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Años: 1993
Con base en sus principios, te presentamos los 10 pecados capitales del marketing:
Ej. Sobre constructoras inmobiliarias: Construye las viviendas que se venden, no vendas las
viviendas que construyes.
Para llegar a conocer bien a los clientes, no hace muchos años, se podían crear encuestas y
con varias técnicas conseguías reunir datos. Unas prácticas carísimas por el coste de
ejecución y máxime cuando normalmente las personas mienten en esos supuestos, por
condescendencia, urgencia, etc.
Ahora gracias al marketing online podemos situarnos en el mismo centro del entorno del
consumidor a través de redes sociales, foros y Google en general, ya sabemos sus
preferencias y anhelos.
Nada más fácil hoy en día que monitorizar a la competencia puesto que está en el medio
digital, y si somos del mismo ramo podemos casi adivinar los siguientes pasos o hacia
donde va. Y sino tampoco es tan difícil maniobrar en el último momento mejorando a la
competencia una vez que ella haya testado y validado el mercado. (La técnica de la liebre).
Entendemos a los grupos de interés de la empresa, como a todos aquellos grupos que se ven
afectados, directa o indirectamente por el desarrollo y devenir de la empresa. Clientes,
accionistas, trabajadores, inversores, proveedores, etc.
Las relaciones con cualquier grupo de interés que afecta a la empresa, es hoy día
personalizada e inmediata gracias a las posibilidades de gestión que nos ofrece el plan de
marketing digital.
Es el momento de las tendencias. Se decía que las grandes compañías creaban necesidades
para luego comercializar. Yo no estoy muy de acuerdo con esa afirmación, más bien
detectaban las necesidades y creaban la ilusión de alcanzar una parcelita de felicidad si
cubríamos dichas necesidades con sus productos.
Las necesidades siempre están ahí, y cubrirlas en el momento oportuno es más que posible
si estamos atentos a lo que dicen y consumen nuestros clientes, a los clientes de nuestra
competencia y a los éxitos o tropiezos de competidores. Una tendencia es una
manifestación incipiente de algo, de lo que podemos estar al día en el momento que ocurre
y monitorizarlo todo a través del marketing online.
Para conseguir un buen plan de marketing integrado (tradicional y digital) tenemos que
planificarlo, dotarlo y ejecutarlo con el coste adecuado, y mejorar el ROI con cada revisión.
Con las dificultades, altos costes e inexactitudes de las metodologías tradicionales era casi
imposible que el plan de marketing no fuera deficiente desde el punto de vista de algunos
grupos de influencia.
Hoy día al integrar las técnicas digitales de investigación de mercados, productos, clientes,
etc. Nos acercamos mucho más a la eficiencia, que no a la efectividad que primaba en el
pasado. Y como sale bastante más barato podemos afinar o realizar un plan nuevo cada año
y mantenernos en sintonía con el ritmo de la sociedad.
7. Deben reforzarse las políticas de productos y servicios de la compañía.
Los presupuestos para trabajar estas áreas son muy inferiores a los de antaño y la
repercusión y crecimiento conseguido tampoco tienen comparación con el pasado. En el
buen o mal sentido, lo digital tiene esa pega, que como lo hagas mal la repercusión es
grande igualmente.
Pues no sé qué deciros en este punto… Tampoco es que actualmente la mayoría de las
empresas estén que salen en organización para llevar a cabo el marketing digital, tal vez
porque estamos saliendo de una crisis brutal que nos ha sumido en una economía de guerra.
Antes los gerentes llegaban desde la rama de economía y muchos se sustituyeron por los
que llegaban de los recursos humanos, creo que a los de marketing que llegan de la
investigación de mercados (Yo mismo fui de esos) habría que cambiarlos por los nuevos
Full stack marketers.
Full Stack Marketers (Un término nuevo que viene de los developers front&backend
combinados, y que ya veremos si cuaja, significa que tiene conocimientos de ambos tipos
de marketing y unas cuantas habilidades de dirección y gestión además de otras.)
Somos tecnológicos al máximo nivel, por lo menos y en su mayoría, desde los diez años
hasta los que cumplen los cincuenta y tantos, y es que se dice que el mundo está pensado
para la franja de entre 30 y 50 años coincidiendo con su máxima época de consumo a lo
largo de su vida.