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Escuela de piscología
Carrera de Psicología General.
TERAPIA DE GRUPOS
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Trabajo final
PRESENTADO POR:
ASIGNATURA:
Terapia de Grupos
FACILITADORA:
Juan Martínez
20 de febrero de 2016
Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
Tabla de contenido iii
Portada ............................................................................................................................................. i
Presentación .................................................................................................................................... ii
Introducción................................................................................................................................1
Objetivo general ...............................................................................................................................2
Introducción
Este trabajo tiene como finalidad presentar las distintas corrientes psicológicas de los diversos
tipos de terapias de grupo, citaremos los aspectos éticos, derechos de los miembros y las
relaciones entre el terapeuta, los miembros o participantes y las relaciones de liderazgo
establecidas en las sesiones terapéuticas, relacionando los aspectos más importantes de esta
disciplina con el manejo terapéutico, en procura de la comprensión y mejora de las habilidades
en el uso de los distintos enfoques terapéuticos.
Esta recopilación de temas que servimos en esta entrega final nos permitirá refrescar el
interesante material tratado en el desarrollo de este curso y a la vez puede bien ser utilizado
para facilitarár la comprensión de la asignatura a nuevos participantes.
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Objetivos
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
TERAPIA DE GRUPOS
(PSI-429)
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Los terapeutas profesionales están creando una creciente variedad de grupos para satisfacer las
necesidades especiales de su diversa clientela. De hecho, los tipos de grupos que pueden
diseñarse sólo están limitados por la imaginación propia. Este amplio desarrollo no ha
considerado suficientemente la necesidad de la formación y entrenamiento global en la teoría
y práctica de la terapia de grupo.
Se pueden emplear los grupos tanto con propósitos terapéuticos como educativos o para la
combinación de ambos. Algunos grupos tratan de ayudar a las personas a ejecutar cambios
fundamentales en sus formas de pensar, sentir y comportarse. Otros grupos, con una
orientación más educativa, enseñan a sus miembros habilidades específicas de manejo.
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En el área de los servicios humanos o sociales, se esperará que usted se halle preparado para
aplicar enfoques grupales a diversos clientes con multitud de propósitos. En un hospital
psiquiátrico, por ejemplo, pueden solicitarle que diseñe y dirija a grupos de pacientes con
diferentes problemas, algunos que van a ser dados de alta y reinsertados en la comunidad o
para los familiares de los pacientes. Es frecuente encontrar en estos hospitales grupos de
insight, grupos de readaptación o grupos de terapia vocacional/recreativa.
Metas:
Los miembros deciden por sí mismos las metas específicas de su experiencia grupal. Algunas
metas generales que comparten los miembros de terapias de grupo son:
Reconocer las similitudes de las necesidades y los problemas de los participantes y desarrollar
una sensación de universalidad.
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Buscar formas alternativas para manejar los aspectos evolutivos norma les y resolver ciertos
conflictos.
Elaborar planes específicos para modificar algunas conductas y obligar se a uno mismo a
mantener dichos planes.
Ventajas:
La terapia de grupo cuenta con muchas ventajas a su favor como vehículo para ayudar a las
personas a ejecutar modificaciones en sus actitudes, opiniones sobre sí mismos y sobre otros,
sentimientos y conductas.
Los participantes pueden explorar su estilo de relación con los demás y aprender habilidades
sociales más efectivas.
Los miembros pueden comentar las percepciones que tienen de los otros miembros del grupo y
recibir un valioso feedback sobre cómo están siendo percibidos por ellos.
El grupo ofrece comprensión y apoyo lo cual motiva el deseo de los miembros a explorar los
problemas con que llegan al grupo.
Finalmente, corresponde a los miembros decidir qué modificaciones desean. Pueden comparar
las percepciones de sí mismos con las percepciones de los otros y decidir qué hacer con esta
información.
Otras son:
Psicoterapia de grupos.
Grupos estructurados.
Grupos de auto-ayuda.
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Los grupos reducidos pueden proporcionar a los niños la oportunidad de expresar sus
sentimientos sobre los aspectos anteriores o los problemas que de ellos se derivan. Es muy
importante identificar a niños que estén desarrollando problemas emocionales o conductuales.
Si estos niños pueden recibir asistencia psicológica en una edad temprana, disponen de
mejores oportunidades para manejar con efectividad las tareas evolutivas con las que deberán
enfrentarse posteriormente.
La terapia de grupo está especialmente indicada para los adolescentes porque les proporciona
un lugar donde expresar los sentimientos conflictivos, explorar sus dudas sobre sí mismos y
llegar a comprender que comparten estas preocupaciones con sus iguales. El grupo permite a
los adolescentes cuestionarse abiertamente sus valores y a modificar los que deben ser
cambiados. En el grupo, los adolescentes pueden aprender a comunicarse con sus iguales,
pueden beneficiarse del modelo proporcionado por el terapeuta y pueden experimentar con la
realidad sin riesgos y examinar así sus límites. Otro valor específico de la terapia de grupo
para los adolescentes es que les ofrece la oportunidad de ser instrumentales en el proceso de
crecimiento mutuo.
Los grupos de terapia son un vehículo valioso para satisfacer las necesidades evolutivas de
muchos estudiantes que sienten que el instituto o universidad sólo se preocupa de su desarrollo
intelectual excluyendo su crecimiento emocional o social.
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Los grupos terapéuticos pueden ser muy útiles para los ancianos al igual que para los
adolescentes. A medida que las personas van envejeciendo experimentan soledad y muchos de
ellos careciendo de la esperanza de un futuro significativo, se resignan a una vida inútil. Como
los adolescentes, los ancianos se sienten a menudo improductivos, innecesarios y no queridos.
Otro problema es que muchos ancianos alimentan mitos sobre el envejecimiento que
posteriormente se convierten en profecías auto-cumphdas. Un ejemplo de ellos es la falsa idea
de que los ancianos no pueden cambiar y que una vez jubilados están abocados a la depresión.
Los grupos terapéuticos pueden ayudar a los ancianos a desafiar estos mitos y a manejar los
aspectos evolutivos que ellos, como cualquier otro grupo de edad, deben encarar de forma tal
que mantengan su integridad y respeto hacia sí mismos.
Una diferencia importante existente entre la psicoterapia de grupo y la terapia de grupo reside
en las metas de una y otra. Mientras que la terapia de grupo se centra en el crecimiento,
desarrollo, potenciación, prevención, auto-consciencia y superación de los obstáculos que
impiden el crecimiento, la psicoterapia de grupo se centra normalmente en el tratamiento y la
reconstrucción personal. La psicoterapia de grupo es un proceso de reeducación que incluye
tanto la percepción consciente como la inconsciente y ambas tanto en el presente como en el
pasado.
Los terapeutas de los grupos de psicoterapia son normalmente psicólogos clínicos, psiquiatras
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Los grupos estructurados, o grupos caracterizados por un tema central, parecen estar
adquiriendo mucha popularidad. Cuando mis colegas y yo hemos dirigido seminarios, hemos
encontrado profesionales muy creativos para la organización de grupos de tiempo limitado que
versan sobre unos temas concretos o dirigidos a una población en particular. Estos
trabajadores de grupos perciben necesidades en la comunidad y dirigen estas necesidades
mediante la creación de grupos. Tales grupos persiguen diversos propósitos: impartir
información, compartir experiencias comunes, enseñar a resolver problemas, ofrecer apoyo y
enseñar a las personas a establecer sus propios sistemas de apoyo fuera del entorno grupal. En
oposición a la terapia de grupos o a los grupos de crecimiento personal, están asentándose en
multitud de entornos. Parecen tener una buena acogida en los centros públicos y en los centros
escolares. Muchas universidades y centros de estudios ofrecen una variedad de grupos
especiales dirigidos a una población en particular además de los grupos no estructurados de
crecimiento personal y las terapias de grupo.
Estos grupos ayudan a las personas a desarrollar habilidades específicas, a comprender ciertos
temas o a superar transiciones vitales difíciles. Aunque los temas varían obviamente en razón
de los intereses del terapeuta y de la clientela del grupo, tales grupos comparten el común
denominador de aumentar en sus miembros la conciencia de algunos problemas vitales y
proporcionarles los instrumentos para manejarlos de la forma más adecuada. Normalmente, las
sesiones suelen ser de unas dos horas semanales y los grupos tienden a ser de tiempo limitado.
Pueden durar unas cuatro o cinco semanas o como mucho un semestre.
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Grupos de auto-ayuda que permiten a las personas con un problema o apuro común crear un
sistema de apoyo que les proteja del estrés psicológico y les proporcione el incentivo
suficiente para iniciar un cambio en sus vidas. Estos grupos satisfacen en ciertas poblaciones
una necesidad crítica que no ofrecen los profesionales de los centros de salud mental. Los
miembros comparten experiencias, se dan apoyo emocional y social mutuamente, aprenden
unos de otros, ofrecen sugerencias a los miembros nuevos y proporcionan alguna dirección a
las personas desesperanzadas. Normalmente los grupos de auto-ayuda se reúnen en el entorno
comunitario como las escuelas o las iglesias. La esencia del proceso de auto-ayuda consiste en
que los miembros se apoyen mutuamente asumiendo responsabilidades personales y actuando
con el propósito de resolver sus problemas en vez de transferir la responsabilidad o la culpa
del problema a otras personas.
Los grupos de auto-ayuda están dirigidos normalmente por individuos que luchan por los
mismos problemas que los miembros del grupo. En la mayoría de los grupos de auto-ayuda el
liderazgo emerge y no se designa. En un estudio, se solicitó a los participantes que
identificaran los roles profesionales apropiados para los terapeutas que trabajan con los grupos
de auto-ayuda.
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“La información que el/la psicólogo/a obtenga como resultado de su actividad profesional,
será considerada confidencial y sólo podrá ser revelada cuando exista el consentimiento
escrito de la persona que origina dicha información. Sólo podrá ser revelada, sin autorización,
a familiares, profesionales o autoridades competentes cuando exista un peligro inminente para
el individuo o para terceros”.
Una entrevista previa para determinar si un grupo particular con un terapeuta concreto
en el momento actual es adecuado para sus necesidades.
Una oportunidad para solicitar información sobre el grupo, plantear cuestiones y
examinar los problemas.
Explicación de los servicios que podrán y no podrán proporcionarse dentro del grupo.
Ayuda del terapeuta para adecuar los aprendizajes del grupo a cada cliente.
Una consulta con el terapeuta si se produce una crisis por efecto directo de la
participación en el grupo o la derivación a otras fuentes de ayuda si el terapeuta no puede
proporcionarla.
