Vous êtes sur la page 1sur 211

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/263967080

Maduración Pulmonar Fetal.

Book · January 2008

CITATIONS READS

0 26,057

1 author:

Carlos Briceño-Pérez
University of Zulia
52 PUBLICATIONS   160 CITATIONS   

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Antenatal corticosteroid therapy for fetal lung maturation: global reality and 10 myths causing medical malpractice (Review). View project

Pre-eclampsia: pathophysiology, diagnosis, and management View project

All content following this page was uploaded by Carlos Briceño-Pérez on 17 July 2014.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


MADURACIÓN
PULMONAR FETAL
PREVENCIÓN EXITOSA
DE COMPLICACIONES Y MUERTES
PERINATALES

2008
Director-Coordinador: Álvaro J. Rafael
©Copyright 2007 Actualidades Médico Odontológicas Latinoamérica, C.A.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede re­pro­ducirse o
transmitirse por ningún medio electrónico, mecánico, incluyendo fotocopiado o grabado por
cualquier sistema de almacenamiento de información sin el permiso escrito de los editores.
El editor no es responsable (de hechos de responsabilidad, negligencia u otra manera) por cual­
quier lesión resultante de cualquier material contenido aquí. Esta publicación contiene infor-
mación relacionada a principios generales de cuidados médicos que no deben ser traducidos
como instrucciones específicas para pacientes individuales. La información y empaque de
productos manufacturados insertos deben ser revisados para el conocimiento actual, incluyen-
do contraindicaciones, dosis y precauciones.

Publicación original en español autorizada por:


Actualidades Médico Odontológicas Latinoamérica, C.A. (AMOLCA)
MADURACIÓN PULMONAR FETAL
Prevención Exitosa de Complicaciones
y Muertes Perinatales
Carlos Briceño-Pérez
ISBN: 978-
NIT: 900006819-7
Edición Año 2008
Corrección Gramatical:
Artes finales: Beatriz Hernández Vásquez

Venezuela
1ra. Avenida Sur de Altamira, Edificio Rokaje, Planta 3, Urb. Altamira - Aptdo Postal 68772 - 1062-A. Caracas - Venezuela
Telfs: (58 212) 266.6176 - 266.86.01 - Fax: (58 212) 264.4608 - e-mail: amolca@movistar.net.ve - Web: www.amolca.com.ve

Argentina Panamá Guatemala


Azcuénaga 1277 - PB “D” - Buenos Aires Centro Comercial La Gran Estación 5ª Avenida 29-60 - Zona 8, Valle Dorado
Telf: (5411) 4821.2051 - 4826.9050 Nivel 100 - Local 97 Boulevard Sur, Ciudad San Cristóbal
e-mail: amolca_ar@yahoo.com.ar Telf.: 261 08 03 Municipio de Mixco, Dpto. de Guatemala
Fax: 261 67 04 Guatemala, C.A. - Código Postal 1057
Colombia
e-mail: amolca-panama@hotmail.com Teléfonos: (00502) 244 36 098
Carrera 10 Nº 23-65 - Sur Bogotá
244 37 010 - Fax: 24779122
Telf: (571) 372.9164 - Cel: (311) 230.1365
e-mail: amolca@telgua.com
e-mail: amolca@etb.net.com

México Perú Distribuidores


Arquitectura Nº 49 Local 2, Colonia Copilco Av. Alfredo Benavides Bolivia - Costa Rica - Chile - Ecuador
Universidad México - D.F. México Nº 264 - Piso 5 - Ofic. 502 El Salvador - España - Estados Unidos
Telfs: 565.80882 - 533.95021 - Fax: 565.91998 Miraflores - Lima Honduras - Nicaragua
Telfs: 243.3161
e-mail: amolca@prodigy.net.mx Paraguay - Uruguay
e-mail:amolcaperu@speedy.com.pe
Web: www.amolca.net República Dominicana
MADURACIÓN PULMONAR FETAL
PREVENCIÓN EXITOSA DE COMPLICACIONES
Y MUERTES PERINATALES

AUTOR

Carlos Briceño-Pérez

• Médico Cirujano. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.


• Posgrado en Obstetricia y Ginecología. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Entrenamiento en Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología. Universidad del Zulia y Policlínica
Maracaibo. Maracaibo, Venezuela.
• Doctor en Ciencias Médicas. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Profesor Titular. Cátedra Obstetricia y Ginecología Clínica. Escuela de Medicina. Facultad de
Medicina. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Miembro Titular Número 41 de la Academia de Medicina del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Miembro Nivel I del Programa de Promoción del Investigador. Fundación Venezolana de Pro-
moción del Investigador. Ministerio de Ciencia y Tecnología. República Bolivariana de Venezuela.
• Miembro Titular de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, Federación Latinoamericana de Sociedades
de Obstetricia y Ginecología, Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, Asociación Venezolana de Ultra-
sonido en Medicina, Sociedad Venezolana de Menopausia y Osteoporosis y Sociedad Iberoamericana de Diagnóstico y
Tratamiento Perinatal.
• Presidente de la Seccional Noroccidental de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela 1999-2001, 2001-
2004 y 2004-2006; y Tesorero 2006-2008. Vocal del Capítulo Zuliano de la Sociedad Venezolana de Menopausia y
Osteoporosis 2003-2005 y 2005-2007.
• Miembro del Consenso Venezolano sobre Maduración Pulmonar Fetal. Sección de Perinatología. Sociedad de Obstetricia
y Ginecología de Venezuela. 08 y 09-06-07.

COLABORADORES

Si he visto más lejos,


es porque he subido a hombros de gigantes

Isaac Newton

Liliana Briceño de Fuenmayor

• Médico Cirujano y Posgrado en Obstetricia y Ginecología. Universidad del Zulia. Maracaibo,


Venezuela.
• Médico Especialista en Obstetricia y Ginecología. Policlínica Amado. Maracaibo, Venezuela.
• Miembro Nivel I del Programa de Promoción del Investigador. Fundación Venezolana de Pro-
moción del Investigador. Ministerio de Ciencia y Tecnología. República Bolivariana de Vene-
zuela.
• Miembro Titular de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela.
• Coautora de los Capítulos 13 y 14 (Sección II) y 1 y 2 (Sección III).
iv

Carlos Briceño-Sanabria

• Médico Cirujano. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.


• Médico Residente. Posgrado de Cirugía General. Departamento de Cirugía General. Hospital
General del Sur «Dr. Pedro Iturbe» y Policlínica Amado. Maracaibo, Venezuela.
• Miembro Nivel Candidato del Programa de Promoción del Investigador. Fundación Venezolana
de Promoción del Investigador. Ministerio de Ciencia y Tecnología. República Bolivariana de
Venezuela.
• Investigador Activo del Centro de Investigaciones Endocrino-Metabólicas «Dr. Félix Gómez».
Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Presidente de la Sociedad Estudiantil para el Fomento de la Investigación. Endocrino-Metabólica. 2004-2006. Universi-
dad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Coautor de los Capítulos 7 y 8 (Sección II) y 6 (Sección III).

Juan Carlos Briceño-Sanabria

• Médico Cirujano. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.


• Médico Residente. Departamento de Obstetricia y Ginecología. Hospital Materno Infantil
Cuatricentenario y Policlínica Amado. Maracaibo, Venezuela.
• Miembro Nivel Candidato del Programa de Promoción del Investigador. Fundación Venezolana
de Promoción del Investigador. Ministerio de Ciencia y Tecnología. República Bolivariana de
Venezuela.
• Coautor de los Capítulos 9 y 10 (Sección II) y 5 (Sección III).

Luis Fernando Cadena

• Médico Cirujano. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.


• Posgrado en Obstetricia-Perinatología. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.
• Coordinador de la Unidad de Medicina Perinatal. Maternidad Concepción Palacios. Caracas,
Venezuela.
• Autor del Capítulo 14 (Sección II).

Xiomara González de Chirivella

• Médico Cirujano y Posgrado en Obstetricia-Perinatología. Universidad de Carabobo. Valencia,


Venezuela.
• Profesor titular. Asignatura de Obstetricia y Ginecología. Departamento Clínico Integral de La
Costa, Puerto Cabello. Universidad de Carabobo. Venezuela.
• Coordinadora de Investigación del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad
de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Venezuela.
• Acreditada en el Programa de Estímulo al Investigador de la Universidad de Carabobo (PEI-
UC) y en el Programa de Promoción del Investigador (PPI) del Ministerio de Ciencia y
Tecnología. República Bolivariana de Venezuela.
• Jefe del Servicio de Perinatología. Hospital Dr. Adolfo Prince Lara. Puerto Cabello, Venezuela.
• Arbitro de la Revista de Obstetricia y Ginecología de Venezuela y la Revista Salus.
• Autora del Capítulo 2 (Sección I).


María Luisa Hernández Rodríguez

• Magister Scientiarum en Genética. Mención Genética Médica. Universidad del Zulia. Maracai-
bo, Venezuela.
• Doctora en Ciencias Médicas. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Profesora Asociada. Facultad de Medicina. Cátedra de Histología y Embriología. Departamento
de Ciencias Morfológicas. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Coautora del Capítulo 1 (Sección I).

Russiel Rodríguez

• Médico Cirujano y Posgrado en Anatomía Patológica. Universidad del Zulia. Maracaibo, Vene-
zuela.
• Profesora Asociada. Facultad de Medicina. Departamento de Ciencias Morfológicas. Cátedra de
Histología y Embriología. Escuela de Medicina. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Jefe del Servicio de Anatomía Patológica. Hospitalización Falcón. Maracaibo, Venezuela.
• Coautora del Capítulo 1 (Sección I).

Milagros Romero de Fasolino

• Médico Cirujano y Posgrado en Obstetricia y Ginecología. Universidad del Zulia. Maracaibo,


Venezuela.
• Doctora en Ciencias Médicas. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Profesora Asociada. Cátedra de Histología y Embriología. Facultad de Medicina. Departamento
de Ciencias Morfológicas. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Jefa de la Cátedra de Histología y Embriología. Departamento de Ciencias Morfológicas. Es-
cuela de Medicina. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Médico Especialista en Obstetricia y Ginecología. Hospital Militar. Maracaibo, Venezuela.
• Coautora del Capítulo 1 (Sección I).

Roberto Romero

• Médico Cirujano (Magna Cum Laude). Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
• Residencia de Obstetricia y Ginecología. Universidad de Yale. Connecticut, EE.UU.
• Posgrado en Ginecología Oncológica. Universidad de Yale. Connecticut, EE.UU.
• Profesor de Obstetricia y Ginecología. Universidad de Yale, Connecticut, y Universidad del esta-
do de Wayne, EE.UU.
• Posgrado de Medicina Materno-Fetal. Universidad de Yale. Connecticut, EE.UU.
• Jefe de la Rama de Investigación en Perinatología. Director de Obstetricia y Perinatología. Ins-
tituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano. Instituto Nacional de Salud. EE.UU.
• Autor o coautor de los libros Diagnóstico prenatal de anomalías congénitas, Parto pretérmino, Principios y práctica de ultraso-
nografía en Obstetricia y Ginecología, Ultrasonido obstétrico, y otros.
• Ha publicado más de 500 artículos originales.
• Miembro de las Directivas Editoriales de las publicaciones Medicina prenatal y Neonatal, Revista de Medicina Perinatal,
Revista de Medicina Materno Fetal, Revista de la Sociedad para la Investigación Ginecológica y la Revista Americana de Obste-
tricia y Ginecología, de EE.UU.
• Miembro del Comité de Situaciones Futuras de la Asociación Central de Obstetricia y Ginecología, Comisión de
Iniciativas de la Red de Unidades de Medicina Materno-Fetal del Instituto Nacional de Salud y Comité Ejecutivo de la
Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología, de EE.UU.
• Premio Medalla de Oro Ian Donald 2004 de la Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología.
• Autor del Prólogo.
Dedicatoria

A todos los fetos y recién nacidos cuyas vidas puedan


mejorarse o salvarse con el contenido de este libro.

A los que estudian o hacen atención prenatal,


que pueden nutrirse de su contenido

A mi familia, cuyo tiempo robado


me permitió realizarlo.
Prefacio

A lo largo del ejercicio perinatal, de manera frecuente hay que enfrentar el parto prematuro o pretérmino, una
patología del embarazo que cobra una elevada cifra de morbilidad y mortalidad feto-neonatal. Hasta el presente,
las intervenciones obstétricas para prevenir o tratar este cuadro clínico, han obtenido resultados inciertos. Pero la
maduración pulmonar fetal si ha demostrado, de manera científica, que tiene éxito en la disminución de complica-
ciones y muertes perinatales.
Gracias a los grandes avances sanitarios en el mundo médico actual, aún con dificultades, la atención prenatal
se encuentra ampliamente difundida y masificada a casi todas las instituciones prestadoras de salud en la mayoría
de los rincones geográficos. Para nadie es secreto que quien hace atención prenatal necesita conocer y utilizar la
terapia para maduración pulmonar. Y sin embargo, hasta ahora, éste ha sido un campo huérfano: la información
sobre este aspecto, además de mal difundida, ha sido escasa y dispersa, por lo que, es corriente en la práctica clínica
la ignorancia sobre este asunto, la existencia de mitos, la deformación de la conducta terapéutica o, peor aún, la mal
praxis médica, con todas sus consecuencias. Todo ello ha conllevado a la existencia de un gran vacío en la discusión
científica. Así surgieron estas páginas, en cuyo contenido se investiga, analiza y normatiza esta conducta; y que, ade-
más de enseñar, tiene como objetivo primordial, realizar un aporte esencial y valioso al mejoramiento de la calidad
de la existencia y a la salvación de las vidas de numerosos fetos y recién nacidos.
Al mismo tiempo, se ha investigado la maduración pulmonar fetal con el propósito de elaborar un texto de
estudio, consulta, revisión y repaso de normas originales y actuales; de manera que pueda ser útil a todos aquellos
que de una u otra forma lidian con este cuadro clínico, tanto a nivel asistencial como a nivel docente en pregrado
de Medicina y ramas afines, en posgrado de Obstetricia y Ginecología, Perinatología y especialidades similares;
o para los especialistas que ya están transitando estos caminos.
Actualmente a nivel mundial es reconocida la influencia que, desde hace algunas décadas, ha ejercido la Medicina
Basada en Evidencias. Es tal su importancia y credibilidad, que en el mundo científico presente, es imposible mo-
verse sin evidencias de primer nivel; que unidas al buen juicio clínico, permitan realizar una adecuada toma de de-
cisiones ante un acto médico. Este libro, además de condensar la información, revisa las evidencias existentes sobre
la maduración pulmonar, tanto durante su origen como en su evolución hasta la presente fecha. Durante dos años y
medio de investigación sobre el tema se realizaron incontables búsquedas de información científica, para seleccionar
las 712 referencias bibliográficas plasmadas en sus páginas (la mayoría de caracter reciente para actualizar al lector,
pero cuando fue necesario, se incluyeron trabajos originales). A diferencia de otras conductas y actos médicos, la
maduración pulmonar fetal es un excelente ejemplo de cómo, basado en las mejores evidencias, se pueden esta-
blecer normas relevantes y excelsas, que conduzcan la majestad académica de la actividad y el ejercicio médico.
En esta obra, además del desarrollo de la maduración pulmonar fetal, se estudian los protagonistas de la misma,
los corticosteroides suprarrenales Se analiza también la utilidad actual de otras herramientas del arsenal médico,
consideradas como alternativa terapéutica en la prevención de las complicaciones de la prematuridad (ambroxol,
hormona liberadora de tirotropina o TRH, betamiméticos, metilxantinas, prolactina, inositol, lecitina, opiodes, co-
caína y carnitina). Asimismo, se revisan 2 aspectos controversiales y de interés actual, como la influencia de las
situaciones de “estrés” y la diabetes durante el embarazo, sobre la maduración pulmonar fetal.
Por los planteamientos anteriores, sin duda, que la lectura de este texto constituye una obligada consulta para
quienes, además de aprender, pretendan realizar un ejercicio médico basado en los mejores y más recientes utensilios,
que le permitan alcanzar los nobles y sublimes objetivos de mejorar y enaltecer la calidad de la existencia humana
y lograr la salvación de vidas. Se invita al ávido e interesado lector, a disfrutar de su provechoso análisis.

Carlos Briceño-Pérez

vii
Prólogo

La Medicina Materno-Fetal ha enfrentado numerosos retos diagnósticos y terapéuticos. Uno de ellos es el trata-
miento del trabajo de parto pretérmino. Este cuadro clínico es frecuente, importante, y está asociado a una elevada
morbimortalidad perinatal. La mayoría de las intervenciones obstétricas están enfocadas a tratar algunos de los
síntomas del trabajo de parto pretérmino y, hasta ahora, sus resultados han sido variables e inciertos.
El desarrollo pulmonar es crucial para la supervivencia extrauterina. El Síndrome de Dificultad Respiratoria es la
causa mas frecuente de morbilidad y muerte en recién nacidos prematuros, y es causado por inmadurez estructural
del pulmón y por insuficiencia en la producción de surfactante pulmonar. Un método de tratamiento destinado a
mejorar la función pulmonar es la maduración pulmonar fetal, modalidad terapéutica que, avalada por sólida eviden-
cia científica, ha demostrado éxito en la disminución de patologías relacionadas con la prematuridad.
La inducción de la maduración pulmonar fetal con corticosteroides surgió de manera fortuita en estudios con-
ducidos en animales, al conjugar los hallazgos existentes de trabajos anteriores con las observaciones casuales de un
grupo de investigadores, siendo después demostrada en humanos. Desde entonces, ésta ha sido una de las varie-
dades de tratamiento más investigadas y estudiadas hasta la fecha. Durante 35 años, evidencia científica sólida ha
demostrado los beneficios de los corticosteroides en la reducción de las complicaciones asociadas a la prematuridad,
así como también de la mortalidad perinatal. La investigación no se ha detenido y actualmente se están realizando
estudios controlados y aleatorios con el fin de aclarar ciertas dudas asociadas a posibles efectos secundarios.
Escribir un libro requiere un gran esfuerzo y responsabilidad. Pero hacer uno sobre maduración pulmonar fetal
puede mitigar este compromiso, debido a que el gran trabajo de investigación y edición que representa, puede rec-
ompensarse con la satisfacción obtenida, ya que la difusión del mismo puede contribuir a reducir las consecuencias
derivadas del parto pretérmino.
Aunque a diferentes niveles, durante nuestros estudios de pregrado coincidí con el Dr. Carlos Briceño Pérez en
la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, en Maracaibo, Venezuela. Nuestras carreras tomaron cami-
nos diferentes, pero nos hemos vuelto a reunir en la actividad científica de la Medicina Materno-Fetal. Conozco de
su especial dedicación y apego a la especialidad durante todos estos años. Ahora como autor/editor, el Dr. Briceño
alcanza la madurez y conocimientos necesarios para entregar este excelente trabajo. Particularmente doy fe de su
esfuerzo tenaz en la investigación de esta forma de tratamiento y su meticulosidad en la escritura de esta obra.
Maduración Pulmonar Fetal es un magnífico libro especialmente investigado y desarrollado durante dos años y
medio, presentado con una estructura programada para contemplar todos los aspectos fundamentales del tema. Fue
realizado mediante un proceso avanzado de recolección de información, basándose en las mejores evidencias. El
libro tiene 4 secciones que analizan los aspectos básicos de esta materia. El mayor espacio es dedicado a la princi-
pal modalidad de tratamiento, los corticosteroides, los cuales son analizados de forma integral. Además, se revisan
los medicamentos que han surgido como alternativa a los esteroides. Otros dos temas de interés lo constituyen la
aceleración de la maduración pulmonar fetal en algunas condiciones de estrés durante el embarazo (estados hiper-
tensivos y restricción del crecimiento intrauterino) y el retardo de la misma, en las gestantes diabéticas. Un extenso
y completo grupo de referencias bibliográficas contribuyen a actualizar el tema, y numerosas ilustraciones soportan
los conceptos emitidos en el texto. La información recogida es importante para todo el equipo de salud: además de
su aporte a la docencia, constituye una guía para su uso clínico.
Personalmente auguro un gran éxito a este libro, el cual será de utilidad para todas las personas ligadas a la Me-
dicina Materno-Fetal.

Roberto Romero
Chief, Perinatology Research Branch.
Program Director for Obstetrics and Perinatology.
Intramural Division, NICHD, NIH, DHHS.
EEUU.
Contenido

utor ............................................................................................................................................................................
A iii
Colaboradores................................................................................................................................................................ iii
Dedicatoria.................................................................................................................................................................... vi
Prefacio.......................................................................................................................................................................... vii
Prólogo.......................................................................................................................................................................... viii
Contenido..................................................................................................................................................................... ix

SECCIÓN I
LA MADURACIÓN PULMONAR FETAL COMO PREPARACIÓN AL NACIMIENTO............................ 1

Capítulo 1
Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar............................................................................................................. 3

Capítulo 2
Surfactante pulmonar.................................................................................................................................................... 23

SECCIÓN II
CORTICOSTEROIDES Y MADURACIÓN PULMONAR FETAL.................................................................... 31

Capítulo 1
Ciencia prematura y pulmones inmaduros..................................................................................................................... 33

Capítulo 2
Investigación original con betametasona....................................................................................................................... 39

Capítulo 3
Estudio multicéntrico con dexametasona...................................................................................................................... 44

Capítulo 4
Metaanálisis de las pruebas aleatorias entre 1972-1994................................................................................................. 47

Capítulo 5
Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 1994............ 52

Capítulo 6
Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 2000........... 57

Capítulo 7
Farmacología................................................................................................................................................................. 64

Capítulo 8
Efectos benéficos........................................................................................................................................................... 71

Capítulo 9
Efectos fisiológicos........................................................................................................................................................ 79
 Contenido

Capítulo 10
Efectos adversos............................................................................................................................................................ 87

Capítulo 11
Efectos discutibles......................................................................................................................................................... 97

Capítulo 12
Cursos múltiples de tratamiento: la controversia continúa............................................................................................ 104

Capítulo 13
Uso clínico..................................................................................................................................................................... 107

Capítulo 14
Vías, corticosteroides y medicamentos alternos............................................................................................................. 120

Capítulo 15
Casos especiales............................................................................................................................................................. 125

Capítulo 16
Evidencias Latinoamericanas y del Caribe.................................................................................................................... 138

SECCIÓN III
OTROS MEDICAMENTOS UTILIZADOS PARA MADURACIÓN PULMONAR FETAL.......................... 143

Capítulo 1
Hormona liberadora de tirotropina (TRH)................................................................................................................... 145

Capítulo 2
Ambroxol....................................................................................................................................................................... 154

Capítulo 3
Betamiméticos............................................................................................................................................................... 160

Capítulo 4
Metilxantinas................................................................................................................................................................. 165

Capítulo 5
Prolactina, inositol y lecitina.......................................................................................................................................... 169

Capítulo 6
Opioides, cocaína y carnitina......................................................................................................................................... 175

SECCIÓN IV
LAS SITUACIONES DE “ESTRÉS” DURANTE EL EMBARAZO
¿ACELERAN LA MADURACIÓN PULMONAR FETAL? ................................................................................. 180

SECCIÓN V
LA DIABETES MELLITUS ¿RETARDA LA MADURACIÓN PULMONAR FETAL?................................... 184

PÉNDICES..............................................................................................................................................................
A 187
Apéndice 1. Glosario de términos............................................................................................................................. 190
Apéndice 2. Aplicación de la Medicina Basada en Evidencias en la práctica clínica................................................. 191
SECCIÓN I
LA MADURACIÓN PULMONAR
FETAL COMO PREPARACIÓN
AL NACIMIENTO

La ciencia será siempre una búsqueda,


jamás un descubrimiento real,
es un viaje, nunca una llegada

Kari Raimund Popper

El parto pretérmino (PPT) constituye una condición con


gran prevalencia y desproporcionada morbilidad y mortali-
dad infantil. Hoy aproximadamente 7-10% de los niños nace
pretérmino. A pesar de los avances en la tecnología médica
la prevalencia del PPT en algunos países ha aumentado.1
Estados Unidos de América (EEUU) presenta uno de los
mayores porcentajes de prematuridad, situándose en 13,06%
en 2002. En los dos últimos decenios se ha observado un
incremento del porcentaje de prematuros del 15,2%.2 Es- canzándose un nivel de síntesis e intercambio suficiente para
to parece ser secundario a un incremento en los embarazos mantener una respiración adecuada en la vida extrauterina,
múltiples, intervenciones obstétricas y estimaciones erróneas alrededor de la semana 34-36 de gestación.3
de la edad de gewstación por ultrasonido. Afortunadamente El complejo fenómeno del desarrollo pulmonar impli-
existe una mejoría con respecto a la morbilidad y mortalidad ca dos procesos: el crecimiento pulmonar y su maduración.
neonatal debido a los avances en los cuidados pre y posna- Aunque ambos estén muy relacionados, dependen de fac-
tales como la utilización de corticosteroides y surfactante.1 tores controladores distintos. Existen muchos otros meca-
En Europa la prematuridad es bastante homogenea, pues en nismos, paracrinos, que también contribuyen al desarrollo
general se sitúa entre 5-8%.2 pulmonar. La maduración pulmonar fetal tiene por lo tanto
El Sindrome de Dificultad Respiratoria es una de las dos componentes sobresalientes: el estructural y el bioquí-
causas de morbimortalidad perinatal más importantes, es- mico (surfactante). Aunque ambos estén muy relacionados,
pecialmente en el prematuro. La causa fundamental de la dependen de factores controladores distintos. El estructural
enfermedad es la deficiencia (por falta de síntesis, lesión, o parece depender primariamente de factores físicos. Proba-
excesivo consumo) de sustancias surfactantes que estabilizan blemente también está controlado por factores biofísicos,
el alveolo pulmonar, permitiendo una correcta ventilación. así los que pueden producir hipoplasia producen pulmones
Alrededor de la semana 22-24 se inicia la síntesis de las sus- estructuralmente inmaduros, mientras que los que producen
tancias surfactantes por parte de los neumocitos tipo II, al- hiperplasia, condicionan pulmones estructuralmente madu-


 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

ros. Existen muchos otros mecanismos, paracrinos, que tam- Bibliografía


bién contribuyen al desarrollo pulmonar. Por su parte, la ma-
duración bioquímica está regulada por factores hormonales 1.- Murphy K. Parto pretérmino y corticosteroides antenatales. En:
(corticoides, hormonas tiroideas, etc.) y por otros. Mientra Cabero-Roura L. Parto prematuro. Primera edición. Editorial
que en los casos de insuficiencia placentaria, con efecto sobre Médica Panamericana: Madrid. 2004. p. 113-123.
el crecimiento y desarrollo fetal, se aprecia un incremento de 2. - Prats R, Cortés M, Fernández R, Jané M. Análisis de la problemáti-
ca del parto prematuro. Una visión epidemiológica. En: Cabero-
la síntesis de proteínas del surfactante que depende directa-
Roura L. Parto prematuro. Primera edición. Editorial Médica Pana-
mente de los niveles de cortisol plasmático fetal.3 mericana: Madrid. 2004. p. 1-10.
Estos aspectos estructurales (morfológicos) y bioquími- 3.- Cabero-Roura L. Nuevos aspectos en la manipulación farmacológi-
cos (surfactante) de la maduración pulmonar fetal serán tra- ca de la madurez pulmonar fetal. En: XII Congreso Español de
tados en los dos capítulos siguientes. Medicina Perinatal. Madrid, 23-25 de Septiembre de 1999.
Aspectos morfológicos 1
del desarrollo pulmonar Capítulo
Milagros Romero de Fasolino, María Luisa Hernández y Russiel Rodríguez

Da tu primer paso con fe, no es necesario que veas


toda la escalera completa, sólo da tu primer paso
Martin Luther King

El desarrollo prenatal del pulmón es un proceso com-


plejo, secuencial y coordinado a partir de una sola cé-
lula, que tiene como consecuencia la formación de una
estructura u organismo multicelular, altamente organi-
zado, especializado y capacitado funcionalmente para
la vida posnatal.
Para el desarrollo pulmonar, al igual que para el res-
to de las estructuras que componen el cuerpo humano,
es necesario un programa morfogenético, que lidere el
comportamiento celular y garantice su adecuada for-
mación. Este programa morfogenético está represen- la identificación de sus homólogos en la Drosophila.1
tado por la expresión génica coordinada y controlada Por otro lado, también han contribuido numerosos ex-
temporal y espacialmente durante el desarrollo, me- perimentos realizados en animales, principalmente los
diada principalmente por los factores de transcripción. enfocados hacia el estudio del genoma del ratón y sus
Esta expresión, estrictamente regulada, comanda los modelos transgénicos,2 que han proporcionado la mayor
procesos biológicos básicos (crecimiento, diferencia- parte de la información disponible actualmente sobre la
ción, inducción, migración, apoptosis) y morfológicos función de algunos de estos genes y su posición jerárqui-
que tienen como resultado la formación, desarrollo y ca temporo-espacial en el desarrollo pulmonar.3 En el
maduración estructural, bioquímica y funcional del humano, gran parte de esta información se ha obtenido
pulmón. por homología y por el análisis fenotípico de las muta-
Por supuesto que, para la identificación de estos ciones en genes que codifican algunas de esas moléculas
genes y sus diferentes funciones, el conocimiento de que se han asociado a enfermedades pulmonares.4
las bases morfológicas del desarrollo pulmonar es un La integración de los cambios morfológicos duran-
requisito indispensable, ya que los cambios estructura- te el desarrollo de una estructura con sus determinan-
les que ocurren durante la morfogénesis y su resulta- tes moleculares, en este caso, la morfogénesis pulmo-
do normal o anormal, en conjunto con otros factores, nar, trajo como consecuencia que Warburton y col.,5
permiten establecer el papel de las diferentes moléculas en 1993, acuñaran el término embriología molecular
que participan y, de esta forma, relacionarlas con los del pulmón. Los avances en este campo permitirán
genes que las codifican. comprender los genes y las moléculas que regulan el
El conocimiento inicial sobre los genes que regu- desarrollo pulmonar, la patobiología molecular de las
lan el desarrollo pulmonar en los mamíferos deriva de enfermedades pulmonares y aplicar dichos conocimien­


 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

tos para el establecimiento de nuevos enfoques tera- tructuralmente, este sistema túbulosacular pulmonar
péuticos.6 está constituido por el epitelio de revestimiento, tejido
Los pulmones son órganos localizados en la cavidad muscular liso, tejido conectivo y una red capilar, orga-
torácica (Figura 1), constituidos por una porción con- nizados para cumplir la función principal del pulmón,
ductora, que incluye desde los bronquios intrapulmo- que es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono
nares hasta los bronquiolos terminales y una porción a través de la membrana alvéolo capilar.
respiratoria, formada por los bronquiolos respiratorios, La hematosis es la función más importante del pul-
conductos alveolares, sacos alveolares y alvéolos. Es- món que no se realiza durante la vida prenatal, pero al
término de ésta, los pulmones se encuentran lo sufi-
cientemente maduros para permitir la adaptación del
recién nacido de una manera eficiente a la vida posna-
tal, finalizando su maduración durante la infancia. A
continuación se realizará la descripción del desarrollo
embriológico del pulmón y los principios básicos de los
mecanismos biológicos y moleculares que lo regulan.
Embriológicamente, los pulmones se desarrollan
del intestino primitivo y este proceso puede dividirse
en dos grandes etapas, limitadas por el inicio del de-
sarrollo de las yemas pulmonares. La primera etapa
de preorganogénesis (Figura 2), donde ocurren todos
los eventos que conllevan a la formación del primor-
dio pulmonar, constituido por las yemas bronquiales o
pulmonares, se extiende desde la fecundación hasta la
aparición de las yemas bronquiales (finales de la sema-
Figura 1 Feto humano de 19 semanas de desarrollo. Vista anterior con
incisión en T toracoabdominal y visualización de órganos in situ. Pulmones na 4), y la segunda etapa de organogénesis (Figura 3),
derecho e izquierdo (A), corazón (B) y diafragma (C). caracterizada por la ramificación y desarrollo posterior

Figura 2 Etapa de preorganogénesis pulmo­


nar. (Primeras 4 semanas del desarrollo).
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 

Figura 3 Etapa de organogénesis pulmonar.


Cambios morfológicos bronquiopulmonares
(A). Fases del desarrollo pulmonar (B).

de dichas yemas hasta la formación y maduración del esplácnico, llamada divertículo laringotraqueal o
pulmón definitivo, culmina en el período posnatal. respiratorio, considerado el primordio de tráquea,
bronquios y pulmones (Figura 4).
• Este divertículo inicialmente se encuentra unido y
ETAPA DE PREORGANOGÉNESIS PULMONAR en comunicación hacia la región dorsal, con el esó-
fago primitivo. El día 26, a partir de las caras late-
• Posterior a la fecundación y como consecuencia de rales de ambos órganos se desarrollan dos pliegues
multiplicación y diferenciación se forman la mórula que crecen y se fusionan medialmente para formar
y, sucesivamente, el blastocisto. el tabique traqueoesofágico,8 que separa longitudi-
• Durante la segunda semana, se implanta el blastocis-
to y simultáneamente se forma el disco germinativo
bilaminar.
• En la tercera semana, ocurre la gastrulación, que fi-
naliza con la formación del disco germinativo trila-
minar constituido por las tres capas germinativas:
ectodermo, mesodermo y endodermo.7
• Entre la tercera y la cuarta semana el embrión se plie-
ga, en dirección cefalocaudal y lateral, y adquiere la
configuración cilíndrica del cuerpo del embrión, se
forma el celoma intraembrionario y el tubo intesti-
nal primitivo. La pared del intestino primitivo está
constituida internamente por endodermo rodeado
por mesodermo lateral esplácnico.
• Al inicio de la cuarta semana (día 22) aparece el surco
laringotraqueal,8,9 en la pared ventral del intestino
anterior, a partir del cual se origina una evagina-
Figura 4 Embrión de 4 semanas que muestra el origen del divertículo respi­
ción endodérmica rodeada por mesodermo lateral ratorio del intestino anterior.
 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

nalmente el esófago (dorsal) y el divertículo respi- originan las fibras nerviosas del sistema autónomo que
ratorio (ventral). inervan y regulan el funcionamiento traqueobronquio-
Como el desarrollo pulmonar se relaciona con la pulmonar.28 Por lo tanto, en la formación del pulmón
formación del intestino anterior, se requiere de la ex- intervienen las tres capas germinativas.
presión de varios factores de transcripción para la es- El desarrollo pulmonar, clásicamente, se ha dividido
pecificación del endodermo y sus derivados, entre ellos, en varias fases de acuerdo a las modificaciones macro-
el primordio pulmonar.1,10,11 El factor nuclear hepáti- y microscópicas que ocurren secuencialmente en su ar-
co 3β (Hnf-3β), induce las células endodérmicas para quitectura. Sin embargo, existe controversia en cuanto
formar el intestino primitivo y controla el crecimiento al número de fases y la duración de las mismas. Con
del divertículo respiratorio.12,13 La inactivación gené- respecto al número de fases a considerar, algunos auto-
tica dirigida de esta molécula altera tempranamente res describen sólo cuatro, basándose en los criterios de
la formación del intestino anterior y todos sus deri- la comisión de terminología embriológica28-34 de 1970,
vados incluyendo el pulmón.14-16 El ácido retinoico es las cuales son: pseudoglandular, canalicular, saco termi-
indispensable para la especificación endodérmica del nal y alveolar. Otros autores consideran cinco períodos,
intestino primitivo, su deficiencia en el ratón se ha incluyendo una fase inicial embrionaria.4,9,11,35-43
asociado a agenesia pulmonar total y otras anomalías Estas diferencias se deben a que algunos autores
relacionadas con los derivados del intestino anterior.17 consideran que las características morfológicas de las
Asimismo, el factor de trascripción tiroideo 1 (TTF- etapas embrionaria y pseudoglandular son similares,
1, también conocido como Nkx2.1) es activado por y sólo describen esta última fase.29 Romanova40 y de
Hnf-3β y GATA6,18 entre sus funciones se señala la Mello9 no están de acuerdo en incluir la fase alveolar
participación temprana en la formación del modelo durante el desarrollo prenatal, ya que, al momento del
del intestino anterior.6 Las proteínas nucleares gliales nacimiento, el parénquima pulmonar está compuesto
(Gli) se reconocen como especificadoras del primordio de acinos y sacos alveolares llenos de líquido intrapul-
pulmonar.19,20 Los mutantes homocigotos compuestos monar, que contienen en su interior estructuras pa-
para Gli2/Gli3 no desarrollan tejido pulmonar, ya que recidas a los alvéolos, es decir, alvéolos inmaduros.9,40
muestran una falla en la aparición del surco laringotra- Asimismo, es necesario el inicio de la respiración para
queal.21 La separación del esófago y la tráquea primi- la eliminación del líquido intrapulmonar y el desarrollo
tivos está controlada por TTF-1,21,22 sonic hedgehog de los alvéolos como unidades morfofuncionales capa-
(SHH)24 ,25 y los receptores α y β2 del ácido retinoico. ces de realizar el intercambio gaseoso.40
La deficiencia de estos productos génicos trae como En cambio, autores como Moore y Persaud,30 Bour-
consecuencia una falla en la separación traqueobron- bon,44 Langston y col.,45 consideran que los alvéolos
quial y ausencia de morfogénesis pulmonar distal.16,26 se forman a partir de las semanas 32-34, y durante el
período posnatal entre 2-4 años van madurando y au-
mentando en número hasta llegar aproximadamente
ETAPA DE ORGANOGÉNESIS PULMONAR a 1.000 alvéolos por acino, con un total de 300-600
millones de alvéolos en el pulmón completamente de-
Una vez formado, el divertículo respiratorio dará ori- sarrollado y maduro.38
gen al árbol traqueobronquiopulmonar por crecimiento En sentido amplio e integrador, es recomendable la
y ramificación distal, en el espacio pleuropericárdico o descripción de las cinco fases del desarrollo pulmonar,
futura cavidad torácica. Del endodermo de cada yema ya que: a) para la morfogénesis de cualquier estructura,
se origina el epitelio de revestimiento de las vías res- en este caso el pulmón, es necesaria la formación de un
piratorias desde los bronquios hasta los alvéolos. Del primordio que posteriormente se organiza y desarrolla
mesodermo esplácnico se deriva el mesénquima (tejido originando el órgano primitivo, estos eventos tienen
conectivo embrionario) que por diferenciación dará ori- lugar durante la mal llamada fase embrionaria del de-
gen a los tejidos conectivo, muscular, vascular, así como sarrollo pulmonar, b) adicionalmente, de acuerdo a los
el estroma pulmonar y la membrana serosa pleural vis- avances en la biología del desarrollo, se han identifica-
ceral.27 La pleura parietal se forma de la hoja somática do moléculas que influyen directamente en la especifi-
del mesodermo lateral intraembrionario y entre las dos cación del primordio pulmonar durante esta etapa, c)
membranas serosas se delimita la cavidad pleural. Del los alvéolos, durante las últimas semanas del desarrollo
ectodermo, a través de las células de la cresta neural, se prenatal, se encuentran morfológicamente estructura-
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 

dos y preparados para su funcionamiento una vez que del embrión, la morfogénesis, ramificación y diferen-
se inicia la respiración al momento del nacimiento, d) ciación tanto del epitelio del conducto respiratorio co-
las alteraciones del desarrollo en cada una de estas eta- mo del tejido que lo rodea, asimismo, la asimetría dere-
pas dan origen a diferentes anomalías y enfermedades cha izquierda, el desarrollo del tejido muscular, conec-
pulmonares. tivo y de los vasos sanguíneos.11,47,48 Esta interacción es
Siguiendo los criterios anteriores, durante la or- la responsable del mecanismo de división monopodial
ganogénesis pulmonar, describiremos cinco períodos lateral para la formación de los bronquios principales29
(Figura 3): 1) embrionaria, entre las semanas 4-6 del y de la ramificación dicotómica repetida para el resto
desarrollo, 2) pseudoglandular o glandular, de las se- de las estructuras bronquiales.29,48
manas 5-16, 3) canalicular, de la 16 a la 24-26, 4) saco De esta manera, en el embrión humano, aproxi-
terminal o sacular, de la 24-26 hasta el nacimiento y madamente a las 4,5 semanas, pueden identificarse 5
5) alveolar, desde la semana 32 hasta los dos primeros lóbulos pulmonares, dos en el lado izquierdo y tres en
años de vida. el derecho. Esta asimetría izquierda-derecha durante
Las fases del desarrollo pulmonar se caracterizan el desarrollo forma parte del establecimiento del plan
por su variabilidad en duración y por la superposición corporal y en cuanto al pulmón se han identificado
de las mismas, esto probablemente se deba a que los algunas de sus bases moleculares.11 Entre los factores
tiempos de duración son aproximados con variaciones que controlan el desarrollo pulmonar asimétrico se en-
entre los individuos y a que el patrón de desarrollo pul- cuentran los productos de los genes Lefty-1 y 2, Nodal
monar ocurre en sentido próximo-distal y céfalo-cau- y Pitx2 que normalmente se expresan sólo del lado iz-
dal.28,40 quierdo pulmonar. Cuando se anula Lefty-1, el ratón
mutante muestra expresión bilateral de Lefty-2, Nodal
y Pitx2 y anatómicamente presenta varias formas de
PERÍODOS DE LA ORGANOGÉNESIS PULMONAR isomerismo izquierdo-derecho en órganos viscerales y
comúnmente isomerismo torácico izquierdo.11,21,26
Período embrionario (4-6 semanas del desarrollo) Los pulmones tienen un sistema vascular doble
Este período se caracteriza por la aparición y desarrollo constituido por los vasos bronquiales y pulmonares.
de las yemas pulmonares que darán origen, por ramifi- El sistema arterial bronquial se origina de las aortas
cación, a los bronquios principales, lobares o lobulares dorsales e irriga las estructuras no respiratorias del
y segmentarios a partir del divertículo laringotraqueal pulmón y los vasa vasorum del sistema pulmonar. Las
o respiratorio (Figura 3, Tabla 1). venas bronquiales principales o hiliares desembocan en
Este divertículo se alarga y se divide en la porción las venas cardinales y las de menor calibre en las venas
caudal, entre los días 28-30, en dos yemas laterales, de- pulmonares.49
nominadas primordios broncopulmonares o pulmona- El sistema vascular pulmonar interviene en el in-
res,8,40,46 que son los futuros bronquios principales dere- tercambio gaseoso, el tronco de la arteria pulmonar se
cho e izquierdo. Estas estructuras en desarrollo crecen origina del bulbo cardiaco y sus ramas pulmonares de-
dentro del celoma intraembrionario, en los conductos recha e izquierda del sexto par de arcos aórticos.50 En
pericardioperitoneales o canales pleurales. Cada yema la cuarta semana, por crecimiento de la pared dorsal
pulmonar continúa su división en forma asimétrica, de la aurícula izquierda, se origina una vena pulmonar
la derecha se divide en tres y la izquierda en dos, que que se ramifica formando cuatro venas, y éstas crecen
corresponden a los bronquios secundarios o lobulares hacia los pulmones para anastomosarse con las venas
del pulmón definitivo y continúan ramificándose hasta intrapulmonares. Posteriormente, las cuatro venas pul-
formar los bronquios segmentarios que aparecen entre monares se incorporan en la pared de la aurícula iz-
las semanas 5-6 después de la fecundación.8,28,40 quierda.42
Durante esta fase se inicia el modelado pulmonar, Además de los vasos pulmonares convencionales,
proceso caracterizado por el crecimiento y división del se desarrollan unos vasos supernumerarios, en relación
divertículo respiratorio y desarrollo posterior de las ye- más directa con la región alveolar, que podrían fun-
mas pulmonares, dependiente de la interacción entre cionar como circulación colateral en caso de interrup-
las células epiteliales de los túbulos pulmonares y el ción del sistema convencional.39 Los vasos arteriales
mesénquima circundante,6 con la participación de nu- sobrepasan en número, 2-3 veces los convencionales,
merosas moléculas que dirigen, en el eje ventrodorsal y transportan el 40% del flujo sanguíneo; mientras
 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

que los venosos convencionales y supernumerarios son Los primeros vasos endoteliales se identifican a los 28
equivalentes en número.51 días52,53 en el mesénquima que rodea la yema pulmonar
El flujo sanguíneo pulmonar durante la vida fetal y, conjuntamente con la división de los túbulos pulmo-
satisface los requerimientos nutricionales para el de- nares, se van formando nuevos vasos alrededor de las
sarrollo de los pulmones y sus funciones metabólicas. yemas, constituyendo un halo o capuchón vascular.49
Este flujo es bajo, aproximadamente 13% a las 20 se- Los primeros vasos que se comunican con el corazón
manas, aumentando progresivamente a un 25% a las son las venas pulmonares. Entre los días 34-38, estas
30 semanas y permanece constante durante el último estructuras establecen conexión con las arterias pulmo-
trimestre.39 nares a través de un plexo capilar.49,56 Dicha conexión
En relación con el desarrollo vascular pulmonar se luminal se realiza a través de un proceso de lisis que
describen dos procesos: uno, de vasculogénesis, para el permite el inicio de la circulación pulmonar.54
origen de los vasos periféricos, en el que la formación
ocurre por diferenciación de células mesénquimato- Período pseudoglandular (5-16 semanas)
sas a células endoteliales, las cuales se unen formando Durante esta fase del desarrollo pulmonar continúa la
progresivamente tubos capilares y vasos sanguíneos, y ramificación bilateral rápida, simultánea, asimétrica y
el otro es el de angiogénesis, para el desarrollo de los estereotípica de las vías aéreas de conducción, conjunta-
vasos centrales, en el que los vasos crecen por multi- mente con la diferenciación de las células epiteliales en-
plicación de las células endoteliales de las estructuras dodérmicas y del mesénquima circundante, de tal forma
vasculares preexistentes.9,51-53 Existen divergencias en que al final de este período tanto los vasos como las vías
cuanto al desarrollo de la vasculatura pulmonar, en es- preacinares están formados (Figuras 5 y 6, Tabla 1).
te sentido, Parera y col.54 proponen un mecanismo de La tasa de división intrasegmentaria varía durante
angiogénesis distal como nuevo modelo para esta vascu­ todo el desarrollo prenatal y el período de ramificación
logénesis. más acelerado ocurre entre las semanas 10 y 14, du-
La formación de la vasculatura pulmonar ocurre rante las cuales se forman aproximadamente el 70% de
simultáneamente con la ramificación de las vías aé- todas las generaciones de ramificaciones que se iden-
reas durante los períodos del desarrollo pulmonar.51,55 tifican al momento del nacimiento.40 Aunado a esto, la

Figura 5 Pulmón humano de 13 semanas de desarrollo. Vista anterior y posterior (A y B) respectivamente, con
visualización de tráquea y bronquios principales e hilios pulmonares. Pulmón derecho mide 2,3 x 1,1 x 1 cm
y el izquierdo mide 2,2 x 1,2 x 1 cm.
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 

ramificación es asimétrica, ya que el pulmón derecho


tiene entre 1-3 generaciones más que el izquierdo.29,40
La ramificación progresa de manera tal que se for-
man de 20-26 generaciones y al concluir este período
se habrá formado el árbol traqueobronquial preacinar,
que comprende todas las vías de conducción, desde la
tráquea hasta los bronquíolos terminales inclusive.39
Sin embargo, en un estudio reciente, realizado en pul-
mones fetales humanos, se identificaron conductos al-
veolares en la fase pseudoglandular tardía.57
El crecimiento y ramificación de los túbulos epi-
teliales durante la embriogénesis se consolida por el
proceso llamado morfogénesis por ramificación.16 Los ex-
perimentos clásicos han demostrado el papel que ejer-
cen las señales del mesénquima sobre el crecimiento y
ramificación de las yemas pulmonares endodérmicas.
En este sentido, cada región del mesénquima sintetiza
una serie única de moléculas críticas para la formación
de la tráquea, bronquios o túbulos pulmonares periféri-
Figura 6 Pulmón humano de 13 semanas de desarrollo. Vista anterior pulmo­
nar bilateral con identificación de tráquea (A), bronquios principales (B), cos actuando a través de un mecanismo paracrino entre
aorta torácica descendente (C) y esófago (D). el epitelio y el mesénquima que se requieren para la

Período Vía aérea Epitelio Vasos Unidad alvéolo Proceso


del desarrollo respiratorio sanguíneos capilar morfológico
Embrionario Bronquios Pseudoestratificado. Arterias y venas No está formada Modelado
(4-6 semanas) principales, lobares Células columnares pulmonares en conexión pulmonar
y segmentarios con el corazón.
Vasos bronquiales
primitivos

Pseudoglandular Vía aérea conductora Células columnares en Vasos pulmonares No está formada Morfogénesis
(5- 16 semanas) o preacinar vías proximales y preacinares, formados por ramificación
cúbicas (precursoras de por vasculogénesis
neumocitos tipo II) en
vías aéreas distales

Canalicular Bronquiolos Diferenciación de Vasos acinares, Inicio de su Morfogénesis


(16-24/26 semanas) espiratorios y acinos neumocitos II a tipo I. formados por formación por ramificación
primitivos Inicio de la síntesis angiogénesis y ensanchamiento
del surfactante distal

Sacular Bronquiolos Aumento en la cantidad Aumento de la Aumento de la Saculogénesis


(24/26 semanas al respiratorios, conductos de los neumocitos tipo I vascularización. superficie de Tabicación
nacimiento) alveolares, sacos y II. Aumento de la Doble asa capilar en intercambio alvéolo primaria
alveolares, alvéolos secreción del contacto con los sacos capilar
primitivos surfactante terminales

Alveolar Aumento en la Mayor número de Maduración vascular y Aumento y Alveologénesis


(32-34 semanas a formación de los neumocitos tipo II y I. microvascular. maduración de la Tabicación
2 -3 años) alvéolos definitivos Neumocitos tipo I muy Capilares protruyen en superficie de secundaria
planos y delgados la pared de los acinos intercambio alvéolo
respiratorios capilar

Tabla 1 Resumen de las características morfológicas del desarrollo pulmonar prenatal.


10 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

adecuada diferenciación, proliferación y migración de


las células pulmonares progenitoras.1
Para la ramificación dicotómica es necesario el
control regional de la proliferación celular, esto es, me-
canismos de señalización celular deben promover la
división, apoptosis58 y crecimiento en los extremos de
las yemas pulmonares e inhibir la proliferación en los
puntos de ramificación.59,60
Se han identificado varias moléculas que se expre-
san tanto en el endodermo como en el mesénquima
pulmonar, que median la interacción recíproca epite-
lio-mesenquimática, y participan tanto en la morfogé-
nesis por ramificación como en la diferenciación del
epitelio respiratorio.1 Entre ellas se incluyen: factor
de crecimiento de los fibroblastos (FGF),61 factor de
Figura 7 Microfotografía de pulmón de feto de 13 semanas de desarrollo
crecimiento transformador β (TGF-β),62 sonic hedge- en la que se observa túbulo de mayor tamaño correspondiente a bronquio
hog (SHH),63 factor de crecimiento endotelial vascular (A), revestido por epitelio pseudoestratificado. Rodeado por proliferación de
túbulos y de yemas terminales separadas por abundante tejido mesenquima­
(VEGF),64 factor de crecimiento epitelial (EGF),65 fac- toso laxo (B). (10X, H&E).
tor de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF),66
proteína morfogenética ósea 4 (BMP-4), GATA-6,
WNT y sus correspondientes receptores y moléculas
de señalización asociadas a todas las mencionadas.1,6,26
También participan proteínas que conforman la matriz
extracelular, tales como fibronectina, laminina y elasti-
na, entre otras.59
Todas las células epiteliales de las vías aéreas se dife-
rencian y maduran a partir de las células endodérmicas
primitivas. Durante el desarrollo, el proceso de diferen-
ciación sigue un patrón centrífugo, esto es, la diferen-
ciación comienza en las vías proximales (principales)
y se expande distalmente28 y las porciones distales del
árbol bronquial tienen poco lumen o ninguno.46
La expansión de dichos túbulos periféricos se apre-
cia desde el punto de vista histológico con aspecto
glandular, característica que le da el nombre a esta fa-
se (Figura 7). Durante la fase temprana del período
pseudoglandular, el sistema tubular está revestido por
epitelio columnar pseudoestratificado, que luego se di-
ferenciará en tejido epitelial bronquial y respiratorio.
En la fase tardía del período pseudoglandular el sis- Figura 8 Microfotografía de pulmón de feto de 13 semanas de desarrollo,
en la que a mayor aumento se observan: (A) formaciones tubulares pseudo­
tema tubular está constituido por células columnares glandulares, revestidas por epitelio cúbico, separadas por abundante tejido
proximalmente y células cuboidales distalmente (Figu- mesenquimatoso laxo (B). (40X, H&E).

ra 8),67 éstas últimas representan las células alveolares


tipo II inmaduras,29,41,68-70 pueden observarse glándulas
mucosas que ocupan la parte basal del epitelio y la sub- secuencia de las técnicas de estudio que se han utilizado
mucosa.67 para el análisis del tejido pulmonar fetal humano, tales
Existen diferencias en el tiempo de aparición de las como microscopía de luz, electrónica71 o utilización de
células en el epitelio bronquial, sin embargo, se acepta inmunohistoquímica para la identificación de las cé-
que la diferenciación ocurre durante este período pseu- lulas,68 entre otras. Así, las células basales se observan
doglandular. Tales diferencias probablemente son con- a partir de la semana 10, las ciliadas entre las semanas
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 11

13-15, las secretoras de la semana 15 en adelante y las Durante la vida fetal, las arterias tienen una capa
neuroendocrinas entre las semanas 10-16.28,40 muscular gruesa en su pared (Figura 10), que origina
Al igual que el epitelio, el mesodermo circundante la disminución de su luz y aumento de la resistencia
es sólido y las células mesenquimatosas se diferencian vascular, disminuyendo el flujo a través de los vasos
y forman tejido conectivo, músculo, vasos sanguíneos y pulmonares,39 por lo tanto, el circuito pulmonar fetal
linfáticos.39 El cartílago aparece en la semana 10 en los es de alta resistencia, alta presión y bajo flujo.
bronquios primarios41 (Figura 9) y hacia la 16 en los
bronquios segmentarios.46
Como se mencionó anteriormente, el desarrollo de
los vasos arteriales y venosos ocurre simultáneamen-
te al de las vías aéreas, para su formación, también es
indispensable la interacción entre el epitelio y el me-
sénquima. La vasculatura se origina desde la periferia
hacia el hilio pulmonar, por vasculogénesis.52 Esto se
ha demostrado porque a medida que se ramifican las
vías aéreas, nuevos vasos se van formando, sirviendo la
vía respiratoria de inductor y organizador de los túbu-
los endoteliales.52
Las arterias van paralelas a la porción conductora
y van incorporando células musculares a su pared, que
se originan del músculo bronquial de las vías aéreas
adyacentes, o de los fibroblastos o de las células endo-
teliales; mientras que las venas se originan indepen-
dientemente de la vía aérea,52 de la que se van alejando,
y quedan separados por la región alveolar. Sus células
musculares se originan del mesénquima o de las células
endoteliales, formando dos o tres capas musculares, lo
que las hace de pared delgada.51 Estas venas se rodean Figura 10 Microfotografía de pulmón de feto de 13 semanas de desarrollo
de vasos linfáticos y se ubican en el tejido conectivo de en la que a mayor aumento se observan: (A) luz vascular primitiva con pared
muscular engrosada y luz bronquiolar festoneada, con capa de células que
los septos pulmonares.49 pudiesen corresponder a esbozo de musculatura lisa. (B). (40X, H&E)

Figura 9 Microfotografía de pulmón de feto de


13 semanas de desarrollo en la que se observa:
(A) luz bronquial de mayor calibre rodeada por
placa cartilaginosa en proceso de maduración
(B), junto a elementos vasculares, (C) sanguíneos
y linfáticos (10X, H&E).
12 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

Los vasos arteriales que se encuentran en la mitad la madre y el feto actúa directamente en la morfogéne-
proximal del pulmón tienen aproximadamente 7 ca- sis de las estructuras pulmonares.40
pas de células musculares, mientras que, a medida que
se desarrollan, los vasos arteriales de la mitad distal, el
número de capas musculares disminuye y, hacia los va- Período canalicular (16 a 24-26 semanas)
sos periféricos, sólo existe una capa muscular,51 lo que Los eventos más importantes durante este período es-
reduce la resistencia vascular y aumenta el flujo san- tán representados por el desarrollo inicial y parcial de
guíneo pulmonar a medida que progresa el embarazo. los acinos primitivos, diferenciación de los neumoci-
Estos cambios morfológicos explican las variaciones en tos I y II, inicio de la síntesis del surfactante pulmonar
la velocimetría Doppler entre los segmentos arteriales e incremento de la vascularización en el mesénquima
proximales y distales del pulmón fetal.72 primitivo (Figuras 3 y 11, Tabla 1).
Para el final de esta etapa, todas las venas y arterias Para la formación de las vías aéreas continúa el
preacinares están formadas, al igual que la porción con- mecanismo de ramificación dicotómica y el ensancha-
ductora o preacinar de las vías aéreas. miento periférico de los túbulos epiteliales revestidos
Este período, al igual que el embrionario, se consi- por células cuboidales hasta formar los bronquíolos
deran los más críticos en el desarrollo estructural pul- respiratorios, dos a tres de éstos se agrupan y consti-
monar, ya que cualquier influencia teratogénica sobre tuyen los acinos primitivos (Figuras 12 y 13), identi-

Figura 11 Pulmón humano de 16 semanas


de desarrollo. Vista anterior y posterior (A y B)
respectivamente, con visualización de tráquea
y bronquios principales e hilios pulmonares.
Pulmón derecho mide 2,7x 2,2 x 1,5 cm y el
izquierdo mide 2,6 x 2 x 1,5 cm.

Figura 12 Pulmón humano de 18 semanas de desarrollo. Vista con lupa estereoscópica (7X / 20X derecha e izquierda, respectivamente). Corte coronal a través
de hilio de lóbulo medio de pulmón derecho con identificación de conductos bronquiolares (A) y acinos respiratorios en desarrollo (B).
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 13

Figura 14 Esquema que muestra las vías aéreas preacinares y acinares.

telio respiratorio definitivo. En este sentido, entre las


semanas 20-24, comienza la diferenciación del epitelio
cúbico a neumocitos tipo II (Figura 15), estas células
Figura 13 Microfotografía de pulmón de feto de 16 semanas de desarrollo
en la que se observa fase canalicular caracterizada por luces tubulares son las encargadas de la síntesis y secreción del surfac-
dilatadas (A) en hendiduras con tendencia a formación septal. Presencia de tante pulmonar o sustancia tensoactiva que se identifica
proliferación vascular (B) (capilarización). (40X, H&E).
en el tejido pulmonar fetal a partir de la semana 23.40,41
El surfactante pulmonar, compuesto de fosfolípidos y
ficados en esta etapa a partir de la semana 22.40 Es de proteínas, es indispensable para disminuir la tensión
hacer notar que los acinos definitivos, formados por los superficial en la interfase aire-líquido de los alvéolos
bronquíolos respiratorios, conductos alveolares, sacos y estabilizar los pulmones especialmente al final de la
alveolares y alvéolos (Figura 14) se desarrollarán en espiración (véase Sección I, Capítulo 2).
etapas posteriores de la maduración pulmonar. Asimismo, durante este período, se identifican los
El adelgazamiento progresivo del epitelio acinar neumocitos tipo I (Figura 15), células planas encarga-
primitivo marca el inicio de la diferenciación del epi- das del intercambio alvéolo-capilar, que se originan de

Figura 15 Microfotografía de pulmón en fase


canalicular de feto de 24 semanas de desa­
rrollo en la que se observa tabiques intersa­
culares primarios (TISP), capilares (C), células
epiteliales planas (a1) correspondientes a neu­
mocitos tipo I y células epiteliales cúbicas (a2)
correspondientes a neumocitos tipo II (1000X,
H&E). Cortesía de Dra. María Isabel García
de Nicholls.
14 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

las células alveolares tipo II por un proceso de trans-


diferenciación,44 y los cambios morfológicos que se
observan para esta diferenciación incluyen principal-
mente el aplanamiento celular y la ausencia de glucó-
geno.4,29,37,40,68 Los factores de transcripción TTF-1 y
GATA-6 influyen en la diferenciación de los neumo-
citos tipo I y II y en la síntesis del surfactante pulmo-
nar.66,73,74
Es importante destacar que en el período canalicu-
lar se inicia la formación de la unidad alveolocapilar y
los vasos acinares se originan por angiogénesis.56 En
el mesénquima, como consecuencia del aumento de la
vascularización periférica y la disminución del tejido
intersticial, los capilares se aproximan al epitelio (Figu-
ras 16, 17 y 18), establecen contacto con su superficie y
debido a la interacción entre ambos, el epitelio se adel-
gaza de tal forma que hacia las 24 semanas la mem- Figura 17 Microfotografía de pulmón de feto de 19 semanas de desarrollo,
en la que se observan: luz bronquiolar preterminal revestida por epitelio
brana alveolocapilar tiene el mismo grosor que en el cilíndrico simple ciliado (A). Luz vascular arteriolar con pared delgada ocu­
adulto.49 A medida que progresa el desarrollo prenatal pada por glóbulos rojos (B), el resto corresponde a parénquima pulmonar
en fase canalicular (C). (10X, H&E).
y se forman los alvéolos primitivos, los capilares madu-
ran, y la doble asa capilar que los rodea se entrelazan y
forman una estructura capilar única.44,75
Los cambios morfológicos que ocurren durante es- Período sacular (24-26 semanas hasta el nacimiento)
ta etapa, como son: la diferenciación de los neumocitos En esta fase continúa la proliferación y expansión de
tipo II y tipo I, el adelgazamiento de la membrana al- los túbulos acinares y el aumento de la superficie de
veolocapilar e inicio de la maduración de los capilares, intercambio alveolocapilar, de las células alveolares y
son determinantes para la viabilidad en fetos mayores del surfactante pulmonar (Figura 3, Tabla 1).
de 23 semanas, por la posibilidad de realizarse el in- Los acinos respiratorios llenos de líquidos y consti-
tercambio alveolocapilar y la presencia del surfactante tuidos por una delgada pared completan su formación al
pulmonar.44,75 final de este período. Al principio se encuentran forma-

Figura 16 Pulmón humano de 19 semanas de desarrollo. Vista anterior y posterior (A y B) respectivamente, con visualización de tráquea
y bronquios principales e hilios pulmonares. Pulmón derecho mide 2,8 x 2,5 x 2 cm y el izquierdo mide 2,8 x 2,5 x 1,9 cm.
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 15

Figura 18 Microfotografía de pulmón de feto de 19 semanas de desarrollo Figura 19 Microfotografía de pulmón en fase sacular, de feto de 28 sema­
en la que a mayor aumento se observan: estroma septal denso fusocelular nas de desarrollo en la que se observan tabiques alveolares primarios (A)
(A) con proliferación vascular. Se observa mayor cercanía de estructuras y secundarios (B) (250X, PAS). Cortesía de Dra. María Isabel García de
capilares con el revestimiento epitelial (B). (40X, H&E). Nicholls.

dos por aproximadamente tres órdenes de bronquíolos


respiratorios y a medida que transcurre el desarrollo au-
mentan los conductos y sacos alveolares. En el interior
de los sacos crecen tabiques que los subdividen (Figura
19) y finalmente se formarán los alvéolos primitivos.39,40
Los sacos terminales se identifican como estruc-
turas dilatadas, a partir de las regiones terminales de
los conductos respiratorios.76 Desde el punto de vista
morfológico, la formación de estos sacos terminales
probablemente involucre un mecanismo distinto a la
morfogénesis por ramificación. En este sentido, Prod-
ham y Kinane, en 2002, propusieron dos modelos teó-
ricos para explicar dicha formación. Por un lado, en el
primer modelo sugieren que la formación de los sacos
terminales representa una extensión de la ramificación
que ocurre en las fases anteriores, y por otro, el segun-
do modelo se basa en la expansión del saco terminal a
partir del aumento de la presión mecánica intraluminal
conjuntamente con la participación de señales quimio-
Figura 20 Microfotografía de pulmón en fase sacular de feto de 28 sema­
tácticas, principalmente, FGF10.76 nas de desarrollo en la que se observa espacios alveolares (A) con tabiques
Las células epiteliales (neumocitos I y II) continúan alveolares secundarios (TIAS) y luces capilares (C) revestidos por células epi­
teliales planas (a1) correspondientes a neumocitos tipo I y células epiteliales
aumentando en número y maduran progresivamente cúbicas (a2) correspondientes a neumocitos tipo II (1000X, H&E). Cortesía
(Figura 20). De la misma forma, aumenta la síntesis de Dra. María Isabel García de Nicholls.
16 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

y secreción del surfactante pulmonar. El intersticio se


adelgaza aun más y la red capilar se expande aumen-
tando así el volumen y la superficie de difusión.29

Período alveolar (32 semanas hasta 2 años)


Esta fase se caracteriza por el aumento en la forma-
ción de los alvéolos definitivos, aumento de las células
alveolares y maduración de los elementos vasculares y
microvasculares (Figuras 3, 21, 22 y 23).

Figura 22 Microfotografía de pulmón en fase alveolar, de feto a término, en


la que se observan paredes alveolares delgadas con revestimiento epitelial
plano y cúbico simple, constituidos por tejido fibroconectivo con rica vascu­
larización capilar (40X, H&E).

Figura 21 Microfotografía de pulmón en fase alveolar, de feto a término, en


la que se observa presencia de bronquiolos respiratorios con continuidad
hacia conducto alveolar (A) y vestíbulo alveolar (B). (10X, H&E).

La alveologénesis es el proceso a través del cual se


subdividen los compartimientos saculares, en pequeñas
subunidades, los alvéolos, por medio de la formación
de tabiques en su interior. Este proceso es sumamen-
te importante durante la maduración pulmonar y trae
como consecuencia un incremento en la superficie del
Figura 23 Microfotografía de pulmón en fase alveolar, de feto a término, en
tejido pulmonar que establece contacto con el aire, es la que se observan espacios aéreos revestidos por células alveolares tipo I
decir, en la superficie de intercambio (Figura 24), pre- y capilarización (100X en inmersión, H&E).
parando así a este sistema para que alcance un nivel de
eficiencia óptimo posterior al nacimiento.10,76
La formación de los tabiques requiere de crecimien-
to tisular organizado y coordinado dentro del espacio
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 17

con el incremento de la alveologénesis durante el desa-


rrollo pulmonar posnatal.76
Se considera que al momento de nacer, en el emba-
razo a término, se encuentran aproximadamente unos
50 millones de alvéolos que representan el 20%-30%
del total de los 200-600 millones que tiene el adulto.
En este momento, la superficie de intercambio es de
3-4 m2.78 La tabicación se extiende hasta aproximada-
mente entre 18-36 meses de la vida posnatal.11,38,40,44

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO


PULMONAR

Además de los procesos morfogenéticos expuestos,


existen factores endocrinos y físicos, determinantes pa-
ra el desarrollo y maduración estructural y bioquímica
pulmonar, necesarios para lograr su óptima adaptación
Figura 24 Microfotografía de pulmón en fase alveolar, de feto a término, en a la vida posnatal. Los factores endocrinos incluyen las
la que se observan la barrera alvéolo capilar (flecha) y macrófago intraal­
veolar (A) (100X en inmersión, H&E).
hormonas sexuales, corticotropina, cortisol, insulina
y tiroidea,29,32,39 entre otras; y los físicos son: el espa-
cio intratorácico, el volumen del líquido amniótico, la
presión intrapulmonar y los movimientos respiratorios
libre de los sacos terminales y en él está involucrada la (Figura 25).
interacción entre los miofibroblastos del mesénquima, El espacio intratorácico se origina en el celoma
las células epiteliales adyacentes y las células endote- intraembrionario durante la cuarta semana, entre las
liales. Este proceso comienza con la inducción, que in- hojas somática y esplácnica del mesodermo lateral in-
cluye la formación del sitio inicial de crecimiento del traembrionario. Este celoma se divide en cavidades pe-
tabique, le sigue la morfogénesis, que abarca la exten- ricárdica y abdominal primitivas al desarrollarse el sep-
sión del primordio del tabique y, por último, la dife- tum transversum (Figura 26), que durante la séptima
renciación, que comprende la distribución y rearreglo semana formará el diafragma, al unirse al mesoesófago,
específico de los vasos sanguíneos, las células epiteliales a los mioblastos de la pared torácica y a las membranas
y mesenquimatosas para formar el tabique maduro.77 pleuroperitoneales.42
El desarrollo de los tabiques alveolares, conjuntamente En la porción cefálica de este celoma, futura cavi-
con la red capilar alveolar, está influenciado por varias dad torácica, se desarrollan dos pliegues mesodérmi-
moléculas, tales como ácido retinoico, PDGF, FGF y cos pleuropericárdicos, que al fusionarse entre sí y con
VEGF.10,66 el mesoesófago, la dividen en una cavidad pericárdica
Los nuevos tabiques están compuestos por una definitiva y dos cavidades pleurales (o conductos peri-
doble red capilar y elastina, sintetizada por los mio- cardioperitoneales), en los que se desarrollan las yemas
fibroblastos del tabique interalveolar, localizada en su pulmones.50 El crecimiento volumétrico de los pulmo-
extremo distal. A medida que progresa el desarrollo, se nes está relacionado con el tamaño de la cavidad pleu-
fusiona la red capilar en una sola ubicada en el septum ral definitiva,38 el progreso de la edad gestacional y del
entre la luz de dos alvéolos y las paredes alveolares se peso corporal.79
adelgazan por apoptosis.44,75 El líquido amniótico se origina principalmente de
Recientemente se ha propuesto que estos cambios la orina fetal, pero también contribuyen en su cantidad
capilares constituyen una última fase del desarrollo el líquido intrapulmonar, la piel fetal y por absorción
pulmonar, llamada maduración microvascular.1,59,76 Es- de las superficies del amnios, placenta y cordón umbi-
ta fase se caracteriza por la fusión de la red capilar de lical.80 La cantidad adecuada del líquido amniótico es
doble capa dentro del tabique inmaduro59 y el creci- importante para el desarrollo de los pulmones, al per-
miento vascular extensivo que ocurre simultáneamente mitir los movimientos respiratorios fetales, y producir
18 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

Figura 25 Factores que intervienen en la organogénesis, crecimiento y maduración pulmonar.

Figura 26 Esquema que muestra la subdivisión del celoma intraembrionario por el septum transverso. Dentro de los canales
pericardioperitoneales o pleurales se desarrollarán las yemas pulmonares.

presión positiva en las vías aéreas al distender los con- gina hipoplasia pulmonar,51 que puede ser consecuencia
ductos respiratorios. de a) la compresión que ejerce la pared uterina sobre el
Anomalías en la cantidad del líquido amniótico, co- tórax fetal, b) la disminución de los movimientos respi-
mo el oligoamnios, de causa renal81 o extrarrenal,82 ori- ratorios fetales por la compresión torácica prolongada
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 19

y c) la disminución de la presión intrapulmonar que se cadiano, el trabajo de parto, la hipoxia fetal, los niveles
produce al aumentar la salida de las secreciones res- de glucosa materna, el uso materno de drogas como
piratorias a la cavidad amniótica.39 La hipoplasia pul- sedantes, narcóticos, analgésicos, alcohol y nicotina, el
monar puede ser consecuencia de la alteración en la distress fetal, la acidosis fetal, el retardo del crecimiento
ramificación de la vía aérea, o disminución en el núme- intrauterino, la ascitis fetal, la infección intraamniótica
ro y tamaño de los alvéolos.29 El criterio anatomopato- y la muerte fetal.
lógico para el diagnóstico de hipoplasia pulmonar es la
pérdida de la relación entre el peso pulmonar y el peso
corporal,82 la cual, en los fetos menores de 28 semanas, CAMBIOS QUE OCURREN AL MOMENTO DE NACER
es 0,015 y en los de 28 y más semanas es de 0,012.
Los pulmones secretan líquido intrapulmonar, a Entre las modificaciones que ocurren en los pulmones
partir de las 26 semanas, al final del período canalicu- al momento de nacer están:
lar.40 Este líquido origina presión positiva en las vías a) Inicio de la respiración.
aéreas, que contribuye con la proliferación y diferen- b) Aumento de la circulación pulmonar.
ciación celular dentro de los conductos aéreos, y, ade- c) Disminución de la resistencia arterial pulmonar.
más, es determinante del tamaño y configuración de las d) Eliminación del líquido intrapulmonar.
estructuras respiratorias, principalmente sacos alveola-
res y alvéolos.39 Las secreciones pulmonares durante la Durante la vida fetal temprana, el flujo pulmonar
vida prenatal tienen importancia clínica, ya que repre- es aproximadamente entre el 10%-13% del gasto car-
sentan la tercera parte del volumen total del líquido diaco, esto se debe al grosor de la pared arterial y la
amniótico, aseguran la presencia de componentes del pequeña luz vascular que caracteriza las arterias fetales;
surfactante pulmonar en el mismo, que permiten el entre las 20 y 30 semanas el flujo pulmonar aumenta a
diagnóstico de la madurez bioquímica pulmonar (rela- un 25%, y luego permanece constante hasta el térmi-
ción fosfatidilcolina/esfingomielina, determinación del no.72 El inicio de la respiración y el cierre de los shunts
fosfatidilglicerol). fetales (agujero oval, conducto arterioso) aumentan
Los movimientos respiratorios fetales influyen di- el flujo sanguíneo en las venas pulmonares e inicia la
rectamente en el desarrollo pulmonar, al contribuir con circulación pulmonar funcional. En las primeras horas
los cambios de presión intratorácica, y probablemente después del nacimiento, no hay disminución de las cé-
intervienen en la preparación de los músculos respi- lulas musculares, sino adelgazamiento y reorganización
ratorios antes de adaptarse a la vida posnatal.40 Estos de las células endoteliales y musculares de la pared del
movimientos se han registrado por ultrasonido a par- vaso, mientras el vaso aumenta de tamaño29,51 y dismi-
tir de las 10 semanas de embarazo11 y, según la edad nuye la resistencia arterial pulmonar.
de gestación, se diferencian tres tipos: a) movimientos La eliminación del líquido intrapulmonar, al mo-
respiratorios esporádicos e irregulares entre las sema- mento del nacimiento, ocurre relativamente rápido, por
nas 10-20, b) movimientos rítmicos cortos, entre las varias vías, una es la compresión de la pared corporal
semanas 20-26 y c) movimientos regulares, rítmicos, y de los pulmones fetales al momento del parto, y un
frecuentes y episódicos desde las semanas 26 a la 38- 60% se reabsorbe mediado por las catecolaminas secre-
40.40 tadas al momento del nacimiento a través de los con-
La presencia de estos movimientos se ha utilizado ductos linfáticos y el conducto torácico, así como por el
como diagnóstico de bienestar fetal,82 y requieren de la aumento del flujo sanguíneo en los vasos pulmonares y
coordinación entre el sistema nervioso, el diafragma, la tensión superficial alveolar.
los músculos de la pared toracicoabdominal. Se cree
que estimulan el crecimiento y aceleran la diferencia-
ción de las estructuras broncopulmonares gracias a la RESUMEN
presión rítmica e intermitente de los pulmones y a la
aspiración del líquido hacia el interior de los pulmo- Para el desarrollo del pulmón, al igual que para el resto
nes.39 de las estructuras que componen el cuerpo humano,
En la presencia o ausencia de los movimientos res- es necesario un programa morfogenético, que lidere el
piratorios influyen numerosos factores, entre los cuales comportamiento celular y garantice su adecuada for-
podemos mencionar: la edad de gestación, el ritmo cir- mación. Este programa morfogenético está represen-
20 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

tado por la expresión génica coordinada y controlada Los eventos más importantes del período canalicu-
temporal y espacialmente durante el desarrollo, me- lar están representados por el desarrollo inicial y parcial
diada principalmente por los factores de transcripción. de los acinos primitivos, adelgazamiento de la mem-
Esta expresión, estrictamente regulada, comanda los brana alveolocapilar, diferenciación de los neumocitos
procesos biológicos básicos (crecimiento, diferencia- tipo II en tipo I, inicio de la síntesis del surfactante
ción, inducción, migración, apoptosis) y morfológicos pulmonar e incremento de la vascularización acinar en
que tienen como resultado la formación, desarrollo y el mesénquima primitivo. Estos cambios son determi-
maduración estructural, bioquímica y funcional del nantes para la viabilidad en fetos mayores de 23 se-
pulmón. manas, por la posibilidad de realizarse el intercambio
Embriológicamente, los pulmones se desarrollan alveolocapilar y la presencia del surfactante pulmonar.
del intestino primitivo y este proceso puede dividirse En la fase sacular continúa la proliferación y expan-
en dos grandes etapas. La primera etapa de preorgano- sión de los túbulos acinares y el aumento de la superfi-
génesis, donde ocurren todos los eventos que conllevan cie de intercambio alveolocapilar, de las células alveo-
a la formación del primordio pulmonar, constituido lares y del surfactante pulmonar.
por las yemas bronquiales o pulmonares, que se extien- Y, por último, la fase alveolar caracterizada por el
de desde la fecundación hasta la aparición de las yemas aumento en la formación de los alvéolos definitivos,
bronquiales (finales de la semana 4), y la segunda etapa aumento de las células alveolares y maduración de los
de organogénesis, caracterizada por la ramificación y elementos vasculares y microvasculares.
desarrollo posterior de dichas yemas hasta la formación Para concluir, el desarrollo y maduración estructural
y maduración del pulmón definitivo, que culmina en el y bioquímica pulmonar requiere de la interacción entre
período posnatal. Esta última etapa se divide, según los el programa morfogenético, los factores endocrinos y
cambios morfológicos, en cinco fases o períodos: em- físicos, para lograr la óptima adaptación del recién na-
brionario, pseudoglandular, canalicular, saco terminal o cido a término a la vida posnatal.
sacular y alveolar.
El período embrionario se caracteriza por la apa-
rición y desarrollo de las yemas pulmonares entre los BIBLIOGRAFÍA
días 28-30, que darán origen por ramificación a los
1.- Perl A, Whitsett J. Molecular mechanisms controlling lung
bronquios principales, lobares y segmentarios a partir
morphogenesis. Clin Genet 1999; 56: 14-27.
del divertículo laringotraqueal o respiratorio. Durante 2.- Bridges J, Weaver T. Use of transgenic mice to study lung
esta fase se inicia el modelado pulmonar, proceso ca- morphogenesis and function. ILAR J 2006; 47: 22-31.
racterizado por el crecimiento y división del divertículo 3.- Warburton D, Bellusci S. The molecular genetics of lung
respiratorio y desarrollo posterior de las yemas pulmo- morphogenesis and injury repair. Paediatr Respir Rev 2004;
nares dependiente de la interacción entre las células 5: S283-S287.
epiteliales de los túbulos pulmonares y el mesénquima 4.- Whitsett J, Wert S, Trapnell B. Genetic disorders influencing
circundante, con la participación de numerosas molé- lung formation and function at birth. Hum Mol Genet 2004;
13: 207-215.
culas que dirigen, en el eje ventrodorsal del embrión, la
5.- Warburton D, Lee M, Berberich M, Bernfield M. Molecular
morfogénesis, ramificación y diferenciación tanto del
embryology and the study of lung development. Am J Respir
epitelio del conducto respiratorio como del tejido que Cell Mol Biol 1993; 9: 5-9.
lo rodea, asimismo, la asimetría derecha izquierda, el 6.- Warburton D, Zhao J, Berberich M, Bernfield M. Molecular
desarrollo del tejido muscular, conectivo y de los vasos embryology of the lung: then, now, and in the future.Am J
sanguíneos. La formación de la vasculatura pulmonar Physiol 1999; 276: 697-704.
ocurre simultáneamente con la ramificación de las vías 7.- Mikawa T, Poh A, Kelly K, Ishii Y, Reese D. Induction and
aéreas durante los períodos del desarrollo pulmonar. patterning of the primitive streak, an organizing center of
Durante la fase pseudoglandular continúa la divi- gastrulation in the amniote. Dev Dyn 2004; 229: 422-432.
8.- O’Rahilly R, Boyden E. The timing and sequence of events
sión bilateral rápida, simultánea, asimétrica y estereo-
in the development of the human respiratory system during
típica de las vías aéreas de conducción, conjuntamente the embryonic period proper. Z Anat Entwicklungsgesch
con la diferenciación de las células epiteliales endodér- 1973; 141: 237-250.
micas y del mesénquima circundante, de tal forma que 9.- deMello D, Reid L. Embryonic and early fetal development
al final de este período tanto los vasos como las vías of human lung vasculature and its functional implications.
preacinares están formados. Pediatr Dev Pathol 2000; 3: 439-449.
Capítulo 1: Aspectos morfológicos del desarrollo pulmonar 21

10.- Minoo P. Transcriptional regulation of lung development: specification and branching morphogenesis. Pediatr Res
emergence of specificity. Respir Res 2000; 1: 109-115. 2005; 57: 26R-37R.
11.- Copland I, Post M. Lung development and fetal lung growth. 27.- O’Rahilly R, Müller F. Embriología y Teratología humanas.
Paediatr Respir Rev 2004; 5: S259-S264. 2º edición. Barcelona: Masson S.A.; 1998.
12.- Rottier R, Tibboel D. Fetal lung and diaphragm develop- 28.- Jeffrey P. The development of large and small airways. Am J
ment in congenital diaphragmatic hernia. Semin Perinatol Respir Crit Care Med 1998; 157 :S174-S180.
2005; 29: 86-93. 29.- Merkus P, ten Have-Opbroek A, Quanjer H. Human lung
13.- Stahlman M, Gray M, Whitsett J. Temporal-spatial distribu- growth: a review. Pediatr Pulmonol 1996; 21: 383-397.
tion of hepatocyte nuclear factor-3beta in developing human 30.- Moore K, Persaud T. Embriología Clínica. 6º edición. Méxi-
lung and other foregut derivatives. J Histochem Cytochem co: McGraw-Hill Interamericana. 1999.
1998; 46: 955-962. 31.- Sadler T. Langman Embriología médica con orientación
14.- Ikeda K, Shaw-White J, Wert S, Whitsett J. Hepatocyte clínica. 9º edición. Buenos Aires: Editorial Médica Pana-
nuclear factor 3 activates transcription of thyroid transcrip- mericana. 2004.
tion factor 1 in respiratory epithelial cells. Mol Cell Biol 32.- Keijzer R, van Tuyl M, Tibboel D. Hormonal modulation of
1996; 16: 3626-3636. fetal pulmonary development: relevance for the fetus with
15.- Zhou L, Dey C, Wert S, Yan C, Costa R, Whitsett J. Hepa- diaphragmatic hernia. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol
tocyte nuclear factor-3beta limits cellular diversity in the de- 2000; 92: 127-133.
veloping respiratory epithelium and alters lung morphogen- 33.- Girosi D, Bellodi S, Sabatini F, Rossi G. The lung and the
esis in vivo.Dev Dyn 1997; 210: 305-314. gut: common origins, close links. Paediatr Respir Rev 2006;
16.- Hu M, Rosenblum N. Genetic regulation of branching mor- 7: S235-S239.
phogenesis: lessons learned from loss-of-function pheno- 34.- Murphy K, Aghajafari F. Single versus repetitive courses of
types. Pediatr Res 2003; 54: 433-438. corticosteroids: what do we know? Clin Obstet Gynecol
17.- Wang Z, Dolle P, Cardoso W, Niederreither K. Retinoic acid 2003; 46: 161-173.
regulates morphogenesis and patterning of posterior foregut 35.- Jirásek J. An Atlas of Human Prenatal Developmental Me-
derivatives. Dev Biol 2006; 297: 433-445. chanics. Anatomy and Staging. 1st edition United Kingdom:
18.- Shaw-White J, Bruno M, Whitsett J. GATA-6 activates Taylor and Francis. 2004.
transcription of thyroid transcription factor-1. J Biol Chem 36.- Boezen H, Jansen D, Postma D. Sex and gender differences
1999; 274: 2658-2664. in lung development and their clinical significance. Clin
19.- Grindley J, Bellusci S, Perkins D, Hogan B. Evidence for the Chest Med 2004; 25: 237-245.
involvement of the Gli gene family in embryonic mouse lung 37.- Maritz G, Morley C, Harding R. Early developmental ori-
development. Dev Biol 1997; 188: 337-348. gins of impaired lung structure and function. Early Hum
20.- Motoyama J, Liu J, Mo R, Ding Q, Post M, Hui C. Essential Dev 2005; 81: 763-771.
function of Gli2 and Gli3 in the formation of lung, trachea 38.- Kotecha S. Lung growth for beginners. Paediatr Respir Rev
and oesophagus. Nat Genet 1998; 20: 54-57. 2000;1: 308-313.
21.- Warburton D, Lee M. Current concepts on lung develop- 39.- Laudy J, Wladimiroff J. The fetal lung. 1: Developmental as-
ment. Curr Opin Pediatr 1999; 11: 188-192. pects. Ultrasound Obstet Gynecol 2000; 16: 284-290.
22.- Crisera C, Connelly P, Marmureanu A, Li M, Rose M, Lon- 40.- Romanova L. Present views of prenatal morphogenesis of
gaker M, Gittes G. TTF-1 and HNF-3beta in the develop- human lung. Ontogenez 2002; 33: 245-257.
ing tracheoesophageal fistula: further evidence for the respi- 41.- Bolt R, van Weissenbruch M, Lafeber H, Delemarre-van de
ratory origin of the distal esophagus. J Pediatr Surg 1999; 3: Waal H. Glucocorticoids and lung development in the fetus
1322-1326. and preterm infant. Pediatr Pulmonol 2001; 32: 76-91.
23.- Theodoropoulos D, Ledford D, Lockey R. Expression of the 42.- Larsen W. Human Embryology. 2nd edition. New York:
lung-specific thyroid transcription factor (TTF-1) within Churchill Livingstone. 1997.
the tracheoesophageal fistula of embryo rats exposed to 43.- Carlson B. Human Embryology and Developmental Biolo-
Adriamycin. J Pediatr Surg 2000; 35: 811-812. gy. 3th edition. Philadelphia: Mosby. 2004.
24.- Spilde T, Bhatia A, Ostlie D, Marosky J, Holcomb G 3rd, 44.- Bourbon J. Développement alvéolaire normal et pathologique.
Snyder C et al. A role for sonic hedgehog signaling in the Revue française d’allergologie et d’immunologie clinique
pathogenesis of human tracheoesophageal fistula.J Pediatr 2005; 45: 503–508.
Surg 2003; 38: 465-468. 45.- Langston C, Kida K, Reed M, Thurlbeck W. Human lung
25.- Spilde T, Bhatia A, Mehta S, Ostlie J, Hembree M, Preuett growth in late gestation and in the neonate. Am Rev Respir
B, Prasadan K et al. Defective sonic hedgehog signaling in Dis 1984; 129: 607-613.
esophageal atresia with tracheoesophageal fistula. Surgery 46.- Berrocal T, Madrid C, Novo S, Gutierrez J, Arjonilla A, Go-
2003; 134: 345-350. mez-Leon N. Congenital anomalies of the tracheobronchial
26.- Warburton D, Bellusci S, De Langhe S, Del Moral P, Fleury tree, lung, and mediastinum: embryology, radiology, and pa-
V, Mailleux A et al. Molecular mechanisms of early lung thology. Radiographics 2004; 24:17e.
22 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

47.- Cardoso W, Lu J. Regulation of early lung morphogenesis: 66.- Kumar V, Lakshminrusimha S, El Abiad M, Chess P, Ryan
questions, facts and controversies. Development 2006; 133: R. Growth factors in lung development. Adv Clin Chem
1611-1624. 2005; 40: 261-316.
48.- Whitsett J, Matsuzaki Y. Transcriptional regulation of peri- 67.- Hage E. The morphological development of the pulmonary
natal lung maturation. Pediatr Clin North Am 2006; 53: epithelium of human foetuses studied by light- and electron
873-887. microscopy. Z Anat Entwicklungsgesch. 1973; 140: 271-
49.- Hislop A. Developmental biology of the pulmonary circula- 279.
tion. Paediatr Respir Rev 2005; 61:35-43. 68.- Otto-Verberne C, Ten Have-Opbroek A, Balkema J, Franken
50.- Hib J. Embriología médica. 7a edición. Santiago (Chile): C. Detection of the type II cell or its precursor before week 20
McGraw-Hill.1999. of human gestation, using antibodies against surfactant-as-
51.- Hislop A, Pierce C. Growth of the vascular tree. Paediatr sociated proteins. Anat Embryol (Berl)1988; 178: 29-39.
Respir Rev 2000 1: 321-327. 69.- Ten Have-Opbroek A. Immunological study of lung devel-
52.- Hall S, Hislop A, Pierce C, Haworth S. Prenatal origins of opment in the mouse embryo. II. First appearance of the
human intrapulmonary arteries: formation and smooth muscle great alveolar cell, as shown by immunofluorescence micros-
maturation Am J Respir Cell Mol Biol 2000; 23: 194-203. copy. Dev Biol 1979; 69: 408-423.
53.- Hislop A. Airway and blood vessel interaction during lung 70.- Ten Have-Opbroek A. The development of the lung in
development. J Anat 2002; 201: 325-334. mammals: an analysis of concepts and findings. Am J Anat
54.- Parera M, van Dooren M, van Kempen M, de Krijger R, 1981; 162: 201-219.
Grosveld F, Tibboel D et al. Distal angiogenesis: a new con- 71.- Campiche M, Gautier A, Hernandez E, Reymond A. An
cept for lung vascular morphogenesis. Am J Physiol Lung electron microscope study of the fetal development of hu-
Cell Mol Physiol 2005; 288: 141-149. man lung. Pediatrics 1963; 32: 976-994.
55.- Schachtner S, Wang Y, Scott Baldwin H. Qualitative and 72.- Laudy J, de Ridder M, Wladimiroff J. Human fetal pulmo-
quantitative analysis of embryonic pulmonary vessel forma- nary artery velocimetry: repeatability and normal values with
tion. Am J Respir Cell Mol Biol 2000; 22: 157-165. emphasis on middle and distal pulmonary vessels. Ultra-
56.- Hall S, Hislop A, Haworth S. Origin, differentiation, and sound Obstet Gynecol 2000; 15: 479-486.
maturation of human pulmonary veins. Am J Respir Cell 73.- Yang H, Lu M, Zhang L, Whitsett J, Morrisey E. GATA6
Mol Biol 2002; 26: 333–340. regulates differentiation of distal lung epithelium. Develop-
57.- Kitaoka H, Burri P, Weibel E. Development of the human ment 2002; 129: 2233-46.
fetal airway tree: analysis of the numerical density of airway 74.- Liu C, Morrisey E, Whitsett J. GATA-6 is required for mat-
endtips. Anat Rec 1996; 244: 207-213. uration of the lung in late gestation. Am J Physiol Lung Cell
58.- Nishino H, Nemoto N, Lu W, Sakurai I. Significance of Mol Physiol 2002; 283:468-475.
apoptosis in morphogenesis of human lung development: 75.- Bourbon J, Boucherat O, Chailley-Heu B, Delacourt C.
light microscopic observation using in situ DNA end-label- Control mechanisms of lung alveolar development and their
ing and ultrastructural study. Med Electron Microsc 1999; disorders in bronchopulmonary dysplasia. Pediatr Res 2005;
32: 57-61. 57: 38R-46R.
59.- Roth-Kleiner M, Post M. Similarities and dissimilarities of 76.- Prodhan P, Kinane T. Developmental paradigms in terminal
branching and septation during lung development. Pediatr lung development. Bioessays 2002; 24: 1052-1059.
Pulmonol 2005; 40: 113-34. 77.- Hogan B. Morphogenesis. Cell 1999; 96: 225-233.
60.- Post M, Copland I. Overview of lung development. Acta 78.- Zylak C, Eyler W, Spizarny D, Stone C. Developmental lung
Pharmacol Sin 2002; 23: 4-7. anomalies in the adult: radiologic-pathologic correlation.
61.- White A, Xu J, Yin Y, Smith C, Schmid G, Ornitz D. FGF9 Radiographics 2002: S25-S43.
and SHH signaling coordinate lung growth and develop- 79.- Laudy J, Janssen M, Struyk P, Stijnen T, Wladimiroff J.
ment through regulation of distinct mesenchymal domains. Three-dimensional ultrasonography of normal fetal lung vol-
Development 2006; 133: 1507-1517. ume: a preliminary study. Ultrasound Obstet Gynecol 1998;
62.- Bartram U, Speer C. The role of transforming growth factor 11:13-16.
beta in lung development and disease. Chest 2004; 125: 754- 80.- Underwood M, Gilbert W, Sherman M. Amniotic fluid: not
765. just fetal urine anymore. J Perinatol 2005; 25: 341-348.
63.- Miller L, Wert S, Clark J, Xu Y, Perl A, Whitsett J. Role of 81.- Romero M, Hernández M, Silva Ch, Fuenmayor M. Impor-
Sonic hedgehog in patterning of tracheal-bronchial cartilage tancia del diagnóstico morfológico en anomalías congénitas
and the peripheral lung. Dev Dyn 2004; 231: 57-71. renales fetales. Rev Obstet Ginecol Venez 2006; 66: 259-
64.- Warburton D, Schwarz M, Tefft D, Flores-Delgado G, An- 264.
derson K, Cardoso W. The molecular basis of lung morpho- 82.- Sosa A. Ultrasonografía y clínica embrio-fetal. 2ª edición.
genesis. Mech Dev 2000; 92: 55-81. Valencia: Editorial Tatum. 2002.
65.- Miettinen P, Warburton D, Bu D, Zhao J, Berger J, Minoo P 83.- Manning F, Baskett T, Morrison I, Lange I. Fetal biophysical
et al. Impaired lung branching morphogenesis in the absence profile scoring: a prospective study in 1184 high risk patients.
of functional EGF receptor. Dev Biol 1997; 186: 224-236. Am J Obstet Gynecol 1981; 140: 289-294.
Surfactante pulmonar 2
Capítulo
Xiomara González de Chirivella

Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti,


serán las que curarán tus enfermedades

Hipócrates

El síndrome de dificultad respiratoria (SDR) es una grave


complicación neonatal que ocurre principalmente en los re-
cién nacidos pretérminos (antes de las 37 semanas de gesta-
ción), ocasionando una mayor morbilidad y mortalidad en
estos neonatos, afectando el 1/5 de los recién nacidos con
peso al nacer menor de 2.500 gramos y 2/3 de los neonatos
de bajo peso extremo, es decir, menor de 1.500 gramos.
La falla respiratoria ocurre como resultado de un pobre
desarrollo anatómico pulmonar y deficiencia de la sustancia En este capítulo trataremos lo relativo al origen, síntesis,
surfactante en los espacios alveolares determinando incapa- metabolismo y función de la sustancia surfactante pulmo-
cidad de mantener una respiración adecuada y, por ende, de- nar.
terioro del intercambio gaseoso.
Los alvéolos constituyen la unidad terminal de las vías
aéreas pulmonares y tienen como función fundamental el TENSIÓN SUPERFICIAL
intercambio gaseoso entre la sangre y el exterior. El alvéo-
lo tiene forma redondeada, su pared está recubierta de dos El universo puede ser dividido en cinco tipos de interfase:
tipos fundamentales de células: 1) neumocito tipo I, que for- líquido-gas, líquido-líquido, líquido-sólido, sólido-sólido,
ma una delgada capa que lo recubre y 2) neumocito tipo II, sólido-gas. Las moléculas que están próximas a una interfase
que formando parte de la pared alveolar, tiene un citoplasma presentan fuerzas intermoleculares especiales que en el caso
muy rico en organelas en las que se cree que se almacena el de la interfase líquido-gas es denominada tensión superficial.
surfactante, cuya misión es reducir la tensión superficial del Las moléculas situadas en la fase líquida experimentan fuer-
alvéolo, que expulsado a la luz alveolar tapiza todo el alvéolo. zas de igual magnitud en todas direcciones, pero las situadas
Igualmente en el alvéolo existen macrófagos y mastocitos. en la parte superficial de esta parte líquida en el límite de la
Todo ello va a formar el lado epitelial del mismo. interfase aire-líquido ejercen una fuerte atracción entre ellas,
Los grandes avances en el conocimiento de la genética, disminuyendo la superficie a la menor área permitida.1-3
bioquímica, biología celular y fisiología, han permitido una Por décadas, se ha investigado acerca de la importancia
mejor comprensión de los mecanismos involucrados en la de la tensión superficial en los espacios aéreos pulmonares.
función pulmonar fetal y neonatal, y, en consecuencia, una En 1929, Kurt von Neegaard,4 fisiólogo suizo, reconoció el
reducción de la morbilidad y mortalidad asociada a esta papel que juega la tensión superficial en la interfase aire-lí-
adaptación perinatal. quido alveolar para permitir la expansión pulmonar y sentó

23
24 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

las bases para los trabajos en la década de los 50 y 60, por y una pequeña porción de carbohidratos; los cuales revisten
Mead,5 Radford,6 Pattle,7 Clements8, 9 y Avery,10 quienes la superficie de los bronquiolos y alvéolos respiratorios, y cu-
aclararon el papel que juega el surfactante en estabilizar los ya función principal es la reducción de la tensión superficial
alvéolos y en mantener el volumen pulmonar y el intercam- alveolar, evitando el colapso pulmonar, la falla respiratoria y
bio gaseoso por la reducción de la tensión superficial en la la hipoxemia. Los lípidos representan el 90% del surfactante
interfase aire-líquido. y el 10% son proteínas específicas que han sido designadas
El epitelio alveolar se cubre completamente con un líqui- como SP-A, SP-B, SP-C y SP-D.
do que constituye la llamada hipofase líquida. Las molécu-
las de agua ejercen una fuerte atracción entre ellas en forma Componente lipídico
uniforme, lo cual no se produce en la superficie debido a una
relativa pérdida de atracción desde la fase gaseosa, hay una Los fosfolípidos comprenden el 80%-90% de la masa del
atracción desequilibrada de las moléculas superficiales hacia surfactante, siendo el resto lípidos neutros, principalmente
la profundidad del líquido. Esto ocasiona que la superficie el colesterol. La fosfatidilcolina es el fosfolípido más abun-
tienda a disminuir su área resultando en la llamada tensión dante y representa el 70%-80% de ellos, y se encuentra prin-
superficial. Los alvéolos pulmonares son superficies esféricas cipalmente disaturada con dos ácidos palmíticos que es la
con una interfase gas-líquido con propiedades que cumplen la dipalmitilfosfatidilcolina (DPFC). Entre las formas insatu-
Ley de Laplace, que relaciona la presión necesaria para abrir radas se encuentran las formas monoecoicas principalmen-
los alvéolos (P) con el radio de estos (r) y la tensión superficial te la 1-palmitoil-2-oleil-fosfatidilcolina. Otros fosfolípidos
en su interior (t), donde tenemos P = 2t/r (Figura 1). importantes son fosfatidilglicerol (10% en el pulmón madu-
La tensión superficial está referida al trabajo necesario pa- ro), fosfatidilinositol (5%) y esfingomielina (2% en el pul-
ra expandir los sacos aéreos pulmonares, específicamente los món maduro y 15% en el inmaduro).16,17
alvéolos, principalmente los de menor diámetro que tienden a En la Figura 2 se puede observar la estructura molecular
colapsarse, comprometiendo seriamente la función pulmonar; de un fosfolípido constituida por un esqueleto de tres áto-
pero esto es evitado gracias al surfactante pulmonar.1, 11-15 mos de carbono del glicerol, en el número 1 (carbono alfa)
está unida a la molécula de colina en caso de la fosfatidilco-
lina, de glicerol para el fosfatidilglicerol, de inositol para el
COMPOSICIÓN fosfatidilinositol y de serina para la fosfatidilserina. En los
carbonos 2 y 3 (beta y gamma) están presentes los grupos
El surfactante pulmonar es una estructura altamente orde- acilos de los ácidos grasos.12
nada a escala molecular constituida de fosfolípidos, proteínas La DPFC es el principal agente surfactante alveolar, es
considerado como un lípido ideal para formar una capa de
superficie estable en la interfase aire-líquido alveolar. Es de

0
II
H2C 0 C R1
0
II
R2 C 0 C H
0
II
H2C 0 P 0 CH2 CH2 N+(CH3)3

X
TIPOS DE FOSFOLÍPIDOS
FOSFATIDILCOLINA X ⇒ CH2– CH2 – +N(CH3)3

FOSFATIDILGLICEROL X ⇒ CH2– CHOH – CH2OH
FOSFATIDILETANOLAMINA X ⇒ CH2–CH2 – *NH3
FOSFATIDILINOSITOL X ⇒ CH6H6 (OH)5

FOSFATIDILSERINA X ⇒ CH2–CH(COO ) - +NH3
Figura 1 Fuerzas que interactúan en el interior del alvéolo: la tensión superfi­
cial alveolar (flechas pequeñas) tiende a colapsar el alvéolo y debe ser ven­ Figura 2 Estructura molecular de un fosfolípido. Un grupo polar X determina
cida por la presión (P) necesaria para expandirlo durante la respiración. la clase de fosfolípido.
Capítulo 2: Surfactante pulmonar 25

características anfipáticas dado por su estructura molecu- debido a que experimentan una baja compresibilidad, mos-
lar formada por una «cabeza», de naturaleza polar que está trando una marcada estabilidad frente al colapso durante la
constituida por la colina, grupo fosfato y el glicerol represen- fase de espiración.22-24
tando la parte hidrofílica; mientras que la «cola» está repre- Para que los fosfolípidos cumplan su función deben mo-
sentado por las dos cadenas de ácidos grasos, los dos grupos vilizarse de la fase acuosa a la interfase aire-líquido para for-
palmitato que constituyen la parte hidrofóbica. Por lo tanto, mar la monocapa. Este proceso se produce más rápidamente
se deduce que su disposición en la interfase aire-alvéolo, la cuando los lípidos se encuentran en estado líquido cristalino.
cabeza interactúa con la parte acuosa de la hipofase alveolar La DPFC posee una temperatura de transición de estado
y la cadena de ácidos graso se proyecta hacia la luz donde se gel-cristalino al estado líquido elevada (41ºC), por lo que
encuentra el aire (Figura 3).17-19 su adsorción es más lenta en estas condiciones. Las especies
La biosíntesis del componente lipídico se inicia con la insaturadas presentan una temperatura de transición inferior
síntesis del ácido fosfatídico a partir del glicerol-3-fosfato, el a los 37ºC, facilitando la adsorción del surfactante, y una vez
cual proviene de la fosforilación del glicerol por la acción de formada la monocapa, la DPFC podría ejercer su acción de
la cinasa del glicerol. En el feto humano, se desarrollan dos disminuir la tensión superficial hasta valores de alrededor de
vías para la síntesis de los fosfolípidos tensoactivos: 1 mN/m.25-29
El fosfatidilglicerol (FG) constituye el 5%-10% de los
1. CDP colina (citidín difosfato colina) + 1,2 diglicérido ➝ fosfolípidos del surfactante, pero tiene menor proporción
lecitina (vía de incorporación de colina). de ácidos palmíticos que la fosfatidilcolina. Se ha observado
2. PE (fosfatidiletanolamina + 2CH3 ➝ lecitina (vía de la que el FG y otros fosfolípidos ácidos favorecen el proceso
metilación). de adsorción del surfactante, igualmente el colesterol podría
jugar un papel importante en el control de la viscosidad del
La síntesis del novo de la fosfatidilcolina insaturada en
surfactante alveolar y en la mayor adsorción del DPFC para
el pulmón se produce casi exclusivamente a través de la for-
la renovación de la monocapa del surfactante.30,31
mación de la CDP colina, la segunda vía no es de gran im-
portancia en el pulmón fetal y en el adulto. La primera vía
Componente proteico
es responsable casi del 50% de la formación de la DPFC. El
resto es por mecanismos de desacilación-reacilación y desa-
Las proteínas constituyen el 10% de la masa del surfactante
cilación-transacilación.20,21
pulmonar, de los cuales hay proteínas inespecíficas (princi-
La DPFC tiene la propiedad de formar una monocapa
palmente de origen sérico, como albúmina, inmunoglobuli-
estable de surfactante en la interfase aire-líquido alveolar,
nas, lipoproteínas séricas, citoquinas y factores de crecimien-
requiriendo la presencia de otros lípidos y proteínas, y esto es
to) y un 50% son proteínas específicas denominadas SP-A,

Figura 3 Autoorganización de los fosfolípidos. Guiados por fuerzas hidrofílicas e hidrofóbicas, las colas impolares de los fosfolípidos (U) tienden a juntarse,
formando una doble capa lipídica (1) o una micela (2). Las cabezas polares se dirigen hacia el medio acuoso.
26 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

SP-B, SP-C y SP-D. Estas proteínas se diferencian entre sí, en las células claras bronquiolares y en el epitelio bronquial.36
sobre todo, por su tamaño, hidrofobicidad y función. Aun- Son numerosas las funciones que desempeña la proteína
que sus funciones específicas aún están en estudio, contribu- surfactante A, entre las cuales tenemos: 1) participa en la
yen a las propiedades biofísicas y a la función de regulación formación de la mielina tubular, que no es más que el sur-
metabólica del surfactante endógeno.32 factante que se encuentra en la fase líquida alveolar (esto lo
hace junto con la SP-B y Ca++), 2) acelera la adsorción de los
Proteína A (SP-A) fosfolípidos del surfactante a la interfase aire-líquido, aunque
en forma débil en comparación a las proteínas surfactante B
Fue descrita en 1973 por King y col.33 y es la más abundante y C, 3) estimula el sistema de defensa pulmonar dependiente
de todas. Es una proteína hidrofílica, con un peso molecular de los macrófagos alveolares y fagocitosis de algunos virus
de 32 kDa, una longitud de 20 nm compuesta por 248 ami- mediante su opsonización y 4) regula la concentración del
noácidos. Es una glucoproteína compuesta por 6 trímeros surfactante alveolar, al inhibir la secreción del mismo y pro-
que forman hélices de tipo colagénico que le dan un aspecto mover su reciclaje por los neumocitos tipo II.36-40
de ramo de flores, es decir, su estructura es un hexámero;
ahora clasificada como perteneciente a la familia de las co- Proteína B (SP-B)
lectinas tipo C o dependientes del Ca++ (Figuras 4 y 5).34,35
Existen dos genes para la SP-A humana localizados en el La proteína surfactante B (SP-B) es una pequeña proteína
cromosoma 10 y se expresan en las células alveolares tipo II, de naturaleza hidrofóbica, cuyo monómero tiene 8,7 kDa

Figura 4 Dibujo esquemático de las proteínas surfactantes.

de masa molecular; está constituida por 79 aminoácidos cu-


ya estructura está organizada por dos conjuntos de hélices
que bordean a otros dos conjuntos que están internamente.
Es codificada por un gen en el cromosoma 2, teniendo su
expresión en los neumocitos tipo II y en las células claras
bronquiolares (Figuras 4 y 5).40,41
La SP-B es un componente importante en el surfactante
pulmonar, ya que los anticuerpos contra esta proteína inacti-
van surfactantes exógenos, y producen insuficiencia respira-
toria. Su carencia congénita es incompatible con la vida.42
Entre sus funciones tenemos: 1) aceleración de la forma-
ción de la película de surfactante en la interfase aire-líquido,
por incremento de la adsorción de los fosfolípidos; este efec-
to es acelerado por la presencia de iones de Ca++, 2) aumenta
la resistencia a la inhibición del surfactante por proteínas
Figura 5 Esquema de la estructura de los principales componentes del sur­
factante pulmonar.36 plasmáticas; estos efectos anteriores se deben a la propiedad
Capítulo 2: Surfactante pulmonar 27

de aumentar la capacidad de los lípidos para incorporarse a bohidratos mediada por Ca++. Produce aglutinación de
la interfase aire-líquido, de manera que el surfactante com- bacterias gram-negativas tras unirse a los polisacáridos
pita de forma más eficaz que otras proteínas inhibidoras por bacterianos (LPS), facilita la fagocitosis y destrucción del
alcanzar la superficie, puede remover de forma selectiva, es- hongo Aspergillus fumigatus, y también se asocia a Pneu-
pecies de lípidos aniónicos e insaturados de la película for- mocystis carinii, facilitando su unión a macrófagos alveo-
mada por fosfolípidos en la superficie alveolar; comprobán- lares.48
dose in vitro que en la unión DPFC/FG/SP-B, esta última 2. También regula la homeostasis del surfactante, ya que se
promueve la adsorción de la DPFC durante la formación de ha observado que contrarresta la acción inhibidora de la
la monocapa y la salida del PG durante la compresión, 3) SP-A sobre la acción de los fosfolípidos. En ratones ho-
interviene en conjunto con la SP-A y Ca++, en la formación mocigotos con deficiencia de esta proteína se ha reporta-
de la mielina tubular y 4) también interviene en la recaptura do acumulación de lípidos y proteínas del surfactante en
de los fosfolípidos por los neumocitos tipo II, gracias a su el espacio alveolar y reducción de la SP-A.36,49
capacidad de inducir la mezcla de contenidos lipídicos entre
las membranas.41,43,44
METABOLISMO DE LA SUSTANCIA SURFACTANTE
Proteína C (SP-C)
Se ha considerado que las células alveolares tipo II o neu-
La proteína surfactante C (SP-C) es la más pequeña de las mocitos tipo II son los responsable de la síntesis, almacena-
proteínas surfactantes y la más hidrofóbica, con un peso mo- miento y secreción de los componentes del surfactante pul-
lecular de 4,2 kDa, constituida por 35 aminoácidos con alto monar. Estas células son altamente especializadas y tapizan
contenido en valina, leucina e isoleucina. Su gen está loca- el epitelio alveolar junto con las células escamosas alveolares
lizado en el brazo corto del cromosoma 8 y su expresión es tipo I (Figura 6).1,6
exclusivamente en el neumocito tipo II (Figuras 4 y 5).45 Los fosfolípidos y proteínas son sintetizados en el retí-
Entre sus funciones tenemos: 1) la principal es estabili- culo endoplásmico de los neumocitos tipo II y transportados
zar el surfactante a través de la aceleración de la adsorción vía aparato de Golgi y cuerpos multivesiculares, a los cuerpos
de los fosfolípidos a la interfase aire-líquido e incrementa lamelares para su almacenamiento para luego ser secretado
su actividad tensoactiva, 2) al igual que la SP-B, facilita la hacia la luz alveolar.50
redispersión de la DPFC en la interfase luego del colapso La secreción del surfactante a la hipofase líquida alveolar
de la monocapa durante un ciclo respiratorio, 3) igualmente se realiza por un proceso de exocitosis formando agregados,
incrementa la resistencia del surfactante a su inhibición por conocidos como la «mielina tubular», esto es en presencia de
proteínas séricas o por edema pulmonar.26,33,46 calcio, SP-A y SP-B. La mielina tubular actúa como reservo-
La alteración de la expresión de la SP-C está relacionada rio de la monocapa que se forma en la interfase aire-líquido
con el desarrollo de enfermedades crónicas pulmonares.47 del alvéolo pulmonar. Por muchos años se ha pensado que
el surfactante se encuentra formando una monocapa, pero
Proteína D (SP-D)

La SP-D es una proteína surfactante hidrofílica pertene-


ciente a la familia de las colectinas debido a su estructura
y características funcionales. Es un dodecámero constituido
por tres cadenas polipeptídicas que se entrecruzan, con un
peso molecular de 600 kDa. Su gen está en el cromosoma 10
y su expresión está en los neumocitos tipo II y en las células
Claras (Figuras 4 y 5).33,36
Su función no está totalmente clara, pero se piensa que
interviene en los mecanismos de defensa pulmonar y en la
regulación del balance del surfactante.

1. En relación a la primera función, se ha demostrado su


capacidad de unirse, neutralizar y aumentar la unión de
virus a neutrófilos, todo esto mediante su unión a car- Figura 6 Células alveolares tipo II, observándose cuerpos lamelares.
28 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

actualmente se cree que es un sistema de varias capas lipí- locales de protección inmunológica, específicamente rela-
dicas asociadas estrechamente a la monocapa de la interfase cionados con la sustancia surfactante, los protege de esta
aire-agua. Cuando la película del surfactante es comprimida continua agresión. Las SP-A y SP-D son pertenecientes a
y descomprimida durante la respiración, los componentes li- la familia de las colectinas, proteínas involucradas en la res-
pídicos insaturados y componentes proteicos son excluidos, puesta inmune no mediadas por anticuerpos. Estas proteínas
permitiendo su enriquecimiento con DPFC y de esta mane- unen, aglutinan y opsonizan una gran variedad de agentes
ra reduce la tensión superficial a niveles bajos. Este proceso patógenos, entre las cuales, para nombrar algunos, tenemos:
es favorecido por la SP-A y SP-B (Figura 6).24,26,28 Criptococcus neoformans, Schistosoma mansoni, Micoplasma
En la hipofase acuosa alveolar existen unas pequeñas ve- neumonie y Pneumocystis carinii. Igualmente modulan la
sículas de baja actividad superficial, que son capturadas por conducta de algunas células inmunitarias como macrófagos,
los neumocitos tipo II y reutilizadas para la síntesis del sur- linfocitos, etc.
factante. Estos pequeños agregados constituyen el material Todavía falta por descubrir más acerca de estas impor-
de salida de la monocapa enriquecida de DPFC. Una vez tantes acciones defensivas de la sustancia surfactante que
fuera de la monocapa pueden tener varios caminos: pueden dar mejores conocimientos al tratamiento de pato-
logías pulmonares.54,55
1. Trasporte ciliar a las vías aéreas altas.
2. Paso a linfa o sangre.
3. Captura y degradación por los macrófagos alveolares, RESUMEN
4. Recaptura por los neumocitos tipo II para su reutiliza-
ción o ser degradados en los lisosomas. El surfactante pulmonar es una estructura compleja cons-
tituida principalmente por lípidos y proteínas, que recubre
Este aclaramiento afecta mayormente a los agregados el epitelio alveolar y los bronquiolos respiratorios. El sur-
pequeños, quedando los agregados grandes intactos en la luz factante juega un papel fundamental en la fisiología respi-
alveolar.51 ratoria: su principal función es la de evitar el colapso pul-
monar durante los ciclos respiratorios, al disminuir la ten-
sión superficial alveolar; además de cumplir una función de
FUNCIONES DEL SURFACTANTE PULMONAR protección pulmonar de injurias e infecciones causadas por
partículas y microorganismos provenientes del medio am-
La presencia de la película de surfactante en la interfase biente. El interés por la sustancia surfactante se inició con
aire-líquido alveolar reduce la tensión superficial a niveles el descubrimiento de su deficiencia en aquellos neonatos
cercanos a cero, esto permite que los espacios alveolares pretérmino que presentaban insuficiencia respiratoria debi-
permanezcan abiertos durante la respiración, favoreciendo da al síndrome de membrana hialina, la cual constituye una
el intercambio gaseoso y disminuyendo en cierto modo el de las primeras causas de morbilidad y mortalidad perinatal.
trabajo respiratorio. El interés por el estudio de las propiedades y funciones de
Además, existen evidencias que el surfactante también esta sustancia surfactante es creciente, principalmente en la
realiza su acción a nivel de los bronquiolos, no permitien- búsqueda de mejores alternativas terapéuticas para las pato-
do su cierre durante el proceso respiratorio, principalmente logías pulmonares.
cuando existe un problema inflamatorio.52
Debido al pequeño diámetro alveolar y a la alta tensión
superficial en los mismos hay predisposición a que ocurra BIBLIOGRAFÍA
una trasudación de líquido intersticial a los alvéolos pulmo-
nares, de tal manera que la sustancia surfactante al disminuir 1.- Notter R. Lung surfactant: functions and clinical applica-
la tensión superficial alveolar evita la acumulación de líquido tions. New York: Marcel Dekker; 2000.
en los espacios aéreos pulmonares: facilita la remoción de 2.- Clements J, Hustedd R, Johnson R, Gribetz I. Pulmonary
pequeñas particular de las vías aéreas.26,53 surface tension and alveolar stability. J Appl Physiol 1961;
16: 444-450.
Los pulmones son órganos vulnerables debido a sus ca-
3.- Creuwels L, van Golde L, Haagsman H. The pulmonary sur-
racterísticas anatomohistológicas, de manera que son conta- factant system: Biochemical and clinical aspects (review).
minados por una gran variedad de agentes patógenos, alér- Lung 1997; 175: 1-39.
genos y partículas contaminantes provenientes del medio 4.- Neergaard K. Neue auffassungen über einen grundbegriff der
ambiente. Afortunadamente, la presencia de mecanismos atemmechanik. Z Ges Exp Med 1929; 66: 373-394.
Capítulo 2: Surfactante pulmonar 29

5.- Mead J, Whittenberger J, Radford E jr. Surface tension as a 24.- Schürch S, Schürch D, Curstedt T, Robertson B. Surface ac-
factor in pulmonary volume-pressure hysteresis. J Appl tivity of lipid extract surfactant in relation to film area com-
Physiol 1957; 10: 191-196. pression and collapse. J Appl Physiol 1994; 77: 974-986.
6.- Radford E. Method for estimating respiratory surface area of 25.- Pérez-Gil J. Molecular interactions in pulmonary surfactant
mammalian lungs from their physical characteristics. Proc films. Biol Neonate; 81(S 1): 6-15.
Soc Exp Biol Med 1954; 87: 58-61. 26.- Schief W, Antia M, Discher B, Hall S, Vogel V. Liquid-crys-
7.- Pattle R. Properties, function and origin of the alveolar lin- talline collapse of pulmonary surfactant monolayers. Biophys
ning layer. Nature 1055; 175: 1125-1126. J 2003; 84: 3792-3806.
8.- Clements J. Dependence of pressure-volume characteristics 27.- Crane J, Hall S. Rapid compression transforms interfacial
of lungs on intrinsic surface-active material. Am J Physiol monolayers of pulmonary surfactant. Biophys J 2001; 80:
1956; 187: 592. 1863-1872.
9.- Clements J. Surface tension of lung extracts. Proc Soc Exp 28.- Goerke J, González J. Temperature dependence of dipalmi-
Biol Med 1957; 95:170-172. toylphosphatidylcholine monolayer stability. J Appl Physiol
10.- Avery ME, Mead J. Surface properties in relation to atelecta- 1981; 63: 1979-1986.
sis and hyaline membrane disease. Am J Dis Child 1959; 97: 29.- Daniel C, Orgeig S, Wood P, Sullivan L, Lopatko O, Smits
517-523. A. The changing state of surfactant lipids: new insights from
11.- Clements J, Avery M. Lung surfactant and neonatal respira- ancient animals. Am Zool 1998; 38: 305-320.
tory distress syndrome. Am J Respir Crit Care Med 1998; 30.- Fleming B, Keough K. Surface respreading after collapse of
157: 559-566. monolayers containing mayor lipids of pulmonary surfactant.
12.- Goerke J. Pulmonary surfactant: functions and molecular Chem Phys Lipids 1988; 49:81-86.
composition. Biochim Biophys A 1998; 1408: 79-89. 31.- Meban C. Effect of lipids and other substances on the ad-
13.- Bachofen H, Schürch S. Alveolar surface forces and lung ar- sorption of dipalmitoylphosphatidylcholine. Pediatr Res
chitecture. Comp Biochem Phys A 2001; 129: 183-193. 1981; 15: 1029-1031.
14.- Bachofen H, Schürch S, Uebunelli M, Weibel E. Relations 32.- Whitsett J, Weaver T. Structure, function and regulation of
among alveolar surface tension, surface area, volume and re- pulmonary surfactant proteins. En Bourbon J editor. Pulmo-
coil pressure. J Appl Physiol 1987; 62: 1878-1887. nary surfactant: biochemical, functional, regulatory and clin-
15.- Xu Y, Kobayashi T, Cui X, Ohta K, Kabata C, Tashiro K. ical concepts. Boca Raton; Florida, USA: CRC Press Inc.,
Lung volumes and alveolar expansion pattern in immature 1991. p. 78-105.
rabbits treated with serum-diluted surfactant. J Appl Physiol 33.- King R, Klass D, Gikas E, Clements J. Isolation of apopro-
2004; 97: 1408-1413. teins from canine surface active material. Am J Physiol 1973;
16.- Pattle RE. Surface lining of lung alveoli. Physiol Rev 1965; 224: 788-795.
45: 48-79. 34.- Korfhagen T, Bruno M, Ross G et al. Altered surfactant
17.- Johansson J, Curstedt T. Molecular structures and interac- function and structures in SP-A gene targeted mice. Proc
tions of pulmonary surfactant components. Eur J Biochem Natl Acad Sci USA1996; 93: 9594-9599.
1997; 244: 675-693. 35.- Palaniyar N, Ikegami M, Korfhagen T, Whitsett J, McCor-
18.- Bourbon J. Nature, function and biosynthesis of surfactant mack F. Domains of surfactant protein A that affect protein
lipids. En Bourbon JR editor. Pulmonary surfactant: bio- oligomerization, lipid structure and surface tension. Comp
chemical, functional, regulatory and clinical concepts. Boca Biochem Phys A Mol Integr Physiol 2001; 129: 109-127.
Raton; Florida, USA: CRC Press Inc., 1991. p. 38-76. 36.- Griese M. Pulmonary surfactant in health and human lung
19.- Bernhard W, Hoffmann S, Dombrowsky H, Rau G et al. disease: state of the art. Eur Respir J 1999; 13: 1455-1476.
Phosphatidylcholine molecular species in lung surfactant. 37.- Eggleton P, Reid K. Lung surfactant proteins involved in in-
Am J Respir Cell Moll Biol 2001; 25: 725-731. nate immunity. Curr Opin Immunol 1999; 11: 28-33.
20.- Van Golde L, Casals C. Metabolism of lipids. En: Crystal R, 38.- McCormack F. Structure, processing and properties of surfac-
West J, Weibel ER, Barnes P, editores. The Lung: Scientific tant protein A. Biochim Biophys Acta 1998; 1408: 109-131.
Foundations 2º ed. Philadelphia: Lippincott-Raven Pub- 39.- Yurdakok M. Inherited disorders of neonatal lung diseases.
lisher, 1997. p. 9-18. Turk J Peditr 2004; 46: 105-114.
21.- Kent C. Regulatory enzymez of phosphatidylcholine byo- 40.- Hagwood S, Poulain F. The pulmonary collectins and surfac-
synthesis: a personal perspective. Biochim Biophys A 2005; tant metabolism. Annu Rev Physiol 2001; 63: 495-519.
1733: 53-66. 41.- Whitsett J, Nogee L, Weaver T, Horowitz A. Human surfac-
22.- Grunder R, Gehr P, Bachofen H, Schürch S, Siegenthaler H. tant protein B structure, function, regulation and genetic dis-
Structures of surfactant films: a scanning force microscopy ease. Physiologycal Reviews 1995; 75:749-757.
study. Eur Respir J 1999; 14: 1290-1296 42.- Cole F, Nogee L, Hamvas A. Defects in surfactant synthesis:
23.- Schürch S, Lee M, Gehr P. Pulmonary surfactant: surface clinical implications. Pediatr Clin N Am 2006; 53: 911-927.
properties and function of alveolar and airway surfactant. 43.- Brockman J, Wang Z, Notter R, Dluhy R. Effect of hydro-
Pure & Appl Chem 1992; 64: 1745-1750. phobic surfactant protein SP-B and SP-C on binary phos-
30 Sección I: La maduracion pulmonar fetal como preparación al nacimiento

pholipids monolayers II. Infrared External reflectance-ab- 50.- Marin L. The type II pneumocyte. En Bourbon J editor. Pul-
sorption spectroscopy. Biophysical J 2003; 84: 326-340. monary surfactant: biochemical, functional, regulatory and
44.- Hawgood S. Surfactant protein B: structure and function. clinical concepts. Boca Raton; Florida, USA: CRC Press
Biol Neonate 2004; 85: 285-9. Inc., 1991. p. 16-77.
45.- Johansson J. Structure and properties of surfactant protein C. 51.- Horowitz A, Kurak K, Moussavian. J, Whitsett S et al. Pref-
Biochim Biophys Acta 1998; 1408: 150-160. erential uptake of small-aggregate fraction of pulmonary
6.- Beers M, Mulugeta S. Surfactant protein C biosynthesis and surfactant in vitro. Am J Physiol Cell Mol Physiol 1997; 273:
its emerging role in conformational lung disease. Ann Rev L468-L477.
Physiol 2005; 67: 663-696. 52.- Enhorning G, Duffy L, Welliver R. Pulmonary surfactant
47.- Lawson W, Polosukhin V, Stathopoulos G et al. Increased maintains patency of conducting airways in the rat. Am J
and prolonged pulmonary fibrosis in surfactant protein C- Respir Crit Care Med 1995; 151: 554-556.
deficient mice following intratracheal bleomycin. Am J 53.- Hohlfeld J, Fabel H, Hamm H. The role of pulmonary sur-
Pathol 2005; 167: 1267-1277. factant in obstructive airways disease. Eur Respir J 1997; 10:
48.- Crouch E. Surfactant protein-D and pulmonary host de- 482-491.
fense. Respir Res 2000; 1: 93-108. 54.- Batenbury J. Surfactant proteins SP-A and SP-D: interac-
49.- Kuroki Y, Shiratori M, Murata M, Akino T. Surfactant pro- tions with pathogens. Applied Cardiopulm pathophysiol
tein D (SP-D) counteracts the inhibitory effect of surfactant 2004; 13: 14-18.
protein A (SP-A) on phospholipids secretion by alveolar 55.- Floros J, Phelps D, Pison U, Spragg R. Pulmonary surfactant-
type II cells. Interaction of native SP-D with SP-A. Bio- update on function, molecular biology and clinical implica-
chem J 1991; 279: 115-119. tion. Current Respiratory Medicine Reviews 2005; 1: 77-84.
SECCIÓN II
CORTICOSTEROIDES
Y MADURACIÓN
PULMONAR FETAL

Suficiente investigación
respaldará cualquier teoría

Murat

En no pocas ocasiones, ya sea por causa fetal, materna o am-


bas, finaliza o debe finalizarse la gestación antes del término,
e incluso antes de que la madurez pulmonar fetal se haya
alcanzado. De ahí que en estos casos, si se deja al feto en el
útero, puede alterarse por la patología concomitante, pero si
se extrae puede lesionarse por la presencia del síndrome de
dificultad respiratoria y sus consecuencias. Una de las estra-
tegias principales destinadas a reducir la mortalidad perina-
tal tiene como objetivo la prevención del parto pretérmino o
de su principal complicación, el síndrome de dificultad res-
piratoria (SDR) neonatal. La manipulación de la madurez
pulmonar mediante la administración de ciertos fármacos
a la madre o al feto puede obviar esta disyuntiva, evitando
los problemas inherentes a inmadurez. Varias intervenciones pulmonar; mientras que en la diabetes gestacional descom-
han sido y son utilizadas para estimular la maduración pul- pensada y en la isoinmunización Rh puede retrasarse.
monar fetal y de esta manera reducir el riesgo de SDR en el Los resultados de estudios en animales y de observacio-
recién nacido pretérmino, pero muy pocas han sido evalua- nes clínicas proporcionan fuerte evidencia que soporta el
das por estudios clínicos controlados y aleatorios.1 concepto que, durante el desarrollo fetal, la disponibilidad
Además de esta inducción farmacológica, durante el creciente de corticosteroides endógenos modulan la tasa de
embarazo otras condiciones médicas u obstétricas pueden diferenciación de numerosos tejidos. Estos hechos sugieren
también acelerar o retardar la maduración pulmonar fetal de que la elevación de los niveles endógenos de corticosteroides
manera espontánea (Cuadro 1). Se considera que ante algu- es suficiente para inducir espontáneamente la maduración
nas situaciones como en la hipertensión crónica, estados hi- pulmonar fetal. De manera que la terapia prenatal exógena
pertensivos, restricción del crecimiento intrauterino, ruptura con corticosteroides sería equivalente a la respuesta fisioló-
prematura de membranas, enfermedad vascular materna y el gica al estrés experimentada por el feto e imitaría la exposi-
trabajo de parto, se acelera espontáneamente la maduración ción endógena que ocurre en el útero. Los corticosteroides

31
32 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

aceleran la maduración pulmonar fetal a través de varios malacia periventricular y la mortalidad feto-neonatal; inde-
mecanismos donde participan estimulando tanto el funcio- pendientemente del uso posnatal de surfactante.4
nalismo como el desarrollo estructural del pulmón.2,3 Los capítulos contenidos en esta sección pretenden abar-
Las sustancias más estudiadas de manera prospectiva, car de manera integral la relación existente entre los corti-
controlada y aleatoria, para la aceleración de la maduración costeroides y la maduración pulmonar fetal.
pulmonar fetal, son los corticosteroides. Se ha necesitado
muchos años de investigación para descubrir la inducción BIBLIOGRAFÍA
de la maduración pulmonar con corticosteroides, reprodu-
cir los resultados iniciales, analizarlos, aceptarlos, establecer 1.- Cabero-Roura L. Nuevos aspectos en la manipulación farma-
consensos sobre su utilidad clínica y difundir estas conductas cológica de la madurez pulmonar fetal. En: XII Congreso
a nivel mundial. A pesar de décadas de estudio, persisten Español de Medicina Perinatal. Madrid, 23-25 de Septiem-
algunas dudas todavía, por lo que en varios países se están bre de 1999.
realizando grandes pruebas controladas y aleatorias con el 2.- Ballard P, Ballard R. Scientific basis and therapeutic regi-
fin de responderlas. mens for use of antenatal glucocorticoids. Am J Obstet Gy-
Hasta que el parto pretérmino pueda ser prevenido, se de- necol 1995; 173: 254-262.
be tener como objetivo disminuir la morbilidad y mortalidad 3.- Murphy K. Parto pretérmino y corticosteroides antenatales.
perinatal. Uno de los avances más significantes en este aspecto En: Cabero L. Parto prematuro. Primera edición. Editorial
es la terapia prenatal con corticosteroides, la cual reduce cla- Médica Panamericana: Madrid. 2004. p. 113-123.
ramente la incidencia de síndrome de dificultad respiratoria, 4.- Wapner R, Waters T. Introduction and historical perspectiva.
hemorragia intraventricular, enterocolitis necrosante, leuco- Clin Obstet Gynecol 2003; 46: 125-131.

ACELERAN RETARDAN

HIPERTENSIÓN INDUCIDA POR DIABETES DE LA GESTACIÓN

EL EMBARAZO ISOINMUNIZACIÓN POR Rh

RESTRICCIÓN DEL

CRECIMIENTO INTRAUTERINO

RUPTURA PREMATURA DE

MEMBRANAS

HIPERTENSIÓN CRÓNICA

ENFERMEDAD VASCULAR

MATERNA

TRABAJO DE PARTO
Cuadro 1 Condiciones que aceleran o re­
tardan la maduración pulmonar fetal duran­
te el embarazo.
Ciencia prematura 1
y pulmones inmaduros Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás,


mas sólo puede ser vivida viendo para adelante

Soren Kierkegaard

Desde la existencia de la humanidad, el hombre se ha inte-


resado en conocer la duración del embarazo. Es así como se
conoce que los antiguos griegos durante la época gloriosa de
la medicina hipocrática se preocuparon porque algunos partos
duraban más que otros (Figura 1). Asimismo, desde tiempos
ancestrales se ha asociado la anencefalia humana con la pro-
longación de las gestaciones (Figura 2). La primera referencia
conocida sobre esta asociación fue la de Rea1 en 1898, quien
publica en la revista de la Asociación Médica Americana ( JA-

Figura 1 Desde la existencia de la humani­


dad, el hombre se ha interesado en cono­
cer la duración del embarazo. Los antiguos
griegos durante la época gloriosa de la me­
dicina hipocrática se preocuparon porque
algunos partos duraban más que otros.

33
34 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 2 Desde tiempos ancestrales se ha


asociado la anencefalia humana con la
pro­longación de las gestaciones. La prime­
ra referencia conocida sobre esta asocia­
ción fue la de Rea1 en 1898, quien publicó
un caso de embarazo prolongado, anence­
falia y placenta previa.

MA, por sus siglas en inglés) un caso de embarazo prolon-


gado, anencefalia y placenta previa. Unos años más tarde, en
estudios en animales, Kennedy y col.2 (1957) y Holm y col.3
(1961) establecieron dos tipos de partos anormales en bovinos:
en el primero, el becerro postérmino es inmaduro, con defec-
tos del sistema nervioso central y cráneo y su adenohipófisis es
aplásica; y en el segundo, el becerro es macrosómico y carece
de anomalías. Estos autores, además, asociaron la posmadurez
con insuficiencia suprarrenal e hipertiroidismo, postulando
que en el ganado Holstein-Friesian con embarazo prolonga-
do existen grados variables de insuficiencia suprarrenal, cuyo
extremo produce hipertiroidismo; y este cuadro clínico sería
condicionado genéticamente y el defecto primario radicaría Figura 3 Sir Graham Collingwood Liggins es uno de los más famosos
en la adenohipófisis. Sus trabajos sirvieron como base para científicos médicos de Nueva Zelanda. Mientras resolvía la incertidumbre
que, en 1966, Graham Collingwood Liggins (Figura 3),4,5 de que había dejado perplejos a filósofos y científicos desde la época de
Hipócrates, sobre la iniciación del parto, descubrió a través de estudios
la Escuela de Posgrado de Obstetricia y Ginecología de la en animales que era el feto, y no la madre como se creía hasta entonces,
Universidad de Auckland en Nueva Zelanda (Figura 4), junto quien controlaba el nacimiento; y que el mismo mecanismo que controlaba
a estos investigadores, iniciara sus estudios, obteniendo emba- el parto también aceleraba la maduración de órganos fetales con el fin de
prepararlos para el nacimiento. Demostró que estimulando las suprarrenales
razos prolongados en ovejas a las que les producían lesiones fetales o infundiendo corticosteroides adrenales se aceleraba la maduración
quirúrgicas de la hipófisis. pulmonar. Con su colega pediatra Ross Howie, organizó una gran prueba
Concretamente, en 1967, Liggins, Kennedy y Holm,6 controlada y aleatoria para tratamiento con corticosteroides a mujeres con
probabilidad de parto prematuro, con el fin de prevenir el síndrome de
basados en los trabajos anteriores, investigando el papel fe- dificultad respiratoria en el recién nacido; logrando disminuirlo, así como
tal en la duración de la gestación, y específicamente el pa- también conjuntamente redujeron la mortalidad perinatal.
pel hipofisiario, lograron prolongar el embarazo en fetos de
corderos a los cuales les realizaron electrocoagulación de la
hipófisis (Figuras 5 y 6). Para este momento se creía que
el inicio del parto dependía de múltiples factores, entre los
cuales la hipófisis era uno de ellos. De acuerdo con su tra-
bajo, estos autores concluyeron que la integridad de la pi-
tuitaria fetal y probablemente del hipotálamo es esencial en
Capítulo 1: Ciencia prematura y pulmones inmaduros 35

Figura 4 En la Universidad de Auckland,


Nueva Zelanda, inició Liggins sus estudios,
obteniendo embarazos prolongados en
ovejas a las que les producían lesiones qui­
rúrgicas de la hipófisis.

Figura 5 En 1967, Liggins, Kennedy y Holm,6 investigando


el papel fetal en la duración de la gestación, y específica­
mente el rol hipofisiario, lograron prolongar el embarazo en
fetos de corderos a los cuales les realizaron electrocoagula­
ción de la hipófisis. En la figura se aprecia el electrodo en
posición en la silla turca.

la iniciación del parto en la oveja; distinguieron diferencias cuando las circunstancias son apropiadas, y el «secundario»
en el comienzo del parto en algunas especies como la ove- resultante de la falla en el mecanismo de inicio del parto, en
ja, la vaca y el humano; y destacaron que el papel del feto el cual el embarazo continúa indefinidamente terminando
es más pasivo que activo. Además propusieron dos formas semanas o meses después con la muerte intrauterina del feto.
de embarazo prolongado: el «verdadero», que se extiende El embarazo prolongado por lesiones hipofisiarias pertenece
anormalmente pero termina con inicio espontáneo del parto a este segundo grupo.
36 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 6 Sección media sagital a través de la silla


turca, 24 horas después de la operación. La hipófi­
sis está extensamente coagulada y se aprecia una
porción del hipotálamo.6

En 1968, Liggins7 publicó un trabajo en el cual median-


te la infusión de hormona adrenocorticotrofina (ACTH) y
cortisol logró producir partos prematuros en fetos de cor-
deros. Nuevamente estudiando el papel hipofisiario en el
inicio del parto, se basó en su trabajo de 19676 y en otros
dos: primero, en las observaciones de Binns y col.8 de 1964,
que fetos de corderos con lesiones ciclópeas inducidas por
la acción teratogénica del Veratum californicum ingerido por
la oveja al decimocuarto día de embarazo podían permane-
cer en el útero por varias semanas después del término; y
segundo, en la experiencia de Liggins y Kennedy9 en 1968,
que la ablación pituitaria era seguida por hipoplasia marcada
de la corteza adrenal fetal, sugiriendo que a través de ella
podía manifestarse la influencia hipofisiaria en la iniciación
del parto. El soporte de esta última hipótesis se basó en su
trabajo de 19664 en corderos gemelos, cuando por lesiones
pituitarias inducidas por Veratum californicum en uno de los
gemelos, el embarazo se prolongaba, y 10 días después del
término, inyectaban ACTH en infusión continua dentro del
cordero, y a los 6 días ocurría el parto; y encontraron que las
suprarrenales del gemelo infundido con ACTH pesó 740
mg, mientras que las del que no se infundió, sólo pesaron
293 mg (Figura 7). De manera que, en este trabajo, Lig-
gins7 logró demostrar la participación activa del feto en la
iniciación del parto, mediante la estimulación del eje hipo-
tálamo-hipófisis-adrenal. El parto prematuro se producía
cuando bajo estimulación, las adrenales alcanzaban un peso
Figura 7 Liggins7 logró demostrar la participación activa del feto en la inicia­
promedio de 532 mg, peso similar o excedente al de las su- ción del parto, mediante la estimulación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal.
prarrenales de corderos a término. Sin embargo, en la oveja, Luego del parto pretérmino provocado con dexametasona, las suprarrenales
a diferencia de los fetos de cordero, no pudo provocar los de fetos corderos pesaron más que las de corderos normales a término. De
arriba abajo, los órganos de corderos gemelos son bazo, glándula linfática
partos, probablemente debido a que las dosis usadas en la supraescapular, timo suprarrenales y riñones. El cordero B fue infundido con
oveja representaban un nivel mayor en los corderos; y tam- corticosteroides y el cordero A no.
Capítulo 1: Ciencia prematura y pulmones inmaduros 37

poco pudo establecer el mecanismo responsable de la inicia- desarrollo parcial de sus alvéolos pulmonares (Figura 8), las
ción del parto en la oveja a término, ni cuál corticosteroide cuales atribuyó a la aparición acelerada de actividad surfac-
suprarrenal era el mediador del efecto de la ACTH. Este tante inducida por los corticosteroides. Este hallazgo fortui-
papel se lo atribuyó al cortisol, aunque no pudo determinar to sería el que iniciaría la investigación sobre la inducción
su mecanismo de acción, y tampoco descartó la participación de maduración pulmonar fetal con corticosteroides en hu-
de otros glucocorticoides. Finalmente, propuso que una alta manos.
tasa de aclaramiento de cortisol en el compartimiento fetal
podría incrementar la liberación hipofisiaria de ACTH y es-
timular el crecimiento y actividad suprarrenal. RESUMEN
Continuando con la misma línea de investigación, en
1969, Liggins,10 intentando diferenciar el corticosteroide En este capítulo se describe la preocupación ancestral del
responsable de la iniciación del parto, infundió fetos de cor- hombre por conocer la duración e iniciación del parto y al-
deros con dexametasona, desoxicorticosterona y corticoeste- gunos trabajos sobre este tema, desarrollados en animales
rona, y provocó partos prematuros con dexametasona sola- durante la década de los años 60 por un grupo de Auckland,
mente, con lo cual el parto pretérmino parecía estar ligado al Nueva Zelanda, encabezado por Graham Collingwood Lig-
efecto glucocorticoide (dexametasona) y no al efecto minera- gins, en los que se investigó el papel desempeñado por el eje
locorticoide (desoxicorticosterona y corticoesterona). Estos hipotálamo-hipófisis-suprarrenales, y se logró tanto prolon-
partos prematuros inducidos por dexametasona no pudieron gar el embarazo mediante electrocoagulación de la hipófisis
ser bloqueados con la administración de progesterona, por como producir partos prematuros después de la infusión de
lo que sugirió que esta hormona no podía detener el parto corticosteroides. Luego del parto pretérmino inducido por
iniciado por dexametasona en el embarazo a término. dexametasona, descubren casualmente que los corderos pre-
En este trabajo, hubo también un hecho casual: compa- maturos respiraban bien, lo que atribuyeron a estimulación
rados con los controles, los corderos nacidos vaginalmente de la producción de surfactante, hallazgo que sirvió de base
luego de un parto prematuro inducido por dexametasona a la investigación en humanos sobre la aceleración de la ma-
respiraban bien, y en la autopsia presentaban aireación y duración pulmonar.

Figura 8 Luego de un parto prematuro inducido por dexametasona, los corderos nacidos vaginalmente respiraban bien, y en la autopsia presentaban aireación
y desarrollo parcial de sus alvéolos pulmonares; las cuales Liggins10 atribuyó a la aparición acelerada de actividad surfactante inducida por los corticosteroides.
Este hallazgo fortuito sería el que iniciaría la investigación sobre la inducción de maduración pulmonar fetal con corticosteroides en humanos.
38 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

BIBLIOGRAFÍA stet Gyneco N Y 1966; 27: 323-326.


6.- Liggins G, Kennedy P, Holm L. Failure of initiation of par-
1.- Rea C. Prolonged gestation, acrania monstrosity and appar- turition alter electrocoagulation of the pituitary of the fetal
ent placenta praevia in one obstetrical case. J Am Med Ass lamb. Am J Obstet Gynecol 1967; 98: 1080-1086.
1898; 30: 1166-1167. 7.- Liggins G. Premature parturition after infusion of cortico-
2.- Kennedy P, Kendrick J, Stormont C. Adenohipophyseal trophin or cortisol into foetal lambs. J Endocrin 1968; 42:
aplasia, an inherited defect associated with abnormal gesta- 323-329.
tion in Guernsey cattle. Cornell Vet 1957; 47: 160-178. 8.- Binns W, James J, Shupe J. Toxicosis of Veratum californi-
3.- Holm L, Parker H, Galligan S. Adrenal insufficiency in post- cum in ewes and its relationship to a congenital deformity in
mature Holstein calves. Am J Obstet Gynecol 1961; 81: lambs. Ann N Y Acad Sci 1964; 111: 571-576.
1000-1008. 9.- Liggins G, Holm L, Kennedy P. Effects of electrocoagula-
4.- Liggins G, Holm L, Kennedy P. Prolonged pregnancy fol- tion of the foetal lamb hypophysis on growth and develop-
lowing surgical lesions of the foetal lambs pituitary. J Reprod ment. J Endocrin 1968; 40: 371-381.
Fert 1966; 12: 419-422. 10.- Liggins G. Premature delivery of foetal lambs infused with
5.- Liggins G. A self retaining catheter for fetal transfusion. Ob- glucocorticoids. J Endocrin 1969; 45: 515-523.
Investigación original 2
con betametasona Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

Estar preparado es importante, saber esperar lo es aun más,


pero aprovechar el momento oportuno es la clave de la vida

Arthur Schnitzler

En 1969, Graham Collingwood Liggins, de la Escuela de


Posgrado de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de
Auckland, Nueva Zelanda, mientras realizaba estudios en
corderos de ovejas sobre la iniciación y duración del parto,
fortuitamente descubrió que estimulando la corteza supra-
rrenal fetal o infundiendo corticosteroides adrenales para
provocar el parto prematuro los corderos al nacer respiraban Además, para ese momento, existía también el conocimiento,
bien y en la autopsia de los animales muertos presentaban basado en estudios de Francis Moog y otros autores2-14 (Fi-
aireación y expansión parcial de sus alvéolos pulmonares.1 gura 1) con diversos animales (ratón, pollo, corderos, conejos,

Figura 1 Entre 1953-68, Francis Moog y


otros autores2-14 en estudios con diversos
animales (pollo, corderos, ratas, ratón, co­
nejos) demostraron que los corticosteroides
suprarrenales podían estimular diferentes
sistemas enzimáticos que aceleraban la
maduración en diferentes órganos fetales.

39
40 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

ratas), que los corticosteroides suprarrenales (principalmen- Rh (n: 21), malformaciones congénitas fetales (n: 14) y pla-
te hidrocortisona) podían estimular diferentes sistemas en- centa previa (n: 2). Las pacientes fueron distribuidas al azar y
zimáticos (fosfatasas, invertasas, glutamino sintetasa, enzima eran inyectadas por un farmacéutico que desconocía el con-
formadora de epinefrina, tirosina amino transferasa), que tenido de las ampollas. Al grupo de estudio se les adminis-
aceleraban la maduración de en diferentes órganos fetales tró una inyección intramuscular de una mezcla de 6 mg de
(duodeno, intestino delgado, retina, pulmones, hígado), con fosfato de betametasona y 6 mg de acetato de betametasona,
el fin de prepararlos para el nacimiento (Figura 2). mientras que al grupo control se le inyectó una solución de
Basado en estos dos hechos, Liggins sugirió que los glu- apariencia similar, con 6 mg de acetato de cortisona, cuya
cocorticoides causaban liberación prematura de surfactante potencia es solamente la séptima parte de la betametasona.
en los alvéolos pulmonares, quizá por inducción de alguna A menos que ocurriera el parto antes, 24 horas después de la
enzima envuelta en la biosíntesis de surfactante, y decidió primera ampolla, se les colocaba otra inyección con el mis-
reunirse con su colega de la misma Universidad, el pediatra mo contenido. Se intentó retrasar el parto por 48-72 horas,
Ross Howie, para experimentar en humanos con el trata- administrando etanol o salbutamol. Si había rotura espontá-
miento con corticosteroides suprarrenales a mujeres con pro- nea de membranas, se indicaron antibióticos y el período de
babilidad de parto prematuro, con el fin de prevenir el síndro- detención del parto se limitó a 48 horas.
me de dificultad respiratoria (SDR) en el recién nacido. En el grupo que se planeó el parto, las inyecciones se co-
Luego de 3 años de investigación, su trabajo fue publica- locaron 3 días antes de la inducción electiva. En muy pocas
do en 1972.15 Se trató de una gran prueba controlada y alea- pacientes se realizó amniocentesis, relación lecitina/esfingo-
toria realizada en madres con riesgo de parto prematuro o mielina y concentraciones séricas de cortisol. Todos los recién
cuyo parto había sido planeado antes de las 37 semanas, y su nacidos fueron examinados por un pediatra y se les hizo la va-
objetivo principal, como ya se mencionó, era de reducir la in- loración Apgar a 1 y 5 minutos, estimación de la edad de ges-
cidencia de SDR, acelerando la maduración de los pulmones tación, valoración respiratoria con la puntuación de Silverman,
fetales. Durante un período de 22 meses que comenzó en alimentación temprana, glicemia 3 veces al día los primeros 3
diciembre de 1969, reclutaron 282 pacientes con embarazos días y bilirrubina a las 48 horas del nacimiento y 2 veces al día
entre 24-36 semanas y riesgo o trabajo de parto prematuro. en los que tenían ictericia. Cuando fue necesario, se hicieron
Excluyeron las mujeres cuyo parto ocurrió antes de la admi- radiografías de tórax, colocación de catéteres en arteria umbi-
sión al hospital y a las que consideraron que los corticoste- lical, soporte ventilatorio y circulatorio o autopsias.
roides estaban contraindicados. Fueron agrupadas en las que El grupo de pacientes en las que el parto no fue planeado
el parto no fue planeado (n: 213 mujeres) y las que se planeo estuvo constituido por 213 mujeres, de las cuales 117 forma-
el parto (n: 69), las cuales a su vez fueron subdivididas por ron parte del grupo de estudio y 96 del grupo control. Ambos
patología en: hipertensión arterial (n: 32), isoinmunización grupos presentaron una proporción similar (23%) de partos

Figura 2 Francis Moog y otros autores,2-14 en


estudios con animales, entre 1953 y 1968,
demostraron que los corticosteroides supra­
rrenales podían estimular diferentes sistemas
enzimáticos que aceleraban la maduración
de diferentes órganos fetales (hígado, duo­
deno, pulmones, intestino delgado, retina).
Capítulo 2: Investigación original con betametasona 41

en las primeras 24 horas de haber ingresado, por lo que no temprana (3,2% y 15%; P <0,01). La incidencia de SDR en el
recibieron el tratamiento completo; y el intervalo admisión- grupo de estudio fue sólo la tercera parte de la de los controles
parto fue mayor en las que recibieron betametasona, pero no (9% y 25,8%; P <0,003). En relación al tiempo transcurrido
fue estadísticamente significativo. La tasa de mortalidad fetal entre el ingreso a la prueba y el parto (Tabla 2), hubo pocas
(Tabla 1) también fue similar en los dos grupos (alrededor diferencias en la incidencia de SDR en los 2 grupos, en las
de 3%), pero la tasa de mortalidad perinatal fue menor en que parieron antes de 24 horas de haber entrado en la prueba,
el grupo de tratamiento que en los controles (6,4% y 18%; pero en las que parieron después de 24 horas la diferencia fue
P <0,02), debido a una menor tasa de mortalidad neonatal marcada, ya que fue menor en el grupo de estudio que en el

GRUPO TRATADO
CON GRUPO
BETAMETASONA CONTROL P
Nº % Nº %

MUERTE FETAL ANTEPARTO 3 2,4 — 0,0 NS

MUERTE FETAL INTRAPARTO 1 0,8 3 3,0

MUERTE NEONATAL TEMPRANA 4 3,2 15 15,0 0,01

MUERTE PERINATAL 8 6,4 18 18,0 0,02

SOBREVIVIERON A LOS 7 DÍAS 118 93,6 32 82,0

TODOS LOS BEBES 126 100,0 100 100,0

Tabla 1 Supervivencia infantil en parto pre­


maturo no planeado (todos los niños).15

INTERVALO ADMINISTRACIÓN GRUPO TRATADO


PARTO CON GRUPO CONTROL
BETAMETASONA P
Nº SDR % SDR Nº SDR % SDR

<24 h. 29 7 24,1 22 7 31,8 NS

24 - <48 h. 20 2 10,0 19 7 36,8 NS

2 - 7 DÍAS 28 1 3,6 24 8 33,3 0,03

7 DÍAS Y MÁS 45 1 2,2 32 3 9,4 NS

TODOS LOS NACIDOS VIVOS 122 11 9,0 97 25 25,8 0,003


TODOS LOS NACIDOS VIVOS 24
o MÁS HORAS DESPUÉS DE 93 4 4,3 75 18 24,4 0,002
Tabla 2 Ocurrencia de síndrome de dificul­
tad respiratoria en niños nacidos vivos re­ ENTRAR A LA PRUEBA
lacionados al intervalo administración-parto
en niños paridos después de un parto pre­
maturo no planeado.15
42 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

de control (4,3% y 24%; P <0,002) debido principalmente a lo consideraron de poco valor en el puerperio. Consideraron
la diferencia en las que parieron entre 2-7 días (3,6% y 33%; como peligros potenciales del uso de corticosteroides los si-
P <0,03). En las que parieron después de 7 días no hubo di- guientes: parto prematuro, restricción del crecimiento intrau-
ferencias significativas. Con respecto a la edad de gestación, terino, disminución de la resistencia a la infección, hemorragia
la incidencia de SDR (Tabla 3) fue menor en el grupo tratado cerebral intraventricular e incremento de la mortalidad peri-
que en el de control (4,3% y 24%; P <0,002), pero la diferen- natal. Concluyeron señalando que, en humanos, hay suficiente
cia estuvo confinada a los recién nacidos paridos antes de 32 evidencia de efectos beneficiosos de los corticosteroides en la
semanas (11,8% y 69,6%; P <0,02). No hubo complicaciones función pulmonar y de ausencia de efectos adversos, demos-
del embarazo, parto o puerperio atribuibles a los corticoste- trando la aceleración de la maduración pulmonar fetal.
roides, y tampoco hubo riesgo añadido de infección fetal o En los años siguientes a la divulgación de este trabajo
neonatal y no hubo diferencias en la puntuación Apgar o en (1973-1976), Liggins y Howie,16-22 en forma individual o
la incidencia de hipoglicemia, ictericia o diarrea. conjunta, continuaron realizando sus investigaciones y di-
Con respecto a las pacientes en las que se planeó el parto, fundiendo y publicando sus hallazgos sobre la aceleración
en el grupo con isoinmunización Rh, las tasas de mortalidad de la maduración pulmonar y la «preparación para el parto»
perinatal y la incidencia de SDR, no hubo diferencias sig- producida por los corticosteroides en los humanos.
nificativas entre los dos grupos. Y en las mujeres con hiper- Sin lugar a dudas que este estudio pionero sentó prece-
tensión arterial, en el grupo de estudio hubo mayor tasa de dentes a nivel mundial, ya que los autores demostraron por
mortalidad perinatal que en el de control (31,6% y 15,4%) y primera vez, en humanos, la aceleración de la maduración
menor incidencia de SDR (7,1% y 30,8%), pero las diferen- pulmonar fetal, reduciendo a la vez la incidencia de SDR y la
cias tampoco fueron significativas. tasa de mortalidad perinatal. Pero desde su publicación hasta
Los autores afirmaron que el modo de acción de los cor- la presente fecha han transcurrido 3 ½ décadas y su contenido
ticosteroides, era debido en parte, a la liberación de surfac- en muchos casos ha sido olvidado, y en otros ha sido modifi-
tante ya almacenado en el epitelio alveolar, pero sin descartar cado por variaciones de algunos autores, y, peor aun, a veces ha
la participación de otros mecanismos. Consideraron que la sido deformado a capricho personal, por lo que se considera
atelectasia alveolar era el resultado, más que la causa, de la imprescindible resumir y destacar algunos de sus hechos funda-
deficiencia de surfactante, y que este déficit era más primario, mentales, en aras de la certidumbre histórica y científica:
que secundario a otras causas como isquemia pulmonar e hi- 1. Liggins no fue el único autor: fue acompañado por
poxia fetal, sobre todo en los neonatos de < 32 semanas. No el pediatra Ross Howie.
encontraron explicación a la diferencia en el efecto del corti- 2. Se trató de una prueba controlada y aleatoria.
costeroide antes y después de las 32 semanas. Recomendaron
3. El corticosteroide usado: betametasona.
el uso de corticosteroides al menos 24 horas antes del parto y
4. Las sales utilizadas: fosfato y acetato.

GRUPO TRATADO
CON GRUPO CONTROL
BETAMETASONA P
Nº SDR Nº SDR
NIÑOS Nº % NIÑOS Nº %

EDAD DE GESTACIÓN AL
MOMENTO DEL PARTO:

26 - <32 SEMANAS 17 2 11,8 23 16 69,6 0,02

32 - <37 SEMANAS 43 2 4,7 29 2 6,9 NS

37 o MÁS SEMANAS 33 0 0,0 23 0 0,0 NS

TODOS LOS NIÑOS


NACIDOS VIVOS 93 4 4,3 75 18 24,0 0,002 Tabla 3 Incidencia de síndrome de dificul­
tad respiratoria de acuerdo a la edad de
gestación al momento del parto en nacidos
vivos de partos no planeados al menos 24
horas después de entrar a la prueba.15
Capítulo 2: Investigación original con betametasona 43

5. La dosis: 12 mg. 8.- Reynolds E, Jacobson H, Motoyama E, Kikkawa Y, Craig J,


6. El número de dosis: 2. Orsalezi M et al. The effect of immaturity and prenatal as-
phyxia on the lungs and pulmonary function of the newborn
7. El intervalo de separación: 24 horas.
lambs: the experimental production of respiratory distress.
8. La vía: intramuscular.
Pediatrics 1965; 35: 382-392.
9. Por ser mucho menos potente, emplearon como 9.- Moscona A, Piddington R. Stimulation by hydrocortisone of
control la cortisona. premature changes in the developmental pattern of gluta-
10. Fueron usados como terapia de emergencia en pa- mine synthetase in the embryonic retina. Biochem Biophys
cientes con riesgo inminente o parto prematuro, y Acta 1966; 121: 409-411.
no de manera selectiva o profiláctica. 10.- Hijmans J, McCarty K. Induction of invertase activity by hy-
11. La reducción de la incidencia de SDR fue significati- drocortisone in chick embryo duodenum cultures. Proc Soc
Exp Biol Med 1966; 123: 633-637.
va entre 2-7 días después de iniciado el tratamiento.
11.- Brumley G, Chernick V, Hodson W, Normand I, Fenner A,
12. No utilizaron cursos de repetición 7 días después o Avery M. Correlations of mechanical stability, morphology,
semanalmente. pulmonary surfactant and phospholipid content in the devel-
13. La reducción de la incidencia de SDR fue signifi- oping lamb lung. J Clin Invest 1967; 46: 863-873.
cativa antes de las 32 semanas de embarazo. 12.- Parker L, Noble E. Prenatal glucocorticoid administration
14. Lograron reducir la mortalidad perinatal produci- and the development of the epinephrine forming enzyme.
da por el parto prematuro. Proc Soc Exp Biol Med 1967; 27: 973-990.
13.- Buckinghan S. Is lung an analog of Moog’s developing intes-
tine? I. Phosphatases and pulmonary alveolar differentiation
RESUMEN in fetal rabbits. Fed Proc 1968; 27: 328.
14.- Holt P, Oliver I. Factors affecting the premature induction of
Aquí se describe el trabajo original de Liggins y Howie, una tyrosine amino transferase in foetal rats liver. Biochem J
prueba controlada y aleatoria, donde demostraron en humanos 1968; 108: 333-338.
los conceptos e ideas sobre inducción de maduración pulmo- 15.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco-
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress
nar con corticosteroides, aprendidos antes en sus estudios con
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-525.
animales. Esta investigación pionera recoge algunos aspectos
16.- Liggins G, Howie R. Prevention of respiratory distress syn-
metodológicos fundamentales y esenciales, que posterior-
drome in premature infants by antepartum glucocorticoid treat-
mente fueron utilizados por numerosas pruebas controladas
ment. In: Villee CA, Villee DB, Zuckerman J, eds. Respiratory
y aleatorias que lograron reproducir y confirmar sus hallazgos,
distress syndrome. London: Academic Press, 1973: 369-380.
y que hoy en día todavía constituyen normas y pautas en la
17.- Howie R, Liggins G. Prevention of respiratory distress syn-
terapia de maduración pulmonar fetal con corticosteroides.
drome in premature infants by antepartum glucocorticoid
treatment. In: Villee C, Villee D, Zuckerman J, editors. Re-
BIBLIOGRAFÍA spiratory distress syndrome. London: Academic press; 1973.
p. 369-380.
1.- Liggins G. Premature delivery of foetal lambs infused with 18.- Liggins G, Howie R: The prevention of RDS by maternal
glucocorticoids. J Endocrin 1969; 45: 515-523. steroid therapy. In Gluck L, edit: Modern Perinatal Medi-
2.- Moog F. The influence of the pituitary–adrenal system on the cine. Chicago, Year Book Medical Publishers. 1974. p. 415.
differentiation of phosphatase in the duodenum of the suck- 19.- Liggins G: Prenatal glucocorticoid treatment: prevention of
ling mouse. J Exp Zool 1953; 124: 329-346. respiratory distress syndrome. In: Lung maturation and the
3.- Moog F, Kirsch M. Quantitative determination of phospha- prevention of hyaline membrane disease. Report of the 70th
tase activity in chick embryo duodenum culture in fluid media Ross Conference on Pediatric Research. Columbus, Ross
with and without hydrocortisone. Nature 1955; 175: 722-723. Laboratories. 1976. p. 97.
4.- Moog F. Developmental adaptations of alkaline phospha- 20.- Liggins G. Adrenocortical related maturational events in the
tases in the small intestine. Fedn Proc Fedn Am Socs Exp fetus. Am J Obstet Gynecol 1976; 126: 931-941.
Biol 1962; 21: 51-56. 21.- Howie R, Liggins G. Clinical trials of antepartum betameth-
5.- Doell R, Kretmer N. Intestinal invertase: precocious devel- asone for prevention of respiratory distress in preterm in-
opment of activity after injection of hydrocortisone. Science fants. In: Preterm labor. Proceedings of the Fifth Study
1964; 143: 42-44. Group of the Royal College of Obstetricians and Gynecolo-
6.- Hayes R. The maturation of cortisone treated embryonic gists. London: Royal College of Obstetricians and Gyne-
duodenum in vitro: the villus. J Embriol Exp Morph 1965; cologists, 1977: 281-289.
14: 169-179. 22.- Howie R, Liggins G. The New Zeland study of antepartum
7.- Howatt W, Avery M, Humphreys P, Normand I, Reid L, glucocorticoid treatment. In: Farrell P, editor. Volume 2: lung
Strang L. Factors affecting pulmonary surface properties in development: biological and clinical perspectives. London:
the foetal lamb. Clin Sci 1965; 29: 239-248. Academic press. 1982. p. 255-265.
Estudio multicéntrico 3
con dexametasona Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

Saber y saberlo demostrar,


es saber dos veces

Baltasar Gracián

A pesar de los resultados del estudio de Liggins y Howie1 en


1972 en Nueva Zelanda, para 1974 en EE.UU. no había cer-
teza de la eficacia de los corticosteroides en la prevención del
síndrome de dificultad respiratoria (SDR) ni de su toxicidad
a corto o largo plazo. Por ello, la División de Enfermedades
Pulmonares del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y
Sangre y el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo
Humano financiaron conjuntamente una reunión de trabajo
sobre «Posibles mecanismos de facilitación de la maduración terísticas similares. Al grupo de estudio se le inyectaron 5 mg
pulmonar» y los participantes recomendaron realizar una intramuscular de dexametasona cada 12 horas por 4 dosis (20
prueba clínica para estos fines. mg). Se registró información detallada del curso del embarazo,
En 1976, se inició esta investigación2 cuyo protocolo se parto y trabajo de parto. Cuando fue necesario se detuvo el
diseñó para responder tres preguntas: 1) ¿El fosfato de dexa- parto por 48 horas con etanol o isoxsuprina. El diagnóstico y
metasona administrado intramuscular a la madre reduce la in- la severidad del síndrome de insuficiencia respiratoria fueron
cidencia de SDR en el producto? 2) ¿Esta intervención tiene realizados por el neonatólogo coinvestigador en cada centro y
efectos adversos a corto plazo para la madre, feto o neonato? y se basó en los hallazgos clínicos, radiológicos y de ph y gases.
3) ¿Tiene efectos adversos a largo plazo sobre el niño durante Al momento de ingreso y a intervalos específicos se realiza-
los primeros 18 meses de vida? Se estableció un panel de ex- ron determinaciones séricas de dexametasona, hidrocortisona,
pertos en bioestadísticas, bioquímica, pediatría, neonatología, estradiol, estrona y estriol, y, cuando fue necesario, se hizo la
obstetricia, psicología pediátrica y jurisprudencia, entre enti- relación lecitina/esfingomielina en líquido amniótico extraído
dades no participantes en el estudio, con el fin de monitorizar por medio de amniocentesis.
el progreso, efectos adversos y control de calidad y para que En cuanto a aspectos demográficos y factores de riesgo,
hiciera recomendaciones para el cambio del plan de estudio al ambos grupos fueron comparables, excepto en la edad de ges-
Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre. tación promedio al momento de ingreso, que fue menor en
El protocolo diseñado fue común a los 5 centros partici- el grupo de estudio que en los controles (P = 0,04). En los
pantes y al centro coordinador. Desde el 1 de marzo de 1977 grupos experimental y control, las tasas de mortalidad fetal
al 1 de marzo de 1980, fueron pesquisadas para elegibilidad un (2,2% y 1,6%, respectivamente) y neonatal (8,8% y 9,1%) no
total de 7.893 pacientes con riesgo de parto prematuro entre fueron significativas. Pero la incidencia de SDR fue menor en
26-37 semanas y se excluyeron 7.197, quedando 696 mujeres, el grupo que recibió dexametasona (Tabla 1) que en los que re-
de las cuales se incluyeron en el estudio 661 (333 en el grupo cibieron placebo (12,6% y 18%; P = 0,05). Esta reducción ocu-
experimental y 328 en el de control), que tuvieron 720 neona- rrió principalmente en los subgrupos de 30-34 semanas que
tos. Las pacientes elegidas fueron asignadas en forma aleatoria parieron entre los 2-7 días de iniciado el tratamiento. No hubo
para recibir o fosfato de dexametasona o placebo con carac- diferencias en las tasas de resultados anormales, ni asociación

44
Capítulo 3: Estudio multicéntrico con dexametasona 45

TRATAMIENTO
RDS TOTAL
PLACEBO DEXAMETASONA

PRESENTE 65 (18,1) 46 (12,7) 111 (15.4)

AUSENTE 294 (81,9) 315 (87,3) 609 (84,6)

TOTAL 359 361 720

Tabla 1 Incidencia total de síndrome de di­


ficultad respiratoria según tratamiento.2

aparente, entre el uso de corticosteroides e infecciones y otras disminuía la incidencia de SDR en el recién nacido. Este
complicaciones puerperales. La duración de la hospitalización efecto era dependiente de algunas características: la reduc-
fue menor en el grupo tratado (P = 0,008) y los promedios ción fue evidente en el grupo de 30-34 semanas que parieron
de peso al nacer fueron semejantes. La incidencia de SDR entre los 2-7 días de iniciado el tratamiento y en el sexo
se asoció con preeclampsia, rotura prematura de membranas, femenino, mientras que hubo incremento del riesgo en los
sexo masculino, raza blanca y la edad de la gestación al mo- subgrupos de embarazos múltiples, cesareadas, preeclámpti-
mento de ingreso y no hubo reducción de esta incidencia en cas, sexo masculino y raza blanca (Tabla 2). La rotura prema-
las pacientes con embarazos múltiples. El desarrollo neuroló- tura de membranas disminuyó el SDR en el grupo placebo.
gico medido a las 40 semanas de edad de gestación corregida Aunque la tasa de mortalidad neonatal fue más baja que la
mostró tendencia a menores anormalidades en el grupo expe- reportada en estudios anteriores, no fue reducida en el gru-
rimental pero las diferencias no fueron significativas. po experimental y los autores consideraron que no pudieron
Este estudio colaborativo demostró que la administra- disminuirla por los severos criterios de selección o por inca-
ción materna de dexametasona antes del parto prematuro pacidad de demostrar ese efecto. No hubo efectos adversos a

TRATAMIENTO
P
PLACEBO DEXAMETASONA
0,03
16,0 (48/299) 10,1 (31/307)

Preeclampsia (P=0,02)
No 14,1 (37/262) 7,9 (21/267) 0,021
Sí 27,3 (9/33) 21,2 (7/33) 0,57
Rupt. Prom. Membranas (P=0,03)
No 18,1 (29/160) 8,8(13/147) 0,016
Sí 12,6(17/135) 9,8(15/153) 0,45
Sexo (P=0,001)
Masculino 14,1(24/170) 14,9(24/161) 0,96
Femenino 18,8(24/128) 4,8(7/146) <0,001
Sexo desconocido
Raza (P=0,02)
Blancos, no hispánicos 19,7(28/142) 16,7(23/138) 0,42
Negros, no hispánicos 9,8(13/132) 4,3(6/138) 0,076
Otros 28,0(7/25) 6,4(2/31) 0,028 Tabla 2 Incidencia de síndrome de dificul­
tad respiratoria según tratamiento en varios
subgrupos (modificada).2
46 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

corto plazo según la evaluación neurológica a las 40 semanas aleatorio y multicéntrico, donde se plantearon algunas inte-
de edad de estación corregida. Con excepción de los efectos rrogantes sobre el uso de corticosteroides (fosfato de dexa-
adversos a largo plazo, las tres interrogantes planteadas ini- metasona) y fueron confirmados, por primera vez en ese país,
cialmente fueron respondidas y los autores terminaron reco- los resultados obtenidos anteriormente en Nueva Zelanda
mendando que la terapia antenatal con corticosteroides se por Liggins y Howie, con lo que se inició la credibilidad en
puede utilizar de manera selectiva y con precaución. esta terapia.
Confirmados los hallazgos anteriores de Liggins y
Howie, esta investigación, por ser multicéntrica, programa-
da por entidades federales y con resultados evidentes; abrió
las puertas a la credibilidad en los EE.UU. para el uso de BIBLIOGRAFÍA
corticosteroides con la finalidad de realizar la maduración
antenatal de los pulmones fetales y reducir la incidencia de 1.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco-
SDR del recién nacido. corticoid treatment for prevention of the respiratory distress
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-
525.
RESUMEN 2.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of
antenatal dexamethasone administration on the prevention
Este capítulo recoge la primera evidencia sobre maduración of respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gynecol 1981;
pulmonar en los EE.UU. Se trató de un estudio controlado, 141: 276-287.
Metaanálisis de las 4
pruebas aleatorias Capítulo
entre 1972-1994
Carlos Briceño-Pérez

El tiempo es como el viento,


arrastra lo liviano y deja lo que pesa

Doménico Cieri Estrada

Durante los 18 años posteriores (1972-1990) a la publicación


del trabajo pionero de Liggins y Howie,1 muchos investiga-
dores2-18 lograron reproducir sus resultados logrando reducir
el síndrome de dificultad respiratoria (SDR) y la mortalidad
perinatal, luego de la administración de corticosteroides. Oca-
sionalmente, un solo trabajo no reportó beneficios.9 Pero, aun
así, en este período todavía existían muchas dudas, opiniones y
esquemas terapéuticos diferentes19 y, a pesar del estudio multi-
céntrico del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre
y el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Huma-
no, 10 no existía acuerdo en algunos organismos federales y a decrementos de hemorragia intraventricular, enterocolitis
científicos como el Instituto Nacional de Salud y el Colegio necrosante y muerte neonatal, 3) no hubo evidencia fuerte de
Americano de Obstetras y Ginecólogos.20 efectos adversos, 4) el riesgo de infección fetal y neonatal se
La poca utilización de los corticosteroides con este fin se incrementaba si se administraban los corticosteroides luego
debía principalmente entre otras causas a las diferentes opi- de rotura prematura de membranas, pero esta posibilidad no
niones entre los obstetras y neonatólogos, conservadurismo o podía ser sostenida por los resultados de las pruebas disponi-
temor a los efectos a largo plazo.20 Por otra parte, en EE.UU. bles y 5) los datos disponibles del seguimiento a largo plazo
hasta la presente fecha ninguna compañía farmacéutica ha sugerían efectos beneficiosos a corto plazo reflejados en re-
solicitado alguna vez una licencia para mercadear corticoste- ducción de la morbilidad neurológica a largo término.
roides para uso prenatal para acelerar la maduración pulmo- Ello conllevó a que, en 1992, el Colegio Real de Obs-
nar fetal, y las autoridades tampoco las han presionado para tetras y Ginecólogos de Reino Unido recomendara a sus
que lo hagan. Como resultado su uso durante el embarazo miembros usar corticosteroides en todos los casos en los cua-
todavía permanece como drogas sin licencia, por lo cual el les hubiese la posibilidad de ocurrir SDR después del parto.22
clínico tiene que asumir la responsabilidad legal. La percep- En los EE.UU., el uso rutinario de corticosteroides para este
ción del público general es que si no la licencian con ese fin continuaba siendo bajo.
propósito particular, debe ser que las autoridades no están En 1995, la Dra. Patricia Crowley23 publicó un metaa-
convencidas si es apropiada y segura.20 nálisis de las pruebas controladas y aleatorias sobre terapia
Pero en 1990, esto empezó a cambiar luego de la publica- antenatal con corticosteroides, efectuadas entre 1972-1994
ción en Inglaterra de un metaanálisis de 12 trabajos contro- (Figura 1). Esta gran prueba se confinó exclusivamente a los
lados y aleatorios con más de 3.000 pacientes, por Crowley, trabajos controlados con placebo y aleatorios, y solamente
Chalmers y Keirse,21 donde demostraron lo siguiente: 1) los mencionaban la evidencia de trabajos observacionales cuan-
corticosteroides reducían la ocurrencia del SDR en todos do no había datos en las aleatorias. Para ello enviaron cartas
los subgrupos examinados, 2) esta disminución se asociaba a 42.000 obstetras y pediatras de 18 países y también utiliza-

47
48 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 1 El metaanálisis de la pruebas contro­


ladas y aleatorias sobre terapia antenatal con
corticosteroides, entre 1972-1994 fue publica­
do por Crowley en 1995 en el American Journal
of Obstetrics and Gynecology.23

ron el sistema de revisiones sistemáticas de la base de datos 1. La administración prenatal de corticosteroides re-
de la Biblioteca Cochrane. Solamente incluyeron estudios dujo en aproximadamente el 50%, el riesgo total de
de buena calidad. Quince pruebas proporcionaron informa- SDR (Figura 2).
ción sobre resultados clínicos, 5 sobre rotura prematura de 2. El análisis estratificado del intervalo de tiempo en-
membranas, 7 sobre resultados de laboratorio, 3 sobre los tre la entrada a la prueba y el parto demostró un
efectos en los fosfolípidos en líquido amniótico, 2 sobre los beneficio más marcado entre 24 horas y 7 días.
efectos en las hormonas corticosteroides maternas y 2 sobre 3. El análisis de los nacidos antes de 24 horas o des-
la función inmune materna. pués de 7 días mostró una marcada tendencia a
El resumen de los resultados de esta investigación es el efecto beneficioso, pero no obtuvo significancia es-
siguiente: tadística.

Figura 2 Efecto total de los corticosteroides


sobre el síndrome de dificultad respiratoria
(15 pruebas).23
Capítulo 4: Metaanálisis de las pruebas aleatorias entre 1972-1994 49

4. A diferencia de trabajos anteriores, el beneficio plazo sobre este parámetro, ni encontraron eviden-
no estuvo confinado solamente al grupo de 30-34 cia de alteración del crecimiento pulmonar.
semanas de embarazo, sino que el grupo de < 31 12. Los datos de infección materna fueron compati-
semanas también se benefició (Figura 3). bles con aumento o con ningún efecto.
5. El grupo > 34 semanas obtuvo una relación de pro- 13. Sobre la incidencia de edema pulmonar en la ma-
babilidad (en inglés odds ratio u OR) de 0,62, pero dre, no encontraron datos.
con intervalos de confidencia o confianza (IC 95%) 14. En casos de rotura prematura de membranas, la re-
amplios (0,29-1,30), compatibles con beneficios o ducción del SDR fue sustancial (RR 0,44; IC 95%
cambios en la variación. 0,32-0,60) y no hubo incremento en la infección
6. No encontraron pruebas que el sexo del niño de- perinatal (RR 0,84; IC 95% 0,57-1,23). En los que
terminara la probabilidad específica de beneficio la ruptura ocurrió después de ingreso a la prueba,
con los corticosteroides. los resultados fueron imprecisos.
7. No demostraron efecto de la raza sobre la eficacia 15. Debido a la escasa cantidad de pacientes, los resulta-
de tratamiento con corticosteroides (Figura 4). dos no permitieron conclusiones autorizadas sobre
8. Los beneficios sobre la morbilidad respiratoria tuvie- eficacia y seguridad en casos de diabetes materna.
ron un efecto dominó en la reducción de hemorragia 16. En pacientes hipertensas incrementó la mortalidad
intraventricular cerebral (Figura 5), enterocolitis ne- fetal cuando tenía > 2 g proteinuria durante > 14
crosante y posiblemente de la hiperbilirrubinemia. días, pero en las demás no hubo aumento.
9. No se encontraron efectos sobre la persistencia del 17. En embarazos múltiples los resultados fueron
conducto arterioso. compatibles con los de los embarazos simples (RR
10. La mortalidad neonatal fue reducida sustancial- 0,79; IC 95% 0,33-1,91).
mente (RR 0,60; IC 95% 0,48-0,76) (Figura 6). 18. Los corticosteroides demostraron un cambio sig-
11. El seguimiento del crecimiento físico en 3 pruebas nificante en la concentración de fosfolípidos en
(3, 6 y 9 años) no demostró efectos adversos a largo líquido amniótico.

Figura 3 Efectos de los corticosteroides sobre el


síndrome de dificultad respiratoria en neonatos
<31 semanas de gestación (8 prue­­bas).23

Figura 4 Efectos de los corticosteroides sobre el


síndrome de dificultad respiratoria en neonatos
no blancos (2 pruebas).23
50 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 5 Efectos de los corticosteroides


sobre la hemorragia periventricular (6 prue­
bas).23

Figura 6 Efectos de los corticosteroides so­


bre la mortalidad neonatal (15 pruebas).23

19. No hubo peligros maternos serios de efecto inmunosu- Indudablemente que el metaanálisis de las pruebas con-
presivo. troladas y aleatorias del tratamiento prenatal con corticos-
20. No hubo evidencia de supresión suprarrenal. teroides proporcionó evidencias irrefutables en cuanto a su
21. Una prueba demostró reducciones de costos anuales de eficacia y seguridad en la gran mayoría de situaciones clíni-
35 millones de dólares en los EE.UU. cas en las que se considere su uso. Pero indudablemene algu-
22. El uso prenatal de corticosteroides < 35 semanas de nas incertidumbres persistieron: 1) su efecto sobre infección
embarazo redujo el costo promedio por neonato en el materna y fetal en casos de rotura prematura de membranas,
10% con una reducción en el costo por sobreviviente del 2) los efectos del tratamiento sobre el control sérico de la
14%. glucosa, 3) la eficacia del tratamiento en embarazos < 28 se-
23. En las < 31 semanas incrementó los costos 7%, sin em- manas y 4) esquemas terapéuticos necesarios en embarazos
bargo, redujo los costos por sobreviviente en 9%. múltiples. Por ello, la autora concluyó recomendando la rea-
24. Datos observados sugirieron que los corticosteroides po- lización de pruebas en el futuro que permitieran solventar
tenciaban el efecto de la terapia con surfactante. estas inquietudes.
Capítulo 4: Metaanálisis de las pruebas aleatorias entre 1972-1994 51

RESUMEN 10.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of


antenatal dexamethasone administration on the prevention
A pesar de los evidentes resultados de la prueba de Liggins of respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gynecol 1981;
y Howie y del estudio multicéntrico de EE.UU., los corti- 141: 276-287.
costeroides se usaron poco para maduración pulmonar entre 11.- Schmidt P, Sims M, Strossner H, Paul R, Muller E, McCart
1972-1990, debido principalmente a ignorancia y confusio- D. Effect of antepartum glucocorticoid administration upon
nes. Hasta que en 1990, en Reino Unido se realizó un me- neonatal respiratory distress syndrome and perinatal infec-
taanálisis con 12 trabajos controlados y aleatorios (más de tion. Am J Obstet Gynecol 1984; 148: 178-186.
3.000 pacientes), en el que se confirmaron sus beneficios en 12.- Morales W, Diebel N, Lazar A, Zadrony D. The effect of ante-
la reducción del SDR, hemorragia intraventicular, enteroco- natal dexamethasone on the prevention of the respiratory dis-
litis necrosante y muerte neonatal. En 1994 se repitió este tress syndrome in preterm gestations with premature rupture of
metaanálisis, ampliándolo a 15 pruebas, y se confirmaron los membranes. Am J Obstet Gynecol 1986; 154: 591-595.
resultados anteriores y se mantuvieron las pautas y esquemas 13.- Burkett G, Bauer C, Morrison J, Curet L. Effect of prenatal
iniciales de tratamiento. Estos hallazgos motivaron a realizar dexamethasone administration on prevention of the respira-
posteriormente una reunión en EE.UU. para obtener con- tory distress syndrome in twin pregnancies. J Perinatal 1986;
senso sobre este tipo de terapia. 6: 304-308.
14.- Gamsu H, Mullinger B, Donnai P, Dash C. Antenatal ad-
ministration of betamethasone to prevent respiratory distress
syndrome in preterm infants: Report of UK multicenter trial.
BIBLIOGRAFÍA Br J Obstet Gynecol 1989; 96: 401-410.
15.- Carlan S, Parsons M, O’Brien W, Krammer J. Pharmaco-
1.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco- logic pulmonary maturation in preterm premature rupture of
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress membranes. Am J Obsteet Gynecol 1991; 164: 371-376.
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515- 16.- Garite T, Rummey P, Briggs G. A randomized placebo con-
525. trolles trial of betamethasone for prevention of respiratory
2.- Dluholucky S, Babic J, Taufer. Reduction of incidence and distress syndrome at 24 to 28 weeks’ gestation. Am J Obstet
mortality of respiratory distress syndrome by administration Gynecol 1992; 166: 646-651.
of hydrocortisone to the mother. Arch Dis Child 1976; 51: 17.- Kari M, Hallman M, Eronen M. Prenatal dexamethasone in
420-423. conjunction with human surfactant therapy: a randomized
3.- Block M, Kling O, Crosby W. Antenatal glucocorticoid ther- multicenter study. Pediatr Res 1993; 33: 217A.
apy for the prevention of the respiratory distress syndrome in 18.- Eronen M, Kari A, Pesonen E, Hallman M. The effect of
the premature infant. Obstet Gynecol 1977; 50: 186-190. antenatal dexamethasone administration on the fetal and
4.- Morrison J, Whybrew W, Bucovaz E, Schneider J. Injection of neonatal ductus arteriosus. A randomized double blind study.
corticoids to the mother to prevent neonatal respiratory dis- Am J Dis Child 1993; 147: 187-192.
tress syndrome. Am J Obstet Gynecol 1978; 132: 358-366. 19.- Cordero L, Semchyshyn S. Administration of glucocorti-
5.- Papageorgiu A, Desgranges M, Mason M. The antenatal use coids to the pregnant patient. En: Zuspan F, Christian C.
of betamethasone in the prevention of respiratory distress Reid’s controversy in Obstetrics and Gynecology-III. W B
syndrome: a controlled double blind study. Pediatrics 1979; Saunders Company: Philadelphia. 1983. p. 186-199.
16: 73-79. 20.- Wapner R, Waters T. Introduction and historical perspective.
6.- Tauesch H, Frigoletto F, Kitzmiller J, Avery M, Hehre A, Clin Obstet Gynecol 2003; 46: 125-131.
Fromm B et al. Risk of respiratory distress syndrome after pre- 21.- Crowley P, Chalmers I, Keirse M. The effects of corticoste-
natal dexamethasone treatment. Pediatrics 1979; 63: 64-72. roids administration before preterm delivery: an overview of
7.- Doran T, Swyer P, Mac Murray B. Results of a double blind the evidence from controlled trials. Br J Obstet Gynecol
controlled study on the use of betamethasone in the preven- 1990; 97: 11-25.
tion of respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gynecol 22.- Scientific Advisory Committee. Royal College of Obstetri-
1980; 136: 313.320. cians and Gynecologist. Antenatal corticosteroid adminis-
8.- Schutte M, Treffers P, Koppe J, Breur W. The influence of tration reduces the incidence of neonatal respiratory distress
betamethasone and orciprenaline on the incidence of respi- syndrome. London: Royal College of Obstetricians and Gy-
ratory distress syndrome in the newborn after premature la- necologist, 1992.
bor. Br j Obstet Gynecol 1980; 87: 127-131. 23.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a metaanalysis
9.- Teramo K, Hallman M, Raivio K. Maternal glucocorticoid in of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne-
unplanned premature labor. Pediatr Res 1980; 14: 326-329. col 1995; 173: 322-335.
Conferencia del Instituto
Nacional de Salud de 5
Capítulo
Estados Unidos para el
establecimiento de consenso en 1994
Carlos Briceño-Pérez

La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento


sino también en la destreza de aplicar
los conocimientos en la práctica

Aristóteles

A las publicaciones de los metaanálisis de Crowley y col.1 en


Reino Unido y de Crowley2 en EE.UU., se sumó otro meta-
análisis realizado por Sinclair3 en la Universidad de Toronto,
Canadá, con resultados similares. Sinclair revisó también las
pruebas controladas y aleatorias sobre tratamiento prenatal
con corticosteroides realizadas entre 1972-1994, así como el
metaanálisis de Crowley, y comprobó también que los resul-
tados sobre la reducción de la morbilidad y mortalidad neo- Las preguntas planteadas fueron las siguientes: 1) ¿Pa-
natal se habían mantenido a través de los años. Pero agregó ra qué condiciones y propósitos prenatales eran usados los
que, de acuerdo al estrechamiento del intervalo de confianza, corticosteroides y cuál era la base científica para ese uso? 2)
a medida que había transcurrido el tiempo, las pruebas ha- ¿Cuáles eran los beneficios a corto y largo término del tra-
bían incrementado la predicción para conseguir los mismos tamiento prenatal con corticosteroides? 3) ¿Cuáles eran los
efectos. efectos adversos a corto y largo término para el niño y la
Con el propósito de evaluar los datos disponibles sobre madre? 4) ¿Cuál era la influencia del tipo de corticosteroide,
el tratamiento prenatal con corticosteroides y desarrollar un dosis, momento y circunstancias de administración y tera-
consenso, la Rama de Salud Infantil y Desarrollo Humano pia asociada, sobre los resultados del tratamiento? 5) ¿Cuáles
del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. patrocinó una eran las consecuencias económicas de este tratamiento? 6)
reunión titulada «Efectos de los corticosteroides para ma- ¿Cuáles eran las recomendaciones para el uso antenatal de
duración fetal sobre los resultados perinatales» que se cele- corticosteroides? y 7) ¿Qué investigación era necesaria para
bró en Bethesda, Maryland, entre el 28 de febrero y el 1 de guiar los cuidados clínicos?
marzo de 1994 (Figuras 1 y 2),4 que será motivo de análisis Los trabajos comisionados y las investigaciones origina-
de este capítulo. les incluyeron revisiones sobre: 1) bases científicas para el uso
Allí se reunieron especialistas en Obstetricia, Neonato- prenatal de corticosteroides, 2) evidencia de la eficacia de la
logía, Farmacología, Epidemiología, Enfermería, Ciencias red de múltiples centros, 3) variaciones prácticas de 8 gran-
Básicas en Fisiología y Biología Celular y público general. des conjuntos de datos, 4) uso antenatal de corticosteroides
Como preparación a este encuentro un panel de expertos que y terapia tocolítica, 5) uso antenatal de corticosteroides y he-
no propugnaban la posición federal definió las preguntas a morragia intracraneal severa, 6) exploración de las opiniones
ser planteadas en la conferencia, revisó la literatura, identifi- de los obstetras y patrones de práctica, 7) análisis del impacto
có los científicos que presentarían los datos y comisionó los económico del tratamiento prenatal con corticosteroides y 8)
trabajos que se presentarían. revisión de los metaanálisis.

52
Capítulo 5: Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 1994 53

Figura 1 Información sobre la Conferencia


de Consenso sobre «Efectos de los corticos­
teroides para maduración fetal sobre los
resultados perinatales» que se celebró en
Bethesda, Maryland, EE.UU., entre el 28
de febrero y el 01 de marzo de 1994.4

La evidencia para eficacia de los corticosteroides y for-


taleza de la recomendación de acuerdo al intervalo de parto,
edad de la gestación, estado de las membranas y resultados
neonatales fueron recogidos en la Tabla 1.
La calidad de la evidencia sobre el uso de corticosteroi-
des usada por la conferencia se recoge en el Cuadro 1 y la
fortaleza de las recomendaciones en el Cuadro 2.
Después de 1 ½ días de presentaciones por los expertos
y discusiones con la audiencia, un panel de 16 expertos so-
pesó la evidencia y preparó la posición de consenso. Toda la
evidencia estudiada fue de nivel I. Con respecto al tipo de
corticosteroide, los preferidos fueron betametasona y dexa-
metasona, porque ambos poseen idéntica actividad biológi-
ca, cruzan la placenta en su forma activa, están desprovistos
de actividad mineralocorticoide, el efecto inmunosupresor es
débil, tienen una duración de acción mayor que cortisol y
metilprednisolona y son los más investigados. El tratamien-
to con betametasona usaba 2 dosis de 12 mg intramuscular
con 24 horas de separación (total 24 mg); y el de dexameta-
sona, 4 dosis de 6 mg intramuscular cada 12 horas (total 24
Figura 2 El resumen de la Conferencia de Consenso sobre «Efectos de los mg). Estos regímenes se escogieron por ser comparables a
corticosteroides para maduración fetal sobre los resultados perinatales» fue los niveles fisiológicos de cortisol.
publicado en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.4
El panel concluyó que la terapia prenatal con corticos-
teroides para maduración fetal reducía el síndrome de difi-
cultad respiratoria (SDR), la hemorragia intraventricular y
la mortalidad en niños pretérmino. Estos beneficios se ex-
Los estudios sobre tratamiento prenatal con corticoste- tendían a un amplio rango de edades de gestación (24-34
roides fueron evaluados con el sistema de grados desarrolla- semanas) y no eran limitados por sexo y raza. Aunque los
do por la Fuerza Canadiense de Trabajo sobre el Examen efectos beneficiosos eran mayores de 24 horas de iniciado
Periódico de Salud, y adaptados a la Fuerza de Trabajo de el tratamiento y los 7 días después, su uso antes de las 24
los Servicios Preventivos de EE.UU., y reflejaron tanto la horas también podía mejorar los resultados. No hubo datos
calidad de la evidencia como la fortaleza de las recomenda- suficientes para establecer beneficios clínicos después de 7
ciones que se pueden basar en esas evidencias. días de usados, y los beneficios y riesgos potenciales de la
54 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

CALIDAD DE LA FORTALEZA DE LA
EVIDENCIA PARA RECOMENDACIÓN
BENEFICIO

Intervalo inicio de tratamiento -parto I

<24 horas l B
24 horas - 7 días l A
>7 días l C
Edad de la gestación l

Parto a 24 - 28 semanas l A
Parto a 28 - 34 semanas l A
Parto a >34 semanas l C
Rotura prematura de membranas l B
Resultados neonatales

Mortalidad l A Tabla 1 Evidencia para la efi­


Síndrome de dificultad respiratoria l A cacia de los corticosteroides y
fortaleza de la recomendación
de acuerdo al intervalo de
Hemorragia intraventricular l A parto, edad de la gestación,
estado de las membranas y
resultados neonatales.

