Vous êtes sur la page 1sur 4

SOBRE LA NECESIDAD DE REFORMAR EL ARTÍCULO 11, LEY GENERAL PARA

PREVENIR Y SANCIONAR LOS DELITOS EN MATERIA DE SECUESTRO,


REGLAMENTARIA DE LA FRACCIÓN XXI DEL ARTÍCULO 73 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.

OBJETIVO Y LEY QUE SE REFORMA

El propósito del presente estudio es examinar la posibilidad de reducir la penas establecidas en


el artículo 11, de la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro,
reglamentaria de la fracción XXI, del artículo 73, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, penas que resultan ineficaces e incongruentes para cumplir los fines últimos del
sistema penitenciario mexicano, como lo son la reinserción del sentenciad a la sociedad y
procurar que el sentenciado no vuelva a delinquir, lo anterior con base en el respeto de los
derechos humanos.

Desarrollo.

La naturaleza del Derecho Penal en los distintos Estados, ha sido hasta la fecha funcionar como
una herramienta que de una respuesta efectiva al Delito, entendiendo este último como un
fenómeno que por motivos individuales y antisociales, altera las condiciones de existencia de la
sociedad, además de lesionar la moralidad de un pueblo en un momento determinado (Enrico
Ferri), es así como surgen los sistemas que procesan estas conductas antisociales (derecho
procesal penal), y que dan como respuesta ante ellas “la pena”, que puede manifestarse en
distintos tipos como lo son; penas privativas de la libertad, privativas de derechos, y multas,
mismas que funcionan como un medio para procurar la estabilidad social y el bien común.

En México, el sistema penitenciario según lo establece el artículo 18, de la Constitución, “se


organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, del trabajo, la capacitación para
el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la REINSERCIÓN DEL
SENTENCIADO A LA SOCIEDAD Y PROCURAR QUE NO VUELVA A DELINQUIR…”, en dicho
numeral observamos la base del sistema penitenciario, así como también uno de los fines últimos,
que sería la reinserción del sentenciado a la sociedad, dicho fin también lo encontramos
expresamente previsto en la Ley Nacional de Ejecución de Sanciones, en su artículo 1°, fracción
III.
Artículo 11. Si la víctima de los delitos previstos en la presente Ley es privada de la vida por los
autores o partícipes de los mismos, se impondrá a estos una pena de ochenta a ciento cuarenta
años de prisión y de doce mil a veinticuatro mil días multa.

Ley General para Prevenir y Sancionar Delitos en Materia de Secuestro

El Articulo 18 párrafo segundo de la Constitución Politica de los Estados Unidos Mexicanos


señala:

El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos,
del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios
para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a
delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres compurgarán
sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres para tal efecto.

El párrafo 3 del artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dispone lo
siguiente:

El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la


reforma y la readaptación social de los penados.

Ahora bien teniendo en cuenta la Reinserción Social del sentenciado a la sociedad, como una
obligación del Estado para con sus integrantes, ¿es posible hablar de Reinserción Social de los
sentenciados por delitos de secuestro bajo las penas previstas en la LEY GENERAL PARA
PREVENIR Y SANCIONAR LOS DELITOS EN MATERIA DE SECUESTRO?, claramente no es
posible hablar de tal tema, ya que en dicha Ley, encontramos penas privativas de la libertad que
sobre pasan la esperanza de vida del sentenciado, como es el caso del artículo 11, de la Ley
materia de estudio del presente, asimismo estas penas que resultan ineficaces como herramienta
que de una respuesta efectiva al delito de secuestro.

Por otra parte nos encontramos solo con penas exageradas que son contradictorias al artículo
22, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en su primer párrafo
establece; “Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la marca, los
azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes
y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales. Toda pena deberá ser proporcional al
delito que sancione y al bien jurídico afectado.”, de lo anterior podemos ir apuntando que la
sanción prevista en el numeral 11, de la Ley que nos ocupa, es tendiente a una especie de
populismo punitivo, que sólo aparenta hacerse cargo de un problema que aqueja a nuestra
sociedad, como lo es el secuestro.

Por otro lado la Suprema Corte de Justicia de la Nación en su tesis 2005105. P./J. 31/2013 (10a.).
Pleno. Décima Época. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 1, Diciembre de
2013, Pág. 124. Nos dice lo siguiente

REINSERCIÓN DEL SENTENCIADO A LA SOCIEDAD. SU ALCANCE CONFORME AL


ARTÍCULO 18 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
Con la reforma al indicado precepto, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio
de 2008, se sustituyó el término "readaptación social" por el de "reinserción del sentenciado a
la sociedad" el cual, a diferencia del primero, reconoce a la delincuencia como un problema
social y no individual, de forma que el fin de la prisión cambia radicalmente, pues ya no se
intentará readaptar sino regresar al sujeto a la vida en sociedad, a través de diversos
medios que fungen como herramienta y motor de transformación, tanto del entorno como
del hombre privado de su libertad. Así, en tanto se asume que quien comete un acto delictivo
se aparta de la sociedad porque no se encuentra integrado a ella, para su reinserción se prevé
un conjunto de actividades y programas que se diseñan y aplican para permitir a las personas
condenadas a pena privativa de la libertad en los establecimientos de reclusión su regreso a la
sociedad, cuestión que, como reconoce la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
en su artículo 18, no es posible sin una instrucción previa, creadora o revitalizadora de habilidades
y hábitos laborales, así como la atención de la salud, la educación y el deporte.

Acción de inconstitucionalidad 24/2012. Comisión Nacional de los Derechos Humanos. 14 de


mayo de 2013. Unanimidad de once votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Laura
García Velasco. El Tribunal Pleno, el siete de noviembre en curso, aprobó, con el número 31/2013
(10a.), la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a siete de noviembre de
dos mil trece.

CONCLUSIONES

Las penas de prisión de larga duración, o mejor conocidas como vitalicias, aunque en los
ordenamientos jurídicos no se les llamen así, generalmente son altas y superan el tiempo de vida
promedio de un ser humano, en México la esperanza de vida promedio es de 75.2 Años.1 Estas
penas cuando son impuestas atentan contra uno de los fines esenciales del Sistema Penitenciario
“la reinserción social”, puesto que privan de cualquier esperanza de libertad al sentenciado,
eliminando la posibilidad de conseguir beneficios de libertad anticipada, 2

Teniendo en cuenta todos los fundamentos anteriormente expuestos, tanto internacionales como
nacionales, observamos que la finalidad del sistema penitenciario efectivamente es la reinserción
del individuo a la sociedad, porque como ser humano tiene derechos fundamentales que se ven
limitados y vulnerados al encontrarse en cadena perpetua, perdiendo toda esperanza de volver a
vivir una vida normal, violentado, sin tener la oportunidad de construir una vida nueva.

Por tales motivos el articulo 11 de la Ley General para Prevenir y Sancionar los delitos de
Secuestro, atenta contra ese fin establecido en nuestra Constitucion.

1En México, la esperanza de vida ha aumentado considerablemente; en 1930 las personas vivían en promedio 34 años;
40 años después en 1970 este indicador se ubicó en 61; en el 2000 fue de 74 y en 2016 es de 75.2 años.
INEGI. Esperanza de Vida (2016). [en línea]. Consultado el 10 de febrero de 2018 desde
http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/esperanza.aspx?tema=P

2 COMISION NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS. Racionalización de la pena de prisión. Consultado el 10 de


febrero de 2018 desde http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/Pronunciamiento_20160331.pdf

Vous aimerez peut-être aussi