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Presentación
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Índice
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Resumen
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Marco Teórico
………………………………………………………………..Pág.5
La autoestima
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Historia……………………………………………………………………….Pág.5
Tipos de autoestima………………………………………………………………..Pag.8
Componentes de la autoestima…………………………………………………..Pag.10
Matrimonio y divorcio…………………………………………………………...Pag.11
Tipos de familia………………………………………………………………….Pag.13
Divorcio…………………………………………………………………………..Pag.13
II. Método……………………………………………………………………….Pag.17
III. Resultados………………………………………………………………….Pag.19
IV. Discusión…………………………………………………………………….Pág.
V. Conclusión…………………………………………………………………….Pág.
VI. Referencias…………………………………………………………………..Pág.
VII. Anexos……………………………………………………………………….Pág.26
Resumen
Uno de los desafíos que se puede experimentar en la adolescencia puede ser la posible
separación de los padres. Algunas de las reacciones que suelen tener los adolescentes,
según (Castells, s.f.) son sentimientos de enfado hacia los padres, una sacudida de
identidad, manifestaciones depresivas y un profundo sentimiento de pérdida. De hecho,
Slak (1979) considera que es importante que los padres actúen de la manera correcta al
momento de la separación para conservar la integridad y el bienestar psicológico de los
hijos e hijas debido a que estos pueden pensar que tienen la culpa de la separación. Según
pruebas echas existe más de 3 millones y medio de personas que viven en hogares
monoparentales y de estos, un millón de mujeres son jefas de familia y la mitad de estas no
recibe el apoyo de una pareja para llevar a cabo sus responsabilidades (Correo 2011)
Objetivo general
Determinar las diferencias de la autoestima de los adolescentes con padres casados y con
padres divorciados.
Objetivos específicos
Justificación
Marco Teórico
La autoestima
Historia
Bednar, Wells & Peterson (1993) plantean que el Yo rodea, de manera psicológica, todos
los aspectos como el cuerpo, las habilidades, la reputación, los hijos, el hogar y las
posesiones, que van a responder favorablemente o no de acuerdo a cómo el individuo los
considere parte de sí mismo (Munro, 2005).
Los autores anteriores basaron sus ideas en los planteamientos de William James y su libro
The Principies of Psychology, donde James propone que la autoestima es la consecuencia
entre lo que queramos ser y nuestras pretensiones, las cuales están determinadas por las
habilidades que poseemos. Así mismo, plantea que existen tres tipos de autoestima: la
material, referente a las cosas que podamos obtener o perder, así como también nuestra
vanidad y modestia; la social, donde podemos encontrar la humildad, la vergüenza, así
como la satisfacción en torno a la familia y la sociedad; y por último, la espiritual, que
alude a la superioridad o inferioridad de cada uno (Polaina, s.f.).En este mismo sentido,
Adler afirmaba que las personas realizan enormes esfuerzos para proteger el yo de los
peligros exteriores y elevar su deseo de superioridad y esto lo logran a través de
la autoestima, la cual crece mientras sus semejantes los acepten y valoren (Llona, 2011).
Por otra parte, Coopersmith (1967) afirma que la autoestima es el significado que
las personas atribuyen a otros mediante las verbalizaciones y conductas expresivas (Paz,
2009).
Para Irigoyen-Coria (2002), en la actualidad la autoestima es definida como la confianza y
respeto hacia uno mismo reflejada en la capacidad para entrenarnos a las adversidades y ser
felices (Munro, 2005).
White (1963) considera la autoestima como un fenómeno evolutivo que no está basado
solamente en la aceptación de los demás sino también en una fuente interna asociada a las
metas alcanzadas por el niño, la cual va evolucionando mediante las experiencias (Munro,
2005).
Este autor señala que no se debe confundir la autoestima con el auto-amor debido a que el
primero se debe a las destrezas y metas reales que posee el niño y el segundo no(Mruk, 1998 en
Domínguez 2009).
Rosenberg (1996) afirma que la autoestima es la actitud positiva o negativa hacia uno
mismo (Steiner, 2005). Este mismo autor llevó a cabo sus investigaciones con más de 5.000
sujetos teniendo como objetivo principal establecer la relación que ejercen ciertos factores
sociales, así como también investigar sobre la influencia de la autoestima en actitudes
y conductas consideradas importantes socialmente (Dominguez,2009).
