Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019 • ISSN 1666-8987 • Nº 14.
574 • AÑO LVII • ED 281
D i a r i o
Una reforma con valores: el decreto 854/18 tornaría inaplicable
la doctrina de la CS –in re– “Frisher S.R.L. (TF 16.236-A) c. A.N.A.”
e “IEF Latinoamericana S.A. (TF 16.912-A) c. DGA”
Sumario: 1. Situación previa al dictado del decreto
854/18. – 2. Los efectos del cambio normativo. – 3.
Conclusiones.
1 el pago de los tributos quedará en suspenso (garantizán-
Situación previa al dictado del decreto 854/18
Al caracterizar la destinación suspensiva de importa-
ción temporaria, el art. 250 del Código Aduanero (en ade-
lante CA) dispone que es aquella en virtud de la cual la
mercadería importada puede permanecer con una finalidad
y por un plazo determinado dentro del territorio aduanero,
y que queda sometida, desde su libramiento, a la obliga-
ción de reexportarla para consumo con anterioridad al ven-
cimiento del plazo. Prestigiosa doctrina ha comentado la
destinación señalando: “La importación temporaria es una
de las destinaciones suspensivas que el código contempla
en materia de importaciones, y consiste en admitir que la
mercadería importada sea introducida a la zona secundaria
aduanera con un objeto determinado y por un plazo cierto,
antes de cuya finalización deberá ser reexportada”(1).
Por su parte, el art. 256 del CA establece –como regla
general– que la importación de la mercadería bajo el régi-
men de importación temporaria no está sujeta a la imposi-
ción de tributos, con excepción de las tasas retributivas de
servicios; mientras que el art. 453, inc. c), del CA impone
la obligación de garantizar el importe de los eventuales
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes traba-
jos publicados en El Derecho: Los principios jurídicos del control adua-
nero modernizado en el tráfico transfronterizo contemporáneo, por Ri-
cardo Xavier Basaldúa, ED, 255-763; Patentes y valor en Aduana. Un
leading case, por Daniel Zolezzi, ED, 254-219; Evolución del derecho
aduanero y rol de la Aduana moderna, por Ricardo Javier Basaldúa,
ED, 270-763; Los derechos de aduana y la delegación (reflexiones post
“Camaronera”), por Daniel Zolezzi, ED, 276-517; El seguro de caución
aduanero: las cláusulas limitativas de responsabilidad a la luz de las
sentencias de la CS “Frisher”, “IEF Latinoamericana” y “Volkswagen” y
su proyección frente al art. 12 del Código Civil y Comercial, por Pablo
Sebastián Borgna y Marcelo Martínez, ED, 277-643; Consideraciones
relativas a la competencia del Tribunal Fiscal de la Nación a la luz de
la reforma de la ley 27.430, por Daniel Barbato, ED, 278-754. Todos
los artículos citados pueden consultarse en www.elderecho.com.ar.
(*) Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad de
Buenos Aires, Especialista en Derecho Aduanero por la Procuración
del Tesoro de la Nación y Especialista en Gestión Aduanera por la
Universidad Nacional de La Matanza.
(1) Alsina, Mario A. - Barreira, Enrique C. - Basaldúa, Ricardo X. -
Cotter Moine, Juan P. - Vidal Albarracín, Héctor G., Código Aduanero
comentado, Buenos Aires, AbeledoPerrot, 2011, t. I, pág. 494.
CONTENIDO
DOCTRINA
Una reforma con valores: el decreto 854/18 tornaría inaplicable la doctrina de la CS –in re– “Frisher S.R.L. (TF 16.236-A) c. A.N.A.” e “IEF Latinoamericana S.A. (TF 16.912-A)
c. DGA”, por Pablo Sebastián Borgna................................................................................................................................................................................................ 1
CUENTA Nº 13.547
JURISPRUDENCIA
Provincia de Buenos Aires
Ahorro: Plan de ahorro para la compra de un automotor: administradora; incumplimiento; concesionaria de vehículos; responsabilidad; art. 10 bis de la ley 24.240; aplicabi-
lidad; administradora del plan; deber de resarcir; mora del suscriptor; falta de configuración; dictado de la ley 26.929; irrelevancia. Derechos del Consumidor: Daño puniti-
vo: interpretación restrictiva. Daño Moral: Incumplimiento contractual: resarcimiento; procedencia (CApel.CC Mar del Plata, sala II, octubre 2-2018)....................................... 3
CASA
ARG
OPINIONES Y DOCUMENTOS
C
El debate por el precio de los tratamientos médicos: el caso Luxturna, por Jorge Nicolás Lafferriere............................................................................................................... 8
d e D o c t r i n a y J u r i s p r u d e n c i a
por Pablo Sebastián Borgna(*)
tributos que gravaren la importación para consumo de la
mercadería con el fin de obtener el libramiento a plaza de
dicha mercadería. De esta manera, la mercadería que in-
gresa al territorio aduanero argentino mediante el régimen
descripto, aun sin nacionalizarse, tendrá la ventaja de que
doselos) porque al documentar este tipo de destinación se
tiene en miras que la mercadería retorne al exterior.
A su turno el art. 15 de la resolución 72/92 del Minis-
terio de Economía, Obras y Servicios Públicos estableció:
“Cuando se autorice la importación para consumo de una
mercadería ingresada bajo el presente régimen, deberán
abonarse, además de los tributos correspondientes a esta
destinación vigentes a la fecha de registro de la destina-
ción para consumo, una suma adicional en concepto de
derechos de importación, equivalente al TREINTA POR
CIENTO (30  %) del valor en Aduana de la mercadería
al momento del registro de la correspondiente solicitud
de destinación”. De este modo nace el llamado derecho
adicional(2) (actualmente previsto en el art. 20 del decreto
1330/04) que gravó la importación para consumo –auto-
(2) El art. 30 del decreto 1439/96 derogó el régimen de la reso-
lución MEOySP 72/92 manteniendo el derecho adicional en su art.
23, en los siguientes términos: “Cuando se autorice la importación
para consumo de una mercadería ingresada bajo el presente régimen,
deberá abonarse, además de los tributos correspondientes a esta des-
tinación vigentes a la fecha del registro de la misma, una suma adi-
cional del DOS POR CIENTO (2  %) mensual calculada sobre el valor
en aduana de la mercadería a esa fecha. Dicha suma se calculará a
partir del primer mes computado desde el momento de la importación
temporaria, cubriendo el período que transcurra hasta tanto se autorice
la destinación definitiva de importación y en ningún caso podrá ser in-
ferior al DOCE POR CIENTO (12 %) del mencionado valor en aduana,
salvo que dicho valor resultara inferior al que se hubiese determinado
para la mercadería a los efectos de su importación temporaria, en cuyo
caso se tomará en cuenta este último valor”. Luego el art. 37 del decre-
to 1330/04 derogó el decreto 1439/96, manteniendo en su art. 20 el
pago del derecho adicional al establecer: “Cuando se autorice la im-
portación para consumo de una mercadería ingresada bajo el presente
régimen deberá abonarse, además de los tributos correspondientes a
esta destinación vigentes a la fecha del registro de la misma, una suma
adicional del DOS POR CIENTO (2 %) mensual calculada sobre el va-
lor en Aduana de la mercadería a esa fecha. Dicha suma se calculará
a partir del primer mes computado desde el momento de la importación
temporaria, cubriendo el período que transcurra hasta tanto se autorice
la destinación definitiva de importación y en ningún caso podrá ser in-
ferior al DOCE POR CIENTO (12 %) del mencionado valor en Aduana,
salvo que dicho valor resultara inferior al que se hubiese determinado
para la mercadería a los efectos de su importación temporaria, en cuyo
caso se tomará en cuenta este último valor”.
Director: Guillermo F. Peyrano
Consejo de Redacción:
Gabriel Fernando Limodio
Pablo María Garat
Luis María Caterina
Martín J. Acevedo Miño
Daniel Alejandro Herrera
Nelson G. A. Cossari
rizada– de la mercadería ingresada previamente bajo el
régimen de importaciones temporales.
En este contexto, algunas empresas (importadoras e
incluso garantes) entendieron que el derecho adicional
resultaba procedente solo cuando la importación fuera
autorizada por el Servicio Aduanero y se quejaron de su
aplicación cuando se produce la importación irregular (no
autorizada). Ello equivale a sostener que, de cometerse
infracción aduanera al régimen de importación temporaria
(v. gr., art. 970 del CA), correspondería el pago de todos
los tributos que gravan la importación para consumo (arts.
274 y 638, inc. e], del CA), con excepción del derecho
adicional, ya que –en ese supuesto– no habría ocurrido el
hecho imponible generador de la obligación tributaria.
Este tipo de planteos fueron resueltos por el Excmo.
Tribunal Fiscal de la Nación, que sostuvo: “… del co-
tejo del cuerpo del DIT, el cual remite a la garantía Nº
97001004265Z, la cual se vincula con la póliza involucra-
da en autos (ver fs. 51 de autos), surge que se garantizaron
los siguientes rubros: derechos (u$s31.631), tasa de es-
tadística (u$s3953,89), derecho adicional (u$s39.538,91),
I.V.A. (43.453,27), IVA adicional (u$s18.622,83), im-
puesto a las ganancias (u$s22.761,23), de lo que se
desprende que se garantizó el derecho adicional, el im-
puesto al valor agregado, así como también el impuesto
a las ganancias”(3). El Tribunal Cimero explicó también:
“… como lo ha tratado el Acuerdo Plenario Nº 14 del Tri-
bunal Fiscal de la Nación en la competencia Aduanera,
ese derecho adicional es aplicable tanto a las importacio-
nes regulares, como a las ‘irregulares’ que se produzcan
en los términos del art. 274 del Código Aduanero por el
mero vencimiento del plazo para exportar. Más aún es
precisamente para las importaciones ‘irregulares’ (según
la Resolución 72 y normas posteriores), que se requiere
una garantía como la otorgada en autos, respecto de este
derecho adicional, puesto que para las importaciones re-
gulares al requerirse el pago anticipado de los tributos esa
garantía no resulta necesaria”(4). Asimismo señaló: “Que,
en función de los argumentos por los que la aquí recu-
rrente se agravia de la aplicación del derecho adicional,
cabe aclarar que si bien el decreto 1439/96 establece en
el artículo trascripto una suma adicional del 2 % mensual,
calculado sobre el valor en aduana de la mercadería, para
el supuesto de autorizarse su importación para consumo,
es decir, aquellas importaciones consideradas ‘regulares’,
sin hacerse referencia alguna al supuesto de importación
para consumo ‘irregular’ (art. 274 del C.A.), debe enten-
derse que dicha suma adicional también se aplica a este
último, por cuanto de ningún modo el infractor y/o res-
ponsable –garante de la obligación tributaria– que es su
consecuencia, puede quedar en mejor situación que aquel
que cumplió regularmente sus obligaciones”(5).
(3) TF 23.874-A, sentencia del 9-3-09.
(4) TF 22.475-A, sentencia del 20-4-10.
(5) TF 22.843-A, sentencia del 31-8-09.
 2 Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019
En función de lo expuesto, está claro que el Excmo.
Tribunal Fiscal de la Nación incorporó al análisis dos ar-
gumentos de peso: (1) que, como el derecho adicional fue
garantizado, corresponde estar a la teoría de los actos
propios, siendo justamente esa garantía un aval para el
caso de una importación irregular; (2) que no puede que-
dar en mejor situación el infractor que aquel que cumple
con el régimen especial.
Por otra parte, la Excma. Cámara de Apelaciones en
lo Contencioso Administrativo Federal ha dicho: “Aunque
con una terminología inadecuada de ‘suma adicional’ que
utiliza –como consecuencia, quizás, de la usada en la re-
solución 72/92 de la Administración Nacional de Aduanas
que contemporáneamente deroga–, en el artículo 23 del
decreto 1439/96 el Poder Ejecutivo ha pretendido crear
un sistema que compense la postergación en el pago de
los tributos devengados en razón de la introducción de la
mercadería en cuestión al territorio aduanero nacional.
Con ello se pretende remediar la eventual injusticia en que
se incurriera con la mercadería introducida, a la que se
privilegia con un tratamiento en razón de una finalidad
que luego no es cumplida, al permitirle pagar los tributos
por una importación realizada varios meses antes, sin una
compensación suficiente en razón de dicha postergación.
Se dijo entonces que ‘la suma adicional’ establecida en
el art. 23 del decreto 1439/96 actúa como un modo de
compensar aquella utilización de la mercadería sin el pago
oportuno de los tributos, apareciendo como una suerte de
interés compensatorio por el uso del capital. De allí que
su fijación se encuentra dentro del campo reglamentario
del Poder Ejecutivo…”(6), incorporando de este modo un
tercer argumento, que no puede ser obviado: si se garanti-
zan los tributos y luego se importa a consumo, a la sazón,
se obtuvo por efecto el diferimiento –“a tasa cero”– de la
carga tributaria debida; situación que no se encuentra en
el espíritu del régimen especial. Por lo que, de permitirse
que esto suceda, la empresa puede planificar el pago de
los gravámenes a futuro, circunstancia lindera al abuso
del derecho, que justificaría el pago del derecho adicional
tanto en el caso de importaciones regulares como irregu-
lares.
En los precedentes “Frisher S.R.L. (TF 16.236-A) c.
A.N.A.”(7) e “IEF Latinoamericana S.A. (TF 16.912-A)
c. DGA” (sentencias del 14-8-13), la Corte Suprema fijó
como doctrina legal que para que proceda el pago del
derecho adicional (previsto en aquel entonces en el art.
15 de la resolución 72/92 del MEOySP, actualmente en el
20 del decreto 1330/04) debe registrarse una solicitud de
destinación de importación a consumo autorizada por el
Servicio Aduanero(8).
El desenlace fue entonces que la CS echó por tierra
todos los argumentos jurídicos ventilados, haciendo pre-
valecer un solo valor (de la letra de la resolución y los
decretos no surge –literalmente– que corresponda aplicar
el derecho adicional a los casos irregulares). Así las cosas,
la Administración Federal de Ingresos Públicos dictó la
instrucción general DG ADUA 10/16, autorizando a los
representantes fiscales a allanarse o no apelar las senten-
cias en que resulten de aplicación estos dos precedentes.
