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5. SECUENCIAS DIDÁCTICAS
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Comentarios para el debate
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ESDE HACE YA ALGL'~OS AÑOS, en los textos sobre educación
se plantea la modalidad de trabajar por proyecros como la
alternativa por antonomasia. Sin embargo, creo importan-
te destacat que desde principios del siglo XX hay varias iniciativas y
propuestas cuya esencia estriba en proponer el trabajo escolar no como
una suma de actividades aisladas y desvinculadas. sino como la bús-
queda de ejes articulado tes que den coherencia y sentido al conjunto
de las situaciones del aula; de ahí los unITos d, intals. las unidad"
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._-----------_.- .. _._---~.~--~~~~---,..,..,.----
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eso fuera posible, tampoco sería posible incluirlas todas para estructu-
manera de llevarlo a cabo y las acrividades por realizar. Tal postura
rar un proyecto. De modo que lo que se convierte en proyecro son
podría sineeeizarse en esea cita: "Pero, ¿quién propone el proyecw? la
ciat,u intervenciones o acciones de algún niño. o de aJgunos de los
característica más diferencial con el res(Qde las propuestas de uabajo
global izadas es que primordialmente surgen a propuestas del alum-
niños del grupo, reinterpretadas y seleccionadas por el maestro. Ahora
....•
nado [... ], ya que la iniciativa de la propuesta la llevan los niños y
bien, ¿por qué fueron ésas ¡as seleccionadas? Porque, por alguna razón,
" ..
ninas; el profesor actúa como medio, ayuda: es un mediador. "1
para ese maestro resulcaron significativas, de manera que, en definitiva,
sigue siendo él quien decide qué se trabaja en el aula. ...•
Disiento, especialmente, de adjudicat a los niños la función
establecer el proyecto que se VJ a trabajar y aunque acepro la U~1Scen-
de
Así, el supuesto origen de un proceso de trabajo en el aula puede ...•
••••
ser la intervención de determinado niño. una noticia leída por el
dencia del papel del niño y del grupo en la organización escolar, citaré
maestro en el periódico. cierta película que le resu1có sugerente, un
dos razones complementarias que ponen en duda el planteamienw
:lcontecimienro social rdevante en la comunid:ld, etc. Pero, en defi-
acerca del papel owrgado al grupo de niños como geswres de las te-
máticas de los proyectos.
La primera se fundamenta en que es el maestro quien riene los e!e-
nitiva, lo que lleva a que se organice un proceso de enseñanza alre-
dedor de cierta temática es la valoración que el docente haga de ésta ••••
•••••.
y la relevancia que le otorgue personalmente y en función del proceso
menras necesarios para definir qué trabajar en el aula -romando en
de aprendizaje de los ninos. Por consiguiente, no parece en absoluto
cuenta variables psicológicas, sociales, históricas, culturales y. funda-
trascendente determinar cuál ha sido el pUnto de partida de un pro-
mentalmente, didácticas-o Es él quien puede establecer prioridades
y crüerios que guíen las decisiones y quien tiene la fundamenución
yectO sino. en todo caso, discutir la pertinencia de la opción elegida. ,
perrinente para ramarlas, además de que sólo él puede interpretar los
lineamientos de los documenros curriculares, apegándose a ellos más
o menos según su propio critcrio.
y este aspecto implica abrir el análisis acerca de qué y cuáles son los
contenidos de enseñanza a trabajar en la escuela. Como es un tema
que excede los límites de este libro, sólo senalo que es importante
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,-
la segunda razón es la imagen dd maestro que se rransmtre en cierras
propuestas de proyectOs: la de un sujero atentO a ver qué surge en su
analizar, discutir, contrastar, reflexionar, revisar diferentes opciones y
avanzar en la fundamentación de las que se consideren prioritarias. •••
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opciones, pues es impensable que alguien sea capaz de not:lr rodas las
Considero fundamental el nivel de compromiso Con el cual maes-
acciones e intervenciones que se manifiestan en un grupo y, aunque
tro y niños participan en las diferentes situaciones de trabajo en el
aula; y ese nivel de compromiso no es resultado del modo en que un •
! P. de Pablo y R. Vdez. Uniddd(! diddcticd.$, proy(ClO! y lü!&m.
proceso de trabajo surge, sino del entusiasmo que desencadena, fun- •
, II,
go en particular, promueve que esa actitud también prevalezca,al me- un hambre más esencial todavía para el niño que para el hombre. que
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nos en la mayoría de los miembros del grupo. Y, por el conrrano, aun es el hambre de descubrir. En las otras clases les enseñaban sin duda
cuando determinada temática haya surgido por iniciativa de algunos muchas cosas. pero un poco como se ceba a un ganso. Les presenraban
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!
,
t .
,
niños del grupo, si el docenre no riene un deseo real de profundizar
en ella, pronto los niños ram poco querrán hacerlo. Esto no se debe a
un alimenro ya preparado rogándoles que tuvieran a bien tragarlo. En la
clase del señor Germain' sentían por primera vez que existían)' que eran
, ! I
que explícitamente el maestro muesue su desinterés. sino a ~ue, CO~O
sabemos. los niños son extremadamente sensibles para registrar cier-
objeto de la más alta consideración:
mundo.
se los juzgaba dignos de descubrir el
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t
siquiera su existencia? Obviamente no, pues esto llevaría a la parado-
ja de que el circuito de las temáticas de trabajo se reduciría exclusiva-
cuál es el papel del maestro, de los niños y de los contenidos de ense-
ñanza en la escuela. Se adjudique un nombre u otro a la organización
del r"bajo en el aula, adopre unas u otras modalidades, el papel derer-
,•
mente al de aquellas que los niños ---o algunos niños- ya conocen,
al menos hasta cierto punto. Y, ¿cómo se abrirían a lo desconocido? minante lo tiene el maestro, al menos, en dos sentidos: en el nivel de
Difícilmente habrá niños que manifiesten espontáneamente interés compromiso asumido y expresado hacia la remárica de trabajo y en
) por trabajar sobre el sistema circulatorio, los colores del arco iris, la el respeto e interés por las participaciones de los niños.
alimentación en diferenres zonas del mundo, la vida y obra de van Indudablemenre uno de los mejores morivos para definir acerca
)
Gogh, los anillos de Sarumo, si no han renido oportunidad de acer- de qué trabajar es que el maestro renga verdadera avidez ~or abor-
carse, de alguna forma, a dichos remas. Sin embargo, cualqUIera de dar ese rema. Un ejemplo de ello fue lo que sucediÓ en Cierta reu-
ellos puede ser apasionanre incluso para niños muy pequeños. nión de un seminario de maestros en la que BenÍ. maestra de un
Enronces, desde esta perspecriva, diría que la función del maestro grupo de primero de primaria, planteó lo siguienre: "~oy a r:abajar
no es. básicamente, partir de los intereses de los niños sino g~n"ar sobre Velázquez"; y cuando se le pregunró por qué habla elegido ese
t eje de trabajo, respondió: "Porque de Velázque~ no sé nada y:a e,~
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e) Finaliza al concluir lo rarea emprendida ("Reunió~ de pad ")
una secuencia didáctica es imprescindible hacer determinado recorre, ces .
pues ninguna remárica es abordable en su totalidad (,qué es la tota-
Para presentar los ejemplos de secuencias didácticas decidí utilizar
1 lidad de un rema?), de manera que el maestro establece siempre cierras
el estilo narr~tivo y crear, a modo de personajes, una maestra para
l límites que constituyen e! objeto de estudio. Por esta razón, el tipo y
cada secuenCIa, en [Orno a la cual se estructura el ejemplo. Cabría
nivel de recorre que e! docente realiza al definir qué tema va a trabajar
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aquí poner la cláusula: ''Toda semejanza con la realidad es pura coin-
mediante la secuencia didíctica es una variable determinante.
cidencia" (aunque no estoy [Otalmente segura de que los nombres
En los cinco ejemplos de secuencias didácticas que se presentan a elegidos sean puramente casuales) ..j
continuación se expresa lo anterior mediante las siguientes variantes:
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este (ipo son las dos secuencias didácticas cuyo eje es el cuenco: "Cuen-
cos clásicos" y "Personaje prororípico de cuenro".
b) Un rema específico. Cuando e! eje que arricuta las acrividades
es un tema seleccionado. De este tipo son las secuencias didácticas
"El fondo de! mar" y "Pintores".
1
c) Una rarea grupal compleja. Cuando se plantea que e! conjunto
de los niños va a hacerse cargo de la realización de una tarea que
implica organizar varias situaciones a lo largo de cieno lapso. La se-
cuencia didáctica "Reunión de padres" es de este tipo.
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6. PERSONAJE PROTOTíPICO
1 DE CUENTO
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del aula -sólo quedaba la necesaria para poder leer-o Entre [Odas raba enormemente leyendo cuemos a los niños, pero nunca había
habían elaborado un cartel que colocaban del lado exterior de la puerta trabajado con un grupo de estas edades y temía no !ogrJr su objetivo .
del aub. donde dccÍJ "No enreJe, eS(;.lffiOS leyendo cuentos", para .SabLa que no habLa dificultades cuando contaba cuentos: todos se-
evitar así bs interrupciones, que siempre interfieren b lectura (ral guÍJn la historia con absoluta atención e imerés. Pero t3.mbién sabía
como ocurre cUJ.ndo, al estar en casa leyendo una novela apasiC'nan. que comar cuemos y leer cuentos son dos 3.crividades diferentes, que.:
re, suena el reléfono). cada una de ellas tiende a resultados distintos y qut: contando cuen-
Al seleccionar cuentos no sólo busclba que J dh le gustaran; tJffi- res no se acercaba a lo que pretendía con la lectura de cuentos. De
bi¿n le inn:resaha que fueran versiones originales, de buenJ. c:llidad, ninguna manera queda abandonar las situaciones de conur cuentos,
con léxico realmente lirerario, que b estructura {Uvierl un inicio, pero quería ir:corporar la lectura de cuentos como actividad regubr,
una trama o nudo central y el posterior desenLtce, con prc:senciJ de ya que esraba convencida de que la presencia del libro, el léxico del
ekmenros fanrásricos. En ttn. que fuer:m obras que merecieran ser texto escrito, su sintaxis y organización favorecen el acercamiento de
leidas. los niños allenguJje escrito, yeso intentaba.
