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Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote

¨Año de la Consolidación del Mar de Grau¨

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA : Delito de autoaborto y delito de aborto no


consentido

CICLO : IV “A”

DOCENTE : Constantino Pariona Villaverde

CURSO : Derecho Penal (Especial)

INTEGRANTES : Rodríguez Rojas Rubén Alexander


Quispe De la Cruz Kelvi

Agosto – 2016

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DEDICATORIA:
Dedico con mucho amor a mis padres y hermanos
depositaron su apoyo en mí. Quienes con nobleza y
entusiasmo me apoyaron para ser útil a la sociedad y
a la patria. Ellos hicieron posible mi culminación de
una etapa importante en mi vida estudiantil. Que con
su honor y compresión han sabido guiar en el camino
de la verdad y justicia a fin de engrandecer a nuestra
patria y honrar a nuestra familia.

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INDICE:

CAPITULO I
Aborto
Pág.

1.1. Definición………………………………………………………………………………….…………..6

1.2 Historia…………………………………………………………………………………….…………...7

1.3 Elementos integrantes del aborto…….…………………………………………………………………8

CAPITULO II

El delito de auto aborto

2.1 Definiciones de Auto aborto……………………………….. ……..………....…….10

2.2. Auto aborto como delito…………………..……………..……..….…………...….10

2.3 Elementos de la tipicidad del auto aborto………..………………..……………....12

2.4 Legislación comparada. ……………………………………..……………….…….17

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CAPITULO III
El delito de aborto no consentido

3.1 Definición…………………………………………………………………………..19

3.2 El consentimiento……………………………………………………………..19

3.3 Elementos de la tipicidad………………………………………………………20

Conclusiones………………………………………………………………..………..26

Fuentes de información………………………………………………..…..…..…….26

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INTRODUCCIÓN
El derecho a la vida es el que tiene cualquier ser humano por el simple hecho de existir y
estar vivo; se considera un derecho fundamental de la persona según el artículo 2 de la
constitución policía del Perú de 1993.

El aborto es la expulsión del producto de la concepción antes de llegar a la viabilidad, o


sea, de la capacidad del feto de poder sobrevivir fuera del vientre materno.

Actualmente el aborto en Perú es ilegal salvo en caso de amenaza a la vida o salud de la


mujer. La pena para una mujer que consiente un aborto puede ser de hasta dos años de
prisión pero esto no sucede en la práctica, ya que no existe ni ha existido ningún caso de
mujer alguna que haya sido encarcelada por abortar. La pena para una persona que realiza
un aborto inducido ilegal puede ser de uno a cinco años de prisión

Y para desarrollar este tema tenemos que saber la siguiente pregunta ¿Desde cuándo se
protege el bien jurídico vida?

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CAPITULO I

EL ABORTO
1.1. Definición:

Gramaticalmente la palabra aborto viene de Abortus, ab y ortus, nacimiento. Equivale a


parto anticipado, lo nacido antes de tiempo. Aborto es la sustantivación del participio de
aborior, que en latín significaba Morir.

Técnicamente el aborto es la interrupción del embarazo por la muerte o dispersión del


producto de la concepción.

En un sentido vulgar aborto es “parir antes de tiempo, en que el feto pueda vivir.” Este es
su significado natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras de que habla
el artículo 114 del Código Civil, y que le confiere el de la lengua.

1.2. Historia:

Parece que el Código de Hammurabi ya hacía referencia al aborto.

Sócrates, en la antigua Grecia, ya abogaba por que el aborto fuera un derecho materno.
Hipócrates por su parte, negaba el derecho al aborto y exigía a los médicos jurar no dar a
las mujeres bebidas fatales para el niño en el vientre.

Pero por otra parte los antiguos griegos apoyaban el aborto para regular el tamaño de
la población y mantener estables las condiciones sociales y económicas.

Platón recomendaba el aborto a las mujeres embarazadas mayores de 40 años (o si su


compañero era mayor de 50 años) y además veía la terminación del embarazo no deseado
como un medio para perfeccionar el propio cuerpo.

Curiosamente Aristóteles sostenía que el feto se convierte en 'humano' a los 40 días de su


concepción, si es masculino, y a los 90, si es femenino. Aristóteles recomendaba el aborto
para limitar el tamaño de la familia y en su Política lo dejaba librado a la madre, salvo
cuestiones de Estado.

Según el derecho romano, al nasciturus no se lo consideraba persona, por lo que en la


Antigua Roma el aborto estaba permitido; aunque, sin embargo, sí se le
reconocían derechos. Por ejemplo, si la mujer embarazada estaba condenada a muerte, la

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ejecución se posponía hasta el nacimiento. También si el padre del nonato era senador al
momento de la concepción, este nacía con los privilegios de hijo de senador.

En la época de Ovidio el aborto debió ser muy extendido pues escribió refiriéndose a las
clases superiores: Nunc uterum vitiat quae vult formosa videri, Raraque, in hoc aevo, est
quae velit esse parens. (N.T.: Ahora corrompe su vientre la que quiere verse hermosa, y
es rara, en esta época, la que quiere ser madre.)

