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UNO

DESDE EL ETHOS
Por: Fredy Fernández Márquez.

“Si buscas la verdad, prepárate para lo inesperado, pues es difícil de encontrar


y sorprendente cuando la encuentras”.
HERÁCLITO

“voy a decir la verdad. ¿Crees que lo permitirás?”


(214e)

Como se sabe, la filosofía griega se divide en tres momentos, a saber, 1-la


Filosofía Preática (600-450 a. n. e), luego 2-la filosofía ática (450-300 a. n. e)
finalmente, 3-la filosofía helenístico – romana (300 a. n. e – 550 d. n. e), desde
estos tres momentos, la Ética o el Ethos, inicia su recorrido en el transcurso de
todos los tiempos; pero se debe de aclarar que la Ética es una rama de la
filosofía, luego la misma Ética ha generado dos ramas más conocidas como la
Bioética y la Ética de la empresa, aunque algunos críticos consideran que la
Ética dialógica también debe considerarse como una rama producida por la
misma Ética.

Al respecto conviene decir que, los griegos en su momento fueron grandes


investigadores, caminantes, aventureros, navegantes, conquistadores y buenos
colonizadores culturales, hasta tal caso que la gran Atenas era considerada
madre de toda la cultura de occidente, valga decir, si cualquier individuos o
sujeto necesitaba “ampliar sus conocimientos” debería de ir a Grecia,
específicamente a Atenas. Por tanto, Atenas se convierte así en el epicentro de
toda filosofía y de toda cultura. Por este espíritu tan universalista de los
griegos, la diversidad cultural o mejor multicultural que tenían como común
encuentro los diferentes pueblos, culturas e identidades que concurrían en
Grecia específicamente a Atenas, allí se encontraban pueblos o identidades
culturales como: persas, cardusianos, macedonios, medos, nubios, babilonios,
tirios, egipcios, romanos, batrianos, escitas, hindúes, arbelos, asirios, armenios,
kadusios, mardianos, espartanos, etruscos y otros más. Por ello, los griegos
son considerados conocedores de muchas costumbres, caracteres y contactos
con otras culturas, que los condujo a interrogarse o preguntarse por el propio
ser y a la vez efectuarse un examen sobre la conducta humana, por ejemplo:
¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo? ¿Soy justo? ¿Cuál es mi compromiso con
la humanidad y con la cultura? ¿Cómo vivimos? ¿Cómo debo de actuar
socialmente? ¿En qué debo creer? A esta evaluación o examen de conciencia,
los griegos le dieron el nombre de Ética o Ethos, entonces el concepto de Ética
se origina del Ethos, que puede definirse como costumbre, carácter, lugar,
morada, hábito o sitio donde reposa el ser. La Ética o Ethos, es también
conocida como filosofía moral.

De esta manera la Ética o el Ethos, se convierte así en «Ética cosmopolita o


universal». Por tanto, la Ética es la encargada de estudiar el comportamiento
humano en la sociedad en cuanto sus propios actos, es decir, los actos malos y
buenos de los sujetos, lo que está bien y lo que está mal, si se puede actuar de
esta o de tal manera, si se es libre de hacer cualquier acto a mi antojo, lo que
se debería de hacer bien, lo que no se debería de hacer, lo que se debe de
hacer y no hacerse.

Algo mas hay que añadir, se considera que el primero en utilizar el concepto de
Ética o Ethos, fue el escritor griego Homero, consideraba el Ethos, como el sitio
donde confluían tanto los hombres como los animales. En los conocidos
“poemas de Homero el modelo Ético es el héroe: individuo perteneciente a la
nobleza, valiente, fuerte, justo, hábil, inteligente, rico, magnánimo, y cuya virtud
principal es la de cumplir perfectamente la función social que le corresponde”1
Alrededor del héroe, se agrupaban ideales y aspiraciones que giran en torno a
verdades predeterminadas que tenían como finalidad el valor del héroe.
También se pueden encontrar otras definiciones como la de Zenón de Citio,
quien manifestó que “el Ethos es la fuente de la vida, de la que manan los
actos singulares”2, esta fuente de la vida es el hacer bien los actos y las cosas
en la sociedad humana. Sin embargo, fue Aristóteles que a través de su texto
Ética a Nicómaco donde más se difunde tal concepto, considera la Ética como
el hábito, el carácter, el temperamento, modo de vivir o modo de ser, por ello se
puede considerar la Ética como un tratado (Del latín tratatus) o forma de vida
conferido a un discurso de los hábitos y de las buenas costumbres. También se
puede recurrir a la definición Heideggeriana, que manifestó que el Ethos es el
sitio, morada o lugar donde habita el ser. Una de las últimas definiciones sobre
la Ética, la efectúo el pensador español Fernando Savater, que considera la
Ética como el arte del buen vivir, es decir, “se ocupa de la administración que
cada cual hace de su vida, por su propio bien”3. Claro que estas definiciones no
lo explican todo, pero por lo menos se tienen como buenas referencias acerca
del concepto de la Ética o el Ethos, que se aproximan a que se tenga ideas
generales sobre el concepto que se está tratando. Estas aproximaciones
permitirán la construcción de un discurso Ético serio y sólido, que debe de ser
diferentes a otros discurso, verbigracia: del discurso filosófico, político,
religioso, jurídico, antropológico, económico, sociológico, estético entre otros
discursos, permitiéndole a la Ética, que se convierta en toda una disciplina