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Respeto hacia la privacidad de los miembros en relación con lo que la persona puede
revelar y con el grado de apertura.
Libertad frente a los valores del terapeuta y del resto de los miembros.
El terapeuta debería subrayar que la participación en los grupos conlleva además de los
derechos ciertas responsabilidades. Algunas de estas responsabilidades consisten en asistir con
regularidad, ser activo, adoptar riesgos, tener voluntad para hablar sobre uno mismo,
proporcionar feedback a los otros miembros, respetar la confidencialidad y pedir lo que se
necesite.
“Los miembros tienen el derecho a renunciar al grupo, pero es importante que sean
conocedores de la importancia de informar al terapeuta y a los miembros del grupo antes de
hacerlo. El terapeuta comenta los riesgos potenciales de la renuncia prematura con el miembro
que considere esta opción”.
Los miembros pueden esperar ser respetados por el grupo y no ser objeto de coerción o
presión indebida del grupo. Con respecto a este asunto, la regla de la ASGW (1989) dice:
"Los terapeutas protegen los derechos de los miembros contra las amenazas físicas,
intimidación, coerción y presión indebida de los compañeros en la medida de los posible".
Los miembros pueden esperar ser respetados por el grupo y no ser objeto de coerción o
presión indebida del grupo. Con respecto a este asunto, la regla de la ASGW (1989) dice:
"Los terapeutas protegen los derechos de los miembros contra las amenazas físicas,
intimidación, coerción y presión indebida de los compañeros en la medida de los posible".
La ASGW (1989) sugiere que: "Los terapeutas garanticen un uso equitativo del tiempo grupal
para cada miembro, invitando a los miembros silenciosos a implicarse, reconociendo los
esfuerzos de comunicación no verbales y reduciendo el mal uso o monopolización del tiempo
por parte de algunos miembros".
Derecho a la confidencialidad.
Excepciones a la confidencialidad.
Otro problema relativamente delicado, se refiere a las terapias con niños y adolescentes.
¿Tienen sus padres el derecho a disponer de la información revelada por sus hijos en el grupo?
Como los grupos pueden actuar como catalizadores del cambio personal, conllevan también
riesgos para los miembros del grupo. La naturaleza de estos riesgos incluye cambios vitales
que originan rupturas, confrontaciones hostiles y destructivas, socialización dolorosa entre los
miembros, etc. Y lo que el terapeuta puede hacer a este respecto es el objetivo de la sección.
Es irreal esperar que un grupo no conlleve riesgos, porque cualquier aprendizaje vital implica
arriesgarse.
La sensibilidad a las necesidades de los miembros del grupo y al impacto que los valores o
técnicas empleadas puedan producir sobre los miembros es una cualidad imprescindible de los
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terapeutas. Ser terapeuta requiere conocimiento de los patrones comunitarios, de las normas
del centro donde se trabaja y de las leyes que rigen el ejercicio terapéutico.
¿Qué criterios puede usar el terapeuta para determinar si las relaciones personales o sociales
con los miembros del grupo son apropiadas o inapropiadas? Un factor determinante es el
grado en que tal relación social esté interfiriendo sobre la relación terapéutica. La norma de la
ASGW (1989) a este respecto apunta: "Los terapeutas de grupo evitan las relaciones duales
con los miembros del grupo que pudieran dificultar su juicio objetivo y profesional, así como
aquellas que probablemente comprometerán la capacidad de un miembro del grupo para
participar plenamente en el mismo". Uno de los principios derivados de este concepto general
recomienda a los terapeutas no hacer uso indebido de su rol y poder para satisfacer sus
necesidades personales. El factor central de esta norma se refiere ai uso apropiado de la
autoridad. Cuando los terapeutas satisfacen sus necesidades personales de poder y prestigio a
expensas de lo mejor para los miembros, entonces se produce una violación ética.
Un factor paralelo hace referencia al efecto facilitador o limitador de la socialización entre los
miembros del grupo en el proceso grupal. Este ispecto puede convertirse en un problema ético
si los miembros desarrollan clichés y cotilleos sobre los otros miembros o si se reúnen por
propia cuen-la y comentan problemas que deberían ser tratados en las sesiones grupales. Si se
desarrollan agendas ocultas a través de varios subgrupos, es probable que el progreso del
grupo llege a una interrupción abrupta. Salvo que la agenda oculta se clarifique y maneje,
parece poco probable que muchos miembros hagan un uso terapéutico del grupo o que logren
sus objetivos personales.
Yalom (1985) señala que una terapia grupal enseña a las personas el modo Je establecer
relaciones íntimas pero no proporciona dichas relaciones. Apunta también que los miembros
que se encuentran fuera del grupo tienen la responsabilidad de mostrar en el grupo la
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información de dicho encuentro. El tipo de socialización fuera del grupo que interfiere con el
funcionamiento del mismo es contraproducente y debería de ser evitado. Esto es así en las
situaciones donde los participantes comentan aspectos relevantes del grupo y evitan comentar
los mismos aspectos dentro del mismo.
Reconocer la realidad de la diversidad humana por parte de los terapeutas se relaciona con la
reorganización del modo de influencia de los valores del terapeuta en el proceso grupal. Si se
ignoran algunas diferencias básicas entre las personas, es difícil que se cumplan los intereses
de dichos clientes.
Según la ASGW (the association for specialists in group work) "los terapeutas son
conscientes de sus propios valores y el modo de aplicarlos a los contextos multiculturales". Si
los terapeutas no entienden cómo influye su entorno cultural sobre su propio pensamiento y
conducta, existen pocas posibilidades de trabajar ética y efectivamente con grupos
multiculturales.
Donde las diferencias de edad, sexo, etnia, nacionalidad, religión, orientación sexual,
incapacidad física, idioma o nivel sociocultural influyan significativamente sobre el trabajo del
psicólogo con determinados individuos o grupos, el psicólogo obtiene la formación,
experiencia, consultas o supervisión necesarias para garantizar la competencia de sus servicios
o para derivar adecuadamente a los clientes.
Varios autores están en desacuerdo con los principios éticos del APA por lo que el
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Departamento de Asuntos relacionados con la Minorías Étnicas del APA ha elaborado una
muestra de reglas que pretenden modificar los patrones en este sentido. Aunque estas reglas no
estén específicamente diseñadas para los terapeutas de grupos, estos pueden usarlas.
Los terapeutas de grupos adquieren el conocimiento y las destrezas que necesitan para
trabajar con efectividad con los diversos tipos de miembros que se encuentren en sus
grupos. Si no cuentan con esta base fundamental, cubren sus limitaciones solicitando
supervisión o recibiendo más formación.
Los terapeutas son conscientes del modo en que su propio entorno cultural, actitudes,
valores, creencias y sesgos influyen sobre su trabajo y se esfuerzan por corregir los
prejuicios que puedan tener.
Los terapeutas respetan los valores y creencias religiosas y espirituales de los miembros.
Los terapeutas ayudan a los miembros a determinar los momentos en que las dificultades
tienen su origen en el racismo o en similares, para no personalizar inadecuadamente los
problemas.
Es importante que los terapeutas tengan los conocimientos y razones para cada técnica que
aplican en sus grupos. Evidentemente pueden usarse de forma ética y terapéutica o pueden dar
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lugar a abusos. Algunas de las formas de abuso consisten en aplicar técnicas con las que no
están familiarizados, usarlas para aumentar su poder o para presionar a los miembros. Muchas
técnicas usadas en un grupo facilitan la expresión emocional intensa.
Algunos terapeutas miden la eficacia de su grupo por el grado de catarsis y los miembros
pueden ser explotados por un terapeuta que tiene la necesidad de verlos experimentando
emociones intensas. Si los miembros no tienen una "buena catarsis", algunos terapeutas (y
miembros) sienten que el grupo "no va a ninguna parte". Al trabajar con clientes procedentes
de poblaciones diversas, los terapeutas deberían modificar sus intervenciones de tal forma que
se adaptaran a los antecedentes culturales y étnicos de cada cliente. Por ejemplo, si un cliente
ha aprendido a no expresar sus sentimientos en público, puede ser inadecuado introducir
técnicas para expresar sentimientos durante las primeras sesiones.
Sería útil descubrir si este miembro está interesado en explorar los aprendizajes de su cultura
con respecto a la expresión de sentimientos. Pensemos en otra situación, donde una mujer ha
aprendido a obedecer a sus padres sin rechistar. Sería inadecuado inducir una técnica de rol-
play en la que ella debe enfrentarse directamente a sus padres.
Los terapeutas son objeto de penas civiles si no proceden legalmente o si causan daños
intencionalmente a otra persona. Si los miembros pueden demostrar que se ha ocasionado un
daño psicológico o una injusticia personal por error del terapeuta tanto por negligencia como
por ignorancia, el terapeuta puede ser demandado.
La mejor forma de protegerse a sí mismo y no involucrarse en una denuncia por abuso o mal
uso, consiste en adoptar medidas preventivas, lo que implica no salir de los límites de la propia
competencia. También es importante mantener los patrones éticos de su organización
profesional y las normas éticas de los terapeutas de grupo.
Es conveniente que los terapeutas conozcan las razones por las que aplican cada una de las
técnicas y haberlas experimentado como miembro de un grupo puede ser muy útil. El factor de
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la competencia o capacidad para liderar un grupo específico o tipo de grupo es una de las
cuestiones continuas que deben plantearse los terapeutas.
Se necesita la formación y la experiencia supervisada para cada tipo de grupo que se pretenda
dirigir. Los grados y las credenciales pueden ser necesarios pero no suficientes. Sin embargo
aquellos que desean ser terapeutas de grupo descubren normalmente que la educación formal,
incluso en los niveles del master o del doctorado, no les proporciona los antecedentes
prácticos necesarios para dirigir un grupo con efectividad. Así que es imprescindible participar
en seminarios o talleres de formación especializada en terapia grupal.
Una de las normas éticas del ACÁ (1988) señala que el aprendizaje centrado en la auto-
comprensión o el crecimiento personal debe ser voluntaria o si es imprescindible como parte
del programa educativo, los estudiantes deberían haberío antes de matricularse.
Factores Éticos en la Formación de Terapeutas de Grupo.
Otra norma ética del ACÁ hace referencia a acomodar a los estudiantes que no desean
participar en las experiencias de crecimiento personal: "El miembro [terapeuta educador]
proporcionará en todo momento a los estudiantes alternativas claras e igualmente aceptables
para las experiencias de crecimiento y auto-comprensión.
