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Art. 9 CE: los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico.
Art. 5.1 LOPJ: la constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico y vincula a todos los
jueces y tribunales.
1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en
ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y
ejecución responderá a los criterios de eficiencia y economía.
3. Solo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a
la Ley.
Arts. 53.1, 161.1.a) y 163 CE: protección por recurso o cuestión de inconstitucionalidad al TC.
a) Recurso de inconstitucionalidad.
b) Resolución de las cuestiones de inconstitucionalidad.
El legislador goza de amplio margen de libertad legislativa, si bien el TC enjuicia las soluciones
adoptadas por éste (STC 27/1981).
c) La eficacia jurídica de los principios constitucionales no queda limitada a su
apreciación por el TC. El papel de los Tribunales de Justicia
Art. 163 CE: los jueces ordinarios deben plantear al TC la posible inconstitucionalidad,
prohibiendo la declaración de inconstitucionalidad de una norma con rango de ley.
Los jueces ordinarios podrán declarar la inconstitucionalidad de normas con rango inferior a la
ley (DL sin Ley delegante, Reglamentos).
Podrán también emitir un juicio de constitucionalidad positiva, cuando la Ley haya sido
tachada de inconstitucional y el Tribunal entienda que se ajusta a la CE.
Los TEA están excluidos de esta dinámica por su carácter administrativo. Sí pueden realizar
interpretaciones jurídicas acordes con los principios constitucionales.
STC 182/1997: el art. 31.1 CE conecta con el citado deber de contribuir con el criterio de la capacidad
económica, y lo relaciona, a su vez, claramente, no con cualquier figura tributaria en particular, sino con el
conjunto del sistema tributario.
Distinguiremos entre:
Art. 3.1 LGT: la ordenación del sistema tributario se basa en la capacidad económica de las personas obligadas a
satisfacer los tributos y en los principios de justicia, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga
tributaria y no confiscatoriedad.
STS 2-6-86: La generalidad como principio de ordenación de los tributos no significa que cada figura
impositiva haya de afectar a todos los ciudadanos. Tal generalidad, característica también del concepto de
Ley, es compatible con la regulación de un sector o de grupos compuestos de personas en idéntica
situación. Sus notas son la abstracción y la impersonalidad: su opuesto, la alusión intuitu personae, la
acepción de personas. La generalidad, pues, se encuentra más cerca del principio de igualdad y rechaza en
consecuencia cualquier discriminación.
STC 96/2002: la expresión todos absorbe el deber de cualesquiera personas, físicas o jurídicas,
nacionales o extranjeras, residentes o no residentes, que por sus relaciones económicas con o desde
nuestro territorio (principio de territorialidad) exteriorizan manifestaciones de capacidad económica, lo
que les convierte también, en principio, en titulares de la obligación de contribuir conforme al sistema
tributario. Se trata, a fin de cuentas, de la igualdad de todos ante una exigencia constitucional –el deber
de contribuir o la solidaridad en el levantamiento de las cargas públicas– que implica, de un lado, una
exigencia directa al legislador, obligado a buscar la riqueza allá donde se encuentre, y, de otra parte, la
prohibición en la concesión de privilegios tributarios discriminatorios, es decir, de beneficios tributarios
injustificados desde el punto de vista constitucional, al constituir una quiebra al deber genérico de
contribuir al sostenimiento de los gastos del Estado.
Legitimidad del empleo del sistema tributario con fines de política económica, esto es,
utilización del tributo como medio de política económica (art. 2.1 LGT). Cobran especial
dimensión en este punto los principios rectores de la política social y económica (arts. 39 a 52
CE), que sirven de base legitimadora de concesión de beneficios tributarios, pese a no estar
materialmente justificado desde el punto de vista de la capacidad económica.
STC 10/2005: la igualdad ante la ley tributaria resulta indisociable de los principios de generalidad,
capacidad económica, justicia y progresividad, igualmente enunciados en el art. 31.1 CE. La exención,
como quiebra del principio de generalidad que rige la materia tributaria, es constitucionalmente válida
siempre que responda a fines de interés general que la justifiquen, quedando, en caso contrario, proscrita
desde la perspectiva constitucional, no debiendo olvidarse que los principios de igualdad y generalidad se
lesionan cuando se utiliza un criterio de reparto de las cargas públicas carente de cualquier justificación
razonable y, por tanto, incompatible con un sistema tributario justo.
ATC 230/1984: arts. 14 y 31 CE son reflejo del valor superior del art. 1 CE, pero no tienen la misma eficacia,
mientras el derecho del art. 14 CE está tutelado pro recurso de amparo. Ello obliga a diferenciar las violaciones
específicas de ambos preceptos.
