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EL DESARROLLO TEMPRANO EN LA CONCIENCIA DEL NIÑO (1933)

Hipótesis: El análisis de las capas más profundas del superyó conduce a un considerable
mejoramiento de las relaciones del niño con los objetos, de su capacidad para la
sublimación y de sus poderes de adaptación social, lo cual vuelve al niño más feliz y
sano.
Referencias: Freud, Ferenczi, Abraham.
Aportes Clínicos: al aumentar la fuerza del plano genital, el yo se vuelve más potente y
puede enfrentar al superyó, lo cual permite que se desarrollen los sentimientos sociales y
morales de los individuos, a partir de un superyó de características más suaves,
gobernado por el plano genital, al disminuir los componentes sádicos del superyó. El
análisis tiene segundo objetivo, luego de curar enfermedades mentales, el de eliminar las
perturbaciones de la formación de carácter en niños y adolescentes.
Síntesis del Ensayo: El superyó que actúa en el niño entre los dos y cuatro meses y los
cuatro años de edad es inconmensurablemente más rigurosos y cruel que el del niño
mayor o el del adulto, y aplasta al yo débil del niño pequeño. Este superyó es de
características increíbles y fantásticas, y se manifiesta en el temor del niño a ser
devorado, cortado, despedazado, perseguido por figuras amenazantes, e imaginarias, tras
las cuales se ocultan las de los padres de propio niño. No obstante, este superyó no
coindice con sus padres reales, sino con las imagos de ellos. El temor a los objetos reales
es acrecentado debido a la influencia de este superyó.
En “Más allá del principio de placer”, Freud expone como al comienzo de la vida en el
organismo humano, la pulsión de muerte es opuesta y contenida por la pulsión de vida.
La fusión de ambas da lugar al sadismo. La pulsión de autoconservación, a fin de evitar
que el organismo sea destruido por su propia pulsión de muerte, expulsa un monto de
pulsión de muerte hacia afuera, dirigida a los objetos. Simultáneamente, se produce una
reacción de defensa contra la parte de pulsión de muerte que no logra ser expulsada. El
trauma es producido por la pulsión de muerte en su intento por destruir al yo. A causa de
la fusión de Eros y Tánatos, lo puede expulsar la totalidad de la pulsión de muerte, y el
resto que persiste, forma el núcleo del superyó, junto con la pulsión de vida, lo que
explica el sadismo y la severidad del superyó temprano.
La fuente de ansiedad es expulsada hacia afuera y convierte los objetos que inviste en
peligrosos, pero el peligro es proporcional a sus propias pulsiones agresivas.
La formación del superyó comienza al mismo tiempo que el niño efectúa la primera
introyección oral de sus objetos.
Durante la etapa genital, las pulsiones sádicas del niño son superadas y sus relaciones con
los objetos se tornan de carácter positivo. Surgen imagos benéficas y útiles, basadas en la
etapa oral de la succión y la generosa y bondadosa madre. El superyó comienza a ejercer
un gobierno más suave y persuasivo y a presentar exigencias posibles de cumplir. Se
transforma de forma gradual en conciencia moral, y la actitud ética, el niño comienza a
asentir consideración hacia sus objetos y a responder a los sentimientos sociales.
En la etapa oral sádica, posterior a la oral de succión, el niño pasa por una fase
canibalística asociada a fantasías caníbales en las que devora el pecho de la madre, o a la
madre entera. Estas fantasías sirven para satisfacer las pulsiones agresivas.
Posteriormente, la fase anal sádica, se caracteriza por un interés dominante en los
procesos excretores, las heces, y el año, y del mismo modo este interés está ligado a las
tendencias destructivas.
Entre las tendencias oral sádicas, se inserta una etapa de tendencias anal y uretral,
también sádicas, con fantasías en las cuales el niño trata de destruir el interior del cuerpo
de la madre, y para ello utiliza la orina y las heces. Los excrementos son tratados como
armas, sustancias ardientes y corrosivas, como instrumentos del sadismo orientados al fin
de destruir el cuerpo de la madre junto con todo su contenido.
Según las teorías sexuales infantiles, en la copulación la madre incorpora el pene del
padre, de manera que el cuerpo de la madre está colmado de penes y niños que el niño
desea comer y destruir.
El cuerpo de la madre representa el mundo, al atacarlo, no sólo ataca la madre, sino al
padre, contenido en ella, y a los hermanos y hermanas, al mundo entero, lo cual genera un
sentimiento de culpa. Tras la declinación de la severidad del superyó, este sentimiento de
culpa permite sublimaciones, y el deseo de ayudar a otras personas. Las tendencias
destructivas son reemplazadas por tendencias constructivas y mejoran los objetos en
general, y un crecimiento del sentimiento social.
Interrogantes:
 ¿Qué significa aumentar la fuerza del plano genital?
 ¿Cómo es la evolución lógica de las distintas fases –oral, anal, genital- con sus
correspondientes agregados sádicos y uretrales?

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