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Manual

Observatorio de Igualdad de Género


de América Latina y el Caribe
www.cepal.org/oig


Manual
Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe
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bros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir esta obra sin autorización previa. Sólo se les
solicita que mencionen la fuente e informen a las Naciones Unidas de tal reproducción.
Manual
Observatorio de Igualdad de Género
de América Latina y el Caribe
www.cepal.org/oig
ÍNDICE

Página
Presentación 9
El Manual 11

I. El Observatorio de Igualdad de Género 13


• Antecedentes 14
• Objetivos 16
• Organizaciones participantes 18
• Esquema de funcionamiento 20
• El sitio web del Observatorio 22
II. Contenidos del Observatorio de Igualdad de Género 25
• Los temas centrales del Observatorio 27
• Indicadores de Igualdad por área temática 28
• Perfiles de países 30
• Más estadísticas de género 32
• Indicadores regionales de Igualdad 34
III. Aspectos metodológicos 37
• Indicadores de género 38
• Estadísticas de género 39
• Fuentes de información 40
• Actualización de datos del Observatorio 41
• Ficha técnica de los Indicadores 42
IV. Marco conceptual 45
• Enfoque de género 46
• Autonomía de las mujeres 47
• Esfera de lo público y esfera de lo privado 48
• Trabajo productivo y trabajo reproductivo 49
• Derechos reproductivos 50
• Violencia en contra de la mujer, violencia de género 51
Página
V. Indicadores de Autonomía física 53
• Indicador 1: Muerte de mujeres por pareja ex pareja 54
• Indicador 2: Maternidad en adolescentes 56
• Indicador 3: Demanda insatisfecha de planificación familiar 58
• Indicador 4: Mortalidad materna 60
VI. Indicadores de Autonomía en la toma de decisiones 63
• Indicador 1: Mujeres en el Poder ejecutivo 64
• Indicador 2: Mujeres en el Poder legislativo 66
• Indicador 3: Mujeres en el Poder judicial 68
• Indicador 4: Mujeres en el Poder local (alcaldesas) 70
• Indicador 5: Mujeres en el Poder local (concejalas) 72
• Indicador 6: Países que han aprobado y ratificado el
Protocolo facultativo de la CEDAW 74
• Indicador 7: Nivel jerárquico de los Mecanismos
para el Adelanto de la Mujer 76
VII. Indicadores de Autonomía económica 79
• Indicador 1: Población sin ingresos propios 80
• Indicador 2: Tiempo total de trabajo 72

● Presentación

Después de 15 años de aprobada la Plataforma de Acción de Beijing en la IV Conferencia Mundial, y


de casi 30 años de desarrollo de políticas de género, sin duda se han logrado avances importantes en
América Latina. El Observatorio de Igualdad de Género está pensado, justamente, como un instrumento
que junto con mostrar tales progresos, nos señale en qué materias se han logrado y en cuáles aún existen
rezagos pese a los compromisos adquiridos por los países de la región.

Entre los principales logros, sin duda la institucionalización formal de mecanismos para el adelanto de las
mujeres, constituye un paso importante: casi un tercio de los países tiene un Ministerio de Igualdad de
Género, algunos con rango ministerial; otro tercio tiene Concejos o Institutos que se reportan a los gobier-
nos y a sus presidentes. Finalmente, existe un grupo menor de países que aún no cumplen con el com-
promiso adquirido en Beijing de crear organismos destinados a la puesta en marcha de políticas para la
igualdad de género al más alto nivel.

Es preciso señalar, por otra parte, los avances logrados en lo que se refiere a cargos de representación
política y ejercicio del poder. La presencia de mujeres en la toma de decisiones, aunque heterogénea, es
hoy un tema de agenda. El rango en lo respectivos países varía desde 40% de mujeres parlamentarias en
Argentina y Costa Rica, a porcentajes menores en países como Guatemala, donde no llega al 10%. Dentro
de este espectro, es destacable el caso de Chile donde la llegada al poder de Michelle Bachelet, viene
acompañada de una agenda de paridad y de protección social en la cual las mujeres son centrales.

Cuando se aprobó el Observatorio de Igualdad de Género, existía plena convicción de su necesidad. Por
un lado, para tener mejor y mayor evidencia cuantitativa y cualitativa de los logros y avances y, por el otro,
para poder identificar los desafíos, contar con herramientas que les permita a los gobiernos anticiparse a
las tendencias y visualizar procesos de más larga data.

En definitiva, el Observatorio de Igualdad de Género permite monitorear y dar seguimiento a las políticas
públicas, anticiparse a los procesos sociales y tener evidencia empírica con información oficial respecto
a la situación de las mujeres y las desigualdades en relación con los hombres, demanda que exige de los
países la puesta en marcha de sistemas de información que den cuenta de esta realidad.


10
● El Manual

El recorrido que proponemos para conocer, familiarizarnos e interactuar con la información que ofrece el
Observatorio de Igualdad de Género, constituye una suerte “carta de navegación” compuesta por siete ca-
pítulos.
El primero, El Observatorio de Igualdad de Género, es de orden más bien descriptivo y se refiere, entre
otros aspectos, al contexto institucional que le dio origen, los principales objetivos que se persiguen con su
implementación y su estructura de funcionamiento.
En el segundo capítulo, Contenidos del Observatorio de Igualdad de Género se presentan en grandes
líneas los principales componentes del Observatorio, y las distintas categorías de información a la cual es
posible acceder desde cada uno de ellos.
El tercer capítulo Aspectos metodológicos se hace referencia a aspectos y opciones metodológicas incor-
poradas en el Observatorio, con el fin ampliar la información disponible y facilitar su uso en cuanto herra-
mienta.
En el cuarto capítulo Marco conceptual, se enuncian brevemente los principales conceptos de la teoría de
género que aparecen asociados con los Indicadores de Igualdad incluidos en el Observatorio.
Los tres capítulos siguientes están dedicados a los respectivos Indicadores de cada una de las áreas temá-
ticas priorizadas por el Observatorio: el capítulo cinco se centra en los Indicadores de Autonomía física; el
capítulo seis en los Indicadores de Autonomía en la toma dedecisiones, y el capítulo siete en los Indica-
dores de Autonomía económica.
En la presentación de cada Indicador de Igualdad, se proporciona información acerca de lo que mide el in-
dicador, su relevancia, las fuentes de datos en que se basa el indicador y la normativa internacional que los
enmarca.
Este Manual se basó de manera importante en la Guía de asistencia técnica para la producción y el uso
de indicadores de género, (2006); en Estadísticas para la equidad de género. Magnitudes y tendencias en
América Latina (2007), ambos elaborados por la Unidad Mujer y Desarrollo de la CEPAL, y en Objetivos de
desarrollo del Milenio. Informe 2006: una mirada a la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer en
América Latina y el Caribe (2007), coordinado por dicha Unidad.

11
I. El Observatorio de Igualdad de Género
• Antecedentes
• Objetivos
• Organizaciones participantes
• Esquema de funcionamiento
• El sitio web del Observatorio
● Antecedentes

Los principales hitos que han estado a la base de creación del Observatorio de Igualdad de Género, son,

3 El Consenso de Quito, (agosto 2007), acuerdo al que se llegó en la X Conferencia Regional sobre la
Mujer de América Latina y el Caribe, donde los países participantes solicitaron a la CEPAL que, junto
con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, “colabore con los Estados miembros que
así lo soliciten en el seguimiento del cumplimiento de los acuerdos adoptados mediante la creación
de un observatorio de igualdad que contribuya al fortalecimiento de los mecanismos nacionales de
género”.

3 La IV reunión de la Conferencia Estadística de las Américas, (Santiago, julio 2007), se acordó incluir
entre sus objetivos estratégicos la promoción y el desarrollo de las estadísticas de género y se asignó
a la CEPAL la función de Secretaría Técnica de un nuevo grupo de trabajo, coordinado por México, y
creado “con el propósito de alentar los esfuerzos para sistematizar la información estadística nacional
con enfoque de género (…) y el envío sistemático y regular a la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe de la información estadística correspondiente para el seguimiento de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio”.