1
OCTAVI, Fullat y Gomis Clara. El hombre un animal Ético. Barcelona: Editorial Vicens-vives.
1987. p 8.
2
Consúltese a José Luis Aranguren, Ética, Ed. Revista de Occidente, Madrid. 1958.
3
SAVATER, Fernando. Diccionario Filosófico. Colombia: Planeta. 1996. p 146.
como auxiliar o apoyo a las otras disciplinas, saberes, ciencias y a las mismas
tecnologías.
Como disciplina, posee su propio Método, a saber desde cuatro (4) momentos:

1- Admiración u Observación: Es decir, admirarse, asombrarse y


observar las cosas, hechos y acciones que afectan la conducta
humana en la sociedad. Para de esta manera tratar las problemáticas
de la mejor forma.

2- Valoración: Es decir, después de observar los hechos y las


acciones, se valora a través de la percepción, para emitir calificativos
o juicios morales acerca de los hechos ocurridos.

3- Jerarquía Axiológica: Es decir, catalogar jerárquicamente el


resultado obtenido para emitir un valor adecuado, justo, imparcial y
equitativo al hecho o acción ocurrida.

4- Conceptualización: Es decir, determinar adecuadamente lo


admirado, la valoración y la jerarquía axiológica como resultado final.

En nuestros días, la Ética trata problemáticas muy complejas, porque de ella se


espera los mejores resultados para el bien de la humanidad, los temas,
problemáticas o la casuística actual a tratar por la Ética son: el aborto, la
eutanasia, el tratamiento adecuado del ADN, la violación de los DD-HH, el
medio ambiente, los avances tecnológicos, la inmigración, la pobreza global, la
justicia, la influencia transcultural, y otras tantas más. Es tarea vital de la Ética,
desplegar las investigaciones y las consultas políticas, sociales, científicas,
tecnológicas y culturales concretas, sobre la base de la estructura para el buen
vivir de la humanidad que están llamadas a enriquecer las demás ciencias,
como también a la filosofía y, con sus deducciones, ayudar a la construcción de
una Ética universal. Porque permitiría comprender mejor o más a fondo la
esencia y la significación de los grandes avances científicos y tecnológicos del
nuevo siglo XXI, para mostrar sus distintas consecuencias sociales del mundo
circundante. De esta manera, la Ética es una parte importantísima de la cultura
universal de la «aldea planetaria».

Como breve conclusión, la Ética es necesaria para nuestras vidas, ya sea en lo


individual o social, porque ella nos conducirá por la ruta de la buena vida, como
"el arte del buen vivir", y se caracteriza por el tratamiento adecuado de las
cosas, porque valoriza las acciones y los hechos humanos socialmente,
dándonos a conocer las normas que debemos aceptar como validas para la
conducta moral, en palabras aristotélicas: lo bueno.
DOS
MOS – MORIS O MORAL

“Pues bien, estimo que la Polis nace cuando descubrimos nuestra indigencia…
En tal caso, cuando un hombre se asocia con otro porque le necesita… como
necesidad de muchas cosas… llegan a congregarse en una sola morada
muchos hombres para asociarse y auxiliarse, ¿no daremos a este alojamiento
el nombre de Polis?”
(Rep., II, 369 b-c).
Si se plantea como tema la Ética, es necesario recurrir a la Moral, porque
generalmente son dos conceptos que van unidos uno junto al otro, además sus
definiciones también son similares, aunque no son la misma. Mientras el Ethos
o la Ética, proviene de suelo griego básicamente, el mos, moris o Moral nace
de la lengua latina. Entiéndase por Moral: Tradiciones, creencias, costumbres,
hábito, lugar, sitio, cultura, morada.