I. Evidencia obtenida de al menos una prueba controlada y alea-


toria, diseñada adecuadamente.
II-1. Evidencia obenida de pruebas controladas, diseñadas adecua-
damente, sin aleatorización.
II-2. Evidencia obenida de estudios analíticos de casos controles o de
cohorte bien diseñados, preferiblemente de más de un centro o
grupo de investigación.
II-3. Evidencia obenida de series múltiples con o sin intervención, re-
sultados dramáticos de experimentos no controlados (como los
resultados de la introducción del tratamieno con penicilina en
1940), también pueden ser considerados como este tipo de evi-
dencia.
III. Opiniones de autoridades respetadas, basadas en experiencia
clínica, estudios descriptivos o reportes de comités de expertos. Cuadro 1 Evidencia para la eficacia
de los corticosteroides usada por la
Conferencia del Instituto Nacional de
Salud de EE.UU. para el Estableci­
miento de Consenso de 1994.
Capítulo 5: Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 1994 55

A. BUENA EVIDENCIA PARA SOPORTAR SU USO.

B. ESCASA EVIDENCIA PARA SOPORTAR SU USO.

C. EVIDENCIA INADECUADA A FAVOR O EN CONTRA DE SU


USO.

D. ESCASA EVIDENCIA PARA EVITAR SU USO.

E. BUENA EVIDENCIA PARA EVITAR SU USO Cuadro 2 Fortaleza de las recomen­


daciones sobre corticosteroides usada
por la Conferencia del Instituto Nacio­
nal de Salud de EE.UU. para el Esta­
blecimiento de Consenso de 1994.

administración repetida después de 7 días eran desconoci- produjeron algunos pronunciamientos y algunos organismos
dos. Los beneficios del uso de corticosteroides eran aditivos de salud establecieron posiciones con respecto a la utiliza-
a los derivados de la terapia con surfactante. En presencia ción de este tipo de terapia.
de ruptura prematura de membranas pretérmino, la terapia En diciembre de 1994, el Comité de Opinión del Colegio
prenatal con corticosteroides reducía la frecuencia de SDR, Americano de Obstetras y Ginecólogos (en inglés ACOG)16
hemorragia intraventricular y muerte neonatal, aunque en de los EE.UU. endosó los hallazgos del Consenso del Insti-
menor grado que con las membranas intactas. Si este tra- tuto Nacional de Salud, y desde entonces la administración
tamiento incrementaba la infección neonatal o materna, no prenatal de corticosteroides se hizo rutina. Posteriormente,
estaba claro. Sin embargo, el riesgo de hemorragia intraven- en diciembre de 1995, el Comité de Opinión de la Sociedad
tricular y muerte por prematuridad es mayor que el riesgo de Obstetras y Ginecólogos de Canadá (SOGC)17 también
de infección. Los datos de las pruebas con seguimiento de respaldó, en ese país, la posición del Consenso del Instituto
niños hasta los 12 años de edad indicaban que la terapia Nacional de Salud de los EE.UU. En 1996, el Colegio Real
prenatal con corticosteroides no afectaba el crecimiento fí- de Obstetras y Ginecólogos (en inglés RCOG)18 de Reino
sico ni el desarrollo psicomotor. Este tratamiento estaba in- Unido también recomendó el uso antenatal de corticoste-
dicado para mujeres con riesgo de parto prematuro con muy roides para prevenir el síndrome de dificultad respiratoria a
pocas excepciones y resultaría en una disminución sustancial mujeres con riesgo de parto prematuro < 34 semanas.
de la morbilidad y mortalidad neonatal, así como en ahorros
sustanciales de costos en cuidados de salud. El uso prenatal
de corticosteroides para maduración fetal es un raro ejemplo RESUMEN
de una tecnología que produce ahorros sustanciales en cos-
tos, además de mejorar la salud. Los resultados de los metaanálisis sobre corticosteroides
Los trabajos e investigaciones originales fueron publica- realizados a principios de la década de 1990 motivaron una
das después en la revista American Journal of Obstetrics and reunión de consenso patrocinada por el Instituto Nacional
Gynecology, en 1995.2,3-15 de Salud de EE.UU. y celebrada en Bethesda, Maryland,
Durante los siguientes años a la Conferencia de Con- entre el 28 de febrero y el 1 de marzo de 1994. En ella un
senso del Instituto Nacional de Salud de los EE.UU. (1994- grupo variado de expertos evaluó toda la evidencia de nivel I
2000), aumentó verdaderamente el uso de tratamiento con existente para esa fecha, confirmando los beneficios del uso
corticosteroides para maduración pulmonar fetal y preven- de corticosteroides en la prevención de morbi-mortalidad
ción de morbilidad y mortalidad neonatal. Asimismo, se neonatal y respondiendo las preguntas planteadas. Además,
56 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

establecieron pautas sobre esta terapia como indicaciones, 8.- Horbar J. Antenatal corticosteroid treatment and neonatal
tipo de corticosteroides a utilizar, dosis, momento de uso, outcomes for infants 501 to 1500 gm in the Vermont-Oxford
empleo en situaciones clínicas especiales y otros. Este con- trials network. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 275-281.
senso motivó que en los años siguientes aumentara la utili- 9.- Gunkel J, Mitchell B. Obsevational evidence for the efficacy
zación de corticosteroides para maduración pulmonar fetal y of antenatal steroids from randomized studies of surfactant
que algunas sociedades e instituciones científicas y sanitarias replacement. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 281-285.
se pronunciaran, endosándose las normas establecidas por la 10.- White A, Marcucci G, Andrews E, Edwards K, Long W.
conferencia de consenso. Antenatal steroids and neonatal outcomes in controlled clin-
ical trials of surfactant replacement. Am J Obstet Gynecol
1994; 173: 286-290.
BIBLIOGRAFÍA 11.- Andrews E, Marcucci G, White A, Long W. Associations be-
tween use of antenatal corticosteroids and neonatal outcomes
1.- Crowley P, Chalmers I, Keirse M. The effects of corticoste- within the Exosurf Neonatal Treatment Investigational New
roids administration before preterm delivery: an overview of Drug Program. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 290-295.
the evidence from controlled trials. Br J Obstet Gynecol 12.- Bronstein J, Goldenberg R. Practice variation in the use of
1990; 97: 11-25. corticosteroids: a comparison of eight data sets. Am J Obstet
2.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a metaanalysis Gynecol 1994; 173: 296-298.
of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne- 13.- Shankaran S, Bauer C, Bain R, Wright L, Zachary J. Rela-
col 1995; 173: 322-335. tionship between antenatal steroid administration and grades
3.- Sinclair J. Metaanalysis of randomized controlled trials of III and IV intracranial hemorrhage in low birth weight in-
antenatal corticosteroid for the prevention of respiratory dis- fants. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 305-312.
tress syndrome: discussion. Am J Obstet Gynecol 1995; 173: 14.- Leviton LC, Baker S, Hassol A, Goldenberg R. An exploration
335-344. of opinion and practice patterns affecting low use of antenatal
4.- National Institutes of Health Consensus Development Con- corticosteroids. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 312-316.
ference Statement. Effect of corticosteroids for fetal matura- 15.- Simpson K, Lynch S. Cost savings from the use of antenatal
tion on perinatal outcomes. February 28-March 2, 1994. Am steroids to prevent respiratory distress syndrome and related
J Obstet Gynecol 1995; 173: 246-252. conditions in premature infants. Am J Obstet Gynecol 1994;
5.- Ballard P, Ballard R. Scientific basis and therapeutic regi- 173: 316-321.
mens for use of antenatal glucocorticoids. Am J Obstet Gy- 16.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
necol 1994; 173: 254-262. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
6.- Wright L, Horbar J, Gunkel H, Verter J, Younes N, Andrews corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
B et al. Evidence from multicenter neworks on the current 1994, number 147. Int J Gynaecol Obstet 1995; 48: 340-342.
use and effectiveness of antenatal corticosteroids in low birth 17.- Society of Obstetricians and Gynecologist of Canada Com-
weight infants. Am J Obstet Gynecol 1994; 173: 263-269. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
7.- Wright L, Verter J, Younes N, Stevenson D, Fanaroff A, corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
Shankaran S et al. Antenatal corticosteroid administration 1995, number 53.
and neonatal outcome in very low birth weight infants: The 18.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists Guide-
NICHD neonatal research network. Am J Obstet Gynecol line. Number 7. Antenatal corticosteroids to prevent respira-
1994; 173: 269-274. tory distress syndrome. London: RCOG 1996.
Conferencia del Instituto
Nacional de Salud de 6
Capítulo
Estados Unidos para el
establecimiento de consenso en 2000
Carlos Briceño-Pérez

Proceder con honestidad en aras de la dignidad


es el compromiso más trascendente en nuestro
corto paso por este mundo

René Favarolo

Entre 17 y 18 de agosto de 2000, nuevamente la Rama de


Salud Infantil y Desarrollo Humano del Instituto Nacional
de Salud de EE.UU. conjuntamente con la Oficina de Apli-
caciones Médicas de la Investigación del Instituto Nacional
de Salud de EE.UU. como patrocinadores principales, y con
el Instituto Nacional de Investigación en Enfermería y el
Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre, como co-
patrocinadores, patrocinó otra reunión de consenso, esta vez chas por un panel no federal (7 expertos), presentación de las
para discutir la utilidad de los cursos repetidos de corticoste- ponencias (13 conferencistas) durante los primeros 1½ días,
roides y la tituló «Conferencia para Revisar el Desarrollo de discusión al final del segundo día con la misma metodología
una Posición de Consenso sobre el Uso Antenatal de Corti- y establecimiento de conclusiones por el panel de expertos.
costeroides: Cursos Repetidos» (Figura 1).1 En este encuen- Las preguntas iniciales fueron: 1) ¿La evidencia sobre bene-
tro se confirmaron los resultados de 1994, en cuanto a tipo de ficios y riesgos de los cursos repetidos de corticosteroides era
corticosteroides usados, razones para su uso, esquemas tera- suficiente para permitir consenso sobre su recomendación?
péuticos, situaciones clínicas, edad de gestación y momento 2) Si era así, ¿cuáles eran las recomendaciones? y 3) Si no
de administración. Por otra parte, el panel de consenso de ¿que información adicional sería obtenida?
1994 había reportado que los beneficios y riesgos de los cur- En cuanto a los beneficios, en estudios con animales los
sos repetidos de corticosteroides eran desconocidos e instó cursos repetidos superaban a un solo curso en mejorar la fun-
a investigar este aspecto. Si después de haber dado el curso ción pulmonar, pero no habían datos suficientes con pruebas
inicial de corticosteroides entre 24-34 semanas se repiten do- controladas y aleatorias de beneficios en humanos. Y con re-
sis semanales, dosis ocasionales o dosis de rescate (una sola dosis lación a los riesgos, la evidencia en animales mostraba efec-
o dosis parcial) ante el parto inminente, nos encontramos en tos deletéreos sobre el crecimiento y organización pulmonar,
la presencia de los cursos repetidos o múltiples, los cuales en mielinización cerebral, función del eje hipotálamo-hipófisis-
los años anteriores a 1994 se habían usado ampliamente en adrenal y desarrollo de la retina y efecto dosis-dependiente
EE.UU., Inglaterra y Australia. sobre el crecimiento fetal y persistencia de inmadurez de la
Por ello, se estableció otra vez una reunión de consenso arquitectura pulmonar. La evidencia de los estudios en hu-
con un panel similar (16 expertos) y con la misma organiza- manos proveniente de pruebas observacionales y retrospec-
ción del consenso de 1994: definición de preguntas, revisión tivas era contradictoria e inconsistente y, por lo tanto, incon-
de la literatura y asignación de presentaciones previas he- clusa; aunque sugerían resultados deletéreos para el feto y su

57
58 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 1 Página WEB de la Conferencia


del Instituto Nacional de Salud de Estados
Unidos, para Establecimiento de Consenso
sobre el uso de corticosteroides para ma­
duración pulmonar fetal, celebrada el 17 y
18 de agosto de 2000.

madre. Por otra parte, pruebas controladas y aleatorias de costeroides fueron insuficientes para argumentar a favor o en
cursos repetidos en humanos durante el puerperio encon- contra de su uso para maduración pulmonar fetal.
traron efectos neurológicos adversos en niños con edad de En cuanto a las recomendaciones clínicas, fueron las si-
gestación similar a los tratados en el útero. En resumen, los guientes (Cuadro 1): 1) todas las mujeres embarazadas entre
datos sobre beneficios y riesgos de cursos repetidos de corti- 24-34 semanas de gestación con riesgo de parto pretérmino

• TODAS LAS MUJERES EMBARAZADAS ENTRE 24-34 SEMANAS CON RIESGO DE


PARTO PRETÉRMINO EN LOS PRÓXIMOS 7 DÍAS, SERÁN CONSIDERADAS CANDI-
DATAS PARA TRATAMIENTO PRENATAL CON UN SOLO CURSO DE CORTICOSTEROI-
DES.

• EL TRATAMIENTO CONSISTE EN 2 DOSIS DE 12 mg DE BETAMETASONA INTRAMUSCU­


LAR CON 24 HORAS DE SEPARACIÓN o 4 DOSIS DE 6 mg DE DEXAMETASONA
INTRAMUSCULAR CON 12 HORAS DE SEPARACIÓN, COMO LO RECOMENDÓ EL
PANEL DE CONSENSO DE 1994. NO HAY PRUEBAS DE EFICACIA DE CUALQUIER
OTRO RÉGIMEN.

• DEBIDO A DATOS INSUFICIENTES DE PRUEBAS CONTROLADAS Y ALEATORIAS SO-


BRE SU EFICACIA Y SEGURIDAD, LOS CURSOS REPETIDOS DE CORTICOSTEROIDES
NO SERÁN USADOS DE RUTINA. EN GENERAL SE RESERVARÁN PARA PACIENTES
ENROLADAS EN PRUEBAS CONTROLADAS Y ALEATORIAS. VARIAS PRUEBAS ALEA- Cuadro 1 Recomendaciones clínicas de
la Conferencia del Instituto Nacional de
TORIAS ESTÁN EN PROGRESO. Salud de EE.UU., para Establecimiento de
Consenso sobre el uso de corticosteroides
para maduración pulmonar fetal, del año
2000.
Capítulo 6: Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 2000 59

serán consideradas candidatas para tratamiento prenatal con El panel de consenso de 2000 emitió las siguientes con-
un solo curso de corticosteroides, 2) el tratamiento consis- clusiones (Cuadro 2): 1) los datos colectivos internacionales
te en 2 dosis de 12 mg de betametasona intramuscular con continúan soportando sin equivocación el uso y la eficacia de
24 horas de separación o 4 dosis de 6 mg de dexametasona un solo curso prenatal de corticosteroides, a las dosis e in-
intramuscular con 12 horas de separación, como recomen- tervalo de administración recomendado por la Conferencia
dó el panel previo de 1994. No hay pruebas de eficacia de de Consenso de 1994, 2) los datos actuales sobre beneficios
otros regímenes. 3) Debido a datos insuficientes de pruebas y riesgos son insuficientes para soportar el uso rutinario de
controladas y aleatorias de eficacia y seguridad, los cursos cursos prenatales repetidos de corticosteroides en la práctica
repetidos de corticosteroides no serán usados de rutina. En clínica y 3) existen pruebas en progreso para vigilar los po-
general, su uso será reservado para pacientes enroladas en tenciales beneficios y riesgos de varios regímenes de cursos
pruebas controladas y aleatorias. Hay varias pruebas contro- repetidos. Hasta que los datos establezcan una relación be-
ladas y aleatorias en progreso. neficio-riesgo favorable, los cursos prenatales repetidos de
Con respecto a la información adicional que debe ser ob- corticosteroides, incluido el tratamiento de rescate, será re-
tenida, recomendaron pruebas controladas y aleatorias bien servado para pacientes enrolados en pruebas clínicas.
diseñadas con suficiente poder para evaluar la eficacia; y con Un año después, en 2001, el Grupo de Trabajo EURAIL
respecto a los posibles riesgos, los diseños deben minimizar (Europe Against Immature Lung)2 recomendó el tratamien-
la exposición de madres y fetos. Estas pruebas debían vigilar: to con corticosteroides entre 26-34 semanas para la preven-
la importancia clínica de la morbilidades neonatales como ción del síndrome de dificultad respiratoria (Figura 2).
la respiratoria y pulmonar, infecciones y supresión adrenal, Dos años después, en mayo de 2002, el Comité de Opi-
crecimiento fetal posnatal, efectos de cursos incrementados nión del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos de
sobre los beneficios y riesgos debido a que los beneficios dis- EE.UU.3 apoyó las conclusiones del Consenso del Instituto
minuyen con el avance de la edad de la gestación, eficacia Nacional de Salud de 2000 sobre los cursos antenatales re-
y seguridad de las terapia de rescate, la interacción de los petidos de corticosteroides (Figura 3). Destacó también que
cursos repetidos con la terapia posnatal con corticosteroides este panel de consenso había reafirmado sus conclusiones
y el resultado neurofisiológico y crecimiento a largo término, de 1994, y las apoyó también. Además, agregó que el uso de
al menos en edad escolar. Adicionalmente, los estudios con corticosteroides después de las 34 semanas de embarazo no
animales debían evaluar los mecanismos fisiopatológicos y se recomendaba, a menos que hubiese evidencia de inmadu-
metabólicos de los potenciales beneficios y riesgos de cursos rez pulmonar fetal comprobada.
repetidos de corticosteroides sobre la mielinización del sis- En enero de 2003 le correspondió al Comité de Opi-
tema nervioso central y el desarrollo cerebral. nión de la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá4

• LOS DATOS COLECTIVOS INTERNACIONALES CONTINÚAN SOPORTANDO INEQUI-


VOCAMENTE EL USO Y EFICACIA DE UN SÓLO CURSO PRENATAL DE CORTICOSTE-
ROIDES USANDO LA DOSIS E INTERVALO DE ADMINISTRACIÓN ESPECIFICADOS EN
EL REPORTE DE LA CONFERENCIA DE CONSENSO DE 1994.

• LOS DATOS ACTUALES SOBRE BENEFICIOS Y RIESGOS SON INSUFICIENTES PARA


SOPORTAR EL USO DE PRENATAL DE RUTINA DE CURSOS REPETIDOS O DE RESCATE
DE CORTICOSTEROIDES EN LA PRÁCTICA CLÍNICA.

• PARA VIGILAR LOS POTENCIALES BENÉFICOS Y RIESGOS DE VARIOS REGÍMENES DE


CURSOS REPETIDOS ESTÁN EN PROGRESO VARIAS PRUEBAS CLÍNICAS. HASTA QUE
LAS PRUEBAS ESTABLEZCAN UNA RELACIÓN BENEFICIO/RIESGO FAVORABLE, LOS
CURSOS PRENATALES REPETIDOS DE CORTICOSTEROIDES, INCLUIDA LA TERAPIA DE
Cuadro 2 Conclusiones de la Conferencia
RESCATE, SE RESERVARÁN PARA PACIENTES ENROLADAS EN PRUEBAS CLÍNICAS. del Instituto Nacional de Salud de EE.UU.,
para Establecimiento de Consenso sobre el
uso de corticosteroides para maduración
pulmonar fetal, del año 2000.
60 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 2 En 2001, el Grupo de Tra­


bajo EURAIL (Europe Against Imma­
ture Lung)2 recomendó el tratamiento
con corticosteroides entre 26-34
semanas de embarazo, para la pre­
vención del síndrome de dificultad
respiratoria.

Figura 3 En mayo de 2002, el Comité


de Opinión del Colegio Americano de
Obstetras y Ginecólogos de EE.UU.3
apoyó las conclusiones del Consenso
del Instituto Nacional de Salud de 2000
sobre los cursos antenatales repetidos de
corticosteroides.

(formado por 10 expertos en Medicina Materno-Fetal) pro- En febrero de 2004, el Colegio Real de Obstetras y Gi-
nunciarse y apoyar las conclusiones del panel de consenso de necólogos de Reino Unido5 elaboró su guía número 7, para el
2000, sobre los cursos antenatales repetidos de corticosteroi- uso antenatal de corticosteroides para prevenir el síndrome
des (Figura 4). Pero especificaron los niveles de calidad de la de dificultad respiratoria, basados tanto en las conclusiones
evidencia y la fortaleza de las recomendaciones utilizando del panel de consenso de 2000, como en la mejor evidencia
el mismo esquema de 1994 (véase Sección II, Capítulo 5): existente para ese momento (Figura 5).
las primeras dos conclusiones del panel de 2000 (véase esta Cuando se revisa la página web que tiene la Organiza-
misma página) utilizan evidencia nivel I y fortaleza de reco- ción Mundial de la Salud6 (Figura 6) se aprecia que incluye
mendación A, y la tercera conclusión, evidencia nivel II-2 y en su Librería de Salud Reproductiva (no precisa fecha de
fortaleza de recomendación E. introducción), las recomendaciones de la Conferencia de
Capítulo 6: Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 2000 61

Figura 4 En enero de 2003, el Comité de


Opinión de la Sociedad de Obstetras y Gi­
necólogos de Canadá4 apoyó las conclu­
siones del Consenso del Instituto Nacional
de Salud de 2000 sobre los cursos antena­
tales repetidos de corticosteroides.

Figura 5 En febrero de 2004 el Colegio


Real de Obstetras y Ginecólogos de Reino
Unido5 elaboró su guía número 7, para el
uso antenatal de corticosteroides para pre­
venir el síndrome de dificultad respiratoria,
basados en las conclusiones del panel de
consenso de 2000.

Con­­senso de 2000, sobre el uso y eficacia de un solo curso Crowley y col.7 tienen un protocolo para realizar una revi-
prenatal de corticosteroides, a las mismas dosis e intervalo sión sistemática en la biblioteca Cochrane titulado «Corticos-
de administración, y no recomiendan el uso de cursos múl- teroides antenatales para acelerar la maduración pulmonar fetal
tiples en la práctica clínica, sino solamente en pruebas de en mujeres con riesgo de parto pretérmino», con el fin de actua-
investigación. lizar la evidencia disponible para este momento (Figura 7).
62 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 6 La página WEB de la Organiza­


ción Mundial de la Salud6 incluye en su
Librería de Salud Reproductiva (no precisa
fecha de introducción) las recomendacio­
nes de la Conferencia de Consenso de
2000 sobre el uso y la eficacia de un solo
curso prenatal de corticosteroides.

Figura 7 Crowley y col.7 tienen un proto­


colo en la biblioteca Cochrane, para una
revisión sistemática de la evidencia existen­
te sobre el uso antenatal de corticosteroi­
des para acelerar la maduración pulmonar
fetal.

RESUMEN el análisis de un tema no resuelto por el panel de consenso


de 1994: el uso de cursos múltiples. Para este momento la
En agosto de 2000, nuevamente el Instituto Nacional de Sa- evidencia nivel I existente sugería efectos adversos de múl-
lud de EE.UU. convocó un panel de diversos expertos para tiples cursos de corticosteroides, pero provenía solamente
otra reunión de consenso, en la cual se confirmaron las nor- de estudios en animales, y la evidencia en humanos era de
mas y pautas de 1994. Pero el aspecto principal lo constituyó nivel II, contradictoria, inconsistente, inconclusa e insufi-
Capítulo 6: Conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para el establecimiento de consenso en 2000 63

ciente. Por lo tanto, continuaron soportando la utilización 3.- American College of Obstetricians and Ginecologists Com-
de un solo curso de corticosteroides y no recomendaron el mittee Opinion. Antenatal corticosteroid therapy for fetal
uso clínico de cursos múltiples, sino limitarlo para pruebas lung maturation. May 2002, number 273. Obstet Gynecol
de investigación controladas y aleatorias, diseñadas para re- 2002; 99: 871-873.
solver las inquietudes sobre sus beneficios y riesgos. Estas 4.- Society of Obstetricians and Ginecologists of Canada Com-
conclusiones posteriormente fueron apoyadas también por mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
algunas instituciones y sociedades científicas y sanitarias de corticosteroid therapy for fetal lung maturation. January
EE.UU. y otros países. 2003, number 122. J Obstet Gynecol Can 2003; 25: 45-48.
5.- Royal College of Obstetricians and Ginecologists. Antenatal
corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome.
BIBLIOGRAFÍA Guideline number 7. London: RCOG. February 2004.
6.- WHO Reproductive Health Library. Corticosteroid prior to
1.- National Institutes of Health Consensus Development Con- preterm delivery. 2006. (http://www.rhlibrary.com/Com-
ference Statement. Antenatal corticosteroids revisited: repeat mentaries/htm/Gjhcom.htm).
courses. August 17-18, 2000; 17 (2): 1-10. 7.- Crowley P, Roberts D, Dalziel S, Shaw B. Antenatal cortico-
2.- Visser G, Anceschi M. The EURAIL Working Group. steroids to acelerate fetal lung maturation for women at risk
Guidelines on antepartum corticosteroids. Prenat Neonat of preterm birth (Protocol for a Cochrane review). In: The
Med 2001; 6: 368-370. Cochrane Library, Issue 1, 2006. Oxford: Update software.
Farmacología 7
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Carlos Briceño-Sanabria

El secreto del éxito radica en saber


qué debemos mantener cerca de nosotros
y de qué debemos alejarnos

Jackson Brown

La farmacología de los corticosteroides es muy extensa, por


lo cual este capítulo se limitará a los aspectos de mayor in-
terés para su uso clínico en obstetricia, y específicamente en
la inducción de maduración pulmonar fetal en pacientes con
riesgo de parto pretérmino, obviándose otras propiedades
como antiinflamatorias, antialérgicas e inmunosupresora.
Existen revisiones muy completas sobre este tema, por lo que
el lector interesado en ampliarlo puede a revisar, entre otras,
el texto clásico de Goodman y Gilman.1
La corteza adrenal sintetiza dos clases de corticosteroides:
los corticosteroides (glucocorticoides y mineralocorticoides)
que tienen 21 carbonos y los andrógenos que tienen 19. Las
acciones de los corticosteroides se conocen como glucocor-
ticoide (reguladora del metabolismo de los carbohidratos) y
mineralocorticoide (reguladora del balance hidroelectrolíti-
co). Estos corticosteroides adrenales difieren en su relativa
actividad glucocorticoide o mineralocorticoide. En humanos,
el principal glucocorticoide es la hidrocortisona (cortisol) y
el principal mineralocorticoide es la aldosterona.1

BIOLOGÍA MOLECULAR Y FARMACODINAMIA1-10

Mecanismo de acción
Los corticosteroides tienen un mecanismo de acción común
(Figura 1): se difunden a través de las membranas celulares
y forman complejos con receptores citoplasmáticos específi-
cos. Estos complejos penetran en el núcleo celular, se unen al
ADN y estimulan la transcripción del ARN mensajero y la
posterior síntesis de varias enzimas, que son las responsables
en última instancia de los efectos sistémicos. Sin embargo,
estos agentes pueden suprimir la transcripción del ARN
mensajero en algunas células (ejemplo: linfocitos).2-6,10 Figura 1 Mecanismo intracelular de acción de los corticosteroides.2

64
Capítulo 7: Farmacología 65

Desde el punto de vista general tienen una amplia va- cortisol y corticosteroides conjugados en líquido amniótico
riedad de efectos farmacológicos. Incluyen efectos direc- incrementan varias veces durante el tercer trimestre, en para-
tos o indirectos sobre músculo liso cardiovascular, renal y lelo con la relación lecitina/esfingomielina; y durante el par-
sistema nervioso central. Modulan varias vías enzimáticas to también aumenta el cortisol en cordón umbilical. Estos
e intervienen en la respuesta inflamatoria y el sistema in- hechos sugieren que la elevación de los niveles endógenos
mune. Además, inhiben la división celular en varios tejidos de corticosteroides es suficiente para inducir la maduración
y participan en la regulación del balance electrolítico. Tam- pulmonar fetal. De manera que la terapia prenatal exógena
bién actúan en el metabolismo de carbohidratos, lípidos y con corticosteroides sería equivalente a la respuesta fisioló-
proteínas.2-6,10 gica al estrés experimentada por el feto e imitaría la exposi-
Los neumocitos alveolares tipo II sintetizan y secretan ción endógena que ocurre en el útero.6,10
el surfactante pulmonar, una compleja sustancia compuesta
de folípidos y proteínas, que mantiene la estabilidad alveolar
y la función pulmonar normal. Su deficiencia en el neona- Interacciones hormonales
to a menudo ocasiona síndrome de dificultad respiratoria.
Los corticosteroides aceleran la maduración pulmonar fetal Estudios en animales han sugerido que la prolactina es ne-
a través de varios mecanismos donde participan estimulan- cesaria para una respuesta máxima del pulmón fetal al trata-
do tanto el funcionalismo como el desarrollo estructural del miento con corticosteroides, y que hay interacciones aditivas
pulmón. Estos se mencionan a continuación: 1) aumentan la o sinérgicas entre los corticosteroides y tanto las hormonas
producción de fosfolípidos tensoactivos por los neumocitos tiroideas como las catecolaminas. Esto ha sido soportado
tipo II, 2) aumentan las proteínas surfactantes e incrementan por las observaciones que indican que la terapia prenatal con
los receptores beta-adrenérgicos, 3) favorecen en conjunto la corticosteroides y hormona liberadora de tirotropina es más
maduración estructural del pulmón induciendo un aumento efectiva que el uso de corticosteroides solos. Por lo tanto,
en el crecimiento, desarrollo y tamaño alveolar del pulmón parece posible que las deficiencias o excesos de estas u otras
fetal, 4) maduran la membrana pulmonar disminuyendo el hormonas contribuyan a la respuesta limitada a los corticos-
edema pulmonar con alto contenido proteico, 5) amplían la teroides, vista en algunos sistemas orgánicos de animales o
distensibilidad y el volumen pulmonar máximo y 6) el más neonatos muy prematuros.6
importante de estos mecanismos es aquel mediante el cual se
incrementa la síntesis del surfactante pulmonar, con lo que
se previene la disfunción respiratoria, por deficiencia de éste, Efectos benéficos
en el neonato prematuro.2-6,9,10
Entre la evidencia que soporta que la actividad del recep- La mayoría de los beneficios de la terapia con corticoste-
tor desempeña un papel clave en la inducción enzimática y la roides se producen si se administran entre 24 horas a 7 días
regulación de la producción de surfactante pulmonar se en- antes del parto. Los beneficios observables en el neonato
cuentran las siguientes: 1) el intervalo dosis-respuesta: cuando son los siguientes (véase Sección II, Capítulo 8): 1) a corto
se administran corticosteroides, aumenta la tasa de transcrip- plazo: disminuyen la mortalidad neonatal, la incidencia de
ción de genes a 1 hora de la exposición, con un incremento síndrome de disfunción respiratoria, la incidencia de he-
máximo en el ARNm mensajero de surfactante y en el con- morragia intraventricular cerebral, los requerimientos de
tenido de proteínas por 24-48 horas, 2) la reversibilidad del oxígeno y soporte ventilatorio y los costos neonatales y la
efecto, sugiriendo disociación del corticosteroide y el receptor extensión de la estadía en las unidades de cuidados intensi-
después que la hormona es removida o metabolizada, 3) la vos neonatales, 2) a largo plazo: aumentan la capacidad de
respuesta del feto tanto a los corticosteroides naturales como a desarrollo neuronal y la sobrevida de neonatos cuyas madres
los sintéticos y 4) la evidencia de efectos dosis-dependientes: la fueron tratadas.4
inducción máxima de ARNm, proteínas y enzimas pulmona-
res ocurre a concentraciones nanomolares de corticosteroides,
debido a su relativa alta afinidad por el receptor. Por lo tanto, Efectos fisiológicos
concentraciones fisiológicas de cortisol endógeno provocadas
por el estrés o concentraciones pico de corticosteroides sin- Los efectos fisiológicos de los corticosteroides (véase Sección
téticos exógenos serán suficientes para inducir al máximo la II, Capítulo 9) en el desarrollo de la maduración pulmonar
producción de proteínas en los tejidos fetales.4-6,10 fetal han sido estudiados extensamente en animales. Estos
trabajos han demostrado que los glucocorticosteroides: 1)
incrementan el surfactante alveolar y tisular, 2) estimulan el
Papel de los corticosteroides endógenos desarrollo estructural pulmonar (citodiferenciación y con-
densación de mesénquima con estrechamiento de los septos
Datos de estudios en animales y en observaciones clínicas saculares) e iniciación de la producción de surfactante, 3) in-
proporcionan fuerte evidencia que soporta el concepto que, crementan la distensibilidad y el volumen máximo pulmonar,
durante el desarrollo fetal, la disponibilidad creciente de cor- 4) disminuyen la permeabilidad vascular (reducen la salida
ticosteroides endógenos modulan la tasa de diferenciación de proteínas de la vasculatura pulmonar al espacio aéreo), 5)
de numerosos tejidos. En el humano, las concentraciones de aceleran el aclaramiento del líquido pulmonar antes del par-
66 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

to, 6) facilitan la respuesta al tratamiento con surfactante y 7) la interfase aire-líquido del alvéolo y disminuye la tensión
mejoran la función respiratoria y la supervivencia.4,6 superficial. El fosfolípido esencial es la lecitina disatura-
da, dipalmitoil fosfatidilcolina o fosfatidilcolina, que es el
constituyente más importante del complejo surfactante. La
Efectos bioquímicos
deficiencia de surfactante en el pulmón fetal es la principal
Una vez expuestos a los corticosteroides, una variedad de causa de dificultad respiratoria, la complicación más severa
sistemas bioquímicos son regulados, entre ellos los neumo- de los neonatos prematuros. Los glucocorticoides aceleran
citos tipo II. Entre los efectos bioquímicos producidos se la maduración pulmonar fetal. La hidrocortisona y la amin-
encuentran los siguientes: 1) las células epiteliales intraal- ofilina aumentan la producción de AMP cíclico (AMPc) y
veolares morfológicamente se hacen similares a los células la incorporación de precursores en la fosfatidilcolina. Am-
alveolares tipo II maduras, 2) todos los componentes del bos agentes actúan a través de una vía metabólica común:
sistema surfactante son estimulados, entre ellos hay incre- inhibiendo la actividad de la fosfodiesterasa y aumentando
mento de las proteínas surfactante A, B, C y D, 3) también la concentración de AMPc pulmonar (Figura 2). Aparente-
se estimula la actividad de enzimas claves en la biosíntesis mente hay dos vías posibles para la síntesis de lecitina en el
de fosfolípidos, 4) las concentraciones de fosfatidilcolina pulmón fetal (Figura 3): 1) vía I o incorporación de colina
saturada aumentan, 5) ello promueve el desarrollo de los y 2) vía II o metilación. Se piensa que el AMPc incrementa
cuerpos lamelares que son secretados al espacio aéreo, 6) la tasa de fosfatidilcolina por la vía de la incorporación de
incremento en la actividad de enzimas antioxidantes e 7) colina. La tiroxina, la epinefrina y la hormona adrenocorti-
inducción de proteínas involucradas en el aclaramiento del cotrofina (ACTH) aumentan la formación de AMPc tisu-
líquido pulmonar.4,5 lar incrementando la actividad de la enzima adenilciclasa,
El pulmón contiene más de 40 tipos celulares diferen- la cual incrementa el AMPc, incrementando, a su vez, la
tes, la mayoría de ellos envueltos en el metabolismo lipídi- producción de fosfatidilcolina.5,6,8,10
co. El surfactante pulmonar fetal es una lipoproteína com- El glucógeno también ha sido propuesto como precursor
pleja con una composición total controversial. La principal del surfactante y se ha demostrado su disminución cuando
porción (90%) de este complejo son los fosfolípidos que está incrementada la síntesis de fosfatidilcolina en los pul-
son sintetizados y secretados por los neumocitos tipo II. mones fetales, luego de la administración de cortisol. La
El otro 10% son apolipoproteínas pulmonares específicas. enzima que media la conversión de fosfato de citidilcolina
Parece que el paso clave en la producción de surfactante (CPD) a dipalmitoil lecitina, y por lo tanto limitante en la
es la biosíntesis por el pulmón fetal de lecitina disatura- incorporación de colina en la síntesis de lecitina, es la fos-
da. El surfactante está presente como una capa única en fotransferasa, la cual se incrementa luego de la inyección de

Figura 2 Mecanismo por el cual diversos


agentes pueden afectar la formación de
AMPc.5
Capítulo 7: Farmacología 67

Figura 3 Vías posibles para la sínte­


sis de lecitina en el pulmón fetal.

corticosteroides. Otros efectos bioquímicos observados luego aparición de estrías cutáneas, supresión del eje hipotalámico,
de la inyección de glucocorticosteroides son incremento en aumento de la susceptibilidad a las infecciones, retardo en el
las concentraciones de glicerofosfato fosfatidiltransferasa y crecimiento y desarrollo, incremento del apetito, hiperglice-
lipoproteinlipasa, por lo cual aparentemente la capacidad de mia (incrementa la gluconeogénesis), úlcera péptica y otros
producción de fosfatidilglicerol también está aumentada.5,6 trastornos hidroelectrolíticos, gastrointestinales, musculoes-
queléticos, endocrinológicos, cutáneas, neurológicos, oftál-
Efectos en otros tejidos micos, cardiovasculares y metabólicos. Además, después del
uso prolongado pueden presentarse efectos por la supresión
Las observaciones clínicas, consistentes con los estudios en del medicamento si ésta no se realiza de manera adecuada:
animales (véase Sección II, Capítulo 2), indican que los cor- fiebre, mialgia, malestar general, bloqueo del eje hipotála-
ticosteroides tienen efectos multisistémicos en los recién na- mo-adenohipófisis-adenocortical.2
cidos. Se conoce que estimulan la citodiferenciación y regu-
lan la producción de proteínas en al menos 15 tejidos fetales Contraindicaciones
diferentes, entre ellos hígado, intestino, páncreas, estómago,
piel, retina, cerebro, médula suprarrenal, corteza suprarrenal, Desde el punto de vista general, los corticosteroides están con-
placenta, mamas, riñón, corazón, conducto arterioso y, desde traindicados (de forma relativa o absoluta, según criterio médi-
luego, pulmón. Esto proporciona una base científica para el co) en pacientes con infecciones sistémicas incluida tuberculo-
uso prenatal de corticosteroides para acelerar todas las fases sis, enfermedades virales, herpes simple del ojo, administración
del desarrollo del feto humano antes del parto pretérmino.4-6 de vacunas con virus vivos, infecciones fúngicas sistémicas, úl-
cera péptica activa, insuficiencia renal o hepáticas, osteoporosis,
Efectos secundarios o colaterales síndrome febril de etiología desconocida, psicosis, insuficiencia
cardiaca congestiva, hipertensión grave, diabetes mellitus des-
Cuando se utilizan por cortos períodos de tiempo, son me- compensada, hipersensibilidad a sus componentes, inestabili-
dicamentos bien tolerados, seguros y sin efectos secundarios dad emocional con tendencias psicóticas, estados de agitación,
significativos. Cuando el tratamiento se prolonga sí pueden hemorragia genital severa e hipertiroidismo.2,4,11,12
aparecer diversos efectos secundarios que varían en cuanto Desde el punto de vista obstétrico están contraindicados
a intensidad: síndrome de Cushing, osteoporosis (disminu- cuando hay infección franca materna o fetal, en insuficiencia
yen la absorción de calcio y favorecen su excreción renal), placentaria, embarazos < 24 y > 34 semanas.2,4,12,13
68 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Empleo durante el embarazo y la lactancia Deben usarse con gran precaución en pacientes infartados,
ya que hay reportes en la literatura que sugieren asociación
El empleo de estos medicamentos durante el embarazo o con ruptura de pared de ventrículo izquierdo. Todos los
en mujeres que pueden embarazarse requiere comparar los corticosteroides estimulan la excreción de calcio y pueden
beneficios que se esperan obtener con los posibles peligros disminuir la cantidad y motilidad de los espermatozoides
para la madre y el embrión o el feto. En los recién nacidos en algunos pacientes. La suspensión brusca del tratamiento
de madres que han recibido dosis considerables de corti- puede causar una insuficiencia adrenocortical secundaria,
costeroides durante el embarazo, se debe vigilar cuidadosa- que se puede aminorar disminuyendo gradualmente la do-
mente la aparición de signos de hipoadrenalismo. No deben sificación.2
ser administrados durante la lactancia porque se excretan
por la leche.2
FARMACOCINÉTICA1-6
Mutagenicidad, carcinogénesis, efectos toxicológicos
de la reproducción Los dos corticosteroides más usados son la betametasona
y la dexametasona. Ambos son corticosteroides sintéticos y
Estudios en animales de experimentación no han demostra- poseen actividad biológica similar, cruzan la placenta en su
do que sean potencialmente carcinogénicos, mutagénicos o forma activa, están desprovistos de actividad mineralocor-
que afecten la fertilidad.2 ticoide, el efecto inmunosupresor es débil, tienen una du-
ración de acción mayor que cortisol y metilprednisolona y
Interacciones medicamentosas han sido los más investigados para maduración pulmonar
fetal. La hidrocortisona es aclarada muy rápidamente (ma-
Barbitúricos, carbamazepina y rifampicina incrementan el me- yormente a las 8 horas) y la duración elevada de la activi-
tabolismo de estas drogas y reducen su efecto, pues estimulan dad corticosteroide es de aproximadamente 30 horas para
la enzima citocromo P 450 34 A. Su uso conjunto con diuré- la hidrocortisona, mientras que para dexametasona es de 60
ticos causa excesiva pérdida del ión potasio. Con antiinflama- horas y para betametasona, 72 horas.1,2,4-6
torios no corticosteroides, se incrementan las ulceraciones y el
malestar gastrointestinal. Con antineoplásicos e inmunosupre- 1. Betametasona
sores se produce inhibición mutua de sus metabolismos. Los La betametasona (Figura 4) es un glucocorticoide sintético
corticosteroides producen hiperglicemia, porque aumentan la de acción rápida y potente con excelentes propiedades anti-
gluconeogénesis, por lo que se debe incrementar la dosis de inflamatorias y antialérgicas, y que además tiene gran valor
insulina. Pueden agravar la hipertensión, por lo que se requie- en la maduración pulmonar fetal. El régimen original usado
ren dosis más altas de estos fármacos para controlarla. En los por Liggins y Howie7 contenía 6 mg de fosfato de betameta-
casos de hipoprotrombinemia, se debe tener precaución si se sona (liberación rápida) y 6 mg de acetato de betametasona
administran al mismo tiempo ácido acetilsalicílico y corticos- (liberación lenta). Con él se obtienen niveles séricos máxi-
teroides. La difenilhidantoína (fenitoína), el fenobarbital, la mos, después de la inyección, a 1 hora en la madre y a 1-2
efedrina y la rifampicina pueden acelerar la eliminación meta- horas en el feto. Se une en un alto porcentaje a dos proteínas
bólica de los corticosteroides, con la consiguiente disminución plasmáticas, la globulina fijadora de corticosteroides (en in-
de su concentración sanguínea y de su actividad fisiológica, por glés CBG) y la albúmina. Su vida media es de aproximada-
lo que puede ser necesario ajustar su dosificación.2 mente 5,6 ± 0,8 horas y a las 48 horas de la última dosis, no

Advertencias

Los corticosteroides pueden enmascarar o facilitar infec-


ciones bacterianas, fúngicas, parasitarias o virales. Se han
descrito reacciones anafilácticas de tipo alérgico incluyendo
síntomas anafilácticos y episodios asmáticos, a algunos de
sus componentes (ejemplo: preservativos como los sulfitos).
Después de suspenderlos se puede presentar insuficiencia
suprarrenal secundaria, por lo que se recomienda su retiro
gradual y a veces es necesario restituirlos y/o acompañar-
los con terapia mineralocorticoide y sal. Dosis prolongadas
pueden producir cataratas subcapsulares posteriores, glau-
coma por posible daño al nervio óptico y facilitar infeccio-
nes oculares secundarias a hongos o virus. Durante su uso Figura 4 Fórmula estructural de la betametasona (9-fluoro-11,17-dihidroxi-
16-metil-21-(fosfoonoxi)-pregna-1,4-dieno-3,20-diona, sal disódica (11ß-
está contraindicada la administración de vacunas virales. 16ß).1,2
Capítulo 7: Farmacología 69

se detecta en la sangre (véase Sección II, Capítulo 15). Las dades de la betametasona. Posee grandes efectos antiinfla-
concentraciones en cordón umbilical son mucho más bajas matorios (que equivalen a 25 ó 30 veces la obtenida con cor-
que en suero materno, ya que sólo constituyen aproximada- tisona), inmunosupresor y actúa aumentando el catabolismo
mente su tercera parte. El volumen aparente de distribución proteico, la disponibilidad de la glucosa, la movilización de
es de 1,4 ± 0,3 l. Es distribuido rápidamente por el orga- los órganos grasos y la lipólisis. Se une a las proteínas plas-
nismo y atraviesa la barrera placentaria. Sufre metabolismo máticas en 68 ± 3%, tiene un volumen de distribución de
hepático dando como resultado compuestos glucurónidos 0,82 ± 0,22 l/kg, una vida media de 3 ± 0,8 horas y sufre
que se excretan como metabolitos inactivos, principalmente un aclaramiento de 3,7 ± 0,9 ml/min/kg (véase Sección II,
por la orina.1,2,4-6 Capítulo 15). El metabolismo se lleva a cabo principalmen-
te en hígado, aunque también se metaboliza a nivel renal y
Presentaciones comerciales tisular, principalmente a metabolitos inactivos, siendo éstos
excretados por vía renal.1,3,4-6
En Venezuela existen combinaciones de fosfato sódico de
betametasona (4 mg: equivalente a 3 mg) y acetato de beta- Presentaciones comerciales
metasona (3 mg) en ampollas de 1 cc para uso intramuscular;
conocidas como Betagen Solspen® (Laboratorios Biotech) y En Venezuela, la dexametasona se presenta como fosfato
Celestone Soluspan® (Laboratorio Schering Plough).14 de dexametasona (8 mg) en ampollas de 2 cc (4 mg por cc)
También se consigue el fosfato de betametasona (4 mg) para uso intramuscular, endovenoso, intraarticular e intra-
en ampollas de 1 cc para uso intramuscular; como Betagen® bursal, conocidas como Decalona® (Laboratorios Biotech),
(Laboratorios Biotech) y Celestone® (Laboratorio Schering Decobel® (Laboratorios Ronava), Dexacort® (Laborato-
Plough), y betametasona genérica (Laboratorios Medifarm/ rios Beherens) y Fadametasona® (Laboratorios Dravital) y
Biosano y Gencer).14 dexametasona genérica (Laboratorios Medifarm/Biosano
Laboratorios Biotech piensa lanzar próximamente al mer­­ y Genven). Laboratorio Sanderson/Diamédica tiene una
cado una presentación con jeringa prellenada (Sistema Hy­ presentación genérica de fosfato de dexametasona (4 mg)
pack) de fosfato de betametasona (12 mg) en ampollas de 3 cc. en ampollas de 1 cc, para uso intramuscular y endoveno-
Además hay una combinación de fosfato de betametaso- so. No existen presentaciones con la dosis recomendada
na (2 mg) y dipropionato de betametasona (5 mg) en ampo- (6 mg).14
llas de 1 cc para uso intramuscular, intraarticular, intrabur-
sal e intralesional; conocida como Diprospan (Laboratorio
Schering Plough).14 RESUMEN

2. Dexametasona Este capítulo se limita a los aspectos farmacológicos de los


La dexametasona (Figura 5) también es un glucocorticoide corticosteroides que tienen importancia en la práctica clíni-
sintético de acción rápida y potente con las mismas propie- ca de la maduración pulmonar fetal. Se describe brevemente
algunos aspectos importantes de su farmacología y farma-
cocinética como estructura química, mecanismo de acción,
beneficios, algunos efectos como fisiológicos, secundarios
o colaterales y en otros tejidos, contraindicaciones, empleo
en embarazo y lactancia, mutagenicidad, carcinogenicidad,
toxicidad, interacciones medicamentosas, advertencias y
presentaciones comerciales.

BIBLIOGRAFÍA

1.- Schimmer B, Parker K. Adrenocorticotropic hormone; adre-
nocortical steroids and their synthetic analogs; inhibitors of
the synthesis and actions of adrenocortical hormones. En:
Hardman J, Limbird G, editors. Goodman & Gilman’s The
pharmacological basis of therapeutics. Ninth edition. New
York: McGraw Hill, 1996. p. 1459-1485.
2.- Biotech Laboratorios C. A. Monografía de Betagen®. Cara-
cas. 2007. p. 1-9.
Figura 5 Fórmula estructural de la dexametasona (9-fluoro-11 (beta), 17-
dihidroxi-16 (alpha)-metil-21-(fosfoonoxi) pregna-1, 4-dieno-3, 20-diona, sal 3.- Biotech Laboratorios C. A. Monografía de Decalona®. Ca-
disódica.1,3 racas. 2007. p. 1-28.
70 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

4.- Dudley D, Waters T, Nathanielsz P. Current status of single roids: new concerns. Contemporary OB/GYN Feb 1, 2000
course antenatal steroid therapy. Clin Obstet Gynecol 2003; (disponible en http://www.contemporaryobgyn.net/obgyn/
46: 132-149. article/articleDetail.jsp?id=139550).
5.- Seeds A. Antenatal prevention of respiratory distress syn- 10.- Murphy K. Parto pretérmino y corticosteroides antenatales.
drome with maternal glucocorticoid administration. En: En: Cabero L. Parto prematuro. Primera edición. Editorial
Zuspan F, Christian C. Reid’s controversy in Obstetrics and Médica Panamericana: Madrid. 2004. p. 113-123.
Gynecology-III. W B Saunders Company: Philadelphia. 11.- Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Ob-
1983. p. 212-225. stetricia (FASGO). Consenso Argentino. Uso de corticoste-
6.- Ballard P, Ballard R. Scientific basis and therapeutic regi- roides para la prevención de Síndrome de Distress Respirato­
mens for use of antenatal glucocorticoids. Am J Obstet Gy- rio.2004. Disponible en http://www.fasgo.org.ar/consensos/
necol 1995; 173: 254-262. info/corticosteroides.htm
7.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco- 12.- Ríos-Añez R. Parto Pretérmino. En: Zighelboim I, Guari-
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress glia D. Clínica Obstétrica. Segunda edición. Caracas: Edito-
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-525. rial Disinlimed S. A., 2005. p. 453-463.
8.- Lohninger A, Laschan C, Auer B, Linhart L, Salzer H. Ani- 13.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists. Antena-
mal experiment and clinical studies of the significance of tal corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome.
carnitine for energy metabolism in pregnant patients and the Guideline number 7. London: RCOG. February 2004.
fetus during the pre and perinatal period. Wien Klin 14.- Spilva de Lehr A. Guía Spilva de las especialidades farma-
Wochenschr 1996; 108: 33-39. céuticas 2005-2006. Vigésima novena edición. Caracas:
9.- Guinn D, Lee M. Multiple courses of antenatal corticoste- Global Ediciones S. A.; 2005.
Efectos benéficos 8
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Carlos Briceño-Sanabria

Cuando consideres que aquello que has realizado está bien,


haz algo más, mejóralo

Thomas Alva Edison

EFECTOS BENÉFICOS DE UN SOLO CURSO


DE TRATAMIENTO

Evidencias nivel I
Los efectos benéficos de un solo curso de corticosteroides
han sido ampliamente demostrados en numerosos trabajos
controlados y aleatorios desde hace más de 3 décadas. En-
tre los principales se encuentran la investigación original de
1.319 niños) y de la mortalidad neonatal (RR 0,69; IC 95%
Liggins y Howie1 en 1972 (véase Sección II, Capítulo 2),
0,58-0,81; 18 estudios; 3.956 niños). Además, el tratamien-
el estudio multicéntrico2 en 1981 (véase Sección II, Capí-
to con corticosteroides no incrementó el riesgo de muerte
tulo 3) y los diversos metaanálisis3-5 de 18 estudios (véase
materna, corioamnionitis y sepsis puerperal y fue efectivo en
Sección II, Capítulo 4). Estas investigaciones han compro-
mujeres con ruptura prematura de membranas (RPM) y con
bado, entre otros beneficios, una disminución significante
síndromes hipertensivos. Esta nueva revisión demostró: 1)
de los siguientes parámetros en el recién nacido: síndrome
los efectos benéficos de los corticosteroides, 2) que el trata-
de dificultad respiratoria (SDR), hemorragia intraventricu-
miento es efectivo después de las 26 semanas de embarazo,
lar (HIV), enterocolitis necrosante y mortalidad perinatal
en presencia de RPM e hipertensión materna, aun cuando el
y neonatal (Figura 1). En la última revisión sistemática de
parto ocurra en las siguientes 24 horas y aun donde esté dis-
Crowley,5 estos efectos positivos mencionados antes fueron
ponible la terapia con surfactante. La evidencia de esta nueva
demostrados solamente con betametasona y dexametasona,
revisión soporta continuar el uso de un solo curso antenatal
y no con hidrocortisona. A estas evidencias se suma la más
de corticosteroides para acelerar la maduración pulmonar fe-
reciente revisión sistemática de la Librería Cochrane hecha
tal en mujeres con riesgo de parto pretérmino, y recomendó
por Roberts y Dalziel,6 el 30 de octubre de 2005 y publica-
administrar de rutina un curso de corticosteroides a embara-
da el 19 de julio de 2006, en la cual reunieron 21 pruebas
zos entre 24-34 semanas con posibilidad de parto anticipa-
controladas y aleatorias con 3.885 mujeres (4.269 niños), a
do, incluyendo aquellas con RPM, preeclampsia, embarazos
las que se les administraron corticosteroides durante el em-
múltiples y con probabilidad de parto en menos de 24 ho-
barazo; obteniendo una reducción total del SDR (RR 0,66;
ras. Por su parte, Neilson,7 en una actualización de enero de
IC 95% 0,59-0,73; 21 estudios; 4.038 niños), HIV (RR 0,54;
2007, confirmó los resultados de esta revisión de Roberts y
IC 95% 0,43-0,69; 13 estudios; 2.872 niños), enterocolitis
Dalziel.6
necrosante (RR 0,46; IC 95% 0,29-0,74; 8 estudios; 1.675
niños), admisiones a unidades de cuidados intensivos neona-
Evidencias nivel II
tales y soporte respiratorio (RR 0,80; IC 95% 0,65-0,99; 2
estudios; 277 niños), infecciones sistémicas en las primeras Además de estas ventajas, en 1999 Baud y col.8 demostra-
48 horas de vida (RR 0,56; IC 95% 0,38-0,85; 5 estudios; ron que la betametasona disminuye el riesgo de leucomalacia

71
72 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 1 Efectos benéficos comprobados


de la administración prenatal de corticoste­
roides: disminución significante de síndro­
me de dificultad respiratoria, hemorragia
intraventricular, enterocolitis necrosante y
mortalidad perinatal y neonatal.

quística periventricular. Estos autores realizaron un estudio de 7 días hubo una tendencia a disminuir el SDR, pero no
de cohorte en 3 centros perinatales del área de París, de 883 fue estadísticamente significante. Por lo tanto, desde enton-
nacidos vivos con edad de gestación entre 24-31 semanas. ces no ha habido certeza sobre la extensión de los beneficios
Las madres de 361 niños habían recibido betametasona du- después de una semana del primer curso de glucocorticoides.
rante el embarazo, las de 16 habían recibido dexametasona Ello ha conllevado a que, en la práctica clínica, muchos obs-
y 357 ningún corticosteroide. Compararon las tasas de leu- tetras continúen administrando cursos repetidos o múltiples
comalacia quística periventricular en los tres grupos, la cual en las pacientes cuyo riesgo de parto pretérmino persiste
fue 4,4% en los que recibieron betametasona, 11% en los de luego de una semana del primer curso. Esta incertidumbre
dexametasona y 8,4% en los que no recibieron corticosteroi- persistió hasta junio de 2006, cuando el grupo de estudio
des. Después de ajustar los resultados a la edad de gestación, ACTORDS (Australian Collaborative Trial of Repeat Do-
modo de parto, presencia o ausencia de corioamnionitis, ses of Steroids) demostró los efectos benéficos a corto plazo
intervalo entre rotura de membranas y parto prolongado del uso de múltiples cursos de corticosteroides sobre la mor-
(> 24 horas), preeclampsia y uso de agentes tocolíticos, en- bilidad respiratoria.
contraron que la administración prenatal de betametasona
estuvo asociada a menor riesgo de leucomalacia quística pe- Evidencias nivel I
riventricular, comparada con la no-administración de corti-
costeroides (RR 0,5; IC 95% 0,2-0,9) o la administración En una gran prueba controlada y aleatoria realizada por
de dexametasona (RR 0,3; IC 95% 0,1-0,7). Estos autores Guinn y col.,9 en 2001, reportaron un estudio en humanos
concluyeron que la administración prenatal de betametasona en 13 centros académicos de los EE.UU., con 502 muje-
(y no de dexametasona) disminuye el riesgo de leucomalacia res embarazadas entre 24-32 semanas con riesgo de parto
quística periventricular en niños muy prematuros. pretérmino, que recibieron el primer curso de betametasona
(2 dosis de 12 mg intramuscular con 24 horas de separa-
ción) o dexametasona (4 dosis de 6 mg intramuscular cada
EFECTOS BENÉFICOS DE MÚLTIPLES CURSOS 12 horas) y el embarazo persistió, por lo que, a cada semana
DE TRATAMIENTO siguiente, las asignaron en forma aleatoria a cursos múltiples
de betametasona (n:256) o placebo (n:246). Usaron como
Tanto en la prueba original de Liggins y Howie,1 como en el análisis primario la morbilidad compuesta (SDR, displasia
estudio colaborativo,2 las ventajas de la terapia corticosteroi- pulmonar, HIV, enterocolitis necrosante, leucomalacia quís-
dea estuvieron confinadas a entre 2-7 días y entre 1-7, res- tica periventricular, sepsis y mortalidad perinatal), la que
pectivamente, aunque en la segunda investigación después ocurrió en 22,5% y 28% de las que recibieron múltiples o un
Capítulo 8: Efectos benéficos 73

solo curso de corticosteroides, respectivamente (RR: 0,80, del grupo de estudio ACTORDS (Australian Collaborative
IC 95%: 0,59-1,10), por lo que los cursos múltiples no re- Trial of Repeat Doses of Steroids), reportaron sus resultados
dujeron la morbilidad compuesta total. En las que parieron demostrando los efectos benéficos a corto plazo de los cursos
antes de 28 semanas los resultados tampoco fueron diferen- múltiples de corticosteroides sobre la morbilidad respirato-
tes (77,4% y 78,5% en múltiples o un solo curso de corti- ria. Ellos realizaron una prueba controlada y aleatoria en 982
costeroides, P =0,95). Para los autores, los cursos múltiples pacientes (la más grande hasta la fecha) con embarazos < 32
de corticosteroides no redujeron de manera significativa la semanas y riesgo de parto pretérmino, distribuyéndolas al
morbilidad compuesta, en comparación con un solo curso, azar para recibir dosis repetidas de 12 mg de betametasona o
por lo que no recomendaron su uso de rutina. Este estudio solución fisiológica intramuscular (7 o más días después de
estuvo limitado, ya que fue interrumpido antes de alcanzar haber recibido un primer curso simple de corticosteroides)
la muestra esperada de 1.000 casos, por lo que se cree que semanal, hasta las 32 semanas. Como resultados primarios
perdió poder estadístico. Sin embargo, los autores justifica- evaluaron ocurrencia y severidad del SDR, uso y duración
ron la interrupción temprana, debido a que de haberlo con- de oxígeno y ventilación mecánica, y peso, longitud y circun-
tinuado, la posibilidad de obtener alguna modificación en la ferencia cefálica al nacer y al momento de egreso. Hallaron
morbilidad compuesta era apenas del 7%. En otra pequeña que los neonatos expuestos a cursos múltiples de betame-
prueba controlada y aleatoria de sólo 12 pacientes entre 24- tasona, comparados con los no-expuestos, tuvieron menos
30 semanas de embarazo, Aghajafari y col.,10 en 2002, inves- SDR (33% vs. 41%; RR 0,82; IC 95% 0,71-0,95; P =0,01) y
tigaron los efectos de los cursos múltiples de corticosteroides menos enfermedad pulmonar severa (12% vs. 20%; RR 0,60;
comparados con un solo curso, y no encontraron diferencias IC 95% 0,46-0,79; P =0,0003). Asimismo, en concordan-
en las concentraciones plasmáticas de cortisol y hormona cia con estos beneficios, los recién nacidos expuestos a dosis
adrenocorticotrópica (ACTH) en sangre de cordón y ma- repetidas de betametasona necesitaron menos oxigenotera-
terna después del parto. En los grupos de cursos múltiples de pia (P =0,03) y tuvieron menor duración de la ventilación
corticosteroides y placebo, recomendaron realizar una prue- mecánica (P =0,01). No hubo diferencias significativas entre
ba controlada, aleatoria y multicéntrica, para determinar los los grupos en el promedio de peso, longitud y circunferen-
beneficios y riesgos de cursos múltiples de corticosteroides cia cefálica al nacer y al momento de egreso. Los scores Z
sobre un solo curso. Por otra parte, en la Biblioteca Cochra- para peso (P =0,04) y circunferencia cefálica (P =0,03) al
ne se encuentra una revisión sistemática realizada en el año nacimiento fueron menores en los bebés que recibieron dosis
2003 por las Dras. Caroline Crowther y Jane Harding,11 pa- repetidas de corticosteroides; mientras que al momento del
ra vigilar la efectividad y seguridad de los cursos múltiples de egreso, los scores Z no fueron diferentes en los 2 grupos (P
corticosteroides. En ella, las autoras buscaron en el Grupo =0,29 para peso y P =0,48 para circunferencia cefálica). En
de Registro Cochrane de Pruebas sobre Embarazo e Infan- este estudio quedó demostrado que la administración prena-
cia (enero, 2003), el Registro Cochrane de Pruebas Contro- tal de dosis repetidas de corticosteroides (7 o más días des-
ladas (Biblioteca Cochrane, Número 1, 2003), MEDLINE pués del primer curso) es beneficiosa para mujeres que conti-
(1965 a enero 2003), EMBASE (1988 a enero 2003) y Cu- núan teniendo alto de riesgo de parto pretérmino, 1 semana
rrents Contents (1997 a enero 2003). Incluyeron solamente o más después del curso inicial. Pero en un análisis posterior,
pruebas controladas y aleatorias que hubiesen usado múlti- Rouse13 señala lo siguiente: 1) como su resultado primario
ples cursos de corticosteroides, reclutando tres pruebas con fue el SDR, los investigadores concluyeron que la exposición
551 mujeres cuyos embarazos estaban entre 24-30 semanas. a cursos repetidos de corticosteroides «reduce la morbilidad
Consiguieron menos niños con enfermedad pulmonar se- neonatal», aunque el único parámetro reducido fue la mor-
vera en el grupo de dosis repetidas que en el grupo place- bilidad respiratoria y el efecto total es menos impresionante
bo (RR 0,64; IC 95% 0,44-0,93; 1 prueba; 500 niños). No cuando se consideran otros parámetros respiratorios y 2) es-
encontraron diferencias estadísticamente significantes para tos últimos resultados serían meras sutilezas sino fuera por el
cualquier otro de los resultados primarios que incluían otras hecho que la circunferencia cefálica al nacer estuvo reducida
medidas de morbilidad respiratoria, pequeños para la edad en el grupo de dosis repetidas, y por la preocupación sobre
de gestación al nacer, muerte perinatal, hemorragia periven- el crecimiento cerebral en los expuestos a cursos múltiples
tricular, leucomalacia periventricular y morbilidad infecciosa de corticosteroides. Para su crédito, Crowther y col. están
materna. Menos niños del grupo de cursos repetidos recibie- haciendo una prueba de seguimiento de estos niños hasta los
ron surfactante comparados con el grupo placebo (RR 0,64; 2 años de edad.13 Ésta y otras pruebas que están en marcha
IC 95% 0,44-0,93; 2 pruebas; 537 niños). Las autoras de clarificarán los todavía inciertos beneficios y riesgos a largo
esta revisión concluyeron que los cursos múltiples prenatales plazo de cursos múltiples de corticosteroides.13
de corticosteroides pueden reducir la severidad de la enfer-
medad pulmonar neonatal. Sin embargo, no había suficiente Evidencias nivel II
evidencia de los beneficios y riesgos para recomendar el uso
prenatal de dosis repetidas de corticosteroides para la pre- En los últimos años se han sumado otras pruebas no con-
vención del SDR en mujeres con riesgo de parto pretérmino. troladas y no aleatorias que también han investigado el be-
Pero en junio de 2006, la Dra. Caroline Crowther y col.12 neficio de dosis repetidas de corticosteroides sobre la dis-
74 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

minución del SDR.14-19 En 1997, Allen y col.,14 de Canadá, sus probables efectos adversos (véase Sección II, Capítulo 10).
presentaron un estudio retrospectivo de 1.168 pacientes que Por ello, en el presente momento se encuentran en progreso
recibieron corticosteroides, de las cuales 204 parieron 7 días algunos estudios controlados y aleatorios para evaluar los be-
después del curso inicial. De estas 204, 88 recibieron cursos neficios y riesgos a largo plazo de la administración prenatal
múltiples, y en ellas encontraron reducción significante en la de cursos repetidos de glucocorticosteroides en humanos. Es-
incidencia de SDR, sobre todo en el grupo de 30-32 sema- tas investigaciones se están desarrollando en EE.UU., Reino
nas; pero no hubo disminución en la incidencia de HIV, dis- Unido, Canadá y Nueva Zelanda.20-23 En EE.UU., el Grupo
plasia broncopulmonar, enterocolitis necrosante y mortalidad Médico Obstetrix, una red de Perinatología, está coordinado
perinatal. Ese mismo año, Debbs y col.,15 de EE.UU., eva- una prueba controlada y aleatoria comparando el impacto de
luaron los resultados neonatales y maternos de uno (n:102) y 1 versus 2 cursos antenatales de corticosteroides sobre los re-
múltiples (n:107) cursos de corticosteroides en otro estudio sultados neonatales.20 En Reino Unido se está realizando el
retrospectivo y hallaron una reducción significante en la inci- estudio TEAMS (Trial of the Effect of Antenatal Multiple
dencia de SDR (RR: 0,27; IC 95%: 0,09-0,79; P < 0,01) y de Courses of Steroids versus a single course o Prueba del efecto
HIV (RR: 0,19; IC 95%: 0,02-1,23; P =0,05) en el grupo de de cursos múltiples de corticosteroides versus un solo curso)
24-29 semanas que recibieron cursos repetidos. Pero en este coordinada por la Universidad de Oxford (Figura 2) a través
trabajo también estuvo incrementada de manera significativa de la Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal (NPEU,
la incidencia de enterocolitis necrosante (RR: 7,07; IC 95%: por sus siglas en inglés) el cual se programó en 1999, se apro-
0,85-155,7; P <0,004) y sepsis neonatal (P <0,05), particular- bó la decisión de realizarlo en julio de 2002 y terminó de
mente en el grupo de 29-36 semanas. Los riesgos de endo- reclutar pacientes el 17 de marzo de 2003.
metritis y corioamnionitis, después de la ruptura prematura El protocolo y los contactos se consiguen en la página web
de membranas, no estuvieron aumentados. También en 1997, de Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal de la Uni-
Stone y col.16 de EE.UU. realizaron una prueba retrospectiva versidad de Oxford.21 Por su parte, en la Universidad de To-
de cohorte, de 102 pacientes que recibieron un curso de cor- ronto, Canadá (Figura 3), está en progreso el estudio MACS
ticosteroides y 62 que recibieron > 1 curso, obteniendo una (Multiple Courses of Antenatal Corticosteroids for Preterm
reducción significante en la incidencia de SDR en el grupo Birth Study o Cursos múltiples antenatales de corticosteroi-
de cursos múltiples (0% vs. 46,7%, P <0,02). Por su parte, Eli- des para el estudio del nacimiento pretérmino) coordinado
mian y col.,17 en 1999, compararon múltiples y un solo curso por la Unidad de Investigación en Salud Reproductiva, Ma-
de corticosteroides en 351 neonatos < 1.750 g y encontraron terna e Infantil (MIRU, por sus siglas en inglés) y tiene como
una disminución del 65% en la incidencia de SDR (IC 95% investigadora principal a la Dra. Kelly Murphy, acompañada
0,18-0,70, P =0,003) en los que recibieron cursos múltiples. de un comité directivo de 14 miembros. En la página web de
No hallaron diferencias significantes en la incidencia de pun- Unidad de Investigación en Salud Reproductiva, Materna e
tuaciones Apgar, displasia broncopulmonar, enterocolitis ne- Infantil de la Universidad de Toronto se consigue el protoco-
crosante, corioamnionitis histológica y mortalidad neonatal. lo e información.22 Incluye mujeres entre 25-32 semanas de
Una quinta prueba la realizaron Abbasi y col.18 de EE.UU., embarazo y los resultados primarios a analizar son mortalidad
quienes en el año 2000 reportaron otro estudio retrospectivo neonatal y perinatal y morbilidad neonatal (SDR, displasia
de 713 neonatos (369 embarazos simples < 34 semanas y 210 broncopulmonar, HIV grados III y IV y enterocolitis necro-
embarazos múltiples y 134 simples < 35 semanas) que re- sante). Este estudio se diferencia de otros en que las pacientes
cibieron entre 1-12 cursos de corticosteroides. También en- reciben cursos repetidos de corticosteroides cada 14 días.
contraron mayor disminución en la incidencia de SDR (45% Asimismo, en el sitio donde se iniciaron los trabajos sobre
vs. 35%; P =0,005; OR: 0,44; IC 95%: 0,25-0,79) y de per- la inducción de maduración pulmonar fetal con corticosteroi-
sistencia del conducto arterioso (20 vs. 13%; P = 0,16) en los des, es decir, en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda,
que recibieron cursos múltiples. Pero en este mismo grupo, está en progreso otra prueba controlada y aleatoria para eva-
también reportaron aumento en la reducción de las circun- luar a largo plazo los beneficios y riesgos de la administración
ferencias cefálicas e incremento en la incidencia materna de prenatal de cursos repetidos de corticosteroides en humanos.
endometritis posparto. Otro beneficio de los múltiples cursos Se trata del estudio ACTORDS o Australian Collaborative
de corticosteroides fue reportado en 1999 por Pratt y col.,19 Trial of Repeat Doses of Steroids (Figuras 4 y 5). Además
quienes en un estudio retrospectivo demostraron disminu- de los efectos neonatales básicos, han añadido análisis sobre
ción del uso de oxígeno en estos recién nacidos. los componentes del crecimiento neonatal, endocrinos y del
sistema cardiovascular, ya que su objetivo principal es exami-
nar los efectos de múltiples dosis de corticosteroides sobre el
SITUACIÓN ACTUAL crecimiento neonatal, el eje adrenal-hipotálamo-hipófisis y
el sistema cardiovascular. Los investigadores locales son los
Actualmente están demostrados los efectos benéficos de un Drs. Janeth Harding, Malcom Battin y Coila Bevan. Al te-
solo curso de corticosteroides y los de múltiples cursos a cor- ner acceso a la página web de la Universidad de Auckland23
to plazo, pero persiste la incertidumbre sobre los beneficios a se consigue información sobre los estudios de investigación,
largo plazo de cursos múltiples, los cuales se han sumados a entre ellos el protocolo de esta prueba.
Capítulo 8: Efectos benéficos 75

Figura 2 Página WEB de la Unidad Na­


cional de Epidemiología Perinatal de la
Universidad de Oxford, Reino Unido, con
información sobre el estudio TEAMS.

Figura 3 Página WEB de la Unidad de


Investigación en Salud Reproductiva, Ma­
terna e Infantil de la Universidad de To­
ronto, Canadá, con información sobre el
estudio MACS.
76 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 4 Página WEB de la Universidad


de Auckland, Nueva Zelanda, con infor­
mación sobre los estudios de investiga­
ción, entre ellos el ACTORDS.

Figura 5 Página WEB de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, con información sobre el estudio ACTORDS.

BENEFICIOS DE LA TERAPIA POSNATAL CON disminuir la necesidad de soporte ventilatorio, la necesidad


CORTICOSTEROIDES de terapia suplementaria con oxígeno, la incidencia de enfer-
medad pulmonar crónica o muerte corregida a las 36 sema-
El uso de terapia posnatal con corticosteroides tiene algunos nas de embarazo, la mortalidad neonatal y la incidencia de
beneficios potenciales como mejorar la función pulmonar y persistencia del conducto arterioso (Cuadro 1).24
Capítulo 8: Efectos benéficos 77

BENEFICIOS POTENCIALES

◆ MEJORA LA FUNCIÓN PULMONAR.


◆ DISMINUYE LA NECESIDAD DE SOPORTE VENTILATORIO.
◆ DISMINUYE LA NECESIDAD DE TERAPIA SUPLEMENTARIA
CON OXÍGENO.
◆ DISMINUYE LA INCIDENCIA DE ENFERMEDAD PULMONAR
CRÓNICA O MUERTE A LAS 36 SEMANAS.
◆ DISMINUYE LA MORTALIDAD NEONATAL.
◆ DISMINUYE LA INCIDENCIA DE PERSISTENCIA DE CON-
DUCTO ARTERIOSO.
Cuadro 1 Beneficios asociados a la tera­
pia posnatal con corticosteroides en neo­
natos prematuros.24

RESUMEN 4.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a metaanalysis


of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne-
El beneficio derivado del uso clínico de un solo curso de corti- col 1995; 173: 322-335.
costeroides en la medicina materno-fetal sigue siendo inva- 5.- Crowley P. Prophilactic corticosteroids for preterm birth
luable y por lo tanto sus indicaciones permanecen vigentes. (Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2006.
Por tal razón, es deseable que su uso se extienda y se norme. Oxford: Update software.
Nueva evidencia sugiere no sólo beneficios adicionales a los 6.- Roberts D, Dalziel S. Antenatal corticosteroids for accelerat-
conocidos sobre mortalidad, incidencia de SDR, hemorragia ing fetal lung maturation for women at risk of preterm birth.
ventricular y enterocolitis necrosante, sino también efectos (Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2007.
potencialmente lesivos asociados a los cursos múltiples y su Oxford: Update software.
relación con infección perinatal, crecimiento fetal, perturba- 7.- Neilson J. Cochrane update: Antenatal corticosteroids for
ción del metabolismo corticosteroideo y potenciales efectos accelerating fetal lung maturation for women at risk of pre-
sobre el tejido nervioso. Para dilucidarlo, varios estudios es- term birth. Obstet Gynecol 2007; 109: 189-190.
tán en progreso en algunos países del mundo. 8.- Baud O, Foix-L’Hellias L, Kaminski M, Audibert F, Jarreau
P, Papiernik E et al. Antenatal glucocorticoid treatment and
cystic periventricular leukomalacia in very premature infants.
N Eng J Med 1999; 341: 1190-1196.
BIBLIOGRAFÍA 9.- Guinnn D, Atkinson M, Sullivan L, Lee M, Mac Gregor S,
Parilla B et al. Single vs weekly courses of antenatal cortico-
1.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco- steroid for women at risk of preterm delivery: a randomized
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress controlled trial. JAMA 2001; 286: 1581-1587.
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515- 10.- Aghajafari F, Murphy K, Ohlsson A, Amankwah K, Mat-
525. thews S, Hannah M. Multiple versus single courses of ante-
2.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of natal corticosteroids for preterm birth: a pilot study. J Obstet
antenatal dexamethasone administration on the prevention Gynecol Can 2002; 24: 321-329.
of respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gynecol 1981; 11.- Crowther C, Harding J. Repeat doses of prenatal corticoste-
141: 276-287. roids for women at risk of preterm birth for preventing neo-
3.- Crowley P, Chalmers I, Keirse M. The effects of corticoste- natal respiratory disease (Cochrane Review). In: The Co-
roids administration before preterm delivery: an overview of chrane Library, Issue 1, 2006. Oxford: Update Software.
the evidence from controlled trials. Br J Obstet Gynecol 12.- Crowther C, Haslam R, Hiller J, Doyle L, Robinson J. Aus-
1990; 97: 11-25. tralian Collaborative Trial of Repeat Doses of Steroids (AC-
78 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

TORDS) study group. Neonatal respiratory distress syn- 18.- Abbasi S, Hirsch D, Davis J, Debbs R, Tolosa J, Stouffer M
drome after repeat exposure to antenatal corticosteroids: a et al. Effect of single versus multiple courses of antenatal cor-
randomized controlled trial. Lancet 2006; 367: 1913-1919. ticosteroids on maternal and neonatal outcomes. Am J Ob-
13.- Rouse D. Neonatal respiratory distress syndrome after repeat stet Gynecol 2000; 182: 1243-1249.
exposure to antenatal corticosteroids: a randomized con- 19.- Pratt L, Waschbusch L, Ladd W. Repeated vs single beta-
trolled trial. Obstet Gynecol Surv 2007; 61: 691-693. methasone therapy: neonatal and maternal side effects. J Re-
14.- Allen V, Allen A, Usher R, Liston R. The effect of repeated prod Med 1999; 44: 257-264.
courses of maternal antenatal steroids on the prevention of 20.- Bonnano C, Fuchs K, Wapner R. Single versus repeat cours-
complications of prematurity. Am J Obstet Gynecol 1997; es of antenatal steroids to improve neonatal outcomes: risks
176: S48. and benefits. Obstet Gynecol Surv 2007; 62: 261-271.
15.- Debbs R, Abbasi S, Tolosa J, Weiner S, Wapner R. Does se- 21.- http://www.npeu.ox.ac.uk/teams/
rial versus single course betamethasone therapy increase neo- 22.- http://www.utoronto.ca/miru/macs/index_macs.htm?/miru/
natal morbidity? Am J Obstet Gynecol 1997; 176: S46. macs/protocol03.htm
16.- Stone J, Lapinski R, Eddleman K, Gallousis F, Berkowitz R. 23.- http://www.adhb.govt.nz/newborn/Research/Research-
Single vs multiple courses of steroids for fetal maturation: is Studies.htm
much better? Am J Obstet Gynecol 1997; 176: S48. 24.- Anday E, Conway D. Steroid therapy in the high risk neo-
17.- Elimian A, Verma U, Tejani N. Effectiveness of antenatal ste- nate: benefits and risks. Clin Obstet Gynecol 2003; 46: 190-
roids: is more better? Am J Obstet Gynecol 1999; 180: S102. 210.
Efectos fisiológicos 9
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Juan Carlos Briceño-Sanabria

Lo que sabemos es una gota de agua,


lo que ignoramos es el océano

Isaac Newton

Hay una serie de efectos fisiológicos de los corticosteroides


sobre algunos sistemas u órganos fetales, que se cree que no
alteran en forma aguda la salud neonatal, y cuyo efecto a
largo plazo no son bien conocidos. Estos se revisarán a con-
tinuación, así como también sus mecanismos de acción y po-
tenciales riesgos.

EJE HIPOTÁLAMO-HIPÓFISIS-SUPRARRENAL

Después de la administración antenatal de betametasona


y dexametasona (y no de otros glucocorticoides), ocurre de
manera fisiológica, supresión aguda transitoria del eje hipo- Evidencias nivel II
tálamo-hipófisis (Figura 1).
En 1999, Terrone y col.2 no hallaron una aparente supresión
suprarrenal en 9 niños de madres que habían recibido > 3
Evidencias nivel I cursos de dexametasona entre las 24-34 semanas de emba-
En marzo de 2006, Ashwood y col.1 publicaron una prueba razo y 24 horas después de cada curso les habían medido las
controlada y aleatoria demostrando la supresión suprarrenal concentraciones séricas de cortisol, y las repitieron 2 horas
transitoria hasta los 7 días de nacidos, en neonatos cuyas después de administrar hormona adrenocorticotrópica (AC-
madres habían recibido cursos múltiples de corticosteroides. TH), presentando todos 9 un test de ACTH positivo. Pero
Estos investigadores hicieron comparaciones a 41 recién na- en el año 2000, Helal y col.3 estudiaron 10 mujeres con ries-
cidos provenientes de madres expuestas durante el embarazo go de parto pretérmino y les realizaron test de estimulación
a múltiples cursos de betametasona, con 39 provenientes de con 1 µg de ACTH tres veces a la semana, empezando a las
madres expuestas a un solo curso. Al día 3º de vida posnatal, 24-25 semanas de embarazo. Después de la primera o segun-
la respuesta a un agente estresante fue menor en los que ha- da prueba de estimulación, inyectaron 12 mg de betameta-
bían recibido dosis múltiples que en los que habían recibido sona, seguida de otros 12 mg, 24 horas después. Una semana
una sola (11,9 vs. 21,4 nmol/L, P <0,02). Ese grupo que se más tarde realizaron la tercera prueba de estimulación con
le habían repetido las dosis de corticosteroides también tuvo ACTH y midieron los niveles séricos de cortisol basal y 30
menores concentraciones de cortisol al día 7º de vida pos- minutos después del test. En todas las pacientes, los niveles
natal, con relación al grupo que no se le repitieron (11,7 vs. medios de cortisol bajaron de 25,4 ± 4,8 µg/dL (antes de
18,2 nmol/L, P <0,04). A los días 14º y 21º, las concentra- la betametasona) a 4,3 ± 4,0 µg/dL (1 semana después de
ciones de cortisol en ambos grupos no tuvieron diferencias la betametasona) (P <0,001). Los niveles medios de corti-
significantes. sol estimulado también bajaron de 33,0 ± 4,3 µg/dL (antes

79
80 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

betametasona que en los controles (37 ± 6,8 vs. 27,4 ± 1,6


minutos; P <0,001). En este trabajo, los cursos múltiples de
betametasona disminuyeron los niveles de cortisol basal y
produjeron insuficiencia adrenal secundaria. La última evi-
dencia la aportó en abril de 2002 el grupo de Aghajafari
y col.,5 de Toronto, Canadá, quienes estudiaron 12 mujeres
entre 24-30 semanas de embarazo, que recibieron 1 o varios
cursos de betametasona o placebo hasta las 33 semanas o el
parto. No hubo complicaciones que requirieran descontinuar
la betametasona, y los niveles de cortisol y ACTH maternos
y en cordón umbilical tomadas después del parto no varia-
ron de manera significante en los grupos de betametasona y
control. Sin embargo, esta prueba no fue concluyente, por lo
que los autores creyeron que para determinar los beneficios
y riesgos de uno o múltiples cursos de corticosteroides era
necesario una prueba multicéntrica, controlada y aleatoria.

PERFIL LIPÍDICO

Las glándulas suprarrenales usan lipoproteínas de baja den-


sidad para la síntesis de esteroides. Hay evidencia que la
terapia prenatal con glucocorticoides causa inhibición tran-
sitoria de la esteroidogénesis adrenal fetal, la cual puede ser
un posible mecanismo que explique la relación entre corti-
Figura 1 Después de la administración antenatal de corticosteroides ocurre
costeroides e incremento de lipoproteínas (Figura 2).
de manera fisiológica, supresión aguda transitoria del eje hipotálamo-hipó­
fisis-suprarrenal.
Evidencias nivel II
Esto fue reportado en 1977, por Andersen y Friis-Hansen,6
quienes determinaron las lipoproteínas de muy baja densidad
de la betametasona) a 11,8 ± 6,4 µg/dL (1 semana después (VLDL), baja densidad (LDL) y alta baja densidad (HDL)
de la betametasona) (P <0,001). En cuatro pacientes hubo y los triglicéridos (TG), en suero de cordón umbilical de 30
evidencia de laboratorio de supresión adrenal 1 semana des- niños adecuados para su edad de gestación y en 35 pequeños
pués del primer curso de betametasona y en 7 mujeres, 1 para su edad de gestación, nacidos entre 37-42 semanas; y
semana después del segundo curso. Ninguna presentó sig- en 26 niños adecuados para su edad de gestación, nacidos
nos o síntomas anteparto o intraparto de crisis addisonia- entre 33-37 semanas. La VLDL y los TG se encontraron
nas. Concluyeron que la betametasona produjo supresión significativamente mayores en los pequeños para la edad
adrenal y que el número de mujeres con supresión adrenal de gestación, que en los adecuados. El colesterol total y las
incrementaba con cada semana que se repetía el curso de LDL y HDL fueron mayores en los adecuados para su edad
administración de betametasona. Este efecto fue transitorio de gestación <37 semanas que en los de 37 o más semanas.
y los fetos expuestos tuvieron respuestas adecuadas al estrés En 10 niños adecuados para su edad de gestación de <37 se-
posnatal. Y otra evidencia de la supresión adrenal por cursos manas tratados con betametasona, las HDL fueron mayores
múltiples de corticosteroides fue reportada por McKenna y que en 16 adecuados para su edad de gestación de <37 sema-
col.4 en septiembre del año 2000. Estos investigadores es- nas, no tratados. Diez años después, Parker y col.7 estudiaron
tudiaron 18 mujeres que habían recibido al menos 2 cursos los efectos de la dexametasona y de la hipercolesterolemia
de betametasona y 6 controles que no los habían recibido, y intrauterina crónica debida a anencefalia, sobre los niveles
3 días después del último curso les hicieron una prueba de séricos de apolipoproteína A-1 (Apo A-1), la mayor apoli-
estimulación con ACTH. Con respecto a los controles, en poproteína de la HDL. En los pretérminos (26-32 semanas
las mujeres que recibieron betametasona, los niveles medios de gestación) los niveles de colesterol total, LDL y HDL
de cortisol basal estuvieron significantemente disminuidos en cordón umbilical de 11 niños expuestos a 4 dosis de 5
(1,9 ± 1,5 vs. 26,5 ± 6,2 μg/dL; P <0,001) y los niveles ma- mg de dexametasona (promedios 3,05 ± 1,01; 0,83 ± 0,18 y
ternos de cortisol después de la estimulación con ACTH, 1,84 ± 0,69 mmol/L, respectivamente) y de 3 anencefálicos
también fueron significativamente menores (P <0,001). El (2,84 ± 0,57; 0,83 ± 0,36 y 1,89 ± 0,54 mmol/L), estaban
tiempo promedio para obtener los niveles picos de cortisol incrementados de manera similar a las de 17 niños normales
fueron significativamente más largos en las que recibieron (1,76 ± 0,16; 0,62 ± 0,16 y 1,14 ± 0,13 mmol/L). Los niveles
Capítulo 9: Efectos fisiológicos 81

Figura 2 La terapia prenatal con corticoste­


roides causa inhibición transitoria de la es­
teroidogénesis adrenal fetal, la cual puede
ser un posible mecanismo que explique la
relación entre corticosteroides e incremento
de lipoproteínas.

de Apo A-1 estaban marcadamente aumentados sólo en el con betametasona. Sus resultados fueron consistentes con el
grupo tratado con dexametasona (1,35 ± 0,55 g/L; anencefá- hecho que el colesterol plasmático en el feto es regulado, al
licos: 0,78 ± 0,15 g/L; normales: 0,68 ± 0,06 g/L). Mientras menos en parte, por la tasa de consumo de LDL y por su
que la HDL y la LDL en 5 anencefálicos a término eran utilización como sustrato por las suprarrenales fetales para
sustancialmente mayores (3,85 ± 1,37; 1,06 ± 0,08 y 2,64 la esteroidogénesis. De acuerdo con ellos, la betametasona
± 0,91 mmol/L) que en 41 recién nacidos normales (1,42 ± también puede influenciar la síntesis de colesterol y lipopro-
0,28; 0,57 ± 0,12 y 0,74 ± 0,05 mmol/L); los niveles de Apo teínas en el feto.
A-1 eran similares en anencefálicos a término (1,01 ± 0,30
g/L) y niños normales (0,99 ± 0,08 g/L). En un neonato
que nació 30 días después de la exposición a dexametasona SISTEMA INMUNE
se encontraron niveles normales de lipoproteínas y Apo A-
1. Los autores concluyeron que el tratamiento intrauterino Desde hace mucho tiempo existe evidencia que los corti-
con corticosteroides incrementaba transitoriamente los ni- costeroides alteran la inmunidad celular (Figura 3). Algunos
veles de Apo A-1 en los recién nacidos, y que este aumento, hechos demostrados por varios estudios de nivel II han con-
sin embargo, no era probable que fuera secundario al incre- tribuido con esta afirmación.
mento del colesterol que también ocurre en tales neonatos,
debido a que una hipercolesterolemia similar presente en los Evidencias nivel II
anencefálicos no estuvo asociada a cambios marcados en los
niveles de Apo A-1. En 1996, nuevamente Parker y col.8 es- En neonatos que recibieron dexametasona durante el emba-
tudiaron los sueros de cordón de 136 neonatos pretérminos razo, Barak y col.,9 en 1992, describieron un aumento sig-
(30,3 ± 2,7 semanas) expuestos a betametasona y 308 pre- nificativo de casi el 50% en los neutrófilos y una reacción
términos (30,3 ± 2,1 semanas) no expuestos, y encontraron leucemiode. Por su parte, no se consiguieron alteraciones en
las concentraciones de cortisol y dehidroepiandrosterona la quimiocinesis y quimiotaxis en los neutrófilos de neona-
(DHEA) marcadamente reducidos en las primeras 24 horas tos expuestos in utero a corticosteroides, en la investigación
después de la inyección inicial y permanecieron más bajas realizada en 1994 por Eisenfeld y col.10 Pero en infantes
que en los controles en los primeros 4 días. Los niveles de con administración prenatal de corticosteroides, Kavelaars
colesterol estuvieron incrementados significativamente los y col.,11 en 1999, reportaron que la proliferación de células
días 3 y 4 después del tratamiento, pero cayeron al día 5. T estaba disminuida, que la actividad de las células asesinas
La apolipoproteína B generalmente siguió el mismo patrón naturales estaba incrementada y que no habían efectos sobre
del colesterol. El colesterol también fue mayor de lo normal la interleuquina 6. En 1997, Chabra y col.12 estudiaron la
en niños nacidos >1 semana después del tratamiento inicial cuenta total y el grupo de linfocitos en 67 niños que recibie-
82 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 3 Entre otros efectos fisiológicos,


existe evidencia que los corticosteroides
alteran la inmunidad celular.

ron corticosteroides durante el embarazo, divididos en tres fue considerado particularmente relevante. En el momento
grupos: grupo I, a término (n: 19), grupo II, 33-37 semanas presente, resulta procedente conocer tales efectos y evaluar
(n: 25) y grupo III, <33 semanas (n: 23). El promedio de dichas pruebas.
la cuenta absoluta de linfocitos en los grupos I, II y III fue
5,6 ± 2,5 x 103/microl; 4,3 ± 1,5 x 103/microl y 3,5 ± 1,8 x 1. Monitoreo electrónico y perfil biofísico fetal
103/microl, respectivamente. Los valores promedio para los
Algunos estudios en humanos han demostrado que la admi-
linfocitos CD4+ en los grupos I, II y III fueron 2,7 ± 0,8 x
nistración prenatal de corticosteroides a la madre modifica
103/microl; 2,0 ± 0,8 x 103/microl y 1,6 ± 0,9 x 103/microl,
la frecuencia cardiaca fetal (FCF), los movimientos fetales y
respectivamente; y para los linfocitos CD8+ fueron 0,9 ± 0,3
los movimientos respiratorios (Figura 4).
x 103/microl; 0,6 ± 0,3 x 103/microl y 0,5 ± 0,3 x 103/microl,
respectivamente. A medida que disminuyó la edad de ges-
Evidencias nivel II
tación hubo disminución estadísticamente significante en la
cuenta absoluta de linfocitos (P = 0,0035), linfocitos CD4+ En 1997, Mulder y col.,13 de Holanda, publicaron una prue-
(P = 0,0013) y linfocitos CD8+ (P = 0,0064). Después de ba prospectiva con los resultados de los efectos de betameta-
realizar ajustes para la edad de gestación, los hijos de muje- sona y dexametasona sobre la FCF y la conducta fetal en 60
res que recibieron corticosteroides tuvieron menor contaje mujeres con riesgo de parto pretérmino, consiguiendo una
absoluto de linfocitos (P = 0,0001), linfocitos CD4+ (P = reducción del 19%, 49% y 85% en la frecuencia cardiaca fe-
0,002) y linfocitos CD25+ (P = 0,03). Según los autores, en tal, los movimientos fetales y los movimientos respiratorios
esta población la disminución en el número de linfocitos vis- respectivamente, al segundo día después de la administra-
ta en las edades menores estuvo asociado con el uso prenatal ción de betametasona; mientras que al primer día después
de corticosteroides. Las implicaciones a corto o largo plazo de la inyección de dexametasona hubo un incremento del
de estos hallazgos no están bien entendidas, sin embargo, 24% en la variación de la FCF a corto término. Todos los
no parecen conocerse efectos adversos a corto plazo de estos valores retornaron a lo normal al cuarto día, indicando que
cambios sobre el neonato. no hubo deterioro. Concluyeron que la betametasona tiene
más efecto sobre estos parámetros que la dexametasona y re-
comendaron tenerlos en cuenta cuando se vigile el bienestar
PRUEBAS DE VIGILANCIA FETAL fetal. En julio de 1999, Rotmensch y col.,14 de Israel, en una
prueba prospectiva y aleatoria, estudiaron las variables car-
Desde la introducción de los corticosteroides en la prácti- diotocográficas (FCF, variaciones a corto y largo término) y
ca clínica, su efecto sobre las pruebas de vigilancia fetal no biofísicas (movimientos corporales, de extremidades y respi-
Capítulo 9: Efectos fisiológicos 83

Figura 4 La administración prenatal de


corticosteroides a la madre modifica tem­
poralmente la frecuencia cardiaca fetal,
los movimientos fetales y los movimientos
respiratorios.

ratorios) en 46 fetos con amenaza de parto pretérmino entre de cohorte sobre la influencia de los corticosteroides en la
27-34 semanas de embarazo que se distribuyeron de manera respuesta fetal a la prueba de estimulación vibroacústica, en
aleatoria para recibir un régimen original con betametasona 26 fetos entre 28-34 semanas de gestación; antes, 48 y 96
o dexametasona. Los resultados mostraron una depresión horas después de la administración del régimen original de
marcada y transitoria en las variables cardiotocográficas y betametasona. En la prueba de estimulación vibroacústica
biofísicas (excepto movimientos respiratorios), más evidente previa, 22 fetos (84,6%) exhibieron respuesta rápida y vigo-
para la betametasona que para la dexametasona: frecuencia rosa. A las 48 horas luego de la exposición, sólo 3 (11,5%)
cardiaca fetal (P <0,001 y P <0,01; betametasona y dexa- tuvieron tal respuesta. No hubo diferencias en los exámenes
metasona, respectivamente), variaciones a corto término (P tomados a las 96 horas y los previos a la medicación. Los
<0,0001 y P <0,05), variaciones a largo término (P <0,01 y autores concluyeron que la betametasona produjo una tran-
P = NS), movimientos totales (P <0,001 y P <0,05) y dura- sitoria depresión de la respuesta fetal a la prueba de estimu-
ción del tiempo de respiración (P <0,0001 y P <0,0001). To- lación vibroacústica y que, por lo tanto, ésta no debería ser
dos los parámetros regresaron a la normalidad al cuarto día. usada como método de vigilancia fetal en sujetos expuestos
Aunque ambos corticosteroides produjeron una supresión a los corticosteroides. Un poco más tarde, en junio de 2000,
profunda y temporal de la FCF, el efecto con betametasona Kelly y col.,17 en otro trabajo prospectivo no controlado, in-
fue más pronunciado. En octubre de 1999, el mismo grupo vestigaron un grupo de 84 pacientes con riesgo de parto pre-
israelí de Rotmensch y col.,15 en una prueba de 31 pacientes término, entre 28-34 semanas de embarazo, mediante perfil
con embarazos entre 27-32 semanas (promedio 30,2), con biofísico antes y 24-48 horas después de la administración
una metodología similar, usaron betametasona sola y obtu- del esquema original de betametasona. Después de la admi-
vieron disminución de los movimientos respiratorios (83%, nistración de betametasona, en 31 casos (37%; IC 95% 26,6-
P <0,01), tiempo total de respiración (90,4%, P <0,01), mo- 47,2) el perfil biofísico disminuyó 2 puntos. Las variables
vimientos de extremidades (53,2%, P <0,01) y movimientos más comúnmente afectadas fueron los movimientos respi-
del tronco (48,6%, P <0,01). El volumen de líquido amnió- ratorios y la prueba de reactividad fetal. No hubo diferencia
tico y el tono fetal fueron normales en todos los pacientes. significante en los resultados neonatales entre los fetos, que
Todos los parámetros retornaron a lo normal al cuarto día. disminuyera o no el perfil biofísico. En este trabajo, aunque
Los índices de pulsatilidad de las arterias umbilical y cere- disminuyó el perfil biofísico en un tercio de los casos a las 48
bral media no sufrieron cambios (P = NS). En este estudio horas de la administración de betametasona, no se afectaron
la betametasona también disminuyó algunos parámetros del los resultados neonatales. Esto debe conocerse para evitar
perfil biofísico. En noviembre de ese mismo año, nuevamen- decisiones incorrectas con respecto al bienestar fetal. En el
te Rotmensch y col.16 reportaron otro estudio prospectivo año 2001 se produjo un trabajo con metodología y resultados
84 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

similares a uno anterior del grupo de Rotmensch y col.15 En durante 5 días después de administrar betametasona a em-
él, Deren y col.,18 de Turquía, vigilaron el perfil biofísico y el barazos entre 26-34 semanas. En comparación con el día 0,
estudio Doppler de 35 fetos entre 28-34 semanas de emba- a los días 1 y 2, hubo elevación de la FC basal (P <0,0001),
razo expuestos a betametasona y hubo una disminución sig- y disminución de la variabilidad de la FC (P <0,0001) y del
nificante, pero transitoria, de los parámetros del perfil biofí- número de aceleraciones (P <0,0001). Al día 3 los valores
sico. Los índices Doppler de las arterias umbilical y cerebral retornaron a cifras normales (P = NS). La amplitud máxima
media no fueron afectados por la betametasona, sugiriendo de aceleración de la FC mostró tendencia a la reducción (P =
la confiabilidad de este método para la evaluación de fetos 0,08). Pero no encontraron diferencias significantes entre los
expuestos a corticosteroides. En febrero de 2003, el grupo grupos de 26-30 y 30-34 semanas. Su conclusión fue que la
francés de Subtil y col.19 reportó el efecto sobre la FCF de betametasona producía cambios profundos pero transitorios
tres diferentes formulaciones de corticosteroides (dos inyec- de los parámetros de la FC, que semejan al sufrimiento fetal,
ciones de acetato más fosfato de betametasona, cuatro in- y que los clínicos deben tenerlos en cuenta al evaluar al feto
yecciones de fosfato de betametasona y cuatro inyecciones para evitar partos iatrogénicos.
de fosfato de dexametasona) en 105 pacientes. Durante el
tratamiento (días 0-1) hubo incrementó de la variabilidad de 2. Evaluación hemodinámica fetal por Doppler
la FCF (+9%; P <0,05) y del número de movimientos fetales
El efecto de los corticosteroides no sólo ocurre a nivel ma-
percibidos por la madre (+60% el día 0; P <0,001). Después
terno y fetal sino también a nivel placentario. La resistencia
del tratamiento (días 2-3) cayeron de manera significante la
vascular placentaria incrementada es una importante causa
variabilidad (−14%, P <0,01) y las aceleraciones (−35% el día
de restricción del crecimiento intrauterino y mortalidad pe-
2; P <0,01). La FCF medida el día 4 después de administrar
rinatal. La identificación de los embarazos afectados permite
los corticosteroides no varió con ninguno de los 3 esquemas.
la adecuada supervivencia fetal y el parto, pero no se cono-
No hubo modificaciones el día 4. Los autores demostraron
cen estrategias terapéuticas que disminuyan la resistencia y
que la terapia corticosteroide prenatal es responsable de 2
mejoren el flujo sanguíneo. Sin embargo, se piensa que la
fases diferentes de modificaciones de la FCF, que no varían
hormona liberadora de corticotropina (CRH) placentaria es
con los diferentes esquemas terapéuticos usados. Para de-
un potente vasodilatador feto-placentario y que los corticos-
mostrar que esta respuesta depende de la edad de gestación
teroides exógenos incrementan la secreción de CRH.
en que se administre la betametasona, en el 2004, el mismo
grupo de Mulder y col.20 realizó un estudio retrospectivo de
Evidencias nivel II
350 registros durante 5 días (0-4), de la FC y 310 de los mo-
vimientos fetales, de 63 madres con embarazos entre 26-34 Para constatarlo, Wallace y col.,23 en 1999, publicaron un es-
semanas, que recibieron maduración pulmonar con betame- tudio retrospectivo de 28 pacientes embarazadas entre 23-33
tasona. Entre 29-34 semanas encontraron disminución de la semanas, con aumento de la resistencia vascular placentaria
FCF, los movimientos fetales y los movimientos respirato- (ausencia de flujo telediastólico) que recibieron betametaso-
rios entre los días 1 y 2, cambio que no observaron entre 26- na y después fueron seguidas con velocimetría Doppler. El
28 semanas, concluyendo que existía una respuesta diferente análisis posterior mostró retorno del flujo diastólico en 19 de
relacionada con la edad de gestación, probablemente debido ellas (68%; IC 95% 0,49-0,86) luego de 24 horas de admi-
a cambios ontogénicos en los mecanismos que controlan es- nistrada la betametasona, sugiriendo una disminución en la
tos procesos (maduración del receptor de glucocorticoides, resistencia vascular placentaria. En 12, el efecto fue transi-
desarrollo cardiovascular y neuroendocrino). torio con nueva ausencia de flujo diastólico luego de 3 días.
En el 2004, también este mismo grupo de investigado- No hubo cambios en los pesos neonatales. En este trabajo,
res21 estudió estos mismos tres parámetros en los fetos de 80 la betametasona se asoció con disminución de la resistencia
mujeres con embarazos gemelares, encontrando en ambos vascular placentaria posiblemente inducida por un aumento
gemelos una disminución de la FCF, los movimientos fetales en la secreción de CRH placentaria, y abrió posibilidades
y los movimientos respiratorios entre los días 1 y 3, similar a la a potenciales usos futuros. En 1999 y 2001 se produjeron
hallada antes en embarazos simples, asociada a la betameta- los trabajos de Rotmensch y col.15 y Deren y col.,18 citados
sona. Los efectos no se asociaron con sexo fetal, corionicidad en el aparte de monitoreo electrónico y perfil biofísico fetal,
y discordancia en tamaño entre los gemelos, pero sí se aso- en los que se obtuvieron similares resultados: si bien hubo
ciaron con la edad de la gestación. Terminaron concluyendo alteraciones del perfil biofísico, los índices de pulsatilidad de
que los regímenes de corticosteroides usados en embarazos las arterias umbilical y cerebral media no sufrieron cambios.
gemelares producen cambios fisiológicos y conductuales en Y en el año 2001 también, con el objetivo de establecer el
los gemelos independientemente de su composición, lo cual efecto de la betametasona en la circulación materno fetal,
proporciona evidencia que los niveles de betametasona son Piazze y col.24 reportaron una cohorte no controlada de 36
lo suficientemente altos para alcanzar el compartimiento de pacientes expuestas al esquema original de betametasona
cada gemelo. Por su parte, Rotmensch y col.,22 en 2005, es- (2 dosis de 12 mg, separadas por 24 horas). La evaluación
tudiaron la FC basal, la variabilidad de la FC, el número de con Doppler incluyó los índices de pulsatilidad de las arte-
aceleraciones y amplitud máxima de aceleración de la FCF rias umbilical y cerebral media y de resistencia de la arteria
Capítulo 9: Efectos fisiológicos 85

uterina, antes y después de su administración, encontrando 25-33 semanas de embarazo, hasta las 34 semanas o el parto.
una disminución significativa (P <0,002) y transitoria en el A los neonatos les midieron la capacidad funcional residual y
índice de pulsatilidad de la arteria cerebral media. Los otros la distensibilidad pulmonar en las primeras 48 horas de vida.
territorios vasculares no registraron cambios. Al analizarlos No encontraron diferencias significantes en los que recibie-
por edad de embarazo, el índice de pulsatilidad de la arteria ron 1 o múltiples cursos de corticosteroides, en la capacidad
cerebral media disminuyó significantemente a las 48 horas funcional residual (28,5 vs 27,5 mL/kg), distensibilidad pul-
en el grupo <32 semanas (P <0,0006) y retornó al nivel an- monar, circunferencia cefálica o peso al nacer. Ellos conclu-
terior al tratamiento, a las 96 horas después de la inyección yeron que, comparados con 1 sólo curso de betametasona,
de betametasona. Para los autores, la betametasona se asoció los cursos múltiples no incrementan de manera significante
a disminución significante, aunque transitoria, del índice de la capacidad funcional residual y la distensibilidad pulmonar.
pulsatilidad de la arteria cerebral media, especialmente en Con estos resultados, estos investigadores demostraron que
embarazos <32 semanas. la eficacia de los cursos múltiples sobre la función pulmonar
era similar a la de un solo curso.