Charo no mosrrJba las imágenes de los libros de cuentos, pc::ro un Un día invi'tó a los cuatro niños que siempre permanecían hasta el
par de días después de haber t1naliz.ldo la lecrura de uno simplemen- final de la lectura a sentarse con elh en unos cojines, separando par-
te incorporaba el libro a la biblioteca del aula, para que estuviera al cialmente esa zona con un biombo, mientras los demás trabajaban y
alcance de quien quisier,¡ hojearlo. Dado que para ella una t1nalidad jugabJn en las dift:rentcs zonas del aula, y se puso a leerles un cuento.
básica de IJ lectura es generar imágenes interiores. te pan:cla evidente Otros pequeños se acercaron para vet qué sucedía, pero Charo les
que si los niños vt:Ían iJ.s imágenes simulrinc:amenre alacw lector no dijo que siguieran con la acdvi¿ad que estJ.ban haciendo, que ese día
tendrían la posibililbd de iougioar, cada uno a su nuoera. los perso- la lectura dd cuenre era sólo para cuatro nifios. Esa decisión trJjo
oJ.jes y I.ts situJ.ciones que presenrJba el re1.Iro. Al igual que nos ocu- consigo que d momento de la lectura del cuento se transformara en
rre a rojos. por ejemplo. cuando vemos una pdícuiJ bas.lJa en un unJ. situJ.ción de deseo para los nifios, ya no era para todos, era sólo
libro que no hemos leido; si posteriormente lo leemos es imposible para una minaria u!c:ettl. Al final de esa jornada, vJrios nifios se acerca-
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imaginar a los person.ljes diferentes de los acrores que protJgoniza- ron a preguntJ.t a los c:!c:gitlos de qué se traraba el cuento que Charo les
ron la película. En este caso, comoces, el rex[Q sirve pafa ac(ualizJ.[ h,¡bí,¡ leído.
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lJs imígenes que hemos visro previJmeore en el cine. ~lienuas que si Al día siguiente preguntó si Jlguien quería que le leyera un cuenco
•
es J la inversa. al ver la pdícub en OCJsiones diferimos de su reatizJ.-
ción porque no se ajustJ. J lo que hemos construido in[c:rnJmentt:
mientras leíamos la novel.\.
y hubo tres niños (además de los habiruales) que se mostraron intere-
sados. Entonces Charo seleccionó a los tres nuevos y repitió una si-
tuación similar a la del día anterior, sólo con este grupito, que perma-
••••
Con (Odas estas premisas sólidamente asumidas, Charo inició las neció atento durante roda la lectura del cuento. Cuando finalizaba la
actividades de lecrura de cuentos. Al principio le resultó im~osible jornada escolar, y al eStar todos reunidos en una puesta en común,
l •
lograrlo satis[;lctoriamente; cJ,da vez que remaba un libro para leer, dijo que iba a apuntar en 1.1 pizarra los nombres de quienes quisieran,
al día siguiente, que les leyera un cuento, pero advirtiendo que quien 1. •
empezaba con todos los miembros del grupo y terminaba con tres o
cuatro niños, miemras los demás alteraban el ambienre del aula. No se apuntab,¡ debía saber que era para escuchar el cuento desde el ini- t. I
sabía qué estrJ,tegiJ,s utilizar para modificar esa situación, ella disfru- cio hasra el final; hubo ocho voluntarios (los cuatro habituales, los
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134 Sobrt Id muñnnZd dA Imguajt tJcrito r£RSONAJE rROTOTlrlCO DE eL'ESTO
135
tres nuevos y otra niña que se interesó en participar), Así, lenta y
de modo que decidió avisar anticipadamente a los niños que los li-
progresivamente Charo fue ganando adepto, a la lectura de cuenros;
bros no estarían en la biblioteca sino después de uanscurridas varias
en ocasiones leía para grupos muy reducidos y 0[cas veces para gru-
semanas. A fin de preparar la lectura, releyó varias veces cada cuento.
pos más numerosos hasta que, un par de meses después de iniciadas
para así dominar mejor los textos y depender menos de la informa-
las clases, todos los niños participaban colectivamente en la actividad
ción visual -como hacía siempre-, pues de tal forma lograba co-
y las dificultades se redujeron al mínimo.
neCtarse mejor con los niños durante la lectura.
Llegado a este punlO, Charo decidió trabajar el mes siguiente en
Cuando lo consideró conveniente, leyó el primer cuento con ha-
rorno a un personaje de cuento. No estaba segura de cuil elegir )'
das seleccionado (Peter Pan). Los niños siguieron con placer la lectu-
para ello leyó en voz aIra a los niños, durante días sucesivos, diferen-
ra y. excepto algunas divertidas risas surgidas cuando Garfio escucha-
tes cuentos en los que aparecían: hadas. monstruos, lobos. brujas,
ba el tic-rac del cocodrilo, no hubo interrupciones. Finalizada la lectura
exrraterrestres y enaniros. Después de esro se puso muy atenta para
se hizo un silencio que Charo respetó, y dio por terminada la activi-
observar sobre cuál de esos personajes conversaban con mayor fre-
dad. Nunca hacía preguntas al finalizar la lecrura de cuemos, tampo-
cuencia los niños; detectó un par de diálogos sobre las hadas y tam-
co propiciaba comentario alguno, sabía que el silencio es necesario
bién tres niños incorporaron hadas en sus dibujos. Estaba decidido:
para terminar de salir de la trama narrativa. Además, estaba absoluta-
serían las hadas las protagonistas de la secuencia didáctica que iba a
mente convencida de que el objctivo exclusivo de la lecrura de texms
desarrollar. 1
literarios es el placer, por lo tanm. cuando notaba que los niños ha-
Organizó tres fases de trabajo:
bían disfrutado plenamente del cuento, ya había logrado lo que se
había propuesto.
la ¡ase:
Lecrura de cuen(Qs con hadas. Comenrarios y análisis de
Al día siguiente, Chato comentó a los niños que se había quedado
dichos personajes.
a pensando en Campanilla (el hada del cuento de Peter Pan), que le pa-
2 fase: Escritura individual de cuentos en los que aparezcan hadas.
a recía bastante coqueta y chistosa. y que apuntaría su nombre en la
3 fase: Edición de un libro de cuentos con hadas.
pizarra para que no se les olvidara. Unos niños dijeron que se parecía
a ucampana" y que les gustaba ese nombre.
Para desarrollar la primera fase revisó rodos los cuentos con hadas
Un par de días después, Charo leyó el segundo cuento con hadas
que pudo conseguir y seleccionó los que más le gustaron, porque
(La Cenicienta), en condiciones similares a las del primero. Y al día
sabía que cuando leía cuentos por los que ~entíaauténtico placer, los
siguiente volvió a comentar que el hada de éste cuento había llamado
n!ños s~ ~n_volu~!abanpl~.amentc; en caso contrario era urópico lo-
su atención; varios niños intervinieron, diciendo que: "Hada magia
grarlo. Encontró cinco cuentos con hadas que le parecieron suma-
con ratones y calabazas." Y Charo agregó: "Eso es, pero ésta no tiene
m~nte arractivos. tres clásicos y dos contemporáneos; había dos sin
nombre, como la del Cuemo de Peter Pan, que sabemos cómo se lla-
ilusrraciones, dos tenían amplias ilustraciones a rodo color y uno te-
ma', a lo cual la mayoría respondió diciendo el nombre y señalando
nía una pequeña ilustración a tima bellamente dibujada. Pensó que
la pizarra donde estaba escrito "Campanilla'. A partir de eslO,Charo
si bien los niños ya estaban habituados a prescindir de las imágenes
les propuso apumar lo que hada cada hada. y para eso lOmaron un
miemras ella leía, al incorporarlos después a la biblioteca del aula las
imágenes podrían interferir en ciertos aspectos que quería abordar. 1 D. Pcnnac, Como un4 no~'~l:J..
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rERSO;-.;'AJE rROTOT[rrco DE Cl:E~TO
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pJpel muy grJnde, que colocJron en iJ pJred, donde ChJro orgJnizó
un esquema. Como inreresabJ que el libro tuviera uso social. debían rranscribiese:
rodos los cuco ros.
ChJro se piJnreó que, en CUJnto J producción rexrua!, iJ expe-
CUADRO 5. Comp:u.lción de hadJ.s.
riencia propiciaría que los niños avanzaran en el uso de la estructura
dd cuenro, de manera que ¡nrcntaría que estuvieran presentes los tres
momenros básicos: inicio, nudo y desenlace. Por eso, cuando cada
TrTULO NOMBRE
l\fAGL\S niño escribía su cuenro e iba diciendo a Charo lo que ponía -para
DEL CUENTO DEL HADA AsPECTO QUE H.\CE
que elh lo transcribiera en orra hoja-, si estaba ausente alguno de
CampaniliJ. PcquC:lÍ.ira Hace vobr los ues momenros de la estructura, ella se lo sugería. Por ejemplo,
Gordi{J cuando una de las niñas del grupo que escribía con escritura indifc-
Hace
aparecer renciJdJ le dijo, señJ1Jndo su propio rexto, que JhÍ decíJ "ErJ un
ropa bonicJ hJdJ muy bonirJ. Se mojó con IJ lluviJ", ChJro le pregunró ",Y en-
y coche
con caballos ronces que: pasó, cómo termina el cuenro?", anre lo cual la niña agre-
gó a su escrirura orro rrazo, mienrras decía "Se fue volando".
11 Acerca del sisrema de escricura, quería fomentar la reflexión de los
1\ Desde ese momenro fueron inrercalando acrividades: un día se
niños respecro de que algunas palabras tienen más y arras menos
Ida un cuenro con hadas yal día siguienre se apunraban en el cuadro
lerras, y a que tienen lerras diferenres. Iba a insistir en esro pues la
los daros correspondienres de acuerdo con las propuesras de los ni-
ños, que se iban a sus casas pensando -después de la lectura- qué
mJ)'oriJ de los niños no conrrolJba IJ canridJd de grJfias)' rJmpoco
propondrÍJn anorJr en el CUJdrode hJdJS que esrJbJn hJciendo. Asi diferenciJbJ dichJS grJfÍJs. Con ese fin fueron elJborJndo un fichero
con los nombres de ¡os personajes de los cuenros que iban leyendo, y,
avanzaron con los cinco cuenros con hadas leidos. (Es evidenre que
Charo no quería que los niños vieran las ilusrraciones hasta terminar anre cada nombre, primero Charo lo escribía en la pizarra yanaliza-
el CUJdrode daros, pues le imeresJbJ que especialmeme el aspara lo ban si renia mis o menos !erras que el nombre de otro personaje, así
extrJjerJn J pJrtir de los frJgmentos descriptivos del rexro y no de hs como si compJnían alguna lerra o eran rodas diferenres. Algunos
iJusrraciones.) Y así fimlizó b primerJ fJse de b secuenciJ did:ícricJ. niños utilizaron ese fichero para reproducir nombres de personajes
con las lerras móviles. Y cuando cada uno esraba escribiendo su cuen-
Pan comenZJr b segundJ fase ChJro propuso que cadJ uno es-
cribiera un cuenro con hadas, para hacer entre rodas un libro de ro, ChJro proponÍJ JI que escribiJ el nombre de un persomje que
cucnros. Los requisiros dd tex[Q eran dos: que fueran cuenros y que figurJbJ en el fichero que podiJ rrJerlo y buscJríJn !J tJrjet. corres-
pondienre para ver cómo esraba escrito allí ese nombre.
hubierJ hadJs. CJd" dÍJ dos o rres niños escribÍJn sus respecrivos
cuenros, en distinros momentos de la jornada, y Charo se sen raba DurJnre el proceso de producción de los cuemos, CJdJ dos o rres
días, Charo proponía a los aurores que leyeran sus cuencos en voz arrJ
junco a cada uno para realizar la transcripción correspondienre. Ob-
viamenre, ningún miembro del grupo escribía de manera cooven: J los compJñeros. Quien deseJba hJcerlo se acercabJ J ChJro PJrJ
cionJ1, hJbiJ desde unJ mJyorÍJ de escrirurJs indiferenciJdJs hJsrJ que e1IJle leyerJ, bJsándose en iJ trJnscripción convencionJ!, lo que
él o e1lJ habÍJ escrito y Jsi poder recuperar qué decíJ su propio texto.
escriruras silábicas, un par de ellas con valor sonoro convencional.