2 establece que las solicitudes que se encuentren en trámite al momento
Los efectos del cambio normativo
El tema quedó zanjado hasta que el decreto 854/18 mo-
dificó el decreto 1330/04, y el art. 20 del decreto 1330/04
quedó redactado de la siguiente forma: “Cuando se pro-
duzca la importación para consumo de mercadería ingre-
sada bajo el presente régimen, deberá abonarse, además
de los tributos correspondientes a esta destinación vigen-
tes a la fecha de su registro, una suma adicional del DOS
POR CIENTO (2 %) mensual, determinada sobre el valor
en Aduana de la mercadería a esa fecha. Dicha suma se
calculará a partir del primer mes computado desde el mo-
(6) “Alba Cía. Argentina de Seguros” (TF 19709-A), Expte. nº
38018/07 de la CNCont.-adm. Fed., sala IV, sentencia del 3-7-09.
(7) Fallos: 336:1182.
(8) Cabe aclarar que la CS ha reafirmado su postura señalando que
en la medida en que se hubiere impugnado en un todo el acto adminis-
trativo recurrido, aun cuando no se hayan expresado agravios concre-
tos sobre el derecho adicional y/o la aplicación del art. 20 de la ley
23.905 sobre las percepciones de IVA y del impuesto a las ganancias,
el tribunal igualmente debe resolver aplicando los fallos mencionados
(conf. doctrina de la CAF 30796/2016/CA1-CS1, “Codorniu Argenti-
na S.A. c. DGA s/recurso directo de organismo externo”, CS, sentencia
del 26-12-17).
mento de la importación temporaria, cubriendo el período
que transcurra hasta la importación definitiva y en ningún
caso podrá ser inferior al DOCE POR CIENTO (12 %) del
mencionado valor en Aduana, salvo que dicho valor resul-
tara inferior al que se hubiere determinado para la merca-
dería a los efectos de su importación temporaria, en cuyo
caso se tomará en cuenta este último valor. En los casos en
que el usuario hubiere obtenido el otorgamiento de un pla-
zo especial en los términos de lo dispuesto por el artículo
8º del presente decreto, la suma adicional del DOS POR
CIENTO (2  %) mensual referida no podrá ser inferior al
DOCE POR CIENTO (12 %) ni superior al SETENTA Y
DOS POR CIENTO (72 %) del mencionado valor”(9).
A diferencia de la vieja redacción que establecía que
cuando “se autorice” la importación para consumo de
mercadería ingresada bajo el régimen deberá pagarse el
gravamen, la nueva redacción establece que, cuando “se
produzca” la importación para consumo de mercadería
ingresada bajo el régimen, resultará aplicable el derecho
adicional. Nótese que al hablar de “cuando se produzca
la importación definitiva” el legislador ha previsto que
quede comprendido tanto el supuesto de importaciones
temporales, cuya mercadería se nacionaliza mediante una
solicitud de importación a consumo (autorizada), como
aquellas que tienen su origen en un supuesto de importa-
ción irregular (en el que no existe autorización del servi-
cio aduanero para importar a consumo lo que antes había
ingresado mediante una temporal).
En consecuencia, en el estado actual de las cosas, po-
dría afirmarse que el cambio normativo habría tornado
inaplicable la doctrina de la CS sentada en “Frisher S.R.L.
(TF 16.236-A) c. A.N.A.” e “IEF Latinoamericana S.A.
(TF 16.912-A) c. DGA” para todas aquellas importaciones
temporales afectadas por la entrada en vigencia del referi-
do decreto (cambio del régimen del decreto 1330/04).
3
Conclusiones
A fin de analizar el alcance temporal del decreto
854/18, cabe tener presente que el Código Civil y Comer-
cial (en adelante CCyC) rige desde agosto de 2015(10),
motivo por el cual los cambios que trajo aparejados este
decreto se encontrarían influenciados por lo dispuesto en
el art. 7º del CCyC(11).
El art. 7º del CCyC dispone: “Eficacia temporal. A par-
tir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o
no de orden público, excepto disposición en contrario. La
retroactividad establecida por la ley no puede afectar dere-
chos amparados por garantías constitucionales. Las nuevas
leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso
de ejecución, con excepción de las normas más favora-
bles al consumidor en las relaciones de consumo”. Así,
pues, sobre el particular tiene dicho la doctrina: “… 3.
Las reglas que contiene el art. 7º. El artículo 7º contiene
cinco reglas, que son: aplicación o efecto inmediato de
las nuevas leyes a las situaciones y relaciones jurídicas
en curso; principio de irretroactividad salvo disposición
legal en contrario; límite de la retroactividad dado por los
derechos amparados por la Constitución; subsistencia de
las leyes supletorias vigentes al tiempo de la conclusión de
los contratos: con excepción de las normas más favorables
al consumidor en las relaciones de consumo”(12).
Sentado todo ello, cabe señalar que la norma puede te-
ner efecto retroactivo si así lo dispusiere(13), excepto cuan-
(9) Artículo sustituido por art. 8° del decreto 854/18 (B.O. 26-9-18).
Vigencia: a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial.
(10) El art. 7° de la ley 26.994 establece: “La presente ley entrará
en vigencia el 1° de agosto de 2015” (artículo sustituido por art. 1° de
la ley 27.077, B.O. 19-12-14).
(11) El art. 7º del CCyC resulta sustancialmente similar al art. 3º del
derogado Código Civil, excepto por la referencia que hace a las nor-
mas más favorables para el consumidor en el marco de las relaciones
de consumo, que es nueva en nuestra legislación.
(12) Rivera, Julio C., El Código Civil y Comercial. Efectos sobre las re-
laciones y situaciones jurídicas preexistentes, ElDial DC1F98, del 7-8-15.
(13) En materia penal la irretroactividad es un principio absolu-
to (art. 18 de la CN) que reconoce una única excepción válida, el
principio de aplicación de la ley penal más benigna, receptado en
materia de infracciones aduaneras en el art. 899 del CA. En este caso
el derecho adicional no es una sanción penal (derecho administrativo
sancionador) sino un gravamen, por lo tanto, puede existir retroactivi-
dad válida.
do se afecten garantías constitucionales(14), sin perjuicio de
la doctrina de la CS que ha dicho invariablemente: “No es
atendible la objeción constitucional fundada en la preten-
dida violación de la garantía de la propiedad, pues nadie
tiene un derecho adquirido al mantenimiento de leyes o
reglamentaciones ni a la inalterabilidad de los gravámenes
creados o regidos por ellas. Sólo cuando el contribuyen-
te ha oblado el impuesto de conformidad con la ley en
vigencia al momento en que realizó el pago, queda éste,
por efecto de su fuerza liberatoria, al amparo de aquella
garantía, que se vería afectada si se pretendiese aplicar una
nueva ley que estableciera un aumento para el período ya
cancelado”(15).
La norma sería aplicable con efecto inmediato (esto no
presentaría mayores problemas, por lo que no cabe ahondar
en su análisis) o frente a una relación jurídica “en curso”.
Sería –en este caso– una relación jurídica “en curso”
aquel supuesto en el cual se hubiese documentado la tem-
poral antes del 27-9-18(16) y se produzca la importación
irregular en una fecha igual o posterior al 27-9-18. En ese
especial supuesto la doctrina sentada en “Frisher S.R.L.
(TF 16.236-A) c. A.N.A.” e “IEF Latinoamericana S.A.
(TF 16.912-A) c. DGA”, en principio, no sería aplicable
(corresponderá el pago del adicional en los supuestos de
importaciones temporarias irregulares) porque el hecho
imponible tendría lugar con la importación definitiva a
consumo(17), es decir, se aplicaría el gravamen directa-
mente. Asimismo, de ello se sigue que la reforma que tuvo
lugar con el dictado del decreto 854/18 no importa, técni-
camente, irretroactividad alguna, pues aquella afectaría
tan solo a aquellos DIT(18) que vencieren en fecha igual
o posterior al 27-9-18 (como fecha en que se produce el
hecho imponible).
En este orden de ideas, concluyo que el decreto 854/18
ha modificado el decreto 1330/04 y esta circunstancia
resultaría óbice para que se siga aplicando la doctrina
sentada en “Frisher S.R.L. (TF 16.236-A) c. A.N.A.” e
“IEF Latinoamericana S.A. (TF 16.912-A) c. DGA”, en
principio, a todas aquellas destinaciones de importación
temporaria que vencieren en fecha igual o posterior al
27-9-18(19).
Llegado este punto, cabe avanzar sobre el acierto de la
norma, respecto de lo cual resulta útil repasar la doctrina
que ha dicho: “… las leyes emplean la palabra razonable,
si bien, como se comprende, su determinación concreta no
resulta de una simple disposición legislativa sino de una
dosificación que se realiza de acuerdo con los principios
de justicia…”(20).
Al introducirme en los aspectos valorativos de la modi-
ficación acaecida(21), entiendo que habían perdido su lugar
los argumentos –ut supra– desarrollados del Excmo. Tri-
bunal Fiscal y la Excma. Cámara Nacional de Apelaciones
(14) Sobre el particular ver doctrina de los derechos adquiridos.
(15) CS, “Ángel Moiso y Cía. S.R.L.”, Fallos: 303:1835. En similar
sentido, “Unola de Argentina Ltda. c. Y.P.F. y BANADE s/contrato de
obra pública” del 6-10-98, Fallos: 321:2683; “De Milo, Ernesto N.
c. Nación”; “Kremer y Kramer Hnos. c. Nación”. Fallos: 288:279;
291:359; 299:93; 303:1835.
(16) El art. 14 del decreto 854/18 (B.O. 26-9-18) establece que la
disposición entrará en vigencia a partir del día siguiente al de su publi-
cación en el Boletín Oficial. Asimismo, el art. 15 del decreto 854/18
de la entrada en vigencia del presente decreto se resolverán mediante
las disposiciones de esta medida.
(17) Conforme la doctrina sentada por el Alto Tribunal en “Fri­
sher S.R.L. (TF 16.236-A) c. A.N.A.” e “IEF Latinoamericana S.A. (TF
16.912-A) c. DGA”, el pago del derecho adicional “que debe can-
celarse” es el vigente al momento de documentarse la importación
definitiva a consumo; puesto que si el hecho gravado fuese anterior
(es decir, fuese al momento de documentar la temporal), la doctrina
hubiese entendido que en el caso de importaciones irregulares el de-
recho adicional sería igualmente de aplicación. Puesto de otro modo,
al dispensarlo –como se ha hecho– ha quedado confirmada la regla
de que el hecho imponible tiene lugar “con la importación definitiva a
consumo y no antes”.
(18) En este trabajo DIT significa “Despacho de Importación Tempo-
rario”.
(19) Si la importación temporaria se documentase antes del dictado
del decreto 854/18 del 25-9-18, y la importación irregular ocurriese
antes del 27-9-18, sería de aplicación el art. 20 del decreto 133/04,
sin la modificación del decreto 854/18. Pero si la importación tem-
poraria se documentase antes del dictado del decreto 854/18 del
25-9-18 y la importación irregular ocurriese en fecha igual o posterior
al 27-9-18, sería de aplicación el art. 20 del decreto 133/04, con la
modificación del decreto 854/18.
(20) Linares Quintana, Segundo V., Tratado de interpretación consti-
tucional, Abeledo-Perrot, 2008, t. 1, pág. 523.
(21) Excede el objeto de este trabajo abordar algún tipo de re-
flexión respecto del hecho de que la reforma se ha materializado me-
diante un decreto y sus implicancias.

en lo Contencioso Administrativo. Sin embargo, estos han
sido útiles para dotar de valores a la reforma producida, ya
que, por un lado, todos los conceptos garantizados podrán
ser cobrados por el Fisco Nacional, lo que impediría así
que quede en mejor situación el incumplidor del régimen
especial que aquel que cumplió regularmente sus obliga-
ciones; mientras que, por otro lado, se desalienta la dis-
valiosa posibilidad de un diferimiento impositivo a tasa
cero, contrario al espíritu del régimen(22).
Por todo lo expuesto, en consonancia con actuales ten-
dencias del derecho(23), entiendo que la reforma supera sa-
tisfactoriamente un “test de diálogo de fuentes”. Resulta
–a mi parecer– loable el cambio, siendo ajustado a los al-
tos estándares de equidad de los que los administrados son
merecedores, pues sostener lo contrario implicaría avalar
–implícitamente– la competencia desleal de mercado, por
permitirse que el incumplidor del régimen evite el pago
del derecho adicional que aquel que se encuentre en una
situación regular indefectiblemente deberá pagar.
VOCES: ADUANA - IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES
- IMPORTACIÓN DE MERCADERÍAS - SEGURO -
IMPUESTOS - TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN
- LEY - CÓDIGOS - CORTE SUPREMA DE LA NA-
CIÓN - JURISPRUDENCIA
(22) Obviamente consideré la proyección de la multa del art. 970
del CA sobre los supuestos. Es decir, para el supuesto de importación
regular –antes de la reforma del decreto 854/18– se debería pagar
el derecho adicional pero no la multa del art. 970 del CA; mientras
que en el caso de darse el supuesto irregular, se paga la multa y no el
derecho adicional, compensándose así el costo. No obstante, entiendo
que no debe confundirse la cuestión tributaria seguida a la infracción
con el aspecto represivo que –en sí mismo– tiene la conducta tipificada
por el art. 970 del CA. Ello así, cualquier consideración a su respecto
sería mezclar conceptos aislados, cuyo tratamiento tanto la normativa
como la jurisprudencia y la doctrina han preferido separar, pues tienen
objetivos claramente disímiles.
(23) Actualmente se sostiene que para que las normas puedan regir
de manera plena, con aplicación amparada en la justicia, es necesario
descifrarlas sanamente. Se suele decir que es fundamental descubrir la in-
tención y voluntad del legislador, y que, por ello, al interpretar la ley, este
intérprete debe integrar la fría positivización normativa con los principios
generales aplicables, valores, jurisprudencia, doctrina y dogmática legal.
No resulta ocioso señalar que actualmente el Código Civil y Comercial
ha incorporado la idea del “diálogo de fuentes” en sus arts. 1° y 2°; fór-
mula que debe ser combinada con el deber de resolver razonablemente
(art. 3°) para así encontrar una justa solución a los conflictos, sin prescin-
dir de los valores implícitos que trae consigo el sistema legal.
