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Mejorando la salud cardiovascular.

En las últimas décadas, se ha documentado a través de varias evidencias científicas una


infinidad de beneficios físicos, psíquicos y sociales del ejercicio físico sobre la salud
humana, particularmente en toda aquella población que padece enfermedades crónicas no
transmisibles como, la obesidad, hipertensión arterial, dislipemia, diabetes, cardiopatía
isquémica, etc. Todos estos avances, invitan a pensar y a considerar al ejercicio físico como
una de las principales herramientas para el tratamiento de muchas patologías
cardiovasculares (prevención secundaria) y/o personas con factores de riesgo
cardiovascular (prevención primaria).
Para enfocar y dar un claro ejemplo de cómo el ejercicio físico actúa sobre patologías
producidas el corazón o en el sistema cardiovascular, abordaré la patología conocida como
cardiopatía isquémica (enfermedad coronaria), o últimamente conocida como disfunción
endotelial.
Es en este contexto entonces, en donde un amplio y completo tratamiento debiera ser aquel
que pudiera integrar todas las piezas de esta compleja enfermedad, aquel que en forma
estructurada y sistemática utilizará todas las herramientas terapéuticas tradicionales
conocidas, más aquellas que permitan tratar no solo las lesiones severas, sino todas las
lesiones existentes y aquellos factores de riesgo que potencialmente día a día se constituyen
en un conjunto de agentes nocivos que dañan, al endotelio vascular vulnerable, iniciando
una cadena de eventos, que de no efectuarse los cambios necesarios, pueden llevar a la
muerte o a la pérdida de la calidad de vida de quien padece esta enfermedad.
Ese tratamiento integral es la rehabilitación cardiovascular que, como tratamiento
integrador y multifactorial, no tiene por función reemplazar a los otros tratamientos
convencionales, sino que, por el contrario, optimiza sus resultados y permite integrar el
cuidado de prevención secundaria abarcando todos los aspectos físicos, psíquicos y sociales
que afectan al paciente portador de una enfermedad coronaria.
La rehabilitación cardiovascular se define como una práctica cardiológica terapéutica que
tiene por objeto llevar a los pacientes cardiovasculares al mejor estado posible en su
condición física, psíquica y social – vocacional, ayudando a los pacientes a recuperar y/o
mantener una vida plena y activa, constituyéndose en personas útiles para sí mismos y para
la sociedad toda. (1) (Leon, 2005)
Dicha práctica terapéutica utiliza para lograr sus objetivos, tres herramientas
fundamentales, ellas son: la educación sanitaria, la actividad física programada y el control
cardiológico. (2) (Balady, 2000)
Centrándose en uno de las tres herramientas “actividad física programada”. El ejercicio
físico para la salud, puede ser caracterizado como un conjunto de movimientos voluntarios,
programados, sistematizados e intencionalizados en busca de adaptaciones biológicas tanto
agudas como crónicas: descenso de la presión arterial, colesterol total, LDL, glucemia,
tejido graso, entre otras. Estos beneficios, solamente podrán ser obtenidos a través de una
correcta programación, periodización y planificación del ejercicio.
En individuos saludables, el ejercicio físico es un estímulo capaz de mejorar la función del
endotelio sano, siendo por ello una estrategia de gran relevancia en medicina preventiva.
Por otro lado, en pacientes con riesgo cardiovascular incrementado o patología cardiaca
crónica, las estrategias farmacológicas actuales de tratamiento sólo corrigen ligeramente la
disfunción endotelial, mientras que el entrenamiento sistemático con ejercicio físico
restituye de forma efectiva gran parte de la función endotelial.
Este efecto del ejercicio se relacionaría con el estímulo metabólico y mecánico que provoca
el propio esfuerzo físico y que conduce a una mayor producción y/o biodisponibilidad de
óxido nítrico, el principal factor vasodilatador dependiente del endotelio.
Sin embargo, debido a la gran variabilidad en la duración e intensidad de los protocolos
experimentales, así como en las propias modalidades de ejercicio investigado (ejercicios
aeróbicos continuos o discontinuos o ejercicios de fuerza) existe una gran cantidad de
evidencias científicas que precisan ser analizadas.

Palabras claves: Ejercicio físico, endotelio, salud, rehabilitación cardiovascular


Bibliografía: A. Gómez. (2014) Corazón, ejercicio y prevención... tres palabras que dicen
mucho más.
J. Heridia. (2013) función endotelial y ejercicio físico.
1) Leon A., MD, MS, Chair; Franklin B., PhD; Costa F., MD; Cardiac Rehabilitation and
Secondary Prevention of Coronary Heart Disease. Circulation. 2005;111:369-376
2) Balady G., MD (chair); Ades P., MD; Comoss P., RN; Core Components of Cardiac
Rehabilitation/Secondary Prevention Programs. Circulation. 2000;102:1069-1073.

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