Después de reperirselo generalmeme un par de veces -J pedido del
138 Sobrt In muñanU1 dt:1/mguajr nerita I'ERSOSAJE l'ROTOTfrICO DE CUE.•••TQ
139
autor, hasta que casi lo retenía de memoria-, el niño emprendía como problema. cuestionando la necesidad de paginar o no el libro.
entOnces la lectura ante sus compañeros, quienes a su vez podían Para avanzar en la toma de decisiones organizó al grupo en parejas y
aportar opiniones y comentarios. Los co~entarios a veces eran con- cada una tomó un libro de la biblioteca para buscar algo que tuviera
siderados por el autor para introducir mejoras a su propio texto. De que ver con números. Los niños hojearon IQslibros y algunos nota-
esta forma los niños comenzaban a encender que escribir es un proce- ron que en "una punrita" había siempre un número. Vieron que a
so de mejorar borradores. <alcomo lo proponen Daniel Cassany. Anna vece~ ese número estaba en el ángulo superior y otras veces en el
Camps y otros aurores que subrayan el papel de la revisión de borra- inferior, y expresaron ideas que justificaban esa diferencia ("para que
dores en el aula como estrategia fundamental para incorporar, en la haya que buscarlo", "3 veces pan los que les gusta mirar arriba y a
enseñanza de la escritura, la práctica fundamental de rodo sujeto que veces para los que les gusta mirar abajo"); una niña dijo que estaban
escribe habirualmenrc.2 siempre ddlado externo de la pigina: "para que no se junte con las
Siguiendo con esta esrrJregia. progresivamente los miembros del lenas" .
grupo terminaron de producir los respccdvos cuenws con hadas y de Al día siguiente Charo se sentó con cuano niños y contrastaron la
este modo finalizó la segunda fase. paginación de dos libros de la biblioteca para ver si en todas las pági-
,.,.•
Quedaba por delante la tercera fase: la edición. la presentación y nas había un solo número, pero tan pronto empezaron a hojearlos
I el posterior uso social del libro elaborado. Cada vez era más eviden- notaron que también había cifras bidÍgitas, ante lo cual estuvieron
, [e para Charo que esta fase requería invertir bastante tiempo y ener- revisando cuidadosamente páginas sucesivas para verificar si cuando
gía a fin de que fuera lo más exitosa posible. Esto se debía. además de había cifras bidígiras después volvía a haber un solo número. porque
a la satisfacción que da la evidencia final de un proceso de rrabajo, al dos niños del equipo planrearon la hipótesis de que "a veces ponen
I hecho de que cuand~ se explicaba a los niños que cada uno escribi- un número solo, pero a veces ponen dos". Después de observar rigu-
ría un cuento, que luego con todos esos cuentos se haría un libro, rosamente bastantes páginas succ:sivas notaron que cuando empeza-
que el libro se presentaría. e[c., la mayoría no podía anticipar qué ban a poner dos números en el ángulo de cada página ya más adelan-
significaban esas etapas de trabajo pues no lo habían vivido con ante- te no encontraban páginas donde hubiera nuevameme cifras de un
lación. de manera que sólo en la medida en que se realizara descubri- solo dígito y. isorpresa!. pasaba lo mismo cuando empezaban las cifras
rían su significado real¡ así, cuanto más relieve se diera a la fase final, uidígiras: ya no encon[faban nuevamente páginas con numeración
mayor entusiasmo cúsencacúnaría la siguienu propuesta de escritura. Por de uno ni de dos dígitos. Charo pregunró si creían que eso sucedía
todo ello. Charo favoreció que hiciera~ con sumo cuidado la edi- solamente con los libros que c:staban revisando. y los niños acorda-
ción: la elaboración de la porrada. la elección de un título genérico ron conrado a todos. para que en las casas se fijaran en los libros que
» qu~-pudier~ incluir wdos los cue"nws escritos, algunas ilustraciones, tuvieran y obtuvieran más información al respecto.
vechó para pregunrarle qué opinaba al respecro, ante lo cual dijo que dado posible,.revisa~on pre\.iamenre varios libros de la biblioteca para
no podía ser al revés, que si había más páginas no podían "poner analizar las caractenS[Jcas de los aspec[Os que [Oda edición Cont ro Ia.
números que ya habían pasado, porque se cuenra para un lado". Por último seleccionaron e! marerial de la porrada, definieron el títu-
A rodo esto, el debate iba inrercalado con la función de los famo- lo. la ripografía, los datos de la edirorial, la forma de unir porradas v
sos numeri[Qs. Había varios supuestos, pero predominó que eran: hojas, etc. Lograron que la apariencia final fuera auténticamente s;-
"para saber cuánras hojas riene el libro". Charo se propuso lograr que tisfacroria.
algunos avanzaran al respecro y realizó varias situaciones, con un Cuando el libro estuvo [Oralmente terminado, con el mismo nivd
subgrupo de tres niños, revisando índices de libros e intentando ver de compromiso se im'olucraron en la organización de la presenta-
qué pasaba cuando buscaban la página que figuraba a la derecha de ción. Tal como hacen las ediroriales cuando presentan un libro, era
un ritulo. Les pareció casi un juego. querían verificar si coincidía en necesario prever dónde, cuándo y quiénes participarían en dicho even-
todos los casos e iban del índice a la página correspondiente, con la ro. Como las instalaciones de la escuela no eran adecuadas, por ta-
ayuda de Charo, y analizaban casi letra por letra el rírulo que allí maño y disposición, pidieron prestado un local en el Avuntamiento.
enconreaban para confirmar que era el mismo que estaba en el índice que les fue ororgado. Fijaron la fecha, con cieno marg'en de tiempo
a la izquierda del número en cuestión, y a la inversa: de la página al pJrJ hacer bs invitaciones que distribuirían entre los familiares, los
Índice. Uno de los tres niños que hicieron esas constataciones estuvo demás grupos escobres.los vecinos y las auroridades. Elaboraron tJrn-
mostrando a muchos de sus compañeros cómo coincidía la pagina- bi¿n carreles publicitarios para difundir y dar a conocer el motivo de!
ción con el daro numérico que figuraba en el índice del libro. evento.
Cuando Charo preguntó enronces si debían paginar el libro que El día fijado se sentaron ante b mesa cuatro representan res de los
estaban haciendo. ese niño agregó: "¡Pero con Índice!". y así fue como autores, un maestro de la escuela y un niño de un curso avanzado de
emprendieron la tarea. Quién paginaría. dónde, qué orden darían a primaria que harían comenrarios sobre el libro, y también Charo.
los cuemos y qué numeración les correspondería; anticiparon. verifi- Los demís niños cid grupo formaron un corro junto a b mC:SJ\! tos
caron, argumentaron y decidieron. Por fin, después de discusiones y invitados frente a dios. Los autores dijeron cómo surgió el pro}:ecw
afanes, el libro esruvo paginado y con índice. de hacer e1libro y qué ran:as incluyó la elaboración, y luego los co-
Charo decidió dejar para otra ocasión varias opciones de traba- mentJristas opinaron acerca de la obra. Finalmente el libro circuló
jo: si la paginación se empieza a anotar desde la primera página del enrre todos los presenees y pudo. ¡por fin!. empezar a rotar por las
libro. si se cuentan las páginas iniciales donde no hay números escri- casas, donde los familiares conocieron de primera mano en qué
ros, si es lo mismo poner 37 o 73, si al rexto que ocupa el cuarto lugar -además de muchas oeras cosas que habían hecho en b escueb-
le corresponde la página cuatro, y tantas otras características de la h;lbÍJn estado tan ocupados (os niños durane;: las úlrimas semJ:us.
paginación de libros que pueden contribuir al avance de la conv.:p-
tualización del sistema de numeración.
y cuando estuvieron listOS los cuentos. las ilustraciones, la pagina- Por último
ción y e! índice, emprendieron la tarea de encuadernar el libro. Sería
evidentemente un produc[O artesanal-no como los producidos for- ¿Qu¿ contenidos de enseñJnzJ trabajó Charo mediante estJ secuen-
malmente por las ediroriales-, pero pusieron en ello el mayor cui- ciJ didíctica?
142 Sobr~la muñanza da Imguajt (saito
M
ART.o\. TR.-\B.-\JA CO;-': C;-': GRUPO de niños de cinco años; des-
• Personajes. En este caso en torno a ciertos personajes fantásticos y
pués de algunas semanas de comenzado el curso, pensó que,
prororípii:os de los cuentos, como son las hadas.
como siempre, era conveniente realizar la primera reunión
• Estructura. Se intentó que los niños tomaran mayor conciencia de
con los padres de familia, a fin de informarles sobre la modalidad de
la presencia de los tres momentos canónicos de un cuenro.
trabajo (especialmenre a los pádres de los alumnos de nuevo ingreso),
• Soporte. Las características del objeto físico como tal se transfor-
intercambiar punros de vista, establecer algunas formas de interven-
maron en un aspecro que hubo que revisar. contrastar y elaborar,
ción conjunra, y abordar algún otro rema que a ella y a los niños les
para que los niños avanzaran en el conocimiento de las propiedades
pareciera conveniente. Conversó al respecto con el grupo, les comentó
del soporte de los cuentos.
la idea y pidió opiniones sobre qué les gusraría a ellos que les COnrara
a sus familiares en la reunión. Marra iba tomando nota de las pro-
puestas de los niños y delimitaron jumas los temas centrales de la re-
unión: primero se plantearía cuál era la modalidad de rrabajo del
grupo, la organización del aula y los materiales: luego se presenrarÍan
los diferentes recursos y técnicas de expresión plástica que estaban
utilizando, y les hablaría del plan que renían de suscribirse a algún
periódico. Definido el remario de la reunión, un equipo lo apuntó en
un canel que elaboraron y decoraron con la aruda de Mana, para des-
pués colocarlo en la pared de anuncios y noticias inrernas del grupo.
