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QUASI EX DELICTA

Los cuasi delitos son obligaciones que tenían por sanción una acción pretoriana in
factum, que llevaba consigo una multa que variaba según los casos

1- El caso del juez que hace suyo el proceso y esta era cuando el juez por
dolo o negligencia dictaba una sentencia contraria a derecho por lo que el
proceso se volvía en contra de si mismo y se daba obligado a reparar el
daño causado mediante el pago de una indemnización equitativa.
2- Cosas arrojadas o derramadas ( effusis et delectis ) se originaba cuando
cuando alguien lanzaba liquidos o solidos desde una casa d habitación y en
este caso se obliga a resarcir el doble del daño causado
3- Cosas arrojadas o derramadas (positis et suspensis)esta es en la que el
pretor prohibio la colocación sobre lugares que dieran a la via publica de
objetos cuya caída pudiera causar un daño
4- Huro o daños cometidos por los propios dependientes y era cuando a
bordo de un navío, en una posada o en una caballeriza, la personade
servicio hubiera cometido un hurto o cusado cualquier daño en perjuicio de
un viajero, la vicittima del delito podía elegir entre perseguir al autor del
hecho si lo conocía, o actuar cntra el dueño del navio, para obligarle a
pagar una indemnización equivalente al doble del daño causado.

INEJUCION DE LAS OBLIGACIONES

El efecto propio y natural de toda obligación es el cumplimiento de ella por parte


del deudor. Lo común y ordinario es que el deudor satisfaga el objeto de la
obligación, una vez que esta sea exigible. Se dice entonces que el deudor paga y
la obligación queda extinguida por este hecho. En algunos casos la inejecución de
obligación o el retraso de su ejecución traen como consecuencias el pago de
daños e intereses.

El incumplimiento total de una obligación se presenta cuando la prestación debida


se vuelve absolutamente imposible de ser satisfecha en razón de cualquier causa.

Las obligaciones no se cumplen o ejecutan por tres causas principales: primera,


por caso fortuito o fuerza mayor; segunda, por el dolo del deudor, y tercera, por la
culpa del mismo.
TEORIA DE LA FALTA

Las consecuencias de la inejecución de las obligaciones varían según el objeto. Si


este consiste en una suma de dinero u otra cosa in genere, el deudor queda
obligado, cualquiera que sea el acontecimiento que le haya impedido pagar lo que
debe.

Si el objeto recae sobre un cuerpo cierto o un hecho, las consecuencias de la


inejecución dependen de la causa de la misma, si fue por un caso fortuito, por dolo
o por falta.

CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR

Se entiende por caso fortuito, en materia de inejecución de las obligaciones, todo


hecho imprevisto e independiente de la voluntad del deudor, que trae como
consecuencia la imposibilidad de cumplir la obligación. Si este hecho era de tal
naturaleza que el deudor no pudiera resistirlo, se denominaba fuerza mayor.
Ejemplos: incendio, inundaciones, ataque a mano armada.

Si el incumplimiento total o parcial se debió a fuerza mayor o caso fortuito, el


deudor quedaba liberado de su obligación, pues la concurrencia de la fuerza
mayor o del caso fortuito extinguía la obligación, y en consecuencia, quedaba
eximido de toda responsabilidad. De tal manera que se podía decir que el riesgo
de la fuerza mayor o del caso fortuito, en principio, era asumida por el acreedor.
Esto es, la equidad exige que el deudor no sea responsable, si la ejecución de la
obligación se hizo imposible por caso fortuito o por fuerza mayor. Pero puede
modificarse por cláusula contraria.

EL DOLO

En términos generales el dolos era precisamente lo opuesto a la buena fe, y


suponía una voluntado o intención positiva dirigida a obtener un resultado y una
acción con dicha voluntad destinada a conseguir el dicho resultado, resultado que
podía consistir en un perjuicio en las cosas, o en una frustración de las legitimas
expectativas creadas en la contraparte, de modo tal que resultaba engañada. En
este contexto, consiste en los actos u omisiones que llevan en sí la intención de
causar perjuicio al acreedor y que producen como consecuencia del incumpliendo
de la obligación. El elemento esencial en el dolo es la intención de causar daño al
acreedor.

El deudor siempre es responsable de su dolo, y las partes contratantes no podían


convenir, en ningún caso, en que el deudor no respondiera de este
LA FALTA ( CULPA)

Se considera como culpa todo acto u omisión del deudor, que sin llevar en si la
intención de causar perjuicio al acreedor, produce, sin embargo, el incumplimiento
de la obligación por no poderse satisfacer el objeto propio de ella.

En Derecho Romano se han considerado en la culpa de deudor diferentes grados.


En primer lugar, se clasifica la culpa en grave o lata y leve.

a) Culpa grave: Era aquel hecho u omisión del deudor en que no incurrían ni aun
las personas negligentes o descuidadas.

b) Culpa leve: Era aquel acto u omisión imputable al deudor en que no habría
incurrido un buen administrador de negocios

En los contratos de buena fe el deudor era responsable tanto de su culpa grave


como su culpa leve, si este contrato producía beneficios para el acreedor y para el
deudor. Si este contrato no beneficiaba al deudor, este solo respondía de su
grave.

En los contratos de derecho estricto, si la obligación era de hacer, el deudor era


responsable de toda culpa, ya fuera por acción u omisión. Solo el caso fortuito y la
fuerza mayor podían eximirlo de la obligación. Sin embargo, si la obligación era de
dar o entregar una cosa determinada, el deudor no era responsable de sus
omisiones o negligencias, solo era responsable de sus acciones o hechos

TEORIA DE LA MORA

Es el retraso del cumplimiento de la obligación exigible. Existen dos tipos de mora


o demora:

Mora Debitoris (mora solvendi –mora de pagar) o mora del deudor: Puede
definirse como el retraso culpable o doloso por parte del deudor, respecto del
cumplimiento de su deber.

Para que exista la mora del deudor son necesarios los siguientes elementos:

Que la obligación fuera exigible; para ello, a su vez, la obligación debía reunir las
siguientes circunstancias:
Que fuera una obligación civil y no natural.
Que no existiera una excepción que pudiera oponerle el demandado
Que si se trababa de una obligación sujeta a condición ella se hubiera cumplido o
fallado en su caso.
Que si se trataba de una obligación a plazo él se hubiera cumplido
Que hubiera culpa o dolo
Que el acreedor haya requerido del deudor el cumplimiento de la obligación.

Efectos:
- Si el objeto de la obligación es un cuerpo cierto , el deudor soportaba los riesgos,
es decir, si este cuerpo llegaba a perecer, así fuera por caso fortuito o fuerza
mayor, estaba obligado a indemnizar al acreedor por la falta de cumplimiento de la
obligación.
- Si el objeto consistía en sumas de dinero, el deudor estaba obligado al pago de
daños e intereses al acreedor, por los perjuicios que el incumplimiento de la
obligación le había causado.

MORA CREDITORIS O MORA DEL ACREEDOR:

Si el acreedor no quería aceptar el objeto de la obligación que le ofrecía el deudor,


se hacía responsable de daños y perjuicios, siempre que su negativa careciera de
justa causa y el deudor ofreciera exactamente el objeto convenido en el lugar
señalado.

La mora del acreedor no liberaba al deudor de su cumplimiento.

En este caso el deudor queda libre de toda responsabilidad, si la cosa cierta


perece los riesgos son para el acreedor; el deudor solo responde de su dolo o su
culpa grave. Si el objeto de la obligación recae sobre sumas de dinero el acreedor
no podía pedir el pago de intereses.

Temas que no entendí (repasar luego para parcial)

De los daños o intereses de la estipulación poenae

De la adquisición y la cesión poenae

DE LOS CONTRATOS HECHOS POR PERSONAS ALIENI JURIS

Los juristas romanos no construyeron una teoría del contrato, como tampoco lo
hicieron del negocio jurídico, del cual el contrato no es más que una especie, por
lo cual no puede encontrarse en sus obras una exposición sistemática sobre los
elementos del contrato, pero la doctrina jurídica contemporánea tomando como
base las soluciones concretas que se encuentran en el Corpus Iuris Civilis ha
podido señalar tales elementos, particularmente con referencia a la
estipulación, clasificándolos en esenciales, naturales y accidentales.

Esenciales, son aquellos sin cuya concurrencia el contrato no puede concebirse


ni llegar a existir, motivo por el cual se les llama también, requisitos del contrato. Si
alguno de estos falta, el contrato no tendría existencia legal, puesto que como su
propio nombre lo indica, ellos son de la esencia del acto.

Naturales son, en cambio, aquellos otros que, aunque acompañando


normalmente a un contrato y contribuyendo en consecuencia a caracterizarlo,
pueden ser excluidos por los contrayentes mediante una cláusula expresa. Tal
sería, en la compraventa, la responsabilidad del vendedor por la evicción o por los
vicios ocultos de la cosa vendida, que se considera implícitamente comprendida
en el contrato, mientras las partes no dispongan lo contrario. Como se trata de un
elemento que no es de esencia sino de la naturaleza del contrato, puede ser
excluido por una manifestación de voluntad expresa de las partes. El contrato de
compraventa no deja de ser tal por el hecho de que el vendedor no quede
obligado a garantizar al comprador contra la evicción o los vicios redhibitorios de la
cosa vendida.

Elementos accidentales, por último, son aquellos que dependen única y


exclusivamente de la voluntad de los otorgantes, quienes pueden incluirlos para
modificar los efectos naturales del contrato. Se les llama también modalidades y,
aunque pueden ser muy variados, los más frecuentes son la condición, el plazo o
término y el cargo o modus.

Entre los elementos esenciales pueden distinguirse, a su vez, los que lo son a
todos los contratos, como la capacidad y el consentimiento de las partes, el objeto
y la causa, de aquellos otros que solo se exigen para determinados contratos,
como serían las palabras sacramentales en la sponsio, las inscripciones en el
contrato litteris, la datio en el mutuo, la gratuidad en el mandato, etc.

Ahora solo nos centraremos a analizar los elementos esenciales a todos los
contratos:

1º Capacidad

Para que un contrato sea válido, el consentimiento debe emanar de personas


capaces. La capacidad de los contratantes es pues, un elemento esencial para la
existencia de todo contrato.
Consiste en la aptitud de las personas para figurar en su propio nombre en un
contrato, y como ella constituye la regla bastará, para saber quienes son capaces
de contratar, con enumerar las incapacidades. Estas pueden manifestarse bajo la
forma de incapacidades de hecho o de derecho.

Incapacidades de derecho. Proceden de la falta de alguno de los tres status


constitutivos de la personalidad, y afectan:

a) A los esclavos, por faltarles el status libertatis. Su personalidad no ha sido


reconocida por el derecho civil, que los considera como simples cosas y les
desconoce, en consecuencia, capacidad para obligarse o adquirir por contrato.

b) A los peregrinos, quienes por no disfrutar el status civitatis no podían figurar ni


como acreedores ni como deudores en los contratos del derecho civil, es decir, el
nexum, los verbis y los litteris, aunque pudieran hacerlo en los del derecho de
gentes. Cabe observar además, que los latinos a quienes se concedió el ius
commercii pudieron también, a pesar de faltarles la ciudadanía, figurar activa o
pasivamente en los contratos del derecho civil.

c) A los alieni iuris, es decir, las personas que en razón de su status familiae se
hallaban in potestate (como el filius familias y la mujer in manu). Es necesario
hacer algunas salvedades, el fillius familias podía figurar activamente en un
contrato adquiriendo, en consecuencia un crédito, pero no para sí, sino para el
pater bajo cuya potestad se encontraba. A parte de ello, podía también obligarse
por contrato cuando tuviera un peculio, y siempre en la medida de este último.

Incapacidades de hecho

a) Los infantes, es decir, los menores de siete años, que no podían figurar en los
contratos como acreedores ni como deudores.

Los Impúberes salidos de la infancia, es decir, aquellos que habiendo cumplido


siete años no hubieran llegado aun a los catorce o doce, según se tratara del
varón o la mujer, podían figurar como acreedores en los contratos, pero no como
deudores, salvo que lo hicieran, naturalmente, con la auctocritas de su tutor. Los
mayores de catorce años (púberes) podían también figurar como acreedores en
los contratos, pero para poder hacerlo como deudores debieron requerir el
consensus de su curador, siempre que no hubieren cumplido veinticinco años, a
cuya edad se consideraban mayores.
b) Los dementes, que en razón de sus estado mental, se hallaban afectados por
una incapacidad absoluta para contratar, salvo que lo hicieran en un intervalo
lucido.

c) Los pródigos, es decir, aquellas personas a quienes, por disipar localmente


sus bienes, se declaraba interdictas, sometiéndolas a curatela en interés propio y
de sus agnados, llamados a sucederle. Como resultado de tal interdicción
quedaban en una situación análoga a la del impúber salido de la infancia, pues
podían hacerse acreedores por contrato, pero para obligarse debían requerir el
consensus del curador.

d) Las mujeres púberes sui iuris, que mientras estuvieron sometidas a la tutela
perpetua de sus agnados, soportaron un estado de incapacidad análogo al de los
pupilos, pues podían llegar a ser acreedoras en virtud de un contrato, pero no
obligarse sin la auctoritas del tutor.

2º Consentimiento

Es, por lo menos en el derecho justinianeo, un elemento indispensable para la


existencia de todo contrato, y puede decirse que lo hay cuando las partes se han
puesto de acuerdo para la creación de las respectivas obligaciones.

