Cuando usamos el término “centrado en quien aprende”, nos referimos a
ambientes que ponen atención cuidadosa a conocimientos, habilidades, actitudes y creencias que los estudiantes traen al espacio escolar. El término también se adapta al concepto de “enseñanza diagnóstica”, lo que piensan los estudiantes al enfrentar algún problema, discutir los errores y reajustar las ideas a través de situaciones de aprendizaje. Los maestros ven importante construir conocimiento sobre el conocimiento que los alumnos traen de fuera la escuela. La enseñanza diagnóstica proporciona un ejemplo de cómo iniciar desde la estructura de conocimiento del niño, usando las herramientas de observación, preguntas y conversación, así como de reflexión sobre los productos derivados de la actividad del estudiante, predecir y explicar situaciones. El maestro incita a que prueben sus ideas y vean cómo y porqué es necesario cambiar algunas, crear conflictos cognitivos personales y luego debates. ADAPTACIÓN AL CONTEXTO DE LA SOCIEDAD AL SALÓN DE CLASES. Es necesario coordinar la parte cultural cotidiana con la parte científica para lograr en el alumno crecer. Se busca una intención social, conectar con la experiencia diaria. Los ambientes centrados en el que aprende incluyen, sobre todo, a maestros que están pendientes de que los estudiantes construyan sus propios significados, comenzando con las creencias, los conocimientos y las prácticas culturales que traen al salón de clases. Los maestros intentan tener una idea de lo que los estudiantes saben y pueden hacer, así como de sus intereses y pasiones, de lo que cada estudiante sabe, le preocupa, es capaz de hacer y quiere hacer. Un maestro completo “le da a los estudiantes la razón”. Un puente entre un tema y el estudiante.