En el siglo II encontramos con el primer registro de leyes promulgadas por el


Estado contra el aborto decretando el exilio contra madres y se condenaba a los que
administraban la pócima abortiva a ser enviados a ciertas islas si eran nobles o a trabajos
en las minas de metal si eran plebeyos.

En la Edad Media el derecho canónico distinguía corpus formatum y corpus informatum.


El primero es aquel en condiciones de recibir el alma convirtiéndose en feto animado, el
segundo el que no había llegado a ese estado. Hubo división, pero en general se sostuvo
que el o tenía lugar a los 40 días después de la concepción en los varones y a 80 en las
mujeres.

Los aztecas castigaban a la abortista con pena de muerte.

Antes de la invención del condón en el siglo XVIII no existían métodos


anticonceptivos seguros. Se recurría al infanticidio y al aborto como medios "pacíficos"
para limitar la población. Durante el siglo XVIII muchos países del mundo crearon leyes
que convertían el aborto en ilegal.

Ya, a principios del siglo XX, muchos países empezaron a despenalizar el aborto cuando
este era efectuado para proteger la vida de la madre, y en algunos casos para proteger
la salud de la madre. Islandia fue el primer país occidental en legalizar el aborto
terapéutico bajo circunstancias límite, en 1935. Le siguió Rusia y Cataluña.

Desde finales de la Segunda Guerra Mundial, en casi todos los países industrializados la
normativa acerca del aborto comenzó a ser liberalizada y desde la década de los 50, la
mayoría de los países ex socialistas de Europa central y del Este consideraron al aborto
como un acto legal cuando se practicaba en el primer semestre del embarazo y a solicitud
de la mujer embarazada.

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A finales de los años 60, las mujeres en Canadá, Estados Unidos, y después en casi toda
Europa, empezaron a rechazar el dominio masculino en el debate sobre el aborto
afirmando que la decisión de abortar es completamente personal.

Hacia finales de la década de los 60 y durante los 70, la mayoría de los países
desarrollados despenalizaron el aborto y ampliaron las circunstancias en que éste es
permitido.

En 1973 existían 44 países en los cuales el aborto era legal, de los cuales 19 sólo lo
permitían por razones médicas, 6 incluían además razones morales y 19 más incluían
otros tipos de razones. Los países de la Europa mediterránea (Italia, Portugal, España) e
Irlanda de más honda influencia católica no tenían liberalizado ningún supuesto.

1.3. ¿Desde cuándo se protege el bien jurídico vida?

Ciencias como la Medicina y Biología, nos explican hoy claramente, la comprobación


científica, que la vida humana surge a partir de la unión del óvulo con el espermatozoide,
que da lugar a la fecundación, para el derecho penal constituye criterio dominante, que la
protección penal a la vida humana dependiente comienza desde el momento de la
anidación o de la implantación del ovulo fecundado en el útero materno. Este criterio se
fundamenta en que:

1º Sólo a partir de la anidación se produce una vinculación orgánica entre el embrión y


la madre: el embrión se adhiere a la pared del útero y recibe de él los impulsos necesarios
para su desarrollo. Hasta ese momento el embrión no tiene contacto fijo con el organismo
materno y existe un 50% de probabilidades de que, por causas naturales. No llegue a
anidar en el útero. Si todo acto de destrucción del ovulo fecundado fuera aborto, surgiría
el problema de demostrar cuando el ovulo fecundado murió a consecuencia de maniobras
abortivas o por causas naturales.

2º De admitir que la fecundación determina el comienzo de la vida, abría que considerar


aborto la destrucción del óvulo fecundado en laboratorio (fecundación in vitro) antes de
su implantación en el útero de una mujer, lo que supondría tanto como prohibir las
técnicas de reproducción asistida. Igualmente habría que considerar aborto la interrupción
de un embarazo extrauterino, ya que en este tipo de embarazo, de problemática

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continuidad, existe desde luego fecundación. Ningún problema hay, en cambio, en estos
casos, si se acepta la teoría de la anidación.

3º La teoría de la anidación amplía el campo de acción de los medios anticonceptivos,


cuya irrelevancia penal se deduce de que no inciden en la vida ya surgida. Precisamente,
uno de los medios anticonceptivos más utilizados actúa evitando la anidación del óvulo
fecundado.

1.4. Elementos integrantes del aborto:

a) Existencia de un embarazo, la preñez es un fenómeno fisiológico que admite su


diagnóstico con certeza, sin embargo, el error es posible especialmente en los
llamados embarazos nerviosos. No existe delito cuando se trata de la extracción
de fetos imperfectos incapaces de vida.

En caso de realizarse un aborto pensando que se encuentra en estado de gravidez,


no estándolo, constituiría por lo común un concurso ideal de delitos, no es raro
que las maniobras abortivas ocasionen lesiones corporales.

b) Interrupción provocada del embarazo en cualquier época de la vida intrauterina;


igualmente punible es el aborto del embrión de pocas semanas como el feto
maduro próximo al parto.

Lo que la ley castiga es la muerte del feto y no la aceleración del parto; así como
el bien jurídico protegido es la vida de este y no el desarrollo intrauterino del ser
humano.

c) Voluntad de producir el aborto; la intención criminal supone el conocimiento del


estado de gravidez de la mujer y de la eficiencia abortiva del medio empleado.