Mruk (1998), plantea que este enfoque puede considerarse como una perspectiva
sociológica debido a que asume al self como producto de una construcción social basada en
la relación existente entre autovalores y auto estima por la interacción de procesos
culturales, sociales e interpersonales (Dominguez,2009).
Según este autor, se puede entender la autoestima como una evaluación que indica la
actitud de aprobación o rechazo que un individuo tiene sobre el nivel en el que se considera
apto, valioso y con la capacidad para alcanzar el éxito (Polaino, s.f.).También es importante
resaltar que el juicio que la persona manifiesta sobre sí misma es emitida hacia los otros
mediante informes verbales o conductas abiertas (Munro, 2005).
Este autor considera que existen tres factores principales que actúan como mecanismos de
aprendizaje y anteceden la autoestima: aceptación parental, límites claramente establecidos
y, tratamiento respetuoso (Domínguez, 2009).
Branden expresa que la autoestima es aquella certeza que tenemos en los sentimientos y
creencias que materializamos sobre nosotros mismos (Polaino, s.f.). Esta asocia la felicidad
que consideramos merecer con la confianza que tenemos ante los retos o adversidades de la
vida (Domínguez, 2009).
También la considera como una necesidad que se debe de aprender a satisfacer, y en caso de no lograrlo,
puede privar la eficiencia de los procesos mentales (Dominguez, 2009)
Tipos de autoestima
Algunos autores como Tierno (2001), Wilber (1995), Mckain y Fanning (1999) señalan dos
tipos de autoestima de acuerdo a la valoración misma del individuo: la autoestima positiva
y la autoestima negativa (Rubio, 2009 & Seteiner, 2005).
Las personas con una autoestima positiva tienen la capacidad para afrontar nuevas metas y
retos con entusiasmo debido a que saben en cuáles tareas pueden desarrollarse sin ninguna
dificultad (Tierno, 2001 en Rubio, 2009 & Seteiner, 2005). Así mismo, Tierno (2001)
plantea que quienes tienen una autoestima positiva no compiten contra los otros, sino contra
sí mismos; son valientes, y no pierden tiempo lamentándose de los fracasos (Rubio, 2009).
Por otra parte Steiner (2005), propone que la autoestima negativa es aquella que genera
dolor, sufrimiento, angustia y culpa, entre otras sensaciones adversas. En ese mismo
sentido, otra forma de categorizar la autoestima es en alta, media y baja (Epstein, 1979;
Wells & Marwell, 1976 en Munro, 2005; Portes & Sosa, 1999;Rosenberg 1965).
En ese mismo sentido, Mruck (1999) considera que quienes poseen ciertas características
de una autoestima alta y una autoestima negativa poseen una autoestima media. Esto se
debe a que no han sido expuestos, o no, suficientemente a los factores que ayudan a que
aumente la autoestima (Mruck, 1999, en Munro 2005).García y Román (2005), proponen
ciertos aspectos que indican los dos extremos de los tipos de autoestima señalados
anteriormente:
d) Tomar iniciativas.
a) Desconfianza.
b) Imposibilidad de adaptarse a los cambios o al estrés.
h) Sentirse humillado.
Componentes de la autoestima
b) Afectivo: Es el valor que nos damos nosotros mismo, donde esta lo positivo y lo
negativo. Incluye los sentimientos buenos o malos, agradables o desagradables, que
percibimos en nosotros. Es un juicio de valor de nuestra esencia personal.
Matrimonio y divorcio
Al hablar del enamoramiento, cabe decir que es un estado emocionante que se da cuando dos
personas apenas se están conociendo. Las personas que lo viven, tienen una intensa atracción el uno
hacia el otro la cual hace que se sientan en continua necesidad de estar juntos (Gómez &
Weisz, 2005 en Ayala & Elvia, 2011).
Las parejas se van creando como resultado del enamoramiento, a esto se le conoce técnicamente como
limeranza. Es de suma importancia diferenciar el amor de la limeranza (Álvarez-Gayou,
2000).
