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La arquitectura de Cali
Valoración histórica
Colección Investigación
© La arquitectura de Cali
Valoración histórica
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
ISBN: 978-958-8436-09-8
Tiraje: 500 ejemplares.
Depósito legal: se da cumplimiento a lo estipulado en la Ley 44
2 de 1993, decreto 460 de 1995 y decreto 358 de 2000.
Impreso en Colombia - Printed in Colombia.
Índice
Prólogo 7
Introducción 11
• Desarrollo conceptual 22
- El hecho arquitectónico 22
- La cultura 23
- La identidad 24
- El lugar 25
- El contexto 26
- El lenguaje arquitectónico 27
- El estilo 28
- Los periodos históricos 29
- Periodización 30
- El patrimonio 31
- El valor 34
- La intervención 35 3
- Los autores 36
• Reflexión historiográfica 36
- Historiografía general e historiografía de la arquitectura 36
- El problema historiográfico de la arquitectura 37
- La obra de arquitectura como fuente primaria 40
- Las imágenes en la historiografía de la arquitectura 42
• Antecedentes historiográficos 43
- Estudios latinoamericanos 43
- Estudios regionales 44
- Estudios locales 45
• Antecedentes 50
- Antigüedad clásica 50
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
- Edad Media 52
- Renacimiento 55
- Modernidad 58
• Desarrollo histórico de la arquitectura 64
- Periodo colonial (1536-1810) 65
Generalidades geográficas 65
Generalidades poblacionales 65
La propiedad urbana 69
Las nuevas construcciones 72
Valores de la arquitectura del periodo colonial 75
- Periodo republicano (1810-1930) 79
De la Colonia a la República: la expresión de un nuevo espíritu 79
Conflictos urbanos en el siglo XIX 80
Los cambios de la primera mitad del siglo XX 83
4 Los años veinte 84
La arquitectura de la República 85
La nueva urbanización 88
Valores de la arquitectura del periodo republicano 90
- Periodo de transición a la modernidad (1930-1945) 94
Los años treinta 94
La tendencia neocolonial 96
Los años cuarenta 99
La influencia Art Deco 101
Valores de la arquitectura del periodo de transición 104
- Periodo moderno (1945-1959) 107
Los años cincuenta 107
Valores de la arquitectura de la modernidad 113
a) Una moderna lectura de lo local 114
b) La expresión plástica del auge tecnológico 116
c) La austeridad del prototipo 117
• Antecedentes 123
• Periodización y análisis 125
- Los años sesenta 126
- Los años setenta 130
- Los años ochenta 147
El uso del ladrillo 150
- Los años noventa 158
La crítica del no-lugar 160
El nuevo siglo 169 5
- Observaciones finales 179
Segunda parte: Valoración del contexto construido 185
Bibliografía 220
Anexo 237
6
Prólogo
Por eso este libro es un bienvenido aporte al estudio del patrimonio antiguo y moderno
en la región. Estudio que comenzó en 1956 con la Historia de Cali, de Gustavo Arboleda,
y se continuó en la Universidad del Valle con la Arquitectura colonial en Popayán y Valle
del Cauca, de 1965, del profesor español Santiago Sebastián, y varios más sobre la arqui-
tectura de nuestras haciendas, la del Ferrocarril del Pacífico, la de las iglesias y templos,
la arquitectura moderna en Cali y también sobre sus servicios públicos, entre otros.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
8 narcotráfico, como también de una profesión que no mira el daño cultural que ha venido
haciendo.
Esta valoración de nuestro patrimonio construido es urgente, pues apenas nos interesamos
por lo que pasa en la ciudad, e ignoramos el papel de lo urbano-arquitectónico en esos
hechos, muchos triviales y repetidos, que nos impiden mirar su pasado, cuestionar su
presente y construir mejor su futuro. La lectura crítica de este libro ayudará mucho, ya
que la teoría de la ciudad y su arquitectura hoy deben empezar por la contextualidad y
sostenibilidad de sus edificios, pues ahora dañan la ciudad y contribuyen indirectamente
a contaminar el medio ambiente.
Con el modelo centralizador francés del siglo XIX y con la Constitución de 1886, que rigió
durante ciento cinco años, se generalizó en Colombia una perspectiva centralista y unitaria
en los aspectos políticos y culturales. Sólo hasta los cambios constitucionales de 1991,
concebidos como instrumento político para la reconciliación nacional y la modernización
del Estado, se hace explícita la pluriculturalidad de la nación colombiana y se otorga
derecho a la identidad.
Las profundas transformaciones que ha afrontado la ciudad han dado lugar a una disper-
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
sión de las identidades que en ella se construyen y, así mismo, a una indiferencia frente
a los valores de lo construido. Aunque todo ello le atañe a la investigación del proyecto
arquitectónico, en tanto a éste le interesan los elementos del contexto a considerar en los
procesos de intervención en lugares consolidados, es frecuente la despreocupación teórico-
metodológica y la superfluidad en el procesamiento de los datos recogidos como información
de la realidad. Por esta razón, es necesario que las intervenciones urbano-arquitectónicas
le otorguen importancia al contexto, al apropiarse del capital, la infraestructura, los usos,
1. El trabajo de grado en la Maestría
la memoria y las identidades colectivas acumuladas por las generaciones precedentes.
en Historia de la Universidad del Valle
fue sustentado por Susana Jiménez el Buscando profundizar en el “momento contextual” que abordan los proyectos, la tesis que
9 de septiembre de 2008 ante un gru-
po de docentes y estudiantes presidi- origina la investigación apela al reconocimiento de los valores de lo construido en Cali,
do por Nancy Motta como directora
de la Maestría, Gilberto Loaiza como en el marco de sus fundamentos ideológicos y como manifestación de las sociabilidades
coordinador de los trabajos de grado
y tres jurados: el historiador Miguel de cada momento histórico. Este libro se soporta en el trabajo Valoración histórica del
Camacho, el arquitecto Fernando
Flórez, docentes de la Universidad contexto construido en Cali. La obra de arquitectura como hecho histórico y cultural.
del Valle y el arquitecto Benjamín
12 Barney, docente de la Universidad Cali 1960-2008, tesis de grado en la Maestría en Historia de la Universidad del Valle, de-
de San Buenaventura. La tesis fue
evaluada como Meritoria. sarrollado con la tutoría y dirección del arquitecto Alberto Saldarriaga Roa1.
Las investigaciones en la línea del proyecto arquitectónico se iniciaron en la Universidad
de San Buenaventura en el año 2004, con el propósito de caracterizarlo como un proceso
investigativo reflexivo, sistemático y coherente, condición necesaria para desarrollar pro-
puestas capaces de impactar con pertinencia los contextos. Este proceso investigativo ha
tenido tres fases de avance, consignadas en el libro El proyecto arquitectónico. Aprender
investigando (Jiménez, 2006).
Este libro hace parte de la cuarta fase, donde la investigación se centra en la valoración
histórica como un recurso del proyecto arquitectónico, ya que éste, en su condición in-
vestigativa, requiere un marco contextual y referencial donde se conjuguen los problemas
históricos, teóricos y prácticos. En esta fase colaboran el arquitecto Armando Buchard y
un grupo de estudiantes de la Universidad de San Buenaventura Cali: Marcela Potes, Edgar
2. La Real Academia Española de la
Duque, Danny Fernando Genial y Luz Piedad Gallego. Lengua reconoce el término proyec-
ción, pero el concepto proyectación
pertenece al ámbito de la arquitectu-
En la lógica investigativa del proyecto arquitectónico, la conversión de las ideas –inicial- ra, como un neologismo que proviene
del verbo proyectar, que significa
mente vagas e imprecisas– en certidumbres y soluciones que se proponen como imágenes, idear, imaginar, trazar, disponer un
plan y los medios para ejecutarlo.
precisa la articulación de las propuestas con las preexistencias físicas, sociales, econó- Tradicionalmente, el término pro-
yecto arquitectónico se considera
micas, políticas y culturales. Sin embargo, quizás sea la ignorancia sobre el contexto y la como el conjunto de diseños, planos
y cálculos, plantas, alzadas, pers-
obra de arquitectura como hecho histórico y cultural otra de las causas que esconden una pectivas, etc., que determinan todo 13
lo necesario para la construcción de
realidad agobiante de las ciudades colombianas: la destrucción del patrimonio construido y una obra arquitectónica.
la producción de la arquitectura como un objeto físico, donde prima el valor del mercado
que encasilla las obras en los aspectos utilitarios y funcionales, y captura la esencia de
las formas en tendencias y modas.
El periodo cronológico del estudio se sitúa entre 1960-2008; sin embargo, para identificar
los eventos y las circunstancias que produjeron las transformaciones, permanencias y
significaciones estéticas de la arquitectura de Cali, se aborda una amplia periodización 3. En una definición de microhistoria,
iniciada en los antecedentes fundacionales. En el periodo 1990-2008 se analizan algunos Giovanni Levi en “Un problema de
escala”, publicado en la Revista Con-
proyectos en profundidad, a través de los cuales se reconocen y comprenden los elementos trahistorias, señala que la microhis-
toria, a diferencia de la historiografía
y valores del pasado que aún permanecen. tradicional, no olvida el conjunto de
redes interpersonales que son vitales
en la explicación y que, como reflejo
Si bien el nombre oficial de la ciudad es Santiago de Cali, compuesto a la usanza de muchas de lo que sucede en lo macro, requie-
15
ren un estudio de la escala adecuada
fundaciones españolas en América –y que hace honor a la devoción del apostol Santiago para poderlas afrontar (Levi, 2004).
cuya fiesta se celebra en 25 de julio–, para efectos del estudio se reducirá a Cali, nombre
con el que comúnmente se la conoce.
La segunda parte, conformada por el capítulo IV, desarrolla una propuesta de metodología
proyectual, como síntesis de los resultados del estudio. Buscando caracterizar aquellos
elementos a considerar en los proyectos de intervención en lugares urbanos, en este ca-
pítulo se presenta el diseño del instrumento para la recolección de la información, matriz
metodológica para la interpretación y valoración del contexto construido. A la luz de esta
matriz se analizan las fuentes primarias con las que se construye el corpus empírico del
estudio, del cual se incluyen en el anexo diez obras representativas. Finalmente, y como
conclusiones de la investigación, se reconocen los valores generales que confluyen en las
obras analizadas de la arquitectura de Cali y los elementos necesarios para concebir y
resolver una arquitectura contextualizada.
16
Primera parte
Proceso histórico
El hecho arquitectónico
“El objeto esencial de la arquitectura es la concepción y construcción del espacio habitable,
cuya presencia material afecta prácticamente todos los campos de la existencia social […]
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
La arquitectura es un hecho cultural que tiene sentido para quien la fabrica y para quien
la habita y tiene poder simbólico para representar lo intangible” (Saldarriaga, 2003).
En el campo del desarrollo humano, Manfred Max Neef (2001) concibe las necesidades
como un sistema interrelacionado y complementario que puede subdividirse en dos ca-
22 tegorías: las existenciales y las axiológicas. Como necesidades existenciales propone las
categorías ser, hacer, tener y estar; como categorías axiológicas ubica las necesidades de
subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad
y libertad. El desarrollo humano, por tanto, no se concibe para los objetos, sino para los
sujetos y las posibilidades de suplir sus necesidades. En este sentido, no son lo mismo
las necesidades humanas fundamentales –que son iguales en todas las culturas– que sus
satisfactores, los cuales están culturalmente determinados. Esta apreciación es importante
para la comprensión del hecho arquitectónico, si se tiene en cuenta que éste no es una
necesidad, sino un satisfactor existencial de la necesidad de estar, es decir, de habitar,
pues provee la solución al albergue geográfico y a la permanencia espacio-temporal; pero
también es un satisfactor axiológico, pues compromete valores de la vida social y es un
satisfactor de las necesidades de subsistencia, participación e identidad. En general, el
hecho arquitectónico proporciona respuesta a cada una de las necesidades existenciales y
axiológicas, que al ser determinadas culturalmente lo cargan de sentidos y significaciones
y lo caracterizan como un objeto cultural y como expresión simbólica.
La cultura
Como estructura que engloba o integra a los miembros de una comunidad, la cultura se
comprende ligada al territorio físico y a los objetos sobre los cuales se manifiesta. En este 23
sentido, Clifford Geertz propone la siguiente definición: “La cultura denota un esquema
históricamente transmitido de significaciones representadas en símbolos, un sistema de
concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas, por medios con los cuales
los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente
a la vida” (Geertz, 1995).
Cuando Geertz se refiere a la cultura como un documento activo –que reconoce como
público– y como un conjunto de mecanismos de control que gobiernan la conducta, define
el hecho arquitectónico como un hecho cultural, condición en la que posee también un
carácter público. La arquitectura, campo de manifestación de las formas simbólicas y
hecho cultural heredado e históricamente transmitido, adquiere una dimensión semiótica
inherente a la condición humana, que hace parte de la red de significaciones que consti-
tuyen el universo de la cultura.
La identidad
Designa el carácter particular del individuo que, idéntico a sí mismo, adquiere un valor de
afirmación personal y pertenencia que se construye en una cultura particular. La identidad
se nutre de significados, simbolizaciones e imaginaciones y define la especificidad de cada
individuo en relación con la trama de relaciones interpersonales, en la que la historia
personal se vincula con los aspectos del ambiente, el contexto y la cultura particular.
De allí que el concepto de identidad en la arquitectura se contraponga a las tendencias
globalizadoras que la desligan de la memoria y de la historia, en un proceso donde los
4. Bourdieu considera violencia sim-
24 bólica todo poder invisible que logra contextos construidos se constituyen en escenarios de violencia simbólica4. En este sentido
la imposición arbitraria de significa-
ciones como legítimas. es pertinente revisar las tesis de algunos autores:
Renato Ortiz reconoce la identidad como “consecuencia de una estructura, de un uni-
verso que engloba de modo igual a los miembros de una comunidad y una construcción
simbólica que se hace en relación con un referente” (Ortiz, 1998)5. La arquitectura,
como materialización de significaciones y símbolos, es un elemento de referencia para
la construcción de identidades y además posee valores de representatividad cultural que
se apoyan en la memoria.
El lugar
Esta definición supera la concepción del lugar como espacio físico determinado por ca-
racterísticas geográficas y ambientales, para vincularse con el concepto de contexto, en
el que la “contextualización” de la obra sugiere una dimensión más amplia y compleja.
El contexto
Aunque una primera aproximación al término contexto remite a la geografía y a las ca-
racterísticas del lugar en el que se inserta la obra, más que una determinación física, el
contexto es un conjunto de relaciones que permite una interpretación de la obra más
allá de sí misma. En términos historiográficos, en el contexto se pueden identificar dos
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Al involucrarse con la dimensión subjetiva, las obras y sus conformaciones urbanas apro-
pian tendencias ideológicas, pautas culturales y relaciones históricas. Por lo tanto, sus
interpretaciones sólo son posibles ligadas al contexto en el que se implantan y no como si
se tratase de hechos aislados. En este sentido, es pertinente la definición de Juan Pablo
Bonta: “La obra de arquitectura o arte nunca se interpreta individualmente sino dentro
del contexto de otras obras con las cuales parece relacionarse […] una arquitectura o
arte no significantes permanecerían ajenos al campo de la cultura y por tanto dejarían
de ser arquitectura o arte” (Bonta, 1977). De igual manera, la historiadora argentina
Marina Waisman afirma: “Parece establecida la imposibilidad de comprender un hecho
El lenguaje arquitectónico
Saldarriaga y Fonseca definen el lenguaje arquitectónico como un “medio de comunicación”
que trabaja a nivel inconsciente o consciente, con pautas y regulaciones primordialmen-
te culturales. Con estas regulaciones, el lenguaje está dotado de componentes diversos
que se reúnen en sistemas de reglas y en modos de empleo correspondientes, siendo el
significado el componente más importante en la noción existencial del espacio. En este
enfoque el lenguaje arquitectónico está compuesto por los siguientes elementos:
El lenguaje simbólico posee contenidos abstractos que se asocian con costumbres, valores,
creencias de orden colectivo, o que se vinculan con representaciones del poder religioso o
político. La simbolización es una síntesis, un proceso psicológico que relaciona un fenóme-
no o elemento con otro, recurriendo para ello a convenciones que conectan significados.
El estilo
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El estilo remite a unos determinados principios compositivos, detalles y códigos que definen
ciertas características homogéneas asociadas con las formas, tipos de edificios, elementos
técnicos e iconográficos que los identifican. Los rasgos estilísticos pueden caracterizar
a un autor, una escuela, una región o una cultura, como también manifestar el espíritu
específico e intransferible que liga las significaciones, las formas de vida y la esencia de
una época, con las formas y los lenguajes arquitectónicos que los capturan.
La actitud historicista del siglo XIX llevó a emplear los estilos como una búsqueda estética
y como un problema ideológico para dotar los edificios del carácter y la representatividad
propios del orden social y los requerimientos del poder político, económico y religioso. Los
arquitectos debían acoger las codificaciones de los estilos y aplicarlas con rigor a las obras.
Como lo afirma Saldarriaga: “Hacer arquitectura en uno u otro estilo implicó el conoci-
miento de sus principios compositivos y de sus detalles ornamentales más característicos.
Arquitecturas exóticas como la egipcia y la china, y en América Latina la prehispánica y
la colonial española, se convirtieron también en estilos” (Saldarriaga, 2003).
Teniendo en cuenta que las transformaciones ocurren en periodos irregulares, y que unas
toman más tiempo y otras se efectúan en lapsos muy cortos, la periodización historiográfica
de este trabajo se abordará de la siguiente manera:
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Periodización
Teniendo en cuenta que muchas de las influencias occidentales llegaron a Colombia como
estilos y que estos no pueden ligarse con los periodos históricos pues las coincidencias
temporales son muy difusas o anacrónicas, es necesario reconocer espacios de tiempo
con características particulares. Para evitar periodizaciones ficticias que no corresponden
30 con verdaderas transformaciones arquitectónicas, el estudio se limitará al tratamiento
de dos grandes periodos:
- Periodo 1536-1959, tiempo histórico de escasa celeridad y transformación, donde las
expresiones arquitectónicas capturaron el lento discurrir arquitectónico de la pequeña
y aislada provincia de Cali.
El patrimonio cultural inmueble “es el que no se puede trasladar sin que se altere su
esencia. Puede ser de cualquier época: prehispánica, colonial, republicana, moderna o
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Dada la drástica transición que Cali experimentó, al pasar de ser una provincia aislada
hasta comienzos del siglo XX a una ciudad metropolitana a mediados del mismo, su con-
figuración urbana y arquitectónica es fundamentalmente moderna. El reconocimiento
Para Ballart los objetos que lega el pasado como patrimonio proveen la sensación de per-
tenencia, refuerzan y aglutinan el sentimiento colectivo de comunidad, proporcionan un
marco de referencia para el reconocimiento del entorno y actúan como fundamento del
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sentido de identidad. Si bien los conceptos patrimonio y bien cultural sugieren la idea de
valor, la atribución de cualidades a los hechos arquitectónicos depende de las referencias
intelectuales, históricas, culturales y psicológicas de quienes se las atribuyen. Así pues,
el concepto de valor se refiere al aprecio hacia los objetos, “por el mérito que atesoran,
por la utilidad que manifiestan o por su aptitud para satisfacer necesidades o proporcio-
nar bienestar”. Ballart considera que el valor atribuible puede ser de tres tipos: el valor
de uso, referido a la dimensión utilitaria para la satisfacción de las necesidades, lo que
implica una dimensión económica, política, intelectual y científica; el valor formal, que
reconoce lo estético y las características físicas de los bienes; y el valor simbólico, ligado
a las significaciones, la comunicación y el lenguaje no verbal de aquello que estas obras
quieren manifestar (Ballart, 1997).
Existe una íntima relación entre la personalidad del artista y el valor de sus obras, entre
su pensamiento, cultura y significaciones y su producción. Esta idea se acentuó a partir
del Renacimiento, cuando se sistematizó métrica y canónicamente el gusto personal de
los artistas y se valoró la individualidad creativa de los arquitectos. La autoría individual
ha cobrado especial importancia en la arquitectura moderna y asocia la singularidad de
la obra con su autor como marca de fábrica.
(Loaiza, 2004).
Reflexión historiográfica
Historiografía general e historiografía de la arquitectura
Teniendo en cuenta que uno de los objetivos de la investigación es caracterizar el con-
texto histórico de la arquitectura de Cali, lo cual implica una producción historiográfica,
36 es necesario identificar las diferencias entre la historiografía general y la historiografía
de la arquitectura.
En la historiografía general el historiador recurre a las fuentes y las transforma en docu-
mento, para luego constituir esos documentos y esos hechos históricos en problema. En
este sentido Marc Bloch, cofundador de la revista Annales en 1929, en su obra póstuma
Apología para la historia o el oficio del historiador, y en contraposición al positivismo
histórico de la época, plantea que la historia es una ciencia, aunque su objeto no pueda
ser considerado un dato positivo. Bloch define la historia como una investigación cuyo
objeto no se centra en el pasado sino en el hombre y sus actividades, situadas en el tiem-
po, o como “producto de una construcción activa de su parte para transformar la fuente
en documento y luego constituir esos documentos y esos hechos históricos en problema”
(Bloch, 2001)8.
En la historia general los acontecimientos –que son el objeto de estudio– han desaparecido
o dejado de existir en el tiempo y el propósito del historiador es la reconstrucción descrip-
tiva o narrativa de esos hechos (datos, en la conceptualización de Carr) para traerlos al
presente. En la historiografía de la arquitectura la situación es diferente, pues el objeto de
estudio –referido a la obra arquitectónica– existe en el presente del historiador y “aunque
Julio Aróstegui mira la historiografía desde una posición cientificista que reconoce la his-
toria en su significación etimológica derivada del término istorie empleado por Heródoto
y que significa investigación. Precisando los términos historia e historiografía, identifica
el primero como referido a los hechos y eventos; el segundo lo ubica en la escritura de
la historia y su relato, que en relación con el resultado de la investigación y su escritura
reclama la estructuración de un método. Aróstegui argumenta que la historiografía no es
8. Del prefacio a la segunda edición
una ciencia, sino un estudio científicamente elaborado; identifica las dificultades para de Apología para la historia o el
37
oficio del historiador, por Jacques
reducir los fenómenos sociales –que poseen un carácter mental– a términos físicos sujetos Le Goff.
a un paradigma único como en las ciencias naturales. No obstante, en la misma dirección
de Marc Bloch, Aróstegui reconoce que la investigación histórica puede ser científica-
mente realizada, pues cuando el historiador establece conjeturas y se sujeta a las reglas
y principios reguladores de un método, impide que su trabajo se diluya en “actividades
arbitrarias, meramente empíricas, subjetivas y ficcionales” (Aróstegui, 2001).