STC 46/2000: con la recepción en el art. 31 CE se concreta y modula para el ámbito tributario el alcance del
principio de igualdad recogido en el art. 14 CE.
STC 51/1985. La igualdad sólo puede operar dentro de la legalidad. Un mismo órgano
administrativo o judicial no puede modificar arbitrariamente el sentido de sus decisiones en
casos sustancialmente iguales. Cuando se aparte de sus precedentes, debe fundamentar
razonablemente.
Amparo en otros principios STC 8/1986: las discriminaciones no son arbitrarias cuando se
establecen en función de otro principio constitucional amparado por el OT.
STC 10/2005: exención Cajas de Ahorro del IAE, no sólo con su obra benéfica y monte de piedad, sino
con su actividad financiera y mercantil. Conclusión de su inconstitucionalidad.
STC 54/1993: el sistema tributario justo no puede separarse del principio de progresividad ni del
principio de igualdad. La igualdad que aquí se reclama va íntimamente relacionada con el principio de
capacidad económica y al de progresividad. Una cierta desigualdad cualitativa es indispensable para
entender cumplido este principio.
Unidad científica del OF. Se predica tanto del sistema tributario como del gasto público. El
gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos (arts. 9 y 40.1 CE).
Valoración conjunta del sistema de ingresos y gastos Igualdad como valor del OF. Mayor
presión fiscal sobre las grandes concentraciones urbanas puede encontrar compensación en
política de gasto público en esas zonas.
8. La dimensión territorial del principio de igualdad
La desigualdad no puede interpretarse de manera que pueda derivarse del ejercicio legítimo
de las CCAA de sus competencias en materia tributaria y financiera. La igualdad de derechos y
obligaciones en su aspecto interterritorial no puede ser entendida en términos tales que
resulte incompatible con el principio de descentralización política del Estado (art. 2 CE). Deben
concurrir tres características:
STC 60/2015: ley valenciana que concedía beneficios fiscales en el IS. Para comprobar si una medida es
respetuosa con el principio de igualdad se debe comprobar:
Esta conclusión se puede aplicar al ejercicio de la potestad tributaria por parte de los municipios.
RESUMEN
STS 2-3-00: afecta al sistema tributario y a algunos impuestos, no a todos, a diferencia del principio de
la capacidad económica que opera, en principio, respecto de cada uno.
SSTC 14/1998 y 233/1999: dicho principio obliga a no agotar la riqueza imponible, IRPF 100%.
De forma indirecta afectaría a la propiedad privada (art. 33.1 CE).
STC 46/2000: IRPF, tributación mínima del 8% para ∆ patrimonio irregular, cuando el tipo medio del
ejercicio fuese 0 Vulneración del principio de capacidad económica.
Situaciones coactivas (BERLIRI): venta de casa por falta de fondos. Sujeto, pero exento o
bonificado.
STC 46/2000: A diferencia de otras constituciones, la española, pues, alude expresamente al principio
de la capacidad contributiva y, además, lo hace sin agotar en ella el principio de justicia en materia
contributiva. Capacidad económica, a efectos de contribuir a los gastos públicos, tanto significa como la
incorporación de una exigencia lógica que obliga a buscar la riqueza allí donde la riqueza se encuentra. La
igualdad que aquí se reclama va íntimamente enlazada al concepto de capacidad económica y al principio
de progresividad, por lo que no puede ser, a estos efectos, simplemente reconducida a los términos del
art. 14 CE: una cierta desigualdad cualitativa es indispensable para entender cumplido este principio.
Precisamente la que se realiza mediante la progresividad global del sistema tributario en que alienta la
aspiración a la redistribución de la renta.
El deber de contribuir del art. 31.1 CE puede llevarse a efecto exclusivamente de acuerdo con la capacidad
económica. En el caso de los impuestos en función de su capacidad económica. Proyección de la
capacidad económica sobre el conjunto del sistema tributario.
Impide que el legislador establezca tributos cuya materia imponible no constituya una
manifestación de riqueza real o potencial.
En relación con los principios de justicia en el gasto, la determinación del mínimo exento
estará en relación de las prestaciones públicas realizadas a favor de los ciudadanos a través del
gasto público.
El principio de capacidad económica, por último, se proyecta con el mismo alcance y contenido
sobre los ordenamientos de CCAA y EELL.
Juicio de valor en la bondad o no de los fines. Vía orientada por los principios rectores de la
política social y económica (arts. 39 a 52 CE).
STC 20/1985: la máxima eficacia debe ceder ante la igualdad. La competencia exclusiva del Estado en la
ordenación de la política económica y en la fijación de los criterios a los cuales debe atenderse la
ordenación de la economía.
a) Seguridad jurídica.
b) Jerarquía normativa.
Constitución
.2): Las CCAA y las CCLL podrán establecer y exigir tributos, de acuerdo con la Constitución
y las leyes.
