Ezequiel Benito Las “Décadas del Cerebro” jetivar algunas de sus intervenciones más cues- tionadas y en algunos casos desarrollar méto- Desde 2000 y hasta este año se desarrolla dos diagnósticos preventivos con articulaciones la denominada Década de la Conducta, una pro- cognitivas y conductuales. Un ejemplo del primer puesta de interacción de las ciencias sociales y caso es la demostración de cómo la terapia reduce del comportamiento en pos del bienestar social. la activación de ciertas zonas cerebrales. El se- Sin embargo, parecería ser que el estudio del gundo aspecto ha recibido generalmente menor cerebro continúa estando en el centro de aten- atención y sobre ello hablaremos enseguida. ción de gran parte de la producción psicológica En tercer lugar, un nivel disciplinario o insti- y ocupando un rol destacado en el contexto de tucional nos lleva a considerar cómo las neuro- la producción científica global. ciencias han implicado una flexibilización de los El desarrollo de las neurociencias ha sido límites de la psicología y biología. La instituciona- positivo en muchos sentidos, pero creemos lización de este campo bajo la forma de grados necesario llevar adelante una reflexión y puesta o posgrados, como un nuevo modo de produc- en perspectiva de este campo dentro del con- ción de conocimiento, parece llevarse ade- junto de los objetivos de la psicología, de la lante firmemente y las consecuencias de esta ciencia y la tecnología y de la sociedad misma. articulación serán claves para observar cómo ¿Será posible articular productivamente la Dé- se organizarán dichas disciplinas en el futuro. cada del Cerebro y la Década de la Conducta? Finalmente, nos interesa introducir un nivel Al respecto, el psicólogo argentino Modesto CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad). El cam- Alonso indicaba que “el impulso que recibie- po CTS o de estudios sociales de la ciencia y ron la genética y las neurociencias captó el la tecnología tiene por objetivo la exploración interés del público. Pero un porcentaje ele- de las condiciones sociales de producción del vadísimo de los problemas que existen en conocimiento científico y tecnológico, así como nuestras sociedades podría prevenirse con sus relaciones y consecuencias para con la so- cambios en la conducta” (La Nación, 2001)._ ciedad. La filosofía, la historia y la sociología de la ciencia han demostrado que los investi- Radiografía de las neurociencias gadores se ocupan de mucho más que hipóte- sis, teorías, experimentos y papers, sino que Mencionaremos cuatro posibles líneas de su trabajo está intrínsecamente atravesado por análisis para abordar este campo. En primera factores culturales, económicos, políticos y es- instancia, en un nivel teórico, las neurociencias tratégicos, donde la búsqueda del conocimiento han ofrecido una plataforma de trabajo reno- válido y verdadero es sólo uno de ellos (Fuller, vada para diversos problemas que han ocupado 2002; Kitcher, 2001). Por supuesto, esto no sig- a la psicología históricamente, sin embargo, su nifica que la ciencia sea igualable en todo sen- modelo de investigación exige resignar una gran tido a los demás fenómenos de la cultura, sino cantidad de variables de gran relevancia psi- que aun en su especificidad y potencialidad es cológica que no pueden ser aisladas y estudia- también un fenómeno de la cultura. Asimismo, das a través de neuroimágenes para luego ser se ha vuelto relevante la indagación sobre la uti- recompuestas en el escenario social. Esta limi- lidad del conocimiento producido ¿Para qué se tación metodológica tiene implicancias teóricas investiga en neurociencias? ¿Para quién se in- significativas que a menudo son minimizadas. vestiga? Esto implica reconocer la investigación Por otro lado, desde un nivel práctico, puede de forma estratégica y vincularla con sus destina- sostenerse que el espacio profesional de la psi- tarios (Kreimer, 2003) ¿Quién se beneficia con cología ha estado siempre, en mayor o menor la investigación en neurociencias? ¿Cual es medida, amenazado en su fundamentación la trayectoria posible del conocimiento neuro- epistémica y las neurociencias han permitido ob- científico para proveer al bienestar social? Una LA UTILIDAD SOCIAL DE LAS NEUROCIENCIAS 2
forma de pensar esto -superada teórica pero De horizontes y fronteras
