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III

Y FORTIFICACIONES EN

La defensa y las fortificaciones del Caribe español


durante la época colonial
ANTONIO GUTIERREZ ESCUDERO
Departanlfillú de HiJ/oria /!méri(a

C'llIverJidClli de fl/ül/ti de HeNares

1. Los siglos XVl y XVlI.

2, El siglo XVlII.

3. Santo Domingo.

4. Cuba.

5. Puerto Rico.

6. Jamaica.

7. de Indias.

8. Costa venezolana.

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LA DEFENSA LAS FORTIFICACIONES EN EL C4RIBE ESPAÑOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL

y dominio 1. Los XVI _V XVII


sobre el Nuevo ¡Vlundo años que
al Descubrimiento de de tal mente Durante los ataques de diversa
forma que la defensa del territono sólo fue un ambas cosas, índole no De 530 a 1555
de 1520. Una idea de la falta de distinta y hasta contradictoria. son los franceses los que destacan consecuencia de
terna nos la da el hecho de que Los puertos del continente aunque la rivalidad en entre Carlos V y Francisco
fortalezas la torre del i nclu so p resen ta­ de Cuba es asaltada en 1 La Habana
o casas fuertes cons­ ultenor conservación. Sin
de la de dif1cil tan
)' no de la Co presas para importantes como Santo que
rema.
que se beneficiaron por su ra a
Poco a poco los atatjlleS
fueron en de abarcar todos los pero que demuestran el interés por contar con
aumento y si al se conformaron con atacar frentes. Es así que determinados momentos se sólidas Indias.
las más tarde pasaron a sa{juear puertos da un enfrentamiento no tanto con smo
ciudades o de manera que 1542 el rey entre Francia Inglaterra por adueñarse de las islas nas sisterná~

ordenaba en los occidentales no ocupadas los tico de fortificaciones con apoyo real
fin a las "'''''''''''''
en San Jllan de el nueva
Sí los secu lares enemlgos consi~ fortaleza en La Habana en la construcción de
en el de Indias y
total­
mente a los Desde 1562 los a convertirse en
LA DEFENS// y LAS FORTIFICACIONES EN EL CARIBE ESPAÑOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL

como John Haw­ contra los puertos Las


Lo úmco
kins Francis Drakc son de sobra Sus Antillas eran la zona ideal para desarrollar e,[Os
mayores aumentar el
ataclues de manifiesto que las defensas " mil ¡tares cl destinado a fortifi­
fortificaciones del Caribe eran débiles y en caciones. Y presentar reclamaciones c¡ue nunca
casos estaban mal muchas fortalezas barcan en San fueron Sólo el consuelo de que lo no
mal y faltaban fvlonserrat ) a dere­
de instalan en ele
Thomas. Los franceses Samo
lomé v Santa Lucía (1634) Y Dominica \' En el aspecto de las fortificaclones las obras
ex trar1ar que el comenzadas por .\ntonelli en el
éxitos les ammarían a intentar continuaron durante coclo el XVTT, con la
estaban de otros
en 1 en manos
de los británJCos movería a las autoridades ellos con en
tomar las dos costo a prestar mayor atención a esta zona América utilizada en
humano cIue le supuso hiciera \'a, aunque no fue que los sentido fue el modelo
renunciar al resto de] asentasen en parte occidental de la el más La construcción de
148 Il intentó por [Odos los medios que el donde definitivamente. cortinas de baja altura resistentes acabó impo­
defensivo indiano no y por Gracias a esras niéndose los lienzos altos pero de grosor
ello comenzó a Introducir en él muchas escuadras de Tales son los casos del Morro
das a a cabo un de fortificaciones en los de refresco los La Habana.
puertos del Desde 1585 la cons­
fortalezas toma un decisivo
el cuarto del XVll
de 1640. Hacha sufrieron el acoso -~en casos con respetar lo construido con anterio­
reiteración - ele al terreno gue fuesen
Desde 1670 de un

clon en la fortificación de San


Puerto Habana 2. El siglo XVlll
además ele diseñar los o cinco sistemas de comercio. ya no
fuertes ameriCanas. mandaban exclusiv:unente en las Indias Occidenta­ A comienzos del XVlll las islas
les. armada de Barlovento no había por extranjeros
las la enorme tarea que colonias florecientes. comercialmente y
económicas amilIanas convertidas en eemros para el control
abandonadas a recursos. del tráfico Slrv leron también p<'lra
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SANTO f)(),\ IINGO (1 ,·a.r, ['''1/''/ 98.1)

desarrollo del contraband o. Si se quería estab lecer fu erza armada recibían las pate ntes de corso para Ol v idadas las g uerras de relig ión de época s
un comercio abierto con Hispanoamérica, dominar ataca r las nave s española s--- , a medida que fueron pasadas, los conflictos bélicos del siglo XV III se
en el Caribe e ra esencial. Por ello, si en un principio ex plotadas por colonos procedentes de las metrópo­ producen ahora por mo tivos dinás ticos o eco nómi­
carecieron de un gobie rno fu crte y de un ejército li s respectivas, la situación cambió sustancialmente, cos. Las rivalidades en E uropa va n a trasladarse al
reg ular, recurriéndose a Jos piratas y bucaneros para bu scá ndose entonces un control más efectivo del Nuevo Contine nte entre las naciones con dominios
su defensa -quienes a cambio de suministrar la te rntono. en América, adquiriendo las contiendas así un
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caracter lJIundialiJta . Si desde Westfalia sc venia


buscando un equilibrio europeo en beneficio de la
expansión ultramarina, a mediados de la centuria se
buscará un equilibrio americano para afirmar sobre
él la tranquilidad en Europa.
Se pretendía la libertad de las rutas y de los
espacios oceánicos, pcro dentro de un orden esta­
ble, sin que ninguna nación ensanchara en demasía
su poderío colonial con la consiguiente ampliación
de mercados y mayor obtención de materias primas.
Inglaterra, la gran beneficiada de Utrecht y la
propulsora del nuevo sistema, no tiene otro interés
que dejar contrapesadas las fuerzas en Europa para
poder dedicarse sin trabas a la explotación del
comercIo transoceánlCo.
En las islas Británicas, desde 1690, hay una " ,.
predisposición general a favor de un imperialismo
150 inglés de tipo mercantil. Se pretendía hacer de ella
«una nueva Roma en el oeste», es decir, sustituir los J/­
I
antiguos conceptos imperiales de dominación conti­
nental por algo mucho más sutil: una hegemonía
marítima construida sobre el poder naval y sosteni­
da por e l tráfico comercial con las colonias allende
el océano.
Para el resto de las naciones marítimas era igual.
En Francia el interés por América no es por el dai'í.o
que podría causarse sobre los dominios hispanos,
sino por las fabulosas ventajas económicas que
representa. En este sent ido el mantenimiento de los
derechos de Felipe V al trono de España es para
Luis XIV no tan to un deseo de oponerse al resto de de 1701 con felipe V, como en el suscrito dos años costa de la Guayana francesa. Le importa más estas
países europeos como la secreta esperanza de poder después con la ali anza europea antiborbónica, está concesiones indianas que la pretendida barrera en la
explotar algún día j' libremente el enorme imperio presente la idea de asegurarse la posesión de la frontera lusoespañola peninsular.
ul tramarino español. colonia de Sacramento. ¿Y qué decir del interés español por América? La
La política de Portugal deja entrever también sus Cuando se firme la paz, el conde Taron<;a luchará propia decisión de continuar manteniendo el mono­
claras apetencias americanas. Tanto en el Tratado afanosamente por amp liar los límites brasileños a polio comercial, y además defenderlo, da una idea
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de lo qu e las Indias supo ní an y representaban para Nueva España o al Perú, es el área d o nde se anudan dominios indianos españoles tengan su punto de
España. L as provincias ultra m arinas siguen siendo los hil os de la red d e comunicaciones del imperio arranque o su lugar de concentració n en alguna de
una poderosísima razón de peso a esgrimir. E indiano y, por eso, la región del mundo ext raeuro­ las is las canbeñas. Y tampoco pode m os so rprend er­
implicaban ser una naci ó n a tener en cue nta en peo d o nd e más rápidame nte se reflejan los conflic­ nos, en co nsecuencia, del inte rés de la s nacio nes por
tod os los conciertos continentales. tos que o ponen a las respectivas metrópolis. ocuparlas . Junto a s u ev id ente atractivo es tratégico­
De ahí lJue se ponga más énfasis s i cabe en los Los ingleses llamaban a las Antil las el «Arco de militar, la posibilidad de convertirlas en colonias
derechos que amparaba n la presencia hispana en el U li ses», tan to por su dispos ición geográ fica como fl orecientes hizo e l resto.
Nuevo Mundo, que se traduc e en la realización de por que la «flecha» de un a bien dirig id a ex pedición A principios del s ig lo X"lll la presencia extranje­
un esfm:rzo titá nico para controlar el tráfico maríti ­ la nzada desde es te lu gar podía hacer sa ltar las ra en el Caribe era un hecho incuestionable e
mo con i\mérica a fin de preservarlo e n lo posible defensas hispa nas d e l continente. No es de extrañar, irreversi ble, aprovechado además para multiplicar
de la influencia de o tras potencias e n discordin. A In por tanto, que los principales a taqu es contra los las funciones de las is las tropicales . A su privilegia­
vez se complementa con un nueú) impul so a la s da ubicación para e l control d el tráfico oceá nico se
obras de fortificación de puertos e1a ves como La unía el valor comercia l alcanzado con su ex plota­
Habana )' Cartagena de l nd ias CLl)'ns fortalezns ción y e l servir de ase ntam iento para d dtsarrollo
C.\ST1UO DFL AJORRO DI ;, L.\ H A l},\"¡\ ( 1,'0 " /',"'¡/ ¡()().})
adq uiere n tintes d e inexpugnab les, o se llevan a del contrabando. Si e l comerc io era e l unico camino
cabo realizaciones definitivas como las de (J'Reill y' claro de aseg urarse una participación en los benefi­
en San .J uan de Pu erto Rico. cios america nos, también era un medio de lucro la
l ose concibe el más mínimo desgajamiento del venta en E u ropa de produc tos tales como el azúcar, 151
sue lo india no \", en cierto modo, esto contribu yó a el añ il, café, a lgodón o tabaco , qu e podía n ob tener­
la aceptac ió n, ele buen g rado, de la tutela francesa se en la s is las mediante e l laboreo de sus campos.
aun a riesgo de que los ~a l os manipularan la Los considerables precios que algunos de e llos
ad mini s traci ón colonial en s u propio beneficio. alcanzaro n decidieron a Francia e Inglaterra a
r,os problemas, s in embargo, no han terminado. iniciar s u exp lotación.
Surgirán por el deseo d e todas las naciones de La nu eva centuria contemplará una lucha ininte­
evitar e l exclusivismo co lo ni a l. Los territorios que rrumpida que tiene SLl pun to clave en el área
las metrópolis europeas ha n ido agrega ndo a sus caribeúa. La guerra de Sucesión es p <mola (1702­
poses io nes han empequ eñecid o a Amér ica. Los 17 14), la del Asie nto o de los Nueve Ailos (l 7:VJ­
conflictos se h acen comunes y España porfía con
Po rtu gal en la Randa Oriental y en la frontera de
Charcas; con Inglate rra en Florida, Mosquitia y el
Missisipi y e n las costas del go lfo de México y co n
r 1748), las del T e rcer Pacto de Familia (1762-1763
177 9-1783) enmascaran motivaciones m ás profun­
d as. Son batal las encaminada s no sólo a defender lo
conquistado anteriormente, sino a am pliarlo si
y

Fra ncia en la isl a Española. fuera posible. Estaba en juego e l mantenimiento de


La pri v ilegiada s ituaci<')I1 geográfica del archipié­ la participación co m ercia l e n los beneficios ame rica­
lago antillano lo convirtió en presa codiciada por nos y la obtención de mayores riquezas a través de
todos y en hase ese nc ia l para preparar las agresiones la venta de los productos trop ica les.
al contin e nte. Ruta obl igada para e l tránsito a
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J. Santo lJO'ffll;rlPO la únicas defensas un fuene de


da y dos Escasa
La isla fue descubierta por Cristóbal el levantamiento de murallas y Invasor.
Colón en 1492 y ella se estableció la realizan calles anchas y rectas, levanta en
fundación Indias: el fuerte Navidad. 1\ fabrican casas de ladrillo. Santo Domingo una fortaleza cuya insuficiencia
fines de 1493 se levantó La munici­ Sólo tres durará este apogeo, Por razones demostrada cuando en 1586 la ciudad es
del Mundo, Poca vida tuvo esta el centro de acción trasladará Cuba los De esre suceso se
ción pues el descubrimiento al sur del territorio de )' Puerto Rico. El descubrimiento de los territorios su defensa aunc¡ue no
unas minas de oro al rioHaina hizo que del continente y la de los son cerca c¡ue
colonizaCión trasladase haCia esta zona meri­ el abandono caminos y se
dional. en agosw de 1497 alzará el cuarto del en la boca del río
de los dos asentamientos que tendría la ciudad de va es el abandono
Santo de sus edificios, la decadencia, La situación vino a y naCiones
Aunque la fecha de fundación de Santo Domingo agravarse cuando en 1605·1606 Corona decreta la de
no está documentalmente sí sabemos que devastación de las intentaron pe:rte,:cI,onar la muralla
fue Bartolomé Colón la erige, dándole el dente de la isla (La además
a ella un día de Puerto causa del comercio que mantenían bien defendjdos, La falta de
152 o en memoria del de los Colón <.]ue con naCiones Esta medida la muralla de la
así se llamaba. El Bartolomé Cojón la asentó otras tiempo, con una
al este del do Ozama, cn su margen tal formación de la lentitud que nada
como establecían los cánones clásicos, Años más colonia francesa de Saint Poco a poco fue aunc¡ue en el
en 1502 ó 1504 distintos autores·_·, El Santo español nunca la XVIII la muralla era una entre piedra de
l\.:icolás de de la ordenó que tuvo en los años del la fortaleza y de las
su traslado a la orilla derecha. No se saben con descubrimiento de América. El corto de puertas de entrada \10 eran
exactitud los motivos de estc cambio aunque se en que fue la del Nuevo Mundo no cercano podía favorecer la
aventuran los efectos un huracán c¡ue derribó desarrollar una infraestructura destaca­ que se le viese y su altura era
casi todas las casas, una ble y duradera. De todas las de la isla la Sólo la parte de la ciudad que daba
crear una, única que contó con muralla fue donde unos acantilados el
situación de la mayor parte las minas haciendas Santo el al en el que una cadena y unos arrecifes
en ribera occidental o no de un puente defensas inaderuadas que las de dificultaban su eran flancos seguros,
(lue impIdiese la neceSIdad de cruzar río en barca bIes ataques Como detalle slgnificati vo el resto estaba expuesto a
para a la ciudad. baste decir c¡ue los caminos mantuvieron en Para hacer aún más grave la se decidió
Durante sería el estado intransitable como táctica militar a fin CJue la fortaleza a construir en Haina era demasiado
centro vital del descubrimiento y colonización de un avance rápido de costosa e inútil y se desechó el proyecto, Un castillo
~"r"U'VW en Indias. Es el americano donde se de los situado en San Gerónimo servma C01110 unICO
levantarán por vez conventos, tenía a fines del XVII como defensivo a la a la
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piráticos, en vista de lo cual ---en tiempos de Feli ­


pe II- se deciclió fortificarla adecuadamente y con
arreglo a su importancia. f\ tal fin, sobre un
primitivo castillo situado en la parte oriental del
canal de entrada al puerto y en su extremo lindante
con e! mar abierto, se va a levantar la fortaleza del
Morro, obra de Juan Bautista Antonelli, que lleva­
ría una plataforma y una batería de doce cañones
-<dos doce apóstoles»- a ras de agua. Enfrente y
a la misma altura estará e! fuerte de San Salvador de
la Punta, contemporáneo de! anterior.
A lo largo de! siglo XVII el castillo del Morro se
va completando. La traza primitiva de Antonelli es
reducida, se cierra su muralla por la parte que da al
mar, se aconclicionan alojamientos para los solda­
dos, se levantan baluartes, se cava el foso, se
reaüzan aljibes, y se hacen otras obras que le darán
su fIsonomía particular. 153
El Castillo de la Punta, concebido con cuatro
C¡\RTAGENt\ DE INDIA S (Véa,.e panel 111.1) baluartes, sufriría una variación al surpimírse!e uno
de ellos, cerrar e! recinto y abrirle unas cañoneras.
La ciudad de La Habana disponía para su defen­
ciudad. t\ pesar de estas precarias defensas , Santo 4. Cuba sa, de la llamada Fortaleza Vieja en el extremo
Domingo pudo permanecer sin caer en manos opuesto del lado del canal donde se encontraba La
enemigas y vio llegar el siglo XVlll, cuando alguna s La Habana fue fundada en 1515 por Diego de Punta, y obra reaüzada en 1544. También sufrió
antiguas poblaciones se reedifican. Velázquez, conquistador de la isla de Cuba. Situada distintas modificaciones que la pusieron en mejor
En 1736 se levantará de nuev o Puerto Plata y con a los pies de una bahía a la cual se accedía a través estado, la dotaron de plataforma para batería, se
e llo se remozará su fortaleza. En 1757 se realizarán de un estrecho canal marítimo, su estratégica ubica­ restauraron lienzos de la muralla, se le vantaron
baterías en :vIontecristi, con diez cañones, almacén ción - al norte, al otro extremo del canal de la parapetos y se le abrió cañoneras.
y cuartel. El ritmo de constnlcción de fortificacio­ Florida - pronto le dieron la supremacía sobre el Había además, cercanas a La Habana, las torres
nes siguió aunque dentro de unos límites muy resto de poblaciones e islas de las Antillas. Su de Cojimar y de la Chorrera, en las desembocaduras
estrechos. La parte española de la isla se mantuv o magnífico puerto se convirtió en lugar de reunión de ambos ríos. Su construcción se realizó entre
con una población escasa, con pueblos míseros y de los galeones de Tierra Firme y de la flota de 1643 y 1647, bajo la dirección de Antonelli. El
sin fortificar los accesos a Santo Domingo por e! Nueva España para emprender el regreso a la espíritu de levantar estas edificaciones venía dado
Haina y el Ozama. Península. por la necesidad de proteger una zona donde
Desde muy temprano La Habana sufrió ataques fácilmente podían desembarcar los enerrugos. Di­
LA DEFE NSA Y LAS FORTIFICACIO NES EN EL CA RIBE ESPAÑOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL

periclitar su importancia cuando La Habana "me­


jor si tuada- comenzó a ser utilizada como surgide­
ro principal. Diversos ataques piráticos fuero n
causa del inicio de fortificaciones que defendieran la
ciudad y el puerto, recurrJéndose a Juan Bautista
i\ n tonelli. E l inge niero proyectó u na fortaleza
compuesta de dos plataformas y una torre, que de
forma esca lonada dommarían la entrada a la rada.
lniciadas la s obras rápidamente, se mtrodujeron
diversas modificaciones: la edificacic')O se retrajo
más hacia el interior de l puerto, se levantaron
cuatro baluartes y se reforzó el trozo has ta e l mar
ab ierto con un lienzo de muralla y piezas de
arti ller ía. I:::n el lado opuesto se constru yó una
plataforma que albe rgaría varios cañones. La fuerza
de Santiago también llevó por nombre el «Morro»
o la «Roca», en recuerdo del gobernador Roca de
154 Borja, artífice d el proyecto.
Situada en la costa septenmo nal de la isla se
encuentra Matanzas, con una bahía mUI' hermosa \'
un buen puerto. Un cas tillo la defendía de posibles
atal]Ues. En sus inmediaciones tu vo lugar en 1628
el encuentro entre naves holandesas a l mando de
C\RT.\GcN,\ Ole I N[)L\~ ( 1 .",.. " /,<111.1 1/2.J) Pieter Heyn )' la tlota de Nueva Espa ña, que fue
derrotada. E n 1692 se inicia la construcción del
fuerte de Punta Gorda, luego de que 30 familias
chas torres, junto a dos ba lu artes que se encontra­ los castillos reseñados, hu bo el proyecto de cerrarla cananas comenzaran a vivir en la zona . La situación
ban camino de ellas, debían de servir para impedir con una muralla jalonada de bastiones. En 1763, el de Matanza s permitía tene r a visada a La Habana de
cualquier sorpresa inesperada. gobernador Conde Ricla comenzó dos castillos a cualquier peligro.
Contaba La Habana con buenos edificios: cate­ espaldas del Morro, en el monte de la Cabaña, que
dral, conventos de San Francisco, San Agustín y por estar en alto dominaban toda la plaza. A
Santo Domingo; hospitales de San Juan de Dios y destacar también de La Habana la fama de sus J. Puerto Rico
de la Merced; monasterios de Santa Clara y Santa astilleros.
Catalina. En ella residía el gobernadr de la isla y el Santiago de Cuba, lu ga r por do nd e se inició la Como sucede en todas las is las antilJanas, en
obispo. Tenía asimismo buenas casas de piedra. f\ co nquista de la isla de Cuba, fue fundada en 1511 Puerto Rico só lo podríamos hab lar de una capital
pesar de que teórica mente e~taba bien defendida por por Diego de Velázquez. Con un buen pu erto, v io importan te -San J uan- . E l resto de poblaciones
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eran núcleos rural es co n casas de barro y paja,


iglesias en mal estad o y ausencia total de defensas.
San Juan de Puerto Rico fue construida en una
pequeña isleta situada a la entrada de una gran
bahía; un sistema de puentes la conectaban con la
tierra firme. La ciudad en sí no tenía ed ificios
destacables y la mayoría de ellos eran de fábrica de
tapiería, al Igual q ue alg unas casas. E n general, el
material m ás empleado en la con strucción fu e la
madera . Los individuos de clase pudiente leva nta­
ron algunas mansiones de cal y canto y con cubierta
de tejas, pero junto a ellas los pobres tenían que
conformarse con hogares de paja.
En 1673 San Juan contaba con sólo se is calles y
unas 236 casas. Las calles eran de tierra pisada, lo
que obligaba a una limpieza periódica y nos da una 1­

_J_ __.
idea de lo que sucedía cuando la lluvi a hacía su
I
\'f~
presenci a. Se carecía de alcantarillado y pocas casas 155
di sponían d e desagüe de aguas residua les.
San Juan contaba con una fortaleza construida en
L -~-
"J
_._~

1540, donde residían los gobernadores, un pequeño


fuerte a la entrada del puerto y el baluarte de Santa
Elena. Sobre el anterior fu erte se levanta rá la
fortificació n de San Felipe, con planos de B. Anto­ reforzó San Felipe con un nuevo baluarte que Está claro que estas dificultades retrasaban la obra.
nelli, que tendría cuatro niveles: el más alto alber­ cubría zo nas peligrosas, etc. T ambién contribu yó a demorar la construcción
ga ría dos baluartes; en el siguiente estaría la plaza N o se nos escapa que levantar un castillo como las co ntinuas modificaci ones que los gobernadores
de armas y los almacenes de municiones y pólvora; el de San Felipe no era cosa fác il. Las dificultades introducían en los planos de Antonelli, pretendien­
en el tercero se colocarían cañones y en el último principales provenían de la falta de materiales y de do mejorar lo proyectado, sup rimiendo algunas de
habría una batería flotante. T odo el conjunto daba la mano de obra. E sta se soluci o nó empleand o las realizaciones o aume ntando el número de ba­
una image n impresionante que se completaba con esclavos negros, bien fueran pertenecientes al re y o luartes y construyendo murallas. E ntre estas inte rfe­
las mura llas que cerraban la ciud ad . pidiéndo los a los vecinos en calidad de arriendo. rencias y los probl emas eco nóm icos que Impedían
E n sí la ciudad y puerto parecían inexpugnables, Más tarde, cuando se comprobó que estos obreros dispo ne r del dine ro suficiente para pagar los mate­
pero había puntos débiles que era necesario refor­ no eran suficientes se recurrió a la infantería de la riales, obreros y o tros gastos, en 1609 se decidió un
za r. Así se hicieron terraplenes y foso en los plaza. Aquella planteó más problemas, pues fu e cambio en la planta del fuerte que ve nía a reducir
pu entes que unían San Ju an con la tierra firme; se necesa rio importar la mayor parte de los materiales: sus dimensiones, de manera que costase menos su
rea lizaron trincheras en las playas cercanas; se hierro, plomo, acero, palas, azadones, picos, etc. edificación y se terminase cuanto antes.
LA DEFENSA Y LAS FORTIFICACIONES EN EL CARIBE DURANTE LA EPOCA COLONIAL