Era necesario analizar las fechas y los horarios posibles. Los niños
informaron de los horarios de rrabajo de sus padres o de los adulros
que se ocupaban de ellos (había una niña que vivía con su abuela
144 RE.L:-¡¡ÚS DE rADRES l-i5
temporalmente. un niño que vivÍJ. de: manera estable con sus dos y pe:-o que no era necesario escribir d día en el cual la invitación se
primos. y tres niños que vivÍJn sólo con su madre) y dialogaron acer- había elaborado y entregado a los familiares. Después de discurir lar-
ca de la hora a la que solían regresar todos a casa. ¡\larta les propuso gamente al respecto, ~b.rta se dio cuenta de que no podÍJ justificar la
utilizar el reloj de b. pared para ver conjuntamente quiénes regresa- inclusión ante los niños -excepto por cumplimiento de u~a nor-
ban antes y quiénes después. Con base en esro determinaron que la ma- pues tampoco ella misma enconrraba razones para incluir ese
reunión debía realizarse después de las 19 horas para que pudiera dHo (se propuso averiguarlo para estar mejor preparada en la siguiente
asistir la mayoría. Como varios niños dijeron que si los adulros de su ocasión).
casa asistían, ellos se quedarían solos. entonces cS[ablecieron que En cuanto al destinatario, no en todos los casos sería igual. Estu-
algunos pedbo quedarse con un vecino -ya que así lo hacían en vieron de acuerdo en que cada uno escribiría individualmente el (o
situaciones similares-; además. como otrOS integrantes del grupo (os) destinatario(s) de su invitación, según las diversas situaciones
Ct:níanhermJ.nos mayores. pedirían permiso a sus p~ldres para ofre- individuales (queridos papá y mamá, querida mamá, queridos tíos,
cerle a algún compañero que se quedara en su casa mientras se reali- querida abuela).
zaba la reunión. En cuanto al día, después de determinar lo que ha- Eligieron el texto de una de las invitaciones que estab3n analizan-
bÍJ. que preparar para la reunión, decidieron que necesitaban algo do, porque fue el que más les gustó, pero J\larta y tambi¿n un niño
más de una semana; con ese criterio fijaron emonces la fecha utili- propusieron hacer cierras cambios referidos a un par de palabras que
zando un calendario. no les pJrecían bs mejores y sugirieron sustituirlas por oeras. i\.brtJ
Había que eb.borar CUJnto antes las invitaciones para que con copió el texto en la pizarra y lo leyó en voz aIra señalándolo a medida
antelación los familiares pudieran hacer lo necesario para tener esa que lo leía, así ubicaron los dos casos donde proponían cambiar pala-
tarde libre. Emprendieron la tarea, i\'iarta trajo a la clase algunas invi- bras. No todos eseaban de acuerdo, por lo cual en cada caso hubo
taciones de reuniones de padres elaboradas en la escuda en años an- debates y argumentaciones, propuestas y opiniones diversas. No fuC'
teriores y las leyó en voz alta a los niños. Como la participación fue f.:ícilconsensuar IJs decisiones, porque una va que finalizaron las dos
escasa, sugirió rdeerlas al dí:l siguiente y que cada uno pensara acerca sustituciones lexicales propuestas, surgieron otras iniciativas dC'susti-
de las invitaciones leidas. Al día siguiente, las leyeron varias veces y tución y cada vez el debate renació.
así fue como notaron que tenían ciertos elemencos comunes: fecha. La invitación quedó escrita en la pizarra un par de días y fuC'revi-
destin:uario, motivo y firma; algunas también incluían el claro inicial sada en sucesivas ocasiones, hasta que, por acuerdo o por cansancio,
dd lugar de envío. Se: abrió la discusión acerca de las razones que todos aceptaron un texto común, que guardaba poca similitud con el
jusrificaban la presencia de cada uno de esos e1ememos. modelo del cual habían partido.
Algunos niños dijeron que no tenÍJ. sentido poner el lugar de ori- Cada uno, después de escribir en una hoja los datos del de"inatario
gen de la invitación porque los familiates de todas formas sabrían correspondiente, copLuÍa el texto de la pizarra y al finJ.lizar pondri.l
que era de la escuela; rodos asintieron y se decidió no incluir ese dato. su nombre. ~hrta se propuso llamar la atención hacia cierta carJ.Cte~
Hubo objeciones respecto de la fecha del encabezado: dos niñas di- ris{ica del sistema de escriturJ., y analizó con los niños los dift:renccs
jetan que había que poner una sola fecha, la del día que harían la tipos de letra porque, aprovechando que la firrn.} sude hacerse con
reunión -argumentaban que bastába con incluir en el texto el día y letra ligada, quiso hacer de esa particularidad un cerna de reflexión.
la hora de la reunión, lo cual a todos les pareció imprescindible-, Fue así como contrastaron los textos de b bibliOteca, bs ¡isus quc
146
Sobrr 1,1Oluñ,ul:"l dtllmglli1jf (urilo
REt.::\IO:-.; DE P.4.DRE.S
l-i7
rcnían en el aula, los recados que iban guardando, cre., )' varios dije-
cho antes de proseguir con la etapa siguiente de! proceso; entonces
ron que cuando se escribía con la mano se usaba la letra "manocscrj(J"
:Vfarta sugirió tomar en cuenta el calendario a fin de que quienes nece-
y que bs arras venÍJ.n en los libros. periódicos y revistas. Fue enton-
sitaban más ti cm po, tuvieran el suficiente.
ces cuando se pusieron de Jcucrdo en que, p:1.ra firmar, algunos niños
Para la realización de algunos trabajos se formaron parejas y ~lar-
copiarían su nombre de la tarjeta correspondiente dd fichero de nom-
ra procuró que éstas se integraran por diferencias en su desempe:ío:
bres propios, donde estaba Con la "manocscrira", y otros lo escribi-
un niño con mayor facilidad para la actividad plástica con arra que
rÍ3n también con Ictra ligada pero sin USJCmodelo. Terminadas las
present3ba mayores dificultades.
iO\'jraciones, con transcripciones de determinados fragmenros ht'ch;lS
Durante unos días la elaboración de los trabajos plásticos rue Jo
por l\liana cuando lo creyó necesario, cada niño ebb~ró un sobre. lo
decoró y lo entregó. que más tiempo demandó de la jornada escoJar. Algunas parejas se
dividieron la tarea, pero de m;:;.nera peculiar: pane de la hoja cada
Considerando el temario que habían fijado para b reunión. decidie-
uno, lo cual dio lugar a trabajos algo absurdos, que ni a ellos mismos
ron organizar una exposición de plástica que fuera represcll[ativa de
les gustaban, de modo que revisaron el criterio de división del traba-
b variedad de técnicas que U[ilizaban y que, al mismo dempo. prcsen-
jo e hicieron un segundo inre:Ho que dio mejores resultados.
rara al menos un rrabajo de cada miembro del grupo. Para dio era
Posteriormente, Jvlarra organizó a los niños en tríos, a cada trío le
necesario hacer una revisión de los [[abajas que tenían: cada uno rc-
asignó un conjunto de trabajos realizados para que los analizaran-
visó su propia carpcta y rodas not:uon que tenían muchos trabajos
en ningún caso el autor era miembro del equipo- y J continuación
en rémpera. esgrafiadns y pinrura de dedos. pero muy pocos de todo
dieran sus opiniones o hicieran sugerencias a Jos respectivos autores.
Jo demás: collagc, acuarelas. ceras y dibujo con tintas, muy pocos mo-
La tarea de correvisión de los trabajos plásticos fue una novedad para
delados en diversos materiales y figuras armadas con madcra. Hicieron
todos, pero aponó importantes mejoras: hubo cambios en algunos
enWnces una lista en la pizarra de rodas las técnicas plásticas que
colores y ronos, en cienos collages se agregaron elementos, en un par
conocían y de cuáles ya tenían algún ejemplo que les gustabJ. para ex-
de modelados se ajustó Ja proporción de las rormas.
poner}' fueron marcando aquellas de Jas que les hacía ralra una mues-
Una vez terminados los trabajos plásticos}' hecha la selección de
tra. Querían completar la exposición con e! repertorio más amplio
los que ya tenían, tuvieron que analizar dónde y cómo montarían la
posible de técnicas conocidas, y así cada uno eligió lo que iba a hacer.
exposición. El montaje implicaba cambiar algunos objetos (estan-
Otro asunto que se discutió fue e! tema de los trabajos plásticos;
terías y plantas) de lugar, poner cienos materiales en Otros sitios para
debatieron acerca de si cada uno haría lo que quisiera o si clegirían
liberar espacio en una estantería, etc. El grupo se organizó cn peque-
algún tipo de tema común. Algunos niños propusieron representar J
ños equipos que se ocuparon de diversas tareas: organizar el espacio,
sus familias, pues les parecía divertido poner sus obras en b exposi-
distribuir los trabajos realizados, hacer cartdes explicativos sobre las
ción y que los padres las vieran. Finalmente el grupo rcsolvió que
diferentcs técnicas plásticas, colocar una tarjeta con e! nombre de
cada uno decidiría si al utilizar la técnica que había seleccionado haría
cada niño en el lugar correspondiente, además de decorar la zona.
un trabajo vinculado a su familia o referido a orras Cosas. Revisaron si
:Vlontada la exposición, ~1arra y los niños invitaron a orros profeso-
tenían los materiales necesarios para realizar los trabajos y comproba-
res y a niños de otras clases para recabar su opinión y pedirles suge-
ron que fueran suficientes. Luego advirticron que algunas técnicas
rencias de posiblcs mejoras. Hubo un par de sugerencias interesantes
plásticas requerían varios días de elaboración para dejar secar lo he-
que el grupo decidió aceptar: separar algunos Ira bajos que estaban
14X REC;-';IOS DE r-\DRES
demasiado juntos y no podían apreciarse adecuadamente, yagreg:u limonada. El aula estaba más bonita que nunca, la exposición, las
algunos trabajos de armado con trozos de madera y metal porque sillas ordenadas en círculo -agregando las que habían tomado pres-
había sólo uno y resultaba una técnica muy interesante para los ob- tadas de otrJS aulas a fin de que alcanzaran para todos los asisten-
servadores. tes-,Ios canapés y la limonada. Junto a la puerca estaba la grabadora
La profc:sora de música dijo J los niños que conocía una canción con la canción de bienvenida preparada. Era evidenre d trabajo rea-
de bienvenida muy divertida, que podían aprender y luego grabarla lizado y d entusiasmo puesto en cada detalle.
p;HJ que i'vbrrJ la pusiera en b grJbJ.dora antes de: iniciar la n:unión; La asistencia de familiares a b reunión barió [Odos los récords;
así los padres y familiares la escucharían cantada por dios. Desde :Vhrra no recordaba ninguna oua reunión tan exitosa. Varios familia-
luego la propuesra fue aceptada y los niños grabaron la canción. Cuan- res comenraron ~ue era la primera vez que sus hijos les habían insis-
do terminaron les hacía mucha gracia escucharse. tido en que salieran de casa a tiempo, que no fueran a llegar tarde a la
:Vlarra comentó a los ni lÍos que seguramente J los fJmiliJ.res les escuela. Y al día siguiente los niños COntaron las mil anécdotas que
gustaría romJr una pequeña merienda cUJ.ndo vinieran J. la reunión y sus familiares habÍ:1n comentado en casa al regresar. Todo lo que ha-
el grupo respondió con un nivd de entusiasmo (Jn evidente que' rJ- bÍ:1npreparado, el temario, la ::xposición, la canción y la merienda,
pidamenre surgieron muchísimas propuestas e iniciariv.ls: qué prepa- dio de qué hablar durante mucho tiempo. La única queja fue que los
r:u, cómo, quién sabía alguna receta sencilla. de qué forma obtener niños se quedaron con las ganas de comer canapés y beber limonada;
los ingredientes necesarios; además, como querían que fuera una sor- otra vez prepararían una merienda como ésa para ellos.
presa para los familiares, acordaron mantenerlo en secrero, lo cual
implicaba no poder solicitar su coLtboración explícitamenre. Anali-
zaron los recursos con los que contaban en b escuda: no renían hor- Por último
no ni forma alguna de cocinar, por lo cU~lldecidieron que lo mejor
seda preparar canap¿s. los niños coment:uon, y .1lgunos discutieron ¿Qué conrenidos de enseñanza trabajó ivIana mediante esta secuen.