En un sentido crítico, vale la pena mencionar los planteamientos de Nietzsche, que re-
fuerzan el carácter artístico de la historia, pues como lo afirma en De la utilidad y los
inconvenientes de la historia para la vida: “Tan solo cuando la historia soporta ser trans-
formada en obra de arte, en pura obra estética, podrá eventualmente conservar y hasta
despertar instintos. Pero una tal historiografía sería del todo opuesta al carácter analítico
y nada artístico de nuestra época y sería vista como una falsificación” (Nietzsche, 1874).
Un siglo después de los planteamientos de Nietszche, en los años setenta, diversos autores,
entre ellos Laurence Stone, Michel de Certeau y Hayden White, coinciden en plantear un
nuevo acercamiento entre la historia y la literatura, con lo que generan gran controversia
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Hayden White, quien había publicado Metahistoria en 1973, plantea la existencia de una
crisis de la historiografía como consecuencia del olvido literario y formula una teoría de
mecanismos poéticos con la cual vincula historia y literatura. White propone un acerca-
miento emotivo al pasado y, en consecuencia, la escritura del relato histórico determinada
por una poética, cuyos mecanismos considera los mismos tanto para el relato histórico
como para el de ficción. Argumentando que la interpretación de los hechos es un constructo
hipotético, propone que sus representaciones, es decir, su narrativa, se sustenten en un
componente literario que se sitúa más en el campo de la poética que en el de la ciencia.
Alberto Saldarriaga afirma que la historia de la arquitectura hace parte del gran cuerpo
de los estudios históricos regidos en cierta manera por la historia social, económica y
política, y que la historia de las creaciones materiales de la humanidad ha oscilado entre
un enfoque centrado en los objetos mismos y una perspectiva más amplia: la de la historia
de la cultura. Por ello, considera casi obligatorio dar un contexto socio-cultural al estudio
de las manifestaciones propias de la creación artística (Saldarriaga, 2003).
Con base en estos postulados, en la historiografía que aborda este trabajo y en el estudio
de las fuentes, que en el caso de la arquitectura no son un dato del pasado sino su pro-
ducto hecho presente, se buscará superar la empiria descriptiva con la que con frecuencia
se construye el discurso narrativo de la arquitectura, para asumir un sentido analítico
y propositivo. De otro lado, para evitar la mirada aislada a los fragmentos y facilitar la
comprensión de los distintos momentos y transformaciones de la arquitectura, las obras
se vinculan con los paradigmas, los momentos de la historia y lo que Michel de Certeau
(1985) denomina el “enlace del discurso con un lugar social”. En otras palabras, la di-
mensión microscópica del objeto –referido a las obras– se relaciona con lo macro, en la
dimensión contextual como principio organizador de la narración9.
En la historiografía que aborda este trabajo las edificaciones adquieren un doble papel como
fuentes primarias: por una parte, dan cuenta de los diversos procesos sociales de Cali, a 10. Citado por Francisco Zuluaga en
Metodología de la Historia: Heurís-
través de los cuales se realiza la interpretación histórica en los periodos estudiados; por tica. Universidad del Valle, 2006. 41
otra, responden las preguntas formuladas que se sitúan en los aspectos arquitectónicos. 11. Ibíd.
Las imágenes en la historiografía de la arquitectura
Las representaciones arquitectónicas: proyecciones ortogonales (plantas cortes, alzadas),
proyecciones diédricas (axonometrías), proyecciones cónicas (perspectivas), las maquetas
y la fotografía, ofrecen información adicional, muchas veces no identificable en la obra
y pueden dar cuenta del nivel de conservación o transformación de que han sido objeto
las edificaciones en el tiempo. Por ello, es interesante el reconocimiento de los planos
originales y su confrontación con el estado actual en el momento del estudio. Así mismo,
los planos se constituyen en documento histórico de aquellas edificaciones desaparecidas
o nunca construidas y por medio de ellos es posible su reconstrucción o estudio histórico.
modo que los historiadores que no tengan en cuenta la diversidad de las intenciones de
los pintores o fotógrafos pueden verse inducidos a cometer graves equivocaciones […]
sin embargo, el proceso de distorsión constituye un testimonio de ciertos fenómenos que
muchos historiadores están deseosos de estudiar: de ciertas mentalidades, ideologías e
identidades” (Burke, 2005).
Estas apreciaciones sobre las imágenes como fuente poco fiable y poco objetiva de un
tiempo y de un espacio, son válidas para gran parte la historiografía actual de la arquitec-
tura, la cual se centra en la difusión de imágenes fotográficas sin reflexión ni contenido
teórico. Cuando se presta más atención al impacto visual que a los edificios mismos, se
subliman las condiciones de fotogenia por encima de las valoraciones analíticas y críticas
de las obras.
La aculturación lograda por medio del arte barroco en la Colonia es otra expresión de la
forma como los simbolismos han impuesto significaciones en el arte, lo que ocurre también
en la arquitectura como el campo en el cual se materializan las visiones del mundo de
cada época y su ideología. Esta situación sigue vigente y las tecnologías de la imagen y
la comunicación la han recrudecido. La enajenación mediática y fotográfica que impone
Si se tiene en cuenta que la historiografía posee una dimensión de imagen que es tangible
y representable y otra de sentido, que le imprime el historiador, las imágenes gráficas
con las que se complementa el desarrollo historiográfico de este trabajo buscan, a través
de la abstracción que implica el dibujo, capturar los elementos esenciales de los hechos
arquitectónicos para facilitar su interpretación, explicación y comprensión.
Antecedentes historiográficos
Estudios latinoamericanos
La historiografía de la arquitectura en Latinoamérica vincula con frecuencia las produc- 43
ciones locales con las tendencias europeas y los paradigmas occidentales, proceso compa-
rativo que contribuye a su menosprecio. La arquitectura prehispánica se comparó con la
de las primeras civilizaciones, la colonial se equiparó con la renacentista y la barroca, la
republicana se inscribió en un eclecticismo que conjugó los diferentes estilos y la moderna
hizo resonancia de lo internacional.
Estudios regionales
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
46
Capítulo II
Contexto histórico de la arquitectura de Cali
periodo 1536-1959
Plaza de Caicedo
Capítulo II
Contexto histórico de la arquitectura de Cali
Periodo 1536-1959
Para iniciar la reflexión historiográfica de la arquitectura de Cali es preciso dar una mirada
muy esquemática a las características esenciales que particularizan los diferentes perio-
dos de la arquitectura occidental, con el fin de reconocer sus fundamentos ideológicos,
sus alcances como paradigmas y las repercusiones de sus influencias en la arquitectura
local. La cuestión no es sólo clasificatoria, porque identificando las significaciones ligadas
a los periodos de la arquitectura occidental puede inferirse la manera como muchas de 49
éstas llegaron a Colombia y fueron asumidas como “estilos”, ya no como portadores del
espíritu ideológico de una época, sino como un repertorio formal que se utilizó como un
recurso del proyecto.
Antecedentes
La arquitectura delinea la imagen simbólica de los entornos cercanos, de aquellos que
idealizan sus autores o de los referentes simbólicos con los cuales estos autores se iden-
tifican. Por ello, es preciso analizar los elementos significativos en términos ideológicos
con el fin de revelar algunos rasgos críticos convertidos en elementos de referencia y la
forma como el saber arquitectónico se alimentó de estos patrones.
Antigüedad clásica
El poder de las imágenes en la construcción de las iden-
tidades es connatural a la civilización. En las sociedades
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Edad Media
Con la caída del imperio romano en el siglo V se inicia un periodo que ocupó diez siglos de
la civilización occidental y el cual se conoce con el nombre de Edad Media, por localizarse
entre la Edad Antigua, representada por la cultura grecorromana, y la renovación cultural
que sobreviene con el Renacimiento. En este periodo ocurre un giro ideológico fundamen-
tal: se sustituye lo clásico (vocablo que acuñó Giorgio Vasari14 para referirse a las obras
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
pertenecientes a una clase superior, que por su calidad se constituye en modelo) por lo
teocéntrico, bien sea cristiano o islámico. Este giro ideológico se manifiesta también en lo
económico, en lo político y en lo social, pues la producción esclavista es sustituida por el
modelo feudal; desaparece el concepto de ciudadanía romana, surge un nuevo conjunto
de relaciones de producción y dependencia entre el campesino y el señor, con lo cual se
sustituye la centralidad política por la dispersión del poder.
14. Arquitecto, pintor y escritor
italiano, autor de Las vidas de los El cambio ideológico provocado por el cristianismo y los nuevos significados existenciales se
más excelentes pintores, escultores
y arquitectos, editada por primera manifiesta también en la arquitectura. Aunque ésta, la escultura y la pintura son derivadas
vez en 1550 en Florencia, ampliada
en 1568 y considerada como texto
de Roma e influidas por ella, nuevas simbologías estructuran las formas arquitectónicas
fundamental de la historia del arte del misticismo occidental y surge una reinterpretación del hecho arquitectónico como
antiguo y renacentista. Entre sus
obras de arquitectura más conocidas objeto cultural y lugar de identidad cristiana.
figura el Palacio de los Uffizi en Flo-
rencia, iniciado hacia 1560.
La arquitectura paleocristiana desarrolló un misticismo que empobreció la apariencia
15. Como un movimiento popular, la
religión cristiana rechaza la arqui- formal de los templos, pues sobre la base de la espiritualidad cristiana, despojada y
tectura desarrollada por las clases
52 dominantes romanas, caracterizada cuestionadora de la materialidad pagana, las obras rechazaban la expresión desbordante
por la solidez constructiva y la fuerza
plástica. del paganismo y el poder romano15. El templo paleocristiano se despoja de expresiones
estructurales complejas y costosas, y el espacio interior se dinamiza
al representar el recorrido longitudinal hacia el altar como el camino
hacia Cristo, siendo la cruz el símbolo que configura la planta de gran
parte de las iglesias. Cuando en el año 330 la sede del cristianismo
es trasladada a Bizancio, la arquitectura toma un nuevo rumbo sobre
las bases del romano anterior.
En los siglos XII al XIV el Gótico, que en el arte se expresa en la pintura, la escultura, la
pintura mural y los vitrales, alcanza su máxima expresión en la arquitectura. Nace como
evolución del Románico y es sopor-
tado en nuevos avances tecnológicos
que permiten que la estructura se
torne ligera y transparente, llevando
con ello a su máxima expresión el
simbolismo religioso. Las catedrales,
símbolo identitario de las ciudades,
tardaban más de un siglo en concluir
y competían por obtener la máxima
altura y belleza. En la búsqueda sim-
bólica de la luz, fundamental para el
54 espacio cristiano, se perfecciona el
sistema de esqueleto experimentado
en el Románico, se separa la estructura del cerramiento y se incorporan los vitrales para
permitir una nueva relación interior-exterior. En pos de la verticalidad trascendental se
desarrollan el arco apuntado, los arbotantes, los contrafuertes y se multiplican las bóve-
das de crucería como módulo universal que logra la magnificencia de las catedrales. Los
edificios se liberan del rigor racional y la pesadez del Románico,
pues el avance estructural posibilita una nueva espontaneidad
formal cuya expresión simbólica se expande por Europa y ho-
mogeniza con un nuevo lenguaje el repertorio y las tradiciones
constructivas locales.
Renacimiento
A diferencia del pasado arquitectónico medieval –que a través de las tradiciones había
transmitido el rigor constructivo, los simbolismos y las significaciones hasta homogenizar
17. H. W. Kruft: Historia de la teoría
de la arquitectura. 1: desde la Anti- un lenguaje colectivo–, en el Renacimiento se fusiona la generalización canónica de los
güedad hasta el siglo XVIII, Madrid,
Alianza Editorial, 1990 órdenes arquitectónicos con los gustos y la individualidad creativa de los arquitectos. La
18. Alberti impuso la pureza clásica genialidad de los artistas y la libertad en la aplicación de los cánones producen obras que
de los órdenes, Brunelleschi impulsó
las proporciones matemáticas y la se caracterizan por su perfección y surgen figuras como Brunelleschi, Alberti o Bramante,
austeridad formal y Bramante logró
la exaltación del espíritu clásico y que particularizan las obras y las identifican con su sello18. Dado que el soporte científico
los ideales de la cristiandad. Poste-
riormente Miguel Ángel incursiona de la perspectiva permitía dilucidar las formas arquitectónicas previo a su construcción,
en las formas aplicando la expresi-
vidad propia de sus obras artísticas se explota la búsqueda compositiva; sobre una solidez corpórea y una plástica maciza,
y variando los cánones clásicos para
56 introducir la monumentalidad que se universaliza un sistema de cánones que proveen una nueva seguridad estética que da
produce el orden Gigante y una nueva
expresividad que impulsó el Barroco. origen al ornamento y la decoración.
Como resultado de la aplicación de las reglas y tratados renacentistas,
en el siglo XVI surge el Manierismo, en el que la maniera significaba un
procedimiento artístico para trabajar sobre los modelos de los maestros,
imitándolos para alcanzar su perfección. Para garantizar la belleza compo-
sitiva de las obras, la búsqueda de la mainiera se convierte en preceptiva
y restringe las posibilidades de innovación, con lo cual el manierismo
construye un formulario de tratados y fórmulas para la aplicación de los
cánones (Serlio: 1540, Vignola: 1562, Palladio: 1570). El tratado de Palla-
dio, como guía metódica y compositiva, se constituye en un canon de los
ideales de la arquitectura occidental.
Modernidad
Con la Academia Real de Arquitectura, fundada en 1671 –que como producto de la Edad
de la Razón tiene como objetivo “impulsar un conocimiento más exacto y una teoría más
correcta”–, la arquitectura se ubica en el campo de la ciencia. Con el movimiento ilus-
trado que inicia en 1690 la primera fase de la Modernidad, la ciencia se vuelve un arma
contra la Iglesia y la religión, y se abre el camino hacia la búsqueda objetiva que, bajo
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los Principia de Newton, consolida la imagen matemática y mecánica del universo. La
ciencia, como el movimiento vital de la Ilustración19, transforma fundamentalmente la
historia humana con la mecanización del trabajo, que tras el poder y la admiración por
las máquinas ocultaba un incontenible afán de lucro.
Como consecuencia, a mediados del siglo XVIII surge el Neoclasicismo, impulsado por
Giovanni Battista Piranesi, arquitecto italiano que realizó cientos de grabados e interpre-
taciones de los monumentos romanos. Con una concepción romántica de la antigua Grecia
y la fundación de las Academias para el estudio de las artes, el Neoclasicismo se convierte 19. La Ilustración es un movimiento
en una adaptación de la arquitectura de los templos grecorromanos a la sociedad civil. de tipo intelectual que surge en Fran-
cia entre la élite noble y burguesa
del siglo XVIII, que basa la educación
En el Iluminismo (1750-1800) Ledoux y Boullée forman parte del grupo de los llamados ilustrada en la razón y en la ciencia
como las claves del progreso, el
arquitectos “visionarios”, que se opusieron al rígido neoclasicismo académico y buscaban bienestar y la felicidad. El Siglo de
59
las Luces concluye en 1789 con la
para la arquitectura una nueva identidad que rechazaba la copia de los estilos del pasado. Revolución Francesa.
Ledoux publica en 1804 su obra L´architecture considérée sous le
rapport de l´art, des mœurs et de la législation (La arquitectura
considerada desde el punto de vista del arte, las costumbres y la
legislación) y Boullée divulga en su manuscrito Arquitectura. Ensayo
sobre el Arte, el valor esencialmente artístico de la arquitectura,
considerándola “inspiración creativa” en contraposición al “proce-
dimiento mecánico” con el cual denomina la construcción. Estos
arquitectos revolucionarios incursionan en exploraciones formales y
en las significaciones simbólicas de los elementos: la obra dibujada
de Boullée expresa su interés investigativo por la configuración for-
mal y los efectos del claro-oscuro, estudio que emprende a través
de proyectos de edificios fantásticos e irrealizables, a causa de sus
enormes dimensiones.
Hacia finales del siglo XIX surge en Estados Unidos la denominada Escuela
de Chicago, cuyos arquitectos inician la búsqueda racional que entroniza el
funcionalismo y la concepción donde “la forma sigue a la función”, acuñada
por Sullivan21. Influenciado por el racionalismo de la Escuela de Chicago, Adolf
Loos publica su conocido ensayo Ornamento y delito, en el cual reacciona
violentamente contra el Art Nouveau y, en general, contra la superficialidad
Al inicio del siglo XX, y bajo el alero de la modernización, la producción industrial desalienta
el expresionismo formal de los edificios y se generalizan la individualidad y la desestimación
20. Si se trataba de un edificio de
de las connotaciones ideológicas del clasicismo. La máquina, y lo que ello significaba, se justicia, el estilo romano, para la
administración el estilo griego, etc.
asimila a la belleza y la tecnología se posiciona como un nuevo paradigma basado en la
21. Arquitecto, líder de la Escuela de
objetividad y la racionalidad. La ruptura con lo clásico y la redefinición moderna de la Chicago, conjunto de obras que con-
forman el centro administrativo de
belleza provocan el abandono de la historia, de la búsqueda en los estilos anteriores y su esta ciudad -que en la época se cons-
tituye como el mayor centro de inter-
consecuente soporte en la seguridad estética que los cánones clásicos habían garantizado cambio de Estados Unidos-, donde el
alto costo de la tierra determina el
por siglos. La belleza, cuyo juicio se relativiza como efecto de las preocupaciones mo- nacimiento de los rascacielos. En los
edificios que construye la Escuela de
dernas, se estereotipa comercialmente en razón al mundo del consumo, y la nueva razón Chicago los valores arquitectónicos y
compositivos se subordinan al nuevo
instrumental busca geometrías puras y eficientes que demandan métodos racionales y concepto de competencia, según el
cual el sistema liberal se aplica a la
61
eficaces para maximizar las ganancias de las obras. construcción.
En 1919 se funda la Bauhaus en Weimar, Alemania, como
escuela de arquitectura que pretendía combinar la Aca-
demia de Bellas Artes y la Escuela de Artes y Oficios.
Gropius concibe el edificio como la máxima expresión
de toda actividad creadora y se defienden los principios
vanguardistas que relacionan la industria con el arte, la
artesanía y la arquitectura. Estos conceptos influyeron en
la práctica de los ideales de la Modernidad en el mundo
europeo de los años veinte, donde se gestaron movi-
mientos como el holandés De Stijl y el Constructivismo
ruso, que propusieron nuevas y radicales ideas acerca
del mundo de lo visual y de lo artístico.
Generalidades geográficas
Durante el siglo XVI los centros de las ciudades eran ocupados por las jerarquías político-
militar y eclesiástica, que representaban la cúspide social, a las cuales, les eran otorgados
los predios por parte del cabildo, la gobernación o el capitán de la conquista (Vásquez,
1982). La geometría de la “ciudad ideal” sublima la pureza formal, hace tabula rasa de lo
geográfico y lo cultural y el crecimiento de los centros urbanos se produce por la adición
de las manzanas como la célula básica que conforma la retícula del trazado ortogonal.
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Las ciudades eran concebidas como “implantaciones de Europa, independientes del lugar
donde se localizaban, con las dimensiones deseadas por los pobladores provenientes de
un continente saturado y sin espacio, y marcadas por el carácter de hecho artificial, acto
de cultura de una civilización, frente a la barbarie” (Salazar, 1997).
En la lucha por la libertad, los indígenas vallecaucanos pijaos, quimbayas, bugas, toribíos,
yanaconas y putimaes establecieron el terror e impusieron a los españoles su fama de
feroces y caníbales. Hacia 1605 fueron sometidos por las autoridades coloniales, sufriendo
el rigor de la guerra que supuso su dramática disminución y los pocos indígenas que sobre-
vivieron a la conquista se asentaron en la margen izquierda del Cauca y en el piedemonte
de la cordillera Occidental.
La desconexión con el exterior enraíza y consolida la tipología doméstica colonial del siglo
XVII y parte del XVIII. Las pequeñas ventanas protegidas con barrotes de madera con las
que se horadan los anchos muros de fachada son estrictamente funcionales, dispuestas
para proveer alguna iluminación a los espacios interiores. Acentuando el aislamiento, el
zaguán se desarrolla como un espacio de transición entre el exterior y el patio interior al
que se abren los demás espacios29.
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Los determinantes tecnológicos son decisivos en los procesos de adaptación de los modelos
29. Esta tipología, referida a la y tipologías peninsulares, pues para la construcción de las viviendas –que conformaron
relación formal y espacial entre
lo construido y el patio, presenta poblados a la manera de los pueblos españoles, con calles y barrios, iglesias de tapia,
variaciones en forma de U, O ó I, de
acuerdo con las ampliaciones de las ladrillo y teja– se introdujeron las técnicas constructivas europeas, que ya para el siglo
alas adicionales. La aparición de los
balcones es posterior, siendo Carta- XVII se habían generalizado con los patrones del Barroco como una expresión popular30.
gena una notable excepción.
30. El Barroco, que dominó gran La influencia del arte barroco europeo que llega a América esconde todo un proceso
parte del siglo XVI, se extendió por
los países católicos europeos y fue evangelizador en manos de la Iglesia. Su expresividad apasionada, su sentido escenográ-
acogido con gran fuerza en España,
que lo introdujo en sus colonias fico y heterogeneidad formal se manifiestan principalmente en la arquitectura religiosa,
americanas. Debido a los intereses
de la Corona en la riqueza de Perú de gran importancia debido a la evangelización, en la que también se hace evidente el
y México, y a sus ancestros técnicos
y culturales, La Nueva Granada es
proceso de aculturación logrado a través del arte. Las imágenes religiosas transmitían
relegada a un segundo plano, lo que mensajes de sumisión y la arquitectura de las iglesias, inicialmente de una construcción
conllevó a un desarrollo más pobre
en las artes y especialmente en la austera y elemental en la que destacaban la portada y la espadaña (campanario), se fue
arquitectura.
31. Para generar dinamismo y expre-
transformando en un símbolo urbano. Aunque de pequeña escala, comparadas con las de
sividad, el Barroco hace prevalecer sus modelos europeos y aún con los americanos como Perú y México, las iglesias siguieron
la plasticidad, los elementos decora-
68 tivos y adopta contrastes de color, las tendencias barrocas, muchas veces logradas con decoraciones superpuestas y con la
de luz, de sombras, de cóncavos y
convexos. ornamentación escenográfica de las fachadas31.
Iglesia y convento La Merced. 1541-1678. Iglesia San Antonio. 1747-1786.