JURISPRUDENCIA
Ahorro:
Plan de ahorro para la compra de un auto-
motor: administradora; incumplimiento; conce-
sionaria de vehículos; responsabilidad; art. 10
bis de la ley 24.240; aplicabilidad; adminis-
tradora del plan; deber de resarcir; mora del
suscriptor; falta de configuración; dictado de
la ley 26.929; irrelevancia. Derechos del
Consumidor: Daño punitivo: interpretación
restrictiva. Daño Moral: Incumplimiento
contractual: resarcimiento; procedencia.
1 – La concesionaria de vehículos responde en forma concu-
rrente por los incumplimientos de la administradora del plan
de ahorro, en tanto los negocios involucrados en esa opera-
8 – Si bien no cabe ninguna duda de que la administradora
ción –y que vinculan al consumidor con una y otra parte– se
encuentran interconectados y ostentan una conexidad rele-
vante que justifica ampliar la legitimación pasiva contempla-
da en el art. 10 bis de la ley 24.240.
2 – Para eximirse de responsabilidad por los incumplimientos
de la administradora del plan de ahorro, la concesionaria
de vehículos debe, de conformidad con lo normado en el art.
10 bis de la ley 24.240, demostrar el caso fortuito o la fuerza
mayor, siendo insuficiente a tales efectos que la recurrente
invoque que el incumplimiento contractual se generó por la
9 – Resulta justificada, en el caso, la procedencia del resarci-
conducta de la administradora, dado que la causa ajena es
eximente de responsabilidad únicamente en la órbita de la
responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa o del servicio
(art. 40 de la ley citada).
3 – Puesto que, en el caso, no se ha ejercido un pacto comiso-
rio implícito (art. 10 bis, inc. c], LDC) ni la facultad resciso-
Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019
ria unilateral contemplada en el contrato de ahorro previo
motivo de autos por medio de la cual el suscriptor podía re-
tirarse del grupo sin justificar motivo alguno, sino que, muy
por el contrario, el actor ha rescindido el contrato invocan-
do –y acreditando– el incumplimiento de la administradora
del círculo, cabe concluir que las penalidades y pautas de
devolución previstas contractualmente para el supuesto de
rescisión unilateral incausada no pueden ser aplicadas so
pena de arribar a una solución ostensiblemente injusta para
el consumidor. Ello es así, ya que la sociedad incumplidora
accionada no puede pretender que la salida del círculo del
accionante se produzca en los mismos términos y condiciones
que fueron contractualmente previstos y diseñados para su-
puestos de rescisiones unilaterales no conflictivas.
4 – La administradora del plan de ahorro demandada no puede
alegar que la decisión que la condenó a reintegrar al sus-
criptor actor lo que hubiese abonado supone un perjuicio
económico para los restantes suscriptores, pues si dicha firma
ha sido condenada en sede judicial por ser civilmente respon-
sable de un incumplimiento contractual, solo existirá un daño
a los intereses de los demás suscriptores si esa condena es
costeada con fondos del grupo y no con el patrimonio de la
sociedad comercial administradora; es decir, ese menoscabo
se verificará en tanto en cuanto la administradora traslade
indebidamente el costo de su propia ilicitud al conjunto de los
ahorristas suscriptores que integran el grupo y no abone la
condena de su propio peculio.
5 – No le asiste razón a la administradora del plan de ahorro
accionada cuando pretende defenderse de la responsabilidad
por incumplimiento contractual que le endilga el actor invo-
cando la previa mora de este último, pues el incumplimiento
del accionante no fue “previo” a la sanción de la ley 26.929
que alteró el precio del bien-tipo y, con ello, modificó el mon-
to de las cuotas a pagar, sino que ocurrió en el mismo mes
en el que dicha norma fue sancionada; máxime cuando fue
la propia accionada la que reconoció que la sanción de esa
ley tributaria configuró un “hecho del príncipe” que sorpren-
dió a las partes y motivó el proceso de renegociación. Por lo
cual, sea que la sanción de la citada ley sea concebida como
un caso fortuito o que se la entienda como hecho extraordina-
rio generador de una excesiva onerosidad sobreviniente de la
prestación a cargo del suscriptor, lo cierto es que en ambas
hipótesis se presenta un efecto en común: no se configura la
mora del deudor.
6 – Para la configuración del daño punitivo debe concurrir un
elemento subjetivo agravado en la conducta del proveedor
de bienes o servicios, que se traduce en culpa grave o dolo,
negligencia grosera, actitud temeraria o notorio menospre-
cio por los derechos ajenos, así como un elemento objetivo
consistente en un daño que por su gravedad, trascendencia
social o repercusión institucional demande la imposición de
una sanción ejemplar.
7 – Puesto que el diferendo entre el suscriptor y la administra-
dora del plan de ahorro accionada se produjo en un contexto
sumamente particular y en cierta forma imprevisible, la im-
posición legal de impuesto que alteró sustancialmente el pre-
cio del bien-tipo sobre el cual se calculan las cuotas que cada
ahorrista debe abonar, cabe concluir que, teniendo en cuenta
la naturaleza de la contingencia que alteró el equilibrio eco-
nómico del contrato, no solo del accionante sino de todo el
grupo de ahorro del cual el actor era parte, no se advierte
que los incumplimientos contractuales de la demandada –que
sin duda los hubo– sean de tal entidad que justifiquen la apli-
cación del instituto del daño punitivo.
del plan accionada ha incumplido el contrato que vincula a
las partes, al considerar exhaustivamente la totalidad de las
circunstancias que rodearon el conflicto entre las partes no
se logra percibir negligencias groseras, actitudes temerarias
o notorios menosprecios por los derechos del actor –o cual-
quier otro elemento análogo e igualmente grave– que permi-
tan efectuar un reproche de una entidad tal que justifique la
aplicación de la sanción regulada en el art. 52 bis de la ley
24.240.
miento solicitado en concepto de daño moral, pues la entidad
de los reclamos formulados por el actor, la cantidad de co-
municaciones documentadas que remitió exigiendo respues-
tas adecuadas a sus requerimientos y consultas, el deficitario
desempeño de la administradora del plan de ahorro acciona-
da al atender satisfactoriamente esas consultas y el hecho de
3
NOVEDADES 2018
COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
Marcelo Eduardo Urbaneja
PROPIEDAD HORIZONTAL
Segunda edición
El Derecho
2018
216 páginas
ISBN 978-987-3790-72-0
Venta telefónica: (11) 4349-0200, int. 1177
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que aquel haya tenido que acudir al asesoramiento letrado
y al inicio de un proceso judicial para reclamar lo que en-
tendía justo son circunstancias que conllevan –sin lugar a
dudas– repercusiones negativas en los sentimientos, afeccio-
nes y tranquilidad de espíritu de quien se ve expuesto a tal
acontecer, que exceden notoriamente las inquietudes propias
y corrientes del mundo de los negocios. R.C.
60.040 – CApel.CC Mar del Plata, sala II, octubre 2-2018. – B., M.
M. c. Círculo Cerrado S.A. Ahorro y otros s/daños y perjuicios.
En la ciudad de Mar del Plata, a los 2 días del mes
de octubre de 2018, reunida la Cámara de Apelación en
lo Civil y Comercial, Sala Segunda, en acuerdo ordinario
a los efectos de dictar sentencia en los autos caratulados
“B., M. M. c/ Círculo Cerrado S.A. Ahorro y ot. s/daños y
perjuicios”, habiéndose practicado oportunamente el sor-
teo prescripto por los artículos 168 de la Constitución de
la Provincia y 263 del Código de Procedimientos en lo
Civil y Comercial, resultó que la votación debía ser en el
siguiente orden: Dres. Ricardo D. Monterisi y Roberto J.
Loustaunau.
El Tribunal resolvió plantear y votar las siguientes
cuestiones:
1ª) ¿Es justa la sentencia de fs. 1249/1270?
2ª) ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
A la primera cuestión planteada el Sr. Juez Dr. Monte-
risi dijo:
I) La sentencia dictada el 29 de mayo de 2018 –y que
obra glosada a fs. 1249/1270– viene a conocimiento de
este Tribunal de Alzada con motivo de los recursos de
apelación interpuestos por los demandados Círculo Ce-
rrado S.A. de Ahorro para Fines Determinados y Mer-
cedes Benz Argentina (mediante escrito electrónico pre-
sentado el 05/06/2018) y por la firma Automotores Juan
Manuel Fangio S.A. (por escrito electrónico presentado el
07/06/2018).
En lo que aquí interesa destacar, el Sr. Juez de primera
instancia hizo lugar a la demanda de rescisión contractual
y daños y perjuicios incoada por M. M. B. contra Círculo
Cerrado S.A. de Ahorro para Fines Determinados, Merce-
des Benz Argentina S.A. y Automotores Juan Manuel Fan-
gio S.A., declaró rescindido el contrato de plan de ahorro
Nº 54.782 y condenó a las demandadas en forma concu-
rrente a pagar a la actora la suma de $421.642,48 con más
intereses y costas.
Para así decidirlo, explicó que las partes coinciden en
que el 23 de julio de 2012 en la sede de la codemandada
Automotores Fangio S.A. el Sr. B. suscribió con la co-
demandada Círculo Cerrado S.A. de Ahorro para Fines
Determinados un plan de ahorro para adquirir un auto-
móvil Mercedes Benz modelo C-200 BEM City, bajo la
modalidad Plan 70/30. También son contestes en que el
20 de enero de 2014 una ley aumentó el impuesto interno
aplicable al patentamiento de automotores cuyo valor su-
perara los $170.000 y con motivo de ello el actor presentó
una nota ante el Círculo solicitando un cambio respecto al
bien tipo contratado, peticionando que se lo transfiera a un
plan para adquirir un vehículo Smart City. No fue contro-
vertido además que el 4 de febrero de 2014 el actor envió
una nueva nota pidiendo el cambio de bien a un utilitario
Sprinter 411 CDI Street Furgon y que el 7 de mayo de ese
mismo año B. ofreció el pago de 15 cuotas restantes a fin
de obtener la licitación del vehículo objeto del contrato.
 4 Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019

Señaló que la controversia entre las partes gira en torno del precedente citado por el a quo– nada tiene que ver el se debió a la extraordinaria situación en la que la firma se
a una serie de incumplimientos de obligaciones específi- contrato en cuya firma interviniera su mandante sino que encontraba envuelta. Afirma que no hubo dolo, culpa o in-
cas de orden contractual y legal que el actor invoca y que lo impugnado son las modificaciones ulteriores al contrato tención desaprensiva de su parte ni hay una conducta que
niegan los demandados, así como también sobre la conse- original, hecho en el que la firma no participó. sea susceptible de sancionar. Niega que haya existido un
cuente responsabilidad civil de los accionados. (ii) Que el juez desconoció la excepción prevista en enriquecimiento indebido.
Argumentó que el contrato de ahorro para fines deter- la última parte del art. 40 de la Ley 24.240 que permite (ix) Cuestiona la recepción favorable del reclamo por
minados debe ser juzgado como un contrato de consumo la liberación de quien demuestre que la causa le ha sido daño moral. Entiende que no se han producido pruebas
en los términos de los artículos 1, 2, 3 y concordantes de ajena. Entiende injusto que se termine condenando a Au- que demuestren siquiera mínimamente el daño invocado
la Ley 24.240 y que la pretensión que motiva el juicio de- tomotores Juan Manuel Fangio S.A. por el solo hecho de y que en el ámbito contractual su reparación debe evaluar-
be ser encuadrada en las previsiones del artículo 10 bis de ser considerada proveedor en los términos del artículo 10 se con criterio restrictivo.
dicha ley especial. Sobre esa base, consideró que es posi- bis de la Ley 24.240 ignorando las eximentes reguladas en (x) Que no corresponde aplicar interés alguno dado que
ble considerar proveedores tanto al fabricante/importador el artículo 40. el fallo es contrario a derecho y arbitrario. Por iguales moti-
del vehículo (Mercedes Benz Argentina S.A.) como a la II.2. El apoderado de las firmas “Círculo Cerrado...” y vos, entiende que las costas deben ser impuestas a la actora.
sociedad administradora del plan de ahorros (Círculo Ce- Mercedes Benz Argentina S.A. presentó sus agravios me-
diante presentación electrónica el 03/07/2018, mereciendo III. Tratamiento de los recursos
rrado S.A.) y también a la concesionaria que comercializa
la réplica del actor en fecha 25/07/2018. Sus puntos de dis- Sin perjuicio del tratamiento integral que se dará a las
el producto (Juan Manuel Fangio Automotores S.A.).
conformidad pueden sintetizarse de la siguiente manera: numerosas cuestiones planteadas por las partes, me inte-
Seguidamente, apuntó que la sanción de la Ley 26.929
(i) Que el juez ha interpretado incorrectamente el con- resa aclarar que en el estudio y análisis de los agravios
produjo una alteración significativa en el equilibrio del
trato de ahorro, afirmando que el objeto es la adquisición los jueces no estamos obligados a analizar todos y cada
contrato y un incremento del precio final del automotor
de un rodado de la marca Mercedes Benz cuando en rea- uno de los argumentos, sino tan solo los que consideremos
respecto al que se había contratado el plan de ahorro (lo
lidad el objeto consiste en posibilitar al suscriptor la for- suficientes y decisivos para decidir el caso (CSJN, Fallos
que significó, en paralelo, el aumento de las cuotas que B.
mación de un ahorro y el otorgamiento de un crédito para 258:304; 262:222; 265:301; 272:225; Loutayf Ranea Ro-
debía abonar para acceder al bien).
que pueda luego adquirir un rodado de la marca Merce- berto G. “El recurso ordinario de apelación en el proceso
Destacó que la demandada reconoció haber recibido el
des Benz Argentina S.A. Alega que la firma no adjudica civil”, t. 2 págs. 310/313, Astrea, 2da ed. act. y amp., Bs.
20/01/2014 la nota de B. solicitando el cambio al modelo
­vehículos de la marca sino contratos para la entrega de su- As. 2009).