No existe el cuasidelito de aborto, porque el embrión o feto no es persona, y


porque los atentados contra su salud e integridad corporal, no están protegidos por
nuestro ordenamiento jurídico.

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CAPITULO II

EL DELITO DE AUTOABORTO

ART. 114°.- AUTOABORTO


La mujer que causa su aborto, o consiente que otro le practique, será reprimida con pena
privativa de libertad no mayor de dos años o con prestación de servicio comunitario de
cincuentidós a ciento cuatro jornadas.

2.1. Definición de Auto aborto :

La propia embarazada mediante cualquier medio (químicos, físico u otros mecanismos)


causa la muerte del feto, ya sea por expulsión violenta del feto o por su destrucción en el
vientre de la madre.

El aborto se puede definir como la interrupción provocada dolosamente del proceso de la


gestación por la gestante, con o sin expulsión del feto o producto de la concepción, pero
con muerte del mismo. En este caso el bien jurídico protegido es la vida humana
dependiente, que se inicia con la anidación del óvulo fecundado en el útero y que abarca
hasta el momento del parto (cuando se dan los primeros dolores del parto se inicia la
protección de la vida humana independiente).

2.2. Auto aborto como delito:

Nuestro Código Penal, como ocurre con la mayor parte de los delitos, no define lo que es
el aborto, en su artículo 114 se limita a decir “La mujer que causa su aborto, o consiente
que otro le practique…”. En esto se encuentra en concordancia con la generalidad de los
Códigos Penales del mundo que suelen no definir y emplean expresiones similares a la
nuestra.

El aborto es un delito contra vida del embrión o feto, es decir, contra la vida humana
dependiente (una vida humana que aún no tiene la calidad persona) esto tiene su
fundamento en el art.2 de la constitución política del Perú donde establece que el
concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorezca.

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En el derecho penal existe el delito de aborto cuando de manera intencional se provoca la


interrupción del embarazo, causando la muerte del embrión o feto en el seno de la madre
o logrando su expulsión prematura.

Consecuentemente, la amenaza de pena va dirigida a una conducta desvalorada


socialmente por constituir una lesión o puesta en peligro de un bien jurídico digno de
protección. En el delito de aborto, el bien jurídico protegido es la vida humana.1 Qué duda
cabe de que estamos ante un bien jurídico de gran importancia. El derecho a la vida
encuentra reconocimiento ―fíjese que no decimos fundamento― en nuestra
Constitución y en diversas normas internas e internacionales, las mismas que reconocen
el derecho a la vida desde el momento de la concepción.

Constitución Política del Perú:


Art. 2° inc. 1: Toda persona tiene derecho a la vida… El concebido es sujeto de
derecho en todo cuanto le favorece.

Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH):


Art. 4º: inc. 1: Toda persona tiene derecho a que se le respete su vida. Este derecho
está protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción.
Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.

Código de los Niños y Adolescentes:


Art. 1°: El niño y el adolescente tienen derecho a la vida desde el momento de su
concepción. El presente Código garantiza la vida del concebido, protegiéndolo de
experimentos o manipulaciones genéticas contrarias a su integridad y a su desarrollo
físico y mental”.

Código Civil:

Art. 1: La persona humana es sujeto de derecho desde su nacimiento.

La vida humana comienza con la concepción. El concebido es sujeto de derecho


para todo cuanto le favorece.

1
Por todos, vid. CASTILLO ALVA, José Luis. Derecho Penal. Parte Especial I. Lima, Grijley, 2008, p.
936.

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La atribución de derechos patrimoniales está condicionada a que nazca vivo.

2.3. Elementos de la tipicidad:

Bien jurídico protegido: Conforme ya hemos explicado, el bien jurídico objeto de la


tutela penal es la vida humana dependiente, la misma que comienza desde que el embrión
o feto se anida en las paredes del útero, hasta antes del nacimiento.

1) TIPICIDAD OBJETIVA:
a. De los sujetos:
i. Sujeto Activo: - De acuerdo con lo señalado por nuestro legislador,
el delito de Autoaborto es un delio especial propio de la mujer
gestante, por lo tanto sujeto activo de este delito sólo puede serlo
la mujer gestante, ya sea que cause su propio aborto o consienta
que otro le practique.

ii. Sujeto Pasivo.- El sujeto pasivo de este delito, como titular del
bien jurídico objeto de la tutela penal es el concebido, por cuanto
que es sujeto de derecho, representado por la sociedad.

b. Actos Materiales:
i. De la acción: Este delito, está constituido por dos acciones típicas
que están precedidas por los verbos rectores causa y consiente,
acciones en las que la mujer gestante debe tener el dominio ya sea
dirigiendo su voluntad o la del “otro” orientándola de acuerdo a su
propósito, siendo la escala penal, para la mujer es la misma, ya sea
que procure su propio aborto o consienta que otro le practique.

1. Primera acción: La mujer que causa su aborto: La mujer


gestante, causa su aborto cuando da muerte al concebido,
ya sea mediante la expulsión o su destrucción en el seno
materno, pudiendo darse la expulsión como reacción del
organismo, ante la muerte del concebido. En el supuesto de
la expulsión, por las maniobras abortivas, para que haya
aborto, el concebido debe morir como consecuencia de la
expulsión y no por su inviabilidad.