La expresividad propia de los modelos importados impone la pauta para la producción ar-
tística. Sin embargo, tanto en el arte como en la arquitectura estas influencias produjeron
eclécticas apropiaciones del Barroco europeo. La influencia mudéjar deja ver la conjuga-
ción de elementos del Románico, el Gótico y la arquitectura hispanomusulmana, con las
transformaciones inherentes a su apropiación siglos después, características que llegan a
identificar la arquitectura caleña del periodo colonial: la iglesia y convento de La Merced,
La propiedad urbana
El desarrollo de Cali se da según los códigos establecidos por las Leyes de Indias en 1680
y dado su bajísimo crecimiento poblacional mantiene por más de tres siglos un carácter
de aldea colonial. Durante la Colonia fue importante la fundación de ciudades, pues al
convertirse en un hecho jurídico aseguraban la dominación y la legalización del dominio
español. De allí que la fundación de las ciudades (Buga, Cartago, Anserma) fuera una apro-
piación estratégica de los territorios encomendados, ya que siendo colocadas a distancia
accesible unas de otras propiciaban la avanzada hacia otros territorios.
Las disposiciones territoriales tienen origen en el mandato real de Alfonso X el Sabio, quien 69
promulgó las Leyes de las Siete Partidas, obra que abarca todas las ramas del Derecho
y que fue comenzada a escribir en 1256, para dar unidad legislativa al reino de Castilla.
Según estas leyes, las ciudades, pueblos y villas debían prever espacios para albergar a
las gentes de trabajo, campesinos, artesanos y simples asalariados, lo cual dio lugar a
un cambio radical: el Estado-ciudad reemplaza al Estado agrario feudal y cobra valor el
fuero municipal, según el cual los ejidos son tierras de servicio colectivo que se ponen al
alcance de campesinos y artesanos (Díaz, 1992) 32. Así mismo, en 1573, con las ordenanzas
del descubrimiento, nueva población y pacificación de las Indias que emitió Felipe II, los
ejidos fueron considerados tierras de carácter comunal, destinadas al usufructo de todos
los vecinos del lugar (Pacheco, 1981).
De acuerdo con el decreto real de las Siete Partidas y las ordenanzas de 1573, los ejidos33,
las dehesas34 y las tierras de propios35 poseían un carácter comunal sin posibilidad de pres-
cribir a favor de personas. Sin embargo, las deficiencias administrativas de la sociedad
colonial y las formas de apropiación de la tierra –que durante la Colonia otorgaban títulos
de propiedad a quienes ocupaban las tierras y las explotaban económicamente–, permi-
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A comienzos del siglo XVIII, con la llegada de los Borbones al trono de los Austrias, Fe-
lipe V establece el Virreinato de la Nueva Granada, régimen que se prolongará hasta la
Independencia. A mediados del siglo se produce un auge económico como producto de
la explotación minera del oro y se propicia el comercio intercolonial y el crecimiento
de mano de obra esclava. Como resultado del auge económico, la interconexión de las
provincias, la abolición de la encomienda y el surgimiento de la Hacienda, se genera un
nuevo sentido de apertura y de extroversión hacia la vida. Estas significaciones se expre-
san en la vivienda, que aunque mantiene la tipología del patio interior, se extrovierte y
vincula con el exterior a través de balcones sueltos o “corridos”, que ofrecen una nueva
imagen urbana donde cobra importancia el espacio público. Contrario a esta apertura que
refleja un cambio social en la forma introvertida de la vida doméstica, en los conventos
se incorporó la tipología también introvertida del claustro central, siguiendo el modelo 71
de los monasterios medievales.
Las nuevas construcciones
Para responder a su prestigio social y a las crecientes necesidades habitacionales, los nuevos
hacendados construyeron las casas de habitación con mano de obra esclava y materiales
de la región (tierra, madera y piedra). Las tecnologías importadas del ladrillo cocido, la
tapia pisada y el adobe se mezclaron con las indígenas y prehispánicas del bahareque;
las cubiertas se construyen en madera rolliza, utilizándose el sistema de par y nudillo y
par e hilera, de origen mudéjar, con tejas de barro sobre tendidos de caña menuda. Las
casas de hacienda incorporaron edificios anexos como capillas, casas de esclavos, pe-
sebreras, trapiches y baños, con características que las diferenciaban cualitativamente
de las precarias construcciones de las encomiendas y estancias anteriores. “Todas estas
construcciones se unían casi siempre mediante vallados y tapias que a veces se extendían
a lo largo de cientos de metros por los potreros adyacentes, ligándolas con el paisaje y
formando conjuntos complejos de un innegable carácter urbano” (Barney, Ramírez, 1994).
Durante el siglo XVIII el desarrollo de la ciudad estuvo regido por los terratenientes, quienes
además del trabajo de la tierra y la ganadería introdujeron el comercio y la minería. Ante
las requisiciones de ejidos por el pueblo, el cabildo hace una nueva demarcación de tierras
para este fin y, en un intento de recuperación de aquellas que se habían perdido, adjudica
terrenos que eran propiedad de algunas familias de la aristocracia terrateniente. Esta
situación no recuperó las tierras ejidales, en cambio, inició un proceso de compra-venta
y loteo que condujo al surgimiento de barrios como El Vallano y El Calvario. En la década
de 1770 se hacen nuevas demarcaciones en los terrenos de las haciendas, esperando con
ello que sus propietarios aceptaran entregarlas a cambio de recibir otras tierras en com-
pensación. Los hacendados protestaron demostrando títulos de propiedad y al negarse a
recibir otros terrenos en compensación, impiden la recuperación de los ejidos.
Finalizando el siglo XVIII, conocido en Europa como el Siglo de las Luces, la utopía neoclá-
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Los aplicadores de las reformas borbónicas, “flor y grana” de la ilustración militar espa-
74 ñola, sucumbieron a la voracidad de la Hacienda Real, con el empleo de la violencia y de
la guerra para la dominación del “espacio salvaje”. Estos ilustrados continuaron apropián-
dose de la mano de obra indígena, aplicando el pragmatismo de sus ideas a la muerte y
a la exterminación cultural. Las severas reformas borbónicas, el alza de los impuestos y
la baja participación de los criollos en las decisiones políticas provocaron movimientos
de rebeldía contra el poder virreinal de la Nueva Granada, que conducen en 1781 a la
rebelión de los Comuneros como antecedente independentista.
A comienzos del siglo XIX existía una acentuada diferencia entre las dos clases sociales
existentes: los hacendados, dueños de las tierras y del ganado, y los desposeídos de todo
ello, que conformaban una masa creciente. El descontento de los hacendados, provocado
por el centralismo, los altos impuestos y donaciones a la Corona, y el de los desfavorecidos,
causado por las desigualdades sociales, tuvieron eco en los eventos de independencia, pues
originan movimientos de organización y defensa de los que surgió el conjunto patriótico
de las Ciudades Confederadas.
78
Periodo republicano (1810-1930)
fundamentar esa invención, construir mitos fundacionales, símbolos y emblemas identi- 40. Se exaltaban los hechos y las
79
virtudes de los hombres considerados
tarios” (Prado, 2006).
40
como modelo y ejemplo a seguir.
A pesar de que en el siglo XIX fue muy poco lo que se construyó en el país, así como la
historia patria operó como un dispositivo de poder para construir las nuevas identidades,
la arquitectura se convirtió en el medio y el soporte material para esta invención. Bajo la
influencia del academicismo neoclásico, el Romanticismo inició la construcción de edificios
gubernamentales como símbolos de la democracia y la nueva República, cuya máxima
manifestación es el Capitolio Nacional en Bogotá, proyecto de Tomas Reed, iniciado en
1847 y el cual tardó ochenta años para su finalización.
Entre 1830 y 1854, debido a las guerras civiles y como consecuencia económica de la
iliquidez de capital, la posesión de tierras era un factor fundamental de estratificación
social. Los hacendados fragmentaron las haciendas como una opción de ingreso de dinero,
pero a pesar de su menor valor comercial seguían ocupando el primer lugar en la escala
económica. Muchos hacendados combinaban su labor con el comercio y a su vez los co-
merciantes buscaban el crecimiento de su fortuna para hacer el tránsito a la condición
de terratenientes. Como lo afirma José Escorcia en sus estudios de la sociedad caleña
en la primera mitad del siglo XIX: “La estructura de Cali y el cantón de Cali constituía
80 una sociedad de transición entre una sociedad estamental definida por criterios socio-
raciales y una sociedad de clases definida fundamentalmente por criterios económicos”.
De allí que el sector comerciante, cuya actividad se había vuelto social y oficialmente
honorable, representaba iguales intereses sociales e ideológicos que los del estrato de
los hacendados (Escorcia, 1981).
En el primer siglo de vida republicana las ciudades se poblaron con artesanos, tenderos,
lavanderas, carpinteros, sastres y otros trabajadores, que fueron saturando los antiguos
barrios coloniales sin aumentar sustancialmente el área de las ciudades. La escasa cons-
trucción en este periodo prolongó las técnicas coloniales y mantuvo las tradiciones hasta
la mitad del siglo XIX, persistiendo también la estructura social de la Colonia.
ductos a la región, entre 1854 y 1860 se reactivaron las haciendas, los cultivos de tabaco
y otros productos en el Valle del Cauca, mejorando con ello la situación económica. Con
el aumento de la productividad y el desarrollo comercial se fortaleció una burguesía agro-
comercial exportadora de productos como el tabaco y la quina, que encontraban como
obstáculo para la exportación la carencia de vías de comunicación y de una salida al mar.
Entre 1863 y 1876 surgen nuevos conflictos políticos entre conservadores, liberales y reli-
giosos, nuevas alianzas, triunfos y derrotas que dificultaban la actividad económica, que
también se veía afectada por la carencia de vías de comunicación. En 1866 se construyó
un camino hacia Buenaventura pero, siendo éste muy precario e insuficiente, en 1878 se
firma un primer contrato para la construcción del Ferrocarril del Pacífico.
Las disputas por la recuperación de los ejidos, agudizadas en distintos periodos del siglo,
hacen evidente el déficit de vivienda en propiedad y la especulación de las tierras por
parte de los latifundistas ilegalmente posesionados, en una problemática que avanza
hasta el siglo XX.
Tras la Guerra de los Mil Días42 (1899-1902) y la quiebra del Estado comienza la recupera-
Como efecto del espíritu de prosperidad y en el ánimo de mejorar las formas de vida, la
arquitectura se fortalece como un símbolo de progreso. Sus nuevas expresiones recogen
las tradiciones propias de la vida provinciana y los ideales de la modernización urbana,
consecuentes con los avances tecnológicos de la época (acueducto, alcantarillado, energía
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eléctrica y telefonía).
En los años veinte se produce un inusitado auge económico, impulsado por dos circunstan-
cias particulares: el rápido desarrollo del comercio en manos de la élite local (ganaderos,
comerciantes y manufactureros) y las políticas nacionales de endeudamiento externo que
generaron “la danza de los millones” en una época de “prosperidad al debe”. En conse-
cuencia, se produce un acelerado desarrollo comercial, el surgimiento de la producción
fabril y una bonanza que modificó el perfil socioeconómico y cultural propio de la Colonia,
originándose el primer “boom” de la construcción, con el cual la ciudad adquiere uno de
los ritmos de crecimiento más altos del país.
La arquitectura de la República
Las obras de los años veinte e inicios de los años treinta, con las cuales se introduce la
tecnología del concreto armado, recogen elementos renacentistas y barrocos; todas ellas
46. Como se observa en el gráfico
constituyen buena parte del escaso patrimonio arquitectónico que aún se conserva: el del Palacio Nacional, estas alturas
mesuradas del periodo republicano
edificio Otero (1926), el Palacio Nacional (1926-1933), los teatros Jorge Isaacs (1931) y Mu- después serían alteradas con la llega-
da de la modernidad y la construcción
87
nicipal (1919-1927), poseen influencia del Barroco francés con ornamentación historicista; de los edificios en altura.
la Catedral de San Pedro, construida con principios barrocos en 1772, fue intervenida en
1925 y adquirió el repertorio neoclásico que aún conserva; como ejemplo de la primera
arquitectura industrial es representativa la edificación del antiguo Molino Roncallo, cons-
truido con influencia clasicista en 1927.
La nueva urbanización
Con las villas del otro lado del río sobrevienen dos rupturas fundamentales con el pasado
colonial: la modificación del patrón de crecimiento urbano por adosamiento de las vivien-
das en una conformación urbana compacta a partir del casco tradicional y la desaparición
interior de los patios como elementos estructurantes de la organización espacial, la cual
se vuelca sobre el hall y la escalera.
Los patrones generales ligados a la decoración son adaptados en forma modesta a la masa
urbana por parte de los maestros y los constructores, que en el campo de la vivienda
47. En 1945 es reformado por Al- utilizaban como imagen de prestigio los elementos propios del neoclasicismo, que antes
fonso Garrido Tovar y nuevamente
eran empleados en la arquitectura religiosa o institucional. En consecuencia, aunque
88 en 1986 para el Plan Cali 450 Años,
cuando se modificaron los pisos y la
ornamentación.
la arquitectura republicana doméstica conserva las tipologías y patrones coloniales, se
mantiene la casa de un patio, o con dos patios interiores –uno ornamental y otro
de servicio–, pero incorpora diversidad de elementos propios de los lenguajes ex-
tranjeros, modificando con ello fundamentalmente la apariencia de los edificios,
es decir, su decoración. Sin embargo, el nuevo refinamiento de las costumbres de
la época, movilizado por el espíritu de progreso, altera también la espacialidad
interior de las viviendas; las áreas sociales, privadas y de servicios se zonifican y
refuncionalizan, con la aparición de espacios especializados como el comedor, la
biblioteca, el vestíbulo, el salón para el piano, para el té y todas aquellas activi-
dades propias de la élite local.
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La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
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Periodo de transición a la modernidad (1930-1945)
Sin embargo, alcanzando la década de los treinta, las innovaciones modernistas producen
un rechazo a la opulencia republicana y a la copia estilística, con lo cual dan origen a
dos tendencias opuestas: de un lado el regreso a la austeridad colonial y a sus patrones
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estéticos con los cuales se buscaba una identidad, y del otro, una modernización formal a
través del reemplazo volumétrico de los elementos clásicos y de la densa ornamentación
de las fachadas. En consecuencia, nuevos estilos llegan como modas y se convierten en
un recurso fundamental en el proyecto, especialmente en la edificación de vivienda: se
construyen casas inglesas, español-californiano, normandas, mediterráneas, etc. En medio
del eclecticismo producto de las variantes estilísticas, surge un nacionalismo que revita-
liza lo colonial, con una búsqueda de identidad nacional que rechazaba la dependencia
económica y cultural y la imposición de los estilos europeos.
Durante los años treinta coexisten modelos formales diversos, que mezclan tendencias y
elementos propios de la arquitectura del periodo republicano y del colonial. En contraste
vivienda. Las primeras incursiones correspondieron más a un asunto de impacto visual que
a un cambio conceptual significativo. Sin embargo, en la vivienda de la clase burguesa se
encuentran algunas tendencias modernizadoras de las formas en las que, como lo afirma
Francisco Ramírez, “muchas de sus primeras manifestaciones no pasaron más allá de
imitaciones superficiales, en un ejercicio estilístico más, testimonio de su habilidad en
el manejo de diversos repertorios formales” (Ramírez, 1999).
51. El spanish es conocido como el Como testimonio de las exploraciones modernizadoras de la década, en 1936 se construye
estilo de los primeros colonizadores
californianos, sacerdotes francisca- el pabellón de carnes de la Galería Central, del ingeniero Guillermo Garrido, considerado
nos españoles que recorrieron toda
la costa californiana a principios del
el primer edificio moderno de Cali. Gabriel Villa, con La escuela de Bellas Artes (1939),
siglo XVII y en el siglo XVIII fundaron también fue pionero en las innovaciones de la arquitectura moderna en Cali.
San Diego en 1769 y San Francisco en
1776, con misiones para cristianizar
a la población de California. Los La crítica de la arquitectura neocolonial ha fluctuado entre dos posturas contrarias: el
españoles mantuvieron un precario
control sobre California hasta 1822, generoso reconocimiento de su valor patrimonial y el rechazo de su empleo como estilo
año en el que pasó a formar parte
de México, que en 1948 lo cedió a decorativo. En la primera postura se encuentra el Acuerdo 0232 de 2007, que como nor-
Estados Unidos mediante el Tratado
96 de Guadalupe Hidalgo con el que se mativa de protección ha catalogado más de cincuenta edificaciones que se inscriben en
puso fin a la guerra que entre 1846 y
1848 mantuvieron estos dos países. esta tendencia. En la actitud de rechazo se ubica Germán Téllez cuando afirma: “La casa
colonial dio, inesperadamente, lugar a ciertas variables locales de un género arquitectó-
nico común a todos los países latinoamericanos, trabajosamente definible como ‘neocolo-
nial’ o ‘falso colonial’. Esto no pasó casi nunca de algunas superficiales remembranzas de
rasgos decorativos tomados supuestamente de la tradición colonial, aunque desfigurados
o caricaturizados hasta el límite del ridículo, al menos en Colombia, por artistas y gente
culta, en las primeras décadas del siglo XX, por la idea de vestir alegremente la intole-
rable desnudez o pobreza de la construcción doméstica colonial neogranadina, o en crear
de la nada otra arquitectura puramente imaginaria” (Téllez, 1995).
En la misma dirección, Marina Waisman señala: “La línea del nacionalismo sufrirá una y
otra vez la recuperación de formas supuestamente nacionales, y entre ellas será favorecida
la memoria de lo colonial, pocas veces, por lo demás, revivido de un modo auténtico.
Curiosa y absurdamente, una de las formas más corrientes que toma esta seudo-memoria
es la del chalet californiano, versión popularizada y bastardizada de la arquitectura de
las misiones españolas de California. La teja española, la galería, el arco más o menos
Contrariando estas críticas, Francisco Ramírez afirma: “Una revisión menos prejuiciada
podría reconocer que, distinto a una simple modalidad del eclecticismo, la arquitectu-
ra neocolonial no simplemente fue anticipatoria de la moderna en la forma urbana, el
tratamiento del edificio como juego de volúmenes y la adecuación espacial a las nuevas
formas de vida, sino que en sí era una alternativa. […] El neocolonial fue más que una
variante estilística en los eclecticismos de principios de siglo, como muchos lo conside-
raron. En los trozos de ciudad que construyó, aparecieron no sólo algunos de los modelos
de urbanización, sino que también en la organización y construcción de las casas se ma-
nifestaron muchas de las premisas de la arquitectura y el urbanismo moderno” (Ramírez
y otros, 2000).
La arquitectura neocolonial –muy adecuada para la cultura y los gustos locales que apre-
ciaban las tradiciones– ofrece una respuesta apropiada al paisaje, al clima y a la vegeta-
ción, incorpora los retranqueos del antejardín y aporta a la configuración barrial. Con los
patrones del lenguaje español-californiano y de las misiones coloniales, muy difundidos
en la época, esta arquitectura se multiplicó en los barrios residenciales y adquirió un
importante valor social, pues “modernizó” los espacios adecuándolos a las nuevas formas
de vida. Como herencia de las casas quintas del periodo anterior, se eliminaron definiti-
vamente las tipologías tradicionales de los patios interiores y se estableció la zonificación
social-privado-servicios, con el hall como articulador.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Muchos de los arquitectos que iniciaron estas obras eran de Estados Unidos
y buena parte de las casas de la arquitectura neocolonial sobreviviente
se encuentran en los sectores residenciales más característicos de Cali:
Granada (1920), San Fernando (1928), El Peñón (1930), Centenario (1936),
Versalles 1935), Juanambú (1937 ), Santa Teresita (1940), Miraflores y Santa
Rita (1945). Entre los edificios neocoloniales protegidos como bienes de
interés cultural se encuentran: el edificio Planta Río Cali acueducto de San
Antonio, de Bunker y Moore, inaugurado en 1930; el edificio Colombiana
de Tabaco, de Guillermo Garrido (1934), que posee una marcada influen-
cia española en los detalles y en la decoración; el antiguo hipódromo,
El final de la década y particularmente el año 1947 son afectados por tres eventos impor-
tantes en la arquitectura caleña: la fundación de la Sociedad Colombiana de Arquitectos
de Cali que inicia labores trece años después de fundada en Bogotá, la creación de la
Facultad de Arquitectura de la Universidad del Valle y la visita de Le Corbusier52 a Bogo-
tá. Estos acontecimientos dan pie para que se inicie una nueva etapa de reflexión sobre
lo urbano, que da origen a los planes de ordenamiento y a su regulación a través de las
oficinas de planeación. En 1949, cuando Cali tenía una población de 180.000 habitantes,
52. Seudónimo profesional adopta-
son contratados los urbanistas Paul Lester Wiener y José Luis Sert para la realización del
do por Charles Édouard Jeanneret, Plan Piloto de la ciudad. En septiembre de 1950 los urbanistas hacen entrega del plan,
arquitecto, pintor y teórico franco-
100 suizo, a quien se considera la figura que fue adoptado por decreto en octubre del mismo año, pero que se diluyó en los años
más importante de la arquitectura
moderna. siguientes sin llegar a ejecutarse.
De otro lado, mientras en Europa la modernidad concebía una nueva ciudad de máquinas
para habitar53, en consonancia con la influencia conceptual de los avances industriales que
incorporaban los automóviles, los grandes transatlánticos y los modernos aeroplanos, en
Cali el ansia de modernización se apoderó de la sociedad, como un efecto de las transfor-
maciones urbanas que con tanto anhelo se buscaban. En consecuencia, la avenida cobra
un importante valor simbólico como imagen de progreso y así lo señala Ricardo Hincapié:
“La avenida condensa para las clases dirigentes de la sociedad caleña la imagen ideal
de la ciudad de la primera mitad del siglo, que rechazaba el oscurantismo patriarcal y
pastoril del dominio español, considerando el trazado urbano existente como ‘el molde
avariento de los españoles que teniendo todo un continente para hacer ciudad, trazaron
calles toledanas estrechas y tortuosas economizando terreno’” (Hincapié, 1999)54.
Así como las avenidas simbolizaron la modernidad urbana y la pujanza industrial, el ingreso
de capitales extranjeros se volcó sobre las imágenes arquitectónicas provenientes del Art
Deco y particularmente del desarrollado en Miami entre 1920 y 1930.
Bajo las influencias del Art Deco americano se elevan drásticamente las alturas, se pro-
ducen cambios audaces en la composición de las fachadas, se reduce el ornamento y se
exaltan las volumetrías de formas regulares. Con el empleo de líneas rectas se introduce
un racionalismo de cubiertas y fachadas planas,
remates rectos y elementos que en forma de pa-
rasoles cruzan exteriormente las losas acentuando
la verticalidad que le dio el nombre de “estilo
vertical”.
Todas estas modernas construcciones dejan ver su respeto por lo urbano en la conserva-
ción de los paramentos y en la integración coherente con las preexistencias del contexto.
De otro lado, se centran en lo formal, en la imagen y en el lenguaje que producen con
56. Derivado de la tendencia Deco
patrones de estilo y con los cuales, en muchos casos, se ocultan los sistemas tecnológicos del stream line -líneas fluidas- y de
la tecnología en movimiento que
y las formas tradicionales de construcción (cubiertas a dos aguas en teja de barro, muros simbolizaba lo náutico, proveniente
de la construcción de los dinámicos
103
portantes en ladrillo, etc.). transatlánticos.
