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¿Por qué la relación entre democracia y corrupción es inversa en algunos países, mientras

que en otros es directa?

Hiram Serra Peña

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¿Por qué la relación entre democracia y corrupción es inversa en algunos países, mientras

que en otros es directa?

El tema de la corrupción siempre ha tenido un espacio muy importante en el debate público. Nos

hacemos preguntas como: ¿qué causa la corrupción?, ¿cómo podemos combatir la corrupción?, ¿por

qué algunos países son más corruptos que otros?, etc. En la literatura sobre corrupción, la respuesta

que se la da a la última pregunta tiene un enfoque sobre el tipo de régimen, por lo general se argumenta

que las características de una democracia permiten combatir y evitar la corrupción de manera efectiva.

En un inicio, mi interés era validar dicho argumento haciendo un análisis histórico del comportamiento

entre dos índices: el de corrupción y el de poliarquía. Lo que esperaba encontrar era una relación inversa

entre ambos índices (altos niveles en el índice de poliarquía con bajos niveles de corrupción y bajos

niveles en el índice de poliarquía con altos niveles de corrupción). Encontré que, efectivamente, en

algunos países la relación entre los índices es inversa, pero en otros la relación entre los índices es

directa. ¿Por qué la relación entre democracia y corrupción es inversa en algunos países, mientras que

en otros es directa? Mi respuesta es que la relación directa se debe a que los países, en los que se da

dicha relación, no han tenido experiencias democráticas, previas al cambio de régimen, que les hayan

permitido adquirir las características comunes de una democracia necesarias para combatir la

corrupción y durante el periodo en el cual vivieron regímenes autoritarios la corrupción fue

relativamente baja.

El presente trabajo de investigación está organizado de la siguiente manera: en la primera sección haré

algunas aclaraciones que servirán para poder comprender mejor el trabajo de investigación; en la

segunda sección hablaré de por qué teóricamente un régimen democrático es menos corrupto, junto

con una revisión de la literatura; en la tercera sección explicaré la hipótesis que he planteado; en la

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cuarta sección mostraré la metodología para probar mi hipótesis; en la quinta sección analizaré los

datos obtenidos; y en la última sección concluiré.

Aclaraciones

Debido a la naturaleza del presente trabajo de investigación, la definición del concepto de corrupción

es muy importante. En la literatura hay definiciones que se enfocan en el aspecto moral y definiciones

que se enfocan en el aspecto legal. La definición que tomaré en cuenta se enfoca en el aspecto legal.

“La corrupción es el mal uso de un cargo público para el beneficio privado.” (Boswell, y Rose-

Ackerman 1996, 83)

Otra aclaración muy importante es sobre el enfoque que se le da al tema de la corrupción. En la

literatura hay dos maneras de abordar el tema: uno de valores y otro de costo-beneficio. El primero

dice que la corrupción, en gran parte, es causada por una crisis de valores que enfrenta la sociedad

(Foix, Ramoneda, Jiménez, Giner, y Montalvo 1995, 4); el segundo es un enfoque de elección pública,

costo-beneficio, si el costo de cometer actos de corrupción es alto las probabilidades de que haya

corrupción son bajas, si el costo de cometer actos de corrupción es bajo entonces las probabilidades de

que haya corrupción son altas. La manera en la que abordaré el tema de la corrupción será bajo el

enfoque de costo-beneficio.

Democracia y corrupción

En la Ciencia Política se tiene un conceso sobre que las elecciones son una condición mínima mas no

suficiente para que un país se considere democrático. Es por eso que varios autores han propuesto las

características que, según a su parecer, tiene que tener un régimen para que pueda ser considerado

como verdaderamente democrático. Uno de los más importantes es Robert Dahl. Dahl nos dice que

para que un régimen pueda ser considerado como poliarquía (el régimen, que según Dahl, es el que

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más se acerca al ideal de democracia) tiene que tener libertad de asociación, libertad de expresión,

derecho al voto, derecho de los líderes políticos para competir por el voto, fuentes alternativas de

información, elecciones libres y justas, e instituciones que garanticen que la política del gobierno

dependa de los votos y las preferencias. Si ponemos atención a las características mencionadas

anteriormente, podremos ver que teóricamente sirven para evitar y combatir la corrupción.

Si analizamos las implicaciones que tiene la libertad de asociación, podremos encontrar dos muy

importantes: se pueden formar asociaciones civiles y partidos políticos. En cuanto a las asociaciones

civiles, en la literatura se reconoce su importancia en la lucha contra la corrupción. “La sociedad civil

conoce las causas y consecuencias de la corrupción mejor que los distantes y expertos de la élite, por

lo que la sociedad civil necesita ser reclutada en cualquier intento de erradicar la corrupción.” (Everett,

Neu, y Rahaman 2006, 6). La existencia de partidos políticos teóricamente puede combatir la

corrupción, ya que los partidos de oposición denunciarán los casos de corrupción del gobierno en turno.

