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Los cuasi delitos son obligaciones que tenían por sanción una acción pretoriana in
factum, que llevaba consigo una multa que variaba según los casos
1- El caso del juez que hace suyo el proceso y esta era cuando el juez por
dolo o negligencia dictaba una sentencia contraria a derecho por lo que el
proceso se volvía en contra de si mismo y se daba obligado a reparar el
daño causado mediante el pago de una indemnización equitativa.
2- Cosas arrojadas o derramadas ( effusis et delectis ) se originaba cuando
cuando alguien lanzaba liquidos o solidos desde una casa d habitación y en
este caso se obliga a resarcir el doble del daño causado
3- Cosas arrojadas o derramadas (positis et suspensis)esta es en la que el
pretor prohibio la colocación sobre lugares que dieran a la via publica de
objetos cuya caída pudiera causar un daño
4- Huro o daños cometidos por los propios dependientes y era cuando a
bordo de un navío, en una posada o en una caballeriza, la personade
servicio hubiera cometido un hurto o cusado cualquier daño en perjuicio de
un viajero, la vicittima del delito podía elegir entre perseguir al autor del
hecho si lo conocía, o actuar cntra el dueño del navio, para obligarle a
pagar una indemnización equivalente al doble del daño causado.
EL DOLO
Se considera como culpa todo acto u omisión del deudor, que sin llevar en si la
intención de causar perjuicio al acreedor, produce, sin embargo, el incumplimiento
de la obligación por no poderse satisfacer el objeto propio de ella.
a) Culpa grave: Era aquel hecho u omisión del deudor en que no incurrían ni aun
las personas negligentes o descuidadas.
b) Culpa leve: Era aquel acto u omisión imputable al deudor en que no habría
incurrido un buen administrador de negocios
TEORIA DE LA MORA
Mora Debitoris (mora solvendi –mora de pagar) o mora del deudor: Puede
definirse como el retraso culpable o doloso por parte del deudor, respecto del
cumplimiento de su deber.
Para que exista la mora del deudor son necesarios los siguientes elementos:
Que la obligación fuera exigible; para ello, a su vez, la obligación debía reunir las
siguientes circunstancias:
Que fuera una obligación civil y no natural.
Que no existiera una excepción que pudiera oponerle el demandado
Que si se trababa de una obligación sujeta a condición ella se hubiera cumplido o
fallado en su caso.
Que si se trataba de una obligación a plazo él se hubiera cumplido
Que hubiera culpa o dolo
Que el acreedor haya requerido del deudor el cumplimiento de la obligación.
Efectos:
- Si el objeto de la obligación es un cuerpo cierto , el deudor soportaba los riesgos,
es decir, si este cuerpo llegaba a perecer, así fuera por caso fortuito o fuerza
mayor, estaba obligado a indemnizar al acreedor por la falta de cumplimiento de la
obligación.
- Si el objeto consistía en sumas de dinero, el deudor estaba obligado al pago de
daños e intereses al acreedor, por los perjuicios que el incumplimiento de la
obligación le había causado.
Los juristas romanos no construyeron una teoría del contrato, como tampoco lo
hicieron del negocio jurídico, del cual el contrato no es más que una especie, por
lo cual no puede encontrarse en sus obras una exposición sistemática sobre los
elementos del contrato, pero la doctrina jurídica contemporánea tomando como
base las soluciones concretas que se encuentran en el Corpus Iuris Civilis ha
podido señalar tales elementos, particularmente con referencia a la
estipulación, clasificándolos en esenciales, naturales y accidentales.
Entre los elementos esenciales pueden distinguirse, a su vez, los que lo son a
todos los contratos, como la capacidad y el consentimiento de las partes, el objeto
y la causa, de aquellos otros que solo se exigen para determinados contratos,
como serían las palabras sacramentales en la sponsio, las inscripciones en el
contrato litteris, la datio en el mutuo, la gratuidad en el mandato, etc.
