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Detectives de infieles: las 5 claves

que delatan a los que engañan


Volverse hermético con el celular y tener de manera repentina reuniones laborares
fuera de horario pueden ser signos de una aventura. Un especialista analizó al detalle
el mundo de la investigación sobre las relaciones amorosas
Por Joaquín Cavanna
24 de septiembre de 2016

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Los detectives privados realizan un arduo trabajo de investigación sobre el supuesto


infiel (Istock)

La dinámica de las relaciones amorosas mutó a lo largo del tiempo. Con el pasar
de las décadas, las parejas reflejaron cambios en los roles, las expectativas de sus
protagonistas, los tiempos de duración del vínculo y, por supuesto, las licencias y
"nuevas búsquedas" de satisfacción. Así, la infidelidad – o al menos la reconocida –
comenzó a ganar cada vez más terreno hasta convertirse en un factor practicamente
cotidiano en la sociedad.
Castigado y "prohibido" entre la gran mayoría de historias de amor, el engaño
aparece como uno de los primeros factores considerados "imperdonable" por
cualquier individuo, pero también "inevitable" para muchos de ellos. Así, el temor a
sufrir una infidelidad puede llevar a una persona hasta a la contratación de un servicio
profesional. Y ahí es donde aparecen ellos, esa especie de "héroes anónimos" que
aparecen disfrazados, ocultan sus nombres verdaderos, suelen mimetizarse entre la
gente por la calle y buscan sólo la verdad de la historia: los detectives privados del
amor.
"Cerca del 85% de todos los casos que recibimos en nuestra agencia son de clientes
que sospechan de una infidelidad. Es algo que ocurre cada vez con más frecuencia y
que incluso incrementa la carga de nuestra actividad. Uno llegó a ver de todo", le
explicó a Infobae Silvio -decidió ocultar su apellido-, uno de los responsables de la
agencia de Detectives Privados Halcón.
"Nosotros no tomamos todos los caso. Se analiza el pedido del potencial cliente, se
estudian las pruebas preliminares y luego se decide si se actúa o no. Hay muchos
casos de gente que está muy enferma de celos y ante cualquier mínimo detalle
nos contacta. De todos modos, de los casos que agarramos, el 99,9% termina con la
confirmación de una infidelidad", agregó el detective.

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Una encuesta reciente de la página web RomanceSecreto.com a 1.500 argentinos


reveló que el 41% por ciento de ellos reconoció haberle sido infiel a su pareja al
menos una vez. El 82% de los encuestados aseguró que nunca perdonaría el engaño y
la mayoría de los "infieles" (un 37%) reconoció que la aventura se produjo con un
compañero del trabajo.
"Hace décadas, la mayoría de las sospechas que nos llegaban eran de mujeres que
dudaban de sus maridos. Hoy, se equilibró todo muchísimo. El tema es que todavía a
los hombres les da mucho más pudor sacar a la luz que están siendo engañados.
Por eso, en muchos casos, tratan de averiguarlo por su cuenta. La mayoría de los
hombres que vienen, dicen que piden ayuda 'para un amigo' y luego nos damos
cuenta de que son los protagonistas", agregó Silvio.
La obsesión por tener el celular siempre consigo puede ser un signo de alarma
(Istock)
Las historias de infidelidades investigadas por los detectives privados contienen a
veces un guión digno de la mejor ficción. Desde una mujer que sospechaba de su
marido por un sarpullido que le había salido a ella en sus genitales y luego se enteró
de que el hombre mantenía relaciones con animales en la granja de su propiedad,
hasta los innumerables "amantes" que tuvieron que escaparse desnudos por la calle, al
ser atrapados "in fraganti".
Incluso, los especialistas llegaron a recibir los pedidos más rebuscados para algunos
trabajos específicos: "Hay algunos clientes, muchos más de los que la gente cree, que
nos contratan para que vigilemos que sus propios amantes no los estén
'engañando'. Sienten como una especie de posesión con ellos", reconoció el experto.
Y la paranoia humana puede aún sobrepasar más límites: "También nos ha llegado a
contactar gente para que controlemos que sus propias parejas no los descubran.
Un hombre, una vez, nos pidió que hiciéramos guardia en la puerta de su casa para
cuidar que no le rayaran el auto. El problema es que el auto nunca estaba en la casa.
Al cabo de unas semanas, el tipo me reconoció que en realidad quería controlar que
su mujer no lo persiguiera cuando él se iba con su amante".
Para llevar a cabo las misiones, los especialistas cuentan con dispositivos y
herramientas de todo tipo: sobran los disfraces (operarios de la luz, el cable, el gas,
oficinistas, etc.) y también abundan los artículos de alta tecnología, como cámaras y
micrófonos ocultos.
"Es raro lo que pasa con nuestra profesión porque estamos todo el tiempo al límite
de la ilegalidad. Para hacer nuestro trabajo, posiblemente tengamos que emplear
mecanismos similares de seguimiento a los que puede realizar un potencial
secuestrador. Es importante conocer el límite".