La libertad de expresión es muy importante en la lucha contra la corrupción si analizamos una de sus

implicaciones, prensa libre. Cuando hay una prensa libre está puede denunciar los actos de corrupción,

haciendo que la corrupción resulte muy costosa para quien la cometa. Resulta evidente que una prensa

libre es importante para el combate a la corrupción cuando observamos que gobiernos corruptos tienen

un alto interés en censurar a los medios de comunicación (Solis, y Antenangeli 2017).

En cuanto a la última característica, instituciones que garanticen que la política del gobierno dependa

de los votos y las preferencias, queda claro el aporte que brindan para el combate a la corrupción.

Cuando hay instituciones que vigilan la actuación del gobierno en favor de los gobernados, resulta

evidente que parte de su trabajo es vigilar que no se cometan actos de corrupción y en caso de que se

hayan cometido, castigarlos. Es así que los actos de corrupción resultan muy costosos para el corrupto.

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El tema de instituciones para el combate a la corrupción ha tenido un auge muy importante en épocas

recientes, y se ha llegado al conceso sobre la importancia de ellas para el combate a la corrupción.

Dado todo lo anterior, teóricamente, resulta factible afirmar que la democracia ayuda a reducir los

niveles de corrupción. Como corolario de la afirmación anterior, podríamos decir que la transición a la

democracia implicaría una reducción de los niveles de corrupción. El problema es que en la práctica

esto no sucede. Observamos que países democráticos no necesariamente son poco corruptos y países

no de democráticos no necesariamente son corruptos. Varios autores ya han indagado sobre el tema.

Algunos autores indican que no hay una relación entre democracia y corrupción, sino que la relación

se da entre el tamaño del gobierno y la corrupción, dejando a la democracia como una variable

mediadora: “…los resultados de la estimación indican que un aumento en el tamaño del gobierno puede

llevar a una disminución de la corrupción si el nivel de democracia es suficientemente alto y, en

contraste, puede llevar a un aumento de la corrupción si es demasiado bajo.” (Kotera, Okada, y

Samreth 2012). El problema con la investigación de Kotera et al, es que solo toman datos de 1995 al

2008. Si observamos la Gráfica 1 podremos ver que durante el periodo que va de 1920 a 1990 el índice

de corrupción y el índice de poliarquía son bajos. Según Kotera et al esto no tendría que ser así, ya que

durante ese periodo el tamaño del gobierno en Rusia era grande. Otros autores indican que la relación

entre democracia y corrupción será directa durante las primeras etapas de la democratización de un

país, y ya con la consolidación de la democracia la relación antes mencionada se volverá inversa.

(Montinola y Jackman 2002). El problema es que si observamos la Gráfica 2 veremos que con la

transición a la democracia en México inmediatamente el índice de corrupción comenzó a bajar (de

manera marginal) en lugar de aumentar.

Explicación de la hipótesis

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Como plantee en un inicio, mi intención era probar, mediante un análisis histórico entre el índice de

poliarquía y el de corrupción, que necesariamente los países democráticos son menos corruptos y en

consecuencia los países que transitan a la democracia reducen sus niveles de corrupción. Al hacer dicho

análisis, encontré que no necesariamente ocurría de esa manera. En específico, encontré que se daban

dos tipos de relaciones entre los índices: una inversa y una directa (decir que el índice de poliarquía y

el índice de corrupción tienen una relación directa equivale a decir que la transición a la democracia es

culpable del aumento en la corrupción). En los países que se daba una relación inversa la teoría

planteada en la sección anterior encajaba perfectamente, el problema se da cuando observamos una

relación directa ¿Por qué se da la relación directa? La relación directa se debe a que los países, en los

que se da dicha relación, no han tenido experiencias democráticas, previas al cambio de régimen, que

les hayan permitido adquirir las características comunes de una democracia necesarias para combatir

la corrupción y durante el periodo en el cual vivieron regímenes autoritarios la corrupción fue

relativamente baja.

Al no haber tenido experiencias democráticas previas no desarrollaron las instituciones que les

permitieran controlar la corrupción tras el cambio de régimen, no adquirieron una educación

democrática que les permitiera saber cómo manejar el sistema de partidos, la prensa libre no se había

desarrollado y cuando entraron personas nuevas al gobierno no supieron cómo hacerse cargo de la

administración pública. El que la corrupción haya sido baja durante el periodo en el cual se tuvieron

regímenes autoritarios también juega un papel muy importante. Antes de explicar la importancia de los

bajos niveles de corrupción, es importante hacer la aclaración de por qué un régimen autoritario puede

tener bajos niveles de corrupción. La razón es que “los Estados totalitarios se caracterizan precisamente

por la imposición de vallas al ingreso de influencias ajenas al aparato decisor del Estado” (Garzón

1995). Debido a que la corrupción era baja, la sociedad no percibía a la corrupción como un problema

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al cual se le debía dar solución. Después del cambio de régimen, los nuevos integrantes del gobierno

no tenían impedimento alguno para cometer actos de corrupción, porque la sociedad no estaba

interesada en el tema. Si sumamos el hecho de que la sociedad no estaba interesada en la corrupción

más el hecho de que no existían las instituciones que evitaran la corrupción, entonces el resultado es

que el costo de cometer actos de corrupción es demasiado bajo.