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2. Segunda acción: La mujer que consiente que otro le


practique el aborto, la mujer gestante cumple esta acción
cuando presta su consentimiento, para que otra persona le
practique el aborto, a quien se le sancionará de acuerdo con
lo dispuesto en el art. 115, que comprende el
comportamiento que realiza ésta otra persona. El
consentimiento como elemento del comportamiento que
exige el tipo penal es la manifestación de la gestante por
cualquier medio idóneo para exteriorizar su voluntad,
siempre que esa voluntad sea jurídicamente relevante, es
decir que se trate de persona mayor, con capacidad legal
para prestar su consentimiento, mentalmente sana, que no
se halla llevado a estados de inconsciencia, o se haya
inducido a error para la practica abortiva que consiente. Ya
que de darse el error de parte del agente del consentimiento,
el hecho debe tenerse como consentido. La capacidad que
se exige no es la civil; la ley penal exige capacidad penal,
por lo que quedan excluidos los menores de edad, los
inimputables y los que actúan bajo error o amenaza. El
consentimiento por parte de la mujer, no solo puede ser
verbal y manifestado, ya que también están comprendidas
las formas tacitas, propias de su actitud. La gestante, que
hubiere dado su consentimiento, puede retractarse hasta
momentos antes de la consumación, quedando exenta de
pena, por desistimiento voluntario, obrando el tercero a
partir de la retractación sin consentimiento

ii. De los medios: Los medios de los que se vale el agente para
cumplir la acción abortiva de acuerdo a la descripción legal solo
pueden serlo, aquellos que sirven para dar muerte al concebido en
el claustro materno o para expulsarlo, podemos señalar los medios
químicos, como los fármacos, que pueden ser purgantes o

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estimulantes que administrados por vía oral o intravenosa pueden


provocar la muerte o expulsión del embrión o feto. Los medios
mecánicos, comprenden las manipulaciones solas o con
instrumentos, como las intervenciones quirúrgicas, perforaciones
de las membranas fetales, dilatación del cuello del útero, el legrado
uterino, inyecciones etc. Los medios térmicos, eléctricos,
psíquicos y hormonales. También se tiene las sustancias abortivas,
de origen vegetal como el apio, la ruda, la artemisa etc. De origen
mineral puede ser el plomo, el fosforo blanco, el nitrobenzol etc.

2) TIPICIDAD SUBJETIVA: El delito de Autoaborto es un delito que solo puede


ser punible su comisión a titulo doloso, y se cumple con el elemento sicológico
de acuerdo a lo establecido por el Art. 12, cuando el agente cumple con los
elementos del dolo: El elemento cognitivo, El agente debe tener conocimiento en
primer lugar de la ilicitud de su comportamiento, es decir, se requiere la
conciencia de la antijuridicidad del hecho de abortar y debe hacerlo la mujer que
practica o consiente su aborto, sabiendo que esta embarazada, la naturaleza de los
medios que hace uso y que el fin de su comportamiento es la muerte del embrión
o feto, se cumple con el elemento volitivo, la voluntad de causar la muerte del
embrión o feto. Nuestro sistema penal no ha considerado la figura del auto aborto
por culpa, por lo que todo comportamiento culposo que lleve a un aborto, al no
haberse previsto será atípico e impune.

3) EL ERROR EN EL AUTOABORTO: El error puede ser posible cuando la mujer


gestante induce a un error acerca de la naturaleza del comportamiento que
consiente, como también de parte de quien realiza el comportamiento abortivo de
la existencia de ese consentimiento, el hecho debe tenerse como realizado con
consentimiento.

4) ANTIJURIDICIDAD

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Una vez que se ha verificado la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos de


la tipicidad del auto aborto, al operador del derecho le corresponderá deliberar si la
conducta típica es antijurídica o conforme a derecho. Es decir, en esta etapa se
determinará si en la conducta concurre o no, alguna causa de justificación como puede
ser el estado de necesidad justificante o un miedo insuperable. Si llega a determinarse que
en la conducta típica de aborto no concurre alguna causa de justificación estaremos ante
una conducta típica y antijurídica.

5) CULPABILIDAD
Ante la conducta abortiva típica y antijurídica. el operador jurídico deberá analizar si es
pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es decir, analizará si es posible que el
aborto típico y antijurídico sea atribuible penalmente a la autora de las maniobras
abortivas. En primer término, se verificará si la gestante que se causó su propio aborto o
consintió que un tercero se lo practique, es imputable, es decir mayor de 18 años de edad
y no sufre alguna anomalía psíquica. Una vez verificado que la autora del delito es
imputable, corresponderá determinar si al momento de desarrollar la conducta abortiva
conocía que su acto era contrario al derecho (conocía la antijuridicidad de su conducta).
Aquí fácilmente puede presentarse la figura del error de prohibición. Estaremos ante un
error de prohibición cuando, por ejemplo, la gestante se causa su propio aborto en la
creencia que en el país tal conducta no es punible.