Ahora solo nos centraremos a analizar los elementos esenciales a todos los
contratos:
1º Capacidad
c) A los alieni iuris, es decir, las personas que en razón de su status familiae se
hallaban in potestate (como el filius familias y la mujer in manu). Es necesario
hacer algunas salvedades, el fillius familias podía figurar activamente en un
contrato adquiriendo, en consecuencia un crédito, pero no para sí, sino para el
pater bajo cuya potestad se encontraba. A parte de ello, podía también obligarse
por contrato cuando tuviera un peculio, y siempre en la medida de este último.
Incapacidades de hecho
a) Los infantes, es decir, los menores de siete años, que no podían figurar en los
contratos como acreedores ni como deudores.
d) Las mujeres púberes sui iuris, que mientras estuvieron sometidas a la tutela
perpetua de sus agnados, soportaron un estado de incapacidad análogo al de los
pupilos, pues podían llegar a ser acreedoras en virtud de un contrato, pero no
obligarse sin la auctoritas del tutor.
2º Consentimiento
Los autores discuten si el mismo queda concluido, en este ultimo caso, desde el
momento en que la aceptación es enviada al proponente, o recién desde aquel en
que este la recibe. Windscheid propicia, a su vez, una solución que se podría
calificar ecléctica, y que muchos consideran aceptable. Dice, en efecto, que si el
contrato es bilateral, es decir, si las dos partes se obligan recíprocamente, la regla
es que el proponente queda obligado desde que la aceptación le ha sido enviada.
(Criterio de la emisión) y el aceptante solo desde el momento en que su
aceptación llega al proponente, (criterio de la recepción).
3º Objeto
Puede definirse como “el hecho positivo o negativo que debe realizar una de las
partes en beneficio de la otra, o las dos partes cuando ambas resultan acreedoras
y deudoras en virtud del contrato”.
Pero no cualquier hecho podía ser objeto del contrato; para que se lo aceptase
como tal, debía reunir las condiciones que siguen:
b) Debía ser lícito. El hecho prohibido por la ley o contrario a la moral o a las
buenas costumbres, como sería cometer un homicidio o ejercer la prostitución no
podría ser objeto de un contrato.
c) Debía ser determinado. Esa determinación no tenía que ser absoluta y actual,
bastaba con que lo fuera relativamente.
4º Causa
ACCION NOXAL
La víctima del delito tenía para ello una acción, denominada noxal cuya sentencia
condenaba a un resarcimiento patrimonial o al abandono noxal.
Al igual que la esclavitud esta situación podía cesar por vindicta, censo o
testamento. El abandono noxal de los filius, que ya no era común en el Bajo
Imperio, desaparece en épocas del emperador Justiniano. Con este emperador los
esclavos que hicieran ganar el monto indemnizatorio a su nuevo amo, podían
exigirle la manumisión, con lo cual era una situación ventajosa, pues otros
esclavos no dados en noxa, no tenían esa posibilidad.
CESIÓN DE CRÉDITOS
B.- Procuratio in rem suam. A través de esta figura, la cesión se llevaba a cabo
haciendo uso de la representación procesal. El cedente le otorga un mandato al
cesionario autorizándole a cobrar el crédito en su nombre pero en beneficio propio,
cediéndole, de esta manera, más que el crédito el derecho de acción para poder
cobrarlo en un juicio.
Para evitar la usura o los abusos que esa situación pudiera provocar, el derecho
posclásico estableció las siguientes limitaciones:
ASUNCIÓN DE DEUDAS
En la cesión de deudas, tenemos la sustitución del deudor por otra persona que
asume la deuda; es decir, que se compromete a pagar la deuda del primero.
También para transmitir las deudas se recurrió a la procuratio in rem suam, que ya
conocemos, y a la novación, que en este caso recibe el nombre de delegación
(Ulpiano, D. 46,2,11).
El primer deudor o deudor original que sale de la relación, recibe el nombre del
delegante; el nuevo deudor, el de delegado, y el acreedor, que es el mismo el de
delegatario.