Metodología

Para probar mi hipótesis usé dos índices elaborados por V-Dem: índice de corrupción política e índice

de poliarquía. El índice de corrupción política toma en cuenta la corrupción en el sector público, las

actividades de corrupción del legislativo, las actividades de corrupción del ejecutivo y la corrupción

en el judicial. El índice de poliarquía toma en cuenta libertad de asociación, porción de la población

con el derecho al voto, elecciones limpias, libertad de expresión y acceso a fuentes alternativas de

información. Ambos índices muestran datos de 1900 a 2017 y dan un puntaje que va de 0 a 1, entre

más cercano al uno más democrático y más corrupto, respectivamente. Lo que hice fue separar a los

países que no eran corruptos (característica 1) y tenían gobiernos autoritarios (característica 2) a inicios

del siglo XX, de los demás. Los países que consideré como no corruptos fueron aquellos que tenían un

puntaje menor a 0.5 en el índice de corrupción y los países que consideré como autoritarios fueron

aquellos que tenían una puntaje menor a 0.5 en el índice de corrupción. A los países que cumplían con

ambas características, los separé en dos grupos: aquellos en los que se observaba una relación directa

entre índices (como el ejemplo que podemos ver en la Gráfica 3) y los que no tenían una relación

directa entre índices (como el ejemplo que podemos ver en la Gráfica 4). En la Tabla 1 se muestra la

agrupación de los países como se planteó anteriormente.

Análisis de datos y discusión de resultados

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En el caso de que la hipótesis plantada anteriormente (el que algunos países tengan una relación directa

entre democracia y corrupción se debe a que dichos países no tuvieron experiencias democráticas

previas al cambio de régimen y la corrupción fue relativamente baja durante el periodo de autoritarismo

que vivieron) logré explicar el por qué se da una relación directa entre corrupción y democracia,

observaremos que la mayoría de los países que cumplen con las características 1 y 2 tendrán una

relación directa entre índices. Al analizar la Tabla 1, veremos que en 40 de los 57 países que cumplen

con las características 1 y 2 la relación entre índices es directa, en otras palabras: la hipótesis planteada

aplica al 70% de los casos. El hecho de que la hipótesis se cumpla en el 70% de los casos, me permite

afirmar que sí hay un poder explicativo de dicha hipótesis.

Conclusión

Hacer un trabajo sobre la democracia es muy complicado, ejemplo de ello son las teorías que tratan de

explicar la relación entre democracia y desarrollo, no hay un acuerdo sobre el tema. En mi opinión, la

causa de esta dificultad se debe a que son muchas las variables que intervienen en el análisis. El

presente trabajo de investigación no está exento de esa dificultad. La prueba de ello es que mi hipótesis

no puede explicar todos los casos, son 17 los países que no logro explicar. Pueden ser muchas otras las

variables que intervengan y provoquen que la relación entre los índices no sea la esperada, como

geografía, cuestiones históricas o incluso sea la cultura de los países. A pesar de esta dificultad puedo

afirmar que al poder explicar la mayoría de los casos, hay un alto grado de poder explicativo en mi

hipótesis.

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Anexos

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TABLA 1. PAÍSES AGRUPADOS SEGÚN LA RELACÓN ENTRE ÍNDIICES
Países que tienen una relación Países que no tienen una
directa relación directa
Albania Afganistán
Algeria Bután
Angola Cambodia
Botsuana Yibuti
Bulgaria Eritrea
Birmania Fiyi
República Centro Africana Honk-Kong
Chad Jamaica
Comoros Japón
República Democrática del Polonia
Congo
Gabón Portugal
Gana Santo Tomé y Príncipe
Guinea-Bisáu Senegal
India Sudáfrica
Costa de Marfil Suriname
Kenya Taiwan
Kuwait Trinidad y Tobago
Lesoto
Madagascar
Malawi
Malasia
Mali
Mauritania
Mauricio
Mongolia
Mozambique
Rusia
Seychelles
Sierra Leona
Islas Salomón
Somalia
Sri Lanka
Sudán
Gambia
Togo
Uganda
Vanuatu
Zambia
Zanzibar
Zimbabwe
TOTAL DE 40 17
PAÍSES

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Referencias

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https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/ssqu.12438

Kalenborn, Christine, and Christian Lessmann. “The impact of democracy and press freedom
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Kotera, Go, Keisuke Okada, Sovannroeun Samreth. “Government size, democracy, and
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https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0264999312001952

Montinola, Gabriella R., and Robert W. Jackman. "Sources of Corruption: A Cross-Country


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Reflexiones 79, no. 1 (2000). https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4796117

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