FUNCIÓN PULMONAR
RESUMEN
A pesar de los efectos de los corticosteroides en la produc-
ción de surfactante y los cambios estructurales en el parén-
Los efectos aquí mencionados son fisiológicos, general-
quima pulmonar, no parecen haber alteraciones en la función
mente leves, transitorios, reversibles y a corto plazo. La ma-
del pulmón fetal (Figura 5).
yoría de la evidencia presentada es de nivel II, por lo que
se necesita mayor confirmación por pruebas controladas y
Evidencias nivel I
aleatorias. Sin embargo, al momento de hacer la evaluación
Una prueba controlada y aleatoria publicada en agosto del clínica del bienestar fetal, deben ser tomados muy en cuenta
2002 no encontró alteraciones en el funcionalismo pulmo- por los médicos que utilizan corticosteroides para madura-
nar neonatal, con la administración prenatal a la madre de 1 ción pulmonar fetal. A largo plazo, las evidencias indican
o múltiples cursos de betametasona. McEvoy y col.25 evalua- que un solo curso de corticosteroides usualmente no pro-
ron la función pulmonar de 37 niños cuyas madres recibie- duce la mayoría de estos eventos, pero con cursos múltiples
ron uno o múltiples cursos de betametasona o placebo, entre no hay certeza.

Figura 5 A pesar de los efectos de los corti­


costeroides en la producción de surfactante
y los cambios estructurales en el parénqui­
ma pulmonar, no parecen haber alteracio­
nes en la función del pulmón fetal.
86 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

BIBLIOGRAFÍA 14.- Rotmensch S, Liberati M, Vishne T, Celentano C, Ben-Ra-


fael Z, Bellati U. The effect of betamethasone and dexameth-
1.- Ashwood P, Crowther C, Wilson C, Haslam R, Kennaway asone on fetal heart rate patterns and biophysical activities. A
D, Hiller J et al. Neonatal adrenal function after repeat dose prospective randomized trial. Acta Obstet Gynecol Scand
prenatal corticosteroid: a randomized controlled trial. Am J 1999; 78: 493-500.
Obstet Gynecol 2006; 194: 861-867. 15.- Rotmensch S, Liberati M, Celentano C, Efrat Z, Bar-Hava
2.- Terrone D, Rinehart B, Rhodes P, Roberts W, Millar R, I, Kovo M et al. The effect of betamethasone on fetal bio-
Martin J. Multiples courses of betamethasone to enhance fe- physical activities and Doppler velocimetry of umbilical and
tal lung maturation do not suppress neonatal adrenal re- middle cerebral arteries. Acta Obstet Gynecol Scand 1999;
sponse. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 1349-1353. 78: 768-773.
3.- Helal K, Gordon M, Lighner C, Barth W. Adrenal suppres- 16.- Rotmensch S, Celentano C, Liberati M, Sadan O, Glezer-
sion induced by betamethasone in women at risk for prema- man M. The effect of antenatal steroid administration on the
ture delivery. Obstet Gynecol 2000; 96: 287-290. fetal response to vibroacoustic stimulation. Acta Obstet Gy-
4.- McKenna D, Wittber G, Nagaraja H, Samuels P. The effects necol Scand 1999; 78): 847-851.
of repeat doses of antenatal corticosteroids on maternal adre- 17.- Kelly M, Schneider E, Petrikovsky B, Lesser M. Effect of
nal function. Am J Obstet Gynecol 2000; 183: 669-673. antenatal steroid administration on the fetal biophysical pro-
5.- Aghajafari F, Murphy K, Ohlsson A, Amankwah K, Mat- file. J Clin Ultrasound 2000; 28: 224-226.
thews S, Hannah M. Multiple versus single courses of ante- 18.- Deren O, Karaer C, Onderoglu L, Yigit N, Durukan T, Ba-
natal corticosteroids for preterm birth: a pilot study. J Obstet hado-Singh R. The effect of steroids on the biophysical pro-
Gynecol Can 2002; 24: 321-329. file and Doppler indices of umbilical and middle cerebral
6.- Andersen G, Friis-Hansen B. Cord serum lipid and lipopro- arteries in healthy preterm fetuses. Eur J Obstet Gynecol
tein cholesterol values in normal and betamethasone treated Reprod Biol 2001; 99: 72-76.
newborns of varying gestational age. Acta Pediatr Scand 19.- Subtil D, Tiberghien P, Devos P, Therby D, Leclerc G, Vaast
1977; 66: 355-360. P et al. Immediate and delayed effects of antenatal cortico-
7.- Parker C Jr, Mac Donald P, Carr B, Morrison J. The effect of steroids on fetal heart rate: A randomized trial that compares
dexamethasone and anencephaly on newborn serum levels of betamethasone acetate and phosphate, betamethasone phos-
apolipoprotein A-1. J Clin Endocrin Metab 1987; 65: 1098- phate, and dexamethasone. Am J Obstet Gynecol 2003; 188:
1101. 524-531.
8.- Parker C Jr, Atkinson M, Owen J, Andrews W. Dynamics of 20.- Mulder E, Koenen S, Blom I, Visser G. The effects of ante-
the fetal adrenal, cholesterol and apolipoprotein B responses natal betamethasone administration on fetal heart rate and
to antenatal betamethasone therapy. Am J Obstet Gynecol behaviou depend on gestational age. Early Hum Dev 2004;
1996; 174: 562-565. 76: 65-77.
9.- Barak M, Cohen A, Hershkowitz S. Total leukocyte and 21.- Mulder E, Derks J, Visser A. Effects of Antenatal betameth-
neutrophil count changes associated with antenatal beta- asone administration on fetal heart rate and behavior in twin
methasone administration in preterm infants. Acta Pediatr pregnancy. Pediatric Res 2004; 56: 35-39.
1992; 81: 760-763. 22.- Rotmensch S, Lev S, Kovo M, Efrat Z, Zahavi Z, Lev N, et
10.- Eisenfeld L, Rosenkrantz T, Block C. Effect of corticoste- al. Effect of betamethasone administration on fetal heart rate
roids on the maturation of neutrophil motility in very low tracing: a blinded longitudinal study. Fetal Diagnos Therap
birth weighs neonates. Am J Perinatol 1994; 11: 163-166. 2005; 20: 371-376.
11.- Kavelaars A, Van Der Pompe G, Bakker J. Altered immune 23.- Wallace EM, Baker LS. Effect of antenatal betamethasone
function in humane newborns alter prenatal administration administration on placental vascular resistance. Lancet 1999;
of betamethasone: enhanced natural killer cell activity and 353: 1404-1407.
decreased T cell proliferation in cord blood. Pediatr Res 24.- Piazze J, Anceschi M, La Torre R, Amici F, Maranghi L,
1999; 45: 306-312. Cosmi E. Effect of antenatal betamethasone therapy on ma-
12.- Chabra S, Cottrill C, Rayens M, Cross R, Lipke D, Bruce M. ternal fetal Doppler velocimetry. Early Hum Dev 2001; 60:
Lymphocyte subsets in cord blood of preterm infants: effect 225-232.
of antenatal steroids. Biol Neonate 1998; 74: 200-207. 25.- McEvoy C, Bowling S, Williamson K, Lozano D, Tolaymat
13.- Mulder E, Derks J, Visser G. Antenatal corticosteroid thera- L, Izquierdo L et al.The effect of a single remote course ver-
py and fetal behavior: a randomized study of the effects of sus weekly courses of antenatal corticosteroids on functional
betamethasone and dexamethasone. Br J Obstet Gynecol residual capacity in preterm infants: a randomized trial. Pedi-
1997; 104: 1239-1247. atrics 2002; 110: 280-284.
Efectos adversos 10
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Juan Carlos Briceño-Sanabria

La adversidad tiene el don de despertar talentos


que en la prosperidad permanecen dormidos

Horacio

Al igual que los efectos fisiológicos (véase Sección II, Capí-


tulo 9), la mayoría de los efectos adversos aquí descritos con-
templan aspectos feto-neonatales, sin embargo, también se
mencionarán dos eventos adversos maternos que se pueden
presentar con un solo curso de corticosteroides.

EFECTOS ADVERSOS DE UN SOLO CURSO


al momento de la aleatorización generalmente es mayor de
DE TRATAMIENTO
28 semanas, no han considerado adecuadamente el uso de
múltiples cursos de corticosteroides y el intervalo entre la
Efectos a corto plazo
administración y el parto ha sido relativamente muy corto.5
Evidencias nivel I
Los riesgos fetales y neonatales a corto plazo de un solo cur- Evidencias nivel II
so de corticosteroides parecen ser raros, y afortunadamente Un estudio retrospectivo reciente concluyó que en mujeres
transitorios y reversibles (Figura 1). En la investigación ori- con infección/inflamación intrauterina, un solo curso de corti-
ginal de Liggins y Howie1 se sugería un aumento de muertes costeroides no se asoció con deterioro significante en ningún
fetales en las hipertensas, pero esto no ha sido demostrado resultado neonatal y se asoció con reducción significante en
en ningún estudio realizado desde entonces hasta el pre- el síndrome de dificultad respiratoria y el síndrome de res-
sente. La evidencia controlada y aleatoria actual indica que puesta inflamatoria sistémica neonatal: en octubre de 2006,
un solo curso de corticosteroides no se asocia con resultados Goldenberg y col.6 presentaron la revisión de los datos de 457
neonatales adversos como reducción del volumen pulmonar, neonatos nacidos entre 23-32 semanas de embarazo, a los que
estado neurológico anormal, disminución del crecimiento, se les realizó cultivos y examen histológico de la placenta e
sepsis neonatal o supresión adrenal clínicamente significan- interleuquina 6 (IL-6) en cordón umbilical. De los 457 em-
te.2,3 La revisión sistemática de Crowley4 no encontró evi- barazos, el 57,6% tenían cultivo placentario positivo, 49,8%
dencia significante de eventos adversos y demostró que la corioamnionitis/funisitis histológica, 28,8% niveles elevados
administración prenatal de corticosteroides no incrementa el de IL-6 en cordón umbilical y 12,5% corioamnionitis clíni-
riesgo de infección fetal, aun en caso de rotura prematura de ca. En las que tuvieron infección/inflamación intrauterina, si
membranas, pero que la infección materna se incrementa en las madres fueron tratadas con corticosteroides, ninguno de
forma significativa si la madre tiene ruptura de membranas los resultados neonatales se deterioró de manera significante.
>24 horas. Por otra parte, las pruebas controladas y aleatorias En las que tuvieron corioamnionitis/funisitis histológica, si
en mujeres expuestas a un solo curso de corticosteroides no las madres fueron tratadas con corticosteroides hubo mejoría
han mostrado restricción del crecimiento fetal intrauterino, sin de los resultados (ya que ocurrieron menos frecuentemente)
embargo, se objeta que en estos estudios la edad de gestación pero no fueron significantes: síndrome de dificultad respi-

87
88 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 1 Las evidencias demuestran que un


solo curso de corticosteroides no se asocia
con resultados neonatales adversos como
sepsis neonatal, incremento del número de
niños pequeños para la edad de gestación,
disminución del crecimiento, reducción del
peso neonatal al nacer o supresión adrenal
clínicamente significante.

ratoria (59,9 vs 72,2%; P =0,16), hemorragia intraventricu- en el crecimiento, desarrollo neurológico, examen oftálmico
lar (9,7 vs 14,7%; P =0,38) y mortalidad neonatal (9,9 vs y función pulmonar. En otro estudio de seguimiento a los 2
11,1%; P =0,82). Resultados similares se observaron en las años de edad, en 1997, Salokorpi y col.10 de Helsinsky, eva-
pacientes con cultivo placentario positivo. En mujeres con luaron el crecimiento y el desarrollo neurológico de 82 niños
niveles elevados de IL-6 en cordón umbilical el síndrome de que recibieron dexametasona (n: 50) entre 24-33 semanas y
dificultad respiratoria se redujo de manera significante (59,4 tuvieron un peso promedio al nacer de 1.291 g (530-2.360
vs 84,2%; P =0,45). El síndrome de respuesta inflamatoria g) comparados con 32 controles, encontrando un desarro-
sistémica neonatal fue reducido en forma significante con llo neurológico normal en 52% del grupo de estudio y en
los corticosteroides en mujeres con corioamnionitis/funisitis 34% de los controles, y una incidencia de parálisis cerebral
histológica (39,7 vs 65,7%; P =0,005), cultivos placentarios de 10% y 22% en los grupos de estudio y control, respectiva-
positivos (32,7 vs 56,3%; P =0,01) y niveles elevados de IL-6 mente. La incidencia de retardo menor en el desarrollo fue
en cordón umbilical (42,7 vs 73,7%; P =0,02). Estos datos 42% en los tratados con dexametasona y 53% en los trata-
sugieren que el uso de corticosteroides no está contraindica- dos con placebo. Esta investigación indicó que los efectos
do en presencia de infección/inflamación intrauterina. benéficos de la administración prenatal de corticosteroides
sobre las complicaciones cerebrales (hemorragia intraventri-
Efectos a largo plazo cular o leucomalacia periventricular) demostrada durante el
período prenatal, puede ser seguida por una incidencia más
a. Crecimiento y desarrollo neurológico
baja de parálisis cerebral en los prematuros sobrevivientes.
a.1 Evidencias nivel I Por su parte, Dessens y col.,11 del mismo grupo holandés,
Las pruebas controladas y aleatorias tampoco demues- en el año 2000 reportaron los resultados de adultos jóvenes
tran efectos adversos a largo plazo (Figura 1).7-11 En 1982, a los 20-22 años de edad, quienes habían recibido un curso
McArthur y col.8 evaluaron 250 niños de las primeras prue- de corticosteroides in utero, evaluándoles la salud general,
bas del grupo de la Universidad de Auckland, Nueva Ze- crecimiento, desarrollo puberal, reproductividad, exámenes
landa (139 habían recibido betametasona y 111 controles), ginecológicos, desarrollo del género, orientación sexual, fun-
realizándoles pruebas de desarrollo cognitivo y de vigilancia cionamiento cognitivo sexo-específico y psiconeuroticismo.
del progreso en la escuela a los 7 años de vida y no encontra- Además, agregaron algunas medidas de enfermedades fami-
ron diferencias significantes en los dos grupos. Asimismo, en liares, estado socioeconómico y educación. Tampoco encon-
otro estudio de seguimiento a 10-12 años, de niños que reci- traron diferencias en los dos grupos en las variables médicas
bieron betametasona, en 1990, Smolder y col.9 de Holanda, o psicológicas. En general, los sujetos eran sanos y tenían
a parte de un mayor número de hospitalizaciones por enfer- capacidad intelectual normal, y los grupos no difirieron en
medades infecciosas, no encontraron diferencias significantes desarrollo del género, orientación sexual, funcionamiento
Capítulo 10: Efectos adversos 89

cognitivo sexo-específico y psiconeuroticismo. La tensión =0,05). Concluyeron que a pesar que la exposición prenatal
arterial sistólica fue significativamente más baja en los que a betametasona puede resultar en insulinorresistencia en la
recibieron betametasona, pero no hubo diferencias en la ten- vida adulta, ésta no tiene efecto clínico sobre los factores de
sión arterial diastólica. Para este grupo de investigadores, el riesgo cardiovascular a los 30 años de edad, por lo cual consi-
seguimiento a 20 años de un solo curso de corticosteroides deraron que los obstetras pueden seguir utilizando un curso
no tuvo efectos adversos en la adultez. prenatal de betametasona para la prevención del síndrome
de dificultad respiratoria (SDR) neonatal. Con el mismo
a.2 Evidencias nivel II objetivo, en otro estudio de seguimiento, nuevamente este
En el año 2001, Schaap y col.12 hicieron un trabajo de grupo neozelandés de Dalziel y col.15 evaluaron la función
casos controles para evaluar el efecto de un curso de cor- psicológica y la calidad de la vida de relación a los 31 años de
ticosteroides sobre la morbilidad, mortalidad, incapacidad edad en 192 adultos con exposición intrauterina a un curso
o habilidad a los 2 años de edad, en 62 niños entre 26-32 de betametasona (87 expuestos y 105 a placebo). Estos auto-
semanas con restricción del crecimiento intrauterino, com- res no encontraron diferencias entre los dos grupos en fun-
parados con 62 controles. La rata de supervivencia corregida ciones cognitivas, memoria, atención, morbilidad psiquiátri-
sin incapacidad o habilidad a los 2 años de edad fue mayor ca, habilidades y salud relacionada con la calidad de vida,
en el grupo de estudio (RR 3,2, IC 95% 1,1-11,2). En el por lo que concluyeron que un curso de corticosteroides no
seguimiento a largo plazo durante la edad escolar hubo un alteraba los parámetros estudiados de función psicológica y
efecto negativo estadísticamente significante sobre el creci- calidad de la vida de relación, por lo que realizaron la mis-
miento físico, aunque no hubo diferencias en la conducta, ma recomendación anterior que los obstetras pueden seguir
por lo cual ellos creyeron que en infantes muy pretérmino usando un curso antenatal de betametasona para prevenir el
con restricción del crecimiento intrauterino los beneficios SDR en el neonato.
de usar corticosteroides superaban los riesgos. Por otra par-
te, Doyle y col.13 de Australia, en el año 2000, publicaron b. Función pulmonar
un estudio de cohorte a los 14 años de edad, para deter-
minar los efectos adversos sobre el crecimiento, resultados Basados en evidencias animales que mostraban disminu-
neurosensoriales y función pulmonar, de un curso prenatal ción en el número de células pulmonares y menores pesos
de corticosteroides en 130 niños que pesaron <1.501 g al de los pulmones de fetos de conejos expuestos a hidrocor-
nacer, comparados con 24 controles. A los 14 años de edad, tisona, Wiebicke y col.,16 en 1988, estudiaron los efectos de
el grupo que recibió un curso de corticosteroides era signi- los corticosteroides sobre la función pulmonar en humanos.
ficativamente más alto (diferencia promedio de altura con Estos investigadores midieron el flujo y el volumen pulmo-
la puntuación z: 0,39; IC 95% 0,001-0,79) y tenía mejor nar (por flujometría y método de dilución con helio) en 8
función cognitiva (diferencia promedio de coeficiente de niños mayores de 6 años que habían recibido un curso de
inteligencia: 6,2; IC 95% 0,8-11,6), que los no expuestos. dexametasona entre 28-34 semanas de embarazo cuando
No hubo diferencias entre los dos grupos, en los resultados fueron parte del Estudio del Grupo Colaborativo en Terapia
neurosensoriales y en la función pulmonar. Por lo tanto, con- Corticosteroide Antenatal (véase Sección II, Capítulo 3) y
cluyeron que en este grupo de niños que pesaron <1.501 g al en 11 controles tratados con placebo. Las pruebas de función
nacer, la exposición prenatal a corticosteroides se asoció con pulmonar no mostraron diferencias entre los dos grupos, lo
algunos resultados mejores a los 14 años de edad, sin efectos cual indicó que no hubo efectos adversos subsecuentes de
adversos obvios en el crecimiento, funciones neurosensorial, dexametasona sobre el flujo espiratorio y el volumen pulmo-
cognitiva o pulmonar, crecimiento cognitivo, coeficiente de nar durante la infancia. Por su parte, en 2000, el mencionado
inteligencia y función pulmonar en la adolescencia. Por su estudio de seguimiento de Doyle y col.13 no encontró altera-
parte, Dalziel y col.,14 de Nueva Zelanda, en el año 2005 ciones de la función pulmonar a los 14 años de edad en in-
presentaron un estudio de seguimiento a los 30 años de edad fantes que pesaron <1.501 g al nacer y estuvieron expuestos
de 534 adultos cuyas madres participaron en pruebas con- in utero a un curso de corticosteroides. En agosto de 2006,
troladas y aleatorias de administración prenatal de un solo el mismo grupo neozelandés de Dalziel y col.17 reportó los
curso de betametasona, y no hubo diferencias significantes resultados de la función pulmonar luego del seguimiento a
entre los expuestos (grupo de estudio) o no (grupo control) 30 años de 534 adultos cuyas madres habían participado en
en el tamaño corporal, lípidos sanguíneos, tensión arterial, la más grande prueba controlada y aleatoria y habían reci-
cortisol plasmático, prevalencia de diabetes o historia de en- bido betametasona antenatal, y no encontraron diferencias
fermedad cardiovascular. Al realizar la prueba de tolerancia significantes entre los grupos de estudio y control en la ca-
oral con 75 g glucosa, el grupo de estudio, comparado con pacidad vital forzada (12% y 12,6%; diferencia —0,7; IC
el grupo control, tuvo mayores concentraciones de insulina 95% 1,8-3,2; P = 0,59) y el volumen espiratorio forzado en 1
a los 30 minutos (60,5 vs 52,0 mIU/L; relación de prome- segundo (13,4% y 13,6%; diferencia 0,3; IC 95% —2,4-3,1;
dio geométrico 1·16; IC 95% 1,03-1, 31; P = 0,02) y me- P = 0,80). Para ellos, la exposición prenatal a un solo curso
nores concentraciones de glucosa a los 120 minutos (4,8 vs de betametasona no alteró la función pulmonar a los 30 años
5,1 mmol/L; diferencia: −0,26 mmol/L [−0,53 a 0,00]; P de edad (Figura 1).
90 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Efectos maternos los cursos repetidos. Cuatro años después, en enero de 2006,
Kanagawa y col.22 de Osaka, Japón, reportaron un estudio
Ocasionalmente, se ha mencionado hiperglicemia transitoria
en ratas Sprague Dawley de 4 días de edad, pretratadas con
en diabéticas. También han sido descritos algunos casos de
4 regímenes diferentes (1, 2 ó 3 cursos de dexametasona y
edema pulmonar, generalmente cuando se usan asociados a
solución salina) y concomitantemente les midieron la bro-
otros factores como betamiméticos, sulfato de magnesio y
modeoxiuridina (BrdU) incorporada a las células en división.
embarazos múltiples.18,19
Encontraron que, en comparación con las que recibieron so-
lución salina (controles), tanto el peso corporal como el cere-
bral de las ratas pretratadas con dexametasona disminuyeron
EFECTOS ADVERSOS DE CURSOS MÚLTIPLES
de manera significativa. Los análisis cuantitativos de la BrdU
DE TRATAMIENTO
revelaron que la disminución significativa de tamaño en la
zona subventricular, zona subglandular y la corteza cerebral,
A diferencia del tratamiento con un solo curso, ni la eficacia
encontrada con la dexametasona, era dosis-dependiente. Por
ni la seguridad de múltiples cursos ha sido bien establecida.
ello, estos autores concluyeron que la disminución en la neu-
La práctica de cursos múltiples de corticosteroides no se basó
rogénesis causada por los cursos múltiples de dexametasona
en pruebas clínicas o en recomendaciones de las conferencias
puede resultar en efectos adversos en el tamaño de la cabeza
de consenso del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus
al nacer. En enero de 2007, Owen y Matthews25 publicaron
siglas en inglés) de Estados Unidos (EE.UU.) de 1994 y de
los efectos del tratamiento materno repetido con corticoste-
2000, sino que surgió de necesidad y la amplia opinión que
roides, en regímenes similares a los recibidos por las mujeres
«más es mejor». Los clínicos permanecen con la incertidum-
embarazadas, sobre la actividad y la expresión de los recepto-
bre de cómo manejar las pacientes que recibieron corticoste-
res de N-metil-D-aspartato en el hipocampo de cobayos ju-
roides 7 días antes y permanecen en riesgo de parto pretér-
veniles de Guinea, encontrando alteraciones profundas sobre
mino: no administrarles más corticosteroides puede injuriar
la conducta y el desarrollo de sistemas de neurotransmisión
estos niños si nacen prematuros y repetir el tratamiento pue-
cruciales en la vida posnatal.
de ser innecesario y dañino.20 La evidencia sugiere que el be-
neficio obtenido por los cursos repetidos sobre la maduración
Evidencias en humanos
pulmonar fetal no puede ser sobrepesado con los potenciales
riesgos adversos de desarrollo del sistema nervioso fetal, au- En humanos la evidencia disponible de pruebas controla-
mento de la morbilidad infecciosa, restricción del crecimien- das y aleatorias establece incertidumbre sobre la eficacia y
to pre- y posnatal y el potencial de promover partos pretér- seguridad en el feto de múltiples cursos de corticosteroides
mino. Por ello, es preocupante esta práctica clínica de repetir (Figuras 2-4).2,3,21,23,26-29
los corticosteroides semanalmente. Teóricamente, los riesgos
asociados a las dosis repetidas de corticosteroides son ma- I. Evidencias nivel I
yores que con un solo curso. Hasta que pruebas controladas
La primera evidencia nivel I es el estudio controlado y alea-
y aleatorias demuestren la eficacia y seguridad de múltiples
torio de Guinn y col.26 (véase Sección II, Capítulo 8), en el
exposiciones a corticosteroides, los médicos deben ejercer la
que demostraron que los cursos múltiples de corticosteroides
precaución en la prescripción de cursos múltiples.2,3,21-24
no redujeron la morbilidad compuesta total (SDR, displasia
pulmonar, hemorragia intraventricular, enterocolitis necro-
Evidencias en animales
sante, leucomalacia periventricular, sepsis y mortalidad pe-
Gran parte de la literatura sobre los riesgos de cursos repeti- rinatal), por lo que no recomendaron su uso. Por otra parte,
dos de corticosteroides proviene de evidencias en animales de Aghajafari y col.23 de Canadá, en el año 2001, realizaron una
los efectos adversos en el sistema nervioso y el crecimiento. revisión sistemática de 8 pruebas observacionales que usaron
En este sentido, la mejor evidencia fue aportada en el año cursos múltiples de corticosteroides en humanos y si bien
2002, por Aghajafari y col.,21 quienes realizaron una revisión encontraron disminución de SDR (RR 0,79; IC 95% 0,64-
sistemática de 42 estudios controlados y aleatorios que com- 0,98) y persistencia de conducto arterioso (RR 0,56; IC 95%
paraban los efectos de cursos únicos y múltiples en ovejas, 0,35-0,90), estuvieron asociados con riesgo incrementado de
monos y ratones. De acuerdo con estos autores, seis de estas endometritis (RR 3,42; IC 95% 1,92-6,11). No hubo efectos
pruebas analizaron los efectos de múltiples cursos de corticos- significativos sobre otros resultados maternos o neonatales.
teroides sobre el sistema nervioso y entre los eventos adversos Para los autores, debido a sesgo de selección en todos los
encontraron los siguientes: 1) alteraciones en la mielinización estudios, lo que confundía el análisis de las variables, no fue
del nervio óptico, 2) disminución del diámetro ocular y adel- posible establecer los efectos verdaderos de múltiples cursos
gazamiento de la retina, 3) alteraciones en el desarrollo del de corticosteroides, por lo que recomendaron realizar prue-
nervio ciático, 4) reducción del volumen cerebral y 5) dege- bas controladas y aleatorias. En marzo de 2006, Ashwood
neración neuronal y disminución de neuronas en el hipocam- y col.,27 en un estudio controlado y aleatorio, compararon
po. Trece pruebas en ovejas, monos, conejos y ratones, repor- neonatos cuyas madres habían recibido uno o múltiples cur-
taron disminución del peso de los órganos al nacimiento, con sos de corticosteroides durante el embarazo, y demostraron
Capítulo 10: Efectos adversos 91

Figura 2 Algunos efectos adversos en huma­


nos de cursos múltiples de corticosteroides
no están demostrados con evidencias nivel
I: parálisis cerebral, reducción del volumen
pulmonar, edema pulmonar, trastornos de
los lípidos séricos, estado neurológico anor­
mal, reducción del peso neonatal al nacer,
incremento del número de niños pequeños
para la edad de gestación.

Figura 3 Efectos adversos sobre el sistema


nervioso de cursos múltiples de corticos­
teroides, no demostrados en humanos:
alteraciones en la mielinización del nervio
óptico, disminución del diámetro ocular,
adelgazamiento de la retina y alteraciones
en el desarrollo del nervio ciático.

que en los que recibieron múltiples dosis se producía supre- se más adelante) que cursos múltiples de corticosteroides re-
sión suprarrenal transitoria hasta los 7 días de nacidos (véase ducen el peso neonatal al nacer e incrementan el número de
Sección II, Capítulo 9). En septiembre de 2006, una prueba niños pequeños para la edad de gestación. Para ello, Wapner
controlada, aleatoria y multicéntrica realizada por la Red de y col.28 trabajaron en 18 centros con mujeres con embarazos
Unidades de Medicina Materno fetal, Desarrollo Humano y entre 23-32 semanas que habían recibido un curso de corti-
Salud Infantil, del Instituto Nacional de Salud, de EE.UU., costeroides 7-10 días antes y las distribuyeron al azar a reci-
confirmó los resultados de algunos estudios de nivel II (véa- bir cursos semanales de betametasona o placebo. La prueba
92 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 4 Otros probables efectos adversos


sobre el sistema nervioso humano de cursos
múltiples de corticosteroides: reducción del
volumen cerebral, degeneración neuronal y
disminución de neuronas en el hipocampo.

fue programada para enrolar 2.400 pacientes, pero debió bían recibido uno o múltiples cursos de corticosteroides. Sin
terminarse de manera anticipada por el Comité de Monito- embargo, hubo más parálisis cerebral en el grupo que recibió
reo de Seguridad, con 495 mujeres, debido a los resultados cursos múltiples (RR 5,68; IC 95% 0,69-46,7), lo cual les
independientes. No encontraron reducción significante en la pareció preocupante, por lo que sugirieron que la exposición
morbilidad primaria compuesta (8,0% vs 9,1 %; P = 0,67). a cursos repetidos de corticosteroides debe ser limitada.
Los cursos múltiples disminuyeron de manera significante la
administración neonatal de surfactante (P = 0,02), ventila- II. Evidencias nivel II
ción mecánica (P = 0,004), ventilación a presión positiva (P
= 0,05) y neumotórax (P = 0,03). No hubo diferencia signifi- Algunos estudios de nivel II también han encontrado efec-
cante en el promedio de peso al nacer y en la circunferencia tos adversos de los cursos repetidos de corticosteroides.
cefálica, pero el grupo de cursos múltiples tuvo una reduc- En el año 1994, Bradley y col.30 reportaron un caso de sín-
ción en el promedio de peso al nacer por edad de gestación drome Cushingoide neonatal producido por cursos seriados de
(0,88 vs 0,91; P = 0,01) y en el número de neonatos con peso betametasona (Figura 5). Se trató de una paciente que ingre-
por debajo del percentil 10 (23,7% vs 15,3%; P = 0,02). En el só con un embarazo de 24,5 semanas con un cerclaje uterino
grupo que recibió >4 cursos de corticosteroides hubo reduc- fallido y se le realizó otro cerclaje presentando un parto pre-
ciones significantes del peso al nacer, peso por debajo de los término a las 26,5 semanas cuando se inició la betametasona
percentiles 10º y 5º para la edad de gestación y mayor reduc- semanal hasta las 34,5 semanas, recibiendo ocho cursos en to-
ción de los niveles de cortisol y sulfato de dehidroepiandros- tal. El neonato presentaba como aspectos resaltantes la típica
terona (sin embargo, no hubo casos de supresión adrenal). fascies redonda o «cara de luna» y excesivo tejido adiposo en
Concluyeron que los cursos múltiples de corticosteroides región dorsal posterior o «joroba de búfalo». En los exámenes
reducen significantemente morbilidades neonatales especí- de laboratorio lo destacable fue que al neonato se le realizó
ficas, pero no mejoran los resultados perinatales compuestos. cortisol durante los tres primeros días y los niveles eran ba-
Además, reducen el peso al nacer e incrementan el número jos. Al tercer día se le realizó una prueba de estimulación con
de niños pequeños para la edad de gestación. Un poco más ACTH y el resultado fue positivo, confirmándose la supresión
tarde, en diciembre de 2006, con motivo del 27º Encuentro del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. Las pruebas maternas
Anual de la Sociedad de Medicina Materno Fetal, el mismo también confirmaron supresión de este eje en la madre. Este
grupo encabezado por Wapner29 publicó los resultados de caso demuestra la presencia de efectos indeseados en el feto o
la evaluación del seguimiento a los 2 años de los niños del neonato al utilizar tratamiento múltiple con corticosteroides.
estudio anterior.28 Este autor no encontró diferencias en las Por su parte, French y col.31 de Australia, en 1999, realizaron
medidas antropométricas (peso y circunferencia cefálica) o un seguimiento prospectivo de cohorte durante 3 años de 477
en las pruebas de Bayley a los 2 años, entre los niños que ha- niños nacidos <33 semanas que recibieron múltiples cursos
Capítulo 10: Efectos adversos 93

trabajo en 1999 donde también demostraron efectos adver-


sos de cursos múltiples de corticosteroides. Se trató de otro
análisis retrospectivo del Estudio Norteamericano de TRH,
estudiando 82 casos de mortalidad y 324 controles, entre
24-28 semanas. El 70% provenían de madres que recibieron
un solo curso de corticosteroides, 20,6% recibió 1-2 cursos
y 9,4% >3 cursos. Después de controlar los efectos de otros
factores, consiguieron que el uso de 3 o más cursos fue la va-
riable independiente más asociada con mortalidad (RR 3,7,
IC 95% 1,2-11,6). Otro efecto observado es el descenso en
los niveles de estriol después de cada tratamiento semanal y
la falta de ascenso normal de esos valores a lo largo de la ges-
tación, el cual ha sido investigado por Hendershott y col.,34
quienes, en 1999, publicaron un trabajo en el cual midieron
el estriol salival antes y 1-2 días después de la administra-
ción semanal de betametasona a 10 pacientes entre 24-32
semanas comparadas con 182 controles normales, y encon-
traron un descenso del 23,1% en los niveles postratamiento,
comparados con los pretratamiento, con regreso a las cifras
normales antes del siguiente curso de corticosteroides. La ta-
sa de cambio en los niveles de estriol a medida que avanzaba
el embarazo fue +8,8% en los controles y -1,3 en el grupo de
estudio (P = 0,003). De manera que la administración seriada
de betametasona suprimió significantemente los niveles de
estriol salival y no permitió el aumento normal esperado con
el avance de la edad de la gestación. En el año 2002 se pre-
sentó un trabajo retrospectivo del grupo norteamericano de
Figura 5 En 1994, Bradley y col.27 reportaron un caso de síndrome Cus­
Thorp y col.,35 donde sugirieron también que los corticoste-
hingoide neonatal producido por cursos seriados de betametasona. roides pueden estar asociados con disminución de la circun-
ferencia cefálica y del peso al nacer. Ellos estudiaron neonatos
de 23-34,6 semanas, admitidos a 100 unidades de cuidados
intensivos, y analizaron 13.670 casos de circunferencias cefá-
de corticosteroides y consiguieron disminución en la relación licas y 14.338 de peso al nacer. El peso promedio al nacer (+
del peso al nacer, con el incremento del número de cursos DE) fue 1.671 + 574 g y la circunferencia cefálica fue 289 +
de corticosteroides (P = 0,001), una disminución del peso al 33 mm. En el análisis multivariado el efecto del uso antenatal
nacer del 9% (P = 0,014) y una reducción en la circunferen- de corticosteroides sobre el peso al nacer fue -63 + 5,7 g, y
cia cefálica del 4% (P = 0,0024). No hubo efectos benéficos sobre la circunferencia cefálica -3,1 + 0,4 mm. Aun después
sobre los resultados respiratorios o la mortalidad y más bien de controlar para el peso fetal, hubo reducción significante
encontraron tendencia a enfermedad pulmonar crónica más en la circunferencia cefálica (-1,2 + 0,3 mm; IC 95% -1,8 a
severa. Por otra parte, el crecimiento a los 3 años de edad y -0,6), lo cual les sugirió que el uso prenatal de corticosteroi-
la incapacidad severa no se asociaron con el incremento del des se asociaba con reducción en el crecimiento cerebral y
número de cursos de corticosteroides. Para estos autores, los somático. Ellos concluyeron que la administración prenatal
cambios reportados tienen el potencial de afectar el desarrollo de corticosteroides se asoció con mayor reducción de la cir-
posterior. Ese mismo año, Banks y col.32 hicieron un análisis cunferencia cefálica y al peso al nacer, independientemente
retrospectivo de 710 neonatos de 25-32 semanas del Estu- de otros factores predictivos mayores, y que la disminución de
dio Norteamericano de Hormona Liberadora de Tirotropina la circunferencia cefálica persistía aun después de controlar la
(TRH) que recibieron 1, 2, 3 o más cursos de corticosteroi- reducción del peso al nacer. Pero, para estos autores, el signi-
des, y comparados con los que habían recibido un solo curso, ficado clínico de sus hallazgos fue desconocido.
los que recibieron 2 ó 3 cursos tuvieron menos peso al nacer
(-39 g, P = 0,02) y los que recibieron 3 o más cursos tuvieron
aumentado el riesgo de muerte (RR 2,8; IC 95% 1,3-5,9; P EFECTOS ADVERSOS DEL TRATAMIENTO POSNATAL
= 0,01) y menores niveles de cortisol a las 2 horas. Para ellos, CON CORTICOSTEROIDES
los cursos repetidos de corticosteroides no mejoraron los re-
sultados y se asociaron a disminución del crecimiento fetal, El tratamiento posnatal con corticosteroides, tanto de ini-
supresión adrenal prolongada e incremento de la mortalidad. cio temprano como tardío, ha sido utilizado con éxito para
Macones y col.,33 del mismo grupo anterior, publicaron otro la enfermedad pulmonar crónica en neonatos prematuros
94 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

(véase Sección II, Capítulo 8). Sin embargo, implica algu- pacidades clínicamente significantes fue mayor en el grupo
nos riesgos de efectos adversos a corto plazo, entre los cuales tratado con dexametasona (39% vs 22%; P =0,04). Debido
se mencionan hipertensión, hiperglicemia, incremento del a estos efectos adversos sobre las funciones neuromotora y
riesgo de sepsis y fungemia, cardiomiopatía hipertrófica, su- cognitiva, los autores tampoco recomiendan la terapia tem-
presión adrenal, perforación y hemorragia gastrointestinal. prana de rutina con dexametasona para prevenir o tratar la
Los efectos a largo plazo son menos conocidos y pueden in- enfermedad pulmonar crónica. Por eso algunos autores46
cluir disminución del crecimiento somático y de la ganancia consideran que la estrategia de tratamiento recomendada
de peso e incremento de riesgo de hallazgos anormales en para la enfermedad pulmonar crónica debe dirigirse a los
exámenes neurológicos y parálisis cerebral a los 18 meses neonatos de más alto riesgo, con la mínima dosis efectiva y
de edad (Cuadro 1).46 Debido a esto, en el año 2002, la So- durante el menor tiempo posible.
ciedad Canadiense de Pediatría y la Academia Americana
de Pediatría47 publicaron su guía de tratamiento indicando
que «no es recomendado el uso de rutina de dexametasona RESUMEN
sistémica para prevención o tratamiento de la enfermedad
pulmonar crónica en neonatos con muy bajo peso». Los re- Las investigaciones en animales han demostrado efectos ad-
sultados de un estudio posterior confirmaron esta posición: versos de la administración prenatal de corticosteroides. En
en el año 2004, Yeh y col.48 de Taiwán, China, reportaron humanos estos efectos no están bien documentados. La evi-
una prueba de seguimiento de 146 niños que, en una prueba dencia actual demuestra que los riesgos feto-neonatales de
controlada y aleatoria anterior, habían recibido dexameta- un solo curso son raros, transitorios y reversibles, y sus bene-
sona iniciándose en las primeras 12 horas posnatales. Es- ficios sobrepasan sus riesgos. En contraposición, los estudios
tos autores, en otra prueba controlada realizada durante la no son controlados y aleatorios, y han establecido la eficacia
edad escolar, les evaluaron el crecimiento, función motora y de múltiples cursos, pero aún hay dudas sobre su seguridad.
neurológica, conocimientos y comportamiento escolar. Con En teoría, los riesgos asociados a las dosis repetidas son ma-
relación a los controles, el grupo tratado con dexametasona yores, por lo cual es preocupante el uso clínico de múltiples
tuvo de manera significante, menor circunferencia cefálica dosis en la práctica clínica diaria. La posición actual de las
(P =0,04), menos habilidades motoras (P <0,001), menos autoridades e instituciones internacionales regentes36-45 es
coordinación motora (P <0,001), menos integración visual que hasta tanto no se precisen bien sus beneficios y ries-
(P =0,02) y menores coeficientes intelectuales totales (media gos, el uso de cursos múltiples solamente es recomendado en
78,2±15,0 vs 84,4±12,6; P =0,008). La frecuencia de inca- grandes pruebas de investigación, controladas y aleatorias.

RIESGOS POTENCIALES

◆ HIPERTENSIÓN.
◆ HIPERGLICEMIA.
◆ DISMINUYE EL CRECIMIENTO SOMÁTICO Y LA GANANCIA
DE PESO.
◆ INCREMENTA EL RIESGO DE SEPSIS/FUNGEMIA.
◆ CARDIOMIOPATÍA HIPERTRÓFICA.
◆ SUPRESIÓN ADRENAL.
◆ PERFORACIÓN/HEMORRAGIA GASTROINESTINAL.
◆ PROBLEMAS DE NEURODESARROLLO.
Cuadro 1 Riesgos de efectos adversos aso­
ciados al tratamiento posnatal con corticos­
teroides en neonatos prematuros.46
Capítulo 10: Efectos adversos 95

BIBLIOGRAFÍA 15.- Dalziel S, Lim V, Lambert A, McCarthy D, Parag V, Rodg-


ers A, Harding J. Antenatal exposure to betamethasone: psy-
1.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco- chological functioning and health related quality of life 31
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress years after inclusion in randomized controlled trial. BMJ
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-525. 2005; 331: 665-672.
2.- Murphy K. Aghajafari F. Single versus repetitive courses og 16.- Wiebicke W, Poynter A, Chernik V. Normal lung growth
corticosteroids: what do we know? Clin Obstet Gynecol following antenatal dexamethasone treatment for respiratory
2003; 46: 161-173. distress syndrome. Pediatr Pulmonol 1988; 5: 27-30.
3.- Guinn D, Lee M. Multiple courses of antenatal corticoste- 17.- Dalziel S, Rea H, Walker N, Parag V, Mantell C, Rodgers A
roids: new concerns. Contemporary OB/GYN Feb 1, 2000. et al. Long term effects of antenatal betamethasone on lung
(Artículo electrónico: http://www.contemporaryobgyn.net/ function: 30 year follow up of a randomized controlled trial.
obgyn/article/articleDetail.jsp?id=139550). Thorax 2006, 61: 678-683.
4.- Crowley P. Prophilactic corticosteroids for preterm birth 18.- Stubblefield P. Pulmonary edema occurring after therapy
(Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2006. with dexamethasone and terbutaline for premature labor: a
Oxford: Update software. case report. Am J Obstet Gynecol 1978; 132:341-342.
5.- Dudley D, Waters T, Nathanielsz P. Current status of single 19.- Ogburn P Jr, Julian T, Williams P, Thompson T. The use of
course antenatal steroid therapy. Clin Obstet Gynecol 2003; magnesium sulfate for tocolysis in preterm labor complicated
46: 132-149. by twin gestation and betamimetic induced pulmonary ede-
6.- Goldenberg R, Andrews W, Faye-Petersen O, Cliver S, Go- ma. Acta Obstet Gynecol Scand 1986; 65: 793-794.
epfert A, Aut. J. The Alabama Preterm Birth Study: cortico- 20.- Bonnano C, Fuchs K, Wapner R. Single versus repeat cours-
steroids and neonatal outcomes in 23 to 32 week newborns es of antenatal steroids to improve neonatal outcomes: risks
with various markers of intrauterine infection. Am J Obstet and benefits. Obstet Gynecol Surv 2007; 62: 261-271.
Gynecol 2006; 195: 1020-1024. 21.- Aghajafari F, Murphy K, Matthews S, Ohlsson A, Amank-
7.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of wah K, Hannah M. Repeated doses of antenatal corticoste-
antenatal dexamethasone administration in the infant: long roids in animals: a systematic review. Am J Obstet Gynecol
term follow up. J Pediatr 1984; 104: 259-267. 2002; 186: 843-849.
8.- Mac Arthur B, Howie R, Dezoete J, Elkins J. School prog- 22.- Kanagawa T, Tomimatsu T, Hayashi S, Shioji M, Fukuda H,
ress and cognitive development of 6 year old children whose Shimoya K et al. The effects of repeated costicosteroid ad-
mothers were treated antenatally with betamethasone. Pedi- ministration on the neurogenesis in he neonatal rat. Am J
atrics 1982; 70: 99-105. Obstet Gynecol 2006; 194:: 231-238.
9.- Smolders-de Haas H, Neuvel J, Schmand B, Treffers P, 23.- Aghajafari F, Murphy K, Willan A, Ohlsson A, Amankwah
Koppe J, Hoeks J. Physical development and medical history K, Matthews S et al. Multiple courses of antenatal cortico-
of children who were treated antenatally with corticosteroids steroids: a systematic review and metaanalysis. Am J Obstet
to prevent respiratory distress syndrome: a 10- to 12-year Gynecol 2001; 185: 1073-1080.
follow-up. Pediatrics 1990; 86: 65-70. 24.- Guinn D. Repeat courses of antenatal corticosteroids: the
10.- Salokorpi T, Sajaniemi N, Hallbrack H, Kari A, Rita H, von controversy continues. Am J Obstet Gynecol 2004; 190:
Vendt L. Randomized study of the effect of antenatal dexa- 585-587.
methasone on growth and development of premature chil- 25.- Owen D, Matthews S. Repeated maternal glucocorticoid
dren at the corrected age of 2 years. Acta Pediatr 1997; 86: treatment affects activity and hippocampal NMDA receptor
294-298. expression in juvenile guinea pigs. J Physiol 2007; 578: 249-
11.- Dessens A, Smolders-de Haas H, Koppe J. Twenty year fol- 257.
low up of antenatal corticosteroid treatment. Pediatrics 2000; 26.- Guinn D, Atkinson M, Sullivan L, Lee M, McGregor S, Pa-
105: 77. rilla B et al. Single vs weekly courses of antenatal corticoste-
12.- Schaap A, Wolf H, Bruinse H. Effects of antenatal cortico- roid for women at risk of preterm delivery: a randomized
steroid administration on mortality and long term morbidity controlled trial. JAMA 2001; 286: 1581-1587.
in early preterm growth restricted infants. Obstet Gynecol 27.- Ashwood P, Crowther C, Wilson C, Haslam R, Kennaway
2001; 97: 954-960. D, Hiller J et al. Neonatal adrenal function after repeat dose
13.- Doyle L, Ford G, Rickards A, Kelly E, Davis N, Callanan C, prenatal corticosteroid: a randomized controlled trial. Am J
Olinsky A. Antenatal corticosteroids and outcome at 14 Obstet Gynecol 2006; 194: 861-867.
years of age in children with birth weight less than 1501 28.- Wapner R, Sorokin Y, Thom E, Johnson F, Dudley D, Spong
grams. Pediatrics 2000; 106: 2. Artículo electrónico: http:// C et al. Single versus weekly courses of antenatal corticoste-
pediatrics.aappublications.org/. roids: evaluation of safety and efficacy. Am J Obstet Gynecol
14.- Dalziel S, Walker N, Parag V, Mantell C, Read H, Rodgers 2006; 195: 633-642.
A, Harding J . Cardiovascular risk factors after antenatal ex- 29.- Wapner R. Long term follow up of infants receiving single vs
posure to betamethasone: 30 year follow up of a randomized repeat courses of antenatal corticosteroids (ACS) from the
controlled trial. Lancet 2005; 365:1856-1862. MFMU RCT. Am J Obstet Gynecol 2006; 195: S2.
96 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

30.- Bradley B, Kumar S, Mehta P, Ezhuthachan S. Neonatal 39.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
Cushingoid syndrome resulting from serial courses of ante- mittee Opinion. Antenatal corticosteroid therapy for fetal
natal betamethasone. Obstet Gynecol 1994; 83: 869-872. lung maturation. May 2002, number 273. Obstet Gynecol
31.- French N, Hagan R, Evans S, Godfrey M, Newnham J. Re- 2002; 99: 871-873.
peated antenatal corticosteroids: size at birth and subsequent 40.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
development. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 114-121. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
32.- Banks B, Cnaan A, Morgan M, Parer J, Merrill J, Ballard P et corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
al. Multiple courses of antenatal corticosteroids and outcome 1995, number 53.
of premature neonates. Am J Obstet Gynecol 1999; 181: 41.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
709-717. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
33.- Macones G, Banks B, Cnaan A, Stamilio D, Merrill J, Mor- corticosteroid therapy for fetal lung maturation. January
gan M et al. Multiple course antenatal steroids are indepen- 2003, number 122. J Obstet Gynecol Can 2003; 25: 45–48.
dently associated with increased mortality in neonates born 42.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists Guide-
at less than 28 weeks gestation. Am J Obstet Gynecol 1999; line. Number 7. Antenatal corticosteroids to prevent respira-
180: S103. tory distress syndrome. London: RCOG 1996.
34.- Hendershott C, Dullien V, Goodwin M. Serial betametha- 43.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists. Antena-
sone administration: effect on maternal salivary estriol levels. tal corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome.
Am J Obstet Gynecol 1999; 180: S219-S222. Guideline number 7. London: RCOG. February 2004.
35.- Thorp J, Jones P, Knox E, Clark R. Does antenatal corticoste- 44.- Visser G, Anceschi M. The EURAIL Working Group.
roid therapy affect birth weight and head circumference? Guidelines on antepartum corticosteroids. Prenat Neonat
Obstet Gynecol 2002; 99: 101-108. Med 2001; 6: 368-370.
36.- National Institutes of Health Consensus Development Con- 45.- WHO Reproductive Health Library. Corticosteroid prior to
ference Statement. Effect of corticosteroids for fetal matura- preterm delivery. 2005. (http://www.rhlibrary.com/Com-
tion on perinatal outcomes. February 28-March 2, 1994. Am mentaries/htm/Gjhcom.htm).
J Obstet Gynecol 1994; 173: 246-252. 46.- Anday E, Conway D. Steroid therapy in the high risk neonate:
37.- National Institutes of Health Consensus Development Con- benefits and risks. Clin Obstet Gynecol 2003; 46: 190-210.
ference Statement. Antenatal corticosteroids revisited: repeat 47.- Committee of Fetus and Newborn. Postnatal corticosteroids
courses. August 17-18, 2000; 17 (2): 1-10. to treat or prevent chronic lung disease in preterm infants.
38.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com- Pediatrics 2002; 109: 330-338.
mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal 48.- Yeh T, Lin Y, Lin H, Huang C, Hsieh W, Lin C et al. Outcomes
corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December at school age after postnatal dexamethasone therapy for lung
1994, number 147. Int J Gynaecol Obstet. 1995; 48: 340-342. disease of prematurity. N Engl J Med 2004; 350: 1304-1313.
Efectos discutibles 11
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

Los pesimistas miran al mundo y dicen ¿por qué?


Los optimistas miran al mundo y dicen ¿por qué no?

George Bernard Shaw

Además de los eventos fisiológicos y adversos analizados en


los dos capítulos anteriores, hay unos efectos de los corti-
costeroides a corto o largo plazo, cuyo papel no está claro
actualmente o es discutible y/o controversial. Al igual que
los anteriores, parecen presentarse más con cursos múltiples
que con un solo curso, y afectan principalmente al feto. Se
analizan a continuación:
trimestre del embarazo sobre la maduración cervical e in-
ducción del parto, y no consiguieron pruebas que reunieran
PARTO PRETÉRMINO los criterios de inclusión, ya que este método es poco usa-
do para la inducción, por lo que no presentaron resultados
El papel de los corticosteroides en el proceso de parto no y concluyeron que la efectividad de los corticosteroides para
está bien entendido. Evidencias en animales han compro- inducir el parto es incierta. Por lo tanto, hasta el presente, no
bado la importancia del cortisol suprarrenal en la iniciación hay evidencia que asocie el uso de corticosteroides con parto
del parto.1 pretérmino en embarazos simples y, por lo tanto, el riesgo
parece ser muy bajo (Figura 1).
Evidencias en animales
Evidencias nivel II
En 1968, Liggins2 logró producir partos prematuros median-
te la infusión de hormona adrenocorticotrofina (ACTH) y En 1995, Elliot y Radin3 hallaron que la administración de
cortisol en fetos de corderos. Como modo de acción se han betametasona en triples y cuádruples se asociaba con incre-
propuesto tanto mecanismos paracrinos como autocrinos, mento de las contracciones uterinas, cambios cervicales con
se han identificado los receptores de corticosteroides en el parto pretérmino y utilización de uterinhibidores para tratar
amnios humano y se ha postulado que la inyección intraam- el parto pretérmino. Ellos realizaron un análisis retrospectivo
niótica de glucocorticosteroides promueve la iniciación del de 21 embarazos múltiples de alto orden (triples y cuádruples),
parto. Sin embargo, los datos en humanos están limitados.1 17 de los cuales habían recibido un curso de betametasona
para maduración pulmonar, y obtuvieron registros completos
Evidencias en humanos de monitoreo electrónico en 15 de esas 17. Encontraron un
incremento significante (P = 0,002) en las contracciones en el
Evidencias nivel I primer registro (realizado 8-16 horas después de la inyección
En lo referente a evidencias de nivel I, Kavanagh y col.,1 en de betametasona) y también después del segundo. Asimismo,
el año 2001, hicieron una revisión sistemática en la Librería hubo cambios significantes en los cambios cervicales con par-
y en el Registro de Pruebas Controladas Cochrane, para de- to pretérmino y en la necesidad de usar tocolíticos si la tasa
terminar los efectos de los glucocorticosteroides en el tercer era de al menos 3,5 contracciones por hora (P <0,02).

97
98 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 1 El papel de los corticosteroides en


el proceso de parto no está bien entendido.
Evidencias en animales han comprobado
la importancia del cortisol suprarrenal en su
iniciación.1 Hasta el presente, en humanos
no hay evidencia que asocie su uso con
parto pretérmino en embarazos simples. Por
lo tanto, el riesgo parece ser muy bajo.

ENFERMEDAD EN EL ADULTO siológicamente convierte los glucocorticoides en productos


inactivos. En el caso de hipertensión, el incremento de la ex-
Hace aproximadamente dos décadas un grupo de investi- posición fetal a glucocorticoides atenuaría la actividad de la
gadores ingleses dirigidos por David Barrer,4-9 basados en 11 beta-hidroxiesteroide dehidrogenasa, lo que se asociaría
hallazgos epidemiológicos, crearon la hipótesis de la «pro- al bajo peso al nacer y alto peso placentario e hipertensión.15
gramación u origen fetal», según la cual algunas enfermeda- Los mecanismos moleculares pudieran reflejar cambios per-
des durante la vida adulta que forman parte del síndrome X manentes en la expresión de factores específicos de trans-
(como hipertensión arterial, enfermedad coronaria, diabetes cripción, entre los cuales está el receptor de glucocorticoides:
mellitus tipo II, dislipidemias) dependen de la adaptación la programación diferente del receptor de glucocorticoides
fetal a estados de sub o malnutrición, que alteran de manera en diferentes tejidos refleja los efectos sobre uno o más de los
permanente la estructura y función de diferentes mecanis- múltiples promotores tejido-específico del gen del receptor
mos homeostáticos del adulto (Figuras 2-4). Además de la de glucocorticoides.14
desnutrición fetal, otro factor mencionado ha sido la expo-
sición prenatal a corticosteroides, sobre todo a cursos múl- Evidencias en animales
tiples.10-14 El reducido aporte de nutrientes al feto puede ser A este respecto, algunas evidencias en animales (ratas, ove-
consecuencia de una pobre función placentaria o de un in- jas, yeguas)15-19 expuestos a dexametasona durante la vida in-
adecuado consumo materno. Se ha propuesto que uno de los trauterina han conseguido los siguientes hallazgos en útero
resultados del aporte subóptimo de nutrientes placentario o o al nacimiento: 1) restricción simétrica en el crecimiento,
materno es el exceso de corticosteroides, el cual restringiría 2) disminución del tamaño fetal, 3) bajo peso al nacer, 4)
el crecimiento fetal y «programaría» los cambios permanen- peso placentario alto, 5) hipertensión, 6) disminución de la
tes en los sistemas cardiovascular, endocrino y metabólico expresión de calreticulina y aumento de la expresión de cal-
que se suceden en la vida adulta.12 La terapia prenatal con sequestrina, 7) longitud y tamaño cerebral en los pretérmi-
corticosteroides reduce el peso al nacer y se sabe que los no y 6) más bajo peso cerebral en los a término, y durante
esteroides ejercen efectos organizacionales a largo término la vida adulta: 1) mayor incidencia de hipertensión arterial,
durante «ventanas» específicas del desarrollo. Por ello, se ha 2) incrementos en la glucosa sérica e hipertensión arterial
hipotetizado que la sobreexposición a corticosteroides endó- tardía, 3) sobreexpresión de la calreticulina cardiaca, 4) in-
genos puede explicar la asociación entre los eventos durante crementos de angiotensinógeno, angiotensina y del receptor
esta vida temprana y la enfermedad posterior en la infancia corticosteroide para ARNm en el hipocampo y 5) aumento
o adultez.11 La protección fetal normalmente es efectuada de la vasoconstricción inducida por endotelina y relajación
por la 11 beta-hidroxiesteroide dehidrogenasa, la cual fi- endotelio-dependiente alterada.
Capítulo 11: Efectos discutibles 99

Figura 2 Dr. David Barker (BSC, PHD, MD, FRCP, FRS, Director, Medical Research Council Environmental Epidemiology
Unit; Professor of Clinical Epidemiology, University of Southampton, RU). El Dr. Barker se entrenó como médico en el
Hospital de Guy, Londres, y posteriormente en el Centro Reina Elizabeth, Birmingham. Después de pasar tres años en
Uganda, regresó a Gran Bretaña para unirse a la nueva Escuela Médica de Southampton, donde ahora es el Director
y Médico Consultante de la Unidad de Epidemiología Ambiental del Consejo de Investigación Médica. En los últimos
veinte años su investigación se ha enfocado en cómo la nutrición y el crecimiento durante la vida fetal y la infancia
determina la salud en la vida adulta. Su trabajo indujo la hipótesis de los «orígenes fetales».

Figura 3 Afiche creado por Liane Payne,


alusivo la hipótesis de la «programación
fetal» u «orígenes fetales de enfermedad en
la vida adulta».

Evidencias en humanos no fueron concluyentes. Estos autores reunieron 11 estudios


(n:2301) entre 1998-2005 y encontraron una asociación in-
En humanos todavía no hay grandes pruebas controladas y
versa estadísticamente significante: 1 kg menos de peso al
aleatorias que confirmen estos hallazgos.
nacer se asoció con 25,3 nmol/l de aumento en los niveles
de cortisol (IC 95% 5,9-44,8). La asociación en hombres fue
Evidencias nivel I 20,6 nmol/l (IC 95% 4,2-37,0) y en mujeres 30,9 nmol/l
En cuanto a evidencia de nivel I, los hallazgos de una revi- (IC 95% 7,4-54,4). Aunque las diferencias en las poblacio-
sión sistemática de van Montfoort y col.20 en el año 2005 nes impidió la comparación de los estudios incluidos y la
100 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 4 Según la hipótesis de la «progra­


mación fetal» u «orígenes fetales de enfer­
medad en la vida adulta», algunas enferme­
dades durante la adultez que forman parte
del síndrome metabólico dependen de la
adaptación fetal a estados de sub o malnu­
trición. La exposición prenatal a corticoste­
roides puede ser otro probable mecanismo
central de enfermedad en el adulto.

mayoría de pruebas no tenían poder estadístico, usando el la dexametasona. Los componentes del síndrome metabólico
metaanálisis encontraron una débil asociación inversa entre se asociaron de manera independiente con mejor respuesta
peso al nacer y niveles circulantes de cortisol, hallazgos que adrenal a la ACTH (hipertensión: P = 0,02; intolerancia a
sugieren un posible papel del eje hipotálamo-hipófisis-adre- la glucosa: P = 0,09; hipertrigliceridemia: P = 0,02), con ten-
nal en la asociación epidemiológica entre peso al nacer y en- dencias a incrementar la excreción de metabolitos urinarios
fermedad cardiovascular. En este mismo sentido de conside- del cortisol, pero sin diferencias en el cortisol plasmático des-
rar la exposición prenatal a glucocorticoides como probable pués de la dexametasona. Los hombres con bajo peso al nacer
mecanismo central de enfermedad durante la vida adulta, y/o síndrome metabólico tuvieron incremento en la actividad
anteriormente se comentaron los trabajos de los efectos de del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal. Los autores considera-
un curso de corticosteroides sobre el crecimiento y desarro- ron que éste pudiese ser un mecanismo importante que apoya
llo neurológico con estudios de seguimiento a largo plazo los efectos de los eventos en la vida temprana sobre la enfer-
(véase Sección II, Capítulo 10). medad cardiovascular en la adultez. Por su parte, en enero
de 2004, Purnell y col.22 de Portland, Oregon, EE.UU., con
Evidencias nivel II un diseño similar al de la prueba de Reynolds y col., estudió
Algunas investigaciones21-23 han propuesto una asociación 54 hombres y mujeres sanos con amplios rangos de edades
entre el bajo peso al nacer e incremento durante la vida adulta e índices de masa corporal. Aunque las tasas de producción
en la actividad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal expresa- de cortisol aumentaron significativamente con el incremento
do en aumento del cortisol, el cual pudiera causar factores de del índice de masa corporal y el porcentaje de grasa corporal,
riesgo y enfermedad cardiovascular en la adultez. En enero los niveles de cortisol libre permanecieron independientes
de 2001, Reynolds y col.21 de Southampton, Reino Unido, de la composición corporal y los niveles de leptina, debido
presentaron un estudio realizado a 205 hombres entre 66-77 a incremento en las tasas de aclaramiento de cortisol. Las
años, nacidos y que todavía vivían en East Hertfordshire que tasas de producción de cortisol y los niveles de cortisol libre
fueron sometidos a una prueba de supresión nocturna con fueron significativamente mayores en los hombres que en las
0,25 mg de dexametasona, seguida por la estimulación con mujeres. Los niveles de cortisol libre en plasma de 24 horas
una dosis muy baja de 1 µg de ACTH; y luego les midieron incrementaron con la edad y con los incrementos en las tasas
los metabolitos del cortisol en orina de 24 horas, por croma- de producción de cortisol, independientemente del tamaño
tografía de gas/espectrometría de masa de electrón. Los hom- corporal. Estos autores creyeron que este aumento en la ac-
bres con más bajo peso al nacer tuvieron mejores respuestas tividad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal puede desempe-
del cortisol plasmático a la ACTH (P = 0,03) y aumento de ñar un papel en las alteraciones en la composición corporal y
la excreción de metabolitos urinarios del cortisol (P = 0,04), en la distribución de la grasa central en hombres y mujeres,
pero no hubo diferencias en el cortisol plasmático después de con el envejecimiento. También en 2004, Ward y col.,23 de
Capítulo 11: Efectos discutibles 101

Southampton, Reino Unido y Bethesda, Maryland, EE.UU., resultados han sido disímiles y han participado principal-
evaluaron la respuesta del cortisol salivar al despertar y las res- mente un grupo de investigadores australiano encabezado
puestas del cortisol y la ACTH a la estimulación con hormo- por French y otro norteamericano, por Thorp.
na liberadora de cortisol y a la supresión con dexametasona,
en un grupo de hombres de 60-69 años que tuvieron bajo (n: Evidencias nivel II
58) y alto (n: 65) peso al nacer. A pesar que no hubo diferen- French y col.,24 de Australia, en 1999, en su seguimiento a
cias en la actividad hipófisis-adrenal basal y en las respuestas los 3 años de edad, hallaron un menor peso al nacer y una
a la hormona liberadora de cortisol, los hombres con bajo pe- tendencia a enfermedad pulmonar crónica asociados a los
so al nacer tuvieron respuestas significativamente menores en cursos repetidos, sin beneficios respiratorios o sobre la mor-
la prueba de supresión con dexametasona. Concluyeron que talidad (véase Sección II, Capítulo 10). Pero en contrapo-
aunque estos hallazgos no explicaban las anormalidades del sición a esto, en el año 2001, durante el vigésimo segun-
eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, proporcionaban evidencia do Congreso anual de la Sociedad de Medicina Materno
de mala regulación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal en Fetal de EE.UU., el grupo de Thorp y col., de Pensacola,
gente que tuvo bajo peso al nacer. Florida, presentó un trabajo,25 que fue publicado en febrero
de 2003.26 Estos autores realizaron un estudio comparativo
retrospectivo para determinar los efectos del fenobarbital
CRECIMIENTO Y DESARROLLO NEUROLÓGICO y las dosis múltiples de corticosteroides en 291 neonatos a
quienes les realizaron una prueba de inteligencia y una de
I. Un solo curso de corticosteroides aptitud a los 7 años de edad, y no hubo diferencias entre los
Los efectos sobre el crecimiento y desarrollo neurológico grupos de tratamiento y placebo en el coeficiente intelectual
son conflictivos (Figura 5). Como se mencionó antes (véase total (100,3 + 14,2 y 100,6 + 14,2), coeficiente intelectual de
Sección II, Capítulo 10), según la evidencia actual, un solo acción (100,3 + 14,6 y 101,5 + 15,6) y coeficiente intelectual
curso de corticosteroides no produce efectos adversos a largo verbal (100,2 + 14,9 y 99,6 + 13,7). Tampoco hubo diferen-
plazo sobre el crecimiento y desarrollo neurológico, y, en al- cias (P <0,4) en actividades de lectura (97,3 + 13,9 y 98,0
gunos casos, más bien produce eventos benéficos. + 14,9), ortografía (95,8 + 12,7 y 95,3 + 14,9), aritmética
(95,9 + 13,8 y 94,5 + 14,5) y la circunferencia cefálica (20,3
+ 0,6 cm vs 20,4 + 0,6; P >0,2). El análisis multivariado,
II. Cursos múltiples
controlando las diferentes variables, no afectó las pruebas de
Actualmente continúa el debate iniciado años atrás sobre los inteligencia. Por lo tanto, concluyeron que la exposición pre-
efectos de múltiples cursos sobre el crecimiento y desarrollo natal a fenobarbital o múltiples cursos de corticosteroides no
neurológico en humanos. Las evidencias son de nivel II, los afectó la inteligencia, la aptitud, la conducta y la circunferen-

Figura 5 Otros efectos discutibles de los


cursos múltiples de corticosteroides: sobre
el crecimiento, desarrollo neurológico, inte­
ligencia, aptitud.
102 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

cia cefálica de estos niños a los 7 años de edad. Pero en el año 3.- Elliot J, Radin T. The effect of corticosteroid administration
2002, este mismo grupo norteamericano de Thorp y col.27 on uterine activity and preterm labor in high order multiple
presentaron un trabajo retrospectivo (véanse efectos adver- gestation. Obstet Gynecol 1995; 85: 250-254.
sos de cursos múltiples, más atrás en este capítulo) donde 4.- Barker D, Osmond C. Infant mortality, childhood nutrition
sugieren que los corticosteroides pueden estar asociados con and ischaemic heart disease in England and Wales. Lancet
disminución de la circunferencia cefálica y del peso al nacer, 1986; 327: 1077-1081.
lo cual les sugirió que el uso prenatal de corticosteroides se 5.- Barker D, Hales C, Fall C, Osmond C, Phipps K, Clark P.
asociaba con reducción en el crecimiento cerebral y somá- Type II (non insulin dependent) diabetes mellitus, hyperten-
tico. En marzo de 2004, nuevamente el grupo australiano sion and hyperlipidaemia (syndrome X): relation to reduced
de French y col.28 presentó un estudio de cohorte con los fetal growth. Diabetologic 1993; 36: 62-67.
resultados del seguimiento a 3 y 6 años, sobre la conducta 6.- Barker D, Gluckman P, Godfrey K, Harding J, Owens J,
y capacidades infantiles (incluidos retardo cognitivo y pa- Robinson J. Fetal nutrition and cardiovascular disease in
rálisis cerebral) en 541 niños pretérmino (<32 semanas) de adult life. Lancet 1993; 341: 938-941.
muy bajo peso, nacidos entre 1990-1992, estratificándolos 7.- Barker D. Mothers, babies and disease in later life. London:
en cuatro grupos: no expuestos a betametasona, expuestos a BMJ Publishing Group. 1994.
1, 2 y 3 cursos de betametasona. Cada curso constó de dos 8.- Barker D, Osmond C, Simmons S, Wield G. The relation of
inyecciones de 12 mg intramuscular, separadas por 24 horas. small head circumference and times at birth to death from
Al hacer el análisis multivariado hubo una tendencia a me- cardiovascular disease in adult life. BMJ 1993; 306: 422-
nos hemorragia intraventicular y leucomalacia periventricu- 426.
lar, con cada curso adicional de betametasona (RR 0,40; IC 9.- Barker D. Fetal origins of coronary heart disease. BMJ 1995;
95% 0,24-0,66). El incremento en el número de cursos de 311: 171-174.
corticosteroides se asoció con reducción en la tasa de paráli- 10.- Clark P. Programming of the hypothalamo-pituitary-adrenal
sis cerebral (RR 0,31; IC 95% 0,16-0,75). Tres o más cursos axis and the fetal origins of adult disease hypothesis. Europ J
se asociaron también con aumento en las tasas de conducta Pediatr 1997; 157 (S): S7-S10.
agresiva/destructiva, distraída e hiperquinética, tanto a los 3 11.- Seckl J, Cleasby M, Nvirenda M. Glucocorticoids, 11 beta-
como a los 6 años de edad. Las medidas de conducta interna hydroxysteroid dehydrogenase and fetal progamming. Kid-
y los coeficientes intelectuales no se afectaron. Ellos conclu- ney Int 2000; 57: 1412-1417.
yeron que los cursos repetidos de corticosteroides pueden 12.- Edwards L, Coulter C, Symonds M, McMillen I. Prenatal
proteger contra la parálisis cerebral pero se asocian con hi- undernutrition, glucocorticoids and the programming of
peractividad en la infancia. adult hypertension. Clin Exp Pharmacol Physiol 2001; 28:
938-941.
13.- Newnham J. Is prenatal glucocorticoid administration an-
RESUMEN other origin of adult disease? Clin Exp Pharmacol Physiol
2001; 28:957-61.
Los efectos mencionados en este capítulo no están bien es- 14.- Seckl J. Prenatal glucocorticoids and long term program-
tablecidos y son controversiales (véase Sección II, Capítulo ming. Eur J Endocrinol 2004; 151: 49-62.
12). Al igual que con los eventos adversos, las evidencias in- 15.- Benediktsson R, Lindsay R, Noble J, Seckl J, Edwards C.
dican que parecen ser mayores con cursos múltiples que con Glucocorticoid exposure in utero: new model for adult hy-
uno solo. Nuevamente se espera el resultado de las grandes pertension. Lancet 1993; 341: 339-341.
pruebas controladas y aleatorias en progreso sobre la utiliza- 16.- Dudic M, Wintour E, Whitworth J, Coghlan J. Effect of ste-
ción de múltiples cursos (véase Sección II, Capítulo 8), para roid hormones on blood pressure. Clin Exp Pharmacol
tener certeza de su eficacia y seguridad. Mientras tanto, tam- Physiol 1999; 26: 550-552.
bién son pertinentes las recomendaciones de instituciones 17.- Langdown M, Holness M, Sugden M. Effects of prenatal
y organismos de salud,29-38 mencionadas en el Capítulo 10 glucocorticoid exposure on cardiac calreticulin and calse-
(Sección II), sobre limitar su uso clínico a grandes trabajos questrin protein expression during early development and in
de investigación. adulthood. Biochem J 2003; 371: 61-69.
18.- Jobe A, Wada N, Berry L, Ikegami M, Ervin M. Single and
repetitive maternal glucocorticoid exposures reduce fetal
BIBLIOGRAFÍA growth in sheep. Am J Obstet Gynecol 1998; 178: 880-885.
19.- Huang W, Beazley L, Quinlivan J, Evans F, Newnham J,
1.- Kavanagh J, Kelly A, Thomas J. Corticosteroids for induction Dunlop S. Effect of corticosteroids on brain growth in fetal
of labor. Cochrane database of systematic reviews. 2001; (2): sheep. Obstet Gynecol 1999; 94: 213-218.
CD003100. 20.- van Montfoort N, Finken M, le Cessie S, Dekker F, Wit J.
2.- Liggins G. Premature parturition after infusion of cortico- Could cortisol explain the association between birth weight
trophin or cortisol into foetal lambs. J Endocrin 1968; 42: and cardiovascular disease in later life? A meta-analysis. Eur
323-329. J Endocrinol 2005; 153: 811-817.
Capítulo 11: Efectos discutibles 103

21.- Reynolds R, Walker B, Syddall H, Andrew R, Wood P, tion on perinatal outcomes. February 28-March 2, 1994. Am
Whorwood C et al. Altered control of cortisol secretion in J Obstet Gynecol 1994; 173: 246-252.
adult men with low birth weight and cardiovascular risk fac- 30.- National Institutes of Health Consensus Development Con-
tors. J Clin Endocrinol Metab 2001; 86: 245-250. ference Statement. Antenatal corticosteroids revisited: repeat
22.- Purnell J, Brandon D, Isabelle L, Loriaux D, Samuels M. courses. August 17-18, 2000; 17 (2): 1-10.
Association of 24 hour cortisol production rates, cortisol 31.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
binding globulin, and plasma free cortisol levels with body mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
composition, leptin levels, and aging in adult men and wom- corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
en. J Clini Endocrinol Metab 2004; 89: 281-287. 1994, number 147. Int J Gynaecol Obstet. 1995; 48: 340-342.
23.- Ward A, Syddall H, Wood P, Chrousos G, Phillips D. Fetal 32.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
programming of the hypothalamic-pituitary-adrenal (HPA) mittee Opinion. Antenatal corticosteroid therapy for fetal
axis: low birth weight and central HPA regulation. J Clin lung maturation. May 2002, number 273. Obstet Gynecol
Endocrinol Metab 2004; 89: 1227-1233. 2002; 99: 871-873.
24.- French N, Hagan R, Evans S, Godfrey M, Newnham J. Re- 33.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
peated antenatal corticosteroids: size at birth and subsequent mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
development. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 114-121. corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
25.- Thorp J, Etzenhouser J, O’Connor M, Jones A, Jones P, 1995, number 53.
Belden B et al. Effects of phenobarbital and multiple dose 34.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
antenatal/posnatal steroid on developmental outcome at age mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
7 years. Am J Obstet Gynecol 2001; 185: S87. corticosteroid therapy for fetal lung maturation. January
26.- Thorp J, O’Connor M, Belden B, Etzenhouser J, Hoffman E, 2003, number 122. J Obstet Gynecol Can 2003; 25: 45–48.
Jones P. Effects of phenobarbital and multiple doses cortico- 35.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists Guide-
steroids on developmental outcomes at age 7 years. Obstet line. Number 7. Antenatal corticosteroids to prevent respira-
Gynecol 2003; 101: 363-373. tory distress syndrome. London: RCOG 1996.
27.- Thorp J, Jones P, Knox E, Clark R. Does antenatal corticoste- 36.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists. Antena-
roid therapy affect birth weight and head circumference? tal corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome.
Obstet Gynecol 2002; 99: 101-108. Guideline number 7. London: RCOG. February 2004.
28.- French N, Hagan R, Evans S, Mullan A, Newnham J. Re- 37.- Visser G, Anceschi M. The EURAIL Working Group.
peated antenatal corticosteroids: effects on cerebral palsy and Guidelines on antepartum corticosteroids. Prenat Neonat
childhood behavior. Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 588- Med 2001; 6: 368-370.
595. 38.- WHO Reproductive Health Library. Corticosteroid prior to
29.- National Institutes of Health Consensus Development Con- preterm delivery. 2005. (http://www.rhlibrary.com/Com-
ference Statement. Effect of corticosteroids for fetal matura- mentaries/htm/Gjhcom.htm).
Cursos múltiples de 12
tratamiento: Capítulo
la controversia continúa
Carlos Briceño-Pérez

Los grandes genios siempre encontraron


la violenta oposición de los mediocres

Albert Einstein

A pesar de los resultados alentadores sobre disminución de


la parálisis cerebral con el uso de cursos múltiples de corti-
costeroides, reportado en la investigación del grupo austra-
liano de French y col.1 (véase Sección II, Capítulo 10), la
Dra. Debra Ann Guinn2 de Colorado, EE.UU., en marzo
de 2004, objetó la validez de este hallazgo por las siguien-
tes razones: 1) el pequeño número de casos (n: 22), 2) estos
mismos autores en un trabajo anterior3 con 20 de estos 22
casos habían reportado que el efecto del incremento del nú-
mero de cursos de corticosteroides sobre la parálisis cerebral ducta a los 3 y 6 años es preocupante y consistente con un
no era significante (P = 0,243) y ahora al agregar sólo dos estudio de seguimiento en monos macacos.5
casos y hacer su análisis, el efecto se hizo significante y 3) En diciembre de 2004, se publicó una carta de James
no describen el tipo de parálisis cerebral y el grado de daño Thorp,6 de Pensacola, Florida, EE.UU., a los editores del Ame-
cerebral (ya que la parálisis cerebral es un desorden complejo rican Journal of Obstetrics and Gynecology, donde también hace
y multifactorial). Por lo tanto, ella cree que es posible que sus algunos planteamientos al trabajo de French y col.1 En primer
hallazgos de disminución de incidencia de parálisis cerebral lugar objeta la afirmación del grupo australiano, que no habían
fuera debida sólo a una oportunidad, y que el incremento del trabajos previos al de ellos, que vigilara los efectos de cursos
número de cursos de corticosteroides no estuviese asociado múltiples sobre el desarrollo a largo plazo, ya que el grupo de
independientemente con el desarrollo de parálisis cerebral. Thorp había publicado en 2003 un seguimiento a los 7 años,7
Ella resume los hallazgos de French de la siguiente manera: en el cual los cursos múltiples no se asociaron con efectos ad-
1) el único beneficio de los cursos múltiples de corticosteroi- versos sobre la inteligencia, la aptitud, la conducta y la cir-
des fue reducción en la hemorragia intraventricular (HIV) cunferencia cefálica. Además, también habían reportado una
severa. Este hallazgo se basó en el análisis multivariado y en- prueba8 en 2002 donde concluyeron que los cursos múltiples
tró directamente en conflicto con los de la prueba controlada de corticosteroides se asociaban con disminución de la circun-
y aleatoria del grupo de la Dra. Guinn (por ser contrarios),4 ferencia cefálica y del peso al nacer, y quizá, más importante,
por lo que no están claros lo beneficios de cursos repetidos, se asociaron también con mayor reducción del crecimiento ce-
2) las tasas de crecimiento, coeficiente y habilidades intelec- rebral que del somático. En segundo lugar, plantea que French
tuales a los 3 y 6 años no fueron diferentes, sugiriendo que y col. se apoyaron en el metaanálisis de Crowley9 para soportar
los niños expuestos a cursos múltiples de corticosteroides son el efecto benéfico de los cursos múltiples de corticosteroides
capaces de «alcanzar» a los que recibieron un curso y 3) el sobre la disminución de la incidencia de HIV, que la mayoría
efecto negativo persistente de cursos múltiples sobre la con- de niños analizados por Crowley habían nacido en la década

104
Capítulo 12: Cursos múltiples de tratamiento: la controversia continúa 105

de los años 70 y que desde los años 70 hasta la presente fecha teroides y reducción de la circunferencia cefálica, ellos en su es-
han ocurrido cambios dramáticos en los cuidados obstétricos tudio prospectivo anterior3 produjeron asociaciones similares y
y neonatales que han provocado reducciones sustanciales en fueron capaces de demostrar efecto dosis-respuesta de los cor-
la incidencia de HIV. Por lo tanto, las conclusiones de French ticosteroides sobre el crecimiento cefálico. Por otra parte, creen
y Crowley, basadas en resultados neonatales de hace tres dé- que los hallazgos de ambos grupos de estudio son importantes
cadas, no necesariamente son válidas hoy en día. Además, en para el diseño de las grandes pruebas controladas y aleatorias
otro análisis retrospectivo en EE.UU., entre 1991-2000, Thorp que se encuentran en progreso (véase Sección II, Capítulo 8).
y col.10 estudiaron 12.578 prematuros y demostraron que la Asimismo, consideraron desafortunado encontrarse discutien-
incidencia de HIV severa se ha reducido dramáticamente en do resultados de pruebas no controladas y no aleatorias más
las últimas dos décadas y no consiguieron efectos benéficos de de tres décadas después de haberse introducido los corticos-
los corticosteroides en esta disminución. Estos hallazgos son teroides en la práctica clínica. Y, por último, con respecto al
consistentes con los de otro gran trabajo canadiense realizado comentario de Thorp sobre la disminución de la HIV en los úl-
en 17 centros entre 1996-1997, por Li-Yin y col.,11 quienes timos años y la falta de datos recientes, reconocieron que todos
tampoco demostraron efectos de los corticosteroides en la re- los investigadores necesitan analizar los resultados de pruebas
ducción de la hemorragia intraventricular severa. controladas y aleatorias en su contexto clínico y no caer en la
En ese mismo ejemplar del American Journal of Obstetrics tentación de incluirlos todos en un metaanálisis que ignora los
and Gynecology, French y col.12 le replicaron a Thorp, recono- cambios clínicos ocurridos con el pasar del tiempo.
ciendo que para el momento que hicieron el análisis de su tra-
bajo no conocían la publicación del estudio de Thorp y col., y
se disculparon con él por no haberlo incluido en la publicación. RESUMEN
Pero le señalaron que su trabajo7 fue un análisis secundario de
niños de 7 años de edad, enrolados en otra prueba controlada Después de tres y media décadas de la aparición de los corti-
y aleatoria realizada para otros propósitos, y que aunque los re- costeroides, continúan algunas controversias, como las men-
sultados de los dos estudios no están de acuerdo, reflejan dife- cionadas en este capítulo con respecto a su eficacia sobre
rentes aportes al análisis de la exposición a los corticosteroides. la hemorragia intraventricular severa, basamento de conclu-
En segundo lugar, señalaron que mientras Thorp y su grupo siones en datos de hace más de dos décadas atrás y efectos
realizaron un análisis de exposición continúa, ellos hicieron un a largo plazo de cursos múltiples de corticosteroides en el
análisis estratificando los grupos (no expuestos, expuestos a 1, 2 crecimiento y desarrollo neurológico. Actualmente no hay
y 3 cursos de corticosteroides). Como tercer aspecto, afirmaron evidencia cierta disponible que confirme o niegue los efectos
que mientras Thorp y col. en un estudio retrospectivo anterior8 a largo plazo de múltiples cursos sobre el crecimiento y de-
no habían demostrado asociación entre exposición a corticos- sarrollo neurológico (Figuras 1 y 2). Para Bloom y Leveno13

Figura 1 En fecha reciente ha continuado la


controversia sobre los efectos adversos neu­
rológicos a largo plazo de cursos múltiples
de corticosteroides, como en la conducta,
crecimiento cerebral, circunferencia cefáli­
ca, inteligencia y parálisis cerebral.
106 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 2 Otros efectos a largo plazo de los


cursos múltiples de corticosteroides que han
permanecido controversiales: sobre la apti­
tud, desarrollo neurológico, inteligencia y el
peso al nacer.