Los modos extintivos que operan ipso iure son: el pago, la novación, la concisión,
la pérdida de la cosa debida, el mutuo disentimiento, el concurso de causas
lucrativas y la muerte o capitis deminutio del deudor.
Pago
Novación
Confusión
Mutuo disentimiento
Compensación
Según parece, el ámbito propio de las obligaciones naturales, dentro del Derecho
clásico, no es otro que el de los créditos y deudas de las personas sujetas a
potestad –filiifamilias y servi–. En cualquier caso, la jurisprudencia clásica no
elabora una doctrina general, limitándose a reconocer la existencia de figuras
particulares.
+ La prestación de operae al patrono por parte del liberto, sin que haya mediado
promesa –promissio iurata–.
1. HEREDES NECESARI: eran los que se encontraron bajo la patria potestad del
cujus al momento de morir como era el hijo, los hijos etc.
2. SUCESIÓN UNIVERSAL: la cual podría darse en dos sentidos para indicar el
patrimonio que se transmite y en segundo para indicar la conducta.
VÍAS SUCESORIAS
2. Vía testamentaria: esta vía era más fuerte que la legítima pero también podía
derogarse, si aparecía un testamento posterior y de ahí la frase “el testamento
posterior deroga al anterior”.
3. Vía oficiosa: era la más fuerte de todas ya que esta podía corregir lo
estipulado o previsto en un testamento, siempre y cuando dicho testamento
hubiera sido hecho de manera incorrecta.
Ya que el pretor tenía un trato igualitario para todos los coherederos y por si fuera
poco el emancipado podía trabajar por cuenta propia había enriquecido el
patrimonio del de cujus.
Es decir la ley de las doce tablas prescribía el cómo se iba repartir el patrimonio
del decuyas y de acuerdo a la ley de las doce tablas hay tres órdenes sucesorios:
Era aquella en la cual la conciencia jurídica y popular comenzó a exigir por la vía
legitima sucesoria se inspirara en el afecto que denominan las relaciones
familiares es decir que se tomara en cuenta por primera vez la sucesión por vía
femenina así como que tuvieran derecho a la herencia los hijos emancipados y la
viuda siempre y cuando esta hubiera sido casada del matrimonio sin manos.
–IBARI: que correspondían a las antiguos herederos necesarios, solo que aquí el
hijo emancipado ya tenía derecho a la herencia ya que el pretor consideró que la
emancipación ya no era ningún castigo sino al contrario, el hijo emancipado había
trabajado por cuenta propia y de esta manera acrecentado el patrimonio del
decuyas y por lo tanto sí tenía derecho a la herencia.
–COGNADOS: Esto consiste en que 1a vez se reconoce la vía mazo y fem ya que
la mujer tenía la esperanza de recibir la herencia de su propio marido siempre y
cuando hubiera sido casada de MANERA (SINE MANAS)
–La viuda: Esto sucedía cuando no había un heredero legítimo en las categorías
de personas anteriores y en este caso la herencia se la entregaba al cónyuge
supérstite-la cónyuge que sobrevivía pero esta debía haber sido casada de
manera sine manus.
SUBSTITUCIÓN Y DESHEREDACIÓN
Además de la institución de heredero existen otras condiciones que pueden
quedar la estipulado en su testamento tal es el caso de las instituciones.
*El padre no puede nombrar sustitutos para sus hijos sin la institución de heredero
debido a que nada vale lo escrito en un testamento sin la institución de heredero.
DESHEREDACIÓN
Según la ley de las 12 tablas lo instituido en un testamento era ley debido a que el
páter estaba facultado a tal manera que podía decidir sobre la vida y muerte de su
propio hijo a mayor razón podía desheredarlo. Sin embargo más adelante te
fueron dando ciertas reglas específicas basadas en la costumbre para impedir que
el páter desheredara sin motivo alguno a sus propios hijos.
Aquellas personas que se encuentran bajo la potestad del páter las cuales
deberán ser sustituidos o desheredados por ejemplo un páter que tiene bajo su
potestad a su hijo y a su nieto, en este caso su hijo será el heredero presuntivo y
su nieto el sustituto pero se tiene la patria potestad sobre el nieto este será el
presuntivo.
