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IV JORNADAS DE SALUD MENTAL

“SALUD MENTAL EN LA ENCRUCIJADA ACTUAL”

III JORNADAS DE RESIDENCIA INTERDISCIPLINARIA DE SALUD MENTAL

LA PSICOLOGIA Y EL PSICODRAMA COMO HERRAMIENTAS SOCIALES.


UNA EXPERIENCIA EN SUDAFRICA

Autor
LIC. GRACIELA DE ROSAS
Psicoterapeuta
Lic. Graciela de Rosas
Psicóloga

Presidente de A.ME.P.P. (Asociación Mendocina de Psicoterapia Psicoanalítica)


Directora del centro ZERKA MORENO (Filial Mendoza)
Psicoterapeuta, psicodramatista y profesora de postgrado de AMEPP
Psicooncóloga, recibida en la Universidad del Aconcagua en el año 2002
Profesora de Psicodiagnóstico y Psicopatología
Domicilio: Tucumán 174, Godoy Cruz. Teléfax 4248166
correo electrónico: mjf@lanet.com.ar
Sudáfrica es un misterio como lo es todo África. En un poco mas de un millón
doscientos mil kilómetros cuadrados cerca de 36 millones de personas tratan de dar una
forma moderna a un país de fuertes contrastes en colores, costumbres e ideas. La “Su-
dáfrica de Mandela y De Clerk”, ambos premios nobeles de la paz, tratan de dar dignidad
a sus respectivas tribus: negros y blancos La Sudáfrica del “apartheid; aquella ley de los
años 40 que implantaba la discriminación racial por ley, ha dado paso a una Sudáfrica
que cree en la libertad, la igualdad y que todos los africanos, mas allá del color de la piel,
las creencias y las ideas, pueden considerarse hermanos.

