejo que es estudiar las políticas de alianzas en los grupos estructurada en estados, definidos legalmente, en los que la riqueza y el poder,
sociales29. o su ausencia, venían dados por la estima social, el estilo de vida y el honor
inherente a cada uno de ellos. Se trata de una sociedad que según la visión de
Así pues, los problemas teóricos que se nos plantean con relación al concepto Abbón de Fleury y Adalberón de Laón estaba dividida en tres órdenes (ordines)
de ‘grupo’ son complejos y variados, pues es necesario tener en cuenta todas –los oratores, los bellatores y los laboratores-, sobre los cuales se erigía el rey,
sus dimensiones. Esto nos ayuda a entender la constante reescritura a la que cuya función consistía en mantener el funcionamiento armónico del sistema31.
está sometido el análisis histórico, ya que cada cierto tiempo, desde cada Los populares aparecían formando parte no de un orden, sino de un estado
perspectiva, los historiadores vuelven a plantear el conocimiento del pasado y dado, cuyo significado si bien era similar, pues remitía a una jerarquía, difería
se vuelve a interrogar a las fuentes. en que el primero era un concepto divino y estable, mientras que el segundo
formaba parte de las contingencias de este mundo. En efecto, una sociedad
1.2. El concepto de ‘populares’ de los órdenes no es lo mismo que una sociedad de los estados, pues esta
La elección del término populares ha respondido a que nos ha parecido el más última surgió en Europa hacia el 1200 para designar a los nacientes grupos
apropiado para denominar al conjunto de las personas no nobles en el medio sociales, ya que el concepto de orden era inadecuado para reflejar la nueva
realidad sociológica, sobre todo la popular y urbana32. En castellano medieval, el
concepto de orden fue poco utilizado, pues la condición social de una persona
se recogía en el término estado al igual que ocurría en otras lenguas europeas,
26.  Bourdieu, P. “De la casa del rey a la razón de Estado. Un modelo de la génesis del campo burocrático”,
Wacquant, L. (coord.) El misterio del ministerio. Pierre Bourdieu y la política democrática. Gedisa, Barcelona, 2005: como état en francés, stato en italiano o stand en alemán, que derivaban de
43-70. Elias, N. El proceso de civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. Fondo de Cultura Econó- la palabra latina status (hominum). El código de las Partidas lo definía de la
mica, México, 1988.
siguiente manera: “Status hominum tanto quiere dezir en romance como el
27.  “El conocimiento del mundo social y, más precisamente, las categorías que lo hacen posible, son el lugar
por excelencia de la lucha política, lucha inseparablemente teórica y práctica por el poder de conservar o de
transformar el mundo social mediante la conservación o la transformación de las categorías de percepción de
este mundo.” Bourdieu, P. “Espace social et genèse des ‘clases’”, Actes de la Recherche en Sciences Sociales, 52-53,
1984: 4-6.

28.  Lewin, K. Pield Theory in the social science. Larper, Nueva York, 1951. Scott, J. Social Network analysis. Sage,
30.  Savelli, A. “Sul concetto di popolo: percorsi semantici e note storiografiche”, Laboratoire italien,1, 2001:
Londres, 1991.
9-24.
29.  Morton D. D. Introducción a la teoría de los juegos. Alianza Editorial, Madrid, 1998. Touati, F.O. “Révolte et
31.  Duby, G. Los tres órdenes o lo imaginario del feudalismo. Taurus, Madrid, 1980.
sociétè: l’exemple du Moyen Age”, Violence et contestation au Moyen Age. Actes du congrès National des Sociètés
Savantes, París, 1989: 7-17. 32.  Le Goff, Jc. Pour un autre Moyen Âge. Gallimard, París, 1977.

24 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 25
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

estado o la condición o la manera en que los homes viven o están”33. Este una emancipación de las capas populares37. En un amplio marco cronológico,
concepto sirvió para ordenar la sociedad medieval y designar los “grupos de dependiendo de la diversidad regional europea, entre los siglos XII y XIV,
estatus”, caracterizados por unos mismos privilegios o por su ausencia. Cada cuando los grupos populares se desarrollaron plenamente en los centros
estado estaba caracterizado por la unidad entre condición social y el status urbanos y pasaron a tener un peso social, económico y político relevante,
jurídico de la persona, es decir, se establecía la desigualdad jurídica de las el concepto de populus se transformó en sentido negativo para designar al
personas según su condición social34. grupo inferior de la población en un centro urbano, que se oponía a una
élite (nobiles, milites, egregius, divites, potentes, optimates, meliores, maiores,
El concepto de populares ha sido ampliamente debatido, lo mismo que el prinçipales, Geschlechter), ya fuera por su nivel de riqueza, por la situación
significado de los términos que sirvieron para denominarlos en la Edad Media, jurídica o por el grado de exclusión/inclusión de las instituciones urbanas. El
que tuvo su propia evolución. El término populares es, en primer lugar, un vocabulario utilizado los designa en un sentido negativo y de inferioridad social
concepto social medieval, que en el lenguaje común era sinónimo del conjunto de muy diferentes maneras, tales como populus, plebs, vulgus, cives, populares,
de los vecinos carentes de privilegios, no privilegiados o de condición inferior. vulgares, simplices, pauperes, illiteratti, regnicoles, mediocres, minores, laici,
Este sentido negativo de la inferioridad también tuvo su propio desarrollo en laborantes en latín, pueblo en español, o povo en portugués, popolo en italiano.
la Edad Media. En segundo lugar, es preciso decir que estos términos no eran equiparables
entre sí, pues, por poner un ejemplo, las fuentes milanesas utilizaban la palabra
El vocabulario que sirvió para distinguir a las capas populares de la sociedad plebs para designar al popolo contestario38. En algunos contextos es imposible
fue diverso. Hasta el siglo XII, populus se usaba para designar al conjunto de traducir el concepto latino de populus por pueblo o popolo, pues podía aludir
la comunidad política en general, mientras que para hablar de los populares se tanto a los elementos cívicos del gobierno urbano, como al conjunto de la
utilizaban los términos de vulgus y plebs35. La noción de populus era rehén de comunidad política, incluyendo todos los sectores sociales, que también recibía
la proyección de la experiencia política de Roma en los siglos medievales y, en la denominación de universitas39.
este sentido, se trataba de un concepto que se refería a la unidad colectiva en la
cual reposaba la legitimidad política, pero tenía el problema de ser ambivalente Igualmente, en los siglos centrales de la Edad Media, se recogió un antiguo
-y poco social-, puesto que también se podía referir a la colectividad de los término, el común, que en época romana había significado el conjunto de los
ciudadanos o a la comunidad de habitantes de un territorio36. Sin embargo, la habitantes de un municipio. En las ciudades italianas del siglo XII, el comune
exclusión dio forma a la identidad de este grupo y el sentimiento de pertenencia retomó aquel sentido ligado a la asamblea, por lo que evolucionó hasta indicar,
impuso otra distinción, como era la de grupo propio y ajeno. De este modo, con posterioridad, su organización política40. Entre los siglos XII y XIV, el
a partir de finales del siglo XII, el concepto de populus ya no designaba una vocablo fue apareciendo en otras regiones europeas; así, en Castilla se trataba
estructura unitaria, sino que se aprecia un proceso de diferenciación social en
el que el dinero y el oficio jugaban un papel creciente e, igualmente, se produjo

37.  Vauchez, A. “Le peuple au Moyen Âge: du populus aux classes dangereuses”, Riis, Th. (Ed.) Aspects of
poverty in Early Modern Europe II. Les reactions des pauvres à la pauvreté. Odense University Press, Odense,
33.  Partidas, IV, Título XXIII, ley I. 1986: 9-17.