con firmeza, bs formJ.5de hacerlos y con qué ingredientes quedabJ.n ciJ. didáctica?
mejor. lv1arra averiguó si podían conrJ.r Con algún apoyo económico Es una secuencia que. en rdación con el lenguaje escrito, abordó
de la escuda para la compra de los ingredienres, se obtu ....
o una can- el texto epistolar, específicamente la inviración, y, en relación con iJ.
tidad muy reducida pero que ayudaría: algunos niños propusieron plástica, un avance en las disrintas récnicas conocidas. Aunque en un
{[aer algo de sus casas sin decir nJdJ. a sus familiares; finalmente deci- momenro hicieron ciertos cálculos matemáticos -para comprar bs
dieron que quienes aponaran algo informarían en su casa, pero di- provisiones que iban a utilizar en la preparación de la meriendJ.-,
ciendo que se traraba de hacer un.' merienda para dios. Hubo que no fueron situaciones didácticas consisten res que permitan plamear
calcular las cJntidades necesarias de cada ingredienre en relación con que generaron avances en nociones matemáticas,
los comensales. Todos se organizaron para conrribuir COn algo. la En relación con el texto epistolar, estuvo delimitado por b invita.
mañana del dÍJ. de la reunión prepararon los canap¿s -parecía un.l ción y fueron tres propiedades las que cenrraron básicamente el {fJ.
fiesta-, en cada mesa hacían canapés de un ripo, los decorabarr'y bajo:
colocaban en bandejas y fuenres. Quedaron muy aperitosos. Ade-
mís, les alcanzaron los recursos incluso para preparar unas jarras con • ~lodo de lecrura. La comparación de diferentes versiones de un
150 Sobr( la muñ.1.1l:::JZ dtllmgua}t ncrito
L
veto\. TR.:\BAJA(OS u;-'; GRCrO de primero de primaria. Cuando
rit'ne un rato libre ve documentales acerca de la vida de los
animales; siempre le result:l muy JtrJcri\'o comprender me-
jor cómo se organiza la vida de cada especie, sus características, los
mecanismos de supervivencia, la relación entre la zona donde habi-
tan y sus modos de alimentación y reproducción, las migraciones,las
complejas relaciones entre los miembros de cada especie, la constitu-
ción de subgrupos y el liderazgo. Unos días antes había visto una
película documental sobre la vida en el fondo del mar y estaba impre-
sionada; pensó abordar esa temática en el aula y decidió comentar
con los niños la información de la película y plantearles una indaga-
ción al respecto. Al inicio, los niños se miraron unos a Otros algo
desconcertados, parecía que no tenían antecedentes ni curiosidad sobre
el tema propuesro pero Lucía decidió proseguir y ver qué sucedía.
Al día siguiente sugirió a los niños, cuando todos estaban senta-
dos en círculo, que anotaran lo que sabían y sus dudas acerca del
tema, y para ello colocó un amplio papel continuo alIado de la piza-
rra, frente al grupo. Organizó un esquema de dos columnas (usando
la estrategia propuesta por Donna Ogle;' "éase el cuadro 2). Al no
•
• 1 D. Ogle, "Qué sabcmos, qué qucrcmos saber: una estratcGia de aprcndiz.~ljcft.
•
•
50brr ¿l mUiianZd d~llmgufljr rscrito EL FONDO DEL ~l\R 153
haber iniciativas por parte de los niños, decidió empezar ella ~on un Lucía consideró alentador lo sucedido y decidió que lo retomarían
par de anoraciones en cada columna; al hacerlo iba comentando cómo en otro momento. A la mañana siguiente llevó a la clase una revista
se había enterado de lo que escribía en la columna de la izquierda sobre peces que había encontrado en la casa de unos parientes. En el
-subrayaba así la importancia y la variedad de fuentes de informa- aula estaban organizadas diferentes zonas de trabajo: la zona de jue-
ción con las que uno cuenta- y. al escribir las preguntJS en la co- gos de mesa (con loterías, dominós, cartas, dados, etc.), de actividades
lumna de la derecha, las justificaba, argumentando por qué le parecía plásticas (témpera, acuarela, ceras, tintas, arcilla, etc.), de medición
interesante averiguar lo que allí ponía. Lucía asumía con rotal con- (balanzas de diferente tipo, cintas métricas, termómetros, recipientes
vicción ese papel potque sabía que "el rol del maestro no puede limi- graduados, etc.), de escritura (hojas, libretas, papel de reuso, lápices,
tarse al de un mero rransmisor de la información. Pero una cosa es no bolígrafos, máquina de esctibir, etc. -y estaban intentando conse-
ser un simple transmisor de información y otra cosa muy disrinra es guir una computadora-), de biblioteca (libros, tevistas, anuncios
negar a los niños las informaciones que necesitan para progresar"':~ publicitarios, carreles, diccionarios. ficheros. entre otros). Lucía se
Mientras los niños observaban lo que Lucía estaba haciendo, se sentÓ en la zona de biblioteca, donde varios niños estaban hojeando
produjeron algunas intervenciones: una niña propuso agregar dos y leyendo diferentes libros, y les mostró la revista que había traído.
preguntas mis y también una tercera afirmación. otros se incorpoCJ.- ~Iiraron las ilustraciones, leyeron algunos párrafos entre todos y revi-
ron a la dinámica, y ese primer día llegó a la siguiente siruación: saron si decía algo acerca de dar pan a los peces; porque en ese grupo
estaba la niña que había aportado esa información el día anterior y
quería saber si su hipótesis -que les hacía bien comer pan porque
CUADRO 6. Lisradossobre "El fondo del mar". cuando ella iba a un lago cerca les tiraba trocitos de pan y los peces se
acercaban rápidamente a comerlos- se confirmaba en lo que la re-
Elfondo da mar
vista decía; sin embargo, no encontraron ningún daro al respecto.
Qv£ QUEREMOS SABER Cuando ese día hicieron la puesta en común, Lucía propuso al
pequeño grupo que había estado en la biblioteca que contara a los
• Las ballenas son animales mamifcros • ¿Qué clases de Pt.'ccs esdn en peligro de demás qué habían hecho con la tevista. Lo hicieron moStrando al
• us tortugas dejan sus huevos en las extinción? grupo las ilustraciones y comentando lo que habían leído; en ese
playos • ¿Has(a qué profundidad pueden momento otro nino de la clase dijo que tenía un libro en casa que
• El agua dd mar no es azul. pero sumergirse los buzos?
parece
decía algo sobre los tiburones. Entonces se estableció el acuerdo de
• ¿Cuímas clases de tortugas hay?
• Hay unos peces que se comen
buscar roda la información que pudieran acerca del tema .
• ¿En todo el fondo del mar h:lY plantJs?
a otros A partir de ahí y durante unos días estuvieron recopilando mate-
• ¿De qué color son los CJballiws de mar?
• Hay peces que comen pan riales: de la biblioteca de la escuela, de la del Ayuntamiento, de sus
• ¿Qué comen los cangrejos?
• El tiburón es el mis peligroso de casas, etc., y recorrieron todas las aulas de la escuela para comentar a
• ¿Qué diferencia hay eOlre las orcas y las
rodas ballenas? los demás grupos y maestros qué tipo de material estaban buscando.
Lucía aportó, por supuesto, lo que pudo conseguir y así fueron cons-
tituyendo, en la biblioteca del aula, una sección especial, bajo un
Z D. Lcrner y A. Palacios, El aprmdiz.¡jr d~ id kngua rsaita m W rscurW. cartel que decía "El fondo del mar". A medida que recopilaban los
154 Sob,( In rnuñi1nz,¡¡ tÚl fenguaj( (Jaito EL FONDO DEL ~lAR 155
materiales surgieron más preguntas y más afirmaciones que se iban para mostrar su propio interés en la tarea. Lucía desempeñaba ese
agregando al cuadro inicial porque, dado que los materiales se hoj!?l. papel con frecuencia, de manera que los niños contaban habitual-
ban y se comentaban, las participaciones se incrementaron. las orcas mente con el modelo de un adulto realizando las mismas tareas que
despenaron muchísima curiosidad y al enterarse, además, de que la ellos, enfrentando los mismos retOs, dificultades y compromisos,
abuela y bisabuela del bebé atienden a la madre durante el parto y A medida que tOdos avanzaban en la organización de la informa-
que cada familia de orcas tiene un dialcero específico para comuni- ción y ampliaban sus conocimientos, seguían aumentando las listas
carse, que sólo campanen los miembros de esa familia, los niños que. (cuanto más conocemos un tcma, más preguntas y afirmaciones po-
claron muy sorprendidos. demos formular).
Cuando ambas listas tenían unas nueve o diez anotaciones cada Por otra parte, surgÍJn diferentes interpretaciones de los mismos
1, una, Lucía organizó al grupo en parejas y tríos (siempre organizaba textos; en algunos equipos no se ponían de acuerdo acerca de qué
r equipos con pocos miembros porque había ido descubriendo que las quería decir determinado párrJfo, y surgían debates que, en ocasio-
1 interacciones se enriquecían de esa forma y que los niveles de nes. se llevaban a la puesta en común; ahí se leían en voz alta los
\ compromiso cran mayores). Esta vez quiso hacerlo de acuerdo con el pasajes de dudosa interpretación a fin de lograr cierto consenso con
siguiente criterio: en cada equipo habría heterogeneidad evidente, es las opiniones de más lectores. Estas situaciones eran propiciadas por
1 decir, los integrantes serían niños con diferencias notables en el do- Lucía, porque, como afirman A, Palacios, M. Muñoz y D. Lemer:
minio de conocimientos en distintos aspectos, no sólo acerca de la
~
temática de trabajo. Los miembros de algunos de los equipos ya ha- Entre los adulros se conversa sobre un rexto que todos han leido sólo si
bían trabajado juntos antes, pero para otros sería la primera vez, y éste da lugar a opiniones e interpretaciones diferentes, o si su lectura ha
Lucía quería observar 10 que sucedería en los distintos casos. resultado tan significl[jv3 que provoca satisfacción comunicar e inter-
Cada pareja o trío se haría cargo de una afirmación de la columna cambiar los afectos o emociones despenados. Igual deberia ser para los
"Qué sabemos" y una pregunta de "Qué queremos saber"; la afirma- niños y, para que esto ocurra. el texto debe ser suficientemente intere.
ción, para verificarla -ya que debían constatar si lo que habían apun- sanre r plame:u algún desafio aJlector intérprete.-'
con una niña como compañera de equipo, tomó una afirmación y bía que procurar que fueran breves (para garantizar la lectura rápida),
u.na pregunta para indagarlas entre ambas, como lo estarían hacir.n- también debían ser atractivos y cuidar mucho la tipografía para 11a-
do los demás equipos. Así, los niños verían a su maestra ocupada en .\ A. Palacios .. \1 . .\tuñoz. y D. Lerner. Comprrmián ¡ruora)' rxpmión rum.1:
la misma tarea que estaban realizando ellos; esto era fundamental r01,l e.'"prrirnci'l ptd'lgÓgic:J.
.JI,.