«es irónico, si no absolutamente decepcionante, que a más to dexamethasone in fetal rhesus macaques. Brain Res Dev
de 30 años de la introducción de los corticosteroides, mu- Brain Res 1990; 53: 157-167.
chas preguntas sobre su eficacia y seguridad permanezcan 6.- Thorp J. Effect of repetitive antenatal steroid. Am J Obstet
sin respuesta». Como se ha mencionado en otros capítulos, Gynecol 2004; 191: 2178-2179.
se espera por los resultados de las grandes investigaciones 7.- Thorp J, O’Connor M, Belden B, Etzenhouser J, Hoffman E,
controladas y aleatorias para aclarar estos aspectos. Mientras Jones P. Effects of phenobarbital and multiple doses cortico-
tanto, citando a la Dra. Debra Ann Guinn,2 «la controversia steroids on developmental outcomes at age 7 years. Obstet
continúa». O como dice el Dr. Ronald Wapner:14 «Conti- Gynecol 2003; 101: 363-373.
nuamos aprendiendo». 8.- Thorp J, Jones P, Knox E, Clark R. Does antenatal corticoste-
roid therapy affect birth weight and head circumference?
Obstet Gynecol 2002; 99: 101-108.
BIBLIOGRAFÍA 9.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a metaanalysis
of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne-
1.- French N, Hagan R, Evans S, Mullan A, Newnham J. Re- col 1995; 173: 322-335.
peated antenatal corticosteroids: effects on cerebral palsy and 10.- Thorp J, Jones P, Clark R, Knox E, Peabody J. Perinatal fac-
childhood behavior. Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 588- tors associated with severe intracranial hemorrhage. Am J
595. Obstet Gynecol 2001; 185: 859-862.
2.- Guinn D. Repeat courses of antenatal corticosteroids: the 11.- Li-Yin C, Ohlsson A, Seshia M, Boulton J, Sankaran K, Lee
controversy continues. Am J Obstet Gynecol 2004; 190: S et al. Variations in antenatal corticosteroid therapy: a per-
585-587. sistent problem despite 30 years of evidence. Obstet Gynecol
3.- French N, Hagan R, Evans S, Godfrey M, Newnham J. Re- 2002; 99: 401-408.
peated antenatal corticosteroids: size at birth and subsequent 12.- French N, Hagan R, Newnham J. Reply. Am J Obstet Gyne-
development. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 114-121. col 2004; 191: 2179-2180.
4.- Guinn D, Atkinson M, Sullivan L, Lee M, Mac Gregor S, 13.- Bloom S, Leveno K. Corticosteroid use in special circum-
Parilla B et al. Single vs weekly courses of antenatal cortico- stances: preterm ruptured membranes, hypertension, fetal
steroid for women at risk of preterm delivery: a randomized growth restriction, multiples fetuses. Clin Obstet Gynecol
controlled trial. JAMA 2001; 286: 1581-1587. 2003; 46: 150-160.
5.- Uno H, Lohmiller L, Thieme C, Kemmitz J, Engle M, 14.- Wapner R. Antenatal corticosteroids: we continue to learn.
Roecker E et al. Brain damage induced by prenatal exposure Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 875.
Uso clínico 13
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé.


sus nombres son qué, quién, cómo, cuándo, dónde y por qué

Rudyard Kipling

A lo largo de los Capítulos 2-8 se ha descrito suficiente evi-


dencia de nivel I que demuestra de manera inequívoca los
beneficios del uso de corticosteroides para la aceleración de
la maduración pulmonar fetal, y justifica su utilización al me-
nos con un solo curso de tratamiento, ya que, como se revisó
en los Capítulos 8-12, los beneficios y riesgos a largo plazo
de los cursos repetidos todavía no están claros, por lo que
actualmente no están indicados, salvo que sea en pruebas de
investigación. En este capítulo se revisarán los aspectos prin- Colaborativo Americano6 de EE.UU. y ha sido el producto
cipales de su uso clínico para maduración pulmonar fetal. más utilizado en Reino Unido en los últimos 25 años. Según
Elimian y col.,7 actualmente la escogencia del tipo de corti-
costeroide se basa en la facilidad de administración, costo,
SELECCIÓN DEL TIPO DE CORTICOSTEROIDE disponibilidad y resultados de estudios observacionales con-
flictivos.
La eficacia de los diferentes corticosteroides está determi- Sin embargo, aunque betametasona y dexametasona di-
nada por su relativa potencia glucocorticoide intrínseca, la fieren sólo en un grupo metilo, su farmacocinética es diferen-
transferencia de la madre al feto y la tasa de aclaramiento de te. Betametasona tiene una vida media más larga que dexa-
la circulación.1,2 Los dos corticosteroides recomendados por las metasona debido a menor aclaramiento y mayor volumen de
conferencias de consenso de 19943 y 20004 son la combinación distribución. Mientras que la biodisponibilidad de los dos
de fosfato y acetato de betametasona y el fosfato de dexame- compuestos es similar, sus perfiles metabólicos y su potencial
tasona (Cuadro 1). La selección de estos dos corticosteroides de producir metabolitos tóxicos pueden diferir ampliamen-
se ha basado en las siguientes condiciones: 1) han sido los te. Por ejemplo, los sulfitos de la dexametasona pueden ser
más investigados, 2) poseen similar actividad biológica, 3) neurotóxicos, mitigando cualquier efecto beneficioso neu-
tienen alta afinidad por el receptor, 4) cruzan rápidamente roprotector.8 Bonnano y col.9 sugieren que es probable que
la placenta, 5) no tienen actividad mineralocorticoide, 6) su alguna variación sutil en la estructura química pueda afectar
efecto inmunosupresor es débil y 7) la duración de su acción su función.
es mayor que la del cortisol y la metilprednisolona.1 Estas Dada esta cinética, la betametasona parece tener algunas
consideraciones predicen una eficacia clínica similar con ventajas:
ambos productos. Betametasona fue el producto selecciona-
do por Liggins y Howie5 en 1969 para realizar su prueba 1. La dexametasona tiene más valores pico y variaciones
clínica, debido a que atraviesa la placenta más rápidamente más significativas en los niveles circulantes.1,2
que cortisol, prednisona y prednisolona, por lo que maximiza 2. La supresión adrenal en los neonatos a las 72 horas lue-
el efecto fetal con menor exposición materna. Por su parte, go de administrar betametasona es menor (similar a la
la dexametasona fue el corticosteroide usado en el Estudio respuesta neonatal al estrés).1,2

107
108 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Cuadro 1 Estructura química de betametaso­


na y dexametasona, corticosteroides selec­
cio­nados por las Conferencias de Con­
senso del Instituto Nacional de Salud de
Es­tados Unidos de 1994 y 2000, para
ma­­duración pulmonar fetal.

3. Con la betametasona se obtienen concentraciones san- arteria cerebral media fetal luego de 72 horas de admi-
guíneas fetales correspondientes al 30% de los niveles nistración antenatal de dexametasona, efectos que no se
maternos.10 presentaron con betametasona.
4. La sal acetato puede tener una acción sostenida.10 11. Un estudio de Jobe y Soll10 de abril de 2004 utilizó las
5. En los estudios de seguimiento a largo plazo del desa- 18 pruebas controladas y aleatorias del metaanálisis de
rrollo físico e intelectual de los hijos de madres enro- Crowley19 de 1994 para comparar betametasona y dexa-
ladas en las pruebas de Liggins y Howie5 y el estudio metasona, y con excepción de infección materna (RR
colaborativo,6 hay menos información sobre los niños 1,32; IC 95% 0,92-1,92 y RR 1,17; IC 95% 0,85-1,60;
expuestos a dexametasona. betametasona y dexametasona, respectivamente), todos
6. Algunas evidencias observacionales11-13 sugieren que los resultados favorecieron a la betametasona: síndrome
mientras betametasona no tiene o reduce el riesgo de de dificultad respiratoria (RR 0,57; IC 95% 0,46-0,69
leucomalacia quística periventricular, el tratamiento re- y RR 0,70; IC 95% 0,60-0,83), hemorragia intraventri-
petido con dexametasona lo incrementa (el mecanismo cular (RR 0,27; IC 95% 0,12-0,57 y RR 0,60; IC 95%
que explica esta diferencia no está bien claro). 0,43-0,83), infección fetal o neonatal (RR 0,72; IC 95%
7. Un estudio observacional14 en humanos encontró que 0,44-1,19 y RR 0,99; IC 95% 0,62-1,57), mortalidad
niños que recibieron dexametasona durante el embarazo neonatal (RR 0,47; IC 95% 0,35-0,62 y RR 0,84; IC
tenían menos peso al nacer. 95% 0,59-1,18) y muerte fetal (RR 0,80; IC 95% 0,54-
8. Evidencia experimental en animales15,16 demostró que 1,19 y RR 0,95; IC 95% 0,40-1,60). Por ello, estos au-
el sulfito, un preservativo contenido en algunas presen- tores9 consideraron a la betametasona como la droga de
taciones comerciales que contienen dexametasona para elección, ya que disminuye las tres principales morbili-
uso endovenoso, puede ser neurotóxico. dades y la mortalidad neonatal, mientras que la dexame-
9. Al hacer el análisis de regresión logística multivariada, en tasona no reduce la mortalidad neonatal.
un estudio de cohorte17 del Instituto Nacional de Salud Por su parte, Wapner20 considera que aunque ambas
de EE.UU. (NIH, por sus siglas en inglés), en 3.600 neo- drogas son comparables in vitro, pueden tener diferencias
natos con muy bajo peso al nacer (401-1.500 g); en 2006, clínicas, ya que la maduración pulmonar requiere muchos
se demostró que el riesgo de muerte neonatal fue más eventos (síntesis de proteínas, inducción enzimática y cam-
bajo con betametasona que con dexametasona (RR 0,44 bios estructurales) y no es sorprendente que ocurran efectos
para betametasona y 0,73 para dexametasona; P <0,05). variables con diferentes drogas. Cree probable que los genes
10. Otra prueba observacional18 en humanos en 2005 de- regulados por los corticosteroides, que son expresados en el
mostró disminución significante en la impedancia de la medio ambiente de desarrollo tisular, pueden ser afectados
Capítulo 13: Uso clínico 109

de manera diferente por variaciones sutiles en la estructura de la prematuridad, displasia broncopulmonar, hemorragia
de las drogas. Entre otras, pueden ocurrir variaciones en la intraventricular y leucomalacia periventricular, no encon-
afinidad por los receptores, corregulación subsecuente del traron diferencias significantes en los dos grupos, en estos
factor de transcripción y eventos postranscripcionales espe- resultados a corto término examinados, a pesar que el gru-
cíficos. po expuesto a dexametasona recibió un número significante
Debido a las diferencias mencionadas antes, en la farma- mayor de cursos que el de betametasona (2,6 ± 1,6 y 1,85 ± 1,
cocinética de betametasona y dexametasona, y a los trabajos respectivamente; P <0,001). En otra prueba reportada en el
ya descritos11-13 sobre la reducción del riesgo de leucomalacia año 2006, Lee y col.,17 de la Red de Investigación Neonatal
quística periventricular con betametasona (y no con dexa- y Desarrollo Humano, del Instituto Nacional de Salud In-
metasona), el Comité Científico del Consejo Consultivo del fantil, de EE.UU., hicieron otro estudio de cohorte en 3.600
Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos (RCOG, por sus neonatos de muy bajo peso al nacer (401-1.500 g) expuestos
siglas en inglés) de Reino Unido21,22 recomienda la escogen- a tratamiento prenatal con betametasona o dexametasona.
cia de betametasona como corticosteroide para facilitar la Aunque los grupos tratados con corticosteroides tuvieron
maduración pulmonar fetal. En la patogénesis de la leuco- menos complicaciones y muertes que el grupo control no tra-
malacia quística periventricular intervendrían fenómenos tado, no encontraron diferencias significantes en los grupos
inflamatorios y vasculares: la secuencia de isquemia y reper- tratados con ambos corticosteroides en la incidencia total de
cusión vascular activarían la microglia, la cual liberaría factor hemorragia intraventricular (24,4% y 24,8% para betameta-
de necrosis tumoral α, interleuquina 1 e interleuquina 6, e sona y dexametasona, respectivamente), hemorragia intra-
induciría astocitosis. Estos efectos pueden ser bloqueados ventricular severa (10,3% y 8,8%), retinopatía de la prema-
por corticosteroides, lo cual puede explicar el mecanismo de turidad severa (9,9% y 10,7%) y leucomalacia periventricular
acción de la betametasona.8 (3,5% y 2,9%). El grupo tratado con betametasona redujo
Por otra parte, de acuerdo con un estudio de cohorte de más el riesgo de muerte neonatal que el de dexametasona
Le Flore y col.,23 en el año 2002, la exposición posnatal a (7,4% y 7,9%, respectivamente; P <0,05). Cuando hicieron
dexametasona (no la antenatal) de neonatos de peso extre- el análisis de regresión logístico multivariado, la mortalidad
madamente bajo al nacer se asoció con peores resultados en neonatal fue significantemente más baja con betametasona
el desarrollo neurológico. Le Flore y col.,23 de Dallas, Texas, que con dexametasona (RR 0,44 para betametasona y 0,73
EE.UU., estudiaron 173 neonatos de peso extremadamen- para dexametasona; P <0,05), y hubo más tendencia a he-
te bajo al nacer (<1.000 g) y los asignaron a cuatro grupos: morragia intraventricular y retinopatía de la prematuridad
no expuestos a dexametasona (grupo 1), exposición prenatal severa con dexametasona que con betametasona. Por ello, los
para maduración pulmonar (grupo 2), exposición posnatal autores consideraron que si hay la oportunidad de escoger,
por enfermedad pulmonar crónica (grupo 3) y exposición el mejor manejo es exponer los neonatos de muy bajo peso
pre y posnatal (grupo 4). Fueron vigilados por ultrasonido a betametasona, en lugar de dexametasona, y recomendaron
al momento del alta y con exámenes de desarrollo neuroló- realizar una prueba controlada y aleatoria para comparar los
gico (escalas de Bayley de desarrollo infantil) a los 18 y 22 efectos de betametasona y dexametasona.
meses. Encontraron que los estudios de ultrasonido craneal Por su parte, recientemente una prueba doble ciego,
y las pruebas de desarrollo neurológico fueron menores en controlada y aleatoria (Estudio BETACODE),7 comparó
los grupos 3 y 4, que en los grupos 1 y 2, por lo que lo con- la efectividad de betametasona y dexametasona para redu-
sideraron asociado a la exposición posnatal a dexametasona cir la morbilidad y mortalidad perinatal en prematuros, y
y no a la exposición prenatal. Estos datos apoyaron lo esta- concluyó que ambos corticosteroides son comparables en la
blecido en el año 2002 también, por el Comité de Fetos y disminución de la mayoría de las complicaciones neonatales
Recién Nacidos de la Asociación Canadiense de Pediatría y mayores y la muerte neonatal; no obstante, dexametasona
el Comité de Fetos y Recién Nacidos de la Asociación Ame- parece ser más efectiva que betametasona en la reducción de
ricana de Pediatría, quienes no recomiendan el uso posnatal hemorragia intraventricular: en julio de 2007, Elimian y col.7
temprano con dexametasona para prevenir o tratar la enfer- de Nueva York y Oklahoma, EE.UU., reportaron el estudio
medad pulmonar crónica de recién nacido prematuro (véase BETACODE donde enrolaron 299 mujeres con embarazos
Sección II, Capítulo 10). entre 24-33,6 semanas y riesgo de parto pretérmino, y las
Sin embargo, este estudio,23 al igual que otros dos,17,24 no asignaron al azar para recibir betametasona o dexametasona.
han reportado diferencias en la incidencia de leucomalacia No encontraron diferencias significantes en los neonatos de
periventricular entre neonatos expuestos a betametasona o los dos grupos en la incidencia de síndrome de dificultad
dexametasona. En el primero de ellos, en el año 2004, Bar- respiratoria (40,5% y 44,4%, para betametasona y dexame-
Lev y col.24 de Tel Aviv, Israel, en una prueba retrospectiva tasona, respectivamente; P =0,53), enterocolitis necrosante
de cohorte, compararon 550 neonatos que pesaron ≤1.750 (0% y 1,1%; P =0,25), retinopatía de la prematuridad (15,5%
g al nacer y habían estado expuestos a tratamiento prenatal y 14,6%; P =0,92), persistencia de conducto arterioso (6,7%
con betametasona o dexametasona. Comparando hallazgos y 7,9%; P =0,81), sepsis neonatal (8,9% y 10,1%; P =0,83),
clínicos y ultrasonográficos como síndrome de dificultad displasia broncopulmonar (15,0% y 10,1%; P =0,22), nece-
respiratoria (SDR), enterocolitis necrosante, retinopatía sidad de vasopresores (7,8% y 3,4%; P =0,07) y mortalidad
110 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

neonatal (2,8% y 3,4%; P =0,98). Comparado con el grupo la eficacia en la prevención del SDR, 3) tales dosis no son ne-
de neonatos expuestos a betametasona, el grupo expuesto a cesarias para los efectos mediados por los receptores y 4) las
dexametasona tuvo una incidencia significativamente menor dosis altas aumentan la probabilidad de efectos adversos por
de hemorragia intraventricular (5,7% y 17,0% para dexame- mecanismos no mediados por receptores.1 Por otra parte, en
tasona y betametasona, respectivamente; RR 2,97; IC 95% el año 2001, Moore y Martin25 de la Universidad de Jackson,
1,22-7,24; P =0,02) y de cualquier lesión cerebral (6,7% y Mississippi, EE.UU., revisaron la literatura existente en el
18,0%; RR 2,7; IC 95% 1,18-6,19; P =0,02). sistema Medline entre 1966-2001, buscando las alternativas
Aunque las evidencias actuales indican que la betame- a betametasona y dexametasona, utilizadas para maduración
tasona parece ser más beneficiosa y tiene menos efectos ad- pulmonar, y sólo consiguieron 8 pruebas que reunieran los
versos que la dexametasona, hoy en día no está claro cuál es criterios de inclusión. Estos autores creyeron que había muy
mejor y se ha recomendado usar ambas. No se han realizado poca información sobre las opciones a estas dos drogas, y que
grandes pruebas controladas y aleatorias para dilucidar este cuando no se disponía de ellas, la hidrocortisona a dosis de 2
aspecto. Como se mencionó antes, actualmente la selección g (4 dosis de 500 mg, c/12 h) podía ser la alternativa. Pero en
del tipo de corticosteroide se basa en la facilidad de admi- contraposición a esto, Jobe y Soll10 manifestaron que, además
nistración, costo, disponibilidad y resultados de los estudios que la hidrocortisona no es recomendada por las conferencias
existentes (la mayoría observacionales). de consenso de 19943 y 2000,4 su uso no es recomendable
Los otros corticosteroides que han sido utilizados para por lo siguiente: 1) se necesitan dosis muy grandes, ya que la
maduración pulmonar son la hidrocortisona (cortisol) y la enzima placentaria 17-β-hidroxicorticosteroide convierte el
metilprednisolona (Cuadro 2). La hidrocortisona tiene una cortisol (hidrocortisona) en su metabolito inactivo cortiso-
farmacocinética más rápida que betametasona y dexameta- na, 2) en fetos de ovejas expuestos a hidrocortisona no se ha
sona: su vida media plasmática es relativamente corta (~2 podido inducir la maduración pulmonar26 y 3) la experiencia
horas), es aclarada en 8 horas y la duración de la actividad clínica en humanos con hidrocortisona es muy limitada y no
glucocorticoide plasmática es de sólo 32 horas, por lo que se hay suficiente información de su eficacia y seguridad para
prefieren betametasona y dexametasona.1 Para superar estos usarla como tratamiento prenatal.
inconvenientes, en los primeros estudios con hidrocortiso- Con relación a la metilprednesolona, los estudios de eva-
na, se usaron altas dosis (500-1.000 mg cada 6-12 horas), luación no han demostrado su efectividad en la reducción
las cuales fueron objetadas por las siguientes razones: 1) la del SDR.1 Las dosis usadas en esos estudios fueron de 125
actividad máxima de los corticosteroides no unidos, en los mg dados en un intervalo de 24 horas, la cual produce un
niños expuestos a estas dosis, es 8-18 veces mayor que la de la pico muy alto de actividad corticosteroide (~20 veces la de
exposición a las dosis habituales de betametasona, 2) no hay la betametasona) con un aclaramiento muy rápido (media
evidencia que mayores dosis de hidrocortisona incrementen vida ~1 hora). Con este régimen los fetos tratados no reciben

Cuadro 2 Hidrocortisona y metilprednisolo­


na no son recomendados para maduración
pulmonar fetal por las Conferencias de
Consenso del Instituto Nacional de Salud
de Estados Unidos de 1994 y 2000.
Capítulo 13: Uso clínico 111

una elevación sostenida de corticosteroide, necesaria para la como: 1) la posibilidad de atribuirle al fosfato la responsabi-
inducción de proteínas y, además, son transitoriamente ex- lidad de los efectos a corto plazo y al acetato la de los eventos
puestos a los peligros potenciales de los altos niveles de me- a largo plazo, 2) que la mujer embarazada que recibe 12 mg
tilprednisolona.1 de fosfato de betametasona de acción rápida, comparadas
Por su parte, en cuanto a la selección del corticosteroide, con las que reciben 12 mg de fosfato/acetato de acción len-
Wapner20 resumió las afirmaciones de Jobe y Soll así: 1) si ta, estarían recibiendo cuando menos el doble de la exposi-
se dispone de betametasona y dexametasona, es preferible ción a betametasona, es decir, dosis supramáximas, 3) estas
usar betametasona, 2) si no se dispone de betametasona, la dosis serían las responsables de los efectos cardiovasculares
sustitución por dexametasona es razonable, basado en su ex- fetales, 4) la persistencia del acetato después de 120 horas
celente relación riesgo/beneficio y 3) la hidrocortisona, aun expondría a la madre a niveles de betametasona tres veces
en altas dosis, no es apropiada ni efectiva. Sin embargo, Jobe mayores que el feto, considerando desafortunado exponer a
y Soll10 afirmaron que estos aspectos deben ser aclarados por la embarazada a niveles de esteroide sin beneficio para ella,
las grandes pruebas controladas y aleatorias. Para finalizar, y que probablemente le ocasione efectos adversos (como in-
entre la evidencia analizada por la conferencia de consenso fecciones por inmunosupresión), 5) por su parte, esta baja
del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. de 1994,2 Ballard biodisponibilidad de la combinación fosfato/acetato permite
y Ballard1 recomendaron que las situaciones clínicas en que una menor exposición del feto a la betametasona y 6) por
sea necesario escoger un corticosteroide para maduración todo lo anterior, recomiendan estudios de riesgo-beneficio
pulmonar se deben determinar por los siguientes factores: con el fin de encontrar una dosis de corticosteroide efectiva,
1) costo, 2) disponibilidad y 3) consideración del número de con mínimos efectos adversos. Sin embargo, aunque la oveja
inyecciones maternas. se considera el modelo animal para estudios de maduración
pulmonar, la extrapolación de estos resultados a los humanos
debe ser considerada con especial cuidado. A continuación
SALES se presentan estos trabajos.
En una primera prueba publicada en el año 2005, el gru-
Las sales seleccionadas para los estudios originales con be- po multicéntrico de Santami y col.,27 de EE.UU., estudió
tametasona5 (véase Sección II, Capítulo 2) y dexametasona6 la farmacocinética del fosfato y de la combinación fosfato/
(véase Sección II, Capítulo 3) fueron la combinación de fos- acetato de betametasona en ovejas no embarazadas, caracte-
fato y acetato de betametasona y el fosfato de dexametasona, rizándolas a las 24 horas y 5 días, respectivamente. Ambas
respectivamente. Estas mismas sales fueron las recomenda- formulaciones produjeron una concentración pico de cerca
das por las conferencias de consenso de 19943 y 2000,4 y son de 180 ng/ml a 1-1,5 horas, que refleja la liberación rápida
las comúnmente usadas en EE.UU.27, 28 En cuanto a beta- del fosfato. Mientras el perfil del fosfato apareció semejante
metasona, la única formulación existente en EE.UU. es la a la tradicional función de Bateman con una vida media ter-
combinación fosfato/acetato, debido a que el fosfato aparece minal de 4 horas, el fosfato/acetato produjo una declinación
en el libro anaranjado de la Administración de Alimentos y biexponencial con una vida media terminal superficial de 14
Drogas (Food and Drug Administration o FDA) en la sec- horas. La biodisponibilidad del acetato fue sólo el 62% de la
ción «descontinuados», debido a que el Laboratorio Sche- del fosfato, lo cual no fue sorprendente ya que los compues-
ring Plough descontinuó la manufactura de este producto tos altamente lipofílicos producen absorción bifásica con
en mayo de 2002.27 En Europa, según Schwab y col.,28 se una segunda fase lenta difícil de capturar, dando la sensa-
usa tanto fosfato como la combinación fosfato/acetato, con ción de biodisponibilidad incompleta. Los autores señalan
predominio por el fosfato. que esta segunda fase lenta del acetato puede producir el
«efecto de colgarse arriba», que le permiten a la droga nive-
les probablemente no útiles terapéuticamente, que pueden
Estudios en animales
originar efectos no deseados. También mencionan la posi-
En cuanto a las sales de la betametasona, algunos estudios en bilidad que parte de la droga persista después de 120 horas
animales sobre farmacocinética de fosfato y fosfato/acetato con una tercera fase de liberación. Debido a que la madre
de betametasona27,28 han demostrado que la conversión de sirve como liberación y reservorio del corticosteroide y es
estas sales al corticosteroide activo es muy rápida, pero la expuesta a niveles de betametasona tres veces mayores que
rata de liberación de betametasona de las dos sales es contro- el feto, consideran desafortunada la práctica de exponer a la
lada por sus propiedades físico-químicas. Después de la in- embarazada a niveles de esteroide sin beneficio terapéutico
yección intramuscular de fosfato y acetato, la solubilización para ella, y que probablemente le ocasione efectos adversos.
es un proceso más lento que los de absorción, distribución, Terminan recomendando reevaluar el uso de la formulación
metabolismo y excreción. El fosfato, altamente ionizado, es fosfato/acetato durante el embarazo.
más soluble, mientras que el acetato es altamente hidrofóbi- En septiembre de 2006, Schwab y col.,28 del mismo gru-
co y su solubilidad acuosa es más lenta.27 De estos hallazgos po multicéntrico de EE.UU., plantearon que la exposición
sobre la distribución rápida del fosfato y lenta de la mezcla fetal durante períodos críticos, a concentraciones inapropia-
fosfato/acetato pueden desprenderse algunos hecho clínicos das de corticosteroides, han mostrado efectos adversos en
112 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

los sistemas nervioso central y cardiovascular. Ellos repor- Con relación al fosfato de dexametasona, en dos estudios
taron una prueba donde, en ovejas embarazadas, estudiaron en animales, se ha relacionado con efectos cardiovascula-
la farmacocinética y los efectos cardiovasculares de dos dosis res, conductales, metabólicos y endocrinos (véase Sección
de fosfato de betametasona (equivalentes a 8 y 12 mg de II, Capítulo 9). En 1999, Bennett y col.29 compararon los
betametasona administrados a mujeres de 70 kg embaraza- efectos cardiovasculares, conductales, metabólicos y endo-
das) y de la combinación de 50% fosfato y 50% acetato de crinos de la inyección materna de 12 mg de dexametasona.
betametasona, inyectados intramuscular. La concentración Durante las primeras 12 horas posteriores hubo caída de la
plasmática materna de betametasona alcanzó el pico a los variación a corto término de la frecuencia cardiaca, caída de
15 minutos de la inyección, independientemente de la sal la frecuencia cardiaca, caída transitoria de los movimientos
de betametasona, con una vida media de 2,75-3,04 horas y respiratorios y aumento en la presión arterial. En las siguien-
disminuyó por debajo del límite de detección del ensayo a las tes 12 horas hubo un incremento significante en la variación
8 y 12 horas para fosfato y fosfato/acetato, respectivamente. a corto término de la frecuencia cardiaca (P <0,001) e incre-
Las concentraciones de fosfato/acetato fueron 47%-55% de mento de la variación de frecuencia cardiaca, y la presión ar-
las de fosfato. La concentración plasmática fetal de betame- terial y los movimientos respiratorios regresaron a lo normal.
tasona para fosfato y fosfato/acetato fue detectada a 1 hora La dexametasona también causó una caída significante en la
alcanzó el pico a las 3 horas, disminuyó por debajo del límite presión de oxígeno (P <0,005) durante la mayoría de las 24
de detección del ensayo a las 8 horas y la vida media no horas que duró el estudio, y que fue mayor 1 hora posinyec-
pudo ser calculada. Las concentraciones de fosfato/acetato ción; aunque no estuvo en niveles hipóxicos para fetos nor-
fueron 46%-58% de las de fosfato. En los tres grupos no móxicos, surgen dudas sobre el potencial impacto de la dexa-
hubo diferencias en los niveles basales de la presión sanguí- metasona en fetos hipóxicos. En otra prueba de 1997, Derks
nea arterial fetal, pero hubo un marcado incremento a las y col.30 también investigaron los efectos cardiovasculares,
3 horas y permaneció elevada por 18 horas (P <0,05). La endocrinos y conductales de dexametasona, betametasona
comparación farmacocinética mostró que la formulación de y solución salina, en ovejas, durante 48 horas, encontrando
depósito fosfato/acetato de betametasona libera primero el que dexametasona y betametasona incrementaron la presión
fosfato de acción rápida y muy poco del acetato de acción arterial y disminuyeron los movimientos respiratorios feta-
lenta. Estos datos pueden indicar que la mujer embarazada les, y que la hipertensión inducida por la betametasona se
que recibe 12 mg de fosfato de acción rápida de betameta- asoció con incremento en la resistencia vascular femoral.
sona, comparadas con las que reciben 12 mg de fosfato/ace-
tato de acción lenta, estarían recibiendo cuando menos el
doble de la exposición a betametasona. La liberación de be- DOSIS
tametasona ocurre por varios días, a extremadamente bajas
concentraciones, después de la administración del acetato. La recomendación de las conferencias de consenso de 19943
Estas bajas concentraciones pueden tener implicaciones pa- y 20004 para betametasona (Cuadro 3) es de 2 dosis 12 mg
ra la salud materna, ya que parece haber mayor incidencia de diarios por 2 días, con 24 horas de separación (total 24 mg).
infecciones debido a la supresión del sistema inmune por el Este es el mismo esquema original establecido por Liggins
acetato. Pero esta baja biodisponibilidad de la combinación y Howie5 en su trabajo entre 1969-1972, cuya estrategia era
fosfato/acetato se permite una menor exposición del feto a la conseguir niveles de corticosteroides en el rango fisiológico y
betametasona. El retardo en la aparición de la betametasona lograr su unión a la mayoría de los receptores. Para dexameta-
en la circulación fetal puede ser debida a mayor metabolismo sona (Cuadro 3), las conferencias de consenso de 19943 y 20004
de betametasona en la placenta y a la remoción de esteroi- recomendaron 4 dosis de 6 mg intramuscular cada 12 horas
des por transportadores placentarios que protegen al feto, (total 24 mg), ligeramente mayor que la utilizada en el estudio
removiendo los compuestos tóxicos endógenos, como el caso colaborativo de 19816: 4 dosis de 5 mg intramuscular cada 12
de la glicoproteína P. La respuesta de la presión arterial fetal horas (total 20 mg). Estos dos esquemas también son conoci-
fue mucho más prolongada que la curva de desaparición de dos como cursos simples o únicos de tratamiento con betametaso-
betametasona, sugiriendo que el efecto biológico duró más na o dexametasona. Entre estos dos regímenes recomendados
que la exposición a betametasona. Para los autores, estos re- de betametasona y dexametasona, sólo hay diferencias meno-
sultados muestran que las dosis de 8 ó 12 mg de fosfato de res en los niveles circulantes de actividad corticosteroide en el
betametasona diarios o 12 mg de fosfato/acetato diarios son feto tratado, con niveles pico más bajos para dexametasona,
supramáximas con respecto a los efectos cardiovasculares. pero con algo más de tiempo de actividad elevado.1
Señalan que la posibilidad de disminuir la dosis depende de En relación con las dosis de 24 mg de betametasona y dexa-
los efectos benéficos multisistémicos de la terapia corticos- metasona, Jobe y Soll10 consideraron que no han sido cues-
teroide y que se necesitan estudios de dosis respuesta para tionadas, y si bien Murphy y col.31 han sugerido dosis más
considerar los potenciales efectos benéficos (como mejoría altas en embarazos múltiples, ya 24 mg es relativamente alta
de la función pulmonar y disminución de leucomalacia pe- y no hay evidencia experimental para soportar dosis mayo-
riventricular) o adversos (sobre el sistema cardiovascular y el res. Howie y Liggins32 no encontraron incremento de los
nervioso central). beneficios con la administración del doble de la dosis de be-
Capítulo 13: Uso clínico 113

Cuadro 3 Dosis y esquemas de betameta­


sona y dexametasona recomendados para
maduración pulmonar fetal por las Confe­
rencias de Consenso del Instituto Nacional
de Salud de Estados Unidos de 1994 y
2000.

tametasona (2 dosis de 24 mg con 24 de separación). Por de investigaron los efectos de un solo curso antenatal de be-
lo tanto, el régimen escogido por Liggins y Howie4 en su tametasona sobre el desarrollo neonatal somático y cerebral
estudio clínico inicial parece ser óptimo en cuanto a eficacia. en ratas. Ellos, al día 20 de embarazo, inyectaron tres grupos
Esta dosis es sólo el 1%-10% de la usada en la mayoría de los de ratas con 170 µg kg -1 de betametasona («dosis clínica
estudios en animales que han encontrado efectos adversos equivalente» a 2 dosis 12 mg diarios por 2 días), la mitad
en el crecimiento y la función neurológica y es consistente de esta dosis o placebo. Los cachorros fueron analizados a
con los hallazgos que no hay efectos reconocidos a corto o los días 1, 2 y 20 después del nacimiento y encontraron que
largo plazo de la terapia prenatal sobre el neonato.1 Aun- comparada con la media dosis, la «dosis clínica equivalente»
que, como se mencionó atrás con relación a las sales, algunos indujo una disminución significante, de las medidas somáti-
estudios de farmacocinética animales27,28 sugieren probable cas en ambos géneros: peso (P <0,01), diámetro cefálico (P
exposición a dosis supramáximas de betametasona, por lo <0,083) y longitud corona-rabadilla (P <0,41). Esta «dosis
que recomiendan revisar las dosis. clínica equivalente» también produjo una disminución en el
Con respecto a las 2 dosis de betametasona y las 4 de dexa- peso tanto del cerebelo (-11,2%, P <0,01) como del hipo-
metasona, Jobe y Soll10 manifiestan que no han sido estu- campo (-5,4%, P <0,41). La proliferación celular en la fase
diadas, e investigaciones en ovejas33,34 demostraron que una P1 fue afectada por la «dosis clínica equivalente» sólo en la
sola dosis de betametasona induce la maduración pulmonar zona subventricular del cerebro en ambos géneros y en el
y mejora el funcionalismo cardiovascular y la función renal. hipocampo en los machos. Con sus resultados, estos investi-
Ellos propusieron que la actual dosis de 24 mg puede ser gadores demostraron por primera vez que una dosis más baja
reducida al 25% y que una sola dosis de 6 mg de fosfato de (equivalente a 6 mg de betametasona) induce menores efec-
betametasona puede ser efectiva y menos tóxica, pero necesi- tos y menos severos, en el crecimiento somático y no afecta
ta ser confirmada por estudios controlados y aleatorios. En la proliferación celular en el cerebro. Por ello, sugirieron que
base a estos hallazgos en ovejas y a un reporte de Simchem la disminución de la dosis prenatal de betametasona (una
y col.35 de un pequeño número de fetos con restricción del vez demostrado su efecto sobre la maduración pulmonar)
crecimiento intrauterino (RCIU) que en lugar de responder puede ser efectiva en la reducción de efectos adversos rela-
a betametasona con disminución de la resistencia vascular, cionados, y recomendaron realizar pruebas clínicas aleatorias
la incrementaron, Resnik36 en un editorial del American con regímenes de bajas dosis.
Journal of Obstetrics and Gynecology de febrero de 2004, Un estudio retrospectivo de Haas y col.38 evaluó el in-
también opinó que es tiempo apropiado de reevaluar la do- tervalo de administración de betametasona en 909 embarazos
sis de betametasona. Con relación a esto, en mayo de 2006, <36 semanas, divididos en tres grupos: los que no recibieron
Bruschettini y col.37 publicaron un estudio interesante don- betametasona, los que recibieron 2 dosis con intervalo de
114 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

12 horas y los que recibieron 2 dosis con intervalo de 24 órganos mayores con excepción del hígado. Concluyeron que
horas. No encontraron diferencias significantes entre los dos la administración de cursos múltiples de betametasona direc-
intervalos de administración de betametasona en la mayoría tamente a la oveja no produjo los efectos de restricción del
de resultados analizados, por lo que el intervalo de 12 horas crecimiento inducidos por la inyección materna y no afectó
fue considerado como alternativa para la administración de la relación peso placentario/peso al nacer. En otro estudio de
betametasona. este grupo australiano, en diciembre de 2003, Moss y col.40
reportaron un trabajo en ovejas a las que les implantaron ca-
téteres vasculares materno y fetal a los 96 días de embarazo,
VÍA DE ADMINISTRACIÓN y a los 103 días les inyectaron betametasona intramuscular
(0,5 mg/kg peso corporal) a 5 ovejas y a 5 fetos (guiada por
La vía utilizada tradicionalmente hace más de 30 años en las ultrasonido). La inyección fetal causó un pico mayor de be-
pruebas de investigación y recomendada por las conferencias tametasona (341,2 + 23,7 nmol/L) que la materna (37,6 +
de consenso de 19943 y 20004 es la intramuscular (Cuadro 3,7 nmol/L; P < 0,001), y mayor exposición acumulativa a
4). Con respecto a la vía endovenosa se ha argumentado que betametasona. La vida media de la betametasona en la circu-
expondría, tanto a la madre como al feto, a mayores concen- lación fetal fue más corta después de la inyección fetal (1,1 +
traciones iniciales de glucocorticosteroides que la inyección 0,3 horas) que de la materna (8,5 + 2,0 horas; P = 0,006). Los
intramuscular, lo que ocasiona mayor riesgo de respuestas ad- autores plantearon que la duración de la exposición materna
versas agudas.1 Dos estudios en animales y uno en humanos y fetal a betametasona puede ser minimizada por la inyección
han sugerido la inyección fetal de betametasona guiada por ul- fetal directa, que en la oveja provoca maduración pulmonar,
trasonido, pero dos grupos de investigadores destacan sus in- sin efectos adversos directos sobre el crecimiento fetal.
convenientes y riesgos. Un estudio en humanos ha comparado
la administración de dexametasona por vía oral e intramuscular. Estudios en humanos
En 1999, Ljubić y col.41 presentaron un estudio donde hi-
Estudios en animales
cieron inyección intramuscular glútea directa guiada por ul-
En mayo de 1999, el grupo australiano de Newnham y col.39 trasonido, de 4 mg de dexametasona, en 6 fetos, 48 horas
publicó una prueba donde compararon 22 ovejas embara- antes del parto de embarazos pretérmino (relación lecitina/
zadas que recibieron cursos múltiples (3) de betametasona esfingomielina <1,5) de alto riesgo (preeclampsia, diabetes,
mediante inyección fetal intramuscular, con 21 animales que hemorragia intracraneal, epilepsia, hipertiroidismo). Estos
recibieron un solo curso y con 12 controles que recibieron investigadores no encontraron complicaciones relacionadas
solución salina. La inyección fetal directa no afectó el peso al con el procedimiento. En 5 casos, los resultados indicaron
nacer, la relación peso placentario/peso al nacer y los pesos de que la inyección fetal directa de corticosteroides mejoró la

Cuadro 4 La vía intramuscular es la reco­


mendada por las Conferencias de Con­
senso del Instituto Nacional de Salud de
Estados Unidos de 1994 y 2000, para
maduración pulmonar fetal.
Capítulo 13: Uso clínico 115

función pulmonar posnatal. En diciembre de 2003, Szabó demostrar tanto sus beneficios como sus potenciales daños.
y col.42 de Hungría, en una carta a los editores del Ameri- Por otra parte, Egerman y col.44 reportaron en 1998 una
can Journal of Obstetrics and Gynecology reportaron los datos prueba controlada y aleatoria en la que compararon la vía
preliminares de un estudio retrospectivo de inyección intra- oral con la intramuscular, utilizando dexametasona en 170
muscular fetal de betametasona (0,5 mg/kg peso corporal) a mujeres, con 188 fetos entre 24-33 semanas. No encontra-
60 fetos entre 24-32 semanas de embarazo, complicados con ron diferencias significativas en la incidencia de síndrome
preeclampsia y RCIU. La incidencia de SDR y hemorragia de dificultad respiratoria (34,3% y 29,8%, respectivamente),
intraventricular fue 35% y 20%, respectivamente. Murieron enterocolitis necrosante y muerte neonatal. En el grupo de
8 niños de peso extremadamente bajo y la supervivencia a los vía oral, hubo significativamente más sepsis neonatal (15,9%
28 días de nacidos fue 86,7%. Con estos datos, los autores y 1,6%; P =0,009) y hemorragia intraventricular (15,9% y
sugirieron que la inyección fetal intramuscular directa, entre 3,4%; P =0,03). Concluyeron que la administración oral in-
24-32 semanas, es un método promisorio para la prevención crementa la morbilidad neonatal sin beneficios demostrables
del SDR en embarazos de alto riesgo. y no recomendaron su uso.
Pero en contra de la inyección fetal de corticosteroides, en
1995 Ballard y Ballard1 expusieron que la transferencia de
corticosteroides de la madre al feto es completamente rá- EDAD DE EMBARAZO EN LA CUAL EL TRATAMIENTO
pida, con lo cual la administración directa al feto no añade ES EFECTIVO
ventajas y adiciona los riesgos inherentes al procedimiento
invasivo.1 En el mismo ejemplar del American Journal of Obs- Los resultados de la pruebas iniciales de Liggins y Howie5
tetrics and Gynecology en el que Szabó y col.42 publicaron su y del estudio colaborativo6 establecieron mayor efectividad
trabajo, se produjo una réplica del grupo australiano de Jobe entre 30-32 semanas de embarazo. Como consecuencia en
y col.,43 donde si bien consideraron la inyección fetal directa los primeros años hubo confusiones y malas interpretaciones
como una vía alternativa, le hicieron las siguientes objecio- para indicar esta terapia. Sin embargo, estas dudas fueron
nes: 1. consideraron que este procedimiento, aún guiado por despejadas por la publicación de la revisión sistemática de la
ultrasonido, es más difícil que la inyección materna, lo cual Dra. Patricia Crowley,45 al revisar todos los datos disponibles
limita su uso, 2. el atractivo de la inyección directa es dis- en 1990, y por la conferencia de consenso del Instituto Na-
minuido por la posibilidad real que el procedimiento pueda cional de Salud de EE.UU., que analizó la información en
iniciar o exacerbar el parto pretérmino o la ruptura prematu- 1994; y, en consecuencia, la indicación se amplió a los emba-
ra de membranas, y 3. en su opinión el uso de la inyección fe- razos entre 24-34 semanas (cuadro 5). Dada la baja incidencia
tal directa debe esperar evidencia firme dentro del contexto de SDR, hemorragia intraventricular y mortalidad neonatal,
de pruebas controladas y aleatorias con suficiente poder para en recién nacidos >34 semanas de embarazo, ha sido difícil

Cuadro 5 Edad de embarazo en que es


recomendada la administración de cor­
ticosteroides utilizados para maduración
pulmonar fetal, máxima acción y momento
de administración.
116 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

documentar con evidencia de primer nivel, estos efectos be- o profiláctico, como es usada comúnmente en la práctica clí-
néficos de los corticosteroides después de las 34 semanas, tal nica, quizá por desconocimiento, mala interpretación de los
como lo señaló Crowley.46 esquemas terapéuticos o tal vez por temor a posibles com-
Sin embargo, en el año 2003, Salhad y col.47 aportaron plicaciones. La base de esta indicación de emergencia está en
evidencia observacional sustancial que demuestra que los que, tanto el trabajo original de Liggins y Howie como todas
corticosteroides reducen el SDR independientemente de la las investigaciones posteriores, han demostrado que la máxi-
edad de la gestación. En el año 2005, Stuchfield y col.,48 del ma acción de los corticosteroides es entre 24 horas y 7 días
grupo de investigadores ASTECS (Antenatal Steroids for después de iniciar su administración (Cuadro 5), por lo cual
Term Elective Caesarean Section) de Gales, Reino Unido, sería una mala práctica indicarlos para un caso selectivo cuyo
en una prueba controlada, aleatoria y multicéntrica (10 uni- parto estimado sea mayor de 7 días. Con el fin de analizar el
dades de maternidad), estudiaron 998 mujeres con emba- uso de cursos de rescate, algunos estudios retrospectivos han
razos a término, a las que les inyectaron 2 dosis de 12 mg revisado los efectos de la administración de corticosteroides
de betametasona, 48 horas antes de dar a luz por cesárea. después de 7 días de haber administrado un primer curso;
De los 35 neonatos que fueron ingresados en unidades de y debido a los resultados inciertos y a la falta de evidencias
cuidados intensivos por SDR, 24 eran del grupo control y 11 de nivel I que justifiquen su utilización, se recomienda que
del grupo de betametasona (RR: 0,46; IC 95% 0,23-0,93; P hasta tanto no se precisen bien sus beneficios y riesgos, los
=0,02). La incidencia de SDR también se redujo cuanto más cursos de rescate se usen solamente en grandes pruebas de
avanzada estuviese la gestación, pues el análisis de regresión investigación controladas y aleatorias (véase Sección II, Ca-
mostró que la probabilidad de admisión a unidades de cui- pítulo 15).
dados especiales por SDR en los grupos de tratamiento y
control, fue respectivamente 5,2% y 11,4% a las 37 semanas;
2,8% y 6,2% a las 38 semanas; y 0,6% y 1,5% a las 39 sema- CURSOS O TRATAMIENTOS MÚLTIPLES, SEMANALES O
nas. Por lo tanto, estos autores recomendaron que cuando se REPETIDOS
planifique una cesárea electiva, debe considerarse el riego de
SDR y evaluar los beneficios de la administración antenatal Los beneficios y efectos adversos de los tratamientos o cur-
de corticosteroides. También consideraron que retrasar el sos múltiples, semanales o repetidos son tratados en los Ca-
parto hasta las 39 semanas es útil. Pero este estudio ha sido pítulos 8-12. Actualmente, de acuerdo con las conferencias
criticado por no ser placebo-controlado ni ciego y porque de consenso de 19943 y 2000,4 y las posiciones del Colegio
un número equivalente de bebés del grupo tratado con be- Americano de Obstetras y Ginecólogos de EE.UU.,51,52 la
tametasona (26) y en el grupo control (32) fueron admitidos Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá,53, 54 el Co-
a la unidad de cuidados especiales. Por lo tanto, se considera legio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido,22, 55
que, debido a que en el grupo control también disminuyó la el Grupo de Trabajo Europeo contra la Inmadurez Pulmo-
tasa de SDR con el avance de la gestación, lo destacable de nar (EURAIL)56 y la Organización Mundial de la Salud;57
la prueba no es esta reducción, sino retardar la cesárea hasta solamente se usan para pruebas de investigación (Cuadro 6)
las 39 semanas.49 que evalúen sus beneficios y riesgos, como las mencionadas
Actualmente en EE.UU. está en progreso una prueba en el Capítulo 8 de la Sección II (TEAMS, MACS, AC-
controlada, aleatoria, doble ciego y multicéntrica,50 coordi- TORDS), por lo que no deben ser utilizados en la práctica
nada por la Universidad de Emory; diseñada para evaluar el clínica diaria hasta que sean bien demostrados su seguridad
efecto de un curso betametasona en la prevención de pro- y peligros.
blemas respiratorios, en niños nacidos por cesárea selectiva
entre 34-40 semanas.
CASOS ESPECIALES

MOMENTO DE ADMINISTRACIÓN: ¿TRATAMIENTO DE Los casos especiales serán tratados en el Capítulo 15 de la


EMERGENCIA O SELECTIVO? Sección II.

Tanto las investigaciones originales, como las conferencias


de consenso de 19943 y 20004 y las posiciones de algunas ins- ASPECTOS ECONÓMICOS
tituciones científicas como el Colegio Americano de Obste-
tras y Ginecólogos de EE.UU.,51,52 la Sociedad de Obstetras Actualmente en Venezuela el costo de un curso de la mez-
y Ginecólogos de Canadá53,54 y el Colegio Real de Obstetras cla de fosfato y acetato de betametasona está entre 69,76-
y Ginecólogos del Reino Unido22,55 han recomendado la uti- 142,32 US $ y el de fosfato de betametasona oscila entre
lización de glucocorticoides para acelerar la maduración pul- 44,74-109,04 US $. Un curso de fosfato de dexametasona
monar y reducir la morbilidad y mortalidad, en casos de riesgo cuesta entre 2,93-5,44 US $.
franco o inminente de trabajo de parto prematuro (Cuadro 5). Debido a la reducción de la morbilidad y mortalidad pe-
Es decir, situaciones de emergencia, y no tratamiento selectivo rinatal obtenida con la terapia prenatal con corticosteroides,
Capítulo 13: Uso clínico 117

Cuadro 6 Las Conferencias de Consenso


del Instituto Nacional de Salud de Estados
Unidos de 1994 y 2000 recomendaron
solamente los cursos únicos para madura­
ción pulmonar fetal, y debido a datos insu­
ficientes de pruebas controladas y aleato­
rias sobre eficacia y seguridad, los cursos
múltiples, semanales o repetidos, no deben
usarse de rutina.

el análisis costo-beneficio favorece su uso, por la reducción BIBLIOGRAFÍA


de gastos y duración de los Cuidados Intensivos Neonata-
les.22 Según el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos de 1.- Ballard P, Ballard R. Scientific basis and therapeutic regi-
Reino Unido,22 en EE.UU. se ha calculado que si se usan mens for use of antenatal glucocorticoids. Am J Obstet Gy-
combinados con surfactante, se ahorrarían 157.000.000 US necol 1995; 173: 254-262.
$ anuales. También se ha estimado que con la terapia prena- 2.- Dudley D, Waters T, Nathanielsz P. Current status of single
tal con corticosteroides se reducen 3.000 US $ por neonato course antenatal steroid therapy. Clin Obstet Gynecol 2003;
tratado.58 46: 132-149.
3.- National Institutes of Health Consensus Development Con-
ference Statement. Effect of corticosteroids for fetal matura-
RESUMEN tion on perinatal outcomes. February 28-March 2, 1994. Am
J Obstet Gynecol 1994; 173: 246-252.
El beneficio de los corticosteroides en la atención perinatal 4.- National Institutes of Health Consensus Development Con-
es innegable y sus indicaciones permanecen vigentes. Su uso ference Statement. Antenatal corticosteroids revisited: repeat
clínico debe extenderse y normarse. Organismos e institucio- courses. August 17-18, 2000; 17 (2): 1-10.
nes internacionales han establecido consensos y pautas para 5.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco-
su utilización clínica, que son seguidas y respetadas a nivel corticoid treatment for prevention of the respiratory distress
mundial. A lo largo del tiempo han surgido propuestas indi- syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-
viduales para realizar algunos cambios, pero aún no cuentan 525.
con la debida evaluación y con la aprobación colectiva. Nue- 6.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of
va evidencia sugiere también efectos potencialmente nocivos antenatal dexamethasone administration on the prevention
a largo plazo asociados a los cursos múltiples. Para despejar of respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gynecol 1981;
las dudas sobre su eficacia y seguridad hay que esperar los 141: 276-287.
resultados de grandes pruebas controladas y aleatorias, en 7.- Elimian A, Garry D, Figueroa R, Spitzer A, Wiencek V,
progreso actualmente. Ahora parece evidente que los perfi- Quirk G. Antenatal betamethasone compared with dexa-
les farmacodinámicos de betametasona y dexametasona son methasone (Betacode trial). Obstet Gynecol 2007; 110: 26-
diferentes en lo concerniente a los efectos sobre maduración 30.
pulmonar (morbilidad y mortalidad), leucomalacia quística 8.- Fanaroff A, Hack M. Periventricular leukomalacia. Prospects
periventricular y probable neurotoxicidad. Sin embargo, es for prevention. New Eng J Med 1999; 341: 1229-1231.
prudente esperar el desarrollo de más y mejores evidencias. 9.- Bonnano C, Fuchs K, Wapner R. Single versus repeat cours-
118 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

es of antenatal steroids to improve neonatal outcomes: risks 25.- Moore L, Martin N. When betamethasone and dexametha-
and benefits. Obstet Gynecol Surv 2007; 62: 261-271. sone are unavailable: hydrocortisone. J Perinatology 2001;
10.- Jobe A, Soll R. Choise and dose of corticosteroid for antena- 21: 456-458.
tal treatments. Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 878-881. 26.- Jobe A, Newnham J, Moss T, Ikegami M. Differential effects
11.- Baud O, Foix-L’Hellias L, Kaminski M, Audibert F, Jarreau of maternal betamethasone and cortisol on lung maturation
P, Papiernik E et al. Antenatal glucocorticoid treatment and and growth in fetal sheep. Am J Obstet Gynecol 2003; 188:
cystic periventricular leukomalacia in very premature infants. 22-28.
N Eng J Med 1999; 341: 1190-1196. 27.- Samtami M, Löhle M, Grant A, Nathanielsz P, Jusko W.
12.- Baud O, Zupan V, Lacaze-Masmonteil M, Shojaei T, The- Betamethasone pharmacokinetics after two prodrug formu-
baud B, Ville Y et al. The relationship between prenatal man- lation in sheep: implications for antenatal corticosteroid use.
agement, the cause of delivery and neonatal outcome in a Drug Metab Dispos 2005; 33: 1124-1130.
large cohort of very preterm singletons. Br J Obstet Gynecol 28.- Schwab M, Coksaygan T, Samtami M, Jusko W, Nathanielsz
2000; 107: 877-884. P. Kinetics of betamethasone and fetal cardiovascular adverse
13.- Spinillo A, Viazzo F, Colleoni R, Chiara A, Cerbo R, Fazzi effects in pregnant sheep after different doses. Obstet Gyne-
E. Two years infant neurodevelopment outcome after single col 2006; 108: 617-625.
or multiple antenatal courses of corticosteroids to prevent 29.- Bennte L, Kozuma S, McGarrigle H, Hanson M. Temporal
complications of prematurity. Am J Obstet Gynecol 2004; changes in fetal cardiovascular, behavioural, metabolic and
191: 217-224. endocrine responses to maternally administered dexametha-
14.- Bloom S, Sheffield J, McIntire D, Leveno K. Antenatal dexa- sone in the late gestation fetal sheep. Br J Obstet Gynecol
methasone and decreased birth weigh. Obstet Gynecol 2001; 1999; 106: 331-339.
97: 485-490. 30.- Derks J, Giussani D, Jenkins S, Wentworth R, Visser G, Pad-
15.- Baud O, Laudenback V, Evrard P. Neurotoxic effects of fluo- bury J et al. A comparative study of cardiovascular, endocrine
rinates corticorticoid preparations on the developing o brain: and behavioural effects of betamethasone and dexametha-
role of preservatives. Pediatr Res 2001; 50: 706-711. sone administration to fetal sheep. J Physiol 1997; 499: 217-
16.- Biotech Laboratorios C. A. Decalona®. Ficha técnica. Cara- 226.
cas. 2007. p. 1-28. 31.- Murphy D, Caukwell S, Joels L, Wardle P. Cohort study of
17.- Lee B, Stoll B, McDonald S, Higgins R. National Institute the neonatal outcome of twin pregnancies that were treated
of Child Health and Human Development Neonatal Re- with prophylactic or rescue antenatal corticosteroid. Am J
search Network. Adverse neonatal outcomes associated with Obstet Gynecol 2002; 187: 483-488.
antenatal dexamethasone versus antenatal betamethasone. 32.- Howie R, Liggins G. The New Zealand study of antepartum
Pediatrics 2006; 117: 1503-1510. glucocorticoid treatment. In: Farrell P, editor. Lung develop-
18.- Urban R, Lemancewicz A, Przepiese J, Urban J, Kretowska ment: biological and clinical perspectives. Vol. 2. New York:
M. Antenatal corticosteroid therapy: a comparative study of Academic press. 1982. p. 255-265.
dexamethasone and betamethasone effects on fetal Doppler 33.- Ervin M, Padbury J, Polk D, Ikegami M, Berry L, Jobe A et
flow velocity waveforms. Eur J Obstet Gynecol 2005; 120: al. Antenatal glucocorticoids after premature newborn lamb
170-174. neuroendocrine and endocrine responses to hypoxia. Am J
19.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a metaanalysis Physiol 2000; 279: R830-R838.
of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne- 34.- Smith L, Ervin M, Wada M, Ikegami N, Polk D, Jobe A.
col 1995; 173: 322-335. Antenatal glucocorticoids after postnatal preterm lamb renal
20.- Wapner R. Antenatal corticosteroids: we continue to learn. and cardiovascular responses to intravascular volume expan-
Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 875. sion. Pediatr Res 2000; 47: 622-627.
21.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists. Intra- 35.- Simchem M, Alkazaleh F, Adamson L, Windrin R, Telford
uterine infection and perinatal brain injury. Scientific Advi- J, Beyene J et al. The fetal cardiovascular response to antena-
sory Committee Opinion Paper number 3. London: RCOG. tal steroids in severe early onset intrauterine growth restric-
2002. tion. Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 296-304.
22.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists. Antena- 36.- Resniv R. A different side of the corticosteroid story. J Ob-
tal corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome. stet Gynecol 2004; 190: 295.
Guideline number 7. London: RCOG. February 2004. 37.- Bruschettini M, van den Hove D, Gazzolo D, Steinbusch H,
23.- Le Flore J, Salhab W, Broyles R, Engle W. Association of Blanco C. Lowering the dose of antenatal steroids: the ef-
antenatal and postnatal dexamethasone exposure with out- fects of a single course of betamethasone on somatic growth
comes in extremely low birth weight neonates. Pediatrics. and brain cell proliferation in the rat. Am J Obstet Gynecol
2002; 110: 275-279. 2006; 194: 1341-1348.
24.- Bar-Lev M, Maayan-Metzger A, Matok I, Heyman Z, Sivan 38.- Haas D, McCullough W, Olsen C, Shiau D, Fry E, McNa-
E, Kuint J. Short term outcomes in low birth weight infants mara M. Neontal outcomes with different betamethasone
following antenatal exposure to betamethasone versus dexa- dosing regimens: a comparison. J Reprod Med 2005; 50:
methasone. Obstet Gynecol 2004; 104: 484-488. 915-922.
Capítulo 13: Uso clínico 119

39.- Newnham J, Evans S, Godfrey M, Huang R, Ikegami M, Jobe 49.- Rouse D. Antenatal betamethasone and incidence of neona-
A. Maternal, but not fetal, administration of corticosteroids tal respiratory distress after elective caesarean section: prag-
restrict fetal growth. J Matern Fetal Med 1999; 8: 81-87. matic randomized trial. Obstet Gynecol Surv 2007; 61: 157-
40.- Moss T, Doherty D, Nitsos I, Harding R, Newnham J. Phar- 158.
macokinetics of betamehasone after maternal or fetal intra- 50.- http://www.clinicaltrials.gov/ct/showNCT00139256?order=1
muscular administration. Am J Obstet Gynecol 2003; 189: 51.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
1751-1757. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
41.- Ljubić A, Cvetkovi M, Sulovic V, Radunovic N, Antonovic corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
O, Vukolic D. et al. New technique for artificial lung matura- 1994, number 147. Int J Gynaecol Obstet. 1995; 48: 340-
tion. Direct intramuscular fetal corticosteroid therapy. Clin 342.
Exp Obstet Gynecol 1999; 26: 16-9. 52.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com-
42.- Szabó I, Vizer M, Ertl T. Fetal betamethasone treatment and mittee Opinion. Antenatal corticosteroid therapy for fetal
neonatal outcome in preeclampsia and intrauterine growth lung maturation. May 2002, number 273. Obstet Gynecol
restriction. Am J Obstet Gynecol 2003; 189: 1812-1813. 2002; 99: 871-873.
43.- Jobe A, Newnham J, Moss T. Reply. Am J Obstet Gynecol 53.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
2003; 189: 1813-1814. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
44.- Egerman R, Mercer B, Doss J, Sibai B. A randomized con- corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December
trolled trial of oral and intramuscular dexamethasone in the 1995, number 53.
prevention of neonatal respiratory distress syndrome. Am J 54.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com-
Obstet Gynecol 1998; 179: 1120-1123. mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal
45.- Crowley P, Chalmers I, Keirse M. The effects of corticoste- corticosteroid therapy for fetal lung maturation. January
roids administration before preterm delivery: an overview of 2003, number 122. J Obstet Gynecol Can 2003; 25: 45–48.
the evidence from controlled trials. Br J Obstet Gynecol 55.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists Guide-
1990; 97: 11-25. line. Number 7. Antenatal corticosteroids to prevent respira-
46.- Crowley P. Prophylactic corticosteroids for preterm birth tory distress syndrome. London: RCOG 1996.
(Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 3, 2006. 56.- Visser G, Anceschi M. The EURAIL Working Group.
Oxford: Update software. Guidelines on antepartum corticosteroids. Prenat Neonat
47.- Salhad W, Hynan L, Perlman J. Partial or complete antenatal Med 2001; 6: 368-370.
steroid treatment and neonatal outcome in extremely low 57.- WHO Reproductive Health Library. Corticosteroid prior to
birth weigh infants <1000 g: is there a dosis-dependent ef- preterm delivery. 2005. (http://www.rhlibrary.com/Com-
fect? J Perinatol 2003; 23: 668-672. mentaries/htm/Gjhcom.htm).
48.- Stutchfield P, Whitaker R, Russell I. Antenatal betametha- 58.- Leviton L, Goldenberg R, Baker C, Schwartz R, Freda M,
sone and incidence of neonatal respiratory distress after elec- Fish L et al. Methods to encourage the use of antenatal cor-
tive caesarean section: pragmatic randomized trial. BMJ ticosteroid therapy for fetal maturation. A randomized con-
2005; 331: 662-666. trolled trial. JAMA 1999; 281: 46-52.
Vías, corticosteroides y 14
medicamentos alternos Capítulo
Luis Fernando Cadena

Usa el método científico,


probando varias veces llegarás a la verdad

Marco Tulio Cicerón

Existe consenso internacional acerca de la utilización de corti-


costeroides prenatales para la inducción de madurez pulmonar
en embarazos con riesgo inminente de sufrir un parto pre-
término. Los medicamentos recomendados, de manera in-
discutible, son la betametasona, un glucocorticoide sintético,
y su isómero, la dexametasona. Estos corticosteroides tienen
amplias similitudes biológicas, ya que están desprovistos de
propiedades mineralocorticoide y mantienen una muy discreta directa (véase Sección II, Capítulo 13). Este es el caso de un
actividad inmunosupresora. Con respecto a su farmacocinéti- trastorno de coagulación materno, donde se evita la inyec-
ca y farmacodinámica, la dosificación y la vía de administra- ción intramuscular de un medicamento, en vista del riesgo
ción propuestas para el manejo de gestantes de riesgo, en la ha desarrollar un hematoma en el sitio de la punción, el cual
mayoría de los esquemas terapéuticos publicados, a partir del incluso puede evolucionar hacia un absceso.
pronunciamiento del Consenso de 1994 del Instituto Nacio- Si analizamos los corticosteroides de uso oral, como la pre-
nal de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Norteamérica dnisona y la prednisolona, los mismos demuestran un paso
(NIH)1,2 y del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólo- transplacentario muy limitado, razón por la cual su aplica-
gos (ACOG),3 permiten lograr adecuados niveles de absor- ción como inductores de madurez pulmonar ha sido des-
ción, distribución, metabolismo y excreción de estos fármacos, echada (Figura 1).4
como para tratar con eficacia la inmadurez pulmonar fetal y Con respecto a la aplicación endovenosa de corticosteroides,
prevenir el desarrollo del síndrome de dificultad respiratoria podemos mencionar como ejemplo el protocolo propuesto
(SDR) del neonato obtenido lejos del término. Se debe resal- por Martin y col.5 para el manejo del síndrome HELLP
tar que el SDR es una complicación muy temida, debido a sus (Figura 2). Este síndrome es una complicación temida de la
altas tasas de morbilidad y mortalidad, a sus secuelas a largo preeclampsia-eclampsia y en la gestante se caracteriza por la
plazo y a sus requerimientos en recursos humanos y tecnoló- presencia de hemólisis, elevación de las transaminasas hepá-
gicos necesarios para su adecuada atención. ticas y el descenso progresivo de las plaquetas. Estos autores
establecieron la clasificación de Mississippi para esta entidad
en tres clases según el grado de trombocitopenia. En la cla-
VÍAS ALTERNAS se III las plaquetas se encuentran entre 150.000-100.000/
µL, en la clase II entre 100.000-50.000/µL y en la clase I la
A pesar de lo expuesto en el párrafo anterior, existen diver- trombocitopenia es <50.000/µL.
sas situaciones clínicas donde por una condición materna, la Es importante resaltar el aumento de la morbilidad y la
administración intramuscular de corticosteroides prenatales mortalidad perinatal asociada a los cuadros de preeclampsia
está contraindicada y lo conveniente es optar por una vía al- severa complicados con síndrome HELLP. Esto se explica
terna para usar el medicamento, ya sea oral, endovenosa e por la imperiosa necesidad que tiene el equipo médico de te-
incluso en condiciones excepcionales, la fetal intramuscular ner que interrumpir estos embarazos lejos del término.6 Tam-

120
Capítulo 14: Vías corticosteroides y medicamentos alternos 121

influye el grado de inmadurez del producto para el momento


de terminar el embarazo.
En el protocolo de Mississippi se sugiere para el HELLP
clase III tener una conducta expectante con estricto control
clínico y de laboratorio. En la clase II, por el contrario, se
promueve un manejo agresivo, con un esquema corto de cor-
ticosteroides antenatales para inducir maduración pulmonar
fetal, proseguir con la interrupción programada del embarazo
y finalizar con el uso postnatal de corticosteroides en miras a
estabilizar la enfermedad y mejorar la evolución materna du-
rante el puerperio. Con el uso de corticosteroides antenatales
el grupo de Mississippi aseguró una supervivencia del 100%
en productos con pesos al nacer <600 g.8 Ya para el HELLP
clase I, caracterizado por una trombocitopenia severa, estos
autores optan por el manejo ultraagresivo, es decir, la termi-
nación expedita de la gestación seguida únicamente por el
esquema posnatal de corticosteroides.
En el protocolo del síndrome HELLP clase II, se le indica
a la embarazada de 24-34 semanas un esquema prenatal con
«altas dosis» de corticosteroides con el fin de inducir madurez
pulmonar. Se utiliza dexametasona a una dosis de 10 miligra-
Figura 1 Los corticosteroides de uso oral tienen un paso transplacentario mos endovenosos cada 12 horas y se difiere la interrupción
limitado y no son utilizados. del embarazo durante 24-48 horas para lograr el máximo

Figura 2 En el síndrome HELLP se ha establecido un


protocolo para maduración pulmonar con corticos­
teroides por vía endovenosa.

bién es frecuente el hallazgo de crecimiento fetal restringi- beneficio. Ya en el puerperio inmediato, se mantiene un es-
do y la mayor incidencia de sufrimiento fetal. Todos estos quema posnatal de corticosteroides, que tiene como objetivo
factores se engranan de manera deletérea para aumentar el acelerar la mejoría de los parámetros de laboratorio alterados,
riesgo de muerte del feto y neonato.7 Esta tendencia adversa evitar la progresión de la enfermedad hacia una clase I, redu-
del pronóstico perinatal se correlaciona directamente con el cir la terapia antihipertensiva, minimizar los requerimientos
grado de gravedad de la enfermedad hipertensiva y con el de hemoderivados e incluso aminorar el número de días de
decremento en la clase del síndrome HELLP. Aquí también hospitalización. Estos beneficios de la terapia con corticoste-
122 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

roides se traducen en una mejoría sustancial del pronóstico de esta vía fue evitar los potenciales efectos colaterales del
materno-fetal y por supuesto de la evolución del cuadro. corticosteroide sobre la madre.
En el esquema posnatal se cumple la misma posología
prenatal de 10 miligramos de dexametasona dos veces al día.
Esta dosis se mantiene hasta lograr un estado de mejoría de- CORTICOSTEROIDES ALTERNOS
finido por el ascenso progresivo en los controles sucesivos de
laboratorio del recuento placentario hasta alcanzar valores Existen otros ejemplos en la literatura internacional donde se
cercanos a 100.000/µL. Simultáneamente, los marcadores ha descrito el uso de corticosteroides alternativos a la dexameta-
bioquímicos alterados de hemólisis y disfunción hepática sona o betametasona para la inducción de madurez pulmonar
deben descender en por lo menos dos reportes de laborato- fetal (véase Sección II, Capítulo 13). Cabe mencionar la re-
rio separados por 6 horas. En este instante, se reduce la dosis visión hecha por Moore y col.11 de la División de Medicina
a la mitad y se colocan dos dosis finales de 5 miligramos de Materno-Fetal de la Universidad de Mississippi, de ocho
dexametasona separadas por 12 horas. estudios relacionados con la utilización de corticosteroides
En resumen, a diferencia de la clase II, en el HELLP cla- diferentes a los propuestos por el consenso del NIH, particu-
se I, no se coloca el esquema prenatal de corticosteroides para larmente metilprednisolona e hidrocortisona. Con respecto a
inducción de madurez pulmonar, sino más bien se procede a la metilprednisolona, no cruza la placenta y por lo tanto su
la terminación expedita del embarazo y solamente se coloca uso antenatal fue abandonado. Por el contrario, la hidrocorti-
el esquema posnatal durante el puerperio inmediato.9 sona (Figura 4) en los grupos experimentales mejoró el índice
También se ha reportado la aplicación intramuscular fetal de lecitina/esfingomielina (marcador químico confirmatorio
directa (Figura 3) dirigida a inducir madurez pulmonar en de madurez pulmonar del líquido amniótico) así como el
embarazos con riesgo elevado a desarrollar un parto pretér- pronóstico perinatal, al compararlos con los grupos control
mino espontáneo o inducido. Ljubić y col.10 publicaron una que no recibieron tratamiento. La conclusión de estos auto-
serie de 6 casos complicados donde se aplicó una inyección res fue que, en ausencia de dexametasona y betametasona, la
fetal directa a su musculatura glútea, guiada por ultrasono- hidrocortisona podía ser utilizada a razón de 500 miligramos
grafía. Se utilizó una dosis única de 4 mg de dexametasona, vía endovenosa cada 12 horas por cuatro dosis, como método
seguida de interrupción del embarazo 48 horas después. No alternativo para inducción de madurez pulmonar fetal. Sin
se reportaron complicaciones maternas ni fetales inherentes embargo, debemos recalcar que ninguno de los consensos
al procedimiento. De los 6 casos, hubo una muerte intrau- internacionales relacionados con este tópico ha aprobado o
terina y los seis restantes fueron obtenidos a través de una recomendado este medicamento para uso rutinario en em-
cesárea segmentaria. La evolución neonatal de estos produc- barazos pretérmino.
tos transcurrió sin complicaciones relevantes y el índice leci-
tina/esfingomielina promedio, obtenido a partir de muestras
de líquido amniótico, osciló en 1,5/1. Tal vez el beneficio MEDICAMENTOS ALTERNOS

Con respecto a drogas diferentes a los corticosteroides, se ha


descrito al ambroxol (véase Sección III, Capítulo 2), un me-
dicamento broncosecretolítico y expectorante, derivado de
la bromexina, que estimula la producción y liberación de
surfactante pulmonar fetal. Kimya y col.12 describen un tra-
bajo comparativo con pacientes complicadas con amenaza
de parto pretérmino. El grupo experimental estuvo confor-
mado por 24 gestantes que recibieron una dosis oral de am-
broxol de 1.300 mg/día hasta el parto. El grupo control lo
conformaron 58 gestantes sin tratamiento. No se reportaron
efectos colaterales en las gestantes que recibieron el medica-
mento. Al analizar los resultados, estos autores concluyeron
que hubo reducción de la incidencia de SDR entre el control
y el grupo estudio: 8% y 10%, respectivamente. Sin embargo,
en vista a lo reducido de la muestra, sus resultados no fueron
estadísticamente significativos (Figura 5).
En relación a la L-Carnitina (véase Sección III, Capítulo
6), es un aminoácido que actúa a nivel celular como trans-
portador de ácidos grasos hacia el interior de la mitocondria
donde son utilizados en la ß-oxidación para la producción de
Figura 3 La inyección intramuscular fetal de corticosteroides, guiada por sustancias energéticas tipo adenosintrifosfato. También parece
ultrasonido, ha sido usada de manera experimental. estar relacionada con el aumento de los niveles de dipalmitoil
Capítulo 14: Vías corticosteroides y medicamentos alternos 123

Figura 4 De acuerdo con una revisión sistemática,


en ausencia de dexametasona y betametasona,
pudiese ser utilizada la hidrocortisona como corti­
costeroide alterno.

fosfatidil colina en el neumocito a nivel del alvéolo, uno de los RESUMEN


constituyentes fundamentales del surfactante pulmonar. Se ha
sugerido en ciertos trabajos su uso combinado con corticos- Durante el embarazo se pueden presentar algunas situacio-
teroides para potenciar el efecto benéfico de los mismos. La nes en las cuales para la administración de corticosteroides
dosis recomendada es de 3 a 4 g/día desde el momento que se para maduración pulmonar fetal, debido circunstancias como
indican los corticosteroides prenatales y durante un mínimo trastornos de coagulación, puede ser necesario usar vías dife-
de 5 días. Debemos reseñar que no existen evidencias sufi- rentes a la intramuscular. Tal es el caso del síndrome HELLP
cientes para recomendar el uso rutinario de la carnitina en clases II y I, donde se ha establecido un protocolo para trata-
embarazos con riesgo de parto pretérmino (Figura 6).13,14 miento endovenoso. Los corticosteroides de uso oral tienen

Figura 5 El ambroxol no cuenta con suficientes evi­


dencias para recomendar su utili­zación clínica.
124 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

2.- NIH Consensus Development Panel on the Effect of corti-


costeroids for fetal maturation on perinatal outcomes. JAMA
1995; 273: 413-418.
3. - Committee on Obstetric Practice. American College of Ob-
stetricians and Gynecologists: Antenatal corticosteroid ther-
apy for fetal maturation. Committee opinion N° 210. Octo-
ber 1998.
4. - Van Runnard Heimel P, Franx A, Schobben A, Huisjes A,
Derks J et al. Corticosteroids, pregnancy, and HELLP syn-
drome: a review. Obstet Gynecol Surv 2005; 60: 57-70.
5. - Martin J, Blake P, Lowry S, Perry K, Morrison J. Pregnancy
complicated by preeclampsia-eclampsia with the syndrome
of hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet count:
how rapid is postpartum recovery? Obstet Gynecol 1990; 76:
737-741.
6. - Martin J Jr, Magan E, Blake P. Analysis of 454 pregnancies
with severe preeclampsia/eclampsia/HELLP syndrome us-
ing the 3-class system of classification. Am J Obstet Gynecol
1993; 168: 386.
7.- Aslan H, Gul A, Cebeci A. Neonatal outcome in pregnancies
after preterm delivery for HELLP syndrome. Gynecol Ob-
stet Invest 2004; 58: 96-99.
8.- Ascarelli M, Perry K, Magann E, May W, Blake P, Martin J.
A birth weight of 600 grams: cutpoint on the cusp of perina-
Figura 6 No existen evidencias suficientes para recomendar el uso rutinario tal viability in pregnancies delivered very preterm for HELLP
de la carnitina en embarazos con riesgo de parto pretérmino. syndrome. J Matern Fetal Invest 1997; 7: 184-187.
9.- Martin J, Rose C, Briery C. Understanding and managing
HELLP syndrome: The integral role of aggressive glucocor-
ticoids for mother and child. Am J Obstet Gynecol 2006;
195: 914–934.
10.- Ljubić A, Cvetković M, Sulović V, Radunović N, Antonović
un paso transplacentario limitado y no son utilizados, y la
O, Vukolić D et al. New technique for artificial lung matura-
inyección fetal intramuscular directa puede evitar los efec-
tion. Direct intramuscular fetal corticosteroid therapy. Clin
tos maternos, pero sólo se ha aplicado en experimentos. De
Exp Obstet Gynecol 1999; 26: 16-19.
acuerdo con una revisión sistemática, en ausencia de dexame-
11.- Moore L, Martin J. When betamethasone and dexametha-
tasona y betametasona, pudiese ser utilizada la hidrocortiso-
sone are unavailable: hydrocortisone. J Perinatol 2001; 21:
na como un corticosteroide alterno. Algunos medicamentos
456-458.
que pudieran usarse como alternativas a los corticosteroides,
12.- Kimya Y, Küçükkömürcü S, Ozan H, Uncu G. Antenatal
como el ambroxol y la carnitina, no cuentan con suficientes
ambroxol usage in the prevention of infant respiratory dis-
evidencias para recomendar su utilización clínica. tress syndrome. Beneficial and adverse effects. Clin Exp Ob-
stet Gynecol 1995; 22: 204-211.
13. - Salzer H, Husslein P, Lohninger A, Binstorfer E, Langer M,
Schönbauer M et al. First report: alternatives to cortisone
therapy. First clinical experiences with a carnitine-betameth-
asone combination for the stimulation of fetal lung maturity.
Wien Klin Wochenschr 1983; 95: 724-728.
BIBLIOGRAFÍA 14. - Lohninger A, Laschan C, Auer B, Linhart L, Salzer H. Ani-
mal experiment and clinical studies of the significance of
1.- National Institutes of Health: Effect of antenatal steroids for carnitine for energy metabolism in pregnant patients and the
fetal maturation on perinatal outcomes. NIH Consensus fetus during the pre and perinatal period. Wien Klin
Statement. 1994; 12: 1-24. Wochenschr 1996; 108: 33-39.
Casos especiales 15
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Liliana Briceño de Fuenmayor

He sido un hombre afortunado,


nada me fue fácil

Sigmund Freud

En la práctica clínica de administración prenatal de corti-


costeroides, hay algunas situaciones o casos en los que ac-
tualmente se cuenta con poca evidencia, la conducta no está
clara, puede prestarse a confusiones o hay que tener cierta
prudencia. Entre ellos tenemos los siguientes:

CURSOS DE TRATAMIENTO PARCIALES O


INCOMPLETOS de un curso de corticosteroides y el parto, y cursos completos
cuando transcurren entre 24 horas y 7 días (Cuadro 1).1-6 La
Se llaman cursos de tratamiento parciales o incompletos cuan- administración de cursos parciales de corticosteroides suce-
do transcurren <24 horas o >7 días entre la administración de ocasionalmente en la práctica obstétrica (generalmente

CURSOS PARCIALES o INCOMPLETOS: CUANDO TRANSCU-


RREN <24 HORAS o >7 DÍAS, ENTRE LA ADMINISTRACIÓN
DE UN CURSO DE CORTICOSTEROIDES Y EL PARTO.

CURSOS COMPLETOS: CUANDO TRANSCURREN ENTRE 24


HORAS Y 7 DÍAS.

AUNQUE LO IDEAL ES ADMINISTRAR CURSOS


COMPLETOS, LA EVIDENCIA DEMUESTRA QUE SE
DEBE USAR UN SOLO CURSO DE CORTICOSTEROIDES
AUNQUE EL PARTO OCURRA EN <24 HORAS

Cuadro 1 Definiciones y uso clínico de cursos par­


ciales o incompletos y completos de corticosteroides.

125
126 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

transcurren <24 horas), y la evidencia demuestra que se debe natal a corticosteroides-parto en los resultados neonatales de
usar un solo curso de corticosteroides aunque el parto ocurra 325 niños de muy bajo peso (500-1.500 g) expuestos a cursos
en <24 horas. parciales (1 dosis de 12 mg de betametasona) o completos (2
dosis con 24 horas de separación). Fueron divididos en cua-
Evidencias nivel I tro grupos: <24 horas, 24-48 horas, 48 horas-7 días y >7 días,
y no encontraron diferencias entre los grupos con respecto a
En la revisión sistemática de la Librería Cochrane de Ro-
síndrome de dificultad respiratoria (SDR), hemorragia intra-
berts y Dalziel7 de julio de 2006, con 21 pruebas controladas
ventricular (HIV), enterocolitis necrosante y muertes, ni con
y aleatorias de 3.885 mujeres (4.269 niños) a las que les ad-
cursos parciales ni con cursos completos. Para estos autores,
ministraron un curso corticosteroides durante el embarazo,
en niños de muy bajo peso, el intervalo exposición a corticos-
se demostró que el tratamiento es efectivo aun cuando el
teroides-parto no afectó los resultados neonatales. Pero ellos
parto ocurra en las siguientes 24 horas (véase Sección II,
reconocieron algunas limitaciones, como que era un estudio
Capítulo 8).
retrospectivo, no fue aleatorio, no haber usado controles y
haber limitado la inclusión a sólo casos de parto pretérmino,
Evidencias nivel II
por lo que afirmaron que debía comprobarse en una prueba
Las evidencias nivel II han encontrado resultados variables. controlada y aleatoria. En otro trabajo, un estudio de cohorte,
Según la primera prueba revisada, es preferible aplicar cursos no se consiguieron beneficios con los cursos parciales sobre
parciales que no aplicar algún curso: en 1995, White y col.,1 el SDR: fue reportado por Blickstein y col.4 en febrero de
de los Grupos Americano y Canadiense de Estudio Neonatal 2005. Ellos revisaron la base de datos nacionales de Israel
de Exosurf, hicieron un análisis retrospectivo de morbilidad de niños de muy bajo peso, y determinaron el efecto del uso
y mortalidad en 3.270 niños enrolados en 9 pruebas contro- prenatal de corticosteroides (cursos completos y parciales) en
ladas y aleatorias de terapia con corticosteroides, comparan- la incidencia de SDR, en 4.754 recién nacidos simples, 2.460
do tres grupos: los que recibieron un curso completo, los que gemelos y 906 triples, que pesaron <1500 g, y nacieron entre
recibieron un curso parcial y los que no recibieron corticos- 24-32 semanas. La incidencia de SDR varió entre 58,2% en
teroides. Los resultados fueron significativamente favorables simples que recibieron curso completo a 81,5% en triples sin
a los que recibieron un curso completo o parcial de corticos- tratamiento. El curso completo redujo significantemente la
teroides sobre los que no recibieron algún curso. Después de incidencia de SDR en comparación con el curso parcial o no
hacer el análisis de regresión logística, los resultados para la tratados (RR 0,2-0,6). Al ajustar el riesgo, independiente-
mortalidad neonatal con los cursos parciales fue significati- mente de las variables analizadas, el curso completo redujo
va (OR 0,43; IC 95% 0,28-0,67). Sin embargo, como éste significantemente la incidencia de SDR en comparación con
fue un estudio retrospectivo tuvo algunas limitaciones (los el curso parcial o no tratados, y el curso parcial tuvo el mismo
datos de tipo específico de corticosteroide y dosis usada no efecto que no tratar. En mayo de 2006, nuevamente Blicks-
fueron recogidos, no se conocieron los posibles efectos ad- tein y col.5 revisaron la base de datos nacionales de Israel, de
versos de los corticosteroides y los factores relacionados con niños con muy bajo peso, y determinaron el efecto del uso
la selección de las pacientes) que pueden disminuir su po- prenatal de corticosteroides (cursos completos y parciales),
tencia estadística. Pero para los autores, a pesar de las limi- pero esta vez sobre la incidencia de HIV en embarazos sim-
taciones, se obtuvo información valiosa que apoyaba el uso ples y múltiples. Ellos estudiaron 5.022 embarazos simples,
de corticosteroides. Otro trabajo retrospectivo de cohorte, 2.032 gemelares y 582 triples, paridos entre 24-32 semanas,
realizado por Elimian y col.2 en agosto de 2003, consiguió que recibieron cursos completos, cursos parciales o ningún
algunos beneficios en la administración de un curso parcial curso de corticosteroides. La incidencia de HIV grado III-
de corticosteroides. Ellos estudiaron neonatos de 23-34 se- IV osciló entre 6,8% en los simples que recibieron cursos
manas de embarazo expuestos a un curso parcial (una dosis completos y 29,3% en los triples que no recibieron ningún
de 12 mg de betametasona, n: 125) o no expuestos (n: 104). curso. Después de ajustar el riesgo, al compararlo con los cur-
Los neonatos que recibieron cursos incompletos estuvieron sos parciales y con ningún curso, el tratamiento con cursos
asociados de manera significante con reducción en los ries- completos redujo de forma estadísticamente significativa la
gos de necesidad de vasopresores (RR 0,35; IC 95% 0,14- incidencia de HIV en todos los grupos. En este estudio, los
0,85; P =0,02), HIV (RR 0,42; IC 95% 0,19-0,92; P =0,03) cursos parciales se asociaron con menos HIV en los embara-
y muerte neonatal (RR 0,31; IC 95% 0,11-0,86; P =0,02). zos simples. En otra prueba se consiguieron efectos variables:
No hubo diferencias significantes en otras variables estudia- en abril de 2006, Costa y col.6 reportaron los resultados de
das: corioamnionitis, Puntuaciones Apgar bajas, exposición la comparación de 170 neonatos pretérmino nacidos entre
posnatal a surfactante, SDR, displasia broncopulmonar, en- 25-34 semanas, expuestos a un curso parcial de 12 mg de
terocolitis necrosante, persistencia de conducto arterioso, re- betametasona, con 241 controles que no recibieron betame-
tinopatía de la prematuridad y sepsis neonatal. Otro estudio tasona antenatal. En el análisis univariado no encontraron
retrospectivo reportado en octubre de 2004, por Sehdev y diferencias entre los dos grupos, pero en el análisis de regre-
col.,3 de Filadelfia, Pennsilvania, en EE.UU., fue diseñado sión logística ajustado a la edad de gestación consiguieron
para determinar la influencia del intervalo exposición pre- efectos variables: beneficios entre 25-27 semanas, sin bene-
Capítulo 15: Casos especiales 127

ficios entre 32-34 semanas y beneficios dudosos entre estas de corticosteroides con los paridos >7 días. Los neonatos
edades extremas (27-32 semanas). paridos <7 días de la administración de corticosteroide tu-
vieron menor incidencia de soporte respiratorio >24 horas
(62% vs 81%; P <0,01), pero no encontraron diferencias
CURSOS DE TRATAMIENTO DE RESCATE significantes entre los dos grupos en terapia con surfactante
(39% vs 47%, respectivamente), ventilación mecánica (49%
Se habla de cursos de rescate cuando después de 7 días de ha- vs 59%), enterocolitis necrosante (6% vs 4%), HIV (15% vs
ber recibido un curso de tratamiento con corticosteroides 20%), dependencia de oxígeno a los 28 días (24% vs 23%) o a
se recibe otro curso, porque la probabilidad de parto es in- las 36 semanas de edad de gestación (13% vs 12%), duración
minente.8 Actualmente hay menos evidencia que apoye el de hospitalización (34 días vs 38 días) o mortalidad (2 vs
uso de los cursos de rescate que el de los cursos múltiples 0). Debido a que el parto >7 días después de la administra-
(Cuadro 2). ción de corticosteroide sólo se asoció con un incremento en
la necesidad a corto término de soporte respiratorio (y no
Evidencias nivel II de otros resultados), los autores retaron el concepto de la
En el año 2001, Vermillion y col.8 publicaron un estudio de eficacia de los corticosteroides después de 7 días, y cuestio-
cohorte de 152 embarazos entre 28-34 semanas que habían naron el uso de cursos de rescate. Otra evidencia publicada
recibido un curso con betametasona: 89 recibieron poste- en octubre de 2005 es el estudio del grupo multicéntrico de
riormente un curso de rescate y 63 controles. Comparado Boggess y col.,10 de un modelo de decisión de tres estrategias
con los controles, el grupo que se le administró el curso de de administración de corticosteroides (a todas las embaraza-
rescate se asoció con reducción significante en la frecuencia das, a las que tuvieron un parto pretérmino anterior y a las
de SDR (RR 0,44; IC 95% 0,2-0,9) y en el promedio de días que tienen síntomas de parto pretérmino) más un curso de
con ventilador (RR 0,44; IC 95% 0,2-0,8). El análisis de rescate. Ellos se basaron en los resultados de un trabajo en
regresión logística múltiple confirmó la asociación indepen- el cual, mediante un modelo de decisión, compararon tres
diente entre un curso de rescate y la reducción en la frecuen- estrategias de administración de corticosteroides para la pre-
cia de SDR (RR 0,40; IC 95% 0,2-0,9), sin incremento en vención de morbilidad y mortalidad: 1) a todas las mujeres
la morbilidad infecciosa. En un gran estudio retrospectivo embarazadas (universal), 2) a las embarazadas con parto pre-
publicado en octubre de 2004, Sehdev y col.3 de EE.UU. término previo (las de alto riesgo) y 3) a mujeres con sínto-
también fallaron en demostrar asociación entre resultados mas de parto pretérmino, lo que las coloca en riesgo de parir
neonatales y un período de latencia administración de corti- en los próximos 7 días (estrategia actual). También crearon
costeroides-parto >7 días, que justificase el uso de cursos de un segundo modelo en el cual administraban un curso de
rescate (véase anteriormente). Por su parte, Peaceman y col.9 rescate a mujeres que permanecían sin parir. Según los resul-
compararon neonatos paridos <7 días de la administración tados, comparada con la estrategia actual, la administración

CURSOS DE RESCATE

• CUANDO DESPUÉS DE 7 DÍS DE HABER RECIBIDO UN


CURSO DE CORTICOSTEROIDES, SE RECIBE OTRO, POR-
QUE LA PROBABILIDAD DE PARTO ES INMINENTE.
• ACTUALMENTE HAY MENOS EVIDENCIA QUE SOPOR-
TE EL USO DE LOS CURSOS DE RESCATE QUE EL DE LOS
CURSOS MÚLTIPLES.
• RECOMENDADOS SOLAMENTE EN GRANDES PRUEBAS
DE INVESTIGACIÓN CONTROLADAS Y ALEATORIAS.