34.  Severat, V. “Sobre algunas tríadas sociales en la Hispania medieval: de San Isidoro de Sevilla a Rodrigo 38.  Fasoli, G. “Ricerche sulla legislazione antimagnatizia nei comuni dell’alta e media Italia”, Rivista di storia del
Sánchez de Arévalo”, Revista de literatura medieval, 19, 2007: 207-247. diritto italiano, XII, 1939: 86-133 y 240-309.

35.  Menant, F. L’Italia del comuni (1100-1350). Viella, Roma, 2005: 60. 39.  Michaud-Quantin, P. Universitas. Expressions du mouvement communautaire dans le Moyen-Àge latin. J.
Vrin, Paris, 1970.
36.  Ascheri, M. “Giuramento e storia del potere”, Annali dell’Istituto storico italo-germanico in Trento, 19, 1993:
431-435. 40.  Fasoli, G.; Bocchi, F. La città medievale italiana. Sansoni, Florencia, 1973: 42-43.

26 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 27
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

del común, en Inglaterra, commons y en Francia, le commun, o variantes como una extensión del cuerpo de Cristo, la ciudad se pensaba como una
similares para designar un nuevo grupo social urbano. comunidad cerrada, a modo de una gran familia, más que una asociación civil
o política. Pero contra esta doctrina, que ha seducido mucho a los teóricos
Este gran sector de los populares/común se caracterizó por su heterogeneidad, sociales y a los historiadores del pensamiento político medieval, se oponía la
integrado por individuos con unos niveles económicos diversos y unas doctrina legal y algunas características de la vida comunitaria. En primer lugar,
expectativas vitales muy distintas. Esta diversidad interna se recogía en la la división que aparece en el código alfonsino de Las Partidas estaba influida
variedad de denominaciones, tales como popolo grasso, popolo minuto; maiores, por la concepción organicista de la sociedad como un todo único en el que
mediocres y minores, gente menuda y omes baxos; maiores, meiaos y miúdos. cada miembro - los mayores, los medianos y los menores- tenía su propia
Igualmente, algunas importantes obras jurídicas, los tratados medievales y varios función. El buen funcionamiento del pueblo se sustentaba en la división y la
de los pensadores bajomedievales emplearon modelos sociales que se fueron armonía de los grupos que lo constituían. No obstante, junto a esto el texto de
alejando de la tradicional división de los tres órdenes al usar el término ‘estado’ las Partidas presenta una interpretación de la sociedad de manera corporativa,
para referirse a diferentes papeles sociales, que incluían los oficios y el nivel de lo cual propicia una alternativa interpretativa a la descripción de las relaciones
riqueza41. Así se recoge en el código de Las Partidas, que define “pueblo” no sociales en términos estrictamente feudales43. La consideración de la sociedad
como la “gente menuda”, sino como “el ayuntamiento de todos los omes”: medieval como feudo-señorial y violenta ha de ser reconsiderada, puesto
que, en primer lugar, los componentes señorial y vasallático fueron sólo dos
“Cuidan algunos homes que pueblo es llamado la gente menuda, asi elementos más de la dinámica socio-política y, de otra, la violencia y el desorden
como menestrales et labradores, mas esto non es así, ca antiguamente en convivieron con formas de orden y regulación de la violencia. Los habitantes de
Babilonia, et en Troya et en Roma, que fueron logares muy señalados, las ciudades participaron en todo tipo de organizaciones formales (cofradías
et ordenaron todas las cosas con razón, et posieron nombre a cada una de oficios, religiosas y piadosas), como informales (grupos de interés y de
segunt que convenía, pueblo llaman el ayuntamiento de todos los omes amistad); además, hubo movilidad social en el interior del grupo de estatus,
comunalmente, de los mayores, e de los medianos, e de los menores. Ca como lo señalan los distintos estudios sobre movilidad entre los intelectuales,
todos son menester, e non se pueden escusar, porque se han de ayudar los eclesiásticos e, incluso, los artesanos44. Así pues, se percibe, de manera
unos a otros, porque puedan bien biuir, e ser guardados, e mantenidos especial, en las fuentes legales medievales la emergencia de una sociedad civil
[...] E para esto, ha menester que los tenga en justicia e en derecho, e en la que el individuo se fue haciendo consciente de las posibilidades que
non consienta a los mayores, que sean sobervios, ni tomen, ni roben, ofrecía la acción colectiva para mejorar su posición y su bienestar material.
ni fuercen, ni fagan daño en lo suyo a los menores. E estonce sera
tal, como dixeron los Sabios que deue ser [el rey], apremiador de los Esta partición de la sociedad corporativa nos ha llegado también en otra obra
sobervios, e esforçador de los omildes, e guardándolos desta guisa, jurídica, de mediados del siglo XIII, In excelsis Dei thesauris de Vidal de Canellas,
biuiran seguramente, e avra cada vno sabor de lo oviere”42. obispo de Huesca. Este dividía a los hombres en dos estados, los nobles o
infançones y los de servitio¸ que eran los cipdadanos o burgeses. Este último
Los pensadores medievales emplearon, con frecuencia, categorías orgánicas grupo estaba integrado por los habitantes de las ciudades que no vivían del
para explicar la sociedad y las instituciones. Por ejemplo, la Iglesia era concebida

43.  Vid. Nieto Soria, J.M. “Sobre los orígenes de la idea de ‘comunidad política’ en la Corona castellano-leonesa”,
41.  Meier, U. Mensch und Bürger. Die Stadt im Denken spätmittelalterlicher Theologen, Philosophen und Juristen. Olden- Memoria y civilización, 6, 2003: 5-41.
bourg, Múnich, 1994.
44.  Black, A. Guilds and Civil Society in European Thought from the Twelfth Century to the Present. Cornell University
42.  Las Partidas, II, 10, 1. Edición de José Sánchez Arcilla, Madrid 2004. Press, Nueva York, 1984.

28 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 29
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EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