REFORMAS DE JUSTINIANO
Justiniano reforma las reglas de la desheredación con una constitución del año
531 después de Cristo y dichas reformas constituyen en:
1a-Suprimió cualquier distinción entra cualquier descendiente para incluirlo a la
herencia.
2a-Confirma el derecho pretoriano diciendo que todo heredero debe ser instituido o
desheredado
.
3a-Coincide con Sabino en que cualquier omisión como heredero acarrea la
anulidad abinitio (nulidad es desde el inicio) y además suprime el jus Adsarecendi.
*Objeto: Directo
Elementos Formales:
Revocar, del latín revocare, significa dejar sin efecto una disposición. Como ya
hemos aprendido, el testamento es un acto revocable y el testador es libre de
modificar hasta el momento de su muerte las disposiciones testamentarias.
+ Formas de revocación del testamento en el Derecho romano
Ahora bien, la revocación podía realizarse de distintas formas:
LEGADOS
Es una disposición mortis causa contenido en un testamento o en un codicilio
confirmado y siempre con carga al heredero, cabe recordar que la institución de
heredero y el testamento son sucesiones a título universal en cambio el legado
son sucesiones a título particular, es decir el legado es un traspaso de derecho
singulares pero siempre con carga al heredero.
3. tanto para el derecho Clásico como para el Justiniano el legado es una parte
que le es quitado al heredero a lo que los romanos llamaron delibatio
hereditatis D.30.116.
CLASIFICACIÓN DE LEGADOS
RESTRICCIONES AL LEGADO
-LEX VACANIA, que prohibió al legatario recibir una parte mayor que el heredero,
sin embargo esta ley no fue perfecta porque los testadores podían instituir a varios
legatarios mermando de esta manera el patrimonio del heredero.
RESUMEN DE ETICA
Evolución de la Ética Jurídica en la época clásica:
Ética Antigua:
1) Socráticos
2) Los Sofistas
3) Estoicos
4) Epicureísmo
1) Socráticos:
Sócrates nació en Atenas por el año 470 a.C. Su máxima preocupación fue el
filosofar. No dejo nada escrito pero, Platón su discípulo más brillante, recogió la
mayor parte de sus enseñanzas. El método que Sócrates adopto para llegar al
fondo de las cosas fue el dialogo. Gustaba hablar con cualquiera que
encontrara en su camino, interrogándolo una y otra vez sobre un tema
determinado. A esta forma dialogal la bautizo con el nombre de mayéutica, que
significa “arte de dar a luz”
Después de Sócrates.
3) Estoicos
Zenón
Nació en 336 a.C en Kition, pequeña ciudad de Chpre. Fundo uan escuela en
Atenas en el año 306, en el pórtico de Peisianactos, que en griego le decían Stóa
Poililé (pórtico pintado). Murió en 264 a.C.
Crisipo
Nació entre los años 281 y 278 a.C, en Soli (Cicilia). Estudio filosofía y practico la
dialéctica, teniendo como maestro a Cleantes. Pereció entre los años 208 y 205
a.C. Se dice que murió de ingerir mucho vino, aunque también e rumora que murió
de risa al darle vino a su burro y verlo borracho intentando comerse un ficus
4) Epicúreos
Epicuro nació en Samos en 341 a.C. en el seno de una familia pobre. Su padre
era maestro de escuela y su madre adivina. A los diecisiete años de edad se
marchó a Atenas a cumplir el servicio militar, el cual una vez concluido estudio
filosofía por diez años, dedicándose después a la enseñanza de la misma en
Metilene y Lampsaco, regresando posteriormente a Atenas donde dirigió el
movimiento conocido como Epicureísmo. Murió en 270 a.C., dejando algunos
escritos, de los cuales solo se conservan unas pocas cartas y fragmentos breves.
Sin embargo, las principales fuentes sobre su persona y pensamiento son las
obras de los escritores romanos Cicerón, Seneca, Plutarco y Lucrecio.