Valores de la arquitectura del periodo de transición
Si bien la arquitectura de los periodos anteriores había priorizado las tipologías formales y
los prototipos funcionales, así como el manejo de elementos simbólicos cuyas expresiones
estéticas se maximizaron en el periodo republicano, en la transición hacia la moderni-
dad –que aún no impactaba radicalmente las formas de vida– se dejan sentir algunas
influencias de la industrialización. En este medio camino entre el Clasicismo y las formas
abstractas del Racionalismo Moderno que toman fuerza en Europa y Estados Unidos, la
arquitectura inicia una transformación de valores: de un lado, se estima la austeridad
colonial y la búsqueda de identidad nacional en las tradiciones olvidadas, y del otro, se
persigue una modernización formal a través de la eliminación de los elementos clásicos,
de la densa ornamentación de las fachadas –molduras, cornisas, balaustradas, acroterios–
y su reemplazo por fachadas planas donde se resaltan las líneas geométricas y prevalece
una austeridad compositiva de los elementos. Esta polarización de las tendencias rompe
con la homogeneidad de los periodos anteriores, en los que las búsquedas estéticas se
convirtieron en fuertes movimientos colectivos que simbolizaron el espíritu de sus épocas.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
- En el valor social, pues las viviendas se complejizan y especializan los espacios por los
nuevos intereses, condiciones de salubridad e higienización.
104 - En el valor simbólico, ya que sobreviene una ruptura con el eclecticismo republicano
del periodo anterior y se busca recuperar el legado cultural de la Colonia. En el len-
guaje arquitectónico y en la estructura urbana persisten polarizaciones en cuanto a la
innovación o la conservación de los elementos de las tradiciones.
106
Periodo moderno (1945-1959)
Las búsquedas modernizadoras iniciadas en el periodo anterior
se consolidan bajo el “estilo internacional” con los edificios en
altura construidos en el centro. Estas obras continúan la demo-
lición de las casas coloniales, fortalecen la renovación urbana
que desplazó la vivienda y especializan el uso comercial, admi-
nistrativo y financiero. Los valores de la arquitectura local, que
hasta el momento habían privilegiado lo urbano-ambiental y la
calidad habitacional, se vuelcan hacia la eficiencia constructiva
y el desarrollo tecnológico.
Manteniendo la pureza y abstracción de los volúmenes modernos, las torres –de menor
área que las plataformas– se individualizan elevándose sobre éstas para liberar terrazas
de las cuales se dilatan, girándose en busca de una apropiada orien-
tación solar. Las plataformas generan patios interiores y las torres
incorporan elementos de protección que ofrecen una respuesta a
las condiciones ambientales, donde la plástica formal, sumada a
las soluciones particularidades del lugar, produjo una expresión
formal que identifica la arquitectura local de la época. De Borrero,
Zamorano y Giovanelli son el edificio Belmonte (1957), el Banco de
Colombia (1952), el edificio Aristi (1955), el Banco Industrial Co-
lombiano (1958) y el Banco Cafetero (1959); y de Borrero y Ospina
el edificio de Telecom (1958).
En 1955 se instala en Cali la firma Lago y Sáenz, cuyos arquitectos, Manuel Lago y Jaime
Sáenz, quienes habían estudiado en Estados Unidos, se ven influenciados por el movimiento
moderno, principalmente por Mies, Le Corbusier y Wright. Sin embargo, y en contraposición
a las tendencias europeas y estadounidenses, que al proponer prototipos y esquemas for-
males de valores universales y repetibles ignoraban el lugar, llevan a cabo una destacada
producción arquitectónica que ofrece respuestas apropiadas a las condiciones locales. Su
arquitectura de esta década se centró en la solución de casas unifamiliares que obtuvieron
relevancia internacional y en las cuales se buscaba una relación entre las formas puras y
el paisaje enfatizando la horizontalidad y la proyección interior-exterior: casas Domínguez
(1956), Franco (1956) y Felsberg (1960).
Pero si bien esta década produjo la arquitectura que se ha considerado por muchos autores
como un modelo paradigmático de adaptación y apropiación de las tendencias foráneas
a las condiciones locales, con los principios de la modernidad y el afán renovador que
ésta trajo consigo, gran parte de los edificios se construyó sobre las demoliciones de las
antiguas casas coloniales, de las obras republicanas, neocoloniales y de todo aquello que
representaba la imagen de los estilos “antiguos”. Las innovaciones y la generalización de
los principios de individualidad, propios del afán por lo moderno, subestimaron todo lo
anterior y en búsqueda de actualidad se acrecentó la destrucción de los lugares consoli-
dados y del patrimonio construido.
A partir de esta década la idea de lo moderno se asoció con lo urbano y con nuevas imágenes
estéticas importadas de Europa y de Estados Unidos. En consecuencia, mientras las élites
urbanas disponían de los recursos para satisfacer no sólo sus necesidades básicas sino las
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Finalizando la década, las condiciones urbanísticas tuvieron que responder a los fenómenos
sociales de la modernidad y a la altísima tasa de crecimiento que multiplicaba la población
urbana. Sobre la base de las migraciones rurales que provocaron un crecimiento urbano
desmesurado en el que Cali pasa de 284.186 habitantes en 1951, a 637.929 en 1964, se
acentúan la pobreza y el conflicto por el derecho a la ciudad. En la búsqueda de soluciones
para el déficit habitacional se inicia una autoconstrucción masiva de vivienda, en la que
112 se hibridan las tradiciones locales con las culturas y las diversas formas de vida que se
asientan en la ciudad, provocadas por la gran migración y el éxodo de campesinos. Como lo
explica Santiago Arboleda, “con el surgimiento y consolidación del distrito de Aguablanca
se concreta un gran territorio de legitimidad para la reconstrucción y reelaboración de
distintos rasgos de la vida cotidiana de estas comunidades, anclados en sus tradiciones y
recreados con elementos modernos de este contexto” (Arboleda, 2002).
La arquitectura de Cali, que en las primeras décadas del siglo había seguido un historicismo
que convirtió las tendencias en “estilos”, osciló entre un repertorio clásico exacerbado
basado en la ornamentación, el regreso a los lenguajes de la tradición, la adaptación de los
nuevos lenguajes a las condiciones locales y la hibridación como producto del crecimien-
to desbordado y de la interacción cultural. Si bien los nuevos materiales: hierro, vidrio,
concreto armado, permitieron el desarrollo de una moderna arquitectura que marca un
hito en el ámbito nacional, sus obras modificaron radicalmente la conformación urbana,
e interrumpieron la tradición clásica que había estructurado las ciudades. La moderna
arquitectura de Cali, rica en valores expresivos, sentó las bases para una concepción del
contexto construido como tabula rasa del pasado y del lugar, que habían sido consolidados
con el Clásico anterior.
De acuerdo con las características que asumieron las obras y con los autores que las
realizaron, en este periodo se pueden identificar cuatro fases en la arquitectura de Cali:
Los principios internacionales del movimiento moderno y las influencias de Mies Van der
Rohe, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright, de la arquitectura brasileña y del arquitecto aus-
tríaco Richard Neutra59, se ven enriquecidos por una sensibilidad humanística que consultó
59. En su obra de California, EU,
114 Neutra crea un regionalismo moderno las dimensiones cultural, psicológica, estética y ambiental, además de las particularidades
basado en la relación entre hombre
y naturaleza. de los usuarios y de los lugares de implantación.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
No obstante la preocupación por la recuperación de las tradiciones, en la nueva lectura
de lo local se ponen en juego las influencias racionalistas que modifican las formas de
habitar, basadas en espacios especializados para múltiples usos. Los nuevos valores esté-
ticos están dados por una composición dinámica lograda a partir de sólidos elementales y
una geometría simple de las formas. Se busca la integración y transparencia espacial, la
horizontalidad y delgadez de los planos, cubiertas y voladizos, puestos en relación con la
escala urbana, los microclimas interiores y una vegetación con exuberantes jardines. De
otro lado, los avances tecnológicos permiten valorar la expresión libre del esqueleto, el
adelgazamiento de los planos, la planta libre e incrementar la relación interior-exterior
con el uso del vidrio, las ventanas corridas y el manejo de grandes luces.
El refinamiento de las formas cobra un gran valor simbólico, pues se asocia con el buen 115
gusto y el estatus cultural. Si bien en los periodos anteriores se habían mantenido similares
patrones estéticos en los diferentes niveles socioculturales, la estética moderna produce
una drástica separación entre el refinamiento de las formas, propio de las clases altas y
aquellas del gusto popular, que se mantiene arraigado a los patrones republicanos.
Los sistemas constructivos se transforman con los avances tecnológicos de la época, como
el sistema “reticular celulado”, aporte del ingeniero Doménico Parma, que representó
una innovación en el aligeramiento de las losas por medio de casetones prefabricados de
concreto, que actúan como moldes para la fundición de una retícula estructural.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
La disyunción entre las respuestas arquitectónicas que valoran lo local, aquellas que
desarrollan la técnica y las que surgen del gusto popular, señala el inicio de una triple
separación estética que se ampliará en el periodo posterior: de un lado, las formas cultas
de la abstracción formal y la tecnología, ligadas a búsquedas identitarias, a las tradiciones
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
y al lugar; de otro lado, las simplificaciones que empobrecen el lenguaje por determinantes
económicos; y en el otro extremo lo popular, que reivindica las tradiciones constructivas
y oculta la escasez de los recursos bajo la decoración.
Antecedentes
se generaliza en casi todas las manifestaciones culturales, las artes y las ciencias sociales,
donde se cuestiona la fragmentación de la identidad personal. Así pues, en el debate de
la noción de individualidad –que entronizó la modernidad liberal– el posmodernismo se
vuelve hacia el reconocimiento de la identidad cultural y de la diversidad61.
El genus loci o genio del lugar es un concepto posmoderno que asocia la obra de arquitectura
con el contexto urbano, físico e histórico en el que se inscribe. De allí que la arquitec-
tura posmodernista, contraviniendo los postulados modernos de la obra aislada, regresa
a la búsqueda formal e histórica y a las nociones de lugar y de contexto. Sin embargo,
amparado por el triunfo neoliberal del poder económico, el posmodernismo generalizó
61. Focault proclama la muerte del
una explosión de búsquedas formales como medio para obtener las imágenes que éste
sujeto y la necesidad de desapari- poder reclama en la sistematización de los significados. Contra la austeridad formal del
ción de la noción de individuo. En
la filosofía posmodernista sus más modernismo y bajo las presiones del mercado de consumo, proliferan las indagaciones
importantes representantes son los
franceses Michel Foucault y Jacques escenográficas que conjugan elementos de la cultura, la historia y el lugar, para construir
Derrida. También en la filosofía se
124 destaca Jean Francois Lyotard, en lo que se ha denominado como el kitsch posmoderno, que exalta referencias y motivos
psicoanálisis Jacques Lacan y en la
crítica literaria Roland Barthes. decorativos de los estilos históricos.
Con la preocupación posmoderna del genus loci, a partir de los años noventa, y asociado
con los procesos de globalización, se generaliza el término no-lugar, que proviene del
antropólogo francés Marc Augé, quien en su obra Los no lugares. Espacios del anonimato.
Una antropología de la sobremodernidad, desarrolla una reflexión sobre la identidad
del individuo en función de su relación con los lugares cotidianos. Augé define “el lugar”
como un espacio antropológico y relacional donde se pueden leer la identidad y la histo-
ria, y el “no-lugar” como el espacio donde esta lectura no es posible, pues se caracteriza
por ser anónimo, neutro, autónomo de las inmediaciones contextuales y de la historia62.
Estos no-lugares –que han proliferado fundados en una supuesta neutralidad simbólica–,
contravienen los conceptos posmodernos de lugar, contexto e identidad, y se presentan
como formas que homogenizan una identidad global, multiplicable y que, anulando las
significaciones y la historia, produce arquitecturas de catálogo, repetibles e implantables
en cualquier lugar.
Periodización y análisis
A partir de los años sesenta, se manifiesta en mayor escala la heterogeneidad arquitectó-
nica como producto de la hibridación cultural, lo que dificulta el reconocimiento de mo-
62. Para Augé, entre los “no lugares”
vimientos consolidados, tendencias o estilos reconocibles. Con el propósito de determinar paradigmáticos se cuentan las auto-
los valores del contexto construido en Cali durante el periodo 1960-2008, los procesos de pistas, los aeropuertos, las grandes
cadenas hoteleras, los parques de re-
transformación y la identificación de las nuevas direcciones de la arquitectura de Cali, creo, los supermercados, listado que
podría complementarse en nuestro
en este capítulo se analizan fuentes primarias, específicamente las obras representativas medio con todas aquellas obras que
125
importan y copian lenguajes formales
de las Bienales Nacionales de Arquitectura, iniciadas en 1962. sin incorporarles un tamiz cultural.
Con las Bienales de Arquitectura cobra gran importancia el papel de la crítica, pues aquellas
obras premiadas y seleccionadas se convierten en referentes, directrices y testimonio de lo
mejor que se produce en cada momento histórico del ámbito nacional. De allí que la tarea
de las Bienales no es únicamente la de destacar obras excepcionales, sino la de seguir en
forma pormenorizada el desarrollo de la arquitectura colombiana. Como lo señala Silvia
Arango: “Hacer una ‘Selección Colombia’ cada dos años trae ciertas ventajas: se puede
seguir el pulso, paso a paso, de la arquitectura […] descubrir, en sus inicios, las nuevas
propuestas y direcciones, evaluar la dinámica de rupturas y continuidades, comparar y
evaluar los distintos criterios de selección y sus variaciones, y hacer no sólo un balance de
la arquitectura, sino también de la crítica –explícita o implícita– que se está haciendo en
Colombia. Por ello, las Bienales tienen un gran valor para los historiadores en el futuro
y para los críticos en el presente” (Arango, 1990).
Aunque las Bienales se iniciaron en 1962, sólo hasta 1971 publican el primer anuario nacional
de la Sociedad Colombina de Arquitectos, concebido como un medio de divulgación y como
una recopilación testimonial sin ánimo crítico. La condición acrítica de la publicación le
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
confiere un carácter de testimonio histórico, como fuente primaria que documenta las
obras representativas de una época. La presentación de las obras seleccionadas se lleva a
cabo por medio de fotografías y planos, y actualmente se complementa con una pequeña
descripción de sus características. La presentación general de la Bienal incluye algunos
comentarios de la muestra participante y de los criterios de los jurados para la selección
de las obras premiadas.
Continuando la periodización por décadas iniciada con los años veinte, en este capítulo se
revisan las determinantes históricas, las influencias, tendencias y valores de aquellas obras
de Cali que fueron seleccionadas como las mejores y más representativas del periodo.
Sobre la base de las migraciones rurales que provocaron un crecimiento urbano desmesu-
rado se acentuaron la pobreza y el conflicto por el derecho a la ciudad y se generalizaron
en todo el país las urbanizaciones “piratas”, que por medio de invasiones se asentaron
en las periferias urbanas. Los estilos modernos empiezan a imponerse como expresión de
las nuevas formas de vida urbana, que generan imaginarios soportados sobre la idea de
progreso y desarrollo, con base en el bienestar social, la búsqueda de condiciones de vida
digna y el reconocimiento de una ciudadanía social.
Como formas de control del desmesurado crecimiento urbano se desarrollan los planes
reguladores urbanos y se producen proyectos de vivienda para sectores de ingresos
medios y bajos, que implementan “unidades tipo” repetibles como sellos, implantadas
ordenadamente sobre globos de terreno aislados de la retícula urbana. La extraordinaria
fuerza conceptual que cobran los códigos modernos gesta fórmulas, índices y normas de
En Cali, donde lo popular, en su mayoría de base negra, llega procedente del Pacífico y
trae consigo costumbres, mitos y formas de vida que permean la cultura urbana en gene-
ral, se profundiza la hibridación cultural. Las implicaciones del crecimiento desmesurado
de la ciudad, iniciado desde la década anterior, se revierten en una gran demanda de
servicios y en la proliferación de invasiones y barrios piratas que precipitan la expansión
63. La autoconstrucción consistía
urbana hacia las áreas menos privilegiadas. Con las obras de la CVC para el drenaje y en la venta a crédito de lotes urba-
nizados, en los cuales las familias
control de las inundaciones en el oriente de la ciudad se habilitan estas tierras para su -con la asesoría técnica del ICT y un
ocupación legal e ilegal por parte de los estratos sociales de bajos ingresos y se fortalece préstamo para la compra de mate-
riales- construían su propia vivienda.
la expansión hacia el oriente. Este sistema se fue tecnificando, y
con ello se redujo la participación de
la familia en la construcción, pues se
Como respuesta a las presiones sociales, el Instituto de Crédito Territorial (ICT) desarrolla contrataban maestros de obra para
127
realizar las construcciones en un
programas masivos de vivienda con procesos de autoconstrucción63, desarrollo progresi- término máximo de treinta semanas.
vo, préstamos a propietarios de lotes y otros planes de construcción de vivienda urbana.
Todos ellos, sumados a las iniciativas privadas, construyen una gran cantidad de barrios,
principalmente ubicados en el oriente y en el sur de la ciudad64.
El sistema UPAC se implementó pese a los fracasos que ya había presentado en Chile,
Brasil y Argentina, donde la diferencia entre los plazos de captación y colocación y las
altas tasas de inflación en sus economías lo llevaron a la quiebra. Sin embargo, debido a
que en Colombia la inflación era estable, como también la valorización de la finca raíz, el
UPAC se convirtió en un modelo de excepción en América Latina y la arquitectura en un
bien de consumo que se volcó al aprovechamiento económico y la rentabilidad extrema.
“La Alcaldía adelantó el Plan Muelas, que consistió en la demolición de muchas construc-
ciones consideradas –no siempre adecuadamente– memoria histórica y que impedían la
ampliación de calles a las que accedían las modernísimas y poco congruentes edificaciones,
lo que significó que un conjunto de nuevas obras comenzaran a aparecer por distintas
partes de la ciudad, como símbolo de la ciudad nueva. Por lo tanto, el efecto de las obras
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Lo que se analizará en adelante serán aquellas obras de Cali seleccionadas a nivel nacional
como arquitectura de calidad, con el fin de reconocer los valores que les fueron atribuidos
en su momento histórico y por las circunstancias de su tiempo.
1970
1971
En este año se publica el primer Anuario Nacional de Arquitectura y aunque no se celebra 68. Identificada con los rasgos del
“organicismo” atribuido a Frank
una Bienal, se otorga el Premio Nacional al Colegio Cafam, Bogotá, de la firma Rubio, Lloyd Wright y Alvar Aalto, con la
inclusión de líneas curvas, libertad
133
Medina, Herrera Ltda. formal e integración a la naturaleza.
Debido a los cambios sociales y a los requerimientos cada vez mayores en la
cobertura de vivienda y de servicios, crecen los esfuerzos por racionalizar y
funcionalizar los espacios. La arquitectura acusa un empobrecimiento con-
ceptual y ocurre una disminución dramática de las áreas y de las calidades
ambientales en las soluciones habitacionales.
En obras como el Club Colombia, de Nohora Olano y Pablo Marulanda; el edificio del Trán-
sito Municipal, de Enrique Richardson y Libia Yusti y la sala del Concejo de Cali, primera
parte del conjunto conformado por el Centro Administrativo Municipal (CAM), de Germán
Samper y José Prieto, se manifiesta el juego de volúmenes propio de las búsquedas mo-
dernizadoras del momento.
Este año marca un hito en la historia de Cali, debido a la magnitud de las obras y de las
71. Acta de Juzgamiento del Premio
135
intervenciones urbanas realizadas con motivo de los VI Juegos Panamericanos: el Coliseo Nacional de Arquitectura 1971.
del Pueblo y el Velódromo, de Enrique Richardson y Libia Yusti; las Piscinas de la
Unidad Deportiva, de Elly Burckhardt y Tulio Echeverry y el Hotel Intercontinental,
de Cuéllar, Serrano y Gómez. Estas obras, de gran despliegue tecnológico para
la época, son acompañadas por las dramáticas intervenciones viales del Anillo
Central y de la calle 5ª, las cuales cambiaron radicalmente la imagen de la ciudad
y se convirtieron en símbolos de su progreso.
1972
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
1973
“En nuestro medio, la labor del ordenador del espacio, del arqui-
tecto, es un trabajo dependiente, alienado y sujeto a una serie de
contradicciones y restricciones que le delimitan una meta clara: el
ánimo de lucro […] La positiva humanización del ambiente urbano, la
138
actividad ciudadana, el acontecer callejero, el hombre mismo, no se
constituyen en objetivos del hecho arquitectónico [...] el arquitecto colom-
biano no puede seguir buscando refugio en el diseño de espacios, formas y
volúmenes, logrando solamente escasos ejemplos, acertados pero aislados,
de arquitectura al servicio de unos pocos” (Anuario No. 3, 1974)74.
1974
Siguiendo las tendencias de los años anteriores, las obras acusan experimentaciones
plásticas en lo que Silvia Arango (1989) ha definido como una evolución hacia las “formas
estilizadas”, con exposición de grandes superficies de concreto y de vidrio, grandes estruc-
turas, aislamiento del contexto y una conformación formal como elementos escultórico-
arquitectónicos.
Definida como “una época poco feliz de la arquitectura colombiana”, en este año la So-
ciedad Colombiana de Arquitectos denuncia la ausencia de políticas oficiales de desarrollo
urbano y se hace un urgente llamado a la responsabilidad social del arquitecto, para que
“adopte una actitud crítica frente al ejercicio de su profesión”75. Sin embargo, prolife-
ran los conjuntos de vivienda unifamiliar de bajo costo del ICT, implantados en grandes
globos de terreno con mínimas condiciones ambientales y las facultades de arquitectura
se centran en el funcionalismo, el bajo costo y el carácter social de los proyectos. Los
conjuntos se conforman a partir de una “célula básica” que, como ficha de dominó, se
acopla de diferentes formas para producir una serie de espacios urbanos interiores y de
uso común. Cubiertas de asbesto-cemento, muros portantes y entrepisos prefabricados
dan forma a las viviendas mínimas que expresan una búsqueda racional tendiente a la
minimización de las circulaciones, de los espacios de estar y de todos aquellos conside- 141
75. Anuario No. 5. Texto de Manuel
rados como “subutilizados”. Carrizosa, Presidente Nacional SCA.
En los conjuntos multifamiliares se maximiza la
estandarización de los elementos y se suprimen los
balcones, las terrazas y todos aquellos recursos con
los que se proporcionaba protección a las fachadas.