3 Los términos del Consenso de Quito fueron recogidos en el Programa de acción de la XVII Cumbre
Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, (Santiago, noviembre de 2007) donde se instruyó
a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) para que en estrecha coordinación con los Estados
miembros, colaborara en la creación de un observatorio de igualdad que contribuyera al fortalecimiento
de los organismos nacionales para el adelanto y la equidad de género y al seguimiento y valoración de
las políticas de igualdad en los países que así lo solicitaran.
En el marco del mandato del Consenso de Quito, se efectuaron posteriormente en octubre 2008 dos eventos
importantes:

3 la Reunión técnica de expertos en estadísticas de Género para el análisis de los indicadores


del Observatorio de Igualdad de Género (Aguascalientes, México, octubre 2008), donde se acordó
concentrar los esfuerzos en un número limitado pero muy significativo de indicadores estratégicos para
el seguimiento del Consenso de Quito;

3 y la Reunión Técnica sobre el establecimiento del Observatorio de Igualdad de Género


de América Latina y el Caribe (Puerto España, octubre 2008) donde se debatieron y efectuaron
recomendaciones sobre los indicadores estratégicos concernientes a el Caribe y en relación a las
funciones que desempeñaría cada uno de sus componentes.

14
15
● Objetivos

El Observatorio de Igualdad de Género surge para dar seguimiento a la agenda emanada del Consenso de
Quito y se entiende como una herramienta complementaria a las adoptadas por la comunidad internacio-
nal.

Sus principales objetivos son:

3 Analizar y dar visibilidad al cumplimiento de metas y objetivos específicos en torno a la igualdad


de género en la región
Para cumplir este cometido, el Observatorio pone a disposición de los gobiernos indicadores de
igualdad de género y herramientas analíticas para la formulación de políticas; mantiene actualizado el
seguimiento de temas relevantes para la igualdad de género y de las mejores prácticas en políticas de
género; ofrece una plataforma tecnológica que permita acceder a información sistemática y de fácil uso
mediante un portal en línea.

3 Brindar apoyo técnico y capacitación


La asistencia técnica es una de las principales actividades y, por ello, el Observatorio buscará fortalecer
la relación entre los Institutos Nacionales de Estadística, los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer
y otras instancias públicas que participan en la formulación de políticas de igualdad de género.

3 Hacer un diagnóstico de las desigualdades entre mujeres y hombres


Cada año, el Observatorio lanzará el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) un informe en el que
se analizará la evolución de los indicadores y se abordará un tema específico; además, se retomarán y
analizarán las políticas en curso en temas relacionados con la agenda de Quito.

El Observatorio de Igualdad de Género no sólo juega un importante papel en los procesos de seguimiento
de políticas públicas, sino también da lugar a iniciativas de la sociedad civil destinadas al ejercicio del con-
trol ciudadano tanto de los compromisos adquiridos por los países en materia de igualdad de género, como
respecto a los resultados que se están logrando con las políticas puestas en marcha.

16
17
● Organizaciones participantes

El desarrollo del Observatorio de Igualdad de Género contó con el aporte técnico y/o financiero del siguiente
conjunto de organismos:

3 INSTRAW, para el desarrollo de indicadores de igualdad de género y base de datos sobre acceso al
poder local;

3 AECID, en actividades generales en América Latina y el Caribe, particularmente de investigación,


asesoría y capacitación, entre otras;

3 OPS, para el desarrollo de indicadores de igualdad de género, asesoría técnica y publicaciones;

3 SEGIB, en lo referente a actividades generales en América Latina, en materia de investigación, asesoría


técnica y cooperación horizontal;

3 UNIFEM, en publicaciones, investigación, asesoría técnica y capacitación;

3 PNUD, con financiamiento para la reunión de buenas prácticas en materia de políticas de igualdad de
género;

3 UNFPA, para el desarrollo de indicadores, estudios y asistencia técnica;

3 CEPAL, que constituye la Secretaría técnica responsable del Observatorio de Igualdad de Género

18
19
● Esquema de funcionamiento

El Observatorio de Igualdad de Género funciona con el siguiente esquema orgánico:

3 Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe; es el


órgano político del Observatorio y el que define sus prioridades y orientaciones temáticas, analiza y
aprueba el plan de trabajo anual presentado por la Secretaría Técnica; evalúa el desempeño de las
actividades y productos, formula sugerencias y observaciones y recibe información periódica sobre las
actividades desarrolladas. También se encarga de solicitar a los institutos nacionales de los países de
la región información estadística, documental y programática con el fin de alimentar y actualizar los
indicadores, las buenas prácticas y los temas del Observatorio.

3 Grupo de trabajo sobre estadísticas de género de la CEA-CEPAL, órgano clave para la producción
de estadísticas de género en la región, actúa como grupo técnico consultivo para mejorar la calidad
estadística de los indicadores, emite recomendaciones sobre el plan de trabajo del Observatorio en
relación a los mismos y es un importante foro de consulta y cooperación técnica entre los Institutos
nacionales de Estadística y los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer

3 Grupo de trabajo sobre estadísticas de género de la CEA, compuesto por las organizaciones del
sistema de las Naciones Unidas que participan en las actividades del Observatorio, así como por los
organismos donantes. Sus funciones consisten en contribuir a la aplicación del plan de trabajo aprobado
por la Mesa Directiva y las recomendaciones del Grupo de trabajo sobre estadísticas de género de la
CEA-CEPAL, y revisar técnicamente el informe de la Secretaría Técnica del Observatorio sobre los
avances y trabajos de éste.

3 Secretaría técnica (CEPAL) es la responsable de la ejecución del proyecto y se encarga, entre otras
funciones, de coordinar los aportes de los organismos participantes, facilitar la cooperación horizontal
entre los países y proporcionar cooperación técnica a los gobiernos.Debe además rendir cuentas a
la Mesa Directiva de las actividades desarrolladas y poner en consideración de ésta los contenidos y
procedimientos del Observatorio de Igualdad de Género.

20
Esquema de funcionamiento

Mesa directiva Grupo


(CRM) interinstitucional

OBSERVATORIO
DE IGUALDAD
DE GÉNERO

Grupo de trabajo
Secretaría
estadísticas de
Técnica
Género (CEA)

21
● El sitio web del Observatorio

La autonomía de las mujeres es un factor fundamental para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos
en un contexto de plena igualdad y el control sobre su propio cuerpo (autonomía física), la generación de
ingresos y recursos propios (autonomía económica) y la plena participación en la toma de decisiones que
afectan su vida y su colectividad (autonomía en la toma de decisiones) constituyen tres pilares para lograr
una mayor igualdad de género en la región.

Esta concepción de la autonomía de las mujeres constituye, precisamente, el eje en torno al cual se estruc-
tura el sitio web del Observatorio, ofreciendo a los usuarios/as diversas alternativas para acceder a la infor-
mación relacionada con cada una de ellas, sus respectivos indicadores, la legislación asociada, las mejores
prácticas y los vínculos institucionales.

Desde cualquier punto de ingreso a la información del sitio web, es posible acceder a cada una de las áreas
temáticas y sus indicadores, confirmando con ello el principio de integralidad y complementariedad existente
entre ellas.

La primera franja o menú horizontal de la portada del Observatorio, presenta tres categorías de pestañas
destinadas a facilitar el inicio de la navegación: las opciones de idiomas en que se publica el Observatorio
de Igualdad de Género, el acceso al Mapa del sitio, que permite visualizar de manera general los contenidos
del Observatorio y el mecanismo de búsqueda, representado por la clásica lupa.

El segundo menú horizontal, situado inmediatamente bajo la franja anterior, constituye el eje estructurante
del Observatorio de Igualdad de Género, puesto que contiene tanto la principal vía de acceso a los conte-
nidos del sitio - representada por la ventana Indicadores de Igualdad de Género – como a cada una de las
tres áreas temáticas en torno a las cuales se estructura la información del Observatorio: la Autonomía física,
Autonomía en la toma de decisiones y Autonomía económica, y sus respectivos indicadores. A cada una de
estas áreas temáticas se les ha asignado un color específico como elemento identificatorio propio: rojo, para
la información referida a Autonomía física; azul, respecto a la Autonomía en la toma de decisiones, y morado
para la de Autonomía económica.

En la práctica, cada sección presente en la Portada del Observatorio constituye en sí misma una página web
que, en su conjunto, conforman el sitio web del Observatorio de Igualdad de Género.

22
23
II. Contenidos del Observatorio de Igualdad de Género
• Los temas centrales del Observatorio
• Indicadores de Igualdad por área temática
• Perfiles de países
• Más estadísticas de género
• Indicadores regionales de Igualdad
26
● Los temas centrales del Observatorio

La autonomía de las mujeres constituye el eje articulador de las tres áreas temáticas privilegiadas en el Ob-
servatorio, en función de las cuales se han identificado indicadores que muestran desigualdades críticas.

