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Evaluación……………………………………………………….72
Comunicación y enseñanza……………………………………..82
Bibliografía……………………………………………………..121
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Estimados estudiantes:
El colectivo docente de Educación Física Escolar los saluda en este semestre del
curso y les desea éxitos en el cumplimiento de sus objetivos a través de la
asignatura.
Tus profesores.
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REFLEXIONES SOBRE EDUCACIÓN FÍSICA.
La Educación Física como parte de currículo de estudio en distintos países tiene
como objetivo una formación holística de los estudiantes (niños y jóvenes), su
influencia va dirigida a todas las dimensiones que conforman al ser humano; es un
gran error pensar que la Educación Física solamente va encaminada al movimiento
del cuerpo o su desarrollo biológico, al respecto Cajigal señala que “…. Atender el
cuerpo es atender al hombre, sus funciones orgánicas, motoras, de búsqueda
interior de grandes satisfacciones, del disfrute de su propia vida, constituyen parte
esencial de su desarrollo. Cultivar dichas funciones es conducirlo hacia la
posibilidad de autosuficiencia psicológica de equilibración, de recuperación de
valores, de enriquecimiento de la vida personal y al encuentro con un satisfaciente
sentido de la vida”.
El área de Educación Física en las edades que nos ocupa (edad escolar) está
orientada a buscar un desarrollo de las capacidades y habilidades que permitan un
aumento de las posibilidades de movimiento de los alumnos , pero su misión va
más allá; al conocimiento de aspectos básicos de la conducta motriz, que les
permita enfrentar los retos de la vida futura, desde el punto de vista personal,
laboral; también la Educación Física va dirigida a la formación de actitudes, valores
y normas de conducta; resumiendo podemos decir que los objetivos de esta
asignatura o área del conocimiento van encaminados hacia:
En las edades entre los 6-12 años, el desarrollo físico se lleva a cabo mayormente a
través de juegos y actividades realizadas con otros niños, se establecen relaciones
grupales, que se van haciendo cada vez más complejas.
Se pretende con este objetivo que los niños participen en las actividades sin tener
en cuenta el nivel de destreza de los mismos e integrando a los menos aventajados.
En los juegos reglados, los niños y las niñas pueden aprender a modificar, acordar
y respetar las reglas que posibilitan la igualdad de oportunidades para todos. Ellos
constituyen una verdadera escuela de convivencia y participación, de cooperación y
solidaridad, de integración social y pertenencia grupal. En ellos se puede aprender a
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valorar la libertad y la justicia, a tolerar el éxito y la frustración, a reconocer y
respetar las posibilidades y límites propios y ajenos.
Los alumnos deben recibir una serie de actividades que les permitan valorar su
cuerpo, conozcan que pueden hacer con las distintas partes del mismo y en su
relación con otros compañeros, las actividades no pueden quedar reducidas a
aspectos físico, también la parte afectiva, social, recreativa deben ser tratadas.
Conocerán diferentes actividades que podrán emplear en su tiempo libre, serán
capaces de elaborar juegos y de realizar modificaciones a otros que les permitan
interactuar con otros compañeros.
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Utilizar los recursos expresivos del cuerpo y del movimiento, para
comunicar ideas, estado de ánimo.
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DIDÁCTICA-EDUCACIÓN FÍSICA ESCOLAR.
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didácticos. Todo esto fundamentado en un análisis exhaustivo profundo y con la
mayor apoyatura científica posible del problema.
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EXIGENCIAS DE LA EDUCACIÓN FÍSICA
ESCOLAR CONTEMPORÁNEA.
Intentamos mostrar las nuevas perspectivas curriculares que han surgido en los
últimos años producto del innegable carácter científico de la enseñanza de la
Educación Física, y de esta ciencia que podríamos llamar "Didáctica de la
Educación Física, en un importante porcentaje, han existido cambios, creemos que
lo más importante es la preparación del personal (profesores) que serán los que
conducirán el proceso docente-educativo.
Proyectos curriculares.
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Aprendizaje significativo y el constructivismo en la Educación Física.
Valores educativos.
El lenguaje.
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Producto del carácter eminentemente práctico, (propicio para fomentar la
salud física y mental) , su escenario de actuación, preferentemente áreas al
aire libre en contacto con la naturaleza (protección del medio ambiente), las
potencialidades y posibilidades que tiene nuestra asignatura de formar
valores educativos, desarrollo del lenguaje y del pensamiento en los
alumnos, creemos que es fundamental el accionar de los profesores de
Educación Física, sin menospreciar la importancia de otras áreas de
conocimientos.
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La utilización del espacio natural como alternativas para la
realización de las clases.
Deportes de invierno.
Contenidos novedosos
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La Educación Física de alumnos con necesidades educativas especiales.
Uno de los objetivos de incluir con más asiduidad los juegos y deportes
autóctonos, es ir al rescate de las tradiciones culturales perdidas en ocasiones en
algunos países.
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Unidades didácticas dedicadas a la expresión corporal (bailes de
salón, danzas tradicionales, aeróbic coordinación espacio- tiempo,
ritmo, música unida a la expresión,...).
La expresión como medio para el aumento de la autoestima
La evaluación en EF.
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Algunas orientaciones que debemos tener en cuenta
para trabajar los currículos de estudios.
1. El profesor de Educación Física debe saber que el objetivo primero de la
asignatura es EDUCAR a través de las ACTIVIDADES FISICA.
6. Hay que tener en cuenta la gradación de los contenidos durante las clases y a
través de los sistemas de clases, en dependencia de las características de los
alumnos y de los grupos.
DEPORTE.
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1. En el ámbito educativo es un MEDIO con gran poder motivador no son
la METAS de la Educación Física.
GIMNASIA.
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3. Tener en cuenta los resultados de las pruebas diagnósticas realizadas al
inicio de la etapa.
JUEGOS.
2. Equilibrar los equipos o grupos para evitar equipos siempre ganadores, lo que
hace que los perdedores pierdan la motivación por participar.
4. Tener en cuenta que el alumno debe divertirse a través del juego pero siempre
tener en cuenta el carácter educativo y formativo de la actividad (juego).
5. Evitar la exclusión de los que lleguen último o no cumplan con las tareas,
recordar que estos son los que necesitan más oportunidad de práctica.
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Muchos relacionan este medio con otras disciplinas artísticas y la excluyen de
nuestra asignatura los que así actúan están ignorando y despojando a la Educación
Física de su potencial creativo y expresivo. El profesor debe tener en cuenta.
Paseo.
Excursiones.
Acampadas.
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1. Estas actividades proporcionan verdaderos aprendizajes estimulante,
aplicables, utilizables, producen verdaderos aprendizajes significativos.
El alumno debe llegar a sentir que tiene necesidad de asistir a clases, de sentirse
apasionado por las mismas, el niño y el joven no pueden ver que nuestras clases
son formas de “torturas” donde van a recibir un castigo corporal (lastimosamente
sucede en ocasiones que mal llamados profesores plantean tareas motrices que
están por encima de las posibilidades reales de realización de los estudiantes y son
exigidas su cumplimiento, incluso en detrimento de la salud de los mismos los
cuales son amenazados y obligados y de no cumplir con dichas orientaciones su
calificación final, su rendimiento académico se puede afectar .) Todo esto crea un
rechazo a nuestra asignatura que en ocasiones no son bien vistas por los niños y
jóvenes sobre todo las del sexo femenino.
Diem (1991) afirma que “…. Una Educación Física alejada de los intereses,
necesidades, condiciones individuales y momento evolutivo del niño, no pasa de
ser una simple ejercitación corporal”. Además agrega, que “…. el rendimiento
físico entendido como desarrollo de las valencias físicas, tales como fuerza,
flexibilidad, potencia, velocidad entre otras , y las destrezas deportivas específicas ,
forman parte del desarrollo integral, pero sólo llegan a contribuir a este último
cuando están basados en la atención del individuo como totalidad, o sea, en las
dimensiones de lo biopsicosocial”.
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Todos sabemos que al impartir las clases, tenemos que enfrentar grupos en
ocasiones numerosos, pero no podemos perder la perspectiva que debemos lograr el
máximo desarrollo posible de nuestros alumnos partiendo de sus condiciones
individuales. Debemos recordar que cada alumno es un ser con características
individuales
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De forma exagerada se emplean métodos y procedimientos concebidos
previamente por el docente con el objetivo de lograr un dominio técnico
donde solo tienen en cuenta la calidad en la ejecución, sin observar las
individualidades de los alumnos y la necesidad que tienen estos de
manifestarse de forma creativa.
¿A quién debo atender más de cerca partiendo del diagnóstico inicial y los
registros diarios de los avances y dificultades?
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Independientemente de todas estas preguntas y otras que cada docente se puede
hacer en dependencia de su experiencia y características de los alumnos para una
buena planificación de la clase, el docente debe tener en cuenta.
Objetivo/s que se propone.
Los contenidos a tratar, relación con la clase anterior y posterior
(sistema de clases).
Métodos a utilizar.
Procedimientos organizativos a emplear.
Medios necesarios.
El momento formativo es otro aspecto importante a tener en cuenta el cual surgirá
de la atención a los alumnos y no de la ejecución de la acción motriz.
Cada ser humano es una entidad única y compleja con una serie de características y
peculiaridades que le hacen diferenciarse del resto en muchos sentidos. Desde el
punto de vista de la enseñanza es importante intentar comprender a cada individuo
desde una perspectiva global y no solamente desde el punto de vista de tal o cual
aspecto de su persona. Quizá demasiado a menudo el profesor establece un juicio
sobre los alumnos influenciado por lo que podemos llamar como «efecto de halo»,
es decir, el alumno puede estar caracterizado por destacar tanto en el sentido
positivo como por el negativo en una determinada dimensión, por ejemplo su gran
capacidad al esfuerzo físico, su habilidad por captar simpatías o su tendencia al
retraimiento y aislamiento con respecto a los otros compañeros. Esto puede ser
afortunado para el alumno con un halo brillante, pero frustrante para aquel que se
encuentre con un halo algo desvaído.
El conocimiento de las características del alumno es importante además por otra
razón destacada desde el punto de vista metodológico, ya que la valoración de la
capacidad inicial del alumno es un paso necesario para el diseño de una enseñanza
efectiva y coherente con la realidad. A lo largo del proceso interactivo de
enseñanza-aprendizaje, el profesor o entrenador puede llegar a conocer muy bien a
sus alumnos y pupilos dado el carácter abierto de las actividades que se desarrollan
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dentro de nuestro ámbito de enseñanza y en las cuales el individuo se va a ver
abocado necesariamente a manifestarse. Este conocimiento progresivo de los
alumnos debe llevar al profesor a la comprensión global de cada individuo como
tal, para lo cual un docente auténticamente profesional debe aprender a situarse por
encima de fobias y favoritismos.
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2. Tiempo de reacción (8 tests).
3. Coordinación óculo-manual (10 tests).
4. Condición física (velocidad, fuerza y flexibilidad).
5. Toma de decisión (solución mental de un juego con medición del tiempo
invertido).
Los resultados de este estudio son de un gran interés, ya que nos hacen tomar
conciencia de la dimensión real que pueden tomar las diferencias entre los alumnos.
DIAGNÓSTICO.
Para conocer las características reales de sus alumnos en particular y de cada grupo
clase, el profesor debe realizar las pruebas (test) diagnósticas al inicio del curso (o
al inicio de cada unidad del programa de estudio.)
Estas pruebas o tests diagnóstico es de gran importancia para el profesor ya que les
permite conocer el nivel de desarrollo alcanzado por los alumnos en los grados o
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etapas anteriores, en relación con las capacidades físicas, habilidades motrices y
conocimientos teóricos que deben haber alcanzado.
La confección de las pruebas de diagnóstico se debe hacer sobre la base de
aquellos contenidos que los alumnos han vencido en grados o etapas anteriores.
El resultado de esta prueba nos brinda una información necesaria que nos permitirá
conocer a nuestros alumnos para encaminar nuestro trabajo futuro, que será;
realizar la planificación o ajuste del proceso de enseñanza, de forma tal que se logre
la mayor efectividad en el cumplimiento de los objetivos propuestos.
Este conocimiento previo que nos brinda el diagnóstico es fundamental para
encauzar un aprendizaje significativo.
Para el desarrollo de las pruebas de diagnóstico se pueden emplear distintas
actividades entre las que tenemos:
Pruebas de rendimiento.
Ejercicios de Adiestramiento.
Juegos.
Preguntas orales o escritas.
Este diagnóstico de las condiciones antecedentes; pedagógicamente es más
importante obtener una medición y valoración, que una calificación, pues de lo que
se trata es de conocer datos a partir de los cuales iniciar el trabajo.
EL GRUPO DE CLASE
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En la enseñanza de la Educación Física. y el Deporte, los grupos pueden presentar
unas características muy diversas; la motivación básica del grupo hacia el
aprendizaje puede variar enormemente dependiendo de si se trata de un grupo
formado por adscripción, y la enseñanza, por tanto, tiene un carácter obligatorio,
Sin embargo, respecto a la mayor o menor disposición de un grupo al aprendizaje
en un contexto de enseñanza formal, existe otra dimensión que tiene en este sentido
un carácter determinante, se trata de la «cohesión» del grupo en su propósito de
alcanzar unas metas comunes, es claro que cuanto mayor sea la cohesión del grupo
tanto más estará facilitada la tarea docente del profesor.
Otro factor que, aunque de un carácter totalmente diferente a los anteriores, tiene
una gran incidencia en la enseñanza, es el «tamaño del grupo». El número de
componentes de un grupo va a jugar un papel importante en la labor docente del
profeso. Por una parte, Con referencia específica a nuestra materia, cada actividad
tiene un tamaño ideal de grupo que establece unos límites, por debajo y por encima
de los cuales la enseñanza se puede ver con dificultad. .Cuanto más numeroso sea
el grupo mas dificultades metodológicas se encontrarán para la enseñanza. Los
esquemas de organización de la clase y asignación del trabajo a realizar se harán
más complejos por una parte y por la otra resulta evidente que cuantos más
alumnos haya en el grupo cada uno de ellos tocará a menos atención directa e
individual por parte del profesor.
El último factor relativo a las características de un grupo que tienen un impacto
significativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje es su «nivel de
homogeneidad». Se dice que un grupo es homogéneo respecto a tal o cual aspecto
cuando las diferencias individuales de los miembros del grupo en relación con
dicho aspecto se encuentran entre unos limites no alejados. Un grupo puede ser
homogéneo en un aspecto o serie de aspectos y sin embargo, ser heterogéneo en
otros. La enseñanza a grupos homogéneos se encuentra metodológicamente más
facilitada con respecto a los grupos en los que se detectan unas grandes diferencias
entre sus componentes. Esto no debe interpretarse en modo alguno como que un
objetivo del profesor sea lograr que su grupo llegue a tener el máximo nivel de
homogeneidad posible, muy al contrario, todo docente y en el caso de la Educación
Física no puede resultar más evidente, debe intentar que cada uno de sus alumnos
llegue a alcanzar el máximo nivel posible de acuerdo a su potencial individual. Esta
premisa puede dar lugar como es fácil de comprender a una mayor dispersión en
ocasiones, pero sin embargo, lo que siempre producirá será el que el grupo alcance
el máximo nivel posible, como resultado de que cada componente del grupo
asimismo ha alcanzado su máximo nivel
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FASES EN EL DESARROLLO Y SU IMPLICACION
EN LA DISTRIBUCION DE LOS CONTENIDOS DE
LA EDUCACION FÍSICA ESCOLAR.