Cuando se toma la decisión de conformar una pareja, hay que tomar en cuenta que se debe aprender a
ceder a las ideas del otro, sin dejar a un lado las propuestas individuales; es el llamado
espacio del otro que se debe respetar, para no sentirse influenciado ni rechazado en su
opinión (Minuchin & Fishman, 1984 en Ayala & Elvia, 2011).
A pesar de que las personas crean una imagen del otro de acuerdo a su necesidad, sueños individuales e
idealización -lo que se conoce como ´´amor ciego´´-, al pasar el tiempo la relación va
tomando otra forma y se convierte en cariño, amor o una consolidación en sí, sin idealismo
de la pareja (Gómez & Weisz, 2005 en Ayala &Elvia, 2011).
Asimismo, una de las cosas más importantes al iniciar una relación, es saber que la base
que la define es una complementariedad. Se debe destacar que el matrimonio no es una
forma de reemplazar lo que no existía antes de este (Ayala & Elvia, 2011).
Al iniciarse el matrimonio, las personas creen que su pareja lo ve como el compromiso con
que ellos mismo lo ven. Al pasar el tiempo se dan cuenta que no es así, por lo que es
importante que las cosas se hablen antes de, sin suponer que el otro sabe (Ruiz, 1998).
Por otra parte, cuando el hombre y la mujer deciden entablar una relación de matrimonio,
no necesariamente tiene que ser legal, puede ser unión libre; lo que se necesita es la
voluntad de ambas personas para unir creencias, valores y expectativas; se trata de
decisiones. Según un artículo publicado en el periódico dominicano El Día, la unión libre es
un compromiso que asume la pareja de vivir en una misma vivienda, sin firmar algún papel
de pacto legal (Nuñez, 2011). Para que esto sea posible se debe de respetar la
individualidad de cada miembro perteneciente a la pareja (Minuchin &Fishman, 1984 en
Ayala & Elvia, 2011).
En este sentido, la imaginación de las personas de que un matrimonio es perfecto, es pensar
que se vive con la persona adecuada, que tiene los mismos valores y es compatible con su
forma de pensar (Ruiz, 2001 en Ayala & Elvia, 2011).
Al hablar de matrimonio, también debemos de hablar de la familia. Según Zamorano
(2007-2008) la familia, es un conjunto de personas que están unidas por la consanguinidad.
Este mismo autor explica que en tiempos antiguos, la familia era reconocida como un ente
económico, en donde el hombre cazaba y la mujer cocinaba. Ruiz y Gómez (2000) plantean
que el objetivo de la familia es convertir normas sociales en normas y valores personales;
ayudar como un estímulo de aprendizaje y brindar afecto entre sus miembros. Así pues, una
familia en donde no prima el amor y la comprensión mutua, tiene como resultado traumas
de personalidad tanto para los padres como para sus mismos hijos, sobre todo los más
pequeños (Padilla, 1979).
Tipos de familia
Existen muchos tipos de familia, pero en nuestro caso solamente vamos a tomar uno de los
tipos de familia que señala Suárez, (S.F), la cual está formada a base de su integración, la
cual se subdivide en:
Divorcio
Los seres humanos han nacido para vivir en comunidad y socialmente, sin embargo, es algo
irónico ver que no pueden convivir sin conflictos (Ayala & Elvia, 2011). Es por esto que
después de haber tratado el matrimonio, debemos de hablar del divorcio.
Según Garces, Pruneda, Venegas (2010), llamamos divorcio a la separación legal de dos
personas que han estado unidas en un matrimonio. La palabra divorcio viene del Latín
divortium, que quiere decir cada quien por su camino, por lo tanto, se puede decir, que es
la cancelación del matrimonio (Garces, Pruneda &Venegas, 2010).
De igual manera, cabe decir que el divorcio trae consigo sufrimiento y dolor para toda la
familia, pero, no es una enfermedad; aparte de que mayormente uno de los miembros de la
pareja ve este cambio como un avance y el otro como un retroceso(Pérez, Davins, Valls &
Aramburu, 2009).
