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Actualización enfermera en
nutrición y alimentación
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
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U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
AUTORAS
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ÍNDICE
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
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ÍNDICE
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
6. Alimentación en la infancia
Alimentación del niño entre 1 y 3 años 124
Importancia de la alimentación en preescolares
y escolares 125
Confección de dietas para la población infantil 140
Trastornos del comportamiento alimentario (TCA) 143
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ÍNDICE
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
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INTRODUCCIÓN
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
INTRODUCCIÓN
Con el presente curso se pretende que las y los enfermeras/os actualicen sus conoci-
mientos en materia alimentaria, a fin de mejorar sus competencias en la educación y
promoción de hábitos saludables en las personas, durante el desarrollo de su ciclo vital,
y en la comunidad, así como para poder intervenir activamente en la prevención de
las patologías prevalentes en la actualidad.
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INTRODUCCIÓN
U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV Í NDICE
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ÍNDICE
Í NDICE
9. VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS: COMPOSICIÓN, FUNCIONES, PROPIEDADES SALUDABLES Y RACIONES DIARIAS RECOMENDADAS
U NIDAD III
OBJETIVOS UNIDAD I
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
1. INTRODUCCIÓN A LA ALIMENTACIÓN Y LA
NUTRICIÓN
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
El tamaño de la tribu vendría determinado por la cantidad de alimento que podía pro-
porcionar el territorio ocupado. Si el territorio proporcionaba una cantidad constante de
alimento, la situación de escasez o abundancia sería permanente todo el año. Si la can-
tidad variaba con la estación o a consecuencia de catástrofes climáticas, se generarían
periodos de hambre y otros de abundancia. Este hecho llevó a los hombres y mujeres
primitivos a sentir el hambre (desconocida hasta entonces), llevándoles a consumir en
exceso durante los periodos de abundancia y a no discriminar entre unos alimentos y
otros en épocas de hambruna, salvando así inicialmente la repugnancia a comer alimentos
extraños a la especie, transformados por el fuego. Sólo el hambre pudo incitarles a insis-
tir en algo tan contrario a su especie.
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algún tipo de planta que requería una preparación antes de ser ingerida, lo que impli-
caba una mayor inversión de tiempo y esfuerzo por parte de las mujeres en el cuidado.
Desde el comienzo de los tiempos, el deseo de saciar el hambre ha trazado las sendas
del conocimiento humano. Para buscar alimentos se han creado civilizaciones, perpe-
trados crímenes, dictado leyes, modificado culturas y se ha hecho frente a imperios.
El cocinado cambia, por tanto, el disfrute por la comida. El sentido del gusto, en un prin-
cipio, estaría centrado en discriminar lo que apetece o no apetece comer. Pero en situa-
ciones de hambre, cuando hay que comer para mantenerse vivo, al encontrar comida
se produce una sensación más placentera que al disfrutar de una buena comida cuan-
do estamos normalmente bien alimentados. Lo importante es comer, anulando la edu-
cación humana, cultural y del paladar.
A lo largo de la historia hemos ido incorporando hábitos alimentarios por las costumbres,
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que educan nuestro gusto, por ejemplo, la utilización del vino tinto para las carnes y el
blanco para los pescados. La actividad culinaria se pone al servicio de la felicidad cuan-
do produce una comida no solamente agradable, sino la comida conveniente para man-
tener el cuerpo hasta la edad más avanzada posible y mantener la salud necesaria para
conseguir esa felicidad. La alimentación es indispensable para todo ser vivo, la reproducción
es algo menos constante que el comer. La gastronomía prima sobre el erotismo, ya que
el comer es una necesidad más primaria, más básica (seguir vivo está antes que amar).
La ciencia de la nutrición debe orientar la actividad culinaria, de modo que consiga pla-
tos en los que vayan de la mano la facilidad digestiva y el rendimiento celular. Esto per-
mitiría educar a la población en el sentido de la saciedad y en disfrutar con la comida
sólo hasta haber consumido la cantidad que permita mantener el peso óptimo, con ven-
tajas importantes para la salud. También es importante la educación del paladar, para lo
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cual la cocina de cada país debe orientar prudentemente sobre los gustos establecidos
y los sabores variados, aunque no excesivos. En el futuro, la mejor organización social
ha de permitir que toda la población coma al “antiguo modo”: con el apetito justo, en
ambiente grato, despacio, guardando ciertas formas y disfrutando de la buena conver-
sación.
ting de ventas que controla nuestras vidas y nos manipula en el consumo. La publici-
dad nos bombardea con toda clase de alimentos que incitan al consumo y que juegan
con nuestra susceptibilidad por los temas de salud y del cuidado de nuestros cuerpos.
Si nos paramos a pensar, tienen que ver con nuestra manera de estar en la sociedad,
una sociedad en la que se busca el mínimo esfuerzo, donde la comodidad y la rapidez
son las consignas sociales (alimentos precocinados, enlatados, ultra congelados, legum-
bres que no precisan remojo, leches enriquecidas, comida rápida, loncheados, etc.), don-
de las prisas y la falta de tiempo para las labores culinarias nos llevan a veces a adoptar
hábitos nada saludables (alimentos grasos, excesivamente proteicos, etc.) (Ver Tabla 1).
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Dado que la ciencia de la nutrición dice que nuestra alimentación puede ser mayorita-
riamente vegetariana, habría que dedicar la mayor parte de los cultivos a plantas desti-
nadas al consumo de los seres humanos y dedicar a la ganadería el margen conveniente
para ello: comer lo que la tierra racionalmente produce, cocinado de manera óptima
para nutrirse bien y ser paladeado con disfrute.
Los enormes medios técnicos para la conservación y transformación de los alimentos cons-
tituyen el elemento objetivo que puede educar a la población en un consumo más racio-
nal de alimentos y facilitar esta comida a grandes capas de la población. Pero la ley de
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Desde un enfoque cultural se podría decir que por razones culturales estamos cambiando
nuestros hábitos, lo cual implicará, tarde o temprano, una modificación de nuestra bio-
logía: cambios en los jugos gástricos, necesidad de menos tiempo para hacer la diges-
tión, cambios en la dentición, etc.
Aunque los avances obtenidos por la agricultura y la ganadería han permitido el acceso
de una parte de la población a una alimentación regular, todavía hay una gran parte de
la población humana que sufre carencias nutricionales y desnutrición energético-protei-
cas, en tanto otras disfrutan de abundancia e, incluso, despilfarro. No obstante, dar de
comer a todos está al alcance de la técnica y la situación actual se debe a la organización
social, que no es la adecuada para el desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas.
No es posible incitar a alguien a seguir una dieta si no tomamos conciencia de que comer
no es un simple aporte nutritivo de diferentes alimentos con una carga calórica determi-
nada. Comer es un acto social, las comidas están cargadas de símbolos afectivos y socia-
les. Hay que tener en cuenta que en la vida diaria tenemos que conciliar el régimen ali-
mentario con la vida social, para adaptar éste a la persona y que no entre en contradicción
con sus hábitos, su estilo de vida, sus creencias o lo que da sentido a su vida.
La sociedad de consumo en la que vivimos hace que la dedicación a las labores culina-
rias tienda a ocupar el menor tiempo posible. Con el nuevo valor otorgado al tiempo
de trabajo y de ocio, la alimentación ya no estructura el tiempo sino que el tiempo estruc-
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les. Clasifica y jerarquiza a las personas en grupos. Expresa formas de concebir el mun-
do e incorpora un gran poder de evocación simbólica, incorporando al alimento pro-
piedades morales, mágicas, sociales o religiosas. Este comportamiento ha ido variando
a lo largo de la historia y se ha ido adaptando a los cambios sociales, económicos y polí-
ticos. Los trastornos del comportamiento alimentario han aumentado en siglo XXI, sien-
do de gran relevancia social y dándose con mayor frecuencia en sociedades occidenta-
les y dentro de una cultura específica.
Para Guthe y Meat (en Gracia Arnaiz, 2002), los “hábitos alimentarios” son las opciones
efectuadas por los individuos o grupo de individuos en respuesta a las presiones socia-
les y culturales para consumir y utilizar una parte de los recursos alimenticios disponi-
bles. La adquisición de nuevos hábitos alimentarios y el cambio sufrido en las últimas
décadas tiene que ver con factores socio-culturales y socio-cognitivos como los estilos de
vida, la incorporación de la mujer al mundo laboral, los cambios en la composición fami-
liar, el cambio de la estructura económica, el mayor poder adquisitivo, la gran oferta de
alimentos, la globalización de mercados, la creación de nuevas industrias y nuevas tec-
nologías alimentarias y el aumento en el mercado de productos emergentes o innova-
dores, que cada día son más consumidos en nuestra sociedad.
B ASES
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Hemos cambiado también los horarios y las frecuencias de las comidas, dando paso a
cambios relacionados con el valor que tenían los alimentos en la sociedad. Hasta hace
poco, el consumo de carne estaba relacionado con el prestigio social y las legumbres y
el pan con clases de bajo nivel económico. Sin embargo, estos alimentos han cambia-
do su valor y prestigio y las nuevas tendencias van hacia un consumo más racional de
carne y un aumento del consumo de vegetales, especialmente las legumbres, calificán-
dose éstos como “comida sana”, aumentando su prestigio social.
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Existen numerosas presiones económicas y políticas para que los comportamientos ali-
mentarios de las poblaciones industrializadas confluyan y se asemejen cada vez más entre
sí, aunque en respuesta a estas presiones han surgido grupos que reivindican la cocina
regional y autóctona, ya que las cocinas tradicionales habían perdido su identidad. Los
sistemas de producción diversificados han dado paso a otros hiperespecializados e hiper-
homogeneizados. Los alimentos que se encuentran en los supermercados son los mis-
mos de una comarca a otra, de una región a otra y de un país a otro. En las socieda-
des industrializadas, los campesinos obtienen los alimentos en los mismos lugares que
el resto de la población, perdiéndose así la identidad de los pueblos en sus paisajes, en
su cocina y en su abastecimiento.
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En una sociedad donde nos interesa y nos preocupa, quizás con exceso, la salud y don-
de el consumo de fármacos es elevado, en muchas ocasiones los pacientes son inca-
paces de cumplir una prescripción dietética, aun suponiendo un gran riesgo para su salud.
Es muy difícil inculcar hábitos saludables en materia alimentaria y que se instauren en la
población, pues aunque se comprende la importancia de las recomendaciones y las reper-
cusiones que tienen en nuestro estado de salud y se conocen los riesgos, no es posible
incitar a alguien a seguir una dieta, si no puede disponer fácilmente y a un precio ase-
quible para su economía los alimentos que se le prescriben.
