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Profesora: Andrea Meneses Cossio

Subsector: Literatura e Identidad


Curso: IV Medio electivo

GUÍA INFORMATIVA Nº 1:
CONCEPTO DE IDENTIDAD

Nombre: Fecha:

IDENTIDAD

Cuando hablamos de identidad nos referimos, no a una especie de alma o


esencia con la que nacemos, no a un conjunto de disposiciones internas
que permanecen fundamentalmente iguales durante toda la vida,
independientemente del medio social donde la persona se encuentre, sino
que a un proceso de construcción en la que los individuos se van
definiendo a sí mismos en estrecha interacción simbólica con otras
personas. A través de la habilidad del individuo para internalizar las
actitudes y expectativas de los otros, su sí mismo se convierte en el objeto
de su propia reflexión. Esta relación reflexiva del sí mismo con el sí
mismo debe ser entendida como hablarse a sí mismo, y hablarse a sí
mismo debe entenderse como la internalización del habla comunicativa
con los otros. El individuo se experimenta a sí mismo no directamente
sino indirectamente; se hace objeto y en ese proceso ir construyendo una narrativa sobre sí mismo. Pero esta
capacidad sólo se adquiere en un proceso de relaciones sociales mediadas por los símbolos. La identidad es un
proyecto que el individuo va construyendo. Los materiales simbólicos con los cuales se construye ese proyecto
son adquiridos en la interacción con otros.
En este proceso social de construcción, encontramos tres elementos constitutivos:

1. Los individuos se definen a sí mismos, o se identifican con ciertas cualidades, en términos de ciertas
categorías sociales compartidas. Al formar sus identidades personales, los individuos comparten ciertas
lealtades grupales o características como la religión, género, clase, etnia, profesión, sexualidad,
nacionalidad, que son culturalmente determinadas y contribuyen a especificar al sujeto y su sentido de
identidad. En este sentido puede afirmarse que la cultura es uno de los determinantes de la identidad
personal.
2. En segundo lugar, está el elemento material, el cual incluye el cuerpo y otras posesiones capaces de
entregar al sujeto elementos vitales de autorreconocimiento. Dicho de otro modo, es material en cuanto
los seres humanos proyectan simbólicamente su sí mismo, sus propias cualidades en cosas materiales,
partiendo por su propio cuerpo; se ven a sí mismos en ellas y las ven de acuerdo a su propia imagen.
3. En tercer lugar, la construcción del sí mismo necesariamente supone la existencia de otros en un doble
sentido. Los otros son aquellos cuyas opiniones acerca de nosotros internalizamos. Pero también son
aquellos con respecto a los cuales el sí mismo se diferencia, y adquiere su carácter distintivo y
específico. El primer sentido significa que nuestra autoimagen total implica nuestras relaciones con otras
personas y su evaluación de nosotros. El sujeto internaliza las expectativas o actitudes de los otros
acerca de él o ella, y estas expectativas de los otros se transforman en sus propias auto-expectativas. El
sujeto se define en términos de cómo lo ven los otros. Los padres son al comienzo lo otros más
significativos, pero más tarde, una gran variedad de otros empiezan a operar (amigos, parientes,
profesores, etc.)

Entonces podríamos hablar de 3 elementos componentes de toda identidad: categorías colectivas,


posesiones y los otros.

Colegio San Francisco de Paine - Gilda Díaz 281, Paine - +562-2 584 7570
Profesora: Andrea Meneses Cossio
Subsector: Literatura e Identidad
Curso: IV Medio electivo
IDENTIDAD INDIVIDUAL Y COLECTIVA