Smart City pero no fue contestada. La demandada afirmó
mas de dinero. Estos errores de interpretación –dice– lle- La doctrina judicial interamericana señala que “el deber
que la migración y la conformación del saldo se expli-
varon al juez a arribar a otras conclusiones desacertadas. de motivación no exige una respuesta detallada a todos y
có mediante nota del 07/02/2014 pero ese documento fue
(ii) Que es incorrecto afirmar que los reclamos realiza- cada uno de los argumentos de las partes, sino una res-
acompañado en fotocopia simple y –a todo evento– nun-
dos por el actor fueron desatendidos. Dice que anoticiada puesta a los argumentos principales y esenciales al obje-
ca fue dado a conocimiento de la actora. La omisión del
del cambio de modelo solicitado por el actor, tomó nota to de la controversia que permitan garantizar a las partes
­Círculo de Ahorro de dar respuesta al primer requerimien-
de ello y realizó la migración del modelo Mercedes Benz que han sido oídas en el marco del proceso” (v. mi voto
to para cambiar el bien-tipo del contrato constituyó un in-
C-200 BEM City al Smart City y que ello le fue debida- en causas nº 137518 –“Santecchia...”– del 14/2/2018, nº
cumplimiento al deber de información y trato digno.
mente informado al accionante. Tal extremo surge acredi- 163802 –“Morales...”– del 27/09/2017, nº 162854 –“Ar-
Un segundo incumplimiento consistió en no documen-
tado mediante la nota del 07/02/2014 agregada al contestar gaña...”– del 22/06/2017, 162070 –“Leguizamón...”– del
tar la negociación que tuvo lugar con el actor ante el se-
la demanda. Critica que el juez haya restado valor pro- 15/06/2017 y nº 163784 –“Lagos...”– del 9/11/2017, todos
gundo pedido de cambio de plan –esta vez, a un modelo
batorio a ese documento y afirma que la documentación de la Sala Segunda de esta Cámara Departamental; Corte
Sprinter– y en el que el actor habría sido anoticiado de la
original se encuentra agregada en la causa “Círculo Cerra- IDH, Caso Apitz Barbera y otros [“Corte Primera de lo
necesidad de pagar las cuotas caídas y habría decidido por
do S.A. de Ahorro para fines determinados s/ extorsión” Contencioso Administrativo”] Vs. Venezuela. Excepción
ello continuar con el plan de ahorro del Smart City.
(Expediente Nº 6919/14). Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5
Finalmente, el juez reparó en un tercer incumplimiento
(iii) Que el juez se equivocó al juzgar que no se acre- de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr. 90; Caso Mémoli
del Círculo de Ahorro frente a B. cuando este último exi-
ditó que B. haya aceptado “de palabra” continuar con el Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Repara-
gió ser informado sobre el reajuste del haber del contrato y
plan de ahorro del Smart City. Afirma que ello se refleja ciones y Costas. Sentencia de 22 de agosto de 2013. Serie
del cambio de modelo del bien-tipo. La demandada alegó
en el tenor de la carta documento del 25/03/2014 en la que C No. 265, párr. 40; Caso Flor Freire vs. Ecuador. Excep-
que en marzo de 2014 se le hicieron llegar al actor los cu-
el reclamante persistía en su primigenio pedido de migrar ción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
pones de pago correspondientes al Smart City no obstante
al Smart cuando en el último párrafo alude precisamente de 31 de agosto de 2016. Serie C. No. 315, párr. 186).
la documental en la que sustentó tales alegaciones carece
al cambio del modelo Mercedes Benz C-200 por el Smart. Analizaré en primer lugar los puntos de disconformidad
de valor probatorio, no tienen constancia de recepción y
(iv) Entiende errado considerar no demostrada la re- planteados por la codemandada Automotores Juan Manuel
no contienen detalle ni explicación sobre el modo de liqui-
misión de los cupones al actor. Dice que tal hecho no fue Fangio S.A. Seguido a ello, me abocaré al tratamiento del
dar la deuda y la imputación efectuada al vehículo Smart
debatido y por lo tanto no correspondía ofrecer prueba a recurso interpuesto por el apoderado de las firmas Círculo
City.
tal efecto. Critica la sentencia en cuanto no se ha valorado Cerrado S.A. de Ahorro para Fines Determinados y Merce-
Refirió el magistrado que los reiterados incumplimien-
correctamente toda la prueba producida, y no se ha repa- des Benz Argentina S.A. (arts. 34.4 y 163.6 del CPCCBA).
tos de la demandada respecto a su deber de información
rado en que la denuncia penal y la efectuada ante la IGJ III.1. Recurso de la firma Automotores Juan Manuel
–al omitir explicarle al suscriptor cuál era el vehículo que
fueron desestimadas. Fangio S.A.
eventualmente se le iba a entregar y cómo se iba a calcular
(v) Que se ha juzgado indebidamente la nulidad por Tal como fuera reseñado en párrafos precedentes, la fir-
su haber teniendo en cuenta el nuevo impuesto aplicable–
abusividad de la cláusula 7 de las Condiciones Genera- ma concesionaria criticó el modo en que fue juzgada su
fue un factor determinante para las dificultades que las
les suscriptas por B. Afirma que dicha pauta negocial legitimación pasiva y alegó que el juez aplicó incorrecta-
partes reconocieron que se sucedieron luego en la ejecu-
fue aprobada por la Inspección General de Justicia de la mente un fallo de esta Sala sin analizar su participación
ción del contrato.
Nación y ha sido establecida de conformidad con lo dis- efectiva en los hechos que motivaron la controversia (y de
Explicó que la conducta de la codemandada dejó inmer-
puesto en las Resoluciones 8/82, 26/04 y 8/15 de dicho los cuales, insiste, ha sido completamente ajeno).
so al consumidor en un estado de incertidumbre respecto a
organismo. La penalidad –dice– es razonable y tutela el El agravio, adelanto, no es fundado.
una petición concreta que resultaba sustancial para la pos-
interés del resto de los ahorristas que componen el grupo Acierta el magistrado al citar el fallo que esta Sala dic-
terior ejecución del contrato. Por este motivo, consideró
en virtud de su carácter mutualista y solidario. tara en los autos “Baillieau, Nicolás Augusto c/ Volkswa-
justificado el incumplimiento de B. con relación al pago
Refiere que, contrariamente a lo señalado en el fallo, gen de Ahorro para fines determinados y ot. s/ Daños y
oportuno de las cuotas del plan de ahorro. Apuntó que me-
B. incurrió en mora con anterioridad a la vigencia de la Perjuicios” (causa nº 139438, sentencia del 30/06/2015)
dió una falta de cooperación de la parte acreedora que im-
ley 26.929 y con anterioridad a la migración del modelo puesto que existe una marcada analogía entre el conflicto
pide juzgar que el deudor incurrió en mora.
Smart. Entiende por ello que es incorrecto decir que su que motivara aquel precedente y el diferendo que se pre-
Concluyó que la pretensión del actor de rescindir el
incumplimiento estuvo justificado por un estado de incer- senta en el caso en estudio. Los criterios allí fijados sobre
contrato de plan de ahorro 54.782 es razonable y fundada
tidumbre. la responsabilidad concurrente de las concesionarias de
y que también debe prosperar su pretensión resarcitoria
(vi) Que es injusta la decisión del juez de devolver la autos en el contexto de incumplimientos negociales de las
contra todas las demandadas en forma concurrente.
suma de $220.808,48. Dice que el accionante solo tiene administradoras de planes de ahorro resultan –como con-
En cuanto a los rubros reclamados, hizo lugar únicamen-
derecho a la restitución del haber reducido, derecho que secuencia de aquella similitud fáctica– enteramente apli-
te a los siguientes: (i) $220.808,48 en concepto de devolu-
se hace efectivo una vez finalizado el plano. Esa suma no cables en este pleito.
ción de lo abonado; (ii) $834 por reintegro de gastos; (iii)
equivale a “todo lo abonado” sino que –alega– resulta de En efecto, en aquel caso –y al igual que en el presen-
$150.000 de daño punitivo y (iv) $50.000 de daño moral.
un cálculo contemplado en la solicitud de contrato al que te– se juzgaba la legitimación pasiva del concesionario de
II. Síntesis de los agravios deben aplicarse deducciones. vehículos en el que se suscribió la solicitud para participar
II.1. El apoderado de la firma Automotores Juan Ma- (vii) Que las mismas razones ya explicitadas tornan de un círculo de ahorro cuyo fin último era la adquisi-
nuel Fangio S.A. presentó sus agravios mediante presenta- injus­ta la condena a reintegrar $834 en concepto de gas- ción de un automóvil. Allí también, al igual que en este
ción electrónica del 02/07/2018, mereciendo la réplica del tos. Reitera que su parte no incurrió en incumplimiento proceso, se juzgó el incumplimiento contractual de la ad-
actor en fecha 25/07/2018. Sus argumentos pueden sinteti- contractual. ministradora del plan. La concesionaria, como ocurre en
zarse de la siguiente manera: (viii) Que el juez se equivoca al aplicar el instituto del autos, se defendió afirmando que no tuvo injerencia en los
(i) Que el juez, más allá de una transcripción de un daño punitivo. Destaca la imprevisible sanción de la Ley hechos que motivaron el conflicto (en aquel supuesto el
fallo de esta Sala, no ha analizado la argumentación for- 26.929 y alega que obró de manera accesible a los recla- incumplimiento que se imputaba versaba sobre la contra-
mulada con relación a la actuación de su parte posterior a mos de B. Manifiesta que si los tiempos de respuesta no tación de un seguro en condiciones perjudiciales para el
la suscripción del contrato. Que en el caso –y a diferencia fueron los que normalmente se espera de una empresa ello consumidor).

Mientras que el voto minoritario del Dr. Valle se propu-
so liberar a la concesionaria por entender que se demostró
la “causa ajena” regulada en el artículo 40 de la LDC, el
voto mayoritario del Dr. Loustaunau –al que adherí– con-
firmó la condena a la concesionaria.
Mi colega de Sala distinguió con precisión los siste-
mas de responsabilidad contemplados en el art. 40 de la
Ley 24.240 (que debe quedar reservado para supuestos
de daños derivados del vicio o riesgo de la cosa o de la
prestación del servicio) y el sistema general y residual de
incumplimiento contractual que contempla el art. 10 “bis”
de la LDC. Sobre esa base, apuntó que “[e]n principio, el
art. 10 bis, tiene una legitimación pasiva más limitada, a
excepción de los casos donde la existencia de conexidad
relevante entre negocios de consumo justifique la amplia-
ción de aquella”. Dicha conexidad contractual es la que se
presenta en la contratación de ahorro para fines determina-
dos y que “[l]a responsabilidad de la concesionaria deriva
de su carácter de representante del proveedor y benefi-
ciaria del conjunto de contratos, que venden un producto
mediante una conexión de contratos, cuyo contenido viola
las normas de orden público”.
Agregó el Dr. Loustaunau que esta modalidad de con-
tratación conexa supone una renuncia al aislamiento y pro-
voca una tensión en el principio de relatividad, en tanto
se habla del incumplimiento del programa, y no tanto de
uno de los contratos particulares que lo integran. De allí
que “que pueda considerarse que en el término proveedor,
se incluya tanto al concesionario que vende el plan y de-
talla las condiciones de la oferta y venta al consumidor,
le e­ xhibe y entrega el auto, y que también se beneficia no
solo con tal venta, sino con sus eventuales transmisiones,
como a la administradora del plan de ahorro, que en sus
relaciones internas con la aseguradora, violó la norma le-
gal” (causa cit., voto del Dr. Loustaunau).
Como conclusión, “la aplicación del art. 10 bis, llevará
a que se considere proveedor no solo a la administradora,
sino también a la codemandada concesionaria, y que su
responsabilidad resulte ‘in solidum’ o concurrente, pues se
extiende a todas las relaciones contractuales referentes a
actos de consumo y uso” (voto cit.).
En otras palabras, es criterio de esta Sala que la conce-
sionaria de vehículos responde en forma concurrente por
los incumplimientos de la administradora del plan de aho-
rro en tanto los negocios involucrados en esa operación
–y que vinculan al consumidor con una y otra parte– se
encuentran interconectados y ostentan una conexidad rele-
vante que justifica ampliar la legitimación pasiva contem-
plada en el art. 10 bis de la Ley 24.240.
En tal contexto, y siguiendo los lineamientos demarca-
dos en el precedente “Baillieau”, no resulta suficiente que
la recurrente invoque que el incumplimiento contractual
se generó por la conducta de la administradora del plan
(la codemandada “Círculo...”), dado que la causa ajena es
eximente de responsabilidad únicamente en la órbita de la
responsabilidad por riesgo o vicio de la cosa o del servicio
(art. 40 de la LDC).
La concesionaria codemandada debió demostrar, para
liberarse de responsabilidad, el casus fortuito o de fuerza
mayor de conformidad con lo normado en el art. 10 bis
de la LDC, extremo que no se ha verificado ni surge de la
prueba producida.
Por todo lo dicho, el agravio debe desestimarse y la
sentencia –en lo que al punto cuestionado refiere– debe ser
confirmada (arts. 10 bis, 40 y cctes. de la Ley 24.240; 375
y cctes. del CPCCBA)
III.2. Recurso de Círculo Cerrado S.A. de Ahorro para
Fines Determinados y Mercedes Benz Argentina S.A.
Analizaré los agravios presentados conjuntamente por
ambas firmas siguiendo, en lo posible, el orden en que fue-
ran expuestos en el memorial.
III.2.a. Sobre el distingo entre los tipos de planes de
ahorro.
El primer punto de crítica que postula la recurrente no
es admisible.
La queja se sustenta en que el juez habría confundi-
do las características del contrato que vinculó a las partes
sin distinguir los planes de ahorro por círculos o grupos
cerrados para la adjudicación directa de bienes muebles
y aquellos en los que se adjudican sumas de dinero con
destino a la adquisición de bienes muebles.