Exige como requisito esencial la coincidencia de las voluntades de las partes, de


donde resulta que aquellas deben coexistir en un instante dado y ser capaces los
otorgantes. El acuerdo de voluntades se manifiesta por medio de propuestas u
ofertas de una de las partes y aceptación de la otra cuestión que no ofrece
mayores dificultades cuando aquellas están presentes, pero sí cuando el contrato
se concluye entre ausentes.

Los autores discuten si el mismo queda concluido, en este ultimo caso, desde el
momento en que la aceptación es enviada al proponente, o recién desde aquel en
que este la recibe. Windscheid propicia, a su vez, una solución que se podría
calificar ecléctica, y que muchos consideran aceptable. Dice, en efecto, que si el
contrato es bilateral, es decir, si las dos partes se obligan recíprocamente, la regla
es que el proponente queda obligado desde que la aceptación le ha sido enviada.
(Criterio de la emisión) y el aceptante solo desde el momento en que su
aceptación llega al proponente, (criterio de la recepción).

En cambio en los contratos unilaterales, es decir, aquellos en que solo hay un


acreedor y un deudor, como el préstamo, la aceptación del deudor no lo obligaría
sino desde que ella hubiera llegado al acreedor proponente, pero la aceptación del
acreedor, obligaría inmediatamente al deudor proponente.

3º Objeto

Es la prestación. Una sola prestación en los unilaterales, dos o más prestaciones


en los sinalagmáticos.

Puede definirse como “el hecho positivo o negativo que debe realizar una de las
partes en beneficio de la otra, o las dos partes cuando ambas resultan acreedoras
y deudoras en virtud del contrato”.

Pero no cualquier hecho podía ser objeto del contrato; para que se lo aceptase
como tal, debía reunir las condiciones que siguen:

a) Ser posible. Física y legalmente posible

b) Debía ser lícito. El hecho prohibido por la ley o contrario a la moral o a las
buenas costumbres, como sería cometer un homicidio o ejercer la prostitución no
podría ser objeto de un contrato.

c) Debía ser determinado. Esa determinación no tenía que ser absoluta y actual,
bastaba con que lo fuera relativamente.

4º Causa

Con el desarrollo del derecho y la admisión de los contratos no formales, que es


su consecuencia, se subordina el nacimiento de la obligación contractual a la
existencia y licitud de la causa, entendiéndose como tal “el fin inmediato
perseguido por el deudor al contraer la obligación”, o para emplear la terminología
moderna, la causa final.

ACCION NOXAL

El abandono noxal, consistió en el Derecho Romano en la facultad que poseía el


pater familias de elegir entre responder por los daños ocasionados por alguno de
sus filius, o el dominus por algún esclavo, o darlos en noxa a la víctima del delito,
por ejemplo si hubieran cometido un furtum (de acuerdo a la ley de las XII Tablas)
o por un daño injustamente causado (por la Ley Aquilia) o por una iniuria (por el
Edicto del Pretor).

Se trataba de una obligación facultativa donde la obligación principal era la de


hacer el abandono noxal, teniendo la opción o posibilidad el pater o dominus, de
resarcir el daño, por lo cual si moría el filius o el esclavo (obligación principal) por
caso fortuito o fuerza mayor el pater quedaba liberado, pues el resarcimiento era
accesorio.

Se sostiene que es un antecedente de nuestra actual extradición, que impedía las


guerras entre familias.

La víctima del delito tenía para ello una acción, denominada noxal cuya sentencia
condenaba a un resarcimiento patrimonial o al abandono noxal.

Noxa es la denominación que recibía el cuerpo que provocó el daño, y el delito


cometido era denominado noxia.

El individuo entregado en noxa, luego de hacer las formalidades de la mancipato,


si era un esclavo continuaba en esa situación, pero si era hombre libre quedaba
en una situación de cuasi esclavitud, bajo mancipium, donde no se perdía ni la
libertad ni la ciudadanía pero quedaba bajo el poder de esa persona que lo
adquiró y todos los bienes adquiriera, pasaban a su patrimonio. Gayo nos dice que
una vez que el filius hiciera ganar con su trabajo el monto de la indemnización que
estaba obligado a reparar entonces quien lo adquirió en noxa debía manumitirlo.

Al igual que la esclavitud esta situación podía cesar por vindicta, censo o
testamento. El abandono noxal de los filius, que ya no era común en el Bajo
Imperio, desaparece en épocas del emperador Justiniano. Con este emperador los
esclavos que hicieran ganar el monto indemnizatorio a su nuevo amo, podían
exigirle la manumisión, con lo cual era una situación ventajosa, pues otros
esclavos no dados en noxa, no tenían esa posibilidad.

CESIÓN DE CRÉDITOS

En la cesión de créditos tenemos la sustitución del acreedor por otra persona


quien se le transmiten los derechos nacidos del vínculo obligacional.

El acreedor original que transmite el crédito recibe el nombre de cedente; el nuevo


acreedor, que adquiere el crédito, se llama cesionario. El deudor, que es el mismo,
era designado a veces como el cessus, el cedido.

La cesión podía obedecer a diferentes causas,: compraventa, donación, etc., y el


cedente debía responder de la existencia del crédito más no de la solvencia del
deudor.
La cesión de créditos se hacía por renovación o por una procuratio in rem suam.

A.- Novación. La novación es la sustitución de una antigua obligación por una


nueva, cambiando uno de los elementos de la primera, en este caso el acreedor.
Era necesario el consentimiento del deudor, quien debía prometer el pago al
nuevo acreedor (Gayo. 2, 38).

B.- Procuratio in rem suam. A través de esta figura, la cesión se llevaba a cabo
haciendo uso de la representación procesal. El cedente le otorga un mandato al
cesionario autorizándole a cobrar el crédito en su nombre pero en beneficio propio,
cediéndole, de esta manera, más que el crédito el derecho de acción para poder
cobrarlo en un juicio.

Este procedimiento no carecía, sin embargo, de inconvenientes: antes de la litis


contestatio el mandante podía cobrar válidamente al deudor, también podría
perdonar la deuda, conceder una prórroga o revocar el mandato y si moría el
negocio quedaba extinguido.

Para remediar las anteriores situaciones se establecieron diversas medidas:

En primer término, a través de la denuntiatio o notificación que el cesionario debía


hacer al deudor, en el sentido de que había adquirido el crédito; el pago que este
último hiciera al cedente no tendría efecto liberatorio.

En segundo lugar, el cesionario podía, mediante la actio doli, pedir una


indemnización al cedente que de mala fe hubiera revocado el mandato, perdonado
la deuda o concedido una prórroga al deudor.

Por último, se estableció que en caso de muerte del cedente no se extinguieran


los derechos del cesionario.

Más adelante y en algunos casos determinados, se le otorga una acción útil al


cesionario para que pueda proceder en contra del deudor, esta acción fue
admitida ampliamente por Justiniano.

De esta manera se facilitó el libre comercio de créditos.

Para evitar la usura o los abusos que esa situación pudiera provocar, el derecho
posclásico estableció las siguientes limitaciones:

Se prohibió la cesión de créditos a personas "más poderosas", con influencia en


los tribunales (cesio ad potentiorem).
Se prohibió al adquirente de un crédito cobrar al deudor más de lo que el mismo
hubiera pagado por él.

Finalmente, se prohibió la cesión de créditos litigiosos.

ASUNCIÓN DE DEUDAS

En la cesión de deudas, tenemos la sustitución del deudor por otra persona que
asume la deuda; es decir, que se compromete a pagar la deuda del primero.
También para transmitir las deudas se recurrió a la procuratio in rem suam, que ya
conocemos, y a la novación, que en este caso recibe el nombre de delegación
(Ulpiano, D. 46,2,11).

El primer deudor o deudor original que sale de la relación, recibe el nombre del
delegante; el nuevo deudor, el de delegado, y el acreedor, que es el mismo el de
delegatario.

EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES

Cuando una obligación se extingue se disuelve el vinculo existente entre acreedor


y deudor. Los modos extintivos de las obligaciones son los hechos a los que el
derecho objetivo otorga esa función.
El modo Normal de extinguirse una obligación es el pago o incumplimiento
realizado por el deudor; esto es, la ejecución de la prestación debida. Sin
embargo, existen otros hechos que, sin implicar la ejecución efectiva de la
obligación, tienen el efecto de liberar al deudor.
Por otro lado, en el Derecho romano antiguo se exigió que para extinguir una
deuda el deudor realizará un acto solemne para dar por cancelada la relación.
Este acto, llamado actus contrarius, era similar a aquel que se había llevado a
cabo al contraerse la obligación, así, si la obligación había nacido por medio del
cobre y la balanza ( per aes et libram ), así también debía ser extinguida. La otra
forma para realizar el actus contrarius fue la acceptilatio, por la cual el acreedor
reconocía haber sido pagado. En el derecho justiniano la acceptilatio sirvió para
condonar formalmente una deuda.
Con la desaparición de los negocios solemnes dejó de usarse el acto contrario. De
esta manera, a finales de la época republicana los modos extintivos de las
obligaciones se clasificaron en dos grandes grupos: modos extintivos que
operan ipso ture y modos extintivos que operan ope exceptionts.
La distinción anterior se refiere al momento en que se hacían valer; los modos
extintivos que operan ipso ture podían alegarse en cualquier momento al juicio y
extinguían la obligación de forma automática y de pleno derecho. Todas las
causas de extinción de las obligaciones cobraron la misma eficacia.

Modos extintivos que operan ipso iure

Los modos extintivos que operan ipso iure son: el pago, la novación, la concisión,
la pérdida de la cosa debida, el mutuo disentimiento, el concurso de causas
lucrativas y la muerte o capitis deminutio del deudor.

Pago

El pago o cumplimiento, solutio en latin, es el modo normal de extinguirse la


investigación.
El pago se refiere no sólo a la entrega de una cantidad de dinero, sino a tener el
cumplimiento de la prestación, cualquiera que ésta fuera. Hay que recordar la
prestación, objeto de la obligación, podía consistir en un: dare, facere, pratare, non
facereo parti.
En relación con el pago debemos distinguir los siguientes elementos: quien lo
hace, a quién lo hace, cómo, dónde y cuándo.
En Primer lugar, el pago debe hacerlo el deudor, pero también su representante,
salvo en los casos en que se hubieran considerado especialmente las cualidades
personales del deudor y se exija que sea él, precisamente, quien cumple con la
prestación.
En segundo lugar, el pago debe hacerse al acreedor o a un representante yo:
tutor, procurador, mandatario, etc.
En Cuanto a la forma de hacer el pago, ésta debe coincidir con el contenido de la
obligación. Sin embargo, el deudor puede cumplir con una prestación distinta,
siempre que el acreedor de su consentimiento. A esta modalidad del pase se le
llama dación en pago idatio in solutum).
Si un deudor tiene varias deudas con el mismo acreedor y al entregar una
cantidad no dice a qué deuda debe aplicarse, la imputación del pago se hacía de
la manera siguiente primero a los intereses, después a la deuda vencida y
finalmente a la más onerosa o a la más antigua; a falta de lo anterior, el pago se
disputaba proporcionalmente a cada una de las deudas.
En lo que toca el lugar en donde debe hacerse el pago, si nada se hubiera hecho
al momento de nacer la obligación, se aplican las siguientes reglas: si es gustaba
de cosas inciertas o de cosas fungibles el cumplimiento debía hacerse en el
domicilio del deudor, donde el acreedor podía reclamarle judicialmente,; si se
trataba de la entrega de un inmueble o de otra cosa cierta, el lugar era aquel en
donde estuvieran los bienes.
En lo que concierne el tiempo del pago, si no lo hubieran establecido las partes, se
aplicaba la regla de que la prestación se debe desde el día en que nace la
obligación, pero considerando la naturaleza de la prestación, el deudor debía
cumplir cuando razonablemente pudiera hacerlo, circunstancia que podía aparecer
cuando se hubiera señalado un lugar especial para el cumplimiento o cundo se
tratar de la realización de una obra, construir una cosa, por ejemplo.

Novación

Ya sabemos que la novación es la sustitución de una obligación por otra. En lugar


de la antigua obligación surge una nueva, al modificarse uno de los elementos de
la primera. La nueva obligación extingue a la antigua.
La novación puede afectar a los sujetos o al objeto.
En el primer caso estaríamos frente a una transmisión de crédito o de deuda que
ya conocemos.
En el segundo, la nueva obligación debía contener algo nuevo, ya fuera un cambio
en el lugar o tiempo del cumplimiento, o que se agregara o se quitara una
condición, etc.
Para que existiera novación las partes deberían declararlo expresamente.

Confusión

La confusión como modo extintivo de obligaciones consiste en que coincidan en


una misma persona las calidades de acreedor y deudor, por ejemplo como
consecuencia de una herencia, en la que el deudor fuera heredero del acreedor o
viceversa.

Pérdida de la cosa debida

Si el objeto de la obligación fuera una cosa específica y se perdía por alguna


causa no imputable al deudor, la obligación se extinguía.

Mutuo disentimiento

El mutuo disentimiento o consenso contrario opera en relación con las


obligaciones nacidas de contratos consensuales, que son los que cobran eficacia
por el solo acuerdo de voluntades de las partes; el mutuo disentimiento debe
darse antes de que una de las partes cumpla con su prestación.