trabajo manual directo, tales como mercaderes, cambistas, abogados, médicos del buen gobierno en el Palacio Público de Siena hacia 1338 y que ilustra esta
y propietarios de talleres: monografía. A principios del siglo XIV, el escritor don Juan Manuel dividía la
sociedad en cuatro estados: los defensores, los oradores, los labradores y los
“Cipdadanos son todos aquellos que moran en las cipdades o en las villas menestrales. Los ruanos y mercadores los ubicaba en el estado de los labradores,
que son como cipdades, de los quoales aqueillos son ditos burgeses los ya que también se aprovechaban de la tierra:
quoales, maguer ayan cabdaleros et servientes por los quoales trayen
los sus offitios, empero no usan eillos por sus manos aqueillos offitios, “porque los mercadores compran et venden, et los ruanos fazen labrar
empero son unos offitios que, maguer por sus manos usen, non son la tierra et criar ganados e bestias et aves así como labradores, por esta
itados de la orden de los burgeses, assi como son aquellos qui venden razón el estado de los ruanos et de los mercadores enciérranse en el
los paynnos de pretio et camiadores ea sobre todo esto vozería o física o estado de los labradores”.
cirugia et otras cosas igoales d’estas ho mayores”45.
Este escritor era consciente de que había otra mucha gente que era de difícil
Hasta el siglo XIV, se concebía una sociedad estructurada en estados desiguales: clasificación, pues pertenecía a “muchos estados, así como tenderos et alfayates
“Los cibdadanos non deven ser iguales nin en las posesiones ni en los oficios, ca et orebzes et carpenteros et ferreros, et amestos de fazer torres et casas e muros,
esto sería destruimiento de la cibdad e fazer que la cibdad non fuese cibdad”46. et çapateros et freneros et selleros et albéytares et pellegeros et texedores, et de
Sin embargo, esta visión negativa, que venía de antiguo, estaba llamada a otros menestrales”48. En 1468, el pensador español Rodrigo Sánchez de Arévalo,
cambiar gracias al discurso de los populares, que se dirigió también a ganar a pesar de concebir la sociedad dividida en dos grandes estados, el estado
adeptos para su causa y a crear un modelo identitario y una narrativa positiva. temporal y el religioso, luego pasaba a descomponerlos en oficios, desde el
Sirvan como ejemplo, las cartas de peticiones y de protesta en las que subyace de monarca hasta los oficios manuales49. Otra influyente pensador, Fernando
la idea de igualitarismo, ligada al de la utilidad pública y el interés común de Roa, representante de la tradición republicana aristotélica en la Corona de
como discurso de legitimación política -frente a la idea de honra y antigüedad Castilla, percibía una comunidad política dividida en dos grupos, los divites et
de la oligarquía de linajes, elementos identitarios de la oligarquía urbana-, que pauperes, lo que era una fuente de conflictos, pues los primeros despreciaban
será utilizada por la elite del común, llamada a velar por el “bien público de la a los segundos y éstos se sentían agraviados por aquellos. Por este motivo,
república” para justificar sus acciones47. era partidario de que el gobierno recayera en los cives mediocres y rechazaba
tanto el gobierno de los ricos que denomina paucorum potentia, como el de
A partir del siglo XIV, cada vez se va a hablar más de una sociedad estratificada los pobres, popularis potentia50.
en razón del trabajo y la riqueza que de una sociedad orgánicamente
estructurada, como reflejó Ambrogio Lorenzetti en el fresco sobre los efectos En suma, con todo lo dicho hasta aquí, aun siendo conscientes de los problemas
que puede suscitar el uso del concepto de “grupos populares”, éste nos ha
parecido lo suficientemente flexible para poder escapar de los rígidos esquemas
45.  Vidal Mayor, traducción de la obra’ In excelsis Dei Thesauris’ de Vidal de Canellas. Gunnar Tilander, editor.
Vol. II, Lund, 1956: 453 y 460.

46.  García de Castrojeriz, J. Glosa castellana al Regimiento de príncipes de Egidio Romano. Instituto de Estudios
48.  Don Juan Manuel, Libro infinido. Cátedra, Madrid, 2003: 216 y 224.
políticos, Madrid, 1947: 80.
49.  Sánchez de Arévalo, R. Espejo de la vida humana. Introducción, edición crítica y traducción de José Manuel
47.  Diago Hernando, M. “Transformaciones en las instituciones de gobierno local de las ciudades castellanas
Ruiz Vila. Escolar y Mayo editores, Madrid, 2012.
durante la revuelta comunera (1520-1521)”, Hispania, 214, 2003: 623-656. Solórzano Telechea, J.A. “Linaje, co-
munidad y poder: desarrollo y consolidación de identidades urbanas contrapuestas en la Castilla bajomedieval”, 50.  Labajos Alonso, J. Pedro de Osma y Fernando de Roa. Comentarios a la Política de Aristóteles. 2 vols. Uni-
Familia y sociedad en la Edad Media (siglos XII-XV), Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 2007: 71-93. versidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 2006.

30 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 31
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

de los teóricos medievales sobre la sociedad de su tiempo, pues es un término el tercer estado en Francia y el origen de la burguesía; François T. Perrens,
que sigue siendo válido para agrupar a los individuos con base en criterios quien atribuía un sentido democrático, así como de búsqueda de la libertad y
de diversa índole, ya sean económicos, profesionales, espaciales, culturales, de independencia a las luchas contra el poder de los non nobiles52; Paul Viollet
mentales, etc., el cual además recoge parte del propio vocabulario medieval. afirmaba que el movimiento comunal de las villas estuvo en el origen de la
constitución democrática y, en 1915, Julien Luchaire publicaba Les democracies
2. EL DEBATE HISTORIOGRÁFICO SOBRE italiennes, que venía a subrayar la importancia del popolo en los siglos XIII y
LOS GRUPOS POPULARES XIV. En Italia, en 1899, Gaetano Salvemini veía al popolo florentino como una
nueva clase emergente que había combatido a la aristocracia feudal e intentado
“Le peuple existe, nous l’avons recontré” afirmaba Philippe Guignet, editor levantar una sociedad basada en la justicia y la paz, lo que contrastaba con los
científico de la obra coral Le peuple des villes dans l’Europe du Nord-Ouest (fin regímenes sucesivos de señores de la ciudad53. Pocos años después, Niccolò
du Moyen Àge-1945), en el año 2003, ya que, durante muchos años, la historia Rodolico siguió la estela de Salvemini y publicó sendas obras dedicadas al popolo
de los grupos populares no había recibido investigaciones significativas y de minuto y a la “democracia florentina”54. En España, la corriente progresista de
envergadura, mientras que los estudios sobre los linajes y la nobleza urbana Fernando Garrido y Francesc Pi i Margall inscribieron las revueltas de finales
se habían multiplicado desde finales de los años setenta del pasado siglo51. de la Edad Media en las luchas interclasistas y calificaron la rebelión de las
La importancia que se le ha dado al papel que jugaron los grupos populares comunidades de 1520/21 de símbolo de las libertades populares, si bien este
en las sociedades urbanas medievales ha dependido, en primer lugar, de las argumento fue rebatido por Danvila, quien las consideró como un movimiento
preferencias – en ocasiones, ideológicas- de los medievalistas, a lo que se ha reaccionario55.
sumado que tampoco los propios tratadistas y pensadores medievales dedicaron
a este sector social los mismos esfuerzos intelectuales que a la nobleza. Desde Como colofón a todos estos estudios, en 1910, Henri Pirenne tildaba de
el liberalismo hasta el comunismo, pasando por el socialismo, quisieron “democráticos” los regímenes municipales de Flandes, aunque era plenamente
hallar testimonios de lucha contra la nobleza y el feudalismo en las ciudades consciente de lo que entendía el “vulgo” flamenco por democracia en la Baja
medievales y, en particular, en sus grupos populares, a los que no dudaron en Edad Media56. Henri Pirenne sostuvo que los grupos populares, representados
calificar, avant la lettre, de fuerzas democráticas. por las cofradías de oficios, en el siglo XIII, habían protagonizado la renovación

El papel de los grupos populares en la sociedad medieval ha venido siendo


objeto de una fuerte controversia casi desde los primeros estudios en el siglo 52.  Sismondi de Sismondi, J.C.L. Histoire des républiques italiennes du Moyen Age. Treuttel et Würtz, París, 1826
(primera edición 1808-1818). Thierry, A. La formation et des progrès du tiers état. Furne et compagnie, París,
XIX hasta la actualidad. Por una parte, se hallaban aquellos que defendían que 1853. Perrens, F.T. La démocratie en France au Moyen Age. Librairie académique Didier et Cie., París, 1875: 14-16.
los conflictos generados por estos grupos se inscribían en la lucha de clases Monnet, P. “L’imaginaire moderne de la société médiévale (XIXe-XXe siècles)”, Die Deutung der mitteralterlichen
Gesellschaft in der Moderne. Vandenhoeck and Ruprecht, Göttingen, 2006: 10-11.
y, de otra, aquellos que los subordinaban a las fuerzas feudales y les restaban
una voz propia. Así, el siglo XIX vio en el común de las ciudades medievales 53.  Salvemini, G. Magnati e popolani in Firenze dal 1280 al 1295. Istituto di studi superiori pratici e di per-
fezionamiento di Firenze, Florencia, 1899. Viollet, P. Les communes françaises au Moyen Âge. Klincksieck, París,
el nacimiento de la democracia moderna o de la burguesía y, por lo tanto, 1900. Luchaire, J. Les démocraties italiennes. Paris, 1915. Rubin Blanshei, S. Politics and justice in Late Medieval
alabaron los logros alcanzados. El primero que indicó esta relación fue Sismondi Bologna. Brill, Leiden, 2010.