Ética Medieval
LA PATRISTICA
La patrística es un movimiento intelectual cuyo primer momento se da entre
el siglo II y V d.C, en el que se combina Teología y Filosofía. Pero, la
filosofía se toma primariamente como un recurso para la fundamentación de
la fe cristiana, la cual para volverse convincente, especialmente en las
sociedades más culturizadas, exige una mayor fundamentación racional. El
nombre de patrística viene del hecho de que sus representantes fueron
considerados padres de la iglesia católica. La patrística tuvo como
representantes en el mundo griego a: Arístides de Atenas, San Justino,
Clemente de Alejandría, Orígenes, San Gregorio de Nazianzo, san Basilio
el Grande, San Gregorio de Niza, Nemesio de Emesa. Basolides, Valentín,
manes, Cerinto y Marcion. Y, en el mundo latino a : Tertuliano, Minucio
Felix, Arnobio, Lactancio, Calcidio, Mario Victorino, Macrobio, Marciano
Capella y Agustín de Hipona.
Agustin de Hipona acuña una ética teónima inspirada como todo su
pensamiento tanto en el cristianismo como en la filosofía platónica.
Los fundamentos de la moralidad, como del conocer y del ser, son las
rationes eternae (razones eternas), que existen en la mente de Dios, las
cuales son denominadas por Agustín ley eterna. Ley eterna significa el plan
mundial de Dios o la voluntad de Dios que manda conservar el orden
natural y prohíbe el perturbarlo. La ley eterna abarca, entonces todo el
orden del ser, entendido en su más amplio sentido: el ser de la naturaleza o
del mundo corpóreo, el ser ideal de la validez y el ser de las prescripciones
morales. En fin, la ley eterna que está grabada en nosotros, es aquella con
la que es justo que todo sea ordenado.
En Agustín, la ley eterna es tomada como un orden ideal y total, constituye
el principio de la moralidad. Atendiendo a su contenido, la ley eterna,
coincide con la esencia de Dios o, más exactamente, con la divina
sabiduría. Esto equivaldría a decir que Dios es el principio ultimo del bien
moral, con base a lo cual todo lo bueno es bueno por él, como todo lo
verdadero es verdadero por él y todo lo que tiene que ser lo tiene por él.
Dios es el bonum omnis boni (el bien de todo bien), porque todo lo bueno
es bueno por él.
ESCOLASTICA
En su teoría moral, San Anselmo está influido por la psicología de San Agustín, y
adopta la concepción de que la gracia induce en el alma una disposición a avanzar
hacia el bien (affectio justitiae) adecuando sus acciones a la voluntad de Dios.
También Abelardo (1079-1142) subraya la importancia de la voluntad. La
tendencia agustiniana al voluntarismo (del latín voluntas, que significa «voluntad»)
se aplica tanto en relación al objeto como al criterio de la bondad. Por lo que
respecta a este último, el estándar es, según se dijo, la conformidad con la
voluntad de Dios. En lo referente al primero, Abelardo insiste en que en si las
acciones son moralmente neutras. Además, sugiere que igualmente los deseos o
inclinaciones no son buenas o malas como tales. El objeto apropiado de la
valoración moral es la intención del agente. El vicio no es más que el
consentimiento consciente al pecado, es decir, a la acción realizada en el
conocimiento de su desobediencia a los mandamientos de Dios. Según lo expresa
Abelardo: «el defecto, pues, es aquello por lo cual somos... inclinados a consentir
lo que no debiéramos... ¿qué es ese consentimiento sino ir contra Dios y violar sus
leyes?». Y más adelante en la misma obra ilustra de qué manera el vicio no está
en el deseo sino en el consentimiento. Pone así el ejemplo de un hombre que al
ver a una mujer ve «despertada» la concupiscencia; su mente se pervierte por el
ansia carnal y le incita a un bajo deseo, pero consigue refrenar este lascivo anhelo
mediante el poder de la «templanza» (Seito Teipsum, cap. 2), v alcanza así la
recompensa de obedecer el mandamiento de Dios (presumiblemente el noveno:
no codiciarás a la mujer del prójimo).
