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soportando por lo general los esfuerzos horizontales producidos por el empuje de tierras.
En otros tipos de construcción, se utilizan para contener agua u otros líquidos en el caso de
depósitos.
Un muro de contención no solo soporta los empujes horizontales trasmitidos por el terreno,
debe también recibir los esfuerzos verticales trasmitidos a pilares, paredes de
carga y forjados que apoyan sobre ellos.
Contenido
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Sumario
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1 Características
2 Clasificación
o 2.1 De acuerdo a su diseño
o 2.2 De acuerdo a su función
o 2.3 De acuerdo a su forma de trabajo
o 2.4 Otros tipos de muros de contencion
3 Verificaciones para el cálculo de muros
4 Usos y aplicación
5 Fuentes
Características
Los muros de contención son elementos constructivos que cumplen la función de
cerramiento, soportando por lo general los esfuerzos horizontales producidos por el
empuje de tierras. En otros tipos de construcción, se utilizan para contener agua u
otros líquidos en el caso de depósitos.
Clasificación
De acuerdo a su diseño
Muros con Talón y Puntera:
De acuerdo a su función
Contención de tierras:
Cuando el muro se destina a contener sólidos, éstos por lo general son tierras; la
impermeabilización y el drenaje son dos aspectos importantes para controlar el paso
de agua del terreno hacia el interior de la edificación.
Contención de líquidos:
Para esta función es necesario conseguir la continuidad del hormigón a fin de lograr
una buena impermeabilización. Para ello se efectúa un vibrado con un control
adecuado, para evitar huecos y juntas.
Soportan los empujes con su peso propio. Los muros construidos con hormigón en
masa u hormigón ciclópeo, por ser más pesados, se utilizan habitualmente como
muro de gravedad ya que contrarrestan los empujes con su propia masa. Las
acciones que reciben, se aplican sobre su centro de gravedad. Este tipo de muro de
contención de gran volumen, se realiza de poca altura y con una sección constante;
aunque también existen los de tipo ataluzados o escalonados.
Muro de Gaviones
tablaestacas.
Verificación de deslizamiento:
Se verifica que la componente horizontal del empuje de la tierra (Fh) no supere la
fuerza de retención (Fr) debida a la fricción entre la cimentación y el suelo,
proporcional al peso del muro. En algunos casos, puede incrementarse (Fr) con el
empuje pasivo del suelo en la parte baja del muro. Normalmente se acepta como
seguro un muro si se da la relación: Fr/Fh > 1.3 (esta relación se puede llamar
también coeficiente de seguridad al deslizamiento).
Se verifica que el momento de las fuerzas (Mv) que tienden a voltear el muro sea
menor al momento que tienden a estabilizar el muro (Me) en una relación de por lo
menos 1.5. Es decir: Me/Mv > 1.5 (coeficiente de seguridad al volteo).
Usos y aplicación
Los métodos de estabilización de suelos deben emplearse cuando existe la
amenaza de que se desarrollen en el terreno fuerzas mecánicas peligrosas de
tracción o compresión. En tales casos, se necesita inmediatamente una
estabilización a fondo del suelo.
Los muros de contención se utilizan para detener masas de tierra u otros materiales
sueltos cuando las condiciones no permiten que estas masas asuman sus
pendientes naturales. Estas condiciones se presentan cuando el ancho de una
excavación, corte o terraplén está restringido por condiciones de propiedad,
utilización de la estructura o economía.
Los muros de contención tienen como finalidad resistir las presiones laterales ó
empuje producido por el material retenido detrás de ellos, su estabilidad la deben
fundamentalmente al peso propio y al peso del material que está sobre su fundación.
1.- Muro en L sin talón, que resulta imprescindible si atacamos frentes medianeros
donde la propiedad colinda con otro propietario cuyo terreno no podemos invadir
3.- Muro en T de gran talón que suele resultar más económico para la mayoría de
los casos
Muros de contención: T talón grande
4.- Muro en T con talón pequeño cuyo momento de vuelco puede provocar crear
una puntera de considerable longitud según su altura y el empuje de las tierras a
controlar.
La forma en que trabajan estos muros los engloba en los denominados muros de
ménsula por ser esta suerte de empotramiento en la base con carga distribuida
sobre su altura la forma en que mejor se puede identificar su comportamiento
estructural. Es solución no suele emplearse en alturas que excedan la decena de
metros por requerir de medidas especiales que suelen resultar más costosas en
preparación de suelos, materiales empleados y ejecución.
Para familiarizarnos con las partes del muro ilustraré cada una con una sección recta
de un muro ménsula tipo.
Muros de contención: partes
Debido al empuje de las tierras, el trasdós del muro experimenta una serie de
deformaciones y provoca una serie de reacciones del terreno de cimentación que se
agudizan en la puntera y se hacen mínimas en el talón. Debido a esto, la puntera se
deforma. Al mismo tiempo el rozamiento entre estructura y terreno y la reacción en
puntera de la reacción del terreno colabora para impedir que el muro sufra
desplazamiento horizontal.
Las tierras que se acopian sobre el talón presentan un mayor peso que la sumatoria
de reacciones del terreno sobre él.
Entre los posibles fallos que puede presentar un muro de contención encontramos:
4.-) El fallo geotécnico del terreno bajo el muro puede provocar un deslizamiento
profundo
5.-) Cuando se supera el estado límite último de trabajo propios del hormigón
armado en cualquier zona del muro se producirá la rotura del mismo,
correspondiente este caso a un fallo estructural inhabilitante para la función
pretendida.
La correcta caracterización del terreno es un factor clave para el diseño del muro.
Así, la situación a la que se encuentra el nivel freático, el peso específico de las
tierras, el ángulo de rozamiento interno, el porcentaje de huecos, la tensión máxima
admisible o el coeficiente de rozamiento al deslizamiento son factores que deben
ser tenidos en cuenta aunque, la cohesión y el ángulo de rozamiento entre relleno y
muro suelen considerarse nulos.
En los casos en que la capa freática queda dentro de la altura del muro la presión
hidrostática aumenta el valor de los empujes.
Veamos cómo cambian las acciones a evaluar según sea un relleno seco o sumergido
en todo o en parte.
A partir de este punto habrá que definir el valor de la cuantía mecánica de las
armaduras conforme al artículo 42.3. de la EHE 2008 estableciendo un
recubrimiento no inferior a 3 cm, diseñar juntas de hormigonado en la base del
muro donde encuentra a la zapata (donde el cortante es máximo) dejando las
longitudes de solape por aplicación del artículo 66.6 de la EHE 2008 (aunque lo
normal es empalmar a la vez el 100% de la armadura) y juntas verticales de
dilatación cada 25 ó 50 metros (o cada vez que la geometría varíe bruscamente en
altura, profundidad de la cimentación o dirección recta). Los quiebros bruscos
provocan unas concentraciones de tensión (axiles y flectores horizontales) que
deben limitarse con estas juntas.