Las áreas temáticas que constituyen los ejes estructurantes de los contenidos del Observatorio son las si-
guientes:

3 Autonomía física, en relación con dos dimensiones sumamente sensibles y deficitarias en la región:
sus derechos reproductivos y el combate contra la violencia;
3 Autonomía en la toma de decisiones, es decir, su derecho a participar plenamente y en igualdad de
condiciones que los hombres en instancias de poder y en la toma de decisiones;
3 Autonomía económica, expresada en su acceso al trabajo remunerado y al mercado laboral - es decir,
a disponer de ingresos propios - en igualdad de condiciones que los hombres.

Los distintos temas e indicadores que forman parte del Observatorio reflejan la agenda regional emanada del
Consenso de Quito, transversal a la vida pública y privada de mujeres y hombres.

El Observatorio, sin embargo, no pretende abarcar todas las dimensiones de la desigualdad de género, pero
sí abordar, sobre la base de dos grandes temas emanados de la Conferencia Regional sobre la Mujer de
América Latina y el Caribe (participación política y paridad de género en los procesos de adopción de deci-
siones en todos los niveles y la contribución de las mujeres a la economía y a la protección social), los temas
en los que la superación de la desigualdad constituye uno de los principales desafíos de la región.

27
● Indicadores de Igualdad por área temática

Ante la ausencia de una herramienta que a nivel regional permitiera un análisis articulado de las esferas crí-
ticas de la desigualdad de género y de las políticas públicas en vigor, surgió la propuesta de un observatorio
para el seguimiento de la evolución de los núcleos más duros de la desigualdad en los países de la región, a
partir de un número reducido pero significativo de indicadores compatibles con el seguimiento de los Objeti-
vos de Desarrollo del Milenio y del cumplimiento de la Convención sobre la eliminación de todas las formas
de discriminación contra la mujer (CEDAW), que a la vez pudieran transmitir una visión sintética y compara-
tiva entre países acerca de los avances y obstáculos para el logro de una mayor igualdad de género, con el
fin de orientar las políticas públicas destinadas a este efecto.
Los indicadores disponibles para cada país son:
3 Autonomía física
• Maternidad en adolescentes
• Muerte de mujeres por pareja o ex pareja íntima
• Demanda insatisfecha de planificación familiar
3 Autonomía en la toma de decisiones
• Proporción de mujeres en el principal órgano legislativo nacional
• Proporción de mujeres en gabinetes ministeriales
• Proporción de mujeres elegidas alcaldesas
• Proporción de mujeres elegidas concejalas
• Países que han aprobado y ratificado el Protocolo Facultativo de la CEDAW
• Nivel jerárquico de los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer
3 Autonomía económica
• Población sin ingresos propios
• Carga o tiempo total de trabajo

28
Indicadores de Igualdad

AUTONOMÍA FÍSICA
• Muerte de mujeres por pareja o ex pareja
• Maternidad en adolescentes
• Demanda insatisfecha de planificación familiar
• Mortalidad materna
AUTONOMÍA EN LA TOMA DE DECISIONES
• Mujeres en el Poder Ejecutivo
ESFERA • Mujeres en el Poder Legislativo ESFERA
PRIVADA • Mujeres en el Poder Judicial PÚBLICA
• Mujeres en el Poder Local (alcaldesas)
• Mujeres en el Poder Local (concejalas)
• Aprobación y ratificación Protocolo CEDAW
• Nivel jerárquico Mecanismos Adelanto
de la Mujer
AUTONOMÍA ECONÓMICA
• Población sin ingresos propios por sexo
• Tiempo total de trabajo

29
● Perfiles de países

Junto con la información específica referida a los respectivos Indicadores de Igualdad, el Observatorio inclu-
ye un cierto número de ventanas que permiten acceder a información de complementaria que, en su conjun-
to, ofrece un panorama global acerca del país y del contexto de género que enmarca al indicador.

El perfil de país presentado en el Observatorio expone un conjunto básico de indicadores que ofrece una
perspectiva general de la situación de la mujer y la equidad de género, a través de datos de contexto, de
índole económica y demográfica, como el producto interno bruto, el porcentaje de población en situación de
pobreza y el grado de urbanización de cada país, patrones de fecundidad femenina, la edad media y los na-
cimientos relacionados con madres adolescentes. En el ámbito de la educación se presentan los diferentes
niveles de acceso a ella y las tasas de analfabetismo. La mortalidad materna —por su persistencia y evitabi-
lidad— se expone como un indicador clave de salud.

En la esfera del trabajo y los ingresos, se informa sobre la evolución de la participación en las actividades
económicas, el desempleo, el porcentaje de ocupadas en empleos de baja productividad y las brechas de
ingresos. El porcentaje de mujeres sin autonomía económica se visibiliza a través de la población que no
dispone de ingresos propios. La situación de vulnerabilidad de las mujeres a la pobreza se refleja en la ma-
yor incidencia de la pobreza en hogares con jefatura femenina. A su vez, la proporción de puestos ocupados
por mujeres en los parlamentos da cuenta de su escasa representación en cargos de elección popular y en
instancias de poder.

El perfil de países también incluye información sobre la firma (o aún no) del Protocolo Facultativo de la Con-
vención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

30
31
● Más estadísticas de género

En la página de cada uno de los Indicadores de Igualdad, figura la ventana Más estadísticas de Género,
que contiene información adicional preparada por la División de Asuntos de Género de CEPAL.

A través de pestañas específicas, es posible acceder a:

3 los reportes de avance del Objetivo 3 de Desarrollo del Milenio en la región, que reúne tres indicadores
oficiales que buscan reflejar el grado de igualdad de género en la educación, en el trabajo y en la
participación política. También se accede a los informes nacionales de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio en cada uno de los países de la región y se proporciona información sobre documentación de
referencia relacionada con el tema.

3 los indicadores de Beijing por áreas, señalándose en cada caso los objetivos estratégicos que
persiguen, la metodología de cálculo, la fuente en que se basan los indicadores seleccionados y
referencias bibliográficas sobre el tema.

3 documentos publicados por CEPAL entre mayo de 1999 y julio 2009 relacionadas con estadísticas
de género, los cuales dan cuenta de reuniones técnicas, se refieren a guías metodológicas, boletines
especializados, o relacionados con encuestas en función de determinados indicadores tales como
violencia contra la mujer y uso del tiempo, entre otros.

3 a Enlaces con proyectos sobre indicadores de género llevados a cabo por CEPAL; con las Oficinas de
la Mujer, los Mecanismos de Adelanto e Institutos Nacionales de Estadísticas de los países de la región,
y con los organismos del sistema de Naciones Unidas relacionados con estadísticas de género.

32
33
● Indicadores regionales de Igualdad

Desde cada una de las Áreas temáticas, el Observatorio nos permite acceder a la información que nos pro-
porcionan los Indicadores de Igualdad desde una doble perspectiva: regional y por país. En ambos casos, la
batería de indicadores por área temática es la misma, variando solamente su forma de presentación, siendo
promediada cuando existen cifras comparables, y desagregada en lo que respecta a los indicadores de
igualdad por país.

El acceso a la información que nos proveen los Indicadores regionales de Igualdad es de gran utilidad,
puesto que junto con proporcionarnos una visión de conjunto y desagregada por sexo acerca de la situación
que mide el indicador, nos permiten efectuar comparaciones entre países y desde allí visualizar los desafíos
que cada uno de ellos enfrenta en el camino hacia la superación de las desigualdades entre hombres y
mujeres.

34
35
36
III. Aspectos metodológicos
• Indicadores de género
• Estadísticas de género
• Fuentes de información
• Actualización de datos del Observatorio
• Ficha técnica de los indicadores

37
● Indicadores de género

Los Indicadores de Igualdad de Género se construyen a partir del reconocimiento de las disparidades que
afectan a las mujeres en relación a los hombres en los ámbitos familiares, sociales, económicos, políticos
y culturales, y miden las brechas o distancia que separa el nivel alcanzado por cada uno, tomando el valor
cero como situación de igualdad. En tal sentido, los Indicadores de Igualdad de Género constituyen instru-
mentos que permiten comparar no sólo la realidad de hombres y mujeres en un determinado periodo de tiem-
po y ámbito de la vida social, sino a la vez otorgar visibilidad a las desigualdades existentes entre ellos.

Así, los Indicadores de Igualdad de Género, sirven para identificar las principales disparidades que afectan
a las mujeres respecto de los hombres en un determinado contexto y sociedad, y establecer la magnitud de
la distancia que hace falta para alcanzar la equidad. Desde esta perspectiva, muestran comparativamente la
posición en que se encuentran mujeres y hombres respecto a un fenómeno en un tiempo determinado.

