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Antes y
después de
mi cáncer
Minor Solís Chavarría
Este libro fue inspirado por Dios para mi familia y para todos los
que están luchando por su vida.
Derechos reservados
Los ingresos generados por esta obra serán utilizados para ayudar
a otros pacientes y sus familias.
Web: https://minorsolis.com/
ISBN: 978-9968-49-363-5
Índice de contenidos
Introducción 12
Guía para comprender el contexto 14
El “perro flaco” 17
La estadística de mi cáncer 22
Primera parte 26
Para los recién diagnosticados 27
La etapa de inconsciencia 27
¿Cómo me di cuenta? 28
La etapa de confusión 30
De Ortopedia a Neurocirugía 31
Pensamientos de negación 32
Las ideas mágicas 32
La etapa de duda 34
Comunicarlo a los seres queridos 34
El recuerdo de mi abuelo 35
Hacer “check-in” en el hospital 36
Las emergencias reales se atienden de inmediato 36
La duda estaba siempre presente 37
Con el susto no era suficiente 37
Las personas se vuelven ángeles 38
Descompensación por inactividad 38
Todos están ahí para ayudarnos 39
Cable a tierra 40
La etapa de aceptación 42
Veía muy borroso 42
Con vista a la ventana 43
Un segundo a la vez 43
Diabético e hipertenso 43
Es tiempo de afrontar 43
La etapa espiritual 45
Atención plena 45
Mi espíritu salió de su encierro 45
El espíritu es integral 46
El espíritu es optimista 46
Somos personas 47
Compartí mi pena 47
Mi valor 49
Una anécdota 49
La etapa del desprendimiento 51
La junta de médicos 51
Otro desmayo consciente 51
La comunicación no era verbal 52
¿Alguna duda? 53
Me dejé ir 53
Un último intento antes de confiar 54
Intenté poner en orden mis cosas 54
Desconfiar no resultaba 55
Dormiré cuando esté muerto 56
La etapa de la verdadera paz 58
Mi carta de despedida 58
Como un rayo de luz 59
Tener el control 59
Creer o no creer 60
Según la voluntad de Dios 62
Necesitaba pasar por el fuego 62
Camino al quirófano 63
Ingresé al quirófano 64
Unidad de Cuidados Intensivos 65
Mi evento paranormal 65
Detector de mentiras 65
Introducción
A
quí voy a tratar múltiples historias, todas vividas desde
los ojos de una misma persona. Mi propia experiencia.
Este libro no es como esas películas, que inician diciendo
que los hechos o sus personajes pudieron ser alterados; aquí va
todo, tal cual lo he vivido yo mismo. Sin poses. No me juzguen.
Solo Dios, mediante el tiempo, dirá lo que está por venir, sin
embargo, al día de hoy, tengo un fuego interno, que me obliga a
dedicar muchas horas a escribir esto, con la única esperanza de
ayudar.
Quizá estas sean las palabras que alguien más necesita leer o
quizá sea la chispa que encienda un fuego interno, apagado por
el sufrimiento.
A
lgunos detalles, que suenan a muletilla o incluso
exageración, es posible que no lo sean, como por
ejemplo, cuando dije: “yo escribo para mi familia y
personas que me conocen”.
me daba pena, pero pienso que sirven para un bien mayor, así
que ahí van, sin maquillaje.
El “perro flaco”
C
uando era niño, teníamos, en el barrio, una pandilla de
amigos, tanto para jugar como para hacer travesuras, o
como decimos aquí, “jalarnos tortas”. Ahí estábamos Jose
Manuel, Juan Luis, Alfredo, Manuel, Braulio y un servidor,
aunque había más participantes ocasionales.
La estadística de mi cáncer
S
egún la Fundación CERN (Red Colaborativa de
Investigación de Ependimomas), diagnosticar a una
persona con un ependimoma es sumamente raro. Ahora
bien, que esa persona sea un adulto masculino de 37 años con
ese tipo de cáncer en la médula espinal es exageradamente más
raro.
Cuando veo que mi familia, mis amigos, las personas que más
amo corren también ese riesgo, así como una enorme cantidad
Primera parte
***
C
uando tengo que ir a un lugar nuevo, especialmente fuera
del país, me gusta buscar en internet, artículos, videos y
fotos de ese lugar, para tener una idea de cómo será la
llegada y lo que tendré que hacer. Así que aquí va mi intento por
darles un resumen previo, de lo que viví después de mi
diagnóstico. A pesar de que cada historia es diferente, puede que
existan momentos con los cuales se identifiquen.
¿Cómo me di cuenta?
Para mí, sí fue cierta la frase esa de: “como un ladrón en la
noche”. Así apareció mi diagnóstico, el vuelo de regreso desde
España hasta Costa Rica tardó como 12 horas y la mayoría de
estas las pasé mal sentado, incómodo, alzando a nuestras hijas o
buscando cómo dormir. Sé exactamente cuál fue el momento
cuando empezó el dolor en mi espalda, pero, obviamente, creí
que era un dolor normal.
La etapa de confusión
S
i ustedes son médicos, van a tener una enorme ventaja en
este punto. Yo no sabía absolutamente nada del tema, ni
comprendía en lo más mínimo lo que decía el reporte, solo
recuerdo las palabras: lesión, médula y ependimoma.
Anexos
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Regalemos esperanza
* Email: MinorSolis@gmail.com
¡Muchas gracias!