Más allá de que es correcto afirmar que existen dife-
rencias entre uno y otro plan de ahorro y la autoridad de
control los contempla por separado (véanse capítulos II y
Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019
III de las Normas sobre Sistemas de Capitalización y Aho-
rro para Fines Determinados, Anexo “A” de la Resolución
26/2004 de la I.G.J.), lo cierto es que los aspectos cen-
trales de la reglamentación de uno y otro tipo negocial es
sustancialmente idéntica (véase art. 1 del Capítulo III del
Anexo “A” de la Res. 26/04 de la I.G.J.) y el recurrente no
ha explicado –al menos en esta parcela de su memorial–
cuál es el yerro en el que habría incurrido el juez como
consecuencia de omitir aquella diferenciación conceptual.
En otras palabras, no se han detallado siquiera mínima-
mente cuáles son los errores concretos que el juez habría
cometido como consecuencia de la alegada imprecisión
conceptual vinculada al tipo de contrato en cuyo seno se
generó el diferendo.
Por ello, sin perjuicio de la suerte que correrán los res-
tantes puntos de disconformidad, entiendo que el primer
agravio debe ser desestimado por inadmisible (arg. art.
260 y cctes. del CPCCBA).
III.2.b. Sobre la omisión de dar respuesta a la primera
comunicación del Sr. B.
i. Las quejas vinculadas a la actitud adoptada por la
administradora del plan ante la primera comunicación for-
mal remitida por B. (esto es, la misiva del 20/01/2014 so-
licitando el cambio al modelo Smart City) tampoco son
fundadas.
En el considerando “IV.b.i” de su sentencia, el magis-
trado afirmó que la codemandada “Círculo Cerrado...” no
respondió adecuadamente esa primigenia comunicación
del suscriptor y esa omisión conllevó un incumplimiento
contractual por violación al deber de información y trato
digno. Esta conclusión se sustentó en dos premisas: (i)
que la supuesta toma de nota y migración invocada por la
administradora se pretendió demostrar mediante una foto-
copia simple que, como tal, carece de valor probatorio; y
(ii) no se probó que la pretensa nota de crédito –aceptando
por hipótesis que la copia adjuntada responda a un original
auténtico– haya abandonado la esfera de conocimiento de
la codemandada y le haya sido comunicada fehaciente-
mente al suscriptor.
En su recurso, la accionada alegó que el error del juez
consistió en no advertir que la nota original a la que hi-
zo referencia en su contestación de demanda se encuentra
agregada en la causa “Círculo Cerrado S.A. de Ahorro pa-
ra Fines Determinados s/ Extorsión” (Expte. 6919/14) que
tramita ante la justicia nacional en lo criminal de la Ciu-
dad Autónoma de Buenos Aires. Esta causa y su documen-
tación original –dice– “se encuentra debidamente agrega-
da a estas actuaciones mediante la prueba instrumental”.
Contrariamente a lo manifestado por la recurrente, la
causa penal original nunca fue remitida al juzgado de pri-
mera instancia en el que tramitaron estas actuaciones. Solo
obran en el expediente fotocopias que fueron certificadas
en general y mediante una única constancia actuarial (v.
fs. 972), lo cual impide saber qué documentos existen en
el legajo penal, cuáles de ellos son originales y cuáles fo-
tocopias y –en suma– cuál es el alcance de dicha certifica-
ción (art. 384 del CPCCBA).
Pero además, advierto que el apelante no invoca la foja
exacta en la que –según dice– estaría agregada la nota de
crédito que invoca en su defensa. La omisión resulta par-
ticularmente sugestiva puesto que he pasado revista una y
otra vez a las fotocopias de la causa penal que obran glo-
sadas a fs. 895 a 972 y por fuera de las piezas que acom-
pañó el Sr. B. junto a su denuncia (v. fs. 896 a 923 –fs. 1 a
27 en la foliatura original del legajo penal–), no he encon-
trado documental alguna presentada por la aquí recurrente.
No hay ningún documento que acompaña a la presen-
tación titulada “SE PRESENTA - MANIFIESTA” que los
apoderados de “Círculo Cerrado S.A. de Ahorro para Fi-
nes determinados” efectuaron el 27/08/2014. Inmediata-
mente después del dictamen fiscal de fs. 946/950 (fs. 51/5
en la foliatura original) hay un poder de fs. 951 a 954 y
seguido a ello (a fs. 955) comienza el escrito de los apode-
rados de la codemandada. Allí, en párrafos que son literal-
mente iguales a los volcados en la contestación de deman-
da, también se hace referencia a anexos documentales que
no he podido hallar en ninguna de las setenta y siete fojas
que componen la copia del legajo penal.
Digo más: es el propio apelante quien –contradicien-
do sus propios argumentos– solicitó en el prefacio de su
memorial una medida para mejor proveer reconociendo
que el sobre con la documentación original nunca fue re-
mitido por el juzgado penal en el que tramitó la causa por
extorsión. Aceptando por hipótesis que existe un sobre con
5
documentación original (y que en él habría algún instru-
mento acompañado por la compañía), lo cierto es que el
requerimiento formulado por la recurrente no solo resulta
extemporánea e improcedente [por cuanto intenta reme-
diar una deficitaria actividad probatoria desplegada en una
etapa procesal ya precluida] sino que resulta procesalmen-
te inadmisible en la vía sumarísima en la que el recurso
de apelación se concede en relación (arts. 23 de la Ley
13.133 y 321.2 y 496.4 del CPCCBA).
El punto a destacar es que la administradora mal pue-
de invocar un error en la valoración de la prueba si a la
par reconoce que los documentos en los que sostiene su
defensa –aquellos que el juez habría omitido considerar–
nunca fueron remitidos por la dependencia penal en la que
tramitó la causa.
ii. De todas formas, dejando de lado la orfandad pro-
batoria que subyace a la defensa y al agravio en estudio,
destaco que la apelante no dedicó párrafo alguno de su
memorial a criticar la premisa subsidiaria en la que el juez
sustentó su decisión de considerar que la demandada in-
cumplió el contrato.
Los esfuerzos argumentales desplegados por la recu-
rrente estuvieron enteramente dedicados –en este punto– a
criticar la decisión del juez de restar valor a las fotocopias
adjuntadas a la contestación de demanda, pero nada se
dijo sobre el hecho de que, aun existiendo un original de la
alegada nota de crédito, se trata de un documento que nun-
ca fue comunicado al suscriptor ahorrista. Esta premisa,
central en la motivación del fallo, no fue objeto de crítica
o siquiera mención.
Esta Sala ha resuelto en numerosas oportunidades que
la “crítica concreta y razonada” que regula el artículo 260
del Código de Procedimientos “presupone un ataque a los
pilares sobre los que el juez de grado edificó su decisión, y
si alguno de los que sostienen –en forma independiente– la
construcción del juzgador no fuera socavado, no hay posi-
bilidad alguna de conseguir la revocación de la resolución
apelada; por ello, no cumple con la obligación legal el ape-
lante que deja incólume por falta de crítica un aspecto de la
resolución que tiene andamiento suficiente para constituir-
se en su soporte jurídico o lógico” (causa nº 114.866, en
autos “Consorcio Edificio Maral 22 c/ Santos Alicia Ma-
ría y otro s/ Ejecución de expensas”, del 4-5-2001; más
­recientemente, c.122680 “Conti, Ana María c/Pacheco,
Walter s/Daños y Perjuicios...”, del 17/08/2010 y c.165539
“Agüero, Marta Beatriz y ot. c/ Transportes 25 de Mayo
S.R.L. s/ Daños y Perjuicios”, del 4/09/2018).
En igual sentido la Casación bonaerense tiene dicho
que “[n]o cumple acabadamente con la exigencia conte-
nida en el art. 260 del Código adjetivo, que alude a una
‘crítica concreta y razonada’ de las partes del fallo que el
apelante estime equivocadas, la impugnación que sosla-
ya hacer alusión al fundamento principal de la resolución
cuestionada, el que resulta –entonces– virtualmente firme”
(SCBA, C.116953, in re “Perazo Construcciones S.A...”,
del 14/08/2013).
Por todo lo expuesto, entiendo que el agravio carece de
una crítica concreta y razonada que permita juzgarlo ad-
misible, motivo por el cual corresponde su desestimación
(arg. arts. 260 y 261 del CPCCBA).
III.2.c. Sobre la existencia y remisión de los cupones
de pago
Tampoco le asiste razón al apelante cuando afirma que
el envío de los cupones de pago en marzo de 2014 no se
trató de un hecho controvertido y no fue mencionado por
el actor en su demanda; tampoco es correcto afirmar que,
por esa sola circunstancia, quedó relevado de la carga de
producir prueba.
El recurso –en este punto– también es inadmisible.
i. En primer lugar, el envío de los cupones fue un hecho
invocado por la firma administradora para resistir la pre-
tensión [véase, en particular, fs. 570 último párrafo] y a
través del cual pretendió demostrar la efectiva realización
de la conducta cuya omisión se le endilga y sobre la cual
se le imputa un incumplimiento contractual.
La Suprema Corte bonaerense ha afirmado en reite-
radas oportunidades que “si el accionante ha probado la
existencia del acto o hecho idóneo para fundar su deman-
da, reside en cabeza del demandado la carga de acreditar
los hechos impeditivos, modificativos o extintivos en que
asienta su defensa” (SCBA, B. 65179 del 03/06/2015, B.
58903 del 18/06/2014 y B. 64698 del 27/06/2012). Ello
es así en tanto “la carga de la prueba no atiende tanto al
carácter de actor o de demandado sino a la naturaleza de
 6 Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019
los hechos según sea la función que desempeñan respecto
de la pretensión, de manera que mientras el actor debe
probar el acto constitutivo de su derecho, el demandado
debe probar los hechos contrapuestos que le son favora-
bles por ser impeditivos o extintivos” (SCBA, Ac. 87123
del 03/08/2005, Ac. 76760 del 02/10/2002, entre otros).
Precisamente, de conformidad con la regla contenida
en el artículo 375 del Código de Procedimientos “[c]ada
una de las partes deberá probar el presupuesto de hecho
de la norma o normas que invocare como fundamento de
su pretensión, defensa o excepción”. Si la demandada in-
vocó un hecho extintivo mediante el cual intentó acreditar
que realizó la conducta supuestamente omitida, era en ella
en quien recaía la carga de la prueba, imperativo que en
nada se altera por la conducta asumida por la actora (sea
al omitir su mención en la demanda, sea por no referirse a
ellos al contestar el traslado de la documental adjuntada a
la contestación de demanda).
Una vez contestada la demanda, la actora no está habi-
litada para incorporar nuevas alegaciones sobre la cuestión
controvertida. No mediando reconvención, la accionante
solo puede ejercer las facultades contempladas en los ar-
tículos 333 (ofrecer prueba sobre hechos no considerados
en el escrito inaugural) y 356 del CPCCBA (expedirse so-
bre la documentación adjuntada por la contraria).
Sobre esta última prerrogativa, este Tribunal tiene dicho
que la falta de una negativa expresa por parte de la contra-
ria con relación a las copias simples carece de relevancia
si éstas no versan sobre instrumentos atribuidos a la con-
traparte y que pudiese motivar –por esa razón– la carga
de reconocer o negar su autenticidad (arg. art. 354 inc. 1º
del CPC; causa 161.739, autos “Emprendimientos RAIAN
S.A. c/ Soc. Colectiva Com. e Ind. Bellani y Cía. s/ Pres-
cripción Adquisitiva”, del 10/11/2016).
Además, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos
Aires ha sido clara al señalar que las fotocopias carentes
del respaldo del documento original adolecen de toda efica-
cia probatoria (doct. causas Ac. 42.203, sent. del 4-8-1989;
Ac. 42.645, sent. del 12-9-1989; Ac. 68.137, sent. del 23-
2-2000; C. 92.020, sent. del 20-12-2006; C. 98.264, sent.
del 25-2-2009; causa C. 106.858, del 17-11-2010, entre
muchas otras).
En suma, es la demandada quien corre con la carga de
acreditar los hechos impeditivos, modificativos o extinti-
vos que invoca para resistir la pretensión. La alegada remi-
sión de los cupones en el mes de marzo de 2014 invocada
a fs. 570 por la administradora del plan no fue demostrada
con prueba auténtica y suficiente, motivo por el cual la
decisión del a quo –en esta cuestión– ha sido la correcta.
ii. Pero a lo dicho cabe agregar una segunda razón que
me persuade de la inadmisibilidad del agravio.
Al juzgar el incumplimiento contractual de la codeman-
dada el juez no solo destacó la falta de prueba sobre la
existencia de los alegados cupones, sino que también afir-
mó que: (i) la fecha de esos documentos –aceptando por
hipótesis que las copias se corresponden con un original
auténtico– tienen fecha anterior al pedido de información
de B.; (ii) no tienen constancia de recepción por el sus-
criptor y (iii) no contienen detalle ni explicación sobre el
modo en que se liquida la deuda ni se fundamenta la razón
por la que se imputó a un vehículo distinto a aquel que
había solicitado el suscriptor en su última misiva (al Smart
City, en lugar del Sprinter).
Ninguna de estas tres premisas fue mencionada –si-
quiera tangencialmente– por la recurrente, quien hizo fo-
co exclusiva y excluyentemente en el ya analizado aspec-
to probatorio (esto es, si se demostró la existencia de los
mentados cupones). Nada dijo, insisto, sobre su fecha, su
contenido y su utilidad en orden a constituirse como una
respuesta adecuada y suficiente frente a los requerimientos
que formulara el suscriptor, aspectos centrales que dan fun-
damento a la decisión del juez de considerar demostrado el
incumplimiento al deber de información y trato digno.
Así entonces, no cabe más que reiterar lo dicho en el
acápite precedente en torno a la inadmisibilidad de aquel
recurso –o agravio– en el que el apelante omite atacar to-
dos y cada uno de los pilares argumentales que dan susten-
to autónomo y suficiente a la decisión impugnada (art. 260
del CPCCBA; esta Sala, causa nº 165539 –“Agüero, Marta
Beatriz y ot. c/ Transportes 25 de Mayo S.R.L. s/ Daños y
Perjuicios”–, del 4/09/2018, cit. más arriba).
iii. Por último, tampoco le asiste razón a la demandada
cuando afirma en su recurso –tal como lo hizo en la etapa
postulatoria (fs. 570 anteúltimo párrafo)– que la carta do-
cumento que B. remitió el 25 de marzo de 2014 “refleja
claramente que el suscriptor persistía en su primigenio pe-
dido de migrar al Smart” y que ello surge –se supone, con
claridad– del último párrafo de dicha misiva.