En 1614 el fuerte de San del Morro estaba va digna de mención. que esperar a 1765 para en esta zona. levanta una en
terminado a falta de reto- que Q'ReilIy haga de Puerto Rico una fortaleza Sevilla la Nueva que en 1533 encontraba
queso Las obras que en años sucesivos harán en camente arruinada. Abandonada Sevilla la
él serán como consecuencia del deterioro de en la costa norte sólo el puerto de
los materiales a causa de la Sama Ana donde se fortaleza que
Es en 1765 cuando 6. situada defendía de "'U;~I'-IU1'" ata­
se reforzó la primiti­ que terrestre marítimo.
va fortaleza de 1540 y se construyeron dos peque­ Vislumbrada por Cristóbal Colón en 1 no es En el Puerto de
ños uno en el puerto Boquerón hasta 1509 cuando de 101Cla su
cuadrada~ y otro en Cañuelo ~de redonda. conquista y funda la de la isla
En 1647 se descubrió la barra del puerto de Toa que tomará por nombre el de Sevilla la Nueva
que la posibilidad de que una una clara alusión al del
pudiera fondear en él. Como re¡::,rcc¡entat,a dor. Poco a poco la colonización es un hecho y la
para se decidió en principio desde la zona norte territorio alcan­
pero dadas dificultades que ello za a todos los confines. Oeste estaban totalmente
se optó por construir un fuerte en una A del XV! el gobernador
isleta situada en el centro de la rada. En 1664 ya centrada la construcción de cuatro baluartes en el
156 había levantada una fortaleza cuadrada hecha de casabe, puerto cercano a la de la -La
sillería y con dos puentes levadizos que la unían de que, como le sucediera al resto de las además de llenar toda de trincheras y
con tierra. la atracción del continente provoque una fortificar el camino que iba de la marina a la ciudad
Como ya queda dicho, toda la labor defensiva hUlda masiva en busca de reinos fabulosos con distintas de artillería. De todas formas
con la construcción de una muralla que ji aventuras desconocidas. continuaba siendo una defensa débil ante
amparase a la ciudad puesto que el fuerte de San menos por unos se observa ataque, si se seguJr manteniéndola dentro
no la total En 1634 transformación. Los núcleos de los dominios era necesarIO un
comenzaban obras la dirección de Juan B. primeros de clara teamiento sus fortificaciones y no confiar en que
Antonelli que a un ritmo extraordinario levantados con la maleza y lo abrupto terreno colaborarían a
levantaron lienzos y baluartes hasta el norte, de tal casas de
una mvaSlon.
forma que cuatro años se fin a la carácter de centros urbanos y se "'Jc;a •• u.,,,
No parece con el
labor. La muralla realizada era de piedras y argama­ ciones descubridoras hacia tierras mexicanas. Lue­
Intentos
sa, tenía SJete metros de altura y seis de espesor, go, la despoblación sumirá a la isla en la decaden­
JlIan Bautista A monelll visitase
estaba de cia. Es cierto que llevan a cabo realiza­
y confeccionase un mapa con las fortal.ezas
ciones: conventos, caminos, etc., pero [as deshabita­
necesarias e idóneas para la del territo­
Novoa mu­ das costas son de a los que que
no, Por inoperancia o al estar más por
rallas por la parte sur y edificó en uno de los hacer frente en más de una ocasión.
otras zonas del continente no se atendieron las
puentes que unían la ciudad con tierra firme. l\ Iniciada la por el norte, es de de levantar
de momento no actividad constructÍ­ que las primeras fortificaciones se un potente fuerte. En 1655 el ataque y
LA DEFENSA Y LAS FORTlFICAClONES EN EL CARIBE ESPA1VOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL
- - - - - - ...... - _..­

fue un hecho. Los resistieron aún chica como único lugar de realizar fosos y convertir en levadizo
CInCO 1660 abandonaban la pasos de la Boqu ¡!la y e! de aptos sólo el puente que unía con Getsemaní. Sin
que en del britá canoas. un destruía todo lo
nJeo. La ciudad, situada sobre una isla arenosa, se construido hasta entonces.
A partir de toda suerte comunicaba con el continente y con el arrabal de A partir de 1589 se comienzan levantar cortinas
individuos comenzaron ;¡ barrio como consecuencia de y traveses para proteger ciudad,
¡unto a los filibusteros la por sendos puentes de made­ baluartes que con que otro
en sus puertos naturil­ ras. Contaba con dos va la fisonomía de la plaza
la con v irtieron en un ideal para de del ::\lar; del
malhechores de embarcaciones dedicadas al con­ San F rancísco y San de San en el XVIII.
trabando. Dios y San Lázaro. La carencia de Durante el siglo XVll realizaron los
fue un fuertes: San Luis de de cuatro
levantar edi ficios y doble que debía proteger la entrada a
1. Cartagena de Indias madera y eran fácil pasto de las llamas en la bahía pues el de había quedado
de los incendios que afectaron a la ciudad. ya el castillo de San (1
de Indias fue fundada en 1 por Posteriormente comenzaron a edificarse casas el castillo de Santa Cruz con cuatro baluartes
Pedro de bahía ladrillos para y para Ordenes y e! castillete de! que defendía el
Entre las obras que se realizan en el fondeadero.
convirrie­ siglo XVI están e! puente que unía ciudad con el ataque de Poin tis
ron en uno de los centros camino que la comunicaba con el en 1697 era
ensenada muelle, el canal de la aparte de destrozar parte de aquéllas.
y bolsones permitía carnicería y el matadero. En el XVl] se haría el de los fuertes y la
dentro de ella toda una flota y el único lrlconVC­ del Dique que en contacto e! puerto poca resistencia de hacían necesario una
encontrar era que los bnrcos con el río reforma en el sistema defensivo.
del muelle, a la 1\1 poco la fundación de la ciudad se levanta­
utilización de una embarcación menor para I ordenaba se construyese un fuerte para su miento de baluartes, etc., adquieren duran­
hasta tierra. su centro encontraba la Isla de pero la dificultad encontrar buen mate­ te XVlIf un auge inusitado, Se trata de hacer
Tierra Bomba que la dividía en dos que rial lo La fortificación CJue se de que no ser tomado
facultaba dos entradas hacia la levantó más tarde por nadie. Buscando soluciones que
de Bocngrande v Bocachicn. El levantaría el de junto al canal de Boca- idea se trata de cerrar Bocachica y
era e! primero dada su mayor anchu­ grande. El ataque de Drake en 1586 acabó con [as que así la ciudad más
y cercnnía n la pero en el si- pocas defensas que se habían realizado. de la dificultad que
hundieron en Como en casi toda la zona del Caribe, la en que
el siglo del Bautísta l\ntonelli supone un debido al
de! ataque de importante. En determinó volver acarrco aguas. Resultaba entonces
inutilizó por rn,.,.,nl,>tr a levantar un y mantener que en un momento determinado la bahía
LA DEFENSA Y LAS FORTIFICACIONES EN EL CARIBE ESPAÑOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL

entrada para embarcaciones de 8. Costa 1JM,,,o/nM"U1 ción canaria y a la liegada masiva de esclavos
y gran calado. de muchas discu­ negros para en sus Estos
todo como estaba decidiéndose cerrar Tal como le esclavos eran suministrados en por la
por obra que no se llevó a la del Asiento a cambio los
cabo hasta 1788. de
En la ciudad van partes de la
muralla o se repara la ya se eolocan baterías
de sus puertas, se hacen parapetos y la com-
en los en una labor incesante que LH'Hd'_''''JV,La Guai- carácrer
sólo se ve detenida cuando algunos elementos Cumaná.
atmosféricos quieren poner freno a este ritmo decirse que el
constructivo. por entre 1713 y territorio venezolano estuvo durante los XVI
unas tormentas causan desperfectos en Jo realizado. y XVII inmerso en una vida oscura y con poca cia costear sus
De igual manera, el binterland de Cartagena se va relevancia. Esto no fue óbice para que sufriera de en gran parte el comercio
reforzando, se reparan los castillos deteriorados o se vez en cuando como [as que soportaron en un fuerte descontento entre
levantan otros nuevos, se reforman las cortinas y se otras zonas caribeñas. por ejemplo, Caracas, que acabaría revuelta
apoyan con baterías auxiliares para prever cualquier situada tres de La Guaira, fue saqueada en debido a los métodos por la
158 sorpresa. 1566 por y por los franceses poco más de un para la obtención de sus fines. r\ la postre los
Pero no sólo las tormentas quieren que Desde 1600 los holandeses se acerca­ ser resueltos.
la plaza se convierta en bastión Los ban hasta Araya, solitaria bahía cercana a Cumaná, La Guaira y Puerto Cabello fueron los lugares
ataques enemigos, de los que ya se tiene para recoger la sal marina que se producía en unas por la Guipuzcoana, en
cia, son un segundo factor a tener en cuenta. En de su entorno. donde estableció dos y ello se
1741, Vernon trata de que A lo largo de todo el siglo XVII la región notó en sus estructuras urbanística y defensiva. La
resiste heroicamente. Se ha venezolana se vio fuertemente influida por la Guaira había sido fundada en 1588 por el goberna­
duro precio pues de nuevo de las islas antillanas por dor Osorio. Era el puerto de llegada de las
de baluartes holandeses, con mantuvo un mercancías y por tanto el centro
fuerte comercio de contrabando, en distribuidor de los productos hacia toda la provin­
a la entrada del puerto, etc. A partir del X vnr la cia. De forma escalonada se le fueron mejorando
Con menor, sufre un cambio radical y se convierte en uno de los defensas de manera que en el siglo xvm
las continuaron durante la de la América contaba con un sistema defensivo que le
nuevos castillos rechazar un ataque inglés t:n 1739 y otro
cacao, creció en 1743. Continuaron mejorándosele sus defensas
en una salida los excedentes a aunque con a las fechas señaladas ya
coneXlOnes con las colonias en Indias. volvieron a tener que emplearse a fondo.
Venezuela tuvo un fuerte crecimiento
A Puerto Cabello llegaban con frecuencia un
ca al convertirse en de atracción de la
gran número de extranjeras a fin de hacerse
LA DEFENSA Y LAS FORTIFICACIONES EN EL CARiBE ESPAlVOL DURANTE LA EPOCA COLONIAL

con sebo y cueros vacunos debido la gran


oto con La Guaira eran
de la defensa de

fuerte y cuatro baterías. En 1743


la misma "''dA-'.t1UUll que asaltó La Guaira
en dicho año, siendo rechazada.
Cumaná la fundó Gonzalo de en 1520
en un paraje cercano al mar. Situada en una zona
comercialmente importante tenía en su jurisdicción
las famosas salinas de Para y
defender precisamente
frecuencia por los se
lugar un castillo de cuadrada con bastiones
en los Cuando XVlll las salinas
se la fortaleza fue destruida. 159
La ciudad de Cumaná contaba además con el
castillo de Santa María de también de
forma cuadrada que se
elevaba en el en dos
cerros castillo de San Antonio
En
la playa cercana levantaba el fuerte de Santa
Catalina, en la desembocadura del río cuya navega­
bilidad era en el XVIIl pues un
banco de arena su remonte por embarca­
ciones de gran calado.
Puertos) fortificaciones ~y defensa de las Indias
a través del virreinato novohispano
PEDRO PEREZ HERRERO

PEDRO A. VIVES AZANCOT

Universidad L-o"'pm"enJe de M(Jdrid

1. Centroaméríca ístmica.
2. Nueva como área tóSU,m""Cl
3. Los puertos americanos del sistema de monopolio.
Veracnlz.

Acapulco.

¡:lortobclo Panamá.

4. El xvm y las nuevas fronteras virreinales del


.~

::::
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

Las tierras americanas comprendlelas entre el clón característica de grupos SOCIales, Las costas )' Guatemala hasta las ricas mineras del
lstmo ele Panamá y e! arco de costas ele! Golfo de sus aptitudes portuarias fueron por ello minUCiosa­ norte, todos ellos nuclearizados por la ciudad de
México ante los ojos ele Europa, en mente rcconocidas desde ;lnOS tempranos, por lo ,\Iéxico, Con esos tres 1(,)
cuanto a su situación en e! hemisferio norte, entre que su defensa ---cuando en la e\Co]ución secular se que considerar la peeu liar de Yucatán
1500 y 1510, El conocimiento rcal ele su densa transformaran cn objetivos de orras potencias nexo fundamental entre Centroamérica \' 'Jue­
geografía, de las culturas v pueblos existentes en puclo ser planteada con anterioridad a la ele otros va España nuclear ,el Norte de la propia 'lleva
ellas, necesitaron una etapa posterior de expansión ámbitos de !\mérica, aunque no quiera decir esto España que se prolongaría en las Californias y el
y exploración, H.acia 1550 lo que fue en todo el que se pusIera en efecto ordenada ni sistemática­ N uevo México, las costas norteñas del Golfo mex.i­
período hispánico Virremato de Nueva Espatla se mente, cano en gran manera a la existencia de una
puede decir l1ue estaba bajo control espanol, exccp- El área que nos ocupa estuvo inmediatamente Luisiana francesa, )' por fin la península de 1'loricla
Clón hecha de las regiones al norte de integrada por siete conjuntos regionales a efectos de que vino a ser un permanente confín de Espalla en
i\féxlCo con sus «chichimecas», las Califor· su consideración estratégica tanto como costera )' la América Atlántica del ]\orte,
nias y las costas del Golfo con Florida incluida, portuaria, La estrecha banda ístmIca de Panamá, la El virreinato novohispano comprendió todos
regiones todas yue tardarían en incorporarse al primera poblada por españoles, acahó institucional estos territonos ---con la indicada excepción de
ecúmcne espanol en ;'\mérica sin que por ello v técnicamente vinculada al Perú \' por tanto bien Panam;¡ más el espacio del Caribe el1 su práctica
fueran ignoradas, diferenciada del resto, Centroaménca, desde lo que totalidad, fue tal virreinato desde el mes de abril de
Ya desde las primeras fases ele contacto espai101 abora es Costa Rica hasta Guatemala, integró un 1535 en yue fue nombrado con tal rango de
con aquel vasto \::¡ bllsqueda de un paso territorio ac1ministrati\'amente unificado pero con gobierno ¡\ntonio de ,\Iendoza, incluyenclo enton­
hacia el Oeste marcó pautas en la compartimenta­ varias fracturas en su integración real. Nueva ces las audiencias de Santo Domingo (fundada
ción )' utilización del territorio, lntluyó asimismo Espa.rla reuni(') balO una denominación genénca a en 1511) V ;\'féxico (1 a las que se alladiernn en
en los asentamien tos pobladores y en la conforma­ vastos )' diversos territorios desde el Reino de 1543 la de Guatemala y en 1548 h de Guadalajara,
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

Eso representaba una primera distribución de gran­ real y útilmente. Otra lntenclon básica, en cada
des regiones cuyas proyeccio nes estratégicas intere­ impulso colonizador, fue antes que nada consolidar
sarían a la seguridad y defen sa novohispana a lo una comunicación suficiente con el núcleo del que
largo de toda la colo nia. se había partido -Panamá o México principalmen­
A las lógicas dificultades que planteaba la magn i­ te- implicando ello la mayoría de las veces una
tud de aquellos espacios se sumó una resultante que traslación acelerada de intereses lejanos hasta los
complicó la organización defensiva tanto como la horizontes centroamericanos en sÍ. De esa manera a
comercial: el poblamiento español tras la conquista lo largo de los tiempos virreinales el área tendió a
se realizó adaptándose a la materialidad demográfi­ desarrollarse en torno a distintos istmos, cada uno
ca, infraestructural y política establecida por las excluyente en gran medida de los demás; por orden
culturas indígenas halladas, ----con la excepción de de su aparición en la historia hispánica de América,
los rea les de minas-, lo que implicó un pobla­ se les puede encuadrar así:
miento colonizador gene ralmente alejado de las Panamá, por decirlo de algún modo, fue el motor
costas o al menos normalmente retirado de ellas. y la primera invención de la «América ístmica.», el
Esta otra variable a tener presente introduce todo el núcleo de lanzamiento de una primigenia idea de
horizonte de dificultades que sign ificaba añadir a la PAl'\JAMA, PüRTOBELO y RIO DE CHAGRE. SERV1 Cro nexo y barrera. Su consolidación tuvo lugar entre
costosa relación con la Península Ibérica otra red de HISTORlCO MILITAR. COLECClON GEN ERAL DE septiembre de 1513 ----cuando Núñez de Balboa
DOCUMENTOS, 5·2·5-2
164 comunicaciones interna, imprescindible pero tam­ halló la Mar del Sur- y agosto de 1519 cuando se
bién --o mejor, por ello mismo- encarecedora del fundó la primera ciudad de Panamá. En ese tiempo
tráfico comercial así como de la defensa estratégica se asentó sobre todo el poblamiento españo l del
ante agresiones extranjeras o ante simples - y fre­ entre Norte y Sur, ya que en tal sentido la frontera istmo en sí, y a partir de entonces se consolidaría
cuentes- irrupciones piráticas y contrabandistas. entre dos virreinatos pesó especialmente. también como núcleo difusor de expediciones hacia
A caballo de esas dos concepciones -nexo y el resto de Centroamérica y hacia el Perú, bajo el
barrera- se fue configurando, de una manera u gobierno férreo de Pedrarias Dávila.
1. Centroamérica ístmica otra el territorio centroamericano, )' sobre tal base Honduras y Guatemala, especialmente la segunda,
habrá que entender sus problemas )' características fueron más que nada fundaciones de la em presa
Todo el espacio centroamericano es, como tantas en relación con el mar, sea a través de los puertos o cortesiana desde México. A pesar de una orografía
veces se ha repetido, un nexo por excelencia entre de la defen sa ante el exterior. Si hubiera además que hostil al efecto perseguido, Pedro de Alvarado
las dos g randes masas continentales de América; esa establecer una realidad común a todo el espacio -con el apoyo claro de Hernán Cortés y casi tanto
condición sin embargo tu vo desde los primeros centroamericano durante su primer medio sig lo de talento como él- se propuso unir bajo su control
años de presencia española otra dimensión quizá vid a colonial, ésta bien podría ser la de constituir los dos territorios precisamente para hacer de ellos
más reiterada entonces, como es la de franja de una franja de poblamientos desarticulados entre sÍ. un pasil lo interoceánico, tan pretendido en la corte
tierra que por situación y composición facilitaba el Para situar lo apuntado es necesa rio referirnos a española desde 1509. Entre 1524 y 1526 quedó
sa lto desde el Ca ribe hacia el Pacífico. La búsqueda la existencia de llegada s de españoles sobre di versas débilmente fijado ese destino ístmico de la zona,
del paso, ya se ha dicho, marcó la' historia de regiones, primando en ellas más el deseo de consti­ enturbiado por la coincidencia allí de al menos tres
América Central posiblemente má s que la relación tuirlas como paso interoceánico que el de poblarlas intereses expansivos contrapuestos: los de Cristóbal
PUERTOS, FORTIFICA CIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

de Olid - segregado de la iniciativa primera de de conseguir dominios hasta entonces no logrados. las embarcaciones; se con virtió tal idea en un
Cortés-, los de Gil González D áv il a -procedente Nicaragua mantuvo desd e pocos años después del temprano proyecto de gran atractivo y desde antes
del núcleo panameño- y los del «grupo mexica­ primer poblamiento hispánico la pretensión de del reinado de Felipe JI se especuló con la construc­
no», como puede calificarse a la coincidencia básica convertir al río San Juan y su conexión natural con ción de un canal que completara el recorrido fluvial
entre Pedro de Alvarado y Hernán Cortés. La los lagos Nicaragua y Managua en el paso tan y lacu stre entre las dos orillas. Y a lo largo de la
largura de miras de Alvarado y Cortés en este caso buscado. La gran ventaja presentada era la posibili­ histo ria el proyecto revivió en varias ocasiones,
quedó frustrada por el imperioso deseo de los otros dad de efectuar el salto prácticamente sin abando nar siempre en rivalidad con Panamá.
A estos istmos netamente centroamericanos se
les podría sumar la existencia de T ehuantepec J
SAN FELIPE D E TODO FIERRO. ARCHrvo GENERAL DE 1I 01 ,\5 . Pr\NA M A, SANTA FE Y QU ITO, 93
Coatzacoalcos, al otro lado de la f rontera yucateca,
sobre el que gravitaron también cálculos y especula­
cio nes durante los tiempos coloniales característi­
camente ligados a reproducir, con mayores dimen­
siones geográficas, el funcionamiento panameño
tan productivamente ligado a las ferias anuales tras
la llegada de los galeones; eso habría supuesto, de
realiza rse, la concentración en el área no vohis pana
de prácticamente todo el tráfico y co nsiguiente 165
beneficio generado por e! sistema monopólico
español.
La persistencia del carácter ístmico en la configu­
ración regional de Centroamérica estuvo acompaña­
da por otros factores acrisolados en los años de
conquista. Por un lado la pronta tendencia al
aislamiento que los primeros gobernadores de cada
regió n trataron de imponer, como medio para
salvaguardar una cierta autono mía de acción. Por
otro, la adaptación a los recu rsos ex istentes en cada
una de las regiones de! área, adaptación desde luego
condicionada por la imperiosidad de establecer un
abastecimiento cotidiano que acompañara la auto­
nomía antes señalada. Todos en fin, fueron factores
de frag mentación, desintegradores, que explican
grosso modo la lenta irrupción de las producciones
centroamericanas en los intereses indianos, así
como las dificultades para una defensa bien organi­
PUERTOS, FORTIFI CACIO NES Y DEFENSA DE LAS i N DIAS A TRAVE S DEL VIRREINATO NOVOHlSPANO

Sa lvador, se imp regnó d e la mag nifi c ie nc ia inst itu ­


PER.FjL . ~l1e cor1d Id Lined. .z.X . ~~?r:.;,;~~1.;~~?: 'f'ti::.~~7:':,?;?~')~ cio nal que le otorgó la i\udiencia es tablecida e n
i' !'- 2J ,..."".l'.... ! .IJt, ./J. ('¡l (;UJ 06).(( .Ir r ;·;.,u../j [ /a/M .IK#'.!'¡,' )!.'Ul p ": ' ~'~ ;r
Yo;.., I ~'~ 1543. Su v ida es tu vo primordia lme nte e n las milpas
'2.". , r,' ;~...~ •.'{ J, 1/, ,.' ,,/" ( -1. {" j (. ,.(~;/¡.~ (j/" (J .' N / f ' I!I~
'''' UI .I,'"
ind íge nas, así como en el control de los irregu lares
, ... . ; ' ~',II'I "rJ,,, Jltu.t", , ,)" -.M1'N ¡'''. Í": Mú ((!),-,J'/(}O~ / .. ,
a <t. ~••~ ,';/0./4" . 6.on:I 'I'I f,'J(t· 1dt...,"I1l1t! 4 ..' ·~'l.,,:.I.).J .h:;.b; 'kL V"74'n /( c¡.«
:,••..;7',I)! ¡ ,:-/ .:t..... .
!.\,¿,.5-.. "'/H (.mú (rl3i.ti1.ú«'¡' I"d~,¡ ?(Ú . 70 /1­ fluj os comerciales qu e le ll egaban desde l\t[éxico y el
d/17/ ;~;I. : (eni,: ~; /fI/,,!:· ~'JyJ,(lJim..I~.:.:r '~v ?~a.'l/dlD, dt Sur. Su relación con el monopo lio de Sevilla fue
.iu. tk.'/I"ü ' u ~.")'~f.!{,,:;:,.. ZX 3 ld.Jftrl?{"'f. J'/d~.f'/()O
cas i sie mpre inestable; Puerto Cabal los, después de
/ la i nicial T rujillo, fue el puerto de refen:ncia en el
comercio con Espaiia, sobre todo entre 1570 y 1604
I cuando la grana coc h inil la centroamerica na llegó a
competir con la novohis pa na. El tráfico entre el
puerto hondureño y Sevilla existió desde 1541
prácticamente, pero los ma yores vo lúmenes de
interca mbio no se p rodu jero n bas ta 1606-1625 ,
atra ye nd o de m a nera casi inmedi a ta a los piratas y
contraband istas ex tran jeros.
E n 1550 aparec ió la primera iniciativa para
conv e rtir a H ondu ras e n la base de un p aso
inte roceánico , estableciendo el puerto de Trujillo
como cxtremo en el C a ribe r la babía de Fon seca en
el Pacífico; tras un informe de Ju an García de
H e rmosilla acerca de las disponibi lidades de apoyo
e n e l recorrido por tierra, en 1560 la corona tom ó la
sorprende nte decisión de convertir la propues ta e n
realidad, centralizando e l paso comercial por el
x istmo e ntre España y e l Perú . E l co nflicto s urgid o a
raíz de ta l decis ió n a nul ó la mi s m a a l final; p ero
todavía e n 1598 , despu és de qu e Fe lipe II hu biera
desec hado la v ía tra nsoceá nica nica rag üe n se, una
posib le ruta e ntre Pue rto Ca ball o s y Fonseca fue
¡·l l :KIY. IX: ~ . \~ I : I ·. R~ . \ ,-.[ ) ( l . (l.\I ( l \ ( 1 ,,;<, p.u,d 12C.l;
firme candidat:! para suplir los pantanosos parajes
d e Pana má, hasta qu e e l reconocimiento llevado a
zada el e territorios de5poblados po r lo demás. uno s límites - desde el punto de vista geográfico cabo i/l JIIN por Ju a n Bautist;\ Antonc lli \ Diego
E n la es peranza CO mlln de quc cada territori o ab solutamente ind efinid os - entre los distintos U>pez de Quintanil la puso de man ifiesto las dificul­
fundado se convirtiera en el paso interoceánico, se «re inos comarcales» d e l espacio centroa mericano. tades reales) el coste des rnesu rado del aco ndiciona­
pla ntea ro n desde los prtme ro s años de vida colonial Guatemala, con Honduras e lllicialmente El mi e nto necesarIo .
PUERTOS, FORTIFI CACIONES Y DEFENSA DE LAS IN DIAS A TRAVES DEL VIRREI NA TO NOVOHISPANO

