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com/economia/articulo/india-colombia-ejemplo-integracion-
comercial/171652 (India y Colombia, un ejemplo de integración comercial)
Los países protagonizan desde hace tres años un proceso de crecimiento de sus relaciones
comerciales que expertos califican de "ejemplo" de integración económica entre Asia y
Latinoamérica.
La
India y Colombia, un ejemplo de integración entre Asia y Latinoamérica.
Una decena de empresas indias se han venido a establecer cada año en Colombia, que
a su vez ha diversificado y duplicado sus exportaciones al país asiático, donde se
contempla al país como plataforma de inversión continental.
Una de las últimas grandes empresas en establecerse ha sido la tecnológica Genpact, líder
global en BPO (Business Process Outsourcing o subcontratación de funciones de procesos
de negocios) que hace año y medio inauguró sus oficinas en Bogotá.
"Estamos en otros países latinoamericanos como Brasil, México y Guatemala, pero por su
situación geográfica y estabilidad política hemos elegido Colombia como base de nuestras
operaciones en el resto de las Américas", dijo a Efe el fundador de Gespact, Pramob
Bashin.
El sector petrolero sigue acaparando más del 90% de las exportaciones colombianas al
mercado indio, donde ha comenzado a introducir otro tipo de productos, como las flores y
los derivados del café.
Este incremento del nivel de exportación permite a Colombia tener un superávit comercial
de US$303 millones en la balanza de intercambios bilaterales con la India, que vende al
país latinoamericano por valor anual de US$1.055 millones.
Según el director del Instituto de Estudios Sociales de Nueva Delhi, Ash Naraim Roy,
el entramado de intereses comunes que la India y Colombia han creado con esta
iniciativas "es un modelo que debe servir para otros países de sus respectivos
continentes".
"Los dos países han sabido tejer una red de relaciones que es muy fructífera para ambos",
subrayó Roy en declaraciones a Efe en las que estimó que "no veo motivo para que otros
estados latinoamericanos y asiáticos sigan este ejemplo de integración".
Como Bashin, Roy citó "la estabilidad política y su situación geográfica en el centro del
continente" como las razones que han inducido a las empresas de la India a implantarse en
Colombia, donde precisó que la economía, además, "se está portando muy bien".
http://blogs.elespectador.com/actualidad/a-la-palestra/colombia-una-decada-de-retroceso-
en-integracion-latinoamericana (COLOMBIA: UNA DÉCADA DE RETROCESO EN
INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA)
La llegada al poder de Lula da Silva en Brasil y de Néstor Kirchner en Argentina en 2003 así
como el entierro del ALCA en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata en 2005,
marcarían el inicio de una década de contrastes en cuando a integración se refiere. Grandes
avances se han registrado pero así también importantes retrocesos.
Al ALCA se le daría la estocada final con un reconocimiento explícito de la asimetría en las
economías del continente. Los países de la región que ostentan mayores grados de autonomía,
dejaron claro que no reemplazarían la producción y el trabajo nacional por el extranjero y
dejaron claro que no deseaban tratados inequitativos.
Lo que vendría tras el fracasó sería un cambio de estrategia. En lugar de la pretendida unión
comercial de todos los países del continente desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, Estados
Unidos se propuso concretar los objetivos del ALCA a través de negociaciones bilaterales de
acuerdos comerciales, las cuales permiten reducir los riesgos de una negociación en bloque
mientras se imponen con mayor facilidad los puntos de vista del poderoso de la ecuación, que
siempre son ellos
La llegada de la Alianza del Pacífico ratifica este plan, pues resulta ser el corolario de los TLC
bilaterales entre los países miembros y los Estados Unidos.