Para la elaboración de indicadores cuantitativos de igualdad de género, es indispensable disponer de cifras


confiables y de una desagregación sistemática de los datos por sexo. A su vez, la situación de la mujer en
cada país debe tener como referencia la de los hombres del mismo país o la de otras mujeres de grupos so-
ciales, etáreos y étnicos distintos, procurando explicitar el valor que alcanzaría el indicador en una situación
de equidad socialmente considerada, de manera que se pueda apreciar cuán lejos o cerca se encuentra de
la situación de igualdad.

Los indicadores de igualdad de género son de crucial importancia por cuanto permiten:

3 hacer visible las desigualdades entre hombres y mujeres y lo que ello implica en términos de
oportunidades y acceso a los beneficios del desarrollo;
3 elevar la conciencia sobre estas desigualdades y contribuir al diseño de políticas públicas y medidas
destinadas a superarlas;
3 generar y ofrecer una base de información no sesgada a partir de las cuales formular planes y
políticas;
3 dar seguimiento (monitorear), evaluar y ejercer control ciudadano sobre los efectos de las políticas y
medidas que se implementen.

38
● Estadísticas de género

Es la información que se produce para dar visibilidad y comparar la situación de mujeres y hombres en
distintos ámbitos de la vida social, económica, cultural y política de un país. Para producir estadísticas de
género es necesario que los instrumentos de recolección de información consideren por separado la realidad
de unos y otros.
El enfoque de género en las estadísticas contempla tomar en cuenta que los roles, funciones, tareas y res-
ponsabilidades que se asignan y cumplen hombres y mujeres en la sociedad son diferentes, lo cual implica
que:
3 los instrumentos estadísticos deben captar y consignar información que dé cuenta de la realidad
específica de hombres y mujeres. Para ello, es preciso que los instrumentos incorporen en los
cuestionarios (fuentes de información) tanto preguntas como categorías de respuestas acordes a la
realidad de uno y otro sexo;
3 es indispensable el adiestramiento del personal de campo respecto a esta especificidad de la realidad
de hombres y mujeres, de modo de evitar que durante las entrevistas se introduzcan sesgos que
impidan develar las posibles desigualdades existentes entre ellos;
3 durante el proceso de tratamiento de la información, en cualquiera de sus etapas, también se tenga en
cuenta esta especificidad: validación, procesamiento, aplicación de métodos de clasificación, imputación
o estimación, y se evite utilizar supuestos que soslayan o son neutros al sexo de los individuos;
3 en lo que se refiere a los resultados, es preciso presentar toda la información desagregada por sexo y
calcular la magnitud de las diferencias existentes entre ambos.
Las principales fuentes de información para la generación de estadísticas a partir de las cuales elaborar
indicadores de igualdad de género, son las encuestas y los censos.

39
● Fuentes de información

Las fuentes del Observatorio son las mismas que se utilizan para generar estadísticas de género compara-
bles internacionalmente, y que forman parte del programa de trabajo continuo de las oficinas nacionales de
estadística. De esta forma se asegura, en parte, la estabilidad y permanencia de la información en el tiempo
y ofrece por lo general un mayor grado de armonización, validación y consenso a nivel internacional, lo que
posibilita el seguimiento y monitoreo de la equidad de género en los países bajo parámetros comunes.
Las principales fuentes de datos en que se basa la información proporcionada en el Observatorio son las
siguientes:
3 Censos de población y de vivienda: se realizan habitualmente cada 10 años y constituyen la operación
estadística de mayor envergadura que debe realizar un país. Son la fuente primaria más importante y
amplia de información estadística.
3 Encuestas de hogares: son uno de los mecanismos más flexibles de recopilación de datos, dado
que permiten estudiar casi cualquier tema, y los conceptos y el nivel de detalle se pueden adaptar a
las necesidades de la investigación. Debido a la mayor demanda de datos sociales y económicos que
se requieren para la definición de políticas públicas, estas encuestas han experimentado una enorme
expansión en los últimos años.
3 Los registros administrativos: aunque presentan un mayor grado de heterogeneidad y de vacíos de
información, estos registros son de mucha utilidad pues ofrecen información sobre estadísticas vitales
(nacimientos y defunciones), sectoriales (educación, salud y trabajo) temáticas (migración, desarrollo
de las empresas) y electorales (padrón y resultados electorales).
3 Encuestas de demografía y salud, se realizan en varios países de la región y tienen por finalidad
recopilar información en las áreas de población, salud y nutrición, para el cálculo de una amplia gama
de Indicadores con fines de evaluación y monitoreo.
3 Las encuestas sobre la violencia contra la mujer (o de género) procuran captar el fenómeno de
la violencia doméstica y de pareja en todas sus manifestaciones, física, psicológica y sexual; estas
encuestas constituyen el punto de partida para la prevención, tratamiento y combate de la violencia
contra las mujeres.
3 Encuestas de uso del tiempo, tienen como objetivo medir el tiempo que las personas dedican a las
distintas actividades que realizan a diario, tales como el trabajo remunerado, los quehaceres domésticos,
el cuidado de las personas, entre otras. Este tipo de instrumento permite obtener una imagen mejor y
más visible de todas las formas de trabajo que realizan hombres y mujeres, tanto fuera como dentro del
hogar, sean remuneradas o no remuneradas.

40
● Actualización de datos del Observatorio

El procedimiento que se sigue para la actualización de los datos que proporciona el Observatorio, se basa
en un circuito que se inicia en la entidad oficial de cada país, es decir, el Mecanismo para el Adelanto de la
Mujer y/o Instituto Nacional de Estadísticas.
Así, la entidad oficial en los respectivos países disponen de una identificación de usuario que las habilita
para ingresar información al sistema de recopilación de datos de CEPAL (web board), donde es alojada,
agrupada y sus fuentes respaldadas. Todos lo datos se ingresan a través de una ficha técnica estandarizada,
en formato Excel.
Por su parte, la Secretaría del Observatorio se encarga de analizar la información que se recibe, realiza la
comparación entre países y procede luego a actualizar los indicadores. Dicha información es posteriormente
traspasada a CEPALSTAT y al sitio el Observatorio, donde los datos y gráficos quedan a disposición de los
usuarios/as y público interesado.

Proceso de actualización de datos

Mecanismos Secretaría
para el Observatorio de
Adelanto de las Igualdad de Género
Mujeres y otras
fuentes

Análisis
información para
Ingresan comparabilidad
información Alojamiento,
en Excel al agrupamiento
sistema de de informacion
recopilación de y respaldo de Actualización de
datos - CEPAL fuentes los indicadores

Traspaso
información a
Respon- CEPAL STAT
sable y sitio web OIG
ingresa
con clave

Datos y gráficos
disponibles en
CEPAL STAT

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● Ficha técnica de los Indicadores

Todos los Indicadores de Igualdad del Observatorio van acompañados de su respectiva ficha técnica, la cual
tienen por objeto que el mecanismo que entrega la información no sólo conozca cómo se construye cada
indicador en términos metodológicos, sino además que se familiarice con el diseño del formato Excel que
facilitará el ingreso de la información al sistema de recopilación de datos específicamente desarrollado para
alojar, agrupar y respaldar la información entregada por cada fuente oficial.

Las fichas técnicas comprenden en general a siguiente información:

3 Definición y metodología de cálculo del indicador, que incluye la población específica que es objeto
de estudio, más las variables que intervienen en su construcción, y la forma (o fórmula) en que éstas
se relacionan.

3 Justificación de su uso, las variables consideradas y los niveles de desagregación.

3 La unidad de medida, la cual con frecuencia en los indicadores de género se expresa en razones,
porcentajes, brechas o tasas, y se define en función sea de la unidad de medida de las variables que
intervienen en su construcción, como en la posibilidad de ofrecer a los usuarios una medida que sea
fácilmente comprensible para su interpretación.

3 Período de referencia, que por lo general está determinado por la fecha de recolección de la fuente de
información, aunque en ocasiones se realizan estimaciones o proyecciones del indicador para tiempos
diferentes al de recolección de los datos.

3 Cobertura geográfica: las fuentes de información que se utilizan para el cálculo de indicadores
generalmente ofrecen representatividad estadística para diferentes áreas geográficas. Por lo mismo,
los indicadores deben especificar claramente el área o unidad geográfica a la cual hace referencia.

3 Fuente de información, indicando específicamente el origen de la información de la cual proviene el


indicador en cuestión, que en algunos casos es primaria (directa) o secundaria, es decir que procede
de una procesamiento de datos obtenidos de una fuente primaria.

3 Los años de edad considerados en el indicador, cuando corresponde.

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IV. Marco conceptual
• Enfoque de género
• Autonomía de las mujeres
• Esfera de lo público y esfera de lo privado
• Trabajo productivo y trabajo reproductivo
• Derechos reproductivos
• Violencia en contra de la mujer, violencia de género

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● Enfoque de género

Es la forma de analizar la realidad a partir de las variables “sexo” y “género” y sus manifestaciones en un
contexto geográfico, étnico e histórico determinado.