Sin embargo, contrariando estas tendencias reduc-
toras de las áreas habitacionales en los estratos
medios y bajos, buena parte de las edificaciones
de ingresos altos empiezan a construirse en grandes
lotes de terrenos urbanizados, donde se implantan
de manera exenta, dando cuenta de sus atributos
individuales pero no de su contribución a la con-
formación de la ciudad.
elevan dos torres conexas y con un pasaje comercial interno que se vincula con
una pequeña plaza exterior; la Zona Franca Manuel Carvajal, de Jaime Camacho
y Julián Guerrero, se ubica en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y resuelve con
una sobria volumetría un sistema de bodegas y oficinas modulares desarrolladas
en ladrillo a la vista. La Casa Climent y la Casa Rizo, de Juan Marchant y Raúl
H. Ortiz, ubicadas en Pance y Ciudad Jardín, respectivamente, recogen algunos
elementos de la tradición como los aleros, el porche, las cubiertas inclinadas, la
teja de barro y el zócalo, para conformar viviendas con grandes zonas verdes y
jardines, pero sin la conformación tipológica de los patios.
1976
1977
1978
1979
Las obras seleccionadas en Cali son: el conjunto residencial Mediterráneo, de Jaime Ca-
macho y Julián Guerrero, el cual expresa un respeto por el entorno geográfico, las visuales
y la escala, y resuelve la topografía inclinada con terrazas escalonadas que optimizan las
condiciones climáticas y privilegian la vista sobre la ciudad. El Hotel Dann, proyecto de
Raúl H. Ortiz, se implanta en la esquina de una manzana triangular y desarrolla una torre
Como ya se vio, el posmodernismo surge en Europa y en Estados Unidos como una reacción
a la modernidad y a su fe desmedida en la racionalidad y el progreso de la ciencia, que a
pesar de sus avances en la producción en serie y la estandarización, habían demostrado su
incapacidad para el desarrollo humano y el mejoramiento de la calidad de vida. Debatiendo
la noción de individualidad –que entronizó la modernidad liberal– y frente al aburrimiento
generalizado que producía la estilización moderna de las formas, el movimiento posmo-
derno abre camino para las expresiones múltiples y para la revalorización de lo popular80.
Puestas en cuestión la universalidad de las propuestas, así como las relaciones perdidas
entre la arquitectura y lo público, se produce un pluralismo estético donde cobran valor
las particularidades de los sujetos, de los lugares y de los tiempos, con manifestaciones
opuestas a las tendencias totalizadoras y universales de la modernidad. Con la añoranza
de la riqueza que aportaban los cánones clásicos y los elementos de su lenguaje, surgen
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Bajo la presión del mercado de consumo proliferan las indagaciones escenográficas que
conjugan elementos de la cultura, de la historia y del lugar, para construir lo que se ha
denominado como el kitsch posmoderno, que crea una confusión estética por la cual
muchas veces, por privilegiar lo regional, se cae en el folclorismo.
Pese a las tendencias de valoración del lugar que dieron origen ideal al posmodernismo,
los factores económicos de la década, asociados con las formas de apropiación del terri-
torio en beneficio de los intereses individualistas del capital, produjeron edificios como
hitos urbanos, los cuales se erigieron aislados de su entorno. Estos nuevos “monumentos”,
desposeídos de tiempo y de lugar, ostentan una imagen de alta tecnología representada
en el uso inmisericorde del vidrio, los metales, un juego de texturas, enchapes y formas
81. En gran parte de la arquitectura
ficticias. popular cobran valor los conceptos
clasicistas y se vuelve común el
cornisamiento, las columnatas, los
Con el montaje de negocios rápidos –que con la misma rapidez desaparecen– y con la pri- frisos grecorromanos y el uso de los
149
órdenes, en contraste con técnicas y
macía de la seguridad individual, se generalizaron los castillos de vidrio y las empalizadas materiales modernos.
de rejas, que con geometrías individualistas impusieron su propia autonomía. Instituciona-
lizada la muerte del espacio público, surgen los centros comerciales como una alternativa
lúdica y recreativa. En estas “burbujas de arquitectura encapsulada” se siguen pautas de
manual, que dependen más de la eficacia del marketing y de la capacidad de sorprender
y entretener, que de construir una verdadera propuesta arquitectónica (Muxí, 2004).
Bajo las influencias del posmodernismo, propuestas de gran sutileza en el manejo de los
materiales presentan alternativas de una arquitectura del lugar y experimentan materiali-
dades que remiten a lo artesanal, a lo humano y a lo propio, con lo cual la mirada se vuelve
hacia el ladrillo como expresión simbólica de la tierra, el barro y el trabajo manual. Quizás
muchas veces inconscientemente, con la arquitectura del ladrillo se buscaba recobrar el
valor estético y cultural de un pasado en el que tierra, madera y piedra respondieron al
prestigio social de una élite colonial.
Desde finales de los años setenta, y durante la década de los años ochenta, se generalizó,
principalmente en Bogotá, un interés por el estudio, el uso y el diseño a partir del ladrillo,
produciéndose con ello lo que Silvia Arango ha denominado “un verdadero movimiento
150 de carácter colectivo que le proporciona mucha identidad a la Bogotá contemporánea
[…] Aunque el material del ladrillo tiende a identificarse como bogotano, una rápida re-
visión de la historia de la arquitectura en Colombia demuestra que este material posee
también larga tradición en distintas zonas del país, como Antioquia, Valle o Santander”
(Arango, 1990).
Si bien el uso del ladrillo no tenía una tradición popularizada en Cali, sí había sido traba-
jado puntualmente a lo largo de la historia en obras de gran significación urbana como San
Francisco (1803), la Casa Proartes, San Juan Bosco (1936), el Centro Educativo Miraflores
Comfandi (1950), el Seguro Social (1962) y en muchas obras de los años setenta, entre
ellas la Universidad del Valle, con las cuales se afianzó su empleo.
De otro lado, el uso del ladrillo es validado a nivel nacional por las Bienales de Arquitec-
tura, que entregaron los premios nacionales a proyectos de gran magnitud y relevancia
materializados a partir de su uso: el Colegio Cafam, Bogotá (1971); la Universidad del
Valle, Cali (1972); las Torres del Parque, Bogotá (1976), el edificio El Tiempo, Bogotá
(1981); el Centro Comercial Almacentro, Medellín (1983); el Museo Quimbaya, Armenia
(1988). En la década de los noventa los premios nacionales continúan destacando proyectos
Durante esta década se construyen en Cali muchos buenos ejemplos de arquitectura del
ladrillo, en manos de arquitectos como Jaime Cárdenas, Raúl H. Ortiz y Rodrigo Uribe,
entre otros, preocupados por la elaboración de los detalles, los efectos de la luz, las tex-
turas y las posibilidades técnicas en la composición, con los cuales se cimentó una nueva
tradición. Sin embargo, las circunstancias de la época, ligadas a la comercialización de
las estéticas, propiciaron el abuso inapropiado de sus imitaciones, implementando “fa- 151
chaletas” con alto riesgo de desprendimiento en caso de sismo.
1980
1981
La selección de los premios de la VIII Bienal se hizo por votación entre los afiliados a la
Sociedad Colombiana de Arquitectos, resultando favorecidas tres obras: el Palacio Depar-
tamental de Risaralda, Pereira, de Laureano Forero; el edificio El Tiempo en Bogotá, de
la firma Esguerra, Sáenz y Samper y el Centro Cultural Colsubsidio, de Pizano, Pradilla y
Caro en Bogotá.
Entre los extremos de la valoración de lo urbano y su negación se sitúan las obras selec-
cionadas en Cali, donde prima la pureza y la simplicidad de las formas en relación con su
expresión material: el edificio O´Byrne, de Jaime Cárdenas Matallana, se eleva sobre una
plataforma escalonada que mantiene la escala del lugar. El trabajo de ladrillo a la vista
se conjuga con el dinamismo en el manejo volumétrico y con las ventanas del lenguaje
moderno de inspiración neoplasticista; las oficinas de Lloreda Grasas, de Manuel Lago y
Jaime Sáenz, desarrollan en un lenguaje del racionalismo moderno una volumetría de 153
formas puras y fachada corrida; el Banco de Colombia, de Daniel Bermúdez y Enrique
Gómez, se resuelve en un cubo de formas
puras, que ensanchado en la parte superior
libera un gran pórtico perimetral y se eleva
sobre una plaza de acceso para generar
un espacio público que lo vincula con lo
urbano. Otras incursiones como la casa
de Simón Vélez, exploran la madera y la
plástica formal de la estructura, evocando
las tradiciones con el empleo de materiales
naturales que acentúan la fusión entre lo
nuevo y lo tradicional: teja de barro, vigas
y barandillas en madera, muros pañetados
y pisos en tablón.
Con el Centro Comercial Unicentro, de Pizano, Pradilla y Caro, Paúl Correa y Manuel
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
1983
1986
Sólo tres obras se seleccionan en la Bienal y las tres, de diversos formatos, 155
83. Bienal X, 1986. Comentarios de
programas y lugares de implantación, incorporan el uso del ladrillo. Además de Juan Carlos Pérgolis.
la búsqueda en la resolución de los detalles y el cuidadoso manejo
del material, las tres obras se integran a su entorno geográfico y
presentan un manejo acertado de la topografía de los lugares don-
de se implantan: el Bifamiliar en Normandía, de Jaime Cárdenas
Matallana, es una obra de pequeño formato que resuelve una es-
quina triangular frente al río, con una edificación que introduce la
vegetación a través de la transparencia de la fachada y del manejo
aterrazado que se deprime hacia la esquina, para lograr la integra-
ción con el paisaje y la apropiación de la escala del lugar.
1988
El despliegue del uso del ladrillo a nivel nacional y en regiones distintas a Bogotá es 84. Bienal XI, 1988. Comentarios de
Carlos Niño M. 157
objeto de un llamado de alerta en esta Bienal. Se invita a no confundir las virtudes del 85. Ibíd.
material con su empleo como una “fórmula universal”, en pos de una “identidad aparen-
te”. Sin embargo, así como en la Bienal anterior, las tres obras seleccionadas en Cali son
construidas en ladrillo a la vista y en ellas se valoró no sólo el repertorio de sus detalles
y la calidad constructiva, sino el aporte a la consolidación de “una tradición válida y de
gran potencialidad en nuestro medio”. Estas obras son: el edificio Eritreno, de Jaime
Cárdenas Matallana; y la Urbanización La Paila y el Colegio Berchmans, de Raúl H. Ortiz
y Sara María Giraldo.
finca raíz. Sin embargo, la liberación financiera sumada a la circulación de dineros del
narcotráfico, trajo consecuencias contrarias: de un lado, el crecimiento de la economía,
el disparo de la actividad constructora y con ello unos bajos niveles de desempleo; del
otro lado, un dramático aumento en los precios de la finca raíz, como efecto del exceso
de gasto público y privado y del endeudamiento externo o interno de las empresas y de
los hogares.
Todo lo que para la época se construía en Cali evidenciaba las diversas dinámicas sociales.
Como producto del lavado de activos proliferan las estéticas de la opulencia y la extra-
vagancia, con las cuales se entroniza el kitsch, cuya multiplicación consolida grandes
sectores urbanos. La coherencia formal, la respuesta compositiva y el rigor constructivo
se vieron reducidos a una pequeña élite de obras introvertidas, mientras la ciudad y su
fisonomía se sumieron en el desorden y el caos.
Para la época, la corrupción invadía todas las capas de la sociedad, la política caía en el
Con la crítica de los “no-lugares”, que se caracterizan por ser anónimos, neutros, autó-
nomos de las inmediaciones contextuales y de la historia87, se vuelve la mirada hacia el
contexto y con el soporte constitucional del patrimonio, apoyado en la Ley 397 de Cultura,
la historia y la valoración de lo construido cobran un auge inusitado. A partir de 1996, la
Sociedad Colombiana de Arquitectos crea las Muestras Regionales de Arquitectura y las
Bienales cuestionan la ausencia social y el desconocimiento de la historia colombiana,
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
que provocó el uso indiscriminado de las referencias externas y la proliferación de los no-
lugares. Con esta apertura reflexiva y analítica de los contextos se crean nuevos premios:
investigación, urbanismo, estudios teóricos, preservación del patrimonio y vivienda de
interés social.
1990
Frente a los logros del edificio FES y sumándose a la crítica de la época contra la copia
indiscriminada de las modas internacionales, Silvia Arango destaca en esta publicación el
continuismo que ofrecen las arquitecturas “topológicas realizadas fundamentalmente en
ladrillo”. En esta caracterización se inscriben las obras seleccionadas de Cali –casi todas
en este material– consideradas arquitectura con “sentido de lugar”, que se enmarca en lo
tradicional y responde a las condiciones geográficas y climáticas de manera muy acertada.
1992
Bajo los efectos de una valoración de la historia sin precedentes, la XIII Bienal otorga el
Premio Nacional de Arquitectura a Silvia Arango, con el trabajo Historia de la Arquitectura
en Colombia. Con este premio, nunca antes entregado a un libro, se ratifica la reciente
apreciación de los temas de investigación, los estudios teóricos y el reconocimiento de la
historia de la arquitectura nacional. En homenaje a Fernando Martínez Sanabria se crea
el premio en diseño arquitectónico, que se concede al Edificio Alberto Lleras Camargo, de
la Universidad de los Andes, proyecto de Daniel Bermúdez y Guillermo Bermúdez.
1994
Como producto del “boom” inmobilia-
rio de los años anteriores se presenta-
ron 520 obras a la XIV Bienal celebrada
este año, cifra sin precedentes en el
marco nacional. De estas obras se
seleccionaron 79, 13 de ellas en Cali,
lo que representó para la arquitectura
de la ciudad una amplia participación
nunca antes lograda. El Premio Nacional se entrega al Centro Urbano Recreativo Compen-
sar, de Motta y Rodríguez en Bogotá y el premio Fernando Martínez Sanabria al Archivo
163
General de la Nación, de Rogelio Salmona, también en Bogotá.
El olvido y la negación del espacio público en las tendencias de la arquitectura de la época
renuevan las críticas en la Bienal, que se inclinan hacia el logro de la relación contextual:
“El éxito de algunos proyectos urbanos contemporáneos ha comprobado que a pesar de la
inseguridad, el tráfico automotriz y el desarrollo tecnológico, nada reemplaza la calle y la
plaza pública”91. De allí que la totalidad de las obras seleccionadas en Cali, en su mayoría
proyectos de pequeño formato, se implanten en
lugares consolidados y se vinculan con la calle y
con la plaza, ofreciendo distintas soluciones que
se pueden clasificar en tres categorías:
Después del pico en la producción del sector de la construcción alcanzado en los últimos
años, empieza en Colombia una contracción que finalizó con el nivel de licencias más
bajo de la historia, un 66% por debajo del presentado en 1994. En Cali se acentúa la
crisis y como consecuencia se reduce el número de los proyectos seleccionados en la
Bienal. Estos, en su mayoría de pequeño formato, dejan ver innovaciones espaciales,
funcionales e indagaciones en el uso de los materiales, destacándose un renovado res-
peto por el lugar y las preexistencias.
- El Banco de Colombia, de Juan Marco Duque, interviene una bodega del centro
comercial Chipichape, parte del conjunto de lo que antiguamente fueron los
talleres del ferrocarril. La propuesta desarrolla una espacialidad dentro de otra,
para lo cual se desliga de la estructura y las formas existentes, y produce una
intervención contemporánea que respeta el carácter del edificio original. Con la
riqueza y transparencia espacial de las dobles alturas, el contraste de materiales
y colores, esta obra inaugura un carácter bancario más amable, donde la funcio-
nalidad y la forma dialogan con lo existente, para generar nuevas significaciones.
1998
En general, las obras seleccionadas muestran un vínculo explícito con sus lugares de
implantación, así como sencillez y austeridad en las respuestas formales, en coherencia
con el manejo de los materiales. Ante el derroche formal que había proliferado en la ar-
quitectura producida en las últimas décadas, en esta Bienal se valoró la “intemporalidad” 167
de la arquitectura, en el sentido de su aproximación más a lo tradicional y austero que a
las exploraciones formales. Como lo afirma Silvia Arango en los comentarios
analíticos de la Bienal: “Algunos criterios adicionales como la desconfianza
hacia las modas, por pasajeras, o hacia la arquitectura deliberadamente
efímera o frívola, valorizan la arquitectura sólida, que resista el paso del
tiempo o que exprese una cierta intemporalidad; adjetivos como elegancia
se refieren, con frecuencia, a este atributo”93.
El nuevo siglo
En el cierre de un siglo que hizo énfasis en lo arquitectónico y olvidó lo urbano, la crítica
señala: “El final de siglo nos encuentra, entonces, parados todavía sobre esta tierra ubé-
rrima y pródiga, viéndola destruir metro a metro, minuto a minuto, obcecados por odios
heredados, apegado cada cual mezquinamente a su pedazo de privilegio, individualistas
y cerrados, sin querernos dar cuenta de que los excluidos y los marginados ya no son
solamente los negros y los indígenas sino todos” (Gutiérrez y Mesa, 2000)95.
95. Balance de la arquitectura co-
El nuevo siglo se enfrenta con múltiples circunstancias que debe afrontar la arquitectura lombiana del fin del siglo XX en una
publicación especial de la Sociedad
169
en relación con los cambios de las sociedades, la cultura y el hábitat, los desplazamientos
Colombiana de Arquitectos. 2000.
masivos, la violencia y el deterioro de la calidad de vida urbana. Ante la crisis del sector
de la construcción que en el periodo de contracción 1995-2000 llevó el desempleo en Cali
al 23%96, cobra importancia la reflexión sobre los temas disciplinares, el impacto social
de los proyectos, el valor de lo público y la construcción de ciudad. La reiterativa crítica
al olvido del lugar y la estimación de una arquitectura austera y de carácter colectivo
estimularon el valor atribuido a la apropiación del contexto y a las tradiciones culturales
y sociales.
2000
La Bienal XVII –con la que se inicia el siglo XXI– revaloriza lo público como un acto de
redención de lo urbano y por primera vez se entrega el Premio Nacional a la categoría
Proyecto Urbano, con los Parques para Aprender
a Vivir, de la Alcaldía Mayor de Bogotá, que
hacen parte del plan de desarrollo económico,
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
2004
por una materialidad lograda con parasoles metálicos, se dilata de las edificaciones vecinas
para matizar el contraste de formas y materiales, generando terrazas que contribuyen al
tratamiento climático del edificio.
El edificio Osaki, de Juan Felipe Cadavid e Ileana Molina, se localiza muy próximo al ante-
rior y para mantener la escala del lugar escalona dos volúmenes, uno contenido dentro del
otro. Las terrazas, protegidas con pérgolas metálicas, los vanos enmarcados y el porche
100. Esta obra es analizada con la para resguardar y acentuar el acceso, privilegian el vínculo con la ciudad, recrean las
matriz de valoración. Ver anexo.
tradiciones locales y proveen un adecuado comportamiento climático a la edificación102.
176 101. Ibíd.
102. Ibíd.
La casa Mirador, de Juan Felipe Cadavid, Ileana Molina y Gilmar Alberto Galindo, incorpora
una serie de tratamientos bioclimáticos, aunados a una sistemática protección de los vanos
y a la optimización ambiental con la orientación y disposición de los espacios y patios. El
Motel PK2, de Juan Felipe Cadavid y Jhan Jair Vallejo, rota dos volúmenes rectangulares
que se articulan en un patio cubierto interior. La fachada en policarbonato se convierte
en cartel publicitario que le da identidad al edificio y contrasta con la rejilla circundante
que complementa el filtro ambiental.
2006
Validando la crítica de cuarenta años a aquella arquitectura que ignora los contextos, la XX
Bienal entrega el premio de diseño arquitectónico al Museo de Arte Banco de la República,
en Bogotá, de Enrique Triana y Juan Carlos Rojas. Esta obra, que había sido ganadora de
la Bienal de Quito de 2004, se presenta como un ejemplo de inserción contemporánea
en un contexto histórico. Como parte del conjunto de la manzana cultural, se propone
un edificio de volúmenes puros y gran austeridad formal, que con plazas y calles internas
Producto de las tendencias minimalistas de los últimos años, muchos de los edificios ha-
bitacionales se inscriben en la tipología del “loft”, que busca incorporar en la vivienda
el tipo de la bodega industrial de espacios únicos. Entre ellos se presentan en Cali: el
Edificio B, de Felipe Arbeláez, localizado en el barrio El Bosque y el edificio Hábitat, de
Juan Felipe Cadavid, ubicado en el barrio Santa Rita103.
177
103. Ibíd.
También se seleccionan dos obras que por su escala y volumetrías de formas puras se des-
tacan en su entorno de inserción, e incorporan el lenguaje contemporáneo de las rejillas
metálicas en contraste con los volúmenes cerrados: la clínica Lungavita104, de Catalina
Díaz, ubicada en un zona consolidada del barrio Ciudad Jardín, e Innovatec Ltda., de Nor-
berth Aristizábal y Rodrigo Vargas, exenta en un contexto suburbano del sector de Pance.
2008
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Construyendo valor con la poética del lugar es el tema de la XXI Bienal, como una re-
afirmación de valores propios en la arquitectura colombiana. La polémica que posturas
contrarias han puesto sobre la mesa enfrenta las búsquedas de austeridad y sencillez
como herencia de un pasado lejano, con la arquitectura de gran impacto formal de las
tendencias recientes. Obras disímiles en su materialidad, escala y funcionalidad dejan
ver la incorporación de los edificios al paisaje, la ligereza como las formas volumétricas
puras se asientan sobre lugares vegetalizados, y en general un neo-modernismo racionalista
basado en la abstracción de las formas, donde la simplicidad geométrica contrasta con la
riqueza compositiva de las fachadas, la aleatoriedad en el manejo de los vanos –donde
el tamizaje de la luz se consigue con el uso de rejillas, parasoles metálicos, concretos
perforados, pigmentados o abusardados– y con el empleo de materiales propios de las
regiones como la piedra y la madera.
La paradigmática respuesta al lugar que ofrecen las Torres del Parque rescata la idea
funcional en contexto, donde la funcionalidad no se omite ni la obra se reduce a la mera
funcionalidad. El valor de la significación y el contenido simbólico en contexto priman
frente a los valores de uso, con el presupuesto de la composición, en el que todos los ele-
mentos participan desde su especificidad, pero con determinantes culturales y estéticos.
La relevancia de las Torres del Parque en el panorama nacional abre una polémica que
permanece a lo largo del periodo y que cuestiona el sentido restringido de la arquitectura
como oficio de diseño funcional, para dar cabida a una arquitectura entendida en un sentido
ético-estético amplio, en cuyo caso entran a jugar un papel importante en la composición
las ciencias humanas y sociales que aportan contenidos fundamentales al proyecto.