•••••
156
Sobr( 1LltnUñanZA d~/Imguaj( (saito
•••
•••
•
••
sabemos" y en la de "Qué queremos saber", respecrivamente.
de colores e ilusrracionesllamativas de las reviseasque se podían recor-
Al dar por terminada la muestra y recoger rodas los mareriales
rar, por ejemplo, junro a una imagen muy grande de un pez de muchos
expuestos, revisaron las listas y notaron que tenían mucho más por
••
colores se Ida: "iiiTan boniro!!! Pero se esrán acabando: iprotégdos!"
averiguar de lo que ya habían indagado. Yeso fue lo más interesante:
Los equipos que se encargaron de la producción de texros exposi-
descubrir roda lo que les quedaba por aprender acerca de "El fondo
[ivos presentarían la información más relevanee de sus respectivos
del mar", y lo harían, en alguna ocasión ... Tal vez, induso, alguno se
temas, pero ampliamente y con ejemplos para que se comprendieran
dedicara a dio como proyecto de vida, como lo había hecho Jacques-
mejor; también podrían acompañarlos con imágenes. esquemas o
Yves Cousrcau, de quien habían lddo algunos artículos y visto un
'••"
cuadros de daros, para adarar lo que decía d rcxro. Como se trataba
video.
de una exposición, Lucía planreó la importancia no sólo de los con-
Entender que acerca de cualquier temárica podemos seguir apren-
renidos sino rambién de los aspecros esréticos, la legibilidad, erc. Por
diendo, que será inagotable, infinita y podremos saber siempre más y
•••••
eso fue necesario hacer borradores: para corregir, mejorar. estructurar
más, aunque dediquemos la vida a dla, es uno de los descubrimien-
con mayor daridad la información y luego pasarlos en limpio cui-
tOS más importantes al que comenzaron a aproximarse algunos ni-
dando la presenración, d ripo de letra, los colores, etcérera.
ños del grupo a lo largo de esra secuencia didácrica.
En cuanto al sistema de escritura, Lucía decidió promover ciertas
Lucía analizó la composición de los equipos que había conforma-
reflexiones ortográficas, de manera que sistemáticamente, ante situa-
do. Notó que funcionaron bien en algunos casos, pero fueron relati-
ciones específicas, abrió interrogantes referidas a determinados usos
vamente conflictivos en otros. Buscó alguna interpretación al respec-
convencionales, por ejemplo: pez/pecC$, horca/orca, huevos (con /h/
to y conjeturó algunas causas, sin embargo le quedaron varias dudas.
y /v/), caparazón y tiburón (con rilde), erc.: y mientras hacían la últi-
En definiriva pensó que dla se podía incorporar a un equipo especí-
ma revisión a las producciones escritas, antes de dejarlas listas para
fico de trabajo (como lo había hecho en esra ocasión con la niña que
pasar en limpio, intentó que en varios casos se hicieran los ajustes
había compartido la revisión de: una afirmación y una pregunta de
ortográficos pertinentes.
los lisrados) cuando quisiera desempeñar ese papd. pero si le intere-
Un niño planteó la posibilidad de poner una pecera en la exposi-
saba observar las diferentes interacciones en los distintos equipos de
ción: la propuesta, por cierro, fue muy bien acogida pero las dificul-
los niños, debería centrarse en esta tarea para recabar mejor informa-
rades eran muchas -no sólo por la obtención de los demenros que
ción y poder avanzar en su conocimiento al respecto.
se requerían, sino por d cuidado posrerior de los peces-, pues al-
guien rendría que hacerse cargo de su cuidado los fines de semana y •¥
durante los periodos vacacionales. Entonces una niña que tenía pece-
Por último
ra en su casa ofreció prestarla por unos días, mientras durara la expo-
••••
sición, y acordaron hacerlo de esa manera.
•••
¿Qué contenidos de:enseñanza trabajó Lucía mediante esta secuencia
Cuando d material esruvo totalmente preparado lo dispusieron
didácrica?
en un par de mesas en un pasillo y durante varios días fue morivo de
En cuanto al lenguaje escrito, fue d exposirivo d tipo de rexro que
comenrarios, críricas y dogios. Los lisrados rambién se colocaron,
se consrituyó en deje dd trabajo realizado, aunque también hubo
junro con varios lápices y rotuladores, de manera que quien lo desea-
158 Sobr~la fnuñanw d<11mgllaj~ nerita
+
en cuya última sesión se presentó una propuesta: trahajar en el aula
fragmento pertinente. l\1ediante esta secuencia se intentó favorecer
acerca de pintores consagrados. Le había llamado muchísimo la aten-
en los niños la urilización de esos indicadores (rítulos y subtítulos)
ción la idea porque dla, en particular, nunca había visitado un mu-
como organizadores del texto.
seo de pintura ni tenía Contacto alguno con el tema. En un primer
• Relación imagen-texto. Las situaciones de hojear textos expositivos
momento pensó descartar la propuesta, pues, además, en la sesión se
permitió destacar ciertas imágenes y propiciar que los niños previe-
había puesto un énfasis especial en el vínculo afecrivo que el docente
ran lo que estaría escrito junto a éstas.
renga con la temática de trahajo como ~'ariabl" d"terminante; se había
• Extensión. La presencia y la utilización de textos de extensiones dicho que esto es lo que define el niyel de involucramienro que pue-
muy variadas se hizo, entre otras, con la finalidad de que los ni-
den llegar a tener los niños con la temática. Pero unos días después
ños Conozcan la amplia gama que presenta esta propiedad en los
fue cambiando de opinión: ral yez valía la pena intenrarlo. ral vez
textos exposirivos.
incluso lograría acercarse a la pinrura y descubriría posibilidades des-
conocidas, ral vez encontraría un nuevo espacio de disfrute.
Comenzó a buscar y revisar reproducciones de obras de arte, unas
las enconrró en revistas, otras en tarjetas postales, incluso un par en
señaladores de libro, otras dos se las prestó un amigo que las tenía
i
•
puestas en su casa de manera provisional;
mación a la biblioteca del Ayuntamiento.
de arre bellamente cdiudos .. A..Iprincipio
también fue a buscar infor-
donde encontró tres libros
no It' dedaN nada; por más
160 Sobr~la mJ~ñdnZd tÚ! Lmgudj~ aCTito f'INTOR£.S
161
que: miraba con derc:nimi-emo y leía referencias sobre las obras. nota-
En cuanto a las biografías, recopilaron la mayor cantidad de bio-
ba que dentro de ella no se producía ninguna resonancia. Fue la se-
grafías posibles donde hubiera información sobre la vida de Picasso.
gunda vez que empezó a hojear uno de los libros de la biblioreca
Encontraron una muy extensa y "sin ninguna foro ... ¡nada!", como
cuando sintió arracción por algunas de las obras de Pablo Picasso,
dijo un niño, y otras más grandes o pequeñas llenas de reproduccio-
volvió a recorrer las páginas que se referían a este pintor y leyó frag- nes y fotos de Picasso en diferemes etapas de su vida. También consi-
mentos sobre su vida. No podía crecr que obras tan dispares fuesen guieron un libro que trataba de la vida de varios pintores consagra-
del mismo auror. A medida que las observaba y leía al respecto iba dos, entre otros, Picasso. Carmen hizo que compararan los diferentes
encontrando un sentido, notaba las semejanzas que guardaban las
textos recopilados observando desde su apariencia física: grosor, peso,
obras de un mismo periodo hisrórico, supo la vinculación del pintor tipos de portada, tipos de papel-las había en papel satinado---, tipo-
con la historia de su tiempo. Aunque el Gurrnica no le despertaba grafía, cantidad de ilustraciones, etc. Notaron que los tírulos varia-
gUStO estético, leyó comentarios sobre sus distintos elementos e
ban: Vida y obra de Picas,o, Picas,o, Pablo Picas,o, Biografia de Picas,o.
interpretaciones acerca de la ausencia de colores ajenos al blanco y
En días y momentos sucesivos. algunos niños se sentaban en la
negro, así como la trayectoria de ese cuadro y explicaciones referidas
biblioteca a hojear, leer fragmentos, comentar datos que encontra-
a su papel emblemático.
ban y llamaban su atención. En ocasiones Carmen participaba de
Unos días más tarde lo había resuelro: rrabajaría sobre Picasso con esas situaciones y comentaba diferentes aspectos de los textos. Un
los niños. Reunió unas diez reproducciones de diferentes obras y las re- día. trabajando con un reducido grupo en el que había algunos de los
visó con cuidado. quería que representaran diferentes periodos, por- niños mayores de la clase, dijo que le parecía que la frecuencia de
que lo más notable, para Carmen, era la variedad de estilos utilizados verbos era muy alta --en comparación con otros tipos de texto--.
por el pintor. Llevó las reproducciones a la clase y al mostrarlas hizo Los niños empezaron a verificar ese dato y buscando sistemáticamente
breves comentarios a los nilÍos acerca de cada una, Algunos se rieron
notaron que, además, había muchos verbos en tiempo pasado, lo
cuando vieron, por ejemplo, un perfil con dos ojos; les llamó la aten- cual hizo que conjeturaran y contrastaran posibles razones que expli-
ción en general, y entonces Carmen planteó que dedicarían una zona
caran el caso. Esto llevó a un par de niños a tomar todas las biogra-
de una pared del aula a Picasso, así que colocaron allí las reproduc- fías, abrirlas en diferentes hojas al azar, buscar los verbos y verificar
ciones. Durante las semanas siguientes se desarrollaron dos tipos de que el tiempo pasado era una característica común en todas, lo que
actividades: reunir más reproducciones que fueron agregando a la permitió generalizar el dato; luego revisaron el riempo verbal predo-
zona elegida, y leer fragmentos de biografías de Picasso. Las repto- minante en noticias periodísticas y recetarios de cocina. Las diferen-
ducciones obtenidas provenían de distintos colaboradores: algunos fa- cias de los tiempos verbales entre disrintos tipos de texto les pareció
miliares, el maestro del otro grupo del centro escolar, el amigo de todo un descubrimiento, en realidad lo sabían de alguna manera por-
Carmen que le había prestado las dos reproducciones y disponía que leían diferentes tipos de texto, pero era la primera vez que hacían
de bastante material sobre Picasso, y una vieja amiga de Carmen análisis y contrastaciones específicas en ese aspecto. la primera vez
-María- que estudiaba historia del arte y eseaba encantada con que buscaban regularidades e intentaban elaborar justificaciones o
lo que le sucedía a su amiga, pues nunca había podido compartir argumentaciones que dieran cuenta de las causas o motivos de ese
con ella sus aficiones profesion.les y desde hacía varias semanas era hecho. Se pusieron de acuerdo en retomarlo con otros tipos de texto
un tema común de conversación. en alguna próxima oportunidad.
-.