Este enfoque permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre
hombres y mujeres, las cuales se expresan en opresión, injusticia, subordinación y discriminación, mayori-
tariamente hacia las mujeres.

El enfoque de género – que se suele homologar con el término “perspectiva de género” - constituye el marco
conceptual que, a partir de la comparación de la situación de hombres y mujeres en distintos planos y esferas
experienciales de la vida social, nos permite detectar las desigualdades existentes entre unas y otros y, a
partir de ellas, diseñar e implementar medidas y políticas que aseguren a las mujeres el pleno ejercicio de
sus derechos ciudadanos, políticos, económicos y culturales en igualdad de condiciones que los hombres.

Desde este punto de vista, el enfoque de género constituye una perspectiva teórico-metodológica que con-
lleva una forma de ver la realidad y de intervenir o actuar en ella. Se caracteriza, además, por ser inclusiva,
al incorporar al análisis otras categorías como la “clase”, la “etnia” y la “edad”.

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● Autonomía de las mujeres

La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de El Cairo (1994) conllevó un ver-
dadero cambio de paradigma, que permitió el paso de un enfoque estrictamente demográfico a una nueva
visión del desarrollo y de los derechos de las mujeres. La línea que dividió el debate y que concluyó con el
Programa de Acción aprobado, permitió la construcción inédita de un consenso mundial en torno a la auto-
nomía de las mujeres, concepto que se retomó nuevamente en los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

En el informe Objetivos de desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe se definió la
autonomía como “el grado de libertad que una mujer tiene para poder actuar de acuerdo con su elección y
no con la de otros. En ese sentido, existe una estrecha relación entre la adquisición de autonomía de las mu-
jeres y los espacios de poder que puedan instituir, tanto individual como colectivamente” (Naciones Unidas,
2005, p. 114). esto es, una mayor capacidad y condiciones concretas que les permitan tomar libremente las
decisiones que afectan a sus vidas.

El logro de una mayor autonomía supone liberar a las mujeres de la exclusividad en las responsabilidades
reproductivas y de cuidado, lo que incluye el ejercicio de sus derechos reproductivos, poner fin a la violencia
de género y adoptar todas las medidas necesarias para que participen en igualdad de condiciones en la toma
de decisiones.

En cada uno de esos ámbitos existen procesos de desigualdad y discriminación que deben enfrentarse en el
camino para alcanzar la autonomía de las mujeres.

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● Esfera de lo público y esfera de lo privado

Uno de los ejes de la teoría de género es crítica a la división entre la esfera de lo público (asociada histó-
ricamente a lo político, lo económico y lo general), actividades consideradas propiamente masculinas, en
contraposición a lo privado, referido al ámbito familiar, de lo doméstico y lo personal, considerado propia-
mente femenino.

Esta asignación dicotómica de espacios ha tenido consecuencias funestas para las mujeres, ya que sirvió y
ha estado a la base del diferente estatus jurídico que se les ha asignado en relación con los hombres en la
sociedad: a éstos se les reconoció como ciudadanos con plenos derechos para participar de las decisiones
del Estado y en la vida pública, mientras que a las mujeres se las circunscribió a la esfera privada y princi-
palmente al ámbito doméstico.

Otro de los efectos negativos relacionados con esta distinción, reside en el hecho que el trabajo relacionado
con la esfera pública sea remunerado, mientras que el vinculado a la esfera privada, no. A ello se agrega que
el trabajo doméstico (ámbito de lo privado) recaiga mayoritariamente sobre las mujeres, no obstante ellas
de manera creciente estén también desarrollando actividades (políticas, organizativas, económicas) en el
ámbito de lo público, dando lugar a dobles o triples jornadas de trabajo.

Aunque las mujeres han logrado subvertir las lógicas de constitución de lo público como un ámbito de acción
propiamente masculino, y de lo privado como prioritariamente femenino, y logrado avances significativos en
el logro de igualdad como ciudadanas plenas, esta situación no se refleja aún, por ejemplo, en un acceso
igualitario a esferas de poder y a instancias de decisión.

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● Trabajo productivo y trabajo reproductivo

A partir de la división y manera de percibir los espacios experienciales de hombres y mujeres, se establece la
división entre el trabajo productivo, vinculado a la obtención, transformación e intercambio de bienes, tareas
asignadas tradicionalmente a los varones, y el trabajo reproductivo, definido culturalmente de responsabili-
dad de las mujeres.

El trabajo reproductivo comprende el desempeño de dos categorías fundamentales de tareas: aquellas re-
lacionadas con la reproducción biológica: la gestación, el parto y la lactancia de los/las recién nacidas; y las
que implican la reproducción social, es decir, todas las tareas necesarias para el mantenimiento del hogar y
la reproducción del grupo familiar, incluyendo la crianza, educación, alimentación, atención y cuidado de los
miembros de la familia, como asimismo la transmisión de costumbres y valores del grupo social.

Las actividades productivas son socialmente valoradas y otorgan status a quienes las llevan a cabo. Sin
embargo, no ocurre lo mismo con aquellas correspondientes al trabajo reproductivo, que no implican aporte
económico y carecen de valor social.

Como producto de las diferencias en el posicionamiento y valoración social que se asigna al trabajo produc-
tivo y reproductivo, las relaciones de género se constituyen en instrumentos de poder y dominación, princi-
palmente de los hombres hacia las mujeres.

Mientras no se redefinan las separaciones clásicas entre lo público y lo privado, lo productivo y lo repro-
ductivo, es decir, la lógica dicotómica en que se apoya la distribución de roles y de espacios de interacción
asignados culturalmente a hombres y mujeres en la sociedad, por más que las mujeres amplíen sus áreas
de acción y sus roles sociales, continuarán reproduciéndose las desigualdades entre los géneros.

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● Derechos reproductivos

Son un conjunto de derechos que se refieren a las decisiones sobre la propia vida reproductiva de manera
libre e informada y al ejercicio voluntario y seguro del control de la fertilidad, libre de discriminación, coer-
ción y / o violencia. Implica el derecho a disfrutar de los niveles más altos de salud sexual y reproductiva,
entendiéndose ésta como el “Estado general de bienestar físico, mental y social y no una mera ausencia de
enfermedades o dolencias en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones
y procesos. En consecuencia, la salud reproductiva incluye la capacidad de disfrutar de una vida sexual
satisfactoria y sin riesgos, de procrear, al igual que la libertad de decidir hacerlo o no hacerlo, cuando y con
qué frecuencia” (OMS).

En términos prácticos, es el derecho de toda pareja o de hombres o mujeres a decidir en forma individual,
libre y responsablemente el número de hijos y los espacios temporales entre los nacimientos. Estos deben
ser concebidos dentro del ámbito global de los derechos humanos, y de forma especial tomando en cuenta
el derecho de las mujeres a su salud reproductiva. Por tanto, se trata de una visión integradora del derecho a
la salud reproductiva, que no se limita solamente a los aspectos individuales de la mujer o de la pareja, sino
que se amplía en el espacio social y cultural en que se desenvuelven, para de ese modo aspirar a procrear
en un ambiente de mayor seguridad individual y colectiva.

Esta concepción de salud reproductiva significa considerar el derecho de cada mujer a no morir por causas
evitables relacionadas con el embarazo o el parto, así como su derecho a la integridad personal, libre de
una vida de violencia y de la explotación sexual; su derecho a la intimidad y la vida privada; a la igualdad y
la no discriminación por razones de género; al matrimonio y a fundar una familia; a la educación, que incluye
la de carácter sexual y reproductiva; a la información adecuada y oportuna en todos los campos de su vida;
a modificar las costumbres discriminatorias contra la mujer; y, el derecho a disfrutar del progreso científico
en el área de la reproducción humana, que incluye el derecho a no ser objeto de experimentación en ese
mismo campo.

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● Violencia en contra de la mujer, violencia de género

Por violencia de género se entiende cualquier acción o conducta contra personas del sexo femenino, que
tenga o pueda tener como resultado el daño, o el sufrimiento físico, sexual o psicológico o muerte de la mujer,
así como también las amenazas, la coacción o la privación de libertad, ya sea en la vida pública o privada.

La violencia que viven muchas mujeres refleja una situación generalizada, donde no hay distingo de raza,
clase, religión, edad y cualquier otra condición. Se reconoce que es una ofensa a la dignidad humana y una
manifestación de la relaciones de poder históricamente desigual entre hombres y mujeres.