Finalizando el siglo XX, bajo las presiones de la reforma constitucional, la Ley de Cultura,
el significado de la identidad y el sentido más amplio que adquiere el patrimonio cultural,
se cuestiona la ausencia del valor social e histórico de la arquitectura, cuyo desconoci-
miento promovió el afincamiento de estéticas ajenas y el uso indiscriminado de referencias
externas. Cobra entonces un inusitado valor la historia, la preservación del patrimonio, la
conciencia del lugar y de las tradiciones, como premisas que se expresan en la obra para
la FES, hoy centro Cultural de Cali, de Rogelio Salmona, Pedro Mejía, Jaime Vélez y Raúl
H. Ortiz, ganadora del Premio Nacional de Arquitectura 1990.
El reclamo incisivo por una recreación de las tradiciones locales, la búsqueda de la relación
contextual y la revaloración del espacio público empiezan a demandar obras en vínculo
con lo urbano, donde los recorridos permiten la vivencia espacial y son lugar de encuentro,
y donde resurgen los balcones, las terrazas y la austeridad en las respuestas formales.
Todas estas operaciones intelectuales precisan una singularidad metodológica que les
dé asidero como proceso valorativo, y por supuesto, que sitúe el objeto de la valoración
en el contexto construido al que pertenece. En esta dirección, y teniendo como fin la 189
comprensión micro del objeto –sobre la base de todos aquellos valores considerados en
lo macro–, se propone una metodología para la interpretación y valoración del contexto
construido en los procesos de intervención arquitectónica en Cali.
Criterios de valoración
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Valor y valoración
El valor es un atributo asignado a las obras u objetos arquitectónicos a los que un sujeto,
inmerso en una sociedad y en una cultura, reconoce sus propiedades, alcances y signifi-
caciones. El proceso de atribución de valores se denomina valoración y en él se conjugan
diversos actores e intereses que determinan la relevancia de uno u otro atributo.
“La valoración es el punto de confluencia de los objetos y los sujetos dentro de un ámbi-
to de relaciones sociales, culturales o económicas”106. Son tres los componentes que de
manera dinámica intervienen en todo ejercicio de valoración: objeto, sujeto y contexto.
106. En la cita de Risieri Frondizi en
190 ¿Qué son los valores?, 3ª. ed., México Estos tres componentes se articulan dentro de una estructura coherente que ofrece todos
D. F.: Fondo de Cultura Económica,
1972. los matices y facetas para que el ejercicio se lleve a cabo.
● El objeto: son las expresiones culturales materiales que las comunidades crean dentro
de su territorio, arquitectura, sitio referencial, paisaje cultural, poblaciones, ciudad.
La condición espacial del objeto requiere una identificación de sus elementos cons-
titutivos, de las características físicas, formales, de uso y como evento temporal; el
objeto tiene un origen y un desenvolvimiento histórico.
Para una primera aproximación al reconocimiento de los valores como atributos otorgados
a los hechos arquitectónicos que serán objeto del estudio, es preciso dar una mirada a
aquellos que plantea el Ministerio de Cultura. A los valores primarios los denomina “va-
● El valor histórico: reconoce las obras de arquitectura como fuentes primarias y como
documentos para la construcción del conocimiento científico y de la historia nacional,
regional o local.
● El valor estético: reconoce los atributos de calidad artística, de estilo y de diseño que
se hacen explícitos en cualquier objeto.
Desde otro punto de vista, y como se vio en el Capítulo I, Ballart trabaja el concepto de
valor referido al aprecio hacia los objetos, “por el mérito que atesoran, por la utilidad
que manifiestan o por su aptitud para satisfacer necesidades o proporcionar bienestar” 191
y considera que el valor atribuible puede ser de tres tipos:
● El valor de uso, referido a la dimensión utilitaria para la satisfacción de las necesida-
des, lo que implica una dimensión económica, política, intelectual y científica.
● El valor formal, que reconoce lo estético y las características físicas de los bienes.
Con el objetivo de enriquecer estas variables de valoración, es pertinente dar una mi-
rada a los avances que en este sentido han desarrollado dos entidades preocupadas por
la valoración del patrimonio arquitectónico: el Ministerio de Cultura con el Manual para
inventarios de Bienes culturales inmuebles y Planeación Municipal de Cali en convenio
con el CITCE de la Universidad de Valle, con el Plan especial de protección del Patrimonio
Inmueble de Santiago de Cali, elaborado en 2003.
Para el análisis y la selección de los bienes, el Ministerio de Cultura reconoce las caracte-
rísticas del objeto a valorar, del sujeto que valora y del contexto sociocultural y geográfico
donde estos dos se sitúan:
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
El Plan especial de protección del patrimonio inmueble de Santiago de Cali, con el cual se
estructura el acuerdo 0232 de 2007, partió de los criterios macro de valoración propuestos
por el Ministerio de Cultura (valor histórico, estético y simbólico) para asignar los criterios
de valor y reglamentar las categorías de conservación de los inmuebles considerados como
Bienes de Interés Cultural en Cali:
Teniendo como base los elementos que han surgido de los análisis en los periodos estudia-
dos, los criterios de valor del Ministerio de Cultura y las características de valor tenidas en
cuenta en las categorizaciones del Plan especial de protección del patrimonio inmueble de
Santiago de Cali, es posible proponer un sistema de valoración. No se trata, por supuesto,
de encontrar un único procedimiento, sino de estructurar y ordenar las secuencias del
proceso, en el cual convergen los siguientes elementos:
Valores del contexto: son atributos de relación que determinan el objeto y los aspectos
por los cuales éste se transforma en un hecho arquitectónico.
● Valor de uso: reconoce la expresión material de los recursos, el valor comercial en re-
Valores del objeto: con las determinantes de valoración del contexto antes expuestas, los
atributos del objeto arquitectónico conforman tres sistemas de valores:
● Valor estético: reconoce aquellos aspectos que le confieren a la obra una definición
arquitectónica en respuesta a los determinantes del contexto, tales como la forma, la 195
composición de los elementos, la espacialidad y la funcionalidad.
● Valor simbólico: hace una lectura de las significaciones arquitectónicas, las identidades
y la memoria colectiva, ligadas a las formas y lenguajes del objeto, el uso y la apro-
piación cultural del espacio.
Variables de valor: son las categorías que contienen los atributos desde los cuales realizar
el análisis de los componentes Contexto y Objeto.
6. Física
7. Socio-demográfica
Variables del objeto: pueden analizarse de acuerdo con los sistemas de valor estético,
simbólico y tecnológico.
- Valor estético:
1. Composición
2. Forma
3. Espacialidad
4. Funcionalidad
5. Elementos
6. Circulaciones
7. Cerramientos
8. Mobiliario
Indicadores: son los aspectos específicos o atributos que permiten evidenciar los valores
para cada variable del contexto y del objeto.
Matriz de valoración
Con los componentes (contexto, objeto), los valores (histórico, de uso, urbano-ambiental,
social, simbólico, estético y tecnológico), las variables (del contexto y del objeto) y con
los indicadores de valor, se construye una matriz para la valoración de las obras de estudio
(ver matriz de valoración).
Como conclusiones del estudio se construye una matriz general que sintetiza los aspectos
relevantes y se determinan los criterios y elementos a considerar en la formulación de un
enfoque conceptual y una metodología de intervención en lugares urbanos consolidados
de Cali (Ver Criterios para una valoración del contexto construido en Cali).
197
Componentes Valores Variables Indicadores SUJETO
1 Ubicación espacio-temporal
HISTÓRI-
VALOR
1.1 CONTEXTO
CO
HISTÓRICO 2 Historia urbana
3 Influencias-tendencias
4 Valor catastral
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO. (Ver análisis de las obras en el anexo)
VALOR DE USO
7 Actividad económica
1.3 CONTEXTO 8 POT
JURÍDICO-POLÍ-
TICO 9 Normativa
1.4 CONTEXTO
10 Usos
FUNCIONAL
11 Espacio público
12 Visuales
17 Trazado vial
18 Morfología urbana
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
19 División predial
29 Densidades
21 Imagen urbana
22 Tipología edificatoria
23 Perfiles
1.6 CONTEXTO 24 Empates volumétricos
FÍSICO 25 Topografía
26 Paramentos, retrocesos, aislamientos.
27 Cesiones
28 Andenes, antejardines.
29 Parqueaderos
30 Accesos
31 Cerramientos
32 Pórticos, aleros, voladizos.
SOCIO-DEMOGRÁ-
198 FICO 34 Composición familiar-habitacional
Componentes Valores Variables Indicadores SUJETO
Orden, unidad, proporción,
2.1 COMPOSICIÓN 35
escala
36 Tipología
2.2 FORMA
37 Volumetría
38 Geométrica
39 Funcional
2.3 ESPACIALIDAD
40 Relacional
41 Psicológica
42 Zonificación,
2.4 FUNCIONALIDAD 43 Funcionalidad
VALOR ESTÉTICO
44 Mobiliario-equipos
Muros, Pisos, fachadas,
2.5 ELEMENTOS 45
cielos, ornamentos
46 Aproximación
47 Accesos
2.6 CIRCULACIONES 48 Recorridos
49 Puntos fijos
50 Soluc. discapacitados
OBJETO
55 Elementos arquitectónicos
56 Lenguaje
SIMBÓ-
VALOR
LICO
2.9 SIGNIFICADO
57 Identidades-memoria
58 Sistema estructural
2.10 ESTRUCTURA
59 Modulación
2.11 MATERIALIDAD 60 Obra negra y acabados
VALOR TECNOLÓGICO
61 Crecimiento
2.12 FLEXIBILIDAD
62 Transformación
63 Estado de conservación
2.13 SEGURIDAD
64 Mantenimiento
65 Orientación
El valor histórico
A partir del sentimiento de terror que llevó a los colonizadores a interiorizar sus viviendas
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
En efecto, la variedad de los modelos, los productos y las transferencias, así como su
adaptación tecnológica, formal y funcional a los nuevos contextos, desmitifica la auten-
ticidad que reclama el concepto tradicional de patrimonio y la valoración histórica de
las obras. En este sentido, más que considerarlas copias disminuidas de aquellas que les
sirvieron de ejemplo, se aprecian, por una parte, como expresión de las ideologías de sus
épocas pues se constituyen en elementos de identidad que se apoyan en esa memoria, y
por otra, como la expresión misma de la condición receptora de la arquitectura local, que
ha facilitado la asimilación e incorporación de elementos de diversos tiempos y lugares.
- arquitectura culta, es decir, aquella producida por arquitectos con sentido crítico e
histórico, en la cual se conjugan la actualidad y el pasado y se hacen presentes las tradi-
ciones culturales y sociales. En esta arquitectura, en su mayoría considerada como la más
representativa de Cali en los últimos quince años y en la cual se inscribe buena parte de
las obras analizadas, se mantiene el arraigo en las influencias de los tipos arquitectónicos
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
Las obras representativas de Cali en las Bienales Nacionales, analizadas a la luz de sus
valores, muestran que existe un llamado de sus proyectistas a repensar la ciudad y a dar
una vuelta a lo local en la nostalgia de aquella arquitectura que se construía en relación
con la calle, la plaza, el río o el patio y en vínculo con los contextos, patrones y tipologías
de las tradiciones. Frente a una densa producción de arquitecturas encerradas en conjuntos
que destruyen la vida urbana y transforman el tejido tradicional, donde prima el concepto
de ordenación geométrica e impacto visual, se impone la ejemplaridad de otras obras que
enriquecen su composición con valores y determinantes del contexto, sin historicismos 203
literales, sin folclorización de los lenguajes o el seguimiento irreflexivo de las modas.
Si bien ha sido permanente y reiterativo el llamado a la humanización del ambiente ur-
bano, el triunfo mercantil de lo construido que se inició en la década de los setenta y se
entronizó en los ochenta, apabulló el sentido de lo local logrado en las décadas anteriores.
Esta situación se ha agravado en los últimos años debido a la implantación por fuera del
perímetro urbano de las escasas obras emblemáticas construidas, con lo cual se siguen
desperdiciando valiosas oportunidades de revitalización de sectores deprimidos.
De las cien obras caleñas distinguidas en las Bienales Nacionales de Arquitectura, cuarenta
de ellas, es decir, cerca del 40%, corresponden a los años setenta, lo que denota que, a
pesar del auge de la arquitectura como respuesta a la expansión urbana, hasta esta década
existió una importante valoración de la riqueza ambiental y urbana de la arquitectura
caleña, que fue disminuyendo progresivamente en las décadas posteriores.
El valor urbano ambiental asignado a las obras de Cali se expresa en su respeto por la
traza urbana y la preservación de la estructura tipológico-morfológica de los lugares que
poseen tipos arquitectónicos consolidados históricamente. De otro lado, en ellas se ha
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
En buena parte de las obras analizadas confluyen acciones para mantener la imagen urbana
de los sectores, fundamentalmente en el respeto y la conservación de los elementos de
fachada y de los volúmenes exteriores. En general, se aprecia la contribución a la confi-
guración del espacio público, el respeto por el entorno geográfico y un manejo acertado
de la topografía con volumetrías que se adaptan al terreno. En la solución de la imagen
urbana se reconoce la conservación de las alturas predominantes y la continuidad de los
paramentos, de los andenes y sardineles. También es evidente el manejo de las líneas
de regulación y la propuesta de transiciones con lo existente, para resolver las alturas
diferenciales con los predios vecinos, logradas a través de dilataciones, patios de inter-
mediación, etc. Del mismo modo, en ellas se ha valorado el carácter público y abierto de
204 los antejardines, las cesiones de área como espacios públicos y la dotación apropiada de
parqueaderos que eviten la ocupación de las vías para este fin.
Frente a la gran masa de arquitectura comercial que eliminó los espacios de transición,
las circulaciones y todos aquellos espacios que aportaban calidades ambientales a las
obras, en los últimos años se muestra una tendencia a la reapertura. En la organización
espacial y la búsqueda tipológica y ambiental se aprecia la recreación de los patrones y
los elementos característicos de las tradiciones locales, tales como los sistemas de crujías
paralelas o perpendiculares a las fachadas, los accesos a través de porches o zaguanes y
la recuperación de los patios, terrazas y balcones. Así mismo, el uso de calados, ventanas
de persianas y de postigos, pórticos y aleros de protección de las fachadas.
El valor social
La obra arquitectónica realiza su función social en la medida en que transforma el entor-
no social. Por ello, el fenómeno espacial, en tanto que implica las vivencias de sujetos
particulares que lo habitan social e individualmente, externa e interiormente, involucra
las variables antropológicas y culturales, determinantes de los efectos de las formas
No queda duda de que la mejor arquitectura de Cali es, en cierta medida, muy elitista
y deja ver con claridad la deficiente calidad habitacional y urbana de la gran masa de lo
que se construye para los estratos populares. Entre los extremos del “boom” inmobiliario
que llegan a su cúspide en los años 1994 y 2007, la arquitectura sepulta su contenido
social y se sustenta fundamentalmente en las edificaciones de vivienda para sectores de 108. Según cifras de Camacol, en
enero de 2008 la construcción en
ingresos medios y altos. En parte gracias a la fuerte competencia de los bancos especiali- Cali presentaba un crecimiento del
zados en cartera hipotecaria, en lo que va corrido del siglo y específicamente desde 2003, 11% frente al promedio del 2007,
especialmente en proyectos residen-
la construcción de arquitectura comercial presentó un auge inusitado –que en el 2008 ciales, pues en vivienda de interés so-
cial la disminución era del 44%. Entre
empezó a descender vertiginosamente–108, lo que no ha sido igual en la construcción de enero y septiembre de 2008 las cifras
del DANE muestran una disminución
macroproyectos de interés social. del 6.4% en metros cuadrados apro-
bados a nivel nacional en relación
con este mismo periodo de 2007 y del
Con el auge de lo privado desaparece la inversión pública y esto se evidencia en la au- 9.9 % en el mercado inmobiliario. La
205
disminución en vivienda de interés
sencia total de obras del Estado y de intervenciones capaces de jalonar el desarrollo y social (VIS) es del 21.2%.
el mejoramiento de sectores deprimidos en la ciudad. Las pocas obras de arquitectura
seleccionadas en Cali en las Bienales Nacionales dejan constancia del escaso empeño en
la producción de una arquitectura reflexiva, donde se evidencie la economía de medios
y la sobriedad expresiva, sin mediar la usura inmobiliaria que compromete la calidad
habitacional y el aporte social de la arquitectura.
El valor estético
Quizás algunas manifestaciones estéticas que permanecen en la arquitectura local, tienen
origen en los exotismos enfrentados durante la Conquista y la Colonia. La liberalidad del
Barroco europeo se acercó al sentido estético de los nativos que, acostumbrados al recargo
y la profusión de elementos en su arte decorativo, facilitaron el mestizaje arquitectónico
y la hibridación.
Los antagonismos estéticos iniciados a finales del siglo XVIII, cuando las imágenes neoclá-
sicas se opusieron al Barroco neogranadino por considerarlo decadente, bárbaro e incul-
to, continúan vigentes en la arquitectura de Cali. Actualmente se evidencia una triple
206 separación estética: de un lado se sitúa la búsqueda de magnificencia y monumentalidad
que sigue recurriendo a un neo-neoclasicismo justificado en las formas griegas, romanas
y renacentistas109, así como ocurrió en el periodo de la República, cuando la arquitectura
neoclásica sirvió para afianzar la identidad de una sociedad burguesa en ascenso. Muchos
elementos de esta arquitectura se reafirman como símbolo de progreso, expresión de
prosperidad y de poder económico, en una situación en la que el gusto popular enfrenta de
nuevo un problema estético cargado de referencias interculturales. De otro lado, se ubica
una estética comercial que recrea e impone tendencias sobre un posmodernismo que le
ofrece libertades estéticas. Y del otro, la estética propia de la arquitectura “culta”, que
como un rechazo a lo popular y comercial muestra un movimiento de regreso al moder-
nismo, a las influencias corbusianas y a las tendencias internacionales del minimalismo,
buscando la seguridad estética en la simplificación de las formas como una expresión de
refinamiento y de “buen gusto”.
Esta triple separación estética mantiene las hibridaciones en lo que se construye en Cali,
en un proceso acentuado por el crecimiento poblacional producido por la enorme masa
de inmigrantes. De allí que las convergencias sigan siendo utópicas en la búsqueda ex-
presiva de una arquitectura con identidad: las propuestas actuales –como derivaciones
La prioridad del aspecto comercial no sólo afecta lo estético, también la calidad habi- 109. Se vuelve común el cornisamien-
to, las columnatas y frisos grecorro-
tacional ocasionada por la supresión de los patios, las terrazas, los balcones, el estar de manos y el uso de los órdenes, en
207
contraste con técnicas y materiales
alcobas y la reducción de las áreas de circulaciones para bajar los costos de las obras. modernos.
Con todo ello, la estética de las obras queda reducida a la calidad de los acabados y el
impacto visual que estos producen, lo que no sólo ha significado una ruptura estética y
simbólica con las manifestaciones de la cultura y el sentimiento local, sino que ha impli-
cado un efecto nefasto en el comportamiento climático y ambiental de las edificaciones.
- En lo formal se valora una volumetría regulada por las alturas y las líneas provenientes
de los elementos del contexto, para lograr empates volumétricos con las edificaciones
contiguas (sin generar culatas y servidumbres). Así mismo, la conformación de patios, el
manejo de la esquina en la integración urbana, la generación de recintos y transiciones en
respuesta al clima, y en general el juego volumétrico que determina la expresividad formal
en diálogo con el entorno. La idea principal de la valoración formal es la integrabilidad
de cada elemento y la integración de las partes, en donde la riqueza de los insumos y los
logros determinan la riqueza del proyecto.
208 - En lo funcional se reconoce en las obras su valor de uso, que las hace útiles, necesarias
y con las condiciones para satisfacer integralmente las necesidades habitacionales. Se
valoran propuestas capaces de modificar los formatos preestablecidos y las soluciones mí-
nimas, donde las competencias profesionales permiten trascender lo meramente funcional
y programático para dar cabida a la interpretación psicológica, antropológica y social de
los usuarios. Se rescata la idea funcional en contexto, donde la funcionalidad se equilibra
con el presupuesto de la calidad ambiental y habitacional, en el que todos los elementos
participan desde su especificidad, pero bajo determinantes culturales y estéticos.
El valor simbólico
Si se tiene en cuenta que buena parte de las obras seleccionadas en las Bienales de Arqui-
tectura se ubican en la dimensión de la estética y la arquitectura culta, se explican sus
tendencias a la conciliación de las formas nuevas con las tradicionales y su propuesta de
integración con los entornos, con la calle y con la plaza. Lejos de considerarse versiones
provincianas, en estas obras se han validado las búsquedas de un lenguaje estético austero
y sin derroches formales y materiales. Sus múltiples expresiones atrapan un saber colec-
tivo, que interpreta contemporáneamente el clima y el espíritu de la ciudad: rescatan
la tipología de patios y recuperan los balcones y terrazas provocando contrastes de luz y
profundos vacíos que generan sombras y microclimas interiores, etc.
entorno. Por ello, la moda y el consumismo se oponen al rescate de los valores simbólicos
afirmadores de las identidades y enriquecedores de la cultura. La relación obra-contexto
implica una capacidad para construir singularidades que la hagan única e irrepetible, pues
no opera sólo en el ámbito del lenguaje arquitectónico, sino también en un lenguaje de
identidades en relación con la ciudad que la contiene y a la que a su vez identifica.
El valor tecnológico
A partir de la crisis de los años noventa ha sido muy escasa la construcción de obras de gran
impacto en el desarrollo urbano de Cali y sólo obras de pequeño formato han asimilado los
cambios tecnológicos de la última década. Materiales de gran uso colectivo como el ladrillo
en las décadas de los ochenta y los noventa, y con el cual se mantuvo una cierta relación
con la corriente organicista de la arquitectura moderna, dan paso a nuevos acabados que
inclinan las tendencias hacia la corriente racionalista: bloque de cemento, elementos
210 prefabricados en concreto, estructura metálica y exploraciones del metal, super board,
panel yeso, muros repellados o revestidos en diferentes materiales, etc.
Como un valor tecnológico de la arquitectura destacada en Cali se reconoce el empleo de
materiales como el ladrillo en los años ochenta y el bloque de cemento en los noventa.
En el nuevo siglo, estos materiales y el creciente empleo de la estructura metálica y los
muros portantes en concreto han permitido obras donde la racionalización de la forma con
base en la modulación del material contrasta con materiales tradicionales como la teja
de barro y la madera, y se complementa con la riqueza espacial que aporta la recreación
de las tipologías tradicionales.
