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2º se
“En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a
una montaña alta. Allí se transfiguró delante de ellos. Sus vestiduras se volvieron
resplandecientes, tan blancas que nadie en el mundo podría obtener tal blancura.
Y se les aparecieron Elías y Moisés conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús:
«¡Maestro, que bien estamos aquí! Hagamos tres tiendas: una para ti, una para
Moisés y otra para Elías. Pedro no sabía que decir porque estaban llenos de te-
mor, tanto era su miedo. Y vino una nube que los cubrió con su sombra, y se oyó
una voz en la nube, que decía: «Este es mi Hijo amado; escuchadle». De repente,
mirando a su alrededor, no vieron a nadie, sólo Jesús estaba con ellos.
Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta
que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron esta
orden, pero se preguntaban qué significará «resucitar de entre los muertos”.
Jesús nos lleva aparte con Pedro, Santia- domingo el pasaje donde Abraham se pone
go y Juan, a una alta montaña. Ya sea que a disposición de Dios. Con esta misma liber-
seamos habitantes de la ciudad o del valle, tad, nos disponemos a recibir a Dios con la
vivamos en un lugar aislado o cerca de un visita de su Hijo. Con la misma sorpresa que
cruce, se nos invita a dejarnos guiar por el los tres compañeros de Jesús. Ellos comen-
mismo Jesús a un lugar desconocido pero zaron a conocer a Jesús, a habituarse no sin
habitado, sin salir de nuestro propio hogar. dificultades a su mensaje, a su persona. Y
¡Tarea difícil me dirás! Ciertamente, pero tan así es que Jesús se transfigura delante de
esencial durante este tiempo de Cuaresma. ellos. Reconocible, pero totalmente otro.
Jesús necesita nuestra atención, nuestra Sus vestiduras se hicieron resplandecientes,
disponibilidad. Nos hace abandonar, como mejor que el mejor detergente que usamos
sus apóstoles, nuestros caminos demasiado cuando queremos obtener un resultado im-
habituales como para permitir un cambio de pecable. Jesús está acompañado por Elías
escenario. Él quiere llamar nuestra atención, y Moisés, dos figuras importantes del Anti-
abrir nuestros oídos, permitir el encuentro. guo Testamento.
Requiere un esfuerzo, pero puede conver- Vamos a detenernos en este verbo «transfi-
tirse en gracia si así lo queremos. gurar». El diccionario de Petit Robert señala:
Deja que Jesús te incomode. A menudo so- «Transformar en un aspecto brillante y glo-
mos prisioneros de nuestros hábitos, nues- rioso. Transformar dando una belleza y lu-
tras maneras, endurecidas por el tiempo. minosidad inusuales, transformando mejo-
Permitamos recibir esta invitación como rando... «. Esta es una ayuda preciosa para
un regalo ofrecido en este momento de la entender este texto del Evangelio. Parece
Cuaresma. Dios viene a inscribir en nuestras que está surgiendo un nuevo itinerario. Ya
vidas lo nuevo, lo inesperado, lo imprevi- no estamos en la repetición de una hermosa
sible. Eliminemos lo que creemos que sabe- definición aprendida durante mucho tiem-
mos para experimentar la novedad de Dios, po. Estamos en el tiempo de la irrupción de
con Jesús mismo. Permitamos ser cues- Dios en nuestra vida que nos invita a reco-
tionados, con la misma libertad que Dios nocerlo, a conocerlo para que lo amemos
cuestionó a nuestro Padre Abraham. Lea- mejor. Así, con esta imagen de Jesús transfi-
mos nuevamente el comienzo del Génesis gurada, se oye una palabra: «Este es mi Hijo
que nos ofrece la liturgia de este domingo. amado, ¡escuchadle!”