Concurso de causas lucrativas


Existe cuando el acreedor adquiere, por diferente causa, el objeto específico que
se lo adeuda.
La Adquisición, por título diferente, de la misma cosa, extingue la obligación, pues
no es posible que ésta recaiga sobre lo que ya está en dominio del acreedor.
Lo anterior podía suceder si en un testamento, por ejemplo, se ordenaba al
heredero entregar un objeto específico a un legatario, y el objeto entraba a su
patrimonio por otra causa, antes de que el heredero hubiera podido cumplir el
encargo.

Muerte o capitis deminutio del deudor

Algunas obligaciones se extinguen por la muerte de uno de los sujetos. Este es el


caso de las obligaciones que nacen de delitos, y de algunos contratos,
la sociedad y el mandato por ejemplo, como veremos más adelante.
La capitis deminutio, incluso la mínima, también podrá ser causa de extinción de
obligaciones.
Modos extintivos que operan ope exceptionis
Los modos extintivos que operan ope exceptionis son: la compensación y el pacto
de non petendo.

Compensación

En la compensación encontramos la extinción simultánea de dos deudas, hasta


por su diferencia.
Esta figura aparece cuando el deudor opone al acreedor un crédito que tiene a su
vez en contra de éste.
Era necesario que:
Las dos deudas estuvieran vencidas; es decir, que fueran exigibles.
Que ambas tuvieran el mismo objeto genérico.
Que ambas fueran líquidas; esto es, determinadas o determinables.
Que Ambas fueran validas, o sea que no hubiera excepción que se pudiera
exponer en contra de cualquiera de ellas.
Determinados créditos quedaron excluidos de la compensación, tales como los
fiscales y los referentes a pensiones alimenticias.

Pacto de non petendo


Es el pacto o acuerdo informal de deuda ; extinguir obligaciones siempre y cuando
se intercale como acepción en la formula respectiva.
Antes de concluir con el tema de extinción de las obligaciones, es necesario
agregar que para algunos tratadistas el transcurso de treinta o cuarenta años,
duración máxima del derecho de acción para procesos civiles, constituye también
un modo extintivo. Sin embargo, creemos que este caso lo que se extingue por
prescripción es el derecho de acción pero no la obligación, que sólo se convierte
en natural.
De las obligaciones naturales
La contraposición entre obligationes civiles y obligationes naturales no está hoy
claramente dilucidada. Baste decir, a este respecto, que los problemas planteados
alcanzan a la raíz o fundamento, a la esencia misma de la obligatio naturalis. Y si
en punto a tal extremo es fácil incurrir en exageraciones, acogemos aquí la noción
tradicional, que define la obligatio naturalis como obligación desprovista de actio.

Según parece, el ámbito propio de las obligaciones naturales, dentro del Derecho
clásico, no es otro que el de los créditos y deudas de las personas sujetas a
potestad –filiifamilias y servi–. En cualquier caso, la jurisprudencia clásica no
elabora una doctrina general, limitándose a reconocer la existencia de figuras
particulares.

El Derecho justinianeo descubre la raíz de la obligación natural en el ius naturale,


entendido como ius semper aequum ac bonum. Mas lo que hay de vario y
diferente en los casos, no permite traerlos a concierto, para imprimirles el sello de
una disciplina uniforme.

- Casos principales de obligaciones naturales

1. La obligatio naturalis servi. La obligación resultante de los negocios celebrados


por el esclavo es el ejemplo más típico y, según se cree, el caso primitivo.

2. Las obligaciones contraídas entre personas sujetas a la misma potestad, es


decir, entre los filiifamilias y entre éstos y el pater. Al afirmarse la capacidad
patrimonial de los filiifamilias, con el desarrollo de los peculios, tales obligaciones
asumirán el carácter de civiles.
3. La obligación extinguida por capitis deminutio.

4. Las obligaciones contraídas por los pupilos sin la auctoritas tutoris.

5. Si un filiusfamilias contrae un préstamo de dinero, y luego de salir de la patria


potestas paga al mutuante, en lugar de valerse de la exceptio senatusconsulti
Macedoniani, queda excluída la repetitio soluti.

6. La obligación derivada de simple pacto se considera como natural. Las fuentes


se refieren propiamente a los pactos que versan sobre el pago de intereses.

7. La obligación extinguida por la litis contestatio subsiste como natural en el


Derecho antejustinianeo.

- Efectos de las obligaciones naturales

Las obligaciones naturales producen, entre otros, los siguientes efectos:

+ No se puede repetir lo que se da en pago por razón de una obligación natural. El


acreedor "natural" tiene la facultad de retener lo pagado –soluti retentio–, no
pudiendo intentar el deudor la condictio indebiti.

+ El crédito natural puede oponerse en compensación a la deuda civil.

+ La obligación natural puede convertirse en civil, es decir, en obligatio,


mediante novación.

+ La obligación natural puede ser garantizada por fianza, prenda o hipoteca.

+ La obligación natural es tenida en cuenta en el cómputo de la herencia y del


peculio.

Es de advertir que los varios casos de obligación natural no producen siempre


todos y cada uno de los efectos señalados.

- Las obligaciones naturales impropias

Junto a las obligaciones naturales existen otras fundadas en motivos de índole


religiosa o moral, de piedad o de buenas costumbres, y a las que suele conocerse
bajo la denominación de "obligaciones naturales impropias". Estas obligaciones
producen en el Derecho justinianeo el efecto de la irrepetibilidad. He aquí los
casos más importantes:

+ La prestación de alimentos a ciertos parientes, cuando no se está obligado a ello


civilmente.

+ La prestación de operae al patrono por parte del liberto, sin que haya mediado
promesa –promissio iurata–.

+ La constitución de dote por parte de la mujer, en orden a sí misma, bajo la


creencia de considerarse obligada a ello.

+ El pago de los gastos hechos para el funeral de un pariente.

+ El pago efectuado por la madre para rescatar al hijo de la esclavitud.

Origen de las sucesiones

Más que jurídico es de carácter religioso pero se remonta a las sagradas


escrituras y el derecho mosaico es decir el de Moisés en aquél paisaje bíblico en
que las hijas de Salfad ,estando presentes delante de Moisés y de los demás
miembros de la comuna del pueblo de Israel ,así como el sacerdote Eleazar
dijeron nuestro padre ha muerto y no tuvo hijos sino hijas y por esta razón
pedimos nos sea entregada su herencia en vez de a sus hermanos y Moisés al
hablar ante Dios El señor :
Las hijas de Salfad han hablado rectamente y por esta razón darás a ellas la
herencia por encima de los hermanos y dirás a todo mi pueblo que está en la
población sucesoria.

Posteriormente hallo en sus instituciones Libro tercero, siguió el orden sucesorio


de la ley de las tablas en el cual se indicaba el siguiente orden sucesorio:

1. HEREDES NECESARI: eran los que se encontraron bajo la patria potestad del
cujus al momento de morir como era el hijo, los hijos etc.
2. SUCESIÓN UNIVERSAL: la cual podría darse en dos sentidos para indicar el
patrimonio que se transmite y en segundo para indicar la conducta.

CONCEPTO DE SUCESIÓN UNIVERSAL


En el conjunto de bienes, créditos que se transmiten en bloque de un titular a otro
a excepción de algunos derechos personalistas, algunos derechos familiares y
algunos derechos reales.

VÍAS SUCESORIAS

En el derecho romano había tres vías en materia sucesoria que son:


1.Vía legitima: que era la más débil de todas ya que esta se retiraba en cuanto
aparecía un testamento en otras palabras era aquella vía sucesoria que se
promovía cuando había muerto sin dejar testamento.

2. Vía testamentaria: esta vía era más fuerte que la legítima pero también podía
derogarse, si aparecía un testamento posterior y de ahí la frase “el testamento
posterior deroga al anterior”.

3. Vía oficiosa: era la más fuerte de todas ya que esta podía corregir lo
estipulado o previsto en un testamento, siempre y cuando dicho testamento
hubiera sido hecho de manera incorrecta.

La vía legitima y testamentaria no podían aplicares simultáneamente según el


sistema romano y de ahí que el derecho romano decía que para cada pleito una
acción, para cada deber un negocio jurídico y para cada sucesión una sola vía, sin
embargo se fueron haciendo ciertas excepciones para los militares, tal vez fue el
caso de que un soldado podía estipular el 50% de sus bienes y vía testamentaria,
y el otro 50% por vía legitima en cambio la vía testamentaria y la oficiosa no se
excluían recíprocamente.

CONCEPTOS COMUNES A LAS VÍAS TESTAMENTARIAS Y OFICIOSA


1. TESTAMENTO: Declaración voluntaria de una persona expresando lo que
quiere que se haga con sus bienes después de su fallecimiento; es un acto
solemne sometido a ciertos requisitos de forma y en el que necesariamente
consta la institución de un heredero.
2. DE CUJUS: Expresión latina en el sentido de: “del cual” o “de la cual”. Se usa
en derecho sucesorio para referirse al “causante”, “aquel del cual procede el
bien o el derecho”.

3. HERENCIA YACENTE: es aquel patrimonio que aún no ha sido aceptado por


el heredero. La herencia yacente era la que los romanos denominaban cuae
jaset, es decir que ahí esta y que permanece sin protección alguna. También
se dice que la herencia yacente es aquel término en el que el patrimonio
del cujus se incorpora al fisco, iglesia o al ejército.

4. COLLATIO: tiene su origen el llamado que se hace al hijo emancipado para


entrar a la bonorum possessio (masa hereditaria).

Ya que el pretor tenía un trato igualitario para todos los coherederos y por si fuera
poco el emancipado podía trabajar por cuenta propia había enriquecido el
patrimonio del de cujus.

Dicha collatio no se hacía de manera física, sino mediante un ajuste financiero


para liquidar todos los bienes, así lo señalaba el digesto.

5. LA ADQUISICIÓN DE LA HERENCIA: Se verificaba de manera ipso jure,


según determinación del derecho objetivo, pero únicamente podían recibir la
herencia los herederos necesari,extrañe, voluntari.
6. VENEFICUUM INVENTARI: esta prosperaba en caso de una repudiación de la
herencia la cual debía ser clara y precisa y sin nada de condiciones, salvo el
beneficio del inventario que debía hacerse frente al Justionario.

SISTEMA SUCESORIO DE LA LEY DE LAS DOCE TABLAS

Este sistema era procedente cuando no había testamento o en caso de que el


heredero testamentario no quisiera aceptarlo y además no se había mencionado a
un sustituto es decir la ley de las doce tablas señalaba la manera de cómo se iban
a transmitir los bienes decuyos.

Es decir la ley de las doce tablas prescribía el cómo se iba repartir el patrimonio
del decuyas y de acuerdo a la ley de las doce tablas hay tres órdenes sucesorios:

1. LOS HEREDES SUI = es decir los herederos de si mismos quienes se volvían


sui juris (de su propio derecho) a la muerte del decuyos, salvo los hijos
emancipados y en este caso la herencia se repartía por cabezas si los sui juris
son del mismo grado, y en el caso de que los herederos fueran de grado
distinto la herencia se repartía por estirpes (grupos).

2.AGNADOS :a falta de hereders sui, la herencia se repartía al grupo masculino


siguiente, sin embargo esto ocasionó problemas, el hecho de buscar agnado
únicamente por la vía masculina ya que llego a ver de grupos de agnado que
recibieran la herencia hasta en un décimo grado en vez de que la herencia fuera
entregada al cognado femenino.

Y en el caso de que un agnado rechazara por parte proporcional de la herencia,


esta incrementaría la masa hereditaria y la cual iba a ser repartida al siguiente
grupo de agnado.

3. LA GENS: en el caso de que todos los grupos de agnado rechazaran la


herencia esta se le repartía a las gens y en este caso a todos los miembros de
la gens por partes iguales recibían la herencia.

VÍA LEGÍTIMA PRETORIA

Era aquella en la cual la conciencia jurídica y popular comenzó a exigir por la vía
legitima sucesoria se inspirara en el afecto que denominan las relaciones
familiares es decir que se tomara en cuenta por primera vez la sucesión por vía
femenina así como que tuvieran derecho a la herencia los hijos emancipados y la
viuda siempre y cuando esta hubiera sido casada del matrimonio sin manos.

También se consideró injusta la prohibición a los grupos siguientes de agnación


por suceder la herencia solo que aquí ya no era una desventaja porque si un
grupo de agnado rechazaba la herencia esta podía ser repartida al agnado
femenino siendo esto un gran avance en materia sucesoria.

Durante la sucesión pretoriana el pretor se encargó de interpretar toda una serie


de quejas en tanto que no había una ley sucesoria y por tal motivo el pretor tenía
que aplicar toda una serie de acciones, excepcionales por el creada para dar
movimiento a la materia sucesoria.

De esta manera el pretor se consideraba dispuesto a entregar la ponarum


possessio a las siguientes categorías de personas que son los:

–IBARI: que correspondían a las antiguos herederos necesarios, solo que aquí el
hijo emancipado ya tenía derecho a la herencia ya que el pretor consideró que la
emancipación ya no era ningún castigo sino al contrario, el hijo emancipado había
trabajado por cuenta propia y de esta manera acrecentado el patrimonio del
decuyas y por lo tanto sí tenía derecho a la herencia.

–LEGITI: en esta categoría de personas se habla de quienes tenían derecho a la


herencia de acuerdo al Derecho Civil y además se seguían prohibido la herencia
en materia de agnación pero esto daba ciertas esperanzas a que la madre
recibiera la herencia de su propio hijo.

