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Dos años después el sistema es lanzado en una nueva versión que mejora
considerablemente y en la que ya se pueden ver los primeros iconos de escritorio y
cómo se pueden superponer las ventanas de la interfaz. Además, se pueden
comenzar a ver las primeras versiones gráficas de Excel y Word, que impulsaron
aún más el uso de Windows.
Para la llegada de esta versión tan sólo hay que esperar tres años más y llega para
aportar una mayor estabilidad al sistema y nuevas funcionalidades. Hay que
destacar que a esta versión ya le acompaña la versión 5 de Internet Explorer dando
comienzo a la era del gran auge de Internet y es compatible con los famosos DVD
y dispositivos USB.
Una versión que llegó únicamente para profesionales y que aunque no presentó
mejoras a nivel gráfico si lo hizo a nivel de estabilidad y fiabilidad del sistema. Un
sistema que fue pensado más para las empresas, para ejecutar servidores de red y
donde se comienza a dar apoyo para los dispositivos inalámbricos.
Casi al mismo tiempo apareció también la versión de Windows ME o Millenium, que
sería el último de la serie 9X, pero que ofrecía gran número de errores y dificultad
en su uso por lo que terminó siendo un fracaso de la compañía.
No tardó en llegar la versión XP del sistema operativo de Microsoft, que hizo del
sistema un servicio de mayor confianza a pesar de tener que comenzar a lidiar con
el inicio de la piratería informática. Con XP ya es posible instalarse nuevas
actualizaciones de forma online y se le da mucha más importancia al apartado
multimedia y la configuración de redes.
Además, las aplicaciones de escritorio comienzas a ser sustituidas por las apps
que se pueden conseguir en la nueva tienda con la que dispone el sistema.