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La gestión de proyectos permite a las empresas, gerentes y empleados dividir una actividad

temporal en objetivos medibles. Mediante el uso de técnicas y software de análisis, con el


tiempo finaliza en un producto, servicio o resultado único. La gestión de proyectos permite
una mejor asignación de los materiales empleados y el tiempo, y también más mediciones
objetivas de éxito, por ejemplo mediante el uso del CPI, SPI y EVA.
CPI
El índice de rendimiento de costos (CPI, por sus siglas en inglés) es una relación que mide la
eficacia financiera de un proyecto al dividir el costo presupuestado del trabajo realizado por
el costo real del trabajo realizado. Si el resultado es superior a 1, como 1.25, entonces el
proyecto está dentro del presupuesto, que es el mejor resultado. Un CPI de 1 significa que el
proyecto está dentro del presupuesto, que es también un buen resultado. Un CPI inferior a 1
significa que el proyecto está por encima del presupuesto. Esto representa un riesgo de que el
proyecto pueda quedarse sin dinero antes de que se complete.
Ejemplo de CPI
Por ejemplo, supongamos que un proyecto tiene un costo presupuestado de US$10.000, pero
en realidad cuesta sólo US$8.000. Al dividir US$10.000 por US$8.000 produce un CPI de 1,25,
lo que significa que el proyecto está 25 por ciento por debajo del presupuesto.
SPI
El CPI es sólo un aspecto de la determinación del progreso de un proyecto. El otro es el índice
de rendimiento de la programación (SPI, por sus siglas en inglés). Éste también es una
relación que divide el costo presupuestado del trabajo realizado por el costo presupuestado
del trabajo programado.
Ejemplo de SPI
Por ejemplo, supongamos que un proyecto tiene dos personas trabajando a tiempo completo
y, que cada persona le cuesta a la compañía US$1.250 por semana. Un proyecto tiene una
semana de retraso en el momento del cálculo. Una semana multiplicada por dos personas de
US$1.250 semanales es igual a US$2.500, lo cual representa la cantidad por la cual el
proyecto está atrasado. Si el costo presupuestado de trabajado programado en ese momento
es de US$6.000, se resta los US$2.500 de ese costo para llegar al costo presupuestado del
trabajo realizado que es de US$3.500. Dividiendo los US$3.500 entre los US$6.000 produce
un SPI de 0,53. Al igual que con el IPC, los valores menores de 1, indican que el SPI no es
bueno porque significan que el proyecto se ha retrasado. Un valor de 1 significa que el
proyecto se ajusta al calendario, y un valor de más de 1 significa que el proyecto está por
delante de lo previsto.
EVA
El análisis del valor ganado, o EVA, estudia la relación entre la CPI y el SPI, incluye factores
tales como la programación y las variaciones de costos, para juzgar cómo un proyecto se está
ejecutando. A menudo implica realizar gráficos de IPC y SPI durante la vida de un proyecto.
En pocas palabras, cuanto más cerca estas cifras son de 1, lo más probable es que un proyecto
se termine a tiempo y dentro del presupuesto. Aunque mantener uno o ambos valores sobre 1
es una meta que vale la pena, también puede indicar que las hipótesis originales eran
irrealmente optimistas. La peor situación es tener uno o ambos números menores de 1
durante un período prolongado de tiempo. Cuanto más bajo de 1 sean esos números y más
largo el tiempo, menos probable es que el proyecto puede recuperarse de dicho déficit.
También puede significar que originalmente no se programó con el suficiente dinero y
tiempo.
El contrato de trabajo es el documento donde se especifica el acuerdo entre empresario y
trabajador y en el que quedan especificados los servicios que presta el empleado a cambio de una
retribución que ofrece el empresario.

Tipos de contrato
Dada la cantidad y complejidad de los diferentes tipos de contratos laborales que existen en
España, uno de los principales retos ha sido la necesidad de simplificarlos. En este sentido, hace dos
años se aprobó el Real Decreto-ley 16/2013, de 20 de diciembre, de medidas para favorecer la
contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores. Por lo que actualmente,
podemos contar con hasta 42 contratos de trabajo diferentes.

Desde Barahona del Val Abogados hemos simplificado el listado para ilustrar acerca de sus
detalles en estos cuatro grupos:
1. Contrato indefinido:
Este tipo de contrato tiene por objeto la prestación de un trabajo retribuido por tiempo
indefinido. Este hecho hace que sea el más demandado por los trabajadores, ya que es síntoma
de estabilidad laboral y profesional y, además, reciben más bonificaciones del Estado. Este
contrato, podrá establecerse a tiempo parcial o completo.

2. Contrato temporal:
El contrato temporal corresponde a aquel que tiene como duración un tiempo determinado. El
contrato de trabajo temporal podrá celebrarse a jornada completa o parcial.

3. Contrato para la formación y el aprendizaje:


Con este contrato laboral, se pretende alternar la cualificación profesional de los trabajadores con
la actividad laboral retribuida en una empresa con actividad formativa recibida en el marco del
sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo.

4. Contrato en Prácticas:
El objetivo principal de este tipo de contrato es, que el trabajador obtenga la práctica profesional
adecuada al nivel de estudios cursados. No se trata únicamente de adquirir experiencia en un
trabajo determinado, sino también de que esa experiencia actúe sobre los estudios cursados.

A continuación, mostramos las ventajas e inconvenientes más importantes de estos cuatro


grupos de contratos:

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