Según Bowlby (1968-1969), las personas que viven una ruptura pasan por un proceso
de tres etapas: protesta, desesperanza y desafección (Pérez, Davins, Valls &Aramburu,
2009). Con el tiempo, esta situación se ha vuelto más y más frecuente sin que las personas
se den cuenta de cuántos problemas arrastra esta decisión no solo para ellos sino también
para sus hijos (Padilla, 1979). Este proceso no sólo desorienta a la pareja y a la familia en
sí, sino, que todos a su alrededor se colocan en la misma situación (Meltzer & Harris, 1989;
Pérez Testor, 2006 en Pérez, Davins, Valls &Aramburu, 2009).De la misma manera,
es importante señalar que cada proceso de divorcio es diferente, dependiendo de la
personalidad de los integrantes de la pareja (Padilla, 1979).Los hijos, por otra parte
reaccionan de manera diversa, ya que influyen su edad, sexo y capacidad de adaptación.
Para ellos, implica la pérdida de uno de los dos padres, con mayor frecuencia el padre (Ruiz
& Gómez, 2000). Es por esto que en la adolescencia, el divorcio puede traer consecuencias
severas como el bajar las notas en el colegio, depresión, angustia, agresión e insomnio
(Padilla, 1979). Muchos de los hijos pueden presentar trastornos emocionales que pueden
durarle por el resto de la vida, situación que los padres deben evitar (Ruiz & Gómez 2000).
Al hablar del divorcio se debe mencionar la existencia de la proyección, esta no es más que
colocar en el otro todo la culpa, lo malo y peligroso (Pérez, Davins, Valls y Aramburu,
(2009).
En otro sentido, los hijos de parejas divorciadas son conocidos por la sociedad con lastima y
pena, ya que se consideran como víctimas que no tienen la culpa de lo que pasa, o por el contrario, lo
culpabilizan si así consideran que es, situación que no ayuda en la estigma del niño o
adolescente (Padilla, 1979).
El divorcio es una situación en la que nadie quisiera estar, un proceso indeseado. En
algunos lugares existen leyes que no permiten el divorcio, ya que están regidos por
los principios religiosos, de que lo que une Dios, el hombre no lo puede separar; pero, esto
también lleva consigo a que matrimonios vivan infelices (Padilla, 1979). Lo claro en el
asunto es que las personas de cualquier extracto socio económico o edad siguen intentando
vivir en pareja, sin importar las veces que hayan fallado (Gómez & Weisz, 2005 en Ayala
& Elvia, 2011).
En una investigación, cuyo objetivo era determinar la diferencia según el género en la
autoestima. Este estudio contó con una muestra de 3728 personas, las cuales estaban
conformadas por hombres y mujeres dentro de las edades de 18 a 35 años. La escala utilizada para este
análisis fue el SEI (SelfEsteem Inventory, Rector & Roger, 1993), para medir autoestima,
el cual cuenta con 58 ítems. Esta investigación arrojó el resultado de que los hombres
tienen ligeramente mayor autoestima que las mujeres (Marrero, Matud, Ibáñez &
Carballeira, 2003).
De igual manera, Portes y Sosa, (1999) realizaron una investigación con una muestra de 60
adolescentes y sus resultados fueron que aquellos que vivían con sus padres tenían unas autoestimas
más altas, mientras que quienes no vivían con sus padres o vivían
Solo con uno de ellos, tenían una autoestima más baja. Otro hallazgo importante fue que
en este grupo no se encontró relación entre sexo, edad y autoestima.
II. Método
Participantes
Instrumento
Resultados
1.Autoestima en adolescentes
AUTOESTIMA ALTA 27 19 46
MEDIA 3 4 7
ALTA 6 6 12
TOTAL 36 29 65
DISCUSIÓN
Al mismo tiempo se encontró que la mayor parte de la muestra de los adolescentes de sexo
femenino con padres divorciados puntuó un mayor nivel de autoestima alta con respecto a los
hombres.
CONCLUSION
La autoestima alta genera confianza en uno mismo, así como el inicio y desarrollo de metas de
manera independiente, lo cual se ve afectado por el divorcio, que causa sufrimiento y dolor para
toda la familia. La autoestima de mayor manifestación en los adolescentes con padres casados es
la alta. Los adolescentes con padres divorciados muestran autoestima alta. Los adolescentes con
padres casados presentan una autoestima más alta con respecto a los adolescentes con padres
divorciados. Las mujeres presentan niveles de autoestima más altos que los hombres