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PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

San Salvador había nacido como proyección la calidad de confín escasamente entre el «trastienda» del imperio. Como América se re!acio­
colonizadora de Guatemala y en función de ello núcleo Panamá. Se hizo patente gue naba con la península a través de Veracruz y
que entender la tendencia a rivalizar con la el distanciamiento respecto a los centros de Panamá básicamente, entre ambos nexos
ciudad sede de audiencia. El intento de rivalizar se en el fuese o cécnico como era el un espacio de mayores distancias la hora de
sobre todo en la cacaotera de caso de Costa Rica respecto a Panamá- la ~VLJ'-..Jlll"LL, de modo que lo que desde
así como en las buenas condiciones intensificación del aislamiento la tendencia parecer desgobierno o
de la bahía de Fonseca y el puerto de mentaria característica en todo el ístmico. traducirse por un mayor
en contacto habitual con sus correspon­ El valor de las centroamericanas a las corrientes comerciales entre
diemes de la Nueva e! Perú. Y en el caso sin embargo de manifiesto con mayor inten­ y el Perú. Eso permitió, entre otras
~ e! sidad cuando se mostraron en su calidad de territo­ minas de plata de
puerto de nos En 1572 los ser abastecidas de mercurio tamo
condiciones en e! Pacífico centroamerica­ ros ataques piráticos franceses en Puerto desde Almadén como desde Huancavelica, sobre
no- al momento en 1576 Drake se en bahía de Fonseca todo en años críticos de comienzos del XV!!
contar con tres años más tarde Parker lo hizo en y pese a las de los mexicanos que lo
contara con demanda -sólo a fines de! Los atagues el de Dra­ consideraron una desviación perjudicial para sus
eXI)or·taC:lOI1es de grana cochinilla que había bordeado el continente sembmndo intereses.
todavía en 1620 un vecino la inseguridad desde Chile El Callao hacia el En la incorporación centroamericana a las co­
168 al territorio como Norte--- podrían parecer un esfuerzo excesivo en rrientes comerciales del desde los últimos
alternativo. Entonces ensalzaron los puertos relación con el escaso peso de Centroamérica en el rulos de! XVI, tuvo
de San Juan del Norte y San del Sur como imperio. Pero el objetivo de acciones como aquélla de una industria reducida pero activa, centra­
de era poner a prueba los puntos débiles da durante bastante en las costas pacíficas de
de! sistema español. Los territorios de la Audiencia Los astilleros de la barua
se y alisar de Guatemala mostraron desde entonces que eran, y e! de tu vieron
durante la estación seca e incluso remover las junto con Acapulco, lo más atractivo del Pacífico sus en las necesidades del tráfico esclavista
piedras con el proyecto, para de Norte americano, ya que conjugaban un relativa­ mitad del XVI; el de
esa forma facilitar la entre las dos mente alto valor comercial con una desprotección los el cacao mantuvo vivas las necesidades
orillas. Se manifestó también que además de característica de cara a las intenciones extranjeras. de construcción desde entonces la
San Juan del Sur, contaban o la bahía de Con todo ello a fines del siglo XVI se puso en ción comercial facilitó mantenimiento de peque­
Fonseca o los varios puertos menores del de evidencia que la América Central hispánica ya se ños astilleros. Como el cacao
Nicoya, más al sur, como alternativas en e! Pacífico. hallaba netamente vencida sobre el Pacífico. Desde relación con el puerto mexicano de
Nada se hizo al respecto, ya que los los años de la conquista el :\1ar del Sur se mostró se también a la construcción
intereses generados en torno a Panamá y Portobe!o más accesible y que el Caribe y, por de embarcaciones nacidas en e! Pacífico centroame­
eran excesivamente poderosos para entonces no tanto, «reductoD) de distancias en contraste con las ricano o destinadas a tráfico comercial.
dejarían de serlo en todo el virreinal. tierras del área pobladas y dificulto­
Como Nicaragua, las tierras desde sas. La evolución inmediatamente posterior halló
Cartago en Costa Rica se mantuvieron ante todo nuevas en e! Pacífico: se trataba de la
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

2. Nueva D~1JUI'tU como área -entre las que no faltaron las constituidas locales más que sólo el los
dialmente por en mayor medida de intereses mercantiles comunes y la
En el caso del área nuclear del virreinato de las en el reinado de II sobre todo de criollos a las nuevas filas
Nueva se suelen considerar en relación con a fines del XVI. Sobre los diseños, autores y limar antes de que los
su defensa, dentro del sistema básica­ estados de las obras en cada momento la historio­ Irreversible.
mente las fortificaciones de Acapulco y Veracruz grafía tradicional ha aportado abundante luz y datos de fortificaciones hJ".....
.H'-'V