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vicio de la industria que del consumidor, hasta el punto que los intereses de la industria
no son compatibles con los intereses de los consumidores.
De acuerdo con los cambios en el estilo de vida, también han aumentado de forma con-
siderable el consumo de platos preparados. Aunque no pueda asegurarse de modo gene-
ral, la población española suele ser
amante de la buena mesa y con una die-
ta abundante y rica en calorías. Las car- Tabla 2. Recomendaciones FAO/OMS
nes, pescados y huevos forman parte de
Disminución en el consumo de carne
sus menús habituales, sin embargo el
consumo de legumbres y verduras es más Aumento en el consumo de pescado
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que actualmente parece que tiende a ser algo más ligera. Teniendo en cuenta que la hora
de acostarse suele ser entre las 23 y 24 horas, con una cena copiosa el sueño es intran-
quilo y no muy reparador. Es importante saber que el llamado "sistema europeo" es mucho
más razonable. Consiste en lo que se reseña en la Tabla 3.
El ejercicio físico moderado es importante para mantener el peso deseable. Como media,
la población española permanece entre 8 y 9 horas al día sentada. El 66% no realiza
ninguna actividad física y, por ello, se recomienda disminuir el consumo de alimentos a
partir de los 45 años o bien aumentar el ejercicio físico moderado. El ajuste entre ali-
mentación y ejercicio físico moderado ha de permitir mantener individualmente el peso
adecuado.
El consumo de hidratos de carbono es bajo. Por su parte, los alimentos dulces se con-
sumen más de lo que sería recomendable. Para alcanzar las recomendaciones interna-
cionales se debe aumentar el consumo de cereales, pan, patatas, legumbres y cereales
integrales. Un 41% de la población está consumiendo más cantidad de la recomenda-
da de alimentos ricos en glúcidos simples.
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ta. Para evitar los déficit vitamínico/minerales es recomendable el consumo de dos racio-
nes de verdura y dos piezas de fruta.
Otro estudio relativo a los hábitos alimentarios de los inmigrantes en España (“Los hábi-
tos alimentarios de los inmigrantes en España”. Estudio realizado por la Subdirección Gene-
ral de Industria, Comercialización y Distribución Agroalimentaria. Dirección General de Indus-
tria Agroalimentaria y Alimentación. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Fuente
de datos referenciada: Instituto Nacional de Estadística. 2003. Estudio realizado por ACNIEL-
SEN), indica que en cinco años los inmigrantes han pasado del 1,6% de la población espa-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
ñola, a ser más del 6,2%, formando una sociedad en la que van integrándose nuevas
culturas y formas de vida, cada una con sus diferentes hábitos y costumbres.
España es el país de la Unión Europea que más inmigrantes ha acogido en el año 2003
(35,3%), procedentes mayoritariamente de América Central y del Sur, África y Países del
Este. La inmigración contribuye al crecimiento y rejuvenecimiento de la población espa-
ñola. Suponen un mayor número de consumidores con nuevas demandas a las que es
preciso dar respuesta.
• Las exigencias de los inmigrantes sobre los productos alimenticios son simila-
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En general, los hábitos alimentarios de la población deberían modificarse hacia una ali-
mentación basada en la dieta mediterránea (Ver Tabla 4).
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La utilización nutritiva de los alimentos por el organismo tiene lugar a través de procesos
de ingestión, digestión, absorción y transformación de los alimentos para su asimilación.
Los nutrientes son aquellos elementos básicos de la dieta que pueden ser utilizados como
material energético por el organismo para la producción de calor, movimiento, como
material plástico para crecimiento, regeneración, recambio, reproducción o como sus-
tancias moduladoras necesarias para regular la producción de energía, procesos de cre-
cimiento y síntesis. El ser humano está renovando continuamente sus estructuras cor-
porales a un ritmo diferente según las distintas etapas de la vida. Para hacer frente a esta
renovación es necesario ingerir unos nutrientes en cantidad y, en muchos casos, en cali-
dad suficiente para evitar trastornos de la salud.
Macronutrientes Estructuras
Las células del organismo obtienen la energía y los componentes estructurales a partir
de los alimentos mediante un conjunto de procesos físico-químicos llamado "metabolis-
mo", consistente en el conjunto de reacciones químicas que efectúan constantemente
las células de los seres vivos. Engloba dos tipos de procesos: el de síntesis de sustancias
complejas a partir de otras más simples, que recibe el nombre de anabolismo, y el de
degradación de las moléculas complejas con el fin de obtener energía, también cono-
cido como catabolismo:
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mico, permitiendo una constancia en los componentes celulares según las necesidades
del organismo y sobre la base de la existencia de un mecanismo de regulación que exi-
ge la intervención de varios sistemas, como el nervioso y el endocrino, y la interven-
ción de varios nutrientes, como proteínas de función enzimática vitaminas y minerales.
Las reacciones metabólicas están catabolizadas por enzimas que a su vez se regulan
por acción de las hormonas.
De los nutrientes que han atravesado la pared intestinal, los que son solubles en agua,
como azúcares y aminoácidos, son recogidos por la sangre y llevados hasta el hígado
por la vena porta. Las grasas entran en el sistema linfático y a través del conducto torá-
cico alcanzan el torrente circulatorio. El hígado es el principal centro de distribución y
transformación de nutrientes, que a partir de él seguirán diferentes destinos metabó-
licos.
Los fines básicos de la nutrición son: aportar la energía necesaria para que se manten-
ga la integridad y el perfecto funcionamiento de las estructuras corporales, proporcio-
B ASES
nar los materiales necesarios para la formación de estas estructuras y suministrar las sus-
tancias necesarias para regular el metabolismo.
Buena alimentación
El principal objetivo de una buena alimentación debe ser el de conseguir una correcta
nutrición, con el fin de alcanzar o mantener el estado de salud y bienestar. Tiene que
basarse en una adecuada ingestión de nutrientes a través de dietas equilibradas, lo que
va a permitir el buen funcionamiento del organismo incidiendo, por tanto, en la salud
y en la calidad de vida de los individuos.
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Las ventajas de una buena alimentación pueden resumirse en (Ver Tabla 5):
• Previene el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes mellitus
tipo II, la hiperlipidemia exógena, la enfermedad cardiovascular y algunos tipos
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
de cánceres.
• Disminuye la morbimortalidad.
• Contribuye al desarrollo físico y al crecimiento, el cual es un proceso complejo
y altamente integrado que se ha definido como el aumento del número o tama-
ño de unidades metabólicas (células). Este proceso depende de factores como
la herencia genética, agentes ambientales, la nutrición, el balance neuroendo-
crino y situaciones fisiopatológicas. Por tanto, el control del crecimiento depen-
de de la dieta que aporta el material energético y estructural necesario para la
formación de unidades metabólicas.
• Influye positivamente en la reproducción.
• Mejora el rendimiento físico e intelectual.
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Las funciones vitales del organismo requieren un determinado gasto energético que debe
ser compensado por los alimentos y bebidas de la dieta. Las necesidades energéticas se
definen, por tanto, como la cantidad de energía necesaria para mantener la salud, el
crecimiento y un nivel adecuado de actividad física. En situaciones de equilibrio es el pro-
pio organismo el que ajusta el gasto y la ingesta a través de mecanismos endocrinos e
hipotálamo-hipofisiarios, que regulan con gran precisión el apetito, y corresponde a las
condiciones óptimas de salud, evitando grandes fluctuaciones en el peso a lo largo del
tiempo y previniendo así la obesidad y la desnutrición.
Las células del organismo obtienen la energía y los componentes estructurales a partir
de alimentos mediante un conjunto altamente integrado de procesos físico-químicos que
reciben el nombre de metabolismo. Los términos anabolismo y catabolismo hacen refe-
B ASES
Todas estas reacciones se dan de forma integrada en el tiempo y espacio, lo que impli-
ca que las rutas de síntesis y degradación se encuentran en una situación de equilibrio
dinámico, permitiendo una constancia en los componentes celulares. El metabolismo requie-
re una regulación precisa por parte de enzimas y vitaminas.
Los procesos de obtención y almacenamiento de energía ocurren por la oxidación de los nutrien-
tes contenidos en los alimentos, gracias a una serie de reacciones de carácter degradativo de
los glúcidos (glucólisis), lípidos (lipólisis) y proteínas (proteolisis), que concluyen con produc-
ción de anhídrido carbónico, agua y calorías a través del ciclo del ácido cítrico y en los que
también participan ciertos minerales y vitaminas. La energía obtenida a partir de los alimen-
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Los alimentos necesitan transformarse para que el organismo pueda aprovechar las sus-
tancias nutritivas que contienen. Los procesos íntimos de la nutrición se realizan en el
interior de las células de todos los tejidos. Las sustancias nutritivas sufren una serie de
pasos o de transformaciones que se conocen, como ya se ha dicho anteriormente, con
el nombre de “metabolismo”.
Los proceso metabólicos nutritivos son fundamentalmente tres: digestión, absorción intes-
tinal y utilización o metabolismo propiamente dicho.
Digestión
La glucosa, los aminoácidos y los ácidos grasos van a ser el material final (listo para ser
absorbido en el intestino) de la degradacion por digestión de los principios inmediatos
contenidos en los alimentos. Los fermentos digestivos juegan un papel importante en absor-
ción de minerales y vitaminas, las liposolubles se absorben junto con los ácidos grasos.
Absorción intestinal
Se lleva a cabo a través de la mucosa del intestino delgado, pasando las sustancias nutri-
tivas a la sangre. Representa un fenómeno activo en el cual el organismo regula la absor-
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ción de las sustancias nutritivas con arreglo a sus necesidades. La absorción es un paso
importante en la utilización de dichas sustancias y algunos trastornos o enfermedades
se deben a una absorción defectuosa de ellas en el intestino.
Una vez absorbidas, circulan por la sangre, pudiendo tener distintos destinos en el orga-
nismo:
• El primero es el de ser quemadas, sobre todo los HC y las grasas, liberándose la
energía contenida en ellas y eliminándose sus productos de degradación en for-
ma de agua por la orina, sudor, etc., y de anhídrido carbónico por la respiración.
• En segundo lugar, pueden pasar a formar parte de aquellos tejidos u órganos
para los que son necesarios, como es el caso de los minerales y las vitaminas
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que, aunque no tienen ningun valor energético, entran a formar parte de aque-
llas moléculas complejas que le son indispensables al organismo para vivir (fer-
mentos, hormonas, pigmentos, etc.). Asimismo, los aminoácidos son un ejem-
plo especial de síntesis de proteínas propias del ser vivo a expensas de elementos
absorbidos procedentes de los alimentos.