Uno de los factores éticos más controvertidos en la formación de los trabajadores de grupos
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A través de este tipo de programas, se vivencian los conceptos del proceso grupal.
Factores Éticos en la Formación de Terapeutas de Grupo.
Se deberían establecer normas claras para que los estudiantes conozcan cuáles son sus
derechos y sus responsabilidades.
Esta disposición presiona tanto a los estudiantes como al instructor. Exige honestidad,
madurez y profesionalidad.
Las reglas éticas de los terapeutas de grupos así como los niveles medios de experiencia están
establecidos por la ASGW del Trabajo en Grupos (1989, 1991).
Los instructores de los cursos de terapia grupal adoptarán las medidas para minimizar el
posible impacto negativo sobre los estudiantes.
Donigian (1993) considera que las relaciones duales en los cursos de formación son "el factor
que no se elimina".
Donigian concluye que la ASGW debería identificar los contenidos, las razones para el
aprendizaje de dichos contenidos y los criterios de disposición para participar en tales grupos.
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Merta y sus colaboradores han investigado los dilemas éticos implicados al introducir grupos
experienciales en los cursos de formación. Merta y Sisson (1991) manifiestan que el uso de
grupos experienciales ha sido muy criticado por la presentación de relaciones duales y por las
posibles prácticas no éticas como la invasión de la privacidad, conflicto de intereses y abusos
de poder.
Una investigación nacional identificó cinco modelos empleados por los jefes de
adiestramiento para la formación de los grupos (Merta, Wolfgang & McNeil, 1993). Esta
investigación evaluaba también la consistencia de los distintos modelos con las normas éticas
del ACÁ y de la ASGW.
Remley (1992) critica que los profesores de los cursos sean al mismo tiempo los terapeutas de
los grupos experienciales.
Foresté-Miller y Duncan (1990) han identificado algunas guías que en su opinión podrían
reducir los posibles riesgos asociados a la combinación de la experiencia de crecimiento
personal y el curso.
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Las técnicas terapéuticas no pueden desligarse de las características y conductas personales del
terapeuta.
Los terapeutas de grupo pueden adquirir conocimientos teóricos y prácticos extensivos sobre
dinámicas grupales, pueden disponer de una amplia formación en procedimientos teóricos y
diagnósticos y sin embargo seguir siendo poco efectivos en la estimulación al crecimiento y
cambios de los miembros del grupo. Los terapeutas llevan a todos los grupos sus cualidades,
valores y experiencias vitales personales. Para favorecer el crecimiento en las vidas de los
miembros, los terapeutas deberán vivir sus propias vidas orientadas hacia el crecimiento.
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Estas características están vinculadas al liderazgo efectivo del grupo, su presencia o ausencia
puede facilitar o inhibir el proceso grupal.
Presencia. La presencia emocional significa ser movido por la alegría y el dolor que
experimentan los otros.
Los terapeutas realmente poderosos emplean el efecto que tienen sobre los participantes del
grupo a invitarles a ponerse en contacto con su propio poder dentro de sí.
Valentía. los terapeutas efectivos son conscientes de que deben mostrar valentía en sus
interacciones con los miembros del grupo y de que no pueden esconderse tras su rol especial
de terapeuta.
Voluntad para confrontarse consigo mismo. Una de las principales tareas del
terapeuta consiste en promover la auto-exploración de los clientes.
¿Por qué me comporto de este modo en el grupo? ¿Qué impacto producen mis
actitudes, valores, sesgos, sentimientos y conductas en el resto de las personas del
grupo?
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¿Cuál de mis necesidades se satisfacen a través de mi rol como terapeuta del grupo?
¿Uso en alguna ocasión los grupos que dirijo para satisfacer mis necesidades
personales a expensa de las necesidades de los miembros?
Sentido de identidad. Los terapeutas para poder ayudar a los miembros del grupo a
descubrir quiénes son, deberán disponer de un sentido claro de su propia identidad.
Estos factores deben ser considerados por todos los terapeutas, independientemente de su
experiencia, son especialmente significativos para aquellos cuya experiencia es escasa.
Ansiedad Inicial
Antes de dirigir su primer grupo sin ninguna duda se sentirá ansioso por hacer que empiece el
grupo y por mantenerlo en marcha. En otras palabras, se formulará cuestiones como estas con
cierto grado de turbación:
¿Conozco ya lo suficiente para dirigir un grupo?
¿Debería adoptar un rol activo o debería esperar que el grupo empiece por sí mismo?
¿Debería tener un programa establecido o debería dejar que sean los miembros del grupo
Auto-Apertura
Escasa auto-apertura
Si usted intenta mantener las expectativas estereotipadas del rol y mantener una imagen
misteriosa, protegido tras su fachada profesional puede perder su identidad personal en el
grupo y no permitir que sepan nada de usted.
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Excesiva auto-apertura
Al otro extremo del continuo están los problemas asociados al exceso de auto-apertura. La
mayoría de los terapeutas principiantes (y muchos experimentados) sienten la necesidad de
aprobación y aceptación de los miembros del grupo.
Muchos estudiantes en las clases de terapia desean hacer comentarios sobre los miembros
"difíciles" de los grupos que dirigen. Aprender a manejar terapéuticamente la resistencia en las
diversas formas que ésta adopta, es un desafío fundamental de los terapeutas de grupo. Cuando
los terapeutas principiantes se encuentran con miembros que presentan mucha resistencia, a
menudo adoptan el problema de forma personal.
Cuando los miembros del grupo muestran una conducta que usted considera problemática,
debe ser consciente de la tendencia a responder con sentimientos fuertes.
La mayoría de los grupos que usted dirija se encontrarán bajo los auspicios de algún tipo de
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Es un error asumir que cualquier persona con ciertas cualidades personales y el deseo de
ayudar a los demás puede ser un terapeuta efectivo de grupos. El liderazgo efectivo requiere
destrezas específicas y la adecuada ejecución de ciertas funciones.
Escucha activa: La escucha activa implica prestar toda la atención al hablante y ser sensible
al mensaje comunicado tanto a nivel verbal como no verbal.
Síntesis: La destreza para resumir todos los elementos importantes de la interacción grupal o
parte de una sesión se conoce como síntesis. Esta habilidad es particularmente útil al cambiar
de un tema a otro.
Confrontación: La confrontación puede ser una fórmula valiosa para incitar a los miembros a
ser más honestos consigo mismo.
Apoyo: Apoyar significa proporcionar ánimo y refuerzo a los miembros del grupo
especialmente cuando examinan sentimientos dolorosos y cuando adoptan riesgos.
Iniciación: Las destrezas de iniciación por parte del terapeuta evitan que el grupo ondee sin
rumbo ni dirección.
Protección: Sin asumir una actitud paternal hacia el grupo, los terapeutas deben ser capaces
de salvaguardar a los miembros de los riesgos físicos y psíquicos innecesarios asociados a su
pertenencia al grupo.
Apertura propia: Cuando los terapeutas revelan información, como hemos visto, ésta
normalmente tiene un impacto sobre el grupo.
Modelado: Los miembros del grupo aprenden por observación de la conducta del terapeuta. Si
el terapeuta valora la honestidad, el respeto mutuo, la confianza, el riesgo adoptado y el
asertividad, puede potenciar estas cualidades en los miembros demostrándolas frente al grupo.
Vinculación: Una forma de favorecer la interacción de los miembros es localizar los temas
que surgen en el grupo y conectar éstos con el trabajo que ejecutan los miembros.
Bloqueo: El bloqueo hace referencia a la intervención del terapeuta para dar fin a las
conductas contraproducentes presentes en las sesiones del grupo.
Finalización: Los terapeutas deben aprender el modo y el momento de concluir su trabajo con
los individuos y con los grupos.
Hasta hace poco tiempo se había escrito bastante poco sobre el tema específico de la
formación de terapeutas efectivos de grupo multicultural. Además de las destrezas
previamente mencionadas se requieren conocimientos y destrezas especiales para manejar
grupos culturalmente diversos.
Al escribir sobre la psicoterapia del futuro con minorías étnicas, Comas-Díaz (1992) señala
que la sensibilidad, la comprensión y la competencia al trabajar dentro de una perspectiva
multicultural beneficiará tanto a los clientes minoritarios como a los terapeutas. Asegura que
será fundamental el desarrollo de destrezas para el trabajo con clientes culturalmente diversos
en la medida que nuestra sociedad sea cada vez más pluralista.
Según vaya estudiando las teorías contemporáneas y aplicándolas a la terapia de grupos, trate
de pensar en las implicaciones culturales de las técnicas que surgen de ellas. Piense qué
técnicas pueden ser más o menos apropiadas para ciertas poblaciones de clientes en contextos
específicos. Incluso más importante, piense en las formas de adaptar las técnicas que aprende a
un grupo de miembros con determinados antecedentes culturales.
Creencias y aptitudes: En primer lugar, los terapeutas eficaces reconocen y entienden sus
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Con grupos que se reúnen semanal o regularmente, los terapeutas pueden emplear diversos
procedimientos:
1. Se puede pedir a los miembros que resuman brevemente lo que deseen conseguir en la sesión.
2. Puede ser también útil que las personas tengan la posibilidad de expresar cualquier idea o
misma.
3. Se puede pedir a los participantes que cuenten los logros y/o dificultades encontrados durante la
semana.
4. El terapeuta puede necesitar algunos minutos para hacer algunas observaciones sobre el último
encuentro o para mencionar algunas ideas que se le han ocurrido desde la sesión anterior.
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Antes de dar por terminada una sesión es conveniente disponer de tiempo para integrar los
sucesos acaecidos en el grupo, para reflexionar sobre lo experimentado, para comentar las
tareas de casa y para resumir. El terapeuta puede encontrar útil advertir a los miembros cuando
llegan al punto medio de la sesión y decir algo como: "Todavía nos queda una hora antes de
finalizar la sesión de hoy.
A continuación, se presentan algunos pasos que pueden efectuar los terapeutas hacia el final
de cada sesión semanal para ayudar a los miembros a evaluar su participación y para
relacionar al grupo con su experiencia diaria:
1. Los terapeutas no deberían esforzarse por concluir los aspectos tratados durante la
sesión antes de cerrarla. Aunque la ansiedad resultante por "dejar colgadas a algunas
personas" puede ser contraproducente, no es terapéutico dar por finalizado un aspecto
apresuradamente. Para los miembros es bueno finalizar la sesión con alguna duda no
resuelta, de este modo pueden estar motivados para pensar más en sus problemas y
poder traer a la próxima sesión soluciones sugerentes que ellos mismos han elaborado.