de fortificación específicos. Las cuestiones que se plantean más re­ fines de los años coloniales la apertura de nuevos
ca. Sin de construcciones no cientemente en torno a la efectividad real de tal tramos de redes en la medida en que el
fueron sino una parte de un todo defensivo mucho política de y más aún a la relación entre abastecimiento a nuevas fronteras--como fue el
aungue sin duda los dos el esfuerzo de costo y los resultados obtenidos. caso del norte novohispano-- exigía un esfuerzo en
relacionados con Fuera de los éxitos o frustraciones desde punto cuanto a comunicación al tiempo que nuevas pers­
de táctico en cada caso concreto, Ul",UU'l'" y de expansión o gana­
de sus materializaciones. considerarse una serie de consecuen­ dera. Antes de las reformas borbónicas que ensan­
colonial se tres cias por la construcción de fortificacio­ charon los lírn.ítes de Nueva
sistemas defensivos interrelacionados en gran medi­ nes. Por un lado es ineludible tomar en considera­ procesos de ampliación de redes urbanas provoca­
da entre y sobre todo vinculados a la ción el efecto revitalizador que las fortificaciones dos por motivos estratégicos sólo
de los econórn.ícos y sus referencias de tuvieron sobre las zonas en que se habían tenido e irregularmente, en el espacio
mercado más relevantes. hallaron enclavadas; la concentración de recursos, de la relación entre la ciudad de México y f\capulco, !69
En puede hablarse de un sistema de tropas implementos militares en que y tal vez, débilmente, en el comprendido
enclaves estrictamente bien anteriormente habían estado débilmente pobladas, entre y Tehuantepec.
por la ---con sus amurallarn.íen­ como solía ser el caso, la de un con el sistema de fortificación a que nos
tos y fortificaciones más o menos efecto «motaD> en ya que las hemos referido que considerar otro sistema
situados en los puntos fortificaciones lógicamente mano de obra, defensivo vinculado a la de las comuni­
y tratar de contener abastecimiento cotidiano o frecuente al menos de caciones en el ámbito Por lo que se
claro está, se encuadraron la práctica tanto como materiales constructivos. refiere a las comunicaciones con el exterior las
totalidad de fortificaciones costeras llevadas a cabo. De otra parte, el mismo acantonamiento de fortificaciones el mejor apoyo en
El a este sistema de fortificaciones tropas llevó consigo con frecuencia la introducción nl1pn-,,, más expuestos a Pero ade­
puesto de un nuevo elemento social en el panorama más una trama institucional-suficientemente defi­
un punto el contexto del Una tropa - aunque no con la nida para 1570-80- se de vigilar el funcio­
programa reformista. La arf'rn,nn de las Indias U_F:.W'U"''''"U que ella hubiera armada y namiento del sistema comercial teóricamente con­
entre otros temas, la remodelación y aislada foralmente, supuso casi una presen­ trolado por la Las flotas que llegaban a
modernización defensivas con incidencia en cia perturbadora en la vida cotidiana de la zona. hasta la Armada de las
las novohispanas. También una oficialidad institucionalmente aupada, instalaciones y de la Real
Los proyectos y planes de obras de los puntos a y con responsabilidades que a veces transcendían lo formaron parte de un sistema de control que
fortificar fueron objeto durante el XVIII de la estrictamente castrense, frecuentemente aunque no contara con una permanente articulación
de comisiones de técnicos e ingenieros una irrupción escasamente deseada entre las élites militar intervenía desde en el conjunto de la
PUERTOS, FOR71FICACIONES y DEFENSA DE LAS IND/AS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO
~~~~~~~~~~~~~~~-

estrechamente vinculado a las instalaciones en toela por el Consulado de de mas am


México cuva se basaba en el control de los distantes entre sí y fronteras
La financiación de esa infraestructura de control intercambios mediante el los núcleos mejor poblados, Entonces la necesidad
\. de a ella fue cambio de las de buenas cOmUl11Caclones la capacidad de
tensiones en distintos momentos la y avituallamiento de tropas, en el
historia de! virreinato, El Consulado de Comercio dian invertir merca~ contexto del Virreinato,
de la ciudad de ,\Iéxico eludió sistcmáticamente la dos secu brmente acosados La sociales
en gastos relacionados con las necesi~ dez - y esperar un o mas a asimismo otra defensiva relacionada con
dades de defensa del sistema de monopolio, pese a que la distribución de las mercancías prodUjera basta abora dcscritas, esta rcd
ser beneficiario del mismo; en cambio beneficios. La taIta de buenas comunicaciones era estuvo por infraestructuras diferentes en
e! Consulado de creado en 1795, de que apare~ función de los escenarios donde se
todos los proyectos cer de la noche mañana. El circuito comercial pero precisamente su conexIón con la situaclón
de su puerto. compuesto por los reales de los de las comunícaciones \. el de
de tan diferentes actitudes estuvo el que cad¡:¡ almacenes de la las ferias de la flota, se
mercantil tuvier¡:¡ unos mec¡:¡nismos con pero estructuradas ín\'er~ una ('r';nrH'"rlC'" ia de la
control económico diferentes, Los mexicanos bus~ Slones en otros sectores -grana, textiles virreinato.
Caron en cada situación en que se neron ganado, etc. . , lo que acaba· La prevención de tenSIones sociales hubo de
170 defensa la obtención ba de cerrar el paso a quien entrar en el a dos medios distintos, En prImer
círculo de los los consula~ bubo que conflictos característicos de
res de México las [eCuas de cuando eran
mulas la alcabala sobre -que ellos
también acababan administrando haciendo renta·
instal¡:¡cÍones en su puerto era, blc ,antes que la libre circulación por el interior.
inversión rentable. 1\ fines del siglo XVlIl el libre (oJJffrc!O trató de 1624 la sublevación contra el además
Las comunicaciones en el interior sin acabar con el estado de cosas descrito. Entonces se de poner de manifiesto la capacidad de
mantu vieron insertas lo que Il¡:¡mar un centró la atención la necesidad de grupos criollos para movilizar a las
de Precisamente I¡:¡ buenos caminos señaló la indefensión interna de la ciudad y la taita
una buena red postas, ran el transporte de de medios por parte de más altas
umda a la falta de un aparato recientemente v Veracruz autoridades coloniales. En \692 puramente la
fueron la;; claves que a ciertas estuvieron a e ll1vertir en una la que a punto estuvo de
el grado de invulnerabilidad -por inacce~ política como esa, en tanto que los mexicanos colapsar la de las
sibles deseable para los intereses del hicieron lo posible por retardar su puesta en efecto,
lndIaS a pensar incluso
casos mas llamativos fueron los de En definitiva se trataba claramente de una cuestión
en sacar a la poblaCión de la ciudad y
lTImeras o modernización adecu¡:¡ción
constllJ ir una muralla que aIslara técnicamente al
1J"""'''UV'A0 de cochinilla. de comUl1lCaClOnes
México de blancos de los alrededores
Ese sistema fue v virreinato durante al acabar el
v
PUERTOS, FORTIFICACION ES Y DEFENSA DE LAS INDIA S A TRAVES DEL VIRREINA TO NOVOHISPAN O

A raíz de la menc io nada sublevació n de 1692 en


ciudad de Méx ico se creó el RegimIe nto U rbano de
Come rcio fo rmado po r los co me rciantes de! Consu­
lado , a fin de co ntene r los mov imientos sociales
vio le ntos y e vitar qu e o tra vez fu e ran qu em ados los
fam osos (ojones del Parián - los almace nes do nde se
reuní an la s me rcancía s - situ ados e n la plaza
mavo r.
E n las áreas más alej adas, po r o tra parte, do nde
las funci o nes misio nales frecu ente me nte se ligaban
a ex igencias de co ntrol y defensa a nte hostilid ades
de indios bárba ros o directa me nte inte rpre tadas po r
e:\ tra njeros, también se hizo imprescindible la com­
bin ació n de l siste ma de p res idios co n pequCllas
g ua rn icio nes de carácte r m ás o me nos loca l. E n e!
no rte del v irreinato e l cordó n de pres id ios princi­
palme nte establecidos a partir de la visita de J osé de
Ga lvez de 1765 se caracteri zaron po r funcion ar 171
como cuñ as de aculrurac ió n; al ti e mpo fueron
puntoS de lanzamiento pa ra la conquista e incorpo­
ració n de áreas con inte rés econó mico , fuera por la
inco rpo raci ó n de nueva mano de o bra, por el uso
de pas tos o tierras aptas para c ulti vo s que reforza­
ran el aba stecimie nto de la fro ntera, o por la
aparició n de posibles yacimientos de metales pre­
ciosos que también redundaran en la consolidaci ó n
Vil (n
de la zona. A fines del XV III la cade na de presidios
de l Norte se había co nstiruid o en la espina dorsa l
\ ' I; R,\CRUl. y U ISJ.,\ ]) f', ULl ,\ , ,\RO lJ \'() C léi" léR,\ 1. DI ' SJ,\J,\l\;C,\S , ,\ 1. r , y D, \' 11 -151 del po bla miento hispánico de Ca lifornia , Nuevo
Méx ico y e! Sur de T exas, presentando tanto una
Las o bras destinadas a talc s efectos -cuand o O c tod as maneras tales c0 nst ruccio nes apoyaron fach ada di spuesta a repele r a~ res i o ne s ex rernas
llegaro n a materializa rse - apenas se ha n conserva­ frecue ntem e nte las neces id ades de co ntrol comercial desde el Golfo de Méx ico has ta el Pacifico , como
do has ta nuestros días po r habe r sid o realizadas con , - nacidas de los mo no po li os de los abastos a la una base esencial pa ra la sujec ió n de mo vi mientos
materi ales perecedero ~ , o po r habe r sido abandona­ ciudad concedidos por e l ca bildo al mejor posto r, soc iales propios de la din á mica de fronte ra.
das en cuanto se calmaro n los á nim os , o porqu e la co mo e ra habitual - , tanto co mo las d e ri vadas de la Los tres criterios defe nsivos ex pu es tOs, desa rro­
expa nsion de la manch a urba na las fu e destru yend o , internaci ó n de merca ncías de co ntrabando. llados a lo largo del pe río do co lo nial e n el área
FORTIFiCACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

estuvieron interrelacionados como ya carácter se consolidó antes de cuando todavía desde los comienzos fue la de la isla
se dijo, pero también localizados en torno a la el sistema de flotas y no se encontraba donde se levantó con el tiempo el fuerte de San
progresiva ordenación del territorio por definitivamente de Ulúa, lo que reunir ciertas condi­
el sistema de puertos, ferias anuales y mercados desarrollo de sistemas de intereses vinculados a ciones para la defensa en las que las autoridades
internos ligado al funcionamiento del monopolio. Veracruz y antes de 1560 hu­ cargaron lo más de su atención al com­
Los extremos de tal sistema que nos interesan biera sido impensable la infraestructura del mono­
directamente en esta son los básicos de polio tal como llegó a en la marineras de Veracruz fueron sin
todo el americano, en lo que respecta a mitad del XVI. embargo un sólido aliado en la de su
siglos XVI, XVIl y la práctica totalidad de la n<>lm'-r" por decirlo de algún fue duran­ sentido funcional. Ya en la Veracruz
mitad del XVIlI. Veracruz y fueron sin te muchos anos la única fundación estrictamente creció a duras penas durante los siglos XVI y XVJl;
a dudas las referencias principales del mono­ --característicamente del espa- clima malsano, el aislamiento respecto al interior
en Nueva la al contac­ CIO ya que la gran masa fundacional durante del año y la ausencia de un
to con la península y cada vez más al tráfico de del interior núcleo colonial poblamiento mÍmmamente útil para soste­
todo el y la vinculada a la relación componente prehispánico ner el urbano en hicieron de la
con Manila y, a través de importantes sectores paso de los pero La «ciudad» una desordenada mancha de construccio­
de la economía asiática e índica. Portobelo y fisonomía de Veracruz presentaba su entidad más nes precarias, habitada y sólo mante­
Panamá en el extremo sudeste centroamericano desde muy temprano, que la nida por el aluvión estacional que la
172 CH<'C_,,'_~ entre la PefÚnsula lbérica funcionalidad con que había nacido su exis­ anual de la con la
y prácticamente a toda tencia no a un sino más bien al celebración ferial. Todas esas dificultades fl1eron
Sudamérica efectivamente controlada comercial­ necesario contacto técnico con ampllamente por los almaceneros de la
mente por intereses Y también metrópoli. ciudad de México que siempre ~,",.m.. LUL

necesario referirse al golfo de mayorita­ Prioritariamente el enclave veracruzano consistía contra los flotistas de
riamente concentrado en Puerto Caballos y su en un puerto natural con no excesivamente buenas provocar la baja de
apoyo en el interior de San Pedro condiciones de atraque y desembarco, pero sí A fines del siglo XVII durante el tercio
relativamente bien ante sor­ del XVIII todas esas circunstancias se pusieron
presas Tampoco tuvo en los crudamente de manifiesto, al incidir las distintas
coloruales fama de ser puerto bien protegido de guerras europeas sobre el ya para entonces muy
J. Los hu"....l'''~ americanos del sistema vientos, ni de estar a salvo de los moluscos debilitado sistema de La
de mO'J'lop,olío caribeños que deterioraban los cascos de madera de de Veracruz que el esfuerzo
las embarcaciones. A comienzos del XVII los sular por orgaruzar y enviar la flota que mantuviera
1. Veracruz embarcaderos existentes estaban en condi­ la relación entre y colonias fuera
aparte de servir tan sólo para el amarre de técnicamente anulado desde el lado americano, y
Desde que Veracruz fue fundada por Hernán las lanchas que hacían el transbordo entre los muy novohlspano. Los almaceneros
Cortés y sus en 1519 se convirtió en la navíos y la playa. Tal situación apenas si de México tenían en sus manos el provocar el
principal y casi única referencia de !\lueva Espana cambió antes del último tercio del XVIII. desabastecimiento de las ciudades virrei­
para el con sede en Sevilla. Este la única técnica ostensible tanto como el saturar sus mercados mediante
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIA S A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

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EL Cr\STILLO DE SAN JU AN DE ULUA, ARCHfVO GENERA L D E fNDIAS. \IEXICü y n..DRlD¡\ , 107


PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

el desembarco de o tanos sobre puerto mismo y sobre las comunica- gran los dos virreinatos
razon de ello estaba en su entre Veracruz v 1\11b:ico. la Hasta 1679 por lo menos la
sumas altas concentración de diseños, v realizaciones en <,de la China» en
los finales del XVIII v Jos al proceso medcanos jugaron la
que afectaron también al de innovaCión háblCOS
\'eracruzano, San Juan de Ulúa, cación de \'
s<'\ruración interior -muchas
lo invendible de las de la flota en
calidad -, encarecía la opera­ 11, Ampulco mercados coloniales.
La Durante el x\'rr el
calor y la falta deliberada de almacenes mínimamen­ una ruta comercial entre 1'.:ueva volumcn comercial entre \' l<l
te acondicionados en del convirtiéndose en nexo funda­ del Consulado de Comercio mexic<lno
en determinado momento los mental para el funcionamiento de de inútil-
tenían que aceptar condiciones de compra cmno!tlía-¡II/lf/do en el que América los mercados
los de la llamada Edad tuvo donde la
esfuerzos de los su comienzo en los años 1 580, ruma de
ferias celebradas en Veracruz ' o la \'ecina consolidándose una relación de menos
propuesta por las autoridades virreinales con dos tramos bien el tramo entre
para Ja críolla-- eran verdade­ en ,\mérica que no hflcia sino su
ros saldos al por mayor en los que los consulares de las corrientes interamericanas dí­
Mb.ico basaban su )' crecientes. La colaboró la de recurrir a las
es fácil ciones \' restricciones minas de mercurio de [(weichon' cuando se
uno de dIvisaron los
por la institución mercantil de dén Huanca\'cJica. Desde 161 de
la Ciudad de :--léxico. awguc chino a México ieron para que la corona
,el.,. fines del Ir la corte reformista de los
el mecanís­
más c]ue nada con el CreCll11lenrO
tráfico comercial muv a la
europea la zona. abastecimiento
más inmediato así por mnto en las últimas la, estu\'o presente aunclue escaso cn las comunica­
nuevas financieras a emonces única décadas del XYl la entrada los ciones entre la corte \. el v;rrcinato de
mexicana. Desde el Consulado de Veracruz la América De
dio los resultados se buscaban: promover la destacaron rnul' por enCima Con tal estructura de condiCionamientos
de las instalaciones y apoyar chinos seda y seda írtlda co mantuvo en su concllción de puerro ,.,.",n"nr,
financiera técnicamente los proyectos una industria cransformación de tico sometido también al control técnico
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

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175
E L MUELLE DE VER1\CRUZ (Via" ,.0I/eI/24.1)

almaceneros de la ciudad de México, como en el frecuentemente colaboraban en pequeñas operacIo­ obra hasta aquellos parajes; la búsqueda de solucio­
caso veracru za no. Igualmente la s descripciones de nes de contrabando que tenían lugar e n ense nadas nes técnicas al paso del río Mezcala ~ho\' Balsas­
su aspecto bien avanzado el sig lo XV II ponen de situadas más al sur de Acapulco. Esa situación requirió tanG1 atención por los ingenieros militares
manifiesto un abandono minuciosamente ideado y imperó durante todo el siglo XV II y gran parte del como el di seño del propio castillo de San Diego en
consentido, a lo que se sumaba el cLlmulo de XV III, según informes y descripciones de algunos la bahía de Acapulco,
barreras orográficas, flu viales, climatológ icas y de­ visitantes. En los últimos años coloniales la guarni­ En cualquier caso la defensa de las costas del
mográficas que caracterizaban al (Omino real que ción asignada al puerto de AcapuJco fu e pau latina­ Pacífico mexicano no se limitó a Acapulco; en la
unía el puerto pacífico a la capital v irreina!. mente fijada, acabando de algún modo con el organización de milicias de los últimos años del
Los habitantes de Acapulco durante la ma yor abandono anterior. Los trabajos de fortificación XV III se asignaron cuerpos específICos para la
parte del año se limitaban a pequeños gnlpos de realizados hasta entonces - muy escasos y perece­ vig ilancia de las costas desde Tehuantepec hasta los
muleros, negros y marineros que no habían logrado deros - recibieron nueva atención aunque no llega­ límites de la intendencia de Valladolid de Michoa­
enrolarse en ningún barco. Las precarias instalacio­ ran al grado de efectividad de San Juan de Ulúa cán. Aungue tal vigilancia no se mostró perfecta­
nes destinadas a la celebración de la feria servían de situado frente a Veracruz, debido más que nada a mente organizada, ciertamente se logró un grado
habitáculo el resto del tiempo a vagabundos que las dificultades para trasladar materiales y mano de más alto de control de algunos tramos de costa
FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVOHISPANO

tanto como mayores dificultades a las como único desde el Caribe hacia las regiones la relación interoceá!1Jca en el istmo
contrabandistas que no a las dominadas por Perú. menos saldría de su ámbito de
de gran Y desde 1765 desde luego se Precisamente hacia 1587-1598 se produjo el único sería la disposición de los mercados más
contó con una buena de la bahía de cambio en la historia del paso panameílo, al ser cercanos de cara a sus productos.
AcapuJco, cosa que hasta entonces había faltado y sustituido el puerto de Nombre de Dios por el de Bajo tales supuestos igua 1 que sucedió en el
supuesto una barrera insalvable a la hora de proyec­ Portobelo en el lado caribeño de la relación. Las caso mexicano en torno Veracruz~ en el tránsito
tar cualquier tipo de para el puerto. razones de cambio fueron básicamente dos; del XVII al XV¡¡¡ se de manifiesto las
A todo ello por una parte las dificultades presentadas por el debilidades intrínsecas del sistema de flotas y
decirse que por vez primero ante e! aumento del volumen de mercan­ nes, en el concreto de Panamá-Perú. La
infraestructura de la marina de guerra en e! Pacífico cías transvasadas desde la década de los setenta, de en los merca­
novohispano. La base de pero la decisión hizo cuando Francis dos peruanos desde de! XVII Y la ruptura
estuvo en el de San Bias que cubría Drake en 1587 y 1589 mostró la debilidad de por la guerra de Sucesión acabaron por
tanto las costas hacia como la entrada en Nombre de de que en 1578 los la fería de los aJ10S
el Mar de en el que las de los en istmo y del último colonial. Ya desde los tiempos del
habían sido frecuentes. En el por negros cimarrones. Entre 1596 y 1598 Conde-Duque, peruanos habían de­
tepec también fue e! traslado a Portobelo se hizo Sin mostrado su de resistencia a los designios
la costa y, ya en grandes sobresaltos por cierto. de la corona e incluso sus de presión
176 de Realejo y la bahía de Fonseca sirvieron para El traslado de l'.:ombre de Dios a Portobelo no en la misma corte, a través del bloqueo de los
completar el sistema defensivo del virreinato. causó sobresaltos porque nada de asuntos virreinales. En las cuatro décadas
comercial ligada al istmo del XVIII los galeones de Portobclo de
transporte de mercancías en los la península sólo ser enviados en
desde la orilla caribeña hasta e! Pacífico fue durante 1721, 1723 Y 1730. Las razones no fueron la guerra
lIJ. Portobelo y Panamá los dos siglos de vigencia del sistema el tramo ni la situación económica de la sino la
más dificultoso y caro de la relación entre Sevilla y presión ejercida por peruanos median­
Durante los dos primeros coloniales el Perú. El transvase de mercancías había que te el mantenimiento de sus mercados saturados con
decirse que el Perú, y por extensión la América del realizarlo utilizando los llanos del río el fin de alejar a los con la amenaza
fueron vistos desde la península con los a base de mulas y carros. Eso un --comprobada por éstos~ de ofre­
más concretamente con los del sistema suculento negocio para los paname­ cerles precios ruinosos.
ístmico Portobe!o-Panamá. Las razones y el proceso ños que, lógicamente, nunca tuvieron el más míni­ Sobre los supuestos es rr\m!)rpn
para hasta ello son de sobra por lo mo interés porque la situación infraestruc­ que las instalaciones de fortificación y
que cabe sólo referirse a la estrecha vinculación turalmente. los puertos panameños aparezcan
como sistema de relación El dominio ejercido por la ciudad de Panamá desatendidas durante gran parte del
y colonias sudamericanas. Para sobre el transporte a través del istmo coincidía esfuerzos metropolitanos más firmes por consolidar
fueron definitivamente también con las prácticas monopólicas de los las posiciones ele Portobelo y Panamá tuvieron
la mitad del siglo XVI~ el arco ros, vinculados mayoritariamente al Consulado de durante el primer tercio del XVII, coincidiendo con
ya estaba claramente establecido Comercio de Lima. Cuanto mayor fuera el coste de las reformas de la defensa del de Olivares e
PUERTOS, FORTIFICACIONES Y DEFENSA DE LA S INDIAS A TR AVES DEL VIRREINA TO NOVOHlSPANO

Inclu so an les, l' e n los atl0S finales del mi sm o siglo


a causa de l os tens ible debilitamie nto del ststema
monopolístico , qu e trataron de acomete r algunas
destacadas perso nalidades de la co rte, es pec ia Imente
el conde de Oropesa.
Hasta 1635 la fru strac ió n d e los plane s el e reCLlpe­
ració n ele las riendas comercia les para la penínsu la
se debió más que nada a la falta de operatividad
financiera de la corte y del Consulad o de Sevill a,
agravada po r la dec linación d e la producción de
plata del Perú. A fin es del XVI I mismo, a la
d ecade ncia irreparable ele l sistema de ga leones se
sumó la pres ión extranjera perfectamente represe n­
tada por el intento colonizador escocés en el Dari én
lJue taró toda la década de 1m nove nta. Entre
ambas co \' unturas la ciudad de Panamá había tenido
que se r refundada en 1673 tras su d estrucción por la
escuadra de Henry Mo rga n dos año s antes, y en 177
1677 se acabó de constru ir la so mera fo rtificación de
Chag res y se intentó refo rza r Portobelo en prev i­
s ió n de futuras sorpresas. Pero prácticamente a
partir de entonces la función es tratég ica del istmo
entró en d ecadencia y con ella la s ex ige nci as de su
fortificación, lo que facilitaría el camino a la ar mada
inglesa para tomar Po rto belo en 1741.

4. El siglo XVIII y las nuevas fronteras "


,
0" 1 \
..
virreinales del Septentrión (

: T ] , ¡
E l s istema defen sivo d el g ran Norte del virreina­
to d e la Nueva España merece una especi a l men­ / )/: ,:,•. \ Ir 1Ii.'-' · 7

ción durante el sig lo XV III po r los cambios que en


él se produje ro n. La sociedad de dicha front era a
co mienzos de la era borbó nica prese ntaba unos
desa justes que era necesario rec tificar. La misión PLLRTO y c:..I S'fILLO DI-:·\ C.\l'l ·I. .CO ,\ RCHI\'() (;l'N I':R. \L [)~: l~D L IS. \IL:\ I( (l y FH1RID,\. 125
PUERTOS, FORTIfICACIONES Y DEFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL ViRR EINATO NOVOHISPANO

como institución ta nto evangelizad o ra como de sos en 16% a los p res idios y ranchos españoles, los de colon ización . E n conscc uencia, en presidios y
acu ltu ració n )' centro defe nsivo no funcionaba todo di sturbios de los indios ópatas sono rcnses en 1681 o mi siones llegó a coexisti r una pob lación mu y
lo bien Clllt se deseaba. Por eje mplo, los apac hes de la insurrección de los indios texas en 1693. A el lo diversa co n inte reses muy diferentes, lo cua l dio
Arizona )' N uevo :\léxico )' los comanches de Texas hay C]ue añadir que, después de casi un siglo de origen a constantcs enfrenramientos. E l clero regu­
nunca fueron red ucidos, durante la época que se contac to con los europeos, e l indígena había intro­ lar quería alcanzar sus fine s de form a pacífica,
come nta, a la vida sedentaria ni se consiguió un dUCido en su cultu ra como rasgos prestados todo mientras qu e m ilitares y colonos, menos pacientes,
grado de evangelización ace ptabl e, sino que sigui<:­ aq uello que sign ificara una meJoría en su s armas acudía n a procedim ientos un tanto má s agresivos.
ron prac ticando la caza y la recolecció n como y estrategias defensivas. El indio nómada, que se Los misioneros pretend ían separar fí sicamente a la
medio básico d e subsis tencia, a lo qu e ahora añadie­ resistía a ser acu lt urizado pacíficamente, resultó ser población indígena de la española para cubrir con
ron el ataq u<: y despojo de los reducidos)' ais lados así, irónicamente, curopeizado con gra n rapidez e n éxito la evangelización )' ac ulturización, ev ira ndo
centros de asenta miento hispánico s, )' con servaron lo que se refiere a téc nicas bélicas. r,as tribu s del as í los abusos y «ma los e jemp los» de la soc iedad
sus creencia, religiosas. Norte guerreaban mej or a comienzos dcl sig lo XVlll «v iciada)) de los españoles. Co lonos y militares