.3: Todo beneficio fiscal que afecte a los tributos del Estado deberá establecerse en virtud
de ley.
STC 194/2011: la llamada a la Ley de los arts. 31.3 y 133.1 y 2 CE se refiere a la Ley estatal.
Legislación ordinaria
el sentido de la reserva de ley establecida no es otro que el de procurar que la regulación de determinado
ámbito vital de las personas desprenda exclusivamente de la voluntad de sus representantes. Esta
garantía de autodisposición de la comunidad sobre sí misma, que en la ley estatal se cifra (art. 133.1 CE),
es también en nuestro Estado constitucional democrático una consecuencia de la igualdad y, por ello,
preservación de la paridad básica de posición de todos los ciudadanos, con relevancia no menor, de la
unidad misma del ordenamiento (art. 2 CE).
Caracteres estructurales
La reserva de ley en materia tributaria tiene carácter relativo. Sólo debe estar regulado por ley
el establecimiento de los tributos y de beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
Por establecimiento de tributo entendemos definir sus elementos esenciales.
a) Delimitación del HI, devengo, BI y BL, fijación TG y demás elementos directamente determinantes de la
cuantía de la deuda tributaria, así como las presunciones iure et de iure.
b) Supuestos que dan lugar al establecimiento de las obligaciones tributarias de realizar pagos a cuenta y su
importe máximo.
c) Determinación de los obligados tributarios.
d) Establecimiento, modificación, supresión y prórroga de las exenciones, reducciones, bonificaciones,
deducciones y demás beneficios o incentivos fiscales.
e) Establecimiento y modificación de los recargos y de la obligación de ingresar los intereses de demora.
f) Establecimiento y modificación de los plazos de prescripción y caducidad, así como la interrupción de la
prescripción.
g) Establecimiento y modificación de las infracciones y sanciones tributarias.
h) Obligación de presentar declaraciones y autoliquidaciones.
i) Consecuencias del incumplimiento de las obligaciones tributarias respecto de la eficacia de los actos o
negocios jurídicos.
j) Las obligaciones entre particulares resultantes de los tributos.
k) La condonación de deudas y sanciones tributarias y la concesión de moratorias y quitas.
l) La determinación de los actos susceptibles de reclamación en vía económico-administrativa.
m) Los supuestos en que proceda el establecimiento de las intervenciones tributarias de carácter
permanente.
TS y TC han declarado el carácter relativo de la reserva y la necesidad de ley para regular los
elementos esenciales del tributo. Creación ex novo del tributo y la determinación de los
elementos esenciales o configuradores del mismo.
STC 102/2005:
a) Reglamento. La reserva de ley no afecta por igual a todos los elementos. El grado de
concreción es máximo cuando regula el HI y es menor cuando trata otros elementos,
TG y BI. Permite, pues, la colaboración del reglamento, siempre que se produzca en
términos de subordinación, desarrollo y complementariedad.
El alcance de la colaboración reglamentaria depende de la naturaleza de la figura
jurídico-tributaria (impuestos ≠ tasas, carácter sinalagmático). También depende del
elemento del tributo (HI, SP, BI o TG), en escala progresiva.
b) Tasas. Colaboración del reglamento intensa en la fijación y modificación de cuantías,
pero no en la creación ex novo (HI).
c) Con independencia al nomen iuris, hay que atender a la verdadera naturaleza de la
figura, para ver si estamos o no ante un tributo. En los tributos locales, las Ordenanzas
Fiscales son expresión de la voluntad general de los habitantes del Municipio,
debiendo conectar los arts. 31.3 y 133 CE con el art. 133.2 CE, donde el pleno (art. 140
CE) alcanza la garantía de la autoimposición.
Retroactividad
STC 10/2005: siendo cierto que se establece en el art. 133.3 CE el principio de reserva de ley en
materia de beneficios fiscales, también lo es que este Tribunal ha venido manteniendo la doctrina de que
no pueden anularse disposiciones legales o reglamentarias anteriores [a la entrada en vigor de la CE], ni
por la ausencia de requisitos luego exigidos por la CE para su aprobación y que, entonces, no venían
requeridos, ni por el hecho de que la CE haya exigido un determinado rango para la regulación de tales
materias, dado que la reserva de ley no puede aplicarse retroactivamente.
Conclusiones
VIII. RECAPITULACIÓN
1. Principios materiales de justicia: principios del derecho + configuradores del DF. La
aplicación e interpretación de este sector se efectúa de acuerdo a tales principios. El
resultado de la interpretación conjunta deparar el modelo de Hacienda Pública.
2. Principio formal por excelencia. Tributos autorizados por el Parlamento, igualdad ante
la Ley en distintos territorios, prohibición de privilegios personales o territoriales.