a principios de siglo XIX, al que siguieron Agustin Thierry, con su estudio sobre 54.  Rodolico, N. Il popolo minuto. Note di storia fiorentina. Erudist, Florencia, 1968. (Primera edición de 1899).
La democrazia fiorentina nel suo tramonto (1378-1382). Zanichelki, Bolonia, 1905

55.  Danvila, M. Historia crítica y documentada de las Comunidades de Castilla. Viuda e hijos de M. Tello,
Madrid, 1897.
51.  Guignet, Ph. (Dir.) Le peuple des villes dans l’Europe du Nord-Ouest (fin du Moyen Àge-1945). Centre de
Recherche sur l’histoire de l’Europe du Nord-Ouest, Lille, 2002 (vol. 1) y 2003 (vol. 2). 56.  Pirenne, H. La democracia urbana: una vieja historia. Capitán Swing, Madrid, 2009: 225.

32 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 33
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

del sistema político, aunque después pasaron a encarnar todo lo contrario, dirigidos por la nobleza60. Se abogaba por abandonar el análisis histórico desde
la decadencia económica y el nepotismo. De este modo, Pirenne valoraba una perspectiva dialéctica de lucha de clases entre el común y la oligarquía.
positivamente el papel de las cofradías de oficios del 1300, pero tenía una Se trataba de un debate historiográfico surgido como reacción a las escuelas
visión muy negativa del periodo de finales del siglo XV y consideraba las marxista y económico-jurídica. En Italia, el cuestionamiento del conflicto social
revueltas populares como un desperdicio de hombres, dinero y esfuerzos, que entre los popolani y los magnati promovió, además, un debate en torno a
acabaron en una batalla perdida57. Estas posturas de Pirenne fueron continuadas cómo explicar la legislación ‘antimagnaticia’ de las ciudades italianas, que
por sus discípulos (Hans van Werveke, Guillaume Des Marez) y tuvieron había publicado Gina Fasoli, en ese contexto61. En estos años, en España, el
una gran influencia en la obra de Johan Huizinga58. Además, los trabajos de estudio del papel de los grupos populares estuvo vinculado a las revueltas de
Pirenne, que ponían el acento en la burguesía flamenca, incidieron en las obras las comunidades de 1520/21. Manuel Azaña subrayó el carácter urbano de la
posteriores, según las cuales a la Edad Feudal le sucedía la Edad Comunal revuelta de las comunidades, que interpretaba en clave de revolución burguesa,
como un anuncio de lo que sería la Modernidad. Max Weber, formado en las así como el papel que desempeñaron las clases medias en la defensa de los
técnicas mercantiles medievales, también sostuvo que el establecimiento de la ideales republicanos y las ideas democráticas en la Baja Edad Media62. Sin
democracia distinguió a la ciudad medieval de la antigua y, al igual que Pirenne, embargo, la Guerra Civil española y la dictadura franquista mediatizaron los
lo ligó a la participación de las cofradías de oficios artesanales y mercantiles en estudios históricos y acabaron con una larga tradición académica.
el gobierno urbano desde el tercer cuarto del siglo XIV, si bien mantuvo que
los antiguos linajes nunca fueron excluidos, totalmente, del poder y las nuevas Tras la Segunda Guerra Mundial, se retomó la línea de valoración de las
familias trataron de imitarlos59. comunidades urbanas. En Italia, la famosa tesis de Hans Baron sostuvo que el
humanismo cívico italiano del siglo XV perseguía un ideal republicano, que
Tras la Primera Guerra Mundial, en el periodo de entreguerras, la valoración era la base de la democracia63. De este modo, en Francia, el trabajo de Charles
positiva que se había realizado con anterioridad sobre los logros alcanzados Petit-Dutaillis sobre las comunas volvió a valorar positivamente la modernidad
por los grupos populares en las ciudades medievales fue puesta en tela de de la ciudadanía política, pues ésta evocaba sobre todo la idea, no de un
juicio. Los historiadores quedaron imbuidos por un gran escepticismo sobre gobierno libre, sino de un grupo que se constituía para gestionar los intereses
la idea de progreso y el interés por los estudios sobre las sociedades urbanas colectivos64. Esta línea historiográfica continuó durante las décadas siguientes,
fueron sustituidos por los del mundo rural. Un par de buenos ejemplos de
esta perspectiva lo constituyeron los trabajos de Nikola Ottokar, quien calificó
de “estúpidas y sinsentido” las luchas del popolo, y de Giovanni Vergottini al 60.  Ottokar, N. Il comune di Firenze alla fine del Dugento. Giulio Einaudi, Florencia, 1974 (Reed. de 1926). De
afirmar, en una obra sobre Vicenza, que los movimientos del popolo estaban Vergottini, G. Scritti di storia del diritto italiano. 3 vols. Edición de Guido Rossi. A. Giuffrè, Milán, 1977 (Reed.
de 1934).

61.  Fasoli, G. “Ricerche sulla legislazione antimagnatizia nei comuni dell’alta e media Italia”, Rivista di storia del
diritto italiano, 12, 1939: 86-133. Sobre la legislación antimagnaticia, véase Magnati e popolani nell’Italia comu-
nale. Centro italiano di studi di storia e d’arte, Pistoia, 1997. Klapisch Zuber, C. Ritorno alla politica, I magnati
fiorentini, 1340-1440. Viella, Roma, 2009.
57.  Haemers, J. “A victorious State and Defeated Rebels? Historians’ views of violence and Urban revolts in
Medieval Flanders”, Nicholas, D.; Bachrach, B.S.; Murray, J.M. (Eds.) Comparative Perspectives on History and 62.  Azaña, M. Plumas y palabras. Crítica, Madrid, 2002: 40.
Historians. Western Michigan University, Kalamazoo, 2012: 98.
63.  Baron, H. The crisis of the early Italian Renaissance: civic humanism and republican liberty in an age of classicism
58.  Werveke, H. Gand. Esquisse d’histoire sociale. Renaissance du livre, Bruselas, 1946. Sobre este tema, vid. and tyranny. Princeton University Press, Princeton, 1955. Sobre la tesis de Baron, véase Hankins, J. “The Baron’s
Boone, M. A la recherche d’une modernité civique. La société urbain des anciencs Pays-Bas au bas Moyen Age. Thesis after Forty Years, and Some Recent Studies of Leonardo Bruni”, Journal of the History of Ideas, 56 ,1995:
Université de Bruxelles, Bruxelles, 2010: 32. 309-338.

59.  Nicholas, D. “The urban typologies of Henri Pirenne and Max Weber: was there a ‘Medieval’ city? Nicholas, 64.  Petit-Dutaillis, Ch. Les Communes françaises, caractères et évolution des origines au XVIIIe  siècle. A. Michel,
D.; Bachrach, B.S.; Murray, J.M. (Eds.) Comparative Perspectives on History..., op. cit.: 75-96. París, 1947.