Estos desajus tes del sistema defensivo-colon iza­ que en años pasados. neces itaban de la mano de obra de los natu rales.
dor no han de ser vis tos unilatera lme nte como Para exp licar los defectos de! sistema de presi­ Por último, hay que recordar quc el gobierno y
conseCLle ncia de la incapacidad de lo s m isioneros y dios-misiones ha)' que aludir además a las tensio nes administrac ión dc los presidios y misiones de!
mili rares, sino que han de se r entendidos como e! cada vez más frecuentes habidas en la sociedad de Septentrión novohispano se fue complicando. Por
resultado del en trecru zamiento de fuer zas e intere­ fron tera. Las mi siones, en su cal idad de fungir a la la dinám ica propia dc la conqu ista se fue constru ­
178 ses tanto internos como ex ternos mucho más vez como ccntros defensivos, estaban dotados )' yendo una complejísima )' arbitraria red dc depe n­
com plejo. Po r uoa parte, la di latació n de los financ iados por la Rea l Hacienda de un cierto de ncia política de los presidios con el gobierno
antiguos puntos de colonización francobritánicos nLlmero de so ldad os y estaban cons truidas confo r­ ce ntral)' con los poderes locales. La autoridad de
en el subcontinente n orte se comportó como u na me a unos planos que recuerdan más a un a for taleza los capita nes de expedició n proced ía en unos casos
lín ea de fuego que empu jaba hacia OLlevos territo­ C]uc a un asentamiento misional. Así, un centro que del rey, en otros del v irrey de la Nue va España, o
rios a los hab itantes iodígenas. Por otra, y conecta­ fuera erigido como núcleo evangelizador se podía de la t\ ud iencia de N ueva C alicia )' más tarde de
do con es te proc<:so, los cambios demográficos y las comportar al mismo tiempo o en etapas sucesivas Nueva Vizcaya. Como e jemp lo se puede ci tar que
variaciones en los pat rones de subsistencia habidos como punto de colonización --la evangelización los presidios de Sina loa, Cerro Gordo y San Sebas­
en ciertas tribu s, como la de los apac hes, hicieron presuponía la sedentarización de la población indí­ tián (Chiame tla) dcpcndían directame nte del virrey,
que co menzaran a presentarse ten sio nes por el gena y por tanto la introducc ión de la agricultura auncl uc cstaban en la jurisdicción del reino de
solapamiento de las áreas ele influ encia - -campos y de defensa. P or su parte, aquellos que fueran Nueva Vizcaya. Esta situación se traducía a veces
de caza)' recolección -- de las div ersas tribu s entre fundados directamen te como pres idios con fines en LlOa defensa ineficaz del territorio, ya que cuando
sí. Como consecuencia se succd ieron enfrentamien­ clarame nte defensivos pronto adqu irían funci ones el gobernador pedía al capitán de un presidio apoyo
tos entr<: ind ígenas , ata clues a los presidios y heterogéneas, ya que se apro\'echaba para en v ia r a militar, aquél podía argu mentar que para e ll o
sublevaciones e n los centros de colon ización, crean­ ellos misione ros, y SLl propia dinámica interna necesitaba orden del vi rrey o de la perso na que le
do un clima de franca inseguridad . Si rvan como -necesidad de autoabastecimiento por la escasez o hubiera conferido su autoridad. Cada presidio se
e jemp lo la fam osa rebelión de 1680 en N uevo retrasos en e l envío de las do taciones económicas y vinculaba con el ce ntro de! virreinato y permanecía
México, los sucesos de fines de sig lo en Nueva del abastecim iento a través del situado novohispa­ por lo gene ral des vi nculado de o tros ya que no
Vizca\'a, las in vasiones de los tara humaras y tobo- no - hacía que se aca baran co nvirtiendo en nLlCleos había una línea de comunicación que cruzara late­
PUERTO S, FORTIFI CACIONES Y DEFENSA DE LAS INDlAS A TRAVES DEL VIRRElNA TO NOVOHISPA N O

ralmente e l territorio . En caso d e ataque difícilmen­ I\ntonio de V<llero (T e:-;as) en 171 8 por parte de los París, que su pu so un ro mpimien to en el ec]uilibrio
te se podían apoyar un o s fuert es a o tros por falta de españoles, Francia d ecl<lraría (171 9) la g uerra <1 teórico establecid o por U trecht. J ,o s efectos en
co munIcació n. E spru1<1 a fin d e hacer res petar el tratado de U trecht. suel o a mericano -ces ió n de la LLlÍ siana a E s paña,
r\ co mienzos del s ig lo xv 111 u na nue va situación Ello vino a represe ntar en la práctic<l 1<1 im'asi ó n de d e Canad á y Florid a (co n el fu erte de Sa n j\gLlstín y
en las relacio nes internacio nales d e la s principales la mi si('JI1 de los J'\ daes y el presidio de Panzaco la. 1<1 B<lhía de Panzaco la) a Ingl ate rra, recu pe r<lción de
potencias europeas y los ava nces de la coloni/.ació n Para co ntrarrestar esta nue \'a <lgresión e l m<lrqu és la isla de Cu ba por Es p<l ña, to mad a por los ing leses
no hispana en el subcontine nte norte hicieron qu e de San ,\lig uel de Ag ua\'o organi zó una ex pedición cn 1762- y más es pecíficamente en el siste m<l de
se produj eran importantes cambios y reacomod os (1720-1722) a Texa s co n la que logró recha7.a r <1 los defen sa españo l no se hi cieron es perar. Co mo
d e fuerza s en suel o a m erican o . E ntre una de sus fr anceses al erigir el presidio -mi sió n Nuestra Señora prim era medida, y a título provisional, se dispu so b
co nsecuencias hay c]ue d estacar clu e el s istema de del Pil ar de los A.daes (a nti gua misió n ,\daes) y el reducci ó n de aquell os pres idios qu e res ultaran
defen sa del no rte del v irreinato no\'ohispano resul­ presidio Nuestra Señora del Lorew cn el Seno ino perantes y b reubicación d e otros en los lugares
tó ser anacrónico y por tanto inope rante. \Iexicano. En 1732 la Lui si<l na pasó a ser <ldminis­ ah ora co nflictivos. D ecimos prov isional p ues se
La presencia ele franceses en lo qu e e ntonces se tr<lda po r la corona francesa. Se h<lbía co nsolidado , es taba fragu<lndo tod o un plan vastísimo, bien
llamaba la Luisiana, ;¡mplio )' vago te rritorio a lo po r tanto, la euñ9 9 ue rompi era la so lución dc pensado y p ro fundo de reformas p o r el qu e se in­
larg o de las márge nes del río ,\lisissipi, se fu e co ntinuidad d e b S' poses io nes e ~pa [lolas. La rlorida tentab<l actuali za r los antig uos esp<lc io s indi ano s a
haciendo m ás intcnsa desde los Clltimo s años del qu ed aba al O es te desconectad a dC' ·T exas. los nuevos intereses de la époc<l. Para cubrir ta le s
sig lo XV !I. La reacció n española no se hizo es perar. Los ingle ses L mb-ién ~ons titu )'e ron po r estos fines fu c enviado a la ue E spaña J osé de G álv ez
En 1690 se fundan los pres idios de San Franci sco mismos años uo m o nv o d ~ p reocupación para la como visitado r general (1 765 -1 77 1). Entre una de l79
de T ex;¡s, en el antiguo luga r de la co lo nia fran cesa defensa d el territorio españo l <lmericano , ya qu e su s mision es estaba, desput: ~ d e rec<lbar 1<1 info rma­
de La S<l lle; el d e Santa M arí<l de Cah'e , e n la v ie ja hacia 1717 peI1etraro n en la prO\ incia de Florida. ció n nccesada , la de pre parar al \'irreinmo para
P anzacob , y el d e San .Juan Bautista p ara vigilar y Co mo contr<l pa rtida se reforz<l rÍ<l urg ntemente el d efend erse de las agTes ip nes extranj e ras. r\ los dos
co ntener la pe netr<lció n gala. ~ n 1698 sc fo rtifica l;¡ pres idio d e S, II .A gustín y se inici aron, aunque sin atl 0 S de su estanci<l prcse ntó el pro\'ecto de la

Bahía de Panzacola, a lo yue los francese s contestan é:-; ito, los trámite pa ra la fi jac ión de los límites creació n de una Co mandancia \. Capita nía G eneral
con la construcció n del fu erte de Biloxi. En los anos entre C<l rolina y Flo r ida pcndic nte del tr<ltaelo de de las Pro vincias Internas, ya que estimó imposible
siguientes, )' dcb id o <1 la gue rra de suces ión esp año ­ 1670. r\ñ os má s tarde voh'crílln n <lraC:1 r (1738-1739) que el v irrey pudicra gobern <l r con eficacia una
1<1 (1 701 -1713), la po blació n fr ancoamericana logró s in fo rtu n<l b pl <lza dc Sa n Agustin. La l'az -de exten s ión tan grande y tan alej ad a de la cap ital. En
g randes <l vanccs en s us dominio s sobre suelo ameri­ E l Pardo (1739) puso fin a esta sitLlació n de forma 176lJ fu e ap rob<ldo el p roy ecto p ero no serí a sino
cano e intensificó su s relaciones co mercia les , logros mo mentán e<l, pues en diciembre del mismo año se hast<l 1776 cuan ( se hicie ra realid<lcl con el n o m­
qu e no pudo co ntrarres tar la exp edición de Domin­ decla raba la g ue rra entre lng bterra y Esp<l ña con lo bramie nto d e Teo doro d e Croi:-; como primer
g o Ra m ó n (1' 16-171 7) <1 Texas. La unión de las clue 1<1 fijación de límites quedaba una vez más comand<l nte general de las Pr()\'incia s Inte rn <ls. E l
coro nas españ o la y franc esa con el triunfo d e Felipe pospues ta . desen vol v imiento de la inde pendencia de l<ls col o ­
de ¡-\nj o u su'p u so momentá neamente una situació n {\ mediado s de siglo se estableció una nucva nias ingles<ls a meric<l n<ls (1776) d ebió de ser uno d e
ambig lla e n lus enfrentamientos diario s en s uelo d e l situación internacio nal des pu és de la gue rra de los factores qu e acel er<l ro n este no mbr<lmiento.
~ u ev o i\{undo, qu e no durar ía mucho tiempo s ucesión de A ustria (1740-1748), co ncJul d<l con b Es te gran «colch ó n » estaba co mpuesto por bs
pues to qu e tras las nu e vas fund <lciones del presidio fi r m<l de 1<1 Paz de J\qu isg rán, y de la g ue rra de prov inci<ls de Sinaloa, So nora, Ca liforni a, Nue va
d e Sa n ¡\nto nio de Bc:-;a r (Texas) )' la misió n San Siete A ñ os (1756-1763), cuyo cmo l<lrio fu e la Paz de Vi zcaya, CO<lhuila, T ex<ls y '\J ue vo ,\ l éx ico. Se
PUERTOS, FORTIFI CACIONES Y DfFENSA DE LAS INDIAS A TRAVES DEL VIRREINATO NOVO HISPANO

designó como capita l de la Co manda ncia el puebl o Hásicameoce el nuevo m ode lo defensi vo presentó
d e ¡\riLpe (Sonora). Los pres idios fu eron to talmen­ dos defectos. Por una pa rte, el s istema cle co rd ó n de
te reorganizados. Por el Reglamento de 1' 72 se presidios -- apro:\lmadamenre a cua re nta leg uas
creó un cordón trans versa l d e quince presidios unos de otros se basaba en un a concepción bé lica
(/\Ita r, Tubac, Terrenate, fronteras, Janos, San eu ro pea, por lo que si en principio era operativo
Buenaventura, Paso del Norte, Guajoqu illa, J u li­ para defender las agre sio nes de Franceses e ingleses
mes, Cerro G ord o, Sa n Sabá, Sa nta Rosa, ,\ Ionel o ­ 11 0 lo era tanto en relaci ó n con las incu rsiones d e

\'a, San Juan Bauti sta y Bahía d el E spíritu Santo) en los indíge nas, cu yas prácticas g ue rreras eran dife­
virtud del cual se supri mían o rcubicaba n v ieloS rentes . En segund o lugar, y pese a los esfuerzos
presidios o se creaban ot ros. E l mismo Reglamento realizad os al respecto , 110 se log ró un perfecto
marcaba co n todo luj o de d eta lles su consÚtuelón, entrenamIento y equipam ie nto adecuado de sus
go bierno, financi ació n, núme ro de so ldados, o bras, g uarniciones ni se co nsigu ió el,i ta r tota lmente los
armas, dotaci(')n, etc. ~ntre otros puntos se prohibía abu sos de los cap itanes.
a los gobernad ores y capitanes que tntervinieran e n D espués d e la g ue rra d e ind ependencia d e las
el pago de la tropa para evitar que, basándose en la co lo nias inglesas am erica nas, E spaña recuperó las
práctica de paga r los sueld os , parte en efecti \'0 \ . Pl o ridas - O rie n tal (Sa n Ag ustí n) y Occidenta l
~ If-k... ~f- ~' ~..:'".
pa rte en bie nes, ve ndie ran a los soldados a precios p,.
.,. <4 _ J....,;..... I..j.. ,," ~ ..._._.
(Panzaco la)- por la paz d e \fe r~a lles (1783). En
I SO e'\ ho rbitantes me rcancías de ínfima ca lidad en colu­ 1802 Carlos IV reintegró la Lui sial1a a Francia,
sió n con los come rciantes loca les . fijaba que cada qu ien a I año sig u ie nte la traspasó a los Estados
so ldado tendría que tener espada ancha, lanza, Unidos mediante ul1a compensaci ó n onerosa. En
adarga, escopeta, pistola, seis caballos y una mul a. 1819 Florida pa só a Formar parte de la Unión.
U n punto importa nrc es que separaba defin i­ En 1821 el antiguo territorio del virreinato de la
tivamente las funciones eva ng elizadoras de las Nu ev a España se co nvertía cn un lmperto indepen­
misio nes)' colonias civi les de las defensi vas de los die nte y he reuaba el v ie jo problema de la deFensa
presidios . de l Septe ntrió n. Se daba po r fina lizada la mi sión de
Cll 'J) \D D I; l' 1'.'.1.\ 1,1 .I R(J II I'() C I··S ~. R . \I . 1) 1·. I "I)LI~.
Ll diseño v cons trucción de los rCClen creados 1', I1\,I ,\ LI, S.I '.T,I 1 1-: \ (~ tTn ). H4
los a ntig uos pres idios co lo ni a les .
presid ios seguía má s o me nos UI1 modelo único.
S itu ados en luga res altos, rodead os de tie rras propi­
cia s para la ag ric ultu ra, co nstruidos ge ne ralme nte
de adobe sobre planta cuaurada o rectangula r con rio r se le va ntaban los a lmace nes, una capilla y la s
gr uesos muros de por lo menos diez pies de airo y peyueñas casas de o ficiales y sold :1d os .
una sola puerta d e acceso, estaban d otados en sus Este nuevo sistema, que se mantendría sin gran­
esqu inas de torreones, de tro neras en sus mu ros \­ des cambios hasta que las Provincias Intern as
e n a lg unos casos d e una e mpa li zad a ( presidio de fu era n cambiando d e soberan ía , reso l vió con efica ­
Tubac) de madera y bastiones en forma de diama nte cia los principales antiguos p roble mas de defen sa,
rodeándolo . P ro tegidos por estas obras en su inte­ pero no p or ell o ha d e crecrse que fu era perFecto.
La fachada sud-atlántica América.
Siglos XVI a
PEDRO A. VIVES AZANCOT
de ¡\Jadrld

1. El Río de la Plata en la estrategia de! Imperio.


2. La Banda Oriental, un bastión de América dd Sur, c. 1720-c. 1805,
3. La navegación del estuario del Plata, factor defensivo.
4. Periferias Patagonia y Magallanes.
PI. \\0 DU. ES'Ij\I\l} f\'¡¡¡'NTO
Tr':,"Ú\N r ü~ j\!C,l.b'F8 ,
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C. \ /,...,...... ,...... ,ft """'1 ,.,/".,_" \'J,k. ("J 26' ('.II~ 'j"'S .!d c .I, ¡'''t: d e ~ ,? .'....
( '.. " •• • ~f C• •., I,n.clf',.. r. \... , I,t~ ,"'<",1,.,. {", .~ I ;;;"I . {t da! ¡IIMI " ... U" A, .. ". _
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LA FACHADA SUD-/lTL/lNT/CA DE /lMER1C'.!1. SIGLOS XVl A XV!!!

hIstoria haccr gran cosa por fue un desde de una de pocas


madamente lo comienzo. que m mediata mente se orientaron la
Río en ei ele sin pW\'ocar una desestructu­
domi!1lo "uevo j\¡!undo del mundo e;1contrado.
un vastísimo conlunto de una
durante muchos oi V lCLtd o () ma 1 atendido atractivos de la costa
la ad rn inistración \' por lo mIS­ fundación efectiva tu viera ante la falta de
!110 cOn\'ertido a lo X \'11 norte, remontando los ríos cn lo
mente en una descomunai «puerta llamó inicialmente fuerte de Nuestra Señora
no en América. ya en 1537. La tierra del
de una e\'olución como sintética­ de un grupo la
mente la fru s trados su tierras respecto a la
dr la cuyo sólo medida en (jUC
llevado hasta allí. Ciertamente
de Sanl úcar de parece verosímil que la alianza con los de Panamá del c\tlánti­
Díaz de \ eo haCIa el Río de la Plata contaba con dos
del actual del
l'otra la
colonización. recorrido '1ue
fue primer núcleo yaliosos. Al no existir
área del Río de la contando I!1Centl vos
además la característica deseada por el caso dcl Carihe­ asunceño
LA FACH/WA SUD/ITLANTlCA DE AMERICA. SIGLOS XV! /i XV!1l

cjuedó desligado del sistema Imperial, hasta el el estuario que había servido de referencia y etapa de un reconocimiento efectivo del lugar donde
pu nto de eoncedérsele desde los primeros años la en las haCIa el Sur. l':n última instan­ fueran a ser emplazadas.
capacIdad para «elegID) sus propios gobernantes. [\ cia, también por esos años se Impulsó definitiva­ Institucionalmente Sltl embargo sí se puso en
partir de ahí cabe entender el abandono administra­ mente el poblamiento de Chilc tratando con ello de efecto una implementación de la zona, al convertir
tivo en c¡ue subsistió la zona. sentar el correspondiente OhSt;lCU lo en las costas del a Buenos A.ires en 1610 en la cabeza administrativa
En una especie de «regreso hacia el maDl, el Pacífico. de todo el Río de la Plata, excepción hecha de la
núc!co asuncello SIrVIó de pu nto de partida para la También desde ¡\ lto Perú se pusieron las bases reglón Paraguaya que, de todas maneras, quedó
fundación de Santa Fe en 1503, del Tucumán dos para no dejar esta ve? aislada la fundación del sometlda a la jurisdicción bonaerense. Para 1620
años más tarde \' aun de Córdoba en 1573, auncjue estuario rioplatense, de manera que en 1582 se puede decirse que el poblamiento estaba consol ida­
va cOll1cidicndo con las primeras expansiones hacia estableció el poblamiento de Salta, en el norte del do pese a lo precario aún de su esrabilidad demo­
el sur procedentes de Alto Perú. Para ese entonces área, í' doce años después se apovó con la fundación gráfica. Y una tendencia que ya nunca desaparecería
la situación continental del área del Plata segura­ de JujuI·. Pero evidentemente el principal esfuerzo comenzó a ciar sus primeros pasos: la creciente
mente había comenzado a cobrar un nuevo valor a se pretendía hacerlo en el mismo estrecho ele presencia de comerciantes portugueses, en función
la luz de la presión anglo-francesa sobre los puntos \hgallanes. En 1581 el arquiteeto-mgeniero l'ibur­ de la proximidad de Brasil, en el puerto de Buenos
débiles de la escructu ra imperial espar10la. Después eio Spannoehi dio las trazas para construir dos A.ires, como indicativo de que ya por aquel enton­
de que hacia 15"-'8 se tm-Iera constancia de que castillos precisameme en el mismo estrecho, con· ces e I Río de la PIara se mostraba como puerta de
Franeis Drake había iniciado su segunda circunna­ tanclo para ello con la información dada por Pedro fácil acceso ;1 las regiones mmeras de Alto Perú. El
184· del globo, util17.ando Impunemente el Sarmiento de Gamboa. Se pensó en cómo aprove­ destino hacía que la plata, al fin, no fuera una
estrecho de i\fagallanes, el Río de b Plata -enten­ char la piedra de los arrecifes, en llevar mano de simple referencia nommal y que fluyera por las
lhendo por él más que nada el estuarJo- se obra negra desde Cabo se contó con que regiones del área aunque fuese de forma ilegal,
convirtió en urgente de la defensa de las los indios de las cercanías colaborasen de buen incluso en piiiClJ que toela vía no habían recibido el
Indias. grado si se les trataba adecuadamente. úlrimo tratamiento en el proceso de la amalga­
En 1583 el ingeniero Bau tisra J\nt()nell i, L]Ue maelon.
\'iajó hasta el estrecho para calibrar las posibilidades Como entre 158U \' 164U la corona portuguesa
1. la Plata en la estrategia efecrivas de fonificarlo, informó a Felipe Il dc que eswvo integrada en la Monarquía UDlversal espa­
del habian levantado una tapia con su mano de cal \ ñola, durante esos sesenta años toda la fachada
(Odo para protegerla del agua hasta que se le hICiera atlántica del BrasiJ se incorporó a los planes de
La fundaCIón definItIva de Buenos r\lres en 1 la ({j!JliJa de mampostería. Pero también informaba defensa de la América hispánica. Por encima de
realii'.ada fLlndamentalmeme con el esfuerzo segre­ de que allí no había canteros diestros ni mediOS toJo la mayoría de aquel período correspondió a
gatorio del núcleo norteño dc ¡\sunClón, hal· L]Ue inmediatos para Un'ar a cabo la obra final. Con el los años de marores drficuitades para la monarquía
encuadrarla en la urgente política pobladora II1stada paso de los aJ10S ninguna noticia de que se española, a la hora cle hacer efectivos sus objetivos
desde la con el fín de que la zona sirviera levantara castillo alguno, ni iera de b existenCIa pero de toelas formas el dominio
a la dctc'osa y vigilanCia de las navegaciones por el de la obra provisional rcfenda por .'\ntonclli. Las espano[ de los [erriw[)()s portugueses apenas pasó
i\tlántlco Sur destinadas a la tra­ trazas de SpannochJ, reconocida su belleza de de una demostraCIón de soberanía, sobre cl princi­
vesía de \!lagallanes Se trataba de colocar un disei1o, seguramente huhieran SIdo wviablcs a la pio de respeto a las instituciones, jas costumbres )'
obstáculo a las aventuras preCIsamente en hora de realizarlas I·a que no estu\·ieron los grupos de presión netamente portugueses. En
LA FACHADA SUD-ATLANTlCA DE AMERICA. SIGLOS XVI A XVIII

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MAPA DEL RIO DE Lf\ PLAT¡\ Y ENSENADA DE Mt\LDONADO. ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS. M. P Y D. [-6

Brasil la defensa del Imperio se basó en la infraes­ tras recuperar Bahía en 1631, que el viejo Pernam­ li; las varias vías de! comercio clandestino de plata
tructura de fort iFicaciones nacida en los tiempos buco se convirtiera en el núcleo de una nueva era funcionaron con normalidad, la presencia extranjera
fundacionales de las tap lti/il íaJ dOl7afóriaJ o condicio­ de expansión azucarera bajo la supervisión holan­ en Buenos Aires no tuvo que ser especialmente
nada a partir de entonces. Y cuando los holandeses desa. disimulada, y los distantes poblamientos que articu­
iniciaron su concJu ista del noroeste brasileoo en Antes de 1680 el Río de la Plata no volvió a ser laban e! área mantu vieron su lenta marcha hacia la
1630, la resistencia luso-española no pudo evitar, objeto de atención espeClal por parte de la metrópo­ consolidación demográfica. Pero en aquel año de
LA FACHADA SUD-ATLANTICA DE AMERICA, SIGLOS XVI A XV!!!

1680 apareció frente a Buenos Aires, en la gue sería " - - -=.--- - -­

luego llamada Banda Oriental, la Colonia do Sarra­


//len/o: un enclave portug ués de so spechoso corte
norteeuropeo, d es tinado a canalizar fluida me nte y
sin sobresa ltos el provechoso río comercial genera­
do por la ciudad po rteña, Un a escandal o sa alarma
saltó a la pales tra de los asuntos imperiales hispáni ­
cos, ante aquel dcsafío al cabo ta n innecesa rio, Un
siglo des pués de «ascgurada» la zo na por Felipe II
el Río de la Plata vol vía a mostrarse en su calidad
de extremo débil del sistema españ ol y reguiriendo
Llna acció n decidida para ev ita r ma yo res sorpresas,
E l asunto de Colo nia dio p o r resultado uno de
los más sesud o s estudi os sobre la geog rafía y la
situación exacta de la ribera norte del estuario, Tal
informe tu vo su versión portugu esa - sabiamente
llevada al terreno de los co nocimientos propios de
186 comienzos del X\' I- y la co rres pondiente españ ola,
esfo rzada cn precisar co n los más avan zados recur­
sos del momento la clarísima soberanía hispánica
sobre el solar de la ofen sa, La línea de Tordesillas se
mostró entonces en toda su esple ndorosa ineficacia
como el primer día . En rodo caso, a raí z del
co nflicto de 1680 se inició una política informati va
sobre la situación de los distintos territorios riopla­
1:1 . IU'I> I RT I.\III ,:\TO IX. ::;(>1 .. 1 1\1 ;. \ 1;:\ U ll 'i\ ¡),I UOÍ'- DI Hll:\( >S ,I IRI :S ,11(c;I 11\ () (;1.:\I)('\ r. 0 1 I'<I) I.I~. 11l'l 0-( ) ~ \I RI ,\ , 1I
te nses, cu vos irregula res resultados sir v ie ron para
hacer una idea e n la co rre de Madrid del grado de
desco ntrol imperante en aquella s latitudes. sucul e nto, tanto com o la pos ibilidad de enviar las hacie nd as de los con v ento ~ . fue un botón ele
La sucesión al trono es pañol y el con sig uiente alglln I1C11/fo de p er llliso que, entre 1714 y 1722 al mu es tra de la facili u ad de penetración en lo s
conflicto de comienzos del X"lJI inte rrumpió tal menos, siempre llegó en plu ral y fu e acogid o con mercados a poco que se facilitara el camino ,
vez alguna iniciativa hacia e i Río de la Plata de la muestras de regocijo, Cuanuo en la década de los p,t{ ientras, también hacia 1732-39 se desa taban
q ue sólo se tienen co njeturas, y la may o ría impreci­ treinta la s concesio nes a lo s ingleses fueron re visa­ de vastadoras epidem ia s de \"iruela s entre la po bla­
sas, Lo que sí es netamente cierro es c¡ue el tratad o das por Es paña , va rios colegios jesuitas del Río de ción de Misiones· las red uccio nes jesuíticas clel
de Utrecht afectó de pla no al futuro de aquella s la Plata reclamaron cantidades elevadas l]Ue aqu é­ sur de Parag uay -- que probablemente a(ectaron a
regiones; el e/sien/o de esclavos co ncedido a 1ngla­ llos les adeudaba n y salieron a relucir en las cuentas otras zonas del curso balO del Paraná incluida
te rra tuvo en el litoral rioplatense un objetivo importantes co ntingentes de escla \'os empleados en Bu enos Aires; la expan sión brasileña hacia el SL1f
LA FACHADA SUD-ATL ANTlCA DE AMERICA. SIGLOS XV! A XVII1

llegó hasta casi el confín no rte del estuari o, abarcan­


do las extensas co marcas ga naderas ex plotadas por -) Y~cI/W . I
( . f
--:.' l/l' (IlJ/ll¡ú" I I<:1
I .. t ~ T.¡ ..'¡de/U j 1. (.)
(U d", ..1r..'-/t7~"lJ
los mi smos pueblos guaraníes. L a ciudad de Co­
J( '_ ~UCiW. 1 L '~/i¡·.J, I¡"U,..: , '1.. 1..=(i.'.l Iaá :' jJ¡1J"('¡<'i.:/i...
rrie ntes inic ió también un lento ensa nchamiento de dl.:/ ¿..,l:.""~\·I·¡ll, · I.J). "V{(illl · ~.Jy.;/l cÚ l:rlt~
su hlnterlond, j' de esa forma e l ex pe rimento jesuíti­ . . . 1 ;-,.r~·Y',.11 L'.''f/', S,'/L/:d.¿ {. ()".r S(;)"'lÚh(~(.f,
,," lo>.< .,;.." .... o/u, ,..,,,./, ..·I~"'.!.·.·"" /._. ...ú,.',,,, ..'.
co come nzó a qu ed a r técnicamente bloqueado en su
sistema de expl otac ió n de recu rsos.
Con el breve perío do de paz iniciado en 1748
entre las di stintas monarquía s europeas, )' habida
cuenta la c rcciente utilización del es pacio americano
para los enfrentamiento s bé licos, las coronas de
Po rtugal y España co rrieron a es tablecer un acu erdo
firm e sobre los confi nes de sus respecti vas so be ra­
nías en el co ntine nte sur del Nue vo Mundo. En
- . <..";.
,_o
.Id" : '¡I '\"~il

'__l!::..I. . .
f¡ot.,...

1750 estuvo li sto e l primer Tratado de Límites,


~
hábilme nte negOCiado por la corona portuguesa que ~

se hallaba en inmejorabl es condiciones para hacer f


~------~O! ~--~~------~~----------~~~----____~~-Lr________~~
va ler sus tntereses. Por lo que al Río de la Pl ata tJ ~. J/2 187
respecta, el Tratado de 1750 sentenciaba la prese n­
1..1 ¡'I\O"TI .I\ '\ DI'. I .. IS 1'.I .\JI',\5 [)1 '. LH 1 L~()S \IR I S .IRC HI \'O C r -"':l- R.\ I . U L. Il'-: Dl.IS. BlT.i':OS III(I '.S, 1 ~(1
cia portuguesa en las comarcas estancieras jes uíticas
del área d e Rí o Gra nd e hasta la laguna de ¡\ ,Terim.
El recorrid o de la frontera trazada de jaba del lado su [¡¡do, Carlos Ill , a poco de lle<Ta r al trono grado de desco nocimiento de las tierras sudamerica­
portug ués siete de los pu eblos de \Ii siones, los de español, denunció el tratado hispano " -portugués, nas más allá d e lo que el poblamie nto indíge na