2. Al finalizar cada sesión puede ser muy efectivo resumir. A veces es útil pedir a los
miembros que resuman tanto el proceso grupal como su propio proceso individual en
dirección a las metas. Se pueden comentar los temas comunes que hayan surgido. El
terapeuta puede añadir alguna síntesis complementaria especialmente referida al
proceso grupal pero incluso es mejor enseñar a los miembros a integrar por su propia
cuenta lo que han aprendido.
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3. Se puede pedir a los participantes que comenten al grupo sus percepciones sobre la
sesión, que ofrezcan feedback al resto de los miembros y que declaren su grado de
implicación en la sesión.
5. Los miembros pueden referirse a sus tareas de casa, en las cuales tratarán de poner en
práctica algunos de sus nuevos insights; pueden comentar brevemente lo que aprenden
sobre sí mismos a través de las relaciones en el contexto grupal y pueden planificar la
aplicación de lo aprendido a situaciones problemáticas fuera del grupo.
6. Se puede preguntar a los participantes si hay algún tema o problema que les gustaría
incluir en la agenda del próximo día. Además de vincular las sesiones, este
procedimiento estimula a los participantes a pensar en formas de examinar sus
problemas en la siguiente sesión, es decir a trabajar entre las sesiones.
7. Los terapeutas pueden tener el propósito de expresar sus propias reacciones a la sesión
y hacer algunas observaciones. Estas reacciones y comentarios sobre la dirección del
grupo pueden ser muy útiles para estimular el pensamiento y la acción de los miembros.
Algunos enfoques hacen un uso extensivo de las técnicas estructuradas y de los ejercicios
destinados a mantener en marcha al grupo, mientras que otros enfoques (como el centrado en
la persona) rechazan cualquier empleo de tales ejercicios para promover la interacción.
Dependiendo de cómo, cuándo y por qué se usen, los ejercicios estructurados pueden
favorecer la interacción y proporcionar un centro de interés al trabajo o pueden promover la
dependencia del miembro en el terapeuta para seguir liderando el grupo. En su propósito de
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poner y mantener al grupo en marcha, algunos terapeutas proponen un ejercicio después del
otro.
Los terapeutas deberían evitar el abuso de ejercicios estructurados. Estos ejercicios fomentan
la interacción entre los miembros del grupo y los miembros pueden acabar dependiendo de
ellos. Si cuandoquiera que los miembros encuentren un impass son rescatados con algún tipo
de ejercicio, no aprenderán a pensar en sus conflictos y a buscar respuestas propias para salir
del impass. Un abuso típico de los ejercicios estructurados se produce cuando el nivel
energético del grupo es bajo y los miembros parecen tener poca voluntad para implicarse en el
grupo. Si el terapeuta propone continuamente ejercicios como si fueran píldoras psicológicas,
los miembros del grupo no se esforzarían nunca por observar el origen del aburrimiento y la
apatía. Evidentemente, en este caso, el ejercicio puede potenciar la evitación de conductas por
parte de los miembros.
si usted trata de copiar un estilo ajeno, puede perder mucho de su potencial competencia como
terapeuta de grupo. Seguramente usted se verá influido por supervisores, codirectores y
terapeutas de grupos y seminarios que usted atiende como participante. Pero una cosa es la
influencia de otros - la mayoría de los terapeutas adoptan muchos recursos para desarrollar su
propio estilo de liderazgo - y otra es negar su propia individualidad copiando los estilos
terapéuticos de otras personas, que pueden ser útiles para ellos, pero no apropiados para usted.
La instancia teórica que debe desarrollar cada terapeuta tiene que estar estrechamente
vinculada con los \alores, creencias y características personales del mismo. De este modo, el
primer paso para desarrollar el propio enfoque consiste en ganar conciencia sobre uno mismo.
En esencia, existen tantos métodos terapéuticos como terapeutas e incluso esos terapeutas que
originalmente adoptan un modelo teórico como la terapia conductual o el análisis
transaccional varían en el modo de dirigir a los grupos. Como terapeuta de grupo usted aporta
sus experiencias, personalidad, sistema de valores, sesgos, talentos y destrezas únicas al grupo
que dirige. Usted aporta también sus preferencias teóricas. Puede adoptar un enfoque que
subraya el pensamiento, uno que hace hincapié en la experiencia y expresión de sentimientos o
38
Una forma de construir la base de un estilo de liderazgo personal consiste en conocer las
diversas modalidades teóricas existentes y sus implicaciones para el estilo de liderazgo. Dirigir
un grupo sin un cuerpo teórico explícito es equivalente a volar en un avión sin mapa ni
instrumentos. Algunos estudiantes piensan en un modelo teórico como una estructura rígida
que prescribe paso a paso lo que debe hacerse en cada situación específica. Esa no es mi visión
de la teoría.
Desarrollar una posición teórica implica más que aceptar meramente los principios de
cualquier teoría. Es un proceso continuo en el que los terapeutas siguen preguntándose el
"qué", "cómo" y "por qué" de su práctica.
39
Durante las sesiones iniciales los miembros tratan de mantener una "imagen pública", es
40
decir, presentan las dimensiones en sí mismos que consideran socialmente aceptables. Esta
fase se caracteriza generalmente por cierto grado de ansiedad e inseguridad en la estructura
grupal.
Las principales tareas del estadio inicial consisten en hallar la identidad personal en el grupo y
decidir el grado de implicación que se va a tener como miembro.
Esta fase conlleva el hallazgo del equilibrio entre el mantenimiento de la propia individualidad
en el seno del grupo y los compromisos que se adoptan.
Es importancia establecer la confianza en el seno del grupo para que sea posible su desarrollo
continuo. Sin confianza la interacción grupal será superficial, la auto-exploración será escasa,
no se producirá el desafío constructivo entre los miembros y el grupo operará bajo los
obstáculos de sus sentimientos ocultos. Es un error asumir que las personas confiarán "por
naturaleza" unos en otros cuando se constituya el grupo. Esto depende en gran parte de la
capacidad del terapeuta para mostrar que el grupo puede ser un espacio seguro donde uno
puede mostrarse a sí mismo.
La forma en que los terapeutas se presentan produce un profundo efecto en la atmósfera del
grupo. Si el terapeuta es entusiasta, atractivo, psicológicamente presente y abierto entonces se
podre establecer con facilidad un ambiente favorable donde cada miembro se pueda expresar
de manera abierta, con naturalidad y confianza. El éxito del terapeuta al establecer una base de
confianza y seguridad depende en gran parte del grado de preparación del grupo. La prudente
selección de los miembros y los esfuerzos por asegurar que el grupo sea adecuado para sus
posibilidades es muy importante, como también lo es la forma de presentar las reglas básicas
del grupo. Los terapeutas que se muestran interesados en el bienestar de los miembros
individuales y del grupo en su totalidad engendran confianza.
Los terapeutas pueden engendrar confianza a través de sus actitudes y conductas, pero el nivel
de confianza depende también en gran parte de los miembros, individual y colectivamente.
Los miembros plantean normalmente algunos temores y algunas esperanzas en el grupo. Los
participantes confiarán más en el grupo si se les motiva para exponer sus temores porque al
comentarlos es probable descubrir que muchos de ellos son compartidos por los restantes
miembros.
Para que la atmósfera de confianza del grupo no se vea afectada por los sentimientos
negativos que a menudo en la fase inicial experimentan los miembros del grupo contra algunos
de los miembros restantes o contra él.
Modelado. El terapeuta dirige un grupo, usted establece el tono y moldea las normas como
miembro que establece un modelo y como experto técnico. Es importante que se exprese
abiertamente sus propias expectativas con respecto al grupo durante la primera sesión y que
presente el modelo de la honestidad y espontaneidad interpersonal. Deberá ser consciente de
su propia conducta y del impacto que tiene sobre el grupo y de la práctica de las destrezas que
generan un ambiente terapéutico. Para ser efectivo, un terapeuta debe ser capaz y estar
dispuesto a permanecer psicológicamente presente en el grupo y a ser genuino.
Otra característica clave hace referencia a su sensibilidad para atender y responder no sólo a lo
que se dice sino también a los mensajes encubiertos transmitidos entre líneas. Esto puede
aplicarse a los individuos y al grupo en general. Por último, las personas que constituyen su
grupo tienen necesidad de sentirse respetados y apoyados por usted. Todos estos aspectos
adquieren un significado especial si recuerda que en el estadio inicial los participantes
dependen mucho de usted. Se dirigirán a usted en solicitud de dirección y estructura y muchas
veces se centrarán tanto
Otra tareas fundamentales como terapeuta del grupo consiste en ayudar a los miembros a
43
implicarse en cada una de las actividades programadas en el grupo el terapeuta tiene como rol
y meta es impulsar al miembro para que establezca sus metas claras.
Existen metas generales de grupo, que varían de un grupo a otro porque dependen de los
propósitos del grupo y existen metas del proceso grupal, que son comunes a la mayoría de los
grupos.
Un grupo debe atravesar normalmente una fase de transición algo dificultosa antes de iniciar el
trabajo productivo. Durante este estadio, los miembros manejan su ansiedad, resistencia y
conflictos y el terapeuta les ayuda a iniciar el trabajo de sus problemas.
La ansiedad brota del miedo a dejarse conocer por los otros más allá del nivel de la imagen
pública. La ansiedad resulta también del temor a ser juzgado e incomprendido, de la necesidad
de más estructura y de la falta de claridad en las metas, normas y conducta esperadas en la
situación grupal. Según los participantes vayan confiando más en los miembros del grupo y en
el terapeuta, serán cada vez más capaces de compartir sus asuntos personales y esta apertura
reducirá su ansiedad a dejarse conocer.
La importancia de los conflicto durante el estadio de transición de un grupo señala que este
estadio se caracteriza por los comentarios negativos y la crítica. Las personas pueden enjuiciar
a los demás y mostrarse poco receptivas hacia las percepciones que los otros tienen de uno.
El estadio de transición es un momento de lucha por el poder entre los miembros del grupo y
con el terapeuta y por el establecimiento de una jerarquía. La lucha por el control es un
apartado integral de cualquier grupo.
Se considera el control como un factor central del segundo estadio de un grupo. Las conductas
características del grupo son la competitividad, la rivalidad, las posturas cambiantes, la lucha
por el liderazgo y las discusiones frecuentes por el procedimiento de toma de decisiones y
división de responsabilidades.