34 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 35
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

como es el caso de Lane, Mundy, aunque se generalizó la afirmación de que el como oligarcas 68. Igualmente, los movimientos populares, las revueltas y los
común se vio muy debilitado tras su punto álgido durante el siglo XIII65. conflictos protagonizados y liderados por el común fueron minusvalorados.
A finales de los años setenta, Charles Tilly desdeñó las revueltas populares
En el ámbito historiográfico español, hasta mediados de los años sesenta, la medievales, a las que calificó de locales, descoordinadas y comunitarias, frente
historiografía obvió el papel del común en el medio urbano medieval, excepto a las contemporáneas que consideraba asociativas69.
en aquellos trabajos centrados en la revuelta de las comunidades de 1520-2166.
En estos años se publicaron importantes trabajos como los de José Antonio Esta postura negativa fue contestada o matizada por parte de varios historiadores
Maravall, que definió las demandas del común como una corriente democrática como H.G. Richardson, Daniel Waley, Lauro Martines, John Koenig, Georgio
de la Edad Media, o Joseph Pérez, para quien la guerra de las comunidades Gracco, John Hyde, Agustine Thompson, John Najemy y Robert Putnam, para
había sido un conflicto entre el común y las oligarquías urbanas. También hay quienes el común había sido un grupo o una coalición de grupos, situado entre
que llamar la atención sobre los pioneros trabajos que Luis García Valdeavellano las masas de indigentes y las oligarquías, con unos objetivos y un discurso
dedicó a los burgueses de la España medieval, grupo al que definía como concretos, que habían alcanzado notables logros políticos, uno de los más
ciudadanos que se encuadraban en el conjunto del estado no privilegiado67. importantes consistía en la propia percepción de la elite y en la contestación
Los años ochenta y parte de los noventa estuvieron dominados por los estudios de su poder70. Agustine Thompson, por ejemplo, criticó que la tesis de Philip
sobre la nobleza urbana y, aunque algunos incluían al común, éste siempre Jones no tuviera en cuenta la vertiente religiosa del común italiano, a pesar
aparecía de una manera subsidiaria. de haber desarrollado una fuerte identidad religiosa para justificar las políticas
de independencia tanto respecto al Papado durante los primeros tiempos de
A partir de los años setenta, varios historiadores rompieron con la tesis de Hans la Liga Lombarda, como tras las propias guerras con los emperadores, que se
Baron y se recuperó la visión negativa y oligárquica del popolo de Ottokar materializó en la sacralización de las formas de gobierno comunales, del tiempo,
de la mano de Sergio Bertelli y Jacques Heers, para quienes el fenómeno del del espacio urbano y en el uso de diferentes formas religiosas de organización,
común fue temporal y su legado perecedero, enfoque que se transmitió a la como el culto a los santos patronos71. Igualmente, John Koenig prestó atención
historiografía anglosajona, encabezada por Philip Jones, para quien los logros
del común fueron muy limitados y no superaron el estadio de las facciones, de
hecho sostuvo que tanto el común como los déspotas gobernaron las ciudades 68.  Bertelli, S. Il potere oligarchico nello stato-città medievale. La Nuova Italia, Florencia, 1978. Heers, Jc. Los
partidos y la vida política en el Occidente medieval. Tekné, Buenos Aires, 1986. Jones, Ph. “Communes and despots:
the City State in Late Medieval Italy”, Transactions of the Royal Historical Society, 5th series, 15, 1965: 71-96. Jones,
Ph. J. Italian city-state from commune to signoria. Clarendon Press, Oxford, 1997. La tesis de Philip Jones ha sido
recientemente revalidada por un grupo de sus discípulos, véase Law, J.E.; Paton, B. (Eds.) Communes and despots
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mera edición de 1969.
University, Pennsylvania, 2005.

36 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 37
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

a la diferente concepción que los popolari tenían de la comuna respecto de los sociales75. No obstante, resulta muy difícil discernir en las acciones particulares,
milites. Mientras los primeros defendían la idea de la participación ciudadana entre actos políticos y vendettas personales76.
y el sentido público, los segundos sólo actuaban para defender sus intereses
y los de sus familias72. La defensa de los logros del común coincidía con la Siguiendo esta larga línea de reflexiones sobre los grupos populares italianos
postura del destacado historiador del pensamiento político Quentin Skinner se hallan los trabajos de Hagen Keller, quien presentó al común no como una
que localizaba el origen del republicanismo en las comunas medievales73. invención repentina del siglo XII, sino como parte del desarrollo del ideal de
la ‘concordia’. La Edad Comunal no se conquistó por medio de las acciones
Sin embargo, la tesis que sostenía la importancia de los valores republicanos violentas, sino que fue el resultado de un desarrollo institucional progresivo del
que encarnaba el común fue atacada por Brucker, quien acusó de idealizarlos común. Keller negaba que la expansión comunal pudiera interpretarse como
y obviar la dimensión coercitiva y autoritaria, el patronazgo, la participación un anticipo del Estado moderno y, asimismo, sugirió la idea de la existencia de
en las facciones y la violencia generada por el común74. El hecho de que las un único común, integrado por la nobleza y el popolo, si bien no quiso situarse
comunas italianas hubieran evolucionado hacia las ciudades-estado, controladas entre los historiadores revisionistas de los logros del común77. En los últimos
por una oligarquía, o incluso hacia la forma de signoria, echaban por tierra el años, varios investigadores han introducido nuevas perspectivas del complejo
optimismo. El concepto de facción, de bandería, es decir de un grupo integrado papel de las facciones, la violencia, el conflicto social y el popolo en las ciudades
por un patrón y unos clientes, unidos por la relación compartida, insistía en italianas de la época comunal, como puede seguirse en los trabajos de Elisabeth
la existencia de un orden subyacente y, por lo tanto, en una disminución de Crouzet-Pavan, Jean-Claude Maire-Vigueur, François Menant, Patrick Boucheron,
la importancia y la independencia del común respecto de la oligarquía. En Patrick Gilli, Fabrizio Ricciardelli, Alma Poloni, entre otros78.
este debate Andrea Zorzi ha sostenido que el común contestó el poder de las
oligarquías, a las que se acusaba del mal gobierno y de todo tipo de injusticias,
pero lo hizo con el objetivo de negociar su admisión en el juego político de
unos pocos y excluir al resto de la población urbana. Asimismo, frente a los que
75.  Zorzi, A. “La cultura della vendetta nel conflitto politico in età comunale”, Donne, R.; Zorzi, A. (Eds.) Le storie
han hecho hincapié en el predominio de los ideales de paz entre los grupos e la memoria. In onore di Arnold Esch. Reti Medievale. Florencia, 2002: 135-170. Zorzi, A. “The popolo”, Najemy,
populares y, por el contrario, la violencia entre las oligarquías, Andrea Zorzi J.M. (Ed.) Italy in the Age of the Renaissance, 1300-1550. Oxford University Press, Oxford, 2004: 145-164. Zorzi, A.
(Ed.) Conflitti, paci e vendette nell’Italia comunale. Firenze University Press, Florencia, 2009. Zorzi, A. “Legitimation
ha señalado que la cultura de la venganza impregnaba a todos los sectores and legal sanction of vendetta in Italian cities from the twelfth to the fourteenth centuries”, Cohn, S.; Ricciardelli,
F. (Eds.) The culture of violence in Renaissance Italy. Lettere, Florencia, 2012: 27-55.

76.  Haemers, J., Braekevelt, J., Buylaert, F., Dumolyn, J. “The politics of factional conflict in late medieval Flan-
ders”, Historical Research, 85, 2012: 13-31.