Una valoración del contexto en el sentido amplio rechaza el historicismo literal y la cues-
tión estilística como elementos de identidad, pues encasillan las obras en los aspectos
compositivos, es decir, en la variable formal que captura la esencia de esas formas en
tendencias y modas. En este sentido, las identidades ligadas a la arquitectura de Cali no
pueden limitarse a la interpretación de lo físico y lo formal. Recogen los elementos tangibles
e intangibles que acopian los valores históricos, urbano ambientales, sociales, estéticos,
213
Elementos a considerar para la
formulación de un enfoque conceptual
y una metodología para la intervención
arquitectónica en lugares urbanos
consolidados
Compo-
Valores Variables Indicadores CRITERIOS PARA UNA VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO EN CALI
nentes
Ubicación espacio-
1
temporal Conciencia del lugar que el edificio ocupa en la ciudad y comprensión de la temporalidad de la
arquitectura en su sentido histórico, el reconocimiento de símbolos y tradiciones de la historia
regional, para fundamentar conceptualmente sus transformaciones. El valor histórico no sólo
VALOR HISTÓRICO
2 Historia urbana reconoce las características formales y espaciales en relación con los estilos y tendencias,
sino también su origen formal, las evoluciones y transformaciones de sus modelos. Dado el
1.1 CONTEXTO
modelo de ciudad moderna que se superpuso al colonial, con la implantación de edificaciones
HISTÓRICO
contemporáneas en medio de los sectores tradicionales, se valora una arquitectura austera y de
carácter colectivo, que da importancia a la apropiación del contexto, a la memoria colectiva
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
4 Valor catastral La arquitectura es un reflejo fiel del medio social y económico. Subordinada a la noción
de mercado y en aras de la explotación del suelo y el afán de rentabilidad, ha moviliza-
5 Valor comercial do la oferta y la demanda, alterado las condiciones habitacionales, disminuido las áreas
1.2 CONTEXTO habitables y la calidad de vida. En la valoración del patrimonio construido, además de la
ECONÓMICO representatividad histórica de los edificios, importa el costo social, el uso cultural, los
6 Valor patrimonial
aspectos productivos, artísticos y culturales, que expresan un momento de la historia de
VALOR DE USO
la ciudad. De allí que en lo económico se evalúen todos estos factores en equilibrio con la
Actividad econó- economía de medios, lo cual no significa una arquitectura barata.
7
mica
manejo de las líneas de regulación y de las dilataciones con lo existente para resolver las alturas
25 Topografía diferenciales con los predios vecinos, logradas a través de transiciones o patios de intermediación,
1.6 CONTEXTO
etc. Implica volumetrías que se adapten al terreno, una contribución a la configuración del espacio
FÍSICO Paramentos, retro-
26 público, respeto por el entorno geográfico y un manejo acertado de la topografía.
cesos, aislamientos
27 Cesiones Valora los patrones y elementos característicos de las tradiciones locales en la organización espa-
cial, tales como los patios, los sistemas de crujías paralelas o perpendiculares a las fachadas, los
Andenes, antejar-
28 accesos a través de porches o zaguanes, la recuperación de terrazas y balcones, la continuidad
dines
de los paramentos evitando toda discontinuidad de los andenes y sardineles, el carácter público y
abierto de los antejardines, las cesiones de área como espacios públicos y la dotación apropiada de
29 Parqueaderos
parqueaderos que evite la ocupación de las vías para este fin.
30 Accesos
El principio de confort y la mentalidad higienista que se inició en cali en los años 20, generalizó
31 Cerramientos
el uso de ventanas de persianas, calados, pórticos, aleros y amplios balcones y corredores para
protegerse del sol. En lo urbano ambiental se valoran estos elementos y la búsqueda tipológica que
Pórticos, aleros,
32 recupera patios, terrazas y balcones propios de la tradición.
voladizos
33 Estrato El fenómeno espacial es necesariamente cultural y social, en tanto que implica las vivencias de
VALOR SOCIAL
sujetos particulares que lo habitan social e individualmente, externa e interiormente. De allí que
1.7 CONTEXTO el valor social de la arquitectura asigne significaciones a las variables antropológicas y culturales
SOCIO-DEMO- Composición fami- determinantes de los efectos de las formas espaciales en la psique y las conexiones con el sensorio
GRÁFICO 34 humano. Esto implica una espacialidad construida simbólicamente donde, en las formas exteriores
liar-habitacional
y culturales, se interprete la multiplicidad del simbolismo humano, el cual con mucha frecuencia
se estandariza homogenizando las formas de vida.
215
Compo- Valo-
Variables Indicadores CRITERIOS PARA UNA VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO EN CALI
nentes res
En la producción formal el lenguaje es un motor creativo, por lo cual, en la toma de decisiones la composi-
Orden, ción es un factor determinante, pues se define en las maneras de interpretación de la historia, el uso de las
2.1 COMPO- unidad, referencias, la revaloración de las tradiciones locales y la concreción de todo ello por medio de los recursos
35
SICIÓN proporción, de la manipulación formal. En las intervenciones en lugares consolidados, la composición es conciliadora de
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
escala equilibrios formales, ritmos, jerarquías, valora el manejo de las proporciones, el respeto por la escala urbana de
los lugares, los conceptos de unidad y orden en relación con las preexistencias, los empates volumétricos, etc.
La tipología actúa como un modelo del cual extraer esquemas de comportamiento y rasgos característicos
de la forma, clasificándolos por sus analogías funcionales y formales, con lo cual se reconoce su condición
histórico-cultural. El conocimiento y valoración de los modelos, tipos y patrones arquitectónicos locales,
36 Tipología permite resignificar las tradiciones, reinterpretarlas y problematizarlas con nuevas situaciones, para producir
VALOR ESTÉTICO
una arquitectura con conciencia de su papel en la cultura. La conformación de patios a los que se vierten los
OBJETO
espacios, la valoración de la esquina, el manejo de diversos recintos y transiciones en respuesta al clima, son
2.2 FORMA algunas expresiones de valoración tipológica.
La volumetría es regulada por las alturas, las líneas provenientes de los elementos del contexto, los empates
volumétricos con las edificaciones contiguas (buscando no generar culatas y, por lo tanto, proveer aislamientos en
37 Volumetría
las sobreelevaciones para permitir que las aperturas de fachada no generen servidumbres), las experimentaciones
plásticas y, en general, el juego volumétrico que determina la expresividad formal en diálogo con el entorno.
38 Geométrica Implica una relación con la antropología del espacio y la preocupación por los signos de su identidad. La fi-
nalidad espacial determina la geometría y organización del espacio, la materialidad y la ornamentación, por
39 Funcional las cuales se definen conceptos como armonía, fluidez, transparencia, etc., con los cuales las exploraciones
2.3 ESPA-
40 Relacional fenomenológicas del espacio abarcan disposiciones psíquicas. El espacio psicológico supera lo geométrico y
CIALIDAD
dimensional para caracterizarse como recinto humano, lugar de sensaciones y percepciones que afectan al sujeto
216 41 Psicológica
que lo habita. Las características espaciales generan estados de ánimo y vivencias en los sujetos particulares:
espacios anodinos, acogedores, apacibles, opresores, etc.
Compo- CRITERIOS PARA UNA VALORACIÓN DEL CONTEXTO
Valores Variables Indicadores
nentes CONSTRUIDO EN CALI
Derivado del análisis antropológico y del estudio de las demandas de
42 Zonificación habitabilidad, usos y funciones a los que se destina la arquitectura, la
funcionalidad valora una satisfacción integral de las necesidades habita-
cionales. Los requerimientos espaciales del proyecto consultan las formas
2.4 FUNCIONALIDAD 43 Funcionalidad culturales de apropiación de los espacios e interpretan las particularidades
de los usuarios. Por ello, la homogenización y la reconstrucción de tipolo-
gías ajenas a las formas de vida residencial (como las tendencias actuales
44 Mobiliario.-equipos a la adaptación de la bodega industrial -loft), subvierten las tradiciones,
los lenguajes y las manifestaciones de la cultura.
52 Equipamiento El agua, las fuentes, las terrazas, las vigas y pérgolas, los caminos y
canales, las rejas y barandillas, son, además de los muebles fijos y el
53 Amoblamiento equipamiento general, todas las partes o unidades con las que se puede
2.8 MOBILIARIO
componer la arquitectura y requieren un estudio sensible y detallado. Los
54 Carpintería elementos arquitectónicos se articulan unos con otros para conformar el
55 Elementos arquitectónicos
todo integral de la edificación. 217
CRITERIOS PARA UNA VALORACIÓN DEL CONTEXTO
Componentes Valores Variables Indicadores
CONSTRUIDO EN CAL
220 BARNEY, Benjamín Artículos ¿Ciudad? 2002, 2003, 2004, 2005, 2006.
Diario El País. Cali.
BARTHES, Roland. La aventura semiológica. Paidós, Barcelona 1993.
Cali, 2006.
228
Índice de autores
Nota: Se relacionan únicamente los autores de las obras arquitectónicas que hacen parte
del estudio o de aquellos trabajos de investigación que conforman las muestras de las
Bienales Nacionales de Arquitectura.
Aguilú, Félix.................................................................................................................... 99
Alonso, Moisés................................................................................................................ 179
Arango, Jorge................................................................................................................. 111
Arango, Silvia................................................................................................................. 162
Ararat, Lizeth................................................................................................................. 175
Arbeláez, Felipe.............................................................................................................. 177
Ardila, Doris Patricia........................................................................................................ 164
Aristizábal, Norberth................................................................................................... 167,178
Balanta, Herbert............................................................................................................. 169
Barney, Benjamín........................................................................144, 152, 164, 171, 174, 238, 243
Bejarano, Álvaro............................................................................................................. 135
Beltrán, Jaime........................................................................................ 168, 169, 174, 238, 241
Bermúdez, Daniel................................................................................................ 153, 162, 167
Bermúdez, Guillermo........................................................................................................ 162
Binkele, Christian............................................................................................................ 179
Blodek, Federico............................................................................................................. 108
236
Anexo
Obras de estudio
Criterios de selección
Para la selección de los sectores donde se localizan las obras objeto de estudio se tuvo
en cuenta:
• De los 192 inmuebles clasificados por el Plan especial de protección del patrimonio ar-
quitectónico, 112 —que corresponden aproximadamente al 60%—, están localizados en
los siguientes lugares urbanos: Centro histórico: 37; Barrio Granada: 34; San Fernando
y Miraflores: 15; Versalles: 10; Centenario: 8; El Peñón/San Antonio: 8.
• De las 100 obras seleccionadas por las Bienales de Arquitectura y por las muestras
regionales entre 1962 y 2006, un 28% representado en 27 obras, se localizan en estos
mismos sectores: Centro histórico: 8; barrio Granada: 3; San Fernando y Miraflores: 7;
Versalles: 1; Centenario: 2; El Peñón/San Antonio: 6
Lo que presentan las matrices es una síntesis del proceso de valoración, en el cual se
238 conjugan los componentes —contexto y objeto—, las variables de estos componentes y la
interpretación general de sus indicadores de valor.
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
Barrio tradicional ubicado al nor-occidente de la ciudad, fundado hacia 1920 como efecto
del auge económico que impulsó la expansión urbana por fuera de los límites del centro.
La urbanización se inició en predios rectangulares de 10 x 30 que siguieron la estructura
de damero y en las décadas siguientes se construyeron viviendas para la elite local, con las
VALOR 1.1 CONTEXTO
cuales se introducen las tendencias europeas y estadounidenses del historicismo neoclásico,
HISTÓRICO HISTÓRICO
en lo que se denomina la arquitectura republicana. Más adelante surgen las simplificaciones
del neocolonial y hacia los años setenta, con la construcción del Hotel Intercontinental,
se inició la demoluición de las casas residenciales y la construcción de multifamiliares que
elevaron drásticamente la densidad del sector.
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO
Se mezclan el uso residencial y un creciente uso comercial, especialmente de restaurantes
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO y casas de moda. Siguiendo la tendencia comercial, el edificio El Azafrán dispone en el
JURÍDICO-POLÍTICO primer piso un local sobre la esquina y la vivienda se resuelve en los cuatro pisos superiores.
CONTEXTO
2.1 COMPOSICIÓN Edificio de 5 pisos que desarrolla un apartamento por piso. Ocupa un predio ortogonal y
resuelve una tipología de patios con una volumetría en forma de H, conformada por un gran
2.2 FORMA volumen rectangular descompuesto en dos secundarios, articulados por dos patios paralelos
que organizan la circulación: uno que se abre hacia la fachada principal y el otro hacia la
2.3 ESPACIALIDAD posterior y los dos se vinculan por un puente. La descomposición volumétrica conseguida
con los patios, crea un juego de llenos y vacíos, de luz y penumbra, que enriquece inte-
2.4 FUNCIONALIDAD
VALOR riormente los apartamentos, las circulaciones y el acceso al edificio. En el primer piso se
ESTÉTICO 2.5 ELEMENTOS disponen los parqueaderos y un local comercial que domina la esquina y la jerarquiza con
el escalonamiento de la piel.
2.6 CIRCULACIONES
Los cuatro pisos del cuerpo principal son rematados por un altillo que lo aligera y lo dinamiza
con cubiertas inclinadas, resuelto con una asimetría volumétrica donde, enrejados metálicos
2.7 CERRAMIENTOS
y barandillas de madera en los balcones, contrastan con los planos lisos de la fachada en
equilibrio. Los vanos de diferentes proporciones y materialidades, así como la cubierta de
2.8 MOBILIARIO
OBJETO
distintas direcciones y alturas, cobran unidad con las dilataciones que recorren la fachada.
2.10 ESTRUCTURA
El módulo estructural corresponde con el funcional y el espacial, con subdivisiones interiores,
2.11 MATERIALIDAD adecuadas a los requerimientos dimensionales en relación con los módulos compositivos. El
sistema estructural es puntual, con voladizos en los dos sentidos y una estructura indepen-
VALOR 2.12 FLEXIBILIDAD
diente para el punto fijo. Muros en mamposteria revestida pintados de color anaranjado,
TECNOLÓGICO
2.13 SEGURIDAD cerramientos en madera para los balcones, perfilería metálica para ventanas y alfajías, pisos
en tableta de ladrillo y cubierta en teja de barro, mezclan materialidades y lenguajes, donde
2.14 TRATAMIENTOS balcones, patios y grandes ventanales proveen confort en el manejo climático y ambiental. 239
CLIMÁTICOS
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
Barrio fundado en 1927 por la Colombian Holding Corporation, en asocio con la Compañía
Constructora Colombiana, las cuales urbanizaron en un lugar muy alejado del centro
VALOR 1.1 CONTEXTO tradicional, e iniciaron la explosión de la ciudad y su jalonamiento expansivo. El barrio se
HISTÓRICO HISTÓRICO consolida como modelo morfológico del urbanismo que empezó a regir con trazados disímiles
y segregados, vinculados con el centro fundacional; mantiene su carácter tradicional con
prevalencia de arquitectura Neocolonial y republicana.
1.2 CONTEXTO Sector que una vez fue principalmente residencial, pero que está siendo abruptamente
ECONÓMICO transformado por el alto número de establecimientos comerciales y de usos mixtos,
principalmente bares, que empiezan a expulsar la vivienda. Sector con valor patrimonial
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO
y área de conservación paisajística, con restricción de las alturas de los edificios hacia el
JURÍDICO-POLÍTICO
piedemonte. La edificación refuncionaliza y transforma el uso de vivienda para resolver un
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL uso comercial de venta de muebles de oficina.
CONTEXTO
El barrio tiene sectores en estratos 4 y 5 y posee una población residente que es en su mayoría
1.7 CONTEXTO
VALOR SOCIAL adulta (mayor de 50 años), una población flotante juvenil, que acude a la “zona rosa” del
SOCIO-DEMOGRÁFICO
parque del Perro, a la Universidad del Valle y una población de empleados del comercio.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
2.1 COMPOSICIÓN
2.2 FORMA
Edificación de dos pisos que mantiene la escala del lugar y se escalona reduciendo la altura
2.3 ESPACIALIDAD a un piso en los adosamientos laterales con los predios vecinos. Presenta una ruptura de la
paramentación continua, con volúmenes de geometrías simples que se descomponen para
2.4 FUNCIONALIDAD enfatizar los espacios de exposición. La esquina se libera por medio de un escalonamiento
VALOR
que conforma el porche de acceso y se conserva la tipología de patios, alrededor de los
ESTÉTICO 2.5 ELEMENTOS cuales se organizan los espacios interiores y las circulaciones que reparten a los espacios
de exposición. El área social y de ventas se zonifican en el primer nivel y las oficinas en el
2.6 CIRCULACIONES segundo y se conjugan cerramientos de diferentes formas y proporciones, con herrajes y
carpintería artesanal en madera, que abstrae elementos tradicionales.
2.7 CERRAMIENTOS
2.8 MOBILIARIO
mentación como las balaustradas sobre el porche de acceso y en el ingreso por la esquina
achaflanada. De la arquitectura neocolonial recoge los elementos ambientales, la inclusión
VALOR
2.9 SIGNIFICADO de la vegetación en los retranqueos del antejardín, el tratamiento del porche de acceso y
SIMBÓLICO
el alinderamiento del antejardín con muros y rejas en forja metálica. Con la abstracción
geométrica de los volúmenes, el mantenimiento de las líneas de regulación de fachada
y los perfiles, logra un lenguaje que conjuga lo moderno con las tradiciones del lugar, y
cobra significación urbana.
2.10 ESTRUCTURA
El barrio San Fernando fue iniciado en 1927 por la Colombian Holding Corporation, en asocio
con la Compañía Constructora Colombiana, las cuales urbanizaron en un lugar muy alejado
del centro tradicional, para dar inicio a la expansión de la ciudad . El campus universitario
VALOR 1.1 CONTEXTO es un conjunto muy representativo en el sector, posee edificios de la primera modernidad
HISTÓRICO HISTÓRICO en Cali y ha sido modificado con diversas intervenciones como resultado del plan maestro
para la sede, que comprende tanto la reestructuración del espacio colectivo y los recorridos
peatonales, como la readecuación y construcción de algunos edificios, entre ellos el Alex
Cobo y la Plazoleta Gabriel Velásquez Palau.
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO
El campus de San Fernando albergó la sede completa de Univalle hasta la construcción de
1.3 CONTEXTO la ciudad universitaria en 1970. Actualmente se mantiene la Facultad de Salud, ligada al
VALOR DE USO
JURÍDICO-POLÍTICO Hospital Universitario y el programa de Administración. El edificio Alex Cobo está destinado
CONTEXTO
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD Gran simplicidad estructural que ofrece una expresión auténtica de sus materiales, todos
expuestos a la vista: mamposteria estructural en bloque de concreto, alfajías, vigas, muros
2.12 FLEXIBILIDAD
VALOR de contención y pisos en concreto, cubiertas planas y calados. Los elementos de protección
TECNOLÓGICO 2.13 SEGURIDAD de fachada, los calados y las zonas verdes circundantes -provistas de abundante vegetación-,
controlan la incidencia solar y dotan el edificio de un apropiado confort climático. El estricto
sistema modular se desarrolla en plantas libres que se modifican ligeramente en cada piso.
2.14 TRATAMIENTOS
CLIMÁTICOS
241
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
En su primera etapa, hacia 1935, la urbanización fue diseñada por Enrique Holguín y en la
década de los años cuarenta, en conjunto con el parque y la avenida de las Américas, por
VALOR 1.1 CONTEXTO
el arquitecto austríaco Karl Brunner. Estas intervenciones son consideradas de gran valor
HISTÓRICO HISTÓRICO
en el urbanismo latinoamericano, por la riqueza de su proyecto paisajístico que dispone
manzanas con amplios antejardines y calles con hileras de palmas datileras.
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO El barrio, que tradicionalmente fue de uso residencial, ha sido drásticamente transformado
a un uso predominantemente comercial y terciario, con prevalencia de alguna población
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO residente en edificios de apartamentos que ocupan sus primeros pisos en comercio. Aún
JURÍDICO-POLÍTICO se conservan algunas edificaciones de patrones republicanos y neocoloniales, protegidas
por decreto.
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL
CONTEXTO
Sector de estrato 5 fundado y consolidado en uso residencial, pero con un creciente des-
1.7 CONTEXTO
VALOR SOCIAL plazamiento de residedentes a causa del incremento comercial, que atrae población mixta
SOCIO-DEMOGRÁFICO
y flotante de diferentes niveles socio económicos y culturales.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
2.1 COMPOSICIÓN
2.2 FORMA El edificio, destinado para uso comerial y de oficinas, se implanta en un lote medianero en-
tre un edificio de apartamentos de ocho pisos y una casa de patrones neocoloniales con uso
2.3 ESPACIALIDAD institucional. Tiene una tipología de patio central de proporción longitudinal, compuesta
2.4 FUNCIONALIDAD por dos naves longitudinales que lo alinderan y dos laterales de menor tamaño donde se
VALOR localizan el acceso, los servicios y el punto fijo. El edificio se compone de tres volúmenes
ESTÉTICO 2.5 ELEMENTOS rectangulares de tres y cuatro pisos (dos construidos y el central vacío) vinculados en los
pisos superiores por una crujía de circulación y abiertos al patio, el cual se cubre parcial-
2.6 CIRCULACIONES mente con una pérgola metálica. Los tres volúmenes se escalonan manteniendo la menor
altura en relación con la casa de patrones neocoloniales con la cual se adosa el edificio y la
2.7 CERRAMIENTOS diferencia de alturas es matizada por una dilatación lateral entre ellos.
2.8 MOBILIARIO
por la innovación tecnológica en el uso del metal a la vista, con una estética que irrumpe
en un sector de carácter tradicional. El lenguaje de los nuevos materiales y la recuperación
del patio central, representa los valores y condiciones del contexto cultural: se concilian las
VALOR
2.9 SIGNIFICADO formas premodernas y posmodernas de los vecinos cercanos, en una propuesta que respeta
SIMBÓLICO
las líneas reguladoras de las alturas, el ancho de los vanos y los pasamanos metálicos que
recomponen la imagen del balcón tradicional. El edificio se dilata del vecino para incrementar
la altura y se remata con una semi bóveda jerárquica que recoge los contenidos simbólicos
de los arcos y sus significaciones históricas.
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD Estructura en perfiles metálicos a la vista, losas en steel deck, muros exteriores e interiores
en panel yeso, inclusión de colores fuertes, ascensor transparente en vidrio templado, puntos
VALOR 2.12 FLEXIBILIDAD
fijos metálicos, piso ajedrezado en losetas de concreto y ventanería en aluminio. Las rejillas
TECNOLÓGICO
2.13 SEGURIDAD metálicas protegen del sol las circulaciones interiores y en las fachadas permiten la relación
CLIMÁTICOS
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
Barrio del siglo XVIII que constituye un conjunto urbano y paisajístico con características
formales relacionadas con las tradiciones arquitectónicas, en las relaciones tipológicas y
morfológicas del periodo colonial y republicano, especialmente del colonial. Actualmente
VALOR 1.1 CONTEXTO
existe en el barrio cierta heterogeneidad arquitectónica, dada la convergencia de expresiones
HISTÓRICO HISTÓRICO
formales premodernas, con influencias populares modernas, del Art Deco y vulgarizaciones
contemporáneas. Declarado como barrio de protección urbanística por el acuerdo 012 de
1985 y el 0232 de 2007.