En el caso de los contenidos de la Educación Física escolar, estas fases son los
diferentes periodos de tiempo en el proceso de desarrollo que tienen unas
características específicas y que propician aprendizajes motores concretos. El
aprendizaje de cada uno de los diferentes contenidos de la Educación Física se
materializa en las diferentes fases.
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los aspectos perceptivos implicados en la ejecución motriz (estructuración del
esquema corporal, percepción temporal y espacial, etc.).
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Al llegar a la etapa de primaria los alumnos y alumnas han experimentado
vivencias corporales a través de las tres grandes áreas de la educación infantil
descubrimiento de sí mismo; intercomunicación y lenguaje, y descubrimiento del
entorno natural y social. Esto representa que ya tienen un bagaje motriz importante
poseyendo, al iniciar esta etapa, unos esquemas motores globales. El aprendizaje
motor, en la etapa de primaria, supone un salto cualitativo y cuantitativo en su
desarrollo y tiene su base condicionante en los contenidos de la imagen y
percepción corporal, así como en las habilidades y destrezas motrices básicas.
Debe tenerse presente que la capacidad motriz que se pretende conseguir a lo largo
de esta etapa es aquella que permita al alumno aumentar su capacidad de
aprendizajes motores nuevos y aplicar soluciones motrices validas para situaciones
nuevas. Debe, por ello, prevalecer la enseñanza de aquellas habilidades que
suponen una aplicación funcional o la adaptación a una situación (trepar, gatear,
transportar, arrastrar, nadar, patinar, golpear, rodar, montar en bicicleta...), que no
suponen un problema de aprendizaje motor, pero que probablemente no se
producirían si la escuela no planteará situaciones en las que se den estas respuestas
motrices.
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Con referencia a esta finalidad, el área de Educación Física específica que, la
capacidad motriz también incluye la mayor eficacia en las actividades que
desarrollan las habilidades básicas (actividades de desplazamientos, giros,
lanzamientos, recepciones, saltos...) que son la base de adquisiciones posteriores.
Estas habilidades deben trabajarse tanto desde el aspecto cuantitativo (saltar más,
correr más...) como desde el aspecto cualitativo (explorar todas las posibilidades de
salto, de desplazamientos, del manejo de objetos...). El trabajo de condición física
no debe plantearse como finalidad en este ciclo ya que este estará implícito en el
desarrollo de los demás contenidos.
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-Movimiento como práctica social: deporte recreativo o de competición.
-Movimiento como potenciador de las capacidades anatómico-fisiológicas o bio-
orgánicas: acondicionamiento físico.
-Movimiento como desarrollo de las capacidades cognitivas, relacionales,
emocionales y expresivas del individuo.
Esta etapa está fuertemente marcada y condicionada por la adolescencia, que se
caracteriza por los profundos cambios que en ella se producen; comporta
sentimientos de inseguridad, inestabilidad e insatisfacción personal que,
generalmente, se manifiestan a través de conflictos relacionados tanto con la
familia y con el grupo de alumnos, como con otras personas de su misma edad.
Los contenidos de la materia se deben concretar y agrupar de manera que cada
alumno los pueda trabajar en función de sus posibilidades y limitaciones, sin
descuidar ninguno de los aspectos básicos que deben intervenir en su educación
integral.
El cuerpo y el movimiento son los elementos a educar, pero se debe hacer
consciente al alumno de cuáles son los mecanismos que le permiten ejecutar dichos
movimientos y controlarlos. Así también, debe saber qué es lo que debe trabajar,
cómo lo ha de hacer, qué efectos tiene sobre el organismo, qué objetivos se
pretenden conseguir y cómo se evaluarán. Es decir, se le debe hacer consciente de
todo su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para ello, es importante tener bien organizados los contenidos que se quieren
trabajar en cada edad, aunque su planteamiento sea flexible y adaptable a las
características de los alumnos, del centro, del material, de las instalaciones con las
que se cuente.
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la expresión y de las actividades en el medio natural, la manifestación más
evidente de esta iniciación.
Desarrollo de la motricidad específica: (14 a 16 años)
Una de las finalidades últimas de la enseñanza de la Educación Física es la de
crear hábitos duraderos de actividad física en los alumnos y alumnas una vez
terminado su periodo de escolarización. Para ello será necesario ofrecerles la
posibilidad de conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de movimiento a través
de un gran número de actividades físicas y deportivas que les permitan, en un
futuro, escoger las más adecuadas a sus capacidades e intereses. Esta
consolidación de hábitos en las actividades físicas no debe limitarse
exclusivamente a una práctica continuada, sino que es necesario también vincular
esa práctica a una escala de actitudes, valores, normas y al conocimiento de los
efectos de ésta o de su ausencia, sobre el desarrollo y estado personal y sobre su
repercusión en la calidad de vida.
Las habilidades motrices que se trabajan en este ciclo son todas aquéllas de índole
específico que permiten el aprendizaje y desarrollo de un amplio repertorio de
actividades físico-deportivas en contextos reales.
El desarrollo de estrategias de decisión cobra un especial significado en este ciclo
ya que predispone a la persona a solucionar los diferentes problemas que con la
práctica de este tipo de habilidades se plantean.
En este ciclo se debe hacer un trabajo de orientación de los alumnos y alumnas
hacia aquellas prácticas físico-deportivas que más se acerquen a sus intereses y
necesidades y hacia las diferentes concepciones de las mismas: recreativas, lúdicas,
competitivas, etc.
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Ya hemos dicho anteriormente que el aprendizaje motor en primaria supone un
salto cualitativo en su desarrollo y maduración y se sustenta en los contenidos
referentes a la imagen, percepción, control y conciencia corporal.
El trabajo de habilidades y destrezas motrices básicas como contenido importante
a partir del segundo ciclo se orienta a movimientos culturalmente más elaborados y
organizados. Se trata de desarrollar capacidades motrices de habilidades y destrezas
básicas para futuras prácticas, bien de actividad física (habilidades específicas), o
bien de acciones y actividades de la vida diaria de los alumnos. Así pues, la
orientación en el trabajo de las habilidades y destrezas motrices básicas no debe
orientarse sólo al mundo del deporte o de la actividad física sino que debe también
posibilitar al alumno una mejor calidad de vida.
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solución de problemas concretos y nunca como un fin en sí misma. Partiendo de
esta idea nosotros fundamentaremos nuestra propuesta a partir de la clasificación
que realiza Famose (1992).
Conviene recordar que tarea motriz no es igual a ejercicio; la tarea tiene una
connotación didáctica ya que su enunciado encierra siempre unas consignas
referentes al objetivo que con ella se pretende conseguir y a la determinación de las
condiciones de práctica en la consecución de ese objetivo, tanto de formas de
proceder como del acondicionamiento del medio. De esta forma es posible definir
la tarea motriz como la identificación del trabajo motriz a realizar para alcanzar
un objetivo así como de las condiciones en que este debe ser realizado.
Mediante la práctica de una o varias tareas motrices se logra aprender o
incrementar una habilidad motriz, es decir, la realización de tareas que tienen una
misma intencionalidad posibilitan el aprendizaje de habilidades motrices. El
conjunto de aprendizajes de habilidades básicas establece en el individuo una base
motriz que tendrá una posterior repercusión en el aprendizaje de otras habilidades
más específicas.
Finalmente, y como resultado de la realización de tareas motrices para desarrollar
habilidades concretas se da, como consecuencia, una actividad motriz. Esta
actividad podríamos definirla como el resultado del trabajo en la realización de las
tareas para la consecución de una habilidad. Es la actividad que el sujeto realiza
para lograr los objetivos de la tarea y en función de los condicionantes planteados
en la propia tarea.
En la realización y práctica de tareas se producen dos tipos de actividad: una
interna y otra externa. La primera hace referencia a todos aquellos procesos
psicológicos que el sujeto desarrolla para poder conseguir la tarea y que
constituyen el aprendizaje, mejora o desarrollo de habilidades motrices de diferente
índole. La actividad externa es la conducta motriz desarrollada por el sujeto y que
es observable directamente desde el exterior. Ambas son las responsables de la
modificación de la conducta, de la adaptación y del establecimiento de nuevas
relaciones que desembocan en el aprendizaje de nuevas habilidades motrices.
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llegado a este punto se hace necesario describir estos dos conceptos junto con el de
efectividad, los tres están relacionados con el aprendizaje de las habilidades y
destrezas. La eficacia, eficiencia y efectividad en el aprendizaje de las habilidades
motrices tienen una gran importancia ya que son indicadores de la validez y de la
adecuación del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por eficacia se entiende el grado de consecución de los objetivos propuestos, es
decir, la relación que se da entre lo que se ha hecho y lo que se pretendía hacer.
Un jugador de balonmano es eficaz en el tiro a puerta si consigue gol en muchos de
sus intentos. Una gimnasta es efectiva en la ejecución de un movimiento si
consigue que éste se ajuste en gran medida a los requerimientos que marca el
reglamento. Un alumno es eficaz en lanzar y recibir balones si es capaz de realizar
estas acciones con fluidez, acierto, con móviles diferentes y en situaciones variadas
y cambiantes.
La eficiencia hace relación al coste de esta eficacia, es decir, al nivel del esfuerzo
requerido para ser eficaz. Así, un sujeto es más eficiente si consigue los resultados
previstos con menos esfuerzos, con menor coste. Este coste puede ser expresado en
términos energéticos (energía gastada en la ejecución), en términos mentales (el
grado de esfuerzo cognitivo necesario para la respuesta) y también en términos
temporales (¿cuánto tiempo ha costado?).
La efectividad se entiende en dos vertientes: la primera referida al grado de
consecución de una habilidad que más se acerca al punto de máxima calidad. La
segunda se refiere al porcentaje de logros (% de efectividad), es decir, cuántos han
llegado o lo han conseguido.
Estos tres conceptos nos han de servir para evaluar algunos de los planteamientos
didácticos utilizados en la enseñanza y aprendizaje de las habilidades y destrezas y
así poder adecuar la acción didáctica en función de los resultados que
continuamente se vayan produciendo. Así, por ejemplo, si observamos que después
de un tiempo adecuado la mayoría de los alumnos no son capaces de realizar la
habilidad propuesta esto es un indicador de que el planteamiento didáctico no es
eficaz y de que existe algún elemento que falla y que debemos corregir.
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repertorio y un bagaje motriz que les sea de utilidad tanto en su desarrollo personal
como en la resolución de nuevos y posteriores aprendizajes.
Hemos de destacar que lo importante de este proceso y el eje sobre el cual va a
girar el mismo, son los alumnos. La habilidad se convierte en el instrumento
educativo que utilizamos para conseguir esta finalidad última. Todo esto comporta
una manera concreta de entender la enseñanza y aprendizaje, de tal forma que se
hace necesario un conocimiento específico de la metodología adecuada y de las
estrategias y mecanismos que los alumnos ponen en juego durante el desarrollo de
este proceso.
Todas las acciones de enseñanza y aprendizaje deben centrar la acción educativa
sobre el proceso dejando el resultado en segundo lugar y como consecuencia lógica
de la culminación de un proceso llevado a cabo de forma coherente.
La primera fase es donde el alumno toma contacto con la nueva habilidad objeto
de aprendizaje. En esta fase el alumno explora y se familiariza con la habilidad por
tanto, hay una intervención importante de los mecanismos perceptivos.
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Generalmente no se consigue la habilidad y se producen intentos de realización a
base de poner a prueba los aprendizajes anteriores con la idea motriz que el alumno
se ha creado de la habilidad.
En la segunda fase, es posible que el alumno realice la habilidad, pero con ciertas
dificultades, tales como falta de independencia segmentaria, de coordinación
dinámica general, de eficacia en la acción, etc. Es en esta fase en donde se
producen los verdaderos mecanismos de regulación del aprendizaje.
Finalmente, en la tercera fase se consigue la realización de la habilidad salvando
los problemas segmentarios y de coordinación que se dieron en la anterior.
En general y especialmente en el ámbito escolar no podemos conformarnos con la
consecución de esta última fase o la consecución en sí misma de la habilidad.
Tenemos que lograr una estabilización y utilidad de ese aprendizaje, es decir, que el
alumno sepa aplicarlo y utilizarlo en cualquier situación que lo requiera.
De esta manera podemos, con ese aprendizaje, resolver problemas diversos en
función de situaciones cambiantes tanto espaciales como temporales,
instrumentales, normativas. etc.
Será difícil alcanzar estas finalidades si el proceso de aprendizaje se ha producido
de una manera mecánica, sin interiorización, sin una aplicación es decir, de forma
no significativa para el alumno.
La aplicación más educativa del conocimiento de estas fases es poder realizar en
cada momento la regulación pedagógica que lleve al alumno a obtener la capacidad
de poner en acción el potencial de aprendizajes adquiridos para resolver nuevas
situaciones y/o aprendizajes motrices.
De todas formas no siempre hemos de considerar que esto pueda ocurrir ya que
cabe la posibilidad de que la transferencia sea negativa. Se considera una
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transferencia negativa cuando el aprendizaje o ejecución de una tarea o habilidad
puede ser motivo de interferencia en el aprendizaje o ejecución de una segunda o
posterior tarea o habilidad. Un claro ejemplo de transferencia negativa sería aquel
en el que un alumno ha tenido una experiencia desagradable saltando un plinto
como puede ser una caída o un accidente y, consecuentemente, este hecho origina
dificultades en posteriores aprendizajes relacionados con dicho elemento.
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Son varias las teorías que sustentan los principios de las transferencias en el
aprendizaje en general y en el de habilidades en particular. Thorndike (1913),
citado por Sánchez (1986), postula la “Teoría de los elementos idénticos”. Esta
mantiene que para que suceda un fenómeno de transferencia deben existir
elementos idénticos entre la tarea o habilidad original y la de nuevo aprendizaje.
Judd (1908), citado por Sánchez (1986), propone la " teoría de la generalización".
Esta insiste en que, para que se produzca una transferencia, el individuo debe
conocer las reglas o principios básicos que estructuran la tarea o habilidad
aprendida y así poder establecer estrategias en el aprendizaje de otras de nivel o
complejidad superior.
La corriente gestaltista defiende la " teoría de la transposición", que se fundamenta
en que el conjunto global de relaciones causa-efecto aplicadas en una situación
constituye la base de partida en la transferencia a otra situación de aprendizaje en la
que se den también este tipo de relaciones.
Desde una perspectiva constructivita del aprendizaje, la transferencia adquiere una
gran importancia ya que facilita la conexión de los nuevos aprendizajes con los que
el alumno ya poseía, es decir, los aprendizajes previos facilitan la adquisición de
nuevos aprendizajes.
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En la determinación de estas estructuras de acogida y para la enseñanza y
aprendizaje de las habilidades motrices es necesario también conocer el nivel de
desarrollo de los alumnos y alumnas.
INTERDISCIPLINARIEDAD.
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Desde el punto de vista de la inclusión de los contenidos en las áreas de
conocimiento de los currículos escolares vemos que existe un conjunto de ellos que
están estrechamente vinculados a una única área o disciplina académica. Pero
observamos también otro conjunto de contenidos que actúan u operan desde
diferentes áreas. En el primer caso se trata de los contenidos denominamos
disciplinares, es decir, aquellos que pertenecen exclusivamente a un área de
conocimiento que dan entidad a la misma. En el segundo caso, puede tratarse de
dos tipos de contenidos: los que no pertenecen de forma específica a ninguna de las
áreas y son trabajados a partir de todas, son los llamados ejes transversales del
currículo, y aquellos que, a pesar de estar incluidos en una área específica de
conocimiento tienen relación con otra u otras áreas académicas. En este caso
hablamos de contenidos interdisciplinares los cuales pueden ser abordados desde
diferentes áreas a pesar de que una de ellas tenga un peso o incidencia mayor en los
mismos.