Este punto la ansiedad de los participantes se relaciona con el exceso o falta de
responsabilidad y el exceso o defecto de influencia. Antes de analizar y manejar un conflicto
es necesario reconocerlo. Muchas veces los miembros y también el terapeuta desean evitar el
conflicto por la falsa presunción de que es negativo e indicativo de relaciones deterioradas. Si
el conflicto se ignora en el grupo, el origen del mismo se encona y destruye la posibilidad del
contacto genuino.
La confianza entre ambas partes se fortalecen. Reconocer que el conflicto es inevitable y que
favorece la confianza suele reducir la probabilidad de que los miembros y el terapeuta intenten
esquivar los conflictos naturales del desarrollo grupal. Ignorar los conflictos y los sentimientos
45
negativos requiere energía y esa misma energía puede emplearse mejor en el desarrollo de un
estilo honesto de encarar y trabajar con los conflictos que sean inevitables.
Los miembros investigan si el grupo es un lugar seguro para mostrarse en desacuerdo, para
expresar sentimientos negativos y para experimentar conflictos interpersonales. Ellos
examinan el grado en que son aceptados cuando no son "amables". El modo de reconocer,
aceptar y manejar el conflicto produce efectos críticos en el progreso del grupo. Cuando es
pobremente manejado, el grupo puede retraerse y no alcanzar nunca el estadio del trabajo
productivo. Si se maneja con sinceridad e interés, los miembros descubren que sus relaciones
son lo suficientemente fuertes como para tolerar un nivel honesto de desafío.
Los conflictos también suelen implicar al terapeuta del grupo. Usted puede verse desafiado en
su área profesional o personal. Puede verse criticado por ser "tan reservado" y no revelar
suficiente sobre sus cuestiones personales, o puede ser criticado por ser "uno del grupo" y
revelar demasiado sobre su vida privada. Aquí se presentan algunos comentarios que puede oír
de los miembros de su grupo por tanto el terapeuta debe mantener su postura y mantener la
cordialidad del grupo.
Resistencia. La resistencia es una conducta que impide a uno mismo y a los demás, el examen
en profundidad de aspectos personales o sentimientos dolorosos.
Funciones y posibles problemas de los miembros. Un rol central de los miembros consiste en
reconocer y manejar las diversas formas de resistencia. Las tareas incluyen:
Reconocer los sentimientos no resueltos del pasado en la medida que hayan sido
Estar dispuesto a encarar y manejar las reacciones hacia lo que ocurre en el grupo.
Probablemente el desafío más importante que deben encarar los terapeutas durante la fase de
transición es la necesidad de intervenir en el grupo de modo sensible en el momento
apropiado. La tarea básica consiste en proporcionar el ánimo y el desafío necesarios para que
los miembros encaren y resuelvan los conflictos que existen en el seno grupal y sus propias
resistencias y defensas ante la ansiedad.
Los terapeutas deben ser especialmente activos durante los estadios pri- mero y segundo del
grupo. Durante el estadio de transición son importantes la intervención y estructuración
activas porque normalmente los participantes no han aprendido aún a trabajar con efectividad
a solas. Cuando surge un conflicto.
Naturaleza de la cohesión grupal. La cohesión implica la atracción del grupo para los
participantes y la sensación de pertenencia inclusión y solidaridad en este estadio llega a ser
un elemento clave del proceso grupal. Si se ha establecido la confianza y el conflicto y los
sentimientos negativos .los grupos no se cohesionan automáticamente. La cohesión es el
resultado del compromiso del terapeuta y los participantes para dar los pasos necesarios que
conducen al sentimiento de unidad de grupo.
Aunque la cohesión es normalmente necesaria para el trabajo grupal efectivo, puede también
entorpecer el desarrollo del grupo. Cuando la cohesión no va acompañada por el desafío del
terapeuta y de los miembros por avanzar, el grupo puede llegar a estancarse. El grupo disfruta
la comodidad y seguridad de la unidad que ha ganado pero no se realiza ningún progreso.
Características de un grupo de trabajo efectivo
El centro de atención está aquí y ahora, en el presente. Las personas han aprendido a hablar
directamente sobre sus sentimientos y conductas en las sesiones grupales y en general desean
las interacciones significativas.
Los miembros están más dispuestos a identificar sus metas y preocupaciones y han
Los miembros desean trabajar y practicar fuera del grupo para alcanzar modificaciones
conductuales.
48
Son más capaces de ser conscientes cuando utilizan los viejos patrones de pensamiento
o acción.
Los miembros que están sufriendo dificultades de pertenencia o cohesión cuentan con
La siguiente revisión ofrece una síntesis de los factores específicos que garantizan el progreso
del grupo más allá de la cohesión hasta el trabajo pro- ductivo. Los tres aspectos principales
del estadio de trabajo, la auto-apertura, la confrontación y el feedback se comentan en detalle.
Confianza y aceptación.
Los miembros del grupo en el estadio de trabajo confían entre sí y en el terapeuta, o por lo
menos expresan abiertamente cualquier síntoma de desconfianza. La confianza se manifiesta
en la actitud de aceptación de los participantes y en su voluntad para adoptar riesgos
compartiendo las reacciones que tienen aquí y ahora.
Empatía e interés.
Esperanza.
Si se va a producir un cambio, los miembros deben creer que es posible, que no tienen por qué
permanecer atrapados en el pasado y que pueden ser activos para enriquecer sus vidas. La
esperanza es terapéutica en sí misma porque concede a los miembros la confianza suficiente
para las exigencias de trabajo que requiere un grupo y les motiva a examinar alternativas. La
esperanza es una característica de los terapeutas efectivos y subyace a sus ideas sobre los
clientes, sobre sí mismos y sobre los propósitos básicos que se logran mediante la terapia
Libertad para experimentar.
Para que se produzca un cambio, la persona debe creer que éste es posible. Pero la esperanza,
sin más, no es suficiente. El cambio constructivo requiere la firme resolución de hacer lo
necesario para cambiar. Esto implica decidir qué cambiar y cómo hacerlo. Los participantes
deben formular un plan de acción, comprometerse con ellos mismos y emplear los
instrumentos ofrecidos por el grupo para examinar las formas de llevarlo a cabo una ventaja
inherente a los grupos es que los miembros pueden contar unos con otros para mantener los
compromisos. Fuera del grupo pueden llamar a otro miembro solicitando ayuda cuando
encuentran dificultades para ejecutar sus planes o pueden llamarse para recibir feedback
cuando han tenido éxito.
50
Intimidad.
La intimidad genuina se desarrolla en un grupo después de que las personas hayan revelado lo
suficiente sobre sí mismas como para que otros se identifiquen con ellos. He descubierto que
la intimidad aumenta seguir las personas resuelven conjuntamente sus problemas.
Catarsis.
La expresión de sentimientos reprimidos puede ser terapéutica porque descarga energía que se
mantenía para resguardar ciertos sentimientos amenazantes. Esta descarga emocional, que a
menudo se produce de forma explosiva, permite a la persona sentirse más libre.
La catarsis es una expresión abierta del afecto es sin duda vital para el proceso terapéutico del
grupo; en su ausencia un grupo degeneraría en un ejercicio académico estéril. Sin embargo es
sólo una parte del proceso y debe ser completada con otros factores.
Reestructuración cognitiva.
Un apartado central del trabajo grupal consiste en desafiar y examinar las ideas relativas a
determinadas situaciones. Es fundamental la comprensión del significado de las experiencias
emocionales intensas para ampliar la auto-exploración.
Auto-apertura.
Confrontación.
El intercambio de feedback entre los miembros del grupo se considera como elemento clave
para la promoción del aprendizaje interpersonal en un estudio se encontró que la incorporación
de ejercicios estructurados de feedback al grupo contribuyó al logro de las metas de los
miembros.
Buscar temas en común del trabajo de los miembros y ofrecer cierta universalidad. *
que los miembros sean capaces de alcanzar un nivel más profundo de auto-exploración
Ser consciente de los factores terapéuticos que operan para la producción del cambio e
intervenir de forma tal que sea útil para ayudar a los miembros a ejecutar las
Continuando con el proceso evolutivo de un grupo en acción, este capítulo versa sobre el
estadio de trabajo, el estadio final y los aspectos del seguimiento y evaluación postgrupo.
Analizaremos las principales características de un grupo en cada fase, las funciones y los
posibles problemas que pueden surgir de los miembros y las funciones claves del terapeuta.
parte integral del grupo y sin embargo mantener su individualidad y deben filtrar el feedback
que reciben y decidir cómo proceder con respecto a él.
La cohesión implica la atracción del grupo para los participantes y la sensación de pertenencia
inclusión y solidaridad.
Han descubierto que la cohesión se produce cuando las personas se abren y se arriesgan. Al
compartir de forma honesta las experiencias y conflictos personales profundamente
significativos, el grupo se cohesiona.
Porque esta participación permite a los miembros identificarse con los otros. Como la
cohesión proporciona al grupo el ímpetu necesario para avanzar, es un prerrequisito del éxito
del grupo.
Según Yalom (1985) las investigaciones prueban que la cohesión es un fuerte determinante de
los resultados positivos del grupo.
En la misma línea, Yalom afirma que los grupos con una orientación hacia el aquí y ahora son
casi invariablemente cohesivos y vitales.
Aunque la cohesión es normalmente necesaria para el trabajo grupal efectivo, puede también
entorpecer el desarrollo del grupo. Cuando la cohesión no va acompañada por el desafío del
55
terapeuta y de los miembros por avanzar, el grupo puede llegar a estancarse. El grupo disfruta
la comodidad y seguridad de la unidad que ha ganado pero no se realiza ningún progreso.
En los niveles iniciales del grupo los miembros tienden a ser conscientes de las diferencias
existentes que separan a unos de otros, sin embargo, según el grupo alcanza un nivel de
cohesión es frecuente que los miembros comenten las similitudes existentes entre los
sentimientos que vinculan a unos con otros.
En la medida que se cohesiona el grupo, es frecuente que una mujer de unos 20 años descubra
su parecido con un hombre de 50. Ambos pueden estar deseando la aprobación parental y
ambos pueden estar comprobando la inutilidad de buscar fuera de sí mismos la confirmación
de su propia valía. Un hombre aprende que sus problemas de masculinidad no son muy
diferentes de los problemas de femineidad de las mujeres.