• En tercer lugar pueden almacenarse, aumentando así el organismo sus reser-
vas. Un exceso de grasas se almacena debajo de la piel, la glucosa se almace-
na en el hígado en forma de glucógeno, el calcio se deposita en los huesos y
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
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energía para mantener su temperatura corporal constante, para atender al trabajo de sus
órganos y glándulas (corazón, pulmones, riñones, etc.), para crecer en cierta época de lavi-
da o reponer el desgaste diario de sus tejidos y para hacer un esfuerzo muscular.
Todos estos procesos consumen energía, bien en forma de energía térmica (regulación
de la temperatura), mecánica (actividad de órganos internos o muscular) o química (cre-
cimiento y desgaste). Esta energía se obtiene de la energía química contenida en los ali-
mentos. La energía bruta de un alimento depende de su contenido en nutrientes ener-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
géticos y puede determinarse a partir de una bomba calorimétrica, que cuantifica el calor
producido por la combustión de los nutrientes en presencia de oxígeno. Los hidratos de
carbono, las grasas, las proteínas de la dieta y el alcohol de las bebidas suministran al
organismo la energía asociada a sus enlaces químicos:
Cuando las sustancias nutritivas son oxidadas, quemadas en el cuerpo de los seres vivos
ocurren dos fenómenos:
• Que las proteínas, en su utilización fisiológica, no son quemadas totalmente sino
que se elimina por la orina en forma de urea, producto final que aún contiene
energía, es decir su utilización energética no es completa. Sin embargo, en las
grasas y los hidratos de carbono su uso energético es total.
• Que la utilización en el aparato digestivo no es total, perdiéndose parte con las
heces, ya que sólo se absorbe el 92% de las proteínas, el 95% de las grasas y
el 97% de los hidratos de carbono. En estos casos se emplea el concepto de
Energía Digestible aparente (DE), definido como la energía bruta menos la ener-
gía fecal (valor calórico de nutrientes no absorbidos y perdidos en las heces).
Por tanto, entre las calorías brutas o valores de combustión de los principios inmediatos
y las calorías netas o valor calórico fisiológico se establecen unos factores de corrección
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de los datos anteriores: la estimación del valor energético de los nutrientes desde el pun-
to de vista nutritivo debe considerar la fracción digestible en el alimento, es decir, la pér-
dida en las heces y las pérdidas de energía en orina, por lo que se establecen valores
fisiológicos de combustión o energía metabolizable.
9,4 x 95
Grasas 9 kcal/g
100
5,65 x 92
Proteínas 4 kcal/g
100
Los componentes del gasto energético que van a definir los requerimientos energéticos
B ASES
Cuando un sujeto está en completo reposo y no desarrolla trabajo físico, se requiere ener-
gía para la actividad de los órganos internos. Esta energía se denomina “metabolismo
basal” y también “metabolismo de reposo”.
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El metabolismo basal (MB) o energía basal es aquella fracción del gasto energético destina-
da al mantenimiento de las funciones vitales, que se emplea fundamentalmente en proce-
sos de transporte activo y participa en diversas funciones como la cardiorrespiratoria, la excre-
tora, el mantenimiento de la temperatura corporal, el mantenimiento del tono muscular, así
como en los procesos de síntesis de las biomoléculas. La medición del metabolismo por calo-
rimetría se debe realizar en la persona despierta y en reposo, tras un periodo de ayuno entre
8-12 horas y en condiciones ambientales adecuadas, expresándose en kcal/24 horas.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Factores individuales
50 kg y el otro 100 kg. El simple hecho de tener que mover su propia masa corporal hace
que el segundo realice un mayor consumo energético. El metabolismo puede calcularse
a partir de esta fórmula sencilla en la que el peso se multiplica por una constante:
Ejemplos
• Hombre de 45 años, peso 75 kg y mide 182 cm. Las necesidades enegérticas
para el metabolismo basal corresponden a 1.800 kcal/día.
• Mujer de 35 años, peso 55 kg y mide 160 cm. Las necesidades energéticas para
el metabolismo basal corresponden a 1.265 kcal/día.
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
Otra manera de calcular las necesidades energéticas para el metabolismo basal es median-
te la Ecuación de Harris-Benedict:
Ecuación de Harris-Benedict
MB (kcal/día varón) = 66 + 13,7 x (peso en kg) + 5 x (altura en cm) - 6,8 x (edad en
años)
MB (kcal/día mujer) = 655 + 9,6 x (peso en kg) + (1,7 x (altura en cm) - 4,7 x (edad en
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
años)
Con esta fórmula el resultado tiene en cuenta la edad, el peso y la talla, por lo que es
una fórmula más exacta.
Edad y sexo
El consumo de energía de los adultos cambia con la edad y el metabolismo basal
disminuye lentamente a partir de los 20 años. Este declinar con la edad es debi-
do en gran parte a una reducción en la proporción de los tejidos metabólicamente
activos:
• Cambios en el peso o en la composicion del cuerpo.
• Disminución de la actividad física.
• Aumento de la incidencia de enfermedades.
Ejemplo
• Mujer de 60 años y 55 kg = 2.290 kcal/día
Dado que tiene 60 años, hay que restarle un 10% (229) = 2.290 - 229 =
2.061 kcal/día
La disminución de las necesidades de calorías con la edad sobre la tasa metabólica basal
será:
36-45 años 5%
46-55 años 10%
56-65 años 15%
66-75 años 20%
> 75 años 25%
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
En las mujeres lactantes las necesidades calóricas aumentan en unas 750 kcal/día. La
relación entre el peso corporal y el consumo calórico no es linealmente proporcional,
viene dada por la siguiente fórmula:
Ejemplo
Calcular las necesidades energéticas diarias sin tener en cuenta el grado de actividad:
mujer embarazada (primer trimestre de gestación), 30 años y 65 kg.
• Mujer 30 años 65 kg de peso = 23 x 65 + 150 = 1.645 kcal/día para el meta-
bolismo basal
Factores ambientales
En los animales de sangre caliente la mayor parte del metabolismo basal se utiliza para
el mantenimiento de la temperatura corporal y varía en sentido contrario a la tempera-
tura ambiente. La exposición al frío aumenta el metabolismo. La exposición al calor duran-
te poco tiempo tiene un mínimo efecto sobre el metabolismo, ya que la compensación
se efectúa principalmente aumentando las pérdidas calóricas. La exposicion al frío aumen-
ta el metabolismo. Por consiguiente, hay un incremento de la producción de calor que
contribuye a mantener la temperatura del cuerpo.
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
La alimentación
La ingesta de alimentos aumenta la tasa de consumo de oxígeno. A esto se le denomi-
na “trabajo de digestión”. Tal efecto estimulante del metabolismo es lo que se conoce
como la Acción Dinámico Específica (ADE), también llamado por otros autores termo-
génesis o aumento de metabolismo energético después de una comida de cualquier natu-
raleza. Las calorías necesarias para la ADE, o efecto térmico de los alimentos (aumento
de la producción de calor después de una comida), corresponde a un gasto energético
entre un 6% y 10% de las calorías consumidas. Este porcentaje se calcula como media
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
para una dieta equilibrada. No incluye el gasto calórico digestivo. Este efecto térmico es
primordial para el mantenimiento del peso corporal. La habilidad para desprenderse de
las calorías consumidas con exceso constituirían termodinámicamente la explicación de
cómo algunos comilones permanecen delgados (relacionado con la termogénesis) y cómo
hay obesos que dicen que comen poco.
El cálculo calórico directo se realiza teniendo en cuenta el tipo de actividad física que se
lleva a cabo y el gasto para el metabolismo basal. Las calorías necesarias para el META-
BOLISMO BASAL + la ACTIVIDAD FÍSICA o ejercicio, vienen dadas por las siguientes fór-
mulas:
33
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
Edad kcal
NIÑOS INFANCIA
1 820
1a3 1.360
4a6 1.830
7a9 2.190
34
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
Edad kcal
ADOLESCENTES CHICOS
10 a 12 2.600
13 a 15 2.900
16 a 19 3.070
ADOLESCENTES CHICAS
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
10 a 12 2.350
13 a 15 2.490
ADULTOS
16 a 19 2.310
VARÓN 3.000
MUJER 2.300
Peso ideal
35
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
SUSTANCIAS NUTRITIVAS
Ejemplo
Para una dieta de 2.000 kcal la distribución será:
1. Hidratos de carbono, 55% de 2.000 kcal =1.100 kcal
B ASES
Dividido entre 4 kcal (que son las kcal/g de HC), dan como resultado los gra-
mos aconsejados en la dieta: 275 g de hidratos de carbono.
2. Proteína, 15% de 2.000 kcal = 300 kcal.
Dividido entre 4 kcal (que son las kcal/g de las proteínas), dan como resultado
los gramos aconsejados en la dieta: 75 g de proteínas.
3. Grasas, 30% de 2.000 kcal = 600 kcal.
Dividido entre 9 kcal (que son las kcal/g de las grasas), dan como resultado los
gramos aconsejados en la dieta: 66 g de grasas.
Los patrones manejados en la actualidad son muy variables: unos expresan la mínima
cantidad de un determinado elemento que debe contener la dieta para evitar la apari-
36
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD III
cion de una enfermedad carencial. Otros, son cifras óptimas que cubren no sólo ese ries-
go, sino que recomiendan un exceso de aporte. Y, por último, lo definen como reco-
mendaciones de aquellas cantidades de sustancias nutritivas que, cubriendo las necesi-
dades mínimas, añaden un margen prudencial con el cual se mantiene una buena salud
y una buena capacidad de trabajo.
Existen tres términos en nutrición que no tienen que confundirse y han de tenerse en
cuenta:
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
En resumen, decir que a expensas de los alimentos naturales las personas tienen que
elaborar su propia dieta y, con ella, alimentarse. Una vez que los alimentos ingresan en
el aparato digestivo, las sustancias nutritivas existentes en ellos se transforman merced
al proceso de la digestión en compuestos más sencillos que, absorbidos en el intestino,
pasan a la sangre y circulan por todos los tejidos del cuerpo. Allí son utilizados o meta-
bolizados, proporcionando calorías, formando nuevos tejidos o ciertos compuestos esen-
ciales (fermentos, hormonas), almacenándose como reservas o transformándose unos
en otros cuando esto no es posible.
B ASES
37
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
3. NECESIDADES DE PRINCIPIOS
INMEDIATOS
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Hay cinco categorías de nutrientes: hidratos de carbono, lípidos o grasas, proteínas, minerales
y vitaminas. Los tres primeros se conocen como macronutrientes o nutrientes mayoritarios y
son los que en mayor cantidad deben ser aportados a través de la dieta. Los minerales y las
vitaminas se denominan micronutrientes, ya que tienen que ser aportados en menor cantidad.