162 SObT~la muñanz.l da lmguaj~ (Jerito PISTORES 163
Al poner en común lo que iban encontrando en las diferentes Carmen quería orientar el trabajo hacia los signos de puntuación.
biografías fue quedando claro que cuando querían comparar datos como aspecro del sistema de escritura, pues notaba que en los texros
de la infancia de Picasso tenían que buscarlos en la primera pane de que escribían los mayores no los usaban; por supuesto. ni se le ocu-
los textos, que luego narraban la juventud. posteriormente su vida rría que los pequeños debiesen romar los signos de puntuación en
adulta. es decir, que la estructura de las biogtafías seguía la secuencia cuenta pues la mayoría utilizaba símil-letras y unos cuan ros niños
de la vida del sujero biografiado. Aunque también, revisando)' com- no mamaban ningún control sobre la canridad de grafías. Por ello, cuando
parando biografías, fue evidente que en algunos casos se extendían estaban trabajando con los tcxtos biográficos por equipos y seleccionaban
más sobre cierra etapa de la vida que sobre otras, pero que en todas los fragmenros para copiar. Catmen se incorporaba unos momenros
era más amplia la pane dedicada a la vida adulta. a un equipo. luego a Otro, y hacía intervenciones, después de comen-
El fragmenro que por unanimidad despertó mJS sorpresa e interés tar el contenido del texro, sobre: esas marcas qu~no son letras: para qué
en los niños fue un párrafo de una de las biografías,! donde decía que estarán, por qué el auror o la aurora las había puesro en esos sitios,
al nacer no respiraba: "Solamente la serenidad de don Salvador, tÍo y ete. Surgieron varios diálogos interesantes, incluso los más pequeños,
cualificado médico, salvó al niño de una muerte por asfixia. Su méto- incorporados en los respectivos equipos. hacían preguntas como: "Por
do fue tan fácil como eficaz: le echó al fururo genio una bocanada de qué esos tres puntiros están acostados y esros dos de pie" (los pumas
humo de su cigarro a la cara, por lo cual el niño empezó a llorar." suspensivos y los dos punrosL "¿Por qué hay tanros puntiros solos.
Esto suscitó un debare acerca de las ventajas y desventajas de fumar, sin la i?" (señalando puntos seguidos y apane que había en los tex-
una niña manifestó que, por lo visto, no siempre era cuestionable tos). Los mayotes a veces diferían con los autores de las biografías
fumar, y otra pequeña contestó: "Sí, claro, jusro al lado de un bebé sobre el uso de la puntuación y consideraban que, en ocasiones, don-
tecién nacido." de había un punro debía ir una coma o a la inversa. En un par de
Decidieron seleccionar y copiar algunos párrafos de distintas casos, Carmen propuso llevar el debate a una puesta en común, para
biografías y colocarlos en la zona de las reproducciones. Para esa tarea que rodas opinaran al respecto. Algunos preguntaron si al copiar cierro
se organizaron en equipos, de manera que todos participaran pero fragmento podían alterar la puntuación original y ponerla como cre-
con disritas actividades: los más pequeños hojeaban los libros)' pre- yeran que era mejor. a lo cual Carmen respondió que eso no era po-
guntaban qué decía en ciertos fragment'?s, los mayores los leían en sible en una copia, donde el texto debía quedar tal como había sido
voz alta y luego. juntos. decidían qué parte convenía copiar¡ los pe- escrito. Fue interesante notar que varias producciones de los más pe-
queños se ocupaban de los títulos de los fragmentos seleccionados )' queños empezaron a presentar guiones, rayitas y puntos (entre trazos
los mayores del contenido. Cuando supieron que su padre se llamaba indiferenciados o símil-letras); y cuando se les preguntaba sobre esas
José Ruiz Blasco surgieron dudas acerca del origen del apellido de Pa- marcas. respondían de manera similar a como Jo hizo una de ellas:
blo Picasso, pero fueron resuelras al saber que la madre se llamaba "Así son los libros."
Conforme avanzaban en esa tarea iban produciendo un fichero
María Picasso, )' el pintor optó por usar como primer apellido el m;l-
terno, y el paterno como segundo. con los tÍrulos de las obras de Picasso. Además de los fragmentos
escogidos, en cada equipo se copiaban todos los rítulos de obras que
encontraban, y lo hacían en tarjetas preparadas para ese fin; Juego,
1 LE \X'alther. Pimsso. los más pequeños se: reunían para revisar las tarjetas producidas ese
¡(,4
rl~TORf.S
165
día y descartar aquellas con tírulos repetidos, con objeto de dejar en
el fichero sólo una correspondiente a cada tírulo. Les gustaba irlas descubrieron, por ejemplo, que d Guernica no entraría en su aula.
contando y cada yez que pasaban una decena lo comentaban asom- aunque el que ellos tenían no era más grande que una hoja. Además,
brados a roda el grupo. "Ya tenemos más de diez títulos", "Ya tene- vieron que rodas eran rectangulares, pero algunos "horizontales" y
mos más de veinte rírulos". Un día una de las niñas mayores dijo: "Y arras "verticales" (como dijeron aJgunos niños refiriéndose a cuando
eso que noso{fOs escribimos nada más que el título. pero ¡Picasso el lado mayor del rectángulo estaba en una posición u atta). Y rambién
pincó rodo eso!" analiuron que, a pesar de las norables diferencias de tamaño, además
Organizaban las reproducciones que iban colocando en el muro de la forma, se conservaba la proporción. Es decir, vieron que, por
de acuerdo con los distintos periodos de la producción de Picasso; ejemplo, como dijo una pequeña: "Los dos Guernica .-eI original y
durante esos días llegó a la escuela una maesrra de: otca zona que los el que ellos renran en el aula- son muy, muy rectangulares." Esto
visitaba con cierra frecuencia. Fue enmoces cuando uno de los niños llevó a considera; la necesidad de conservar la forma y la proporción
más pequeños del grupo le dijo, mostrándole la pared donde estaban cuando cada uno hiciera la reproducción de la obra elegida.
las reproducciones: «lvlira, rodo eS(Q lo pincó Picasso, pero a mí me Los problemas de medición que se desencadenaron superaron todo
gusta más ésra [señaló Arlequín! del periodo azul, porque el no figu- lo que Carmen tenía previsto. Surgieron mil y una estratcgias. uriliza.
rativo ... [e hizo un gesro de desagrado]." ron roda tipo dc reglas, cinras métricas, escuadras y hasra compases,
Los niños manifestaban sus preferencias; había quienes sentían para intentar resperar la norma que habían acordado. Las propuestas
atracción por cierras obras y Otros niños por otras, e incluso discu- incluían desde conservar el tamaño de la reproducción que renían en la
tÍan al respec(Q. De ahí surgió la idea que tUYO Carmen: que cada pared -así estaban seguros de que respetarían las proporciones del
uno eligiera la obra que más le gustaba y que la pintara, trarando de original- hasta argumemar que eso era impensable porque algunas
hacerlo lo más parecido posible al original. Esta propuesta originó de esas reproducciones eran señaladores de libro y ninguno quería
diversas acrirudes. desde "Yo no puedo. no sé pintar así", hasta "A mí hacer la suya tan pequeña. Las discusiones parecían no tener solu-
me sale muy bien ... mejor que a Picasso". Y se pusieron -lireral- ción, porque ninguna propuesta satisfacía las demandas de los de-
mente- manos a la obra. Invitaron a Ñ1aría, la amiga de Carmen más, hasta que una niña y un niño de los mayores dijeron que, ral
que esrudiaba historia del arre, para que los asesorara acerca de aspec- vez, si veían cuán ras veces cabía el lado corto en el lado largo, la
ros r¿cnicos que rodos desconocían: materiales, soportes, colores, [Q_ proporción se manrenía. ¡Aleluya!. un criterio válido para rodas.'
nos y marices, recursos para conservar las producciones sin que man- Entonces cada uno definió qué obra quería reproducir, rambién
chen posteriormente ni pierdan nitidez, y también hablaron de mu. Carmen seleccionó una, y comenzaron a preparar los respectivos so-
chas cosas más que ni siquiera habían enconrrado en los rex[QScon- portes, que serían de canoncillo. A partir de ese momento desmonta.
sultados. ron de la pared las obras escogidas para que, quien la hubiera elegido,
Carmen cemró al grupo en la problemática de los ramaños, es la tuviera al alcance, y cuando varios niños elegían la misma obra, se
decir, las reproducciones que tenÍJn en el aula no conservaban el agrupaban en torno a ella. A partir de ese momento comenzaron a
tama.ño del original. Para saber cuáles eran las medidas reales, busca- tomar en cuenta las aportaciones de la.expata, la estudiante de histo-
ria del atte.
ron dónde estaban esos datos en los diferentes libros, asi hicieron el
intento de imaginarse cada obra de acuerdo con su tamaño real y Los días que se ocuparon para hacer las reproducciones, el aula
parecía un taller de pintura, el suelo estaba ocupado por materiales,
rISTORf.5 167
166 Sob,t lJ tnUñlmZA da lmguaj( (serilo
campoco sabían qué harían con el dinero. El primer tema estaba re-
ya no decir las mesas y los auiles. Los pinceles, las ceras, los barnices
suelto: bs comprarían los familiaresi para eso tenían que averiguar
daban vueltas de un sitio al otro, iY las manos! ya no sabían cómo
cuál podía ser e! precio a fin de que fueran realmente comprables y.
mantenerlas limpiasi por suerte habían previsro el uso de delantales
después de hacer unos sondeos en las casas, definieron un precio de
para proteger la ropa. Continuaron hasta que cada uno consideró
venca com~n, promediando los datos obtenidos, que no eran dema-
que había concluido su trabajo. Realmenre quedaron bellísimas y
siado dispares.
totalmente reconociblt's: al ver bs reproducciones era fácil saber qué
En cuanro a la finalidad que darían al dinero recaudado hubo
obra había elegido cada autor. Las ordenaron todas apoyadas contra
much[simas propuestas: desde que cada uno se quedara con lo su)'o,
una pared. y se sentaron en semicírculo frente a ellas; era un espec-
hasca organizar un pie-nic enrre rodas. Durante esos días Carmen
táculo muy interesante, no se sabÍ3 si eran más boniros los trabajos
dudaba acerca de la propuesta que podría hacerles. pero cuando estu-
hechos o las expresiones de sarisfacción de los njlÍos. Fue evidente
vo decidida les comencó que sería una buena opción donar el dinero
que ese trabajo había que darlo a conocer.
recaudado a una o;-.;'c.2 Dado que los niños desconocían qué signifI-
!\hría les había contado cómo eran los museos y 13s exposiciones
caba b sigb. Carmen les explicó someramente y nombró algunas
de pintura. y les había llevado un video de una exposición. donde
O~G de las más conocidas. Algunos niños recordaron haber visto anun-
había obras de diferentes pintores. Entre rodos acordaron hacer algo
cios televisivos de un par de ellas y. esta vez por unanimidad, estuvie-
así. Definieron qué lugar de la escuela urilizarían; fue sencillo dado
ron de acuerdo.
que sólo disponían de. dos aulas y un salón de usos múlriples: ahí
Invicaron al aula a representantes de tres ONe diferentes, para que
[en dría que ser. Enmarcaron las reproducciones con canulinas de co-
cada uno explicara en qué consistía su trabajo. cómo lo hacían, cuán-
lores que intentaron coordinar con los tonos de cada obra y final-
do había surgido la organización. qué tipo de personas colaboraban.
mente. había que colgarlas. Para eso pidieron ayuda a algun~; fami-
Después de esas tres sesiones, los niños decidieron, por votación, a
liares y contaron con el apoyo de un padre. una madre y un abuelo.
cuál harían la donación y pusieron jumo a cada reproducción un
Cuando todo estuVO dispuesto, prepararon las etiquetas que pon-
cartel pequeñiro con e! precio que habían fijado.
drían junto a cada reproducción. con e! rítulo de la obra original. e!