–COGNADOS: Esto consiste en que 1a vez se reconoce la vía mazo y fem ya que
la mujer tenía la esperanza de recibir la herencia de su propio marido siempre y
cuando hubiera sido casada de MANERA (SINE MANAS)

–La viuda: Esto sucedía cuando no había un heredero legítimo en las categorías
de personas anteriores y en este caso la herencia se la entregaba al cónyuge
supérstite-la cónyuge que sobrevivía pero esta debía haber sido casada de
manera sine manus.

SUBSTITUCIÓN Y DESHEREDACIÓN
Además de la institución de heredero existen otras condiciones que pueden
quedar la estipulado en su testamento tal es el caso de las instituciones.

LAS CLASES DE INSTITUCIONES

1. Sustitución vulgar: Era aquella institución destinada a impedir que el instituto


heredero no llega a ser tal.

2. Sustitución Pupilar: Esta se refiere al caso en que el pupilo muriera in puber,


es decir sin haber alcanzado la pubertad y al respecto el digesto 28.6 nos dice
de vulgari est pupilar substitutionnis que quiere decir la sustitución del pupilo es
semejante a la sustitución vulgar.

3. Sustitución Cuasipupilar: Esta se refiere a una generalización que se hizo en


beneficio de príncipe y al respecto el digesto 28.6.46 nos indica que se puede
hacer una sustitución para el hijo incapaz pero lógicamente hablando
(sustitución simple)
También el digesto 28.6.46 nos habla el padre en un primer testamento debe
instituir su propio hijo y en un segundo testamento a un sustituto para sí mismo
(sustitución doble).

4.Sustitución del pupilo desheredado: Debido a que el impúber no podía hacer


testamento se lo dejaba hecho a su propio padre, o bien, cualquier persona
ascendiente que ejerciera la patria potestad del menor, pero en este caso
únicamente te podía nombrar en el testamento los bienes del testador o de cuyus
y no los que el impúber hubiese hecho por cuenta propia inclusive llegó a aceptar
la sustitución del pupilo que había sido desheredado pero si este había adquirido
bienes por cuenta propia lo sustituiría entonces la propia madre y al respecto el
digesto 28.6.1 nos da 3 hipótesis.
*Los herederos o son instituidos o son sustitutos instituidos los del 1er grado y
susti los de 2o.
*Se pueden nombrar sustitutos tanto para herederos como para los pupilos
desheredados.

*El padre no puede nombrar sustitutos para sus hijos sin la institución de heredero
debido a que nada vale lo escrito en un testamento sin la institución de heredero.

*La sustitución debe hacerse dentro de un testamento pero en el caso de una


doble sustitución esta se deberá llevar a cabo en tablillas por separado
precisamente para mantener en secreto la sustitución y el nombre del sustituto
hasta el momento en que muera el pupilo.

5. Sustitución conjunta: Esta se refiere a aquella en la cual el padre tenía


gemelos en este caso podía nombrar un sustituto conjuntamente para los dos
para el caso en que los gemelos murieran en un solo acto y según la opinión
de sabino en el caso del gemelo sobreviviente este recibirá la cuarta falsidia
que le corresponde a su gemelo muerto.

6. Sustitución de la madre: La madre y otras personas que no podían ejercer la


patria potestad sobre el pupilo podían obtener resultados semejantes cuando
condicionaban la pubertad del pupilo nombrándole un substitutivo vulgar y en
este caso el sustitutivo vulgar (la madre) podía heredar siempre y cuando el
pupilo hubiese muerto antes de alcanzar la pubertad.(pero únicamente los
bienes que estaban destinados al pupilo).

DESHEREDACIÓN
Según la ley de las 12 tablas lo instituido en un testamento era ley debido a que el
páter estaba facultado a tal manera que podía decidir sobre la vida y muerte de su
propio hijo a mayor razón podía desheredarlo. Sin embargo más adelante te
fueron dando ciertas reglas específicas basadas en la costumbre para impedir que
el páter desheredara sin motivo alguno a sus propios hijos.

DESHEREDACIÓN EL JUS CIVILE:


En este caso se tenía por principio de que el padre debía desheredar a sus
herederos necesarios, sin embargo tampoco podía omitirlos, es decir pasarlos en
silencio “los herederos suyos a los que debe instituir son herederos presuntivos”.

Aquellas personas que se encuentran bajo la potestad del páter las cuales
deberán ser sustituidos o desheredados por ejemplo un páter que tiene bajo su
potestad a su hijo y a su nieto, en este caso su hijo será el heredero presuntivo y
su nieto el sustituto pero se tiene la patria potestad sobre el nieto este será el
presuntivo.

Desheredación según el derecho pretoriano:


Cabe recordar que el pretor consiguió una gran a las reglas que la desheredarían
en tanto a quienes deben ser desheredados en estos casos se modifica la
sanción.

Obligaciones del testador en el derecho pretor:

1. Debía instituir a los hijos emancipados.


2. Debía instituir al hijo adoptado.
3. Las reglas para la institución de heredero reposan sobre las reglas del
parentesco natural.
4. No se tenían todavía la obligación de instituir a las mujeres.
A la desheredación pretoriana también se le denominó como bonarum
possessio contra tabulas

REFORMAS DE JUSTINIANO
Justiniano reforma las reglas de la desheredación con una constitución del año
531 después de Cristo y dichas reformas constituyen en:
1a-Suprimió cualquier distinción entra cualquier descendiente para incluirlo a la
herencia.

2a-Confirma el derecho pretoriano diciendo que todo heredero debe ser instituido o
desheredado
.
3a-Coincide con Sabino en que cualquier omisión como heredero acarrea la
anulidad abinitio (nulidad es desde el inicio) y además suprime el jus Adsarecendi.

4a-Permite la apertura de la bonarum possessio contra tabulas en el caso de uqe


el hijo sea emancipado.

Nulidad e invalidez de los testamentos:

*Voluntad + Voluntad: Consentimiento.

*Objeto: Directo

*Solemnidad: Manifestación de contraer nupcias

*Indirecto: Dar, hacer, no hacer.

*Son los elementos esenciales del acto jurídico.

Elementos Formales:

*Capacidad de las partes

*Objeto, Motivo o fin lícito

*Ausencia de vicios de la voluntad

*Error, Violencia física o moral, lesión, forma.

NULIDAD E INVALIDEZ EN LOS TESTAMENTOS


Las causas que impiden que un testamento produzca sus efectos en Roma son de
dos clases:
La nulidad puede ser inicial (ab initio) cuando el testamento adolece de un vicio
inherente a su redacción, o sobrevenida, cuando siendo válido en el momento de
su redacción, posteriormente deja de serlo.
La nulidad inicial se presenta cuando faltan algunos de los requisitos exigidos por
la ley, a saber: capacidad de disponer por testamento (testamentifactio), la forma
exigida para su otorgamiento, institución de heredero hecha válidamente.

+ ¿Cuándo deja de ser válido un testamento en Roma?


Un testamento válido en principio puede dejar de serlo por las causas siguientes:

a) Cuando el testador pierde la capacidad para disponer después de redactar el


testamento (por ejemplo si cae en la esclavitud).

b) Cuando es preterido (omitido) un hijo póstumo de uno u otro sexo, el


testamento es válido inicialmente, pero luego de sobrevenir el nacimiento del
póstumo, se invalida por completo.

c) Cuando el testador revoca el testamento, u otorga otro que inválida el anterior.

d) El testamento también pierde sus efectos cuando el heredero o herederos


instituidos no quieren o pueden aceptar la herencia, y entonces se habla
de testamento desertum. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, cuando el heredero
muere antes que el testador.

– Revocación del testamento

Revocar, del latín revocare, significa dejar sin efecto una disposición. Como ya
hemos aprendido, el testamento es un acto revocable y el testador es libre de
modificar hasta el momento de su muerte las disposiciones testamentarias.
+ Formas de revocación del testamento en el Derecho romano
Ahora bien, la revocación podía realizarse de distintas formas:

a) El Derecho civil sólo conoce un modo de revocar el testamento, y esto es,


redactando uno nuevo. El testamento nuevo anula el precedente; de ahí que si un
testador muere dejando varios testamentos, el último es el único válido.

b) Teniendo en cuenta que en el Derecho pretorio lo decisivo es el documento, el


Pretor admite que para revocar un testamento, el testador no tiene porqué
redactar otro nuevo, pues basta con que destruya las tablillas donde fue
redactado, rompa los sellos, o borre nombres o disposiciones.
c) Justiniano decide que el testamento pudiese ser también revocado por simple
declaración hecha ante un Magistrado o ante tres testigos, admitiendo, desde
luego la revocación mediante la redacción de un segundo testamento, que invalida
mediante la redacción de un segundo testamento, que invalida automáticamente
un testamento anterior.

LEGADOS
Es una disposición mortis causa contenido en un testamento o en un codicilio
confirmado y siempre con carga al heredero, cabe recordar que la institución de
heredero y el testamento son sucesiones a título universal en cambio el legado
son sucesiones a título particular, es decir el legado es un traspaso de derecho
singulares pero siempre con carga al heredero.

Justiniano en sus instituciones 2.20.1 define al legado diciendo que es una


especie de donación dejada por el difunto sin embargo a esta definición le hacían
falta las características del legado clásico.

CARACTERÍSTICAS DE LEGADO CLÁSICO


1. El legado en el Derecho Clásico debía constar en un testamento y en tiempos
de Justiniano en un condicilio.
2. Para los clásicos el legado debía ser redactado en términos imperativos, para
Justiniano poco importan los términos empleados.

3. tanto para el derecho Clásico como para el Justiniano el legado es una parte
que le es quitado al heredero a lo que los romanos llamaron delibatio
hereditatis D.30.116.

CLASIFICACIÓN DE LEGADOS

El derecho clasificó a los legados en cuatro clases.


1. LEGATUM POR VINDICATIONEM: este legado era disposición de propiedad y
se llevaba mediante la siguiente fórmula “tan pronto es aceptada la herencia el
legado pasa a disposición del legatario”.
2. LEGATUM PER DAMATIONEM: es decir es el legado en el cual se va a dar
algo particular mediante la siguiente formula “heres meus” (es mío)
3. LEGATUM SINEDI MODO: este legado recaería sobre un siniestro en el cual el
heredero no estaba obligado a transmitir la singular propiedad al legatario.
4. LEGATUM PER PRAECEPTIONEM: esto siguiente legado por elección de
preferencia, la cual era interpretada de diferente manera por preculerianos y
sabininios.

OBJETOS POSIBLES DE LOS LEGADOS


El legado atendiendo a su objeto puede ser del más variable contenido:

-LAGATUM ESPECIES, es decir que el legado versa sobre un bien específico y


concreto,en el cua,l si se lega un caballo determinado deberá darse este y no otro
tal como lo señala el digesto.

-LEGATUM GENERIS, es decir si se lega algo genérico estará en la categoría que


los romanos llamaban genus pero de tratarse de un legatum per vindicatium la
cosa deberá pertenecer al testador y la preferencia será del legatario.
-LEGATUM OPTIONIS, en este caso el legatarium tenía la opción de elegir a un
esclavo entre varios.

-LEGATUM ELECTIONIS, el Derecho de Justiniano contempló la option y la


electio como sinónimos pero se permitió por primera vez la elección del heredero
siempre y cuando los legatarios hubieran muerto.

-LEGATUM PARTITIONIS: es una parte de la herencia o bien de una fracción


numérica.

RESTRICCIONES AL LEGADO

-LEX FURIA TESTAMENTARIA, está prohibido adquirir a capere tanto en


donaciones martis causa como en legados que excedían de 10,000 ases, y
concedió al heredero una manus inectio para recuperar lo que el legatario se
hubiese llevado de más.

-LEX VACANIA, que prohibió al legatario recibir una parte mayor que el heredero,
sin embargo esta ley no fue perfecta porque los testadores podían instituir a varios
legatarios mermando de esta manera el patrimonio del heredero.

-LEX FALSIDIA, la cual reglamentó definitivamente la materia ordenando que el


testador no podía legar más de tres cuartas partes de la herencia.

RESUMEN DE ETICA
Evolución de la Ética Jurídica en la época clásica:

Ética Antigua:
1) Socráticos
2) Los Sofistas
3) Estoicos
4) Epicureísmo

1) Socráticos:

Sócrates nació en Atenas por el año 470 a.C. Su máxima preocupación fue el
filosofar. No dejo nada escrito pero, Platón su discípulo más brillante, recogió la
mayor parte de sus enseñanzas. El método que Sócrates adopto para llegar al
fondo de las cosas fue el dialogo. Gustaba hablar con cualquiera que
encontrara en su camino, interrogándolo una y otra vez sobre un tema
determinado. A esta forma dialogal la bautizo con el nombre de mayéutica, que
significa “arte de dar a luz”

Más que en apego a la verdad y al bien social, en un juego de política sucia, a


Sócrates se le acuso de corromper a la juventud e introducir nuevos dioses,
siendo apresado. Tuvo la oportunidad de escapar de la cárcel; pero prefirió ser
coherente con el castigo asignado por las leyes de Atenas y personalmente
bebió la cicuta que le quitaría la vida, mientras compartía con sus amigos y
reflexionaba sobre la inmortalidad del alma; era el año 399 a.C.

La sobras donde encontramos las ideas éticas de Sócrates, principalmente son


los diálogos platónicos siguientes: Laques o del valor, Carmides o de la
templanza, Protagoras o de los sofistas, Menon o de la virtud, Gorgias, y en
Memorables de Jenofonte.