Otros temas frecuentes que surgen en este estadio y que aumentan la cohesión entre los
miembros son: el recuerdo de experiencias dolorosas de la niñez y adolescencia, la conciencia
del temor y la necesidad de amor, la capacidad de expresar sentimientos reprimidos, el
descubrimiento de que el peor enemigo de uno mismo vive dentro de sí, la lucha por descubrir
el sentido de la vida, el sentimiento de culpabilidad por lo que uno ha hecho o no ha hecho, el
anhelo por relaciones significativas con personas importantes y el inicio del proceso de
descubrimiento de la identidad propia. El terapeuta puede motivar el desarrollo de la cohesión
señalando los aspectos comunes que vinculan a todos los miembros del grupo.
El centro de atención está aquí y ahora, en el presente. Las personas han aprendido a
hablar directamente sobre sus sentimientos y conductas en las sesiones grupales y en
56
Los miembros están más dispuestos a identificar sus metas y preocupaciones y han
aprendido a ser responsables de sí mismos.
Los miembros desean trabajar y practicar fuera del grupo para alcanzar modificaciones
conductuales.
La mayoría de los miembros se sienten incluidos en el grupo. Los no activos saben que
su participación será bienvenida y su falta de participación no debilita el trabajo
significativo del resto.
El grupo ha llegado a ser casi una orquesta, donde los individuos se escuchan unos a
otros y ejecutan conjuntamente un trabajo productivo.
Los miembros evalúan continuamente su nivel de satisfacción con el grupo y dan pasos
activos para modificar las dificultades surgidas en el seno de éste, cuando observan que
las sesiones necesitan un cambio.
La confrontación se produce de tal forma que los ejecutores evitan los juicios y las
etiquetas.
CONFIANZA Y ACEPTACIÓN.
ESPERANZA. Si se va a producir un cambio, los miembros deben creer que es posible, que
no tienen por qué permanecer atrapados en el pasado y que pueden ser activos para enriquecer
sus vidas. La esperanza es terapéutica en sí misma porque concede a los miembros la
confianza suficiente para las exigencias de trabajo que requiere un grupo y les motiva a
examinar alternativas.
energía que se mantenía para resguardar ciertos sentimientos amenazantes. Esta descarga
emocional, que a menudo se produce de forma explosiva, permite a la persona sentirse más
libre.
Aportes del autor: Yalom (1985) señala que la catarsis es un proceso interpersonal porque las
personas no logran beneficios duraderos mediante la descarga de sentimientos en un espacio
vacío. Subraya que la catarsis se relaciona con resultados positivos y que a menudo es
necesaria para el cambio, sin embargo no es suficiente.
59
Las principales tareas del terapeuta durante la fase de consolidación son proporcionar la
estructura que permita a los participantes clarificar el significado de sus experiencias en el
grupo y ayudar a los miembros en la generalización del aprendizaje del grupo a las situaciones
cotidianas. Las tareas de este estadio son:
en el seno grupal.
Reforzar los cambios que han efectuado los miembros y garantizar que dispongan de
suficiente información sobre los recursos que les capacitan para efectuar cambios
posteriores.
Trabajar con los miembros en la elaboración de contratos específicos y tareas para casa
Ayudar a los miembros a desarrollar un marco de trabajo conceptual que les permita
Proporcionar las oportunidades para que los miembros puedan darse feedback entre sí.
disuelto el grupo.
60
Consolidación
o Adoptar decisiones y planes con respecto a los cambios que se desean efectuar y al modo de
ejecutarlos.
La destreza más importante del liderazgo es la capacidad de ayudar a los miembros a transferir
lo aprendido en el entorno grupal a las situaciones cotidianas externa al grupo.
Los estadios inicial y final son los momentos más decisivos en la historia vital de un grupo. Si
la fase inicial es efectiva, los participantes consiguen concentrarse entre sí y establecer su
propia identidad en el grupo.
Las cuestiones relativas a la finalización son importantes que se planteen al inicio de las fases
del grupo.
Formas efectivas de finalización de un grupo. Es el enseñar a los miembros del grupo como se
puede ejecutar lo aprendido y aplicarlo para manejar con mayor efectividad las demandas de
su existencia diaria cuando abandonen el grupo, aspectos y actividades relevantes en las fases
finales de un grupo.
Manejo De Sentimientos.
En los estadios finales de un grupo es conveniente que el terapeuta recuerde a los miembros la
finalización de las sesiones ara que el grupo pueda prepararse y lograr una clausura
satisfactoria de la experiencia grupal. Los sentimientos de separación, que a menudo adoptan
la forma de evitación o negación, deben ser expuestos y examinados.
62
Reuniones efectivas.
Proporcionar y recibir feedback Dar y recibir feedback es importante durante las fases finales,
aunque los miembros del grupo han estado compartiendo sus percepciones.
63
6.1. El psicodrama
Moreno descubrió que los problemas personales y las reacciones de los miembros de la
audiencia influían no sólo en la elección del tema sino también en el modo en que los
participantes representaban sus papeles. Descubrió que tanto las personas implicadas en la
obra como las personas de 1ª audiencia experimentaban una descarga psicológica de
sentimientos reprimí dos (catarsis). El psicodrama es teóricamente el más apropiado para los
grupos.
La Creatividad
La Espontaneidad
El Encuentro y Tele
El Referirse al Presente
La Prueba de Realidad
La Teoría de Roles
La Catarsis e Insight
así insight. Una vez que las personas se permiten la libertad de descargar las emociones
intensas que les han estado controlando, inician el crítico proceso del logro del control
sobre sus sentimientos.
1. La etapa de caldeamiento
2. La etapa de dramatización
3. La etapa del compartir y los comentarios.
La terapia existencial implica el examen de las opciones para crear una vida con significado.
Para muchos de nosotros, el reconocimiento de las formas en que nos hemos mantenido en
calidad de víctimas marca el inicio del cambio.
Auto-conciencia
Auto-determinación
Responsabilidad
Ansiedad existencial
Muerte y no existencia
66
Características
Los clientes no son observados como enfermos por emplear determinado rol en la vida.
El terapeuta ayuda a los clientes a ser conscientes de todas las contradicciones de su
vida.
Niega la polarización que a menudo existe entre el terapeuta y el cliente (en este
modelo se sustituye la palabra paciente por la del cliente). En esencia se asume que la
relación de reciprocidad con el terapeuta es la auténtica experiencia grupal.
Objetivos
La principal tarea del terapeuta consiste en estar con el cliente y entender su mundo
subjetivo.
Uno de los roles que corresponden al terapeuta existencial consiste en crear la alianza
terapéutica, porque se supone que el cambio vendrá dado por la relación en sí.
67
El terapeuta del grupo existencial es libre para emplear las técnicas de otras
orientaciones que considere procedentes.
El enfoque grupal centrado en la persona subraya más las cualidades personales del terapeuta
del grupo que las técnicas terapéuticas porque la principal función del facilitador es crear un
clima fértil y curativo en el grupo. El enfoque centrado en la persona es fundamentalmente un
modo de ser que encuentra su expresión en las actitudes y conductas que crean un clima
favorecedor del crecimiento. Se trata más de una filosofía básica que de una simple técnica o
método.
El Proceso Grupal
Un grupo centrado en la persona puede reunirse en sesiones de dos horas y por un número
indeterminado de sesiones. Otro formato consiste en los seminarios de crecimiento personal
que se reúnen durante un fin de semana, una semana o más. Cuando el facilitador y el
miembro están de acuerdo en que la experiencia grupal será beneficiosa, normalmente se
introduce a la persona. Durante el primer encuentro del grupo, el facilitador no presenta las
reglas básicas que guiarán a los miembros ni proporciona una gran cantidad de información u
orientación. A los miembros del grupo corresponde formular las reglas para sus sesiones y
establecer las normas que por consenso les ayudarán a alcanzar sus metas
3. Descripción de los sentimientos pasados. A pesar de las dudas sobre el valor del grupo y
el riesgo a la exposición propia, se inicia la auto-apertura de los sentimientos personales,
de forma dubitativa y ambivalente.
Es una forma de terapia existencial desarrollada por Fritz Perls, se basa en la premisa de que
los individuos deben encontrar su propio camino en la vida y aceptar la responsabilidad
personal. La meta básica de un grupo gestáltico consiste en desafiar a los participantes para
que lleguen a ser conscientes del modo en que están evitando la responsabilidad de tal
conciencia y en animarles para que busquen el apoyo interno frente al extremo.
o Mandatos y Contramandatos
o Juegos
Metas Terapéuticas
Características
Los terapeutas tienden a ser activos y a usar diferentes técnicas orientadas a la acción
dirigidas, juegos u otras herramientas que movilicen a la persona para trabajar después
El análisis transaccional (AT) es una terapia interaccionar basada en el presupuesto de que los
seres humanos adoptamos decisiones en base a premisas que en un momento fueron adecuadas
para nuestras necesidades de supervivencia pero que no necesariamente siguen siendo válida.
Características
Enfatiza las dinámicas de las transacciones entre las personas y contractual porque los
miembros del grupo desarrollan afirmaciones claras de lo que cambiarán y del modo en
70
Se basa en el presupuesto de que los seres humanos adoptan decisiones en base a premisas
que fueron adecuadas para las necesidades de supervivencia pero que no necesariamente
siguen siendo válida.
Objetivos
Comprender como entramos en relación con los otros, lo que buscamos en nuestras
relaciones y cuáles son nuestras raíces ocultas que nos hacen reaccionar de manera
repetitiva.
Sentir y tomar conciencia de qué es lo que pasa en nosotros y por tanto de que
necesitamos, deseamos y de cuáles son nuestras metas.
Actuar y tomar la iniciativa para poner en marcha los cambios personales, relacionales u
organizacionales. Utilizar los Permisos, Protecciones y la Potencia necesarios para
alcanzar nuestro desarrollo y evolución.
Los enfoques conductuales son cada vez más frecuentes en la terapia grupal. Una de las
razones de su popularidad es el énfasis que estos enfoques hacen en enseñar a los clientes
habilidades de auto-manejo que ellos pueden usar para controlar sus vidas y manejar con
efectividad los problemas presentes y futuros para funcionar bien sin terapia continuada.
71
2. Etapa Inicial
3. Etapa de Trabajo
72
Para dar una imagen más global del funcionamiento de los diferentes enfoques que hemos
visto, ahora se describe un modelo de grupo en acción, donde examinaremos las diferentes
formas en que los terapeutas de diferentes orientaciones tratarían algunos aspectos del trabajo
grupal.