Aunque la CAN tiene una institucionalidad, una reglamentación y una mayor perspectiva de
integración para la economía colombiana, la voluntad política del gobierno es la de impulsar la
Alianza del Pacífico en detrimento de la CAN. En referencia a la industria automotriz el actual
ministro de Hacienda se refirió en estos términos al viraje de Colombia de la CAN hacia la
Alianza: “Nos deshicimos del viejo modelo del Pacto Andino, una camisa de fuerza que le
estaba restando competitividad al sector automotor en Colombia”[1]
Paradójicamente, esto implica para Colombia el cierre de industrias y el reemplazo del trabajo
nacional por el extranjero, ya que solo con México, por ejemplo, hay un déficit comercial que
sobrepasa los USD 5.000 millones al año, debido a las importaciones industriales y agrícolas
desde ese país.[2]
Para la Red Colombiana de Acción Contra el Libre Comercio “En realidad lo que se firmó con
México, Chile y Perú es un TLC, cuya primera exigencia es tener ya un tratado de libre
comercio con Estados Unidos, la Unión Europea y con los integrantes de la Alianza. No es
una propuesta de integración regional ni latinoamericana, sino un escalón en la liberalización
comercial mundial patrocinada por la OMC”[3]
La CAN resulta la mejor opción para Colombia desde el punto de vista de la integración, ya
que le permite al país exportar a sus vecinos productos con valor agregado y profundizar en
acuerdos comerciales en igualdad de condiciones. Por estás mismas razones se convierte en la
mejor decisión política como camino hacia una mayor integración suramericana y
latinoamericana. Entonces, ¿Por qué Colombia se la juega con una Alianza que va contra sus
intereses económicos y obstaculiza la verdadera integración regional? La respuesta es tan
sencilla cómo profunda: Porque Colombia ha sido gobernada durante los últimos años por una
oligarquía que tiene sus intereses ligados a los del gran capital financiero y a los de Estados
Unidos específicamente.
La clase dominante en Colombia ha logrado separar tanto su suerte personal de la suerte del
país que entre más se someta el país a las condiciones oprobiosas de los Tratados de Libre
Comercio, más rentables y exitosos son sus negocios particulares y viceversa.
Para la muestra los resultados de los primeros dos años de vigencia del Tratado de Libre
Comercio entre Colombia y Estados Unidos, en los cuales ya se han incrementado en un 27.1
%[4] las importaciones provenientes del país del norte mientras las exportaciones colombianas
a ese país han disminuido en un 3.4 % con tendencia a empeorar. En dos años de TLC con
Estados Unidos el superávit de la balanza comercial se redujo en 78% con pérdidas para
Colombia por 6.525 millones de dólares y la balanza comercial es actualmente negativa para
Colombia en USD $-465 millones, lo que no sucedía desde 1999. Esto se ha traducido en
cierre de fabricas, reemplazo del trabajo nacional por el extranjero y ruina de la producción
nacional. Sin embargo, el oficialismo dice que son buenos resultados.
Se debe recordar que la política económica de los TLC es la misma que ha llevado a que
Colombia ocupe el primer lugar en desempleo en América Latina y tenga uno de los peores
índices de desigualdad del continente.
http://www.elcolombiano.com/blogs/lacajaregistradora/tag/integracion-economica
(Comercio exterior colombiano: tres décadas sin brújula.)
El decreto-ley 444 de 1967 marcó un hito en las políticas de comercio exterior colombiano.
Con la rúbrica de este decreto se formalizó, con claras directrices, el modelo
de Sustitución de Importaciones acompasado de unas claras estrategias de Promoción de
Exportaciones. Después en 1991, con las leyes 7a y 9a, se delineó el cambio de rumbo en
el marco de una ola neoliberal que recorría el planeta. Sin embargo, mientras el decreto
proteccionista de hace medio siglo evidenciaba coherencia entre propósitos y estrategias,
no se puede decir lo mismo de las decisiones tomadas por los gobiernos de la era de la
“apertura económica“.
En los 3 artículos anteriores se entiende que Colombia pasa por una crisis en cuanto a la
integración económica, tiene algunas ventajas como la integración con la india pero se ve
atrasada en este tema.