En la Educación Física, al igual que en otras áreas, sucede que algunos de sus
contenidos están estrechamente relacionados con otras materias y que estos
requerirán un tratamiento interdisciplinar, sin excluir una atención especial por
parte de la propia área.
Esta diferenciación entre contenidos disciplinares e interdisciplinares es sumamente
importante ya que implica la necesidad de que los alumnos y alumnas dominen no
sólo los procedimientos propios de la Educación Física sino también otros de tipo
más general cuya adquisición y aplicación tendrá un resultado beneficioso en el
proceso formativo general de los mismos.
La interdisciplinariedad hace referencia a la organización de los contenidos de las
diferentes áreas y a las relaciones y vínculos que se pueden establecer entre un
contenido y dos o más áreas.
En la enseñanza y aprendizaje de las habilidades motrices básicas tenemos que
considerar que existen numerosos contenidos que pueden y deben ser tratados
desde diferentes áreas.
Todo ello hace necesario una manera concreta de actuar con los alumnos y la
utilización de una metodología amplia y variada, pero que se enmarque en la idea
de que fomente unos aprendizajes significativos.
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ámbito motor. Así pues, observamos que la mayoría de la bibliografía al respecto
realiza un tratamiento del aprendizaje motor en general, y de las habilidades y
destrezas motrices en particular, centrado en el producto, es decir, en la
consecución de un resultado motor, de "patrones maduros" de la marcha, del salto,
de los lanzamientos...; o, en la automatización de "programas motores" mediante
los cuales lograr que los alumnos consigan mayor rendimiento en la realización de
cualquier acción motriz. Igualmente es conocida la orientación en el empeño de que
niños de primaria realicen gestoformas deportivas con la mejor técnica y la mayor
eficacia posible.
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El aprendizaje significativo trata de establecer vínculos entre los nuevos contenidos
y los conocimientos previos de los alumnos. Esto lleva implícito que los nuevos
contenidos se han de relacionar de manera sustantiva y no aleatoria con lo que el
alumno ya sabe, es decir, debe ser asimilado en su estructura cognitiva y no
limitarse a la mera repetición, mecanización o automatización de acciones
motrices.
EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO
¿De dónde parte?
De los conocimientos previos de los alumnos.
¿Cómo se
realiza? Mediante una intensa actividad del alumno: proceso de reflexión y
no simple activismo.
El profesor actúa de mediador entre el alumno y el nuevo
conocimiento.
¿En qué consiste? Modificación de los esquemas de conocimiento: desequilibrio-
reequilibrio.
¿Qué buscamos? Estructura cognitiva comprensiva: aprender a aprender.
43
Plantear habilidades a los alumnos con un grado de dificultad adecuado a los
mismos y que requieran de ellos la necesidad de regular de forma consciente
y deliberada su actuación. De esta manera se verán en la necesidad de
planificar una idea motriz previa, a controlar su actuación en la realización
de la acción motriz y, finalmente, a evaluar el proceso y el resultado de esta
actuación.
Evitar la repetición mecánica de tareas o habilidades basadas en la
consecución de objetivos concretos y procurar que el alumno domine
diferentes procedimientos para elegir, razonadamente, los más adecuados
para resolver con éxito la actividad planteada.
Realizar habilidades motrices en contextos variados y diferentes procurando
que estos contextos resulten funcionales, es decir, próximos a situaciones
reales de los alumnos.
Procurar una metodología en la clase que propicie un clima de reflexión,
duda, de exploración y si es necesario, de discusión entre grupos sobre las
distintas maneras de cómo poder resolver el problema o la actividad
planteada.
Que las habilidades motrices básicas realizadas tengan una transferencia a
otras de un gradiente superior o a otros ámbitos o contextos aunque no sean
de la Educación Física.
A partir de todo lo expuesto hasta aquí podríamos definir que en Educación Física
el aprendizaje significativo es aquel que estimula una necesidad en los alumnos y
se incorpora a las estructuras de conocimiento que estos ya poseen.
Los alumnos y las alumnas son los protagonistas principales del proceso de
enseñanza y aprendizaje en general y, en este caso, de las habilidades y destrezas
motrices básicas. Todas las acciones didácticas se encaminan hacia la consecución
44
por parte de éstos de un amplio y variado conjunto de formas culturales aceptadas
y necesarias para formar parte y moverse en la sociedad en la que viven.
Se hace patente la necesidad de que el profesor conozca cómo son sus alumnos en
todos los aspectos posibles. Desde el punto de vista de la construcción de nuevos
aprendizajes -en nuestro caso aprendizajes motrices-, desde la perspectiva
significativa que defendemos a lo largo de esta obra, es imprescindible conocer la
base o el punto de partida de cada uno de los alumnos y alumnas. Será necesario
por tanto, determinar ese punto de partida, es decir, conocer lo que ya hemos
denominado anteriormente estructuras de acogida. En el caso del aprendizaje de
habilidades y destrezas motrices, aquéllas se concretan en dos grandes apartados: el
primero hace referencia a aquellos aspectos fisiológicos y de desarrollo que tendrán
una incidencia especial en el nuevo proceso de aprendizaje y, el segundo, a todos
aquellos aspectos de tipo psicopedagógico que delimitarán las acciones que hay que
realizar y la metodología que hay que utilizar.
45
aprendizaje. Volvemos a situar al alumno como eje y principal protagonista de las
acciones didácticas.
Durante muchos años se ha considerado al profesor de Educación Física como el
elemento más importante, Ilegandose a desarrollar estudios e investigaciones para
determinar el perfil del profesor ideal. Las consideraciones respecto a la
importancia y al papel del profesor han variado y cambiado sustancialmente en la
actualidad.
En el caso que nos ocupa consideramos tres aspectos que hay que destacar en
cuanto al papel del profesor en la interacción con los alumnos en la clase.
En primer lugar consideramos al profesor como un mediador, como un
puente entre el alumno y el nuevo contenido. Si establecemos una
diferenciación entre lo que el alumno es capaz de realizar solo y lo que es
capaz de realizar con la ayuda de otras personas vemos claramente el ámbito
de incidencia y actuación del profesor. El profesor debe ir estableciendo
puentes entre lo que el alumno ya sabe o es capaz de realizar y el nuevo
aprendizaje.
La segunda consideración respecto a la actuación del profesor destaca la
condición de conductor y transmisor de aprendizajes. El que aprende es el
alumno no el profesor. Un claro ejemplo de esta consideración y en este caso
no referido a la Educación Física es el del profesor de autoescuela y el
alumno que quiere aprender a conducir. En este ejemplo el profesor no se
sienta al volante y demuestra sus habilidades conduciendo es el alumno
quien lo hace y aprende a través de las explicaciones y orientaciones que este
le va dando. El profesor actúa de guía, puente o transmisor del aprendizaje
siendo el alumno el protagonista de este proceso y no aquél.
Finalmente creemos que el profesor debe ser un dinamizador de situaciones
didácticas entendidas estas como aquellas acciones que el profesor realiza
para crear un clima y ambiente propicio y atractivo para el aprendizaje.
46
poder abarcar y llegar a todos desde la institución escolar. Esta misma idea es
extrapolable al bloque de contenidos que hace referencia a las habilidades y
destrezas motrices básicas, por tanto, es necesario partir de una serie de
consideraciones orientadas a procurar el aprendizaje de los contenidos relevantes
de la motricidad.
En primer lugar hemos de diferenciar la variada tipología de los contenidos de la
Educación Física a partir de los criterios siguientes: según su ámbito, según su
periodicidad, según la relación con otras áreas y según el grado de definición.
En segundo lugar es necesario determinar criterios para su selección,
secuenciación y temporalización.
47
Una norma: recoger el material al finalizar la clase.
48
vínculos significativos entre el nuevo contenido y las características psicológicas de
los alumnos.
49
Otros dos aspectos importantes son aquellos que hacen referencia a la organización,
selección y temporalización de los contenidos de la Educación Física en general y
a las habilidades y destrezas motrices básicas en particular.
50
Veamos a continuación algunos criterios que pueden resultar de utilidad para
seleccionar contenidos de la Educación Física en general y, por tanto, de las
habilidades y destrezas motrices básicas:
Adecuados al desarrollo evolutivo de los alumnos y alumnas.
Tener presentes los objetivos propuestos.
Adecuados a los conocimientos y capacidades previas de los alumnos-as.
Tener muy en cuenta los aspectos socio-culturales del contexto.
Prever las limitaciones materiales, estructurales, horarias y climatológicas.
Priorizar aquellos contenidos más funcionales y relevantes.
Seleccionar aquéllos con una mayor capacidad de transferencia. Considerar
aquéllos que están más próximos a los alumnos-as.
Destacar aquéllos de mayor utilidad y perdurabilidad.
Que tengan significado para los alumnos-as.
Podemos concluir este apartado refiriéndonos a la necesidad de establecer las
siguientes relaciones de los contenidos de las habilidades y destrezas motrices
básicas con los principios de un aprendizaje significativo:
Además de los contenidos del ámbito procedimental propios de las
habilidades y destrezas motrices básicas, se deben trabajar con los alumnos
contenidos conceptuales y actitudinales tanto para que éstos tengan un
conocimiento sobre los procedimientos que realizan como para desarrollar
con los mismos actitudes y valores positivos.
Para llevar cabo una programación coherente del trabajo de las habilidades y
destrezas motrices básicas tenemos que saber diferenciar aquellos contenidos
cuya distribución en el tiempo puede ser lineal de aquellos cuyo aprendizaje
debe realizarse de forma nuclear.
El tratamiento disciplinar o interdisciplinar de los contenidos ha de permitir
saber establecer en cada momerito las relaciones pertinentes con otras áreas
de conocimiento.
El concepto de contenido algorítmico y heurístico debe servir para poder
diferenciar esta tipología en las habilidades y destrezas motrices básicas y
poder así actuar de la forma más coherente desde el punto de vista del
aprendizaje motor. Estos conceptos llevan implícitos dos metodologías de
enseñanza de la Educación Física: la reproducción y la producción de
modelos.
La correcta organización de los contenidos es otra de las piezas claves para
asegurar un aprendizaje motor coherente y también para garantizar
aprendizajes globales y significativos.
51
Una correcta selección de los contenidos es clave para la transmisión del
conocimiento y para la creación de una nueva cultura.
Temporalización:
52
Consideraciones respecto a las tareas motrices
53
En nuestra propuesta de aprendizaje significativo de las habilidades y destrezas
motrices básicas nos vamos a situar básicamente en el tipo de tareas no definidas y
semidefinidas. Los criterios de elección de un tipo u otro de tareas estarán
condicionados por la edad de los alumnos y por el grado de dificultad y
especificidad de la habilidad.
En cuanto a la edad de los alumnos, utilizaremos sobre todo tareas no definidas
cuanto más pequeños sean éstos y, semidefinidas cuanto mayores sean.
La menor o mayor dificultad así como la menor o mayor especificidad de la tarea
hará que utilicemos las no definidas en el primer caso y las semidefinidas en el
segundo.
En el diseño y posterior propuesta de las tare as a los alumnos con el fin de
desarrollar habilidades y destrezas motrices básicas procuraremos tener en cuenta
las siguientes consideraciones:
En referencia a la presentación de la tarea:
54
El sentido de la tarea: que el alumno encuentre utilidad en ella, que sirva
para alguna cosa, que tenga una aplicación, etc.
Es aconsejable que las diversas tareas que propongamos para el aprendizaje de las
habilidades respondan a una concepción que integre los diferentes elementos de las
mismas. En especial en los cursos inferiores resulta muy aconsejable que éstas
sean sencillas y que se solicite una ejecución global de las mismas. Hacia los
últimos cursos se puede empezar a introducir algunas habilidades realizadas de
forma más analítica. También es recomendable que el tipo de práctica sea lo más
concentrado posible, para más tarde ir distribuyéndola a medida que aumenta la
edad.
La actividad física que le sea propuesta al alumno debe estar enmarcada dentro de
los estilos no directivos de conducción de la clase, es decir, intentando evitar la
enseñanza por recepción, utilizando esta solamente cuando sea imprescindible.
Según esta idea, debemos proponer y sugerir actividades que comporten una cierta
actividad cognitiva del alumno y que pongan en juego los diferentes mecanismos
que intervienen en la realización de una acción motriz. Los mecanismos de
percepción, decisión y ejecución deben tener un tratamiento especial en la
enseñanza de habilidades y destrezas motrices básicas.
Para una enseñanza en la que el alumno se implique en el proceso y desarrolle los
mecanismos anteriormente citados y, de forma especial, los de decisión en la
realización de la tarea y la habilidad, se recomienda una enseñanza que favorezca la
creatividad, la resolución de problemas y el descubrimiento. En general
intentaremos favorecer que el alumno se implique y desarrolle una cierta actividad
mental.
El juego es un recurso metodológico eficaz, ya que éste pone al niño en situación
de competición consigo mismo y de cooperación con los demás. En los primeros
cursos, debemos utilizar tanto juegos libres como codificados, pero éstos han de
ser breves, casi sin reglas, motivadores y fáciles. También constituyen un recurso
metodológico importante aquellas actividades que se organizan alrededor de las
carreras de relevos, el trabajo en diferentes recorridos o circuito y, en general, todos
aquellos recursos basados en planteamientos lúdicos de la actividad.
55
No debemos olvidar que este tipo de contenidos los desarrollaremos principalmente
en la etapa de Educación Primaria y, de forma prioritaria, en el segundo y tercer
ciclo de la misma. Esto representa no olvidar el enfoque globalizador que debe
darse a esta etapa y, lógicamente, este concepto es extensible al área de Educación
Física. En el primer ciclo de la enseñanza secundaria primarán más las habilidades
de cooperación-oposición encaminadas a la iniciación de los deportes de equipo a
partir de formas jugadas, juegos predeportivos y deportes adaptados.
Algunas consideraciones específicas respecto a la intervención didáctica en las
habilidades y destrezas motrices básicas son las siguientes:
Activación de esquemas de conocimientos anteriores.
Propiciar una práctica consciente y reflexiva.
Proceso interno de aprendizaje por parte del alumno:
Reflexión / no activismo.
Comprensión / no memorización y repetición.
Variedad / no repetición.
Adaptación / no repetición.
Producción / no reproducción.
Estilos de búsqueda, resolución de problemas, descubrimiento, etc.
Variabilidad de la práctica.
Es conveniente recordar que en una metodología fundamental en la resolución de
problemas sólo existe problema motriz cuando el alumno percibe una diferencia
entre las demandas surgidas de la tarea y la disponibilidad de sus propios recursos.
(Ruiz, 1995).
Las consideraciones metodológicas respecto a la evaluación son uno de los pilares
fundamentales para llevar a cabo un proceso significativo de enseñanza y
aprendizaje de la motricidad.
56
debemos tener presente la importancia, ante todo, del elemento humano,
constituido en este caso por el profesor y los alumnos y, de forma complementaria,
por la familia y la propia sociedad.
Todo este conjunto de elementos que constituyen los recursos y materiales
didácticos puede ser muy variado y diferenciado en función de los objetivos que se
pretendan conseguir y de los contenidos objeto de enseñanza. Esta variabilidad se
acentúa más cuando se trata de recursos y materiales propios de la Educación
Física.