Luego, de verificarse que la autora de las maniobras abortivas o la que consintió para que
le practiquen el aborto, es imputable y conocía perfectamente la antijuridicidad de su
conducta, corresponderá analizar si en lugar de cometer el aborto le era exigible otra
conducta, es decir, le era exigible no cometer el aborto y respetar al producto de su
embarazo. Si se determina que a la autora del aborto no le era exigible otra conducta en
el caso concreto por concurrir un estado de necesidad exculpante, la conducta no será
culpable. En efecto, estaremos ante un aborto donde concurre el estado de necesidad
exculpante previsto en el inciso 5 del artículo 20 del Código Penal cuando la gestante que
ha tomado conocimiento que de seguir con su embarazo puede morir, por estrechez
económica en lugar de recurrir a los especialistas para someterse al procedimiento del
aborto terapéutico, se causa su propio aborto.

6) CONSUMACIÓN
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Si aceptamos la premisa que la mujer en estado gestacional al someterse a prácticas


abortivas tiene como objetivo primordial poner fin a su embarazo aniquilando su
producto, debemos concluir que el delito se perfecciona en el momento que se verifica tal
objetivo. Es irrelevante penalmente que la muerte del embrión se haya producido en el
vientre de la madre o con su violenta expulsión al mundo exterior. Basta que se verifique
la muerte del feto como consecuencia de las maniobras abortivas para estar frente al delito
consumado, ya sea que la muerte del feto se produzca en el seno materno o como
consecuencia de su expulsión.

La participación es posible. No obstante, el tercero que practica las maniobras abortivas


con el consentimiento de la autora del delito, de modo alguno es solo partícipe, sino
aparece como autor del delito de aborto, pero sancionado con la figura delictiva que regula
el aborto consentido. Partícipe, por ejemplo, sería el causante del embarazo de la mujer
que decidió someterse a prácticas abortivas, cuando se verifique que aquel determinó a
aquella a que proceda de tal manera con la finalidad de deshacerse del nuevo ser en
formación. O también cuando se verifique que contribuyó económicamente para que el
tercero practique el aborto a la gestante, quien accedió voluntariamente.

7) TENTATIVA
Al ser un delito doloso y de resultado, es posible la tentativa. Ocurre cuando la gestante
que previamente se ha agenciado de los elementos abortivos, se dispone a practicarse el
aborto, sin embargo, circunstancialmente es sorprendida por el responsable de su
gestación quien después de una acalorada discusión y forcejeo, logró evitar la
consumación del hecho delictivo.

Tiene razón Bramont Alias cuando afirma que se produce la frustración (tentativa) cuando
los medios empleados han sido adecuados para matar al feto, pero esta no ha tenido lugar
por circunstancias independientes a la voluntad del agente. La frustración existirá, por
consiguiente, tanto en el caso de no haber alcanzado la expulsión del embrión, no obstante
que los medios empleados normalmente la provocan, como en el caso de haber sido
conseguida la expulsión, pero no la muerte, por ser el feto ya viable. Respecto de esto
último, igual criterio maneja Roy Freyre, quien, comentado el Código Penal de 1924,
afirma que "si con el ánimo de exterminar el germen de vida humana se provoca su
expulsión prematura, deviniendo el feto en viable y sobreviviente, el hecho será castigado
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como tentativa o frustración". Aquí cabe hacer mención que, de acuerdo con nuestro
sistema penal vigente, tienen la misma connotación, para efectos de sanción punitiva,
tentativa y frustración; así aparece previsto en el artículo 16 y siguientes del Código Penal.

Por otro lado, aparece el denominado aborto imposible cuando se pretende provocar el
aborto utilizando medios inidóneos, o cuando con medios idóneos se pretende hacer
abortar a una mujer que no se encuentra en estado de embarazo o cuando el feto ya está
muerto. Si la mujer no está embarazada o el feto está muerto, por más que se quiera causar
un aborto a través de maniobras abortivas, estos hechos serán atípicos debido que no
puede matarse algo que no existe y, por tanto, no puede producirse el resultado típico.

8) PENALIDAD
Después del debido proceso, de hallarse responsable a la acusada del delito de autoaborto
o por haber prestado su consentimiento que un tercero le practique 'el aborto, se hará
merecedora a pena privativa de la libertad que oscila entre dos días y dos años o con
prestación de servicio comunitario de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas.

2.4. Legislación comparada:


a) Código penal Argentino: Art. 88.- será reprimida con prisión de uno a cuatro
años, la mujer que causare su propio aborto o consintiere en que otro se lo
causare. La tentativa de la mujer no es punible.
b) Código penal Chileno: Art. 344.- La mujer que causare su aborto o consintiere
que otra persona se lo cause, será castigada con presidio menor en su grado
máximo. Si lo hiciere por ocultar su deshonra, incurrirá en la pena de presidio no
menor en su grado medio.
c) Código penal Colombiano: Art. 122.- La mujer que causare su aborto o
permitiere que otro se lo cause, incurrirá en prisión de uno a tres años. A la
misma sanción estará sujeto quien, con el consentimiento de la mujer, realice la
conducta prevista en el inciso anterior.
d) Código penal Uruguayo: Art. 325.- La mujer que causare su aborto o lo
consintiera será castigada con prisión, de tres a nueve meses.