¿Cuál es la relación entre identidades personales y


colectivas? Lo primero que hay que decir acerca de esta
distinción es que las identidades personales y colectivas
están interrelacionadas y se necesitan recíprocamente. No
puede haber identidades personales sin identidades
colectivas o viceversa. Lo que significa que, aunque
ciertamente hay distinción analítica entre las dos, no
pueden ser concebidas aparte y sustencializadas como
entidades que pueden existir por sí solas sin una
referencia mutua. Esto es así, porque las personas no
pueden ser consideradas como entidades aisladas y
opuestas a un mundo social concebido como una realidad
externa. Los individuos se definen por sus relaciones
sociales y la sociedad se reproduce y cambia a través de acciones individuales. Las identidades personales son
formadas por identidades colectivas culturalmente definidas, pero éstas no pueden existir separadamente de los
individuos.
Así por ejemplo, el ser chileno o brasilero nos hace pertenecer a un colectivo, nos hace parte de un grupo que
puede ser identificado por algunos rasgos específicos. Pero en sí mismas, la chilenidad o brasilidad significan
muy poco sin una referencia a personas individuales concretas que continuamente las recrean por medio de sus
prácticas. Las identidades colectivas no deben ser hipostasiadas (supuesto o persona) como si tuvieran una
existencia independiente y perteneciente a un individuo colectivo absolutamente integrado.
Esta mutua implicación no debe ocultar, sin embargo, las diferencias entre identidades individuales y colectivas.
La principal diferencia tiene relación con la naturaleza sicológica o meramente cultural de sus contenidos. Es
decir, mientras las identidades individuales tienen contenidos sicológicos, las identidades colectivas no pueden
describirse en términos sicológicos.
Por ejemplo, distintos pueblos supuestamente pueden poseer un carácter nacional (coraje de los chilenos u
optimismo de los brasileños, etc.), sin embargo, no se puede afirmar que estos rasgos sicológicos sean
compartidos por todos los miembros de estas sociedades. Es un error asignar para un colectivo, lo que son
rasgos sicológicos individuales. Estas suposiciones tienen, además, un peligroso adicional, que se relaciona con
la entrega de elementos que facilitan la construcción del “otro” por medio de estereotipos. Muestra de ello, es la
idea de considerar que “los indios son flojos”, “los argentinos son arrogantes”, “los bolivianos son belicosos”,
etc.

EJERCICIOS

I. Observa detenidamente las siguientes imágenes y luego desarrolla las actividades

Colegio San Francisco de Paine - Gilda Díaz 281, Paine - +562-2 584 7570
Profesora: Andrea Meneses Cossio
Subsector: Literatura e Identidad
Curso: IV Medio electivo
1. ¿Qué tienen en común estas imágenes? Y ¿En qué se diferencian? Fundamenta tu respuesta
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2. ¿Cuál es la finalidad de cada una de las imágenes? Fundamenta tu respuesta.


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3. ¿En qué elementos reconoces el tema de la identidad? Fundamenta tu respuesta.


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II. Lea detenidamente el siguiente texto y luego responda las preguntas

Fragmento de “María Nadie”


De Marta Brunet
-- ¿A usted le parece decente no usar polleras ni por casualidad? Yo no le conozco otra pollera que la que traía cuando llegó.
Después se puso los pantalones. ¡Si hasta para dormir los usa! Nada de vestirse como se visten las demás mujeres. Ella tiene
que ser distinta en todo...
--Yo no me extraño de eso, misiá Melecia, porque, al fin y al cabo, ya ve usted que los tiempos han cambiado y que nosotras
andábamos a caballo con ropón y ahora hasta las mujeres del campo, para montar; usan los pantalones viejos del marido o de
quien sea. Y usted ve en las revistas: en las playas, en los deportes, también se ven hartas mujeres con pantalones. --La señora
del jefe de estación hablaba siempre conciliando buscando excusas a todo, comprensiva y bonachona.
--Pero no en una oficina --arguyó belicosa misiá Melecia--. Una oficina es algo respetable. Una debe vestirse como corresponde.
Que se ponga lo que le dé la gana en su casa, que no se ponga nada, que se empiluche al sol, pero que para ir a su trabajo se
vista como persona decente.
-- ¿Pero es que se empilucha? No puedo creerlo...
--Estos dos ojos la han visto. Y quise morirme. Tirada en el patio sobre una toalla, como Dios la echó al mundo. Para morirse...
-- ¿Pero no tenía tapado nada?
--Nada..., ¿para qué?
--Creería que no iban a verla.
--La decencia es la decencia. Así se lo digo yo a la Liduvina, que a veces tira para el lado de ella. Y que la defiende. Todo porque
la fresca se la ha ganado celebrándole sus vestidos. Como si una no se diera cuenta de que es para pitársela.
--Para ustedes, acostumbradas en tantos años a la independencia, tiene que resultarles pesada la vecindad.
--La convivencia. Diga mejor así. Tener que aguantarla el día entero metida en la oficina, soportar la radio todito el día, oírle
conversar de cuanta cosa una puede imaginarse con el mundo entero. Y nadie sabe nada de ella. ¡Porque es de ladina para no
contar cosa de su vida! Como muerta. ¿Creerá que desde que llegó nunca ha recibido una carta ni un telegrama? Es para morirse
de rabia...
--Dicen que pasea mucho.
--De repente le agarra la loca y las echa para la montaña. A la hora de la siesta. ¿Cree usted que se puede andar por los caminos
con el sol rajante? Yo un día la seguí de lejitos, ¡y de repente se me perdió, como si se la hubiera tragado la tierra! Para
desesperarse. Casi me morí del sofoco.
-- ¿La llamarán por teléfono?
--La tenemos bien vigilada. Nunca le hemos oído nada personal. Nunca. Pero ya caerá...
--Es mucha cosa...