no operativamente- es la idea de un modelo lineal, donde la acumulación arbitraria de cono- Cuando Vannevar Bush propone en 1945 el cimiento produciría necesariamente aplica- modelo lineal de acumulación de conocimiento, ciones positivas para la sociedad (Bush, 1945). incluye en el título de su trabajo una caracteri- Actualmente, se reconoce que la relevancia so- zación que ha permanecido como una marca cial del conocimiento junto con las acciones ne- de época y es la visión de la ciencia como una cesarias para su implementación local deben ser frontera sin fin. Esta representación ha sido evaluadas desde el momento más anterior moderada luego y se ha tomado conciencia en el proceso científico. Esta cuestión está de que el progreso científico no resolverá per presente en las tecnociencias -aun con sus se los problemas de la humanidad. Podemos problemas y limitaciones- pero se encuentra poner en relación estos dos movimientos con la notoriamente invisibilizada en otras instancias, visión contemporánea de Eric Kandel, quien en donde los beneficiarios de las hipótesis, teorías, 1996 planteaba que “la comprensión de las ba- experimentos y papers parecen ser los propios ses biológicas de la conciencia y de los procesos científicos (Kreimer & Zabala, 2006). Desde mentales por medio de los cuales percibimos, ya, no se plantea aquí que los científicos de- actuamos, aprendemos y recordamos posible- ban estar involucrados de forma absolutamente mente sea la última frontera de la ciencia”. Esta necesaria en la utilización responsable de sus declaración es probablemente una metáfora de investigaciones, en la difusión o popularización nuestro tiempo, que nos encuentra buscando del conocimiento (Mazzaro, 2008), o limitarse a descifrar cada célula del cerebro, tratando de abordar sólo aquellos tópicos socialmente rele- reconocernos allí. vantes; pero deberían orientarse al desarrollo Tal vez estamos demasiado acostumbrados de competencias complementarias que les a trazar fronteras y debamos comenzar a cues- permitan visibilizar las variables externas que tionar nuestros horizontes. Quizás estamos erró- inciden y responden a su trabajo. Algunas de neamente enfocados en el fin de la ciencia y estas propuestas aparecen incipientemente en debiéramos, más bien, discutir su sentido. la agenda de la reflexión sobre la formación en Referencias psicología (Altman, 1996), pero su desarrollo Altman, I.A. (1996). Higher education and psychology in curricular global parece ser aún marginal. the millennium. American Psychologist, 51, 371-378. Bush V. (1945) Science the endless frontier. Washington, DC: Gobierno de los Estados Unidos de América Imágenes y realidades de las neurociencias Fuller, S. (2002) Knowledge management foundations. Boston: Butterworth–Heinemann. El presente número de Psiencia invita a un Kandell, E.; Jessell, T. y Schwartz, J. (1997) Neurociencia y conducta. Prentice Hall. Madrid. análisis reflexivo sobre este campo, inscribien- Kitcher, P. (2001) Science, truth, and democracy. Oxford: do sus potencialidades en el marco de un de- Oxford University Press. sarrollo complementario socialmente estratégi- Kreimer, P. (2003) La utilidad social de la ciencia. Ciencia, co. Esto puede observarse a partir del primer Docencia y Tecnología, 26 Kreimer, P. & Zabala, J. (2006) ¿Qué conocimiento y para artículo, donde se presenta una discusión sobre quién? Problemas sociales y producción de cono- cómo las neurociencias exploran la sociedad cimientos científicos: persistencia del mal de Chagas y podrían ser pensadas como tecnociencias. como “enfermedad de pobres” en Argentina. REDES, Revista de Estudios Sociales de la Ciencia, 23, 49-78. Este desarrollo es seguido por una revisión Gusfield, J. (1981) The Culture of Public Problems. Drink- sobre algunos de los tópicos de investigación ing-Driving and the Symbolic Order, Chicago, The actuales a nivel mundial. En línea con la uti- University of Chicago Press. lidad social de las neurociencias, se incluye La Nación (2001) Proponen dedicar la década a investi- gar la conducta humana. Obtenido el 20/03/2010 de un artículo sobre su aplicación en el ámbito http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=55916 comunitario. Se publica un relevamiento sobre Mazzaro, C. (2008) Fortalezas de papel. La ciencia ex- las investigaciones neurocientíficas locales. puesta a la comunicación pública. Tesis Presen- Por otro lado, se ofrece una revisión sobre los tada para la obtención de la Lic. en Comunicación Social con Orientación en Planificación. Facultad procesos neurales vinculados con la teoría de la de Periodismo y Comunicación Social, U.N. de La Plata personalidad planteada por Hans Eysenck. Fi- Vaccarreza, L. y Zabala, J. P. (2002) La construcción de la nalmente, encontrarán una entrevista a Michael utilidad social de la ciencia. Investigadores en biotec- nología frente al mercado. Bernal: Un. Nac. de Quilmes. Posner sobre su visión actual del área.______