«En aquellos días, Dios puso a Abraham a Mira a Jesús de otra manera, escucha a
prueba. Él le dijo: «¡Abraham! Él respon- Jesús de forma diferente. ¿Sería esto un
dió: «¡Aquí estoy!». Repitamos esta oración buen ejercicio para nosotros al comienzo
lentamente y pongamos nuestro nombre de la Cuaresma? A menudo caemos en la
en el lugar del de Abraham. Nos ponemos fuerza de la costumbre. No sabemos ver
en presencia, libres, disponibles para Dios, nada más que lo que hemos ya interpreta-
listos para decirle con confianza: «¡AQUÍ do o etiquetado, y esto incluye a personas
ESTOY!”. y acontecimientos. Nuestros oídos registran
El Génesis nos ofrece en la liturgia de este los mismos sonidos, las mismas palabras, in-
Nuestro hermano Lorenzo puede acom- experiencia con nosotros. Así que escale-
pañarnos en este camino y ayudarnos. mos la montaña. Dios nos está esperando
Escribió: «Dios mismo está pintado en lo y señala a su Hijo amado: «Este es mi Hijo
más profundo de nuestra alma, y no que- amado: ¡escuchadle!”. ¿Nos atreveremos a
remos verlo allí: lo dejamos por banali- liberarnos para escucharlo? ¿Vamos a estar
dades y desdeñamos hablar con nuestro disponibles para acogerle?
Rey que siempre está presente en nosotros.
(Conversación 5-7). Su biógrafo agrega: fr. Didier-Joseph Caullery, ocd (Convento
«Por la misma razón prefirió para los breves d’Avon)
ratos de lectura que hacía, el santo Evange-
lio sobre todos los demás libros, porque allí
encontró alimento más simple y más puro
para su fe. En las propias palabras de Jesu-
cristo (Conversación 7) Pregúntate por un
momento: ¿Cuál es mi relación con el Santo
Evangelio?
Puedo seguir esta recomendación jesuita: «Orar como si todo dependiera de Dios, pero ac-
tuar como si todo dependiera de nosotros».
Martes, 27 de febrero
Después de haberme entregado todo a Dios (...) me veía a veces ante Él como un pobre
criminal a los pies de su juez, otras veces lo veía en mi corazón como mi Padre, como mi Dios.
(Carta 12)
No le des a nadie en la tierra el nombre de padre, porque solo tienes un Padre, que está en el
cielo. (Mateo 23,9)
Puede que hoy no pueda presentarme orgulloso ante Dios... Expongo ante el Señor esta carga
que pesa sobre mis hombros.
Miércoles, 28 de febrero
El hermano Lorenzo contaba que Dios recompensó tan rápida y magníficamente todo lo que
hacía por Él, que a veces había deseado poder esconder a Dios lo que estaba haciendo por su
amor, de manera que al no recibir recompensa, ¡tendría el placer de hacer algo puramente por
Dios! (Conversaciones 11)
El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
todos. (Mateo 20,28)
Incluso con Dios, uno puede quedarse atrapado inconscientemente en una relación de dar y
dar... Le pido a Dios gracia para que servirle gratuitamente, y de igual forma a mis hermanos.
Jueves 1 de marzo
Estoy muy satisfecho con la confianza que depositas en Dios; espero que te la aumente cada
vez más. (Carta 10)
Viernes, 2 de marzo
Para decirlo sin rodeos, hizo a su prójimo todo lo bueno que pudo y nunca lastimó a nadie.
(Elogios 49)
Prestaré atención este día a las palabras que digo y a la manera de decirlas... algunas pueden
dar vida, otras la arrebatan.
Sábado, 3 de marzo
Este rey, lleno de bondad y misericordia, lejos de castigarme, me abraza amorosamente, me
hace sentarme y comer a su mesa, me sirve con sus propias manos, me da las llaves de sus
tesoros y me trata como su favorito. (Carta 2)
«Mi hijo aquí estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y fue encontrado. Y comen-
zó la fiesta”. (Lucas 15,24)