Cuadro 2 Definición y uso clínico de los cursos de


rescate de corticosteroides.
128 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

de corticosteroides a las 29 semanas a todas las embarazadas embarazos <24 semanas.23-30 Por ello, algunos obstetras han
resultaría en 1.354 casos menos de SDR por 1.000.000 par- propuesto la utilización de corticosteroides antes de la edad
tos, y en menos casos de hemorragia intraventricular y muer- de embarazo establecida actualmente como de viabilidad
te, pero más de 3 millones de mujeres al año recibirían terapia fetal o de comienzo de uso (24 semanas). El beneficio ob-
corticosteroide y los gastos serían muy altos. La adición de un tenido es sobre disminución de HIV, ya que a esta edad de
curso de rescate reduciría más las tasas de morbilidad y mor- embarazo no se obtienen beneficios respiratorios, debido a
talidad. El rescate completo sólo fue exitoso en 40% de casos. que no se han desarrollado los neumocitos tipo II.
Finalmente, consideraron que los riesgos y costos de esa es-
trategia debían ser mejor delineados y que al planear pruebas Evidencias nivel II
de investigación sobre corticosteroides se debe considerar la
En este sentido, la evidencia disponible actualmente tam-
exploración de la administración a todas las embarazadas en
bién es muy escasa. McElrath y col.31 publicaron en el 2001
poblaciones de alto riesgo, para entender mejor los beneficios,
los resultados neonatales de 33 embarazos con una duración
riesgos y desventajas de tal estrategia. Por último, en mayo de
segura de 23 semanas, en Boston, EE.UU., mediante un
2007, Ring y col.11 demostraron asociación entre un intervalo
análisis retrospectivo entre 1995-1999. Once (33,33%) de
de administración de corticosteroides-parto >14 días e incre-
ellos sobrevivieron (RR 0,33; IC 95% 0,18-0,52). A mayor
mento del riesgo de soporte ventilatorio y uso de surfactante
edad de la gestación hubo más posibilidad de sobrevivencia y
en neonatos >28 semanas de gestación. Ellos hicieron otro
ninguno de los neonatos sobrevivió libre de morbilidad sus-
estudio retrospectivo en 2 centros que incluyó 357 mujeres
tancial. De los 11 sobrevivientes, 9 (81,81%) habían recibido
que recibieron un curso de corticosteroides entre 26-34 se-
corticosteroides durante el embarazo.
manas de embarazo, y las dividieron en dos grupos de acuer-
do al intervalo administración de corticosteroides-parto: 2-
14 días (n: 259) y >14 días (n: 98). Los resultados neonatales Posición actual
fueron estratificados a priori por edad de gestación. Los neo- A pesar de estos resultados alentadores, actualmente no hay
natos de >28 semanas y >14 días tuvieron más probabilidad suficiente evidencia para recomendar el uso prenatal de cor-
de requerir soporte ventilatorio por >24 horas (58% vs 46%; ticosteroides antes de las 24 semanas, por lo que se requieren
P =0,02) y terapia con surfactante (60% vs 48%; P =0,02). No más evidencias para aclarar este aspecto (Cuadro 3).
hubo diferencias en los paridos <28 semanas. El riesgo de
enfermedad pulmonar crónica, duración de hospitalización
y HIV fue similar en los dos grupos. Este estudio demostró RUPTURA PREMATURA DE MEMBRANAS
asociación entre un intervalo administración de corticoste-
roides-parto >14 días y severidad de enfermedad respiratoria Una de las preocupaciones del uso prenatal de corticoste-
neonatal al nacer (más evidente en >28 semanas de gesta- roides es el riesgo de infección (véase Sección II, Capítu-
ción) y apoya la necesidad de realizar pruebas controladas y lo 9) el cual, desde luego, se encuentra aumentado en los
aleatorias para vigilar los riesgos y beneficios de los cursos de casos de ruptura prematura de membranas (RPM). Según
rescate en neonatos estratificados por edad de gestación cu- Imseis e Iams,32 la mayoría de las pruebas prospectivas y
yas madres permanezcan sin parir >14 días después del curso aleatorias evalúan el efecto de los corticosteroides en ni-
inicial de corticosteroides. ños con diversas patologías, de las cuales la RPM es sólo
Ante la falta de suficiente evidencia de nivel I, predomina una de ellas, y, además, presentan conclusiones conflictivas.
la incertidumbre sobre la utilización o no de cursos de rescate. Los metaanálisis que evalúan específicamente los embara-
Con el fin de evitar su uso, algunos obstetras retardan la apli- zos con RPM demuestran una reducción significante del
cación del curso simple habitual de corticosteroides hasta que SDR. El argumento más fuerte para usar corticosteroides
el parto sea inminente. De acuerdo con el Comité de Opinión en caso de RPM es la extrapolación de datos de estudios
de la Sociedad de Medicina Materno Fetal de los EE.UU.,12 de pacientes con variedad de etiologías.33 Tal extrapolación
la práctica de los cursos de rescate es controversial y se suma a es recomendada actualmente por los paneles de consenso
otras autoridades e instituciones internacionales14-22 que rigen del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. de 199413 y de
conductas obstétricas; manteniendo actualmente una posi- 2000,14 aunque puede ser prematuro asumir que los mismos
ción semejante a la de la utilización de cursos múltiples, re- mecanismos fisiopatológicos para que los corticosteroides
comiendan que hasta tanto no se precisen bien sus beneficios produzcan efectos benéficos puedan ocurrir en poblaciones
y riesgos, los cursos de rescate se usen solamente en grandes diferentes.32
pruebas de investigación controladas y aleatorias.
Evidencias nivel I
EMBARAZO PREVIABLE En 1996, Lewis y col.33 hicieron una prueba controlada y
aleatoria, en la que demostraron disminución del SDR en
En los últimos años ha habido varios trabajos que reportan pacientes con RPM tratadas antenatalmente con corticoste-
un incremento en la sobrevivencia de neonatos nacidos de roides. Ellos estudiaron la efectividad de los corticosteroides
Capítulo 15: Casos especiales 129

EMBARAZO PREVIABLE
• EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HAN HABIDO VARIOS TRABAJOS
QUE REPORTAN UN INCREMENTO EN LA SOBREVIVENCIA
DE NEONATOS NACIDOS DE EMBARAZOS <24 SEMA-
NAS.19-26
• EL BENEFICIO OBTENIDO ES SOBRE DISMINUCIÓN DE HE-
MORRAGIA INTRAVENTRICULAR, PUES A ESTA EDAD DE
EMBARAZO NO SE OBTIENEN BENEFICIOS RESPIRATO-
RIOS.
• ACTUALMENTE NO HAY SUFICIENTE EVIDENCIA PARA RE-
COMENDAR EL USO PRENATAL DE CORTICOSTEROIDES
ANTES DE LAS 24 SEMANAS.
Cuadro 3 Uso clínico de corticosteroides en em­
barazo menores de 24 semanas.

en 77 pacientes con RPM pretérmino, después de tratarlas ción materna (RR 0,86; IC 95% 0,61-1,20) o neonatal (RR
con un antibiótico de amplio espectro (ampicilina-sulbac- 1,05; IC 95% 0,66-1,68), y la duración de la rotura de las
tam), durante al menos 12 horas y hasta 7 días. No encontra- membranas no influyó en los resultados. Para este importan-
ron diferencias estadísticamente significantes en el período te grupo, los resultados indicaron los beneficios de la admi-
de latencia (14,7 y 15,8 días, en los grupos de esteroides y nistración de corticosteroides en casos de RPM y opinaron
control) y en la morbilidad infecciosa, pero hubo una reduc- que en el futuro no se justificaban más pruebas sobre este
ción significante en la incidencia de SDR (18,4% y 43,6%, aspecto. Este estudio, tanto por el grupo que lo realizó como
respectivamente; P =0,03). Por su parte, en 1995 la revisión por su diseño y el gran número de casos, sin duda alguna
sistemática de Crowley34 de 15 pruebas controladas y alea- ha marcado pauta en cuanto a los beneficios e indicación
torias (de las cuales 11 investigaron la eficacia de los corti- de corticosteroides en casos de RPM. Sin embargo, en julio
costeroides en la prevención del SDR en casos de RPM) de 2006, en la revisión sistemática de la Librería Cochrane
encontró disminución significante de este síndrome sólo en de Roberts y Dalziel,7 además de la confirmación de los be-
dos de las pruebas. En 2003, Bloom y Leveno35 reconstruye- neficios de la administración prenatal de un solo curso de
ron esa revisión sistemática de Crowley, excluyendo esas dos corticosteroides, también se demostró reducción del número
pruebas y los resultados para la prevención del SDR en casos infecciones sistémicas en las primeras 48 horas de vida, que
de RPM se hicieron no significantes (RR 0,73; IC 95% 0,50- no incrementaban el riesgo de corioamnionitis y sepsis puer-
1,08), por lo que estos autores creyeron que, debido a ello, el peral y que fueron efectivos en mujeres con RPM.
panel de consenso de 1994 del Instituto Nacional de Salud
de EE.UU.9 concluyó que la eficacia de los corticosteroides Evidencias nivel II
en casos de RPM era controversial. Quizá la mejor eviden-
cia en estos casos la constituyó el trabajo de Harding, Pang, Algunas investigaciones retrospectivas anteriores a estas evi-
Knight y Liggins36 del grupo pionero neozelandés de la Uni- dencias de nivel I,7,36 habían aportado datos sobre el aumen-
versidad de Auckland, quienes en el año 2001 realizaron una to de sepsis neonatal con uso de múltiples cursos de corti-
revisión sistemática de los datos combinados de 15 pruebas costeroides o no habían encontrado beneficio con su uso. En
controladas y aleatorias con >1.400 mujeres con RPM, con- el trabajo de Debbs y col.37 (véase Sección II, Capítulo 8), en
firmando que el uso prenatal de corticosteroides reduce de 1997, reportaron incrementada la incidencia de sepsis neo-
manera significativa el SDR (RR 0,56; IC 95% 0,46-0,70), natal con la administración de cursos múltiples de corticos-
la hemorragia intraventricular (RR 0,47; IC 95% 0,31-0,70) teroides, aunque después de RPM no aumentó la incidencia
y la enterocolitis necrosante (RR 0,21; IC 95% 0,05-0,82). de corioamnionitis y endometritis. En 1999, Vermillion y
También pudieron reducir la muerte neonatal (RR 0,68; IC col.38 examinaron el efecto de la exposición prenatal entre
95% 0,43-1,07). No hubo incremento del riesgo de infec- 24-34 semanas a uno o múltiples cursos de betametasona,
130 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

sobre la incidencia de sepsis neonatal de inicio temprano en ventricular, y disminuyeron la mortalidad neonatal, pero no
374 pacientes con RPM pretérmino (99 recibieron un solo hubo efecto aparente sobre el SDR.
curso, 72 múltiples cursos y 203 formaron el grupo control).
La sepsis neonatal de inicio temprano se asoció significa- Posición actual
tivamente con el uso de múltiples cursos de betametasona
La posición del panel de consenso de 1994 del Instituto Na-
(P <0,001). El uso de múltiples cursos de betametasona se
cional de Salud de EE.UU. (véase Sección II, Capítulo 5),13
asoció también con incremento en la incidencia de corio-
apoyada por el panel de consenso del año 2000,14 fue que
amnionitis (P =0,004) y endometritis (P =0,004), mientras
«en presencia de RPM pretérmino, la terapia prenatal con
que el uso de un solo curso no se asoció con ningún tipo de
corticosteroides reduce la frecuencia de SDR, hemorragia
morbilidad infecciosa neonatal. También en 1999, Chapman
intraventricular y muerte neonatal, aunque en menor grado
y col.,39 de Birmingham, Alabama, EE.UU., evaluaron de
que con las membranas intactas. Si este tratamiento incre-
manera retrospectiva el tratamiento prenatal con corticos-
menta la infección neonatal o materna, no está claro. Sin
teroides en 766 niños que pesaban <1.000 g, de los cuales
embargo, el riesgo de hemorragia intraventricular y muerte
378 nacieron luego de RPM. De estos 378, se consideraron
por prematuridad es mayor que el de infección. Debido a la
potencialmente viables a 214, de los cuales 62 madres re-
efectividad de los corticosteroides en reducir la mortalidad y
cibieron corticosteroides y 152 no recibieron. Las mujeres
la hemorragia intraventricular, el uso prenatal de corticoste-
que recibieron corticosteroides tuvieron más probabilidad
roides es apropiado en ausencia de corioamnionitis (Cuadro
de recibir tocolíticos (P <0,001). Los análisis univariados y
4)». Como se ha mencionado antes, esta posición fue apo-
de regresión para múltiples variables que podían confundir
yada posteriormente por otros organismos científicos,15-22 y
no confirmaron beneficios neonatales del uso materno de
confirmada por evidencias de nivel I.
corticosteroides, luego de RPM en neonatos <1.000 g. En
ese mismo año, Elimian y col.,40 de Nueva York, EE.UU., en
otro estudio retrospectivo, determinaron la efectividad de los ESTADOS HIPERTENSIVOS
corticosteroides para disminuir la morbilidad y mortalidad
en 1.148 neonatos que pesaron <1.750 g, pertenecientes a Los estados hipertensivos son otro ejemplo de patología
algunos subgrupos obstétricos (membranas intactas, RPM, obstétrica en la cual la administración prenatal de corticos-
hipertensión inducida por el embarazo, peso adecuado a la teroides ha sido controversial, ya que la evidencia disponible
edad de gestación y restricción en el crecimiento intrauteri- es inconsistente e insuficiente. Como se mencionó en el Ca-
no). En cada subgrupo, compararon los neonatos expuestos pítulo 10 (Sección II), en la investigación original de Lig-
a corticosteroides con los no expuestos. Hubo 410 neonatos gins y Howie41 se sugería un aumento de muertes fetales en
nacidos luego de RPM, y en ellos los esteroides redujeron las hipertensas, pero esto no ha sido demostrado en ningún
la incidencia y severidad de la HIV y la leucomalacia peri- estudio realizado desde entonces hasta el presente.

ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS


• EN PRESENCIA DE ROTURA PREMATURA DE MEMBRANAS,
LA TERAPIA CON CORTICOSTEROIDES REDUCE LA FRE-
CUENCIA DE SÍNDROME DE DIFICULTAD RESPIRATORIA,
HEMORRAGIA INTRAVENTRICULAR Y MUERTE NEONATAL.
• EL RIESGO DE HEMORRAGIA INTRAVENTRICULAR Y MUER-
TE POR PREMATURIDAD ES MAYOR QUE EL RIESGO DE IN-
FECCIÓN.
• EN AUSENCIA DE CORIOAMNIONITIS, SU USO ES RECO-
MENDADO.
Cuadro 4 Administración prenatal de corticos­
teroides en embarazo y rotura prematura de
membranas.
Capítulo 15: Casos especiales 131

Evidencias nivel I que pesaron <1.750 g, cuyas madres tenían hipertensión


inducida por el embarazo y recibieron corticosteroides, no
En una prueba controlada y aleatoria para evaluar la efica-
encontraron beneficios en su utilización prenatal en estas
cia y efectos adversos de los corticosteroides en la prevención
pacientes. Pero en el año 2003 fue publicado un trabajo re-
de SDR en neonatos prematuros de madres con embarazos
trospectivo de Szabó y col.,43 quienes analizaron los datos
entre 26-34 semanas y preeclampsia severa, Amorin y col.42
perinatales de 60 neonatos nacidos entre 1996-2002, de ma-
en 1999, en Brasil, estudiaron 218 mujeres, de las cuales 110
dres con preeclampsia severa y/o restricción del crecimiento
habían recibido un curso de betametasona y 108 placebos. La
intrauterino entre 24-32 semanas de embarazo, que habían
frecuencia de SDR fue reducida significativamente en el gru-
recibido un curso prenatal de betametasona. Las incidencias
po de betametasona con respecto al grupo de placebo (23% vs
de SDR y hemorragia intraventricular fueron 35% (n: 21) y
43 %; OR 0,53; IC 95% 0,35-0,82). En el grupo de estudio
20% (n: 12), respectivamente. Treinta niños (50%) requirie-
también hubo reducción significante en los riesgos relativos
ron soporte ventilatorio, 3 (5%) desarrollaron displasia bron-
de hemorragia intraventricular (RR 0,35; IC 95% 0,15-0,86),
copulmonar, 6 (10%) retinopatía de la prematurez y la super-
persistencia de conducto arterioso (RR 0,27; IC 95% 0,08-
vivencia total a los 28 días fue 86,7%. Los autores creyeron
0,95) e infección perinatal (RR 0,39; IC 95% 0,39-0,97). La
que la administración de betametasona entre 26-32 semanas
mortalidad neonatal fue más baja en el grupo que recibió cor-
era un método promisorio para la profilaxis del SDR en pre-
ticosteroides (14% vs 28 %; RR 0,50; IC 95% 0,28-0,89). Con
eclampsia y restricción del crecimiento intrauterino.
este estudio se demostraron los efectos benéficos de los cor-
ticosteroides sobre la morbilidad y mortalidad en prematuros
de madres con preeclampsia severa. Sin embargo, a pesar de Posición actual
estos resultados alentadores, un solo estudio no es evidencia La posición de los paneles de consenso del Instituto Na-
suficiente para recomendar su uso clínico con suficiente poder cional de Salud de EE.UU. de 199413 y de 200014 fue que
estadístico. En la mencionada revisión sistemática de Roberts «los datos son insuficientes para vigilar la efectividad del uso
y Dalziel,7 también se demostró que un solo curso de corticos- prenatal de corticosteroides en ciertas condiciones maternas
teroides fue efectivo en mujeres con síndromes hipertensivos, de alto riesgo como hipertensión y diabetes». Recomenda-
por lo que se recomendó su uso en preeclámpticas. ron que «en ausencia de evidencia de efectos adversos, puede
ser razonable tratar a estas mujeres como se tratarían otros
Evidencias nivel II
casos de parto pretérmino». Posteriormente, la evidencia de
En cuanto a evidencia observacional, en 1999, en el citado nivel I demostró su efectividad y recomendó su utilización
trabajo retrospectivo de Elimian y col.,40 en 245 neonatos en embarazadas con preeclampsia (Cuadro 5).

ESTADOS HIPERTENSIVOS

• PARA 19949 y 200010 LOS DATOS ERAN INSUFICIENTES


PARA VIGILAR LA EFECTIVIDAD DEL USO PRENATAL DE
CORTICOSTEROIDES EN HIPERTENSIÓN.

• DESPUÉS SE COMPROBÓ QUE UN SOLO CURSO ES EFEC-


TIVO EN MUJERES CON SÍNDROMES HIPERTENSIVOS, POR
LO QUE SE RECOMIENDA SU USO EN PREECLAMPTICAS5.

Cuadro 5 Maduración pulmonar fetal con cor­


ticosteroides en embarazo y estados hipertensi­
vos.
132 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

RESTRICCIÓN DEL CRECIMIENTO INTRAUTERINO en fetos con RCIU, la mencionada prueba retrospectiva de
(RCIU) Elimian y col.,40 en 1999, tampoco encontró beneficios en el
uso prenatal de esteroides en este subgrupo en 220 neonatos
Uno de los aspectos más conflictivos del uso prenatal de cor- con RCIU que pesaron <1.750 g.
ticosteroides es su efecto sobre el crecimiento (véase Capítu-
los 10-12). Por otra parte, no hay suficientes evidencias que Efectos de cursos múltiples
demuestren sus beneficios en casos de RCIU (Cuadro 6).
En cuanto a los cursos múltiples, no está bien establecido su
efecto. Los trabajos de French54 y Banks55 (véase Sección II,
Evidencias nivel II
Capítulo 10) también encontraron disminución del peso al
Efectos de un solo curso nacer en niños que recibieron múltiples dosis prenatales de
corticosteroides.
En animales se han comprobado estas alteraciones, pero en
humanos los estudios a largo plazo44-52 demuestran que un
Posición actual
solo curso no produce daños en el crecimiento (véase Capí-
tulo 8). Un estudio de Bloom y col.53 del Parkland Memorial Las conferencias de consenso del Instituto Nacional de Sa-
Hospital de Texas, EE.UU., estableció asociación entre la lud de EE.UU. de 199413 y de 200014 fijando posición res-
administración prenatal de dexametasona y disminución de pecto a este aspecto creyeron que «los datos de las pruebas
peso al nacer. Estos investigadores, entre 1994-1998, compa- con seguimiento de niños hasta los 12 años de edad indican
raron 961 niños tratados con dexametasona con 2.808 con- que la terapia prenatal con corticosteroides no afecta el cre-
troles y encontraron que los neonatos del grupo de estudio cimiento físico o el desarrollo psicomotor». Recomendaron
tenían significativamente menor peso al nacer que los del que «en condiciones de alto riesgo fetal como embarazos
grupo control (P <0,001), después de ajustarlos por semanas múltiples, restricción del crecimiento intrauterino e hidrops
de embarazo. Los niños tratados con dexametasona tenían es razonable tratar a estas pacientes como se tratarían otros
un promedio de peso de 12 g menos a las 24-26 semanas, casos de parto pretérmino».
63 g menos a las 27-29 semanas, 161 g menos a las 30-32
semanas y 80 g menos a las 33-34 semanas. Sin embargo,
en el grupo tratado con dexametasona no se encontró incre- EMBARAZO MÚLTIPLE
mentado el riesgo de muerte neonatal, por lo que ellos con-
cluyeron que a pesar que los corticosteroides disminuyen el Otra condición obstétrica en la cual la indicación prenatal de
peso al nacer, no parecen ser perjudiciales. Con relación a los corticosteroides ha sido controversial o existe poca evidencia
efectos de los corticosteroides sobre la maduración pulmonar es el embarazo múltiple (Cuadro 7). En estos casos, no hay

RESTRICCIÓN DEL CRECIMIENTO


INTRAUTERINO (RCIU)
• NO HAY SUFICIENTES EVIDENCIAS QUE DEMUESTREN SUS
BENEFICIOS EN ESTOS CASOS.
• LOS DATOS DE SEGUIMIENTO DE NIÑOS HASTA LOS 12
AÑOS DE EDAD INDICAN QUE LA TERAPIA CON CORTI-
COSTEROIDES NO AFECTA EL CRECIMIENTO FÍSICOO EL
DESARROLLO PSICOMOTOR.
• EN CONDICIONES DE ALTO RIESGO FETAL COMO RCIU, ES
RAZONABLE TRATAR A ESTAS PACIENTES.9-10
Cuadro 6 Uso clínico de corticosteroides en
embarazo y restricción del crecimiento intrau­
terino.
Capítulo 15: Casos especiales 133

EMBARAZO MÚLTIPLE
• NO HAY SUFICIENTES EVIDENCIAS QUE DEMUESTREN SUS
BENEFICIOS EN ESTOS CASOS Y MÁS BIEN, SE LE ATRIBU-
YEN ALGUNOS EFECTOS ADVERSOS.

• EN CONDICIONES DE ALTO RIESGO FETAL, COMO EMBA-


RAZO MÚLTIPLE, ES RAZONABLE TRATAR A ESTAS PACIEN-
TES.9-10

Cuadro 7 Administración prenatal de corticoste­


roides en embarazos múltiples.

certeza en cuanto a la reducción del SDR y, más bien, se le col.58 de Texas, EE.UU., compararon 21 parejas de gemelos
atribuyen algunos efectos adversos. Según Ballabh y col.,56 que recibieron un curso de betametasona entre 24-34 sema-
de Nueva York, EE.UU., en los embarazos múltiples, la fal- nas, con 63 parejas de gemelos controles que no la recibieron,
ta de efectividad de los corticosteroides ha sido atribuida a y no encontraron disminución de la incidencia del SDR en
niveles subterapéuticos, quizá secundarios a expansión del los grupos de estudio o control (70,7% vs 68,0%; OR 1,14;
volumen plasmático o a alteración de su farmacocinética, IC 95% 0,49-2,65). El análisis de regresión multivariado
debido a que en el año 2002 encontraron que la vida media tampoco mostró diferencia estadística en la incidencia del
de la betametasona era más corta en embarazos gemelares SDR en los dos grupos (RR 0,63; IC 95% 0,2-1,95). Tam-
que en los simples (7,2 + 2,4 vs 9,0 + 2,7 horas, respectiva- poco hubo diferencias estadísticas en la incidencia de uso de
mente; P <0,017), ya que el aclaramiento de betametasona ventilación mecánica (58,6% vs 55,4%; P =0,83), duración
era mayor en los gemelares que en los simples (8,4 + 6,4 de la intubación (5,0 vs 5,0 días; P =0,47) y promedio de
vs 5,7 + 3,1 L/h, respectivamente; P =0,06), aunque no fue presión inspiratoria máxima requerida (20,0 vs 22,0 mm Hg;
estadísticamente significante. P =0,15). Para estos investigadores, el régimen de betameta-
sona usado actualmente en embarazos gemelares no reduce la
Evidencias nivel I incidencia del SDR. En otra investigación retrospectiva en el
año 1999, Quist-Therson y col.,59 de Canadá, publicaron un
La Dra. Patricia Crowley en su última revisión sistemática57
estudio de cohorte de 6 años, de 946 neonatos (396 habían
realizó un metaanálisis de 18 pruebas controladas y aleato-
recibido corticosteroides y 550, no) de bajo peso (501-1.500
rias que usaron corticosteroides para prevenir el parto pre-
g), evaluando la incidencia del SDR y la necesidad de sur-
término, y sugirió que en los embarazos múltiples hay una
factante. El embarazo múltiple y la raza fueron efectos mo-
tendencia a la reducción del SDR, aunque sin significancia
dificadores. El SDR disminuyó más en niños de embarazos
estadística (RR 0,72; IC 95% 0,35-1,68). En el año 2006,
simples de mujeres negras, sin reducción significante en los
en la revisión de Roberts y Dalziel,7 hubo beneficios de la
de embarazos múltiples de blancas. En conclusión, para los
administración de corticosteroides en embarazos múltiples,
autores, la terapia con corticosteroides no redujo la incidencia
sin embargo, señalaron que se necesita más información para
del SDR en neonatos blancos de embarazos múltiples. En el
confirmar sus efectos de manera definitiva.
tercer trabajo, en el año 2002, Murphy y col.60 de Bristol, Rei-
no Unido, publican un estudio de cohorte de 1.038 gemelos
Evidencias nivel II
que entre 24-32 semanas recibieron cursos múltiples de cor-
Tres trabajos retrospectivos aportan evidencia contraria a ticosteroides, bien sea de manera profiláctica cada 2 semanas
que los corticosteroides disminuyen el SDR en los embara- o como cursos de rescate ante amenaza de parto pretérmino,
zos múltiples. El primero data de 1996, cuando Turrentine y y no se asociaron con reducción significante del SDR (RR
134 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

0,7; IC 95% 0,2-2), por lo que consideraron que los bebés embarazos simples o múltiples. En embarazos simples no
fueron expuestos innecesariamente a tratamiento que puede hubo diferencias en los parámetros de morbilidad estudiados
afectar adversamente el crecimiento. y en embarazos múltiples solamente hubo mayor peso posna-
Por otra parte, en una prueba retrospectiva no hubo dife- tal en el grupo de menor edad de gestación. En resumen, no
rencias en morbilidad y mortalidad entre embarazos simples encontraron beneficios neonatales clínicamente significan-
y múltiples. En el año 2002, Hashimoto y col.61 evaluaron tes de los cursos múltiples de corticosteroides en embarazos
1.705 embarazos simples y 652 múltiples (497 dobles, 130 simples >26 semanas o embarazos múltiples >26 semanas, y
triples y 25 cuádruples) con muy bajo peso (401-1.500 g); recomendaron realizar estudios controlados y aleatorios que
aunque las madres de los múltiples tuvieron más probabili- comparen uno o múltiples cursos de corticosteroides.
dad de recibir corticosteroides que las de los simples (66% vs
56% respectivamente; P <0,01), no encontraron diferencias Posición actual
significantes entre los riesgos de morbilidad mayor o muerte
Como se comentó en la sección de RCIU, las conferencias
entre los dos grupos.
de consenso del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. de
199413 y de 200014 recomendaron que «en condiciones de alto
Efectos adversos
riesgo fetal como embarazos múltiples, restricción del creci-
Por otra parte, algunas evidencias observacionales han reportado miento intrauterino e hidrops es razonable tratar a estas pa-
algunos efectos adversos de los corticosteroides en embarazos cientes como se tratarían otros casos de parto pretérmino».
múltiples. En un trabajo retrospectivo, Elliot y Radin62 (véase
Sección II, Capítulo 11) hallaron que el uso de betametasona
en embarazos triples y cuádruples se asociaba con incremento DIABETES MELLITUS
de las contracciones uterinas, cambios cervicales con parto pre-
término y utilización de uteroinhibidores para tratar el parto Aunque la terapia con corticosteroides es probable que pro-
pretérmino. Por su parte, Mulder y col.63 publicaron un trabajo voque insulinorresistencia y, por lo tanto, deterioro en el
en el año 2004 en el que estudiaron de manera prospectiva los control de la diabetes, y potencialmente resistencia al cor-
efectos de betametasona sobre la frecuencia y la conducta car- tisol en los pulmones fetales, los resultados de las pruebas
diaca en 80 mujeres con embarazos pretérmino, en las cuales no son concluyentes (Cuadro 8). Por lo tanto, se requieren
los efectos ocurrieron de manera similar en ambos gemelos. A más estudios que evalúen específicamente el control de la
estos fetos les realizaron registros simultáneos con cardiotoco- glucosa sanguínea y la maduración pulmonar en pacientes
grafía y ultrasonido los días de administración de betametasona diabéticas que reciben corticosteroides.65 Por otra parte, está
(día 0) y los días 1-2 y 3-4 después de la inyección. Encontra- demostrado que el control estricto de la diabetes materna
ron que el uso de betametasona se asoció con disminuciones reduce la incidencia de SDR (véase Sección IV). En la bús-
significativas, pero transitorias, de la frecuencia cardiaca (día queda de información, casi no se consiguieron pruebas que
1), variabilidad de la frecuencia cardiaca (días 2 y 3) y de los hayan estudiado el efecto de la administración prenatal de
movimientos corporales y respiratorios (día 2). Estos cambios corticosteroides a pacientes con diabetes mellitus (DM).
en gemelos fueron similares a los reportados antes en embara-
zos simples (véase Sección II, Capítulo 9) y hubo un alto grado Evidencias nivel II
de asociación de la respuesta a betametasona entre los miem- En 1977, Nagy y col.65 reportaron una prueba donde usaron
bros individuales de cada pareja de gemelos. Concluyeron que un curso único de 15 mg de dexametasona para prevenir la in-
el uso de corticosteroides en embarazos gemelares pretérmino cidencia de SDR, en 69 embarazadas a término (RCIU, DM
resultaba en cambios fisiológicos en las parejas de gemelos in- y cesáreas electivas). Del estudio de los exámenes de azúcar
dependientemente de su composición, lo cual proporcionaba sanguíneo, concluyeron que no había alteraciones patológicas
evidencia que la betametasona consigue niveles tan elevados del metabolismo de los carbohidratos debidas a administra-
como para alcanzar el compartimiento de cada gemelo. ción intravenosa, intermitente o prolongada, de dexameta-
sona. Trece años más tarde (2000), Sauerwald y Rath,66 de
Uso de cursos múltiples Alemania, realizaron una revisión basada en evidencias sobre
En relación a la incertidumbre sobre la eficacia de los corti- los riesgos-beneficios de la terapia de maduración pulmonar
costeroides en los embarazos múltiples ha habido tendencia con corticosteroides en el parto pretérmino, y señalaron que,
a aumentar la dosis o a utilizar cursos múltiples. Existe un para ese momento, no habían pruebas prospectivas y aleato-
trabajo retrospectivo que evalúa el uso de múltiples cursos en rias que evaluaran su efectividad en la diabetes.
embarazos múltiples. En el año 2001, Dirnberger y col.64 de
Posición actual
Texas, EE.UU., compararon los beneficios y riesgos de uno o
múltiples cursos de corticosteroides en 115 embarazos sim- Como se comentó antes en la sección de estados hipertensi-
ples (27-32 semanas) y 53 múltiples (26-32 semanas). Los vos, los paneles de consenso del Instituto Nacional de Salud
cursos múltiples de betametasona no se asociaron con mayor de EE.UU. de 199413 y de 200014 indicaron que «los datos
sobrevivencia sin enfermedad pulmonar crónica, en niños de son insuficientes para vigilar la efectividad del uso prenatal
Capítulo 15: Casos especiales 135

DIABETES MELLITUS

• NO HAY SUFICIENTES EVIDENCIAS QUE DEMUESTREN SUS


BENEFICIOS EN ESTOS CASOS Y MÁS BIEN, SE LE ATRIBU-
YEN ALGUNOS EFECTOS ADVERSOS.

• SE DEBEN INDICAR EN CASOS SIN EFECTOS ADVERSOS O


CUANDO HAYA INMADUREZ, COMO EN LAS DIABÉTICAS
NO BIEN CONTROLADAS

Cuadro 8 Maduración pulmonar fetal con corti­


costeroides en embarazo y diabetes me­­llitus.

de corticosteroides en ciertas condiciones maternas de alto no está confirmado, no se excluye su utilización, ya que los
riesgo como hipertensión y diabetes». Recomendaron que riesgos son mínimos. En la práctica clínica, el obstetra debe
«en ausencia de evidencia de efectos adversos lo que puede ejercer la prudencia y un buen juicio clínico, e individualizar
ser razonable es tratar a estas mujeres como se tratarían otros cada caso. En el presente se siguen las recomendaciones de
casos de parto pretérmino». El Colegio Real de Obstetras y los paneles de consenso del Instituto Nacional de Salud de
Ginecólogos de Reino Unido20 establece que «el uso prenatal EE.UU. de 199413 y de 2000,14 avaladas por otras institucio-
de corticosteroides en embarazos complicados con diabetes nes y organizaciones internacionales,15-22 y por evidencias de
mellitus es recomendado, pero no ha sido demostrada una re- nivel I. En las situaciones especiales donde el tratamiento no
ducción significante en las cifras de SDR. Si se usan, es muy está claro, es necesario realizar grandes estudios controlados
importante y esencial la supervisión hospitalaria por un equi- y aleatorios que proporcionen evidencia cierta y suficiente
po obstétrico experimentado en diabetes para regular el con- para establecer la conducta ideal.
trol de la diabetes». La Red Escocesa Intercolegiada de Guías
(SIGN, por sus siglas en inglés) publicó en el año 2001 una
guía nacional para el manejo de la diabetes,67 en la cual esta- BIBLIOGRAFÍA
bleció que «las mujeres con diabetes en el embarazo con riesgo
de parto pretérmino deben recibir corticosteroides de acuerdo 1.- White A, Marcucci G, Andrews E, Edwards K, Long W. The
con los protocolos locales». Recomendó que «la supervisión American Exosurf Neonatal Study Group I and The Cana-
hospitalaria por un equipo experimentado es esencial para de dian Exosurf Neonatal Study Group. Antenatal steroids and
esta manera poder regular el control de la diabetes».67 neonatal outcomes in controlled clinical trials of surfactant
Al igual que otras situaciones ya comentadas, todavía no replacement. Am J Obstet Gynecol 1995; 173: 286-290.
es rutinaria su utilización y se deben indicar en casos sin 2.- Elimian A, Figueroa R, Spitzer A, Ogburn P, Wiencek V,
efectos adversos o cuando haya inmadurez, como en las dia- Quirk G. Antenatal corticosteroids: are incomplete courses
béticas no bien controladas, ya que en las que tienen buen beneficial? Obstet Gynecol 2003; 102: 352-355.
control, no son necesarios. 3.- Sehdev H, Abbasi S, Robertson P, Fisher L, Marchiano D,
Gerdes J et al. The effects of the time interval from antenatal
RESUMEN corticosteroid exposure to delivery on neonatal outcome of
very low birth weight infants. Am J Obstet Gynecol 2004;
Actualmente la evidencia no es lo suficientemente fuerte 191: 1409-1413.
como para recomendar con certeza el uso de corticosteroi- 4.- Blickstein I, Shinwell E, Lusky A, Reichman B. Plurality-
des para acelerar la maduración pulmonar fetal en todos los dependent risk of respiratory distress syndrome among very
casos especiales. En general, Wapner68 afirma que, aunque low birth weight infants and antepartum corticosteroid treat-
el uso de corticosteroides en estas condiciones especiales ment. Am J Obstet Gynecol 2005; 192: 360-364.
136 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

5.- Blickstein I, Reichman B, Lusky A, Shinwell E. Plurality- Guideline number 7. London: RCOG. February 2004.
dependent risk of severe intraventricular hemorrhage among 21.- Visser G, Anceschi M. The EURAIL Working Group.
very low birth weight infants and antepartum corticosteroid Guidelines on antepartum corticosteroids. Prenat Neonat
treatment. Am J Obstet Gynecol 2006; 194: 1329-1333. Med 2001; 6: 368-370.
6.- Costa S, Zecca E, De Luca D, De Carolis M, Romagnoli C. 22.- WHO Reproductive Health Library. Corticosteroid prior to
Efficacy of a single dose of antenatal corticosteroids on mor- preterm delivery. 2005. (http://www.rhlibrary.com/Com-
bidity and mortality of preterm infants. Eur J Obstet Gyne- mentaries/htm/Gjhcom.htm).
col Reprod Biol 2007; 131: 154-157. 23.- Allen M, Donohue P, Dusman A. The limit of viability. Neo-
7.- Roberts S, Dalziel S. Antenatal corticosteroids for accelerat- natal outcome of infants born at 22-27 weeks’ gestation. N
ing fetal lung maturation for women at risk of preterm birth. Engl J Med 1993; 329: 1597-1601.
(Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 3, 2006. 24.- Meadow W, Lee G, Lin K, Lantos J. Changes in mortality
Oxford: Update software. for extremely low birth weight infants in the 1990s: implica-
8.- Vermillion S, Bland M, Soper D. Effectiveness of a rescue tions for treatment decisions and resource use. Pediatrics
dose of antenatal betamethasone after an initial single course. 2004; 113: 1223-1229.
Am J Obstet Gynecol 2001; 185: 1086-1089. 25.- Vanhaesebrouck P, Allegaert K, Bottu J, Debauche C, Dev-
9.- Peaceman A, Bajaj K, Kumar P, Grobman W. The interval lieger H, Docx M et al The EPIBEL Study: outcomes to
between a single course of antenatal steroids and delivery and discharge from hospital for extremely preterm infants in Bel-
its association with neonatal outcomes. Am J Obstet Gyne- gium. Pediatrics 2004; 114: 663-675.
col 2005; 193: 1165-1169. 26.- Blanco F, Sures G, Howard D, Soll R. Ensuring accurate
10 .- Boggess K, Bailit J, Singer M, Parisi V, Mercer B. Projected knowledge of prematurity outcomes for prenatal counseling.
benefits of universal or scheduled antepartum corticosteroids Pediatrics 2005; 115: 478-487.
to prevent neonatal morbidity: a decision analysis. Am J Ob- 27.- Rijken M, Stoelhorst G, Martens S, van Zwieten P, Brand R,
stet Gynecol 2005; 193: 1415-1423. Wit J et al. Mortality and neurologic, mental, and psychomo-
11.- Ring A, Garland J, Stafeil B, Carr M, Peckman G, Pircon R. tor development at 2 years in infants born less than 27 weeks’
The effect of a prolonged time interval between antenatal gestation: The Leiden Follow-Up Project on Prematurity.
corticosteroid administration and delivery on outcomes in Pediatrics 2005; 115: 478-487.
preterm neonates: a cohort study. Am J Obstet Gynecol 28.- Wilson-Costello D, Friedman H, Minich N, Fanaroff A,
2007; 196: 457.e1-457.e6. Hack M. Improved survival rates with increased neurodevel-
12.- http://www.smfm.org/attachedfiles/smfmopinion1. opmental disability for extremely low birth weight infants in
13.- National Institutes of Health Consensus Development Con- the 1990s. Pediatrics 2005; 115: 997-1003.
ference Statement. Effect of corticosteroids for fetal matura- 29.- Markestad T, Kaaresen P, Ronnestad A, Reigstad H, Lossius
tion on perinatal outcomes. February 28-March 2, 1994. Am K, Medbo S et al. The Norwegian Extreme Prematurity Study.
J Obstet Gynecol 1994; 173: 246-252. Early death, morbidity, and need of treatment among ex-
14.- National Institutes of Health Consensus Development Con- tremely premature infants. Pediatrics 2005; 115: 1289-1298.
ference Statement. Antenatal corticosteroids revisited: repeat 30.- Vohr B, Allen M. Extreme prematurity. The continuing di-
courses. August 17-18, 2000; 17 (2): 1-10. lemma. N Engl J Med 2005; 352: 71-72.
15.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com- 31.- McElrath T, Robinson J, Ecker J, Ringer S, Norwitz E. Neo-
mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal natal outcome of infants born at 23 weeks’ gestation. Obstet
corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December Gynecol 2001; 97: 49-52.
1994, number 147. Int J Gynaecol Obstet. 1995; 48: 340-342. 32.- Imseis H, Iams J. Glucocorticoid use in patients with pre-
16.- American College of Obstetricians and Gynecologists Com- term premature rupture of the fetal membranes. Semin Peri-
mittee Opinion. Antenatal corticosteroid therapy for fetal natol 1996; 20: 439-450.
lung maturation. May 2002, number 273. Obstet Gynecol 33.- Lewis D, Brody K, Edwards M, Brouillette R, Burlison S,
2002; 99: 871-873. London S. Preterm premature ruptured membranes: a ran-
17.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com- domized trial of steroids after treatment with antibiotics.
mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal Obstet Gynecol 1996; 88: 801-805.
corticosteroid therapy for fetal lung maturation. December 34.- Crowley P. Antenatal corticosteroid therapy: a meta-analysis
1995, number 53. of the randomized trials, 1972 to 1994. Am J Obstet Gyne-
18.- Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada Com- col 1995; 173: 322-335.
mittee Opinion. Committee on Obstetric Practice: antenatal 35.- Bloom S, Leveno K. Corticosteroid use in special circum-
corticosteroid therapy for fetal lung maturation. January stances: preterm ruptured membranes, hypertension, fetal
2003, number 122. J Obstet Gynecol Can 2003; 25: 45–48. growth restriction, multiples fetuses. Clin Obstet Gynecol
19.- Royal College of Obstetricians and Gynecologists Guide- 2003; 46: 150-160.
line. Number 7. Antenatal corticosteroids to prevent respira- 36.- Harding J, Pang J, Knight D, Liggins G. Do antenatal corti-
tory distress syndrome. London: RCOG 1996. costeroids help in the setting of preterm rupture of mem-
20.- Royal College of Obstetricians and Ginecologists. Antenatal branes. Am J Obstet Gynecol 2001; 184: 131-139.
corticosteroids to prevent respiratory distress syndrome. 37.- Debbs R, Abbasi S, Tolosa J, Weiner S, Wapner R. Does se-
Capítulo 15: Casos especiales 137

rial versus single course betamethasone therapy increase neo- chological functioning and health related quality of life 31
natal morbidity? Am J Obstet Gynecol 1997; 176: S46. years after inclusion in randomized controlled trial. BMJ
38.- Vermillion S, Soper D, Chasedunn-Roark J. Neonatal sepsis 2005; 331: 665-672.
after betamethasone administration to patients with preterm 53.- Bloom S, Sheffield J, McIntire D, Leveno K. Antenatal dexa-
premature rupture of membranes. Am J Obstet Gynecol methasone and decreased birth weigh. Obstet Gynecol 2001;
1999; 181: 320-327. 97: 485-490.
39.- Chapman S, Hauth J, Bottoms S, Iams J, Sibai B, Thom E, 54.- French N, Hagan R, Evans S, Godfrey M, Newnham J. Re-
Moawad A, Thurnau G. Benefits of maternal corticosteroid peated antenatal corticosteroids: size at birth and subsequent
therapy in infants weighing </=1000 grams at birth after pre- development. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 114-121.
term rupture of the amnion. Am J Obstet Gynecol 1999; 55.- Banks B, Cnaan A, Morgan M, Parer J, Merrill J, Ballard P
180: 677-682. et al. Multiple courses of antenatal corticosteroids and out-
40.- Elimian A, Verma U, Canterino J, Shah J, Visintainer P, Te- come of premature neonates. Am J Obstet Gynecol 1999;
jani N. Effectiveness of antenatal steroids in obstetric sub- 181: 709-717.
groups. Obstet Gynecol 1999; 93: 174-179. 56.- Ballabh P, Lo E, Kumari J, Cooper T, Zervoudakis I, Auld P,
41.- Liggins G, Howie R. A controlled trial of antepartum gluco- Krauss A. Pharmacokinetics of betamethasone in twin and
corticoid treatment for prevention of the respiratory distress singleton pregnancy. Clin Pharmacol Ther 2002; 71: 39-45.
syndrome in premature infants. Pediatrics 1972; 50: 515-525. 57.- Crowley P. Prophylactic corticosteroids for preterm birth
42.- Amorin M, Santos L, Faúndes A. Corticosteroid therapy for (Cochrane review). In: The Cochrane Library, Issue 1, 2006.
prevention of respiratory distress syndrome in severe pre- Oxford: Update software.
eclampsia. Am J Obstet Gynecol 1999; 180: 1283-1288. 58.- Turrentine M, Dupras-Wilson P, Wilkins I. A retrospective
43.- Szabó I, Vizer M, Ertl T. Fetal betamethasone treatment and analysis of the effect of antenatal steroid administration on
neonatal outcome in preeclampsia and intrauterine growth the incidence of respiratory distress syndrome in preterm
restriction. Am J Obstet Gynecol 2003; 189: 1812-1813. twin pregnancies. Am J Perinatol 1996; 13: 351-354.
44.- Salokorpi T, Sajaniemi N, Hallbrack H, Kari A, Rita H, von 59.- Quist-Therson E, Myhr T, Ohlsson A. Antenatal steroids to
Vendt L. Randomized study of the effect of antenatal dexa- prevent respiratory distress syndrome: multiple gestation as
methasone on growth and development of premature children an effect modifier. Acta Obstet Gynecol Scand 1999; 78:
at the corrected age of 2 years. Acta Pediatr 1997; 86: 294-298. 388-392.
45.- Collaborative group on antenatal steroid therapy. Effect of 60.- Murphy D, Caukwell S, Joels L, Wardle P. Cohort study of
antenatal dexamethasone administration in the infant: long the neonatal outcome of twin pregnancies that were treated
term follow up. J Pediatr 1984; 104: 259-267. with prophylactic or rescue antenatal corticosteroids. Am J
46.- Mac Arthur B, Howie R, Dezoete J, Elkins J. School prog- Obstet Gynecol 2002; 187: 483-488.
ress and cognitive development of 6 year old children whose 61.- Hashimoto L, Hornung R, Lindsell C, Brewer D, Donovan
mothers were treated antenatally with betamethasone. Pedi- E. Effects of antenatal glucocorticoids on outcomes of very
atrics 1982; 70: 99-105. low birth weight multifetal gestations. Am J Obstet Gynecol
47.- Smolders-de Haas H, Neuvel J, Schmand B, Treffers P, 2002; 187: 804-810.
Koppe J, Hoeks J. Physical development and medical history 62.- Elliot J, Radin T. The effect of corticosteroid administration
of children who were treated antenatally with corticosteroids on uterine activity and preterm labor in high order multiple
to prevent respiratory distress syndrome: a 10- to 12-year gestation. Obstet Gynecol 1995; 85: 250-254.
follow-up. Pediatrics 1990; 86: 65-70. 63.- Mulder E, Derks J, Visser A. Effects of Antenatal betameth-
48.- Dessens A, Smolders-de Haas H, Koppe J. Twenty year fol- asone administration on fetal heart rate and behavior in twin
low up of antenatal corticosteroid treatment. Pediatrics 2000; pregnancy. Pediatric Res 2004; 56: 35-39.
105: 77. 64.- Dirnberger D, Poder B, Gordon M. Single versus repeated
49.- Schaap A, Wolf H, Bruinse H. Effects of antenatal cortico- course antenatal corticosteroids: outcomes in singleton and
steroid administration on mortality and long term morbidity multiple gestation pregnancies. Am J Perinatol 2001; 18:
in early preterm growth restricted infants. Obstet Gynecol 267-277.
2001; 97: 954-960. 65.- Nagy G, Kardos Z, Pothánka O, Lampé L. Prevention of
50.- Doyle L, Ford G, Rickards A, Kelly E, Davis N, Callanan C, respiratory distress syndrome prior to delivery using steroids.
Olinsky A. Antenatal corticosteroids and outcome at 14 Zentralbl Gynakol 1977; 99: 610-617.
years of age in children with birth weight less than 1501 66.- Sauerwald A, Rath W. Lung maturation therapy with gluco-
grams. Pediatrics 2000; 106: 2. Artículo electrónico: http:// corticoids in threatened premature labor. Considerations of
pediatrics.aappublications.org/. risk benefit in evidence based medicine. Z Geburtshilfe Neo-
51.- Dalziel S, Walker N, Parag V, Mantell C, Read H, Rodgers natol 2000; 204: 203-209.
A, Harding J . Cardiovascular risk factors after antenatal ex- 67.- Scottish Intercollegiate Guidelines Network. Management
posure to betamethasone: 30-year follow-up of a randomized of diabetes. A national clinical guideline. Guideline N° 55.
controlled trial. Lancet 2005; 365:1856-1862. Edinburgh: SIGN Executive. 2001.
52.- Dalziel S, Lim V, Lambert A, McCarthy D, Parag V, Rodg- 68.- Wapner R. Antenatal corticosteroids: we continue to learn.
ers A, Harding J. Antenatal exposure to betamethasone: psy- Am J Obstet Gynecol 2004; 190: 875.
Evidencias
Latinoamericanas 16
Capítulo
y del Caribe
Carlos Briceño-Pérez

La verdadera prueba de que se ha nacido con grandes


cualidades estriba en haber nacido sin envidia

Rochefoucauld

En la búsqueda de información se consiguieron algunas evi-


dencias de estudios Latinoamericanos y del Caribe sobre
utilización de corticosteroides para maduración pulmonar
fetal. Aquí se reportan los trabajos encontrados en la base de
datos de la Red de Literatura Latinoamericana y del Caribe
de Ciencias de la Salud (LILACS), de la Biblioteca Virtual
de Salud (BIREME),1 del Centro Latinoamericano y del
Caribe de Información en Ciencias de la Salud, localizado en
São Paulo, Brasil, desde 1967 y dependiente de la Organiza-
ción Panamericana de la Salud (OPS) y de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) (Figuras 1-3).

Evidencias nivel I de 1995, Voto y col.,3 de Argentina, publicaron un estudio


controlado y aleatorio sobre la utilización de terapia combi-
En 1976, Pernía y Pérez2 del Hospital Central de San Cris-
nada de corticosteroides con hormona liberadora de tirotro-
tóbal, Venezuela, tomaron al azar 19 gestantes entre 27-35
pina (TRH) en fetos con isoinmunización Rh, obteniendo
semanas (algunas en trabajo de parto y otras a las que se
buenos resultados sobre la maduración pulmonar.
les iba a interrumpir el embarazo) y les inyectaron 8 mg de
dexametasona endovenosa (37%) cuando el parto se presentó
Evidencias nivel II
entre las 6 horas siguientes (11% mortalidad), endovenosa o
intramuscular (31%) cuando el parto se presentó entre las La primera evidencia se encontró en 1985 cuando González,4
6-12 horas siguientes (0% mortalidad) y endovenosa o in- de Argentina, comunicó el caso de un neonato pretérmino,
tramuscular (32%) cuando el parto se presentó entre las 24 de sexo femenino, con peso de nacimiento de 1.050 g y 32
horas siguientes (5% mortalidad), y las compararon con un semanas de gestación (por examen físico), que presentó una
grupo control (n: 19). Los neonatos pesaron entre 1.040- marcada leucocitosis durante los primeros días de vida como
2.380 g. En el grupo tratado con dexametasona, la recupera- consecuencia de la administración prenatal de dexametasona
ción de los recién nacidos fue más rápida, no hubo casos de a la madre por presentar amenaza de parto prematuro, obte-
membrana hialina y la mortalidad fue 15%, mientras que en niendo una aceleración de la maduración pulmonar fetal que
el grupo control los neonatos tardaron más en recuperarse, contribuyó a prevenir o disminuir el riesgo de enfermedad de
hubo 3 casos (16%) de membrana hialina y la mortalidad membrana hialina en el recién nacido. En octubre de ese año,
fue 42%. Los autores concluyeron recomendando el uso de Villa y col.5 estudiaron los resultados obtenidos con el uso
8 mg de dexametasona en embarazos <35 semanas en traba- antenatal de corticosteroides en embarazadas con riesgo de
jo de parto o cuando se programe el parto, para prevenir la parto prematuro, durante los años 1978-1981 en el Hospital
mortalidad neonatal por inmadurez pulmonar. En octubre Ginecoobstétrico Provincial Docente «Mariana Grajales» de

138
Capítulo 16: Evidencias Latinoamericanas y del Caribe 139

Figura 1 Banderas de algunos países latinoamericanos y


mapas políticos de América Latina y el Caribe.

Figura 2 Página WEB de la Biblioteca Virtual en Salud, del


Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Cien­
cias de la Salud, localizado en São Paulo, Brasil, donde se
encuentra la base de datos LILACS (www.bireme.org).

Santa Clara, Cuba. Ellos evaluaron el comportamiento del de 1994, otro grupo chileno integrado por Serman y col.7
tratamiento en los 175 recién nacidos cuyas madres recibieron administraron TRH asociada a corticoides para la preven-
tratamiento con esteroides durante el embarazo y analizaron ción de síndrome de dificultad respiratoria (SDR) a pacientes
el tiempo de la última dosis recibida y los resultados obteni- con parto prematuro inminente y edad de gestación (EG)
dos los compararon con un grupo control. Además, evaluaron <32 semanas. De un total de 12 pacientes, la tolerancia fue
las complicaciones maternas y de los recién nacidos. En julio buena en el 85% (n:10), el peso de nacimiento 1.782 ± 488 g,
de 1988, los chilenos Lorca y Mena6 presentaron un caso si- la incidencia de SDR de sólo 15,3% y no hubo enfermedad
milar al de González,4 ya que se trató de un recién nacido de pulmonar crónica (EPC). Los neonatos de madres tratadas
32 semanas de gestación, 1.740 g de peso, sexo femenino, que con TRH más corticoides mostraron cifras menores de SDR
evolucionó con una reacción leucemoide durante sus prime- y EPC que las descritas en la literatura para neonatos de peso
ros 15 días de vida después de recibir dos dosis de betameta- y EG similares tratados solamente con corticoides. En enero
sona prenatal para obtener maduración pulmonar. En enero de 1994, se publicó un trabajo que no consiguió beneficios en
140 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 3 Ejemplo del resumen de uno de los trabajos cien­


tíficos citados4 tal como aparecen en la base de datos LI­
LACS.

la utilización de inductores de maduración pulmonar: Ga- con corticosteroides mostró ser efectiva en la reducción de las
llardo y col.,8 de Venezuela, hicieron un estudio retrospectivo tasas de membrana hialina entre 31-34 semanas. La inciden-
de 42 casos con trabajo de parto prematuro entre 32 y 34 cia total de membrana hialina fue 9%. Ellos concluyeron que
semanas, que habían recibido dexametasona, aminofilina o el PPT continuaba presentando altos índices de morbimor-
hidrocortisona, y 58 controles sin tratamiento. La puntuación talidad y que debía ser asistido por un equipo especializado
Apgar al minuto no varió en los que recibieron tratamiento para minimizar los daños de la inmadurez funcional.
(15%) o no (18%). Cuando se comparó la dexametasona con En 1996, es publicado en Argentina un estudio del Institu-
el grupo control, fue de 16,17% (x2 = 1,10). En la hidrocor- to Nacional de Salud de EE.UU.11 sobre el uso de corticoste-
tisona y la aminofilina la diferencia fue de 1,1% (x2 = 1,05) y roides para maduración pulmonar fetal y la evolución perina-
8,9% (x2 = 0,43), respectivamente. No fue significativa la di- tal. En Quito, Ecuador, se reportó en 1997 una investigación
ferencia (P >7,8). Un 25% de neonatos pretérmino con peso sobre el uso de corticosteroides en el PPT con RPM, realizada
menor o igual a 2,5 kg no presentó SDR a pesar de no haber por Guerrero y Robayo,12 quienes indicaron que si bien ha-
recibido tratamiento, encontrándose una diferencia del 6% bían sido utilizados como adyuvantes en la terapia para ace-
con respecto a los que lo recibieron, con dilatación menor o lerar la maduración de la producción de surfactante suficiente
igual a 5 cm; esto es indicativo de que no es suficiente tiempo para proteger contra el desarrollo del distress respiratorio, sin
para que los inductores tengan efecto. En la ruptura prema- embargo su uso era aún motivo de gran controversia. Un año
tura de membranas (RPM) los inductores no produjeron una más tarde (1998), en Brasil, Amorim y col.13 hicieron una des-
disminución significativa del SDR. Las complicaciones más cripción sobre la utilización de corticosteroides para acelerar
frecuentes de los recién nacidos fueron: riesgo de infección la maduración pulmonar fetal en los estados hipertensivos del
(14%), ictericia (7%), síndrome de membrana hialina (6%), embarazo. En Cuba, en octubre de 2000, Acosta y col.14 pu-
mal formación congénita (2%) y se presentaron 2 muertes blicaron una prueba prospectiva, longitudinal y analítica de 53
perinatales. No se reportaron complicaciones maternas. Se niños nacidos vivos con edad de gestación <31 semanas y peso
concluyó que no se recibía ningún beneficio con la adminis- <1.500 g, ocurridos en el Hospital Ginecoobstétrico Provincial
tración de inductores de la madurez pulmonar a madres en Docente «Justo Legón Padilla» de Pinar del Río, entre enero
trabajo de parto prematuro espontáneo donde el nacimiento de 1997 y julio de 1998. Usaron corticosteroides en 32 madres
sea antes de las 24 horas. Se recomendó usarlos con ciertas y observaron una reducción estadísticamente significativa de
condiciones. Un año después, en mayo de 1995, Soto,9 de la la enfermedad de la membrana hialina, del uso de ventilación,
Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, reportó de las complicaciones y de la mortalidad. En noviembre de ese
un estudio con hormonas tiroideas y TRH para la inducción año, se conoció en México un estudio retrospectivo hecho por
de la maduración pulmonar. En octubre de ese mismo año Arroyo y Guzmán15 en 219 prematuros <34 semanas identifi-
(1995), en Brasil, Mahuad y col.,10 en un estudio retrospec- cados en dos grupos: el I (n: 145): sin esteroides prenatales y el
tivo de parto pretérmino (PPT) realizado entre enero-di- II (n: 74): con esteroides. Encontraron diferencia significativa
ciembre de 1991, revisaron 359 embarazos y obtuvieron una en la incidencia de SDR (X2 = 31,32; P < 0,01) y de EPC (X2
incidencia de PPT de 11,4%. En esta investigación, la terapia = 5,42; P < 0,01). La incidencia de hemorragia intraventricular
Capítulo 16: Evidencias Latinoamericanas y del Caribe 141

(X2 = 5,02; P < 0,1) y de enterocolitis necrosante (X2 = 1,47; P roidea prenatal disminuyó la incidencia de la tasa de morbilidad
< 0,1) no presentaron diferencias significativas. No hubo dife- y mortalidad en neonatos <34 semanas de edad de gestación,
rencia en los días de estancia hospitalaria, ni en los fallecimien- con incremento de la frecuencia de sepsis si existía RPM. Otra
tos. Estos autores concluyeron que existió disminución en la evidencia conseguida fue un reporte de la Red Brasileña de
presencia del SDR y que era necesario continuar incorporan- Pesquisas Neonatales19 en abril de 2004, donde en un estudio
do estrategias a diferentes niveles que tuvieran como objetivo prospectivo de cohorte evaluaron el uso antenatal de corticoste-
la prevención de la prematurez y/o sus complicaciones. Tres roides en los pretérminos ingresados a las unidades neonatales
meses después, en enero de 2001, se reportaron dos estudios de los hospitales adscritos a esta Red. Fueron evaluadas 463
realizados en Cuba por García y col.16,17 En la primera prueba16 gestantes con edades de gestación entre 23-34 semanas y sus
reportaron los resultados maternos de la administración de be- 514 recién nacidos en el período de 1 de agosto y 31 de diciem-
tametasona como madurante pulmonar fetal en 124 pacientes bre de 2001. El 60,1% (282/463) de las gestantes (variación de
con gestaciones entre 28-33 semanas. El grupo control estuvo 12,5%-87,3% entre las unidades) recibieron al menos una dosis
conformado por 57 pacientes que no recibieron tratamiento. de corticosteroides. La frecuencia de uso de corticosteroides es-
La betametasona se asoció con la prolongación del período de tuvo directamente asociada al número de consultas prenatales,
latencia (mayor de 24 h en el 79,1% de las pacientes tratadas, hipertensión materna y uso antenatal de tocolíticos. Cuando las
mientras que en las no tratadas fue 54,3%). Según el modo gestantes fueron tratadas, los neonatos presentaron mayor peso
de nacimiento, los productos pretérminos nacidos por cesárea al nacer (1.379 ± 421 vs 1.244 ± 543 g), edad de gestación más
presentaron mayor incidencia SDR, tanto en el grupo con tra- avanzada (30,9 ± 2,0 vs 29,5 ± 3,5 semanas), mejores valores
tamiento como en el control, comparado con los productos de de puntuaciones Apgar a 1 y 5 minutos y menor frecuencia en
partos pelvianos (2,6% en el grupo con tratamiento y 6,9% en forma independiente de las condiciones al nacer.
el control). Se observó que la puntuación de Apgar a los 5 mi- En conclusión, el uso prenatal de corticosteroides, en la
nutos menor de 7 puntos fue 4 veces mayor en el grupo control mayoría de los centros, fue hecho con frecuencia menor de
que en el tratado. En los productos de madres hipertensas, la la deseada y en la mitad de las veces de forma inadecua-
betametasona antenatal también disminuyó la frecuencia de da, fue más aplicado durante la etapa prenatal y se asoció
SDR. Cuando relacionaron RPM con aparición de infección con mejores condiciones al nacer. También en el año 2004,
materna posparto encontraron que superaba tres veces a la in- la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y
fección con membranas intactas. En el segundo trabajo,17 con el Obstetricia (FASGO) realizó un consenso argentino sobre
mismo grupo de pacientes, reportaron los resultados sobre los «Uso de Corticosteroides para la Prevención de Síndrome
recién nacidos. La incidencia de SDR fue cuatro veces menor de Distress Respiratorio» (Figura 4), Coordinado por el Dr.
en los recién nacidos pretérminos con tratamiento completo Enrique Gadow, con un Comité de Expertos formado por
con betametasona (P <0,05). La incidencia de SDR fue tres los Drs. Mario Palermo, Ricardo Rizzi y Guillermo Carro-
veces menor entre los neonatos de 31-33 semanas. Las com- li y el Dr. Javier Schvartzaman como secretario. Entre los
plicaciones diferentes a SDR, asociadas con el neonato, fueron aspectos revisados de los corticosteroides se encuentran los
más frecuentes en el grupo control que en el tratado (P <0,05). siguientes: efectividad, uso en pacientes diabéticas, interva-
En 7 pacientes con RPM tratadas con betametasona antenatal, lo de dosis, indicaciones, contraindicaciones y precauciones,
sus recién nacidos sufrieron procesos infecciosos (18,4%), 6 de dosis y ruta de administración y efectividad de la hormona
ellos tuvieron RPM de más de 7 días. La infección pareció liberadora de tirotrofina (TRH). Este consenso se puede
estar influenciada por la RPM y no por el corticosteroide (P conseguir en la página web de la FASGO.20
<0,05). La mortalidad neonatal fue inferior cuando se usó la
betametasona como madurante pulmonar fetal.
En abril de 2003, Navega y col.,18 de la Universidad Central RESUMEN
de Venezuela, realizaron un ensayo clínico controlado simple
ciego, donde se dividieron a todas las mujeres admitidas entre En los países Latinoamericanos y del Caribe también se
enero de 2001 y abril de 2002 con trabajo de parto pretérmi- han realizado experiencias con corticosteroides como agen-
no <34 semanas de gestación, en dos grupos: uno con terapia tes inductores de madurez pulmonar fetal para acelerar la
esteroidea prenatal (n= 105), que recibieron betametasona dos producción de surfactante y disminuir el SDR y sus conse-
dosis de 12 mg intramuscular con un intervalo de 12 a 24 horas cuencias, en casos de PPT. En este capítulo se reportan las
y otro sin esta terapia (n= 144). En el grupo que recibió terapia evidencias conseguidas en una base de datos Latinoameri-
esteroidea prenatal hubo reducción significativa de enteroco- canos y del Caribe, dependiente de la OPS y de la OMS, y el
litis necrosante (12,4% vs 25,7%; P <0,01), Apgar menor de Consenso Argentino sobre el uso de corticosteroides para la
7 puntos a los 5 minutos de vida (20,9% vs 34,7%; p= 0,018), prevención de Síndrome de Distress Respiratorio, realizado
reanimación cardiopulmonar al nacer (15,2% vs 27,8%; p= por la FASGO. A pesar de la extensa experiencia mundial,
0,019), SDR (46,7% vs 61,8%; p= 0,017) y mortalidad (45,7% las pruebas reportadas no son numerosas y la mayoría son
vs 61,1%; p= 0,016). En los neonatos cuyas madres presentaron evidencias nivel II. En Latinoamérica y el Caribe se necesita
RPM hubo incremento de sepsis en el grupo que recibió terapia mayor experimentación controlada y aleatoria sobre el uso
esteroidea prenatal (71,4% vs 25%; p= 0,007). La terapia este- de corticosteroides para maduración pulmonar fetal.
142 Sección II: Corticosteroides y maduración pulmonar fetal

Figura 4 Consenso Argentino sobre el «Uso de corticoste­


roides para la prevención del síndrome de Distress Respira­
torio», en la página WEB de la Federación Argentina de
Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FASGO).20

BIBLIOGRAFÍA 11.- Instituto Nacional de Salud de los EE.UU. Efectos de los


corticoides en la maduración fetal y la evolución perinatal.
1.- www.bireme.org Rev Hosp Matern Infant Ramon Sarda 1996; 15: 5-6.
2.- Pernía L, Pérez G. Profilaxia de la membrana hialina con 12.- Guerrero L, Robayo A. Uso de corticoides en ruptura prema-
fosfato sódico de dexametasona. Rev Obstet Ginecol Ven tura de membranas. Imagen 1997; 3: 56-61.
1976; 36: 535-540. 13.- Ramos de Amorim M, Santos L, Faúndes A. Uso de cortico-
3.- Voto L, Lede R, Scaglia H, Zylberstein C, Zapaterio J, Orti steróides para aceleração da maturidade pulmonar fetal na
J et al. Efecto del agregado de TRH al plan de inducción de doença hipertensiva específica da gestação. Femina 1998; 26:
la maduración pulmonar con corticoides sobre el perfil hor- 721-727.
monal de fetos afectados por isoinmunización Rh: investig- 14.- Acosta R, Valdés M, Portal M. Prematuridad extrema y uso
ación clínica controlada aleatorizada. Sinop Obstet Ginecol materno de corticoides antenatal. Rev Cuba Pediatr 2000;
1995; 42: 241-251. 72: 281-286.
4.- González, C. Leucocitosis neonatal asociada a la adminis- 15.- Arroyo L, Guzmán J. Uso de esteroides prenatales para la
tración prenatal de dexametasona. Arch Argent Pediatr 1985; maduración fetal en nacimientos prematuros. Experiencia
83: 40-42.
institucional. Ginecol Obstet Méx 2000; 68: 448-452.
5.- Villa J, Alemán P, Llaguno A. Prevención de la enfermedad
16.- García R, Pérez D, Lugones M, Lay A. Betametasona como
de la membrana hialina con el uso antenatal de esteroides:
madurante pulmonar fetal. Influencia sobre el embarazo y el
estudio de 3 años, 1978-1981. Rev Cuba Obstet Ginecol
parto. Rev Cuba Obstet Ginecol 2001; 27: 76-82.
1985; 11: 442-453.
17.- García R, Moreno O, Pérez D, Lugones M. Betametasona
6.- Lorca P, Mena P. Reacción leucemoide neonatal asociada a
como madurante pulmonar fetal. Influencia sobre el recién
administración prenatal de corticoides. Rev Chil Pediatr
nacido. Rev Cuba Obstet Ginecol 2001; 27: 83-88.
1988; 59: 279-281.
18.- Naveda O, Bravo H, Junco R. Efectividad de la terapia ester-
7.- Serman F, Pazols R, Benavides C, Sandoval J, Ferres I,
oidea prenatal en neonatos manores de 34 semanas de edad
Lamoza P. Inducción de madurez pulmonar fetal con terapia
gestacional. Bol Méd Postgrado 2003; 19: 78-83.
hormonal combinada en parto de pretérmino. Rev Chil Ob-
stet Ginecol 1994; 59: 44-48. 19.- Rede Brasileira de Pesquisas Neonatais. Uso antenatal de
8.- Gallardo R, Tartaret A, Serantes M, Ortiz M, Bruguera C, corticosteróide e condicöes de nascimento de pré-termos nos
Lakiere I et al. El uso de inductores de la maduración pulmo- hospitais da Rede Brasileira de Pesquisas Neonatais. Rev
nar en pacientes con trabajo de parto prematuro. Rev Med Bras Ginecol Obstet 2004; 26: 177-184.
Oriente 1994; 5:4-8. 20.- Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Ob-
9.- Soto J. Hormonas tiroideas, TRH y maduración pulmonar stetricia (FASGO). Consenso Argentino. Uso de corticoste-
fetal. Pediatría al día 1995; 11: 113-115. roides para la prevención de Síndrome de Distress Respira-
10.- Mauad F, Pinheiro de Araújo A, Duarte G, Pereira da Cunha torio. 2004.
S, Nogueira A, Jorge S. Prematuridade: aspectos obstétricos e Disponible en http://www.fasgo.org.ar/consensos/info/cor-
perinatais. Rev Bras Ginecol Obstet 1995; 17: 881-889. ticosteroides.htm.
SECCIÓN III
OTROS MEDICAMENTOS
UTILIZADOS PARA MADURACIÓN
PULMONAR FETAL

El mejor médico es el que conoce la inutilidad


de la mayor parte de las medicinas

Benjamín Franklin

Una de las estrategias principales destinadas a reducir la mor-


talidad perinatal, tiene como objetivo la prevención del parto
pretérmino o de su principal complicación, el síndrome de
dificultad respiratoria (SDR) neonatal. Varias intervencio-
nes han sido y son utilizadas para estimular la maduración
pulmonar fetal y de esta manera reducir el riesgo de SDR en
el recién nacido pretérmino, pero muy pocas han sido eva-
luadas por estudios clínicos controlados y aleatorios.1
Como se analizó en la sección anterior, desde hace 3 ½ Buscando alternativas, se han utilizado numerosos medi-
décadas, los corticosteroides han demostrado con numero- camentos que generalmente o han sido examinados en ani-
sas evidencias de nivel I, disminución de la incidencia de males y no se cuenta con suficiente evidencia en humanos, o
síndrome de dificultad respiratoria, hemorragia intraventri- si la hay, usualmente no es de primer nivel.
cular, enterocolitis necrosante, leucomalacia periventricular y En esta sección se describe la mayoría de ellos, presen-
mortalidad perinatal. tando inicialmente los que han sido más investigados, más
A pesar de ello, de la realización de dos Conferencias de usados o cuentan con mejores evidencias.
Consenso sobre su uso clínico en EE.UU. en 1994 y 2000
y de los pronunciamientos y guías para práctica clínica de
muchas Instituciones y Sociedades Científicas; en menor o BIBLIOGRAFÍA
mayor grado, aun persisten ciertas inquietudes sobre algunos
aspectos, como la asociación entre administración de cursos 1.- Cabero-Roura L. Nuevos aspectos en la manipulación farma-
múltiples y efectos a largo plazo, selección de betametasona cológica de la madurez pulmonar fetal. En: XII Congreso
o dexametasona como tipo a utilizar, cual sal de betametaso- Español de Medicina Perinatal. Madrid, 23-25 de Septiem-
na seleccionar o si la dosis actualmente usada es la correcta. bre de 1999.

143
PÁGINA 144 EN BLANCO
Hormona liberadora 1
de tirotropina (TRH) Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Liliana Briceño de Fuenmayor

Lo que llaman talento no es más que


un arduo y continuo trabajo realizado correctamente

Winlow Hemer

A pesar de la eficacia comprobada de corticosteroides supra-


rrenales en la inducción de la función y la estructura pulmonar
fetal y la prevención de morbilidad y mortalidad perinatal, se
han usado otras sustancias con este fin. Entre ellas se encuen-
tran las hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas aceleran
el desarrollo morfológico y la producción de surfactante en
animales y sus efectos son mediados por receptores nucleares
pulmonares, indicando que a concentraciones fisiológicas son
estimulantes del pulmón fetal.1 Su mecanismo de acción en la
producción de surfactante se discute en el Capítulo 7 de la Sec- col.2 demostraron que la inyección de tiroxina en fetos de co-
ción II, y debido a que los neumocitos tipo II tienen receptores nejo aceleraba la producción de surfactante. Diez años des-
para las hormonas tiroideas, éstas aumentan la actividad de la pués, en julio de 1983, en India, Kumar y Hedge3 reportaron
enzima adenilciclasa, la cual incrementa el AMPc, que a su incrementos de fosfatidilcolina, lisofosfatidilcolina, lisofosfa-
vez aumenta la producción de fosfatidilcolina. El tratamiento tidiletanolamina, fosfatidiletanolamina y esfingomielina, en
combinado de hormonas tiroideas con corticosteroides produ- ratas hipertiroideas, y descensos en ratas hipotiroideas. En
ce efectos aditivos o supraaditivos en la síntesis de fosfolípidos septiembre de 1984, Ballard y col.4 publicaron un estudio en
en pulmones fetales de ratas, conejos y humanos, por lo que cultivos de pulmones de conejo, donde descifraron el me-
se cree que los efectos benéficos pueden ocurrir más rápido canismo de acción de las hormonas tiroideas citado antes,1
que con los corticosteroides solos.1 Estos hallazgos fueron el demostrando que la T3 estimula la síntesis de fosfatidilcolina
punto de partida para el uso clínico de las hormonas tiroideas mediante un proceso que involucra los receptores nucleares y
combinadas corticosteroides en la inducción de maduración la síntesis de ácido ribonucleico y proteínas (véase Capítulo
pulmonar fetal. Las hormonas tiroideas triyodotiroxina (T3) 7). Un poco más tarde, en 1987, Ikegami y col.5 de Califor-
y tetrayodotiroxina (T4) casi no atraviesan la placenta, por lo nia EE.UU., trataron conejas con embarazos pretérmino, con
que su uso clínico es limitado. En su defecto, se ha utilizado betametasona, T3, TRH o combinaciones de betametasona
la hormona liberadora de tirotropina (TRH, por sus siglas en más T3 o TRH. La mitad de cada uno de los grupos fue tra-
inglés), la cual sí atraviesa rápidamente la barrera placentaria y tada con surfactante. Las medidas de función pulmonar no
estimula la tiroides fetal para producir T3 y T4 (Figuras 1 y 2). mostraron beneficios con T3 o betametasona en ausencia de
surfactante, mientras que la TRH mejoró significantemente
la función pulmonar. El uso combinado de betametasona y
EVIDENCIAS EN ANIMALES TRH en los animales tratados con surfactante resultó en las
mejores respuestas totales. Pero comparados con los contro-
Como se mencionó, su uso clínico proviene de evidencia les, ninguno de los tratamientos hormonales solos aumen-
obtenida mediante estudios en animales.2-11 En 1973, Wu y tó los niveles de fosfatidilcolina saturada. Un año después

145
146 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 1 Estructura química en tercera di­mensión de la


hormona liberadora de tirotropina.

efectos marcados, concluyeron que la prolactina desempeña


un papel importante en el sinergismo de cortisol y TRH.
Ese mismo año, Warburton y col.,7 de California, EE.UU.,
infundieron cortisol, TRH o ritodrina solos o en combina-
ciones dobles (cortisol más ritodrina, cortisol más TRH) o
triples (cortisol más ritodrina más TRH) a fetos de corderos.
La combinación triple incrementó 20,9 veces el contenido
de fosfatidilcolina saturada en el líquido de lavado pulmonar,
5,8 veces el contenido de fosfatidilcolina saturada en todo
el pulmón fetal y 13,3 veces el contenido de fosfatidilcolina
saturada en el líquido de la tráquea fetal. Además, la estabi-
lidad pulmonar a la inflación aumentó tres veces y la esta-
bilidad pulmonar a la deflación aumentó ocho veces. Estos
efectos fueron mayores que en las combinaciones dobles o
que en las hormonas solas. La capacidad de máxima unión
del receptor beta incrementó 30% con la combinación de
cortisol y TRH y la capacidad de máxima unión después de
la triple combinación fue 54% mayor que la capacidad de
máxima unión después de la infusión de ritodrina.
En otro estudio realizado en 1991, nuevamente Ikegami
y col.,8 de California, EE.UU., evaluaron cuatro grupos de
Figura 2 La hormona Liberadora de tirotropina (TRH) es un tripéptido que es­ embarazos gemelares en ovejas con inyecciones endovenosa
timula la liberación de hormona estimulante de tirotropina (TSH) y prolactina, de solución salina, cortisol, TRH o combinación de cortisol
por la adenohipófisis. Es producida en el hipotálamo y viaja a través de la
eminencia media a la hipófisis vía sistema portal hipofisiario. y TRH. Al nacer, los corderos fueron asignados en forma
aleatoria a recibir surfactante o no. El surfactante mejoró la
función pulmonar en todos los grupos. El cortisol solo o en
combinación con TRH mejoró la docilidad e intercambio
(1988), Liggins y col.,6 de Nueva Zelanda, estudiaron los de gas y las curvas de volumen-presión. No hubo efectos
efectos de la infusión de cortisol y TRH a 28 fetos de ove- adicionales de la TRH cuando se dio con cortisol sobre la
jas y comprobaron que la combinación de cortisol y TRH función pulmonar o la pérdida de albúmina. El único efecto
aumentó la concentración de fosfatidilcolina saturada en el significante de la combinación de cortisol y TRH en relación
líquido de lavado pulmonar, pero no en el tejido pulmonar, con los otros grupos fue un incremento de cinco veces en la
mientras que el cortisol solo no tuvo efecto en los niveles proteína surfactante A en el líquido de lavado alveolar. Otra
de fosfatidilcolina saturada. Ni el cortisol solo ni la TRH evidencia de la eficacia de la combinación de corticosteroides
sola afectaron significativamente la distensibilidad o elasti- y TRH la aportaron Moya y Gross9 de Texas, EE.UU., quie-
cidad pulmonar, mientras que la combinación de cortisol y nes con mucha dificultad realizaron en 1993 un metaanálisis
TRH aumentó al cuádruple la distensibilidad y elasticidad de las pruebas existentes para esa fecha y concluyeron que las
pulmonar. Debido al incremento en los niveles de prolac- limitaciones de su estudio no fortalecían la recomendación
tina en este grupo tratado con cortisol y TRH que obtuvo rutinaria del uso combinado de corticosteroides y TRH, pe-
Capítulo 1: Hormona liberadora de tirotropina (TRH) 147

ro que la evidencia indica los beneficios de esta combinación fetal. Mashiach y col.14 realizaron en 1978 una instilación in-
en términos de SDR, enfermedad broncopulmonar y morta- traamniótica de T4 con excelentes resultados, pero su trabajo
lidad, lo cual sugería que pudiesen ser usados en situaciones fue criticado por el pequeño tamaño de la muestra y por no
selectas como amenaza de parto pretérmino de un feto muy tener un grupo control. Unos años después, en 1985, Amato
prematuro con perfil de inmadurez pulmonar en el líqui- y col.15 también administraron 250 µg de T4 intraamniótica
do amniótico, ya que estos niños están en riesgo de SDR antes de una cesárea electiva a siete mujeres con embarazos
y enfermedad broncopulmonar, aun con el uso prenatal de patológicos (preeclampsia, hipertensión, diabetes, infección,
corticosteroides y posnatal de surfactante. Un año más tarde, insuficiencia placentaria) menores de 34 semanas, cuya rela-
en julio de 1994, Stein y col.10 presentaron un trabajo don- ción lecitina/esfingomielina del líquido amniótico era inma-
de expusieron a corderos prematuros a solución salina (n: dura (normal: >3). En el lavado faríngeo, la relación lecitina/
6), corticosteroides solos (n: 8) o corticosteroides más TRH esfingomielina indicó madurez en 6 de los 7 neonatos y el
(n: 6) durante 60 horas y vigilaron la función ventilatoria SDR ocurrió en un solo recién nacido. El intervalo entre la
y la contractibilidad cardiaca, encontrando mayores presio- inyección de T4 y el parto varió entre 72 horas y 2 semanas
nes aórtica y de ventrículo izquierdo en el grupo tratado con en los 6 casos que no hicieron SDR. En el caso que hubo
corticosteroides más TRH. En septiembre de ese mismo SDR, este intervalo fue <48 horas y la relación lecitina/es-
año, Moraga y col.,11 de Santiago de Chile, aleatorizaron 25 fingomielina indicaba inmadurez. Otra pequeña prueba que
ovejas embarazadas para recibir TRH (6 dosis de 400 µg usó T4 intraamniótica fue publicada en 1991 por Dan y col.16
endovenosos cada 8 horas), un curso de betametasona, TRH en dos embarazos triples con parto pretérmino, a los que les
más betametasona o placebo, y midieron la distensibilidad administraron tocolíticos y luego les hicieron amniocentesis
pulmonar y el contenido de fosfolípidos en el lavado alveo- seriadas para la inyección de T4 en cada saco, hasta obtener
lar, encontrándolos incrementados en el grupo de TRH más la madurez pulmonar.
betametasona.
Evidencias nivel I
Buscando otra forma de estimulación tiroidea fetal y basa-
EVIDENCIAS EN HUMANOS
dos en las evidencias en animales que, para esa época, habían
comprobado la eficacia de la combinación de corticosteroides y
Evidencias nivel II
TRH, Morales y col.17 realizaron en 1989 una prueba con-
En humanos, algunos estudios no controlados y no aleato- trolada y aleatoria en humanos, mediante inyección endove-
rios12,13 encontraron niveles bajos de T3 y T4 e incrementos nosa materna de TRH con betametasona, para comparar si
de hormona estimulante de tiroides (TSH, por sus siglas en esta terapia combinada era más efectiva para la inducción de
inglés), en el cordón umbilical de neonatos prematuros. En maduración pulmonar fetal que usar betametasona solamen-
1986, Sthanke y col.13 realizaron un estudio longitudinal de te. Se basaron en que la TRH es transportada rápidamente a
función tiroidea en sangre de cordón umbilical de 35 neo- la circulación fetal e incrementa la TSH, con la consiguiente
natos con síndrome de dificultad respiratoria (SDR), entre estimulación tiroidea y producción de T3 y T4, y también de
24-36 semanas, que pesaron 650-2.770 g al nacer, y 43 con- prolactina. Comparado con el grupo que recibió betameta-
troles. No encontraron diferencias significantes en los valo- sona sola, el grupo que recibió betametasona y TRH mostró
res de T3, T4, TSH; globulina fijadora de hormonas tiroideas mayor incremento en la relación lecitina/esgingomielina,
(TBG, por sus siglas en inglés) y relación T4:TBG, en niños menos días de uso de ventiladores y menor incidencia de
con SDR o no. Los prematuros con SDR mostraron meno- displasia broncopulmonar. Para ellos, sus resultados sugirie-
res niveles de T3, T4, TBG y relación T4:TBG, a las 24 horas ron que el uso combinado de betametasona y TRH producía
del nacimiento, e incrementos de los valores de TSH, a las mayor inducción de maduración pulmonar que la betame-
72 horas; posteriormente mostraron un aumento espontáneo tasona sola.
de los niveles de hormonas tiroideas. Las concentraciones de Otras evidencias18-21 también han comprobado la efec-
hormonas tiroideas se correlacionaron de modo significante tividad del tratamiento combinado de TRH y corticoste-
con la severidad de la enfermedad pulmonar. Los autores roides. En 1992, el grupo de Ballard y col.19 realizaron un
consideraron que los niveles disminuidos de hormonas tiroi- estudio multicéntrico, controlado y aleatorio, de 404 mujeres
deas fueron más resultado que causa de SDR y que la terapia con embarazos <32 semanas, tratadas con betametasona más
con T3 o T4 no es garantía para esta condición. Otro hallazgo TRH (cuatro dosis endovenosas de 400 µg cada 8 horas) y
a favor de que la disminución de hormonas tiroideas es más 301 tratadas con betametasona más placebo (grupo control).
consecuencia que causa de esta enfermedad, lo constituye el Hubo 103 niños tratados con betametasona más TRH que
hecho que niños con hipotiroidismo congénito no presentan pesaron <1.500 g al nacer. El tratamiento con TRH no afec-
mayor incidencia de SDR. tó en los dos grupos, la incidencia de SDR (47% vs 58%)
Debido a que T3 y T4 casi no atraviesan la placenta, algu- y de SDR severo (13% vs 25%; P = 0,11). La enfermedad
nos autores han reportado pequeños estudios con inyección pulmonar crónica se desarrolló con menos frecuencia en el
intraamniótica de T4 para estimular la maduración pulmonar grupo de estudio, que en el control (18% vs 44%; P <0,01).
148 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

El riesgo relativo no ajustado de enfermedad pulmonar cró- Antenatal Thyrotropin Releasing Hormone for the Preven-
nica con la terapia con TRH fue significativo (RR 0,40; IC tion of Neonatal Respiratory Disease o Prueba colaborativa
95% 0,26-0·80; P <0,05) y no se modificó después de ajustar- australiana de hormona liberadora de tirotropina antenatal
lo a las variables potencialmente modificantes. Hubo de for- para la prevención de la enfermedad respiratoria neonatal).22
ma significativa menos resultados adversos definidos como Se trató de un grupo colaborativo de 67 investigadores de 16
muerte o continuación de los requerimientos de oxígeno tan- maternidades u hospitales perinatales nivel 3 de Australia,
to a los 28 días de nacidos como al alcanzar las 36 semanas que hicieron un estudio multicéntrico, controlado y aleatorio
de embarazo, en el grupo con TRH y betametasona, que en para vigilar la eficacia de TRH (cuatro dosis endovenosas
el de betametasona y placebo. La incidencia de otras com- de 200 µg cada 12 horas) más corticosteroides versus pla-
plicaciones de la prematuridad fue similar en ambos grupos. cebo más corticosteroides, en 1.234 mujeres con embarazos
Estos autores demostraron que la combinación de TRH más simples o gemelares entre 24-31,6 semanas y sus 1.397 ni-
betametasona, reducía la incidencia de enfermedad pulmonar ños. La frecuencia de SDR (RR 1,17; IC 95% 1,00-1,36;
crónica. Dos años más tarde, el grupo neozelandés de Knig- P =0,05) y la necesidad de ventilación (RR 1,15; IC 95%
ht, Liggins y Wealthall20 hizo otra investigación controlada y 1,01-1,31; P =0,04) fueron mayores en el grupo con TRH
aleatoria en 378 mujeres con embarazos entre 24-32,6 sema- que en el control. El exceso de riesgo en el grupo con TRH
nas, comparando el uso de betametasona sola (grupo control) fue mayor en los niños que nacieron 10 días después del tra-
con la combinación de betametasona más TRH (grupo de tamiento. El análisis multivariado ajustado para la duración
estudio). Al comparar el grupo control con el de estudio, hu- del embarazo al momento de la aleatorización, tiempo desde
bo diferencias significantes en la reducción en la incidencia la aleatorización al parto, paridad, historia de muerte perina-
de SDR (52% vs 31%; RR 0,61; IC 95% 0,41-0,89) y de la tal y sexo del niño, no afectó los riesgos estimados. El uso de
incidencia de SDR severo (42% vs 20%; RR 0,48; IC 95% TRH se asoció en la madre con náuseas, vómitos, cefalea le-
0,29-0,78). El número de muertes cayó de 14% en los con- ve y aumentos de la tensión arterial a 140/90 mm Hg o más.
troles a 1% en el grupo de estudio (RR 0,08; IC 95% 0,01- Para ellos, la administración de TRH más corticosteroides a
0,63). La incidencia de enfermedad pulmonar crónica no fue mujeres con riesgo de parto pretérmino se asoció con riesgos
significantemente diferente, pero la de un resultado adverso maternos y perinatales y no podía ser recomendada para uso
(enfermedad pulmonar crónica o muerte a las 36 semanas clínico extenso. Sin duda, que los resultados de esta prueba
de embarazo) cayó de 29% a 16% en los grupos control y de contradijeron los hasta ahora prometedores hallazgos con la
estudio, respectivamente (RR 0,55; IC 95% 0,31-0,99). Para combinación de TRH y corticosteroides, y cambiaron la for-
este grupo de expertos, de acuerdo con sus resultados, la adi- ma de pensar en la comunidad científica.
ción de TRH a los corticosteroides reducía la incidencia de En 1994, el mismo grupo colaborativo australiano com-
SDR y mejoraba la sobrevivencia en niños pretérmino. pleta el seguimiento a los 12 meses de 1.022 niños incluidos
Hasta este momento, el tratamiento con TRH consistía en el estudio ACTOBAT, y en 1997 publica los resulta-
en 4 dosis endovenosas de 400 µg cada 8 horas, pero en 1995 dos de esta prueba controlada y aleatoria.23 Mediante un
Crowther y col.,21 de Adelaida, Australia, con el fin de dis- cuestionario enviado antes que los niños cumplieran su
minuir los efectos adversos de la TRH, diseñan un estudio primer año de vida, vigilaron el desarrollo sensorial, motor,
controlado y aleatorio comparando 400 µg con 200 µg, en 26 del lenguaje y social. Encontraron que el tratamiento con
mujeres con embarazos entre 24-33 semanas, que habían re- TRH se asoció con incremento en el riesgo de retardo mo-
cibido 1 o más cursos de betametasona. No se encontraron tor, retardo social, retardo motor fino, daño sensorial y da-
diferencias en la sangre de cordón umbilical en los dos gru- ño temprano en el lenguaje. No hubo diferencias entre los
pos en los niveles de TSH, T3, T4, T3 libre (T3 L), T4 libre (T4 grupos de estudio y control en el daño motor. Para el grupo
L) y prolactina (PRL). Las únicas diferencias encontradas total, el tratamiento con TRH se asoció con retardo motor
entre los dos grupos con TRH fueron niveles mayores de T4 (1,51; IC 95% 1,11-2,05), retardo social (RR 1,40; IC 95%
total y menores de T4 L a las 48 horas, en el grupo de 400 1,01-1,95), daño sensorial (RR 2,00; IC 95% 1,06-3,74),
µg comparados con el de 200 µg. Para ello, tanto 200 µg daño severo (RR 1,75; IC 95% 1,07-2,87) y tendencia a
de TRH como 400 µg provocaron estimulación hipofisiaria daño motor (RR 1,50; IC 95% 0,97-2,33), daño tempra-
fetal reflejada en los niveles en sangre de cordón umbilical, no en el lenguaje (RR 1,27; IC 95% 0,90-1,79) y retardo
y ambas dosis obtuvieron niveles significativamente mayores motor fino (RR 1,15; IC 95% 0,83-1,60). No hubo dife-
que el grupo control. rencias en los dos grupos en admisiones al hospital (RR
Pero si hasta 1995 todos los trabajos habían obtenido 1,08; IC 95% 0,83-1,42), visitas médicas (médicos genera-
hallazgos favorables al uso de la combinación de TRH con les RR 1,09; IC 95% 0,79-1,50 o especialistas RR 1,15; IC
corticosteroides, a partir de este mismo año empiezan a 95% 0,87-1,49), síntomas respiratorios (RR 1,16; IC 95%
cambiar los resultados y comienzan a aparecer algunas evi- 0,88-1,53) o trastornos de la conducta (RR 0,93; IC 95%
dencias que no demuestran beneficios o que, más bien, encuentran 0,71-1,21). Atribuyeron estos efectos a que la TRH produ-
efectos adversos. ce un incremento inicial T3 y T4 que suprimen durante un
Una prueba que marcó pauta y se convirtió en un hito fue tiempo indeterminado el eje hipófisis-tiroides, conllevando
el Estudio ACTOBAT (Australian Collaborative Trial of a hipotiroxinemia, que sería la responsable de los efectos
Capítulo 1: Hormona liberadora de tirotropina (TRH) 149

adversos. Concluyeron que debido a que la administración colaborativo australiano del estudio de seguimiento ACTO-
de TRH se asociaba con deficiencias finas y consistentes en BAT, hicieron la réplica al profesor Paneth. En ella expli-
los resultados mayores obtenidos a los 12 meses de edad, caron todos los puntos enunciados antes: 1) tuvieron pocos
era esencial que las pruebas que se planearan en el futuro datos sobre nivel socioeconómico de las madres, 2) el análisis
programaran el seguimiento a largo plazo. Creyeron que el multivariado se hizo más para muerte perinatal pretérmino
uso prenatal de TRH se debía limitar solamente al contexto que para parto perinatal pretérmino y corioamnionitis, 3)
de pruebas clínicas. los resultados a los 12 meses no difirieron en los que fueron
Este estudio causó gran controversia y se le objetaron distribuidos en forma aleatoria antes y después de la intro-
algunos defectos metodológicos. En marzo de 1997, en ducción del placebo, 4) los resultados incluyeron todos los
el mismo número de la revista Pediatrics en que fue pu- centros y en el análisis por estado no hubo diferencias sis-
blicado el estudio ACTOBAT, Marie McCormick24 hace temáticas por región, en los efectos del tratamiento y 5) no
un editorial en el que señala que para poder aceptar las hubo diferencias en el momento de completar el seguimien-
conclusiones de este trabajo, los autores deben demostrar to en las 2 ramas del estudio. Terminaron expresando que
que ningún otro factor pudo alterar las diferencias entre esperaban el reporte de un estudio de seguimiento a 1 año de
los grupos, que obtuvieron una medida válida del daño al niños que recibieron 400 µg de TRH (por la posibilidad que
desarrollo y que ejecutaron una comparación estadística la dosis de 200 µg de TRH usada en el estudio ACTOBAT
apropiada. Igualmente consideró al cuestionario como no fuera la responsable de los efectos adversos) y que mientras
válido e indicó que las hormonas tiroideas no fueron exa- estos resultados no estuvieran disponibles no consideraban
minadas. Además, creyó que si la TRH acelera la madura- ético usar TRH fuera del contexto de pruebas controladas y
ción de múltiples sistemas y órganos a la vez, era inconsis- aleatorias bien diseñadas, que incluyeran seguimiento a lar-
tente que la dosis de TRH fuera insuficiente para producir go plazo en su protocolo.
efecto en un sistema (respiratorio), pero causando secuelas Dos meses después, en enero de 1998, ya había apare-
en otro (neurológico). En resumen, no creyó que este es- cido el surfactante, y un grupo colaborativo de 19 investiga-
tudio apoyara la afirmación de efectos adversos sustan- dores (asesorados y dirigidos por el Dr. Fernando Moya9)
ciales. En septiembre de ese mismo año, la Dra. Caroline de siete maternidades de Santiago de Chile32 presentó un
Crowther,25 en representación del grupo colaborativo aus- estudio controlado, aleatorio y multicéntrico, realizado entre
traliano, especificó el aspecto mordaz de la crítica de la Dra. 1993-1996, para determinar si agregar TRH (cuatro dosis
McCormick, destacó el diseño controlado y aleatorio de la endovenosas de 400 µg cada 8 horas) a los corticosteroides
prueba y con argumentos técnicos y metodológicos expli- reducía la frecuencia de SDR. Incluyeron 280 mujeres (100
có o refutó uno a uno todos los señalamientos anteriores. recibieron TRH y 180 placebo) con embarazos simples <33
Indicó también que McCormick en su editorial no hizo semanas, que recibieron un curso prenatal de betametasona.
referencia a algunos trabajos y comentarios elogiosos sobre Los neonatos que pesaron <1.000 g recibieron surfactante
el estudio ACTOBAT original.26-30 Terminó diciendo que profiláctico y los que pesaron >1.000 g, terapia de rescate.
la diferencia en los efectos notada con las diferentes dosis Estos investigadores no encontraron diferencias significan-
de TRH necesitaba ser examinada en grandes pruebas con tes en la frecuencia de SDR (RR 1,17; IC 95% 0,93-1,48),
seguimiento aleatorio neonatal completo de todos los ni- uso de oxígeno a los 28 días (RR 1,14; IC 95% 0,80-1,62)
ños. Dos meses después, en noviembre de 1997, el profesor y mortalidad neonatal (RR 1,05; IC 95% 0,79-1,38). Las
Nigel Paneth31 del Departamento de Epidemiología de la pérdidas de aire fueron más frecuentes en el grupo de TRH
Universidad del Estado de Michigan, en una carta al editor (RR 1,57; IC 95% 1,23-2,01). Este grupo chileno demostró
de la revista Pediatrics, también planteó algunas preocupa- que, comparada con corticosteroides solos, la combinación
ciones que harían más fácil la interpretación del estudio de prenatal de TRH y corticosteroides no reducía la frecuencia
seguimiento ACTOBAT: 1) agregar tablas que comparen de SDR ni mejoraba los resultados en neonatos pretérmino.
los grupos de TRH y control con variables que afecten la Un mes más tarde, en febrero de 1998, el Grupo Norte-
sensibilidad materna al desarrollo infantil, tales como la americano de Estudio de la Hormona Liberadora de Tiro-
educación materna, 2) hacer análisis multivariado en los tropina33 presentó los resultados de una prueba controlada
dos grupos de la asociación de TRH con problemas que y aleatoria realizada entre octubre de 1992 y diciembre de
controlen el parto pretérmino como la corioamnionitis, 3) 1996, en 13 centros norteamericanos con 981 mujeres y sus
proveer los resultados de la prueba separados del 16% de la 1.134 niños (844 simples y 290 múltiples), con parto pre-
muestra para los cuales no estuvo disponible el placebo, 4) término <30 semanas, que recibieron cuatro dosis endove-
agregar evidencia que los efectos adverso de TRH fueron nosas de 400 µg de TRH cada 8 horas, combinada con un
más o menos consistentes en todos los centros y regiones, curso de betametasona, y las compararon con un grupo que
y no solamente en dos centros y 5) explicar la diferencia recibió un solo curso de betametasona. Solamente los niños
significante en la tasa de seguimiento y al momento de que pesaron <800 g fueron tratados con surfactante posna-
haber completado las dos ramas del estudio. tal. El grupo de riesgo incluyó 769 neonatos que nacieron
A continuación de esta carta, los Drs. Janeth Hiller, Ca- <32 semanas. No hubo diferencias significantes en los dos
roline Crowther, Ross Haslam y Jeffrey Robinson, del grupo grupos en la frecuencia de SDR (66% y 65%), muerte neo-
150 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

natal (11% y 11%), enfermedad pulmonar crónica y muerte disponible para esa fecha e hicieron una revisión sistemática
neonatal (45% y 42%) o muerte a las 36 semanas (32% y para evaluar el efecto de la administración prenatal de TRH
34%) y otras complicaciones neonatales como la severidad y corticosteroides en mujeres con riesgo de parto pretérmi-
de la enfermedad pulmonar. Asimismo, tampoco hubo di- no para prevenir la enfermedad respiratoria neonatal. Estos
ferencias significantes en los dos grupos para los nacidos autores realizaron búsquedas en el Registro de Pruebas de
>32 semanas. Este importante grupo norteamericano con- Embarazo y Parto del Grupo Cochrane (Cochrane Preg-
cluyó que en niños pretérmino con riesgo de enfermedad nancy and Childbirth Group) (julio de 2003), el Registro
pulmonar, la administración de TRH y corticosteroides no Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane
era más beneficiosa que usar corticosteroides solos. Central Register of Controlled Trials) (Cochrane Library,
Este grupo colaborativo norteamericano33 comparó las Número 3, 2003), MEDLINE (1965 a julio de 2003), EM-
cuatro pruebas con resultados adversos22,23,32,33 con las cuatro que BASE (1988 a julio de 2003) y Current Contents (1997
sugerían eficacia17-21 y encontraron algunas diferencias: las a julio de 2003). Seleccionaron ensayos controlados alea-
primeras pruebas10-14 enrolaron menor número de mujeres, torios que comparaban la TRH más corticosteroides, con
menor número de neonatos en el grupo de riesgo, una no corticosteroides con placebo o no. Los principales resul-
fue doble ciego,17 una fue sólo publicada como un resumen18 tados considerados fueron la mortalidad fetal e infantil, la
y en ellas incluyeron niños <32 semanas (mientras que en morbilidad infantil, el desarrollo durante la infancia y la
las pruebas posteriores22,23,32,33 se incluyeron <30 semanas, morbilidad materna. Para la recopilación de datos, al me-
con lo cual la edad de gestación pudo haber influido en los nos dos de los revisores, de forma independiente, realizaron
resultados). Estas limitaciones pueden haber llevado a los evaluaciones sobre la elegibilidad y la calidad de los ensayos.
primeros investigadores a conclusiones inseguras. En los re- En los 13 ensayos incluidos fueron reclutadas más de 4.600
sultados de los grupos colaborativos22,23,32,33 también pueden mujeres. Cinco ensayos fueron calificados como de alta ca-
haber influido los cambios introducidos en el tratamiento de lidad. En términos generales, la TRH prenatal, junto con
los neonatos pretérmino en la década de los años 90. los corticosteroides, no redujo el riesgo de las enfermedades
En septiembre de 1999, otro grupo colaborativo, en este respiratorias neonatales o la dependencia crónica al uso de
caso europeo,34 publicó una prueba controlada y aleatoria, oxígeno, y no mejoró los resultados fetales, neonatales o de
realizada en dos centros y diseñada para evaluar si la com- la infancia que fueron evaluados con un análisis del tipo por
binación de TRH (cuatro dosis endovenosas de 400 µg de intención de tratar (intention to treat analysis). De hecho,
TRH cada 8 horas) y corticosteroides disminuía el riesgo los datos mostraron que la administración prenatal de TRH
de morbilidad severa o muerte asociadas a la prematuridad. tuvo efectos adversos para las mujeres y sus recién nacidos.
Midieron como resultado primario a la enfermedad pulmo- Todos los efectos secundarios monitorizados tuvieron ma-
nar crónica (definida como dependencia de oxígeno a los 28 yor probabilidad de ocurrir en las mujeres que recibieron
días de nacido) y como resultado secundario a otras enfer- TRH. En los neonatos, la TRH prenatal aumentó el riesgo
medades respiratorias (en particular SDR), otras causas de de requerir asistencia respiratoria (RR 1,16; IC 95%:1,03-
morbilidad como hemorragia intraventricular y enterocolitis 1,29; tres ensayos, 1969 neonatos), el riesgo de tener una
necrosante y efectos maternos adversos. La prueba tuvo que puntuación de Apgar baja a los cinco minutos (RR 1,48; IC
ser detenida prematuramente debido a la evidencia de sus 95% 1,14-1,92; tres ensayos, 1969 neonatos) y en los dos
resultados preliminares. La enfermedad pulmonar crónica y ensayos que proporcionaron datos se asoció con resultados
la muerte neonatal fueron mayores en el grupo con TRH más deficientes durante el seguimiento en la infancia. Los
(RR 0,8; IC 95% 0,5-1,2). No hubo otras diferencias en- análisis de sensibilidad por la calidad del ensayo, o los aná-
tre los grupos. El análisis estratificado no reveló diferencias lisis por subgrupos de acuerdo con diversos tiempos entre
entre los dos grupos en cuanto al tiempo antes del parto en la incorporación al estudio y el nacimiento, o con diferentes
que se recibió la TRH o el placebo. Este grupo colaborativo regímenes de dosis de TRH, no cambiaron estos resultados.
europeo concluyó que estas pruebas son muy pequeñas para Los revisores concluyeron que la administración prenatal
producir un efecto convincente del uso prenatal de TRH so- de la hormona liberadora de tirotropina, junto con los cor-
bre los resultados neonatales. Afirmaron que si se agregaban ticosteroides, a las mujeres con riesgo de parto muy prema-
estos datos a los metaanálisis o a las revisiones sistemáticas turo no mejoraban los resultados del recién nacido y podían
existentes proporcionarían evidencia en la cual subsecuente- causar efectos secundarios maternos.
mente se podía basar la práctica clínica. Aquí quedó demostrado, a la luz de la mejor evidencia
Con los resultados de estos tres grupos colaborativos32-34 como lo es la revisión sistemática, que la combinación de
que utilizaron 400 µg de TRH, se confirmó que, como se TRH más corticosteroides no produce beneficios al neonato
creía inicialmente, los hallazgos adversos de los estudios AC- y puede causar efectos adversos en la madre.
TOBAT22,23 no eran dosis-dependientes (debido a que en ellos Sin embargo, en diciembre de 2001, Gross y Moya,36 de
se usaron 200 µg de TRH). la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, New Ha-
No conformes con los resultados aislados de los grupos ven, EE.UU., replantearon el uso de TRH y corticosteroides,
colaborativos y con el fin de obtener una mejor conclusión, pero esta vez en sitios o situaciones en los que no sea posible
en el año 2000, Crowther y col.35 reunieron la evidencia utilizar el surfactante. Ellos realizaron un metaanálisis de las
Capítulo 1: Hormona liberadora de tirotropina (TRH) 151

pruebas controladas y aleatorias para esa fecha, con el fin 7,0; valor t: 2,5; P =0,03) como a los 24 meses (β: 15,2; error
de explorar la posibilidad de usar TRH más corticosteroi- estándar: 7,5; valor t: 2,0; P =0,01). En el grupo de TRH los
des en sitios donde, debido a su costo, no puedan disponer índices de desarrollo psicológico a los 12 y 24 meses fueron
del surfactante, y separaron las pruebas donde se usó sur- 10 y 5 puntos menores respectivamente, pero no eran esta-
factante de las que no se usó. Debido a que el surfactante dísticamente significantes (P =0,08 y P =0,27). En el análisis
estuvo sólo disponible para un grupo del estudio ACTO- post hoc, realizado para estudiar si la TRH afectó el desarrollo
BAT, cada grupo fue analizado con los datos de la prueba mental a los 2 años de edad, se consiguió asociación entre
ACTOBAT o sin ellos. Una característica de las primeras la administración de TRH y las puntuaciones más bajas en
pruebas presurfactante fue que muy pocas fueron diseñadas los índices de desarrollo mental (β: 12,5; error estándar: 8,1;
para analizar la «intención de tratar». En la mayoría de esos valor t: 1,6; P =0,05). Para estos autores, el tratamiento pre-
estudios se decidió a priori incluir niños que nacieron en un natal con TRH se asoció con retardo en el desarrollo mental
período especificado de tiempo después de terapia hormo- y su estudio demostró la importancia del seguimiento a largo
nal. La adición de TRH no redujo el SDR en las pruebas en plazo de las pruebas de intervención perinatal, por las posi-
que se usó surfactante. En las pruebas presurfactante el SDR bles consecuencias en el desarrollo neurológico de los niños.
fue disminuido significantemente cuando se examinaron los Este es el segundo estudio de seguimiento que encuentra efec-
datos con la «intención de tratar», así como en los niños na- tos adversos a largo plazo con el uso de la terapia combina-
cidos entre 1-10 días después de la terapia materna. Hubo da de TRH más corticosteroides. En este caso, los niños no
también una disminución significante en la dependencia de solamente fueron evaluados a 1 año de edad sino también a
oxígeno a los 28 días del nacimiento y de la dependencia de los 2 años. Aquí fue descartada la probabilidad de la influencia
oxígeno o muerte a los 28 días, en los niños nacidos entre deletérea a largo plazo de las enfermedades respiratorias del pre-
1-10 días después del tratamiento. El uso prenatal de TRH maturo. Descartado este aspecto y estudiada la influencia de
no tuvo efecto significante en complicaciones neonatales co- la administración de TRH, sus resultados son concluyentes
mo pérdida de aire, hemorragia intraventricular, persisten- sobre su efecto adverso en los índices de desarrollo mental
cia del conducto arterioso, retinopatía de la prematuridad o a 1 y 2 años de edad. Al igual que en el seguimiento del
enterocolitis necrosante. Sin embargo, la TRH no produjo estudio ACTOBAT,23 los autores atribuyeron el mecanismo
supresión transitoria del eje hipófisis-tiroides. Hubo una nocivo de la TRH a que cruza rápidamente la placenta, in-
variedad de complicaciones transitorias en las madres, in- duciendo la producción de niveles elevados de T3 y T4 con
cluidas náuseas, vómitos, oleadas de calor, sensación de pe- la consiguiente inhibición negativa del eje hipófisis-tiroides,
sadez en la cabeza y aumento de la tensión arterial. Estos produciéndose entonces una hipotiroxinemia secundaria que
autores concluyeron que la prioridad es la implementación sería la responsable de las secuelas neurológicas a largo pla-
de una adecuada terapia prenatal con corticosteroides y que zo. Ellos finalizaron su trabajo afirmando que, debido a la
los datos de su estudio sugieren considerar la posibilidad de evidencia demostrada por las diferentes pruebas y la revi-
agregar TRH en las situaciones donde no esté disponible el sión sistemática, la TRH no se debe seguir utilizando en la
surfactante. práctica clínica en mujeres con riesgo de parto pretérmino,
Pero un año después (2002), Briet y col.37 reportan otra y enfatizan la importancia de los estudios de seguimiento a
prueba de seguimiento a los dos años de vida a 42 niños que largo plazo.
habían participado en uno de los dos centros donde se reali- Por otra parte, con el advenimiento del surfactante y la
zó la prueba europea de TRH antenatal y, al igual que en el demostración de su eficacia, sólo o agregado a los corticoste-
seguimiento del estudio ACTOBAT,16 también consiguie- roides, también ha disminuido el uso clínico de TRH.
ron alteraciones en el desarrollo neurológico. Las madres de
estos infantes habían sido tratadas antes de las 30 semanas
de embarazo con corticosteroides más o placebo (grupo RESUMEN
placebo, n: 21) o 4 dosis de 400 µg de TRH cada 8 horas
(grupo TRH, n: 21). La vigilancia durante el estudio incluyó Evidencias en animales y las primeras evidencias en huma-
el desarrollo neurológico a los 12 meses con el método de nos mostraron beneficios neonatales de la combinación de
Touwen y el desarrollo psicológico a los 12 y 24 meses usan- TRH y corticosteroides. A partir de 1995, la evidencia nivel
do las escalas de desarrollo de Bayley. En el grupo de TRH I en humanos, obtenida por los estudios más recientes,22,23,32-
encontraron más problemas respiratorios y mayor número 35,37
no ha demostrado beneficios de esa combinación en los
de días con ventilador y más enfermedad pulmonar crónica. recién nacidos, independientemente de la dosis de TRH
Con el fin de descartar el conocido efecto adverso a largo utilizada. Por el contrario, han conseguido incremento de
plazo de las enfermedades respiratorias sobre el desarrollo efectos maternos adversos y alteraciones del desarrollo neu-
neurológico, los autores realizaron análisis univariado y de rológico infantil en el seguimiento a 1 y 2 años de edad.
regresión múltiple de sus datos. Los resultados neurológicos Actualmente no se recomienda el uso clínico de TRH, y se
y motores no difirieron entre los grupos, pero el grupo con aconseja reservarla solamente para grandes pruebas contro-
TRH tuvo menores índices de desarrollo mental tanto a los ladas, aleatorias y bien diseñadas, que incluyan el seguimien-
12 meses de edad (14 puntos menos: β: 17,4; error estándar: to a largo plazo en su protocolo.
152 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