fund ac ió n más tardía pero probablemente los más con lo que los tra baj os de demarcació n de la prehi spánico había Illostrado era mayo r de lo que se
activ os y mejor SItuados es tratégicamente. frontera en la América Meridional - a duras pena s podía espera r, al contrario (lue en el caso de los
Para 1752 había come nzado la que se llamó ,~uerr{/ comenzad os po r entonces - l]ueclaro n técnicamen­ portugueses que, al fin )' al cabo, se habían expan­
RNaulllí¡I{O que, entre ese año y e l de 1756, diezmó te estancados. En 1777 sin embargo se llegó a un sionad o a tra vés de la s bC/IIdeiras precisamente hasta
estructuralme nte la población de i\ !isiones a la vcz nuevo acuerdo sobre los limites, plasmado en un las variadas lat itud es que en 1750 reclama ro n para
que se ntó un precedente re velador acerca de la seg undo Tratado; e n es ta o casió n, como España ellos. En eualguier caso, la acome tida de los traba­
capacidad de maniobra de los jes uitas en las dos había logrado recuperar r<:giones vitales antes cedi­ jos de d emarcació n so bre todo desd e 1779 -1780
cortes peninsulares. E l terremo to de Lisboa de 1755 das, hubo pri sa en en via r comisiones de demarca­ implid) e l má s fabuloso desembarco de m atemáti­
quebró la hegemonía portug uesa en el marco d e la dores repart id as e n cuatro partidas qu e llev aran a cos, inge nieros, topógrafos )' naturalistas, todos
diplomacia ibé ri ca tanto co mo las arcas d e la cabo un leva ntamiento cartog ráfic o lo más rápida y imbuidos de los parabie nes de la Ilustracic'm , sob re
corona, de manera (lue la arrogante política de fie lmente posible de la fronte ra es tab lecida. las regiones rioplatenses . Co mo muestra, basta citar
Pombal tu 1'0 que ceder a partir d e ese año en la Sobre el papel tanto en 1750 como en 1777 todo los nombres de Diego de Al vear, G o nza lo de
mayoría de los frentes ahiertos hasta e ntonces. Po r parecía claro y realizable, pero sobre el terren o el Doblas, Ig nacio de Pasos, Francisco de Ag uirre \',
LA FACHADA SUD-ATLANTlCA DE AMERICA, SIGLOS XVI A XVfIl

especialmente, el gran Félix de Azara. Aparte de de integración en la estrateg ia imperial co mparable nada del imperio a ser co n si d erad~ /.ona cstratégic8
que gracias a sus trabajos se empezara a conocer cuando menos al peruano, si es que no llegó de primer ordC'n. Los orígene:; dcl poblamiento
definiti va mente el área del Plata, o de que intervi­ entonces a superar a Perú mismo au n cuando el oriental están --{:omo ~e ha indicado antes- - en la
nieran en iniciativas locales y en informes específi­ proceso integrador había sid o tan tardío. No quiere fundación dc Colonia do Sacrame nro por los brasi­
cos sobre las más div ersas materias, abrieron el decir esto que la metrópoli mantuviera un estricto leños en 1ú80; pero la vo luntad pobladora hispánica
camino para que las costas de la América Meridio­ control sobre la s regiones rioplatenses, pues hasta para contrarresta r ta l des, fío 8rr~ nca hacia 1720,
nal fuesen de una vez po r todas «descubiertas» cabe sos pechar que inclu so alg un os intendentes se sab iéndose quc seis años después el núcleo de
cartográficamente, ya que significaron t.1nto la base acomodaron en seguida a vie jas prácticas contra­ ,\ l onte\' icleo contab8 con unos 130-135 habitantes.
científica para e llo como la infraestructura humana bandistas; como ya he dicho e n otro lugar, la A partir ele ahí durante el sig lo ~ \' JI I se Fundaron
para que cartógrafos que llegaran lu ego contaran defensa es pañola de Indias se planteó siempre de por deseo metropolitano hasta catorce núcleos
con referencias concretas y útiles. cara a agresio nes extranjeras, dejando en manos de urbanos de variado tamaño, o tros cinco aparec ieron
El Tratado luso-hispa no de 1777 respondió en autoridades loca les la represic')D de posibles altera­ espo ntáne8mente, y hasta ci nco sitios fort ificaclos
gran medida a la nccesidad de fijar front eras, como ciones internas. E n el Río de la Piara esa fu e una llegaron a le\'antarse para hace r frente a la expan­
ya he dicho. Pero es que ju sto un año antes el Río rea lidad insoslaY<1ble pese a los aV<1 nces en b sión brasilcñ<1 que, aparte de la inicial Colonia, se
de la Plata había sido convertido cn Virreinato, presencia estratégica de tropa s españo las e instala­ traduj o e n Río Pardo y Porro ,\legre al norte de la
inclu ye ndo en su amplia jurisdicción todo el A lto ciones de gu erra. Y con todo yeso, el esfuerzo lag una Dos Patos \. Ríe 0rand e, cntre esa misma y
Perú minero ; evid en temente tal reaju ste estra tégico realizado entre 1776 v 1803 más o menos, se mostró la laguna Merim, más al Sur. Pero sin uuda el peso
188 y administrativo hacía urgente tal demarcació n de la incapaz de abo rtar la invasión ing lesa de 1806 ) específico de la regi ón estuvo v inculado a la
frontera con Brasi l, esta vez con más bazas en la '1807 con los solos medios militares. E n aquello~ concentración ele fuerzas e instalaciones navales de
mano para conservar zonas de gran valor defensivo acontec imiento s pesaron sobremancra dos condicio­ guerra en J\lonte\' ideo como apos tadero de la
como la costa al sur de Santa Cata lina, Ivli5iones, nantes de la defensa del estu<1rio: la concentración ;\farina Real, que contó también con astilleros y un
Moxas y Chiquitos, por lo que a la América estratégic<1 en b Banda Oriental )' el no h<1ber pl an de fortificación relativamente a\'a nzado para la
Meridional se refe ría, Co n la «auto no mía» v irreinal alc<1nz<1do para esas fechas un dominio técnico época, pe ro que a duras penas llegó a ser realidad
se daba el primer paso importante en la historia del pleno de la na vegación del estuario mismo. en alguna de sus partes.
área para afianzar su defen sa; con la introducción La dcfensa de la costa elel estuario supuso la
del sistema de intendencias en '1782 -fue el primer cre<1ción de plazas fuertes \'inculadas a la \'lgi lancia
espac io de la América española en el que se aplicó ;' entre las que pronto destacó San Fernanclo de
2. La Banda Oriental, un bastión de América
que sirv ió de experiencia para Perú y Nueva Espa­ ,\ laklonado 1' , de menor ord en pero ya en el
del Sur, c. 1720 - c. 1805
ña- la consolidación cstratégica cobró verdade ro Atlántico y frente a la presencia brasileña, Santa
cuerpo, ya que agilizó los trabajos para establece r Tercsa y San Miguel que no pasaron de su carácter
toda una red de apoyo log ístico a las instalaciones Si algo camcteriz<1 a la B<1nda Oriental en su básico de castillos, De rodas formas la co ncentra­
na vales de g.uerra del estuario, concentradas espe­ histori<1 colonial es, en primer lugar, lo brevc de ese ción militar en la Banda Oriental implicó que para
cialmente en la Banda Orienta l. pcríodo en comparación con otras regiones de la 1780-1790 la ac ti \' idad mercantil del pu erto de
Con la situación institucional alcanzada en 1782 y América española y, en segundo lugar, el haber Montev ideo se aprox imara, cuando menos por la
desarroll ada en los diez años siguientes con verda­ pasado en apenas un cuarto ele siglo - entre 1680 y intens idad de entradas y sa lidas, a la de la ve tera na
dera celeridad, el Río de la Plata alcanzó un grado 1720-1726 - de ser una regió n margina l y abando­ Buenos ¡\ires situada enfre nle. 0-10 faltaro n no ticias
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,I.-";/,, ,1 fllt:" ",,,~ JJ/'~f//J!., ,.,. i' ~ 1'J,'¿i/~·t{fh 1'1/ I'()~~f/I:J, " 111 'I 'm/ ,.,,1.. '
/¡ltI ¡\- 11I-h,J/"." .. dwl..h'. 'jUl' ~b';),' J ) l/llIftl , . ,.... Ilt f ;}II'~~/¿V' ,,(,tl/IIII:..,
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uIIIÚ'"I1J I L V 'J.'I,~" v¿/;'/J!/~J;" II"'I ~~""'IIfIl¡" /''''1/
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""xv '1"'" •• t';;" ~'0" ulti}¡1 , ;'1/1 t'./\I/Ii' . H " .!' ¡;W( l. , IJ í.~~I.·,/¡;,., 1",)/. tI

. ,'yá '¡,.} )"11" tI"!'~""~If' /" Á'JO' • • ' ;'Jo' ¡JI(·/'.,! A~!.;') .1II/~eIJl1, ,,¡" /"111 , •
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I:lATLRI,.\ D I ' L\ E:-\SFi\:\Dr\ Dl·. fL\RR :\GAN EN I-'L RIO D i': L·\ PI ..\T!\. ,\RC:HI\ 'O GFNF'R.\r. [)E l l\,Dl,\S. Bl :I'.]'.:OS .\lRI.s, Ir;
DA SUD-ATLANTICA DE AMERICA SIGLOS AvI

y opIniones que situaban i\lontev ideo to a la facilidad de Banda Oriental era llamada tan sólo «costa
dd puerto bonaerense e incluso lo cstuario y a la adecuada cuenta los restos de

como «pucrto único» dc Por lo demils en 1800 no por allí. Ya a

:vlontevidco muelle unos años \.Xi illiarn Toller

y la entrada del puerto a llenar y puede considerarse


que hacían difícil no sólo la que el problema fue de trans­
del de que comenzaron a
con un mínimo de frecuentar estuario a lo largo del al
hasta puertos aSiáticos \ la de desembarco se aumentar calados ---como fue característlco en
Su éllte local de armadores habla bien a las paso de los años y el deterioro XVIll lo que hasta entonces habían ,ldo
la transcendencia de su situación en las de la bahí;l. Pero con todo, .\lontevideo ¡ó cómodos canales empe;::aron a de serlo, Un
comerciales de fines del :\\'II I Y eomJenzos del I . siendo hasta bien entrado el slglo '\ IX un puerto de 1797 señalaba el «desmedl­
I.a conc]¡ción de apostadero de guerra cómodo que el de Buenos Aires. La razón para de lucro» de los comerciantes como
da de manera con :\[aldonado ello estuvo a las condiciones estruc­ \' encalles,
(lue en otras reglones dd Río ele la Plata turales del fue en realidad
consolidaran núcleos de arte­ el que más atención reqUIrió en los casi navegantes y no[­
sanal al abastecimiento de la ,\'[arina. Lo cuarenta últimos años de en la recibidos en Montevi
lIamati \10 fue la especializacj()[) de falta de tales hasta el 191
como astilleros en gran medida subsidia­
rlOS destinados a la construcción de embarcacio­
menores pan! el comercio Los 3. naVeJf!a.7lOn del estuario del Plata,
importantes estuvieron en Asunción y Corrien­
donde 18()S Se constru ían barcos de
de
sólo por
SlOO estua­
no en sernan
en cada puerto, cuando además lo normal era que
no hubieran por de o
examen de sus conocimientos efectivos.
Silvestre Ferretra de \' Las únicas instrucciones que a utilizarse
qLle en 1800 las necesidades de guerra a con cierta frecuencia para navegar por la zona
a su mayor redescubrir y utilizar. Aun siendo una durante el Xv([[ limitaban a informar sobre
resistencia al suficientes entrada más lenta que la tradicional del seI1alcs, sondeos vientos
ante el rozamiento. hasta el pu nto de ser conocida como el más corrientes y naturaleza de
De todas formas ,\Iontevideo debió su creeimien­ «infierno de 105 marIneros», en tanto que la de la más conocido fue el de
LA FACHA DA SUD-ATL ANTICA DE AMERICA. SIGLOS A"VI J\ XYIII

para el ca nal ~ur que facilItaba la tralTsía en tre


j í - - - - -
( ,;". 11' ,0<1 ;' ... ,(." .(" ,1" Ensenada y Buenos .\ires . Orras veces la s ay uda s
no eran muy d e agradece r, como en e l caso de la
'­ .;

ubicación d e la Roca Pamela necha por un tal


Joaquín Gaudin; el propio ,\ [alasp ina nabía fracasa­
do en 5U inte nto d e si tuarla con precisión, pero
Gaudín rea lizó un cuid adoso eSludi o del asunto e
hizo públicas sus conclusiones: los va ri os (lue las
s iguieron se fu ero n en de rechu ra hacia la roca, ya

- .-""-.
. '. que se comprobó que la había situ ado d os mil las
m ás pró~ ima a la costa ele lo qu e en realid ad estaba .
,. Ante ta l es tado d e cosas la neces id ad de cartogra­
~. ,~.
\....::;~.
fiar con p rec isi(')n el estuario del Plata se con\'i rti ó
'--­ e n los ve inte Cdt imos años co lonia les en cuestión
\
j
capital incluso y a veces sobre roJo· - para
-1
"";t aseg urar la eficacia defensi\'a . E n ell o se emplearon
'//
rec ursos cuantiosos y posib lemente dos d e los
192
"
m e jo res ca rtcigrafos llevados por la metrópoli a
./ . \ ,
América, Antonio J osé del Cas till o l' Andrés de
'] ..I y
- . . .""
~ ..: O llar vide que e n ocas io nes fu eron asesorados po r e l
,
\ propio Fé II ~ de Azara . A ellos se d ebieron las
"'! . {, f
....... p rimeras localizaciones de los dos principales ban­
",
.r<r cos arenosos de l P lata, así como el a punte d e su
l· '.
! .,.:
J pos ible der iva.
'. ,.};: Desde 1732 ca rrografiar el estuario fue un objeti­
.. . . ,
" .
, \: '-J, 1' 0 no sólo es pa'lol s ino también de ingleses )'
fra nceses, como seña ló en su momento Buoganvi­
lle. Pero lo cierto es (Jue hasta 1770 no exis tie ro n
cartas útiles a los na vegantes; de ese año probable­
mente era la carra d e ,\lonso Be rli guero destinada a
la navegación de las cos tas de Patago nia, es trecho
de Maga llanes l' ag uas de las ~la l v¡ n as, pero que
','
curiosame nte eludía l')reclsa r daros sob re el es tuario
de la Plata del que só lo seña laba accidentes g rose­
ros. T ambién d e 1770 fu e la carta de San ,\[ilJán l'
i\ fOl"TEVJDEO 1813. SER VJO O HI STORI CO i\1IL1TAR. 6354 E-17-34 segu ram e nte los pri meros trabajos de M alas pina.
LA FACHADA SUD-A TLA NTlCA DE AMERICA . SIGLOS }(Vl A )(VIll

En 1771 apareció la de Becerra y González que


probablemente no hizo sino ampliar y fijar algunos
datos conocidos por Berling ue ro, pero que logró
dar una información útil sobre los accesos a Maldo­
Plnm¡ c/d 2&IIQ f t) J,i"lrl'lla. JUI J~j'rOJ/(la [.Tul/lnr 111 la
nado, M ontevideo y la ensenada de Barragán. Sobre
esa información trabajaron luego José ¡\I[aría Cabrer I 'L!f1/¡rCtciOJL.J- - I
en 1780 y Malaspina en 1789, éste con la ayuda de I A fl1ll0 í,jtnix d-lf/tWCa?71
ofici ales na va les. 'ttWN/rf .B
t\l fin, los trabaj os ele Castillo y luego los ele Ie /lCI1t!..P'7:(!EfldL
Ollarvide acabaron por delimitar profundidades y el ID t.rCd?e/iZ de Caf(1col
comportamiento y situación de los bancos Ing lés y lEE v/!'Ilnáoll dt etla-.
Ortiz, cuya fama de pelig rosidad les hacía figurar iF~J'~ tWlldrJ'ufr!a!/ eoloun.
ha sta en los mapas generales de comienzos del X 1X. I¡JI abíOT./fá La ¿(¡dmmtw
, r¡ ,¿{,¡Imllm",
Los trabaj os de Ollarv icle lograron tal preci sión e n
la época que sirvieron ha sta 1840 al menos en
España, lo que permite suponer que precisa mente
en 1810 -cuando la rev olución de Independencia
estalló en Bue nos Aires - se empezaban a dar 193
condiciones adecuadas para plantear una defensa del ~,.'

.... '.0 - ~
estuario no sólo concentrada en la Banda Oriental. "- -!' ...

D e hecho, poco antes se habían empezado los


trabajos de medició n en la costa sur que fueron
interrumpidos por el acoso británico sobre Buenos
PROYECTO DE FA NA L EN LA ISLA DF FLORES. MONTFVIDEO (1 '';0'<<' pan" 90.2)
Aires. Y esa circunstancia precisamente permite
hacerse una idea de la s posib ilidades reales que
reunía la flota española con base en Monte Video,
hac ia 1806-1807. la frontera con Brasil, al norte de la Banda O riental. 4. Periferias estratégicas: Patagonia
La navegación del estuario, como puede colegir­ La costa patagó nica y el estrecho de ,\Jaga llanes y Alagallanes
se, fu e una de las barreras más ser ias con que mis mo, recibieron me nos atenc ión topográfica de la
tropezó la organización de una defensa estratégica que todos en la época reconocieron que merecían y Como ya se ha señalado, las costas del extremo
efecti va en el área del Río de la Plata. Y las necesitaban . Y también, co nsecuentemente, la ca­ sur del co ntinente y el trazado del estrecho de
dificultades de navegación en sí no fu eron la única rencia de levantamiento s mínimame nte fieles tanto Magallanes fueron caballo de batalla ele la est rategia
razó n, aunque sí el condicionante básico; el tiempo del estua rio como de las costas del su r, supuso la imperial desde 1570-1580. Sin embargo las dificulta­
y esfuerzos dedicados a las labores de cartografiado traba primordial para planificar una protección real des planteadas por la climatol og ía, la ausencia de
del es tuario se restaro n lógicame nte de otras labo­ de todo ello, sin hablar de las p os ibilidades de ase ntamientos españoles en tales latitudes y por
res, como era la de conocer y cartografiar también fortificación. tanro la material imposib ilidad de establecer puntos
LA FACHADA SUD-ATLANTICA DE ¡iMERICA. SIGLOS ){VI A XVIll

necesidad de contar con suficientes referencias para


=>' ( '[ 1. 7;~J I
- ' () P" llegar hasta Magallanes y Malvinas, que a una
1 111 "rlJ 11 .r'!., ,'(
l. ~ ¡ft l.f~~ ,t
.-- r intención medianamente firme de fortificar o defen­
, 1,\, "' i ~'1U.I'; . .... _ t 1 •• /I .!,f,1

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:l der de algún modo permanente aquellas latitudes.
La principal referencia estratégica de la costa
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: ti patagónica en e! último cuarto del siglo XVIlI fue
_~lll/'llrl Ú-.~,·tI( , ", . '¡IJ.,. '1/~ ,J. " I sin duda Puerto Deseado. La profunda bahía de
. ", ' .: r
~r:!:':::;7!.:t~~;:~:~·:;:··~~·' ~.,' .... I
Puerto Deseado, bastante bien conocida hacia 1770,
debió ser utilizada tanto por españoles como por
I
(~?" ,/I , d, /; / _
:
.. ingleses antes de 1780, año en que prácticamente
J. ,',,\ :.~ .. I •. < ",!, , ,),\ n I J'I...,.,,~ I sólo la utilizaron navíos españoles; sus condiciones
-\ . "\/, naturales fueron idóneas para controlar tanto la
n ;; navegación hacia e! estrecho como la encaminada
C i I
v · hacia las Malvinas. Además, desde 1781 sirvió de
E
r " base para acceder a las salinas del norte del mismo
. ' &'

• - '/o.
Puerto Deseado y a las de San Julián, contándose
-'
• O " ::'" .. .... . . . con tal abastecimiento en años de dificultades para
194 ~--"P .. ',r. r.lJ~' ("·o.l l · .l· j,I ,.~ .I,T .." '"
mantener abierta la ruta entre Buenos Aires y
,
" I Salinas Grandes.
... . "
r La misma tónica de reconocimiento y fijación de
I costas se siguió con el estrecho de Magallanes así
como con la Tierra de Fuego. Poco más que la
silueta costera y algunas comprobaciones de pro­
RIO DE LA PLATA Y SUS CONTORNOS. ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS , i\.1. P. Y D. V[-40
dundidades fueron posibles, teniendo en cuenta los
problemas climatológicos que planteaban tales lati­
tudes a la navegación a vela. Las islas Malvinas sin
fortificados en tramo alguno de tan vasta costa, arponeros ingleses, escoceses y norteamericanos, embargo recibieron una atención especial desde
hizo que a fines del período colonial la situación según se sabe por las denuncias presentadas ante los mediados de siglo, en la medida en que desde muy
fuera poco mejor que dos siglos antes. virreyes en Buenos Aires . Es probable que también pronto fueron base ocasional de franceses e ingle­
La proyección más extensa de navegaciones hacia llegaran hasta la ensenada de San J ulián algunos ses. El establecimiento británico hacia 1765-1766 de
las costas de la Patagonia parece arrancar entre 1770 balleneros catalanes, como también lo hicieron en la una posición fortificada en la Gran Malvina, generó
y 1780, década en la que desde Montevideo se inicia base de Chiloé en el Pacífico, pero poco seguro se por parte española un reconocimiento de! archipié­
la explotación de aquellas aguas litorales para la sabe al respecto. De cualquier forma la costa de lago sorprendentemente fiel para la época, antes del
caza de ballenas y lobos de mar básicamente. En Patagonia llegó tan sólo a ser mínimamente trazada ataque sobre Puerto Egmont de 1770.
tales actividades intervinieron, además de algún a partir de las expediciones enviadas por la armada Lo que las dificultades para controlar de manera
armador de Montevideo mismo, marinos, pilotos y española. Los resultados respondieron más a la efectiva Patagonia, MagalJanes o las Malvinas pu­
LA CElADA SUD-ATLANTICA DE Al'vlERlCA. SIGLOS XVI A XVIlI

invitaron a
drásticas con escaso alcance a
de la América ~"I/~"j
mostraron con tanta crudeza los
la defensiva
insistente en la fortificación
costosa, enfrentada con la labor de pene-
tración comercial mantenida por las
peas en el Río de P la ta
La infraestructura otro lado, 195
fue el resultado seeular de iniciativas
mente desvinculadas del sistema
cuando a

Orrental hicieron sino a la


dinámica encabezada desde atrás por Buenos
reforzándola todo caso antes que
car una de la exclusividad en la
zona. La imagen que Jos archivos
de Jos últimos rulos coloniales del Río de la Plata
muestra que la hubo esforzarse por
conocer, antes hacerlo por consolidar y defender
realmente.
Pacífico Sur
MARIA CONCEPCION GARCIA SAlZ
Comer/!{ulora Seuióí1 Colonial

1. Lima, Quayaquil y Valdivia

corno eslabones fundamentales en el comercio y defensa

de las costas del Pacifico.

EL PACIFICO SUR

Con el descubrimiento del Mar del por momento Imponían su pero pronto razones ele la misma índole son suficientes para
Vasco :-Júúez de Balboa en el hallazgo de las nquezas de los del la falt:< de Interés del hombrc amcncano
sión m:uína conocida Pacífico creó la neeesielad de prestar atención a este por adentrarse en el mar en una de
bre tranquilizador de Océano entró de gran a cuyas orillas nacieron muchas a la que, sin d 199
lleno en la historia europea. Hasta entonces ,en su de las culturas originarias ele aliuéllas con las que elesarrollo técnico \' de astronómica
conjunto, hasta mucho los tomaron contacto a lo del si- como la rml\'a,
con una extensión máxima del Cincuenta por ciento XV!. límites ele una costera \' fluvial de la que
de la superficie total desco~ Con ello parece claro quc 1:1 vida ele! hacían habitual.
nocido para qUlenes trataban de continente americano se transformó ~ust:1ncialmcn~ Hasta los europeos las aguas
por la vía occidental. la existencia del te :11 modificarse ~u relación con los océanos que le del océano la relación
Pací fico fue lino d e los errores que roelean. El natu ral de América se encontraba marítima entre Oriente
paradójlCamente, a América. el al margen de
Sin al margen de su If1cursión el
conocimiento europeo, este océano nutría al conti~ de la nue\'a cultura
nente dándole vida a través de las
oleadas humanas que cruzaban por el Norte vez como
aguas que mantenía las
dades de un contacto cultural con mun~

Atlántico la vía para cubrir los mas gUJenes, por cornentes


con otros mundos ambiciosos Esta v otras convirtieron en los ele la
EL PA CIFI CO SUR

influencia o riental en la cultura Valdivia, a la que se Un año más tarde, en 1526, Barto lomé Rui z tiene
consideraba la cuna de la cerámica americana. ocasión de confirmar la ve racidad de estas palabras
Las posibilidades de navegación tras pacífica no al encontrar en Punta G alera una balsa indigena,
agotan en sí mismas las relacio nes entre el hombre impulsada por una ve la de algodón, ca rgada de
americano y el océano, ya que su variadísima fauna mercancía s y ocupada po r ve inte ho mbres y muje­
dio suste nto a los diferentes pueblos que se estable­ res . Poco a poco los españo les fueron confirmando
cieron en sus costas, alg unos d e los cu ales se lo que era una realidad, el tráfico marítimo entre las
limitaron durante cientos de años a la reco lecció n poblaciones indígenas con el consiguiente aprove­
de mariscos y a la pesca, constitu yendo los célebres chamiento de determinadas e nsenadas como pu er­
«concheros». Sus frutos les pro po rcio naban no sólo toS en los que se realizaban numerosos trueques .
el alimento, sino el materia l necesa rio para los Por lo que se refiere al Pacífico Sur, son numerosos
implementos de caza y pesca e inclu so ado rnos los datos aportados por la documentación española,
perso nales y pigme ntos , como demues tran Jos múl­ en la que se refleja las características de la s comuni­
tiples ejemplos loca lizados en especial en la cos ta dades indígenas dedicadas a la pesca marítima en el BARCA AZTECA (r 'éa..t pan!'! 6.2)
chilena. Virreinato del Perú, desde mucho antes del esta bl e­
Más tarde, cuand o los exceden tes de producción cimiento del imperio incaico, así como la actividad
lo permitieron y el gus to po r los o bjetos o materia­ de sus mercaderes en tráfico realizado fundamental­ alto número de individuos, tres mil cita Rosrwo­
200 les no elaborados por la propi a soc iedad lo impul­ mente a base de balsas de totora. roski para el Curacazgo Chinchano, se dedicaran
só, el Pacífico se convirtió en una vía de influ encia El Padre José de Acosta describe al menos dos sólo a la pesca, qu e una vez secada y salada era
comercial entre J\tlesoamérica )' Su ramérica, como variedades de embarcaciones peruanas, narrando elemento esencia l en el Intercambio con la sierra,
lo señala perfectamente la existencia de puntos de como «forman haces de juncos o eneas secas muy incluso como fo rma de tributo.
similitud entre elementos de cultura materia l y téc­ apretadas a las cuales llaman balsas; y después de E l papel desem peñado po r la ciudad de Chincha
nicas de elaboración, en especial en la cerámica y la que los llevan a hombros al mar, los echan al agua du rante la época prehispánica, en continua relación
metalurgia. y saltan sobre ellas. Una vez hecho esto y ayudán­ comercial con la población ecuatoriana de Puerto
Si las pruebas arqueológicas son concluyentes en dose con pequeños juncos a modo de remos, se Viejo, do nde al parecer se reunía u na g ran di ve rsi­
este sentido no lo son menos las no ticias histó ricas adentran una o dos leguas en el mar pa ra pescar, y dad de productos entre los que no faltaba el oro, la
que pronto se deslizan en la correspondencia con la llevan consigo sus aparejos y redes encima de estas pl ata, y el cobre procedentes de la sierra, nos hace
Península e incluso no falta la ocasión de compro­ balsas. Echan las redes y se quedan pescando la recordar funciones mu y se mejantes dese mpeñadas
barlo directamente. Como cuando Rodrigo de Al­ mayo r p arte d el día y de la noche.. . Había otros en el pe ríodo colonial por o tras poblaciones funda­
bornoz escribe al rey en 1525, haciéndose eco de las indios de los Valles de Yca que iban a pescar en das por los españoles.
informaciones recibidas a tra vés d e los indios barquichuelas de cuero o de pieles de foca llenas de Hac ia el Sur, en tier ra s mucho más inhóspitas
mexicanos que afirmaban como en tiempos de sus aire y de cu ando en cuando la pinchaban como si que las peruanas, los a raucanos también utilizaron
antepasados llegaban hasta Zacawla, en la costa fueran pelo tas de aire para que no se hundieraID). diferentes tipos de em barcacio nes que sig uieron
oes te, «ciertos indios de ciertas islas al Sur. .. en unas Se había superado ya el ni vel de autoabasteci­ empleando y perfeccio nando a lo largo de los si­
g randes piraguas y les traían allí cosas gentiles de mie nto y el g rado de espec ialización de los habitan­ glos XV I, XV II, Y XV II1- A las diferentes necesidades