El grupo modelo es un grupo cerrado y de tiempo limitado con diez miembros y dos co-
73
terapeutas. El encuentro es en un centro de salud mental y ese grupo es una parte del programa
de terapia grupal que el centro ofrece a adultos con dificultades para superar con efectividad
las demandas de la vida diaria. Estos adultos podrían ser denominados "neuróticos normales";
y aunque ninguno de ellos mostraba trastornos graves, todos experimentaban la ansiedad
suficiente como para solicitar una terapia para manejar más satisfactoriamente sus problemas
personales.
Todos los miembros del grupo han recibido antes algún tipo de terapia individual, participan
voluntariamente en el grupo y están de acuerdo en acudir a todas las sesiones de grupo que se
celebrarán semanalmente con una duración de dos horas.
Es por eso que resulta conveniente informarse bien acerca de la enorme variedad de
enfoques en la psicología y estar al pendiente de los avances que se van haciendo en cada
enfoque.
Para los pacientes que necesitan una profundización de los problemas para encontrar la
solución a ellos y que estén dispuestos a explorarse tanto a nivel consciente e
inconsciente, para ellos una buena alternativa es el modelo psicoanalítico.
Para los que les gusta el drama y que son creativos, es el psicodrama, además de que
74
Para las personas que necesitan encontrarle sentido a su vida, que se encuentren en una
crisis de tipo existencial, que necesiten una manera de hallarle sentido al sufrimiento,
la aceptación de la muerte, el envejecimiento, la perdida, se le sugiere el modelo
Humanista-existencial.
Para aquellos que tienen capacidad intelectual suficiente para emprender análisis
racionales y que necesiten que un terapeuta les ayude a desechar ideas ilógicas que
estén afectando sus relaciones y haciendo su vida disfuncional, se les recomienda la
Terapia Racional Emotiva.
Para las personas que quieren una atención de persona a persona se les recomienda el
modelo Centrado en la persona.
Para los que desean una terapia llevando las experiencias en el aquí y el ahora, que use
la creatividad y la conciencia corporal se recomienda el modelo Gestáltico.
Para los que están cansados de una existencia llena de juegos psicológicos y que dejan
de ser ellos mismos, y que quieran un cambio de forma amena y poco amenazante, se
recomienda El Análisis Transaccional.
Las personas que necesitan ayuda para superar problemas de conducta, adicciones,
malos hábitos, pensamientos negativos recurrentes, problemas alimenticios, entre
muchos otros, para ellos Terapia Cognitivo-conductual.
Para los que desean solucionar sus problemas y que no tengan inconvenientes en
explorar todos los asuntos familiares que pudieran influir, para ellos es el modelo
Adleriano.
75
Los diez temas que he seleccionado de los muchos que normalmente emergen durante la vida
de un grupo son los siguientes:
7. Tratar la depresión
En la mayoría de los grupos las sesiones se dedican a la exploración de las metas grupales y a
clarificar las metas personales de los miembros. Cada miembro debe manifestar sus metas con
tanta claridad y concreción como sea posible.
Este proceso de evaluación inicial conlleva algunos temas centrales y significativos que
pueden ser examinados en el grupo productivamente. Hace a los clientes pensar en lo que
sucede en sus vidas y les anima a formular metas personales que darán la dirección al grupo.
76
Grupo psicoanalítico. "En este grupo prestaremos atención a lo que ocurre en el aquí y el
ahora, con interés particular en nuestras reacciones recíprocas.
Grupo adleriano. "En este grupo nos dedicaremos a analizar vuestro estilo de vida tal y como
se refleja a través de vuestra conducta. Dedicaremos atención a algunos recuerdos de la
infancia, a recuerdos sobre la familia y a la forma en que la posición en la familia puede seguir
influyendo sobre ellos.
Grupo psicodramático. "En este grupo se dramatizará, los conflictos y recreará escenas
emocionalmente significativas. Aliviando los sentimientos acumulados.
77
Grupo existencial. Nuestra principal tarea es desafiar para que asuma la responsabilidad de las
propias decisiones. Esperamos compartir este proceso conjuntamente". Grupo centrado en la
persona. "Nuestra tarea consiste en facilitar este grupo, no dirigirlo. En parte esto implica
ayudar a convertirlo en un grupo que acepta y se interesa por todos los miembros.
Grupo gestáltico. "Nos mantendremos tanto como sea posible en el aquí y el ahora y
eliminaremos cualquier cosa que nos impida mantener la conciencia centrada en el presente.
Nuestro interés se centrará en el qué y cómo de vuestra conducta, en vez de en el porqué de la
misma. Grupo de análisis transaccional. El terapeuta no asume el derecho de un conocimiento
especial sobre los miembros; por el contrario, se asume que serán ellos quienes decidirán el
curso del trabajo.
Grupo de terapia conductual. El grupo ofrecerá un contexto para este aprendizaje. La tarea
del terapeuta es enseñar nuevas destrezas de manejo. El grupo proporcionará el apoyo
necesario para reforzar todos los cambios que se efectúe, de tal forma que dichas
modificaciones se conviertan en una parte integral de ellos".
Grupo de Rebt. "Aunque otras personas pueden ser las responsables de haber inculcado
pensamientos auto-despectivos, se considera a los miembros como responsables de haber
mantenido tales pensamientos.
Grupo de terapia realista. "Como creemos que cada uno de los miembros trata de lograr un
mayor control sobre su vida, nuestro principal objetivo en este grupo es ayudar a determinar si
sus conductas habituales satisfacen adecuadamente sus necesidades.
Durante los primeros estadios del grupo, los miembros expresan normalmente su temor a
implicarse y muestran resistencia hacia cualquier intento de sondeo de problemas personales.
Algunos miembros temen involucrarse en el grupo mientras otros parecen dispuestos a
expresar sus miedos y empezar a trabajar.
78
Grupo psicodramático. Los co-terapeutas animarán a los miembros a expresar sus problemas
y temores hablando directamente unos con otros. Hay más fuerza en lo que decimos cuando
nos encontramos cara a cara".
Grupo Gestáltico. Los terapeutas gestálticos tienden a manejar la resistencia invitando a los
miembros a ensayar sus temores en viva voz. La meta es vencer los miedos menos exigentes y
dar algunos pasos para manejar los restantes.
Grupo de Rebt. Los terapeutas pueden invitar a otros miembros a expresar temores
irracionales similares y proceder después a enseñarles que son responsables de sus propios
trastornos emocionales por aceptar sin cuestionarse tales ideas irracionales.
Grupo Existencial. Durante los estadios iniciales del grupo, los miembros pueden expresar su
temor a auto-expresarse y a descubrir que están vacíos o que no son la persona que se han
convencido que son. Esta auto-confrontación puede ser terrible para algunos y en un grupo
existencial estos miedos se reconocen y trabajan abiertamente. El terapeuta puede pedir a los
miembros que cierren los ojos e imaginen que estos miedos están ocurriendo realmente. Este
es el primer paso en la adopción de un compromiso consigo mismo y con el grupo para
encarar y manejar los miedos.
Algunos Enfoques Teóricos. Los co-terapeutas pueden invitar a uno de los participantes a
relatar su historia en detalle. Mientras lo hacen, ellos atienden a lo que dice y a sus
expresiones no verbales de dolor, consecuencia de sus pérdidas y sus sentimientos de soledad
y abandono. La atención de los terapeutas y el apoyo del grupo le estimulan a experimentar y
compartir plenamente la intensidad de sus sentimientos.
Grupo Psicodramático. Los terapeutas pueden preguntar a uno de los participantes qué
aspectos de la ruptura de su matrimonio desearía entender más plenamente. Él contesta, "Hay
multitud de cosas que no se han mencionado, cosas en las que me hallo, cosas que temo no
llegar a decir nunca". Después se pide que se dirija al escenario y que diga esas cosas que teme
no ser capaz de decir nunca. Cuando lo ha hecho, se le pide que se "convierta en su mujer" y,
en este rol, que diga todas las cosas que imagina que ella diría. Esta inversión de roles se
continua hasta que el grupo pueda captar la forma en que él percibe a su esposa.
Grupo de Rebt. Los terapeutas, en el mismo caso anterior, tratarán de hacer que abandone su
auto-condena viciosa. Los miembros de un grupo de REBT aprenden rápido el modelo A-B-C
de terapia.
En el grupo los miembros luchan con sus deseos conflictivos, el deseo de permanecer seguros
adhiriéndose a lo conocido y el deseo a asumir más responsabilidad en la dirección de sus
propias vidas.
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Grupo de Terapia Realista. El objetivo de este enfoque es hacer que la participante evalúe su
conducta presente y que acepte el rol que desempeña ahora; en este caso, tiene poco valor
examinar sus sentimientos o comentar sus actitudes cambiantes. La pregunta básica es
"¿Deseo seguir manteniendo mi conducta dependiente o quiero modificarla?". Si decide que
quiere cambiar, se le pedirá que elabore un plan de acción, que incluirá pasos concretos para
comportarse de forma más independiente y un contrato de cambio, que incluirá el compromiso
de probar una nueva conducta fuera del grupo.
Grupo Existencial. En el grupo existencial se pude pedir a cuatro participantes que formen
un círculo y que se sienten en el centro del grupo. El terapeuta puede sugerir a este subgrupo
que "comente todas las formas en que se sienten oprimidas, comenten los sentimientos de
hallarse liberadas de la carga familiar, expresen sus temores a abandonar la seguridad para
lograr la independencia y examinen las ventajas de seguir siendo dependientes". La finalidad
que persigue este ejercicio es proporcionar a estas cuatro participantes la oportunidad de
examinar completamente sus sentimientos y a pensar en su forma de dejar en manos de otros
su propia capacidad. Se pretende ayudarles a percibir con claridad lo que les mantiene seguras
(y oprimidas) y a determinar honestamente el coste de esta seguridad.
TRATAR LA DEPRESIÓN
Grupo Psicoanalítico. Los terapeutas se interesarán por las dependencias que el participante
anterior puede desarrollar con respecto al grupo, por ejemplo, dependencia de los terapeutas
para la toma de decisiones y dependencia de los miembros para el apoyo y aprobación. Le
pueden sugerir que examine el modo en que percibe a cada terapeuta, lo que desea de ellos y
la forma en que los usa para lograr la confirmación de su persona. Mediante el examen de su
necesidad de la aprobación de los terapeutas, puede llegar a reconocer, por ejemplo, que nunca
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se sintió querido por sus padres y que creció con la idea de que no lograr la perfección es
sinónimo de fracaso. De esta forma, podría examinar las raíces de su alcoholismo y llegar a
comprender que éste es un escape para la ansiedad y un esfuerzo por crear la ilusión de ser la
persona poderosa que desearía ser.