Las características del área y el gran número de variables que inciden sobre la
misma, hacen que los recursos materiales y didácticos se centren sobre conjuntos
de elementos concretos y significativos de la Educación Física, los cuales, a la vez,
constituyen un gran repertorio de posibles materiales y recursos propios de
utilización.
En el área de Educación Física, la utilización y selección de los recursos y
materiales didácticos ha sido diferente a lo largo de la historia educativa,
realizándose siempre en función de las tendencias y concepciones que de la misma
se ha tenido en cada momento.
La topología del material utilizado para el desarrollo de habilidades y destrezas
motrices básicas debe ser variada y amplia ya que cada uno de ellos genera una
motricidad propia y específica. Así, por ejemplo, los balones incitan a un repertorio
de movimientos característicos y específicos a pesar de que estos tengan formas,
tamaños y pesos diferentes. La variedad de la riqueza motriz estará condicionada
por la variedad de materiales utilizados en las sesiones de Educación Física.
57
LA ENSEÑANZA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y
EL DEPORTE COMO UN PROCESO
SISTEMÁTICO.
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA.
58
operar un proceso de aprendizaje facilitado o inducido por la acción docente del
profesor.
59
Cagne y Briggs (1974), Goodwin y Klausmeir (1975). Dentro del campo de la
didáctica específica de la E. F. y el deporte, las contribuciones de Singer (1980) y
Sidentop (1972) han revestido especial importancia.
En las edades entre los 6 y 12 años debido a las características que presentan
estos niños y muchos asocian la actividades recreativas de esparcimiento
con las clases de Educación Física es por ello más frecuente encontrar un
alto grado de motivación para participar en actividades físicas y deportivas,
sobre todo los varones.
60
Sin embargo se hace complicado en ocasiones lograr disciplina en las clases
debido a esta excesiva motivación, esto les sucede frecuentemente a los
profesores noveles, sólo con el control del grupo se logrará una mayor
participación de los alumnos, y se conseguirán los aprendizajes propuestos
En definitiva, Knapp (1981) afirma que: “la motivación es el factor más importante
para la adquisición de una habilidad motriz.”
Ya hemos mencionado que en los niños hay una tendencia positiva hacia la
Educación Física, pero su motivación se reduce en ocasiones en jugar, con lo
que la labor de motivación hacia otras actividades no es siempre fácil. En
ocasiones el profesor de Educación Física se preocupa más de que los niños
la pasen bien en las clases y se despreocupan de lo que deben aprender los
alumnos.
61
la variedad de contenidos que conozcamos dentro de nuestra
asignatura (nos proporcionarán más conocimientos de actividades para
proponerle a nuestros alumnos).
Se podrá motivar con más facilidad con los deportes, algunas danzas y los
juegos tradicionales o alternativos estos son contenidos que suelen ser de
gran interés y con los que logramos mayor motivación, que con ejercicios de
preparación física general, o la repetición mecánica de algunas habilidades.
Esto les permita a los profesores modificar las tareas que no fueron del
agrado de los alumnos, y trabajar sobre la base de las que tuvieron
aceptación.
62
En las edades de 6 a 12 años va a ser el medio fundamental en las sesiones
de Educación Física (aunque no es el único) debemos procurar a través de el
desarrollar todos las esferas de la personalidad y el mayor número de
contenidos (conocimientos, habilidades básicas, capacidades motrices).
A partir de los 12 años también utilizamos juegos, aunque a los alumnos les
simpatizan más los conocidos y practicados en sus comunidades.
Los alumnos aceptan más las clases que tengan juegos. Esto es debido entre
otros motivos a que en los mismos hay mayor cantidad de alumnos
“actuando” simultáneamente, debido a su organización que facilita, la
participación motriz de los niños; evitando procedimientos organizativos que
provocan que algunos alumnos no estén en actividad continua, ya que están
en espera debido a la escasez de materiales. El juego permite más libertad de
acción de los alumnos y cuando ellos se sienten libres realizan las
actividades de forma más motivadas.
Hay que evitar los aspectos negativos que puede tener la competición existen
formas para ello:
63
Pero algunos profesores consideramos que la clave es plantear
como objetivo el esfuerzo más que el resultado.
Otro atractivo para los jóvenes es que la tarea tenga un cierto “peligro” en su
ejecución pero esto tiene que estar muy controlado por el profesor. Ejemplo
tenemos las actividades en contacto con la naturaleza, pero también en clase
hay tareas que poseen estas características.
Las tareas que se propongan deben poseer una cierta dificultad al principio,
pero que posteriormente lleguen a dominarla. Las actividades demasiado
fáciles o demasiado difíciles según las posibilidades de los alumnos no son
atractivas.
Para poder motivar constantemente a los alumnos el primero que tiene que
estar motivado para impartir una clase de calidad es el profesor. La actitud
que los docentes mantengan durante las clases tiene una gran influencia en la
motivación del alumnado
64
actitud más positiva que en un clima tenso y estricto”. Este autor enumera
una serie de recomendaciones para mejorarlo:
Para mejorar las aptitudes como oyente, Martens y otros (1989, p.50)
recomiendan:
Rol del profesor. Ya hemos comentado que la labor del docente como
orientador, informador, motivador, etc. va a ser primordial para lograr
el clima positivo en nuestras clases.
El docente debe moverse por todo el espacio, dirigirse a todos los alumnos,
todos tienen que sentirse protegidos y atendidos por el profesor.
Estímulos.
Los estímulos mueven a los alumnos a actuar, estos pueden ser positivos o
negativos.
Los estímulos materiales no son aconsejables utilizarlos en demasía, para los
niños es más importante las palabras de ánimo del profesor, las palmadas en
65
la espalda, tomarlos como ejemplos en las demostraciones o pedirles que nos
ayuden en una ejecución de una tarea que sea por parejas o tríos, nombrarlo
responsable de un equipo son sólo algunos ejemplos que podemos emplear
en nuestras clases.
Antón (1997) cita a Roberts (1988) quien afirma que para los niños, la
simple aprobación de personas que ellos consideran importantes es una
motivación suficiente.
Utilización de los medios de enseñanza (recursos)
Los medios de enseñanza son recursos muy utilizados en las clases por
todos los profesores de Educación Física algunos docentes plantean que si no
hay suficientes medios las clases no pueden ser motivadas, algunos son tan
exigentes que plantean que lo ideal es uno por cada dos estudiantes, algo que
creemos que es real , pero la insuficiencia en la cantidad de medios no puede
ser una limitante para impartir clases motivadas, existen procedimientos
organizativos (estaciones, circuitos, ondas, recorridos) que nos permiten
lograr y mantener una actividad dinámica y motivada.
La variedad de medios de enseñanza es otro aspecto que ayuda, aquí se pone
de manifiesto la creatividad de los profesores (actualmente se habla mucho y
con fuerza la utilización de medios y deportes alternativos). Somos de la
opinión que muchos medios pueden ser elaborados, por los profesores, la
motivación aumenta cuando el docente aparece con un recurso llamativo.
66
ENSEÑANZA MASIVA Y ENSEÑANZA
INDIVIDUALIZADA.
EL NIVEL UNICO DE ENSEÑANZA.
67
Lo cual además implica que en la clase se está desarrollando una única actividad.
Mismos objetivos por tiempo de enseñanza quiere decir dos cosas, que se proponen
las mismas metas para todos los alumnos y que se les impone un mismo ritmo de
aprendizaje. Mismos programas quiere decir que a todos los alumnos se les va a
proponer la realización de las mismas tareas. Misma carga de esfuerzo físico
significa un planteamiento cuantitativo único para todos los componentes de la
clase. El termino mediante el cual se denomina a este tipo de planteamiento
didáctico es el de enseñanza masiva, este tipo de enseñanza ha sido y aun sigue
siendo aunque en menor escala de uso general, su falta de adecuación a la
consideración educativa actual del alumno como un individuo ha hecho que las
alternativas a esta metodología constituyan una necesidad dentro del movimiento
de renovación pedagógica en la enseñanza en general y en nuestro ámbito en
particular. Sobre este particular García Hoz (1968) presenta el concepto de
«Educación personalizada» como un término más preciso frente al de «Educación
individualizada», sobre este respecto señala:
«El más profundo significado de la educación personalizada se halla no en ser una
forma o método nuevo de enseñanza más eficaz, si no en convertir el trabajo de
aprendizaje escolar en un elemento de formación personal a través de la elección de
trabajos y la aceptación de responsabilidades.»
Puede apreciarse como en el párrafo citado el autor refuerza la validez del principio
de enseñanza emancipatoria y el valor educativo que confiere en si mismo al
proceso de enseñanza.
68
enseñanza masiva supone un planteamiento de mínima individualización con la
aplicación de un único nivel de enseñanza, el máximo de individualización en la
enseñanza en una dimensión determinada se conseguirá estableciendo un nivel de
enseñanza diferenciado para cada alumno. (ESTO ES PROPIO DEL
ENTRENAMIENTO DEPORTIVO)
Entre no tener en cuenta en absoluto las diferencias individuales de los alumnos y
empezar a tenerlas en cuenta aunque sea de una manera limitada existe una gran
diferencia, la de tener voluntad de renovación pedagógica o no tenerla.
Para la diversificación de los niveles de enseñanza con el propósito de una
enseñanza más individualizada, como en principio se ha visto, el profesor puede
moverse a lo largo de dos dimensiones:
1. Contenido diferenciador de los niveles de enseñanza.
2. Número de niveles de enseñanza diferentes que va a aplicar a un mismo
grupo de clase.
Las diferentes alternativas con que cuenta el profesor combinando las posibilidades
existentes en estas dos dimensiones son enormes, de tal forma que para cada
circunstancia puede encontrar una combinación que le ofrezca un recurso para
contemplar en la mayor medida posible las diferencias individuales que muestren
los alumnos.
69
directividad. Solo si el profesor no existe o no actúa en absoluto como tal, en cuyo
caso resultaría redundante, puede hablarse de una «no directividad». En este caso,
no podría hablarse propiamente de enseñanza, ya que el proceso interactivo
enseñanza-aprendizaje no existiría y habría solamente un proceso de aprendizaje.
Mucho menos puede hablarse de enseñanza no directiva, cuando esta no
directividad consiste en actuar de una forma sutil o subterránea, de forma que el
alumno no perciba que esta siendo direccionado; así el alumno pensará que esta
haciendo lo que el quiere, cuando, en realidad, puede estar realizando, punto por
punto, lo que otros han decidido previamente que haga.
Propiamente hablando, pues, habría que referirse en este sentido a métodos de
enseñanza con un mayor o menor componente de directividad, siendo en realidad
los pretendidos métodos no directivos métodos de enseñanza menos directivos. Por
supuesto, dentro de una ética profesional, la concesión al alumno de un
determinado nivel de capacidad de decisión en las clases en el caso de que se
aplique, tiene que ser real y no simulado. .
.Al respecto de la problemática metodologiíta que aquí se está tratando, Sidentop
(1976) identifica tres categorías básicas de metodología de la enseñanza en la E. F.
y los deportes:
1. Enseñanza centrada en el profesor (masiva).
2. Enseñanza individualizada. Centrada en el alumno.
3. Enseñanza basada en la búsqueda por parte del alumno.
En estos tres diferentes planteamientos hay una serie de aspectos que varían en gran
manera de uno a otro. Esto puede empezar a comprenderse con claridad si se
consideran los diferentes papeles que pueden representar el profesor y los alumnos,
así como el carácter del ritmo en la progresión.
El papel del profesor puede moverse a lo largo de una dimensión en un extremo de
la cual el sea continuamente el centro de atención de la clase, ocupando una
posición destacada y focal, en el otro extremo, el profesor pasaría poco menos que
desapercibido, realizando su tarea docente de forma que no suponga el
mantenimiento de una posición central, trabajando dentro del grupo y sin necesidad
de solicitar constantemente la atención sobre si.
Las diferencias entre «la enseñanza centrada en el profesor» y la que esta basada en
«la búsqueda por parte del alumno» se encuentran principalmente en el papel del
alumno, mientras que las diferencias entre la enseñanza «centrada en el profesor» y
«la enseñanza individualizada» se hallan en el papel del profesor y en el carácter
del ritmo en la progresión. Hay que hacer constar que es plenamente posible el
combinar las características de la enseñanza individualizada y la enseñanza
70
mediante la búsqueda, para crear un método según el cual los alumnos generan
contenidos y a la vez el ritmo en la progresión del aprendizaje estuviera
individualizada.
Otro punto a destacar al respecto del análisis precedente es que la técnica de
enseñanza que se emplea básicamente en los métodos de enseñanza centrada en el
profesor (masiva) y enseñanza individualizada es la misma, es decir, instrucción
directa ya que el alumno en ambos casos va a seguir una secuencia en la ejecución
concreta predeterminada por el profesor. Sin embargo, la otra metodología genera
por si misma una técnica propia de enseñanza que va a adoptar su mismo nombre
enseñanza mediante la búsqueda.
El problema de la implantación de una didáctica más acorde con los conceptos de
educación personalizada y enseñanza individualizada presenta unas serias
implicaciones de carácter metodológico, de las cuales se ha hecho un breve
análisis; sin embargo, no nos cansaremos de insistir en la idea de que el principal
motor del cambio de los planteamientos tiene que venir de la voluntad de
renovación pedagógica por parte del estamento docente y de la convicción de que
tener en cuenta de una manera efectiva las diferencias individuales de los alumnos
es una necesidad.
71
EVALUACIÓN
La evaluación es uno de los componentes del proceso docente educativo todos ellos
se encuentran en una estrecha relación entre si.
Desde el punto de vista institucional se sitúa a la evaluación como un elemento de
control. Desde la perspectiva científico didáctica, la evaluación tiene dos funciones
básicas.
Hay objetivos o aspectos de objetivos que son difícilmente evaluables, como por
ejemplo todo lo que implique creatividad, iniciativas por parte de los alumnos es
difícil de someterlo a una evaluación.
La evaluación es una valoración que se emite sobre el proceso de enseñanza y
aprendizaje, una vez recogidos una serie de datos, en relación con los objetivos e
intenciones educativas que se pretenden alcanzar, debemos planificar los momentos
en el que vamos a efectuar la misma.
Planificar la evaluación consistirá en establecer un plan, donde incluya varias
clases de evaluación.
72
Una evaluación de la enseñanza, es decir, una evaluación del maestro, de
cómo enseña, de cómo es su actuación docente.
Una evaluación del aprendizaje, es decir una evaluación del alumnado, de
cómo aprende, de cómo trabaja, si tiene interés, si participa en la tareas que
se les asignan.
Una evaluación de las condiciones y del contexto en el que se desarrolla el
proceso de enseñanza aprendizaje, es decir, una evaluación del proyecto
curricular, de los programas, de las unidades didácticas, de las metodologías
aplicadas, etc.
Lafoucarde entiende la evaluación como una etapa del proceso educacional que
tiene por fin comprobar de modo sistemático en que medida se han logrado los
resultados previsto en los objetivos.
Creemos que esta última es la más efectiva y justa, ya que con instrumentos de
medición podemos registrar datos más confiables, que nos permitan establecer
promedios de repeticiones o de tiempos y marcas que posibiliten realizar estudios
comparativos, pero siempre dejando un margen para que el profesor basado en el
conocimiento de las características individuales que posee de sus alumnos pueda
emitir criterios valorativos con los cuales no se verían afectados en su calificación
73
los alumnos, por no poseer aptitudes físicas que les permitan realizar con eficiencia
y calidad una determinada habilidad motriz o una capacidad condicional o
coordinativa.