He leído con atención el contenido de esa comunicación
y no he logrado dar sentido a la interpretación que propone
la recurrente. No veo que allí B. se desdiga de su voluntad
de mudar a un plan de vehículo Sprinter, sino que lo que
pretendía era ser informado de qué manera le habían impu-
tado las cuotas pagadas al modelo Smart [no porque desee
pasarse nuevamente a ese plan, sino –como lo dice en los
primeros párrafos de la misiva– para conocer qué tipo de
cálculos habían realizado al admitir su primigenio pedido,
aunque sin comunicárselo de manera fehaciente].
Por todo lo dicho, el agravio en estudio también debe
ser desestimado (arts. 260, 261, 375, 384 del CPCCBA).
III.2.d. Sobre la devolución de las sumas y la abusivi-
dad de las cláusulas contractuales. El monto a restituir.
i. En el considerando “V.a.” de su sentencia, el magis-
trado hizo lugar a la devolución de la suma de $220.808,48
en concepto de importe ahorrado por el actor.
Para así resolverlo, argumentó que: (a) la cláusula 7ª
del contrato que vinculó a las partes contiene un procedi-
miento de devolución abusivo ya que prevé una deducción
del 4 % de los haberes abonados que no se justifica ni en
abstracto ni en concreto; además, contempla una devo-
lución diferida al momento en que finalice el círculo que
también es injusta; y (b) resulta también abusiva la manera
de calcular el haber suscripto previsto en la Resolución
26/04 de la I.G.J. dado que la rescisión fue consecuencia
de graves y reiterados incumplimientos de la proveedora y
resulta injusto omitir en la cuenta los gastos administrati-
vos que componen cada cuota.
En los puntos “4.3” y “4.4” de su expresión de agra-
vios la recurrente objeta esta solución por entender que
la cláusula anulada fue aprobada por la autoridad de con-
trol mediante resoluciones que forman parte del contrato
y que la penalidad se justifica porque la rescisión de un
suscriptor no debe afectar la situación de los restantes que
componen el grupo. Idénticas razones invoca para criticar
la impugnación al sistema de devolución, que prevé una
dilación en el tiempo para la restitución de los ahorros.
Alega que B. incurrió en mora con anterioridad a la vigen-
cia de la 26.929 y que solo tiene derecho al haber reducido
conforme las pautas contractuales (esto es, realizadas las
deducciones y luego de finalizado el plan).
ii. La solución a la que arribó el juez de primera instan-
cia es correcta y debe ser confirmada.
No ha sido discutido por los litigantes –ni en etapa pos-
tulatoria, ni en instancia recursiva– que el diferendo que
dio origen a este pleito se inició en un contexto de renego-
ciación del contrato como consecuencia de la sanción de
una ley impositiva que incrementó en más de dos veces el
valor del bien-tipo.
También llega incontrovertida a esta instancia la natura-
leza de la acción intentada por el accionante, quien recla-
mó la rescisión del contrato y la devolución de lo que [a
su entender] era el ahorro que había acumulado mientras
aportó al círculo. La demandada, a su turno, no cuestionó
el tipo de pretensión y se limitó a resistir los presupuestos
y fundamentos en los que ella se sostenía (el incumpli-
miento alegado, la validez de las cláusulas impugnadas,
etcétera). Finalmente, la recurrente tampoco ha objetado
que el juez haya concebido al reclamo de B. como el ejer-
cicio de una facultad rescisoria con fundamento en el in-
cumplimiento contractual y no como la ejecución de un
pacto comisorio implícito, premisa a partir de la cual el
colega entendió procedente que el actor pueda recuperar
el ahorro capitalizado y no solamente las sumas nominal-
mente entregadas durante la vigencia del círculo (arts. 10
bis “c” de la LDC, 1204 del Código Civil –Ley 340– y
1083 del Código Civil y Comercial –Ley 26.994–).
En este contexto, si lo que se ha ejercido es una facul-
tad rescisoria de un contrato que resulta ineficaz hacia el
futuro (y no una prerrogativa resolutoria implícita en un
contrato que deviene ineficaz con efectos hacia el pasa-
do), entiendo acertado que el a quo haya evaluado cuáles
son las pautas contempladas en el negocio para la devo-
lución de los haberes del suscriptor y en qué medida su
aplicación estricta al caso de autos deriva en un resultado
razonablemente justo para el contratante cumplidor.
Es cierto, como refiere la demandada, que los sistemas
de descuentos y dilaciones para la devolución del ahorro
en los casos en que media rescisión (sea la unilateral e
incausada que ejerce suscriptor –cláusula 7.a–, o motivada
por el incumplimiento de la contraria cuando la ejerce la
sociedad –cláusula 7.b–) tienen una justificación econó-
mica. No solo operan como un contraincentivo para que
el suscriptor no abandone el grupo intempestivamente al-
terando el equilibrio del ahorro de los demás integrantes,
sino también para que puedan existir fondos suficientes
para afrontar esa pretensión rescisoria del suscriptor sa-
liente (arts. 3.2.1 del Capítulo II y 1 del Capítulo III de la
Resolución 26/2004 de la IGJ).
Pero la decisión que motiva el agravio es igualmente
justa y razonable en el muy particular caso de autos dado
que aquí –insisto, a riesgo de ser reiterativo– no se ha ejer-
cido un pacto comisorio implícito (art. 10 “bis” inc. “c” de
la LDC) ni la facultad rescisoria unilateral que contempla
la cláusula 7.a del contrato (aquella por medio de la cual
B. podía retirarse del grupo sin justificar motivo alguno).
Muy por el contrario, aquí B. ha rescindido el contrato
invocando –y acreditando– el incumplimiento de la ad-
ministradora del círculo, contexto en el cual aquellas pe-
nalidades y pautas de devolución para el supuesto de resci-
sión unilateral incausada no pueden ser aplicadas so pena
de arribar a una solución ostensiblemente injusta para el
consumidor. No puede pretender la sociedad incumplidora
que la salida del círculo del accionante se produzca en los
mismos términos y condiciones que fueron contractual-
mente previstos y diseñados para supuestos de rescisiones
unilaterales no conflictivas (arts. 10 bis “c” de la LDC,
1204 del Código Civil –Ley 340– y 1083 del Código Civil
y Comercial –Ley 26.994–).
Lo dicho explica además por qué tampoco le asiste ra-
zón a la recurrente en los últimos dos argumentos que es-
boza en su expresión de agravios.
En primer lugar, la demandada no puede alegar que la
decisión cuestionada –que, con algunos límites, recepta
el reclamo de B.– supone un perjuicio económico para los
restantes suscriptores. Si la firma administradora ha sido
condenada en sede judicial por ser civilmente responsable
de un incumplimiento contractual, solo existirá un daño a
los intereses de los demás suscriptores si esa condena es
costeada con fondos del grupo y no con el patrimonio de
la sociedad comercial administradora. En otras palabras,
ese menoscabo se verificará en tanto en cuanto la admi-
nistradora traslade [indebidamente] el costo de su propia
ilicitud al conjunto de los ahorristas suscriptores que inte-
gran el grupo, y no abona la condena de su propio peculio.
Finalmente, tampoco le asiste razón recurrente cuando
pretende defenderse de la responsabilidad que se le endil-
ga invocando la previa mora de B. ocurrida en diciembre
de 2013.
El incumplimiento de B. no era “previo” a la sanción
de la norma: ocurrió en el mismo mes en el que fue san-
cionada la Ley 26.929 que alteró el precio del bien-tipo (y
con ello, modificó el monto de las cuotas a pagar; véanse
puntos 2 y 4 del dictamen del Inspector Igarteburu de la
I.G.J. –fs. 870– en el que detalla la cuota impaga y que
pocos días después, el 1/01/2014, el precio del vehículo ya
había aumentado más del 214 %).
Pero además, es la propia accionada la que reconoce
que la sanción de esa ley tributaria configuró un “hecho
del príncipe” que sorprendió a las partes y motivó el pro-
ceso de renegociación.
Sea que la sanción de la norma tributaria se la conciba
como un caso fortuito –encuadre que no comparto, pero
que parece desprenderse de algunos pasajes del memorial–
o que se la entienda como hecho extraordinario generador
de una excesiva onerosidad sobreviniente de la prestación
a cargo del suscriptor, lo cierto es que en ambas hipótesis
se presenta un efecto en común: no se configura la mora
del deudor (arts. 513, 514 y su nota y 1198 seg. párr. del
Cód. Civ., 7 del Cód. Civ. Com.; Pizarro, D. – Vallespi-
nos, G. “Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones”.
Buenos Aires: Hammurabi, 1999, t. II, página 515, Lavalle
Cobo, Jorge E., en “Código Civil y Leyes Complementa-
rias...” Belluscio - Zannoni –dirs.–, Buenos Aires: Astrea,
1984, t. 5, pág. 934).
III.2.e. Sobre el daño punitivo
i. Distinta es la suerte que debe correr el agravio que
versa sobre el daño punitivo. En este punto entiendo que la
recurrente tiene razón.
Como ya he señalado en otras oportunidades (cau-
sas 162.615, del 27/04/2017, in re “Curry...”, RSD90,
F. 462/71, en causa 164.060 del 07/02/2018, in re “Ga-
bas...” RSD-17, F-95/7, y causa 165.165 –“Massacesi...”
 Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019 7

- ­RSD-79, F 405-11, del 5/4/2018), el daño punitivo con- ii. He leído minuciosamente la totalidad de las constan- III.2.f. Sobre el daño moral
siste en “sumas de dinero que los tribunales mandan a cias obrantes en este expediente, he reparado con atención Las críticas que la recurrente formula sobre la recepción
pagar a la víctima de ciertos ilícitos, que se suman a las en los reproches que la actora formuló sobre la conducta favorable del reclamo por daño moral no son fundadas.
indemnizaciones por daños realmente experimentados por de la demandada y –por último y primordialmente– he Esta Sala ha dicho en otras oportunidades que la doctri-
el damnificado, que están destinados a punir graves incon- ponderado con detenimiento la entidad de las omisiones na y la jurisprudencia se ha dividido entre quienes sostie-
ductas del demandado y a prevenir hechos similares en el sobre las cuales el magistrado juzgó acreditado el incum-
futuro” (Pizarro, Ramón D., “Derecho de Daños”, 2ª parte, plimiento contractual de la demandada con base en la vio-
La Roca, Buenos Aires, 1993, pág. 291 y ss.). lación al deber de información y trato digno que todo pro- EDICTOS
En mi voto en la causa “Machinandiarena Hernández, veedor debe al consumidor final de un servicio. CIUDADANÍA que el 10/12/18 se ha procedido
E1 Juzgado Nacional de Primera a la apertura del concurso preventivo
Nicolás c/ Telefónica de Argentina s/ Reclamo contra ac- En tal sentido, advierto que las partes no han controver- Instancia en Io Civil y Comercial Fe- de LA ASTURIANA S.A.I.C., CUIT N°
tos de particulares” (Expte. 143.790, res. del 27/05/2009) tido –y el juez muy bien ha destacado– que el diferendo deral N° 7, a cargo del Dr. Javier 30-50251588-4 con domicilio en la
Pico Terrero, Secretaría Nº 14, a mi calle Arenales 2673, Piso 1°, CABA,
expuse que para que la actuación del proveedor merezca la entre el suscriptor y la administradora se produjo en el cargo, sito en Libertad 731, 6° pi- señalando hasta el día 17/04/2019
para que Ios acreedores por causa
citada sanción, el art. 52 bis de la Ley 24.240 sólo exige el contexto sumamente particular y en cierta forma impre- so de CABA, comunica que la Sra.
o tíulo anterior a la presentación en
MARIA GRACIELA ROJAS PINTO,
incumplimiento por parte de éste de sus obligaciones lega- visible: la imposición legal de impuesto que alteró sus- con DNI N° 93.065.619, nacido el concurso preventivo acaecida con
12/02/1965 en Asunción, Repúbli- fecha 07/11/018 formulen al sín-
les o contractuales para con el consumidor. Nada más. En tancialmente el precio del bien-tipo sobre el cual se cal- dico Rodríguez Sergio Marcelino,
ca del Paraguay ha solicitado la de-
consecuencia, el daño punitivo resultaría aplicable a todos culan las cuotas que cada ahorrista debe abonar. Rei­tero: claración de la ciudadanía argentina. con domicilio en Cañada de Gómez
Cualquier persona que tuviere conoci- 4438, CABA, el pedido de verifica-
los casos en los que se dé cualquiera de los citados extre- el relato que una y otra parte ha formulado en sus escritos miento de algún acontecimiento que ción de sus créditos en el horario de
mos, es decir, a todo vínculo jurídico dentro de la relación postulatorios deja entrever que ambas se vieron sorprendi- pudiere obstar a dicha concesión, 12 a 18 hs. La sindicatura presentará
deberá hacer saber su oposición fun- los informes previstos en los artículos
de consumo. Entonces, allí donde haya un reclamo por un das por la novedad tributaria y articularon –cada una, ló- dada al Juzgado. El presente se publi- 35 y 39 de la ley concursal los días
03/06/2019 y 02/08/2019 res-
derecho violado, dentro de esta relación, existirá a la par la gicamente, defendiendo su posición e intereses– diversos ca a los efectos del Art. 11 de la ley
pectivamente. La audiencia informa-
346. Publíquese por dos días dentro
potestad de exigir daños punitivos (Álvarez Larrondo, F. mecanismos para sobrellevar el imprevisto. de un plazo de quince días. Buenos tiva se llevará a cabo en la sede del
Aires, 26 de diciembre de 2018. Tribunal el día 05/02/2020 a las 10
“Contrato de paseo en un shopping, deber de seguridad, da- En ese particular contexto, y teniendo en cuenta la na- Carlos G. Mallo, sec. fed. hs. Publíquese por cinco días en el
ños punitivos y reforma de la ley 26.361”, LL 2008-D, 58). turaleza de la contingencia que alteró el equilibrio econó- Boletín Oficial, en el diario El Dere-
I. 19-2-19. V. 20-2-19 227 cho y en el diario “Río Negro”. Bue-
Empero, también señalé que el amplio alcance que le mico del contrato (no solo de B., sino seguramente de todo El Juzgado Nacional de Primera Ins- nos Aires, 20 de diciembre de 2018.
