0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
14 vues1 page
Si queremos que haya paz, hemos de mirar nuestro interior, sentir la vida que somos, que hay en nuestro interior y borrar todas las diferencias, sentirnos parte de la misma humanidad
Si queremos que haya paz, hemos de mirar nuestro interior, sentir la vida que somos, que hay en nuestro interior y borrar todas las diferencias, sentirnos parte de la misma humanidad
Si queremos que haya paz, hemos de mirar nuestro interior, sentir la vida que somos, que hay en nuestro interior y borrar todas las diferencias, sentirnos parte de la misma humanidad
Cuando hablamos de paz, de no-violencia, miramos hacia fuera de nosotros
mismos. La violencia no sólo es matar a otro. Hay violencia cuando uno
emplea una palabra agresiva, cuando hace un gesto de desprecio a una persona, cuando humilla a otra persona, cuando tiene miedo. Cuando dice que es de una nación, de una religión, de una cultura o tradición, en oposición a otras, cuando se siente diferente por el color de su piel, su forma de hablar, su cultura, su género, sus tradiciones, o cualquier otra cosa, está siendo violento. Y es violento porque se está separando del resto de la humanidad. Somos como células de un mismo cuerpo, la humanidad. Vivimos como invitados en la misma casa, nuestro planeta, que hemos de cuidar, miembros de un mismo cuerpo, la humanidad, que hemos de cuidar. Cuando nos separamos por nuestro lugar de nacimiento, nuestro color, nuestro sexo, o nuestros ideales, eso genera violencia. Si queremos que haya paz, hemos de mirar nuestro interior, sentir la vida que somos, que hay en nuestro interior y borrar todas las diferencias, sentirnos parte de la misma humanidad. Interesarnos en comprendernos y en comprender a la humanidad. Y comprender es amar. Amar lo que uno es y uno es siendo uno con todos. En comunión, en colaboración. Iguales, con los mismos derechos, con las mismas oportunidades, los mismos recursos. La tierra, el agua, el aire, los recursos de nuestro planeta, no pertenecen a nadie en particular. Hemos de aprender a administrarlos en solidaridad, en igualdad, en colaboración, como un mismo SER.