Entre los minerales se pueden distinguir dos grupos: los macrominerales o elementos mayo-
ritarios, que hacen referencia a los que necesitan ser incorporados en mayor cantidad
en la dieta con el fin de cubrir los requerimientos corporales y los micronutrientes o ele-
mentos traza, que han de ser aportados en menor cantidad, dado que sus requerimientos
por parte del organismo son menores.
Los alimentos tienen también sustancias que el organismo no puede digerir. Estas sus-
tancias no se absorben prácticamente en el intestino y reciben el nombre de residuo o
B ASES
Las funciones que de forma general tienen los cinco nutrientes se reflejan en la Tabla 1.
38
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Con dicha tasa mínima se frena el catabolismo proteico y la lipólisis por lo que no se pro-
B ASES
duce glucosa a expensas de las proteínas y no aparece cetosis. En consecuencia los car-
bohidratos tienen un efecto ahorrador de nitrógeno y son anticetógeno. Los tejidos requie-
ren gran cantidad diaria de glucosa constante en sus reacciones metabólicas, pero existen
escasas reservas orgánicas de HC (aproximadamente 160 g como glucógeno hepático y
muscular) para las necesidades diarias requeridas para el organismo. Así, por ejemplo, el
encéfalo necesita unos 120 g de glucosa/día como sustrato energético imprescindible.
39
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
También tiene una función de reserva, ya que existe un almacenamiento de glucosa en for-
ma de glucógeno en el hígado y en el músculo, constituye la fuente productora de gluco-
sa en situaciones de ayuno, aunque de manera limitada ya que requiere mucha agua para
almacenarse y no es posible almacenar mucho más de 300 g cantidad que sirve únicamente
para las primeras 10 ó 15 horas. El exceso de hidratos de carbono que no se han utilizado
como energía se almacena en forma de grasa, lo cual puede ser causa de obesidad.
Por otra parte, estudios epidemiológicos han señalado que poblaciones que consumen
mayor cantidad de fibra vegetal muestran menor tendencia a padecer ciertas afeccio-
nes digestivas, cardiovasculares y metabólicas. También estos estudios relacionan una mayor
incidencia de diabetes, obesidad o colelitiasis en poblaciones que incluyen en su ali-
mentación tasas elevadas de azúcares y harinas refinados.
Carbohidratos de la alimentación
Los glúcidos o hidratos de carbono son compuestos orgánicos constituidos por carbo-
no, hidrogeno y oxígeno, estando los dos últimos en la misma proporción que en el agua,
de ahí su nombre. Sólo las hexosas (6 átomos de carbono), pentosas (5 átomos de car-
bono) y sus polímeros, tienen una función importante en la nutrición. Constituyen la fuen-
te de energía más importante, de fácil utilización y bajo coste por abundar en la natu-
raleza formando parte del reino vegetal. Según su constitución química se dividen en:
Monosacáridos:
Hexosas:
B ASES
Pentosas:
• Ribosa. No se encuentra en forma libre en los alimentos.
• Xilosa.
• Arabinosa.
Disacáridos (oligosacáridos):
• Sacarosa.
• Lactosa. Caña de azúcar y remolacha, azúcar de la leche, sobre-
• Maltosa. cocción del almidón.
40
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Polisacáridos:
Digeribles: Cereales, legumbres, frutos secos, tubérculos, carnes y pes-
• Almidón y dextrinas. cados.
• Glucógeno.
Parcialmente digeribles:
• Fibra:
– Celulosa. Tallos de las hojas de los cereales, cubierta de cereales, fru-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Lactosa
DISACÁRIDOS
Sacarosa
Maltosa
Maltotriosa
CARBOHIDRATOS OLIGOSACÁRIDOS
Rafinosa
Dextrina
Celulosa
B ASES
Hemicelulosa
Fibra Pectinas
GLÚCIDOS POLISACÁRIDOS gomas
Mucilagos
Inulina
Almidón
Glucógeno
Monosacáridos
La glucosa o dextrosa se encuentra en el azúcar y en la miel. Es el producto final de la
hidrólisis de los carbohidratos más complejos. El sistema nervioso central sólo puede uti-
lizar la glucosa como fuente de energía. Se almacena en el hígado y en el músculo en
forma de glucógeno.
41
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Disacáridos
Están formados por dos moléculas de monosacáridos, uno de los cuales es la glucosa y
con pérdida de una molécula de agua. Los principales disacáridos son: sacarosa (glu-
cosa + fructosa), maltosa (glucosa + glucosa) y lactosa (glucosa + galactosa).
Polisacáridos
Resultan de la unión de diversos monosacáridos o de sus derivados. Sus moléculas con-
tienen entre diez y varios miles de monosacáridos. Los más importantes para la vida huma-
na son el almidón, el glucógeno y la celulosa (Ver Tabla 4). El almidón es el polisacárido
de reserva vegetal. Estructuralmente está formado por dos tipos de polisacáridos deriva-
dos de la glucosa: la amilasa y la amilopectina. El almidón es aprovechado al 100% por
los humanos, porque todo organismo sano es capaz de producir un fermento digestivo,
B ASES
42
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
La digestión de los hidratos de carbono comienza en la boca, ya que los alimentos entran
en contacto con la saliva, que contiene una enzima α-amilasa, denominada ptialina, que
participa en la hidrólisis del almidón. Prosigue en el estómago, donde los alimentos son
sometidos a la acción del jugo gástrico, que contiene, entre otras enzimas, una amila-
sa, aunque desempeña un escaso papel en la digestión de los almidones.
Una vez que el quimo pasa al intestino, continúa la digestión de los hidratos de carbo-
no, ya que los entericitos de la mucosa duodenal, sobre todo los que cubren las vello-
sidades intestinales, contienen diversas enzimas digestivas, entre las que se encuentran
cuatro: sacarosa, maltasa, isomaltasa y lactasa, encargadas de degradar los disacáridos
en monosacáridos.
Casi todos los hidratos de carbono se absorben en forma de monosacáridos. Entre ellos,
se encuentran la glucosa, la galactosa y la fructosa. Como consecuencia de la absorción
de los monosacáridos, se eleva la glucemia, lo que produce un aumento de la secreción
pancreática de insulina. Esto hace que la glucosa sobrante sea transportada al hígado
y al músculo, donde se almacena en forma de glucógeno. Este glucógeno se moviliza
en las primeras horas de las situaciones de ayuno. Cuando se agota, las grasas almace-
nadas en el tejido adiposo y ciertos aminoácidos son transformados en glucosa. El exce-
so de glucosa, cuando los depósitos de glucógeno están llenos, se convierte en trigli-
céridos en el hígado y son transportados al tejido adiposo, donde se almacenan en forma
de grasas de reserva.
Los alimentos que no han sido absorbidos en el intestino delgado, son fermentados por
las bacterias de la flora intestinal en el intestino grueso y se convierten en heces.
43
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
La fibra dietética
El concepto y la definición de fibra vegetal no están unánimemente aceptados. Se sue-
le describir como la parte no digerible ni absorbible de muchos alimentos de origen vege-
tal. La fibra está constituida por sustancias de distinta composición química, aunque la
mayor parte de ella son polisacáridos. La definición más empleada ha sido la de “poli-
sacáridos no almidón más lignina”. También se denomina fibra dietética y fibra alimen-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
taria. A pesar de que se podría considerar un componente poco útil porque no aporta
nutrientes y se elimina en las heces, a partir de los años setenta del siglo pasado se han
ido descubriendo propiedades beneficiosas con su uso continuado, habiéndose relacionado
la baja ingesta de fibras con una mayor prevalencia de algunas enfermedades.
La fibra dietética alcanza el colon y es aquí donde realiza sus funciones. La flora bacte-
riana es un complejo ecosistema formado por más de 100 millones de bacterias perte-
necientes a unas 400 especies diferentes. Su composición es variable entre unos indivi-
duos y otros pero muy estable a lo largo de la vida, estimándose que queda establecida
casi de forma definitiva a los dos años de edad.
Los beneficios de la fibra son múltiples (Ver Tabla 5). Cada tipo de sustancias tiene pro-
piedades diferentes en función de su solubilidad en el agua, su viscosidad y su capaci-
dad de fermentar o la posibilidad de que induzcan efectos a nivel sistémico. En gene-
B ASES
ral, la fibra de tipo soluble retrasa el tiempo de tránsito en el estómago (vaciamiento gástrico)
y en el intestino delgado, son rápidamente fermentadas por las bacterias del colon y no
tienen efecto laxante. Las fibras predominantemente insolubles acortan el tiempo de trán-
44
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
sito intestinal, incrementan la masa fecal por lo que tienen efecto laxante, no son fer-
mentadas o lo son muy escasamente.
Las pectinas, betaglucanos o gomas son capaces de formar soluciones altamente viscosas.
Un incremento de la viscosidad del contenido digestivo se ha asociado con un enlenteci-
miento en el vaciamiento gástrico y en la absorción de nutrientes. La fibra tiene una impor-
tante capacidad de retención de agua. A pesar de ello, cuando el volumen y peso total
de las heces se incrementa por la ingesta de fibra, el porcentaje de agua no aumenta nece-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Incrementan los ácidos biliares en heces y algunos autores han considerado que éste era
el principal mecanismo de efecto hipocolesterolemiante de la fibra. Esta interacción de la
fibra con los ácidos biliares y los lípidos puede enlentecer la digestión de los lípidos y su
absorción, al interferir en la formación de micelas. La fibra soluble reduce el colesterol plas-
mático quizás porque los AGCC producidos por las bacterias colónicas podrían bloquear
la síntesis del colesterol en el hígado.
La fibra tiene una carga iónica negativa y, debido a ello, actúa como un potente quelante de
los iones cargados positivamente, por lo que la absorción de algunos cationes como el calcio,
zinc, hierro, fósforo y magnesio puede verse disminuida. Sin embargo, con ingesta inferior a
50 g de fibra/día es prácticamente imposible que aparezcan carencias de estos nutrientes.
Ambos tipos de fibras (soluble e insoluble) contribuyen a aumentar el bolo fecal, absorbiendo
agua y añadiendo el material no digerido (Ver Tabla 6). Normaliza el tiempo de tránsito
intestinal en el tratamiento del estreñimiento. La falta de fibra se ha relacionado con la géne-
sis del cáncer de colon (Ver Tabla 7). Se ha propuesto que el beneficio de la misma guar-
da relación con la reducción del tiempo de exposición a cancerígenos, siendo preciso ade-
más contemplar el aporte que estas sustancias hacen de vitaminas. La fibra soluble ejerce
un efecto hipoglucémico por retrasar el vaciamiento gástrico, acortamiento del periodo del
tránsito intestinal y disminución de la absorción de glucosa. También enlentece la hidróli-
sis del almidón.