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e) Código penal de Costa Rica: Art. 119.- Será reprimida con prisión de uno a tres
años, la mujer que consintiere causare su propio aborto. Esa pena será de seis
meses a dos años, si el feto no había alcanzado seis meses de vida intrauterina.
f) Código penal Boliviano: Art. 263.- El que causare la muerte de un feto en el
seno materno o provocare su expulsión prematura, será sancionado:

1. Con privación de libertad de dos a seis años, si el aborto fuere practicado


sin el consentimiento de la mujer o si ésta fuere menos de dieciséis años.
2. Con privación de libertad de uno a tres años, si fuere practicado con el
consentimiento de la mujer.
3. Con reclusión de uno a tres años, a la mujer que hubiese prestado su
consentimiento. La tentativa de la mujer, no es punible.

Como podemos observar en diferentes países se regula este delito que tenemos en
nuestro país, mayormente se regula en los otros países el delito de auto aborto y el delito
de aborto con consentimiento; que tenemos en nuestra legislación; en un solo artículo.

CAPITULO III

DELITO DE ABORTO NO CONSENTIDO

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ART. 116°.- ABORTO NO CONSENTIDO


El que hace abortar a una mujer sin su consentimiento, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años.
Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pudo prever este resultado, la pena será
no menor de cinco ni mayor de diez años.

3.1. Definición:

El aborto es no consentido cuando concurriendo la intención ha sido producido por medio


de alimentos, bebidas, medicamentos, o mediante violencias, a una mujer que no lo ha
consentido

3.2. El consentimiento:

Algunos médicos, sobre todo los que están a favor de la despenalización del aborto,
consideran que el consentimiento de la “paciente”, esto es, el de la mujer gestante, debe
ser respetado y debe prevalecer por encima de cualquier otra consideración. Desde el
punto de vista penal, evidentemente, las cosas son distintas. Cierto es que el
consentimiento tiene por virtud eliminar el injusto típico,2 mas para que ello ocurra se
exige una cuestión fundamental: que el autor obre “con el consentimiento válido del
titular de un bien jurídico de libre disposición” (artículo 20 inc. 10 CP). Y es el caso que
la madre gestante no es titular del derecho a la vida del concebido, ella no puede disponer
libremente de esa vida que lleva en sus entrañas. Como dice González Rus, “el
consentimiento de la mujer embarazada no exime de responsabilidad en el delito de
aborto, puesto que no es ella la titular del bien jurídico protegido”.3 Como se sabe, el
titular del bien jurídico o sujeto pasivo del delito de aborto es el concebido. Es por esta
sencilla razón que tanto el aborto consentido como el aborto no consentido son

2
Existen casos en los que el consentimiento hace desaparecer la tipicidad o cualquier indicio de ilicitud de la conducta,
con lo cual, no hay lesión al bien jurídico protegido. Ejm: el invitado que ingresa a nuestro domicilio no realiza el
supuesto de hecho previsto por el tipo penal de violación de domicilio (art. 159 CP); quien mantiene relaciones sexuales
consentidas con persona mayor de edad tampoco realiza el supuesto de hecho del tipo penal de violación (art. 170 CP).

En otros supuestos el consentimiento no elimina la lesión al bien jurídico, pero sí tiene por virtud justificar la conducta.
Ejm. el que destruye un bien con consentimiento de su dueño realiza el tipo penal previsto en el art. 205 (delito de
daños), pero no actúa antijurídicamente. Lo mismo podría decirse de las lesiones infligidas durante la práctica de
algunos deportes (box, artes marciales, rugby, etc.).
3
GONZÁLEZ RUS, Juan José. El aborto. Lesiones al feto. En: AA. VV. Derecho Penal Español. Parte
Especial, Manuel Cobo del Rosal (coord.). Madrid, Dykinson, 2005, 2° ed., p. 126.

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comportamientos punibles. Por eso mismo, cuando la mujer se provoca el aborto o


consiente que otro se lo practique será sancionada penalmente (artículo 114 CP).

En nuestro sistema punitivo se hace una distinción entre el aborto consentido y el aborto
sin consentimiento. Así, tenemos el artículo 115 CP que sanciona el aborto consentido.

En este caso el sujeto activo o autor del delito es el tercero que practica el aborto con el
consentimiento de la mujer, al cual el legislador le asigna una pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años.

El aborto no consentido (artículo 116 CP), lógicamente, tendrá una sanción mayor (pena
privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años), pues mayor es el
desvalor del injusto: se atenta contra el derecho a la vida del concebido y contra la
voluntad de la gestante.

3.3. Elementos de la tipicidad:

Bien jurídico protegido: Indudablemente, en principio y de manera principal, se


pretende defender, amparar o tutelar la vida dependiente del producto de la
gestación y de realizarse el segundo supuesto, la vida independiente de la frustrada
madre. Ello se desprende de la ubicación que tiene en el Código Penal la figura
delictuosa conocida con el nomen iuris de "aborto no consentido". De ningún modo
se protege otro interés.

No obstante, aparece obvio que, de manera secundaria y accesoria, también se atenta


contra intereses jurídicos fundamentales como son la salud y la libertad de la mujer
sometida al aborto. Igual ocurre, por ejemplo, con el delito de robo, en el cual el
patrimonio es el bien jurídico principal que se pretende tutelar, deviniendo en
intereses secundarios la salud (en caso de lesiones a consecuencia de la violencia
utilizada por el agente) y la libertad de la víctima.