La mayoría de los engaños suceden entre compañeros de trabajo (Istock)


Los cambios de hábito, la clave
A la hora de definir el perfil de los potenciales infieles, el detective privado lo tiene
claro: "Los cambios repentinos de hábitos representan la alarma más clara que puede
hacer sonar un infiel". Cuando el comportamiento o ciertas rutinas se alteran de golpe
y se mantienen durante un período, puede ser necesario que un integrante de la pareja
afine el foco sobre las actividades de su compañero y la estabilidad de su vínculo.
Así, Silvio elaboró cinco puntos clave que pueden ser determinantes para delatar el
comportamiento de un infiel en la pareja:
El uso del celular: Es importante tener presente cuál es el comportamiento habitual
de cada integrante de la pareja con su celular dentro de la casa. Aquel que se vuelve
un obsesivo del aparato, que lo lleva consigo hasta cuando tiene que ir al baño y que
le prohibe a su pareja incluso tocarlo para acomodarlo en algún lugar de la casa,
puede ser objeto de sospecha. "La clave está en determinar si esa persona fue siempre
así de obsesiva con su teléfono. El que no tiene nada que esconder, lleva el asunto de
una manera mucho más relajada".
La ropa interior. La elección del vestuario para afrontar el día también puede
reflejar un signo de sospecha de una relación paralela. Una buena estrategia para
quienes desconfían es analizar qué tipo de ropa interior usa la pareja en cada día de la
semana. "Si uno ve que su pareja se pone lencería fina super sexy todos los jueves,
puede ser una clara señal de alarma. Cuando aparecen las dudas, hay que estar atento
a todos los detalles", reveló Silvio.
Los horarios. Dentro del marco de los cambios de hábitos, es
necesario prestar atención a los horarios de la pareja. Cuando
empiezan a aparecer de golpe innumerables reuniones laborales a
última hora, cuando se altera por completo un calendario que
parecía estático durante los meses anteriores, es momento de
permitirse la duda. "Las reuniones laborales es, posiblemente, la
excusa más repetida por los infieles. Si una persona no acostumbra
a tenerlas y de repente llena su semana de ellas, es por lo menos
sospechoso", afirmó el detective.
El dinero. "El verdadero infiel nunca tiene tiempo ni tiene un peso", aseguró a
Infobae el detective privado. Para aquellos que se mantienen al día con las cuentas de
la pareja, es importante tomar en cuenta cuando empiezan a haber gastos repetidos y
abundantes por parte del otro. "Con el dinero es más complicado porque tampoco uno
puede estar controlando los números del otro, no corresponde. Pero sí es cierto que
muchos infieles empiezan a derrumbar su mentira cuando la plata empieza a escasear
y no tienen cómo justificarlo". El pago de un hotel transitorio durante al menos tres
días a la semana puede afectar y mucho al bolsillo de un ciudadano medio.
Actividades extra. Al igual que las reuniones de trabajo, un punto a tener en cuenta
es la aparición de actividades posteriores a la oficina. Clases de yoga, pilates,
gimnasio, piano, baile pueden representar la excusa típica de un infiel a la hora de
esconder su relación con otro. "Una buena alternativa puede llegar a ser tratar de
acompañar al otro a una clase de esa actividad que genera tantas dudas. También hay
que saber analizar el comportamiento de la pareja ante esa proposición"

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