Registro anecdótico.
74
Listas de control.
Escalas de clasificación.
75
Los extremos y los intervalos que definen una escala de clasificación pueden ser de
diferente índole, ordinales, numéricos, gráficos, y descriptivos, dando lugar cada
uno de ellos a topologías diferentes de escalas de clasificación.
Las escalas de clasificación ordinales o cualitativas son aquéllas en que los diferentes
niveles no guardan siempre las mismas proporciones y no poseen nivel mínimo ni máximo. Se
trata de un baremo en el que previamente se ha descrito qué se entiende por cada uno de los
diferentes niveles.
CONDUCTA QUE HAY QUE OBSERVAR 1 2 3 4 5
Realiza los lanzamientos verticales con la pelota.
Lanza la pelota verticalmente con una mano y la recibe con
la otra.
Realiza las diferentes actividades de manipulación de la
pelota con la mano.
Realiza las diferentes tareas de botar la pelota.
Se desplaza a la vez que realiza acciones diversas con la
pelota.
Precisión en los lanzamientos realizados con la pelota.
Alcance de los lanzamientos con la pelota.
Resuelve los problemas motrices planteados en las sesiones.
Las escalas de clasificación numéricas son aquéllas que los extremos están
definidos por un 0 y un 10 respectivamente y que sus intervalos son iguales.
76
para resolver acciones motrices.
Aceptación de sus posibilidades
motrices.
Coopera en las actividades
colectivas
Las escalas de clasificación gráficas son aquéllas que utilizan un gráfico para
situar y señalar en el mismo el grado de comportamiento observado o nivel
alcanzado por los alumnos.
77
los mejores instrumentos de observación para la evaluación de las habilidades y
destrezas motrices básicas
Procedimientos de verificación
78
Entre los procedimientos de verificación para la evaluación de las habilidades y
destrezas motrices básicas tenemos los registros de acontecimientos, el
cronometraje, el muestreo de tiempo y el registro de intervalos.
Los registros de acontecimientos son planillas en las que se anotan datos
estadísticos de los alumnos a partir de la observación de su comportamiento en
situaciones reales de práctica de actividad física (veces que está en posesión del
balón, número de puntos conseguidos, problemas motrices resueltos
satisfactoriamente).
El cronometraje mide el tiempo que dura un determinado comportamiento en los
alumnos (tiempo de permanencia en un determinado lugar, tiempo de posesión del
balón, tiempo en conseguir cierta acción o resolver un problema motriz).
Evaluación criterial.
Evaluación normativa.
79
(alumnos que están por encima del promedio), pero para otros alumnos resultará
difícil incluso hasta imposible el cumplimiento de estas normas (alumnos que están
por debajo del promedio).
Evaluación inicial:
Evaluación continua:
Evaluación final:
80
la valoración que hará el profesor donde registre los avances y los objetivos no
alcanzado por los alumnos, esta valoración permitirá a los profesores que
continuarán trabajando con estos alumnos una guía para iniciar su trabajo en el
próximo curso y continuar sistematizando el trabajo con los alumnos.
81
COMUNICACIÓN Y ENSEÑANZA.
82
La definición de comunicación de Krech expuesta en primer lugar, cobra entidad,
vistas las cosas desde el punto de vista expresado en el párrafo anterior, si
consideramos que ese «intercambio de significados» dentro del contexto de la
enseñanza se materializa en el proceso mediante el cual un individuo va a compartir
una información que posee con otro que no la posee. A través de una serie de
mensajes, el individuo que inicialmente posee la información (profesor) la
transmite al que no la posee (alumno). A estos mensajes del profesor vamos a
denominarlos «mensajes docentes» a través de los aspectos que seguidamente
tratarán, vamos a establecer algunas precisiones sobre los mismos.
Para que la comunicación docente-discente se realice con posibilidades básicas de
eficiencia tiene que cumplirse la premisa de que ambas partes hayan establecido
bien de manera explícita o tácita un pacto que puede concretarse en los siguientes
términos: « yo ( el profesor) tengo una información que puede serte útil, si me
prestas atención y sigues mis indicaciones podrías llegar a servirte de ella en tu
beneficio» o bien, « yo ( alumno ) se que tu (profesor) tienes una información que
necesito y estoy dispuesto a prestarte atención y seguir tus indicaciones».
El primer caso resume en general, el acuerdo que debe existir en el caso de la
enseñanza obligatoria, el segundo caso el de enseñanzas de tipo voluntario. En
ambos casos, para que la enseñanza se inicie sobre una base coherente, las dos
partes (docente y discente) deben aceptar el acuerdo. En caso contrario la
posibilidad de una comunicación efectiva es francamente dudosa.
El profesor, en función de unas necesidades reales del alumno, se comunicará con
éste a través de unos mensajes que encierren un significado que se encuentre de
acuerdo con los objetivos de enseñanza previamente pactados (enseñanza
eficiente), de otro modo (enseñanza ineficiente) el pacto se romperá.
Por tanto, habrá que dejar establecido, sin lugar a dudas, que el significado del
mensaje docente debe de estar en relación íntima con el objetivo que pretende
cumplir. En nuestro caso concreto, es decir, la enseñanza, de tareas motrices, el
objetivo general que guía al profesor al emitir sus mensajes, es el de proporcionar
al alumno, una pauta adecuada a partir de la cual este pueda elaborar esquemas de
acción con máximas posibilidades de éxito.
Los componentes del sistema de Shannon son los siguientes:
I. Una fuente de información que contiene el mensaje a transmitir.
2. Un mecanismo transmisor.
3. Un canal de comunicación.
4. Un mecanismo receptor.
5. Un destinatario del mensaje.
83
Tomando como base el sistema anteriormente descrito, puede hacerse de inmediato
una analogía con el proceso de enseñanza en lo que se refiere a la interacción
directa profesor-alumno.
La posibilidad de transmitir información previamente adquirida de la persona
humana, radica en una serie de capacidades funcionales del individuo. Estas
capacidades eficientemente utilizadas dan lugar a una adecuada comunicación. El
arte y la ciencia de saber comunicarse es algo que el profesor tiene
inexcusablemente que llega a dominar, sólo así podrá salvar la diferencia que
existe en el que «sabe» y el que, además «sabe enseñar». Si consideramos, en
principio, al profesor como «fuente de información» veremos que el punto de
arranque que va a posibilitar la comunicación es «el saber» es decir, el
conocimiento por parte del profesor de la información necesaria sobre los
contenidos a impartir. Nadie puede transmitir una información que no posee, para
el profesor al «almacén» de información en el momento de comunicarse su
memoria. Esto por si solo no garantiza que la docencia vaya a ser buena, pero si
constituye la condición inicial necesaria. A partir de aquí van a entrar en juego una
serie de factores determinantes de la calidad de la enseñanza, a estos factores
vamos a agruparlos bajo el calificativo común de didácticos.
Podemos pues, en principio, distinguir dos grandes factores en la comunicación
docente:
1. El factor conocimiento.
2. El factor didáctico.
Dando, por supuesto, a los efectos de esta obra el factor conocimiento, vamos a
adentrarnos en un análisis del factor didáctico, respecto a la comunicación en la
enseñanza. Para poder proceder a la elaboración de mensajes docentes de una
manera progresiva y adecuada, el profesor tendrá que tener una organización
mental de sus conocimientos en función de la estructura programática de la materia
que resulte lógica y eficiente. Esta estructura que debe ser fruto de mucha reflexión
y encontrarse construida con anterioridad al momento de materializarse la
enseñanza ha sido ampliamente enunciada en sus elementos básicos en el capítulo
anterior. A partir de está estructuración didáctica de la materia, el profesor podrá
seleccionar en un momento determinado cual es la información que resulta
procedente transmitir. Sobre la base de su conocimiento suficiente de la materia,
deben operar, en principio, dos aspectos relativos al factor didáctico:
1. Estructura didáctica de los contenidos.
2. Selección de la información de acuerdo con esa estructura, y las características y
nivel del alumno.
84
Para materializar la comunicación, es decir, emitir el mensaje docente el profesor
deberá recurrir a continuación a sus órganos afectores (voz, movimiento) que son
los medios de que disponemos para expresarnos, que posibilitan en definitiva, el
que el mensaje llegue a nuestro alumno interlocutor.
La capacidad de expresión constituye, sin duda, otro elemento claramente afecto al
factor didáctico, este elemento define el aspecto formal del mensaje. Así como el
contenido del mensaje, su significado, define el fondo del mismo, la manera de
expresarlo configurará su forma. Para que se produzca una buena comunicación
debe existir entre ambos aspectos, una estrecha correspondencia, de otra forma el
«saber» del profesor resultara inescrutable para el alumno (buen fondo, mala
forma} o vacío de contenido (falto de significado, pero buena la expresión} que
puede resumirse en la frase, «no dice nada pero hay que ver que bien lo dice».
Una vez que el profesor ha emitido el mensaje, este se verá sometido a una serie de
condicionamientos ambientales que pueden ser causa de interferencia (ruidos,
iluminación, etc.), esto puede dar lugar a un cierto grado de perdida de
información, de tal manera que, ocurre de hecho, en muchas ocasiones, que no todo
lo que decimos se oye, ni todo lo que hacemos se ve. Sería muy deseable que la
enseñanza de la Educación Física y el Deporte pudieran siempre realizarse en un
entorno libre de interferencias, sin embargo, nuestras actividades se suelen mover
dentro de un bullicio impropio, por ejemplo, de la enseñanza en las aulas.
Así como, en principio, hemos considerado al profesor como fuente de información
vamos a considerar al alumno consecuentemente también, en principio, como
destinatario. La información sensorial podrá ser adecuadamente codificada
mediante el proceso perceptivo para su posterior utilización, es decir, una serie de
estímulos van a ser organizados en conjuntos que arrojan un significado. Aquello
que percibimos cobrara un sentido operativo si lo comprendemos, si somos capaces
de darle una «interpretación» correcta, por ultimo, como la utilidad de esta
información va a radicar en su posterior utilización, tendremos que ser capaces de
retenerla para poder después recordarla y usarla. Hay que tener en cuenta que la
operatividad de un mensaje docente no esta en función de la cantidad de
información que podemos suministrar en un tiempo dado, sino de cuanta
información puede ser retenida por el alumno.
Para mejor comprender los aspectos de la comunicación que más afectan a la
problemática de la enseñanza, resultará conveniente ahondar en algunos puntos de
la misma. A partir de las premisas que plantea el esquema de Shannon, Weaver
(1959) realizó un análisis del proceso de comunicación que resulta idóneo a
nuestros efectos, según este autor, se pueden discutir tres niveles bien diferenciados
dentro de la problemática de la comunicación:
85
1. El problema técnico (con que precisión puede ser transmitida la información
deseada).
2. El problema del significado (con que precisión el mensaje transmitido es
portador del significado deseado).
3. El problema de la eficiencia (con que efectividad el mensaje recibido afecta la
conducta en la forma deseada).
El proceso de comunicación a que da lugar la interacción docente-discente participa
de estos problemas de forma específica, para poder establecer unas bases sólidas
sobre las que se pueda construir una buena técnica de enseñanza, convendrá
detenerse a considerar los tres niveles del problema de la comunicación bajo un
punto de vista didáctico muy específico , ya que la enseñanza y el aprendizaje de
tareas motrices lleva consigo la asimilación, comprensión y manejo por parte del
alumno de una serie de códigos no verbales que hacen que nuestra docencia tenga
que atenerse a unos principios muy peculiares y bien diferenciados al respecto de
otras materias.
86
Establecidas las posibilidades y limitaciones físicas acerca del problema técnico en
la comunicación, vamos centramos en algunos de los aspectos peculiares de nuestro
tipo específico de enseñanza. A diferencia de otros aprendizajes en los cuales una
asimilación y retención de conceptos verbalizados es lo esencial, la adquisición de
la habilidad motriz es un proceso de carácter vivencial mediante el cual el
individuo formará sus esquemas de acción definitivos no solamente en función de
una conceptualización verbalizada de aquello que pretende ejecutar, sino en base a
las sensaciones de carácter propioceptivo que el movimiento mismo genera. Esto
quiere decir que el individuo tendrá que valerse para el aprendizaje de tareas
motrices de gran cantidad de información intrínsecamente no verbal y difícilmente
verbalizable por parte del profesor. Mucha información de este tipo no va a poder
pues ser proporcionada de una manera directa por el docente, ya que, como hemos
visto, no disponemos de canales para ello. La labor del profesor se verá restringida
por este hecho y tendrá necesariamente que ser en su caso indirecta o esperar a que
el alumno haya acumulado una cierta vivencia para que realmente entienda algunos
aspectos de lo que le queremos decir.
Las implicaciones de lo expuesto son de una importancia vital a la hora de
establecer directrices para el diseño de técnicas de enseñanza del movimiento.
Sobre este particular seria muy conveniente recordar todo lo dicho al respecto del
funcionamiento de la cadena senso-motriz. Bien es verdad que el profesor podrá
dar, mediante manipulaciones de diverso tipo, una información de carácter
kinestésico-táctil, pero esta tendrá necesariamente un carácter muy limitado que por
ningún concepto puede suplir la vivencia propia. Ya que el propósito de nuestra
enseñanza específica es la de dotar al individuo de una operatividad real sobre el
movimiento corporal, tenemos que asumir llegados a ese punto que la información
que puede resultarle más útil no se la podemos proporcionar directamente.
Fundamentalmente podemos transmitir al alumno una verbalización o visualización
del movimiento, pero no la vivencia sensomotriz del movimiento en si.
Sobre nuestros mensajes inciden de manera incesante procedentes del entorno una
serie de estímulos de naturaleza diversa que no guardan ninguna relación con el
mensaje y que conforman el ruido ambiental. Este «ruido» puede ser causa de
interferencia.
Queremos indicar con esto que no todo lo transmitido se recibe necesariamente, ya
que se puede producir una perdida en el contenido de información del mensaje a
través de su paso por el canal, debido al ruido ambiental.
87
Dentro del segundo nivel del problema de la comunicación, ¿con qué precisión el
mensaje transmitido es portador del significado deseado? Se encuentra el problema
del significado. A este respecto habría que dejar establecido, en primer lugar, que el
significado del mensaje docente debe de estar en relación íntima con el objetivo
que se pretende cumplir con la transmisión del mensaje. En nuestro caso concreto,
es decir, la enseñanza de tareas motrices, el objetivo fundamental del profesor al
emitir sus mensajes es proporcionar al alumno unas pautas adecuadas a partir de las
cuales este pueda elaborar sus esquemas de acción con las máximas posibilidades
de éxito. En ningún caso debería ausentarse de la mente del docente la idea de que
lo que se pretende conseguir por parte del alumno es acción, ejecución física y no
la simple ideación y comprensión del movimiento.
Establecido este punto y partiendo de la base de que la información correcta que es
necesario transmitir se encuentra almacenada en la memoria del profesor. A
nuestros efectos adoptaremos, respecto al término memoria, la definición
propuesta por Cane (1977) de «Todo soporte para almacenar información y hacerla
accesible cuando se desee recuperarla».
El que el profesor posea una información amplia y objetiva sobre la materia que
imparte, debidamente estructurada desde el punto de vista didáctico, es, sin duda
alguna, la premisa inicial ineludible para una buena enseñaza.