Hablar de la «ley natural» es así referirse a aquella parte del orden general de las
cosas que afecta al género humano y a su marcha hacia la perfección. Esta ley
está encarnada en tendencias naturales del ser humano, como las tendencias a la
autoconservación, a formar pareja y criar hijos, a cooperar con los demás en
sociedad, etc. Además de esta fuente empírica de valores y exigencias morales
está la «ley de Dios» promulgada a la humanidad mediante la ley mosaica y otras
partes de la revelación de Dios. Sin embargo, para Santo Tomás ésta no
constituye una fuente de mandamientos alternativos o adicionales, sino más bien
una fuente suplementaria de aquellas disposiciones la conformidad con las cuales
es necesaria para alcanzar el bienestar. Lo que la teología cristiana añade a esta
teoría moral de base aristotélica es, en primer lugar, la asistencia sobrenatural,
mediante la revelación y la gracia, y en segundo lugar una transformación
sobrenatural de la meta de la virtud, desde el estado que Aristóteles concibe como
felicidad consumada (eudaimonía) al de beatitud (beatitudo), consistente en la
unión eterna con Dios. Al otorgar un lugar apropiado a la dimensión religiosa de la
moralidad uniéndola a una teoría racionalista en sentido amplio, Santo Tomás
trazó una senda entre dos grupos de filósofos de la época: los averroístas latinos y
los voluntaristas franciscanos. Los primeros, el más importante de los cuales fue
Siger de Brabante (1240-84), mantenían una versión cabalmente naturalista del
eudemonismo aristotélico. Por el contrario, los últimos criticaron la idea de que la
ley de Dios es de hecho una «guía de usuario» para la vida humana, y mantenían
que constituye una fuente de obligación independiente arraigada en la voluntad
legisladora de Dios. Este resurgir del pensamiento agustiniano comenzó en vida
de Santo Tomás en las obras de tendencia mística de San Buenaventura (1217-
74), Raimundo Lulio (1235-1315) y del Maestro Eckhardt (1260-1327) que
subrayaban la iluminación de Dios y la orientación de la voluntad del alma hacia
Dios. Sin embargo fueron más significativos desde el punto de vista filosófico los
escritos de los dos mayores pensadores franciscanos del periodo, a saber, Duns
Escoto y Guillermo de Occam.
Hasta fecha reciente era común considerar que ambos filósofos (pero en especial
Occam) suscribieron versiones consumadas de voluntarismo teísta, es decir, la
concepción de que una acción es buena si y sólo si Dios la ordena o la aprueba.
Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Escoto tiene mucho en común con la
teoría tomista de la «recta razón» pero atribuye dos funciones especiales a la
voluntad. Por una parte, el objeto de valoración moral es siempre un acto de
voluntad, y por otra Dios es capaz de otorgar a las disposiciones morales el
estatus adicional de obligaciones absolutas queriendo su obediencia (Opus
Oxoniense III).
