Análisis de la película

Mulholland Drive
(David Lynch)

Martin Bonnefont
Lucas Soffia

28 de diciembre de 2018

1
En este ensayo se analizará la trama y significados de la película del año 2001 “Mulholland
Drive”, noveno largometraje del director de cine estadounidense David Lynch,
basándonos en el texto de Sigmund Freud “Duelo y melancolía” (1917)1

Entendiendo que, para nosotros, la idea central del argumento de esta película se da en
una doble pérdida del objeto de deseo, que ocurre en la relación amorosa de las dos
protagonistas y en la que una de ellas, desarrolla lo que se puede describir según el
psicoanálisis de Freud como un trastorno de melancolía. La melancolía puede reconocerse
como la reacción de pérdida frente a un objeto amado, en la que se supone además otra
pérdida, de naturaleza inconsciente (la persona “sabe a quién perdió, pero no a lo que
perdió en él”2)

Melancolía que a su vez se desarrolla en dos capas, una que vendría siendo la realidad, y
otra capa que corresponde a la del sueño, una especie de alucinación. En palabras
freudianas, esta protagonista, tras el desengaño real amoroso, se niega a renunciar a su
amor, y para no perderla, la conserva en el sueño identificándose narcisísticamente con
ella.

Los restos del amor perdido que se conservan (que se van volviendo cada vez más
ideales), nos van entregando múltiples pistas para entender cual es la verdadera historia
que subyace a esta protagonista. Claro, vale decir, si pensamos, la trama de Mulholland
Drive puede ser un tanto críptica, y al parecer carente de sentido, pero lo que hace el
director -como es su estilo-, es tomar una historia de conflicto amoroso y mezclarla con un
gran número de subtramas, símbolos e imágenes oníricas que luego al ser analizadas con
detención, van dilucidando una historia (en donde la melancólica protagonista se va
mostrando cada vez más contraria a su amada, y al ideal).

En la película contamos con 3 personajes esenciales: Diane, que recién viene llegando a la
ciudad de Los Ángeles, llena de esperanzas y de convicciones de lograr fama y dinero; en
otras palabras, el “sueño americano”. Este personaje tiene una dualidad onírica con su
otro personaje Betty.

Por otro lado, tenemos a Rita, personaje que comienza la película con una pérdida de
memoria; es al parecer latina; sensual e inocente en su fachada que se afirma con su
amnesia. También tenemos a Camilla; rubia, un personaje que al parecer es el ideal del
“sueño americano”, incluso cuando se presenta para una audición de una película,
aparece en una especie de apogeo del “sueño americano” de los años 1950’s, con un
vestido de esa época y cantando una canción perteneciente a esos tiempos (personaje
que de cierta forma es en realidad una dualidad con Rita, donde al final se entiende que
son lo mismo; de nuevo una dualidad onírica).

1
Freud, S. (1917) Duelo y melancolía. En Obras Completas, Ed. Amorrortu, Bs. Aires.
2 Freud, S. (1917) Duelo y melancolía, p.243.

2
Y un tercer personaje, el director de cine: que en un estudio de grabación está eligiendo a
la actriz que la película requiere -¿quién es la chica?- (que podría ser Diane/Betty, Rita y
Camilla), a la vez que se esboza como aquel que nada puede escoger realmente, ya que le
habla al oído una suerte de mafia, que es guiada por una especie de identidad superior
desconocida y que parece incluso manejarse sola, que como una alucinación le habla y le
dice – esta es la chica- (también encontramos aquí una dualidad onírica)

Es por esto que, prestar atención a todas las escenas de la película se vuelve tan relevante,
ya que al perder algo, la imagen final va a quedar incompleta, como sucede con una de las
primeras escenas en donde una toma en primera persona, se desvanece sobre una cama
yéndose a negro. Lo que significa que todo lo que va a transcurrir a continuación es parte
de un sueño. Sueño en el que “se ve” el inconsciente de Diane (que en el sueño adopta el
nombre de Betty) y en el que trata de conservar su objeto de deseo -Camilla/Rita- por
medio de una psicosis.