A partir de aquí, el profesor se encontrará en la tesitura de tomar una serie de
decisiones específicas para resolver el problema de la comunicación en este
segundo nivel. Dentro de la fase del proceso de comunicación que estamos
analizando, podemos distinguir dos subfases que determinan dos tipos de
decisiones bien diferenciadas, que el profesor habría de tomar. Estos dos tipos de
decisiones expuestos en su orden secuencial lógico son:
1. Selección de la información a transmitir en el mensaje docente. (Dentro de los
conocimientos globales que el profesor posee sobre la materia a impartir y la
estructuración que tenga de los mismos.)
2. Codificación de la información en la forma oportuna para poder transmitir el
mensaje docente (nos referimos a estructurar la información dentro de un contexto
expresivo cuyo significado sea realmente portador de la información que se desea
transmitir).
Dentro de la misma línea de razonamiento y consecuentemente con lo dicho, puede
decirse que un mismo significado es susceptible de ser conducido a través de un
número indefinido «n» de mensajes, diferentes entre sí en su aspecto formal. Esta
diferencia formal radica en las diferentes posibilidades de utilización y
combinación de los recursos expresivos al alcance del profesor.
88
El ¿por qué? de la utilización de uno de esos «n» mensajes y no otro nos lleva de
inmediato a la consideración del tercer nivel del problema de la comunicaci6n, es
decir, al problema de la efectividad del mensaje.
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RESUMEN SOBRE LOS ASPECTOS GENERALES DE LA
INFORMACION EN LA ENSEÑANZA.
La información que el profesor va a comunicar al alumno por medio de lo que en
los apartados anteriores se ha denominado como «mensajes docentes», tendrá que
ajustarse a una serie de características fundamentales que deben atender a
solucionar la problemática de la comunicación en los tres niveles presentados.
Estas características pueden ser resumidas dentro de los siguientes apartados:
1. La información ha de ser objetiva, es decir, verdadera y carente de errores de tipo
descriptivo o conceptual (nivel correcto de significación del mensaje).
2. La cantidad de información que vaya contenida en un mensaje docente ha de ser
suficiente. Se puede decir en general que, tan contraproducente puede resultar una
sobredosis de información, imposible de ser retenida o asimilada por el alumno,
como una insuficiencia de los datos, que no proporcione al alumno los mínimos
elementos para que pueda actuar a los niveles previstos (nivel correcto de eficiencia
en el mensaje respecto a los factores retención y asimilación).
3. La información debe de estar organizada, es decir, estructurada de forma que
cada uno de los componentes del mensaje docente se encuentre destacado según
una escala de valores. Los aspectos más importantes deberán ser expresados de
forma preeminente y con el debido énfasis, los aspectos de carácter secundario
deben ser presentados en un lógico segundo término y ocasionalmente omitidos, en
función de concentrar la atención del alumno sobre aquellos puntos que en un
momento determinado nos interese destacar (nivel correcto de eficiencia del
mensaje respecto a las posibilidades de una adecuada interpretación).
4. La forma de expresión o lenguaje que utilicemos para dar la información tiene
que ajustarse a un nivel de adecuación, es decir, el mensaje docente tiene que
encontrarse adaptado a la capacidad y nivel de comprensión del tipo de alumno a
que nos enfrentamos (nivel correcto de expresión del mensaje).
90
uso de varios canales. En cada circunstancia específica de enseñanza el profesor
tendrá que tomar una serie de decisiones relativas a las formas de expresión que va
a emplear, estas decisiones van a conformar aspectos muy importantes de su forma
de hacer en la docencia, es decir, de su «Técnica de enseñanza».
En determinados esquemas de actuación metodologiíta tradicionales, una de las
cosas que se especifican en forma más estricta es el uso de los canales de
información, proponiendo un procedimiento invariable, tanto en la forma concreta
de expresión a emplear como su secuencia de utilización, por ejemplo, explicación
seguida de demostración, esta forma de proceder didáctica implica al uso de una
forma muy concreta de los canales de comunicación auditivo y visual y
precisamente en ese orden concreto. Como sabemos, el problema de la enseñanza y
el aprendizaje de tareas motrices es demasiado complejo para que, una única
formula nos sirva de remedio universal para resolver el problema en todas las
situaciones. No se pretende al decir esto, quitar mérito a procedimientos sencillos,
que pueden resultar útiles como una orientación a personas que van a ejercer la
docencia a niveles no profesionales. Pero estos planteamientos son demasiado
simplistas para todo docente que quiera tener una comprensión más amplia de las
posibilidades y de los diversos elementos que puedan ser manejados al respecto.
Como contrapartida, al analizar el problema a un mayor nivel de complejidad, no
será ya posible preconizar unas formas tan concretas e invariables de aplicación
universal, sin embargo, si es posible dar unas orientaciones sobre los fundamentos
de utilización de las diversas formas de expresión. Estos fundamentos constituirán
los principios de la «Técnica de enseñanza», sobre las cuales, en cada caso, el
profesor deberá establecer las relaciones lógicas causa efecto, para acomodarse lo
más idóneamente posible al problema que se le plantee en cada circunstancia de
enseñanza.
A continuación, vamos a exponer un análisis de las formas de expresión más
comunes según las cuales pueden ser utilizados los canales de comunicación que se
encuentran a nuestro alcance. En cada caso se comentarán sus posibilidades y
limitaciones básicas, así como los pros y contras que entraña el uso de las mismas.
91
alrededor de mil veces mayor que la del canal auditivo. Por lo que, en igualdad de
tiempo, la información que se puede dar de forma verbal, es una cantidad muy
inferior a aquella que puede proporcionarse en forma visual. Dentro de la
información transmitida a través del canal visual podemos distinguir las siguientes
formas fundamentales de expresión de los mensajes docentes:
l. Demostraciones.
A nuestros efectos, definiremos como «demostración» a la realización del
movimiento que intentamos enseñar, a su ritmo normal de ejecución y con todas
sus consecuencias la demostración puede ser proporcionada en forma directa
mediante la ejecución del profesor, o mediante la ayuda de otra persona de la que el
profesor puede ocasionalmente disponer al efecto.
La ventaja más palpable que tienen las demostraciones es que, son una forma
rápida para dar de una manera inmediata una imagen precisa de aquello que
queremos que el alumno realice. Como contrapunto, hay que decir que, es una
forma de expresión que no siempre se encuentra al alcance del profesor, ya que,
para resultar valida la ejecución de la misma ha de ser correcta, sencilla y
esquemática. Es muy poco probable que, un profesor o entrenador este capacitado
para dar una demostración de esas características sobre todos los movimientos que
va a enseñar en su actividad docente. Además, para la ejecución de una buena
demostración se requiere a menudo un nivel de condición física por parte del
profesor, que, el proceso normal involutivo va a ir menoscabando, sin que esta
implique bajo ningún concepto que este se tenga que ver por esta circunstancia
disminuida en su capacidad docente.
Un inconveniente importante de toda demostración por muy aséptica y esquemática
que quiera ser, es que siempre se verán impregnadas por la peculiar manera de
hacer del demostrador, es decir, por su estilo. Este componente peculiar de la
información contenida en las demostraciones no aporta una utilidad objetiva a la
enseñanza y, sin embargo, puede ser causa de distracción en el alumno, ya que, por
constituir precisamente la demostración una forma de expresión global no provoca
en si una atención selectiva hacia los elementos de ejecución importantes.
Las demostraciones apelan fundamentalmente a la capacidad de imitación del
alumno y son de una efectividad inigualable cuando se trata de enseñar
movimientos poco complejos que realmente no plantean una dificultad de
ejecución la demostración por parte del profesor o entrenador se constituye en un
elemento didáctico obligatorio en todas aquellas situaciones de enseñanza en las
que el docente además de enseñar tenga que hacer una función simultanea de
«Sparring)) caso del tenis, la esgrima, etc.
92
El valor de las demostraciones supera por otra parte a su contenido informativo,
pues puede constituir un elemento de motivación muy importante para los alumnos,
sin embargo, sobre este particular habrá que actuar con cautela, ya que la bondad de
un profesor no se mide por lo que el mismo puede hacer, si no por lo que es capaz
de conseguir mediante su enseñanza que sus alumnos hagan.
2. Ayuda visual.
Definiremos como ayuda visual a toda aquella información de ese tipo que el
profesor puede proporcionar directamente a sus alumnos sobre la ejecución del
movimiento que quiere enseñar, sin que, esta implique por su parte la realización
global del mismo con todas sus consecuencias. Una ayuda visual no tiene que
ajustarse al ritmo de ejecución real, ni siquiera el tener que efectuar el movimiento
en si, pues puede estar constituida por la simple muestra de una posición de
ejecución correcta en alguna de las fases del movimiento, congelada en forma
estática. Si la demostración implica necesariamente un carácter global en su
contenido de información de una manera indiscriminada, es decir, no enfatiza
ningún aspecto de la misma en especial, la ayuda visual aporta una información de
tipo analítico capaz de polarizar la atención del alumno sobre aspectos de un
especial interés o dificultad en su asimilación.
La gran ventaja de la ayuda visual sobre la demostración a efectos prácticos, es
que, no es necesario el profesor o entrenador que sea ni siquiera un mediano
ejecutante para poder proporcionarla, con tener una adecuada representación
mental de la que se quiere transmitir visualmente y un cierto control postural es
suficiente (piensese que la dificultad de muchos movimientos estriba en que para
que haya un mínimo de resultados se precisa una cierta velocidad de ejecución, y
que efectuarlos a cámara lenta prescindiendo de los mismos no presenta dificultad).
Esta ventaja permitirá al docente no estar mediatizado a enseñar solamente aquello
que se puede ejecutar bien, ni a enseñar solamente mientras nuestra condición física
se mantenga en ciertos niveles óptimos.
Como contrapartida la ayuda visual carece del valor que tiene la demostración para
presentar de «un golpe de vista» la globalidad del movimiento y, asimismo, no
produce en el alumno una especial motivación. Nos permite, sin embargo, poner
énfasis y enfocar la atención del alumno hacia aquellos aspectos de la ejecución
que nosotros estimamos de importancia, constituyen por tanto, una forma de
comunicación muy valiosa para el desarrollo en el alumno de la atención selectiva,
sobre los factores fundamentales de la tarea a aprender, factores que en el contexto
de una realización global y a la velocidad real de ejecución pueden pasar
completamente inadvertidos, escapando a la percepción del alumno.
93
3. Medios visuales auxiliares.
El profesor puede valerse, asimismo, de multitud de medios de los cuales puede
auxiliarse para proporcionar una información visual a los alumnos. La diferencia
básica con las otras dos formas de comunicación visual anteriormente descritas,
demostraciones y ayuda visual, es que, estas no implican el estar en posesión de
unos determinados medios materiales, y con la simple presencia del profesor basta.
Los medios visuales auxiliares constituyen un valioso complemento para transmitir
información, pero no se puede decir que sean de una aplicación universal, porque
estas no se encuentran a disposición del docente en numerosas ocasiones. Los
medios visuales auxiliares pueden ser más o menos complejos. Desde la
sofisticación de un sistema de video o televisión en circuito cerrado basta el uso de
una simple pizarra.
Estos medios nos permiten proporcionar una información tanto global como
analítica respecto a la tarea a ejecutar. Por ejemplo, cualquier profesor o entrenador
siempre tendrá el recurso de ofrecer una imagen global con una ejecución a alto
nivel de la tarea a realizar mediante filmaciones de buenos ejecutantes (incluso
campeones, a grandes figuras). Foto series, diapositivas, fotos, dibujos, esquemas,
son formas mediante las cuales se puede dar una información visual de tipo
analítico sobre determinados aspectos o fases de la tarea a realizar, destacando la
importancia de estas y enfocando la atención del individuo hacia puntos difíciles de
captar dentro de una información de tipo global.
Todos estos medios, sin duda, de gran valor para lograr que dentro de la mente del
alumno se forme una imagen correcta y precisa de aquella que pretendemos que
realice, pueden ser clasificados en dos bloques, según el siguiente criterio de
utilización:
1. Cuando existe la posibilidad de ejecución inmediatamente después de recibir este
tipo de información.
2. Cuando no existe posibilidad de ejecutar el movimiento inmediatamente después
de recibida la información.
Desde el punto de vista de la retención y el olvido, la primera forma de utilización
descrita es la de mayor utilidad. Sin embargo, la segunda forma nos permite el
emplear medios como el cine a la televisión, los cuales, sin duda, añaden una
riqueza grande a la información, tanto como un importante elemento de
motivación.
La utilización de estas formas de expresión supone el estar en posesión de unos
ciertos medios materiales, pero además, significa disponer de un mayor tiempo para
la transmisión de información, por todo esto, su uso en la educación física y el
deporte no está por el momento suficientemente extendido y se utiliza
94
preferentemente en alta competición deportiva. Al igual que se dijo de la
demostración, hay que destacar aquí que estos medios, además del valor intrínseco
que tienen respecto a la transmisión de infamación, son altamente motivantes y
constituyen, en ocasiones, la base de determinado tipo de programas de promoción
deportiva, por lo que su utilización tiene un panorama más amplio que el de la
docencia.
95
manera detallada se describe alguna fase del movimiento, la cual en si polariza la
atención del alumno hacia determinados puntos de la ejecución.
96
nuestro alcance, o que en ocasiones, nos llevaría a discusiones estériles por no tener
el alumno, en general, conocimientos suficientes para comprender la explicación
(por ejemplo, motivos de tipo biomecánico ).
Las explicaciones son una valiosa ayuda siempre que se sepan dosificar y emplear
sobre los puntos que realmente son necesarias. Por tanto, el profesor tendrá que
tomar decisiones sobre su utilización muy ajustadas para sacarles partido.
3. La ayuda sonora.
EI uso de sonidos asociados con la ejecución como ayuda sonora. Su empleo, poco
usual en general, va encaminado a añadir más precisión a la imagen que
pretendemos que sea reproducida.
Explicaciones de este tipo, son las que se suelen y deben dar en la docencia, cuando
esta trata de la fonación de profesores, entrenadores. etc.
Ejemplos de algunos de sus usos pueden ser resumidos en las siguientes frases:
«escucha el ruido que hace el pie al apoyar», o «presta atención al sonido de la
pelota al percutir en el centro de la raqueta». Este tipo de información es útil y
valido, siempre que la ejecución correcta del gesto implique la producción del
sonido característico, inequívoco y claramente audible, de otra forma, este tipo de
información puede resultar muy subjetiva y dar lugar a equívocos por parte del
alumno.
La ayuda sonora no está solamente restringida a dar una información sobre los
sonidos característicos que produce una buena ejecución, sino que puede ser
utilizada también para dar una idea de la estructura rítmica intrínseca del
movimiento a realizar, entendiendo por estructura rítmica intrínseca aquella que
condiciona a la realización del movimiento en si. Por ejemplo, un lanzamiento está
mediatizado por un movimiento de tipo balística, lo que supone un movimiento
progresivamente acelerado, e implica un ritmo de ejecución concreto. En este
sentido, el profesor puede emitir sonidos con la voz o dar palmadas que den idea de
la que se pretende.
Los dos casos que hemos tratado anteriormente sobre la aplicación de la ayuda
sonora, están plenamente dentro del concepto de la información previa a la
ejecución del movimiento, pero quizá el empleo más usual de la ayuda es
proporcionar una estructura rítmica durante la ejecución del movimiento, para que
este se adapte a aquella. naturalmente, nos referimos al caso en que la ejecución del
movimiento este condicionado a un esquema rítmico determinado, extrínseco al
movimiento en si, las formas más usuales de proporcionar la ayuda sonora es la
producción por cualquier medio del esquema rítmico a que la ejecución debe
adaptarse (grabaciones, instrumentos musicales, palmadas, etc.).