Según Aristóteles, Sócrates invento la filosofía moral. Obviamente Sócrates al


igual que los sofistas, asume como desafío el conocimiento del hombre. De
hecho, la máxima que le sirvió de base a Sócrates para su actividad pensante
fue: Conócete a ti mismo, aunque no se sabe si fue creada por él, porque
también se dice que fue puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo
de Apolo en Deflfos. Pero Sócrates se diferencia profundamente de los Sofistas
en el contenido de la reflexión, contribuyendo a sentar en el contenido de la
reflexión, contribuyendo a sentar las bases de la antropología y de la Ética
como ciencia.

En la investigación socrática sobre el hombre sobresalen los siguientes


aspectos:
1) Interés por lo universal: Sócrates no acepta el relativismo y el escepticismo
defendido por los sofistas. De aquí que, puesto en el campo de la Ética,
sostenga que, las virtudes morales deben elevarse a la categoría de un
conocimiento universalmente valido. Por tanto, es necesario buscar el
concepto universal de lo justo, lo santo, lo bueno, etc.
2) Preocupación por la moral: Sócrates dirige su atención a: el carácter
adquirido, pretendiendo alcanzar la esencia de las virtudes morales;
llegando incluso a hacer del fin último de la Filosofía la educación moral del
hombre.
3) Importancia de lo práctico: Sócrates estima que el conocimiento adquirido
por el hombre no debe ser una mera contemplación, pues hay que conocer
para actuar en beneficio de la polis.

Sin duda alguna, tales aspectos permitieron a Sócrates profundizar en el


terreno moral y contribuir a crear las bases para la erección de la Etica como
ciencia.
Los resultados de la investigación y reflexión socrática llevan a caracterizar
su perspectiva de la siguiente manera:
a) El ligar central lo ocupa la búsqueda del bien y de lo bueno (Agatón). Sin
embargo, Sócrates nunca logra dar una definición precisa y clara del
bien. Para el no existe un bien trascendente, como un ideal al cual haya
que subordinar la vida, sino muchos y diversos bienes. El bien es el
conjunto de bienes regulados por la razón, de cuyo conjunto resulta la
vida feliz.
Para él, la característica fundamental del bien es la utilidad. No hay bien
que no sea bien para alguna cosa. Lo que es útil es bien para aquel que
le es útil. Por tanto, lo bueno y lo útil se identifican. Así, en Protágoras
identifica el bien con lo agradable y el mal con lo desagradable. En
Cármides y en Hipias Mayor , Sócrates expone un utilitarismo puro.
Entre varios bienes se debe escoger el bien mayor, el que conduce a la
felicidad.
En Memorables (de Jenofonte), se muestra que Sócrates no logra
superar el relativismo y el hedonismo sofista. Pues, sigue en el
relativismo al decir que “Lo que es bueno para el hambre, es malo para
la fiebre, y lo que es malo para el hambre es bueno para la fiebre… y
todas las cosas son buenas y bellas para aquel a quien le van bien, y
malas y feas para aquel a quien le va mal”. Igualmente, sigue en el
hedonismo al sostener que la razón debe dominar la parte inferior del
hombre y saber calcular que la razón debe dominar la parte inferior del
hombre y saber calcular las cosas que pueden producir más o menos
cantidad de placer.
b) Abriga la tesis de la virtud. Para Sócrates, todos los hombres aspiran a la
felicidad. Esta es posible si se cuenta con la riqueza, la salud, la belleza,
la nobleza, el poder, los honores, la templanza, el valor, la sabiduría, etc.
Pero, tales bienes no bastan por si solos para proporcionarla, sino que es
preciso usar bien de ellos, lo cual solamente se consigue cuando están
regidos pro al sabiduría. De modo que , la sabiduría es la que hace
buenos a los bienes, y es entre estos el mayor.

A partir de lo anterior, la virtud se definiría como un saber o un conocer lo que es


útil y lo que es perjudicial para poder obrar en consecuencia. Igualmente, el vicio
se definiría como ignorancia, ya que el que obra mal es porque ignora el bien; por
tanto, nadie hace el mal voluntariamente. De modo que, al que peca no se le debe
de castigar sino instruirle. Pareciera haber aquí un intelectualismo, pero
ciertamente no en el sentido moderno. Pues, se trata de un modo de expresión de
la idea griega de arte manual.

c) Admite que la virtud puede ser transmitida o enseñada, lo cual es una


tesis de origen sofista. Sin la educación las mejores disposiciones
naturales no logran desarrollarse ni llegan a dar buenos frutos. Por tanto,
las virtudes no son innatas ni se desarrollan de forma natural, con el
simple crecimiento de los individuos. Precisa que los seres humanos
conozcan las virtudes y, por consiguiente, las practiquen. Por supuesto
que el llegar a ser virtuosos requerirá de un camino largo, lleno de
esfuerzo.

En síntesis, la ética socrática gira en torno a los conceptos de


conocimiento, bondad, virtud y felicidad, entrelazados estrechamente.
Pues, el hombre obra rectamente cuando conoce el bien, algo casi
necesario porque al conocerlo no puede dejar de practicarlo; igualmente,
al perseguir el bien, acrisolado por las virtudes, logra la felicidad. Esta
sería una especia de estado mental y corporal de autosatisfacción y
creerse dueño de sí mismo, es decir, una sensación de plenitud del ser.

Después de Sócrates.

La moral socrática experimentara un desarrollo posterior siguiendo dos


líneas distintas: una, representada por la escuela cínica y, otra por la
escuela cirenaica. Ambas tendencias se darán en un contexto cultural y
político crítico, es decir, durante la declinación de la polis griega al dar
paso al estado cosmopolita que surgirá con el helenismo.
2) Sofistas

Al naturalismo de los filósofos presocráticos, en el siglo V a.C, sucede una


preocupación por los problemas del hombre, especialmente por los de tipo
político y moral.
Tal situación aparece en el siglo V debido a que en muchas polis griegas triunfa
la democracia frente al poder de la vieja aristocracia, Este hecho posibilita la
democratización de la vida política, la creación de nuevas instituciones electivas
y el desarrollo de una intensa vida pública, lo cual trae como consecuencia el
nacimiento de la filosofía política y moral.
Antes de los sofistas y Sócrates ya existía en Grecia la preocupación moral,
como podemos ver en Pitágoras, Empédocles, Heráclito, Teognis, Focilides,
Demócrito y los Siete Sabios (tales de Mileto, Bias, Solón, Quilon, Pitaco,
Cleobulo y Periandro). Pues, todos estos tuvieron un interés por las cuestiones
morales, el problema es que sus opiniones fueron escasas y la posibilidad de
una interpretación integral se pierden en la parcialidad de los pocos fragmentos
conservados; lo que hace difícil y poco afortunado el mismo estudio. Sin
embargo, desde lo que se conserva permite calificar sus opiniones de faltas de
profundidad, sistematicidad y sentido crítico.
Por tanto debemos decir, que la historia de la ética comienza propiamente con
los sofistas y Sócrates, en la llamada etapa antropológica de la filosofía griega,
en el siglo V a.C (concretamente de 450-400 a.C)
Las fuentes donde encontramos las ideas éticas sofistas principalmente son los
fragmentos de sus obras que han llegado hasta nosotros y los diálogos
platónicos siguientes: Laques o del valor, Carmides o de la templanza,
Protágoras o de los sofistas y, Menon o de la virtud, sin quitar también las
referencias dispersas que hacen de ellos otros autores.
Los sofistas se caracterizan por su rechazo a la tradición cosmológica y su
interés por el hombre. No muestran ninguna preocupación por comprender la
naturaleza, su origen y composición, como se había venido haciendo desde
Tales de Mileto hasta sus días. Por el contrario para ellos, el saber humano debe
comenzar por entender el complejo mundo de la realidad humana. A nosotros
debe importarnos por encima de todo lo demás conocernos, saber quiénes
somos y que buscamos; en fin, construir nuestro propio mundo en el que
podamos realizarnos y ser felices.
En un principio, los sofistas eran intelectuales que deambulaban enseñando una
serie de conocimientos (dialéctica, lógica, gramática, etc), principalmente
Retorica, ya que esta era una habilidad que reclamaban los nuevos tiempos,
pues, la forma de gobierno democrática de Atenas requería, por parte del
político, destreza para disertar en público y elocuencia para convencer a sus
conciudadanos. Más tarde, la palabra sofista adoptara un sentido peyorativo,
sinónimo de charlatán.
En el terreno del conocimiento, los sofistas desembocan en el relativismo y el
escepticismo, contribuyendo a la difusión y desarrollo del Iluminismo griego,
ósea, al intento de plantear y resolver los problemas del valor de la vida y de las
instituciones sociales, recurriendo a la sola luz de la razón.
Propiamente en el terreno moral, los sofistas, influidos por sus ideas
gnoseológicas, jugaran el difícil papel de severos críticos de las opiniones
corrientes, acomodaticias a la costumbre y a las tradiciones. Con la agudeza
mental desarrollada en su condición de librepensadores harán estremecer los
cimientos de lo vigente.
Ante la pregunta que flotaba en el ambiente sobre la posibilidad de fundar de
modo racional la existencia de valores universalmente conocidos, contestaran ya
sea mediante el relativismo o el escepticismo, con lo cual negaran la posibilidad de
una moral socialmente valida. Pero, además tenderán a pensar que el criterio
seguido comúnmente por los individuos en la consideración de lo bueno no era de
índole racional sino sensible, es decir lo que respondía al placer. Dos personajes
destacaran entre los sofistas: Protágoras y Gorgias.

3) Estoicos

El estoicismo tiene tres etapas muy destacadas que marcan su evolución. En su


origen es una tendencia que se presenta como contrapuesta al epicureísmo. Su
fondo doctrinal ético no difiere gran cosa del cinismo, completado con la física de
Heráclito y algunos elementos aristotélicos. Pero la lucha contra los escépticos de
la Nueva Academia obligo a los estoicos a elaborar una síntesis de toda la
filosofía, en la que entran en la física (incluyendo la Ontología, la Teología, La
Biología y la Antropología), la Lógica y la Ética. La nota distintiva de este primer
periodo es su carácter dogmático, representado principalmente por Crisipo.

A partir de Diógenes de Babilonia, y sobre todo de Panecio, el estoicismo sufre


una mutación. Debido al cansancio de las luchas, los estoicos atenúan o
simplemente silencian las tesis ontológicas y lógicas del estoicismo dogmático a la
manera rígida de Crisipo, y se limitan a temas de carácter ético, dando por otra
parte cabida a muchos elementos académicos y peripatéticos. Es la etapa
conocida con la denominación de estoicismo medio.

Más tarde vuelve a resurgir el estoicismo en la época imperial romana, retornando


en parte a una mayor ortodoxia, pero también con predominio de los temas
morales.
Las ideas sobre la moral estoica se encuentran fundamentalmente en las obras de
sus adversarios: De vita beata (Seneca), Académicas, De natura Deorum
(Ciceron) y en las enseñanzas de Epicteto recogidas por sus discípulos.
El fundador del estoicismo fue Zenón. Este, empezó a dar lecciones en el Pórtico
de Peisianactos, decorado con pinturas de Polignoto cerca del agora de Atenas
(Stoa poikíle), de donde se derivó el nombre del estoicismo.
La ética estoica, en sus rasgos esenciales, se remonta a Zenón, pero el desarrollo
y la formulación precisa de sus principios es obra principalmente de Crisipo.
Hablaremos un poco de Zenón y Crisipo

Zenón
Nació en 336 a.C en Kition, pequeña ciudad de Chpre. Fundo uan escuela en
Atenas en el año 306, en el pórtico de Peisianactos, que en griego le decían Stóa
Poililé (pórtico pintado). Murió en 264 a.C.
Crisipo
Nació entre los años 281 y 278 a.C, en Soli (Cicilia). Estudio filosofía y practico la
dialéctica, teniendo como maestro a Cleantes. Pereció entre los años 208 y 205
a.C. Se dice que murió de ingerir mucho vino, aunque también e rumora que murió
de risa al darle vino a su burro y verlo borracho intentando comerse un ficus

4) Epicúreos

Epicuro nació en Samos en 341 a.C. en el seno de una familia pobre. Su padre
era maestro de escuela y su madre adivina. A los diecisiete años de edad se
marchó a Atenas a cumplir el servicio militar, el cual una vez concluido estudio
filosofía por diez años, dedicándose después a la enseñanza de la misma en
Metilene y Lampsaco, regresando posteriormente a Atenas donde dirigió el
movimiento conocido como Epicureísmo. Murió en 270 a.C., dejando algunos
escritos, de los cuales solo se conservan unas pocas cartas y fragmentos breves.
Sin embargo, las principales fuentes sobre su persona y pensamiento son las
obras de los escritores romanos Cicerón, Seneca, Plutarco y Lucrecio.