Grupo Transaccional. El objetivo del trabajo es ayudarlo a comprender cómo y bajo qué
condiciones formuló su decisión original, por ejemplo: "No confíes en ti porque siempre te
equivocas. Espera a que otros decidan por ti porque eres incapaz de dirigir tu propia vida".
Una vez que recuerde esta decisión y sea consciente de los juegos que emplea, incluso dentro
del grupo, puede recibir ayuda para comprobar que no tiene necesidad de seguir siendo la
víctima de su decisión anterior y que ahora se halla en posición de adoptar una nueva decisión.
Grupo Adleriano. Los procedimientos adlerianos pueden ser apropiados. Los terapeutas
adlerianos asumen que las personas están motivadas por los objetivos, la función de un grupo
es ayudar a los miembros a identificar sus objetivos vitales. Esto se efectúa pidiéndoles que
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observen las razones de sus luchas y esfuerzos. Con el apoyo del grupo, empieza a desafiar sus
pensamientos erróneos, logra una mayor conciencia de su decepción por haber vivido en la
fantasía y empieza a comentar las formas para encontrar nuevas metas que le proporcionen un
sentido en la vida.
En el caso de otra participante de 25 años de edad que vive con un hombre a pesar de la
oposición de sus padres, se siente cómoda con su estilo de vida pero incómoda con respecto a
la desaprobación de sus padres. Según ella, sus padres sienten que ella les ha decepcionado y
que salvo que se case, no se merece su respeto. Para vivir mi vida como yo la quiero, he tenido
que renunciar a ellos".
Comportándose como una niña, dice ahora todas las cosas que pensó y sintió pero que
Ella pide a sus padres (como niña) que la respeten y le permitan hacer su propia vida.
Otros miembros del grupo se expresan en lugar de ella y comentan las cosas que ella no
puede.
Proyecta una escena con sus padres en el presente donde se desarrolla la interacción que
ella desearía tener. En este caso ella prepara a los padres simbólicos para que éstos se
comporten como ella desea.
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La experiencia del psicodrama podría ayudarle a aprender una forma más directa y madura
para manejar a sus padres.
Los terapeutas no emplearán probablemente ninguna técnica salvo invitarla a que exprese sus
sentimientos, valores y pensamientos. El objetivo principal es este tipo de grupo es potenciar
un clima donde la tendencia actualizadora pueda expresarse libremente. Si los miembros y los
terapeutas logran mostrar respeto y aceptación incondicional hacia ella, si pueden comprender
su lucha tal y como ella la experimenta y si le pueden mostrar interés, es probable que ella se
beneficie de la experiencia grupal y progrese de forma constructiva.
Grupo psicoanalítico. Desde la perspectiva analítica, puede ser considerada como una
persona con una actitud pasiva y dependiente hacia sus padres. En algunos aspectos se
mantiene como la niña que espera ser alimentada como persona por ellos. No ha abandonado
la fantasía de ser el tipo de hija que sus padres deseaban, esta frustración por la necesidad de
ser considerada la "hija ideal" por sus padres puede provocar sentimientos de inseguridad,
desilusión y ansiedad. En la situación grupal es probable que ella recree su familia original,
esta transferencia interfiere con la percepción objetiva de la realidad porque ahora proyecta
sobre otros miembros del grupo sentimientos que tuvo hacia sus padres.
Grupo Gestáltico. Los terapeutas se centrarán en la conducta específica relacionada con sus
problemas, por ejemplo, el hecho de que hable siempre con un tono de voz suave y suplicador.
Con ayuda de este ejercicio puede llegar a ser consciente de su estilo general de expresar
indecisión y de la forma en que invita a las personas a apiadarse de ella. Los terapeutas pueden
pedirle que traiga a sus padres al recinto y que hable con ellos abierta y cándidamente, en la
forma que le gustaría. A continuación se le pide que cambie de sitio y que se coloque en el
lugar de sus padres para responder a lo que acaba de decirles y para revelar lo que éstos
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podrían pensar de ella aunque no lo digan. Este cambio de roles se mantiene hasta que pueda
identificar todos los asuntos pendientes de su pasado que se interponen ahora en su camino. En
el proceso puede trabajar sobre sus sentimientos de resentimiento, ira o temor hacia sus
padres.
Hasta este momento se han presentado ejemplos de diversos enfoques de la terapia grupal con
respecto a los diferentes temas que han surgido en el grupo modelo. Aunque es aceptable
trabajar dentro de un único marco de trabajo, no es necesario que se limite a practicar en
exclusiva uno de los enfoques. Usted puede integrar diversos componentes de todos estos
enfoques y empezar a desarrollar su propio estilo de liderazgo, un estilo que se adapte a su
personalidad y al tipo de grupo que dirige. Con el fin de ayudarle a pensar en las formas de
integrar estos diferentes enfoques en su propio estilo personal, a continuación describo el
modo en que usaría conceptos y técnicas de diversos enfoques para manejar algunos aspectos
típicos que observo durante las últimas sesiones de la mayoría de los grupos: arropamiento,
despedida, consolidación del aprendizaje, conclusión de aspectos personales, aplicación del
aprendizaje al entorno cotidiano y evaluación de los resultados.
El último estadio de un grupo es un momento difícil. Los miembros son conscientes de que su
comunidad va a disolverse y empiezan a rumiar su separación inminente. Algunos de ellos se
retraen, se comportan con menor intensidad y aportan escaso material nuevo. Otros se
preguntan si serán capaces de mantener la apertura que han aprendido en el grupo cuando no
puedan contar con el ánimo y apoyo del grupo. Temen que en su vida cotidiana no encontrarán
a las personas que les proporcionarán el tipo de apoyo necesario para seguir experimentando.
A menudo he observado el miedo de muchos participantes a la incapacidad de crear en su
propia vida cotidiana lo que han experimentado en el grupo.
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Proyección de Futuro
Otro instrumento que se usa según el curso se acerca a la finalización es el desarrollo de las
fantasías. La mayoría de las veces los participantes no se permiten imaginar creativamente la
forma en que desearían experimentar su vida. Para ayudarles a conseguirlo, se les pide que se
imaginen a sí mismos en alguna circunstancia futura ideal, una técnica que usa el enfoque
gestáltico y el psicodrama.
Hacia los estadios finales del grupo, se hace uso de los enfoques cognitivos y de aquellos
orientados a la acción característicos de las terapias conductuales, la terapia realista, la terapia
racional emotiva y el análisis transaccional. Se concibe el grupo como un laboratorio de
aprendizaje donde los miembros han identificado los cambios específicos que desean hacer y
han experimentado con nuevas conductas. Durante la última sesión los miembros trabajan en
pequeños grupos formulando un contrato específico, una declaración breve de los planes que
tienen en relación a los cambios de conducta una vez finalizado el grupo. El objetivo de este
trabajo en pequeños grupos es hacer que los miembros definan claramente lo que desean hacer
ahora y la especificidad con que pretenden hacerlo. Por último, se trata de establecer una
reunión de seguimiento - normalmente algunos meses después de la finalización del grupo
para permitir a los miembros comentar, con cierta perspectiva, el sentido o valor del grupo
para cada uno de ellos y para comprobar en qué grado han cumplido su contrato.
Concretamente, animo a los miembros a desarrollar el hábito de mantener un diario, anotar los
problemas que encuentran, describir cómo se sintieron con respecto a sí mismos en situaciones
específicas y anotar sus éxitos y dificultades para llevar a cabo su contrato. Por último, es
importante establecer una cita de seguimiento meses después de finalizar el grupo para que los
miembros puedan evaluar los resultados de la experiencia grupal de forma individual y en el
grupo en general.
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Vimos que la terapia de grupos no se limita a un determinado grupo, esta es efectiva tanto en
niños como en ancianos, estudiantes y adolescentes. Cada vez más este tipo de terapia va
evolucionando y siendo aceptada y practicada por terapeutas y clientes con diferentes tipos de
situaciones que requieren de ayuda profesional.
Los derechos y deberes de los participantes de un grupo de terapia siempre van de la mano. Es
importante saber que a pesar de nuestro deber de mantener la confidencialidad, hay
excepciones que ameritan que esta se rompa, sobre todo si hay una condición en que el
paciente puede tener un pensamiento fijo de atentar contra su vida o la de otra persona, o por
asuntos legales.
El desarrollo grupal tiene características, funciones y formas que hacen que este sea un
proceso dinámico, que debe ser bien manejado por el terapeuta con profesionalidad y manejo
apropiado de las estrategias que son de rigor para la aplicación de estas técnicas.
En la fase inicial o estadio, principalmente los miembros del grupo están preocupados en la
aceptación o la no aceptación. Luego en conseguir la posición de control, dominio y poder
entre los miembros y también entre los miembros y el terapeuta. Es característico de esta fase
el criticarse unos a otros y ser hostil con el líder. En la tercera fase se ven actitudes favorables,
el principal interés del grupo es la intimidad, como puedo acercarme al otro, con cooperación
y apertura al dialogo. La cuarta se caracteriza por el surgimiento de los sentimientos de tristeza
y ansiedad por la separación. Se sugieren reuniones de seguimiento para animar a los
miembros.
Cada tema que hemos tratado tiene como finalidad equipar al terapeuta de grupos con
conocimientos indispensables para el éxito de las terapias. No obstante, es necesario seguir
indagando, la psicología es dinámica, se actualiza, se fortalece y se afianza cada día más como
ciencia que estudia la conducta y que facilita el retorno de la armonía emocional.
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8.2. Conclusión
Con la culminación todas las unidades, hemos dado un gran paso de avance en nuestra meta
hacia la formación profesional y en particular en lo referente al dominio de los temas
contenidos en esta asignatura de Terapia de grupos.
Ahora tenemos conocimientos sobre los derechos y deberes de los integrantes de un grupo de
terapia. Es un deber de todo terapeuta conocer y dar a conocer los derechos y deberes que
deben imperar en el grupo.
Además, vimos la importancia de tener buena formación y estrategia para minimizar los
riesgos psicológicos que pueden presentarse en el proceso terapéutico. Y sin duda alguna, el
liderazgo del terapeuta tiene un gran peso en la terapia grupal. Sus destrezas deben estar
combinadas con su formación para que los resultados sean acorde a lo esperado.
Hemos visto la importancia de dominar los diversos enfoques teóricos de la terapia de grupo,
logrando discriminar el correcto abordaje psicoterapéutico en las sesiones grupales.
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8.3. Bibliografía
- Corey, G. (2006). Teoría y Práctica de la Terapia Grupal. Unión Europea: Editorial Desclée
De Brouwer.