BIBLIOGRAFÍA roxine in multiple pregnancy. Prenat Diagn 1991; 11: 317-


322.
1.- Ballard P. Combined hormonal treatment and lung matura- 17.- Morales W, O’Brien W, Angel J, Knuppel R, Sawai S. Fetal
tion. Semin Perinatol 1984; 8: 283-292. lung maturation: the combined use of corticosteroids and
2.- Wu B, Kikkawa Y, Orlalezi M. The effect of the tyrosine on thyrotropin releasing hormone. Obstet Gynecol 1989; 73:
the maturation of fetal rabbit lungs. Biol Neonato 1973; 22: 111-116.
161-164. 18.- Althabe F, Fustinana C, Althabe O, Ceriani-Cernades J.
3.- Kumar R, Hegde K. Influence of thyroid hormone on the Controlled trial of prenatal betamethasone plus TRH vs be-
phospholipid composition of lung tissue and surfactant of tamethasone plus placebo for prevention of RDS in preterm
rats. Indian J Physiol Pharmacol 1983; 27: 203-208. infants. Pediatr Res 1991; 29: Suppl:200A.
4.- Ballard P, Hovey M, Gonzales L. Thyroid hormone stimula- 19.- Ballard R, Ballard P, Creasy R, Padbury J, Polk D, Bracken
tion of phosphatidylcholine synthesis in cultured fetal rabbit M et al. The TRH Study Group. Respiratory disease in very
lung. J Clin Invest 1984; 74: 898-905. low birth weight infants after prenatal thyrotropin releasing
5.- Ikegami M, Jobe A, Pettenazzo A, Seidner S, Berry D, Ruffi- hormone and glucocorticoid. Lancet 1992; 339: 510-515.
ni L. Effects of maternal treatment with corticosteroids, T3, 20.- Knight D, Liggins G, Wealthall S. A randomized controlled
TRH, and their combinations on lung function of ventilated trial of antepartum thyrotropin releasing hormone and beta-
preterm rabbits with and without surfactant treatments. Am methasone in the prevention of respiratory disease in pre-
Rev Respir Dis 1987; 136: 892-898. term infants. Am J Obstet Gynecol 1994; 171: 11-16.
6.- Liggins G, Schellenberg J, Manzai M, Kitterman J, Lee C. 21.- Crowther C, Haslam R, Hiller J, McGee T, Robinson J. Thy-
Synergism of cortisol and thyrotropin-releasing hormone on rotropin releasing hormone (TRH) and lung maturation:
lung maturation in fetal sheep. J Appl Physiol 1988; 65: does 200 µg TRH provide effective stimulation to the pre-
1880-1884. term fetal pituitary gland compared with 400 µg TRH? Am
7.- Warburton D, Parton L, Buckley S, Cosico L, Enns G, Salu- J Obstet Gynecol 1995; 173: 719-723.
na T. Combined effects of corticosteroid, thyroid hormones, 22.- ACTOBAT Study Group. Australian collaborative trial of
and agonist on surfactant, pulmonary mechanics, and recep- antenatal thyrotropin releasing hormone (ACTOBAT) for
tor binding in fetal lamb lung. Pediatr Res 1988; 24: 166- the prevention of neonatal respiratory disease. Lancet 1995;
170. 345: 877-882.
8.- Ikegami M, Polk D, Tabor B, Lewis J, Yamada T, Jobe A. 23.- Crowther C, Hiller J, Haslam R, Robinson J. Australian col-
Corticosteroid and thyrotropin releasing hormone effects on laborative trial of antenatal thyrotropin releasing hormone:
preterm sheep lung function. J Appl Physiol 1991; 70: 2268- Adverse effects at 12 month follow up. Pediatrics 1997; 99:
2278. 311-317.
9.- Moya F, Gross I. Combined hormonal therapy for the pre- 24.- McCormick M. The credibility of the ACTOBAT follow up
vention of respiratory distress syndrome and its consequenc- study. Pediatrics 1997; 99: 476-478.
es. Semin Perinatol 1993; 17: 267-274. 25.- Crowther C. The ACTOBAT debate. Pediatrics 1997; 100:
10.- Stein H, Martínez A, Blount L, Oyama K, Padbury J. The 418-420.
effects of corticosteroids and thyrotropin releasing hormone 26.- Chiswick M. Antenatal TRH. Lancet 1995; 345: 872-873.
on newborn adaptation and sympathoadrenal mechanisms in 27.- Hayward P, Díaz-Rossello J. New evidence for preventive
preterm sheep. Am J Obstet Gynecol 1994;171: 17-24. perinatal care. Lancet 1995; 346: S17.
11.- Moraga F, Riquelme R, López A, Moya F, Llanos A. Mater- 28.- Crowther C, Alfirevic Z. Antenatal thyrotropin releasing hor-
nal administration of glucocorticoid and thyrotropin releas- mone prior to preterm delivery. In: Pregnancy and Childbirth
ing hormone enhances fetal lung maturation in undisturbed Module. In: Neilson J, Crowther C, Hodnett E, Hoffmeyr J,
preterm lambs. Am J Obstet Gynecol 1994; 171: 729-734. Keirse M, editors. Pregnancy and Childbirth Module of The
12.- Klein A, Foley B, Foley T, Mac Donald H, Fisher D. Thyroid Cochrane Database of Systematic Reviews (updated 05 De-
function studies in cord blood from premature infants with cember 1996). Available in the Cochrane Library (database on
and without RDS. J Pediatr 1981; 98: 818-824. disk and CD-ROM). Oxford, England: The Cochrane Col-
13.- Sthanke N, Stenzel E, Hellwege H. Thyroid function studies laboration. Issue 1. Update Software; 1997. Updated quarterly.
in cord blood from premature infants with and without RDS. 29.- Ballard R, Ballard P, Cnaan A, Pinto-Martin J. Thyrotropin
Acta Endocrinol Suppl (Copenh) 1986; 279: 354-360. releasing hormone for prevention of neonatal respiratory dis-
14.- Mashiach S, Barkai G, Sach J. Enhancement of fetal lung ease. Lancet 1995; 345: 1572.
maturity by intraamniotic administration of thyroid hor- 30.- Moya F, Maturana A. Thyrotropin releasing hormone for
mone. Am J Obstet Gynecol 1978; 130: 289-295. prevention of neonatal respiratory disease. Lancet 1995; 345:
15.- Amato M, Sidiropoulos D, von Muralt G. Prevention of 1572-1573.
hyaline membrane disease by intraamniotic administration 31.- Paneth N. ACTOBAT: 1 year follow up. Pediatrics 1997;
of thyroxine. Pediatr Med Chir 1985; 6: 363-365. 100: 903.
16.- Dan U, Barkai G, Reichman B, Goldman B, Mashiach S. 32.- Santiago Surfactant Group. Collaborative trial of prenatal
Induction of fetal lung maturation with intraamniotic thy- thyrotropin-releasing hormone and corticosteroids for pre-
Capítulo 1: Hormona liberadora de tirotropina (TRH) 153

vention of respiratory distress syndrome. Collaborative Am J stet Gynecol.1999; 1069: 898 –906.
Obstet Gynecol 1998; 178: 33-39. 35.- Crowther C, Alfirevic Z, Haslam R. Thyrotropin releasing
33.- Ballard R, Ballard P, Cnaan A, Pinto-Martin J, Davis D, hormone added to corticosteroids in women at risk of pre-
Padbury J et al for The North American Thyrotropin Releas- term birth for preventing neonatal respiratory disease. The
ing Hormone Study Group. Antenatal thyrotropin releasing Cochrane Database Systematic Review 2006. Issue 1.
hormone to prevent lung disease in preterm infants. N Eng J 36.- Gross I, Moya F. Is there a role for antenatal TRH therapy
Med 1998; 338: 493-498. for the prevention of neonatal lung disease? Semen Perinatol
34.- Alfirevic Z, Boer K, Borcklehurst P, Buimer M, Elbourne D, 2001; 25: 406-416.
Kok J et al. Two trials of antenatal thyrotropin releasing hor- 37.- Briet J, van Sonderen L, Buimer M, Boer K, Kok J. Neurode-
mone for fetal maturation: stopping before the due date. An- velopmental outcome of children treated with antenatal thy-
tenatal TRH Trial and the Thyroneth Trial Groups. Br J Ob- rotropin releasing hormone. Pediatrics. 2002; 110: 249-253.
Ambroxol 2
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Liliana Briceño de Fuenmayor

Di la verdad aunque sea amarga,


di la verdad aun contra ti mismo

Mahoma

El ambroxol (Figuras 1 y 2) es una benzilamina derivada de


la bromexina (metabolito VIII) que fue desarrollado inicial-
mente como expectorante. Evidencias en animales demos-
traron que el ambroxol estimulaba la producción y secreción
de surfactante. Tratando de buscar una alternativa médica
que prevenga el síndrome de dificultad respiratoria (SDR)
y tenga menos efectos adversos que los corticosteroides, se
ha estudiado su utilización en humanos.1 El ambroxol repre-
senta una alternativa a los corticosteroides en la profilaxis
del SDR, ya que entre sus ventajas se cuentan que tiene me-
nos efectos adversos y puede ser administrado por vía oral fue reportado en 1977 por von Wichert y col.2 quienes inves-
y endovenosa. Una desventaja sería la administración de la tigaron la incorporación de ácidos oleico, palmítico y laúrico
dosis recomendada. En Venezuela, como en la mayoría de en los fosfolípidos de pulmón e hígado de conejos tratados
los países, se presenta en jarabes con 15-30 mg/5 cc, tabletas con ambroxol (10 mg/kg) y bromexina, encontrando un in-
de 30 mg y ampollas de 15 mg/2 cc. En los estudios durante cremento marcado (>200% comparado con los controles) en
el embarazo utilizaron por vía oral 1.000-1.300 mg diarios, la incorporación de ácido palmítico en la fosfatidilcolina y
lo que equivaldría a tomar 11,11-14,44 cucharadas de 15 cc la fosfatidiletanolamina. Concluyeron que ambas drogas es-
o la misma cantidad de tabletas diariamente. Para alcanzar la timulaban la síntesis de fosfolípidos, hecho que podía tener
dosis endovenosa (1.000 mg diarios o cada 8 horas), se ne- implicaciones terapéuticas. Ocho años más tarde, von Seefeld
cesitan 66,66 ampollas. Un estudio reciente sólo usó 30 mg y col.,3 de Hungría, estudiaron el ambroxol en fetos y adul-
diarios por vía oral (1 cucharada o 1 tableta), pero su pequeña tos de animales y, midiendo varios parámetros, consiguieron
casuística no permite obtener conclusiones seguras. Quizá la incremento en la actividad de los neumocitos tipo II, con
confusión con la dosis viene porque en neonatos para tratar lo que se facilitó la maduración pulmonar. Por su parte, en
el SDR y en experimentación con cobayos para tratar la tos 1989, Pozzi y col.,4 de la Universidad de Turín, Italia, estu-
se han utilizado 10 mg/kg de peso corporal, 1-2 veces al día. diando ratas sanas, encontraron: 1) que el aumento de la acti-
vidad antielastasa alveolar inducido por ambroxol no pareció
EVIDENCIAS EN ANIMALES debido a la reactivación de la alfa 1-antitripsina normalmen-
te oxidada en el medio alveolar, 2) en la fibrosis pulmonar
Desde hace mucho tiempo se conocen los efectos estimulan- inducida por bleomicina, la protección del ambroxol redujo
tes del ambroxol sobre la producción y la secreción de sur- el contenido total de colágeno al día 28 y 3) en la fibrosis
factante. A continuación se mencionan cinco trabajos de ex- pulmonar inducida por paraquat, los fosfolípidos alveolares
perimentación en animales,2-8 que estudiaron estos eventos y estuvieron marcadamente reducidos todos los 21 días que
reportaron resultados contraproducentes. El primero de ellos duró el experimento. Al aumentar la dosis de paraquat, la

154
Capítulo 2: Ambroxol 155

Figura 1 Estructura química del ambroxol:


2-amino-3,5-dibromo-N-[trans-4-hydroxio­
clohexil] benzilamina.

Figura 2 Diferentes presentaciones comer­


ciales internacionales de ambroxol.

protección del ambroxol redujo significantemente la tasa de efecto en hígado y corazón, lo que sugiere que el ambroxol
muerte de las ratas. Para determinar el efecto protector del puede facilitar la defensa antioxidante en tejido pulmonar
ambroxol a los lípidos pulmonares, del daño producido por y actuar como un antioxidante lipídico pulmonar. En 1998,
la peroxidasa, Nowak y col.5 en 1994 inyectaron ratones con Hausen y col.,6 de la Universidad de Stanford, California,
ambroxol intraperitoneal, encontrando disminución de la EE.UU., en un estudio controlado, consiguieron resultados
peroxidación lipídica en pulmón, pero no consiguieron este adversos cuando investigaron las propiedades antiinflamato-
156 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

rias y de incremento de los niveles endógenos de surfactante, humano, la producción de surfactante puede ser inducida a
del ambroxol (0,4 mg/kg), la dexametasona (2 mg/kg) y pla- las 7-12 semanas de embarazo, la dexametasona y la beta-
cebo, como pretratamiento intraperitoneal a ratas donantes metasona estimulan la formación de cuerpos lamelares, el
de doble transplante de pulmón, y encontraron que el pre- fenoterol probablemente no tiene efecto y el ambroxol tiene
tratamiento a donantes con dexametasona no mejoró la fun- un efecto marcado.
ción de los colgajos, y que el pretratamiento a donantes con
ambroxol fue potencialmente dañino a la función del colgajo Evidencias clínicas
durante la reperfusión. Otro estudio que no demostró estos
El uso clínico del ambroxol en los humanos no tiene con-
efectos se realizó en Alemania, donde Wirtz,7 de la Univer-
traindicaciones y es bien tolerado a altas dosis, de allí que
sidad de Leipzig, publicó en julio de 2000 una investigación
se conocen doce pruebas clínicas11-25 que han estudiado sus
en ratas sobre el efecto directo del ambroxol en la síntesis
efectos en la prevención del SDR.
y secreción de surfactante, usando células alveolares tipo II
aisladas, midiendo los niveles de fosfatidilcolina a concen-
Evidencias nivel I
traciones crecientes de ambroxol, y no hubo incrementos en
la secreción de surfactante. Por su parte, a diferencia de los En cuanto a la evidencia nivel I, se han conseguido algunos
dos estudios anteriores, en China, en junio de 2004, el gru- estudios controlados y aleatorios que han estudiado el efecto
po de Fu y col.8 publicó también una investigación sobre del ambroxol en la prevención del SDR,11-16 4 de ellos de-
los efectos de ambroxol y dexametasona en la expresión de mostraron efecto protector y 2, no. El primero de ellos, fue
proteínas surfactantes pulmonares en pulmones de ratas y realizado en 1978 por Lorenz y col.,11 de Alemania, quienes
consiguieron resultados alentadores ya que, comparadas con no obtuvieron resultados satisfactorios. Ellos estudiaron 32
los controles, tanto la administración prenatal de ambroxol pacientes con embarazos <35 semanas y a 45 con >35 sema-
como de dexametasona incrementaron significativamente (P nas y dieron ambroxol a 46 y placebo a 31. Hubo 15 casos de
<0,05) la expresión de las proteínas pulmonares SP-A, SP-B SDR, 13 en el grupo de <35 semanas y 2 en el de >35 sema-
y SP-C del ARNm, detectadas in situ en células alveolares nas. En el grupo de pacientes tratadas con ambroxol no hubo
tipo II en pulmón fetal de ratas al día 19 de embarazo. reducción del SDR, ya que el 20% desarrolló este síndrome,
mientras el 16% lo hicieron en el grupo placebo. En los na-
cidos <35 semanas se desarrolló SDR en 50% del grupo de
EVIDENCIAS EN HUMANOS ambroxol y en 32% del grupo placebo. En este estudio el
ambroxol no produjo reducción significante del SDR. Pero
hay otros trabajos que si la obtuvieron, como el realizado en
Evidencias experimentales
1986 por Vytista y col.,12 de Viena, Austria, quienes inclu-
En humanos se consiguieron dos estudios experimentales9,10 yeron 29 mujeres con embarazos entre 30-36 semanas con
que evaluaron la acción del ambroxol en tejidos pulmona- parto pretérmino, a las que se les hizo amniocentesis antes y
res y consiguieron resultados positivos. En marzo de 1983, después de la terapia para medir la relación lecitina/esfingo-
Zsolnai y col.,9 de Alemania, reportaron los resultados de mielina y la superficie dinámica de tensión. Fueron divididas
la diferenciación morfológica de pulmón fetal humano del en dos grupos: grupo A, 15 pacientes que recibieron am-
primer trimestre del embarazo (8-12 semanas), en ausen- broxol (1.000 mg endovenoso en solución glucosada al 5%,
cia o presencia de dexametasona, betametasona, ambroxol diarios durante los días 1 a 5) y placebo intramuscular los
y dexametasona más fenoterol. Estudiaron especialmente días 1 y 2; y grupo B, 14 pacientes que recibieron betameta-
si los cuerpos multilamelares y las estructuras tubulares de sona (8 mg intramuscular los días 1 y 2) y placebo endove-
mielina, características del surfactante humano, podían ser noso los días 1 a 5. En este trabajo, el ambroxol produjo una
demostrados en las células después de los diferentes trata- marcada, pero no significante, mejoría en la relación leciti-
mientos. La dexametasona y la betametasona promovieron na/esfingomielina y en la superficie dinámica de tensión. Un
directamente el desarrollo de los cuerpos multilamelares y año después, en enero de 1987, Wolff y col.13 publicaron en
las estructuras tubulares de mielina en las células tipo II. Alemania una prueba controlada y aleatoria con un diseño
Mejor aun, el ambroxol produjo un prominente efecto esti- similar a la anterior, comparando ambroxol y betametasona,
mulatorio en la síntesis de surfactante a una concentración pero en embarazos entre 28-36 semanas. El grupo de am-
de 12 ng/mg. El fenoterol no tuvo efecto estimulatorio en la broxol se formó con 57 pacientes y el de betametasona con
producción de surfactante. El efecto de dexametasona más 58. El SDR fue estimado en base a los hallazgos clínicos y
fenoterol fue de empeoramiento. Esta importante investiga- radiológicos y a los gases en sangre. La morbilidad por SDR
ción demostró que el pulmón del feto humano es capaz de fue 18,2% en el grupo de ambroxol y 35,7% en el de beta-
responder a la acción de los corticosteroides y el ambroxol metasona. Estos resultados confirmaron que el ambroxol re-
tan temprano como en el primer trimestre del embarazo, duce el SDR neonatal al igual que la betametasona, pero con
mediante la acumulación de fosfolípidos. En Hungría, en ambroxol fueron menores los efectos adversos. Ese mismo
1985, en un experimento similar al anterior, Zsolnai y col.10 año se presentó otro trabajo controlado y aleatorio, realizado
reportaron hallazgos similares: en neumocitos de pulmón nuevamente en la Universidad de Milán, Italia, por Luerti y
Capítulo 2: Ambroxol 157

col.,14 quienes también estudiaron ambroxol con betameta- la incidencia de SDR (23,2% y 41,7%, respectivamente; P
sona. Ellos, entre septiembre de 1981 y noviembre de 1984, <0.05). No hubo reducción en la incidencia de SDR en los
compararon 83 niños que habían recibido ambroxol antes tratados con ambroxol que tenían <32 semanas, a pesar que
de las 37 semanas de embarazo con 86 que habían recibido todos los parámetros examinados para determinar madurez
betametasona, y la incidencia total de SDR fue significante- pulmonar reflejaban mayor efecto estimulante del ambroxol
mente mayor (P <0,05) en el grupo de betametasona (31%) que el grupo placebo, particularmente en los de <33 semanas.
que en el de ambroxol (13%). El ambroxol también fue más En esta investigación, la ruptura prematura de membranas
efectivo que la betametasona en embarazos gemelares, en ni- (RPM) prolongada no tuvo efecto protector contra el SDR.
ños <31 semanas, cuando el intervalo RPM-parto fue mayor Dos años más tarde, en 1984, Luerti y col.,18 de la Universi-
de 48 horas, cuando el intervalo tratamiento-parto estuvo dad de Milán, Italia, compararon los niveles de prolactina y
entre 2-7 días y en niñas del sexo femenino. La infección hormonas tiroideas a 31 niños cuyas madres recibieron am-
neonatal fue significantemente mayor (P <0,05) en los trata- broxol prenatal, en 31 que habían recibido betametasona y
dos con betametasona (18%, con 4 muertes) que en el grupo en 27 que no habían recibido medicamentos. La única dife-
de ambroxol (9%, con 1 muerte). Estos resultados sugirieron rencia significante (P <0,05) encontrada, fue niveles mayores
que el ambroxol era una alternativa válida a los corticoste- de T3 en el grupo de ambroxol entre 33-36 semanas. Los
roides. También en 1986, el mismo grupo austriaco, esta vez niveles hormonales no fueron significantemente diferentes
presentado por Salzer y col.,15 realizó una prueba multicén- en los niños que desarrollaron SDR o no. En marzo de 1989,
trica, controlada y aleatoria comparando ambroxol (n: 77) y nuevamente Wauer y col.,19 de la Universidad Humboldt
betametasona (n: 85) a pacientes con parto pretérmino entre de Berlín, Alemania, para estimar la eficacia del ambroxol,
28-36 semanas. La incidencia de SDR en el grupo de am- revisaron todos los datos de los trabajos experimentales y
broxol fue 9% y en el de betametasona fue 6%, por lo que clínicos para esa fecha. Estos revisores encontraron: 1) que
no hubo diferencia significante. Los análisis de líquido am- la administración de ambroxol a animales tenía cierta in-
niótico realizado a 46 pacientes de ambos grupos mostraron fluencia en promover la maduración pulmonar, alta especifi-
incremento de surfactante luego de ambos tratamientos, sin cidad sobre los tejidos pulmonares, una relación favorable de
diferencias significantes. En este estudio, el ambroxol, com- intención de acción y pocos efectos adversos, 2) en cuanto a
parado con betametasona, fue efectivo en la prevención del los estudios clínicos para prevención de SDR, el ambroxol
SDR. Por último, otra prueba controlada y aleatoria reportó incrementa los valores de los parámetros de líquido amnió-
resultados diferentes, ya que no consiguió evidencia de la efi- tico usados para la estimación de la maduración pulmonar
cacia del ambroxol en la prevención del SDR. Fue elaborada y disminuye la incidencia de SDR tan efectivamente como
en la Universidad de Florencia, Italia, publicada en mayo de los corticosteroides, 3) en estos reportes el número de ni-
1997, por Dani y col.,16 y no demostró eficacia del ambroxol ños <33 semanas fue escaso y más evidencias eran necesarias
en la profilaxis del SDR. Ellos estudiaron 88 madres (grupo para confirmar los resultados, 4) la administración posnatal
de ambroxol: 42, grupo control: 46) cuyos hijos nacieron en- de ambroxol tuvo efectos benéficos el curso del SDR severo
tre 24-34 semanas y no encontraron diferencias significantes por medio del incremento de la tasa de sobrevivencia, dismi-
entre los dos grupos en la ocurrencia de SDR (55% vs 45%), nución de la necesidad de oxígeno y ventilación artificial y
soporte por ventilación intermitente (71% vs 72%) y oxige- mejorando la distensibilidad, 5) los estudios farmacológicos
noterapia a las 12 horas de edad (74% vs 75%). en niños pretérmino no mostraban influencia del ambroxol
en la tensión arterial y la frecuencia cardiaca y 6) el ambroxol
se unía rápidamente a los receptores tisulares desde donde se
Evidencias nivel II
liberaba continuamente, lo que indicaba que las aplicaciones
Algunas pruebas clínicas de nivel II17-25 han estudiado repetidas eran tan efectivas como la infusión continua.
en humanos, los efectos del ambroxol en la prevención del En Alemania, Heymanet y col.20 publicaron en agosto
SDR. En 1982, el grupo de Wauer y col.17 de la Universidad de 1990 un trabajo en el cual compararon el efecto de am-
de Humboldt en Berlín, Alemania, presentaron un estudio broxol y betametasona en la prevención del SDR, en neona-
controlado y doble ciego, donde administraron ambroxol tos prematuros y a término, provenientes de 137 pacientes
(1.000 mg diarios por 5 días) a mujeres con embarazos <36 con hipertensión inducida por el embarazo, diabetes me-
semanas. Durante las primeras 24 horas luego de la adminis- llitus, insuficiencia placentaria y RPM. Solamente efectos
tración de ambroxol (n: 56) o placebo (n: 60), se les practicó adversos menores (como náuseas) estuvieron presentes en
una amniocentesis para determinar los fosfolípidos totales, la pocas madres, mientras que en los neonatos no hubo. La
relación lecitina/esfingomielina, la relación fosfatidilcolina/ incidencia de SDR fue comparable en los grupos de am-
esfingomielina y las propiedades de la superficie de tensión broxol y betametasona (2,9% y 2,2%, respectivamente). Los
del líquido amniótico después de ambroxol o placebo. Este casos de SDR leves y transitorios fueron más frecuentes en
grupo no encontró diferencias significantes en los factores el grupo de ambroxol que en el de betametasona. Debido a
de riesgo para SDR (diabetes, asfixia, sexo masculino, cesá- sus resultados y a los menores efectos adversos del ambroxol
rea), pero sí hubo diferencias estadísticamente significantes con relación a los corticosteroides, los autores recomendaron
a favor del grupo de ambroxol con respecto al control en el uso de ambroxol en embarazos con patologías especiales,
158 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

como las estudiadas. Unos años después (1995), Kimya y que no encontraron reducción del SDR en recién nacidos de
col.,21 de Turquía, estudiaron los efectos benéficos y adversos madres diabéticas expuestas a ambroxol o corticosteroides.
para maduración pulmonar fetal, del ambroxol, comparando Otra evidencia de la eficacia del ambroxol la proporcionó
24 niños prematuros cuyas madres recibieron ambroxol oral el grupo de Molina y col.,25 de la Universidad Central de
(1.300 mg diarios hasta día del parto) con 58 niños que no lo Quito, Ecuador, quienes en el año 2004, en una carta a los
recibieron. El SDR ocurrió en 8% del grupo de ambroxol y editores del American Journal of Obstetrics and Gynecology re-
10% del grupo control. El único caso de SDR que sobrevivió portaron una prueba controlada, prospectiva, realizada entre
había recibido ambroxol. La sepsis fue más frecuente en el septiembre de 2001 y junio de 2002, en 10 mujeres que reci-
grupo control que en el de ambroxol (13% y 4%, respectiva- bieron ambroxol oral (30 mg cada 8 horas) desde la semana
mente). El ambroxol no cambió en forma significativa los 28 hasta la 32,1, comparadas con 10 que no lo recibieron.
parámetros de función hepática o renal. En las madres y en A las 32 semanas se les hizo una amniocentesis, y se mi-
los niños, los niveles de hormonas tiroideas se mantuvieron dieron las concentraciones de cuerpos lamelares, las cuales
normales y ninguna madre desarrolló infección puerperal. El fueron significativamente mayores en las que recibieron am-
ambroxol no causó efectos adversos maternos o neonatales broxol (26.455 + 8.197 µL), que en los controles (16.600 +
significantes. Para este grupo de investigadores, sus hallazgos 2.797 µL). No consiguieron efectos adversos atribuibles al
sugirieron que el ambroxol podía prevenir el SDR y la sepsis, medicamento. A pesar del pequeño tamaño de la muestra,
y recomendaron grandes estudios en pacientes con hiperten- los autores consideraron que el ambroxol desempeña un pa-
sión, diabetes y embarazos múltiples. Ese mismo año, Sac- pel importante en la maduración pulmonar fetal en mujeres
key y col.22 evaluaron el efecto del ambroxol administrado con embarazos sanos y creyeron que en mujeres con riesgo
pre y posnatal sobre la morbilidad y mortalidad neonatal, de parto pretérmino y SDR puede ser una opción segura y
y encontraron diferencias estadísticamente significantes en efectiva durante el tercer trimestre.
la reducción de la mortalidad en el grupo tratado con am-
broxol pre y posnatal, con respecto al grupo tratado con am-
broxol posnatal solamente. Hubo mayor incidencia de sepsis RESUMEN
en el grupo tratado con ambroxol pre y posnatal (17,5% vs
11,1%), que los autores atribuyeron a mayor frecuencia de En la profilaxis del SDR, el ambroxol puede ser una alter-
pacientes con RPM en este grupo. Otra evaluación de los nativa a los corticosteroides, ya que tiene como ventajas pre-
efectos profilácticos del ambroxol en el SDR, la realizaron sentar menos efectos adversos y usarse por vía oral y endo-
Laoag-Fernández y col.23 de Filipinas, quienes en agosto de venosa. Su principal desventaja sería la administración de
2000, presentaron un trabajo prospectivo de 80 embarazos la dosis recomendada. Aunque la mayoría de la evidencia
de 27-34 semanas, divididos en dos grupos: un grupo (n: recogida en estudios en animales y pruebas experimentales
39) recibió 1.000 mg endovenoso de ambroxol diluidos en y clínicas en humanos, indica que el ambroxol es eficaz en la
500 cc de solución glucosada al 5% cada 4 horas una vez al prevención del SDR; no se han realizado grandes investiga-
día por 3 días, mientras que el grupo control (n: 41) no lo ciones controladas y aleatorias que soporten su uso clínico,
recibió. Los principales datos medidos fueron las puntuacio- por lo que se necesita más investigación.
nes Apgar, signos clínicos de uno o más de lo siguiente: tasa
respiratoria de >60/minuto, retracción intercostales, aleteo
nasal, gruñido espiratorio, cianosis al aire ambiental y evi-
dencia radiológica de SDR. Se observaron pocos efectos ad- BIBLIOGRAFÍA
versos tolerables en las madres. Los resultados demográficos
fueron similares en ambos grupos. La incidencia de SDR 1.- Roberts W, Morrison J. Pharmacological induction of fetal
fue significativamente menor (P <0,001) en el grupo tratado lung maturation. Clin Obstet Gynecol 1991; 34: 319-327.
con ambroxol. Estos autores concluyeron que el uso prenatal 2.- von Wichert P, Bavendamm U, von Teichmann M, Müller
de ambroxol disminuyó de manera significativa la inciden- G, Thalheim E, Wilke A et al. Increased incorporation of
cia de SDR, así como la morbilidad y mortalidad perinatal, fatty acids into phospholipids of lungs and livers of rabbits
y que debido a su eficacia y seguridad podía ser útil en la under the influence of bromhexine and ambroxol. Naunyn
prevención del SDR. En el mismo mes de agosto de 2000, Schmiedebergs Arch Pharmacol 1977; 297: 269-273.
es publicado otro estudio que evalúa el uso de ambroxol y 3.- von Seefeld H, Weiss J, Eberhardt H. Stimulation of lung
corticosteroides en la prevención de SDR en neonatos de maturity: investigation of ambroxol in various animal mod-
madres diabéticas, pero obtuvo resultados negativos. En esa els. Acta Physiol Hung 1985; 65:305-312.
investigación, Bomba-Opon y col.,24 de Polonia, hicieron un 4.- Pozzi E, Luisetti M, Spialtini L, Coccia P, Rossi A, Donnini
análisis retrospectivo de 101 diabéticas con <37 semanas, que M et al. Relationship between changes in alveolar surfactant
parieron entre enero de 1989 y diciembre de 1999, expuestas levels and lung defense mechanisms. Respiration 1989; 55: 1:
a ambroxol y corticosteroides, comparados con no expuestas. S53-S59.
La frecuencia y severidad del SDR fueron similares en todos 5.- Nowak D, Antczak A, Pietras T, Bialasiewicz P, Krol M. Pro-
los subgrupos de estudio, por lo que los autores concluyeron tective effect of ambroxol against heat and hydrogen perox-
Capítulo 2: Ambroxol 159

ide induced damage to lung lipids in mice. Eur Respir J 1994; controlled double blind study. Int J Biol Res Pregnancy 1982;
7: 1629-1634. 3: 84-91.
6.- Hausen B, Bahra M, Mueller P, Poets C, Hewitt C, Morris 18.- Luerti M, Spagnolo D, Zavattini G, Bianchi C, Barbera A,
R. Donor pretreatment with ambroxol or dexamethasone Corbella E. Cord blood prolactin and thyroid hormone lev-
fails to ameliorate reperfusion injury in experimental lung els after antenatal administration of betamethasone or am-
transplantation. Transpl Int 1998; 11:186-194. broxol for prevention of respiratory distress syndrome (RDS).
7.- Wirtz H. Effect of ambroxol on surfactant secretion and syn- Biol Res Pregnancy Perinatol 1984; 5: 124-129.
thesis in isolated type II alveolar cells. Pneumologie 2000; 19.- Wauer R, Schmalisch G, Hammer H, Buttenberg S, Weigel
54: 278-283. H, Huth M. Ambroxol for prevention and treatment of hya-
8.- Fu X, Yu J, Liu G, Deng B. Comparison of the effect line membrane disease. Eur Respir J 1989; 3: S57-S65.
of ambroxol and dexamethasone on the expression of pulmo- 20.- Heytmanek G, Salzer H, Vityska-Binstorfer E, Genger H,
nary surfactant proteins in the fetal rat lungs. Zhonghua Er Metka M, Pfersmann R et al. Ambroxol versus betametha-
Ke Za Zhi. 2004; 42: 450-453. sone for the promotion of antepartum lung maturity in path-
9.- Zsolnai B, Gyevai A, Weidinger H. Induction of osmiophilic ological pregnancies. Wien Klin Wochenschr 1990; 102:
lamellar bodies by corticosteroids, fenoterol and ambroxol in 443-448.
lung tissue cultures from human fetuses. Z Geburtshilfe 21.- Kimya Y, Kucukkomurcu S, Ozan H, Uncu G. Antenatal
Perinatol 1983; 187: 100-103. ambroxol usage in the prevention of infant respiratory dis-
10.- Zsolnai B, Gyevai A, Pucsok J. Lung maturation and preven- tress syndrome. Beneficial and adverse effects. Clin Exp Ob-
tion of hyaline membrane disease. Acta Physiol Hung 1985; stet Gynecol 1995; 22: 204-211.
65: 479-489. 22.- Sackey S, Gadzinowski J, Szymankiewicz M, Breborowicz
11.- Lorenz U, Ruettgers H, Kubli F. Double blind clinical trial to GH, Rudnicki J, Patalan J et al. Comparison of mortality and
investigate the effect of Ambroxol on antepartal lung matu- morbidity in newborns treated with ambroxol prenatally and
rity. Atemwegs Lungenkrankh 1978; 4: 30-34. postnatally. Ginekol Pol 1995; 66: 439-443.
12.- Vytiska-Binstorfer E, Salzer H, Simbruner G. Ambroxol in 23.- Laoag-Fernández J, Fernández A, Maruo T. Antenatal use of
comparison with betamethasone for the stimulation of ante- ambroxol for the prevention of infant respiratory distress
partal lung maturity. A clinical double blind study. Zentralbl syndrome. J Obstet Gynecol Res 2000; 26: 307-312.
Gynakol 1986; 108: 220-229. 24.- Bomba-Opon D, Wiczynska-Zajac A, Domanska-Jancze-
13.- Wolff F, Ponnath H, Wiest W. Induction of fetal lung matu- wska E, Kociszewska-Najman B, Marianowski L. The effec-
ration using ambroxol and betamethasone. Results of an tiveness of prenatal steroid and ambroxol therapy for the
open multicenter study. Geburtshilfe Frauenheilkd 1987; 47: prevention of respiratory distress syndrome in newborns of
19-25. diabetic mothers. Ginekol Pol 2000; 71: 887-892.
14.- Luerti M, Lazzarin A, Corbella E, Zavattini G. An alterna- 25.- Molina G, Holguín E, Terán E. Oral ambroxol supplement
tive to steroids for prevention of respiratory distress syn- in pregnant women induces fetal lung maturation. Am J Ob-
drome (RDS): multicenter controlled study to compare am- stet Gynecol 2004; 191: 2177.
broxol and betamethasone. J Perinat Med 1987; 15: 26.- Marini A, Franzetti M, Gios G, Flauto U, Arosio A, Mac-
227-238. cabruni M et al. Ambroxol in the treatment of idiopathic
15.- Salzer H, Weidinger H, Simbruner G, Vytiska-Binstorfer E. respiratory distress syndrome. An interim report on a con-
Zeitschrift fur Geburtshilfe und Perinatologie 1986; 190: trolled double blind multicenter study versus placebo. Respi-
49-59. ration. 1987; 51 (S1): 60-67.
16.- Dani C, Grella P, Lazzarin L, Rubaltelli F. Antenatal am- 27.- Wauer R, Schmalisch G, Böhme B, Arand J, Lehmann D.
broxol treatment does not prevent the respiratory distress Randomized double blind trial of ambroxol for the treat-
syndrome in premature infants. Eur J Pediatr 1997; 156: ment of respiratory distress síndrome. Eur J Pediatrics 1992;
392-393. 151: 357-363.
17.- Wauer R, Schmalisch G, Menzel K, Schroder M, Muller K, 28.- Nemcekova E, Nosalova G, Franova S. Ambroxol and pro-
Tiller R et al. The antenatal use of ambroxol (bromhexine tective reflexes of the respiratory tract. Bratisl Lek Listy
metabolite VIII) to prevent hyaline membrane disease: a 1998; 99: 111-115.
Betamiméticos 3
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

La verdad puede ocultarse,


pero nunca esconderse

Mahatma Gandhi

Debido a que a las 30 semanas de embarazo existe en los


neumocitos tipo II suficiente surfactante para prevenir el
síndrome de dificultad respiratoria (SDR), algunos inves-
tigadores creyeron que este problema respiratorio se debía
más a la falta de secreción de surfactante que a déficit de
producción. Como está demostrado que la estimulación be-
taadrenérgica facilita la liberación de surfactante, los beta-
miméticos (Figuras 1 y 2) se han utilizado también para la
prevención del SDR.1
Los estudios iniciales usaron los betamiméticos como to-
colíticos para tratar el parto pretérmino y secundariamente
comprobaron su efecto benéfico en la disminución del SDR.
Son pocos, y a veces incompletos, los trabajos que evidencian la usando hexoprenalina en conejos, y consiguieron una me-
acción de los betamiméticos sobre el aparato respiratorio fetal. joría significante en la relación presión/volumen pulmonar
fetal e incremento en la relación lecitina/esfingomielina en
los conejos tratados. Este efecto fue observado tan pronto
EVIDENCIAS EN ANIMALES como a las 3 horas de la administración de hexoprenalina,
lo cual es más consistente con la liberación de surfactante
En el primer estudio encontrado, en 1975 Taeusch y col.2 que con la inducción enzimática. Los autores concluyen re-
reportaron liberación del surfactante almacenado en los es- comendando que además de usar los agentes betamiméticos
pacios alveolares de los neumocitos tipo II, con isoxsuprina, para tratar el parto prematuro se realicen pruebas clínicas
corticosteroides, heroína y hormona adrenocorticotrópica para determinar sus efectos benéficos en la reducción de la
(ACTH), en fetos y neonatos de conejos. Dos años des- incidencia del SDR. La ritodrina también ha sido investiga-
pués, Hayden y col.3 hicieron otro trabajo con isoxsuprina da, ya que Hallman y col.5 la compararon en 1985 con beta-
intramuscular en conejas embarazadas de 26-27 días y, com- metasona en conejas con promedio de 28,7 días de embara-
parados con los controles, los fetos de madres tratadas con zo. En este estudio, la ritodrina a bajas dosis no tuvo efectos
isoxsuprina tuvieron mayor lecitina pulmonar (6,67 + 2,81 sobre los fosfolípidos en el lavado alveolar, y a altas dosis
vs 5,35 + 1,23 micrones por gramo) y mayor relación leciti- dadas el día antes del parto, disminuyó la relación fosfatidil-
na/esfingomielina en el lavado traqueal (5,85 + 4,5 vs 4,08 colina disaturada/esfingomielina. Para los autores, a pesar de
+ 2,3). En contraste, la actividad de la transferasa glicérido- no haber conseguido maduración pulmonar, la ritodrina se
fosforilcolina en el pulmón fetal, fue menor en el grupo tra- puede utilizar a bajas dosis para tratar el parto pretérmino.
tado con isoxsuprina. En 1981, en EE.UU., Lipshitz y col.4 Posteriormente, Warburton y col,6 de California, EE.UU.,
presentan un trabajo prospectivo, controlado y doble ciego, en 1988 reportó otra prueba en la cual infundieron ritodrina,

160
Capítulo 3: Betamiméticos 161

Figura 1 Estructuras químicas de algunos


betamiméticos. De izquierda a derecha,
arriba: fenoterol y salbutamol, abajo: rito­
drina y terbutalina.

Figura 2 Diferentes presentaciones comer­


ciales internacionales de algunos betami­
méticos.
162 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

cortisol o TRH solos, o en combinaciones dobles (ritodrina prolactina. Otro trabajo que demostró la liberación de sur-
más cortisol, cortisol más TRH) o triples (ritodrina más cor- factante por los betamiméticos fue publicado en Europa en
tisol más TRH), a fetos de corderos, y con la combinación 1983 por Tzafettas y col.,13 quienes administraron ritodrina
triple consiguieron incrementos significantes en los niveles endovenosa a 46 mujeres con embarazos entre 28-35 sema-
medidos de fosfatidilcolina saturada en el líquido de lava- nas y encontraron un incremento significante en la relación
do pulmonar, en todo el pulmón fetal y en el líquido de la lecitina/esfingomielina y en los niveles de creatinina en lí-
tráquea fetal. Asimismo, también encontraron incrementos quido amniótico. Un poco más tarde, en febrero de 1984,
significantes en la estabilidad pulmonar a la inflación y a la Curet y col.14 investigan la asociación entre rotura prema-
deflación (véase Sección II). tura de membranas (RPM), terapia tocolítica y SDR. Para
ello seleccionan 297 pacientes del grupo placebo del Es-
tudio Colaborativo sobre Terapia Corticosteroide Prenatal
EVIDENCIAS EN HUMANOS para Prevención del SDR, del Instituto Nacional de Salud
de EE.UU. Tanto la RPM como la terapia tocolítica con
Evidencias nivel II isoxsuprina estuvieron individualmente asociadas con me-
nor incidencia de SDR. Sin embargo, cuando se analizaron
La primera evidencia encontrada de estudios en humanos
en conjunto, el efecto protector no fue aditivo y resultó en
corresponde a julio de 1973, cuando Kero y col.7 publican
mayor incidencia de SDR. Por lo tanto, sugieren que el uso
en el Lancet un estudio donde demuestran que la adminis-
de terapia tocolítica con agente betaadrenérgicos sea res-
tración pre y posnatal de isoxsuprina se asocia con dismi-
tringida a pacientes con membranas intactas. Más adelante,
nución del SDR. Un poco más adelante, en 1975, Boog y
en 1986, Kwong y col.15 estudiaron los datos de dos grupos
col.8 compararon 29 niños cuyas madres fueron tratadas con
de neonatos de 24-28 semanas excluidos de un estudio an-
ritodrina con 34 controles. La frecuencia de SDR fue 17%
terior con betametasona y que habían recibido o no ritodri-
en el grupo tratado y 35% en los controles (P <0,09). Esta
na intrauterina, encontrando que la incidencia de SDR fue
diferencia fue estadísticamente significante en el grupo de
significativamente menor en el grupo tratado con ritodrina
niños que pesó <2.300 g (P <0,01), el cual incluía todos
que en los no tratados (28% vs 68%; P <0,001). Los autores
los neonatos que hicieron SDR. Cuatro años más tarde, en
creyeron que un aporte agresivo para inducir la producción
octubre de 1977, Amarasingham y Tan9 reportaron un es-
de surfactante, usando betamiméticos y corticosteroides, re-
tudio en Asia sobre la prevención del SDR con salbutamol
duciría la incidencia de SDR en neonatos muy prematuros.
mientras era utilizado para posponer el parto prematuro.
Unos años después, en marzo de 1997, Kerem y col.,16 del
Recomiendan realizar más estudios en el futuro para con-
Shaare Zedek Medical Center, de Jerusalén, Israel, vigilaron
firmar estos hallazgos. Un poco después, en septiembre de
si el efecto de los betamiméticos en la reducción del SDR
1979, Cabero y col.,10 de España, estudiaron 87 partos pre-
es independiente del de prolongar la gestación. Para ello
término, de los cuales 31 fueron tratados con drogas beta-
realizaron un estudio retrospectivo de 6 años, y examinaron
miméticas. La incidencia de SDR fue menor en el grupo
los resultados respiratorios neonatales de 247 prematuros
tratado que en el no tratado, especialmente cuando la edad
nacidos a <34 semanas y expuestos durante el embarazo a
de embarazo era <35 semanas y cuando los recién nacidos
ritodrina. Un análisis de regresión logística multivariado fue
pesaron <2.000 g. Hastwell,11 del St Mary’s Hospital, de
usado para evitar la posible confusión entre las variables. La
Portsmouth, Australia, publica en febrero de 1980 un es-
incidencia de SDR en los grupos expuestos a ritodrina y no
tudio comparativo de salbutamol oral (n: 208) y parenteral
expuestos fue 9,5% y 28%, respectivamente (RR 4,88; IC
(n: 20), en mujeres con parto pretérmino entre 20-36 se-
95% 1,27-18,70; P < 0,012). La edad del embarazo y el peso
manas. Este autor consiguió que la prevención de puntua-
al nacer fueron similares en los dos grupos. La incidencia de
ciones Apgar bajas era significante (P <0,01) si el intervalo
taquipnea transitoria en los recién nacidos y otras compli-
entre la administración de la dosis y el parto era menor de
caciones neonatales no fueron estadísticamente diferentes
4 horas, y que la prevención del SDR era significante (P
en los dos grupos. Para estos autores, la ritodrina se asoció
<0,05) si el intervalo entre la administración de la dosis y el
de manera significativa con menor incidencia de SDR en
parto era menor de 3 horas. Por otra parte, para investigar
niños prematuros, independientemente de su efecto sobre
si la aceleración de la maduración pulmonar fetal produ-
la prolongación del embarazo.
cida por los betamiméticos se relacionaba con el aumento
materno o fetal de ACTH, cortisol o prolactina, en 1981
Evidencias nivel I
Kauppila y col.12 determinaron las concentraciones de estas
tres sustancias en sangre venosa materna, sangre arterial y En julio de 1980, Merkatz y col.17 presentan en EE.UU. los
venosa umbilical y líquido amniótico, después de infundir resultados de una prueba multicéntrica controlada y aleato-
isoxsuprina, fenoterol y solución salina (control), y no en- ria, donde comparan ritodrina, etanol y placebo para el tra-
contraron incrementos. Estos resultados sugirieron que la tamiento del parto prematuro idiopático. Al comparar los
aceleración de la maduración pulmonar fetal producida por hijos de madres tratadas con ritodrina, con sus controles,
los betamiméticos no era mediada por ACTH, cortisol o consiguieron una reducción significante en la incidencia de
Capítulo 3: Betamiméticos 163

SDR (P <0,05) y de muerte neonatal (P <0,05). Asimismo, torias que incluyeran prematuros tratados con salbutamol
obtuvieron mayor proporción de niños que nacieron después dentro de las 2 semanas antes del parto. Los estudios elegi-
de 36 semanas de embarazo (P <0,05) y con peso mayor de bles debían incluir al menos uno de los siguientes resulta-
2.500 g (P <0,05). En los hijos de las pacientes tratadas con dos: mortalidad, enfermedad pulmonar crónica a los 28 días
ritodrina también hubo mejorías significantes en la edad de de nacidos o las 36 semanas de embarazo, número de días
embarazo al momento del parto (P <0,05) y en el número en ventilador, persistencia de conducto arterioso, enfisema
de días ganados en el útero (P <0,01). Estos hallazgos, su- pulmonar intersticial, neumotórax, cualquier grado de he-
mados a sus pocos efectos colaterales, hicieron que la rito- morragia intraventricular, enterocolitis necrosante o sepsis y
drina fuera la primera droga aprobada en los EE.UU. para efectos adversos de los betaadrenérgicos. Un estudio elegible
el tratamiento del parto pretérmino. Otra prueba controla- fue encontrado procedente con la prevención de enferme-
da y aleatoria fue reportada en marzo de 1999 por Eisler y dad pulmonar crónica, y esta prueba usó salbutamol en 173
col.,18 del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, para niños. La profilaxis con salbutamol no mostró diferencias
determinar la función pulmonar. En ella los autores se pro- estadísticamente significantes en mortalidad (RR 1,08; IC
pusieron determinar si la terbutalina administrada a las ma- 95% 0,50-2,31), enfermedad pulmonar crónica leve, mo-
dres antes de realizarles una cesárea facilitaba la respiración derada o severa (RR 1,03; IC 95% 0,78-1,37), necesidad
y el metabolismo neonatal. Ellos seleccionaron 25 neonatos de usar dexametasona endovenosa (RR 0,77; IC 95% 0,49-
a término cuyas madres habían recibido una infusión con- 1,19), infecciones respiratorias (RR 0,61; IC 95% 0,27-1,39)
tinua de terbutalina 0-120 minutos antes del nacimiento y y cultivo sanguíneo positivo (RR 1,06; IC 95% 0,54-2,06).
les determinaron gases y catecolaminas en sangre de cor- Tampoco hubo diferencias significantes en la duración del
dón umbilical. La función pulmonar neonatal fue vigilada a soporte ventilatorio (promedio 1,63 días; IC 95% -5,63-
las 2 horas del nacimiento, y la tensión arterial, frecuencia 2,37), duración de suministro de oxígeno (promedio 2,82
cardiaca, glucosa sanguínea y temperatura corporal fueron días; IC 95% -11,91-6,27) o edad de separación del soporte
monitorizadas hasta las 24 horas después del nacimiento. ventilatorio (promedio 2,87 días; IC 95% -11,28-5,54). No
Los niños de las madres tratadas (n: 13) tuvieron signifi- se reportaron efectos adversos debidos al salbutamol. Los
cantemente mayor distensibilidad pulmonar dinámica (P revisores concluyen que no hay datos confiables suficientes
<0,001), menor resistencia aérea y frecuencia respiratoria para recomendar con seguridad el uso de salbutamol para
(P <0,001), que los controles (n: 12). Las concentraciones la prevención de enfermedad pulmonar crónica. Creen que
de adrenalina (P =0,0014) y glucosa sanguínea (P <0,01) son necesarias más pruebas para vigilar el papel del salbuta-
fueron significantemente mayores en el grupo tratado. Nin- mol y otros betaadrenérgicos en la profilaxis o tratamiento
guno de los niños tuvo dificultades respiratorias y hubo 2 de la enfermedad pulmonar crónica.
casos de taquipnea transitoria en el grupo control. En los
niños no hubo efectos colaterales debidos a la terbutalina y
las madres no sintieron molestias causadas por la infusión RESUMEN
de terbutalina, aunque sangraron más durante la cirugía (P
=0,03). Los investigadores de este instituto concluyen que Los betamiméticos fueron usados inicialmente como agen-
la estimulación de los receptores betaadrenérgicos uterinos tes tocolíticos para detener el parto pretérmino. Las eviden-
maternos con terbutalina promueve la adaptación respira- cias en animales demostraron sus efectos en la liberación
toria y metabólica neonatal después de la cesárea electiva. de surfactante pulmonar. Los estudios en humanos han re-
Una revisión sistemática de marzo de 2003 evaluó el papel portado resultados favorables, sin embargo, actualmente no
de la administración prenatal de salbutamol en la preven- hay suficiente evidencia para recomendar con seguridad su
ción de la enfermedad pulmonar crónica neonatal. Aunque uso rutinario en la práctica clínica. Es necesario realizar más
su objetivo primario no fue la profilaxis del SDR, por la pruebas controladas y aleatorias que aclaren las dudas y per-
estrecha relación de estas 2 enfermedades, merece la pena mitan tomar decisiones.
ser mencionada. Debido al posible papel de los broncodila-
tadores betaadrenérgicos en la prevención de la enfermedad
pulmonar crónica, Ng y col.19 hicieron una revisión sistemá- BIBLIOGRAFÍA
tica para evaluar el efecto de estos agentes, administrados
profiláctica o terapéuticamente, para la enfermedad pulmo- 1.- Roberts W, Morrison J. Pharmacologic induction of fetal
nar crónica, sobre la mortalidad u otras complicaciones de lung maturation. Clin Obstet Gynecol 1991; 34: 319-327.
los niños prematuros. Para ello hicieron una búsqueda de 2.- Taeusch W, Wyszogrodski I, Bator A, Robert M, Carson S.
evidencias clínica en MEDLINE de 1966 a marzo de 2003, Avery M. Pharmacologic regulation of alveolar surfactant in
EMBASE de 1980 a marzo de 2003, CINAHL de 1982 fetal and newborn rabbits: ACTH, heroin, isoxsuprine, and
a marzo de 2003, Registro Central Cochrane de Pruebas glucocorticoid. Chest 1975; 67: S49-S50.
Controladas (CENTRAL, Librería Cochrane, Número 1, 3.- Hayden W, Olson E, Zachman R. Effect of maternal isoxsu-
2003), archivos personales y listas de referencias de prue- prine on fetal rabbit lung biochemical maturation. Am J Ob-
bas identificadas. Seleccionaron pruebas controladas y alea- stet Gynecol 1977; 129: 691-694.
164 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

4.- Lipshitz J, Broyles K, Hessler J. Effects of hexoprenaline in the prolactin in association with medical betaadrenergic stimula-
lecitina/sphingomyelin ratio and pressure volume relationships tion. Br J Obstet Gynecol 1981; 88:1097-1100.
in fetal rabbits. Am J Obstet Gynecol 1981; 139: 726-730. 13.- Tzafettas J, Zurnatzi V, Papaloucas A. L/S ratio, biochemical
5.- Hallman M, Teramo K, Sipinen S, Raivio K. Effects of beta- and clinical changes after ritodrine intravenous infusion. Eur
methasone and ritodrina on the fetal secretion of lung sur- J Obstet Gynecol Reprod Biol 1983; 14: 357-363.
factant. J Perinat Med 1985; 13:23-9. 14.- Curet L, Rao A, Zachman R, Morrison J, Burkett G, Poole
6.- Warburton D, Parton L, Buckley S, Cosico L, Enns G, Saluna W et al. Association between ruptured membranes, tocolytic
T. Combined effects of corticosteroid, thyroid hormones, and therapy, and respiratory distress syndrome. Am J Obstet Gy-
agonist on surfactant, pulmonary mechanics, and receptor necol 1984; 148: 263-268.
binding in fetal lamb lung. Pediatr Res 1988; 24: 166-170. 15.- Kwong M, Egan E. Reduced incidence of hyaline membrane
7.- Kero P, Hirvonen T, Valimaki I. Prenatal and postnatal isox- disease in extremely premature infants following delay of de-
suprine and respiratory distress syndrome. Lancet 1973; livery in mother with preterm labor: use of ritodrine and be-
2(7822): 198. tamethasone. Pediatrics 1986; 78: 767-774.
8.- Boog G, Brahim M, Gandar R. Betamimetic drugs and pos- 16.- Kerem E, Dollberg S, Paz I, Armon Y, Seidman D, Steven-
sible prevention of respiratory distress syndrome. Br J Obstet son D, et al. Prenatal ritodrine administration and the inci-
Gynecol 1975; 82: 285-288. dence of respiratory distress syndrome in premature infants.
9.- Amarasingham J, Tan K. Postponement of premature labour J Perinatol 1997; 17: 101-106.
and prevention of respiratory distress syndrome. Further ob- 17.- Merkatz I, Peter J, Barden T. Ritodrine hydrochloride: a be-
servations on the use of salbutamol and betamethasone. Mod tamimetic agent for use in preterm labor. II. Evidence of ef-
Med Asia 1977; 13:13-18. ficacy. Obstet Gynecol 1980; 56: 7-12.
10.- Cabero L, Escribano I, Saez J, Calaf J, Durán-Sanchez P, 18.- Eisler G, Hjertberg R, Lagercrantz H. Randomized con-
Esteban-Altirriba J. Neonatal respiratory distress syndrome trolled trial of effect of terbutaline before elective caesarean
(RDS) in cases of premature labor treated by betamimetic section on postnatal respiration and glucose homeostasis.
drugs. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 1979; 9: 375-378. Arch Dis Child Fetal Neonatal Ed 1999; 80: F88-F92.
11.- Hastwell G. APGAR scores, respiratory distress syndrome 19.- Ng G, da Silva O, Ohlsson A. Bronchodilators for the pre-
and salbutamol. Med J Aust 1980; 1: 174-175. vention and treatment of chronic lung disease in preterm
12.- Kauppila A, Jouppila R, Moilanen K, Pakarinen A, Tuimala infants (Cochrane Review). In: The Cochrane Library, Issue
R. Maternal, fetal and amniotic fluid ACTH, cortisol and 3, 2001. Oxford: Update Software.
Metilxantinas 4
Capítulo
Carlos Briceño-Pérez

Proceder con honestidad en aras de la dignidad,


es el compromiso más trascendente
en nuestro corto paso por este mundo

René Favarolo

Las metilxantinas aminofilina, teofilina y cafeína también


han sido experimentadas como opción a los corticosteroides
en la inducción de la maduración pulmonar fetal (Figuras 1 y
2). Aunque las tres han sido evaluadas, la mayoría de la evi-
dencia se concentra en la aminofilina. La teofilina y la cafeí-
na han sido muy usadas en etapa posnatal en el tratamiento
de neonatos con síndrome de dificultad respiratoria (SDR).

EVIDENCIAS EN ANIMALES
fetal. En otro trabajo, la aminofilina fue superior al cortisol
Varios estudios en animales,1-9 realizados principalmente en la aceleración de la maduración pulmonar fetal: Barrett y
hace dos o tres décadas, han evaluado a las metilxantinas col.2 administraron cortisol, aminofilina y solución salina a
como agentes que inducen la maduración pulmonar fetal y conejas de 27 días de embarazo y la sobrevivencia a los 60
previenen el SDR, y han sido punto de partida para estu- minutos fue 52,9% en el grupo de aminofilina y 22,2% en
dios en humanos. En el primero, Karotkin y col.1 publican los grupos de cortisol y control. El grupo de aminofilina sig-
en agosto de 1976 una investigación controlada en el cual nificativamente retuvo más gas a bajas presiones en la curva
dieron aminofilina durante 7-10 días a 40 conejas preñadas y de deflación y mayor cantidad de fosfatidilcolina recuperada
vigilaron la madurez pulmonar fetal mediante las caracterís- en el líquido de lavado pulmonar. En julio de 1978, Corbet y
ticas bioquímicas, funcionales y ultraestructurales. A los 28 y col.3 presentaron un trabajo con diseño y resultados similares
29 días de embarazo, el contenido de fosfolípidos del tejido al anterior, pero comparando aminofilina con dexametasona
pulmonar homogenizado del grupo tratado con aminofilina en conejos. Los pulmones de los fetos tratados con aminofi-
fue significativamente mayor que el de los controles (421 + 9 lina significativamente retuvieron más gas después de la de-
vs 368 + 12 mug/mg y 531 + 10 vs 475 + 20). El contenido flación (P <0,01) y tuvieron más fosfolípidos en el líquido de
de fosfolípidos del lavado alveolar a los 30 días fue mayor en lavado pulmonar que los grupos de dexametasona y control
el grupo de aminofilina que en el control (167 + 9 mug/mg (62 µg, 38 µg y 32 µg). Estos resultados fueron interpretados
vs 117 + 17). La distensibilidad pulmonar derivada de las como que la aminofilina disminuye la superficie de tensión
curvas de presión-volumen también fue significativamente y aumenta la secreción de surfactante pulmonar. Por su par-
mayor en el grupo de aminofilina a los 27 (0,023 + 0,0005 te, Sevanian y col.,4 en diciembre de 1979, reportan incre-
ml/cm H2O vs 0,010 + 0,0002) y 28 días (0,048 + 0,0003 mentos en la síntesis y contenido tisular de fosfatidilcolina y
vs 0,035 + 0,0006). Estos datos mostraron que la aminofi- fosfatidilinositol en pulmones de fetos conejos cuyas madres
lina tiene efectos aceleradores en la maduración pulmonar habían sido tratadas con aminofilina. Sus resultados mostra-

165
166 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 1 Estructuras químicas de algunas


metilxantinas. De izquierda a derecha, arri­
ba teofilina y aminofilina, abajo, cafeína y
teobromina.

Figura 2 Algunos alimentos que contienen


metilxantinas: café, té, colas negras y cho­
colate.

ron aumento en la producción de lípidos y que la glucosa y Un año después (1980), Gross y col.5 estudiaron in vitro
el glucógeno pueden servir como importantes precursores. la tasa de incorporación de colina en los fosfolípidos que
En este trabajo la administración prenatal de aminofilina contienen colina en cultivos de pulmones de ratas expuestas
a conejas embarazadas resultó en formación acelerada de a dexametasona, tiroxina y las metilxantinas aminofilina y
fosfolípidos que constituyen componentes importantes del cafeína. Estos autores midieron el porcentaje de radioacti-
surfactante pulmonar. vidad del acetato en los fosfolípidos asociados al surfactante
Capítulo 4: Metilxantinas 167

(fosfatidilcolina disaturada y fosfatidilglicerol) y la disminu- yores cantidades de fosfatidilglicerol en el líquido de lavado


ción de fosfolípidos en la membrana, encontrando que sólo pulmonar. La frecuencia respiratoria estuvo aumentada en el
aminofilina y cafeína produjeron un incremento significante grupo que respiró aire solamente, pero los datos de distensi-
en la tasa de incorporación de acetato en los fosfolípidos. En bilidad pulmonar no mostraron diferencias significantes en-
cuanto a la actividad de las enzimas involucradas en la sín- tre los dos grupos. Posteriormente, en agosto de 1989, Rao
tesis de fosfolípidos, dexametasona incrementó la citidilil- y col.,10 de India, según sus hallazgos, también sugieren que
transferasa y aminofilina, la colinaquinasa y la lisolecitinaa- la aminofilina actúa disminuyendo la resistencia elástica del
ciltransferasa. Los cuatro agentes disminuyeron el contenido pulmón. Ellos trataron ratas con aminofilina, terbutalina y
de glucógeno pulmonar y de la relación proteína-ADN. Es- adrenalina, y determinaron la superficie de tensión mínima
tos datos indicaron que dexametasona, tiroxina, aminofilina y máxima y los fosfolípidos del lavado alveolar. Comparados
y cafeína actúan directamente sobre el pulmón fetal para con los controles, en el grupo de aminofilina se encontró
producir diferentes efectos y probablemente actúen por di- disminución significante de las superficies de tensión sin
ferentes mecanismos. En 1981, Ayromlooi y col.6 presentan incremento significante en el contenido de fosfolípidos,
en Nueva York un trabajo donde administraron aminofilina mientras que en los grupos de terbutalina y adrenalina hubo
intraperitoneal a conejas con 27 días de embarazo y deter- incremento significante en el contenido de fosfolípidos sin
minaron su efecto en una de las vías de incorporación de disminución significante de las superficies de tensión. Por
ácido palmítico en fosfatidilcolina (la vía de la «deacilación- último, se reportó también en 1989 un estudio que sugie-
reacilación»), midiendo la sintetasa de palmitoil Co A y la li- re que el uso de teofilina se acompaña de concentraciones
sopalmitoilcolina aciltransferasa. Sólo la lisopalmitoilcolina plasmáticas elevadas de esa droga, por lo cual debe usarse
aciltransferasa fue facilitada de modo significante (P <0,05), con cuidado: McKenna y col.11 hicieron una prueba para de-
lo cual sugirió que la aminofilina puede ser efectiva en la terminar la eficacia de la teofilina en la prevención de SDR
maduración pulmonar estimulando la producción de sur- asociado con enfermedades respiratorias en ganado bovino,
factante. Un año después, nuevamente el grupo de Gross y administrándola a 20 becerros, por vía oral a razón de 28
Wilson7 presenta otro trabajo en el que investigan la interac- mg/kg de peso corporal, diariamente por 3 días. El grupo
ción de teofilina, corticosteroides y hormonas tiroideas con control lo formaron 20 becerros con enfermedad pulmonar,
la maduración pulmonar determinando in vitro la síntesis de a los que no les dieron teofilina. Estos autores consiguieron
fosfolípidos en cultivos pulmonares de ratas con 18 días de altas concentraciones plasmáticas de teofilina, las cuales atri-
embarazo, expuestas antes a estos tres agentes. Consiguieron buyeron a la enfermedad pulmonar y/o a la administración
que la exposición a 1 mM de teofilina, 100 nM de dexame- concurrente de antibióticos, por lo que recomendaron que
tasona o una combinación de estos 2 agentes, resultó en in- el uso de teofilina debía restringirse a hospitales capaces de
crementos de la tasa de incorporación de colina en fosfatidi- monitorizar las concentraciones plasmáticas de teofilina.
lcolina disaturada, de 157%, 144% y 508%, respectivamente.
La combinación de dexametasona con 100 nM de triyodoti-
ronina también resultó en efectos supraaditivos, pero fueron EVIDENCIAS EN HUMANOS
en menor grado, y los efectos con la cafeína fueron menos
notables. Estos datos proporcionaron un aporte racional pa- Aparentemente, la aminofilina ha sido poco experimentada
ra el uso de combinaciones de agentes para la maduración en humanos, ya que sólo se consiguieron dos estudios12-13
pulmonar. Un poco más tarde, en agosto de 1984, Landers que la usaron para explorar su efecto como inductor de ma-
y col.8 trataron a conejas embarazadas con aminofilina du- duración pulmonar fetal y en la prevención del SDR. Ambas
rante 2 días (entre los días 25,5 y 27,5), consiguiendo un in- investigaciones constituyen evidencia de nivel II, ya que no
cremento significante (P <0,005) en los fosfolípidos totales se encontraron pruebas controladas y aleatorias (evidencia
en los cultivos de tejido pulmonar el día 27,5 de embarazo nivel I). El primero de ellos se publicó en EE.UU. en sep-
(8,92 + 0,76 mg/g) comparado con los controles (5,46 + 0,83 tiembre de 1979 y fue realizado por Hadjigeorgiou y col.,12
mg/g). A pesar de estos cambios funcionales, la aminofilina quienes evaluaron la frecuencia de SDR en 142 mujeres
no produjo modificaciones anatómicas en el tejido pulmo- con partos <34 semanas (67 tratadas con aminofilina y 75
nar. Pero en este mismo experimento, la cafeína no produjo controles). La tasa de mortalidad perinatal fue 7,1% en el
ningún efecto funcional o anatómico. Un poco más adelante, grupo tratado con aminofilina y 17,9% en el grupo control
en febrero de 1986, Cosmi y col.,9 basados en sus resultados, (P <0,05). La incidencia de SDR fue tres veces significativa-
atribuyen la acción de la aminofilina más a una combinación mente menor en el grupo tratado con aminofilina (10%) que
de crecimiento fetal acelerado y mejoría en la respiración en los controles (29,5%). En las pacientes tratadas con ami-
posnatal, que a influencia específica en la maduración bio- nofilina y rotura prematura de membranas >24 horas hubo
química y funcional del pulmón. Ellos trataron conejas em- reducción significante en la frecuencia de SDR. No hubo
barazadas con aminofilina endovenosa (6 mg/kg/día) desde complicaciones o efectos colaterales atribuibles a la aminofi-
el día 25 al 28 de embarazo. Un grupo de neonatos respiró lina, en las madres o en los niños. La otra prueba se realizó
oxígeno 100% y otro aire. El grupo tratado con aminofilina en Europa y fue reportada en septiembre de 1984 por Melis
tuvo mayor peso corporal, mayor tasa de sobrevivencia y ma- y col.,13 quienes compararon aminofilina con ritodrina en 39
168 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

mujeres con parto pretérmino. Todos los recién nacidos del thyroxine, and methylxanthines. J Appl Physiol 1980; 48:
grupo tratado con aminofilina sobrevivieron, mientras que 872-877.
hubo 2 muertes neonatales en el grupo tratado con ritodrina. 6.- Ayromlooi J, Desiderio D, Tobias M, Steinberg H, Das D.
Los autores concluyeron que sus resultados confirmaron la Effect of aminophylline on the synthesis of dipalmitoyl
efectividad de la aminofilina en la prevención del SDR. phosphatidyl choline in fetal rabbit lung. Pediatr Pharmacol
(New York) 1981; 1: 209-214.
7.- Gross I, Wilson C. Fetal lung in organ culture. IV. Supra-ad-
RESUMEN ditive hormone interactions. J Appl Physiol 1982; 52: 1420-
1425.
La aminofilina ha demostrado eficacia en inducir la madu- 8.- Landers S, Corbet A, Cregan J, Frink J, Rudolph A. Effect of
ración pulmonar en estudios en animales. En humanos hay aminophylline and caffeine on total and surfactant phospho-
muy pocas evidencias de nivel II y con muy pocos casos. lipid in fetal rabbit lung. Am Rev Respir Dis 1984; 130: 204-
Según un grupo de investigadores de la Universidad de Pe- 208.
rugia, Italia,14-16 la aminofilina sólo ejerce efectos benéficos 9.- Cosmi E, Saitto C, Barbati A, Del Bolgia F, Di Renzo G,
menores sobre la maduración pulmonar fetal y la produc- Grossmann G, et al. Effect of aminophylline on lung matu-
ción de surfactante. Aún no se han realizado grandes prue- ration in preterm rabbit fetuses. Am J Obstet Gynecol 1986;
bas controladas y aleatorias que comprueben con certeza su 154: 436-439.
eficiencia y seguridad. 10.- Rao G, Aroor A, Rao A, Solankar S. Effect of bronchodila-
tors on surfactant system of lung. Indian J Med Res 1989; 90:
266-269.
11.- McKenna D, Koritz G, Neff-Davis C, Langston V, Berger L.
BIBLIOGRAFÍA Field trial of theophylline in cattle with respiratory tract dis-
ease. J Am Vet Med Assoc 1989; 195: 603-605.
1.- Karotkin E, Kido M, Cashore W, Redding R, Douglas W, 12.- Hadjigeorgiou E, Kitsiou S, Psaroudakis A, Segos C, Nicolo-
Stern L et al. Acceleration of fetal lung maturation by ami- poulos D, Kaskarelis D. Antepartum aminophylline treat-
nophylline in pregnant rabbits. Pediatr Res 1976; 10: 722- ment for prevention of the respiratory distress syndrome in
724. premature infants. Am J Obstet Gynecol 1979; 135: 257-
2.- Barrett C, Sevanian A, Phelps D, Gilden C, Kaplan S. Ef- 260.
fects of cortisol and aminophylline upon survival, pulmonary 13.- Melis G, Fruzzetti F, Strigini F, Barale E, Capriello P, Baisi
mechanics, and secreted phosphatidyl choline of prematurely F et al. Aminophylline treatment of preterm labor. Acta Eur
delivered rabbits. Pediatr Res 1978; 12: 38-42. Fertil 1984; 15: 357-361.
3.- Corbet A, Flax P, Alston C, Rudolph A. Effect of amino- 14.- Cosmi E, Di Renzo G. Prevention and treatment of fetal
phylline and dexamethasone on secretion of pulmonary sur- lung immaturity. Fetal Ther 1989; 4: S52-S62.
factant in fetal rabbits. Pediatr Res 1978; 12: 797-799. 15.- Di Renzo G, Anceschi M, Guidetti R, Cosmi E. Require-
4.- Sevanian A, Gilden C, Kaplan S, Barrett C. Enhancement of ments of perinatal prevention and treatment of respiratory
fetal lung surfactant production by aminophylline. Pediatr distress syndrome. Eur Respir J 1989; 3: S68-S72.
Res 1979; 13: 1336-1340. 16.- Di Renzo G, Anceschi M, Cosmi E. Lung surfactant en-
5.- Gross I, Wilson C, Ingleson L, Brehier A, Rooney S. Fetal hancement in uteri. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 1989;
lung in organ culture. III. Comparison of dexamethasone, 32: 1-11.
Prolactina, inositol 5
y lecitina Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Juan Carlos Briceño-Sanabria

El fracaso es una gran oportunidad de empezar otra vez,


más inteligentemente

Henry Ford

Además de los agentes descritos en los capítulos anteriores,


hay una serie de sustancias que también han sido experimen-
tadas como alternativas a los corticosteroides para la induc-
ción de maduración pulmonar fetal, pero cuentan con menos
evidencias que las analizados antes y generalmente son de
nivel II. Serán definidos en este capítulo y en el siguiente.
Aquí se mencionarán tres de ellos: prolactina (PRL), inositol
y lecitina.

