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El científico Nikola Tesla en su momento comentó que el cristal es la

prueba clara “de la existencia de un principio de la vida formativa, y


aunque no podemos entender la vida de un cristal, no obstante es un
ser vivo.”. Según sus investigaciones, los cristales, minerales y
piedras poseen una especie de poder curativo mediante la
vibración energética de la naturaleza; y esta teoría se vio reforzada
por prácticas milenarias como de los romanos que usaban talismanes
y amuletos para mejorar la salud y protegerse en la batalla; de los
egipcios reemplazaban el corazón de la momia con lapislázuli; los
chinos ocupaban la aguja de cristal para la acupuntura y la amatista
para el estado de consciencia meditativa; los griegos consideraban a
la piedra hematita como protección para los guerreros; y los
japoneses generaban un equilibrio entre el corazón y la sabiduría
a través del cuarzo japonés.
El poder curativo de las piedras funcionan a través de la regulación de
la energía de alrededor, lo cual puede facilitar la sensación de
felicidad plena a largo plazo. Como si tuvieran la capacidad de abrir
un campo de energía electromagnética mediante elementos de la
naturaleza misma. Por esta razón es importante procurar que se
genere una conexión entre la persona y el cristal, aún si trasciende la
lógica geográfica y temporal, ya que se trata de un vínculo con el
propósito de un bienestar espiritual, estabilidad emocional y
mental así como un enfoque en las acciones y la transformación.
Pero, ¿cómo saber qué piedra utilizar? A continuación te compartimos
seis cristales que promueven la salud y la felicidad espiritual:

– Cuarzo rosa. Es uno de los cristales más usuales y poderosos para la


sanación emocional y el amor universal. En caso que se desee buscar
una conexión con el mundo de alrededor, el cuarzo rosa ayuda a
lograrlo equilibrando la energía al interior y exterior del cuerpo. Una
vez que una energía amorosa nos guíe, seremos capaces de ascender
a todos nuestros potenciales más allá de la hostilidad y el ego. En otras
palabras, el cuarzo rosa enseña el perdón y la aceptación genuina.
– Amatista. Es la principal piedra de la divinidad, reforzando la parte
espiritual y la claridad mental. Este cristal ayuda a disminuir el estrés
o el abrumo, permitiendo sentir paz y tranquilidad hasta encontrar la
solución del problema.
– Larimar. Es un cristal para potenciar la calma, la tranquilidad y la
solidaridad. Cargar un larimar ayudará a recordar la inmensidad y
sabiduría del mar para enfrentar los obstáculos y cambios. Facilita la
paz mental y la liberación del duelo. En caso de usarlo como ofrenda,
sus vibraciones resuenan hacia la creatividad y la calma.
– Jaspe rojo. Esta es quizá una de los cristales más infravalorados; sin
embargo, se trata de un cristal enfocado en la protección y acción. Esta
piedra ayuda a encontrar un enfoque hacia los objetivos y ambiciones,
sueños puestos en práctica en la cotidianidad.
– Citrino. Enfocado en la alegría y la jovialidad, el citrino ayuda a
recordar el nunca perder el deseo por la vida y el coraje para alcanzar
la felicidad. Con una habilidad innata para liberar toda la carga
negativa, el citrino ayuda a preparar al espíritu para la nueva aventura
generando inspiración y energía.

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