La relación amorosa que se da entre las dos protagonistas se inicia cuando Diane va a
Hollywood para tratar de ser actriz, ella se presenta a una audición para un papel
protagónico que pierde a manos de Camilla. Pese a que pierde el papel, ella y Camilla se
vuelven amigas y luego amantes. El conflicto en esta relación está en el hecho de que la
relación no es simétrica, ya que Camilla es la que apadrina a Diane consiguiéndole papeles
pequeños dentro de sus películas y en el fondo la personalidad fuerte de la relación, por lo
que se genera una dependencia por parte de Diane. La relación comienza a romperse
cuando Camilla empieza a triunfar y a alejarse de Diane. Aquí es donde se produce la
primera perdida del objeto de deseo. Ya que la protagonista pierde a su amada y
comienza a entrar a un estado de melancolía. En este estado ella sabe que a perdido a su
amor, pero no sabe que con ello también a perdido todo lo que ella no era y que Camilla
le suministraba, y que luego en el sueño se da un cambio de roles y pasa a ser ella la
talentosa actriz y la que tiene los contactos y el éxito, mientras que Camilla (Rita en el
sueño) pasa a tomar el papel de Diane, siendo ella la indefensa que necesita a la otra para
vivir y por lo cual la relación de dependencia se da vuelta, asumiendo Diane características
de su objeto de deseo perdido, síntoma también de una melancolía.

Más adelante, en la trama se nos muestra que es lo que de verdad había pasado luego de
que Camilla se alejara de la protagonista para casarse con un director de cine; es que
Diane en su estado psicótico no encuentra otra solución que la de contratar un sicario que
mate a Camilla, infiriéndose una pérdida en el yo (o conciencia moral)3 por parte de Diane,
entrando en una fase maníaca-psicótica de pérdida de contacto con la realidad.

3
“si con tenacidad se presta oídos a las querellas que el paciente se dirige, llega un momento en que no es
posible sustraerse a la impresión de que las más fuertes de ellas se adecuan muy poco a su propia persona y
muchas veces (…) se ajustan a otra persona a quien el enfermo ama, ha amado o amaría (…) se disciernen
los autorreproches como reproches contra un objeto de amor, que desde este han rebotado al yo propio”
(p.245-246)

3
Luego que Camilla muere a manos del asesino; y Diane pierde el pudor o remordimiento
en lo que podría ser esta fase maníaca-psicótica; se produce la segunda pérdida del objeto
de deseo, ya no solo como amante, sino que, de forma total, ya cualquier tipo de forma de
relación con el objeto de deseo se vuelve imposible y al verse en esa situación es donde la
protagonista se ve aún más sumergida en su estado de melancolía, perdiendo todo interés
por la vida y fantaseando de forma desconsolada con su objeto de deseo. Luego de esa
situación es que tiene cabida la primera parte de la película que corresponde al sueño, es
ahí donde se ve reflejada la desesperación de la protagonista por encontrarse con su
amada, en donde se invierte la relación de dependencia, en donde se ve una escena en la
que se puede inferir un intento de relacionar el yo con el objeto perdido: que es cuando
Rita, luego de ver muerta a Diane en la cama se hace un cambio de look y se pone una
peluca rubia con el mismo estilo que el pelo de Diane, dando paso a entender de cierta
forma que ese cambio de look a manera de asemejarse plantea una canibalización4 de
este objeto de deseo que vendría a ser Rita.

Hacia el final de la película Diane se suicida en una fase alucinatoria en donde se despoja
de toda realidad y da la sensación de que finamente su estado melancólico termina por
ganar; y como se ha descrito anteriormente se pueden encontrar y analogar varias
escenas que terminan por dar una llave para entender la película desde este
entendimiento desde la melancolía freudiana que dura a lo largo de toda la película; con
episodios alucinatorios y maniacos que destruyen al personaje finalmente casi viviendo
una imagen de sus fantasmas y de los fantasmas experienciales que están entorno a su
objeto de deseo; vale decir todas las cosas que lo ligaban a él (o ella en este caso).

4
“El yo querría incorporárselo, en verdad por la vía de la devoración, de acuerdo a la fase oral o canibálica
del desarrollo libidinal” (p.239)