El Comité para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), señala que
la discriminación y la violencia contra las mujeres son dos caras de la misma moneda, cuando en su Reco-
mendación General 19 establece que la violencia contra la mujer es una forma de discriminación que impide
el goce de derechos y libertades en condiciones de igualdad con el hombre.

Por otra parte, señala que para proteger a las mujeres de la violencia se requiere que los Estados partes
asuman sus deberes, dentro de los cuales destaca el fomento de la educación social en la igualdad entre
hombres y mujeres.

La difusión de los derechos humanos de las mujeres así como los compromisos asumidos por los gobiernos
en los foros internacionales para hacer valer estos derechos, ha traído consigo una creciente demanda de
información que permita cuantificar y caracterizar las diversas manifestaciones de la violencia de género, así
como monitorear los avances en las acciones para su erradicación.

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V. Indicadores de Autonomía física
● Indicador 1: Muerte de mujeres por pareja o ex pareja
● Indicador 2: Maternidad en adolescentes
● Indicador 3: Demanda insatisfecha de planificación familiar
● Indicador 4: Mortalidad materna
● Muerte de mujeres por pareja o ex pareja

Este indicador mide el número anual de mujeres mayores de 15 años que son víctimas mortales de su pareja
o ex pareja íntima, situación que expresa una de las manifestaciones más extremas y generalizadas de la
violencia basada en el género y en la desigualdad entre hombres y mujeres.

El reconocimiento del derecho a vivir una vida sin violencia ha quedado explícito con la aprobación de ins-
trumentos jurídicos de derechos de las mujeres, entre los que se cuentan la Convención para la Eliminación
de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, que entró en vigor en 1981 y es monitoreada por el
Comité de la CEDAW y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia con-
tra la Mujer, o Convención de Belém do Pará, suscrita en junio de 1994.

En la región, tres eventos enmarcan las tareas que precisan asumir los países en contra de la violencia hacia
las mujeres: la V Conferencia Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social
de América Latina y el Caribe, que adopta una resolución sobre “Mujer y violencia” (1991); la aprobación
del Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001, en el que se
plantea el carácter universal, inalienable, indivisible e integral de los derechos humanos de las mujeres; y
el Consenso de Lima (2000), donde se manifiesta la necesidad de prestar particular atención a todas las
formas de violencia sobre la base del género y sus causas básicas, incluida la reproducción de una cultura
de violencia.

Aunque existe conciencia de la necesidad de contar con mediciones apropiadas de la violencia física y sexual
en contra de las mujeres dentro y fuera del hogar, en general en la región ésta no se mide y las fuentes de
información son diversas y de mala calidad. Este indicador representa una respuesta práctica que permite
visibilizar la dramática relevancia y gravedad del problema, puesto que es relativamente fácil de contabilizar
– pese a su heterogeneidad - a través de registros administrativos judiciales y policiales, entre otros.

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● Maternidad en adolescentes

Este indicador mide el porcentaje de adolescentes de 15 a 19 años que son madres, o están embarazadas
por primera vez.

La inclusión de este indicador en el Observatorio de Igualdad de Género reviste particular importancia de-
bido a que mientras en todos los grupos de edad en los países de la región los índices de maternidad han
tendido a disminuir, entre las adolescentes continúan aumentando. Esta maternidad temprana es mayor en
los sectores de menores ingresos, en donde ser madre adolescente, pobre y sin pareja configura un cuadro
personal y social de difícil pronóstico, tanto para la madre como para el niño.

Este indicador no sólo pone en evidencia la magnitud del problema en cada uno de los países, sino que a la
vez deja al descubierto el insuficiente acceso a la salud reproductiva entre las y los jóvenes, como asimismo
la persistencia de prácticas y valores culturales patriarcales que impiden a los adolescentes ejercer el control
de sus propios cuerpos.

Este indicador muestra que a pesar de vivir en sociedades con mayores niveles educativos y un mejor acce-
so a la información y al conocimiento, y de que muchos países han reducido significativamente la mortalidad
materna gracias a mejores políticas de acceso a la salud, las adolescentes no han recibido todavía suficiente
atención.

Una dimensión particularmente dramática de la maternidad en adolescente, es que la situación suele tener
un efecto devastador en las jóvenes madres, la mayoría de las cuales – particularmente cuando ocurre en
sectores de menores ingresos - con frecuencia se ven obligadas a abandonar sus estudios, limitando su
desarrollo personal y social, así como su progreso económico y ciudadano.

Todos los cálculos relativos a la maternidad adolescente fueron efectuados por CELADE y obtenidos me-
diante procesamientos especiales de microdatos censales.

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● Demanda insatisfecha de planificación familiar

Este indicador de autonomía física de las mujeres, mide la brecha existente entre fecundidad deseada y
fecundidad observada de las mujeres, y su relevancia reside en que permite visualizar la respuesta del país
a las necesidades de la población en este aspecto, como asimismo las condiciones que facultan a las per-
sonas, especialmente a las mujeres, para ejercer su derecho a decidir de manera libre e informada sobre
el número de hijos/as que desean tener. Al hacer visible dimensiones importantes del ejercicio de derechos
reproductivos, este indicador deja al descubierto la falta de autonomía reproductiva de las mujeres.

Los derechos reproductivos constituyen una dimensión importante del empoderamiento y la autonomía de
las mujeres. Mientras las mujeres de todos los estratos socioeconómicos no tengan acceso a métodos de
planificación familiar, los niveles de fecundidad no deseada seguirán siendo elevados, afectando así a los
derechos y a la autonomía de las mujeres con respecto a su propio cuerpo.

El concepto de necesidad insatisfecha de planificación familiar se refiere a las mujeres que manifiestan que
no quieren tener otro alumbramiento en los dos años siguientes (o nunca), pero que no están utilizando un
método anticonceptivo.

La necesidad insatisfecha de planificación familiar se produce como consecuencia del aumento de la deman-
da, de las limitaciones en la prestación de servicios de salud reproductiva, por la ausencia de apoyo por parte
de comunidades y cónyuges, la falta de información pertinente, los costos financieros y las restricciones en
el transporte.

La Conferencia del Cairo sobre Población y Desarrollo asignó especial prioridad a la reducción de esta ne-
cesidad insatisfecha, como principio orientador para asegurar que los nacimientos ocurran cuando hay una
opción voluntaria y bien fundamentada. Recientemente, este indicador ha sido integrado para el seguimiento
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Los datos presentados en relación a este indicador proceden de CEPAL/CELADE, y fueron elaborados a
partir de procesamientos de Encuestas de demografía y salud.

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● Mortalidad materna

La mortalidad materna, por su indiscutible evitabilidad e injusticia, constituye un trazador crítico de la discri-
minación y el bajo status social que sufren las mujeres. Representa la defunción de una mujer mientras está
embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación de su embarazo, sea cual fuera la duración
y sitio de éste, debido a complicaciones del embarazo, parto y puerperio, pero no por causas accidentales
o incidentales.

El indicador expresa la tasa de mortalidad materna por cada 100.000 nacidos vivos, y constituye un evento
centinela que vigila la calidad de los sistemas de salud en los estados y países del mundo. Los cálculos
para la región han sido efectuados a partir de la base de datos de indicadores de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, y de estimaciones de mortalidad materna efectuadas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), para los años 2000 y 2005.

En el Programa de Acción de la Conferencia del Cairo, se hace un llamado claro a los países para que se
reduzca la morbilidad y mortalidad maternas hasta niveles en que ya no constituyan un problema de salud;
para que con el apoyo de la comunidad internacional, aumenten las prestaciones de servicios de maternidad
en el marco de la atención primaria de la salud; y que los países adopten medidas para impedir, detectar y
tratar los embarazos y nacimientos de alto riesgo, en particular entre las adolescentes y las parturientas de
más edad. A su vez, en los Objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) relativos a la salud en su Objetivo 5,
Meta 6, mejorar la salud materna, se establece claramente la meta de “reducir, entre 1990 y el 2015 en tres
cuartas partes, la razón de mortalidad materna”.

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VI. Indicadores de
Autonomía en la toma de decisiones
● Indicador 1: Mujeres en el Poder Ejecutivo
● Indicador 2: Mujeres en el Poder Legislativo
● Indicador 3: Mujeres en el Poder Judicial
● Indicador 4: Mujeres en el Poder Local (alcaldesas)
● Indicador 5: Mujeres en el Poder Local (concejalas)
● Indicador 6: Países que han aprobado y ratificado el
Protocolo facultativo de la CEDAW
● Indicador 7: Nivel jerárquico de los Mecanismos para
el Adelanto de la Mujer
● Mujeres en el Poder Ejecutivo

El indicador Mujeres en el Poder Ejecutivo señala la evolución del acceso de las mujeres a los puestos de
toma de decisiones en el más alto nivel del Poder Ejecutivo. Permite tener una aproximación sobre el papel
desempeñado por las mujeres en los gobiernos, así como el tipo de ministerios que se les asigna.