El principio de esta historia


Fui invitada por el Comité de Verdad y Reconciliación, del gobierno del presidente
Nelson Mandela, como parte de la política de reconstrucción y desarrollo de Sudáfrica.
Este comité dirigido por Monseñor Desmond TUTU; desarrolla distintas organizaciones
destinadas a paliar y atender a las victimas de la violencia producida tras décadas de la
acción del apartheid. En esta oportunidad, mi tarea se concentro en el “Trauma Center
para las victimas de la tortura y violencia. ubicada en la ciudad de Capetown.
Mi tarea durante tres semanas consistió en trabajar con psicólogos, trabajadores
sociales y lideres comunitarios mediante técnicas psicodramaticas, sociodrama y técni-
cas de grupo, así como abordajes individuales específicos.
Esta actividad que integro abordajes terapéuticos y enseñanzas de los mismos, a
fin de que estos profesionales pudieran aplicarlo en sus comunidades, se desarrollo en
jornadas muy intensas, integrando razas y religiones, ayudando a resolver las situacio-
nes de conflicto de modo no violento, a partir del uso de técnicas grupales de las cuales
había una carencia absoluta en ese lugar.
El término cesura es usado por Freud referido al acto de nacer, al que se refiere
como IMPRESIONANTE CESURA. Dice además Bion que el ser humano, como la natu-
raleza, rechaza el vacío, tratará por lo tanto de rellenarlo encontrando algo que se ajuste
a ese espacio que le presenta su ignorancia.
En ese sentido y comparando este nacimiento con la experiencia de democracia
en Sudáfrica este proceso cobra toda su dimensión. No sólo porque es uno más de los
países del mundo que encuentra un modo de funcionamiento democrático, sino que la
cesura pasa porque es un nacimiento profundo a la identidad, sentir y dignidad de este
pueblo, sojuzgado desde todos los tiempos por todos los pueblos del mundo.
Porque es impresionante, porque el color de la piel marca críptica y míticamente, la
diferencia, y eso molesta porque muestra el disenso, lo distinto, lo nuevo. África fue el
pueblo esclavo del mundo, por ser negro. Se lo rescató en el deporte, por su sagacidad,
resistencia, potencia; en la música por su natural sentido rítmico, por su creatividad per-
manente; pero quedaron inhabilitados durante dos mil años en constituir pueblos con
iguales derechos.
Esta conquista, que parece pasar desapercibida tiene un nombre, presidente Man-
dela, Ghandi de esta época, que con corazón africano y mente inglesa, con una grandio-
sidad poco común y una paz propia de los grandes, proyecta en su pueblo la alegría de
hijos libres, iguales y fraternos, por la cual sus 27 años de cárcel dieron a luz.
Es un nacimiento doloroso, temeroso, sin defensas. Como el relleno del vacío este
sentimiento de derecho no apareció sino hasta ahora; en el que emerge con miedo, in-
seguridad, desconfianza, anhelo.
Es por esto, que la posibilidad de usar técnicas sociodramáticas y psicodramáticas
en el abordaje de pueblos sudafricanos, facilitó un medio de comunicación para atrave-
sar la cesura y producir el insight, más allá de los idiomas, las tradiciones y los códigos
tribales. El encuentro y el cambio de roles permitió ir descubriendo, UNCOVERING, co-
mo expreso textualmente una protagonista, de modo que las habilitaciones y el insight se
daba espontáneamente, sin esfuerzo y mejorando progresivamente los modos de enfren-
tar las realidades nuevas. En todos los casos, no era su preocupación, el dolor pasado,
lo perdido, las torturas, injusticias y maltratos. Llamativamente, y quizás porque nunca
supieran que era ser IGUALES, tan sólo les preocupaba el presente y el futuro... incorpo-
rar, mamar... conocer.
El advenimiento dela democracia no discriminatoria no es un hecho más en Sudá-
frica Representa el primer paso de sus habitantes por sentirse personas capaces de
ejercer sus derechos, de vivir como el resto del mundo libre, de integrarse a otras nacio-
nes que históricamente los consideraron sus esclavos. El por qué del sentimiento de
CESURA para este proceso se debió a una experiencia vivida en ese lugar entre sep-
tiembre y octubre de este año. Sudáfrica nos recibió en pleno duelo, en proceso de re-
cuperación y con cierta extrañeza. Un 50% de desocupación, dos tercios de la población
sin las mínimas necesidades cubiertas y viviendo desde hace más de 30 años en luga-
res semejantes a campos de concentración denominados TOWNSHIPS. Estas ciuda-
des-barco eran ámbitos que sus habitantes no podían abandonar, salvo para trabajar du-
rante el día (en tareas inferiores, como la limpieza de ciudades, el servicio doméstico, la
minería, lo obrajes campestres y retornar allí por las noches.
Allí vivían en un estado de pobreza y hacinamiento extremo, que recordaba a una
situación típica de animales. Era increíble el contraste entre una ciudad moderna, tipo
inglesa-holandesa con todos los avances de la modernidad y donde el inglés y el afrika-
ners imperaba como modo de comunicación y una mayoría negra, malaya, islámica,
blanca, zulú, hotentote, judía, alemana, belga, etc. constituyendo un crisol de razas e
idiomas (idiomas oficiales) que aluden a igual cantidad de costumbres, historias y tradi-
ciones diferentes.
Uno de los impactos fue la distancia. Por la distancia emocional que implica ver di-
ferencias tan grandes en todos los órdenes nos hacía pensar en otro planeta. Sin em-
bargo, casi como una paradoja, a siete horas de Buenos Aires, y casi a la misma latitud,
con paisajes similares a los mendocinos entre montañas y vegetación, nos encontramos
con una CESURA propia, un ver en la diferencia la igualdad, en el idioma el lazo de
unión y en el psicodrama todo aquello que la palabra no podía expresar. Esto que escri-
bimos hoy, a casi 2 años del hecho está aún vívido y afectivo, en un antes y después de
esta experiencia. No quedamos igual. Así como ellos nosotros también cambiamos. En
el encuentro que el psicodrama permite, la transferencia mutua permitió una cesura mu-
tua que el otro habilitaba, en una suerte de nacimientos acompañados en el afecto, el
dolor y el compartir, o al decir de Moreno, ... EL SHARING...
Durante tres semanas trabajamos con psicólogos, trabajadores sociales y líderes
comunitarios, mediante técnicas psicodramáticas, sociodrama y técnicas de grupo, así
como abordajes individuales específicos. Esta actividad que integró abordajes terapéuti-
cos y enseñanza de los mismos, apuntaba a que los profesionales pudieran aplicar las
técnicas en sus comunidades. Las jornadas fueron intensas, integraron razas y religio-
nes y ayudaron a resolver situaciones de conflicto de modo no violento a partir del uso de
técnicas grupales, de las que había una absoluta carencia. Qué contrasentido, a los lí-
deres de lo grupal, de la tribu, de la organización espontánea, y quizás justamente por
eso, se les prohibía reunirse, organizarse, resolver. Fue tan fácil el trabajo grupal, que en
realidad se implementó lo propio, se les devolvió sus propias armas, se les jerarquizó lo
que había sido desvalorizado y excluido, se les recuperó el corazón y se habilitó la men-
te. Esta fue la gran palabra sentida: HABILITACIÓN, yo blanco te habilitó en la igualdad,
y te respeto con tus diferencias, y aprendo de ellas.
En el primer grupo formado por gente joven, se vio en los psicodramas la preocu-
pación por el futuro y el presente, más que por las vivencias dolorosas del pasado. Estos
jóvenes mostraron un triste reconocimiento de su papel precoz de adultos, sustituyendo
a madres y padres (en muchos casos enfermos, muertos o depresivos) y no dejando es-
pacio para desarrollar los roles propios de su edad. Se observó en ellos una dificultad
para expresar enojos y para habilitarse en sus derechos por conseguir lo que les corres-
pondía.
En los grupos de adultos apareció la angustia frente a la invasión de otros como
refugiados, exilados, vecinos tribales que limitaban su posibilidad de tener puestos de
trabajo decentes. También manifestaron un sentimiento de marginalidad y de segrega-
ción como continuidad del apartheid, aún presente. Ellos no logran aún encontrar su
propio lugar, tienen un fuerte agobio (considerado como un no poder descansar) junto al
deseo de aprender, estudiar y de mejorar.
Por su parte las mujeres ancianas, activistas y muy progresistas, mostraron pre-
ocupación por la criminalidad en la ciudad, así como el no reconocimiento al no ser es-
cuchadas por parte de los nietos, lo que trae aparejado el natural sentimiento de inutili-
dad por parte de estos mayores.
Progresivamente se pudo trabajar con insights individuales y grupales, a fin de po-
ner en marcha nuevos modos de acompañar el paradigma democrático e igualitario.
También el trabajo con el staff del Trauma Center permitió una lectura dinámica de los
roles que esclareció su actividad y los bloqueos que dificultan su propia movilidad.
Otra de las tareas consistió en la orientación de los miembros de la Policía en los
townships, para que comprendan la integración con la comunidad presente y futura.
Contribuimos también con el trabajo del Comité de Reconciliación, explicando la necesi-
dad de ponerse en contacto con el dolor y la agresión, para evitar la negación y la no
evolución de los duelos sociales y comunitarios a fin de colaborar con las reparaciones
reales de los miembros dañados.
El trabajo fue arduo e intenso, las emociones muchas. Enseñar a enseñar a esta
gente ávida por aprender, por comprender, por transmitir, por crecer. El psicodrama
aportó una gran ayuda y permitió comenzar el proceso de comunicación. En las intensas
jornadas de ocho horas, miramos en lo inmediato lo mediato, en lo posible lo angustio-
samente difícil. Así poco a poco, como heridas sin cerrar, aparecieron los grandes te-
mas: discriminación, soledad, pobreza, depresión, miedos, inseguridad, desocupación ,
futuro. Al trabajar en situaciones concretas, donde el cuerpo se usaba y la cabeza no,
fue un gusto sentir que la psicología se desplegaba en su plenitud. Diagnósticos indivi-
duales y grupales, para comprender y establecer estrategias y abordajes adecuados fue
posible gracias al trabajo interdisciplinario de tríadas formadas por líderes comunitarios,
psicólogos y asistentes sociales .
El abordaje dinámico permitió entender y transmitir las herramientas necesarias en
una comunidad separada y dividida, donde nadie sabía como estar con el otro. Como
dato ilustrativo vale citar las cárceles destinadas anteriormente a los negros, que ahora
son ocupadas por propia decisión por los blancos, como consecuencia de la fantasía de
retaliación, constituyen casas con rejas que más que fortalezas son cárceles blancas.
Sin embargo desde l993 fueron creándose lugares comunes, es decir, zonas de integra-
ción, donde no parece existir el dolor, el pasado. Parece zona de nadie y en este espec-
tro se encuentran tímidamente los diferentes miembros de la comunidad africana.

