La nueva versión de las escalas Weschler, vigente de finales de 2015, se adapta a
nuevos modelos de inteligencia, a la vez que aportan nuevos baremos. Como en ediciones anteriores, nos aportan una visión sobre poblaciones especiales y cómo responden éstas a la prueba. Entre ella, está la población de alumnado con altas capacidades intelectuales.
Siguiendo el modelo de Batlle y Castelló (1998), que es el adoptado por la Consejería
de Educación de la Junta de Andalucía; debemos de valorar razonamiento lógico, razonamiento verbal, razonamiento matemático, aptitud espacial, gestión perceptual, gestión de memoria y Creatividad. Para que exista un talento simple, al menos unas de éstas áreas valoradas debe presentar valores percentuales iguales o superiores a 95.
A través de WISC-V, podemos valorar las seis primeras áreas anteriormente
mencionadas, a través de los siguientes índices y/o pruebas:
RAZONAMIENTO VERBAL ICV (Principal)
RAZONAMIENTO LÓGICO IRF (Principal) RAZONAMIENTO MATEMÁTICO IRC (Secundario) APTITUD ESPACIAL IVE (Principal) GESTIÓN DE MEMORIA IMT (Principal) e IMA (Secundario) GESTIÓN PERCEPTUAL Subprueba CUBOS (Principal)
Recordar que la Comisión Internacional de Test (ITC) perteneciente al Consejo
General de Psicología de España, determina las directrices para el uso de los Tests (https://www.cop.es/index.php?page=directrices-internacionales). En sus puntos 2.5, 2.6 y 2.7 hacen referencia a “Aplicar los tests adecuadamente”, “Puntuar y analizar los resultados de los tests con precisión” e “Interpretar los resultados adecuadamente”; respectivamente.
Entre las directrices, y acorde al caso de mi hijo, se destaca que:
2.6.6. Asegurarse de que no se sacan conclusiones erróneas debido a la
utilización de baremos desfasados, o inadecuados para las personas evaluadas (la versión IV de la prueba WISC es del año 1995, existiendo desde 2015 una nueva versión y de ahí la importancia de su uso en pro no que no ocurra efecto Flynn).
2.6.7. Calcular las puntuaciones compuestas cuando proceda, utilizando las
fórmulas y ecuaciones propuestas en el manual del test.
2.7.2. Tener una buena comprensión profesional de las escalas utilizadas, de
las normas y baremos, así como de las limitaciones de las puntuaciones.
Igualmente, y siguiendo las recomendaciones de la Consejería de Educación,
utilizaremos pruebas de contraste; es decir, la alta capacidad intelectual no puede ser medida a través de un solo instrumento de valoración. A tener en cuenta también, los correlatos familiares, escolares, trabajos del alumno/a, etc.