77.  Keller, H. “Wahlformen und Gemeinschaftsverständnis in den italienischen Stadtkommunen (12./14. Jahrhun-
dert)”, Schneider, R.; Zimmermann, H. (dirs.) Wahlen und Wählen im Mittelalter. Thorbecke, Sigmaringen, 1990:
72.  Koenig, J. Il popolo dell’ Italia del nord nel XIII secolo. Il mulino, Bolonia, 1986.
345-374. Keller, H. Il laboratorio politico del comune medievale. Liguori editore, Nápoles, 2014.
73.  Skinner, Q. Los fundamentos del pensamiento político moderno. I El Renacimiento. Fondo de Cultura Eco-
78.  Maire Vigueur, J.C. “Il comune populare”, Società e istituzioni dell’Italia comunale: l’esempio di Perugia (secoli
nómica, México, 1985. Skinner, Q. “The Italian City Republics”, Dunn, J. (Ed.) Democracy: The Unfinished Journey
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508 DC to AD 1993. Oxford University Press, Oxford, 1992: 57-69.
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74.  Brucker, G. A. Florentine Politics and Society, 1343-1378. Princeton University Press, Princeton, 1962. Brucker, Enjeux historiographiques, méthodologie, bibliographie commentée. Armand Colin, París, 2004. Boucheron, P. Les
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38 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 39
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

Igualmente, algunos medievalistas españoles inscriben al común dentro de los nobleza en los siglos XIV y XV82. Precisamente, Joel Serrâo llamó la atención
parámetros feudales y oligárquicos, por lo que han criticado aquellos enfoques sobre el carácter social de las revueltas en las ciudades portuguesas de los años
del común en lo que califican de parámetros acordes a las revoluciones 1383 y 1385, siendo la primera protagonizada por las “massas trabalhadoras”
burguesas79. Sus propuestas enfatizan el papel de las facciones y el patronazgo, y la segunda por la “burguesía”83. Sin embargo, unos años después, Ana Maria
al mismo tiempo que minimizan las luchas sociales entre dos grupos sociales, Rodrigues afirmó que los grupos populares sólo habían tenido un papel
así como los resultados del común. Por ejemplo, José I. Jara ha señalado que mínimo en la vida política urbana, aunque reconoció que los artesanos, tras las
la construcción de la identidad de la comunidad estaba basada en los vínculos revueltas de los años 1383 a 1385, pudieron entrar a supervisar las decisiones
de interés que mantenía con los “dominantes” y, por lo tanto, estaba edificada de los gobiernos locales, un siglo más tarde ya habían sido eliminados y el
desde arriba, lo que hubo de limitar los logros y la independencia del común80. único medio de participación se basaba en el clientelismo84.
María Asenjo González, por su parte, ha reconocido la aportación propia del
común a la vida política de las ciudades medievales castellanas, consistente en La Caída del Muro de Berlín tuvo sus consecuencias para los estudios sobre
una política urbana de los acuerdos y los pactos, como recursos de pacificación la sociedad urbana medieval. Por una parte, en los años noventa, la historia
urbana y equilibrio del poder, si bien, como ya hemos expuesto más arriba, el social se renovó gracias a las influencias de la historia cultural y la antropología
modelo consensual desmedra el conflicto y matiza el enfrentamiento entre los del ‘otro’, lo que hizo que la atención se desplazara del estudio de las élites al
dos grandes sectores sociales, la oligarquía y el común. Así, por ejemplo, se ha de los marginados, de los estados hacia los grupos y del cierre de clases a la
sostenido que las denuncias de mal gobierno de los regidores y las demandas movilidad85. Es lo que se llamó la “historia desde abajo”, en lo que también se
de participación política del común a finales del siglo XV no respondían a los denomina formalmente “historia cultural de lo social”, que concibe el término
enfrentamientos entre común y regidores, sino que perseguían la corrección de cultura en el sentido más amplio, incorporando las mentalidades86. Así, se viene
la mala gestión de lo público y la corrupción, que provenía del faccionalismo y afirmando que los fundamentos de las relaciones sociales medievales fueron
la burocratización del sistema81. tanto comunitarias como feudales, y cada vez se enfatiza más en la importancia
de los discursos, las identidades colectivas, así como las estructuras de acción
En Portugal se ha desarrollado el debate, aunque en menor medida, sobre la colectiva, como cofradías de oficios y religiosas, hermandades, organizaciones
importancia histórica del povo. José Mattoso y Armindo Sousa defendieron que económicas de mercaderes, artesanos, etc.87 En la revalorización historiográfica
en la gran categoría del povo se produjeron las más profundas transformaciones de los grupos populares tuvo un gran papel el congreso que se organizó en
sociales, un grupo que desarrolló una fuerte identidad frente al clero y la

82.  Mattoso, J.; Sousa, A. História de Portugal. A monarquia feudal (1096-1480). Estampa, Lisboa, 1993:
391-481.
79.  Asenjo González, Mª. “Ambición política y discurso. El ‘común’ en Segovia y Valladolid (1480-1520)”, Oliva
Herrer, H.R. ; Challet, V. ; Dumolyn, J. ; Carmona Ruiz, A. (Eds.) La comunidad medieval como esfera pública. 83.  Serrâo, J. O caracter social da revoluçâo de 1383. Livros horizonte, Lisboa, 1981.
Universidad de Sevilla, Sevilla, 2014: 73.
84.  Rodrigues, A.M. “La lutte pour la prise et la conservation du pouvoir dans les villes portugaises à la fin du
80.  Jara Fuente, J.A. “Sobre el concejo cerrado. Asamblearismo y participación política en las ciudades caste- Moyen Age”, Menjot, D.; Pinol, J.C. (coord.) Enjeux et expressions de la politique municipal (XIIe-XXe siècles).
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política urbana: una reflexión sobre las políticas comunitarias y las identidades comunitarias en la Castilla urbana
85.  Brand, H.; Monnet, P.; Staub, M. (Eds.) Memoria, communitas, civitas. Mémoire et conscience urbaines en
del siglo XV”, Id. (coord.) Ante su identidad. La ciudad hispánica en la Baja Edad Media. Ediciones de la Uni-
Occident à la fin du Moyen Age. Thorbecke, Ostfildern, 2003.
versidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, 2013: 93-115.
86.  Chartier, R. “De la historia social de la cultura a la historia cultural de lo social”, Historia Social, 17, 1993:
81.  Asenjo González, Mª. “El pueblo urbano: El Común”, Medievalismo, 13-14, 2004: 181-194. Asenjo González,
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Mª. “La concordia y el ‘bien común’ en los pactos y acuerdos de la vida política de las ciudades castellanas en
la Baja Edad Media”, Nieto Soria, J.M.; Villarroel González, O. (Coord.) Pacto y consenso en la cultura política 87.  Boone, M. “Cities in Late Medieval Europe: the promise and the curse of Modernity”, Urban history, 39/2,
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40 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 41
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

