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EN EL TAIJIQUAN
Pedro Torrecillas
fluidos, presididos por un estado mental en calma. Sin embargo en esos movimientos intervienen,
entre otras cosas, paquetes musculares, inserciones tendinosas y cápsulas articulares que si no están
mínimamente estimuladas pueden provocar tirones, desgarres o luxaciones. Por esta razón, la
mayoría de las líneas de Taijiquan ha incorporado una serie de ejercicios con la finalidad de preparar
al cuerpo para el entrenamiento de este arte.
Sabemos que algunas escuelas proponen el Qi Gong como preparación para la práctica del Taiji. En este
artículo dejaremos de lado esta posibilidad respetando su validez y eficacia, pues consideramos merece una
reflexión más específica. De la misma manera pensamos que los movimientos de Chan Si Gong no son
ejercicios propiamente de calentamiento, aunque formen parte de la dinámica del Taijiquan estilo Chen.
Para acotar el centro de nuestro estudio definiremos el calentamiento como una práctica corporal sistemática
de movimientos calisténicos estandarizados presididos por la lógica de la medicina china, cuya finalidad es
preparar al cuerpo de manera eficaz y holística para el entrenamiento del Taijiquan. Así, los ejercicios se
ordenan de forma secuencial siguiendo el modelo de pensamiento propio del contexto cultural chino y la
medicina basada en el taoísmo, que establece un sistema de correspondencia entre el cielo, el ser humano y
la tierra, por una parte; las vísceras, órganos, músculos, tendones y huesos por otro; y finalmente, entre
sangre y energía.
Como norma general, al ejercitar las articulaciones en un orden descendente que parte desde la cabeza hasta
los pies buscamos despertar la energía y activar su circulación, así como estimular suavemente el sistema
cardiovascular para lograr un mayor aporte de oxígeno y eludir la aparición de dolores y agujetas. De forma
global, esta práctica previene las restricciones del movimiento, la pérdida de funcionalidad articular y la
artrosis. De manera más específica, los ejercicios destinados a la zona de la cabeza ayudan a evitar tortícolis,
cefaleas y problemas de equilibrio, mejorando la circulación craneal. En los hombros proporcionan el aumento
de la capacidad respiratoria, expresión y comunicación. En las muñecas posibilitan la prevención de dolencias
como la artrosis y el síndrome del túnel carpiano. Los movimientos de la cintura pueden optimizar las
funciones urogenitales e intestinales, y los de rodillas aumentar el rendimiento de las caderas y el pie,
evitando problemas posturales.
Además de preparar al practicante para el entrenamiento de una sesión de Taijiquan este sistema de
ejercicios constituye en sí mismo una excelente manera de estirar y tonificar el cuerpo, mejorar la musculatura
y estimular los meridianos, y favorece la percepción y regulación del grado de esfuerzo que se utiliza en cada
movimiento. El calentamiento ayuda a tener presente que cuando
una parte del cuerpo se mueve, el resto lo hace también. Asimismo, trabaja sobre la apertura de las nueve
perlas o articulaciones: muñecas, codos, hombros, tobillos, rodillas, caderas, el punto zhi yang en la zona
dorsal, la cintura y el dantian. En la escuela de Chen Zhenglei estos ejercicios reciben el nombre genérico de
Huo Dong, y como curiosidad señalaremos que el número de repeticiones utilizado para realizar cada ejercicio
es ocho, o bien uno de sus múltiplos. En cuanto a las direcciones espaciales, primero se ejercita la derecha y
luego la izquierda; hacia el exterior y después hacia el interior; hacia delante y hacia atrás. Cada escuela y
estructura de Taijiquan tiene su propio sistema, expondremos a continuación el método de calentamiento que
sigue Chen Zhenglei por ser el que conocemos con más profundidad.
Girar, flexionar y rotar la cabeza para ejercitar las cervicales. Es importante realizar esta práctica de forma
muy relajada, lentamente, acompañando cada movimiento de una inspiración y una
espiración.
Se empieza entrelazando los dedos de las manos y después se giran las muñecas primero en una dirección y
luego en la contraria. De esta manera se consigue que la energía llegue a las partes distales superiores. Esto
es importante, ya que por las muñecas, al igual que por los tobillos, pasan los meridianos principales. Es
fundamental realizar la rotación de forma relajada y tomar conciencia de que rotar las muñecas implica el
movimiento sutil de codos, hombros, caderas, rodillas y tobillos, es decir, de todo el cuerpo.
Ejercicio 3: Trabajar los codos
Se abren las piernas a doble distancia de la anchura de los hombros. Mientras las piernas dibujan el signo del
infinito con movimientos de rotación de las rodillas, los brazos, guiados por los codos, se alejan y aproximan a
la cintura. Esta es la manera de despertar la energía y conseguir su efervescencia. El movimiento en espiral
de las piernas mueve las caderas, éstas lo propagan a la columna y ésta arrastra a los brazos.
Se trata de rotar los hombros en torno a un eje horizontal. Puede hacerse primero uno y luego el otro, o bien
los dos al mismo tiempo. En ambos casos se rotan primero hacia delante y luego hacia atrás. La rotación de
los hombros en la fase de descenso ha de ir acompañada de una ligera flexión de las rodillas y al mismo
tiempo de la relajación de las caderas.
El objetivo de este trabajo es la apertura del plexo solar, shang zhong, y el punto opuesto en la espalda, zhi
yang. Se cruzan los brazos delante del pecho y luego se despliegan los codos horizontalmente hacia atrás
con un suave rebote. A continuación se realiza una variante abriendo los antebrazos y manteniendo los
rebotes. Para finalizar, mientras un brazo sube verticalmente el otro baja de la misma forma, ambos
rebotando.
Con las piernas abiertas a la distancia de los hombros, se flexionan las rodillas y se giran las caderas en las
dos direcciones alternativamente. Además de trabajar la cintura este ejercicio ayuda a tomar conciencia del
movimiento interno del dantian y activa el punto ming men.
Con las piernas separadas a la distancia de los hombros, se flexionan las rodillas y ayudándose de las manos
se rotan las rodillas primero en una dirección y luego en la contraria. Es importante
Pedro Torrecillas es profesor de Taijiquan estilo Chen y terapeuta de Medicina Tradicional China. Es alumno
oficial de Chen Zhenglei y organizador de sus cursos en España.
p.torrecillas@terra.es