La exposición fue visitada por muchos familiares y vecinos de h
nombre del autor (Picasso) yel nombre de! autor de la reproducción.
escuela. además de niños y familiares del otro grupo escolar. Las re-
Agregaron las medidas del cuadro original y, cuando lo sabían. en
producciones recibieron múlriples elogios y. conforme fueron adqui-
qué museo estaba expuesro. Junto a cada reproducción hecha por los
ridas, aunque permanecieron en la exposición hasta que:: ésta
niños pusieron la reproducción que tenían en el aub y que había
se clausuró. cambiaban el carteliro del precio por e! de "vendido".
servido de modelo para hacer la copia. Finalmente rambién prepara-
A un niño sus familiares no le compraron su reproducción y Marb.
ron invitaciones para visicar la exposición, que decoraron con moti-
que vino a visitar la exposición, dijo al autor que si él estaba de acuer-
vos picassianos. do ella se la quería comprar. Así fue. y rambién entonces sustituyeron
Una semana antes de la inauguración recordaron lo que les había
ese carte!iro de! precio por el que indicaba que se había vendido.
contado María acerca de que los cuadros tenían un elevado valor
: Este aspecto de: la secuencia didáctica es producto de una experiencia realil...1-
económico. que era muy poca la gente que podía comprar un origi-
da y comunicada por la profesora \1aría Luisa Villa1ba. que acrualmcnte trabaja en
nal. y un niño hizo la propuesta de poner precio a sus reproduccio-
Gccafc:, comunidad de :v1adrid.
nes. Surgió la discusión de quién las iba a comprar y. agregó Carmen.
168 Sobr~!4 msáianu tk/ ¡mgudj~ ~SCTitO PI:"oiTORES
169
•
ganizaron diversas sicuaciones didácticas para oriencar a los niños
hacia la relación entre la cantidad de información y la extensión
respectiva; en algún caso se notó que no siempre es proporcional. (
t
•
f
10. CUENTOS CLÁSICOS
,;
de niños de cuatro y cinco
A
:-\GELES TR.\BAJA CO;"; LS GRUPO
años. Desde hace varios días los niños de su grupo se mues-
tran cada vez más involucrados en las actividades de lectura
de cuentos; por ello decidió que duranre un periodo rrabajaría el
lenguaje escriro alrededor del cuento como ripo de rexro. Empezó
por proponer a los niños que organizaran los libros de la biblioteca
del aula agrupándolos a partir del criterio: cuenro I no cuento.
En el grupo surgieron diversas discusiones; algunos niños consi-
deraron que tenían muchos cuentos y otros opinaron que menos:
esto sucedió porque los que se centraron en la apariencia del libro
incluían en el grupo "cuentos" algunos libros con textos informarivos
o con relaros descriptivos (guiados por el tipo de portada, la cantidad
y tipo de imágenes, ete.), mientras que los niños que se centraron en
las características del texto y no en la apariencia física del objeto,
exigían ciertos inicios protodpicos ("Había una vez "frase una
vez ... "), la aparición de personajes fantásticos, la presencia de un nu-
do argumental, etc. Por ello necesitaron en muchos casos la ayuda
de Angeles -como lectora- para determinar si algunos de los li-
bros de la biblioteca eran cuentos o no. Finalmente, entre todos pudie-
ron establecer que muchos libros. a pesar de que "parecen de cuemos",
no lo son.
I
Decidieron que sería divertido leer todos los cuentos de la biblio- do leyó C"perucira Roja, uno de los niños dijo que en su casa tenía
teca. así que repartieron la rael:3.. Algunos se los leería Ángeles, otrOS c:se cuenco pero que era diferente¡ enronces se le propuso que lo lleva-
cuentos vendrían a leérselos ninos de cursos avanzados de la escuela, ra a la escuela. Al día siguiente leyeron la versión de Caperucita Roja.
algunos serían leídos por familiares que invitarían a la clase para ese tcaída por el niño y comentaron en qué variaba. Iniciaron entonces
ptopósito y los restantes algunos niños se los llevarían a sus casas para un rrabajo de análisis de las diferentes versiones.
pedir a sus familiares que se los leyeran y luego los "leerían" al grupo Ángeles escribió en un papel conrinuo -que se quedaría en la
de compañeros. Una pareja de niños copió el tírulo y el nombre del pared mientras dl:lcacJ. la secuencia diJácricJ- el deuto del cuenw
autor de cada libro en una tarjeta, colocaron las tarjetas en una caja que estaban analizando y abrió una columna parJ. cada versión, a fin
juntO a la biblioteca, para que después de la lectura de cada cuento de apuntar las diferencias que habían enconrrado; el cuadro quedó así:
pudieran llevárselo a sus casas realizando el registro a modo de prés-
CUADRO 7. Comparación de dos versiones de Caprruciti1 Roja.
[Jmo a domicilio.
Con algunos cuentos interrumpían en cieno momen[Q la lectura Capaucit,z Roja
para conrÍnuarla al día siguiente. y todos -[anro cada niño como
Ángeles- escribían cómo pensaban que podía continuar (Ángeles PRI~IER.'\' VERSIÓN SEGUNDA VERSiÓN
comentaban si se parecía a alguna de las ideas que habían tenido, y ciCl Roja se 3$USrJ. al ver aliaba
veían que podría haber sido así, porque el título habría quedado co-
herentl:. A veces, si los niños no conocían el título del cuento que se • El lobo esconde a la abuelita en • El lobo se come a la abudiu
iba a leer, se hacía la lectura sin leer el título y al finalizar opinaban el armario
cómo podría llamarse; Ángeles anotaba la lista de los títulos propues-
• Las salv3 un cazador • Las salva un guardJbosques
tos en la pizarra e incluía alguno propuesto por ella, luego leía el
título del cuento elegido por el autor y lo agregaba a la lista de la
pizarra. Entonces analizaban juntos si les parecía el título más ade- • Le llenan aliaba la tripa de • i'vtatan al lobo
cuado o si habrían preferido uno de los propuestoS por ellos, y co- piedras y dejan que se vaya
sus anticipaciones.
a) Comparar diferencias y semejanzas en el contenido de disrincos
Al conduir el registro de las diferencias encontradas tras la com-
rexros, relativo a marices y .1specros puntuales, pues los textoS sin
paración de las versiones leídas, Ángeles planreó que, sin embargo,
CUE..•••
TOS CÚSICDS 177
Sob,( la muñanza dA lmguaj( (rCTiro
176
autor explicaba al ilustrador de su propio libro qué era lo importante,
similitudes tampoco son estrictamente comparables. Para abordar el cuál sería la ilustración más adecuada, dando razones para justificar
trabajo sobn: esta esrracc:gia con cuento~} debe recurriese a cuenros sus propuestas; incluso hubo dibujos en borrador, porque algunos
clásicos, porque son los únicos que tienen diferentes versiones; pero tam- ilustradores decidieron mostrar al autor sus bocetos preliminares antes
bién puede hacerse con otros tipos de texto: noticias periodísticas (la de hacerlos ya de manera definitiva y darles color. Por último elabo-
misma noticia en diferentes periódicos), recetas de cocina (la misma raron las portadas, con el título, el nombre del autor, los datos de la
receta en diferentes recetarios), biografías (la biografía de un mismo su- editorial, y agregaron en el interior de la obra, la fecha y el lugar de
jeto escrita por diferentes autores), definiciones (la misma palabra en
edición.
diferentes diccionariosL etcétera. Una ve:z.que se rerminaron de elaborar todos los libros, los hojea-
b) Extraer los elementos clave del contenido de un texto -lo esen- ron y leyeron algunos párrafos -con la ayuda de Ángeles-, para
cial-, separándolos de aquellos que, estén presentes o no, no afectan compaurlos y ver en qué se parecían y en qué se diferenciaban, y
esencialmente-lo circunstancial-o rambién los contrasraban con los lisrados que habían hecho en el
cuadro comparativo. Hicieron luego las fichas correspondientes de
Se propuso enmnces que también los niños escribieran nuevas
los nuevos libros para agregarlas al fichero de la biblioteca.
versiones del cuenm Caperueita Roja y éstos se pusieron a la tarea. Ahora que cada uno de ellos era autor de una versión de Caperu-
Dado que las producciones serían incluidas en la biblioteca para ser cita Roja se despertó el interés por saber más acerca de los autores de
leídas por todo lecror inreresado, debían tener rranscripción conven- las diferentes versiones que habían leído. Se organizó entonces en la
cional; así, Ángeles señaló a qué niños les transcribiría sus textos y los clase una búsqueda de información sobre la biografia de éstos. De
organizó de manera sucesiva a fin de dedicarse personalmente a cada varios de esos aura res no encontraron datos, pero en otros casos vie- •
uno. La transcripción de arra subgrupo rambién se haría en clase,
pero a cargo de niños de cursos más avanzados con quienes previa-
ron que se trataba de autores del siglo pasado ("de hace mucho, mu- ••
cho tiempo", como dijo un niii.o) y, entre los datos, decía que se
mente se acordaría el horario para la actividad. Yel tercer subgrupo habían dedicado a la recopilación de cuenros de uansmisión oral.
••
~
se llevaría lo necesario a la casa, para que sus padres o hermanos ma- Cuando Ángeles les comentó en qué consistía esa tarea y su impor- ¡
yores se lo uanscribieran. tancia, una niii.a dijo que ellos se habían dedicado a la recopilación
Para editar las nuevas versiones prepararon libro; (folios plegados I
de cuen(Qs "de transmisión escrita".
y con canon cilla a modo de portada) donde escribieron sus textos Ángeles se había planteado que durante el desarrollo de esta secuen-
con las respectivas transcripciones, y dejando espacio para poder a-
gregar una ilustración. Ángeles propuso que, a fin de hacerlo como
cia didáctica abordaría, como aspecto del sistema de:escritura, el análisis
de la separación entre palabras. Por dio, a medida que iba escribiendo
•
sucedía con los libros de cuentos que «nían en la biblioteca -en los los listados de las diferencias entre las distintas versiones que revisa-
que el auror y el ilusrrador no eran la misma persona-, cada niño ban, con ciena regularidad preguntaba al grupo si lo «nía que escri-
ilustrara la versión de Caperucita Roja escrita por otro compañero. bir juntO o .separado. Por ejemplo, algunos de los niii.os proponían
Se constituyeron entonces las parejas, algunas con tarea recíproca escribir en la lista: "Matan aliaba" y Ángeles comenzaba a poner la
-cada uno ilusrraba la versión del compañero de pareja-, mientras palabra "matan", pero después de eScribir las tres primeras letras ("mat")
que en otras la disrribución fue alea[Qria. Lo más interesante fue pre- decía a los niii.os que ahí decía "mat", que para que dijera ¡'matan"
senciar el proceso que surgió para establecer los acuerdos, cómo cada
; 178 Sobrt Lz rnuñanza da lmguaj( (jaito
ct'E=",TOS CLS,SICOS 179