Ignacio M. Galmarini, sec.
fue asignado al instituto en el art. 52 bis de la Ley de De- el grupo de ahorro del cual el actor era parte), no advierto tancia en Io Civil y Comercial Federal
N° 5, Secretaría N° 10, sito en Liber- I. 19-2-19. V. 25-2-19 225
fensa del Consumidor contrasta con las posturas domi- que los incumplimientos contractuales de la administrado- tad 731 piso 10° de Capital Federal,
REMATES
nantes en el derecho comparado, en cuanto afirman que ra del plan –que sin duda los hubo– sean de tal entidad que hace saber que JAVIER ALONSO DEL
VILLAR PINEDA, DNI N° 95.497.791 El Juzgado Nacional de Primera Ins-
las indemnizaciones o daños punitivos sólo proceden en justifiquen la aplicación del instituto del daño punitivo. de nacionalidad Venezolana y de tancia en lo Civil Nº 89 a cargo de
supuestos de particular gravedad, calificados por el dolo El reproche que motivó la condena a los codemandados ocupación ingeniero, ha iniciado los la Dra. María Laura Ragoni, Secre-
trámites tendientes a la obtención de taría única a cargo del Dr. Juan Pa-
o la culpa grave del sancionado o por la obtención de en- se sustenta en una violación al deber de información y la Ciudadanía Argentina. Cualquier blo Iribarne, sito en Talcahuano 550
persona que tuviere conocimiento piso 6º de la Ciudad Autónoma de
riquecimientos indebidos derivados del ilícito o, en casos trato digno contemplado en la legislación consumeril (arts. de algún acontecimiento que pudie- Buenos Aires, comunica por dos días
excepcionales, por un abuso de posición de poder, parti- 1, 3, 4 y cctes. de la Ley 24.240); esto es, la diligencia de re obstar a dicha concesión, deberá que en los autos “SOCIEDAD MILITAR
hacer saber su oposición fundada al SEGURO DE VIDA INSTITUCION
cularmente cuando ella evidencia menosprecio grave por la codemandada en mantener una comunicación fluida con Juzgado. Publíquese por dos veces, MUTUALISTA C/ DABALIONI PEDRO
derechos individuales o de incidencia colectiva (Stiglitz, el suscriptor sobre la manera en que accedían o denegaban en el lapso de quince días. Buenos Y OTRO S/ EJECUCION HIPOTECA-
Aires, 14 de diciembre de 2018. M. RIA” (Expte. 105.072/2002) que la
Rubén S. y Pizarro, Ramón D., “Reformas a la ley de de- los pedidos de cambio de plan y sobre los cálculos efec- Andrea Salamendy, sec. Martillera Viviana Andrea Curti DNI:
fensa del consumidor”, LL 2009-B, 949). tuados para liquidar e imputar las cuotas abonadas por el I. 19-2-19. V. 20-2-19 226
25.675.880 rematará el día 26 de
Febrero de 2019 a las 11:45hs en
Al presente esta postura se impone en la jurisprudencia suscriptor. El Juzgado Nacional de Primera Ins- Jean Jaures 545 de Capital Federal,
tancia en lo Civil y Comercial Federal el inmueble sito en la Pcia. de Bue-
nacional que, en forma ampliamente mayoritaria, considera Pero no pierdo de vista que el conflicto que medió entre nº 7, a cargo del Dr. Javier Pico Terre- nos Aires, Ciudad y Partido de Bahía
que el mero incumplimiento de la normativa no basta para las partes también incluía un desacuerdo sobre el modo en ro, Secretaría nº 13, a mi cargo, sito Blanca, Nomenclatura Catastral: Cir-
en Libertad 731, 6º piso de la Capital cunscripción: II, Sección: D, Manza-
que proceda la aplicación de la multa civil, propugnando que correspondía computar el ahorro acumulado por B. Federal, comunica que el Sr. TULIO na: 289dd, Parcela: 19, Matrícula
una interpretación sistemática del texto legal. En ese sen- con relación al bien-tipo originalmente contratado (el Mer- ABRAHAM PORRAS PEREZ con DNI 51251, con frente a la calle Godoy
94.651.928, nacida el 1 de Mayo Cruz n° 1451. Superficie: 327,90m2.
tido, se señala que para la configuración del daño punitivo cedes Benz C-200). El actor siempre alegó –incluso en este de 1984 en Maracay, Aragua, Ve- Según constatación practicada por la
nezuela, ha solicitado la declaración martillero a fs. 277/80, se pudo cons-
debe concurrir un elemento subjetivo agravado en la con- pleito– que su ahorro debía computarse como un porcen- de la ciudadanía argentina. Cualquier tatar que se trata de una vivienda que
ducta del proveedor de bienes o servicios, que se traduce en taje del nuevo precio del bien-tipo (esto es, sobre el precio persona que tuviere conocimiento de consta de living-comedor, cocina, 2
algún acontecimiento que pudiere obs- dormitorios, baño y pequeña habita-
culpa grave o dolo, negligencia grosera, actitud temeraria o del bien ya incrementado por el impuesto regulado en la tar a dicha concesión, deberá hacer ción en entrepiso. Entrada de garaje,
notorio menosprecio por los derechos ajenos, así como un ley 26.929 –$745.058 en lugar de $347.963,99.–), postura saber su oposición fundada al Juzga- parque al fondo y galpón. Se encuen-
do. El presente se publica a los efectos tra en buen estado de conservación y
elemento objetivo consistente en un daño que por su gra- cuya inadmisibilidad fue destacada tanto por la Inspección del Art. 11 de la ley 346. Publíquese ocupado por el Sr. Pedro Dabalioni,
vedad, trascendencia social o repercusión institucional de- General de Justicia por resultar “desmedida e improceden- por dos días dentro de un plazo de en carácter de propietario, conjunta-
quince días. Buenos Aires, 8 de febre- mente con su hijo. DEUDAS: ARBA:
mande la imposición de una sanción ejemplar (v. CNCom. te” (fs. 871, punto 4) como por el propio Sr. Juez a quo en ro de 2019. Fernando G. Galati, sec. fs. 327/31 $8.176 al 09/04/18.
ABSA: fs. 354 $30.409,69 al
Sala A, “Emacny S.A. s/ ordinario” S. 9/11/2010, elDial. la sentencia apelada, al considerar que conllevaría un enri- I. 18-2-19. V. 19-2-19 224
10/04/18. Municipalidad: fs.
com AA6880; ídem Sala F, “R.S.A. c/ Compañía Finan- quecimiento sin causa (fs. 1263/vta., considerando “V.a.”). El Juzgado Nacional de Primera Ins- 357/60 tasa alumbrado, limpieza y
tancia en lo Civil y Comercial Fede- conservación $14.553,93, Tasa de
ciera Argentina S.A.” S. 10-5-2012, elDial.com AA769F y Ello en forma alguna justifica la actitud asumida por la ral Nº 8, secretaría Nº 15, sito en salud $3.654,83 y Juicio N° 16132
“Murana c/ Peugeot Citroën Argentina S.A.” S. 5-6-2012, firma administradora demandada, sobre todo, al no cum- Libertad 731 7º Piso de esta ciudad, $7.886,61 al 04/04/18. BASE:
informa que MARIANELA MOTA de $649.999. SEÑA: 30% COMISION:
elDial.com A792B; ídem Sala D, “E.N. c/ Galeno S.A.” plir satisfactoriamente el deber de información. Pero es nacionalidad URUGUAYA con DNI 3% ARANCEL 0,25% (Ac. 10/99
92.515.294 ha iniciado los trámites CSJN), 1,2% Sellado Ley. En el acto
28-6-2012 elDial.com AA7AC3; ídem Sala C, “P.G.M. c/ útil para contextualizar el diferendo que medió entre las tendientes a obtener la ciudadanía de suscribir el boleto de compraventa
Nación Seguros de Vida S.A.” S. 11-7-2013, elDial.com partes y entender los motivos que llevaron a la empresa a argentina. Por ello cualquier persona se exigirá de quien o quienes resul-
que tuviere conocimiento de algún ten compradores la constitución de
AA8856; CNCiv. Sala H, “San Miguel c/ Telecentro S.A.” no acceder a la totalidad de las pretensiones económicas acontecimiento que estimara podría domicilio dentro del radio de la Ca-
S. 10-12-2012, elDial.com AA7CC9; CNCiv. y Com. Fed. de B. Esa resistencia del Círculo Cerrado, a la luz de lo di- obstar a dicha concesión, deberá ha- pital Federal, bajo apercibimiento de
cerlo saber a este Juzgado. Publíque- que las sucesivas providencias se le
Sala I, “L.M. c/ Edesur S.A.” S. 15-7-2014, elDial.com cho por la autoridad de control y por el propio magistrado, se por dos días. Buenos Aires, 11 de tendrán por notificadas en la forma y
AA8A08; TSJ Córdoba, “Teijeiro c/ Cervecería y Maltería no era enteramente infundada. diciembre de 2018. Felipe J. Cortés oportunidad previstas en el art. 133
Funes, sec. del Código Procesal. No procede la
Quilmes S.A.” S. 15-4-2014, elDial.com AA8934; Cám. No cabe ninguna duda que la administradora del plan I. 18-2-19. V. 19-2-19 223
compra en comisión. Dentro del quin-
to día de aprobado el remate, el com-
Sexta Civ. y Com. Córdoba, “R.S. c/ Amx Argentina S.A.” ha incumplido el contrato que vincula a las partes, y ello El Juzgado Nacional de Primera Ins- prador, sin necesidad de intimación
S. 26-3-2015, elDial.com AA8EA7; Cám. Civ. y Com. –en definitiva– ha determinado la suerte favorable que ha tancia en lo Civil y Comercial Fede- alguna, deberá depositar el saldo de
ral Nº 10, secretaría Nº 20, sito en precio en el Banco de la Nación Ar-
Rosario, “Rodríguez c/ AFA” S. 9-4-2013, elDial.com corrido la demanda que da origen a este pleito. Empero, Libertad 731 9º Piso de esta ciudad, gentina, sucursal Tribunales, en una
AA80D2; Cám. Civ. y Com. Azul, “Rossi c/ Whirlpool insisto, al considerar exhaustivamente la totalidad de las informa que MAYLIG SOFIA BASTI- cuenta a nombre de la suscripta co-
DAS URDANETA de nacionalidad mo pertenecientes a estos autos, bajo
Arg. S.A.” S. 11-6-2013, elDial.com AA805D, entre otros). circunstancias que rodearon el conflicto entre las partes VENEZOLANA con DNI 95.596.624 apercibimiento de declararlo postor
ha iniciado los trámites tendientes a remiso (art. 584 del Cód. Procesal).
Esta idea se acompasa con la función económica que no logro percibir negligencias groseras, actitudes temera- obtener la ciudadanía argentina. Por El adquirente en subasta judicial no
también se le ha asignado al instituto, funcionando como rias o notorios menosprecios por los derechos del actor –o ello cualquier persona que tuviere co- se encuentra obligado a afrontar las
nocimiento de algún acontecimiento deudas que registre el inmueble por
un elemento disuasivo para que el proveedor de un pro- cualquier otro elemento análogo e igualmente grave– que que estimara podría obstar a dicha impuestos, tasas y contribuciones
ducto o servicio no continúe, mantenga o repita conductas permitan efectuar un reproche de una entidad tal que justi- concesión, deberá hacerlo saber a es- devengadas antes de la toma de po-
te Juzgado. Publíquese por dos días. sesión, cuando el monto obtenido en
similares a las que motivaron la multa, destruyendo la de- fique la aplicación de la sanción regulada en el art. 52 bis Buenos Aires 11 de diciembre de la subasta no alcance para solven-
nominada “ecuación perversa” conforme la cual al empre- de la Ley 24.240. 2018. Matías M. Abraham, sec. int. tarlas, con excepción de las deudas
I. 18-2-19. V. 19-2-19 222
que por expensas comunes registre el
sario le resulta menos costoso dañar y reparar en el caso En suma, no comparto la solución a la que arribara el bien, cuando el inmueble se encuentre
CONCURSOS sujeto al régimen de propiedad hori-
individual antes que prevenir y evitar en la generalidad de colega de primera instancia motivo por el cual propondré zontal (CNCiv., en pleno, “Servicios
El Juzgado Nacional de Primera
los casos (Irigoyen Testa, Matías, “¿Cuándo el juez pue- al acuerdo hacer lugar parcialmente al recurso de las fir- Instancia en Io Comercial Nro. 4 a Eficientes S.A. c/ Yabra, Roberto s/
ejecución hipotecaria”, del 18-2-99).
de y cuándo debe condenar por daños punitivos?”, RCyS mas “Círculo Cerrado...” y “Mercedes Benz...” y revocar cargo del Dr. Héctor Hugo Vitale,
Visitas: 21 y 22 de febrero de 2019,
Secretaría Nro. 8 a mi cargo, sito
2009-X, 16; Cám.Ap.Civ.Com. de Rosario, Sala IV, “Váz- parcialmente la sentencia, desestimando el rubro daño pu- en Av. Roque S. Peña 1211, Piso 1° de 10 a 12hs. Buenos Aires, 4 de fe-
de CABA, en autos caratulados “LA brero de 2019. Juan Pablo Iribarne,
quez Ferreyra, Roberto c. Claro AMX Argentina y otro s/ nitivo (arts. 34.4, 68, 163.6 y cctes. del CPCCBA, arts. 1, ASTURIANA S.A.I.C. s/Concurso sec.
daños y perjuicios”, del 07/08/2012). 4, 52 bis de la Ley 24.40). Preventivo” (Expte. Nº 27276/2018) I. 18-2-19. V. 19-2-19 6510

Interior: Bahía Blanca: Notas Jurídicas: Tel. (0291) 4527524 / La Plata: Tel. (011) 4349-0200, int. 1181 / Mar del Plata: Jorge Rabini Tel./Fax (0223) 4893109 / Córdoba: Alveroni Libros Jurídicos (0351) 4217842
Mendoza, San Juan, San Luis: José Graffigna Tel. (0261) 1534849616 / S. S. Jujuy: Librería Universitaria Tel./Fax (0388) 4237963 / San Miguel de Tucumán: Bibliotex Tel. (0381) 4217089
Noreste: Jorge Thea Tel. (011) 1564660335 / Patagonia: Nelson Ramírez Tel. (011) 1564629553

D i a r i o d e D o c t r i n a
nen que el daño moral contractual debe ser acreditado me-
diante prueba directa y quienes –por el contrario– aceptan
que pueda inferírselo de las circunstancias del caso (v. esta
sala, exptes. 143.753 S. 23-3-2010 Reg. 55-S; 145.930 S.