CONCLUSIONES
Al llegar al país de regreso, el golpe de la igualdad y la libertad fue el primer impac-
to. Y también el dolor de mucho talento desperdiciado, muchos deseos de trabajar
.También estamos en un momento de fuerte reconstrucción. Y es necesario trabajar so-
lidariamente colocando los instrumentos al servicio de la población, a fin de lograr que la
Psicología no se limite a los consultorios, sino que tome las calles y pueda ser imple-
mentada.
Es por eso que el abordaje con psicodrama y sociodrama es un medio especial pa-
ra trabajar con conflictos sociales como instrumentos adecuados que le permiten una
mejor comprensión de la realidad, constituyendo un modo sencillo y sin barreras del
idioma que permite un aprendizaje rápido y efectivo por cuanto el grupo cura al grupo.
Rescato asimismo la importancia del trabajo de la interdisciplina, a fin de lograr miradas
de mayor amplitud
El psicodrama y el sociodrama, creadas por Jacobo Moreno, surge de su propues-
ta de crear una ciencia de los grupos, del trabajo en los grupos, de las causas y sus con-
secuencias en el seno de los grupos. Moreno hace incorporar a los hombres del diván,
de su asiento del estudio o de trabajo; los invita al escenario, al encuentro, es una invita-
ción a la interacción
Y como lo dice en su lema escrito a los 16 años que resume su teoría:

“Y cuando estés cerca arrancare tus ojos y los colocaré en el lugar de los míos
y tu arrancarás mis ojos y los colocarás en el lugar de los tuyos
entonces te miraré con tus ojos y tu me mirarás con los míos
Así hasta la cosa común sirve al silencio y nuestro encuentro
es la meta sin cadenas;
el lugar indeterminado, en un momento indeterminado,
la palabra indeterminada al hombre indeterminado”
BIBLIOGRAFÍA

Moreno, Jacobo “PSICODRAMA”


Moreno, Jacobo “ PSICOTERAPIA DE GRUPO Y PSICODRAMA”
Pundik, Juan “ MORENO”
Wenk, Cesar “RAICES DEL PSICODRAMA”
Zuretti, Mónica “ EL HOMBRE EN LOS GRUPOS”

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