45
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Intraluminal Intraabdominal
Enf. diverticular del colon Hemorroides
Apendicitis Hernia de hiato
Cáncer de colon Varices
Obesidad
Colelitiasis
Aterosclerosis
Diabetes mellitus
B ASES
celulosa se encuentra en los mismos alimentos que la celulosa, así como en distintas fru-
tas. La lignina forma la parte más fibrosa de los vegetales. Se encuentra en distintas ver-
duras y hortalizas (acelgas, col, lechuga) y también en ciertas frutas como la piña. Las pec-
tinas están presentes en frutas como la manzana, la naranja y el limón. En los cítricos abunda
en la capa blanquecina existente entre la cáscara y el interior comestible. Las gomas y los
mucílagos se encuentran fundamentalmente en frutas, legumbres, cebada y avena.
46
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
cierta cantidad de carbohidratos son muy recomendables (100-159 g/día), ya que impi-
de la cetosis y la destrucción proteica. Las recomendaciones actuales de organismos inter-
nacionales y nacionales coinciden en que un consumo de hidratos de carbono del 55%
al 60% del valor calórico total, preferiblemente a base de alimentos con alto contenido
en polisacáridos complejos y fibra, es beneficioso para la salud.
recomendada de fibra oscila entre 20 y 35 g/día, formada por fibra soluble e insoluble
(Ver Tabla 8).
INSOLUBLE
Celulosa Hemicelulosa Lignina
Harina de trigo Salvado Vegetales maduros
Salvado Granos enteros Trigo
Vegetales Frutas con semillas
comestibles (fresas)
SOLUBLE
Gomas
Avenas
Legumbres
Guar
Cebada
Pectina
Manzanas
B ASES
Frutas cítricas
Fresas
LÍPIDOS O GRASAS
Los lípidos forman parte del tejido adiposo, el cual se localiza debajo de la piel y alre-
dedor de los órganos internos. Representan entre un 13% y un 25% del peso corporal
medio de hombres y mujeres respectivamente. Engloban una serie de compuestos que
comparten una característica común: ser insolubles en agua y solubles en disolventes
orgánicos (éter, cloroformo), así como la de ser la mejor fuente de energía. Es el princi-
47
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
pio inmediato que mayor energía aporta por gramo (un gramo de grasa aporta 9 kcal
al quemarse o 38 kilojulios).
En los alimentos se encuentran fundamentalmente tres tipos de lípidos, que son com-
puestos de estructura química diferente: triglicéridos, fosfolípidos y esteroles (el más impor-
tante desde el punto de vista nutricional es el colesterol). Los triglicéridos constituyen los
lípidos de reserva que se acumulan en el tejido adiposo. Los fosfolípidos y el colesterol
desempeñan una función estructural, puesto que ambos forman parte de membranas
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
celulares.
Los triglicéridos, también llamados triacilglicéridos o grasas neutras, son los más abun-
dantes en la dieta y constituyen entre el 95-98% de los lípidos totales, representando el
90% de los lípidos presentes en el organismo. Están formados por la unión de una molé-
cula de glicerol con tres moléculas de ácidos grasos. El tipo de ácido graso y la posición
que ocupa en la molécula de glicerol determina la mayoría de las propiedades de los tri-
glicéridos.
Los fosfolípidos son el segundo componente lipídico más importante del organismo.
Forman parte de las membranas celulares, así como de las lipoproteínas que circulan
por la sangre y contienen dos moléculas de ácidos grasos unidas a un esqueleto de
glicerol y un grupo fosfato. Las membranas celulares están formadas por dos capas
de fosfolípidos, disposición que se conoce con el nombre de bicapa lipídica. Entre los
fosfolípidos destacan la lecitina o fosfatidilcolina, el fosfatidil-inositol y la fosfotidil-eta-
nolamina.
Su estructura básica está compuesta por cuatro anillos y una cadena hidrocarbona-
da ramificada de 8 átomos de carbono. Uno de los anillos puede unirse a un ácido
B ASES
graso, de manera que se forman los llamados esteres de colesterol que representa
entre el 10 y 15% del colesterol presente en los alimentos. El organismo sintetiza coles-
terol en diversos tejidos, realizándose en el hígado la producción más importante. El
50% del colesterol presente en la luz intestinal es de origen hepático y, en condicio-
nes fisiológicas, si el aporte procedente de la dieta es elevado el organismo dismi-
nuye su síntesis.
48
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
te con la dieta, siendo por tanto esenciales para el organismo. Básicamente realizan tres
funciones:
• Función energética: son eficientes almacenes de reserva energética y nos pro-
tegen del frío actuando como aislante térmico, ejerciendo una importante fun-
ción termorreguladora. Aportan 9 kcal/g al ser quemadas.
• Los fosfolípidos son materiales estructurales que se encuentran formando par-
te de las membranas biológicas junto con las proteínas, participando activa-
mente en diversos aspectos de la biología celular como la síntesis de nuevas
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
49
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
bólica en pacientes que desarrollarán metabolopatías o una diabetes tipo II. Pueden ser
marcadores de una resistencia a la insulina inminente, lo que representa un fuerte fac-
tor de riesgo cardiovascular.
Todo esto equivale a confirmar que la dieta de los madrileños contiene generalmente
B ASES
un exceso de grasa. Bien es cierto que el uso privilegiado que el español medio hace
de aceites y grasa vegetales, las frutas y verduras, hacen que la dieta sea bastante equi-
librada y correcta.
Sin embargo, las tasas en España de mortalidad por enfermedades cardiovasculares han
aumentado. Ello hace pensar que es necesario actuar con una adecuada información
alimentaria y nutricional sobre la población que se ve bombardeada por la publicidad
que le incita al consumo de productos ricos en grasas saturadas y/o colesterol, aban-
donando los hábitos tradicionales “sanos” de la dieta mediterránea de la población espa-
ñola. Es especialmente preocupante que los dulces industriales para niños presenten tasas
elevadísimas de colesterol.
50
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
grasos habituales, así como su función nutritiva. Según su composición química, los lípi-
dos constituyen un grupo químico heterogéneo cuya característica físico-química fun-
damental es el de ser solubles en disolventes orgánicos e insolubles en agua: triglicéri-
dos, fosfolípidos y colesterol, los cuales tienen un componente común que son los ácidos
grasos.
Los ácidos grasos son cadenas de hidrocarburos formados por átomos de carbono e hidró-
geno, que terminan con un grupo carboxilo (-COOH) en un extremo de la cadena y un
grupo metilo (CH3) en el otro. Los ácidos grasos se diferencian en el número de sus cade-
nas, en la presencia o ausencia de dobles enlaces y en la posición de estos dobles enla-
ces en la cadena. Según la longitud de la cadena hidrocarbonada los ácidos grasos pue-
den ser de cadena corta (4-6 átomos de carbono), de cadena media (8-12 átomos de
carbono), de cadena larga (14-20 átomos de carbono) y de cadena muy larga (22 o más
átomos). Según el grado de saturación de la cadena hidrocarbonada, los ácidos grasos
pueden ser saturados, monoinsaturados, poliinsaturados.
minuye el colesterol- LDL o fracción aterogénica del colesterol. Es el ácido graso más car-
diosaludable. El principal alimento en el que se encuentra es el aceite de oliva.
51
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Los omega-3 o la n-3 (PUFA). Son grasas procedentes de pescados azules. Se conside-
ran ácidos grasos esenciales porque no pueden ser sintetizados por el organismo. Sus
componentes fundamentales son:
• Ácido ecosapentanoico (EPA).
• Ácido decosahexanoico (DHA).
El efecto más constante de estas grasas es sobre los lípidos sanguíneos, disminuyendo
los triglicéridos plasmáticos. Se encuentran en aceites de pescados grasos o azules (sar-
dina, atún, arenque, etc.) y en algunos alimentos enriquecidos. Su consumo previene
patologías cardiovasculares (Ver Tabla 10), enfermedades inflamatorias, enfermedades
de la piel y cáncer (Ver Tablas 11 y 12). Tiene especial importancia en determinados momen-
tos del ciclo vital: embarazo, lactancia, lactantes y niños pequeños (Ver Tabla 13).
Tabla 10. Efectos saludables de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 sobre
la prevención de enfermedades cardiovasculares
Perfil lipídico favorable
Reducción de la presión arterial
Aumento de la vasodilatación arterial
Disminución de las trombosis
Prevención de la arritmia y muerte súbita
B ASES
Tabla 11. Efectos saludables de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 sobre
la prevención de enfermedades inflamatorias y de la piel
• Reduce la sintomatología de enfermedades • Mejora la función pulmonar
inflamatorias:
– Enfermedad de Crohn
• Protege el pulmón de enfermedades
inflamatorias
– Enfermedad inflamatoria intestinal
– Colitis ulcerosa
• Menor prevalencia de asma
– Artritis reumatoide
– Osteoartritis • Menor prevalencia de eczema
– Asma
– Neumonía bacteriana y viral • Mejora de la psoriasis
52
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Tabla 12. Efectos saludables de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 sobre la pre-
vención de cáncer y contribución a la reducción de sus efectos
Reduce el crecimiento de células cancerígenas humanas
Contribuye a recuperar el sistema inmune en distintos tipos de cáncer
Contribuye a reducir el riesgo de metástasis
Disminuye la dosis y tiempo de quimioterapia
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Tabla 13. Efectos saludables de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 durante el
embarazo y la lactancia
Gestación:
• Disminuye el riesgo de desarrollar hipertensión asociada al embarazo
• Esencial para el desarrollo neurológico del feto
• Esencial para el desarrollo del tejido nervioso del feto en el tercer trimestre de
embarazo
Recién nacido de bajo peso:
• Efectos positivos sobre la maduración sensorial y el neurodesarrollo
• Reparación intestinal que sigue a un estado de malnutrición proteico-energética
• Mejora el crecimiento
• Mejora las funciones posturales, motoras y sociales
• Efectos positivos en el desarrollo mental
• Mejora la solución de problemas en niños con retraso del crecimiento
• Aumenta el desarrollo de la agudeza visual
Los omega-6. Grasa procedente de aceites vegetales que tienen efecto hipolipemiante
al disminuir el colesterol total y el LDL-colesterol, aunque mantiene o disminuye el HDL-
colesterol. Sus componentes fundamentales son:
• Ácido linoleico.