El epicureísmo unas veces es referido como movimiento y otras como escuela,


pero en realidad consistió mas en un círculo de amigos o mejor en una casa de
retito o todavía quizá en un sanatorio moral. Jóvenes inquietos o personas
maduras, heridas por la vida, iban allí a buscar un asilo de paz y de amistad. Es
asi como para Epicuro la filosofía es concebida como la investigación de lo que se
refiere a la felicidad del hombre, o del ejercicio de que por la palabra procura una
vida feliz.
Algunos discípulos de Epicuro fueron: Metrodoro de Lampsaco, Polyenos de
Lampsaco, Idomeneo de Lampsaco, Herodoto, Pitocles, Meneceo, Timocrates,.
Etc. Fuera de Atenas, específicamente en Roma, un personaje importante que
siguió el epicureísmo fue Tito Lucrecio Caro.
Las ideas de Epicuro sobre ética se encuentran principalmente en la carta a
Meneceo ( que trata sobre los principios fundamentales de la moral) y en la carta a
Pitocles.
Para Epicuro, el fin del hombre es lograr la felicidad posible en este mundo, que
viene dada por la mayor cantidad posible de placer, ya que este es el único bien, y
hay que evitar el dolor, puesto que este es el único mal. Para Epicuro esta es una
constatación de la experiencia; es decir, todos los seres vivientes buscan los
placeres y huyen de los dolores. Por tanto, es el único criterio que debe de primar
en la conducta humana.
Sin embargo; Epicuro no es un puro hedonista; su doctrina sobre el placer es
mucho más elevada y hasta opuesta a la de los cirenaicos y Eudemo. El hombre
es un compuesto de cuerpo y alma, y a cada uno de estos elementos corresponde
sus propios placeres. Los del cuerpo son esencialmente carnales, pero el alma
tiene una clase de placer más elevado, denominado Xará (gozo). Además, el alma
en cuanto dotada del sabio, refrenando las actividades propias del cuerpo
mediante la prudencia, con la cual debe moderar los apetitos y señalar la forma de
conducta, cuya finalidad es el equilibrio del hombre, su paz interior y su
tranquilidad. Asimismo debe prever las consecuencias que pueden tener las
acciones.
Por otra parte, para Epicuro, el medio de evitar el dolor y de conseguir la mayor
posible cantidad de placer es la virtud. No todos los dolores son absolutamente
malos, pues, a veces, estos son preferibles a los placeres ya que pueden
reportarnos un bien mayor. Tampoco todos los placeres son deseables, ya que
algunos pueden ser causa de dolores. El sabio deberá moderar la satisfacción
mediante la virtud de la templanza, puesto que el abuso de los placeres puede
ocasionar dolor. Debe saber calcular las sensaciones y distinguir su duración, su
intensidad y sus consecuencias. No se debe elegir a ciegas cualquier placer, y
menos los propios del cuerpo, porque pueden ir mezclados con muchos males.
Epicuro recomendaba una vida austera y refrenar los apetitos inmoderados,
relacionados a la satisfacción de las necesidades corporales. Distinguía entre
necesidades naturales y no naturales o no necesarias. El sabio debe excluir el
lujo, contentándose con lo necesario para la vida. Con pan, agua y un alimento
frugal el sabio es más feliz que con los festines. Epicuro dio ejemplo con su
conducta.
En el placer, Epicuro, distinguía dos aspectos, uno negativo, que es el principal,
relacionado a la eliminación del dolor, al logro del reposo, del descanso y de la
imperturbabilidad (ataraxia), de donde proviene la paz interior del alma, libre de
dolores, de temores y perturbaciones, que es lo característico del sabio. El sabio
debe librarse de los cuidados de la familia, de las riquezas, de los negocios y
honores y de todo en cuanto pueda perturbar la paz de su espíritu y producirle
inquietud y dolor. Un fragmento de Epicuro citado por H. Usener dice: “Si quieres
hacer rico a Pitocles no le agregues riqueza, sino disminúyele sus deseos”. En
esta paz interior es en lo que consiste el placer más intenso. Se trata de una moral
propia de un hombre enfermo, para quien la mayor felicidad posible es la cesación
de sus dolores.
El aspecto positivo de placer va unido al movimiento y a la actividad, propios del
cuerpo y alma, pero el sabio debe sobreponerse a todo mediante una severa
disciplina, limitando sus apetitos, moderando sus deseos y regulando sus
pensamientos e imaginaciones. Debe ser siempre libre y conservar su paz interior.
Su norma es bastarse a sí mismo, contentándose con poco y lograr la
autosuficiencia.
La moral de Epicuro no consiste en un puro hedonismo ni es una moral de
libertinaje. Aunque carece de una norma superior a la propia naturaleza humana,
aconseja la austeridad de vida, poniendo la felicidad no en un desarreglo de las
pasiones ni en los placeres inferiores del cuerpo sino en la paz y en la tranquilidad
del alma, en la gracia (Xará) , en el buen humor y en la ecuanimidad del sabio,
dueño de sí mismo, sobreponiéndose al dolor y a la adversidad y superando los
temores y las perturbaciones exteriores. Inspirado en estas concepciones morales,
se puede decir que Epicuro sobrellevo sus enfermedades con grandeza de alma y
hasta con alegría, por lo que sus discípulos lo tuvieron en la más alta estima. Sin
embargo, sus discípulos no fueron fieles a su maestro, pues degeneraron en un
hedonismo bajo.

Ética Medieval

La ética medieval es aquella teoría que se produce en la Edad Media de la


filosofía, es decir, desde el siglo V d.C hasta el siglo XV o XVI d.C.

En esta época se da predominio o la existencia casi exclusiva del pensamiento


cristiano. A partir del cristianismo, aparecen las dos grandes escuelas filosóficas-
teológicas: la patrística y la escolástica, que marcaron la orientación de las ideas.
Por tanto, es un largo tiempo dominado por la ética religiosa

LA PATRISTICA
La patrística es un movimiento intelectual cuyo primer momento se da entre
el siglo II y V d.C, en el que se combina Teología y Filosofía. Pero, la
filosofía se toma primariamente como un recurso para la fundamentación de
la fe cristiana, la cual para volverse convincente, especialmente en las
sociedades más culturizadas, exige una mayor fundamentación racional. El
nombre de patrística viene del hecho de que sus representantes fueron
considerados padres de la iglesia católica. La patrística tuvo como
representantes en el mundo griego a: Arístides de Atenas, San Justino,
Clemente de Alejandría, Orígenes, San Gregorio de Nazianzo, san Basilio
el Grande, San Gregorio de Niza, Nemesio de Emesa. Basolides, Valentín,
manes, Cerinto y Marcion. Y, en el mundo latino a : Tertuliano, Minucio
Felix, Arnobio, Lactancio, Calcidio, Mario Victorino, Macrobio, Marciano
Capella y Agustín de Hipona.
Agustin de Hipona acuña una ética teónima inspirada como todo su
pensamiento tanto en el cristianismo como en la filosofía platónica.
Los fundamentos de la moralidad, como del conocer y del ser, son las
rationes eternae (razones eternas), que existen en la mente de Dios, las
cuales son denominadas por Agustín ley eterna. Ley eterna significa el plan
mundial de Dios o la voluntad de Dios que manda conservar el orden
natural y prohíbe el perturbarlo. La ley eterna abarca, entonces todo el
orden del ser, entendido en su más amplio sentido: el ser de la naturaleza o
del mundo corpóreo, el ser ideal de la validez y el ser de las prescripciones
morales. En fin, la ley eterna que está grabada en nosotros, es aquella con
la que es justo que todo sea ordenado.
En Agustín, la ley eterna es tomada como un orden ideal y total, constituye
el principio de la moralidad. Atendiendo a su contenido, la ley eterna,
coincide con la esencia de Dios o, más exactamente, con la divina
sabiduría. Esto equivaldría a decir que Dios es el principio ultimo del bien
moral, con base a lo cual todo lo bueno es bueno por él, como todo lo
verdadero es verdadero por él y todo lo que tiene que ser lo tiene por él.
Dios es el bonum omnis boni (el bien de todo bien), porque todo lo bueno
es bueno por él.

Agustín tiene a Plotonio detrás de sí, para quien el hombre es el alma, y el


alma se orienta a lo inteligible, no solo en el pensar sino también en el
querer. Con base en esto, en Agustín, lo ético es voluntad. La voluntad es
todo el hombre, porque dicha facultad está siempre presente en él, es decir,
todas las acciones del hombre son voluntad. Y, en esta voluntad del
hombre están inscritas con trazos imborrables las leyes del bien. Pero se
trata de una voluntad humana recta. No es la voluntad de cualquier hombre.
En definitiva la voluntad de la que habla Agustín es la voluntad impulsada o
movida por el amor, porque el amor es lo más importante para el cristiano.
Por tanto no se trata de cualquier amor, sino propiamente del amor
cristiano, que es un amor orientado a Dios y al prójimo.

ESCOLASTICA

En sentido amplio, escolástica es un término con el que se designa a una


serie de escuelas filosóficas-teológicas surgidas de la segunda mitad de la
Edad Media, específicamente desde Carlomagno hasta el renacimiento.
Estas escuelas aparecieron primero en las catedrales y conventos y más
tarde en las universidades.
Algunos pensadores notables de la escolástica fueron: Anselmo de
Canterbury, Pedro Abelardo, Buenaventura, Alberto Magno y Tomas de
Aquino.

Durante los períodos patrístico y medieval temprano, la discusión erudita de la


moralidad fue de carácter totalmente teológico. Se centraba o bien en las
cuestiones normativas (como las examinadas en la Cuarta Parte de esta obra)
acerca de qué virtudes cultivar, qué acciones evitar y qué metas perseguir, o bien
establecía la estructura genera/ de la moralidad indicando, por ejemplo, su
relación con procesos naturales o con la doctrina revelada. Sin embargo, en lo
fundamental no era ni sistemática ni se interesaba por lo que hoy se conoce como
cuestiones metaéticas, es decir, cuestiones sobre el contenido y carácter lógico de
los conceptos morales (la Sexta Parte de esta obra trata sobre la metaética). En
los siglos XI y XII esto comenzó a cambiar con el desarrollo del método
escolástico de indagación.

El «padre» de la escolástica fue San Anselmo, arzobispo de Canterbury y hoy más


conocido como el creador de la «prueba ontológica de la existencia de Dios». En
el siglo VI, Boecio había afirmado que algunas proposiciones, incluidos algunos
principios morales, son intuitivamente autoevidentes. También favoreció un estilo
de razonamiento más riguroso del entonces común. En los escritos de San
Anselmo estos dos factores se unen para formar una discusión ordenada
lógicamente que iba de los «axiomas» a las conclusiones derivadas. San Anselmo
aplicó este método de razonamiento sistemático y discursivo a toda una serie de
cuestiones teológicas, y al citar a la autoridad (auctóritas), en la forma de citas de
las escrituras o de los escritos patrísticos, se dedicó a utilizarla como medio para
llegar a conclusiones adicionales. Esta innovadora actitud se expresa en un
pasaje, cuyas últimas palabras constituyen el lema de la escolástica. San Anselmo
escribe lo siguiente: «me parece muestra de negligencia si una vez lo hemos
probado en la fe no nos esforzamos por comprender aquello en que creemos»
(Cur Deus Homo, i, 2).

En su teoría moral, San Anselmo está influido por la psicología de San Agustín, y
adopta la concepción de que la gracia induce en el alma una disposición a avanzar
hacia el bien (affectio justitiae) adecuando sus acciones a la voluntad de Dios.
También Abelardo (1079-1142) subraya la importancia de la voluntad. La
tendencia agustiniana al voluntarismo (del latín voluntas, que significa «voluntad»)
se aplica tanto en relación al objeto como al criterio de la bondad. Por lo que
respecta a este último, el estándar es, según se dijo, la conformidad con la
voluntad de Dios. En lo referente al primero, Abelardo insiste en que en si las
acciones son moralmente neutras. Además, sugiere que igualmente los deseos o
inclinaciones no son buenas o malas como tales. El objeto apropiado de la
valoración moral es la intención del agente. El vicio no es más que el
consentimiento consciente al pecado, es decir, a la acción realizada en el
conocimiento de su desobediencia a los mandamientos de Dios. Según lo expresa
Abelardo: «el defecto, pues, es aquello por lo cual somos... inclinados a consentir
lo que no debiéramos... ¿qué es ese consentimiento sino ir contra Dios y violar sus
leyes?». Y más adelante en la misma obra ilustra de qué manera el vicio no está
en el deseo sino en el consentimiento. Pone así el ejemplo de un hombre que al
ver a una mujer ve «despertada» la concupiscencia; su mente se pervierte por el
ansia carnal y le incita a un bajo deseo, pero consigue refrenar este lascivo anhelo
mediante el poder de la «templanza» (Seito Teipsum, cap. 2), v alcanza así la
recompensa de obedecer el mandamiento de Dios (presumiblemente el noveno:
no codiciarás a la mujer del prójimo).

El mayor de los filósofos medievales y escolásticos, Santo Tomás de Aquino,


nació ochenta años después de la muerte de Abelardo. Sólo quienes han
realizado el esfuerzo de abarcar la filosofía de Santo Tomás pueden apreciar
adecuadamente la magnitud de su sistema y el alcance de su mente. Alberto
Magno (1206-80) -San Alberto Magno- que fue su maestro y tutor, dijo del joven
Santo Tomás, que había recibido el mote de «el buey mudo» debido a su carácter
taciturno y a su robusta figura, que «llegará a vociferar tan fuerte con su doctrina
que resonará en todo el mundo». Al menos de acuerdo con la norma que esto
sugiere, a saber el renombre, no hay duda de que Santo Tomás es el mayor de los
escolásticos y quizás de todos los filósofos nacidos entre Aristóteles y Descartes.