1999 en la Universidad de Montréal de la mano de P. Boglioni, R. Delort y C. En efecto, el común medieval desarrolló una intensa actividad social y política,
Gauvard, que iba ciertamente contra corriente en aquellos años, cuando estaba apoyada en programas de acción de gobierno, en la mayor parte de los casos
de moda el estudio de las oligarquías y los linajes urbanos, temas muy influidos de carácter no violento, para elevar su voz hasta los órganos de decisión de los
por la antropología88. En la publicación resultante, se analizó la manera en que centros urbanos medievales de Europa, tal como han sostenido en los últimos
eran percibidos los grupos populares, la terminología, las jerarquías internas, años, con diversos matices, historiadores europeos -John Watts, Mario Ascheri,
los oficios, así como los comportamientos y los valores, si bien se dejaba a un Gudrun Gleba, Samuel K. Cohn, W.M. Ormrod, Marc Boone, Jan Dumolyn,
lado el tema de las revueltas populares. Christoph Dartmann, Jelle Haemers, Christian Liddy, Vincent Challet o Patrick
Lantschner, entre otros muchos91- y españoles -Mª Isabel del Val Valdivieso,
Por otra parte, los diversos estudios sociales de los últimos años han venido a José Mª Monsalvo Antón, Máximo Diago Hernando, Ernesto García Fernández,
cuestionar el modelo interpretativo de Jürgen Habermas sobre el surgimiento Rafael H. Oliva Herrer; Juan A. Barrio Barrio o Jesús A. Solórzano Telechea,
de la esfera pública burguesa en el siglo XVIII, la relación entre sociedad civil
y Estado y el nacimiento de la democracia, en la línea de la crítica de los
historiadores sociales que han demostrado su incoherencia89. En el esquema
de Habermas el pueblo era una entidad muda y manipulable, pero los diversos
Die Gemeinde als alternatives Ordnungsmodell. Zur sozialen und politischen Differenzierung des Gemeindebegriffs in
estudios sobre la Baja Edad Media han demostrado la preocupación de los den innerstädtischen Auseinandersetzungen des 14. und 15. Jahrhunderts. Böhlau, Colonia / Viena, 1989.
gobernantes por conocer la opinión de los grupos populares y su capacidad 91.  La bibliografía es muy amplia, por lo que señalamos sólo algunos títulos: Vauchez, A. “Le peuple au Moyen
para hacer oír su voz. Precisamente, estos temas fueron resaltados por el equipo Âge: du populus Christianus aux classes dangereuses”, Odense University Studies in History and Social Sciences, 100,
1986: 9-18. Rosenthal, J.; Richmond, C. (eds.) People, Politics and Community in the later Middle Ages. Sutton Pub-
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social contra los dirigentes urbanos tuvieron su propia lógica, ya que a esos Magdeburg, München, Lübeck, Koln/Wien 1989. Ormrod, M. Political life in Late Medieval England, 1300-1450.
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movimientos le siguieron normas específicas y conceptos moderadores que Power and Identity in the Middle Ages. Oxford, 2007: 242-60. Watts, J. The making of politics : Europe, 1300-1500.
tuvieron consecuencias en el proceso de construcción de los Estados. Los Cambridge University Press, Cambridge, 2009. Cohn, S.K. Lust for Liberty: the Politics of Social Revolt in Medieval
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del municipalismo e del repubblicanesimo. Il Mulino, Bolonia, 2006. Mairey, A. “Qu’est-ce que le peuple? Quelques
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Flanders. Towards an analytical framework», Gamberini, A.; Genet, J.Ph.; Zorzi, A. (Eds.) The Languages of Political
88.  Boglioni, P.; Delort, R.; Gauvard, C. Le petit peuple dans l’Occident médiéval. Terminologies, perceptions, society. Viella, Roma, 2011: 69-96. Dartmann, C. Politische Interaktion in der italienischen Stadtkommune (11.-14. Ja-
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42 LOS GRUPOS POPULARES EN LA CIUDAD MEDIEVAL EUROPEA JESÚS ÁNGEL SOLÓRZANO TELECHEA, BEATRIZ ARÍZAGA BOLUMBURU, JELLE HAEMERS (Eds.) 43
JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

entre otros92-, quienes han analizado en sus estudios la fuerte politización se nombraba a los emperadores, papas, obispos y abades en muchas partes
del común en los siglos bajomedievales, gracias a lo cual tuvieron éxito sus de Europa. Las elecciones eran la expresión de un consenso de la colectividad
esfuerzos para levantar los cimientos del edificio social y legal sobre el que se urbana para que uno de sus miembros los representara durante un tiempo
sostuvo el equilibrio entre los intereses privados y el bien común. dado y esto implicaba que las personas de origen no noble pudieran tener
acceso a las más altas magistraturas urbanas93.
Con relación a esto, en varios estudios, se ha demostrado que el amplio sector
social de los grupos populares no fue una mera construcción de los medievalistas, Con todo lo expresado hasta aquí, aún huelga decir que no podemos reducir
sino que constituyó un grupo social real, un “estado social” o un “grupo de a los grupos populares a una dialéctica entre privilegiados y no privilegiados,
estatus” erigido sobre la base de su identidad de pecheros, que enarboló un entre común y oligarquía. Pensamos que, al mismo tiempo que hay que prestar
discurso político propio y alcanzó importantes logros sociales y políticos en el atención al debate historiográfico, también es necesario realizar un análisis
periodo bajomedieval. Desde esta perspectiva, una de las características que integrado de la sociedad medieval en todos sus aspectos (demográficos,
convierten al común en un elemento importante de la historia social en la Edad económicos, políticos y culturales...), al objeto de poder elaborar una imagen
Media es que fue una formación social que se dotó de un enorme peso político significativa de la misma. En este sentido, esta obra pretende ofrecer una nueva
y económico, al mismo tiempo que cuestionó el orden social y político de su perspectiva integradora de los estudios sociales.
época. Un común cuya capacidad de actuación autónoma ha sido durante
mucho tiempo obviada y ha aparecido, en los diversos estudios, como sumisa En suma, el papel de los grupos populares en las ciudades medievales europeas
y dependiente de la voluntad del grupo dominante y las estructuras feudales. sigue siendo un debate historiográfico vivo, debido a su enorme complejidad, sus
Sin embargo, la voz reivindicativa de los grupos populares se escuchó en todos contradicciones y a la diversidad de análisis especializados que ha generado.
los centros urbanos de la Europa medieval, aunque con diversas cronologías.
Por ejemplo, en muchas ciudades y villas el caballo de batalla giró en torno 3. UNA PERSPECTIVA INTEGRADORA SOBRE LOS
a las elecciones de los representantes concejiles. Sin duda, la elección de los GRUPOS POPULARES MEDIEVALES
magistrados no era un método desconocido por la sociedad medieval, pues así
Sobre estas bases, los trabajos que aquí se editan han abordado de una manera
consciente en todo o en parte las reflexiones que acabamos de exponer. La
92.  La bibliografía es muy extensa y, como en la nota anterior, sólo señalamos algunos títulos significativos. Val
Valdivieso, M. I. “Oligarquía versus común (Consecuencias sociopolíticas del triunfo del regimiento en las ciuda-
des castellanas)”, Medievalismo nº 4, 1994: 41-49. Val Valdivieso, Mª.I. “Aspiraciones y actitudes socio–políticas.
Una aproximación a la sociedad urbana de la Castilla bajomedieval”, Bonachía Hernando J.A. (Ed.) La ciudad 93.  Sobre los sistemas electorales, véase: Najemy, J.M. Corporatism and Consensus in Florentine Electoral Po-
medieval. Universidad de Valladolid, Valladolid, 1996: 213–254. Monsalvo Antón, J.Mª. “La participación política litics, 1280-1400. University of North Carolina Press, Chapel Hill, 1982. Schneider, R.; Zimmermann, H. (dirs.)
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JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