• Ácido linolénico.
• Ácido araquidónico.
B ASES
• Ácido palmitoleico.
Los efectos fisiológicos descritos para los omega-6 han sido menores que para los ome-
ga-3, aunque en nutrición artificial se han utilizado como suplemento para tratamientos
53
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
El estómago segrega una lipasa de débil efecto lipolítico, por lo que puede decirse que la
digestión de este principio inmediato se realiza en el duodeno con el trabajo de la lipasa
pancreática, la cual escinde por hidrólisis las grasas neutras en glicerol y ácidos grasos.
Los ácidos grasos y el glicerol absorbidos, serán presintetizados en triglicéridos en las pro-
pias células intestinales, pasando bajo esta forma a los vasos linfáticos y a la circulación
como quilomicrones. Sin embargo, los ácidos grasos de cadena corta (menos de 12 áto-
mos de carbono) se absorben y pasan directamente por la vía portal hacia el hígado,
donde se realiza la parte más importante del metabolismo lipídico, bajo un control fun-
damentalmente endocrino en el que interviene la insulina, las hormonas tiroideas, las
hormonas del crecimiento y la adrenalina.
El colesterol requiere para su absorción la presencia de bilis y ácidos grasos libres, nece-
sarios para emulsionarlos y solubilizarlo.
B ASES
Las vitaminas liposolubles requieren de una eficaz absorción grasa. En general, puede
decirse que las grasas se absorben casi en su totalidad, en proporción que se acerca al
100% en la llamada grasa alimenticia visible, es decir, la incorporada como tal a los ali-
mentos en la cocina o mesa. La grasa no visible, que forma parte de los alimentos de
origen animal, lo hace en una proporción del 95% y cifras menores, entre el 70-90%,
para las grasas que tienen los alimentos de origen vegetal. El tiempo de permanencia
gástrica de los alimentos grasos es de 4 ó 5 horas.
Los triglicéridos alimenticios, que por vía linfática pasan a circulación general en forma
de quilomicrones, van desapareciendo horas después de su absorción, gracias a una enzi-
ma llamada lipoproteinlipasa o factor de aclaramiento, que produce su hidrólisis y su incor-
poración a las células.
54
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
También circulan las grasas bajo la forma de lipoproteínas como forma de transporte des-
de el hígado hasta los diferentes tejidos y como ácidos grasos libres ligados a albúmina
desde el tejido adiposo hacia los tejidos.
Almacenamiento
Se produce en forma de triglicérido en el interior de los adipocitos, constituyendo la reser-
va calórica del organismo. Es la forma de almacenamiento de energía más eficiente, ya
que 1 g de tejido adiposo tiene un valor de 7-8 calorías, mientras que el glucógeno, por
almacenarse con agua y electrolítos, apenas produce 1,5 calorías por gramo. Un adul-
to normal puede tener de 70 a 90.000 calorías almacenadas en forma de grasa, lo que
significa casi dos meses teóricos de alimentación.
Combustión
Se entiende como tal la oxidación completa de los ácidos grasos por los diferentes tejidos
para originar anhídrido carbónico, agua y liberar energía. Para ello, cuando lo requiere el
organismo, se produce una hidrólisis de los TGC almacenados. En situaciones de déficit de
hidrocarbonato, tanto de ingesta (ayuno) como de utilización (diabetes mellitus), el exceso
de unidades de acetil Co-A producida por la lipólisis desencadena un aumento de cuerpos
cetónicos, produciéndose una grave perturbación del medio interno, que es la cetoacidosis.
55
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Los omega-3 no debe ser menor del 8% de las calorías diarias de grasa, lo que corres-
ponde a 1,25 g/día = 0,75 kg de pescado/semana = 4-6 g de aceite de pescado/día.
Fuentes alimentarias
Los diferentes tipos de ácidos grasos se distribuyen de forma específica en los alimentos
de origen animal y vegetal. Los animales terrestres poseen ácido palmítico (grasas satu-
radas) en mayor o menor cantidad como en la carne de cerdo, vacuno o pollo. La leche,
derivados lácticos y mantequilla son también ricos en ácidos grasos saturados, sobre todo
ácidos grasos como el palmítico, láurico y mirístico, que son considerados como atero-
génicos porque aumentan el colesterol plasmático (Ver Tablas 14 y 15).
Embutidos 80
Pescado azul 80
Pato, pavo, pollo, conejo 75
Jamón serrano 70
Pescado blanco 69
Galletas María 67
Helados 21
Leche 15
Yogurt 11
Chocolate 10
56
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
LÁCTEOS
Leche de vaca 0,12 1,2 2,37
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
entera
Queso blanco 0,05 0,46 1,01
desnatado
Queso de bola 0,69 7,96 14,93
Queso 0,79 9,14 17,1
manchego
Yogur natural 0,08 0,91 2,03
CARNES
Cerdo (lomo) 2,2 12,9 11,45
Cordero (pierna) 0,9 7,33 9,43
Chorizo 3,49 20,17 17,9
Jamón serrano 4,15 15,6 11,7
Jamón York 2,5 9,5 7,1
Pollo 0,45 1,35 0,99
Pavo 3,13 2,4 3,31
Ternera (bistec) 0,25 5,55 3,4
Ternera 0,2 0,5 0,8
(solomillo)
PESCADOS Y MARISCOS
Anchoas 3,9 2,25 2,45
Atún 3,75 3,7 3,1
Salmón 3 4,6 3
Sardinas 2,28 1,8 2,64
Gallo 0,24 0,28 0,16
B ASES
57
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
PROTEÍNAS
Las proteínas están formadas no sólo por hidrógeno, oxígeno y carbono como los hidra-
tos de carbono y las grasas, sino también por nitrógeno. Además pueden estar forma-
das por hierro, cobalto, fósforo y yodo (tiroxina). Son los componentes claves de todos
los organismos vivientes, constituyen todos los componentes estructurales de las célu-
las, anticuerpos, enzimas y hormonas, siendo además la única forma en la que el que
se repone el nitrógeno. La mayor parte de las proteínas se encuentran en el tejido mus-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
cular y el resto de los tejidos blandos, huesos, dientes, sangre y líquidos orgánicos (moco,
semen, líquido seminal).
Proteínas estructurales
También llamadas “fibrosas”, están integradas por:
• Las fibras del tejido conectivo (colágeno).
B ASES
Las unidades estructurales de las proteínas son los aminoácidos, que unidos en largas
cadenas y combinaciones químicas forman proteínas específicas. Se han reconocido unos
58
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
30 aminoácidos como constituyentes de las proteínas. Las proteínas están formadas por
más de 100 aminoácidos. El orden y la disposición de estos aminoácidos dependen de
un código genético que se encuentra en el interior del núcleo celular. Los aminoácidos
pueden dividirse en dos grandes grupos: aminoácidos esenciales y no esenciales.
Los aminoácidos esenciales son aquéllos que el organismo no sintetiza en cantidad sufi-
ciente. Se llaman “esenciales” o “indispensables", debiendo ser aportados por la dieta,
garantizando así las necesidades de conservación y crecimiento tisular. Los ocho ami-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Existen otros dos: la arginina y la histidina, que son requeridos por los niños durante el
periodo de crecimiento. Los requerimientos de aminoácidos esenciales varían dependiendo
de la actividad a la que son destinados, siendo distintos en la lactancia, en las épocas
del crecimiento o en el mantenimiento de los tejidos.
Los aminoácidos no esenciales son aquéllos que el organismo puede sintetizar en con-
centraciones suficientes para cubrir sus necesidades.
El valor biológico de una proteína viene determinado por dos factores: el número de
aminoácidos esenciales que contiene y la cantidad de cada uno de ellos. Será una pro-
teína completa, es decir, de alto valor biológico, la que tenga todos los aminoácidos esen-
ciales en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades orgánicas. Si a una proteína
le falta algún aminoácido esencial o lo tiene en menor cantidad, su valor biológico se
verá disminuido proporcionalmente. A ese aminoácido que limita el valor biológico de
la proteína se le denomina “aminoácido limitante”.
B ASES
Las proteínas de origen animal son las de mayor valor biológico: las de la leche y hue-
vo son las más completas de todas (caseína, ovo albúmina), siguiéndoles las proteínas
de las vísceras y las de las carnes (músculos y pescados). Las proteínas de origen vege-
tal son en general de menor valor biológico, por existir en ellas una limitación más o
menos intensa del contenido de uno o varios aminoácidos indispensables. Sin embar-
go, la asociación de varias proteínas vegetales, cada una de ellas deficiente en un ami-
noácido distinto, puede lograr “completar” su composición en aminoácidos, resultando
en su conjunto una proteína de alto valor biológico. A esto se le denomina “valor suple-
mentario de las proteínas”.
Así, por ejemplo, el arroz se complementa con lentejas o judías; los cereales pobres en
lisina, suelen complementarse con la leche, que aporta cantidad suficiente de éste ami-
noácido. De esta manera, los requerimientos mínimos en una persona se podrían obte-
ner con cuatro rebanadas de pan y medio litro de leche. Para que esta suplementación
59
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
sea eficaz, es preciso que las diferentes proteínas sean ingeridas simultáneamente, pues
de nada sirve si pasan unas horas entre la ingestión de un tipo de proteína y aquéllas
que las suplementan, ya que en este periodo se habrán destruido los aminoácidos de
la primera, puesto que no existe almacén de aminoácidos en el organismo y aquellos
que no puedan formar proteínas son quemados o transformados.
Como ya se ha dicho, las proteínas son componentes claves de todos los organismos
vivos. En consecuencia, están presentes en alimentos de origen vegetal y animal. Los
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
alimentos de origen animal son muy ricos en proteínas y se caracterizan por ser de ele-
vado valor biológico. Una buena fuente de proteínas serán, por tanto, las carnes de vacu-
no, las de aves, pescados, huevos, lácteos y derivados. Los alimentos de origen vegetal
presentan un contenido menor de proteínas y tienen menor digestibilidad. Las legum-
bres son los alimentos vegetales de mayor valor biológico. Los frutos secos (frutos olea-
ginosos) también presentan un importante valor proteico. Los cereales contienen un menor
valor biológico por ser deficitarios en algún aminoácido esencial, por lo que siempre deben
ser suplementados con alimentos de alto valor biológico.
Fuentes animales
Porciones que aportan 20 g
Leche y derivados
PROTEÍNAS DE ORIGEN ANIMAL PROTEÍNAS DE ORIGEN VEGETAL
Sus proteínas son la caseína y la
lactoglobulina y, en menor pro-
porción, la lactoalbumina, con-
1/2 l
teniendo todas ellas una pro-
de leche
porción adecuada de aminoácidos
esenciales. La leche es un ali-
mento imprescindible a lo largo 200 g de pan
75 g de
del ciclo vital, por ser una fuen- camembert
te excelente de proteínas y calcio.
