Cizek (2010), después de analizar la historia, características y desafíos de la
evaluación formativa, sintetizó diez características principales: 1. Requiere que los estudiantes asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje. 2. Comunica objetivos de aprendizajes claros y específicos. 3. Se centra en los objetivos que representa resultados educativos valorados con aplicabilidad, más allá del contexto del aprendizaje. 4. Identifica conocimientos y habilidades actuales del estudiante y los pasos necesarios para alcanzar los objetivos deseados. 5. Requiere el desarrollo de planes para la consecución de objetivos deseados. 6. Alienta a los estudiantes a progresar y auto-monitorear la consecución de las metas de aprendizajes. 7. Proporciona ejemplos de metas de aprendizaje, incluyendo (cuando resulte pertinente) los criterios o rúbricas que se utilizarán para calificar el trabajo del estudiante. 8. Genera la evaluación frecuente entre pares, la autoevaluación y la integración de evaluación dentro de las actividades de aprendizaje. 9. Incluye retroalimentación concreta y oportuna en relación con los objetivos de aprendizaje, proporcionando oportunidades para que el estudiante revise uy mejore los productos de su trabajo y su comprensión. 10. Promueve la metacognición y la reflexión de los estudiantes sobre su trabajo.
Cizek, G.J. (2010). An Introduction to formative assessment: History,
characteristics, and challenges. En H. Andrade y G. Cizek (Eds.), Handbook of formative assessment (pp. 3-17). New Yoerk, EE.UU.:Routledge.