Además de lo anterior, se le debe de sumar o agregar otros términos como:


acción, hechos, actos, acontecimientos, comportamientos; cuando a un sujeto
o individuo cualquiera le sucede una acción, un hecho, un acto, o se altera su
forma de actuar, se le califica su comportamiento como un hecho o acto moral.
Y es aquí donde la Ética interviene, es decir, el objeto de la Ética, es el estudio
de la Moral, entonces la Ética investiga y consulta los acontecimientos
ocurridos moralmente, y recibe el nombre de problemas Éticos, convirtiéndose
la Moral de esta forma, en el objeto formal de estudio de la Ética. Ahora bien,
también es cierto, que los hechos, las acciones y los acontecimientos de los
seres humanos han cambiado con el transcurso de los tiempos, como su
comportamiento, su forma de vida. Como se nota entonces, las diversas
sociedades también han cambiado o evolucionaron, junto a ella la Moral;
verbigracia, la moral clásica, la moral del Medioevo, de la modernidad y
también la del mundo globalizado. Cada una de ellas en su debido momento se
desenvolvió de acuerdo a la formación religiosa, política, filosófica,
antropológica y sociológica. Cabe señalar que “la ética se realiza a través de
acciones morales que están sujetas a un determinado proceso de deliberación
y de decisión en el que es decisiva la racionalidad prudencial o sabiduría
práctica, y que remite en última instancia a opciones personales para las que la
referencia a la conciencia moral es decisiva”4. Por ello, la sociedad se convierte
así, en todo un organismo vivo, donde la conciencia moral del individuo, no
puede ser considerada en ella de una manera análoga a su organismo, porque
la sociedad sin los sujetos o individuos es inconcebible que la conforman, por

4
ETXEBERRIA, Xavier. Ética básica. Bilbao. Universidad de Deusto. 1998. p 83.
tanto, la conciencia moral es inconcebible sin la conciencia de los individuos o
sujetos.

De estas circunstancias nace el hecho de que, toda sociedad se caracteriza por


la “unidad” moral, Esto no quiere decir que, no existan antagonismos sociales,
por el contrario, es que la conciencia moral social permite el pluralismo entre
sus diversas comunidades e individuales; de manera que, la Moral ocupa un
lugar social de magna importancia en la vida de la sociedad, sobre todo en la
cultura. Porque en la cultura se manifiesta también las peculiaridades de la
Moral y la Ética, características de cada época y de cada sociedad. Porque la
Moral, influye en la formación pública, en el núcleo familiar, en la ciencia, la
tecnología, en la actividad espiritual o religiosa, difunde el arte, la estética, el
folclor y se sobrepone supuestamente a la llamada Moral light.

En el curso de esta búsqueda, La Moral es polifacética según las diversas


culturas y sociedades, compleja porque influye social e individualmente en los
sujetos, porque toda actividad histórica es declarada o como resultado de las
acciones humanas o como producto de la gran dominación ante la naturaleza
que la habita. Por ello, los acontecimientos morales son reales, pero no son la
realidad objetiva, por el contrario es subjetivo de su propio ideal. Cuando se
argumenta sobre la subjetividad de su propio ideal, se debe tener en cuenta
que no es un fiel reflejo de la realidad, sino algo ideal moral; la moral del
hombre es su imagen, y las cosas reales son la propia construcción de su
moralidad. Por eso, el carácter de la moralidad depende del nivel de
conocimientos que posee el sujeto y de sus propios intereses.

Habría que decir también que, un aspecto importante de la Moral es la llamada


autoconciencia. Porque tanto la Ética como la Moral, exigen al ser humano no
sólo que se conozca interiormente, sino también exteriormente, esto le
posibilita reflejar su realidad objetiva, desde allí lo conducirá a tomar conciencia
no solo de su mundo, sino del mundo de los demás o de los otros. Porque la
autoconciencia, se presenta cuando el ser humano toma conciencia de sí
mismo como sujeto social-cultural, bajo la óptica de la forma de vida, el cual
requiere del individuo controlar sus acciones, hechos y acontecimientos para
que responda de sus propios actos y acciones ante la sociedad.