Contiene entre 3,5- 4 g de pro- 60 g gruyere
B ASES
100 g de legumbres
Carnes, aves y pescados 100 g de pescado
60
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
• 28 g de proteínas/100 g de ternera.
• 24 g de proteínas/100 g de carne de cordero.
• 20 g de proteínas /100 g de aves de corral.
• 20 g de proteínas /100 g de pescado.
Huevos
Contienen un alto valor proteínico y nutricional. Su proteína contiene la proporción más
adecuada de aminoácidos esenciales, una proporción cercana a lo que sería la ideal, por
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
lo que se suele emplear como estándar de referencia. La clara es una solución coloidal
pura de proteína (ovoalbúmina). La proteína de la yema es más concentrada y contie-
ne sobre todo lipoproteína, fosfoproteínas y nucleoproteínas. Contiene 13 g de proteí-
na/100 g de huevo entero.
Se inicia en el estómago, donde las proteínas son atacadas por la pepsina que hidroliza
y rompe algunas uniones peptídicas, dejando la proteína dividida en polipéptidos y libe-
rando algunos aminoácidos. En el duodeno las proteínas son atacadas por los fermen-
tos del jugo pancreático (tripsina, quimiotripsina, carboxipeptidasa). El jugo intestinal va
rompiendo los enlaces hasta dejar en libertad los aminoácidos que integran la proteína.
Los aminoácidos así liberados se absorben en el intestino delgado, en parte por difusión
y en parte mediante un esfuerzo activo de la pared intestinal. Además de aminoácidos
se absorben pequeñas cantidades de polipéptidos.
Una vez absorbidos pasan a la sangre y al hígado, donde unos se quedan y otros con-
tinúan por la circulación general llegando a tejidos y cumpliendo unas de estas funcio-
nes:
• Ser utilizados para la formación de proteínas de los tejidos, del plasma, de fer-
mentos, hormonas, etc., siendo ésta una de sus funciones primordiales.
• Si no pueden formar proteínas, bien porque no haga falta, porque estén cubier-
tas o porque falte algún aminoácido esencial para su síntesis, los aminoácidos
B ASES
En cuanto a los requerimientos diarios, decir que de los 20 aminoácidos necesarios para
el organismo, éste sólo puede sintetizar alguno de ellos, ya que el resto no se sintetizan
y únicamente pueden aportarse a través de la dieta. La ración diaria recomendada de
proteínas varía en relación con la velocidad de crecimiento de un organismo y su peso
61
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
(Ver Tabla 17). En líneas generales, se recomiendan que el 10-15% de las calorías de la
dieta provengan de las proteínas y al menos un 40% sean de alto valor biológico.
VITAMINAS Y ANTIOXIDANTES
Las vitaminas son sustancias orgánicas que no participan en la construcción de las célu-
las, pero que son consideradas como nutrientes. Son indispensables para el crecimien-
to y mantenimiento normal de la vida. Deben aportarse con la dieta, ya que no pueden
ser sintetizadas por el organismo o, si lo son, es en cantidades tan insignificantes que
no pueden cubrir las necesidades corporales de las personas. La mayoría de las vitami-
nas presentes en los alimentos han sido sintetizadas por las plantas. Los alimentos de ori-
gen animal son ricos en diferentes vitaminas, siempre que esos animales se hayan ali-
mentado de vegetales.
que padezca cualquier carencia. Las personas más vulnerables que pueden padecer
deficiencia son los enfermos, los ancianos y las personas sometidas a un régimen de
adelgazamiento. Su carencia puede provocar enfermedades.
El cuerpo humano consta de billones de células y en cada una de ellas tienen lugar
múltiples reacciones bioquímicas. Dado que las vitaminas participan en muchas de estas
reacciones, son esenciales para los procesos básicos de la vida, como la conversión de
los alimentos en energía, el crecimiento de los tejidos y el tratamiento y la protección
contra las enfermedades. Las vitaminas tienen que estar presentes en las proporcio-
nes adecuadas para que el cuerpo funcione correctamente. Si alguna vitamina falta,
las reacciones que dependen de ella no pueden llevarse a cabo.
Las personas siempre han obtenido las vitaminas a través de la alimentación. Incluso en
las sociedades más antiguas se sabía que ciertos alimentos podían prevenir determina-
62
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
das enfermedades, pero hasta los comienzos del siglo XX los científicos no descubrieron
el porqué de estos hechos. En 1913 se aisló un “factor de crecimiento”, a partir de la
mantequilla y la yema de huevo, al que se denominó “vitamina A”. Desde entonces, las
13 vitaminas han sido aisladas de los alimentos, químicamente identificadas y sintetiza-
das en el laboratorio.
¿Qué cantidad es necesaria? Las autoridades en nutrición de muchos países han esta-
blecido valores sobre el consumo de nutrientes necesario para mantener la salud de la
mayoría de la población. En Estados Unidos, los aportes dietéticos recomendados, Reco-
mendad Dietary Allowances (RDA), proporcionan una guía muy útil acerca del suminis-
tro alimenticio adecuado para cubrir las necesidades nutritivas, así como para evaluar el
estado nutricional de su población.
Aunque los niveles recomendados varían de un país a otro, sirven también como base
para el etiquetado y la formulación de suplementos vitamínicos. En muchos países, la
cantidad de vitaminas presentes en un producto alimenticio o en un suplemento vita-
mínico se expresa en la etiqueta como un porcentaje del RDA. Con esta información el
consumidor puede juzgar si su consumo diario alcanza los niveles recomendados.
te, sin embargo, estudios sobre nutrición llevados a cabo en varios países europeos, Esta-
dos Unidos, Canadá y Australia han revelado deficiencias vitamínicas generalizadas. Hay
dos tipos de estudios: los que registran el consumo diario de nutrientes y los que miden
el nivel de nutrientes en la sangre en un momento determinado. Ambos tipos han pues-
to de manifiesto deficiencias de las vitaminas A, C, B1, B2, B6, B12, PP (niacina) y de los
minerales calcio, hierro, magnesio y fósforo en varios grupos de población. Dependiendo
de los factores que influyen en los hábitos alimentarios como, por ejemplo, la edad, el
sexo, la forma de vida, la educación o la economía, se encontraron de uno a varios nutrien-
tes deficitarios.
63
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
• Metabolismo modificado
• Excreción urinaria insignificante
Fisiológica • Pérdida de apetito, pérdida de peso corporal
• Insomnio o somnolencia, irritabilidad
• Inmunidad reducida y metabolismo de
medicamentos alterados
beriberi, raquitismo o pelagra, pero las personas no siempre son conscientes de que los
estados intermedios de insuficiencia vitamínica también pueden ser perjudiciales para la
salud. La carencia no se presenta de la noche a la mañana, es decir, una persona no
está bien nutrido un día y malnutrido al siguiente. Cuando las necesidades vitamínicas
no son satisfechas a lo largo del tiempo, el agotamiento vitamínico tiene lugar a través
de una serie de etapas en las que las reservas de los tejidos disminuyen, el metabolismo
celular se deteriora y gradualmente comienza la aparición de síntomas inespecíficos. En
el caso de la vitamina C, el estado marginal puede debilitar el sistema inmunitario mucho
antes de que aparezcan signos de escorbuto. En ensayos con algunas vitaminas B, lige-
ros síntomas de insomnio, pérdida del apetito, irritabilidad e incapacidad de concentra-
ción aparecen durante las fases iniciales de la reducción de reservas.
Este tipo de carencia a menudo pasa desapercibida hasta que el organismo tiene que
llamar la atención con otros síntomas más graves, como una operación quirúrgica, una
enfermedad o alguna lesión. Mientras el organismo reciba únicamente cantidades mar-
ginales de vitaminas, es posible que las heridas no cicatricen bien y, por consiguiente,
que aparezcan infecciones. Finalmente, ha de prestarse atención a los hábitos alimen-
tarios del paciente y sus necesidades. El conocimiento de las deficiencias marginales refuer-
B ASES
Vitaminas liposolubles
Vitamina D
Funciones:
• Juega un papel importante en la regulación del metabolismo del calcio y del
fósforo.
• Aumenta la absorción intestinal del calcio y el fósforo.
• En los huesos permite la mineralización del tejido esteroide del cartílago.
• Pone a disposición del esqueleto las cantidades de fosfatos y calcio que necesita.
64
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Fuentes:
• Los aportes alimentarios son:
– La leche de vaca y la mantequilla.
– Los huevos.
– El hígado.
– Los pescados grasos y el hígado de pescado.
Nuestra alimentación es bastante pobre en esta vitamina, pero somos capaces de foto-
sintetizarla a través de la luz solar.
Vitamina K
Funciones:
• Propiedades antihemorrágicas.
• Síntesis hepática de protrombina y factores de la coagulación.
Fuentes:
• Vegetales de hojas verdes.
• Tejidos de animales.
• Harinas de pescado.
Vitamina A
Funciones:
• Interviene en la conservación de tegumentos y mucosas.
• Activa la secreción de moco.
• Está presente en la síntesis de hormonas sexuales y colesterol.
• Participa en el metabolismo de las células epiteliales.
B ASES
Fuentes:
• Aceite de hígado de pescado e hígado.
• Leche entera, quesos grasos.
• Mantequilla.
• Yema de huevo.
• Verduras de hoja verde.
• Zanahorias, albaricoques.
• Los frutos rojos: arándanos, moras, frambuesas, grosellas, etc.
65
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Vitamina E
Funciones:
• Activa la fecundidad y la fertilidad.
• Impide la oxidación de las membranas celulares y favorece la resistencia de los
glóbulos rojos.
• Preserva de la oxidación a elementos indispensables para el metabolismo celu-
lar:
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
– Vitamina A, carotenos.
– Ácidos grasos esenciales (alimentos).
– Sustancias enzimáticas y hormonales.
– Por esta acción se la conoce como vitamina de la longevidad.
Fuentes:
– Germen de cereales.
– Aceites de gérmenes de cereal.
– Aceite de oliva.
– Verduras verdes.
– Frutos oleaginosos y sus aceites derivados.
Vitaminas hidrosolubles
Fuentes:
B ASES
Es la más estable de todas las vitaminas; no se altera con la luz ni el calor y no se oxi-
da.
66
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Vitamina B6 o piridoxina
Funciones:
• Interviene en reacciones enzimáticas.
• Indispensable para la adrenalina y noradrenalina.