1) TIPICIDAD OBJETIVA:
a. De los sujetos:
i. Sujeto Activo: - Puede ser autor de este tipo de aborto toda persona
natural desde un profesional de la medicina hasta un profano, un
pariente o un extraño, no se requiere tener alguna condición
especial. De la propia redacción del tipo penal, se desprende de
modo claro que la propia mujer en estado de gestación queda

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excluida. Cualquiera puede ser sujeto activo menos la mujer


embarazada.

ii. Sujeto Pasivo.- En la hipótesis recogida en el primer párrafo del


tipo penal en comentario aparecen hasta dos víctimas. Por un lado,
el indefenso producto de la concepción, y por otro, la gestante que
no prestó su consentimiento válidamente e incluso se opuso a ser
sometida al proceso abortivo. Sin embargo, de presentarse el
supuesto agravado recogido en el segundo párrafo del tipo penal
del artículo 116, aparece como sujeto pasivo la mujer que
momentos o días antes, había sido sometida a prácticas abortivas
sin su consentimiento.

2) TIPICIDAD SUBJETIVA: La forma de redacción del tipo penal exige la


presencia del dolo en la conducta del agente, esto es, el sujeto activo tiene
conocimiento que la gestante no ha prestado su consentimiento e incluso que se
opone o no puede darlo válidamente, sin embargo, voluntariamente le somete a
maniobras abortivas con la finalidad de acabar con la vida del embrión que se
proyecta decididamente a convertirse en persona.

En el segundo supuesto que encierra el tipo penal, resulta necesario la aparición


del elemento culpa en el actuar del sujeto activo después que dolosamente ha
realizado el proceso abortivo, es decir, en el supuesto agravado debe concurrir el
dolo en las maniobras abortivas sobre la gestante renuente al aborto y, luego, debe
aparecer la culpa o negligencia en la muerte de la mujer embarazada, caso
contrario, al haber quedado prescrito la responsabilidad objetiva de nuestro
sistema jurídico, el hecho será impune.

3) Aborto no consentido seguido de muerte

El supuesto agravado se presenta cuando el agente ocasiona por culpa la muerte de


la gestante que en principio le sometió a la práctica abortiva sin su consentimiento.
Bastará constatar el nexo de causalidad entre las maniobras abortivas y la muerte

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previsible para atribuir el supuesto agravado al sujeto activo. En otras palabras, el


agente será responsable penalmente por la muerte de la gestante, cuando el resultado
letal haya sido previsible y, en consecuencia, evitado si hubiese actuado con el debido
cuidado y prudencia para no lesionar o poner en peligro la vida de la mujer sometida
a la interrupción de su embarazo sin su consentimiento.

Roy Freyre enseña que la sanción más severa a imponerse por un resultado muy
grave e inesperado (muerte de la gestante) se sustenta en su previsibilidad. El
reproche de la ley es mayor para quien no previó una consecuencia letal que pudo y
debió prever.

Si el resultado muerte se produce sin que el agente haya tenido la posibilidad de


preverlo o por la concurrencia de circunstancias extrañas a la voluntad negligente del
sujeto activo, el hecho será atípico.

4) CULPABILIDAD

Ante la conducta abortiva típica y antijurídica, el operador jurídico deberá analizar si es


pasible de ser atribuida personalmente a su autor, es decir, analizará si es posible que el
aborto no consentido típico y antijurídico sea atribuible penalmente al autor de las
maniobras abortivas. En efecto, primero se verificará si el agente del aborto no consentido
es imputable, es decir, mayor de 18 años de edad y no sufre alguna anomalía psíquica.

Una vez verificado que el autor del delito es imputable, corresponderá determinar en
seguida si al momento de desarrollar la conducta abortiva conocía que su acto era
contrario al derecho (conocía la antijuridicidad de su conducta).

Luego, de verificarse que el autor de las maniobras abortivas, es imputable y conocía


perfectamente la antijuridicidad de su conducta, corresponderá analizar si en lugar de
cometer el aborto le era exigible otra conducta, es decir, le era exigible no cometer el
aborto y de ese modo respetar al producto del embarazo, así como a la gestante misma.
Si se determina que al agente no le era exigible otra conducta en el caso concreto por
concurrir un estado de necesidad exculpante, la conducta no será culpable. En efecto,
estaremos ante un aborto donde concurre el estado de necesidad exculpante previsto en
el inciso 5 del artículo 20 del Código Penal, cuando el autor del embarazo ha tomado
conocimiento que, de seguir gestando su cónyuge, morirá irremediablemente, por
estrechez económica, en lugar de recurrir a los especialista para someterlo al

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procedimiento del aborto terapéutico, en contra de la voluntad de la gestante que prefiere


nazca su hijo, le somete a maniobras abortivas.

5) CONSUMACIÓN

Como ocurre con las demás figuras de aborto, el hecho punible se perfecciona cuando se
verifica realmente la muerte del producto de la concepción. Es irrelevante si se logró o
no la expulsión del feto del seno materno. En el segundo supuesto, el delito se perfecciona
con la muerte previsible o presumida de la gestante a consecuencia de la práctica abortiva.