<0,001). Estos resultados sugirieron que la PRL podía im-


PROLACTINA
pulsar la síntesis de surfactante pulmonar en los conejos. Sin
embargo, en octubre de 1978, Ballard y col.2 realizaron una
La hormona PRL (Figura 1) constituye otra sustancia ex-
prueba con un diseño similar en 32 conejas y la PRL no tuvo
plorada como probable agente inductor de maduración pul-
efecto en la tasa de incorporación de colina en la lecitina, en
monar fetal que pueda ser útil en la prevención del síndrome
el contenido tisular de fosfolípidos y lecitina disaturada, y en
de dificultad respiratoria (SDR). Sin embargo, ha sido poco
los corticosteroides plasmáticos. Ellos también infundieron
estudiada tanto en animales como en humanos.
3 ovejas con 1 mg de PRL vía endovenosa continua durante
5-8 días, y aunque obtuvieron concentraciones suprafisioló-
Evidencias en animales
gicas de PRL en plasma y líquido amniótico, no hubo efecto
El primer reporte se remonta a mayo de 1977, cuando Ha- en el flujo traqueal de surfactante o en las concentraciones
mosh y Hamosh1 inyectaron 1 mg de PRL ovina (n: 12) o plasmáticas de sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEA).
placebo (n: 13) a conejas en el día 24 de embarazo y el día Por lo tanto, en este estudio la PRL falló en estimular los sis-
26 analizaron el tejido pulmonar encontrando: 1) los fetos temas surfactante o adrenocorticotrópico. Ellos concluyeron
tratados con PRL mostraron 40% más de contenido de fos- que no estimula ni el sistema surfactante ni el adrenocorti-
folípidos totales (17,0 + 0,8 micronmol/g) que los controles cotrópico en conejas y ovejas embarazadas y les sugirió que la
(12,2 + 0,5 micronmol/g), 2) el grupo tratado con PRL tuvo relación entre PRL y SDR es una asociación indirecta. Pero
67% más contenido de lecitina pulmonar (8,7 + 0,8 micron- en octubre de 1985 es publicado otro trabajo que sugiere que
mol/g) que los controles (5,2 + 0,4 micronmol/g), 3) la di- la PRL puede inducir la producción de surfactante. En esa
palmitoillecitina formó el 67% de la lecitina pulmonar total prueba, Johnson y col.3 midieron las concentraciones de PRL
en el grupo de PRL y 44% en el grupo control. Estas di- en líquido amniótico, plasma fetal y materno de 34 monos
ferencias fueron altamente estadísticamente significantes (P rhesus entre 110-160 días de embarazo, incluidos 15 casos

169
170 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 1 La hormona prolactina constituye


otra sustancia explorada como probable
agente inductor de maduración pulmonar
fetal.

en los que las monas fueron inyectadas con 2 mg intramus- ción de PRL durante el tercer trimestre del embarazo. En
cular de betametasona diarios por 3 días antes del parto. La julio de ese mismo año, Gluckman y col.6 midieron la PRL
PRL en líquido amniótico se correlacionó significantemen- en cordón umbilical de 77 neonatos entre 28-40 semanas
te con la estabilidad alveolar pulmonar (RR 0,51; P <0,01), de embarazo, y consiguieron una correlación positiva con la
fosfatidilcolina pulmonar (RR 0,51; P <0,01), tensión de edad de la gestación. Entre 30-36 semanas, la elevación de
superficie pulmonar (RR 0,39; P <0,05) y relación leciti- la línea de regresión de PRL fue significantemente menor
na/esfingomielina (RR 0,50; P <0,01). Después de hacer el (P <0,05) en los niños que desarrollaron SDR comparados
análisis ajustado a la edad de embarazo, estas correlaciones con los que no lo desarrollaron. Entre 32-33,5 semanas la
permanecieron altamente significantes. Estos hallazgos su- concentración de PRL de los que desarrollaron SDR (101,7
girieron que el líquido amniótico puede modular la produc- + 9,5 ng/ml) fue significantemente menor (P <0,025) que la
ción fetal de surfactante a través de su contenido de PRL. La de los que no lo hicieron (161,8 + 18,9 ng/ml). La PRL en
última evidencia conseguida en animales fue publicada en cordón umbilical no se correlacionó con las concentraciones
1994 por Oguchi y col.,4 quienes investigaron la maduración de cortisol o DHEA. La PRL sérica no fue suprimida en
pulmonar en renacuajos de ranas toro (rana catesbeiana). 114 niños cuyas madres fueron tratadas con betametasona
El análisis de los fosfolípidos demostró que, como en los prenatal. Estos resultados aumentaron la posibilidad que
mamíferos, el mayor componente (50%) era fosfatidilcolina, la PRL tuviese un papel en la maduración pulmonar fetal.
y otros constituyentes eran fosfatidiletanolamina, fosfatidi- Otros autores, mediante un estudio neonatal en 1981, tam-
lserina, esfingomielina y fosfatidilglicerol. El contenido de bién especularon que la PRL podría disminuir el SDR. Se
fosfatidilcolina del surfactante pulmonar fue menor en los trata de Parekh y col.,7 quienes midieron la PRL en suero
renacuajos tratados con antisuero contra PRL, que en los de cordón umbilical de 17 neonatos a término cuyas madres
de conejos inyectados con antisuero contra PRL, mientras usaron narcóticos durante el embarazo, y a 18 cuyas madres
que el contenido de fosfatidilcolina en el pulmón completo no los usaron. El valor medio de PRL para el grupo expues-
no difirió en los dos grupos. Estos resultados les sugirieron to a narcóticos fue 266,6 ng/ml (rango 157,5-448,7 ng/ml),
que la síntesis de surfactante en el pulmón de los anfibios se mientras que en los controles fue 193,7 ng/ml (rango 69,8-
produce como una metamorfosis progresiva y que la PRL 693,1 ng/ml). Esta diferencia fue estadísticamente signifi-
está involucrada en la maduración pulmonar. cativa (P <0,05). Encontraron también menor incidencia de
SDR en el grupo expuesto, por lo que sugirieron que los
Evidencias en humanos niveles elevados de PRL en hijos de adictas a narcóticos po-
En humanos, los estudios iniciales de Hauth y col.5 en 1978 dían explicar esta menor frecuencia de SDR. En ese mismo
mostraron incrementos de surfactante después de la inyec- año, aparece una publicación de Diani y Perdelli,8 donde
Capítulo 5: Prolactina, inositol y lecitina 171

midieron las concentraciones de PRL y la relación ácido dopamina, y que la PRL fetal y materna no necesariamente
palmítico/esteárico en 92 muestras de líquido amniótico de desempeñan un papel en el mantenimiento del embarazo y
diferentes edades de embarazo, y no encontraron correlación crecimiento fetal. Pero unos años más tarde, en 1995, el gru-
entre los niveles de PRL y la relación ácido palmítico/esteá- po francés de Lenclen y col.14 también le asigna a la PRL el
rico cuando esta relación era >5 (madurez pulmonar fetal papel de poderoso estimulante de la maduración pulmonar
completa). Por el contrario, hubo una correlación negativa fetal. Más recientemente, en el año 2005, Promila y col.,15 de
estadísticamente significativa entre los niveles de PRL y la India, reportan que al momento del parto midieron la PRL
relación ácido palmítico/esteárico cuando esta relación era en cordón umbilical de los hijos de 20 mujeres con embara-
<5 (madurez pulmonar fetal incompleta). Un año después zos normales y de 80 anormales (HIE, diabetes, parto pretér-
(1982), Quirk y col.9 consiguen que después de inyectar mino, ruptura prematura de membranas, embarazo gemelar,
PRL a las madres durante el tercer trimestre, se elevan las ictericia y anemia). Comparadas con los embarazos normales,
concentraciones de surfactante pulmonar fetal. las mujeres con gestaciones anormales tuvieron significativa-
En 1983, Tolino y col.10 midieron los niveles de PRL mente menos niveles de PRL (302,12 + 103,2 vs 385,65 +
en cordón umbilical a niños de madres expuestas a beta- 85,1 ng/mL). Los recién nacidos que hicieron SDR tuvieron
metasona entre 28-40 semanas, y a las 33-36 semanas los significativamente menos niveles de PRL (147,92 vs 329,72
niveles medios de PRL fueron significativamente más bajos ng/mL). Cuando se compararon con los neonatos que desa-
en los que desarrollaron SDR, que en los que no lo desa- rrollaron SDR, fuera de 15 niños expuestos a betametasona
rrollaron. Este resultado les sugirió que la betametasona no in utero, el 80% tuvo mayores niveles de PRL (279,66 + 138,3
altera los niveles de PRL y que la PRL desempeña un papel vs 166,96 + 14,43 ng/mL; P <0,013) y no hicieron SDR.
importante en la maduración pulmonar fetal. Un poco más Estos autores también concluyen que la PRL desempeña un
tarde, en septiembre de 1986, Parker y col.11 investigan la papel clave en la maduración pulmonar fetal.
relación entre hipertensión en el embarazo y niveles de PRL
y DHEA en sueros de recién nacidos. Ellos consiguieron
que en las formas leve y moderada de hipertensión inducida INOSITOL
por el embarazo (HIE) hubo poco efecto en los niveles sé-
ricos de PRL en el suero de los recién nacidos. En los recién El inositol (Figura 2) es un alcohol azucarado componen-
nacidos de mujeres con HIE severa los niveles de PRL fue- te de algunos fosfolípidos, forma parte de las vitaminas del
ron significantemente mayores (P <0,01) que en los niños complejo B y un importante nutriente para el crecimiento
de mujeres normotensas. Al contrario, las concentraciones y sobrevivencia de las células humanas. Promociona la ma-
en cordón umbilical de DHEA en neonatos de madres con duración de algunos componentes del surfactante y puede
HIE severa fueron significantemente menores (P <0,05) que jugar un papel crítico en la vida fetal y neonatal temprana.16
los de las normotensas. Estos hallazgos soportaron el punto Ha sido poco utilizado para prevención prenatal del SDR,
de vista que las funciones pituitaria y adrenocortical de los pero es más usado para tratamiento posnatal de neonatos
fetos de mujeres con HIE severa son diferentes de los de con SDR.
las normotensas y sugirieron que la HIE altera la función
de la hipófisis y la corteza adrenal fetal. En ese mismo año, Evidencias en animales
Saltzman y col.12 exploran el papel de algunas hormonas en
la maduración pulmonar en 40 hijos de madres diabéticas y En la búsqueda de evidencias sobre el uso de inositol en la
40 no diabéticas, y les determinan PRL, estrona, estradiol, inducción de maduración pulmonar fetal, solamente se con-
T3 y T4 en sangre de cordón umbilical. Los hijos de diabéti- siguió un solo trabajo hecho en animales, que describe sus
cas tuvieron significativamente menores niveles de PRL que conclusiones pero contiene muy poca información sobre su
los controles (P <0,0005) y no hubo diferencias en las otras diseño metodológico y resultados. Fue realizado en 1989
hormonas entre los dos grupos. Estos hallazgos reforzaron por Di Renzo y col.,17 de la Universidad de Perugia, Italia,
la posibilidad que la PRL estuviese asociada o retardara la quienes evaluaron la asociación de corticosteroides e inosi-
maduración pulmonar en hijos de diabéticas. Otro trabajo tol en conejas embarazadas y consiguieron que el inositol
presentado por Miyakawa13 en agosto de 1989 investigó el incrementara notablemente la maduración pulmonar fetal y
papel de la PRL durante el crecimiento y en la maduración redujera algunos efectos adversos de los corticosteroides en
pulmonar fetal. Este autor midió por radioinmunoensayo el pulmón, como la disminución del ADN y del contenido
los niveles de PRL en los compartimientos materno, fetal de proteínas.
y amniótico, en pacientes con fetos anencéfalos y en muje-
Evidencias en humanos
res tratadas durante el embarazo con bromocriptina (pasa
a través de la placenta a término e inhibe la secreción de En humanos sólo se consiguieron dos estudios18,19 con muy
PRL por la hipófisis fetal). Los niveles de PRL en líquido pocos datos también. El primero de ellos fue realizado igual-
amniótico casi no fueron afectados por la bromocriptina, lo mente en 1989 por Cosmi y Di Renzo,18 del mismo grupo de
cual sugirió que la PRL en líquido amniótico no era deriva- la Universidad de Perugia, estudiando asimismo la combina-
da de la biosíntesis del proceso mediado por el receptor de ción de corticosteroides e inositol, y encontrando también
172 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 2 El alcohol azucarado inositol for­


ma parte de las vitaminas del complejo B y
promociona la maduración de algunos com­
­ponentes del surfactante.

que el inositol facilitó la maduración de los pulmones en los fijaba altamente en el pulmón. Estos resultados indicaron
fetos y disminuyó los efectos adversos de los corticosteroides una posible vía terapéutica para prevenir el SDR con leci-
en las madres. En la otra investigación, Gojnic y Pervulov19 tina. Otro estudio en animales hecho por Ali y Wood,22 en
reportaron en el año 2005 que han realizado varios estudios 1985, demostró que el ácido oleico, un componente de los
con inositol, corticosteroides, tiroxina, aminofilina, betami- intralípidos, no tiene efectos adversos sobre el pulmón y lo
méticos y surfactante, logrando disminuir la incidencia de protege del efecto deletéreo de los ácidos grasos. Por último,
SDR y hemorragia intraventricular. otros experimentos en animales demostraron que la lecitina
no atraviesa la placenta, pero después de la inyección intra-
amniótica es absorbida por el intestino fetal y utilizada para
LECITINA incorporarla al surfactante en los alvéolos pulmonares.23

La lecitina o fosfatidilcolina (Figura 3), uno de los fosfolí- Evidencias en humanos


pidos que constituyen el surfactante, ha sido administrada
El primer trabajo en humanos fue publicado en 1976 por
intraamniótica bajo la forma de intralípidos, con el fin de
Grosspietzsch y col.,24 de este grupo alemán, cuando re-
elevar las concentraciones fetales de surfactante. Casi toda la
portaron un caso clínico de una paciente de 28 años con
evidencia animal o humana ha sido realizada por un grupo
eritroblastosis fetal, que parió a las 36 semanas, a la que le
de investigadores alemanes.
investigaron la distribución de lecitina marcada con carbono
14 por la circulación materna. Otro caso clínico fue presen-
Evidencias en animales
tado ese año también por Klink y col.,25 del mismo grupo de
La primera evidencia se remonta a 1977, cuando Ober- investigación: durante una cesárea a una paciente de 36 años
heuser y col.,20 de este grupo alemán, realizaron inyección con eritroblastosis fetal, le hicieron inyección intraamniótica
intraamniótica de lecitina marcada con carbono 14 a cone- de lecitina, y esta fue reabsorbida por el feto, quien no pre-
jas con embarazos avanzados y demostraron la distribución sentó trastornos respiratorios neonatales. En 1977, nueva-
de lecitina en el líquido amniótico y la acumulación de sus mente el mismo grupo de Grosspietzsch y col.26 inyectaron
metabolitos en pulmón e hígado fetal. Ese mismo año, von lecitina marcada con carbono 14 intraamniótica a un feto
Klitzing y col.,21 del mismo grupo de investigadores, experi- no viable y examinando el líquido de lavado de pulmón fetal
mentando con mini puercos Gottinger, demostraron que la demostraron que la lecitina era metabolizada y resintetizada
aplicación endovenosa de lecitina no era eficiente, mientras en el organismo y que en el pulmón estaba presente como
que después de la inyección intraamniótica de lecitina, era molécula completa. En 1986, este grupo de Klink y col.27
reabsorbida rápidamente en todo el organismo fetal, y se demostró estos efectos en cultivos pulmonares fetales, e hi-
Capítulo 5: Prolactina, inositol y lecitina 173

Figura 3 La lecitina o fosfatidilcolina es uno


de los fosfolípidos que constituyen el surfac­
tante.

potetizó que la producción de surfactante se incrementaba 4.- Oguchi A, Mita M, Ohkawa M, Kawamura K, Kikuyama S.
al aumentar la concentración de su sustrato, la lecitina. Para Analysis of lung surfactant in the metamorphosing bullfrog
demostrarlo, inyectaron lecitina intraamniótica como intra- (Rana catesbeiana). J Exp Zool 1994; 269: 515-521.
lípidos a 18 pacientes con parto pretérmino. Ninguno de los 5.- Hauth J, Parker C Jr, MacDonald P, Porter J, Johnston J. A
niños del grupo de estudio tuvo SDR, muerte neonatal o role of fetal prolactin in lung maturation. Obstet Gynecol
morbilidad inesperada. 1978; 51: 81-88.
6.- Gluckman P, Ballard P, Kaplan S, Liggins G, Grumbach M.
Prolactin in umbilical cord blood and the respiratory distress
RESUMEN syndrome. J Pediatr 1978; 93: 1011-1014.
7.- Parekh A, Mukherjee TK, Jhaveri R, Rosenfeld W, Glass L.
Los agentes aquí descritos han sido experimentados como Intrauterine exposure to narcotics and cord blood prolactin
alternativa al uso de corticosteroides en la maduración pul- concentrations. Obstet Gynecol 1981; 57:447-449.
monar fetal. La evidencia disponible es pequeña y usualmen- 8.- Diani F, Perdelli F. Amniotic fluid prolactin and fetal lung
te de nivel II. Aunque estos estudios iniciales son favorables, maturity. Clin Exp Obstet Gynecol 1981; 8: 50-53.
es necesario esperar que demuestren su eficacia y seguridad a 9.- Quirk J Jr, MacDonald P, Johnston J. Role of fetal pituitary
través de grandes pruebas controladas y aleatorias. prolactin in fetal lung maturation. Semin Perinatol 1982; 6:
238-245.
10.- Tolino A, de Conciliis B, Romano L, Graziano E. Fetal pro-
lactin levels and respiratory distress syndrome. Clin Exp Ob-
BIBLIOGRAFÍA stet Gynecol 1983; 10: 198-200.
11.- Parker C Jr, Hankins G, Carr B, Gant N, MacDonald P, Por-
1.- Hamosh M, Hamosh P. The effect of prolactin on the leci- ter J. Prolactin levels in umbilical cord serum and its relation
thin content of fetal rabbit lung. J Clin Invest 1977; 59: to fetal adrenal activity in newborns of women with preg-
1002–1005. nancy induced hypertension. Pediatr Res 1986; 20: 876-878.
2.- Ballard P, Gluckman P, Brehier A, Kitterman J, Kaplan S, 12.- Saltzman D, Barbieri R, Frigoletto F. Decreased fetal cord
Rudolph A et al. Failure to detect an effect of prolactin on prolactin concentration in diabetic pregnancies. Am J Obstet
pulmonary surfactant and adrenal steroids in fetal sheep and Gynecol 1986; 154: 1035-1038.
rabbits. J Clin Invest 1978; 62: 879–883. 13.- Miyakawa I. Prolactin and pregnancy. Rinsho Byori 1989;
3.- Johnson J, Tyson J, Mitzner W, Beck J, Andreassen B, Lon- 37: 862-867.
don W et al. Amniotic fluid prolactin and fetal lung matura- 14.- Lenclen R, Paupe A, Philippe H, Olivier-Martin M, Nisand
tion. Am J Obstet Gynecol 1985; 153: 372-380. I. Prenatal prevention of infant respiratory distress syndrome.
174 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

1st part: experimental data and pharmacological treatment. J of 14C-labeled lecithin after intravenous and intraamnial
Gynecol Obstet Biol Reprod (Paris) 1995; 24: 283-293. administration in pregnant miniature pigs? Fortschr Med
15.- Promila J, Daljit S, Anupama G. Fetal cord serum prolactin 1977; 95: 501-504.
level in normal and abnormal pregnancies. J Obstet Gynecol 22.- Ali J, Wood L. The acute effects of intralipid on lung func-
India 2005; 55: 419-423. tion. J Surg Res 1985;. 38: 599-605.
16.- Howlett A, Ohlsson A. Inositol for respiratory distress syn- 23.- Roberts W, Morrison J. Pharmacologic induction of fetal
drome in preterm infants. Cochrane Database Syst Rev lung maturation. Clin Obstet Gynecol 1991; 34: 319-327.
2000; CD000366. 24.- Grosspietzsch R, Klinik F, von Klitzing L, Oberheuser F,
17.- Di Renzo G, Anceschi M, Cosmi E. Lung surfactant en- Endell W. Case study of 14C-labelled lecithin placental
hancement in uterus. Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol transfer. Fortschr Med 1976; 94:1465-1467.
1989; 32: 1-11. 25.- Klink F, vonKlitzing L, Endell W, Grosspietzsch R, Ober-
18.- Cosmi E, Di Renzo G. Prevention and treatment of fetal heuser F. Course observation after intraamniotic administra-
lung immaturity. Fetal Ther 1989; 4: S52-S62. tion of lecithin in premature cesarean section. Fortschr Med
19.- Gojnic M, Pervulov M. Artificial fetal lung maturation: pre- 1976; 94: 1783-1784.
vention of antenatal complications in premature deliveries. 26.- Grosspietzsch R, Klink F, von Klitzing L, Endell W, Ober-
Clin Exp Obstet Gynecol 2005; 32: 61-64. heuser F. Intraamnial application of 14C-labeled lecithin at
20.- Oberheuser F, Endell W, Grosspietzsch R, Klink F, Klitzing man 13 hrs. antepartum. Geburtshilfe Frauenheilkd 1977;
L. Intraamniotic application of lecithin in pregnant rabbits. 37: 527-531.
Z Geburtshilfe Perinatol 1977; 181: 59-63. 27.- Klink F, Klitzing L, Kleinbauer D, Kunkelmann H, Oberheus-
21.- von Klitzing L, Endell W, Grosspietzsch R, Klink F, Ober- er F. Prenatal respiratory distress syndrome prophylaxis through
heuser F. Prevention and therapy of the respiratory distress intraamniotic application of intralipid. 10th European Con-
syndrome in premature infants using lecithin. Distribution gress of Perinatal Medicine, Leipzig, August 12-16, 1986.
Opioides, cocaína 6
y carnitina Capítulo
Carlos Briceño-Pérez, Carlos Briceño-Sanabria

Todo fracaso es el condimento que le da sabor al éxito

Truman Capote

Otro grupo de medicamentos considerados como terapia


alterna a los corticosteroides, que cuentan con evidencias
escasas y la mayoría de nivel II, lo constituyen los opioides,
la cocaína y la carnitina, los cuales serán analizados a conti-
nuación.

OPIOIDES

Los opioides morfina, metadona y heroína también han sido


experimentados como agentes aceleradores de maduración
distensibilidad pulmonar y la estabilidad alveolar a la defla-
pulmonar fetal (Figura 1).
ción. Asimismo, los análisis morfométricos demostraron que
la relación espacio aéreo alvéolo-tejido en el grupo tratado
Evidencias en animales
con morfina fue significativamente mayor (P <0,05). Estas
La primera referencia conocida es de 1975, cuando Roloff observaciones proporcionaron evidencia que los opioides en-
y col.,1 basados en la observación que los hijos de pacientes dógenos facilitan la maduración pulmonar. Por otra parte,
consumidoras de heroína tienen menor incidencia de SDR, un estudio reportado en marzo de 1999 también sugirió que
presentaron un trabajo controlado donde estudiaron conejas los opioides heroína, morfina y metadona pueden acelerar
preñadas, inyectándolas con morfina subcutánea en dosis de la maduración pulmonar in vitro en ratas. En esta investi-
2,5-10 mg/kg, desde el principio del embarazo hasta el par- gación, Gewolb y col.,3 de Baltimore y Boston, EE.UU., se
to. Las medidas de la relación lecitina/esfingomielina no se basaron en la observación que en comparación con los hijos
relacionaron con madurez pulmonar, por lo que los autores de mujeres no adictas, los nacidos de madres que consumen
concluyeron que la morfina no aceleraba la maduración pul- heroína y cocaína tienen menor incidencia de SDR, y se pro-
monar y que la reducción del SDR en hijos de mujeres adic- pusieron estudiar si éste era una acción directa o secundaria
tas a heroína no tenía un equivalente directo en este modelo a otro fenómeno. Para ello, investigaron el efecto in vitro de
animal. Pero si en este primer trabajo no hubo éxito, en 1987 varias concentraciones de los opioides morfina, metadona y
sí lo obtuvieron Comer y col.,2 quienes también inyectaron heroína, y del anestésico local cocaína, en la maduración de
morfina (1 mg/kg de peso corporal) o el antagonista opioi- pulmón fetal de rata mediante la determinación de la tasa de
de naloxona, durante 10 días en conejas embarazadas, en el incorporación de colina en fosfatidilcolina y fosfatidilcolina
tercer trimestre. Con respecto a los controles, en el grupo disaturada. Ellos notaron incrementos significantes en la tasa
tratado con morfina, las curvas de presión-volumen de aire de incorporación de colina en tejidos pulmonares a los 19
fetal variaron significantemente (P <0,0001), favoreciendo la y 20 días de embarazo, a concentraciones de 1 × 10-3 M de

175
176 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 1 Los opioides morfina, metadona y


heroína también han sido experimentados
como agentes aceleradores de maduración
pulmonar fetal.

heroína, 1 × 10-3 M de morfina y 1 × 10-4 M de metadona iniciales favorables se ha evolucionado más bien hacia ha-
(P <0,005). Con la cocaína no se consiguieron estos efectos llazgos neutros y adversos.
aceleradores. El análisis morfológico de los tres grupos de
opioides reveló un incremento significante (de 192% a 251%; Evidencias en animales
P <0,01) en los neumocitos tipo II y en los cuerpos lamelares En 1991, Kain y col.5 inyectaron diariamente cocaína sub-
por línea de alvéolo. En los tres grupos de opioides estuvo cutánea (18 mg/kg de peso corporal) a conejas preñadas los
significantemente incrementada la incorporación de colina días 24-26 de embarazo y midieron las curvas fetales de pre-
en fosfatidilcolina en los neumocitos tipo II (P <0,01). Es- sión-volumen pulmonar obtenidas durante la primera infla-
tos datos indicaron que altas dosis de opioides tienen efecto ción-deflación. Al compararlo con el control, el grupo trata-
acelerador sobre los parámetros bioquímicos y morfológicos do con cocaína tuvo presiones de apertura más bajas (P25 vs
de la maduración pulmonar in vitro. Para ellos, la falta de P35), volúmenes mayores a cada presión (P <0,05) y mayor
aceleración por la cocaína sugiere que la reducción del SDR volumen de deflación final (30,4 vs 8 mL/kg; P <0,001). El
producido por la cocaína es un efecto secundario. análisis morfológico reveló más septos secundarios y paredes
septales más delgadas en el grupo tratado con cocaína que
Evidencias en humanos en el control.
En la búsqueda de evidencias en humanos sólo se consiguió
Evidencias en humanos
un trabajo pequeño sobre la utilización de opioides, por lo
que no se conoce si los hallazgos anteriores en animales han El primer trabajo también se reportó en 1991, cuando Zuc-
podido ser demostrados en el hombre: en 1996, Mayes y kerman y col.,6 de Boston, EE.UU., compararon 8 neonatos
Carroll4 estudiaron un grupo de 68 neonatos de madres ex- de <34 semanas expuestos in utero a cocaína con 25 no ex-
puestas a metadona y cocaína y no encontraron diferencias puestos. En el grupo expuesto a cocaína hubo un solo caso
en la incidencia de SDR entre los dos grupos. de SDR (12%) y en el no expuesto hubo 13 (56%). Los au-
tores creyeron que estos datos preliminares de reducción del
SDR en niños expuestos a cocaína eran posibles y necesita-
COCAÍNA ban confirmación en el futuro. Sin embargo, en 1993, Sehgal
y col.7 estudiaron 536 neonatos de bajo peso (500-2.500 g),
La cocaína (Figura 2), un anestésico local, en un estudio en y no encontraron diferencias significantes en la incidencia
animales,5 reportó aceleración de maduración pulmonar, pe- de SDR entre el grupo expuesto a cocaína y el control. Re-
ro 5 estudios en humanos6-10 no han podido demostrar su sultados similares fueron obtenidos por Beeram y col.,8 de
eficacia en la prevención del SDR, ya que de los resultados Washington, EE.UU., en 1994. Ellos hicieron un estudio
Capítulo 6: Opioides, cocaína y carnitina 177

Figura 2 La cocaína es un anestésico local


que, en un estudio en animales,5 reportó ace­
­leración de maduración pulmonar, pero cin­
co estudios en humanos6-10 no han demos­­tra­
do su eficacia.

retrospectivo entre enero de 1989 y diciembre de 1990 de 40 50 años después se descubrió su importancia en el metabo-
neonatos <1.500 g expuestos a cocaína, comparados con 29 lismo de los ácidos grasos (es necesaria para el transporte
no expuestos. El 75% de los expuestos desarrollaron SDR, de ácidos grasos a la mitocondria). Luego se le describieron
comparado con 66% de los no expuestos (P >0,05). Al hacer otras funciones en el metabolismo celular. Ha sido experi-
el análisis de regresión logística múltiple, la diferencia entre mentada como facilitadora de la maduración pulmonar fetal.
los grupos no fue significante, por lo que concluyeron que la La evidencia en animales y humanos ha demostrado que la
exposición intrauterina a cocaína no altera la incidencia de carnitina es transferida de la madre al feto y que la adminis-
SDR. Por su parte, en 1996, en el citado estudio de Mayes y tración materna de la combinación de L carnitina con dosis
Carroll4 tampoco se encontraron diferencias en la incidencia bajas de betametasona actúa sinérgicamente en el incremen-
de SDR en niños de madres expuestas a cocaína y metadona. to de la dipalmitoil fosfatidilcolina y acelera la maduración
Cinco años después, Hand y col.9 hicieron también un estu- pulmonar fetal. En humanos, los niveles de carnitina plas-
dio de cohorte entre enero de 1992 y enero de 1995, en niños mática antes del parto se encuentran disminuidos a cerca
con pesos entre 750-1.500 g, expuestos en el útero a cocaína, de la mitad de las concentraciones presentes en la mujer no
y sólo consiguieron efectos leves en el SDR y ningún efecto embarazada. Se desconoce su causa y se ha atribuido a una
en el desarrollo de enfermedad broncopulmonar. Por último, función detoxificante.11,12 La mayoría de las investigaciones,
en el año 2004, Ogunyemi y Hernández-Loera,10 en otro tanto en animales como en humanos, fueron desarrolladas
estudio retrospectivo de casos controles, en 200 neonatos de por el mismo grupo proveniente de Alemania.
madres expuestas a cocaína y 200 controles de madres no
expuestas, entre 1991-2000, a diferencia de los hallazgos an- Evidencias en animales
teriores, consiguieron mayor incidencia de SDR en el grupo
En 1978 se reporta un primer estudio donde este grupo de
expuesto que en los controles (14% vs 4%; P <0,001).
Lohninger y col.13 utilizaron betametasona, bromexina e hi-
drocloro DL-carnitina (30 mg/kg peso corporal, intramus-
cular) para 25 ratas Wistar y 24 conejas embarazadas, 4 días
CARNITINA antes de hacerles una cesárea. Comparado con el grupo con-
trol, el de carnitina tuvo valores significantemente más altos
La carnitina (ácido butírico hidroxitrimetilamino) es una del contenido total de fosfolípidos, lecitina y ácido palmíti-
betaína propia del cuerpo, que en la vida natural es amplia- co. Cuatro años más tarde, Salzer,14 del mismo grupo, tam-
mente diseminada en forma de metabolito fisiológico en bién refiere haber usado carnitina, con buenos resultados.
todas las células vivientes (Figura 3). Fue descubierta a prin- Otro trabajo de este grupo, dirigido por Lohninger y col.,15
cipios del siglo XX y fue rápidamente olvidada hasta que en 1986, comparó la combinación de carnitina más tiroxina
178 Sección III: Otros medicamentos utilizados para maduración pulmonar fetal

Figura 3 La carnitina (ácido butírico hi­


droxitrimetilamino) es una betaína propia
del cuerpo que ha sido experimentada co­
mo facilitadora de la maduración pulmonar
fetal.

con carnitina sola y tiroxina sola en ratas embarazadas. La barazo para inducir la maduración pulmonar fetal e hicieron
combinación de los dos agentes incrementó de manera sig- amniocentesis antes y después de dar el medicamento, y no
nificativa (8,8 + 1,8 mg/g; P <0,001) el contenido de dipal- encontraron incrementos del surfactante en el líquido am-
mitoil fosfatidilcolina en los pulmones fetales, comparado niótico. Tres años más tarde el grupo alemán de Salzer y
con carnitina (5,6 + 1,5 mg/kg; P <0,01), tiroxina (6,6 + 1,0 col.19 presentó el que era, para ellos, el primer estudio clínico
mg/kg) y los controles (5,4 + 1,8 mg/kg; P <0,01). La ad- con carnitina (4 g por 5 días, combinado con 2 dosis de 8
ministración materna de carnitina también resultó en incre- mg betametasona versus 2 dosis de 8 mg betametasona sola).
mentos al doble de los niveles de carnitina en los pulmones Las pacientes de la terapia combinada mostraron incremen-
fetales (P <0,01), comparado con los controles. Estos resul- tos más marcados en el contenido de surfactante del líquido
tados demostraron que la carnitina potencia los efectos de la amniótico y mejores resultados en la determinación de la
tiroxina sobre el contenido de dipalmitoil fosfatidilcolina y distensibilidad pulmonar neonatal. Hubo también menos
apoyó el concepto de interrelación en los metabolismos de la casos de SDR demostrables en el grupo de carnitina más
carnitina y la tiroxina. Nuevamente el grupo de Lohninger y betametasona. Unos años después, en 1989, el mismo grupo
col.,16 en 1990, investigó pulmones de fetos de ratas tratadas alemán, encabezado esta vez por Genger y col.12 reportó los
con carnitina entre 16-20 días de embarazo, encontrando niveles normales de carnitina durante el embarazo huma-
incrementos significativos tanto en los fosfolípidos totales no. Los resultados mostraron una disminución gradual de
(P <0,05) como en la dipalmitoil fosfatidilcolina (P <0,05), los niveles plasmáticos de carnitina, una disminución brusca
que en los controles no tratados. En la evaluación morfo- durante el primer trimestre fue seguida por un decremento
lógica, al aumentar la dosis de carnitina, incrementó el nú- mucho más lento, pero altamente significante, en el segundo
mero de cuerpos lamelares en las células progenitoras de los y tercer trimestre. Esta disminución en los niveles plasmá-
neumocitos tipo II. Tres años después (1993), Czeszynska17 ticos se correlacionó con una concentración mayor de car-
inyectó carnitina sola (80 mg/kg/24 horas), a 8 conejas entre nitina en los glóbulos rojos. A este grupo de investigadores
los días 25-27 de embarazo, y carnitina más betametasona estos resultados les indicaron un incremento en la necesidad
(0,1 mg/kg/24 horas) a otras 8, y les hizo cesárea el día 28, de carnitina durante el embarazo. En 1994, otra vez el mis-
demostrando que, en fetos de conejas, la carnitina aceleraba mo grupo, con Kurz20 a la cabeza, realizan una prueba con-
trolada y aleatoria comparando el uso posnatal de carnitina
la maduración pulmonar fetal, bioquímica y morfológica.
y betametasona a bajas dosis (2 mg diarios por 1 día), con
altas dosis de betametasona sola (8 mg diarios por 2 días),
Evidencias en humanos
y encontraron disminución significante del SDR (P <0,05)
En 1980, During18 administró 3 g de carnitina por vía oral y de la mortalidad neonatal (P <0,05), con la combinación
durante 48 horas, a 6 pacientes entre 31-35 semanas de em- de carnitina y dosis bajas de betametasona, logrando reducir
Capítulo 6: Opioides, cocaína y carnitina 179

marcadamente la dosis de betametasona. En el último tra- 8.- Beeram M, Abedin M, Young M, Leftridge C, Dhanireddy
bajo del grupo alemán, Lohninger y col.,11 en 1996, basán- R. Effect of intrauterine cocaine exposure on respiratory dis-
dose en su estudio humano de 1989 sobre la disminución de tress syndrome in very low birth weight infants. J Natl Med
carnitina durante el embarazo, administraron 1 mg de car- Assoc 1994; 86: 370-372.
nitina diario desde la semana 20 de embarazo hasta el parto, 9.- Hand I, Noble L, McVeigh T, Kim M, Yoon J. The effects of
consiguiendo incremento en los niveles séricos de carnitina intrauterine cocaine exposure on the respiratory status of the
con esta dosis, ya que 0,5 g diarios no fueron efectivos. Es- very low birth weight infant. J Perinatol 2001; 21: 372-375.
te suplemento de carnitina incrementó significantemente el 10.- Ogunyemi D, Hernández-Loera GE. The impact of antena-
contenido de dipalmitoil fosfatidilcolina en los pulmones de tal cocaine use on maternal characteristics and neonatal out-
ratas. También demostraron sinergismo en la combinación comes. J Matern Fetal Neonatal Med 2004; 15:253-259.
de carnitina con bajas dosis de betametasona y determinaron 11.- Lohninger A, Laschan C, Auer B, Linhart L, Salzer H. Ani-
la dosis mínima de betametasona que afecta el contenido de mal experiment and clinical studies of the significance of
dipalmitoil fosfatidilcolina y acelera la maduración pulmo- carnitine for energy metabolism in pregnant patients and the
nar fetal. Concluyeron recomendando el uso de carnitina y fetus during the pre and perinatal period. Wien Klin
bajas dosis de betametasona, antes que betametasona sola a Wochenschr 1996; 108: 33-39.
dosis más altas. 12.- Genger H, Sevelda P, Vytiska-Binstorfer E, Salzer H, Le-
genstein E, Lohninger A. Carnitine levels in pregnancy. Z
Geburtshilfe Perinatol 1989; 192: 134-136.
RESUMEN 13.- Lohninger A, Krieglsteiner H, Erhardt W, Blumel G. Phar-
macologic influencing of fetal phospholipide synthesis. Part
En este capítulo se analizan otros tres medicamentos estu- II: Carnitine, a new way of dyspnea syndrome prophylaxis? Z
diados como posibles alternativas a los corticosteroides en la Geburtshilfe Perinatol 1978; 182: 29-37.
maduración pulmonar fetal, cuya evidencia proviene princi- 14.- Salzer H. New aspects in the diagnosis and therapy of fetal
palmente de estudios en animales, ya que las investigaciones lung immaturity. Determination of the infant respiratory
en humanos son pocas y, en algunos casos, no confirman los system compliance. Analysis of dipalmitoylphosphatidylcho-
hallazgos favorables iniciales. Su eficacia y seguridad nece- line in amniotic fluid. Use of carnitine for the enhancement
sita ser confirmada también por pruebas controladas y alea- of lung maturation. (Clinical and experimental results). Wien
torias. Klin Wochenschr Suppl 1982; 136: 1-30.
15.- Lohninger A, Krieglsteiner H, Salzer H, Erhardt W, Eppl
W, Kaiser E. Studies on the effects of L thyroxine, L carni-
tine and an L thyroxine-L carnitine combination on dipal-
BIBLIOGRAFÍA mitoyl phosphatidylcholine content and on phosphatidyl-
choline species composition in fetal rat lungs. Pediatr Res
1.- Roloff D, Howatt W, Kanto W, Borker R. Morphine admin- 1986; 20: 1280-1283.
istration to pregnant rabbits: effect on fetal growth and lung 16.- Lohninger A, Bock P, Dadak C, Feiks A, Kaiser E. Effect of
development. Addict Dis 1975; 2: 369-379. carnitine on foetal rat lung dipalmitoyl phosphatidylcholine
2.- Comer C, Grunstein J, Mason R, Johnston S, Grunstein M. content and lung morphology. Carnitine and lung surfactant,
Endogenous opioids modulate fetal rabbit lung maturation. J I. J Clin Chem Clin Biochem 1990; 28: 313-318.
Appl Physiol 1987; 62: 2141-2146. 17.- Czeszynska M. Evaluation of fetal lung maturation in rabbits
3.- Gewolb I, O’Brien J, Slavin R. Opioids accelerate fetal rat after giving carnitine and carnitine with betamethasone to
lung maturation in vitro. Am J Respir Cell Mol Biol 1999; pregnant rabbits. Ann Acad Med Stetin 1993; 39: 185-205.
20: 511-516. 18.- During R. Application of carnitine to the mother: effects on
4.- Mayes L, Carroll K. Neonatal withdrawal syndrome in in- phospholipids in amniotic fluid. Zentralbl Gynakol 1980;
fants exposed to cocaine and methadone. Subst Use Misuse 102: 1154-1158.
1996; 31: 241-253. 19.- Salzer H, Husslein P, Lohninger A, Binstorfer E, Langer M,
5.- Kain Z, Chinoy M, Antonio-Santiago M, Marchitelli R, Schönbauer M et al. First report: alternatives to cortisone
Scarpelli E. Enhanced lung maturation in cocaine exposed therapy. First clinical experiences with a carnitine betameth-
rabbit fetuses. Pediatr Res 1991; 29: 534-537. asone combination for the stimulation of fetal lung maturity.
6.- Zuckerman B, Maynard E, Cabral H. A preliminary report Wien Klin Wochenschr 1983; 95: 724-728.
of prenatal exposure and respiratory distress syndrome in 20.- Kurz C, Arbeiter K, Obermair A, Salzer H, Salzer H, Loh-
premature infants. Am J Dis Child 1991; 145: 696-698. ninger A. L carnitina betamethasone combination therapy
7.- Sehgal S, Ewing C, Waring P, Findlay R, Bean X, Taeusch H. versus betamethasone therapy alone in prevention of respira-
Morbidity of low birthweight infants with intrauterine co- tory distress syndrome. Z Geburtshilfe Perinatol1994;
caine exposure. J Natl Med Assoc 1993; 85: 20-24. 197:215-219.
SECCIÓN IV
LAS SITUACIONES DE «ESTRÉS»
DURANTE EL EMBARAZO
¿ACELERAN LA MADURACIÓN
PULMONAR FETAL?
Carlos Briceño-Pérez

El genio se compone de dos por ciento de talento


y noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación

Ludwig van Beethoven

Desde hace algunos años se ha venido negando el concep-


to que situaciones de «estrés» durante el embarazo, como
los estados hipertensivos y la restricción del crecimiento in-
trauterino (RCIU), aceleran la maduración pulmonar fetal.
A continuación se analiza la mayor parte de las evidencias
existentes, las que se concentran básicamente en la pree-
clampsia.

ESTADOS HIPERTENSIVOS El SDR ocurrió significantemente más frecuente en hijos


de madres hipertensas que en los controles (60% vs 33%;
La evidencia disponible parece contradecir el concepto que P = 0,001). Después de hacer los ajustes de las diferencias
los estados hipertensivos aceleran la maduración pulmonar entre los grupos, la asociación entre hipertensión materna y
fetal, ya que algunos estudios de nivel II1-10 realizados en aumento en la tasa de SDR se mantuvo. El incremento de
humanos desde hace algunas décadas encontraron más com- tasa de SDR se relacionó con la severidad de la hiperten-
plicaciones en los nacidos de madres con preeclampsia, y no sión, pero no lo hizo con la duración de la hipertensión o
consiguen efecto protector de la hipertensión (Figura 1). el tratamiento materno con betabloqueadores. En los niños
que desarrollaron SDR no hubo diferencias significantes
Estudios en humanos en la severidad de la hipertensión en los dos grupos. En
1990, Owen y col.,2 en un estudio de casos controles, no
Evidencias nivel II
consiguieron ventajas en la supervivencia neonatal en ni-
En mayo de 1988, Bowen y col.,1 de Nueva Gales del Sur, ños nacidos de embarazos «estresados» por enfermedades
Australia, estudiaron la relación entre hipertensión mater- hipertensivas, comparados con los que tuvieron partos pre-
na durante el embarazo y SDR en 263 recién nacidos de término espontáneo o después de RPM. Un año después,
<32 semanas (223 madres normotensas y 40 hipertensas). el grupo de Tubman y col.3 de Belfast, Irlanda del Norte,

180
Sección IV: Las Situaciones de “Estrés” durante el embarazo ¿Aceleran la maduración pulmonar fetal? 181

Figura 1 La evidencia disponible parece


contradecir el concepto que algunas «si­
tuaciones de estrés» durante el embarazo,
como los estados hipertensivos, aceleran la
maduración pulmonar fetal.

investigó 268 niños de muy bajo peso de <34 semanas y en- hemorragia intraventricular grados 3 y 4 (2,2% vs 2,2%; P =
contraron menor incidencia de SDR en casos de restricción 0,72), enterocolitis necrosante grados 2 y 3 (5,8% vs 4,0%;
del crecimiento intrauterino y de RPM menor de 24 horas, P = 0,48) y sepsis comprobada con cultivo (9,0% vs 9,0%; P
mientras que la hipertensión materna se asoció con mayor = 0,85). Pero en agosto de 1997, Carvalho y col.,8 de Reci-
incidencia de SDR. Después del análisis de regresión logís- fe, Brasil, presentaron un trabajo de cohorte retrospectivo y
tica para ajustar las diferencias entre los grupos, el riesgo de prospectivo, en el cual encontraron que los hijos de madres
SDR fue significantemente mayor en los hijos de madres preeclámpticas tenían la misma posibilidad de tener SDR
hipertensas. Asimismo, Banias y col.,4 en 1992, compararon que los de las normotensas. Ellos analizaron 271 mujeres
67 neonatos de madres con preeclampsia y 134 de normo- preeclámpticas y 271 normotensas, entre 28-34 semanas. El
tensas con RPM y encontraron menores cifras de ph en riesgo relativo para los hijos de preeclámpticas fue 0,96 (IC
cordón umbilical y mayor incidencia de SDR y mortalidad 95% 0,78-1,17) y permaneció sin cambios luego del análisis
perinatal en el grupo descendiente de las preeclámpticas. de regresión múltiple. En otro estudio retrospectivo, en el
Schiff y col.,5 en 1993, no encontraron diferencia signifi- año 2000, Winn y col.9 realizaron pruebas de maduración
cante en la incidencia de inmadurez entre los neonatos de pulmonar en líquido amniótico de 31 pacientes con pree-
preeclámpticas y los controles (39,4% vs 38,6%). Además, clampsia y 59 con parto pretérmino y consiguieron que a las
consiguieron ligeramente, pero no significativamente, ele- edades de embarazo de 33-36 semanas, el promedio de la
vada (RR 1,43; IC 95% 0,94-2,37) la incidencia de SDR relación lecitina/esfingomielina fue significantemente me-
en 69 hijos de mujeres con preeclampsia, comparados con nor en los embarazos complicados por preeclampsia que en
los controles. Por su parte, Spinillo y col.,6 en 1995, en un los de parto pretérmino (1,99 ± 0,26 y 2,4 ± 0,57, respecti-
estudio de casos controles, compararon los resultados de vamente; P <0,01). Por último, en octubre de 2004, Chang y
morbilidad de 96 recién nacidos <36 semanas, provenientes col.,10 en otro estudio de cohorte, se propusieron investigar
de madres con preeclampsia y de 192 hijos de normotensas si la enfermedad de membrana hialina estaba incrementa-
con parto pretérmino por RPM, y consiguieron más com- da en 814 mujeres con preeclampsia y 3.021 controles con
plicaciones (riesgo de hemorragia intraventricular, daño embarazos entre 24-37 semanas. Cuando realizaron el aná-
cerebral severo y mortalidad neonatal) en los neonatos de lisis de regresión para evitar factores de confusión, hubo un
las preeclámpticas. También en 1995, Friedman y col.7 rea- incremento significante en la incidencia de enfermedad de
lizaron un estudio de cohorte en 223 preeclámpticas <35 membrana hialina en el grupo de preeclampsia (RR 1,35;
semanas y no hallaron diferencias en los neonatos de pree- IC 95% 1,03-1,78). El riesgo fue más pronunciado en neo-
clámpticas y los controles en la incidencia de muerte neona- natos nacidos <32 semanas de embarazo (RR 1,93; IC 95%
tal (4,5% vs 4,5%; P = 0,82), SDR (22,0% vs 22,0; P = 0,88), 1,28-2,91). Los autores señalan que aunque la razón exacta
182 Sección IV: Las situaciones de “Estrés” durante el embarazo ¿Aceleran la maduración pulmonar fetal?

del incremento de enfermedad de membrana hialina es des- las ovejas con RCIU fueron más hipoxémicas e hipercápni-
conocida, tiene importantes implicaciones clínicas y para la cas que los controles. Comparadas con los controles, en las
investigación. Primero, que es necesario investigar más la ovejas con RCIU el consumo de oxígeno y la ventilación por
causa del incremento de este riesgo en pacientes con <32 minuto estuvieron incrementadas, y la capacidad de difusión
semanas de embarazo, y segundo, el aumento del riesgo de pulmonar estuvo disminuida. Las concentraciones de ácido
enfermedad de membrana hialina en los hijos de estas pa- desoxirribonucleico (ADN) y proteínas pulmonares tam-
cientes hace que sea importante retardar el parto cuanto sea bién estuvieron disminuidas a las 8 semanas en las ovejas
posible, para administrar corticosteroides para la madura- con RCIU. Por lo tanto, concluyeron que la RCIU induce
ción pulmonar, en pacientes con preeclampsia <32 semanas. alteraciones en los pulmones y pared toráxico que resulta en
En síntesis, estos hallazgos apoyan el concepto que la ma- lesiones persistentes de la función pulmonar durante la vida
duración pulmonar no está acelerada en la preeclampsia. posnatal temprana. En el año 2002, Wignarajah y col.,12 del
mismo grupo australiano, usaron una metodología similar a
la de la prueba anterior estudiaron los efectos de la RCIU
RESTRICCIÓN DEL CRECIMIENTO INTRAUTERINO sobre la estructura de las vías aéreas en ovejas y encontraron
que a las 8 semanas del nacimiento, en comparación con los
La RCIU es otra condición de «estrés» que se afirma que controles, el grupo con RCIU tuvo menores áreas luminares
acelera la maduración pulmonar fetal, aseveración que, al y perímetros de la membrana basal de la tráquea y grandes
igual que en los estados hipertensivos, se está negando des- bronquios, generalmente debidas a reducción en las áreas
de hace algunos años. Algunos estudios tanto en humanos de cartílago y epitelio. Por lo que también concluyeron que
como en animales han sugerido que en estos casos se la fun- la RCIU daña el crecimiento de las paredes bronquiales y
ción pulmonar y tampoco se acelera la maduración pulmo- puede afectar la distensibilidad de las vías aéreas en el pe-
nar (Figura 2). ríodo posnatal inmediato. En un tercer trabajo de este grupo
australiano presentado por Maritz y col.,13 en el año 2004,
Estudios en animales usaron la misma metodología e investigaron los efectos de la
En años recientes se han reportado algunas pruebas en ani- RCIU en la estructura pulmonar a los 2 años de edad, consi-
males. La primera de ellas la publicaron Joyce y col.,11 de guiendo que los cambios encontrados antes a las 8 semanas
Melbourne, Australia, en el año 2001, quienes indujeron del nacimiento persistían a los 2 años de edad, indicando
RCIU por embolización placentaria en 8 ovejas, a los 120 que la RCIU puede resultar en cambios permanentes en la
días de embarazo. Después del nacimiento estudiaron la estructura pulmonar y que pueden afectar la salud respira-
función respiratoria durante 8 semanas y encontraron que toria y el crecimiento pulmonar más tarde en la vida. En el

Figura 2 Algunos estudios han sugerido


que otra condición de «estrés» durante el
embarazo, la restricción del crecimiento in­
trauterino, tampoco acelera la maduración
pulmonar fetal.
Sección IV: Las Situaciones de “Estrés” durante el embarazo ¿Aceleran la maduración pulmonar fetal? 183

mismo año de 2004, se reportó un trabajo de Chen y col.14 BIBLIOGRAFÍA


de Taiwán, quienes investigaron los efectos posnatales de la
desnutrición durante la última semana de embarazo sobre el 1.- Bowen J, Leslie G, Arnold J, Jones M, Gallery E. Increased
surfactante pulmonar y la morfometría pulmonar en ratas. incidence of respiratory distress syndrome in infants follow-
Al compararlas con los controles, las ratas con RCIU mos- ing pregnancies complicated by hypertension. Aust N Z J
traron menores peso corporal y peso pulmonar, relación peso Obstet Gynaecol. 1988; 28: 109-112.
pulmonar/corporal, volumen pulmonar, relación volumen 2.- Owen J, Baker S, Hauth J, Goldbenger R, Davis R, Copper R.
pulmonar/peso corporal, fosfatidilcolina saturada y corticos- Is indicated or spontaneous preterm delivery more advanta-
terona plasmáticas, fracciones de volumen del espacio alveo- geous for the fetus? Am J Obstet Gynecol 1990; 163: 868-872.
lar, áreas de superficie alveolar y relación áreas de superficie 3.- Tubman T, Rollins M, Patterson C, Halliday H. Increased
alveolar/peso corporal. En base a estos resultados concluye- incidence of respiratory distress syndrome in babies of hy-
ron que la RCIU durante el final del embarazo disminuye pertensive mothers. Arch Dis Child. 1991; 66:52-54.
los lípidos del surfactante en el período posnatal inmediato 4.- Banias B, Devoe L, Nolan T. Severe preeclampsia in preterm
y altera el desarrollo de la estructura pulmonar durante el pregnancy between 26-32 weeks’ gestation. Am J Perinatol.
período posnatal. 1992; 9: 357-360.
5.- Schiff E, Friedman S, Mercer B, Sibai B. Fetal lung maturity
Estudios en humanos is not accelerated in preeclamptic pregnancies. Am J Obstet
Gynecol. 1993; 169: 1096-1101.
Evidencias nivel II
6.- Spinillo A, Capuzzo E, Stronati M. Early neonatal compli-
Schiff y col.,5 en su trabajo comentado en la sección anterior cations after elective preterm delivery in hypertensive preg-
sobre estados hipertensivos, analizaron también un pequeño nancies. J Perinatol Med.1995; 23: 175-181.
grupo (n: 26) de niños con RCIU que recibió corticoste- 7.- Friedman S, Schiff E, Kao L. Neonatal outcome after pre-
roides durante el embarazo, los cuales tampoco mostraron term delivery for preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1995;
diferencia significante en la incidencia de inmadurez al 172: 1785-1792.
compararlos con los controles. Por su parte, Tyson y col.,15 8.- Carvalho M, Faundes A, Santos L. Pregnancy induced hy-
de Dallas, Texas, EE.UU., compararon en 1995 la incidencia pertension and hyaline membrane disease. Int J Gynaecol
de SDR, insuficiencia respiratoria y muerte, en niños de la Obstet 1997; 58: 197-202.
misma edad de gestación, pequeños y adecuados a su edad 9.- Winn H, Klosterman A, Amon E, Shumway J, Artal R. Does
de embarazo, y no encontraron diferencias en los dos grupos. preeclampsia influence fetal lung maturation? J Perinatal
Los pequeños para su edad de gestación en algunos análisis Med 2000; 28: 210-213.
tuvieron mayor riesgo de SDR y en casi todos los análisis 10.- Chang E, Menard K, Vermillion S, Hulsey T, Ebeling M.
tuvieron mayor riesgo de insuficiencia respiratoria y muer- The association between hyaline membrane disease and pre-
te. Para ellos, la comparación de pequeños y adecuados a su eclampsia. Am J Obstet Gynecol 2004; 191: 1414-1417.
edad de embarazo no apoya el concepto que la RCIU acelera 11.- Joyce B, Louey S, Davey M, Cock M, Hooper S, Harding R.
la maduración pulmonar y mejora los resultados. Por ello, Compromised respiratory function in postnatal lambs after
propusieron que este concepto, ampliamente aceptado, ne- placental insufficiency and intrauterine growth restriction.
cesita una reevaluación crítica. Pediatric Res 2001; 50: 641-649.
12.- Wignarajah D, Cock M, Pinkerton K, Harding R. Influence
of intrauterine growth restriction on airway development in
RESUMEN fetal and postnatal sheep. Pediatric Res 2002; 51: 681-688.
13.- Maritz G, Cock M, Louey S, Suzuki K, Harding R. Fetal
Como lo demuestran las evidencias aquí reportadas, el con- growth restriction has long term effects on postnatal lung
cepto que las condiciones de estrés durante el embarazo structure in sheep. Pediatric 2004; 55: 287-295.
(como los estados hipertensivos y la RCIU) aceleran la ma- 14.- Chen C, Wang L, Su B. Effects of maternal undernutrition
duración pulmonar fetal ha sido retado desde hace algunas during late gestation on the lung surfactant system and mor-
décadas. Los estudios descritos hablan en sentido contrario. phometry in rats. Pediatric Res 2004; 56: 329-335.
Se cuenta con mayores investigaciones en humanos, en los 15.- Tyson J, Kennedy K, Broyles S, Rosenfeld C. The small for
estados hipertensivos, pero en ambas situaciones la evidencia gestational age infant: accelerated or delayed pulmonary
es de nivel II, por lo que se espera mayor confirmación con maturation? Increased or decreased survival? Pediatrics 1995;
pruebas de nivel I. 95: 534-538.
SECCIÓN V
LA DIABETES MELLITUS
¿RETARDA LA MADURACIÓN
PULMONAR FETAL?
Carlos Briceño-Pérez

Lo que llaman talento no es más que


un arduo y continuo trabajo realizado correctamente

Winlow Herner

Constantemente se ha señalado que en las pacientes con


diabetes mellitus (DM) se retarda la maduración pulmonar
fetal. Sin embargo, las evidencias demuestran que esto só-
lo ocurre en pacientes con enfermedad no controlada o mal
controlada, ya que la que obtiene un buen control de sus
niveles séricos de glicemia cursa con una maduración pul-
monar fetal semejante a la de las no diabéticas (Figura 1).1
Además, según Weintrob y col.,1 de Israel, un buen control
de la diabetes materna durante el embarazo logró disminuir
la mortalidad perinatal de 250 por 1.000 nacidos vivos en la
década de los 60, a 20 por 1.000 nacidos vivos en la década
de los 80. Indudablemente que la adecuada maduración pul- por edad de gestación, no hubo diferencias en la frecuencia
monar fetal obtenida con esta euglicemia debe haber contri- de SDR en los grupos de <36 o >36 semanas, tanto en los
buido a esta significante reducción. de diabéticas como en los de no diabéticas. Al realizar el
análisis de regresión logística, la presencia de SDR en hijos
Evidencias nivel I de madres diabéticas se correlacionó de manera significante
con menor edad de gestación (P <0,0001). En 1989, Pardi
Dos pruebas controladas y aleatorias favorecen el concepto
y col.,3 en 112 embarazadas diabéticas clases B-F tratadas
que, en las diabéticas con un buen control de la glicemia,
con insulina, no consiguieron un solo caso SDR. Tampoco
no se retarda la maduración pulmonar fetal. En febrero de
encontraron diferencias en la mortalidad perinatal en pa-
1987, Mimouni y col.2 compararon 127 hijos de diabéticas
cientes con adecuado control metabólico de la diabetes clase
con 127 de no diabéticas. Las madres diabéticas se enrolaron
A tratadas con dieta o insulina.
en el estudio antes de las 9 semanas de embarazo y fueron
divididas en dos grupos: 1) «control estricto» (glucosa en
Evidencias nivel II
ayunas <80 mg/dL y glicemia pospandrial <120 mg/dL) y 2)
«manejo habitual» para proveer cuidados «como se practican La primera evidencia recogida se ubica en 1979, cuando
en la comunidad» (glucosa en ayunas <100 mg/dL y glice- Goldkrand y Slattery4 estudiaron los patrones de madura-
mia pospandrial <140 mg/dL). Cuando fueron analizados ción pulmonar en 211 muestras de líquido amniótico de 123

184
Sección V: La diabetes mellitus ¿Retarda la maduración pulmonar fetal? 185

Figura 1 Las evidencias demuestran que en


los embarazos complicados con diabetes
mellitus, la maduración pulmonar fetal de­
pende de un buen control de los valores de
glucosa materna.

pacientes (55 normales, 23 diabéticas, 19 Rh sensibilizadas y los GPN (80%) y APN (97%) a término de las no diabé-
y 26 preeclámpticas). Para el análisis, utilizaron el fenómeno ticas, no hipertensas. Para estos autores, los niños macrosó-
de la formación del glóbulo del extracto lípido de líquido micos de madres diabéticas no difirieron de los controles en
amniótico y su relación con la madurez pulmonar, constru- el momento de la maduración pulmonar fetal. Ese mismo
yendo una curva normal entre 22-42 semanas. Las pacientes año, nuevamente Piper y Langer7 presentaron los resultados
con diabetes clases A, B y C y Rh sensibilizadas tuvieron de 100 líquidos amnióticos de diabéticas bien o mal con-
maduración pulmonar retardada. Por su parte, las mujeres troladas, comparados con no diabéticas. Las embarazadas
con diabetes clase D y las preeclámpticas tuvieron madu- con diabetes mal controlada tuvieron un riesgo significativo
ración pulmonar igual a las normales. Unos años más tarde, mayor de inmadurez pulmonar fetal que las no diabéticas,
en septiembre de 1986, Fadel y col.5 publicaron una expe- mientras que las bien controladas tuvieron un riesgo similar
riencia parecida (pero con resultados diferentes) al estudiar al de las no diabéticas. En este trabajo hacen una explicación
el líquido amniótico de 287 mujeres sanas y 198 diabéticas de los hallazgos de sus dos investigaciones, ya que conclu-
(111 clase A, 58 clase B, 13 clase C, 11 clase D, 4 clase F y yeron que en las embarazadas diabéticas, el momento de la
1 clase R). Cada una de las pacientes diabéticas fue com- maduración pulmonar fetal está ligado al control materno de
parada con un control del mismo sexo del neonato, raza y la glucosa y que un adecuado control de la glicemia puede
edad de gestación. Las líneas de regresión de las pacientes disminuir el riesgo de inmadurez pulmonar, al igual que en
diabéticas, hipertensas y no hipertensas, fueron similares a las embarazadas no diabéticas. Pero en 1997, Berkowitz y
las de su respectivo sujeto control de comparación. Tampoco col.8 hicieron un aporte diferente a la relación entre control
hubo diferencia en la proporción de concentraciones de leci- de la diabetes y maduración pulmonar, al proponer que en
tina madura a las diferentes semanas de embarazo entre las las diabéticas con edad de gestación confiable, esta última
mujeres diabéticas y las normales. Los autores atribuyeron la no parece retardarse. Ellos compararon la maduración pul-
falta de influencia significativa de la diabetes sobre la madu- monar bioquímica (fosfatidilglicerol y relación lecitina/es-
ración pulmonar, probablemente a la mejoría en el control fingomielina) de 501 pacientes con diabetes gestacional y
de la diabetes, lo cual resultó en normalización del ambiente 561 no diabéticas (ambas con edad de gestación confiable)
metabólico fetal. En 1993, Piper y Langer6 estudiaron 884 y no encontraron diferencias significantes en los valores de
líquidos amnióticos de pacientes diabéticas e hipertensas es- fosfatidilglicerol y relación lecitina/esfingomielina entre
tratificados por peso fetal al nacer en bajo (BPN), adecuado los dos grupos a cualquier edad de gestación. Por lo tanto,
(APN) y grande (GPN). La madurez pulmonar estudiada concluyeron que, en las embarazadas diabéticas con edad de
por fosfatidilglicerol y relación lecitina/esfingomielina no di- gestación confiable, la maduración pulmonar bioquímica se
firió entre los niños GPN a término de las diabéticas (97%) correlaciona fuertemente con la edad de gestación, y no pare-
186 Sección V: La diabetes mellitus ¿Retarda la maduración pulmonar fetal?

ce estar significantemente retardada cuando se compara con niótico está retardada en las diabéticas por 1-1,5 semanas, y
los controles no diabéticos. En mayo de 1998, Piper y col.9 este retardo parece asociarse con una elevación temprana y
también relacionaron el control de la diabetes con la madu- sostenida de los niveles de fosfatidilinositol en líquido am-
ración pulmonar, en un estudio de 621 embarazos diabéticos niótico, a las 32-34 semanas.
(261 con buen control de la glicemia y 360 con mal control).
El fosfatidilglicerol estuvo ausente en 21% de las pacientes
con buen control glicémico y en 31% de las de mal control RESUMEN
(P <0,05). Cuando se estratificaron por edad de gestación, el
riesgo de ausencia de fosfatidilglicerol fue significantemente Las evidencias reportadas demuestran que en los embarazos
mayor en el grupo de mal control (RR 1,83; IC 95% 1,19- complicados con diabetes mellitus, la maduración pulmonar
2,84). Entre 36-37,9 semanas, las embarazadas con mal con- fetal depende de un buen control de los valores de glucosa
trol de la glicemia tuvieron tasas significantemente mayores materna. En la diabetes materna mal controlada, la hiperin-
de ausencia de fosfatidilglicerol (37% vs 22%; RR 2,04; IC sulinemia fetal puede causar un retardo en la maduración
95% 1,1-3,9). Todos los casos de enfermedad de membrana pulmonar, mientras que cuando se controla adecuadamente la
hialina después de 32 semanas ocurrieron en el grupo con glicemia, no hay retraso en la producción de este fenómeno.
mal control, y no hubo casos después de 37 semanas. Por eso,
concluyeron que el mal control de los niveles de glucosa se
asoció con la aparición retardada de fosfatidilglicerol en em-
barazadas diabéticas y que después de 37 semanas no ocurrió BIBLIOGRAFÍA
enfermedad pulmonar neonatal significante.
En el año 2002, Piper10 propuso que, debido a la segu- 1.- Weintrob N, Karp M, Hod M. Short and long range compli-
ridad en la estimación de la edad de la gestación con el ul- cations in offspring of diabetic mothers. J Diabetes Compli-
trasonido en el primer trimestre o a principios del segundo, cations 1996; 10: 294-301.
y a la rareza del síndrome de dificultad respiratoria (SDR) 2.- Mimouni F, Miodovnik M, Whitsett J, Holroyde J, Siddiqi
a las 37 semanas o después, se puede eliminar el examen de T, Tsang R. Respiratory distress syndrome in infants of dia-
líquido amniótico a las 38 semanas o más, en diabéticas bien betic mothers in the 1980s: no direct adverse effect of mater-
controladas y en no diabéticas. Para este investigador, el exa- nal diabetes with modern management. Obstet Gynecol
men de líquido amniótico para madurez pulmonar se debe 1987; 69: 191-195.
realizar en diabéticas mal controladas y en las embarazadas 3.- Pardi G, Buscaglia M, Kustermann A, Bozzetti P, Ferrari M,
sin confirmación temprana de su edad de gestación. En ese Marconi A. Fetal pulmonary maturation in pregnancies
mismo 2002, se presentó una prueba de casos controles que complicated by diabetes and Rh immunization. Eur Respir J
sugería que, en comparación con los controles normales, la Suppl 1989; 3: 50S-52S.
maduración pulmonar se retrasaba en las diabéticas y no se 4.- Goldkrand J, Slattery D. Patterns of pulmonary maturation
asociaba con el control de la glicemia. En esta oportunidad, in normal and abnormal pregnancy. Obstet Gynecol 1979;
Moore11 comparó 295 embarazadas diabéticas y 590 contro- 53: 348-53.
les, apareando las muestras de líquido amniótico por edad 5.- Fadel H, Saad S, Nelson G, Davis H. Effect of maternal fetal
de gestación y analizando fosfatidilglicerol, fosfatidilinositol disorders on lung maturation. I. Diabetes mellitus. Am J Ob-
y relación lecitina/esfingomielina. Las pacientes diabéticas stet Gynecol. 1986; 155: 544-553.
fueron estratificadas de acuerdo al tipo de diabetes, grado de 6.- Piper J, Langer O. Is lung maturation related to fetal growth
control de glucosa sanguínea y percentil del niño al nacer. in diabetic or hypertensive pregnancies? Eur J Obstet Gyne-
Este investigador no encontró diferencias en la relación le- col Reprod Biol 1993; 51: 15-19.
citina/esfingomielina a cualquier edad de gestación por tipo 7.- Piper J, Langer O. Does maternal diabetes delay fetal pulmo-
de diabetes o calidad de control glicémico. Las mujeres con nary maturity? Am J Obstet Gynecol 1993; 168: 783-786.
diabetes preexistente tuvieron niveles de fosfatidilinositol 8.- Berkowitz K, Reyes C, Saadat P, Kjos S. Fetal lung matura-
significantemente mayores a las 33-35 semanas, que se hicie- tion. Comparison of biochemical indices in gestational dia-
ron similares a los de los controles a las 36 semanas, mientras betic and nondiabetic pregnancies. J Reprod Med 1997; 42:
que las pacientes con diabetes gestacional y sus controles tu- 793-800.
vieron niveles similares de fosfatidilinositol a cualquier edad 9.- Piper J, Xenakis E, Langer O. Delayed appearance of pulmo-
de gestación. En las diabéticas, el inicio en la producción de nary maturation markers is associated with poor glucose
fosfatidilglicerol se retardó de 35,9 + 1,1 semanas (controles) control in diabetic pregnancies. J Matern Fetal Med 1998; 7:
a 38,7 + 0,9 semanas (diabetes franca) y 37,3 + 1,0 semanas 148-153.
(diabetes gestacional) (P <0,001). Este retardo en la síntesis 10.- Piper J. Lung maturation in diabetes in pregnancy: if and
de fosfatidilglicerol no se relacionó con sexo del niño, nivel when to test. Semin Perinatol 2002; 26: 206-209.
de control de la glicemia materna o macrosomía fetal. Pa- 11.- Moore T. A comparison of amniotic fluid fetal pulmonary
ra Moore, la maduración pulmonar fetal evidenciada por el phospholipids in normal and diabetic pregnancy. Am J Ob-
inicio de la producción de fosfatidilglicerol en el líquido am- stet Gynecol 2002; 186: 641-650.
APÉNDICES
PÁGINA 188 EN BLANCO
Glosario de términos 1
Apéndice
Carlos Briceño-Pérez

Si no entiendes una cosa y la preguntas


serás tonto durante cinco minutos,
pero si no la preguntas
serás tonto durante toda la vida

Albert Einstein

Con el fin de aclarar y unificar las definiciones, a continua-


ción se presenta un glosario de los principales términos uti-
lizados en este libro:

Corticosteroides: son esteroides con 21 átomos de carbo-


no, sintetizados por la corteza suprarrenal, que tienen acción
glucocorticoide y mineralocorticoide. Los corticosteroides corticosteroides, se repiten cursos cada semana, de manera
difieren en su acción glucocorticoide y mineralocorticoide. preventiva, porque no ocurrió el parto pretérmino. Algunos
La principal acción de los corticosteroides usados para ma- los repiten cada 2 semanas.
duración pulmonar fetal es glucocorticoide y, entre ellos, los
más utilizados son betametasona y dexametasona. Menos Cursos de tratamiento de rescate: cuando después de 7 o
importantes son hidrocortisona (cortisol) y metilprednisolo- más días de haber recibido un curso de corticosteroides, se
na. En este libro se usa el término corticosteroides extensa- recibe otro curso, ante la probabilidad inminente de parto
mente divulgado, aunque se pueden considerar sinónimos los pretérmino.
vocablos esteroides, corticoides y glucocorticoides.
Su administración clínica habitualmente se describe en Cursos de tratamiento completos: cuando se administra un
cursos, tratamientos o cursos de tratamiento, términos conside- solo curso completo de corticosteroides y transcurren entre
rados como sinónimos. Por su amplia difusión y aceptación 24 horas y 7 días entre la administración del curso y el parto.
en la literatura internacional, en este libro se utiliza más el
vocablo curso, y entre ellos se señalan los siguientes: Cursos de tratamiento parciales o incompletos: cuando no
se administra un solo curso de corticosteroides completo o
Un solo curso o curso simple de tratamiento: consiste en cuando transcurren <24 horas o >7 días, entre la administra-
la administración de dos dosis 12 mg de betametasona in- ción del curso y el parto.
tramuscular diarios, por 2 días, con 24 horas de separación
(total 24 mg) o de cuatro dosis de 6 mg de dexametasona Maduración pulmonar fetal: proceso realizado en los pul-
intramuscular, cada 12 horas (total 24 mg). Se administra mones de manera fisiológica durante la etapa fetal, con el
ante la probabilidad inminente de parto pretérmino. fin de alcanzar la madurez necesaria para que la respiración
garantice la vida en el ambiente extrauterino. Puede ocurrir
Cursos de tratamiento múltiples, repetidos o semanales: de forma espontánea o provocada (generalmente con medi-
cuando después de recibir un solo curso de tratamiento con camentos). La segunda también es conocida como acelerada

189
190 Apéndices

o inducida, en cuyo caso se habla de aceleración o inducción de hernia diafragmática, etc.). También llamado enfermedad
la maduración pulmonar fetal. de membrana hialina, síndrome de dificultad respiratoria de
tipo I (SDR I) o síndrome de distress respiratorio idiopá-
Medicina basada en evidencias: es la integración de las me- tico (SDRI). Tiene mayor incidencia en los menores de 34
jores evidencias de la investigación con la experiencia clínica semanas de gestación y con un peso menor de 1.500 g y es
y los valores del paciente. También es el uso concienzudo, debido a la inmadurez general del desarrollo del infante y en
explícito y juicioso de la mejor evidencia disponible en la especial a la deficiente madurez pulmonar. Es la patología
toma de decisiones acerca del cuidado de pacientes indivi- más común en la Unidad de Cuidados Intensivos Neona-
duales. tales y se observa en el 10% de los prematuros. Contribuye
con una significativa proporción de la morbilidad y mor-
Parto pretérmino: según la Federación Internacional de talidad inmediata y a largo plazo, además de un aumento
Obstetricia y Ginecología (FIGO) y la Organización Mun- significativo de los costos de cuidados intensivos neonatales.
dial de la Salud (OMS), se denomina parto pretérmino o Su cuadro clínico se caracteriza por dificultad respiratoria,
prematuro al que tiene lugar entre la semana 22 cierta y antes quejidos, retracciones esternales o tiraje intercostal (menor
de la semana 37 cierta de embarazo cumplido, es decir, entre adaptabilidad del pulmón), aleteo nasal, cianosis, taquipnea,
154 y 258 días contados a partir del primer día cierto de la extremidades edematosas (permeabilidad vascular alterada),
última menstruación. La edad de gestación es el mejor pre- radiografías que muestran un infiltrado reticulogranuloso
dictor de la madurez fetal. En las dos últimas décadas el tér- con broncograma aéreo y en la gasometría acidosis respira-
mino prematuro ha sido reemplazado por el de pretérmino. toria más hipoxemia.
El diagnóstico de parto pretérmino se hace por la presencia
de contractibilidad uterina por encima de lo normal: más de Surfactante pulmonar: es una estructura altamente ordena-
tres contracciones de 30 segundos de duración en períodos da a escala molecular constituida de fosfolípidos, proteínas
de 30 minutos, con o sin modificaciones cervicales. y una pequeña porción de carbohidratos, los cuales revisten
la superficie de los bronquiolos y alvéolos respiratorios, y cu-
Síndrome de dificultad respiratoria: es una entidad propia ya función principal es la reducción de la tensión superficial
del recién nacido, particularmente del neonato prematuro alveolar, evitando el colapso pulmonar, la falla respiratoria y
con ausencia de otra malformación (hipoplasia pulmonar, la hipoxemia.
Aplicación de la medicina
basada en evidencias 2
Apéndice
en la práctica clínica
Carlos Briceño-Pérez

Un experto es una persona que ha cometido todos los errores


que se pueden cometer en un determinado campo

Rabindranath Tagore

Este libro fue elaborado no solamente buscando informa-


ción, sino las más completas, actuales y mejores evidencias
científicas, con el fin de aprovecharlas en la práctica clíni-
ca. Es decir, Medicina o Ginecología y Obstetricia Basadas
en Evidencias (MBE o GOBE). Por ello, para facilitar su
comprensión y aplicación clínica, se revisarán algunos aspec-
tos de esta rama médica. No se pretende hacer una extensa
descripción, sino una guía básica, destacando las principales
ideas contempladas en las referencias citadas, cuya lectura se
recomienda a quien esté interesado en ampliar el tema.

Los fundamentos de este cambio paradigmático se basan,


ORIGEN DE LA MEDICINA BASADA EN EVIDENCIAS por un lado, en el desarrollo de la investigación clínica en
los últimos 30 años. La facilidad actual de acceso a la infor-
El interés actual por la MBE no ha sido súbito, ya que esta mación médica, especialmente a través de Internet, es otro
idea ha estado presente durante mucho tiempo. Sackett y col. factor que ha facilitado el desarrollo de la MBE. Factores
la localizan en el París posrevolucionario, cuando médicos adicionales son el desarrollo acelerado de tecnología y nuevas
como Louis, Bichat y Magendie, buscaron la verdad en la opciones terapéuticas para las diferentes patologías, así como
observación sistemática del paciente.1,2 la demanda por parte de los usuarios de los servicios de salud
En la era actual estas concepciones se consolidaron en y una atención cada vez más eficiente. Por último, se debe
1992, cuando un grupo dirigido por Gordon Guyatt3 de la destacar la importancia de la práctica de la Medicina Basada
McMaster University de Canadá las denominó Medicina en la mejor Evidencia desde el punto de vista médico-legal,
Basada en Evidencias. Desde entonces el número de artí- si se tiene en cuenta el incremento de los juicios a médicos
culos sobre esta ciencia ha crecido en forma exponencial y por motivos de mal praxis.4
el interés internacional ha llevado al desarrollo de muchas
revistas basadas en las evidencias, con difusión mundial.1
La MBE está desplazando al viejo paradigma en el cual DESCRIPCIÓN Y COMPONENTES
se acepta como base suficiente para el pronóstico, diagnósti-
co o tratamiento de los pacientes, a la intuición, la experien- En la práctica médica habitual se siguen medidas introduci-
cia clínica no sistemática y la fisiopatología racional.1 Al- das de modo empírico y que se aceptan sin crítica aparente.
gunos piensan que la MBE representa un nuevo paradigma Lo que pretende la MBE es que esta práctica se adecue a la
mientras que otros argumentan que no es más que un viejo investigación clínica disponible de modo que, una vez loca-
concepto expresado con nuevos términos.2 lizada y evaluada por el médico, sea aplicada para mejorar el

191
192 Apéndices

cuidado de los pacientes y el propio desempeño. La MBE se los marcadores pronósticos y la eficacia y seguridad de las
construye y se soporta sobre los valores tradicionales de la pautas terapéuticas, rehabilitadoras y preventivas. Las nue-
práctica médica más que retarlos directamente. Tradicional- vas evidencias de la investigación clínica invalidan tanto las
mente, los clínicos han favorecido la experiencia, la práctica pruebas diagnósticas aceptadas previamente como los tra-
prevalente, el entrenamiento profesional y la opinión del ex- tamientos, y los reemplaza con otros nuevos, más potentes,
perto como la guía para la decisión diaria acerca del cuidado más exactos, más eficaces y más seguros.1
de los pacientes, esas fuentes han llegado a ser menos con-
fiables debido al volumen y complejidad de la información 2. Experiencia clínica
médica, la cual ha crecido exponencialmente.2 Es la capacidad de utilizar nuestras habilidades clínicas y ex-
El juicio clínico, la experiencia clínica, las habilidades periencia del pasado para identificar rápidamente el estado de
obstétricas y quirúrgicas siguen siendo cruciales para la salud y diagnóstico específico de cada paciente, sus riesgos in-
práctica clínica diaria. Pero esta experiencia debe ser unida dividuales y los beneficios de posibles intervenciones, así como
al estudio y al conocimiento de las mejores evidencias cien- sus valores personales y expectativas.1 Se refleja especialmente
tíficas para el cuidado de los pacientes. Esta combinación es en un diagnóstico más efectivo, eficiente y en una identifica-
la que brinda los mejores resultados. La investigación hace ción, utilización más completa y sensible de los problemas, de-
aportes muy importantes para guiar nuestra práctica.5 rechos y preferencias de cada paciente a la hora de tomar deci-
De acuerdo con Sackett y col.,6 la MBE se puede definir siones clínicas sobre su asistencia. Aunque algunas decisiones
como el uso concienzudo, explícito y juicioso de la mejor clínicas son simples, muchos elementos de la evaluación y del
evidencia disponible en la toma de decisiones acerca del desempeño clínico requieren del conocimiento avanzado que
cuidado de pacientes individuales. Asimismo, según estos la educación médica proporciona y de la experiencia.2
autores, la MBE es la integración de las mejores evidencias
de la investigación con la experiencia clínica y los valores del 3. Valores del paciente
paciente (Figura 1). Cuando estos tres componentes se in-
Son las preferencias, preocupaciones y expectativas espe-
tegran, los clínicos y los pacientes forman una alianza diag-
cíficas de cada paciente en una visita clínica, y que deben
nóstica y terapéutica que optimiza los resultados clínicos y
integrarse en las decisiones clínicas dirigidas a servir al en-
la calidad de vida.1
fermo.1 Los pacientes siempre han ejercido sus preferencias
en el cuidado de su salud, buscando una segunda opinión,
1. Las mejores evidencias científicas
eligiendo terapias alternativas, preparando directrices ade-
Es la investigación relevante, a menudo en ciencias médicas lantadas y adhiriéndose o no a los tratamientos prescritos.
básicas, pero sobre todo investigación clínica centrada en Actualmente, los pacientes tienen un mayor acceso a la in-
el paciente relativa a la exactitud y precisión de las pruebas formación clínica y pueden llegar a tener mayor información
diagnósticas (incluyendo la exploración clínica), el poder de sobre su condición que su propio médico.2

Figura 1 Componentes de la Medicina Basada en


Evidencias.
Apéndice 2: Aplicación de la medicina basada en evidencias en la práctica clínica 193

OBJETIVOS debe estar familiarizado con el manejo de Internet y la bús-


queda de información en estas bases.4
Los médicos que desean practicar una MBE se ven contra-
riados por factores de tiempo y por la gran diversidad de pro- 3. Evaluación crítica de la evidencia obtenida
blemas clínicos ante los cuales se enfrentan en la consulta.4
Luego se evalúa críticamente la información obtenida en
La MBE busca distinguir la numerosa información (muchas
términos de validez (aproximación a la verdad) y utilidad
veces inútil) que debe revisar el médico para estar actuali-
(aplicación clínica). Este paso determina cuán válida o cer-
zado, de la evidencia y de esta forma establecer un tamizaje
tera es la evidencia encontrada. Hoy en día, si el médico no
para discriminar lo que es útil y aplicable al paciente.7
realiza correctamente este paso, no le asegura la mejor op-
El clínico que desea practicar la MBE debe ser un mé-
ción de tratamiento a sus pacientes.4
dico entrenado en los pasos necesarios para discernir cuál
es la mejor intervención para aplicar en cada situación clí-
nica en particular.4 La MBE persigue relacionar la prácti- 4. Aplicación de la mejor evidencia en la práctica clínica
ca clínica con decisiones aportadas por la evidencia sobre El clínico debe ser capaz de aplicar los resultados de esta
políticas de salud pública, decisiones gubernamentales sobre evaluación crítica en su práctica clínica.4
financiamiento de proyectos, aspectos médicos-legales, etc.,
mediante el análisis de ensayos clínicos, revisiones sistemá- 5. Evaluar el desempeño
ticas u opiniones en guías de práctica clínica basadas en la
evidencia.7 Es el paso más importante para cerrar el proceso, se trata
La MBE hace énfasis en el examen de la evidencia, el de evaluar el efecto de la evidencia aplicada a un paciente
cual debe ser amplio, crítico y explicito. Es importante con- específico, vigilar si los beneficios esperados son consistentes
siderar toda la evidencia en relación con un tópico científico con los beneficios observados.2,4
y no solo aquellos que reflejan un punto de vista en particu- Este proceso explícito de cinco pasos no tiene ninguna
lar que pudiera reflejar un sesgo en la selección de los artí- dificulta conceptual. Debe ser introducido en pregrado y re-
culos. El análisis crítico estimula a examinar las fortalezas y forzado en los cursos de posgrado, el problema práctico en el
debilidades de los diseños de investigación clínica y el juicio mundo real lo afrontan los médicos con ejercicios ocupados,
objetivo sobre la calidad de la evidencia.7 sin el tiempo suficiente para aplicar los pasos rutinariamente
es su práctica diaria. Sin embargo, se plantea para este grupo
como soluciones para la Entropía Clínica: aprender cómo
PASOS PARA UNA CORRECTA APLICACIÓN DE LA MBE practicar MBE en forma autónoma y buscar y aplicar resú-
EN LA PRÁCTICA CLÍNICA menes de MBE elaborados por otros que resulten fuentes
confiables.2
Para poder realizar una correcta aplicación práctica de la En los próximos párrafos se ampliará el tercer paso, a
MBE es necesario cumplir con los pasos siguientes: 1) de- través del estudio de la validez y utilidad de las evidencias
finición del problema, 2) búsqueda de la información dis- obtenidas, mediante la descripción del análisis de la calidad
ponible, 3) evaluación crítica de la evidencia obtenida, 4) de estas evidencias, para clasificarla en niveles o grados, y
aplicación de la mejor evidencia en la práctica clínica y 5) emitir la fortaleza de las recomendaciones para la aplicabi-
evaluar el desempeño.2,4 lidad clínica.

1. Definición del problema


ANÁLISIS DE LA CALIDAD DE LA EVIDENCIA Y LA
Una vez planteado el problema es necesario que el clínico
FUERZA DE LAS RECOMENDACIONES
formule una pregunta clara y específica, susceptible de res-
puesta. En la pregunta debe estar claramente definida la po-
Hay muchos procedimientos que han sido incorporados en
blación de estudio, la intervención a evaluar y los resultados
la práctica clínica sin una evaluación rigurosa y científica so-
que se van a medir.4
bre su utilidad. Es nuestra obligación analizar críticamente
la evidencia disponible sobre nuestras conductas, y cambiar
2. Búsqueda de la información disponible
las mismas cuando una fuerte evidencia nos demuestra que
Clásicamente, la forma de buscar información en Medici- otra conducta es mejor. Antes de introducir cualquier mé-
na ha sido a través de libros, revistas o bibliografía ya com- todo pronóstico, diagnóstico o cualquier nuevo tratamiento,
pilada. Actualmente la información se encuentra en bases por más atractivo que parezca, se debe exigir la comproba-
electrónicas de datos. Existen distintas bases electrónicas de ción de su efectividad mediante estudios de buen diseño me-
datos, por ejemplo, Cochrane Database of Systematic Re- todológico. A través de estos estudios, es importante evaluar
view, Biblioteca de Salud Reproductiva de la Organización los beneficios de la implementación de un método o trata-
Mundial de la Salud, MEDLINE, EMBASE, POPLINE, miento, sus efectos indeseables, pero también la satisfacción
PUBMED, LILACS y otras. El médico que practique MBE del usuario y la evaluación económica de su uso. Todo méto-
194 Apéndices

do de tratamiento por mejor que sea sólo produce beneficio mejorar la claridad y llevar a cabo juicios más transparentes
en una proporción de pacientes, mientras que otros no son probablemente den como resultado una mayor complejidad.8
beneficiados con el mismo. Además, su uso puede producir Es importante tener en cuenta que existen distintos ni-
efectos indeseables. Este concepto debe ser difundido a los veles de evidencia, o dicho de otra manera, no toda la evi-
usuarios de los sistemas de salud, lo que les ayudará a saber dencia es de la misma calidad. No cabe ninguna duda que
interpretar la diversidad de los resultados que pueden surgir las investigaciones clínicas y aleatorias (ICA) o pruebas con-
de las conductas médicas, y a tomar decisiones acerca de su troladas y aleatorias (PCA) son el mejor método de acceder
salud.5 a la eficacia de un procedimiento como factor pronóstico,
La calidad de la evidencia indica hasta que punto pode- examen diagnóstico, medidas preventivas o tratamientos.
mos confiar en que el estimado del efecto estudiado es correc- Pero no siempre se cuenta con evidencia de alta calidad, y
to. La fuerza de una recomendación indica hasta qué punto en esos casos se debe recurrir a la evidencia más débil o al
podemos confiar en que poner en práctica la recomendación razonamiento biológico, como pueden ser estudios clínicos
conllevará más beneficio que riesgo. La revisión sistemáti- no aleatorios, estudios de casos-controles, reporte de una se-
ca de la evidencia disponible debería guiar estos juicios. Los rie de casos o reporte de un caso, en orden descendente de
revisores deberían considerar cuatro elementos esenciales: el fuerza de evidencia respectivamente.4
diseño del estudio, su calidad, la consistencia y si la evidencia Las inconsistencias entre los sistemas que clasifican la
es directa o indirecta. Al llevar a cabo juicios sobre la calidad calidad de la evidencia y la fuerza de las recomendaciones
de la evidencia y la fuerza de las recomendaciones, la aplica- dificultan la evaluación crítica y la comunicación de estos
ción de un enfoque sistemático y explícito puede ayudar a juicios. Lamentablemente, las diferentes organizaciones uti-
prevenir errores, facilitar la valoración crítica de estas decisio- lizan sistemas distintos y, dependiendo del sistema emplea-
nes y mejorar la comunicación de esta información.8 do, una misma evidencia y recomendación podría clasificarse
Desde la década de los años setenta, cada vez un ma- como II-2 y B; C+ y 1, o evidencia sólida y fuertemente
yor número de organizaciones utilizan algún sistema para recomendada. Esto resulta confuso e impide una comunica-
clasificar la calidad (el nivel) de la evidencia y la fuerza de ción efectiva.8-10
las recomendaciones. Los juicios sobre la fuerza de una re- A lo largo de estos años ha habido muchos sistemas de
comendación deben tener en cuenta el balance entre bene- clasificación de la calidad de la evidencia y de la fuerza de las
ficios y riesgos, la calidad de la evidencia, la aplicación de recomendaciones. En el año 1996, el Destacamento Especial
esta evidencia en circunstancias específicas y la situación de de los Servicios Preventivos (USPSTF, por sus siglas en in-
riesgo basal. Antes de elaborar una recomendación también glés), de EE.UU.11 realizó una clasificación de la calidad de
es importante considerar los costos (utilización de recursos). las evidencias basada en una escala de tres grados o niveles
Para llevar a cabo juicios acerca de la calidad de la evidencia (cuadro 1), que ha sido ampliamente difundida y utilizada
se necesita valorar la validez de los resultados de los estudios internacionalmente, fue usada por la Conferencia del Insti-
individuales para los resultados importantes. Para llevar a tuto Nacional de Salud de EE.UU. para el Establecimiento
cabo estos juicios se deberían utilizar criterios explícitos. Las de Consenso sobre Corticosteroides, en 1994 (véase Sección
etapas que se deben seguir en este enfoque permiten realizar II, Capítulo 5) y también ha sido utilizada en este libro:
juicios secuenciales acerca de: La fortaleza de las recomendaciones11 se recoge en el
Cuadro 2.
1. La calidad de la evidencia en los diferentes estudios En el año 2005, este mismo grupo12 emitió la siguiente
para cada uno de los resultados importantes. clasificación de la calidad de las evidencias para los servicios
2. Los resultados que son claves para una decisión. médicos, basada también en una escala de tres grados o ni-
veles: buena, regula y pobre (Cuadro 3).
3. La calidad global de la evidencia para estos resulta-
dos clave. Buena: la evidencia es obtenida de resultados consistentes
4. El balance entre beneficios y riesgos. de estudios bien diseñados, bien conducidos, en poblaciones
5. La fuerza de las recomendaciones.8 representativas, que aseguran directamente los efectos sobre
los indicadores de salud.

SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN DE LA CALIDAD DE LA Regular: la evidencia es suficiente para asegurar los efectos
EVIDENCIA Y LA FUERZA DE LAS RECOMENDACIONES sobre los indicadores de salud, pero la fuerza de las reco-
mendaciones es limitada por el número, calidad o consisten-
Cualquier sistema para clasificar la calidad de la evidencia y cia individual de los estudios, la generalización a la rutina
fuerza de la recomendación necesita equilibrar sencillez y cla- práctica o la naturaleza indirecta de la evidencia sobre los
ridad. Al disminuir la complejidad de un sistema es probable indicadores de salud.
que también reduzcamos su claridad ya que, probablemente,
los juicios en los sistemas más sencillos se llevan a cabo de for- Pobre: la evidencia es insuficiente para asegurar los efectos
ma más implícita que explícita. Por otro lado, los intentos por sobre los indicadores de salud, debido al limitado número
Apéndice 2: Aplicación de la medicina basada en evidencias en la práctica clínica 195

I. Evidencia obtenida de al menos una prueba controlada y alea-


toria, diseñada adecuadamente.
II-1. Evidencia obenida de pruebas controladas, diseñadas adecua-
damente, sin aleatorización.
II-2. Evidencia obtenida de estudios analíticos de casos controles o
de cohorte bien diseñados, preferiblemente de más de un centro
o grupo de investigación.
II-3. Evidencia obtenida de series múltiples con o sin intervención,
resultados dramáticos de experimentos no controlados (como
los resultados de la introducción del tratamiento con penicilina
en 1940), también pueden ser considerados como este tipo de
evidencia.
III. Opiniones de autoridades respetadas, basadas en experiencia
clínica, estudios descriptivos o reportes de comités de expertos. Cuadro 1 Clasificación de la calidad de las evi­
dencias según el Destacamento Especial de los
Servicios Preventivos de EE.UU.

A. BUENA EVIDENCIA PARA SOPORTAR SU USO.

B. ESCASA EVIDENCIA PARA SOPORTAR SU USO.

C. EVIDENCIA INADECUADA A FAVOR O EN CONTRA DE SU


USO.

D. ESCASA EVIDENCIA PARA EVITAR SU USO.

E. BUENA EVIDENCIA PARA EVITAR SU USO Cuadro 2 Fortaleza de las recomendaciones se­
gún el Destacamento Especial de los Servicios
Preventivos de EE.UU.

o poder de los estudios, fallas importantes en su diseño o B. Se recomienda que los clínicos provean el servicio a
conducta, vacíos en la cadena de evidencias o falta de infor- los pacientes elegibles. Se encontró regular evidencia que el ser-
mación sobre importantes indicadores de salud. vicio mejora importantes indicadores de salud y se concluye que
También emitió cinco grados de recomendaciones12 los beneficios sobrepasan a los riesgos.
(Cuadro 4) basadas en la fortaleza de la evidencia y la mag- C. No se hace recomendación para o contra la provisión
nitud del beneficio neto (beneficios menos riesgos): de rutina del servicio. Se encontró regular evidencia que el ser-
A. Se recomienda fuertemente que los clínicos provean vicio puede mejorar indicadores de salud, pero se concluye que el
el servicio a los pacientes elegibles. Se encontró buena evi- balance de beneficios y riesgos es demasiado estrecho para justifi-
dencia que el servicio mejora importantes indicadores de salud car una recomendación general.
y se concluye que los beneficios sobrepasan sustancialmente a los D. No se recomienda la provisión rutinaria del servicio
riesgos. a pacientes asintomáticos. Se encontró al menos regular evi-
196 Apéndices

Buena: La evidencia es obtenida de resultados consistentes de estu-


dios bien diseñados, bien conducidos, en poblaciones representa-
tivas, que aseguran directamente los efectos sobre los indicadores
de salud.
Regular: La evidencia es suficiente para asegurar los efectos sobre
los indicadores de salud, pero la fuerza de las recomendaciones
es limitada por el número, calidad o consistencia individual de los
estudios, la generalización a la rutina práctica o la naturaleza indi-
recta de la evidencia sobre los indicadores de salud.
Pobre: La evidencia es insuficiente para asegurar los efectos sobre
los indicadores de salud, debido al limitado número o poder de
los estudios, fallas importantes en su diseño o conducta, vacíos en
la cadena de evidencias o falta de información sobre importantes
indicadores de salud. Cuadro 3 Clasificación de la calidad de las eviden­
cias para los servicios médicos, según el Destacamen­
to Especial de los Servicios Preventivos de EE.UU.

A: Se recomienda fuertemente que los clínicos provean el servicio a los


pacientes elegibles. Se enconró buena evidencia que el servicio mejora
importantes indicadores de salud y se concluye que los beneficios so-
brepasan sustancialmente a los riesgos.
B: Se recomienda que los clínicos provean el servicio a los pacientes eleg-
ibles. Se encontró regular evidencia que el servicio mejora importantes
indicadores de salud y se concluye que los beneficios sobrepasan sustan-
cialmente a los riesgos.
C: No se hace recomendación para o contra la provisión de rutina del ser-
vicio. Se encontró regular evidencia que el servicio puede mejorar indica-
dores de salud, pero se concluye que el balance de beneficios y riesgos es
demasiado estrecho para justificar una recomendación general.
D: No se recomienda la provisión rutinaria del servicio a pacientes asin-
tomáticos. Se encontró al menos, regular evidencia que el servicio no es
efectivo o que los riesgos sobrepasan los beneficios.
E: Se concluye que la evidencia es insuficiente para hacer recomendación
para o contra la provisión de rutina del servicio. La evidencia que el ser-
vicio no es efectivo es defectuosa, de pobre calidad o conflictiva, y el bal- Cuadro 4 Grados de recomendaciones pa­ra los servi­
ance de beneficios y riesgos no puede ser determinado. cios médicos, según el Destacamento Especial de los
Servicios Preventivos de EE.UU.

dencia que el servicio no es efectivo o que los riesgos sobrepasan Assessment, Development and Evaluation), el cual comenzó
los beneficios. como una colaboración informal entre personas interesadas
I. Se concluye que la evidencia es insuficiente para hacer en abordar las deficiencias de los actuales sistemas de clasifi-
recomendación para o contra la provisión de rutina del ser- cación (Figura 2).8-10 Actualmente cuenta con 64 integrantes
vicio. La evidencia que el servicio no es efectivo es defectuosa, de distribuidos de todo el mundo. El sistema elaborado por el
pobre calidad o conflictiva, y el balance de beneficios y riesgos no grupo GRADE permite llevar a cabo juicios más consistentes,
puede ser determinado. y la comunicación de estos juicios respalda las opciones mejor
En el año 2000, se constituyó el grupo de trabajo GRA- fundamentadas en la atención primaria.8 Este sistema también
DE (por su nombre en inglés: Grading of Recomendations clasifica la evidencia en tres grados o niveles (Cuadro 5).
Apéndice 2: Aplicación de la medicina basada en evidencias en la práctica clínica 197

Figura 2 Página WEB del grupo de trabajo


GRADE (Grading of Recommendations Assess­
ment, Development and Evaluation).

Evidencia de alta calidad: Evidencia consistente de pruebas


aleatorias o evidencia de pruebas aleatorias o evidencia
abrumadora de alguna otra forma.

Evidencia de moderada calidad: Evidencia de pruebas alea-


torias con limitaciones importantes o evidencia muy fuerte de
alguna otra forma.

Evidencia de baja calidad: Evidencia de estudios observa-


cionales, observaciones clínicas no sistemáticas o de pruebas
Cuadro 5 Clasificación de la calidad de las eviden­
aleatorias con fallas serias. cias según el grupo de trabajo GRADE (Grading of
Recomendations Assessment, Development and Eva­
luation).

Evidencia de alta calidad: evidencia consistente de La fuerza de las recomendaciones la clasifica en dos gra-
pruebas aleatorias o evidencia abrumadora de alguna otra dos8 (Cuadro 6):
forma. 1. Recomendación fuerte («la recomendamos»): los
Evidencia de moderada calidad: evidencia de pruebas beneficios sobrepasan claramente a los riesgos y
aleatorias con limitaciones importantes o evidencia muy pesa (o viceversa) para la mayoría, sino todos, los
fuerte de alguna otra forma.
pacientes.
Evidencia de baja calidad: evidencia de estudios obser-
vacionales, observaciones clínicas no sistemáticas o de prue- 2. Recomendación más débil («la sugerimos»): beneficios
bas aleatorias con fallas serias. y riesgos estrechamente balanceados y/o inciertos.
198 Apéndices

1. Recomendación fuerte (La reco-


mendamos): Los beneficios sobre-
pasan claramente a los riesgos y
pesa (o viceversa) para la mayoría,
sino todos, los pacientes.

2. Recomendación más débil (La


sugerimos): Beneficios y riesgos es-
trechamente balanceados y/o in-
ciertos. Cuadro 6 Grados de recomendaciones según el gru­
po de trabajo GRADE (Grading of Recommendations
Assessment, Development and Evaluation).

FUENTES DE ENTRENAMIENTO ne Iberoamericano14 en España (Figura 4), el Centro para


MBE de la Universidad de Toronto15 (Figura 5) y el Grupo
Entre las principales fuentes de entrenamiento en MBE de Trabajo GRADE.16 El lector interesado puede remitirse
(Cuadro 7) se mencionarán el Centro Cochrane de Cola- a las direcciones web de estos centros para entrenarse en
boración13 en Reino Unido (Figura 3), el Centro Cochra- MBE.

FUENTES DE ENTRENAMIENTO
• http://www.cochane.org/resources/training.htm13

• http://www.cocharne.es/?q=es/cursos14

• http://www.cbm.utoronto.ca/practise/ca/15

• http://www.gradeworkinggroup.org/news.htm16 Cuadro 7 Direcciones electrónicas de cuatro fuentes


de entrenamiento en Medicina Basada en Eviden­
cias.
Apéndice 2: Aplicación de la medicina basada en evidencias en la práctica clínica 199

Figura 3 Página WEB del Centro Cochra­


ne de Colaboración.

Figura 4 Página WEB del Centro Cochra­


ne Iberoamericano.
200 Apéndices

Figura 5 Página WEB del Centro para Me­


dicina Basada en Evidencias de la Univer­
sidad de Toronto.

BIBLIOGRAFÍA 8.- Atkins D, Best D, Briss PA, Eccles M, Falck-Ytter Y, Flot-


torp S et al. GRADE Working Group. Grading quality of
1.- Sackett D, Strauss S, Richardson W, Rosenberg W, Haynes R. evidence and strength of recommendations GRADE Work-
Medicina Basada en la Evidencia. Como practicar y enseñar la ing Group. BMJ 2004; 328: 1490-1497.
MBE. Segunda edición. Barcelona, España: Harcourt; 2000. 9.- Atkins D, Eccles M, Flottorp S, Guyatt G, Henry D, Hill S
2.- Patiño M. Medicina Basada en la Evidencia. Conceptos y etal. GRADE Working Group. Systems for grading the
aproximación. Medicina Interna (Caracas) 2001; 17: 1-11. quality of evidence and the strength of recommendations I:
3.- Evidence Based Medicine Working Group. Evidence Based critical appraisal of existing approaches. BMCHealth Serv
Medicine. A new approach to teaching the practice of Med- Res 2004; 4: 38-41.
icine. JAMA 1992; 268: 2420-2425. 10.- Atkins D, Briss P, Eccles M, Flottorp S, Guyatt G, Harbour
4.- Schimchak P, Tournaben C, Varallo R, Belizán J. La incorpo- R et al. GRADE Working Group. Systems for grading the
ración de la Medicina Basada en la Evidencia en la práctica quality of evidence and the strength of recommendations II:
clínica. En: Cifuentes R, editor. Ginecología y Obstetricia Pilot study of a new system. BMCHealth Serv Res 2005, 5:
Basadas en las Evidencias. Primera edición. Bogotá: Edito- 25-36.
rial Distribuna, 2002. p. 27-33. 11.- U S Preventive Services Task Force. Guidelines to clinical
5.- Belizán J. Medicina Basada en las Evidencias: un nuevo par- preventive services. Second edition. Baltimore: Williams &
adigma para una mejor asistencia médica. En: Cifuentes R, Wilkins; 1996.
editor. Ginecología y Obstetricia Basadas en las Evidencias. 12.- U. S. Preventive Services Task Force. Guide to Clinical Pre-
Primera edición. Bogotá : Editorial Distribuna, 2002. p. 3-4. ventive Services, 2005. Disponible en http://www.ahrq.gov/
6.- Sackett D, Rosenberg W, Gray J, Haynes R, Richardson W. clinic/pocketgd05/
Evidence Based Medicine: what it is and what it isn’t. BMJ 13.- Disponible en http://www.cochrane.org/resources/training.
1996; 312: 71-72. htm
7.- Vizcaíno Salazar G. Medicina Basada en la Evidencia y 14.- Disponible en http://www.cochrane.es/?q=es/cursos
Análisis de Diseños de Investigación Clínica. Maracaibo: 15.- Disponible en http://www.cebm.utoronto.ca/practise/ca/
EDILUZ; 2002. 16.- Disponible en http://www. gradeworkinggroup.org/news.htm.

View publication stats

Vous aimerez peut-être aussi