Este Indicador de Igualdad muestra el porcentaje de carteras ministeriales ocupadas por mujeres en el gabi-
nete presidencial; expresa el avance en la igualdad entre los sexos en materia de participación y autonomía
política de las mujeres, los cambios culturales relativos al reconocimiento de la capacidad de las mujeres
para ejercer cargos de poder e incidir en la toma de decisiones, y revela la existencia de mejores condiciones
para plantear la paridad como objetivo regional.

El derecho a voto en la mayoría de los países de la región lo adquirieron las mujeres tras arduas luchas
lideradas por sufragistas pioneras que desde los albores del siglo pasado no cejaron hasta conseguir sus
plenos derechos como ciudadanas. Si bien alrededor de los años 50 en la mayoría de los países de la región
ya contaban con derecho a voto sin restricciones, la presencia de mujeres en cargos de poder al interior
del Estado o de elección popular continúa siendo mínima (alrededor del 10%) pese a que ellas representan
alrededor del 50% del electorado.

Esta situación estaría contraviniendo el Artículo 7b de la Convención sobre la Eliminación de todas las for-
mas de Discriminación de la Mujer (CEDAW), donde se establece que los Estados partes tomarán todas las
medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en la vida política y pública del país y, en
particular, garantizando, en igualdad de condiciones con los hombres el derecho a “Participar en la formula-
ción de las políticas gubernamentales y en la ejecución de éstas, y ocupar cargos públicos y ejercer todas
las funciones públicas en todos los planos gubernamentales”.

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● Mujeres en el Poder Legislativo

Este indicador de autonomía en la toma de decisiones mide la proporción de mujeres que ocupan puestos
en el parlamento nacional. Para comparaciones internacionales, se utiliza generalmente sólo la cámara baja
o única.

Los datos relacionados con este indicador están comúnmente disponibles en los Parlamentos nacionales y
son actualizados después de las elecciones. Los Parlamentos nacionales transmiten sus datos, al menos
una vez al año a la Unión Inter-Parlamentaria - particularmente cuando el número ha cambiado significativa-
mente – la cual proporciona esta información directamente a las NU sobre la base a cifras recopiladas por
los propios países.

Este Indicador de Autonomía en la toma de decisiones es de particular relevancia, por cuanto el porcentaje
de mujeres que ocupan puesto en el parlamento nacional da cuenta también de procesos más amplios de
discriminación de género que se repiten en otros poderes del Estado y esferas de toma de decisiones.

El aumento de la representación parlamentaria que se percibe en la región está vinculado a la adopción de


medidas de acción positiva combinadas con sistemas electorales proporcionales, y obedece a políticas de
acción positiva explícitas, conocidas como leyes de cuotas.

El sistema de cuotas de participación política es un mecanismo que alude al derecho que tienen hombres y
mujeres de participar en igualdad de condiciones en la vida pública, tal como lo establecen las constituciones
políticas cuando consignan la igualdad formal “de todas las personas ante la ley”. Dado que en el ámbito
político – como en muchos otros – esto no ha sido efectivo, la cuota mínima de participación de las mujeres
busca crear mejores condiciones de igualdad y equidad entre mujeres y hombres en el ámbito político.

A su vez, al establecer cuotas por sexo, este mecanismo pretende ampliar el concepto de representación,
permitiendo que la mitad de la población (las mujeres) sea proporcionalmente representada y, con ello, el
perfeccionamiento y ejercicio efectivo de la democracia política.

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● Mujeres en el Poder Judicial

Este indicador de autonomía en la toma de decisiones mide el porcentaje de mujeres ministras en el máximo
tribunal de justicia o corte suprema, dejando en evidencia un ámbito donde todavía imperan altos grados de
discriminación por sexo. El porcentaje de mujeres se calcula con respecto al total de ministras y ministros
en ejercicio.

Este indicador apunta precisamente a llamar la atención acerca de las desigualdades existentes al interior
del Poder Judicial en los países de la región, donde las mujeres son mayoría en los cargos administrativos,
en calidad de secretarias de tribunal o como funcionarias de menor rango.

La ficha técnica de este indicador permite acceder a información adicional en lo que se refiere a la definición
de la instancia máxima del poder judicial o máximo tribunal de justicia y de la entidad en cada país a cargo
del cumplimiento de la constitución; nos proporciona el nombre oficial del cargo y el número de mujeres y
el de hombres en el ejercicio del mismo, el total de ministros en ejercicio, el total de cupos y el porcentaje
de mujeres que en un año dado, forman parte de dicho tribunal de justicia. Con respecto a cada uno de los
países, adicionalmente se proporciona información respecto a la definición y procedimiento de nominación
de los Jueces o Magistrados de la Corte o Tribunal y la duración del mandato de los mismos.

Los datos correspondientes a este indicador fueron elaborados por CEPAL con base a información entrega-
da por los Mecanismos nacionales para el Adelanto de la Mujer y en su defecto en información publicada en
línea por el máximo tribunal o corte suprema del poder judicial.

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● Mujeres en el Poder Local (alcaldesas)

Este indicador de autonomía en la toma de decisiones mide el número de cargos electos ocupados por
mujeres respecto del total de cargos de alcaldes y alcaldesas de municipalidades electos/as expresado en
porcentaje. Es un indicador cuya importancia estriba en mostrar la presencia de las mujeres en un ámbito de
toma de decisiones que suele ser el nivel de gobierno más inmediato a la población y a la vida comunitaria. El
nombre del indicador queda determinado por la mayor frecuencia con que se alude a este cargo en América
Latina y el Caribe, aunque considera a intendentes, prefeitos, síndicos, presidente municipal.

El cálculo de este indicador para los países de la región fue realizado con base en información recopilada
por INSTRAW y validada entre marzo y junio de 2009. La información fue proporcionada por los Mecanismos
nacionales para el Adelanto de la Mujer, a partir de datos oficiales de los organismos electorales o fuentes
oficiales nacionales correspondientes.

Desde la ficha técnica de este indicador es posible acceder a las características de los sistemas políticos
electorales, describiéndose la división de los sistemas político administrativos, la conformación de los go-
biernos municipales, la duración de los mandatos, el sistema de representación, los tipos de listas y de cir-
cunscripción electoral, la ley de cuotas cuando las hay, los instrumentos jurídicos que norman el municipio
y el sistema de justicia electoral.

Este indicador da cuenta de la evolución del acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones en
el más alto nivel del poder local. Su importancia radica, por tanto, en mostrar la presencia de las mujeres en
el nivel de toma de decisiones más inmediato a la población, dado que se trata de una instancia guberna-
mental responsable de los asuntos públicos vinculados a la vida cotidiana de los habitantes que componen
la comuna o municipio.

Sin embargo, esta situación de cercanía no se refleja necesariamente en una mayor presencia de mujeres
en cargos de representación y en la toma de decisiones a nivel local. De hecho, aunque cada vez más muje-
res están asumiendo papeles protagónicos en los gobiernos locales de los países de la región, esta instancia
continua siendo un territorio mayoritariamente masculino.

El bajo porcentaje de mujeres en los cuerpos electos de representación y en la toma de decisiones en los
gobiernos locales de los países de la región, deja al descubierto que la desigualdad existente entre hombres
y mujeres en términos de participación en organismos de representación y ejercicio del poder no sólo se
circunscribe al gobierno y entidades centrales, sino que se extiende y replica también en el ámbito local.

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● Mujeres en el Poder Local (concejalas)

Este indicador da cuenta del número de concejales mujeres electas, respecto del total de cargos de conceja-
les de instancias legislativas, deliberativas y/o fiscalizadoras del gobierno municipal expresados en porcen-
taje, y su cálculo fue efectuado por CEPAL con base en información recopilada por INSTRAW, a ser validada
y/o corregida por los Mecanismos nacionales para el Adelanto de la Mujer ante la autoridad electoral nacional
o la fuente oficial que corresponda.

Al igual que el indicador correspondiente a alcandías, su importancia radica en que visualiza la presencia
de las mujeres en un ámbito de toma de decisiones que suele ser el nivel de gobierno más inmediato a la
población y a la vida comunitaria.