6) TENTATIVA

No obstante, que en la praxis judicial es rarísimo encontrar procesos por tentativa, en


teoría y teniendo en cuenta que la figura delictiva es de lesión y resultado, es
perfectamente posible la tentativa o lo que modernamente se conoce como tipo de
realización imperfecta. Ocurrirá, por ejemplo, cuando en circunstancias que el agente se
encuentra haciendo uso de la violencia para vencer la resistencia de la gestante a fin de
ser sometida al proceso abortivo, es sorprendido por el responsable del embarazo antes
de lograr su objetivo. También se configura cuando después de haber sido vencida y el
agente se dispone a iniciar las maniobras abortivas, en un descuido de este, la mujer
embarazada logra escapar del lugar donde se encontraba.

7) PARTICIPACIÓN

La participación es posible en la consumación del hecho punible de aborto no consentido,


la misma que puede aparecer por instigación o por complicidad. Será partícipe de aborto
no consentido en su modalidad de instigación, el responsable del embarazo que paga una
jugosa suma de dinero al ginecólogo de su novia, a fin que haciendo uso del engaño le
interrumpa su embarazo; hecho que finalmente se verifica.

Aparece la participación en forma de complicidad cuando el responsable del embarazo


ayuda en forma directa a vencer la resistencia de la gestante para que la comadrona le
someta al proceso abortivo. Las circunstancias y forma como ocurrieron los hechos
servirán para calificar si se trata de una complicidad primaria o secundaria.

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8) PENALIDAD

El autor del aborto sufrido será merecedor de las penas más severas que ha previsto el
legislador para el aborto, las mismas que por la propia naturaleza del ilícito penal deben
mantenerse en caso de declararse impune la figura del aborto, como son no menor de tres
ni mayor de cinco años, en el primer supuesto, y en el agravado, no menor de cinco ni
mayor de diez años. Ello se explica por la misma conducta del agente, quien no tiene
miramientos para poner fin al estado de embarazo, utilizando incluso la fuerza para vencer
la resistencia y voluntad de la gestante que se opone a tal hecho, siendo la mayor de las
veces por lucro.

Conclusiones
A lo largo de lo investigado encontramos que la realidad sobre el aborto se ha convertido
en un fenómeno criminal que va en aumento, y que la tendencia de la iglesia y los

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aspectos legales preventivos no han podido detenerlo. Por lo tanto, considero pertinente
que a efectos de erradicar las prácticas abortivas y desde una perspectiva social, se deben
difundir con eficacia los métodos anticonceptivos, los cuales traen como consecuencia
la planificación familiar, que si bien es cierto ha sido muy teorizante y destinado a
pequeños grupos de familia, ahora se pretende ampliar el universo al que se orienta de
esta manera para vencer la resistencia de las mujeres que dada su incipiente educación
sexual, desconfían de los métodos anticonceptivos, consecuentemente el 80% de las
mujeres fértiles no hacen uso de anticonceptivo alguno pero están dispuestas a sufrir el
aborto cuando quedan embarazadas.
El tema sobre el aborto es de trascendental importancia ya que la vida humana debe ser
respetada y protegida de manera absoluta desde su concepción, .es decir, desde el
momento de su existencia, no olvidemos que sin duda alguna, al ser humano se le deben
reconocer sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho de todo ser humano,
a la vida.
El derecho a la vida, como derecho personalísimo que pertenece a la persona por su sola
condición humana, es un derecho esencial e innato que le corresponde desde su origen,
lo cual biológicamente ocurre a partir del momento de la concepción, debiendo
replantearse los marcos normativos a efectos que la represión del delito de aborto, a la
vez que cumpla su objetivo de prevención general y especial, no afecte en modo alguno,
el derecho de dignidad tanto de la madre gestante, como la de su hijo en formación.
Por lo delicado del tema, encontrarnos distintos criterios, tal es así que el aborto
provocado interesa en la medida en que constituye, según los criterios tradicionales, un
gravísimo atentado contra el derecho a la vida de las personas. Para ello se sostiene que
el embrión o feto tiene vida desde el momento de la concepción y por lo tanto, el aborto
es un atentado contra el bien personalísimo: vida, el más importante de los atributos
reconocidos al ser humano.

BIBLIOGRAFIAS

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 BAJO FERNÁNDEZ, Miguel, Manual de Derecho Penal, Centro de


Estudios Ramón Areces, Madrid, 1989.

 BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto, Manual de Derecho Penal, 4a ed.,


Editorial San Marcos, Lima, 1998.

 ETCHEBERRY, ALFREDO: Derecho Penal Tomo III, Editorial Jurídica de


Chile del año 1998.

 GRISOLIA, BUSTOS Y POLITOFF: Derecho Penal Chileno. Parte Especial.


Delitos contra los individuos en sus condiciones físicas, Segunda Edición,
Editorial Jurídica de Chile del año 1993.

 CABANELLAS, GUILLERMO: El Aborto, Editorial Atalaya del año 1945.

BIBLIOGRAFIAS ELECTRÓNICAS

 El aborto no consentido. Recuperado de:

http://cursoderechoperuano.blogspot.pe/2016/05/articulo-
116-aborto-no-consentido.html

 El autoabroto. Recuperado de:


http://cursoderechoperuano.blogspot.pe/2016/05/articulo-
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