Pero también es cierto, si se argumenta sobre la Moral, la conciencia y la


autoconciencia, también se debe de recurrir a los actos morales y los juicios de
hecho y a los juicios de valor. Porque la actividad social de la humanidad de
cualquier clase es importante, por ello, “¿Cómo se puede afirmar que un acto
es moral o bien inmoral? Cuando un acto humano está relacionado con la
norma de comportamiento es un acto moral. La Moral tiene sus normas, hace
referencia a la manera de comportarse de los hombres. La Ética, en cambio,
pronuncia juicios de valor. Ética y Moral se refieren, ambas, a los actos
humanos, no en cuantos tales, sino considerando las normas que se imponen
en la actuación del hombre y hacen referencia, a su vez, a los valores, a
aquello que es digno de ser buscado o estimado. Tratan, como veremos, del
«debe-ser», y son, por lo tanto, saberes normativos. Se ocupan de las
acciones humanas, no tal como son, sino como deberían ser. La Moral viene
designada por las costumbres; la Ética por un sistema de principios que sirven
de base a la Moral.

Podemos distinguir, también, entre Ética y metaética, siendo la primera el


estudio de los contenidos de los enunciados morales, y la segunda el estudio
de estos enunciados en tanto que enunciados. La metaética es importante
porque se ocupa de cuestiones tales como: si los enunciados morales
expresan ciertos hechos o si no los expresan…”5. Por el contrario, los juicios
de hecho y los juicios de valor los trata la Ética, porque “la Ética es el estudio
de los problemas morales. A diferencia de otras disciplinas que se encargan
también de estudiar la Moral (entendemos por moral el conjunto de creencias
sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo), la antropología, por ejemplo, la
Ética emite juicios de valor. Juzga e intenta descubrir qué conducta es mejor,
preferible o más justa. {Queda por ver si existen realmente actos justos por sí
mismos o si todo está en función de la cultura y el momento en que se vive}. Lo
que distingue a la Ética de otras disciplinas es que no emite juicios sobre lo que
es (juicios de hecho), sino sobre lo que debe ser (juicios de valor)”6. Como
puede notarse, existen elementos que enriquecen a la Moral y a la vez la Ética;
hay otros aspectos también importantes, que le dan mayor trascendencia a la
Moral, por ejemplo, el filósofo francés Henri Bergson, en su texto: Dos fuentes
de la Moral y la Religión, trata sobre la Moral cerrada.

“La moral cerrada es un conjunto de obligaciones que la sociedad impone a los


individuos y que éstos siguen espontáneamente, por costumbre, sin reflexionar.
Dicha moral es estática, inmóvil, no pretende evolucionar, sino sólo defender
los intereses de su reducido ámbito (una ciudad, una sociedad). Bergson nos
invita a superar la moral de la obligación a través de una moral de la aspiración,
en la que el individuo no se contente con seguir por conformismo un sistema de
prescripciones cerrado, determinado por la sociedad, sino que se sienta
llamado a vivir en el anhelo, en el dinamismo hacia lo mejor, en la propia y libre
determinación hacia el bien de la humanidad. De la moral cerrada a la abierta,

5
FULLAT, Octavi y Ferrer Gemma. La Moral como problema. Barcelona: Biblioteca Didáctica
de Filosofía. Editorial Vicens-Vives. 1994. p 7.
6
Ibíd. P 11.
de la moral de la obligación a la de la aspiración, de la moral estática a la
dinámica…, en ese tránsito se sigue el impulso original de la vida. El mismo
impulso vital que ha creado la vida en sociedad, y se ha estancado en ella,
puede trascenderse, ir más lejos, hacia la humanidad, porque es esencialmente
un impulso dinámico y ni estático. Este impulso creador-la vida en sí misma- es
la verdadera fuente de la moral; no lo es, en cambio, la obligación que impone
la sociedad para perpetuarse sin ser transformada, ni tampoco la mera
inteligencia, incapaz de motivar la voluntad hacia la acción. La evolución de la
especie humana es impulsada, según Bergson, por almas privilegiadas {héroes
o santos}. Éstos, expandiendo entorno suyo vitalidad y entusiasmo, se
convierten para los demás seres humanos en una llamada, en una fuerza de
atracción, en un modelo a imitar. Y ello porque despiertan en nuestro interior el
impulso vital – creador de una nueva moralidad- que todos llevamos dentro”7.
Finalmente, en nuestros días lo que se trata de establecer a través de la Ética y
la Moral, es la construcción de verdaderas sociedades, comunidades y culturas
donde todos los seres humanas tengan una convivencia sana, donde se
reconozca y se diferencia el otro, los otros, soñarlo no cuesta nada, hacerlo
realidad costará toda la vida.

7
FULLAT, Octavi y Gomis Clara. El hombre un animal Ético. Barcelona: Biblioteca Didáctica de
Filosofía. Editorial Vicens-Vives. 1987. p. 99-100.

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