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Inseguridad en barraquilla.

“Las noticias de desarrollo y crecimiento que ocuparon las primeras planas de los medios

de comunicación, mostrando el buen momento que atraviesa la capital del Atlántico, se han

visto empañadas este comienzo de año por titulares violentos de crímenes, atracos y robos

callejeros que reflejan una realidad difícil de ocultar, y que pareciera se les salió de las

manos a las autoridades” (1) podríamos decir que este es el común denominador y es la

percepción que tienen la mayor parte de los ciudadanos de barranquilla, sobre la

inseguridad, en los últimos dos años, que incluso llevo al pronunciamiento, de un tono alto

del actual mandatario de los barranquilleros, Alejandro Char Chaljub, “No hay derecho que

la gente esté sufriendo, la atracadera está salvaje. En todas las esquinas están atracando,

en todas las esquinas están robando”.(2)el mandatario de los barranquilleros se refería al

estado de inseguridad por la que atraviesa la capital del Atlántico. Las cosas en el orden de

seguridad no andan muy bien en la “arenosa”, ante la ola de atracos y crímenes. “Según el

director ejecutivo de Fenalco, Héctor Carbonell, de 100 comerciantes en Barranquilla, 37

han denunciado problemas de inseguridad. Solo en las tres primeras semanas de 2017, la

cuenta de homicidios alcanzaba los 54 crímenes en el área metropolitana de Barranquilla”

(3)Mas allá de los datos estadísticos que ofrecen sobre el crecimiento de los casos de

inseguridad en Barranquilla, producidas por atracos, asalto a buses urbanos, peleas, robo

electrónico y piratería, hurto de celulares, cosquilleo, fleteo, entre otros, “el uso de armas

de fuego (87%) y el sicariato, (58%) registran el mayor volumen de participación en los actos

dolosos que, generan víctimas de homicidios o gravemente” heridos.(4)De la anterior

situación de inseguridad las autoridades civiles y militares”, se han atrevido a hipotetizar,


que uno de los principales factores que han incidido en los altos índices de criminalidad, es

“la ley de descongestión judicial”, “de 215 personas detenidas por diversos delitos, así como

la transformación de los antiguos núcleos paramilitares de la ciudad en pandillas

distribuidas por algunos de los sectores con mayor índice de inseguridad de la ciudad, como

La Chinita o San Felipe, en donde los mismos vecinos se han dado a la tarea de alertar a los

transeúntes y visitantes de que se encuentran en zonas de alta peligrosidad.(5)

Preocupa el hecho que los delincuentes que son sorprendidos o capturados son puestos en

libertad muchas veces, salen por vencimiento de términos o cualquier procedimiento

judicial mal llevado por las autoridades y reinciden en tal situación. Jair Vega, sociólogo y

profesor de la Universidad del Norte, manifestó también que no solo debe tratarse el tema

de cómo los ciudadanos perciben la inseguridad, porque “es algo mayor”. “En Barranquilla

lo que tenemos realmente es un problema más allá de la percepción. El asunto es de fondo,

y no solo es problema de la Alcaldía, tiene que ver con problemas estructurales”.(6)

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