16-5-2011 Reg. 52-S; 151.842 S. 29-11-12 Reg. 323-S;
154320 S. 3-12-2013 Reg. 313-S).
Así, según una postura, en el ámbito de la responsabili-
dad contractual el acaecimiento de esta clase de perjuicios
debe ser suficientemente acreditado por el reclamante, pues,
a diferencia de lo que ocurre en la órbita extracontractual
–en principio– no cabe presumirlos in re ipsa; abundante
jurisprudencia así lo establece (CNCom., Sala C, 22/6/93,
ED 157-164; Sala E, 20/12/96, ED 175-303; CNCiv., Sala
K, 15/8/94, LL 1995-D-778; Cám. Civ. y Com. Santa Fe,
Sala I, 26/2/93, JA, 1997-III, síntesis, entre otros).
En tal sentido, la Cámara de Apelaciones de San Isidro,
Sala I, ha señalado que “... el resarcimiento del daño moral
en materia de daño contractual (art. 522 del Cód. Civil),
debe ser interpretado con criterio restrictivo (Caivano, Ro-
que J. ‘La ruptura intempestiva del contrato de distribu-
ción y la obligación de indemnizar’, en La Ley 1994-D-
111), ello para no atender reclamos que respondan a una
susceptibilidad excesiva o que carezcan de significativa
trascendencia jurídica, quedando a cargo de quien lo in-
voca la acreditación precisa del perjuicio que alega haber
sufrido (SCBA, Ac. nº 56.328, de 5/8/97; esta Sala causas
nº 76.639, 74.022, 102.061, entre muchas otras). Quien
invoque tal daño debe acreditar, no sólo su existencia, sino
también que ha excedido las simples molestias propias de
todo incumplimiento contractual (Borda, Guillermo, ‘La
reforma de 1968 al Código Civil’, Bs. As., Perrot, 1971;
‘Tratado de Derecho Civil. Obligaciones’, T. II, pág. 194,
Bs. As., Perrot, 1966)...” (v. causa nº 108.784, RSD 34-10
del 1/3/10).
Por el contrario, refiriéndose a la carga probatoria, Ma-
tilde Zavala de González entiende que no es esencial la
índole del deber incumplido (previamente asumido o el
genérico de no dañar), ni el consiguiente encuadramiento
de la responsabilidad como contractual o aquiliana, sino
las características del perjuicio mismo en confrontación
con el suceso lesivo que lo produce (“Resarcimiento de
daños”, 5ª, “Cuánto por daño moral”, Hammurabi, Buenos
Aires, 2005, pág. 158 y ss.).
La autora, luego de citar un fallo de esta Sala, conclu-
ye que es equivocado requerir siempre prueba específica
sobre el daño moral contractual, o sea, descartando aprio-
rísticamente la posibilidad de que sea presumido por el
magistrado sobre la base de elementos objetivos aportados
a la causa (ob. cit. pág. 160).
Puntualiza no obstante que, aunque no se exija una
prueba exhaustiva de la afección espiritual padecida, las
circunstancias del caso deben posibilitar al juez que –en
ejercicio de sus facultades propias y aplicando las reglas
de la experiencia– juzgue si de acuerdo al normal acon-
tecer, el hecho alegado tiene aptitud para provocar el per-
juicio cuya indemnización se solicita (Zavala de Gonzá-
lez, Matilde, “Resarcimiento del daño moral”, Ed. Astrea,
2009, pág. 189 y sgtes.).
Adhiriendo a esta última tesis entiendo que la solución
adoptada en la sentencia apelada es justa y debe ser con-
firmada.
La entidad de los reclamos formulados por B., la can-
tidad de comunicaciones documentadas que remitió exi-
giendo respuestas adecuadas a sus requerimientos y con-
sultas, el deficitario desempeño de la administradora del
plan de ahorro al atender satisfactoriamente esas consultas
y el hecho de que haya tenido que acudir al asesoramiento
letrado y al inicio de un proceso judicial para reclamar lo
que entendía justo (en cuyas instancias previas de resolu-
ción de conflicto la administradora siquiera participó –v.
fs. 3–), entiendo que son circunstancias que conllevan –sin
lugar a dudas– repercusiones negativas en los sentimien-
tos, afecciones y tranquilidad de espíritu de quien se ve
expuesto a tal acontecer, que exceden notoriamente las in-
quietudes propias y corrientes del mundo de los negocios
Buenos Aires, martes 19 de febrero de 2019
y J u r i s p r u d e n c i a
(arg. SCBA, Ac. 39.019 S. 31-5-1988, AyS 1988-II-241;
Ac. 45.648 S. 15-10-1991, AyS-1991-III, 483; Ac. 57.978
S. 6-8-1996, entre otros).
Encuentro por ello justificada la procedencia y cuantía
del daño moral, motivo por el cual el agravio en estudio
debe ser desestimado (arts. 522 Código Civil –Ley 340–, 7
del Código Civil y Comercial y 384 y cctes. del CPCCBA).
III.2.g. Sobre los restantes agravios
Finalmente, los agravios que versan sobre los intereses
moratorios (punto 4.8 del memorial), el rubro “reintegro
de gastos” (punto 4.5) y la imposición de costas (punto
4.9) deben ser desestimados por inadmisibles. Tales quejas
fueron supeditadas al éxito de los restantes agravios del re-
curso y, por fuera de una lacónica y genérica referencia al
fallo [calificándolo de arbitrario], carecen de una motiva-
ción autónoma que supere el estándar de crítica regulado
en el art. 260 del CPCCBA.
Con relación a las costas, cabe aclarar que la modifi-
cación parcial de la sentencia de primera instancia como
consecuencia de la desestimación del daño punitivo no im-
pide asignarle a la accionante el rol de parte vencedora
(art. 74 del CPCCBA).
La Casación Bonaerense tiene dicho que “la circunstan-
cia de que la demanda no prospere en su totalidad no quita
al demandado la calidad de vencido a los efectos de las
costas, pues la admisión parcial de la demanda no resta re-
levancia a la necesidad de litigar a la que se vio sometido
el accionante” (SCBA, c. 120628 –“Hospital Ramón San-
tamarina...”– del 08/03/2017, c. 106293 –“Cesyt SRL...”–
del 22/10/2014, c. 106933 –“Martínez Pereyra...”– del
05/09/2012, c.99149 –“Zero Agropecuaria S.A....” del
02/03/2011; esta Sala, causa nº 165996 –“Felices...”– del
20/09/2018).
Así lo voto.
El señor Juez Dr. Roberto J. Loustaunau votó en igual
sentido y por los mismos fundamentos.
A la segunda cuestión planteada el Sr. Juez Dr. Monte-
risi dijo:
Corresponde: I) Rechazar el recurso de apelación in-
terpuesto por la firma “Automotores Juan Manuel Fan-
gio S.A.” mediante escrito electrónico presentado el
07/06/2018, con costas (art. 68 del CPCCBA); II) Hacer lu-
gar parcialmente al recurso de apelación interpuesto por las
firmas Círculo Cerrado S.A. de Ahorro para Fines Determi-
nados y Mercedes Benz Argentina mediante escrito electró-
nico del 05/06/2018, modificando la sentencia de primera
instancia únicamente en lo que respecta al daño punitivo,
confirmándose en lo restante que hubiera sido motivo de
agravio; III) Las costas de segunda instancia derivadas del
recurso interpuesto por Círculo Cerrado S.A. de Ahorro
para Fines Determinados y Mercedes Benz Argentina se
imponen en un 70 % a la recurrente y el 30 % a la actora,
en atención al resultado obtenido (arts. 68 “in fine” y 71 del
CPCCBA); IV) Diferir la regulación de los honorarios pro-
fesionales para su oportunidad (art. 31 de la Ley 14.967).
Así lo voto.
El señor Juez Dr. Roberto J. Loustaunau votó en igual
sentido y por los mismos fundamentos.
Por los fundamentos dados en el precedente Acuerdo
se resuelve: I) Rechazar el recurso de apelación interpues-
to por la firma “Automotores Juan Manuel Fangio S.A.”
mediante escrito electrónico presentado el 07/06/2018,
con costas (art. 68 del CPCCBA); II) Hacer lugar parcial-
mente al recurso de apelación interpuesto por las firmas
Círculo Cerrado S.A. de Ahorro para Fines Determinados
y Mercedes Benz Argentina mediante escrito electróni-
co del 05/06/2018, modificando la sentencia de primera
instancia únicamente en lo que respecta al daño punitivo,
confirmándose en lo restante que hubiera sido motivo de
agravio; III) Las costas de segunda instancia derivadas del
recurso interpuesto por Círculo Cerrado S.A. de Ahorro
para Fines Determinados y Mercedes Benz Argentina se
imponen en un 70 % a la recurrente y el 30 % a la acto-
Nº 14.574 AÑO LVII
Primer Director: Jorge S. Fornieles (1961 - 1978)
Propietario Universitas S.R.L. Cuit 30-50015162-1
Av. Alicia Moreau de Justo 1400 - PB, Contrafrente - Depto.
de Ediciones de la UCA, editoriales EDUCA y El Derecho
Redacción y Administración:
Tel. / Fax: 4371-2004 - (011) 4349-0200, int. 1181
e-mail: elderecho@elderecho.com.ar • www.elderecho.com.ar
ra, en atención al resultado obtenido (arts. 68 “in fine”
y 71 del CPCCBA); IV) Diferir la regulación de los ho-
norarios profesionales para su oportunidad (art. 31 de la
Ley 14.967). V) Regístrese y notifíquese personalmente o
por cédula (Art. 135.12 del CPCCBA). V) [sic] Cumplido,
devuélvase. – Ricardo D. Monterisi. – Roberto J. Lous­
taunau (Sec.: Alexis A. Ferrairone).
OPINIONES Y DOCUMENTOS
El debate por el precio de los tratamientos
­médicos: el caso Luxturna
El 14 de diciembre de 2018 se realizó en Estados Unidos
una jornada para discutir la problemática de los costos de un
tratamiento de terapia génica conocido como Luxturna. El título
del encuentro fue “¿Cuándo un Tratamiento Médico Vale USD
850.000? El Valor de Luxturna y los Tratamientos de Terapia
Génica” (When is a Medical Treatment Worth $850,000?: The
Value of Luxturna and Gene Therapy Treatments).
La jornada fue organizada por el Consorcio de Salud Públi-
ca y Bioética, una iniciativa conjunta del Centro de Bioética de
la Escuela de Medicina de Harvard y del Programa de regula-
ción, terapias y derecho del Brigham and Women’s Hospital en
Estados Unidos.
Clio Sophia Koller, del Petrie-Flom Center de la Facultad de De-
recho de Harvard, ha brindado un reporte del evento titulado “El
debate sobre Luxturna: ¿Por qué la ética tiene que tener un sitial
en la mesa de debate del precio de los fármacos?” (“The Luxturna
Debate: Why Ethics Needs a Seat at the Drug Pricing Table”).
Luxturna es una terapia aprobada por la FDA que se utiliza
para tratar una rara forma de ceguera hereditaria conocida co-
mo retinitis pigmentosa. La terapia tiene como objetivo el gen
RPE65, que está asociado con este desorden, y ha demostrado
mejorar la visión en una población con pérdida progresiva de
la visión e incapacidad de ver en la luz del día. Koller explica
que las mejoras de Luxturna varían de paciente a paciente y
que se ha publicado un video promocional del tratamiento en
el que un niño de 13 años se muestra recuperado.
El caso Luxturna plantea el problema de cómo evaluar las
ganancias en salud que acarrea un tratamiento y cómo apre-
ciar el costo significativo de esas ganancias.
Quienes justifican el precio de 850.000 dólares de Luxturna
alegan que hay que tener en cuenta la necesidad de recompen-
sar la innovación, el incremento en la visión que han experi-
mentado algunos pacientes y sus mejoras en la calidad de vida.
Por su parte, Koller explica que en realidad Luxturna no
cura la ceguera, sino que mejora la visión en un tipo específico
de desorden genético que incluye entre 1000 a 3000 personas
en los Estados Unidos. El problema se plantea con la financia-
ción por los seguros de salud de este tipo de tratamientos. En
efecto, si se toman medidas para racionalizar medicamentos
vinculados con el soporte vital por sus costos, ¿cómo se pueden
luego decidir la financiación de un solo tratamiento por USD
850.000 y cómo trazar la línea de prioritización? Koller pone
el ejemplo de las decisiones de racionalizar la insulina en Es-
tados Unidos y su impacto en la vida de muchas personas, en
comparación con la decisión de realizar esta inversión tan alta.
En su artículo, Koller enfatiza la importancia de incluir la di-
mensión ética en el debate por la fijación de precios en materia
de fármacos y tratamientos médicos. Se trata de una cuestión
ética de creciente interés en todo el mundo y que demuestra que
la consideración de las temáticas de salud no puede limitarse a
la pura consideración de la perspectiva individual sin conside-
raciones de bien común y de justicia, en perspectiva solidaria.
Jorge Nicolás Lafferriere
www.centrodebioetica.org
28 de enero de 2019
VOCES: MÉDICO - FAMILIA - MENORES - PERSONA - DE-
RECHOS HUMANOS - SALUD PÚBLICA - BIOÉTI-
CA - ESTADO EXTRANJERO - MEDICAMENTOS -
HOSPITALES Y SANATORIOS
Fuentes: http://blog.petrieflom.law.harvard.edu/2019/01/02/
the-luxturna-debate-why-ethics-needs-a-seat-at-the-drug-pricing-table/;
http://bioethics.hms.harvard.edu/news/when-medical-treatment-worth-
850000-value-luxturna-and-gene-therapy-treatments