97
INFORMACION TRANSMITIDA POR EL CANAL KINESTESICO- T ACTIL
En anteriores apartados de este capitulo se ha expuesto la idea de que gran parte de
la información que puede resultar relevante para la ejecución de una tarea motriz
tiene un carácter vivencial propio y que, por lo tanto, el docente poco o nada puede
hacer directamente para proporcionarla, las sensaciones de tipo kinestésico que el
propio movimiento va a generar son una referencia vía «feedback» sensorial interna
de como ha sido la ejecución y, por tanto, del grado en que esta se ha ajustado a los
objetos previstos. A continuación vamos a dar un repaso a los recursos didácticos
que el profesor puede utilizar para perfeccionar al alumno aunque sea de una
manera indirecta y limitada, información a través de dicho canal.
La información que el profesor puede dar por este canal sufre en principio las
siguientes limitaciones:
98
En una serie de movimientos cuyo aprendizaje puede representar en sus fases
iniciales un cierto componente de riesgo físico, la ayuda manual puede contener
una doble faceta, como recurso para proporcionar cierto tipo de información y
como elemento de seguridad para el alumno ejecutante. Este es el caso de la
enseñanza de una serie de movimientos acrobáticos, en los cuales el profesor a
la vez que «sujeta» al alumno para que no sufra caídas indeseadas, le sitúa
correctamente “haciéndole sentir” algún elementos de la ejecución de forma
adecuada.
Esta forma de expresión docente esta sujeta, como puede apreciarse claramente,
a todas las limitaciones que han quedado anteriormente señaladas, y puede dar
lugar si se abusa de su uso a dependencias nocivas. Sin embargo, como recurso
ocasional tiene la virtud de que, por esta conducta podemos facilitar un tipo de
información imposible de llevar hasta el alumno de otra forma.
2. Ayuda automática
Definimos como «ayuda automática» a toda la información de carácter
kinestésica, que se derive de una manera indirecta como resultado de una
alteración en las condiciones normales de ejecución, con vistas a poner de
relieve y hacer al alumno más consciente de ciertos elementos directamente
relacionados con información que proviene de este canal. Vamos a poner un
ejemplo, para que pueda ser visualizado de inmediato lo que queremos
significar, las condiciones normales de ejecución del equilibrio de manos
pueden ser alteradas para una facilitación del aprendizaje de tarea motriz e
instruir al alumno que lo haga frente a una pared apoyando las manos a una
cierta distancia de la misma y ayudándose posteriormente con esta para
mantener el equilibrio, es claro que, en estas circunstancias el alumno esté
recibiendo merced a su contacto con la pared una referencia kinestésica más
prolongada del grado de verticalidad de su postura, que cuando esta tarea la
ejecuta «al aire» e inicialmente no es capaz de mantener el equilibrio, y por
tanto, su paso por una posición vertical invertida puede ser bastante efímero.
Otra forma de proporcionar información de este tipo es alterar el peso de los
objetos o móviles a utilizar en la realización de la tarea motriz reiteraremos aquí
el peligro que el uso indiscriminado en el empleo de estos recursos puede traer
de crear dependencias e incluso hábitos perjudiciales recursos que, por otra parte,
pueden suponer una utilización de la transferencia especulativa y aventurada.
99
La enseñanza-aprendizaje de tareas motrices supone, como se ha expuesto en los
anteriores apartados de este capítulo, un proceso de comunicación entre las dos
partes en el involucrado (docente y discente). Así como hasta el momento nos
hemos referido a los diferentes aspectos de la comunicación en forma aislada, es
decir, efectuando un análisis de sus diversos componentes dentro del contexto de
su posible utilización y valorando su aplicabilidad, vamos ahora a estudiar los
aspectos interactivos del diálogo que toda enseñanza lleva consigo.
La relación docente-discente se desenvuelve normalmente en una situación de
grupo, en la cual, un profesor tiene que atender a un conjunto de alumnos más o
menos numeroso. Dentro de esta situación de colectivización de la enseñanza,
cada alumno tiene su propio proceso de aprendizaje, sobre el cual la acción del
docente ha tenido como objetivo facilitarlo incidiendo positivamente en el
mismo. Por tanto, aunque el contexto general de la enseñanza tenga un carácter
colectivo cada alumno representa una unidad con entidad propia respecto al
aprendizaje, para cada alumno en concreto lo importante es su propio progreso,
el profesor en consecuencia no debe conformarse con constatar un progreso
global en el grupo, sino que debe preocuparle el progreso de cada alumno.
A continuación, se va a presentar en primer lugar el modelo básico de
interacción profesor-alumno por considerar que, esta es la situación interactiva
fundamental, y que no se deben exponer ciertos aspectos de la relación de
enseñanza a nivel de grupo en tanto no estén claros una serie de aspectos
determinantes en la mencionada situación unitaria. Pensamos que toda
interacción docente-discente debe estar presidida por un principio de
individualización en la enseñanza, estamos conscientes de que este principio
llevado a sus últimas consecuencias puede revestir un carácter utópico, sobre
todo, cuando el profesor trabaja con grupos de clase numerosos. Pero,
asimismo, debemos estar conscientes de que la didáctica debe de aportar medios
prácticos de enseñanza que puedan implementar los planteamientos pedagógicos
en pro de una enseñanza mejor. Por tanto, en el desarrollo de los temas que a
continuación se van a someter a estudio, se presentarán las diferentes
posibilidades de acción y de acuerdo con estas se darán las directrices oportunas
para tratar de conseguir en cada caso, el máximo nivel posible de
individualización.
100
Un modelo de interacción constituye fundamentalmente un instrumento de
descripción y análisis de un proceso en el que intervienen dos partes, en este
caso de un proceso de enseñanza-aprendizaje con los estamentos docente y
discente, la utilidad de este tipo de instrumento radica en que nos ofrece la
posibilidad de tener una mejor comprensión del problema tratado, como
consecuencia inmediata, teniendo como aplicación ulterior el diseño de
procedimientos y técnicas de enseñanza de acuerdo con las premisas operativas
que el modelo nos desvela. A través del modelo vamos a llegar a determinar las
fases del proceso interactivo, tanto desde el punto de vista del profesor como del
alumno, con la suficiente precisión para poder organizar nuestros recursos
didácticos de la manera más favorable.
101
La enseñanza y el aprendizaje de tareas motrices que revisten un cierto grado de
complejidad suponen para el alumno efectuar numerosos ensayos. Desde el
punto de vista interactivo, el proceso descrito en el modelo se tendrá que reiterar
un cierto número de ciclos basta que los objetivos de enseñanza se hayan
cubierto. Las causas de que este proceso sea laborioso e incluso arduo en
ocasiones, podemos detectarlas fácilmente siguiendo el modelo, ya que es
sencillo deducir que la degradación de la información a través del flujo de
interacción y la insuficiencia inicial en el control del movimiento por parte del
alumno va a ser causa de la aparición de discrepancias.
Es necesario hacer las siguientes consideraciones que atañen de una manera
determinada el funcionamiento del modelo:
1. El objetivo final de este proceso interactivo es que se lleguen a igualar los
valores de ejecución previstos por el profesor con los valores reales que arroje la
ejecución del alumno. (VPP = RM.)
2. La formación de un esquema o esquemas mentales de acción correctos por
parte del alumno (V. P. A.) es un paso intermedio obligado, pero nunca un fin en
si mismo.
3. El profesor debe tener muy en cuenta que el alumno va a emitir su respuesta
motriz en consonancia con el esquema mental de movimiento que el mismo se
haya formado (V. P. A.) y este puede no coincidir exactamente con el que tenga
el profesor (V. P. P.), es decir, el alumno va a actuar sobre la referencia de lo que
el cree que es correcto, lo cual puede discrepar por los condicionamientos antes
descritos de lo que el profesor cree correcto. A partir de la ejecución del alumno,
el profesor debe ser capaz de distinguir esta circunstancia de un control
insuficiente del movimiento.
4. Una vez que el alumno ha emitido su respuesta motriz los valores presentes
en el proceso interactivo y que se van a ver las referencias para el ajuste motor
por parte del alumno son los siguientes:
4.1. Lo que el profesor pretende que el alumno ejecute. (V. P. P.)
4.2. Lo que el alumno pretende ejecutar (V. P. A.).
4.3. Lo que el alumno es capaz de ejecutar (R. M.).
4.4. Lo que el alumno percibe que ha ejecutado (interpretación del feedback
propio F. P.).
De la consideración de lo expuesto en los párrafos anteriores se desprende que
en el proceso descrito pueden distinguirse dos fases fundamentales, desde el
punto de vista de la enseñanza, es decir, en función de la incidencia real que el
docente puede tener para un mejor aprendizaje del alumno. El limite entre las
dos fases lo marcará de una manera inequívoca la respuesta motriz del alumno,
102
siguiendo la secuencia temporal en el flujo de la información, toda la
información que procede a la R.M. definirá una fase y toda la información que
se genera a partir de la R. M. como consecuencia en esto definirá la otra fase.
Según esto, estas fases pueden ser denominadas como sigue:
Fase I: Información inicial o de referencia.
Fase II: Conocimiento de la ejecución y los resultados.
103
1.2. Solamente vale aquella respuesta motriz que mejor solucione el problema.
Esta didáctica de plantear la enseñanza va a dar lugar a una serie de técnicas que
agrupadas por nosotros por motivos metodológicos bajo el nombre de
«enseñanza mediante la búsqueda», van a ser tratadas con detenimiento en un
apartado posterior dentro de este capítulo.
2. Reproducción de modelos de movimiento.
Cuando la referencia inicial de acción tiene un carácter muy concreto, de forma
que lo que se le plantea de hecho al alumno es la reproducción de un cierto
movimiento. En este caso se parte de la base de que existe una solución de gran
eficiencia conocida de antemano. Esta forma de plantear la enseñanza está
muy vinculada a los problemas de rendimiento en la ejecución del movimiento
y tiene una aplicación inequívoca cuando los resultados son determinantes,
como sucede por ejemplo en la competición deportiva. A las técnicas de
enseñanza que implementan esta problemática de aprendizaje las vamos a
denominar bajo el nombre de «instrucción directa» también van a ser tratadas
con detalle mas adelante.
104
alternativas y posibilidades más importantes de actuación. Los puntos más a
tener en cuenta por el profesor son:
1. Momento de dar la información.
2. Forma de expresarla.
3. intención que pretende.
4. Situación a la que hace referencia.
1. El momento en el cual el profesor va a dar al alumno el conocimiento de la
ejecución y los resultados, puede tener una gran importancia en el aprendizaje,
ya que dependiendo de cuando se haga esta puede tener una influencia muy
variada en factores como la atención, la retención y el propio control del
movimiento. Siguiendo a Holding (1965) en este respecto se puede
esquematizar las posibilidades de la siguiente forma:
Diferentes tipos de «feedback suplementario» según el momento en que se
proporcione.
Tiempo en que transcurre la ejecución.
Concurrente (durante la ejecución).
Terminal (justo al final).
Retardado (después de la ejecución).
Cuando el «feedback» es «concurrente» el alumno va a recibir información
sobre su ejecución por parte del profesor, mientras está realizando el
movimiento. Esto puede tener dos ventajas sustanciales que son: modificación
potencial del movimiento sobre la marcha al sugerir un reajuste concreto del
mismo; posibilidad por parte del alumno de tomar conciencia clara de algún
aspecto («desarrollo de la atención selectiva»), cuando la información sensorial
de referencia se encuentra ahí y no hay que recurrir a la memoria. Este tipo de
«feedback» es factible cuando la tarea es fundamentalmente de «carácter
continuo», lo cual proporciona tiempo suficiente para poder hacerlo al profesor
y oportunidad para poder hacer al alumno. Como contrapartida tiene las
desventajas de que a veces no es conveniente ni posible el distraer la atención
del alumno y en otras el que llegar al alumno puede resultar materialmente
imposible.
El <feedback terminal», es decir, el que se da justo cuando el alumno ha
finalizado su ejecución, no puede obviamente modificar el movimiento sobre la
marcha. Sin embargo, opera sobre los dos mecanismos de memoria del alumno,
105
sobre la memoria a corto plazo, al estar las sensaciones del movimiento todavía
en ella, y sobre la memoria a largo plazo. Este tipo de «feedback» no está
mediatizado por el carácter de la tarea motriz a realizar y tiene muchos menos
inconvenientes materiales y en modo alguno distrae o divide la atención del
alumno.
El <feedback retardado» opera solo sobre la memoria a largo plazo del alumno,
por decirlo de otra manera sobre la experiencia que haya adquirido (entiéndase
aquí por experiencia el recuerdo permanente de una vivencia o vivencias
motrices). Por tanto, esta clase de «feedback» es más útil como compendio
reflexivo de un conjunto de ensayos o vivencias motrices, que para una
ejecución aislada.
2. La forma de expresar el «feedback», el profesor se encuentra en función del
canal que utilice (visual, auditivo, kinestésico-táctil). Parece lógico que por
condicionamientos de tipo material, la forma auditivo-verbal sea la más
aplicable.
Es difícil pensar que el profesor puede dar por sus propios medios un
conocimiento visual global de la ejecución del alumno, pues esto supondría en
el una capacidad de imitar con precisión la ejecución del alumno. Sin embargo
si se puede pensar con realismo en la utilización de una «ayuda visual» a estos
efectos de una manera efectiva.
Sin embargo, de manera indirecta, el profesor mediante películas, grabaciones
de video, etc., tomadas de la ejecución del alumno, podrá dar una idea global de
la actuación del mismo. Aunque la utilización de estos medios implica siempre
un «feedback» más o menos retardado con los condicionamientos que esto
supone.
Es poco frecuente el que el «feedback» que proporciona el profesor al alumno
sea a través del canal kinestésico-táctil. Aunque la posibilidad de hacerlo existe
a un nivel analítico. Esta forma de dar el conocimiento de los resultados en la
que se utiliza preferentemente una «ayuda manual», cumple más el objetivo de
dar una idea más precisa entre la sensación correcta y la incorrecta, que de
reproducirle con exactitud la sensación de su propia ejecución.
3. La intención con que el profesor da el conocimiento de los resultados y de la
ejecución al alumno es otro factor de capital importancia para la efectividad del
mismo. A veces, la intención con que «de hecho» un profesor actúa sobre este
punto es fruto de una decisión reflexiva, pero en otros casos es fruto del apego a
una rutina y representa una decisión automática.
106
INTERACCIÓN PROFESOR-GRUPO.
EL PROFESOR y EL GRUPO.
La diferencia entre lo que en hipótesis puede suponer la suma de una serie de
relaciones individuales del tipo Profesor-Alumno, y la que se establece de hecho
cuando existe una relación Docente-Discente a nivel grupal, puede quedar
patente de una manera clara haciendo referencia al postulado Gestaltista de que
El todo no es igual a la suma de las partes.
En primer lugar, los condicionantes materiales que implica una situación en la
cual el profesor es uno y el grupo esta compuesto de muchos alumnos,
mediatiza y limita la relación Profesor-Alumno. En segundo lugar, las
interrelaciones que se establecen entre los alumnos producen inevitablemente
unos entornos característicos que pueden tanto constituirse como catalizadores
para facilitar el proceso enseñanza-aprendizaje, como suponer para el alumno un
serio obstáculo para la asimilación de los contenidos de enseñanza.