resca te y llevaban otras de la tierra ... ». tes de Jos valles cos te ros peruanos, permitió que un se respondía con una variedad de medios de trans­
EL PACIFICO SUR

mas habitual de subsistencia. En su interior se


conservaba el fuego a lo largo de todo el viaje,
'. . .' reducido a un permanente rescoldo, y la persecu­
ción y caza de las balle nas y focas consumía gran
parte de su limitada vida, ya que el somero revesti­
miento con que se cubrían sobre todo por los
costados, no era sufic iente para impedir un rápido
deterioro.
Es ev id ente, pues, que la navegación costera por
e l Pacífico, no era algo desconocido por los pueblos
indígenas americanos al su r de la línea del Ecuador.
El hombre americano extraía del océano g ran parte
de sus medios de vida, lo utilizaba como vía de
transpo rte, y se sentía vinculado a él a través de sus
creencias relig iosas pues marina era la procedencia
de algu nas de las divinidades más importa ntes del
panteón de los pueblos costeros, reflejá ndose en
ell o la inte nsidad de su relación. 201
Sin embargo, un área no costera, el Alto Perú, y
un conjunto de productos, los metales preciosos,
que nada tenían qu e ver con el mar pues inclu so se
..
.1 .;

lo" O ·
1"
podía acceder a sus fuentes de producción sin
neces idad de utilizar esta vía, aparecen en la historia
colonial como los determinantes de un complejo
en tramado comercial y defensivo organizado a lo
largo del Mar del Su r. La canalización de la
distribución de la plata procedente de las minas de
PUERTO DlóL CA L! .;\() Y ClUDAD Dr:. I.IMA ( r 'iaSr paJlJ '/8} .I) Potosí, con destino a Es paña, y el abas tecim iento de
bienes de equipo necesario para la extracción del
mineral y para el mantenimiento de la población
porte marítimo que alcanzaba desde el bote de tablas tan impo rtante ComO su propia casa, pues en ella allí ac umulada, convirtió al Océano Pacífico en uno
ajustadas con cuerdas y hojas cubriendo las juntu­ vivían g ran parte del año durante las largas trave­ de los principales protago ni sta s de la historia de
ras, a canoas hechas de un solo tronco y balsas de sías en la s que participaba toda la familia. este período.
madera de ciprés o de laurel. Todavía más al Sur, Para estos indígenas, la canoa de corteza de árbol, Todo ello como consecuencia de la relación
en Tierra del Fuego, la embarcación se convierte elaborada con gran esmero po r los hombres y con­ comercial que España intentó establecer con Améri­
para algunos pueblos, como los Yaganes, en algo ducida con habilidad por las mujeres, es el medio ca, el mo nopolio, de modo que a la economía ame­
EL PACIFICO SUR

rIcana se la impusieron unos canales de distribu­


cIón que permlt1eran el rígido control con e! que se
pretendía rentabilizar e! sistema. Para ello se esta­

~. '\\ ~.~

blecieron prioridades en cuanto a los productos que

~
debían ser obtenidos de cada lugar, los puntos
13
donde había que establecer su intercambio y las vías 160
definitivas de su transporte. Todo ello de manera
que se evitase la competencia con los productos
procedentes de la metrópol i, se vigilase de cerca la
actividad de un mercado que debía evitar la fuga de
dinero y se garantizase físicamente la ruta comer­
cial, larga \' sujeta a numerosos avatares.
Evidentemente, la extrema complejidad de este
entramado y la enorme extensión del área cuya
actividad total se quería dirigir desde España,
demostró la ineficacia de la mayoría de las leyes que
se dieron en este sentido a lo largo de la historia
202 colonial, introduciéndose las mercancías europeas
en manos de comerciantes extranjeros desde la L Bajo.• á,Payana.
2. Eftn-tJ á,Ainb,lí.
propia España, multiplicándose los puntos de de­ 3. F"u,blOeú'>laclir.zI",.1
4. Bajos ckMachala.
sembarco y venta de estos productos en todas las 5. Río lÚ Sitf,.

6'. R./o lÚTmSUt.

costas americanas, al margen de las ferias oficiales y 7. ¡u" d, Bafao.


hostigándose al transporte de mercancías america­ 8. Río d, Bola.
a. Río á,INarunxa/.
nas a España, con el oro y la plata como principal lo·Rio de Tura.
I LIsIa d, S~Clara.
objetivo, al llue se conseguía llegar tanto en sus
puntos de almacenamiento como en plena ru tao
Por esta causa para la corona española el Océano
Pacífico, más río de la plata que ningún otro, se L\ crUDAD DE G1L\ y,\QUll. (r "/aJ" pand i 9.2)
convierte en una grave fuente de problemas puesto
llue tan preciada mercancía y tan regularmente
transportada no podía menos que atraer, como la 1. Lima, Guayaquil y Valdivia como eslabones como centro redistribllldor del comercio realizado
miel a las moscas, a miembros de otras naciones fundamentales en el comercio y defensa en toda la zona es algo fundamental desde su
europeas que, más o menos disfrazados de aventu­ de las costas del Pacifico \, 'Z~' Q fundación, según bs instrucciones dadas por Fran­
reros y piratas en solitario, reclamaban para sí y sus cisco Pizarro a los hombres encargados de localizar
señores parte del pastel. La importancia de Lima como cabeza administra­ el lugar Idóneo para instalar la capital que debía
tiva del virreinato de! Perú y de su puerto El Callao disponer «de muy buen puerto para la carga y
EL PACIFICO SUR

descarga d e los navíos que vlt1Jeran a esros reInOS tierra penetrando a través de e llos hacia el interi o r quitaban rentabilidad al esfuerzo . Hacia e llas iba n
pa ra desde aquí se pro vean d e las cosas necesa rias e n una pequeña pero eficaz red de co muni cac io­ desde muy temprano la s h arinas, los v inos, y las
los otros pu ebl os CJue están fun dad os y se fundaron nes, aprovechando lo ya realizado en é poca prehi s­ aceitunas, ejemplo claro de cómo la impl antac ió n
en tie rra ade ntro». Co n ello e l centro ne urálg ico de l pá mca. del trigo, la vid y e l o liv o había dad o mag níficos
Perú se tras ladó a la costa pasando la sierra, q ue A la capital llegaban g ran cantid ad de productos resultados, hasta CJue el te rre moto ue 1687 afectó de
había ocupado un luga r preemine nte e n la é poca p rocede ntes ta nto de la sie rra com o de los fé rtiles tal manera a la costa limeña y los va lles qu e la
inca ica, a un segundo pl ano, y desde allí se va a va lles que la rodeaba n y desde alli , rum bo a l No rte, rodeaban q ue, destrozad os SL1S sistemas de riego y
inte ntar co ntrolar toda la ac ti v id ad de l virre ina to, se di stribuían según las dema ndas de l me rcado, va riado el curso de los ríos que los o ri g inaba n, la
mante niendo en acti vo numerosos peq ueños e ncla­ ace ptando la s no rmas lega les que se imponían o producción dis minu yó de ta l fo rma q ue se impu so
ves, di stribuidos tan to hacia el No rte co mo hac ia e l sorteándo las com o me jo r se podía, utiliza ndo inclu ­ e l recurrir a o tras fue n tes, es pec ialmente e n el caso
Su r y co municados a su vez po r vía ma rí tima y po r so vías de co municac ión mu y sec unda rias que del trigo suplantado a pa rti r de e ntonces po r el de

PROY ECTO DE DLf'l ::NSr\S DEL 1\10 GUA VAQU Il. ( 1 ' j<lu punel 80.3)

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EL PACIFICO SUR

origen chileno , que ante la fuerte demanda aume ntó mucho tiempo. También en fechas cercanas Buenos puede considerarse en p rincipio propicia para la
con siderablemente su producció n, aunqu e su distri­ Aires absorbe directamente la salida de la plata del vida humana po r Jo insalubre de sus terrenos
bució n siguió manteniéndose en manos de los A lto Perú hacia el Atlántico hasta centralizarla pantanosos, sometidos con stanteme nte a las inun­
navie ros limeños. totalmente en 1776 en que la c reación del propio daciones marina s, sin embargo esta misma locali za­
Por el co ntrario, a Perú llegaban desde el N orte Virreinato de la Plata separó administrati vamente ció n la convierte en un punto privil egiado en la red
gran variedad de maderas procedentes tanto de los impo rtantes centros mineros que perdie ron su co mercial cJue se te je a lo largo del Virreinato del
Nicarag ua, e l cedro ro jo , como de Cuba, el ébano, y dependencia de Lima. Pe rú.
Guayaquil, así como diferentes productos tintóreos A esta fuerte activ idad mercantil se sumaba hacia 1\ la salida del estuario la isla de Puná, desde la
tan necesarios para los obrajes. el Norte la ciudad de Gu ayaquil superando las que el propio Belalcázar hizo su e ntrada en la
El comercio de más enve rgadura, el que de bería extraordinarias dificultades del transpo rte terrestre, provincia, constituye su may or defensa natural, al
de introducirse desde E spaña y el que comenzó a en el c1ue las recu as de mul as debían de dar impedir la libre navegaci ó n de los barcos, especial­
hacer su apa rición desde Fili p inas fu e para el Perú numerosas vueltas qu e alargaban interminablemen­ me nte por uno de sus flanc os, obliga ndo así a quien
co ntinua fuente de prohibici o nes , destinadas como te el viaje, al aprovechar las cu encas de los ríos, qui siera pene trar en la m isma ciudad a hacerlo po r
ya d ecíamos a evitar que bu ena parte de la plata cuando esto era pos ible, co mo vías de com unica­ un solo paso fácil, en teoría, de protege r. /\ pesar
extraída de Po tosí tomase otra v ía que no fuera la ció n más cómodas y rápidas dando o rigen, en la de todo, a lo la rgo del sig lo X Vlf y buena parte
de la Península. desembocadura de éstos, a núcleos de g ran acti vi­ del XV III la ciudad fue re petidas veces acosada por
La fue rte acti vidad co mercial de Lima y su dad comercial, con me rcados en los qu e se almace­ los ataques de ho landeses, ingleses y franceses,
204 puerto co nstiruía así un elemento sobradamente naban y vendían los productos procedentes de mu y q uienes, ya en 1615 consigui eron e ntrar al golfo,
atractivo para todo aquel emprendedo r pirata o di versas partes de la sie rra andina, al tiempo que se llega ndo a destruir al ciudad e n 1624 el holandés
bucanero que quisiera alcanza r un cuantioso bo tín, recibían por mar los ca rgamentos procede ntes de H eme rite Clerk, que nue vamente fue saqueada,. a
ya fu era en el mar atacando al tran sporte en plena Es paña y o tras regio nes ame ricanas q ue, a part ir de final es del XV II y principios de l XV III, en varias
na vegació n o en tierra, consiguiendo entrar en las aqu í, iniciaban de nu evo su cam ino hac ia las tierras ocasio nes, por el inglés Trowley y el francés Gront,
ciudades donde se almace naban las mayores canti­ interiores. demostrando qu e, una vez superad a o esqu ivada la
dades, a la cabeza de las que se encontraba, sin Gu ayaquil, en la p ro vincia del mismo nombre, isla de Puná, Guayaquil es taba a me rced de sus
ningún género de dudas Lima, dirig iéndose sólo a cumplía a mpliamente estos requisitos por lo que lo asa ltantes ya que su defen sa se confiaba exclu siva­
los pequeños pu estos intermedios en casos muy azaroso de los primeros años de su fundació n no m ente a una muralla de cal y ca nto co nstruida en
contados y para solucio nar pro blema s de aprovisio­ indujo a abando narla de fo rma definitiva. D esde 1681 para refo rzar la mínima protecció n c¡ue le
namiento. 1535 en que fu e fundada po r prime ra vez po r concedía una za nja circundante , reservando a los
A partir de 171 3 en qu e las relacio nes es tablecidas Sebas tián de Belalcáza r hasta apro ximadamente pequeños fuertes de San Carlos y Santo D o mingo
por la monarquía es pañola con los franceses pe rmi­ 1547, en que parece que se consigue su fundación una funci ó n estratég ica.
tían su participació n directa en el come rcio ame rica­ definiti va, la ciudad sufre suces ivos traslados a Al co menzar la última década del sig lo XV II la
no , la vía de distribució n de la plata americana se cau sa de los ataques de los indígenas que consiguen ciudad sufre un nuevo traslado, encla vá ndose a poca
trastocó fundamentalmente, dirig iéndose hacia el arrasarla en más de una ocasión . dista ncia de la anterio r, con la c¡ue se co munica a
Sur, a tra vés del Cabo de Hornos , en los barcos de Su situación en el estua rio del G uayas, al q ue trav és de UD puente de made ra, camb iando la
los nuevos a]jad os, que sustitu yeron al obsoleto co nfluyen numerosos y caudal osos cursos fluvial es , estructura irreg ular de aqu é lla po r una dispos ición
sistema de floras, en total decadencia desde hacía ya confundiéndose con el Golfo de Guayaquil, no en retícula. A pesar de ello, la co mposició n del
EL PACIFICO SUR

terreno, cada vez más pantanoso, al situarse casi al incidencia en los astilleros a los que nos referimos a la ciudad en t 'cep táculo de
nivel del mar, obligó a un tipo de construcción posteriormente, dedicó al comercio inrerreg ional, lucro ' proceden te. de :las las
liviano y poco duradero que, avanzando incluso especialmente al Callao, donde era tan necesaria vertientes del Pacífico, d sde 6:hile a J\rJéx ico, ap ro­
hasta la ribera del río pierde pronto las característi­ para la reparación de los barcos. El roble proceden­ vechando algu s para su p ro p io consu m o )' e n~
cas urbanas . te de Yaguachi, el palo María de Bulubulu y la bal s yiando la ma, ó~ h; óa 10$ má$ diferen tes pu nto
En realidad, la vida de la ciudad se desarrolló en de Palengue, son las principales variedades qu d l' virreinato.
torno a dos actividades fundamentales, estrecha­ aportaba la provincia. Pa a cÓntrp lar este trafi o , n <:l interi01' d · la
mente ligadas en tre sí y condicionantes al mismo U n segundo aspecto de esta actividad comercial pro i¡¡cia y e}l '-puntos estrat ' g ico, del rranspbr­
tiempo de los cuferentes trabajos realizados en un te fluvial, .. sltLlaron a iferentes aduan ' n las que
amplio radio de influencia que comprende la mayor se recogían los impul:stos oficiales con gue se
El. BENEFICIO DE LJ\ BREA ( 1"éaH j>"ntl46.J)
parte de la prov incia. De esta form a el comercio )' cargaban estas actividlldes, Así, los productos gue
la fabricación y reparación de barcos ocuparon a la bajaban de la s provincias Je ~uenca y Riobamba, se
población activa de una manera casi exclu siva encontraban en los ríos Chiquiyac y Yaguachi con
di stribuvéndola en los difere ntes sec tores de los la necesidad de cumplir este reguisito sj querían
serv IcIos. llegar a Guayaquil. Lo mi smo sucedía en Babanoyo ,
El comercio realizado en torno a Guayaqu il tiene donde hasta se realizaba una importante feria en la
tres vertientes totalmente interdependientes entre que se intercambiaban los productos procedentes de
sí. E n primer luga r ha y que considerar la propia la sie rra, con destino a Guayayuil, con los que, 205
producción de la zona, que a finales del sig lo XVI se llegados de aquélla venían desde otros puntos
decantó en torno a un producto, el cacao, que americanos y desde E spaña, gue posteriorme nte se
pronto llegó a cubrir las necesidades de un mercado distribuían con desigual fortuna por la sierra an­
como el mexicano del gue es originario y a compe­ dina,
tir con otras áreas gue en principio llevaron la El pueblo de Santa Elenea suministraba a Guaya­
cabeza de la producción, como fue Guatemala. La quil parte de la sa l gue consumía y del partido de
fuerza con gue irrumpió este producto, debido a su Portoviejo le llegaba la pita en tal abundancia gue le
abundancia y poco coste, llevó a las autoridades a permitía cubrir tanto las necesidades propias como
imponer numerosas traba s que dificulta se su difu­ el comercio con Perú.
sión, a fin de beneficiar al mismo producto proce­ De fuera de sus límites geográficos Guayaguil
dente de otras áreas como Venezuela, tratando de recibía el trigo, la s jarcias y los cordeles, y el cobre
evitar al mi smo tiempo glle los barcos que llegaban chileno así como los numerosos productos agríco­
a Acapulco con su cargamento de cacao, volvieran las gue daban los valles peruanos,
a Guayagllil con las prohibida s mercancías chinas. Por último, dominando y condicionando todo
La madera, producida en gran cantidad y varie­ este e ntramado, el comercio con la metrópoli hacía
dad en toda la provincia, fue otro de los bienes de Guayaquil un punto fundamental en la ruta de
propios que Guayaquil, a parte de utilizar en g ran la plata peruana, que en ocasiones iba acompaña­
cantidad en el consumo interior, con especial da de oro, perla s, cacao y otros bienes que interesa­
EL PACIFICO SUR

que no estuvieran a los vaivenes del de sus autores sólo se advcrtir una
que pronto se a utilizar la fibra de finalizado el barco, que no podía rcsistir el peso
que criaba en la misma Isla de o la de los cañones con que se le pretendía armar.
aunque estopa de coco, que encontrar con faCJIidacl los intereses creados en torno al
artículos de lujo que desde allí se en la costa evitando con ello la depen­ que se mo\' ía en fuertes sumas con este
mercados más interesados como o' dencia de tanto sucedió con el eran la causa ele muchos de los
Lima. local al darle el mismo uso que a la brea novohis­ bllscaban un
E,s evidente que toda esta actividad se centró en pana. SJt1 reparar

a las facilidades que la situación Los barcos construidos en estos astilleros no en las consecuencias,
ciudad concedía al comercio y gozaron de mucho a la utilidad, pues A tanto el transporte pri\'aelo
al trabajo de sus astilleros se autores la extrema libertad con como la defensa de las y su tráfico comercial
fundamentales un tráfico que carga su mayor que actuaban constructores sin sujetarse en beneficiaron enormemente de la actividacl de
actividad en el transporte marítimo. muchas ocasiones las normas técnicas más ele­ quc, al cubrir [as
Esta industria aparece ya a mediados del Sl- mentales. En una vez las necesidades
XVl como más que una mera de durante
ya que en y no
ordena la cons­ maXl­
206 abre la serie de
un
creada a los encargos oficiales
para proteger los desti­ dar las características totales y la puerta por donde acceder a una de las fuentes
no a de la embarcación aunque de mas del Imperio
La mavor parte materiales necesanos para dente nombrado para la obra de un estaba claramente definida.
la construcción de de la verdadero poder autónomo a la hora de interpretar en el
de la que como las instrucciones que le facil por lo tjue en conjunto de las en el Pacífico
hemos sdíalado más al puerto dentro su mano estaba una enorme cantidad de dinero con ha sido resaltado por todos que se han
de los canales comerciales ya mencionados. el la que adquirir los materiales contratar a un ocupado en el e;;tmlío de ;t.ona. Carente de
hierro, para la elaboración de extenso número de personas, que debían atender minas como las peru"nas, de
cadenas, herrajes y clavos era el traído de tanto a la parte burocrática como la elaborac.ión cantidades ele
distribuido desde material de la obra. comercial del Pacífico
dón para las \·e!as se hacia traer desde las La continua en la defensa de las cobre, el \'íno y
de y la cánamo costas llevó en más de una ocasión a chilena se centraba en su
para las brea de 0Jueva brcos de «antemural del Pacífico»
Esp::¡rJa y de la cercana Punta Elena. Sin medida de lo por donde la
cada \'ez se fue recurriendo con mayor asiduidad al anuncio de un mantener
uso de materiales de fácil y su construcción por mar, al ser sus costas paso
EL PACIFICO SUR

L cortacLv en ti )hno so6rc lo. I'((;{{¿. .J;3 2 .

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~ .. -fJ,.(" ,,~l..c, ~flct ...;s

EL PUERTO DE LA CONCEPCION EN VA LPARA ISO (Véase parle/84.2)


PACIFICO SUR

que desease acercarse los a>J~UCV,'V0 botines Su localización a orillas del río navega­ La defensa se el casedlo del el
que se alcanzar más al especialmente en una pec]ueña meseta, por las punto más Y desde
a partir de Anca. c.lue la hacía que sólo Internarse río
A mbas circunstancias a que gran cami acceder a ella por tierra, a través de dos puntos. Sin o desembarcar tropas en la se encontraba con
dad de los asentamientos tuvieran el eso no fue suficiente para evitar los un difícil si no imposible de superar.
carácter de aunque éstas fueran de continuos atagues que acabar incluso De esta manera, fortalezas construidas en el
muy diversa ?'nUp,rn<.d desde breves empaliza~ con el fuerte de la Santísima levantado XVll como se unían a las del XVlll a fin de
de los ataques de los fuera de los límites de la ciudad en un pnmer poner en funcionamiento un plan gue en teoría
'IJL,~,,,~a,, construcciones con las realizado 1602. una gran efectividad, desmentida más
que resIstir franceses y "'_,,,,,._.~ de nuevo el dominio de se tarde por la al escatimarse los refuerzos
holandeses. A tal !OICla en 1647 construcción no haberse llevado a cabo estas obras
distribución de la que, en la de los del con dando
los casos, fue suficiente con levantar un fuerte para la idea tenía
que a partir de se organizara una bastante que ver con lo que hacía muv poco se con
estable. había llevado a cabo en El Callao y en la
Los diferentes calificativos que a lo largo de la Lima, en cuya obra también había intervenido militar.
historia recibió el emplazamiento de la ciudad de Vasconcelos, su ubicación en el interior del plano Por su parte, con un puerto de muy
208 Valdivia, considerada por unos como el hilo del Llrbano, concretamente en torno a la primitiva plaza difícil acceso, azotado durante el invierno por
Jos dominios de la de armas, trastocó enormemente la disposición de vientos de tal intensiad quc casi la
y por otros como el puerto más la ciudad. El terremoto de 1737 la echó abajo siendo de los reCibIó a partir de 1674 un coniunto
del Perú y hasta del de castillos y baterias cuyo cruzado
pesar de aunque en 1762 cuando visita la ciudad
de defensa y Antonio Birt, por orden del
se prepara un nuevo proyecto le dedica muchos Birt
Antonio Duce que, por la
dad de la reparación de Jos tarda muchos anos en realizarse ya que finalizando fícas de cada edificio reservando
con las maderas de el siglo XVIll tOdavía en ella. San al cometido de cubrir desde varios
Aparte de la de tiro el mavor número de puntos, de la
Su histOria bastante azarosa, en
ciudad, en todo momento se manitcstó su induda~ de planta caSI uno de los
de ese valor tan
ble interés por la de su entorno puesto frentes dispuestos de forma que se
fue destruida por los
que era fundamental ev itar que el enemigo que a todas las partes del fondeadero del puerto»
por los holandeses
llegaba por mar internarse río arriba hasta y el otro, terminado en un y por un
alcanzar las puertas de Valdivia. Para conseguir esto dirigido hacia tierra y el de San Antonio, al
se levantó de gue se le ha de otra función que no sea
la de [a entrada de la
en 1645 a su nueva una muralla.
EL PACIFICO SUR

La Isla de poblada por los y Este evidente hizo pronto se pensase de como abandonarlas al no
establecida su la ciudad de Castro la en la fortificación de amurallándola v dotán­ aparecer el
mitad XVI, no había recibido dola de una pero fue El Callao el U no de los más fuertes ataques, el llevado a cabo
gue la amenaza de un recibió en fecha más temprana una tentati­ por el holandés J. L mantuvo a
intento de establecerse en para va de con la (¡ue se intentaba contra­ la ciudad
desde allí iniciarse otras acciones hizo que el rrestar las facilidades ofreCIdas por lo abierto de su día
Amat tomase en consideración la necesidad de ruta fechas de
ocuparse de SLl fundándose San Carlos pnmer en! VIO nuevamente sobre
en el del mismo nombre y frustrado antes de su que lo edifica­ necesidad de acometer de una manera defmitiva la
el saliente conocido como Punta do fue destruido por también fortificación de la ciudad de Lima su puerro, lo
que a su dio origen a la CIUdad. En 1769 ya gue materializó en la construcción de cinco
contaba con la fortificación casi acabada y dos anos esta vez ante la amenaza dos de ellos lo
más tarde la obra había finalizado, Para realiza­ por reforzar la >Y"J'~LL'
Clon se tuvieron cuenta las características del Con la de lVíancera se
en vez de recurrirse a la y la cal que se retoma la idea de levantar una muralla, tema del
sus muros, se utilizó el v la recubiertos se abrían trincheras v barricadas con que había vuelto hablar en 1630 pero que no
con en su frente al mar, y en su interior el paso a una vez que éstos había tenido buena En esta
instalaron todo de servicios para atender a una desembarcar. se intentaba cubrir a Callao tanto por su frente a 209
compuesta de dra­ el fundamental radicaba, tierra, hacía donde se dotaba con
gones y milicias, a la como al mar, ante el se situaban cuatro
Otro de los enclaves importantes, con [as gue se
militar de sufrió durante por V dar una extraordinaria fortaleza a la muralla.
tiempo la de los dos frentes, qUien, en 1615, desarrolló su puntos de
salvándose de ambos por medio de la un interesante proyecto por el que intentaba contra­
dictaban medidas de rrestar esta fuerte amenaza. Su idea era levantar tres tra vés de las cuales se
cambió el fuertes en de manera que el entrada salida de
el interior reservando la entrecruzado de todos ellos creara una barre­ una de las
función de defensa de la costa al Puerto de Talca­ ra difícil de superar, al autoridades.
huano, barricada fortalecía la orilla más de un
Una vez que sólo a las Reales. Los embestida del mar de extraordinarias Of>ODon:lones.
finales del XVll el una tónica a fJL'cAI''-'LIAJ del terremoto, llevó por delante lo
camino hacía Jos conclu ir achacando su restaba de la obra de lVfancera y lo añadido por sus
elevado costo de las obras. sucesores en u n infructuoso inten to de reforzar la
que dificultaban la A las sucesivas amenazas de ataques, obra sufrir
clue los barcos saliesen al con medidas de enormes
encuentro de los con efectividad. que tan pronto llevaban a distribuir por la costa ¡\ de este momento los intentos de fortifi­
EL PACIFICO SUR

210

P. uul j llc. dI: Jo., F-Icol lJld~2.e . <:'l .1'J oro liolllltl"
Q. 1.\ "(lo,w ,k .i,~ Po.lJ"'O¡)S. b ,Í"l oro ~o!ll r~ io
R.I ~ ,¡d ~ 'Vo " ~ • I\dlo de :l1ll~ 1°I1.,) S.
S .TOlollCO G~JJ(,ol1es ~'t. ~"'3H~ .ld nto/'ol (
T .R¡...I~ hg.ldliJl" t .e.lJt: d • J\ b u:;..' ,".\
"r., :R~ d" 1,,5 jfan" s. f. ":111 o J.-c B aldes
W R O.,le! c.:tti laL! .
X . R~. 1 11eno . ~ "'~!I ~.{ t' .}\!i'ehJ a "
o

y PUllla d e j.\ 11.1Ie¡·a.


Z . R ~d~ LhoJb'ill .

VA LDl VIA PUERTO Y FORTIF1CAC IONES (Véase panel 86.1)


EL PACIFICO SUR

las relaciones internacionales mantenidas por la


francé~ de que española a lo la historia colo­
de un resistir por lo que los diferentes programas ele protec­
que 5e comenzó a levantar en causa de lo elevado de su ción de las Indias, cuya puesta en práctica real se
1747, incluso antes de que real. ción y las dificultades para almacenar suficientes plasmó en los ejemplos a que hemos referido,
La obra de Godin, en la que e! viruallas, dado el alto porcentaje de humedad que se ordenan en función de los valores que la corona