1.2 CONTEXTO San Antonio es un sector principalmente de uso residencial, con mezcla de pequeño comercio
ECONÓMICO complementario de la vivienda a nivel de barrio, usos artísticos y culturales. El sector está
designado como área central de interés patrimonial, cubierto por normas de protección que
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO
reglamentan el mantenimiento de la tipología arquitectónica, los paramentos y los patrones
JURÍDICO-POLÍTICO
formales de las construcciones vecinas, como zócalos, aleros o acroterios, la proporción de
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL los vanos y los materiales de fachada.
CONTEXTO
Debido a la topografía y las pendientes del sector, la morfología urbana es de tipo radial,
con conformación de manzanas trapezoidales y construcciones que se adaptan a las mismas
y configuran un perfil urbano escalonado en el sentido de las calles. El sector se caracteriza
1.5 CONTEXTO AMBIENTAL por sus calles estrechas, paramentación continua, unidad y homogeneidad volumétrica,
interiorización espacial y una predialidad de lotes rectangulares en una relación 4/1 y
VALOR 6/1, donde la fachada es la distancia más corta. Las visuales del barrio se orientan hacia
URBANO los cerros, destacándose la colina y la capilla de San Antonio. Predomina la altura de un
AMBIENTAL piso y sólo excepcionalmente se permiten sobreelevaciones en dos pisos. La arquitectura
mantiene los patrones coloniales y republicanos, caracterizándose por la relación directa
con la calle y la tipología de patios centrales, laterales y posteriores. Dado que la distri-
1.6 CONTEXTO FÍSICO
bución catastral en este sector está íntimamente ligada con la tipología arquitectónica,
no se permite ningún tipo de transformación de los predios existentes, sean englobes o
subdivisión predial. (Acuerdo 0232-2007).
2.1 COMPOSICIÓN
“La Queja” es una reforma de una casa tradicional del barrio, con la cual se mantiene la
2.2 FORMA solución tipológica de los patios interiores, la paramentación y los patrones tradicionales
de la composición colonial. Dos patios laterales interiores y uno posterior se articulan por
2.3 ESPACIALIDAD
crujías de circulación aporticadas, que alternan tramos edificados con patios vegetalizados
2.4 FUNCIONALIDAD y espejos de agua que conforman un recorrido ambiental muy adecuado a las condiciones
VALOR
climáticas de la ciudad. Las circulaciones, que en el primer piso recuperan el carácter tra-
ESTÉTICO
2.5 ELEMENTOS dicional de recorrido sobre el patio aporticado, en el segundo se organizan con la terraza
jardín y otras connotaciones modernas como la descomposición volumétrica, la simplifica-
2.6 CIRCULACIONES ción del programa y la fluidez espacial. Volúmenes de doble altura, altillos y terrazas se
abren hacia los patios interiores, que actúan como vinculadores y espacios de transición
2.7 CERRAMIENTOS
que crean juegos de luz y de penumbra, de llenos y vacíos.
2.8 MOBILIARIO
OBJETO
El uso de elementos coloniales como el alero, las cubiertas a dos aguas, el zócalo, la ventana
de madera con postigos y herrajes metálicos, el color neutral con primacía del blanco y la
VALOR tipología de patios, mantienen la memoria histórica de las tradiciones, en una interpretación
2.9 SIGNIFICADO
SIMBÓLICO arquitectónica contemporánea. El carácter introvertido de la vivienda y la recuperación del
concepto de claustro, matizado por luces y penumbras, representa una vivencia interior
cargada de tradiciones, en un exterior que mantiene el carácter de su entorno.
2.10 ESTRUCTURA Con materiales contemporáneos, la casa se diseñó para su construcción por etapas; posee
un sistema estructural mixto de muros portantes en bloque de concreto dejado a la vista
2.11 MATERIALIDAD interiormente y columnas circulares en concreto. Se destaca el manejo del clima tanto en
la composición del edifio como en el empleo de los materiales, dilataciones laterales para
VALOR 2.12 FLEXIBILIDAD
permitir el flujo del aire, cubierta en teja de barro con vigas a la vista, rejillas de madera,
TECNOLÓGICO
2.13 SEGURIDAD entrepiso en vigas de madera y concreto, espejos de agua y vegetalización interior. Las
cubiertas se inclinan fuertemente y crean cámaras de aire en las zonas habitables, donde
2.14 TRATAMIENTOS las ventanas, que carecen de vidrios, poseen naves de madera y postigos que permiten la 243
CLIMÁTICOS apertura total y el flujo del aire.
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
En el siglo XVI el sistema colonizador de los españoles conformó núcleos de población con-
vertidos en centros, desde los cuales partía la acción religiosa, gobernativa y económica,
VALOR 1.1 CONTEXTO
que seguía los patrones de la cuadrícula y el trazado de damero. San Pedro es la zona fun-
HISTÓRICO HISTÓRICO
dacional y el centro histórico de Cali, rodeado de edificios patrimoniales como el complejo
conventual San Francisco, La Merced y buena parte de los edificios del patrimonio moderno.
1.2 CONTEXTO Alcaná es un edificio comercial localizado en un área de actividad económica predomi-
ECONÓMICO nantemente comercial y de servicios, de interés patrimonial con prevalencia de muchas
edificaciones en deterioro creciente y algunos lotes vacíos. La normativa para el lugar
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO exigía retrocesos de 3 metros del paramento existente con el fin de ampliar los andenenes
JURÍDICO-POLÍTICO y las zonas de circulación peatonal. En la búsqueda de unidad y respeto por los empates
volumétricos, el proyecto promovió y logró el cambio de la normativa urbana sobre los
retrocesos laterales que obstaculizaban la paramentación.
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL
CONTEXTO
Visuales importantes hacia los cerros y contraste de edificios de diversas épocas, tendencias
y lenguajes (colonial, republicano y moderno), con prevalencia de edificios modernos con
tipología de torre sobre plataforma. Alta contaminación visual y auditiva generada por el
1.5 CONTEXTO AMBIENTAL flujo vehicular en el cruce vial y reducidas zonas peatonales producto del urbanismo colonial
VALOR con calles y andenes estrechos, ninguna arborización exterior y espacialidad introvertida
URBANO que usa el patio como sistema de organización. Retícula de origen colonial con trazado
AMBIENTAL paralelo al río y a la calle 5a, con una suave pendiente de la topografía que no afecta la
composición de los predios. Irregularidad del manzaneo y la división predial que, en su
mayoría, no presenta aislamientos laterales ni posteriores. Los espacios tienen relación
1.6 CONTEXTO FÍSICO
hacia el exterior y el interior, y brindan visuales, luminosidad y calidades ambientales con
el manejo de balcones y terrazas que se proyectan hacia el paisaje urbano.
2.1 COMPOSICIÓN
El edificio recupera la tipología de patio central organizador y se paramenta con las edifi-
2.2 FORMA caciones vecinas para conformar un pórtico peatonal sobre la carrera 5ª, con el que amplía
el espacio público. La geometría sigue la paramentación del lote y genera volúmenes con
2.3 ESPACIALIDAD características y materialidades acordes con las de los edificios vecinos, con los cuales
logra un preciso empate volumétrico: con el edificio Navia, de lenguaje deco, el empate
2.4 FUNCIONALIDAD se resuelve con un volumen muy regular que mantiene la altura del edificio colindante y
VALOR
2.5 ELEMENTOS continúa el ritmo, la proporción y las alturas de sus vanos, escalonándose a nivel del cuarto
ESTÉTICO
piso con un aterrazado que se dilata del volumen principal. Este volumen jerárquico -que
2.6 CIRCULACIONES se eleva sobre la esquina para no interrumpir los empates volumétricos-, contiene el punto
fijo y permite el escalonamiento y el cambio de lenguaje y materialidad hacia el empate
2.7 CERRAMIENTOS vecino con la Beneficencia del Valle. Buscando una unidad volumétrica con su arquitectura
moderna, se descomponen los volúmenes con balcones y se introduce el concreto a la vista
en antepechos y muros.
2.8 MOBILIARIO
OBJETO
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD Estructura puntual con columnas circulares de concreto reforzado. Muros en concreto a la
vista y en panel yeso con estuco plástico y colores blanco en los muros de panel yeso y gris
2.12 FLEXIBILIDAD
VALOR en el concreto a la vista. Celosías y pérgolas metálicas soportadas con tensores y ventanería
TECNOLÓGICO 2.13 SEGURIDAD metálica. El edificio posee un sistema de ventilación natural que recibe la brisa por el patio
permitiendo su permeabilidad a través de los celosías metálicas y protege las fachadas con
vanos profundos, balcones y una terraza apergolada.
244 2.14 TRATAMIENTOS
CLIMÁTICOS
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
Barrio que inicia la urbanización en Cali en los años 20, donde se asentaron las primeras villas
republicanas que rompen la continuidad de los paramentos y el esquema urbano tradicional
VALOR 1.1 CONTEXTO
con calles arborizadas y “quintas” rodeadas de jardines, la tendencia prevalece y se mezcla
HISTÓRICO HISTÓRICO
con arquitectura neocolonial en los años 40. El sector ha sido fuertemente transformado
por el comercio y los conjuntos de vivienda, pero aún se conserva arquitectura de la época.
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO Muchas viviendas se han demolido para dar paso a un uso mixto de actividades, princi-
palmente comercio y la “zona rosa”. Las edificaciones que aún se conservan del periodo
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO republicano y de la tendencia neocolonial, conforman el inventario de bienes considerados de
JURÍDICO-POLÍTICO interés cultural, recientemente protegidos por el acuerdo 0232 de 2007. El edificio resuelve
CONTEXTO
El sector posee una estructura urbana ortogonal sin antejardines y escasa vegetación sobre
las calles estrechas que lo caracterizan. Dada la localización sobre una esquina de la avenida
1.5 CONTEXTO AMBIENTAL 9ª, la cual posee tendencia comercial y gran afluencia de tráfico, el edificio es afectado por
VALOR
la contaminación del ruido, pero se beneficia de las brisas provenientes de los cerros. Las
URBANO
edificaciones vecinas, muchas de ellas recientemente transformadas, mantienen la altura
AMBIENTAL
promedio de dos o tres pisos, sin ocultar las visuales hacia los cerros. El edificio ocupa
1.6 CONTEXTO FÍSICO totalmente el predio sin liberación de patios interiores y se eleva un piso sobre el perfil
urbano próximo, el cual mantiene alturas promedio de uno y dos pisos.
El sector se caracteriza por constituir la “zona rosa” del norte de la ciudad, densamente
1.7 CONTEXTO
VALOR SOCIAL ocupado por estaderos, bares, una tendencia creciente a la ubicación de locales de moda
SOCIO-DEMOGRÁFICO
y decoración y aún se mantienen algunas viviendas de estrato 4.
2.1 COMPOSICIÓN
2.2 FORMA Edificio esquinero de 4 pisos y 1 sótano. Continúa el paramento de los predios vecinos y
2.8 MOBILIARIO
la ventilación del sótano de parqueo, suelta el volumen del piso y genera un porche de
acceso que recrea las esquinas ochavadas de las casas republicanas circundantes. Con el
VALOR escalonamiento de terrazas y el lenguaje que aportan los elementos de protección de la
2.9 SIGNIFICADO
SIMBÓLICO fachada y los elementos estructurales, además de lograr una respuesta apropiada al clima y
privilegiar la vista hacia los cerros, se recupera la memoria de la modernidad caleña de los
años 50 y 60. La irrupción formal del edificio en un lugar cargado de tradiciones, presenta
significaciones contrarias: para unos, el reconocimiento de la innovación arquitectónica como
recomposición estética de un lugar en deterioro y, para otros, la imagen de una arquitectura
actual, eficiente y funcional, que se impone sobre lo existente y consolida un nuevo lenguaje.
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD Materiales y tecnologías actuales -estructura metálica y columnas tubulares, concreto
revestido en piedra blanca y ventaneria metálica, losas en steel deck y persianas metálicas
VALOR 2.12 FLEXIBILIDAD de cerramiento que permiten una climatización del edificio y grandes aberturas acristaladas
TECNOLÓGICO hacia el exterior-, contrastan con los materiales y elementos de los predios vecinos de
2.13 SEGURIDAD tradición republicana, pero se acercan al lenguaje de las recientes construcciones aledañas
2.14 TRATAMIENTOS
que han cambiado la imagen del lugar.
245
CLIMÁTICOS
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO Uso mixto de actividades, principalmente comercio y el asentamiento de la zona rosa,
proliferación de bares y restaurantes y un comercio especializado en decoración y modas,
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO con el cual se ha ido desplazando la vivienda. Con el acuerdo 0232 de 2007 se reglamenta
JURÍDICO-POLÍTICO la protección de un buen número de edificaciones de patrones republicanos y neocoloniales.
El edificio resuelve un uso mixto de local comercial y oficinas.
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL
El sector posee una estructura urbana ortogonal, sin antejardines y con alguna vegetación
CONTEXTO
puntual sobre la zona blanda de transición entre el andén y la calzada. Los predios vecinos
han sido intervenidos en su mayoría con edificaciones contemporáneas que demolieron las
1.5 CONTEXTO AMBIENTAL viviendas de la época hasta modificar drásticamente la imagen urbana, aunque se conserva
el loteo individual con predios de proporción rectangular. La heterogeneidad de alturas y
VALOR de usos, la mezcla de edificaciones residenciales de 5 o más pisos con locales comercia-
URBANO les, bares y restaurantes en casas republicanas o en nuevas construcciones, convierte las
AMBIENTAL estrechas calles del sector en densas zonas de parqueo que modifican la vida urbana que
antes fuera residencial. La principal visual es hacia el Cerro de las tres Cruces, de donde
vienen los vientos que recorren el lugar y que, como un verde telón de fondo, cierran la
1.6 CONTEXTO FÍSICO
perspectiva de la calle donde se implanta el edificio, en la cual se mezclan la vegetación
del lugar (acacias, camias, guayacanes) con la alta silueta de las palmas, que mantienen
la tradición arbórea del sector.
Barrio de estrato 4 con densa población flotante de diferentes niveles socio económicos.
1.7 CONTEXTO
VALOR SOCIAL Como actual zona rosa de Cali, atrae población juvenil y el comercio especializado de modas
SOCIO-DEMOGRÁFICO
y decoración, una población de niveles de ingresos medios y altos.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
2.1 COMPOSICIÓN
La preocupación por el confort ambiental determina el carácter del edificio que, ubicado
2.2 FORMA
en un predio medianero entre edificaciones contemporáneas de dos pisos, irrumpe con
2.3 ESPACIALIDAD una materialidad de persianas metálicas con posibilidad de movimiento, que envuelven un
volumen dominante de formas muy regulares, capaz de introvertirse, matizar el ingreso de
2.4 FUNCIONALIDAD luz o abrirse completamente a su entorno. El edificio presenta tres volúmenes de alturas
VALOR
variables de dos y tres pisos, donde el volumen central y jerárquico, se eleva un piso por
ESTÉTICO 2.5 ELEMENTOS encima de los predios vecinos pero se dilata de ellos logrando los empates volumétricos
con retrocesos en la paramentación y disminución de las alturas. Con un planteamiento
2.6 CIRCULACIONES bitipológico, una nave central espacialmente dominante, se aísla volumétricamente y se
abre hacia un patio lateral que dilata el edificio en un juego de escalonamientos que rom-
2.7 CERRAMIENTOS pen la paramentación continua.
2.8 MOBILIARIO
la persiana metálica, el edificio representa una búsqueda de impacto visual, enfatizada por
las características tradicionales que aún conserva el lugar. La innovación tecnológica aunada
VALOR a la preocupación ambiental, convergen en lo que, en su momento, representó una nueva
2.9 SIGNIFICADO
SIMBÓLICO estética, que impuso significaciones y sirvió de referente a múltiples proyectos locales. El
contraste entre innovación y tradición se deja ver en la descomposición volumétrica y la
planteamiento de espacios integrales que recogen elementos de la modernidad y la búsqueda
tipológica y ambiental que recupera patios, terrazas y balcones propios de la tradición.
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD Los materiales se presentan a la vista: estructura metálica con vigas en I y columnas tubu-
lares, losa en Steel deck, cerramiento en bloque de concreto estructural y concreto a la
VALOR 2.12 FLEXIBILIDAD vista, pisos en concreto esmaltado. Los aspectos climáticos y la ventilación se resuelven
TECNOLÓGICO con el patio interior ambientado con un espejo de agua y vegetación, grandes ventanales en
2.13 SEGURIDAD
aluminio blanco, fachada flotante protegida por parasoles metálicos, una terraza cubierta
246 2.14 TRATAMIENTOS
con pérgolas metálicas y una cubierta térmica.
CLIMÁTICOS
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO El sector que fue de uso exclusivo residencial para población de altos ingresos, se ha trans-
formado con la aparición de comercio sobre todo en las vías principales. Locales individuales
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO
y pequeños centros comerciales mezclan múltiples actividades. El edificio es destinado a
JURÍDICO-POLÍTICO
un uso institucional relacionado con la salud.
1.4 CONTEXTO FUNCIONAL
CONTEXTO
2.1 COMPOSICIÓN
El edificio, de tres pisos de altura, se implanta entre dos edificaciones de un piso, una
de uso comercial y la otra de vivienda y, por normativa, se aísla de ellas lateralmente.
2.2 FORMA
Constituido por un gran volumen primario de formas regulares que contiene un volumen
2.3 ESPACIALIDAD secundario que flota sobre un espejo de agua, modifica notoriamente la escala del lugar
y se introvierte abriéndose internamente hacia los aislamientos laterales y el posterior.
2.4 FUNCIONALIDAD Las diferentes dependencias de la clínica se zonifican por pisos y la gran caja contenedora
VALOR
se descompone en dos volúmenes articulados por un punto fijo central, cada uno de los
ESTÉTICO 2.5 ELEMENTOS cuales genera una nave con crujía central. El edificio se separa del peatón y de la vía por
medio de una fuente y una rampa peatonal que salva la sobreelevación del primer piso; el
2.6 CIRCULACIONES volumen del segundo piso se proyecta hacia los aislamientos y produce grandes voladizos
sobre el primer piso con terrazas en el tercero, hacia las cuales se abren los consultorios.
2.7 CERRAMIENTOS Un espacio de doble altura sobre el acceso crea una transparencia espacial interior que
fluye hacia el patio posterior, en una dilatación de la fachada que abarca los tres pisos.
2.8 MOBILIARIO
OBJETO
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD
Fachada en concreto blanco a la vista, enchapes en piedra bojacá, losas planas dilatadas
2.12 FLEXIBILIDAD para permitir el paso del aire y estructura puntual. La ventana corrida, la terraza jardín,
VALOR
el uso de rejillas metálicas de protección solar, ventilación y cerramiento, sumados a las
TECNOLÓGICO 2.13 SEGURIDAD fuentes y jardineras que circundan el edificio y a la sobreelevación de las alturas de cada
piso, proveen el edificio de calidad ambiental interior y confort climático.
2.14 TRATAMIENTOS
CLIMÁTICOS
247
MATRIZ DE VALORACIÓN DEL CONTEXTO CONSTRUIDO
1.2 CONTEXTO
ECONÓMICO
El sector conserva una composición principalmente residencial, con edificios multifamiliares
VALOR DE USO 1.3 CONTEXTO y algunas viviendas en uno y dos pisos, construidas en grandes predios que iniciaron una
JURÍDICO-POLÍTICO nueva forma de urbanización suburbana, con edificaciones exentas de tendencia neocolonial.
CONTEXTO
Sector de morfología irregular regida por la topografía del pie de monte de la cordillera
y los bordes naturales del Río Cali, frente al cual se configuran manzanas rectandulares
1.5 CONTEXTO AMBIENTAL que se benefician de su densa vegetación y de las visuales priviligiadas hacia los cerros y
VALOR el río. La manzana donde se localiza el edificio posee un trazado ortogonal perpendicular
URBANO a la avenida 2 Oeste, frente al río, con predios de diferentes proporciones en los que pre-
AMBIENTAL valecen viviendas con tipología de patio lateral y posterior, y se elevan algunos edificios
multifamiliares con un promedio de ocho pisos. La normativa mantiene una zona blanda de
protección de la calzada, andenes de 1.50, con antejardines de 4.5 metros y las vías poseen
1.6 CONTEXTO FÍSICO
un carácter local, con carencia de enlaces secundarios y servicio de transporte colectivo.
Sector de estrato 6 con escasa población flotante debido a que aún se conserva su actividad
1.7 CONTEXTO
VALOR SOCIAL residencial, circundado por invasiones del piedemonte en sectores de estratos bajos como
SOCIO-DEMOGRÁFICO
Terrón colorado y el Aguatacal.
La Arquitectura de Cali - Valoración histórica - Susana Jiménez
2.1 COMPOSICIÓN
El edificio de apartamentos se implanta en un lote medianero de proporción rectangular,
2.2 FORMA entre una casa unifamiliar de dos pisos y un edificio de ocho. Se adosa y empata volu-
métricamente con el edificio vecino y se aísla de la casa con una dilatación de 7 metros,
2.3 ESPACIALIDAD buscando la liberación de la culata en razón de la necesidad de conformar una tercera
fachada, dadas la reducidas dimensiones del predio. Se resuelve un apartamento por piso,
con un punto fijo central que se abre a un patio interior y reparte a lado y lado la zona
VALOR 2.4 FUNCIONALIDAD social y la de alcobas, para generar una doble volumetría articulada por una terraza que
ESTÉTICO cierra a nivel superior y envuelve un volumen unitario.
2.5 ELEMENTOS El área social se abre hacia un balcón y se integra con la cocina y los servicios, confor-
mando con ello un espacio único tipo loft, producto de las tendencias minimalistas. Las
2.6 CIRCULACIONES búsquedas expresivas eliminan antepechos y dinteles para acentuar la delgadez de las
losas y producir la sensación de apertura, donde se conforman ritmos diferenciales de
fachada, unos abiertos y transparentes, otros con vanos retranqueados y reticulados para
2.7 CERRAMIENTOS protección solar y juego compositivo.
OBJETO
2.8 MOBILIARIO
2.10 ESTRUCTURA
2.11 MATERIALIDAD
Estructura en pantallas de concreto a la vista, losas con plaquetas prefabricadas de concreto
2.12 FLEXIBILIDAD con perfiles en T, mampostería de ladrillo repellado y pintado, ventanería metálica piso-cielo,
VALOR
celosías y láminas de cerramiento en madera, balcones con antepecho en vidrio tempado. El
TECNOLÓGICO
edificio posee un sistema natural de ventilaciones cruzadas, posible gracias a la apertura de
2.13 SEGURIDAD
tres de las fachadas que lo conforman y las características de los elementos de cerramiento.
248 2.14 TRATAMIENTOS
CLIMÁTICOS
MODELOS TIPOLÓGICOS