Colegio San Francisco de Paine - Gilda Díaz 281, Paine - +562-2 584 7570
Profesora: Andrea Meneses Cossio
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Curso: IV Medio electivo
--Sí, es mucha cosa. Y "todos" loquitos con ella. La oficina parece ahora choclón. Todos los hombres metidos allá, con la disculpa
de las cartas, de los telegramas, de las comunicaciones. Y ella haciéndose la lesa, como si nada pasara...
-- ¡Vaya por Dios!...
--Y no nos queda más que aguantar y comernos las uñas. Pero yo le tengo dicho a la Liduvina que a mí no me la pega nadie.
Porque en todo esto hay gato encerrado.
-- ¡La casa dicen que la tiene de linda!
--Yo me moriría antes de poner el pie en ella, pero la Liduvina suele dar por allá sus vueltitas y me cuenta. Y como vive con todo
abierto, una sin querer tiene que mirar y verlo todo.
--A mí me da curiosidad a veces y me dan ganas de hacerle visita. Es bueno tener criterio formado.
--Sería muy mal visto. Usted sabe bien que nadie ha ido a visitarla. Nunca ha recibido una visita. ¡Es de hipócrita! Una mujer sola,
sin familia, es siempre sospechosa. Sabe Dios qué pájara será ésta. Y para colmo se llama María López. ¡Miren qué nombre y
qué apellido!
-- ¿Y qué tiene? --preguntó sinceramente sorprendida la otra.
--María López --y alargando el morro muy fruncido, siguió hablando llena de ascos-- es como llamarse María Nadie. Un nombre
tan vulgar y un apellido que lo tiene cualquiera. Los nombres empiezan por hacer a las personas --y la miró al sesgo, porque éste
era sayo que podía ponerse la mujer del jefe, que se llamaba Juana, otro nombre tan vulgar.
Hubo un silencio.
--Pero tampoco se puede formar juicio sin que haya motivos --insistió la que se llamaba Juana, con cierta impaciencia, desusada
en su carácter.
-- ¿Y le parece poco? Una loca suelta, vestida con pantalones y una chomba que le deja todo a la vista. Y con ese pelo color de
choclo... --insistió también misiá Melecia.
--No parece pintado --interrumpió. Pero no pudo atajar el torrente que eran las palabras de la otra.
--Es que yo creo que lo decente, si se tiene ese pelo natural, es pintárselo de un color como el de todos. Negro, rubio, castaño.
Una mala pájara, eso tiene que ser y nada más, convénzase, doña Juana. Y por nada del mundo vaya a hacerle visita.
Llevaba misiá Melecia dos meses aferrada a ese tema. La vida se le había transformado en un atisbar, un deducir, un hilar
sospechas, un hacer y deshacer urdimbres de suposiciones, porque en resumidas cuentas, al cabo de largas semanas, sabía
tanto de la muchacha como el primer día. Claro era que desde el primer día había tomado ella una actitud de mutismo agresivo
frente a "ésa". Que parecía ignorarla. Y la Liduvina, tan tonta, tan incapaz de preguntas, de esas preguntas que se hacen como si
se estuviera distraída y que son anzuelos para pescar peces gordos. Si no fuera por mantener su palabra, gritaba y juraba, de que
nunca cruzaría palabra con "la tal". ¡Las cosas que sabría de su vida, de todo cuanto pudiera concernirle! ¿Pero con la tonta de la
Liduvina de puente? ¡Qué sólo sabía decirle sandeces a la muchacha: que era linda y qué crema usaba para la cara, y cuál era el
color más de moda! Para matarla a la Liduvina.

1. ¿Cómo se caracteriza a María López? Fundamenta tu respuesta.


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2. ¿Cómo se reconoce el concepto de identidad en el texto? Fundamenta tu respuesta.


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3. ¿Qué elementos del “proceso social de construcción” reconoces en el texto? Fundamenta tu respuesta.
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Colegio San Francisco de Paine - Gilda Díaz 281, Paine - +562-2 584 7570

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