esperanzas al considerarla un presentaba su clima. Esta opinión negativa también y sus asesores dieron a cada situación por
conocimientos defensivos más pronto se se fundaba en el elevadísimo costo de las obras, por holandeses frente
reveló también como una adaptación las dimensiones de la ciudad lo ligero del
económica de las precisas normas que hacía necesaria una estructura de cimen­ Slem­
el Virrey /\rnat ración. dotar
estado de las obras en 1761. A pesar de a estudiar el lo mismo que a las
La no contaba con la proyecto del P. ciudad adecuada. :\Jo bien se
los muros no estaban debida­ rodeada de Jevamar los muros de muchas de estas
ni en su grosor ni en su altura ocho mil cuatrocientos metros, en la que se situa­ fortificaciones cuando ya se oían las voces de sus
la y anchura del en ban veinticinco baluartes. detractores que, al dar a la luz sus
contribuir a la defensa se prestaba a que el en este primer momento sus éstas fueron una vez tras otra, los buenos deseos
lo utilizase como :'Iluchos otros defectos aprovechadas más añadiéndole las rectifica­ sobre el papel. ¡-\l costosísimo S!Scema 211
hacían de El Real algo Imposibilitado para ciones propuestas por el de Bournonville. el preferido durante la
cumplir la misión que se le encomendaba v a En la realización final de la obra influyeron tanto mitad de] XVII, le desde
ded icó Amat un gran las propuestas anteriores como las decisiones que, la falta de dotaciones humanas
terminar en 1763 las obras sobre la marcha, fue tomando el de la que la de dinero y
más a ritmo más Palata otra vez, por las malas noticias que llevaron a pasar por alto
anunciaban nuevos ataques. fue que la infraestructura de la obra.
llevada a cabo 1684 1687, de una de metros de murallas asentaron
de agua con la extensión de once mil setecientos metros, necesita- sobre terrenos nada sólidos, prescindiendo de fosos
que cubrir las necesidades de sus habitantes y de los para su defensa una dotación de hombres de la y desniveles que daban un verdadero sentido pro­
barcos que al puerto. que se dispondría, además de muchas caren- que interminables caminos de
Dependiendo directamente de! ritmo que lleva­ Cias evidentes desde el momento. de la guarnición
ban las obras de fortificación del puerto, la ciudad El mismo terremoto que acabó con la muralla de te, circundaban las ciudades.
de Lima, también se su defensa, fundamen­ El Callao arrasó la obra sm que Caído en y por la acción de los
talmente por medio una muralla que rodease mente al margen de tos, este después el basado en
todo su propiciada por el propllesras no acondicionando los
Virrey se '.~"UUl.'V, manteniendo la tomarse en consideración. existentes levantando otros nuevos en un intento
teoría de que función pronto la iba a La actitud oficial frente ele establecer tramas defensivas en base al uso de
El Callao, cuyas de para de defensa se con la que mantener al enemigo a distan­
EL PACIFICO

Cla sm aCercarse a las costas. fórmu­


la, de gran utilidad cuando se
los conocimientos ciemíficos que le
perdía efectivIdad en el caso
incalculables gastos <1ue aportaban

51 en muchas OC;¡SlOneS su
de

212
Las islas Filipinas
CONCHA AGUILERA

IGNACIO GONZALEZ T ASCON

l\IAN II. A ,\ r'IN ,\LES DEL SIGI.U XVIII ( I " I/sr pl/"d /37.2)
,(
LAS ISLAS FILIPINAS

de Cojón en 1492 a las semana más tarde la escuadra volvió a encontrar jengibre, cocos, arroz, plátanos, grana­
Occidente pero tampoco eran las deseadas Islas Molucas das dulces \ ananás ... » v una
escollo y difícil de ya que sus habitantes desconocían el En gran cantidad de alimentos para habían 215
el continente americano. medio de un ambiente los sufrido largas privaciones.
El sorteado por v ía la única Pero también están las
vía razonable en el sistema de comunicaciones de la por la carencia de comien­ atiborran los maltrechos navíos
fue una difícil papeleta que resolver do fruta y verdura; son las bautizadas como de «Victoria» v el «Trinidad». Continuaron rumbo a
en 1520. San Lázaro. por la vía occidental
Pero el paso por el estrecho que lleva su nombre Las Islas de los Ladrones del dominio que
muy penoso del caritativo nombre por el de 1494 por el Tratado de
San Lázaro rebautizan como
del heredero de la Corona de los portugueses; sólo
por Scbastián
anhela­ en las Islas de San al mundo.
1.""1-''-''-1'''', tras una dura travesía los Pero lo que era una no
(í de marzo de 1521, siempre hacia Occidente. convcrtirse en una ruta comercial por vanas
a la vista de tan El 6 de noviembre de 1521 aparecen ante ellos razones. En primer atra \Tesar el 1:"trccho de
de toda cinco montañosas coronadas por sus conos era una tarea de navegantes,
volcánicos: son, al fin, las :'Iolucas o Islas de las inservible para establecer una ruta co­
nao (,Victoria». Los mercial estable.
no dudaron: eran las Islas de los Ladrones. U na En ellas cuenta Pigaffetta, El otro condicionante era de tipo va
LAS FILIPiNAS

casi toda la de inv::tdía los contrapeso una banda por no zozobrar un se hallaba un estado de relativa
territorios portugueses por la bula de gmeso botado con unas barras tocando siendo los culti\'()s más usuales la caña
Vl (1 \' el Tratado de Tordesillas este lleván lo en el . pero
otro de sotavento; por eso haccn una vela vuelta a por ser un alimen­
Para obviar el Estrecho de la ruta un de proa de la otra vuelta otro; las
comercial debía puerto son latinas cortadas en de entena los nativos:
americano del respetar los acuerdos como la de con la de « ... Tienen otras tarazana, que
los portugueses no otra alternativa hacen la o si ha\' no son de vivienda sino de en que
que buscar un de regreso desde las -.vIolucas mucho viento arrollánla por la ponen los y canoas a la v
ji las lo que quieren; las ve las son en cada barrio una de las
de que parecen de angeo...)). está donde tomamos el
Pero la tarea, que
]\[ontero Vidal su libro Historia de cuatro naves,
convirtió en una
, también hace una en ella muy en cincuenta en
estas embarcaciones: « ... Las llamadas cada nave; eran muy
una v vez de bordo y clavadas muy de vcr. .. ».
de encontrar la muchos remeros U na idea de los progresos de la colo11lzación )'
mta de vuelta. por ambas bardas. armada de del carácter eminentemente comercial portuano
216 iba la gente de pelea, sin estorbar a de la vida en el la encontramos en los
remeros. La vela era cuad rada de lienzo o estera, SI/cesos de 1m hJaJ del doctor Anto­
sobre una cabria hecha dos canas gruesas que
l)or sirven de árbol. trata de
hechos (la renuncia al comercio con las f"lo1ucas v »Las naves un el suelo,
el del misma forma ambas cabrías que no narra S1l10 que habla de
abatirlas sobre la si el viento era los mercados los comerClantes de
el estableciendo un cordón sus timoneles en popa para En la misma los
umbIlical con la a tra vés del comercio iba otro armazón que llaman Sin señalar que el estable­
México Manila. del l\ ambos cimiento de
De la L'lJCUI\.IIJI coman­ lados armazón de una crisis ya
dada por a que llaman irse al que los nuevos dominadores eran gentes de proce­
la fondo ... ». muy distinta aparte de las
En ella se inclu­ una socie­ órdenes los cumerciantes y hombres de
v con una
VIva actividad comercial. Desde el punto de vista no conoCÍan la mone­
que el estaba al sultán de ya que solían utilizar el truequc para
compara; son muy angostos y de manera fueron los
como la popa, que proa un nos a los que fuertes tributos.
LAS ISLAS FILIPINAS

les los primeros importadores de moneda y los que


empezaron a regular el valor de las cosas .
Pe ro el com ercio del archipiélago no era fáci l
para los españ o le s establecid os allí. E l primer
co ndicionante era el régime n de vie ntos. Estos, tal
y como se ve en los gráficos (IVorft{ Jtlrv~)' 01
CfimClto!o"f5.)', vo lumen 8), tienc:n prácticamente se nti­
dos opuestos en los meses de enero y julio, de
modo que no es extraño que todas las rutas
comerciales de los filipinos tu v ieran un carácter
estacio nal.
E n primer lu gar, en la ob ra de r'vlorga se ve
como el núcleo del arc hipiélago se entra ya e n la
bahía de Manila, en la que se encuentra, además de
la capital, la ciudad de Cavite. E n segu ndo luga r,
resa lta la multiplicidad del comercio filipino que,
no sólo incluye las relaciones co n Acapu leo, SIn O
también con Borneo, China y J apón. 21 7
l" lorga nos co menta así el comercio con China,
de gran impo rtancia en Filipinas: « .. .De ordinario
vien en de la gra n China a N[an ila, mucha cantidad
de somas y juncos (q ue son navíos grandes) carga­
das de merca ncías, \' cada úlO suelen venir treinta, y
otras vezes quarenta navíos ... hazen su viaj e hasta la
ciudad de Manila, e n quin ze o "einte días, y venden
su s mercaderías , y bu el ven a tiempo, antes que
entren los venda vales, c¡ue es en fin de mayo, y
pocos días de junio, por su peligrar en su navega­
ción .. . Estos co merciantes traían sedas, clavazó n,
fierro en plancha s, estaño, plomo, sal itre, pó lvora,
harina de trigo, frutas de China, cecina, ga llinas
vivas .. .» . A cambio llevaban la plata mexicana con
gran disgu sto de la Co rona de Castilla que veía
como se evaporaba una gran parte de las riquezas
de N ueva España.
PLAZA DI:-: SA N m ,\i':ClSCO ~(¡\N rLI\. FXPEDIC!ON , l r\LA SP IN¡\ ,lUSt:O NAV AL ~MDRlD Estos ex pedicio narios se quedaba n en tierra du­
LAS iSLAS FiLIPINAS

rante algunos meses hasta que vendían sus mercan­ y portugueses, que entra n y su rgen en ;VIanda, por
cías pero, a la hora de regresar, no todos lo hacían. la misma orde n; la gruesa que traen, es harina de
Debido a la existenc ia en China de una fuerte trigo, mui buena para el abasto de Man il a, ce<;:inas
presión demográfica lo que conllevaba una enorme estimadas; algunas sedas tejid as de matizes ... Buel ­
miseria, cada vez era mayor el número de chinos ven a lapon es tos navíos, en tiempo de vendava les,
que se quedaban en el país. por los meses de iunio )' iulio, lle va n de jVIanila sus
Los Sangleyes, que así se llamaban, se ase ntaron, empleos, hechos en seda cruda de China, en oros y
sobre todo, en la ciudad de Manila llega ndo a en cueros de venado y en palo brasil para sus tintas;
constituir auténticas poblaciones donde in sta laban y llevan miel, cera lab rada, vino de palmas, y de
sus parianes y tiendas. Lo que se llamaba genérica­ Cas tilla, gatos c.Ie algalia, tibores para g uardar su
mente el Parián era una alcaicería grande)' cerrada, chá, vidros, paños)' otras curiosidades de España ...
con numerosas calles, situada cerca de la muralla, »De Moluco y de jVlalaca, y de la India, vienen a
junto al río; los que no cabían en este Parián vivían ;Vranila con la moncion (monzón) de los venda vales
enfrente, en dos poblaciones llamad as Bay Bay y de cada año, algunos nav íos de portugieses, con
Binondo. mercac.lerías, c\a vo de especia, canela y pimienta, y
Como nos relata Morga: « ... otros andan en exc\a vos negros, y cafres, paños de a lgodó n de
pesque rías y gra njerías que de ord inario, en tiem­ todos géneros, caniquies ... y estos navíos vuelven
218 pos de navíos suele aver en Manila, sin muchos que por enero, con las brisas que es su monción cierta;
andan entre las islas, con color de contratación con y para Moluco llevan bastimentos de arroz, v ino,
los naturales, que haze n mil delitos)' maldades; y I0<;:a y otras bujerías, que allá son menester, y a
por lo menos exp loran toda la tierra , ríos)' esteros Er. PAR/;\", DE r.OS S,\NGLEYES (r '¿,/Se pUlid /j5.}) ¡VIalaca, sólo el oro o dinero, fuera de algunas
y puertos y los saben mejor que los españoles, que particulares bujerías y curiosidad es de Espaila, y
para cualquier al<;amiento, o venida de enemigos a él la centinela, que está en la isla de Miravelez, en esmeraldas, no se cobran derechos reales de estos
las isla s, serán de mucho daño y perju)'zio. un navío lijero, y aviendo le reconocido, le hecha navíos.
»Para remedio de todo es to esta ordenado que dentro dos o tres soldados de guardia, para que »De Borneo, vienen asimismo con Jos vendavales
los navíos no traigan tanta jente deste jenero, con vaya a surgir sobre la barra, cerca de la ciudad y no algunos navíos menores, de los naturales de aquella
penas que se executan y cuando se vayan a China, se desembarque nadie del navío, ni entre de fuera isla que buelben con las primera brisas, y en tran en
los buelben a llevar, y no quedan en Manila, mas en él, hasta estar visitado ... hec ho e l registro y el río de Manila y dentro de su s navíos venden Jo
que los mercaderes convenientes en el Parian, v los avaliación (valorac ión), luego va sacando por otra que traen, que son petates fin os de palma, muy
oficiales de todos oficios necesarios, con licenci a mano las mercaderías, en champanes, )' las lle van a l labrados, alg unos exc\avos para los naeura!cs, sagú,
por eSCrIto, so graves penas .. .». Parián , O a otras casas )' almaze nes, que tienen fuera que es cierta comida suya ... y lo que buelben es
Era fundamental co ntrolar el comercio, saber qué de la ciudad, y allí la venden con su libertad ... » ba stime nto de vino y arroz, mantas de algodón v
mercancías llegaban)' recaudar los impu es tos sobre Sigue Morga con el comercio japonés: « .. .De otras bujerías de la s islas, de que en Borneo
e llas. Xapón, vienen asimismo del puerto de Na ngasa­ carecen ... ».
Veamos como lo describe Morga. « ... Luego que que, con los nortes de fin de octubre, y por el mes También los holandeses estaban interesados en
el navío llega, a la boca de la bahia de Manila, sale a de mar<;:o, algunos navíos de mercaderes, xaponeses eseas isJas; procedentes de Malaca, sus inrereses se
LAS ISLA S FILlPIN/JS

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Lt\ ISLA DE M1NDi\NAO. SERVICI O GE(X::;Rt\fICO DEL EJERCI TO. FILlPI N¡\S, 33.1
LAS ISLAS FILIPINAS

concentraban en la contratación de da vo y otras envía v las necesidades que sa han de socorrer, es


Por lo respecta a los ver las cartas relaciones que vIenen de
salían de hacia Manila, de ordinario al puerto de abría la Feria.
ca, Cochinchina y Goa, a través del cabo de Buena a vueltas de l'\avídad ... ».
solían su encuentro
hasta el puerto Lisboa. También el breve del obispo
embarcaciones de cocos frutas.
y;"vfontafiés El Galeón más famoso fue el «Santísima Trini­
línea regul'ar entre a re satisfechas las dad» que acabó en manos de los corsarios
de los factores partiesen unos otros de esta ciudad los forzados a en 1762, siendo puesto a la
de la seIs o de marzo que lo regula r, y los Pero el interés en los asuntos

De nos cuando salía el militares dos días la Historia

llamado «(;aleón de :YIar1lla»: «, ..La de comercio


que han de salir para las XIX, debido a las luchas
cada afio se la inde­ ediciones en
pendencia, las relaciones comercia­ holandés v alemán,
que les con las islas del Pacífico a través de el centro la
fin de man;o, y no haría en otro razón por la cual el comercio con Filipinas compartida, en determi­
porgue desde Iunio ay través del puerto de San BIas. La Corona p<r,,,,inl~ Cavite.
220 son contrarios a ella ... ». decidió entonces crear una nueva que repite
En cuanto « ... Sale de la baía y tratar directamente Jos asuntos con constantemente en
puerto de cuella de vendava partió la ciudad entre los
entre las mismas Islas v desde se bordcando el Cabo o bien tal forma que fue tomando una
veinte de luni" para adelante, .. ». con escala en puertos americanos cuando con calles rectas que, al cruzarse, formaban
Esta ruta del Galeón sufre alteracio·· fuera necesario rodear las del Sur. La deiando una plaza mayor el centro
aunque sí numerosas ViC1Si­ Compañía funcionó desde hasara 1810; donde estaba la . pnncipaL
del tiempo y el mar, la 1814 permitió comerciar a los Los anteriores ocupantes tenían va construido un
""'<CHVU"0, de y, 1 se declaró libre. el comercio fuerte madera a la entrada del río la ciudad
huma­ estaba rodeada por una fueron
nas materiales. Galeón a Nueva aprovechadas por los convlr­
En la relación del Luís Velasco los manile· pero pronto
(hijo) durante el segundo del comercio pues desbordó el recinto de intramuros y nacieron a
lee: « ... Para que el de Filipinas con la alrededor arrabales situados a ambas orillas del rio
como ha de llevar tino de que nía como ve en el de la ciudad.
mediado febrero o al menos en todo estén las mexIcanos. La fortaleza de se entre
naos de vergas que han de ser duró hasta 1 fecha en 1584 y 1589 recibiendo el nombre de Nuestra
conforme la orden de S.:'!. tiene dada por sus que fue por orden de Fernando VIL Señora de Guía. Como nos « ... otra
cédulas y porque para saber la gente que se Durante su funcionamiento llevó a México fortaleza de piedra en misma muralla a tiro
LAS ISLAS FILIPINAS

de culebrina, a cabo del lien<;o, que co rre por la


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marina de la ba ía, que se llama N uestra Seño ra de
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Guía; es un cubo mu y g rande, redonda, co n su
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patio, agua y al o ja mientos; y almacenes dent ro y
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o tras oficinas, co n un través que sale a la marina en
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que ay Llna do<;ena de piezas g randes y medianas
que juegan a la baía y barren la muralla , que corre
para allá hasta la puerta y fuerte de Santiago ... ».
E nt re 1596 y 1602 se co nstru yó un fuerte en la
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punta avanzada e ntre el mar y el río, fo rtaleza que
recibi ó el nombre de Santiago. M o rga no s lo
describe así: « ... tiene una fortaleza d e sillería a la
punta qu e g uarda la ba rra y el rí o, con un rebellín
junto al agua, que tiene algunas p iezas g ru esas de
artille ría, que juegan al mar y al río , y otras en lo
alto, pa ra defen sa de la barra, sin o tras medianas de
campaña y pedreros con sus bóvedas para basti ­
mentos y municio nes y un almacén de pólvora; 221
Jlll . mu y g uardado su pla<;a con pozo copi oso de ag ua
dulce; alo jamientos de sold ad os y artiJleros, y casa
": .1 , , . .•. , ;' ..•' .. ' ~ . , .. : ./ ., .. ... .J .... ,,. del alcayd e. Es tá fo rtificada de nue vo po r la parte
de tierra, a la pla<;a de armas, do nde tiene la entrada
con su buena muralla y dos orejones g uaroecido de
r1 artillería que juega cortand o la muralla y puerta ... ».
Además del continuo pelig ro que representaban

HI o japoneses y chinos, en el s iglo XVJl aparecieron e n


esce na los ho landeses, lo que sirvió, en muchos
casos de estímulo para la construcción de nueva s
fortificacion es de ta 1 fo rma tjue, en 1652, se repara­
ron la s murallas de la ciudad haciendo en sus
puertas cuerpos de guardia así co m o un nuevo
baluarte en la fortaleza de San tiago.
Morga nos relata el aspec to de la ciudad: « ... las
calles de la ciudad son bien pob ladas de ca sas, las
más de centería, y alg unas de madera, muchas
LA l'UERTi\ REAL. 1>11\NU A ,\RClI1 VO G EN FIV\L Dr.: IND1¡\S FII .II'INAS, 99 tejadas de teja de barro , otras de nipa, bu enos
LAS ISL AS FILIPINAS

222

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EL PUERTO DE SORSO(;ON. BfBLlOTECA N/\ClONi\L .\ lAORIO


LAS ISLAS PIUPINAS

edificios, altos y anchurosos, con pie~as grandes, español en ultramar contarán ya con técnicos capa­ fecha en la que el archipiélago pasó a manos de los
muchas ventanas y balcones y reja s de hierro, que la citados para elaborar los proyectos necesarios y amerICanos.
adornan; y cada día se van fabricando y perfeccio­ dirigir su ejecución. Sin embargo, hasta la llegada El plano más antiguo de Manila, el de Fray Ig­
nando más. Será seiscie ntas casas las que hay de de Valdés Tamón en 1729, só lo se habían realizado nacio Muñoz, data de 1671 , Y en él se ve la ciudad
murallas adentro, sin más de otras tantas, que hay algunas reconstrucciones en las fortificaciones de fortifICada y el río Pásig, que como ocurrió en otros
de madera, fuera de los arrabales, todas son vivien­ Manila. lugares como Santo Domingo, serv[a para albergar
da y poblazón de españoles ... ». Lo más significativo fu e la reconstrucción de la los navíos de modo que era un puerto maríti­
Por lo que respecta a los edificios oficiales: « ... Las puerta del Parián, cu yos cimientos habían sido mo-fluvial.
casas reales son muy hermosas ... con mucho venta­ socavados por la corriente de un brazo del río que Pero en este plano ya se ve el problema que
naje a la mar, V sobre la pla~a de armas, todas de le servía de fosa. Al reconstruirla fue ampliada y se constituyó la pesadilla de los navíos de Manila, los
centería con dos patios, con corredores altos y bajos, hicieron estribos más gruesos con sillares de piedra. aterramientos en la desembocadura, provocados
de pilares gruesos, dentro posa el gobernador, y el En 1762 apareció en la bahía de Manila una por la discontinuidad en la corriente litoral que
presidente con su fam ilia; ay sala de la aud iencia escuadra inglesa a raíz de la ruptura de Inglaterra y provoca el canal de navegación.
real, muy grande y au torizada, capilla aparte, cáma­ España tras la firma del Tercer Pacto de Familia. Dragar estos aterramientos era un método bas­
ra de sello real, oficios de escrivano de cámara de la Después de catorce días de su llegada, la ciudad fue tante inútil de solucionar el problema sobre todo
audienCia y escrivano de gobernación y otras pie~as devastada y saqueada a la vez que el pu rto de teniendo en cuenta la escasa potencia de las dragas
para la caja real, y ministerio de oficios reales y un Cavite también caía en manos inglesas. Ambas comparada con el enorme «chorro» de arena provo­
portal grande a la calle, con dos puertas principales, plazas permanecieron en poder inglés hasta 1765, cado por la corriente litoral. Debido a esto Cavite es 223
donde está el cuerpo de guardia con una compañía año en que fueron evacuadas según lo establecido el puerto de Manila para los barcos de más calado.
de alcabuceros de paga que cada día entra de en el Tratado de París. Para evitar el cierre total de Manila el ingeniero
guardia con su vandera y otra casa enfrente, la calle Después de esto fue necesario proyectar un plan Antonio Gómez proyectó, hacia 1763, unos diqu es
en medio, para caja real y quien la tiene a cargo... de recons trucción de la ciudad. En el proyecto se de encauzamiento que evitaran el fenómeno de
Las casas de Cabildo que están en la pla~a , son de regularizaba la figura de la plaza y, en la bahía, se sedimentación de arenas en la desembocadura del
centería con buenas salas; en lo bajo es la cárcel y colocaba la muralla al borde del mar con lo que se río con el fin de que pudieran entrar los galeones de
audiencia de los alcaldes ordinarios ... ». ampliaba el recinto de la ciudad pero no se evitaba la carrera de Acapulco, para fondear directame nte
En 1662, debido a la amenaza de los piratas el peligro de un desembarco enemigo puesto que en Manila en lugar de quedarse en Cavite.
chinos, se hizo reconstruir por completo la puerta las aguas seguían retirándose. En dicho puerto, como en Manila, nunca existió
del frente de tierra a la que se llamó Real, nombre Los trabajos marcharon con lentitud por lo que un plan conjunto de edificación de fortificaciones.
que con serva hasta hoy. se hizo necesa rio elaborar un plan de urgencia cuya Al reconstruir la ciudad los españoles edificaron en
Por otro lado el arquitecto Manrique de Lara ejecución se inició en 1769. Se reconstruyó la puerta la punta de flecha un casti 110, el de San Felipe, para
constru yó un puente de piedra sobre el es tero de Real así como la del Parián y otras zonas de la defender militarmente la boca de entrada al puerro.
Santa Cruz lo suficientemente resistente como para ciudad . En 1784 estaba prácticamente terminado. El Pero aquí también surgieron problemas; no conta­
que pasara por él la caballería y que, a la vez, castillo de Santiago seguía en el mismo estado que ron con que una flecha de arena es algo vivo, que
asegurara el abastecimiento de la ciudad. en 1762 y sólo se habían hecho reparaciones de crece continuamente. Desde que se construyó el
Con la creación del cuerpo facultativo de ingenie­ poca importancia. La fortificación general de Mani­ castillo, entre 1605 y 1616, la flecha de arena,
ros militares en 1711, las fortificacione s del imperio la experimentó ya muy pocos cambios hasta 1898, alimentada por una corriente litoral, crece alejando
LAS ISLAS FILIPINAS

el mar del castillo que inservible opuesta que es del hasta las de
defensa militar. Así de Dios ... ».
la orilla del mar, unos 250 metros, El Antonio que ya
en la nueva punta, de una había en el muelle de Veracfuz, hace un
artillada, llamada Santa Catalina ~vlártir. informe ellO de octubre de 1761 y un proyecto
Pero no fueron esos los mayores de prov isional el de octubre del mismo pero
sino los que se derivan de la acción del las obras las pronto el mar. En 1766 el
sobre las murallas que defienden la ciudad. l' en don Simón
Francisco de Atienza el abril lo vuelven a intentar inútil­
habla del reparo que mente.
necesita el de Cavite para que el «••• no En 1 Rafael ¡\hría escribe:
le aca ve de cortar como se conoce lo haciendo «... Obras en una bra va capaces
por el suelo que ha robado y ba robando... ». ele consumir los mayores tesoros... ».
La de los temporales del norte y noreSte Mindanao la isla en extensión del
sobre la muralla y, fundamentalmente, sobre su archipiélago, pero los espaúoles apenas dominaron
cimentación de arena de acarreo, se vio algunos puntos del litoral, puesto que toparon con
este caso, por el adelgazamiento que una barrera d ¡fíeil de saltar: la hostilidad de los
224 las !lechas litorales en su evolución que en naturales.
a la rotura por su base y a su En 1683 había tres fortificaciones en la isla: Iligan
al en la costa oriental
gana terreno en el Suroeste. La más
las aguas de al
San de Dios. En esta lucha entre el hombre y
el mar, los ele defensa se suceden. Zabálburu, trar todas las fuerzas en íVlani1a. Como consecuencia
en 1 ordena que se « ... discurriese por personas del el fuerte fue por los natu­
el medio mejor para un reparo sólido y cuando fue recuperado de nuevo por españo­
firme de estos daños...)}. Se vertió escollera sin se proeedió a su reconstrucción.
en 1710 un de se erigió otro fuerte llamado 110 Ha en
y ele la China el XVII a raíz elel ataque lo mismo
reparar pero las que en en la isla de y en otras
de madera que se
descalzándola. caso Manila fue el puerto
Las restau raciones duraron poco; en
que centralizaba todo el tráfico con
1761 el agua llegaba la calle de Santo
Oriente.
Domingo quasi hasta y por la puerta

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