El genio de Santo Tomás está en la capacidad de ver cómo pueden sintetizarse el


pensamiento griego y la doctrina católica en una filosofía cristiana. Por lo que
respecta a la ética, este empeño adoptó la forma de mostrar que los paralelismos
antes citados entre las ideas de virtud originadas ~n la filosofía de la antigüedad
clásica y las recurrentes en el pensamiento cristiano podían desarrollarse para
establecer un fundamento racional de la ética v demostrar con ello una
formulación de la virtud verdadera que pudiese ser vinculante para cualquier ser
humano dotado de razón. La escala de la síntesis entre ética y teología moral
realizada por Santo Tomas es inmensa. Cubre tanto cuestiones teóricas como
normativas y está dispersa por muchos textos. Los quince volúmenes de la actual
edición Blackfriars de la Summa Theologiae y muchos otros comentarios y
tratados independientes se refieren de una u otra forma a la ética y los valores.
Por ello, dada la extensión de este corpus sería absurdo pretender algo más que
identificar lo esencial de la teoría.

Hablar de la «ley natural» es así referirse a aquella parte del orden general de las
cosas que afecta al género humano y a su marcha hacia la perfección. Esta ley
está encarnada en tendencias naturales del ser humano, como las tendencias a la
autoconservación, a formar pareja y criar hijos, a cooperar con los demás en
sociedad, etc. Además de esta fuente empírica de valores y exigencias morales
está la «ley de Dios» promulgada a la humanidad mediante la ley mosaica y otras
partes de la revelación de Dios. Sin embargo, para Santo Tomás ésta no
constituye una fuente de mandamientos alternativos o adicionales, sino más bien
una fuente suplementaria de aquellas disposiciones la conformidad con las cuales
es necesaria para alcanzar el bienestar. Lo que la teología cristiana añade a esta
teoría moral de base aristotélica es, en primer lugar, la asistencia sobrenatural,
mediante la revelación y la gracia, y en segundo lugar una transformación
sobrenatural de la meta de la virtud, desde el estado que Aristóteles concibe como
felicidad consumada (eudaimonía) al de beatitud (beatitudo), consistente en la
unión eterna con Dios. Al otorgar un lugar apropiado a la dimensión religiosa de la
moralidad uniéndola a una teoría racionalista en sentido amplio, Santo Tomás
trazó una senda entre dos grupos de filósofos de la época: los averroístas latinos y
los voluntaristas franciscanos. Los primeros, el más importante de los cuales fue
Siger de Brabante (1240-84), mantenían una versión cabalmente naturalista del
eudemonismo aristotélico. Por el contrario, los últimos criticaron la idea de que la
ley de Dios es de hecho una «guía de usuario» para la vida humana, y mantenían
que constituye una fuente de obligación independiente arraigada en la voluntad
legisladora de Dios. Este resurgir del pensamiento agustiniano comenzó en vida
de Santo Tomás en las obras de tendencia mística de San Buenaventura (1217-
74), Raimundo Lulio (1235-1315) y del Maestro Eckhardt (1260-1327) que
subrayaban la iluminación de Dios y la orientación de la voluntad del alma hacia
Dios. Sin embargo fueron más significativos desde el punto de vista filosófico los
escritos de los dos mayores pensadores franciscanos del periodo, a saber, Duns
Escoto y Guillermo de Occam.
Hasta fecha reciente era común considerar que ambos filósofos (pero en especial
Occam) suscribieron versiones consumadas de voluntarismo teísta, es decir, la
concepción de que una acción es buena si y sólo si Dios la ordena o la aprueba.
Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Escoto tiene mucho en común con la
teoría tomista de la «recta razón» pero atribuye dos funciones especiales a la
voluntad. Por una parte, el objeto de valoración moral es siempre un acto de
voluntad, y por otra Dios es capaz de otorgar a las disposiciones morales el
estatus adicional de obligaciones absolutas queriendo su obediencia (Opus
Oxoniense III).

Occam va más allá en la ubicación de la fuente de la moralidad en la voluntad de


Dios al afirmar que dado que Dios es omnipotente puede hacer cualquier cosa por
evitar lo imposible desde el punto de vista lógico. El criterio de la imposibilidad
lógica es la contradicción. Así pues, si un enunciado no es contradictorio la
situación que describe es al menos lógicamente posible y por lo tanto puede ser
creada por Dios. Pero un enunciado moral como «el robo es permisible» no es
contradictorio -aun cuando sea falso. Por consiguiente, si Dios es omnipotente
debe resultarle posible hacer que el robo sea permisible sin cambiar por ello
ninguna otra cuestión lógicamente independiente. Una, y quizás la única, forma en
que esto podría conseguirse sería si la permisibilidad, la exigencia y la prohibición
se constituyen sencillamente mediante actitudes de Dios. Es decir, si el carácter
moral de una acción es una consecuencia lógica inmediata del hecho de que Dios
la tolere, ordene o prohíba. De hecho, Occam estaba dispuesto a conceder que
gran parte de lo que consideramos bueno y malo lo es por las razones
presentadas por la teoría de la ley natural. Pero al igual que Escoto percibió que
esta teoría tiene dificultades para explicar el carácter legalista de algunas
exigencias morales, y afirmó además que la creencia en la omnipotencia absoluta
de Dios debe implicar la posibilidad de invertir el orden moral por la simple
voluntad de Dios al efecto (Reportatio, IV, q 9).

El pluralismo del Renacimiento y el declinar de la escolástica

Occam fue el último filósofo de la edad de oro de la escolástica medieval. En el


siglo posterior a su muerte, los mundos intelectual y político se transformaron por
el auge de la ciencia y el declinar de la Iglesia de Roma. Una vez más, la Europa
occidental sucumbió a las guerras políticas y de religión, pero por lo que respecta
a estas últimas el origen del ataque no fue como antes, una fe extraña; más bien
surgió de la propia Iglesia cristiana, por obra del clero escandalizado o disidente
así como de otros miembros de las órdenes religiosas. Por ello no es sorprendente
que los líderes de la Reforma v los de la nueva ciencia natural estuviesen
dispuestos a dejar de lado una tradición filosófica que por entonces habían llegado
a asociar estrechamente con el viejo orden.

Dicho esto, también hay que decir que no se detuvo el movimiento de desarrollo
de la teoría ética de Aristóteles. Lo que sucedió es que se escindió en dos
direcciones y siguió avanzando durante un tiempo. La división correspondió a los
intereses seculares y religiosos y también fue considerablemente geográfica. En
Italia, un grupo de escritores y científicos naturales con base en Padua y
alrededores se remontaron a los averroístas latinos de doscientos años atrás, y
por encima de éstos al propio Aristóteles, como fuente de una teoría ética
totalmente naturalista congruente con su cosmovisión científica más amplia. El
más renombrado de los filósofos de este grupo -por lo demás, poco conocido- fue
Pietro Pomponazzi (1462-1323), quien en razón de su materialismo filosófico, su
epistemología escéptica y su teoría ética casi utilitaria sintonizaría sin duda con el
clima filosófico actual. Mientras, en la península ibérica persistió la tradición
tomista entre un grupo de neoescolásticos católicos. Gran parte de su obra
consistió en la exposición y comentario de los escritos de Santo Tomás y de
Aristóteles, pero también aportaron algo a esta tradición al intentar relacionarla
con las nuevas circunstancias. El dominico Francisco de Vitoria (1480-1546), por
ejemplo, consideró la legitimidad de utilizar la violencia en defensa de la sociedad
y con ello llevó a un mayor desarrollo la doctrina de la «guerra justa». La ética
normativa defendida por el jesuita Francisco Suárez se hizo eco de esta misma
cuestión. Suárez fue probablemente el más distinguido de los tomistas españoles,
y aunque fue un gran comentarista de Santo Tomás sus ambiciones iban más allá
de la reexposición de las doctrinas del «Doctor Angélico». Su propia síntesis de la
escolástica también se inspiró en las ideas metafísicas de Occam, lo que le llevó a
suscribir una concepción en la que la voluntad del agente y la de Dios
desempeñan un importante papel en la determinación del valor moral de la
conducta. Sin embargo, quizás la principal significación histórica de los escritos de
Suárez fue su condición de canal mediante el cual se difundió por toda Europa la
filosofía moral tomista a personas no formadas en la tradición escolástica,
incluidas aquellas que, como Hugo Grocio (1583-1645), eran profundamente
hostiles a sus asociaciones religiosas particulares pero que sin embargo (a
menudo de manera inconsciente) desarrollaron ideas morales similares a las de
los escolásticos católicos. Mucho más próximo en su concepción teológica a
Suárez, aun aislado de los círculos tomistas, fue su contemporáneo inglés Richard
Hooker (1553-1600) que se inspiró en la teoría de la ley natural presentada por
Santo Tomás para crear una propuesta de relación entre la ley natural y la ley
revelada. En realidad fue tan grande la influencia de las ideas tomistas sobre
Hooker en su escrito titulado The Laws of Ecclesiastical Polity que llegó a ser
conocido como el «Santo Tomás anglicano».

Varios factores contribuyeron a la reacción posmedieval contra la escolástica.


Además del auge de la ciencia empírica y la fragmentación de la Iglesia universal,
en la filosofía se registró un movimiento en contra del aristotelismo y en favor del
regreso a las doctrinas platónicas. Esta tendencia se debió en parte al
redescubrimiento de los autores de la antigüedad clásica y a la mayor
disponibilidad de sus obras gracias a las traducciones. Esto fomentó un
eclecticismo algo acrítico, al haber menos interés por determinar la congruencia
interna de las recopilaciones de ideas que por adivinar las cualidades estéticas de
las partes y los todos. Al comienzo de este proceso, Nicolás de Cusa (1401-64) se
había inspirado en la metafísica pitagórica y platónica y en la mística cristiana para
construir una explicación de la realidad según la cual hay un movimiento general
de toda la humanidad hacia Dios, dirigido bajo la orientación del amor místico.

Estas ideas pasaron a un primer plano en los escritos de los autores vinculados a
la Academia neoplatónica fundada en Florencia en el siglo xv bajo el patronato de
Cósimo de Medici. Las dos figuras principales de este círculo fueron Marsilio
Ficino (1433-99) y Giovanni Pico della Mirandola. Al igual que Nicolás de Cusa,
Ficino funde ideas presocráticas y agustinianas sobre la eficacia causal del amor
como principio universal, pero pasa entonces a identificar esto a una noción
generalizada de hombre, formando así la idea de humanidad (humanitas) como
valor moral primordial.

Quizás más importante que la intoxicación resultante de estas asociaciones


fugaces de ideas fueron las numerosas traducciones de textos clásicos por obra
de los miembros de la Academia de Florencia. Además de introducir ideas nuevas
en el pensamiento renacentista, estos textos fomentaron el desarrollo de una
forma diferente de concepción del pensamiento moral y social, a saber, las fábulas
literarias de edades de oro pasadas o futuras. Mientras que la escolástica
renacentista intentó ampliar la metodología filosófica de la Summa
Theologiae haciendo acopio de más material para el análisis lógico y la
sistematización posterior, los humanistas del Renacimiento fijaron su mirada en
la República encontrando en ella el modelo perfecto para la expresión literaria de
sus ideas. Fue así como durante la larga víspera de la época moderna Vitoria
escribió su Comentario a la segunda parte de la Summa Theologiae, Sir Thomas
More (1478-1535) escribió la Utopía, y Suárez escribió De Legibus cuando
Tommaso Campanella (1568-1639) redactaba su Ciudad del sol (hay que
conceder cierta licencia al autor del ensayo por lo que respecta al emparejamiento
cronológico de estas obras). También tiene interés el hecho de que mientras que
Vitoria y Suárez conservan el teocentrismo de la teoría ética medieval, Moro y
Campanella presentan concepciones homocéntricas estructuradas mediante
visiones de futuros políticos secularizados. Éste era el estado del pensamiento
moral a finales del Renacimiento.

Ética Moderna

La modernidad se inicia con el renacimiento (aproximadamente s. XVI) y se


prolonga hasta principios del s. XIX. Sus rasgos principales son: eliminación de la
sociedad feudal, aparecimiento de la clase burguesa, creación de los estados
modernos, la ciencia reemplaza a la religión en forjar la nueva mentalidad, la
Iglesia católica deja de ser el poder central y aparece una filosofía eminentemente
racionalista.
Desde el Renacimiento surge un humanismo que trata de reivindicar al hombre,
concibiéndolo como un ser autónomo y racional. Por tanto, de igual forma, la Ética
de este periodo se caracteriza por su antropocentrismo.

Se denomina Renacimiento al fenómeno cultural iniciado en la Edad Moderna que


retoma los principios de la antigüedad clásica pero actualizándola, sin renunciar a
la tradición cristiana sustituyendo la omnipresencia de lo religioso por el aumento y
afirmación de los valores del mundo y del ser humano.
Todo esto va acompañado de una nueva visión del mundo, de unos cambios
sociales y políticos y determinados descubrimientos científicos y geográficos
( Copérnico, Galileo , Kepler …). Es muy importante el descubrimiento de la
imprenta ( Gutenberg ), ya que con ella se difunde más fácil y rápidamente la
información, así como los conocimientos.
Muchas de las premisas del Renacimiento se vislumbran e iban fraguando ya en
tiempos del gótico, en la Edad Media, por lo que el Renacimiento no supone un
corte con lo anterior. Es un arte que se aparta de la fe y la religión frente a la
razón, lo que se debe a las nuevas ideas de la sociedad del momento.
Hay un gran interés por traducir los textos clásicos que llegan tras la caída de
Constantinopla (1453) en manos de los turcos, muchos sabios emigran a Italia
aportando sus textos y cultura.
La palabra que define este movimiento es el humanismo , que se caracteriza
porque las ideas van centradas en la figura del hombre. Es un paso del
teocentrismo medieval al antropocentrismo renacentista.
En cuanto al aspecto artístico, la llegada del Renacimiento supone un cambio de
los elementos góticos por los elementos de la cultura grecorromana, buscando las
medidas que llevan a la armonía. Se intentan utilizar elementos armónicos que
rigen el universo para sus representaciones. Además, se buscan unas relaciones
de belleza y armonía a través de las matemáticas. La escultura del ser humano se
convierte en un elemento fundamental.