La preocupación por la participación de mujeres en organismos de representación en los gobiernos locales


de los países de la región fue recogida en la Reunión técnica de expertos en estadísticas de género, realiza-
da en Aguascalientes, México, en octubre de 2008, donde se acordó la importancia de explorar la presencia
y acceso de las mujeres no sólo a los cargos superiores (alcaldías) en los gobiernos locales (municipios),
sino también en los niveles de menor jerarquía de tales entidades (regidorías y concejalías), recomendación
que quedó plasmada con la incorporación dentro del Observatorio de Igualdad de Género de un indicador
específico destinado a visibilizar las diferencias entre hombres y mujeres en los gobiernos locales.

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● Países que han aprobado y ratificado el
Protocolo facultativo de la CEDAW

La ratificación del Protocolo Facultativo por parte de los países firmantes de la CEDAW es, sin lugar a dudas,
el indicador más claro de voluntad política de los Estados para la plena aplicación de la Convención, puesto
que permite llevar a la práctica el principal instrumento internacional de protección de los derechos humanos
de las mujeres, sobre los cuales la comunidad internacional ha reconocido que aún se presentan importantes
discriminaciones expresas o implícitas, por acción o por omisión.

Adoptado por la Asamblea General en 1999, el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación
de todas las formas de discriminación contra la mujer, obliga a los Estados signatarios a reconocer la compe-
tencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer para recibir y considerar las quejas
emitidas por individuos o grupos organizados de la sociedad civil, lo que constituye un mecanismo exigente
de rendición de cuentas en materia de actos de discriminación contra las mujeres.

La aplicación de la CEDAW mediante su Protocolo Facultativo es un instrumento que acerca a las socie-
dades nacionales a la meta de igualdad y equidad entre mujeres y hombres. La ratificación del Protocolo
Facultativo es indudablemente un paso trascendental hacia esa meta.

Si no se ratifica el Protocolo Facultativo, el mecanismo de informe de la CEDAW es insuficiente para exigir


a los Estados parte cumplir con sus compromisos. Tampoco las mujeres afectadas en sus derechos, cuando
no se ha ratificado el Protocolo Facultativo, pueden llevar casos al ámbito internacional cuando en sus paí-
ses han sido denegadas sus demandas.

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Indicador regional

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● Nivel jerárquico de los Mecanismos
para el Adelanto de la Mujer

El Nivel jerárquico de los Mecanismos para el Adelanto de la Mujer constituye un indicador cualitativo que
describe el estatus que formalmente los países han conferido al mecanismo mediante leyes, decretos y otros
actos oficiales. Esta clasificación no contempla la disponibilidad de recursos técnicos y presupuestales, ni re-
fleja la influencia efectiva que el Mecanismo tiene sobre la toma de decisiones dentro del gobierno o su peso
sobre el diseño global de la agenda y políticas públicas. No obstante, ofrece una aproximación relativamente
sencilla a la importancia formal que la igualdad de género ha alcanzado en cada país.

Para establecer el nivel jerárquico los mecanismos se han definido tres niveles: se consideran avanzados
los mecanismos con rango institucional de Ministerio, o cuando el rango de la o el titular es de Ministra/o con
plena participación en el Gabinete. En segundo lugar se han ubicado a los mecanismos que dependen de
la presidencia y cuyos titulares no participan en el Gabinete (oficinas adscritas a la presidencia, secretarías,
institutos nacionales y otras figuras). En tercer lugar se encuentran los mecanismos que dependen de un
Ministerio o de una autoridad de menor rango (viceministerios, institutos, consejos y otras figuras).

El Objetivo estratégico H1 de la Plataforma de Acción de Beijing acordado por los Estados, establece el
compromiso de “Crear, sobre la base de un sólido compromiso político, un mecanismo nacional, cuando no
exista, y fortalecer, según proceda, los mecanismos nacionales existentes para el adelanto de la mujer en
las instancias más altas de gobierno que sea posible; el mecanismo debería tener mandatos y atribuciones
claramente definidos; la disponibilidad de recursos suficientes y la capacidad y competencia para influir en
cuestiones de políticas y formular y examinar la legislación serían elementos decisivos; entre otras cosas,
debería realizar un análisis de políticas y llevar a cabo funciones de fomento, comunicación, coordinación y
vigilancia de la aplicación”.

A quince años de la Conferencia Mundial, en la región sólo siete países han desarrollado instituciones de
nivel ministerial, tres de segundo nivel y nueve de tercer nivel, lo que si bien da cuenta del grado de avance
de la institucionalidad de género, permite visualizar también la posición del mecanismo dentro de la estruc-
tura de poder en los gobiernos de la región. En el Caribe la mayoría de los países tienen instituciones de
baja jerarquía.

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VII. Indicadores de Autonomía económica
● Población sin ingresos propios
● Tiempo total de trabajo
● Población sin ingresos propios

Este indicador permite representar una dimensión de la pobreza de género que no se obtiene directamente
mediante la definición de líneas de pobreza que utilizan como unidad de análisis el hogar. Su objetivo es
mostrar la falta de autonomía económica que afecta a las personas a nivel individual y que es mucho más
frecuente entre las mujeres que entre los hombres.

El indicador mide la proporción de la población femenina (masculina) de 15 años y más que no es perceptora
de ingresos monetarios individuales y que no estudia, en relación al total de la población femenina (mas-
culina) de 15 años y más que no estudia. El resultado se expresa en porcentajes. El indicador se presenta
desagregado por grupos de edad y áreas de residencia, y su principal fuente de información reposa en las
Encuestas de hogares.

Al mostrar la proporción de hombres y mujeres que no tienen fuentes de ingresos propios (salarios, pensio-
nes, remesas, ingresos por negocios o actividades productivas) y tomando en cuenta las brechas de género
existentes, este indicador ofrece una aproximación a la falta de autonomía económica de las mujeres, que
se bien existe en todos los estratos socioeconómicos, es significativamente más pronunciada en los estratos
más bajos y constituye un factor de vulnerabilidad.

El indicador sintetiza el conjunto de barreras y dificultades que enfrentan las mujeres para acceder a ingre-
sos mediante actividades remuneradas en el mercado laboral, a la propiedad o el crédito, entre otros. Las
mediciones tradicionales de pobreza suelen utilizar el ingreso per cápita del hogar, procedimiento que supo-
ne una igual repartición de los ingresos en los hogares, ocultando la falta de autonomía en las mujeres que
no desempeñan actividades remuneradas dada su dedicación exclusiva a la crianza y al cuidado de otros
familiares dependientes.

El indicador propuesto permite visualizar que la falta de ingresos propios de las mujeres con frecuencia está
asociada a la realización de tareas reproductivas sin remuneración dentro del hogar, lo que limita en las
mujeres su tiempo y sus posibilidades de desarrollo, a la vez que las hace especialmente vulnerables a la
pobreza en caso de rupturas familiares o viudez.

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● Tiempo total de trabajo

Este indicador señala las horas destinadas al trabajo remunerado y al trabajo doméstico no remunerado
(carga de trabajo total), y se calcula en base al número total de horas diarias (o semanales) de trabajo remu-
nerado y no remunerado, desagregado por sexo, para personas de 15 años y más.

La importancia de este indicador radica en que otorga reconocimiento y visibilidad a las labores domésticas o
reproductivas como actividades que, aunque no remuneradas, deben poseer el estatus de trabajo. La carga
total de trabajo se construye como la suma del trabajo doméstico no remunerado y del trabajo remunerado,
y se calcula tanto en términos de participación femenina y masculina como del tiempo que se consume para
su realización, e incluye el tiempo destinado al cuidado, importante labor que en general es realizada de
forma exclusiva por las mujeres.

Al mostrar las brechas en el número de horas dedicadas al trabajo remunerado y al no remunerado, este
indicador no solamente hace visible la existencia de una doble jornada para las mujeres y la repartición
desigual del trabajo doméstico no remunerado entre hombres y mujeres, sino que también expresa las difi-
cultades que las mujeres enfrentan para armonizar su participación en la vida económica y laboral con las
obligaciones reproductivas, puesto que los hombres en general no tienen una presencia significativa en las
actividades domésticas y de cuidado no remuneradas.

Uno de los méritos del indicador tiempo total de trabajo, es que otorga reconocimiento y visibilidad a las
labores domésticas y reproductivas como actividades que, aunque no sean remuneradas, deben poseer el
estatus de trabajo, situación que ha sido señalada en la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing
(Objetivo estratégico A.4, párr. 68b) donde, junto con reafirmar la importancia del aporte del trabajo no remu-
nerado de las mujeres a la economía, se recomienda a los institutos nacionales y al sistema de las Naciones
Unidas medir y valorar este tipo de trabajo.

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División de Asuntos de Género
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
Santiago de Chile, noviembre de 2009

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