Dicho esto, también hay que decir que no se detuvo el movimiento de desarrollo
de la teoría ética de Aristóteles. Lo que sucedió es que se escindió en dos
direcciones y siguió avanzando durante un tiempo. La división correspondió a los
intereses seculares y religiosos y también fue considerablemente geográfica. En
Italia, un grupo de escritores y científicos naturales con base en Padua y
alrededores se remontaron a los averroístas latinos de doscientos años atrás, y
por encima de éstos al propio Aristóteles, como fuente de una teoría ética
totalmente naturalista congruente con su cosmovisión científica más amplia. El
más renombrado de los filósofos de este grupo -por lo demás, poco conocido- fue
Pietro Pomponazzi (1462-1323), quien en razón de su materialismo filosófico, su
epistemología escéptica y su teoría ética casi utilitaria sintonizaría sin duda con el
clima filosófico actual. Mientras, en la península ibérica persistió la tradición
tomista entre un grupo de neoescolásticos católicos. Gran parte de su obra
consistió en la exposición y comentario de los escritos de Santo Tomás y de
Aristóteles, pero también aportaron algo a esta tradición al intentar relacionarla
con las nuevas circunstancias. El dominico Francisco de Vitoria (1480-1546), por
ejemplo, consideró la legitimidad de utilizar la violencia en defensa de la sociedad
y con ello llevó a un mayor desarrollo la doctrina de la «guerra justa». La ética
normativa defendida por el jesuita Francisco Suárez se hizo eco de esta misma
cuestión. Suárez fue probablemente el más distinguido de los tomistas españoles,
y aunque fue un gran comentarista de Santo Tomás sus ambiciones iban más allá
de la reexposición de las doctrinas del «Doctor Angélico». Su propia síntesis de la
escolástica también se inspiró en las ideas metafísicas de Occam, lo que le llevó a
suscribir una concepción en la que la voluntad del agente y la de Dios
desempeñan un importante papel en la determinación del valor moral de la
conducta. Sin embargo, quizás la principal significación histórica de los escritos de
Suárez fue su condición de canal mediante el cual se difundió por toda Europa la
filosofía moral tomista a personas no formadas en la tradición escolástica,
incluidas aquellas que, como Hugo Grocio (1583-1645), eran profundamente
hostiles a sus asociaciones religiosas particulares pero que sin embargo (a
menudo de manera inconsciente) desarrollaron ideas morales similares a las de
los escolásticos católicos. Mucho más próximo en su concepción teológica a
Suárez, aun aislado de los círculos tomistas, fue su contemporáneo inglés Richard
Hooker (1553-1600) que se inspiró en la teoría de la ley natural presentada por
Santo Tomás para crear una propuesta de relación entre la ley natural y la ley
revelada. En realidad fue tan grande la influencia de las ideas tomistas sobre
Hooker en su escrito titulado The Laws of Ecclesiastical Polity que llegó a ser
conocido como el «Santo Tomás anglicano».
Estas ideas pasaron a un primer plano en los escritos de los autores vinculados a
la Academia neoplatónica fundada en Florencia en el siglo xv bajo el patronato de
Cósimo de Medici. Las dos figuras principales de este círculo fueron Marsilio
Ficino (1433-99) y Giovanni Pico della Mirandola. Al igual que Nicolás de Cusa,
Ficino funde ideas presocráticas y agustinianas sobre la eficacia causal del amor
como principio universal, pero pasa entonces a identificar esto a una noción
generalizada de hombre, formando así la idea de humanidad (humanitas) como
valor moral primordial.
Ética Moderna
El Humanismo
El humanismo (representantes principales Maquiavelo, Tomas Moro) como tema
hace referencia, principalmente en los grandes pensadores de la época, tanto en
lo cultural como en lo histórico a seis aspectos generales:
1.- Antropocentrismo (es decir enfoque en el ser humano) en lugar de
Teocentrismo (enfoque en Dios), ya que las principales ideas y obras del
renacimiento buscan tributar honor al hombre, centro de sus preocupaciones y su
inspiración.
2.- Retorno a los cánones griegos: tanto la escultura como la pintura retoman los
ideales clásicos y griegos como modelo de sus obras.
3.- Preponderancia de las artes sobre la ciencia y la filosofía.
4.- Reforma protestante: a partir del siglo XVI el cristianismo comienza a verse
divido por gran variedad de religiones protestantes, cuyo principio básico, que es
el libre examen, tratará de echar por tierra la autoridad papal.
5.- Fin del Feudalismo: como ya se había mencionado con anterioridad, la
desaparición de los feudos por las necesidades del comercio con otras partes del
mundo, lo cual traerá consigo el nacimiento de ciudades y estas a su vez el
nacimiento de naciones.
6.- Inventos y descubrimientos: Principalmente entre los primeros la imprenta y en
los segundos el continente americano y con los segundos el nacimiento de los
grandes imperios como el Español y el Inglés.