Uno de los cambios más destacados es la aparición de la perspectiva , que


consiste en la representación de la tercera dimensión.
Qué fue el Renacimiento
Como ya lo expresamos, se denomina Renacimiento al fenómeno
cultural o movimiento de revitalización cultural que surge en Europa Occidental
durante el siglo XIV, que se desarrolla en los siglos XV y XVI y que se muestra
como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este
entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de
un ideal de perfección, explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad se
trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado
aquellos pueblos.
En principio, se aspiró a una renovación en todos los aspectos de la cultura
humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etcétera encaminada a la hechura de un
hombre que fuera compendio y resumen de todas las perfecciones físicas e
intelectuales. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo
cívico y lo religioso .
También se puede afirmar que el Renacimiento es uno de los grandes momentos
de la historia universal que marcó el paso de mundo Medieval al mundo Moderno .
Es un fenómeno muy complejo que impregnó todos los ámbitos yendo, por tanto,
más allá de lo puramente artístico como ha querido verse.
La educación empieza a cobrar una importancia primordial y, como las normas
medievales no funcionan, se acude a los clásicos de la Antigüedad, quienes
actúan como modelos y estímulo. La recopilación de los códices antiguos, el
análisis y asimilación del espíritu que animaba a griegos y romanos constituye el
movimiento denominado Humanismo.
El término Renacimiento, entonces, simboliza la reactivación del conocimiento y el
progreso tras siglos de predominio de la mentalidad dogmática establecida en la
Europa de la Edad Media . Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el
mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando
el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por un cierto antropocentrismo.
El Renacimiento es, ante todo, un espíritu que transforma no sólo las artes, sino
también las ciencias, las letras y formas de pensamiento. En su conjunto, como ya
dijimos, se ha visto una clara reacción al espíritu teológico de la Edad Media; sin
embargo, la ruptura no se produce de manera violenta.
Durante buena parte del siglo XV se mantienen las formas del arte medieval,
iniciándose una convivencia entre los clasicismos, que poco a poco van a ir
imponiéndose a los elementos góticos en autores como Brunelleschi o Fra
Angelico que ensayan movimientos que posteriormente se van a desarrollar. Esta
serie de fenómenos nos dan a entender que hablar de ruptura no es del todo
correcto, es quizá más una evolución que nos permite comprender mejor ciertas
manifestaciones del siglo XV.
Orígenes del Renacimiento
El Renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su
apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa
excepto Rusia.
En el transcurso de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la
madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa
de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras.
La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen
ya no sólo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales. Pero el
desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho
simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante.
Las transformaciones culturales del Renacimiento
En cuanto a cultura y modo de vida en el Renacimiento, se puede decir que
mientras en la era anterior, que a su vez marca el principio del renacimiento, la
gente vivía dentro de grandes propiedades de nobles de la época
llamadas feudos y cada uno de estos tenía dentro de sus propiedades todo lo que
necesitaba para ser autosuficiente, ahora se cambia este tipo de vida y
comenzaron a desarrollarse propiamente lo que son las ciudades y las villas o
poblaciones, pasando poco a poco el dominio de la comunidad a los comerciantes
y fabricantes de todo tipo de bienes (tanto de necesidad como suntuarios) y que la
gente, ya fuese noble o plebeya, requería o deseaba poseer.
En el Renacimiento cabe destacar también el desarrollo de la arquitectura, así
como la creación de grandes obras de la literatura universal como "La Divina
Comedia", de Dante Alighieri; obras también surgieron de Francisco Petrarca y
Juan Boccaccio y muchos otros literatos.
Las Cruzadas habían intensificado el tráfico comercial entre Oriente y Occidente,
enriqueciendo especialmente a las ciudades italianas Venecia, Génova, Pisa y
Florencia. Dentro de sus muros y al amparo de sus escuadras, un grupo de
banqueros, comerciantes, industriales y artesanos consiguieron la seguridad y la
libertad para el despliegue de sus capacidades personales.
Estos burgueses aprendieron, mediante la experiencia personal y colectiva, que el
éxito de sus empresas económicas dependía de la capacidad para calcular y
anticiparse a las circunstancias mediante decisiones oportunas. Su posición
individual en la sociedad no dependía del nacimiento ni del arbitrio del señor ni de
la voluntad divina, sino de sí mismos.
Políticamente, Italia se organizó en torno a ciudades-estado que obtuvieron un
gran auge artístico y político encabezadas por Florencia.
En el Renacimiento, entonces, la historia de Italia es la de sus cinco estados
principales: Florencia, Milán, Nápoles, Venecia y el Papado. Las constantes luchas
por ampliar las fronteras hicieron posible la creación de un nuevo grupo social:
los Condottieri , que eran personajes especializados en la guerra, grandes
estrategos que estaban generalmente al mando de una compañía, aunque, en
última instancia, su suerte la decidían el poder, las necesidades, los objetivos y los
recursos del príncipe o Estado al que servían.
Las guerras entre los estados italianos se hacían mediante contratos, por tanto, a
través de los condottieri, durante casi dos siglos. Esta tradición seudo-mercenaria
se hizo presente en Europa desde el siglo XIII, gracias en parte al desarrollo
económico de las ciudades, el crecimiento demográfico y la tradición de las
Cruzadas, haciendo posible que parte de la clase de terratenientes se aúnen para
producir un gran excedente de grupos armados fuertemente cualificados.
Desde finales del siglo XV los condottieri fueron personajes para los que la guerra
era una empresa esporádica más que una actividad permanente; la clave de este
sistema se basaba en lacondotta, contrato en el que se especificaban las
condiciones de los servicios prestados por el capitán y sus soldados y su
retribución por ellos.
Este tipo de contrato se utilizó en otros ámbitos, gracias al nacimiento de una
fuerte burguesía próspera que buscaba su propio beneficio. Nace ahora
la clientela , debido a que la economía se va liberando y van tomando autonomía
los pequeños comerciantes y banqueros que, con su mecenazgo, van a impulsar
relaciones comerciales a nivel nacional e internacional.
Pero este movimiento de capital no estaba controlado por un Estado fuerte que
promoviera dichas iniciativas, sino que generalmente funcionaban como empresas
privadas, gestionadas a menudo sobre una base familiar, subordinándose a la
iniciativa de un linaje o clase social acomodada. Generalmente se trataba de
aristócratas que no eran miembros de la nobleza ni pretendían serlo, y, sin
embargo, eran reconocidos como personajes de alto prestigio en la sociedad
renacentista. Se mantenían al margen de la corte, valiéndose de la situación de
que el príncipe o monarca no conocían los mecanismos financieros, abriéndose
para ellos un campo extraordinario de oportunidades como operadores
económicos o intermediarios entre ellos financiando algunos de los gastos
extraordinarios de la corte. Pero aun sin pertenecer a la clase nobiliaria y
eclesiástica, gracias a su capital rivalizaron con ellos.
Ya hemos dicho antes que el Renacimiento surgió en Italia, pero, además, el
Renacimiento del siglo XV se da sólo en este país. Se puede decir que en Francia,
España y Alemania hacia 1450 a 1500 ya se conoce este movimiento, pero no se
desarrolla plenamente hasta el siglo XVI.
El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la recuperación de la grandeza de
Roma, que tras la caída del Imperio Romano, y un periodo de anarquía y
confusionismo, desde el quattrocento se trata de romper con esa etapa bárbara
para volver a esa idea de grandeza latina. La pérdida de poder de la iglesia hizo
que se propagaran las herejías, que a fines del siglo XVI propiciarán la Reforma
Protestante .
En esta época el Imperio Bizantino se tambaleaba por los turcos; la economía
europea estaba en crisis y las revueltas se propagaban. Esta etapa de crisis afectó
al pensamiento: el escolasticismo de la Edad Media cae en un escepticismo
radical. Los primeros pensadores cristianos concedían una primacía al
espiritualismo sobre lo material, existía una visión providencialista, el poder de los
Papas sobrepasaba al de los Príncipes y esto dio lugar a inicios del Renacimiento
a enfrentamientos entre ambos poderes.
La teoría política de este periodo llega a su apogeo con Nicolás Maquiavelo ,
pensador que influirá posteriormente en el pensamiento del Barroco. Como
secretario de la Cancillería florentina, cumple numerosas misiones al servicio del
gobierno de su ciudad. Es un excelente observador y en sus escritos refleja el
apasionante mundo político de su época.
Su vida y personalidad se hubiera limitado a la urgente y múltiple actividad
diplomática si sus rivales no le hubieran enviado al destierro durante doce años.
En el retiro redacta las obras que lo han inmortalizado. En ellas se presenta un
conjunto de máximas prácticas, sugeridas por sus observaciones personales y el
estudio de la historia romana.
Maquiavelo propone por primera vez la total separación de poderes entre la Iglesia
y el Estado, pero incluso fue más allá: en su obra Discursos afirmó que el objetivo
de un buen gobernante debía ser el bienestar de su comunidad, por tanto el
soberano podía saltarse cualquier cuestión moral, ética o religiosa.
La polémica estaba servida en los núcleos eclesiásticos, culminando con
la Reforma . Todas estas ideas fueron posibles también gracias a los avances
científicos de este periodo. La ciencia cobrará un fuerte desarrollo gracias
al humanismo y la inquietud intelectual.
El humanismo tiene sus antecedentes en plena Edad Media, en la modernidad del
pensamiento de Abelardo , filósofo francés del siglo XII, que propugno una filosofía
individualista ensalzando la grandeza humana, en un momento en que domina la
idea de Dios sobre lo terrenal.
El término Humanismus fue acuñado en 1808 por el alemán Netharmer ,
refiriéndose al valor formativo en la educación de los clásicos grecolatinos. El
humanista del Renacimiento era por definición un erudito, un hombre culto,
enamorado de la antigüedad y preocupado por el estudio de todas las disciplinas
en el campo del saber. Se siente atraído por la filosofía de Platón.
El hombre humanista se centra en el estudio de la cultura clásica, en el estudio del
hombre como individuo y en su capacidad intelectual para el estudio de todos los
campos del saber: ciencia, filosofía, arte... El ideal es un hombre completo,
armónicamente desarrollado en lo físico y en lo espiritual que no limita su saber a
un campo concreto, sino abierto a lo universal. La plena confianza que se tiene en
el hombre da lugar al antropocentrismo .
El intelectualismo de este periodo produjo grandes avances en el mundo de las
ciencias, acrecentado por el descubrimiento de la imprenta que ayudó a la difusión
del conocimiento por todas las cortes europeas.
Se puede decir que esta técnica contribuyó en mucho a la difusión del
conocimiento por el ser humano, pues antes elaborar un libro requería de
muchísimo trabajo y dedicación, principalmente por parte de los monjes, para
realizar una copia manuscrita de cualquier texto para su difusión.
La astronomía fue uno de los campos más importantes en el progreso científico,
que influirá en el cambio de pensamiento de los europeos gracias a la obra
de Copérnico De Revolutionibus Orbium Caelestium donde tira por la borda
las teorías geocentristas de Ptolomeo , afirmando un sistema heliocéntrico que
explica de manera más efectiva los fenómenos astronómicos observados. Se
producen también extraordinarios inventos en el campo de la navegación ,
impulsados por el descubrimiento de América : aparecen el astrolabio y el
nocturlabio, la carta náutica o portulano , inventos que facilitaron la navegación y
el afán de aventura y conquista de nuevos territorios.

El Humanismo
El humanismo (representantes principales Maquiavelo, Tomas Moro) como tema
hace referencia, principalmente en los grandes pensadores de la época, tanto en
lo cultural como en lo histórico a seis aspectos generales:
1.- Antropocentrismo (es decir enfoque en el ser humano) en lugar de
Teocentrismo (enfoque en Dios), ya que las principales ideas y obras del
renacimiento buscan tributar honor al hombre, centro de sus preocupaciones y su
inspiración.
2.- Retorno a los cánones griegos: tanto la escultura como la pintura retoman los
ideales clásicos y griegos como modelo de sus obras.
3.- Preponderancia de las artes sobre la ciencia y la filosofía.
4.- Reforma protestante: a partir del siglo XVI el cristianismo comienza a verse
divido por gran variedad de religiones protestantes, cuyo principio básico, que es
el libre examen, tratará de echar por tierra la autoridad papal.
5.- Fin del Feudalismo: como ya se había mencionado con anterioridad, la
desaparición de los feudos por las necesidades del comercio con otras partes del
mundo, lo cual traerá consigo el nacimiento de ciudades y estas a su vez el
nacimiento de naciones.
6.- Inventos y descubrimientos: Principalmente entre los primeros la imprenta y en
los segundos el continente americano y con los segundos el nacimiento de los
grandes imperios como el Español y el Inglés.

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