El profesor debe ser consciente en su actuación didáctica que por una parte debe
ser capaz de utilizar una serie de recursos para, al menos en cierta medida, paliar
las limitaciones materiales de una relación grupal. De modo que, a efectos
docentes, cada alumno siga conservando su individualidad dentro del grupo y no
se convierta en un elemento indiferenciado. Asimismo, el docente tiene que
fomentar una actitud colectiva positiva hacia los contenidos que imparte para
que, de esta forma, cada alumno se vea, por así decirlo, catapultado hacia un
mejor aprovechamiento de su potencial al haberse creado dentro de la relación
Profesor-Grupo un ambiente de facilitación social.
LA EXPOSICION MAGISTRAL.
Cuando a efectos de enseñanza se considera al conjunto de alumnos que
componen un grupo de clase como un todo indiferenciado se puede plantear la
enseñanza como si nos dirigiéramos a un «alumno genérico» o tipo.
Las expectativas acerca de éste alumno son atención total y constante hacia la
exposición del profesor de la cual se asume que produce también de una manera
genérica una asimilación efectiva. La didáctica tradicional de aula y la
metodología inicial de la Educación Física estaban en consonancia con este
planteamiento al cual vamos a denominar «exposición magistral». Este tipo de
relación profesor-grupo conforma un cierto modelo.
107
Como puede observarse en este modelo se adopta un único nivel de enseñanza
al ser la exposición de la materia la misma para todos. En lo que concierne
concretamente a la enseñanza de tareas motrices según este modelo el profesor
se limita prácticamente a operar dentro de la primera fase (Información inicial o
de referencia).
Cuando los contenidos que se imparten suponen por parte del alumno el
aprendizaje de tareas motrices que rebasan un cierto nivel de dificultad las
limitaciones de este procedimiento son muy grandes en lo que se refiere a su
posible rendimiento. Aunque para tareas sencillas en las cuales asumir que el
sujeto puede realizarlas correctamente a partir de su simple exposición sea
realista pueda tener efectividad.
En la actualidad este modelo de interacción P-G viene empleándose en la
práctica más que con un objetivo de lograr aprendizajes como una técnica para
el desarrollo de sesiones de acondicionamiento físico donde se realizan
ejercicios de trabajo muscular localizado. En éstas el sujeto suele estar
previamente familiarizado con aquello que va a ejecutar.
108
Los dos modelos anteriormente expuestos presentan, como se ha visto, unas
fuertes limitaciones sobre su potencial rendimiento al respecto del proceso de
Enseñanza-Aprendizaje. Al intentar con un sentido lógico superar al menos las
limitaciones más evidentes de los mismos, surge otro modelo de interacción P-G
que se va a presentar a continuación. Este modelo tiene como aportación frente
a los otros la circunstancia de que el profesor tiene en cuenta las respuestas
motrices diferenciales que manifiesten los alumnos y, en consecuencia, dentro
de lo posible (número de alumnos de que este compuesto el grupo), proporciona
un conocimiento de la ejecución y los resultados (segunda fase) a nivel
individual. Esta información tendrá un carácter diferenciado ya que estará en
función de lo que singularmente requiera cada alumno. Plantea, por tanto a nivel
de la segunda fase en la interacción Enseñanza-Aprendizaje, una multiplicidad
de niveles frente a la unicidad total que suponían los anteriores modelos.
Como se puede comprender claramente, la efectividad de este tipo de actuación
Didáctica se encuentra íntimamente relacionado con el tamaño del grupo
aunque, de cualquier forma, sea mas eficiente que los procedimientos
absolutamente masivos. Sin embargo, como las premisas anteriormente
expuestas pueden resultar un poco simplistas, será conveniente el hacer algunas
consideraciones más sobre el tema.
Por regla general, dentro de un grupo hay alumnos con capacidad para conseguir
resultados de aprendizajes por sus propios medios, es decir, dependiendo a nivel
de la segunda fase (Conocimiento de la ejecución y los resultados), de su
«feedback» o propio (sobre todo cuando, como en este caso, en la primera fase
se opera con un único nivel de enseñanza).
Sin embargo, existen, asimismo, alumnos con dificultades de asimilación, los
cuales podrían superar con la asistencia oportuna del profesor. Para estos
alumnos, esta asistencia resulta más necesaria que para los más aventajados.
Del anterior análisis se desprende que dentro de un grupo, y al respecto que
estamos tratando, existe una necesidad de atención diferencial por parte de los
integrantes del mismo, pudiendo algunos salir airosamente adelante por sus
propios medios mientras que para otros “una mano” por parte del profesor en la
segunda fase puede resultar determinante en la progresión del aprendizaje. Esto
plantea que en terminaos de rendimiento el profesor debe organizar y estructurar
cuidadosamente su actuación dentro de la segunda fase para sacar el máximo
partido posible a su capacidad y al tiempo de que dispone.
En primer lugar y en función de lo dicho, hay que asumir que el número de
alumnos que a este nivel precisan de atención no es la totalidad, lo cual en si
aumenta las posibilidades operativas del profesor. En segundo lugar, dentro del
resto del grupo que si necesita atención, el profesor deberá determinar un orden
109
de prioridades y un turno de asistencia. Hay que hacer constar que el tiempo de
que dispone el profesor para hacer esto es aquel que el mismo haya determinado
para la ejecución de la tarea motriz en cuestión que intente enseñar.
Durante este tiempo ya diferencia de los modelos anteriormente expuestos, la
atención del alumno debe estar centrada exclusivamente en la ejecución de la
tarea y no en las continuas indicaciones del profesor, ya que este, por otra parte,
consumía el tiempo de ejecución en los anteriores modelos efectuando, por regla
general, un conteo rítmico.
Al plantearse la enseñaza de tareas de dificultad mayor, que consecuentemente
van a presentar un mayor reto para los alumnos, el tiempo de ejecución puede
aumentarse ya que suponen una mayor motivación. Las posibilidades de una
acción efectiva del profesor, por tanto, considerando una serie de factores y
definiéndola correctamente son bastante realistas.
Este modelo es el que, de hecho, podemos ver puesto en la práctica con mayor
profusión en la enseñanza de la Educación Física y el Deporte. Cuando el
docente adopta este modelo de interacción P-G respecto al proceso de
Enseñanza-Aprendizaje las directrices didácticas a considerar son las siguientes:
1. A nivel de la primera fase (Información inicial o de referencia).
Planteamiento de tareas motrices cuya ejecución constituya un reto alcanzable
para el alumno medio del grupo.
2. A nivel de la segunda fase (Conocimiento de la ejecución y los resultados.
Dar prioridad en la atención individual a aquellos que precisan la asistencia del
profesor de una manera más notoria.
Proporcionar un refuerzo (¡muy bien muchacho! etc.) a aquellos que lo están
haciendo correctamente o se encuentran en camino de conseguirlo por sus
propios medios.
Una variante de este modelo se plantea cuando el profesor organiza la práctica
del grupo por «estaciones» subdividiendo al grupo al efecto. Aunque
aparentemente pueda parecer que se han planteado a los alumnos una variedad
de tareas realmente todos al final de la sesión de trabajo habrán realizado las
mismas.
Esta variante, más que con el objetivo de Enseñanza-Aprendizaje, se emplea
para acondicionamiento físico por las ventajas que ofrece respecto a la
distribución y alternancia en las cargas. (nota del compilador, circuito)
110
El análisis crítico del modelo anteriormente presentado nos lleva a considerar,
en primer lugar, las implicaciones que tiene mantener un único nivel de
enseñanza. Cuando el grupo de clase sea de características normales, es decir,
con un grado significativo de heterogeneidad, al plantear las tareas motrices a un
nivel accesible pero con una cierta dificultad para el alumno medio, sucederá
que cierto número de alumnos (de nivel más bajo) no puedan acceder con unas
mínimas posibilidades de éxito a la ejecución y, sin embargo, otro grupo de
alumnos (de nivel más alto) puedan ejecutar de inmediato y sin dificultad, no
constituyendo ningún reto y careciendo, por tanto, de motivación para ellos.
Las posibilidades extremas de actuación Didáctica, según este modelo son:
a) Fomento de la élite, al plantear el más alto rendimiento por parte de los más
capacitados.
b) Rehabilitación de los poco capacitados, planteado niveles mínimos adecuados
solamente a estos.
Es claro que desde una perspectiva global, ambas situaciones extremas son
ineficaces e igualmente indeseables y que la solución estándar (intermedia) con
sus limitaciones sería la mejor.
Es patente que ninguno de los modelos presentados con anterioridad satisface
unas aspiraciones más avanzadas al respecto de la individualización de la
enseñanza. Hay que hacer constar que lo que en este punto se está presentando
son modelos que tratan de definir la interacción P-G al nivel del proceso de
Enseñanza-Aprendizaje y no estilos de enseñanza comprensivos donde, además,
entran en juego factores como la organización, la cantidad de decisión que se va
a reservar el profesor y que se va a permitir al alumno, el clima afectivo que se
pretende crear, etcétera.
Para poder ubicar los modelos presentados hasta ahora, así como los que se van
a exponer a continuación, utilizaremos la clasificación adoptada por Graham
(1980), según el nivel de individualización que establezca una
111
La calidad de la clase de educación física. Una guía de observación
cualitativa para su evaluación.
Introducción
Otra cosa bien diferente es un enfoque integral físico educativo, caracterizado por la
construcción por los propios alumnos, bajo la guía y orientación del profesor, de aprendizajes
motrices transferibles de amplia utilización en situaciones variadas, a partir de una concepción
significativa del aprendizaje. La acción docente bajo estos preceptos se caracteriza por el
planteamiento de situaciones problemáticas para los alumnos, la exploración y búsqueda, la
observación, el refuerzo positivo de las acciones y la reflexión individual y colectiva.
112
1. Modelo Tradicional y Modelo Integral de la clase de educación
física.
113
LA CLASE DE EDUCACIÓN FÍSICA
Objetivos: Objetivos:
Carácter rector de los objetivos sobre El objetivo no se convierte en el eje
los demás componentes del proceso. Se vertebrador de toda la secuencia de
concretan sólo a partir de los resultados enseñanza aunque es una pieza clave. Se
esperados como cambios observables en concreta a partir de la significación de
la conducta y su definición de forma los aprendizajes y su valor formativo
operativa para evaluar el aprendizaje. (valor intrínseco).
114
consciente.
“El valor que se expresa en niveles cualitativos y cuantitativos del proceso enseñanza aprendizaje
en la clase de educación física cuyo nivel optimo de referencia o deseable, se concreta en los
siguientes aspectos:
El alumno es un sujeto activo. Es objeto de influencias educativas pero sobre todo sujeto de
su propio aprendizaje.
La acción pedagógica del profesor se enfoca como orientación en un proceso significativo y
constructivo del aprendizaje.
La relación profesor alumno se concreta en una relación sujeto – sujeto en un marco de
comunicación dialógica.
La clase se concibe como una unidad, como un todo, donde las partes están integralmente
articuladas y se suceden unas a otras sin cambios significativos aparentes.
La diversidad del alumnado y su atención constituye un aspecto destacado dentro de la clase.
115
Los objetivos se concretan a partir del valor formativo, intrínseco de la actividad (no
conductual) y existe una total correspondencia entre estos, los contenidos, la metodología y la
evaluación.
El contenido tiene un predominio de tareas abiertas significativas y de juegos que favorecen
el proceso de toma de decisión por el alumno.
La metodología se concreta en el empleo de estilos de enseñanza que promueven la
independencia, la socialización y la creatividad.
Los medios empleados satisfacen la necesidad de ejercitación y práctica de los alumnos.
Dichos medios son tanto creados por los profesores y alumnos a partir de materiales de
desecho como de producción industrial.
La evaluación tiene un carácter formativo integral: heteroevaluación, autoevaluación y
coevaluación.
Los resultados de la clase se concretan en la contribución a la formación integral de los
alumnos: ámbitos cognitivo motriz, de habilidad, de actitud.
Los alumnos, tanto individual como colectivamente, se encuentran satisfechos con la clase de
educación física”.
El registro minucioso del desarrollo de la sesión de clase de educación física se llevará a cabo a
través de la observación directa y experta del investigador. Se trata de llevar una descripción de lo
que se observa. Se aprovechará además la observación participante del profesor.
116
1. Breve entrevista con el profesor, minutos antes de la observación de su clase, para trasmitirle
confianza y seguridad. Se aprovechará la entrevista para conocer el contenido y los objetivos
de la clase que será observada y llenar un registro de datos generales. Estos son: Nombre y
apellidos del profesor, fecha, cantidad de alumnos por sexo, edad promedio, grado escolar y
temática de la clase.
2. El investigador llenará un protocolo en la medida que observa la clase (observador externo),
de la forma siguiente:
GUIA DE OBSERVACION
2. ¿Las actividades propuestas favorecen que el alumno relacione lo que ya sabe con el nuevo contenido
(aprendizaje significativo)?
117
(5) (4) (3) (2) (1)
3. ¿Las actividades permiten a los alumnos tomar decisiones en la ejecución de las acciones más que
reproducir modelos de movimiento?
4. ¿La diversidad del alumnado y su atención constituye un aspecto destacado dentro de la clase?
5. ¿ El profesor favorece que los alumnos participen en la evaluación de los aprendizajes ya sea a través de la
coevaluación como de la autoevaluación?.
7. ¿El profesor reconduce el proceso de la clase cuando observa o evalúa situaciones no deseadas en la clase?
118
10. El profesor al proponer las actividades de aprendizaje demuestra tener en cuenta el nivel de posibilidades reales
de los alumnos.
A nivel perceptivo
Siempre Casi siempre A veces Casi nunca Nunca
(5) (4) (3) (2) (1)
A nivel de ejecución
Siempre Casi siempre A veces Casi nunca Nunca
(5) (4) (3) (2) (1)
11. ¿Las actividades que se presentan a los alumnos son variadas y atienden una amplia gama de estímulos motores?
12. ¿Los objetivos se concretan a partir del valor formativo, intrínseco de la actividad (no conductual)?
13. ¿Las actividades de aprendizaje se enlazan con otras áreas del curriculum? (relación interdisciplinaria)
conceptuales
Siempre Casi siempre A veces Casi nunca Nunca
(5) (4) (3) (2) (1)
Motrices
actitudinales.
119
15. Los medios empleados satisfacen la necesidad de ejercitación y práctica de los alumnos.
16. ¿Al evaluar, el profesor tiene en cuenta los diferentes niveles de competencia motriz y de ritmos de aprendizaje
de los alumnos?
17. ¿Se aprecia correspondencia entre los objetivos, las actividades de aprendizaje y las actividades de evaluación
desarrolladas?
Esta guía de observación, a través de sus 17 items registra un conjunto de indicadores que, de
forma general, se corresponden con el concepto de calidad anteriormente expresado. No
obstante, la evaluación cualitativa del concepto calidad de la clase de educación física no se
reduce a la guia de observación de la clase. Esta abarca además un cuestionario a los alumnos
para evaluar la satisfacción por las clases (López y González 2002) y de una entrevista al
profesor para profundizar en otros aspectos que influyen en la calidad de ésta.
Conclusiones
La evaluación de la calidad de la clase mediante técnicas cualitativas arroja una nueva visión
centrada en un enfoque integral físico educativo y no en el tiempo de práctica, como ha sido la
tendencia mas regular en nuestro campo. A su vez, permite valorar aspectos esenciales desde una
120
pedagogía humanista e histórico cultural. La experiencia que lleva a cabo el grupo GIMEF a
través de EFDeportes.com en la que participan 77 miembros de 13 paises, donde la calidad de la
clase de educación física se evalúa mediante esta metodología, arrojará nuevos datos para la
reflexión científica sobre este tema.
Bibliografía:
121
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