presente monografía quiere aportar algunas respuestas a los interrogantes que pública en un espacio urbano (Alcántara) y su entorno rural a finales de la Edad
se han venido haciendo los medievalistas sobre los grupos populares, pero Media y sostiene que las élites urbanas manipulaban en su beneficio la opinión
también es necesario prestar atención a su definición, la terminología medieval, del común mediante el uso del rumor.
cómo se veían y eran vistos, su composición, sus actividades económicas,
cómo organizaban el espacio urbano, cuáles fueron los grupos sociales que El tercer elemento que definía a los grupos populares era la existencia de una
contribuyeron a formar su identidad, cuáles eran sus aspiraciones, cuáles fueron movilidad social y geográfica. Oriol Murall Debasa expone que en el territorio
los logros y las contribuciones del común a los regímenes político medievales, de la diócesis de Barcelona en el siglo XIV había una gran movilidad social
qué normas de comportamiento tenían, cuáles eran sus valores, cómo estaban al amparo de la catedral y de las posibilidades de promoción personal que
representados en las instituciones, cómo influían en las decisiones políticas, abría su oferta educativa. Junto con la movilidad social, los grupos populares
cuáles eran sus reivindicaciones políticas, entre otras muchas cuestiones. se movían en busca de mejores trabajos. Así lo constata Elodie Capet para la
ciudad de Perpiñán en la Baja Edad Media al calor de la expansión mercantil
La primera parte de esta monografía, caracterización de los grupos populares: de Barcelona y al desarrollo de la industria textil, que atrajo a inmigrantes
denominaciones, actividades urbanas y movilidad, tiene por objetivo responder provenientes de toda Europa, desde simples peones hasta mercaderes, pasando
a varios de los temas que acabamos de mencionar. El primer elemento que por artesanos que querían participar del desarrollo económico de la ciudad.
mejor caracterizaba a los integrantes de los grupos populares se refería a sus
actividades urbanas. Ricardo Córdoba de la Llave se encarga de estudiar las La segunda parte del libro, que lleva por título El común y los poderes urbanos:
actividades del sector productivo, realizadas por los grupos populares en el participación política, ideología y reivindicaciones, está dedicada al análisis
ámbito de las ciudades castellanas, y aborda las cuestiones relacionadas con de las relaciones entre los grupos populares y el poder político. El común
la organización topográfica e institucional del trabajo, así como la cualificación como mejor se definía era en sus reivindicaciones frente a la nobleza urbana,
técnica de los artesanos. El segundo de los trabajos, a cargo de María Paola estructurada en bandos y linajes que ostentaban los cargos concejiles. Esto no
Zanaboni, tiene también por objeto el análisis del mundo laboral en las ciudades quería decir que el común no participara en algunas facciones nobiliarias, pero
italianas y, en especial, las características de un sector poco conocido, como era ello no era óbice para valorar al común como algo distinto e, incluso, como
el del “trabajo en negro”, que escapaba al control de las cofradías de oficios. una alternativa política. En primer lugar, Hipólito Rafael Oliva afirma que los
El tercero de los trabajos nos acerca a los grupos populares de las ciudades conceptos de común o comunidad no eran categorías socio-económicas, sino
medievales portuguesas y su impacto en la organización de espacio urbano de políticas y analiza su grado de consolidación como sujeto político en torno
la mano de Arnaldo Sousa Melo y María do Carmo Ribero. Tras ellos, James a 1520. En segundo lugar, Máximo Diago Hernando estudia el papel que la
Davis examina la ideología del bien común, que aparece en la normativa sobre institución del Común de pecheros tuvo en los conflictos políticos planteados
actividades mercantiles, y hasta dónde es posible entender la manera en que en las ciudades castellanas en las dos primeras décadas del siglo XVI, que se
tales referencias fueron percibidas e interpretadas por los vecinos de las ciudades relaciona con la revuelta comunera de 1520. Le sigue el estudio de Jesús A.
medievales de Inglaterra. José Antonio Llibrer Escrig analiza la importancia de Solórzano Telechea sobre la evolución de la participación del común en los
los emprendedores del sector textil de un grupo de pequeñas ciudades al sur gobiernos urbanos del norte peninsular, así como el desarrollo de su ideología
de Valencia y cómo se hicieron con los cargos de responsabilidad concejil al política y sus reclamaciones de carácter político contra las oligarquías urbanas,
objeto de consolidar sus negocios y afirmar su influencia en la comunidad. que acabó en una aceptación de buena parte de sus reivindicaciones con la
colaboración de la Corona, su principal baluarte, lo que puede explicarnos
Un segundo elemento en la caracterización de los grupos populares eran la que ninguna de las villas del norte de España se levantara contra la monarquía
manera en que se creaba el estado de opinión en los grupos populares. Luis durante la revuelta de las comunidades de 1520/21. Fernando Martín Pérez,
Vicente Quijada estudia un proceso de construcción y modelado de la opinión por su parte, realiza un estudio de caso, centrado en el puerto de San Vicente

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JESÚS A. SOLÓRZANO TELECHEA Y JELLE HAEMERS LOS GRUPOS POPULARES EN LAS CIUDADES DE LA EUROPA MEDIEVAL: REFLEXIONES
EN TORNO A UN CONCEPTO DE HISTORIA SOCIAL

de la Barquera, en el que analiza lo que se entiende por común, así como Por último, queremos agradecer a cuantas personas e instituciones han
las reivindicaciones políticas de este amplio sector social en esta villa del colaborado en la consecución de los X Encuentros Internacionales del Medievo
Cantábrico. Jelle Haemers se centra en el estudio de las acciones colectivas en de Nájera y de esta monografía que es la plasmación de sus resultados sobre
Flandes y el señorío de Malinas, que adoptaron formas de protesta no violentas papel: el Ayuntamiento de Nájera, alma mater de los encuentros; la Consejería
como las cartas de peticiones para impulsar el cambio de las leyes. De esta de Educación, Cultura y Turismo del Gobierno de La Rioja, la Secretaría de
manera, se nos muestra que la resistencia no violenta fue tan parte integral de Estado de Investigación, desarrollo e innovación del Ministerio de Economía y
la cultura política medieval, como también la violencia y el desorden. Vincent Competitividad, la Universidad de Cantabria, la Sociedad Española de Estudios
Challet reflexiona sobre la manera en que podemos definir los contornos de los Medievales y, muy especialmente, el Instituto de Estudios Riojanos.
populares, para lo cual propone que nos encontramos ante un grupo informal
cuyas realidades sólo pueden ser aprehendidas gracias a sus objetivos políticos.
Gisela Naegle observa la oposición existente entre las nociones de común
y linaje en las ciudades alemanas, así como los problemas de la progresiva
aristocratización de los municipios alemanes, que conllevó un alejamiento
del común y las cofradías de oficios de la vida política, que puso en peligro
la cohesión interna de los centros urbanos. Jesús de Inés Serrano analiza la
conflictividad social urbana por causas políticas en las ciudades de Hildesheim y
Palencia en perspectiva comparada y transnacional, y apunta que las estrategias
y actuaciones para pacificar el conflicto lograron sofocar los levantamientos,
pero fracasaron al no proponer una solución final satisfactoria. Los trabajos de
Beatriz Majo e Irene Castrillo arrojan luz sobre un tema muy debatido, como es
el del papel de la mujer del común en la política urbana bajomedieval y aportan
datos y reflexiones que matizan el tópico de la exclusión femenina del mundo
político. Por último, Raúl González estudia la construcción de la identidad
pechera del común en tres ciudades episcopales asturleonesas (Astorga, León
y Oviedo) y presta atención a la manera en que la lucha contra la exención
vertebró la intervención pública del “común” y ayudó a construir una identidad
específica.

Para terminar, queremos dejar constancia de que ha sido nuestro propósito el


estudio de los grupos populares como un producto social inacabado, que es
capaz de revelarnos las claves del funcionamiento de la sociedad medieval. Esta
monografía ha tratado de dar respuesta a varios interrogantes sobre el papel
de los grupos populares, muchas veces tanto despreciados por los cronistas
medievales, como infravalorados por los medievalistas contemporáneos, desde
una perspectiva comparada y transnacional entre el mundo Atlántico y el
mundo Mediterráneo en la Europa bajomedieval.

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