• Metabolismo de proteínas y lípidos.
• Favorece el ahorro de ácido linoleico.
• Mantiene normal la tasa de colesterol.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Fuentes:
• Levadura de panadería.
• Hígado de ternera.
• Germen de trigo.
• Cereales completos.
• Leche de vaca.
Fuentes:
• Hojas verdes de las verduras: col, perejil, berros, etc.
• Frutas rojas: grosella, fresa, frambuesas, etc.
• Frutas ácidas: cítricos, frutas exóticas.
• La patata en el momento de la recolección.
B ASES
Acciones preventivas:
• Dosis diaria de 1-2 g. Disminuyen la susceptibilidad al catarro común
• Actúa como agente capaz de inhibir e, incluso, conducir a la regresión de tumo-
res malignos
• Relación entre ingestión de vitamina C y disminución del cáncer de pulmón.
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Vitamina B1 o tiamina
Funciones:
• Interviene en el funcionamiento del sistema nervioso, muscular y en el metabolismo
cerebral.
• Indispensable para el aprovechamiento de los azúcares.
Fuentes:
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
• Levadura de cerveza.
• Germen de cereales y cereales integrales.
• Legumbres.
• Frutos secos y frutos oleaginosos.
• Hígado.
• Yema de huevo.
• Leche y quesos azules.
• Carnes y pescados.
Muy soluble en agua, sensible al calor húmedo (cocción o esterilización), se destruye con
la luz.
Vitamina B2 o riboflavina
Funciones:
• Transporte enzimático de oxígeno.
• Degradación de sustratos que producen la energía necesaria para la célula.
• Factor de crecimiento y regeneración de los tejidos.
Fuentes:
• Hígado y carne de ternera.
• Grano de trigo.
• Hígado de buey.
• Levadura de cerveza y de panadería.
• Frutos oleaginosos.
B ASES
• Quesos y leche.
• Pescados.
• Huevo entero.
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UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Fuentes:
• Hojas oscuras de los vegetales.
• Levadura de cerveza.
• Hígado.
• Huevo entero.
Muy sensible al calor. Las necesidades aumentan en las mujeres que toman anticonceptivos.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Fuentes:
• Carne bovina.
• Productos lácteos.
• Arenque y caballa.
• Huevo entero.
• Verduras de hoja verde sazonada con levadura y cerveza.
Adolescentes
B ASES
Ancianos
El metabolismo disminuye con la edad, ya que el organismo necesita menos energía.
Algunos ancianos tienden a perder el apetito y comer menos. Pueden aparecer desór-
denes de orden práctico como incapacidad para hacer la compra, falta de interés en
69
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
preparar comidas y dificultad para masticar. Internamente puede haber problemas con
la absorción de las vitaminas debido al uso crónico de medicamentos o cambios meta-
bólicos normales. Por tanto, los mayores pueden tener un riesgo nutricional doble: menor
consumo de alimentos y menor capacidad para metabolizarlos.
para proporcionar los niveles de vitaminas. Los nutricionistas están de acuerdo en que
cuando la dieta calórica cae por debajo de 1.600 kcal es muy difícil satisfacer todas las
necesidades nutritivas a través de los alimentos. Algunas dietas restringen el consumo
de alimentos a 1.000 kcal o menos. En este caso, el nivel de micronutrientes es clara-
mente inadecuado.
Bebedores
El alcohol interfiere en la absorción y utilización de las vitaminas, especialmente de la B1,
B6, C y ácido fólico. Además, los bebedores crónicos tienen reducido el apetito.
Fumadores
El fumador moderado reduce el nivel de vitamina C sanguíneo un 20% y el fumador
B ASES
MINERALES
70
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Calcio (Ca)
Existe una relación directa entre el consumo de calcio y el desarrollo óptimo del tejido
óseo. El crecimiento y la maduración ósea son procesos dinámicos que empiezan intra-
B ASES
útero y acaban cuando se alcanza la masa ósea máxima (en la tercera década de la vida)
necesitando balance positivo de calcio en la dieta. A partir de entonces el proceso se
invierte y existe una pérdida de masa ósea progresiva. La malnutrición, síndromes de malab-
sorción intestinal, hábitos alimentarios erróneos, etc., conllevan a un pico de masa ósea
inadecuado y un mayor riesgo de padecer trastornos óseos. Una ingestión adecuada
parece que conlleva una menor incidencia de padecer hipertensión arterial y cáncer de
colon.
El calcio de los alimentos se absorbe en la parte alta del intestino delgado (duodeno y
yeyuno proximal). El porcentaje absorbido es del 10 al 40% del total ingerido, eliminándose
el resto por las heces. Facilitan la absorción del calcio las proteínas, la lactosa y la vita-
mina D3. Los alimentos ricos en vitamina D, lactosa y algunos aminoácidos, como la lisi-
na y la arginina, aumentan la absorción del calcio y la fijación al hueso. Los alimentos
que contienen oxalatos o fitatos disminuyen su absorción, encontrándose en el salvado
de trigo y en la fibra de otros cereales. Los oxalatos, presentes en las acelgas, espinacas
71
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Tabla 19. Recomendaciones de ingesta de calcio según las etapas del ciclo vital
Edad Recomendaciones FAO Recomendaciones EUROPA
1975 1994
La leche y los productos lácteos (principales formadores y mantenedores del tejido óseo)
son las principales fuentes de calcio: un vaso de leche de 200 cc aporta 250 mg de cal-
cio y sus equivalentes en queso y yogurt. También los frutos secos, legumbres, carnes y
pescados contienen calcio, aunque de estos alimentos el nivel de absorción es menor.
Fósforo (P)
el hueso junto con el calcio, formando parte de su estructura. Además forma parte del
ATP una de las reservas energéticas más importantes del organismo, de los fosfolípidos,
de los ácidos nucleicos, las fosfoproteínas, enzimas y metabolitos intermedios.
Alrededor del 70% del fósforo ingerido se absorbe en la parte superior del intestino del-
gado y se elimina por vía renal. Esta eliminación está regulada por la parathormona, debi-
do a su relación como antagonista del calcio. En la enfermedad renal se pierde la capa-
cidad de eliminar por orina el exceso de fósforo ingerido, aumentando su concentración
en sangre y provocando una osteopatía importante.
Se estima como recomendable una ingesta de 800 mg de fósforo. Con la dieta normal
se triplica esta cantidad, por lo que no existen carencias de este mineral. Abunda en casi
todos los alimentos, sobre todo en los ricos en proteínas (pescados, carnes, leche, hue-
vos, legumbres). Esto supone una gran dificultad a la hora de confeccionar una dieta
con restricción de fósforo para el enfermo renal.
72
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Magnesio (Mg)
Forma parte de la estructura ósea y del tejido blando. Más de 300 enzimas lo nece-
sitan para ejercer su actividad. Participa activamente en las acciones de la para-
thormona y la vitamina D3 en el hueso. No se han descritos carencias en individuos
sanos. En personas con la capacidad de absorción de minerales disminuida (alco-
hólicos, enfermedades inflamatorias intestinales) padecen debilidad muscular, vérti-
go, etc.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
El magnesio se absorbe en el intestino delgado, aunque las dos terceras partes del
ingerido son eliminadas por heces. Las sales concentradas de magnesio actúan como
laxantes.
Se precisan de 300 a 350 mg diarios para cubrir las necesidades de un adulto nor-
mal. La alimentación en nuestro medio habitual proporciona de 250 a 400 mg día.
Las fuentes alimentarias son las nueces, semillas en general, cacao, vegetales verdes
(ya que la molécula de clorofila posee un átomo de Mg), legumbres y carne.
Hierro (Fe)
El hierro que contienen los alimentos de origen animal se absorbe mejor que el con-
tenido en los alimentos de origen vegetal. Las principales fuentes de origen animal
son las carnes y las vísceras (el hígado) y la yema de huevo. Entre los de origen vege-
tal están las lentejas, los garbanzos y las espinacas. Son fuentes pobres en hierro los
lácteos (Ver Tabla 21). Aunque la leche materna contiene hierro, no es suficiente y por
ello el lactante necesita la reserva férrica que acumuló durante la gestación.
73
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Naranjas 0,4 mg
Espinacas 3 mg
Leche 0,1 mg
Flúor (F)
El organismo humano necesita flúor para mantener la resistencia a las caries, así como
para evitar la desmineralización ósea. Si se consume en mucha cantidad se produce fluo-
rosis (enfermedad deformante que afecta a los huesos).
Sus fuentes alimentarias son escasas y depende del contenido en flúor de las aguas y
terrenos de una zona determinada. El pescado y el té son las fuentes más importantes.
Hoy en día se están fluorando las aguas de bebida en algunas poblaciones, disminu-
yéndose así la caries dental.
Los adultos precisan entre 1,5 y 4 mg y los niños entre 0,5 y 1 mg.
Yodo (I)
Las fuentes alimentarias son escasas, pues sólo lo contienen los productos del mar. En
zonas de bocio endémico se está solucionando el problema con la ingesta de sal yoda-
da.
AGUA Y ELECTROLíTOS
El agua, desde el punto de vista químico, es una sustancia inorgánica compuesta por 2
moléculas de hidrógeno y una de oxígeno (H2O). Por ser esencial para la vida humana,
es considerada un nutriente y como tal se encuentra en la composición de todos los ali-
mentos, excepto el aceite, en distintas proporciones. El agua como nutriente no es ener-
gética, no aporta calorías, al igual que las vitaminas y las sales minerales.
74
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
El agua debe ser inodora e insípida. En las aguas sometidas a potabilización se tolera
un ligero sabor y olor, característicos del potabilizante empleado. En condiciones natu-
rales no es únicamente H2O, sino que contiene gases (CO2), sulfato de Ca, ciertos clo-
ruros, sales de Mg, Fe, Cu y en algunos casos azufre. Según los terrenos de donde pro-
cede o por donde circule, puede contener derivados orgánicos procedentes de las capas
biológicas, vegetales o animales de la tierra. Su pH ha de ser de 7 a 8,5, aunque se tole-
ra entre un 6,5 a 9,2 como máximo.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
El agua para consumo debe ser analizada y reunir ciertas condiciones, tanto químicas
como bacteriológicas. En el Código Alimentario Español se regulan las condiciones con-
venientes y toleradas del agua de consumo humano. En líneas generales, puede decir-
se que en el agua potable pueden encontrarse bacterias aerobias hasta un máximo de
50 a 65 colonias por mililitro de agua (recuento total en Agar nutritivo y placas incuba-
das a 37º C durante 24 h), pero debe haber ausencia de coliformes, estreptococos feca-
les y clostrídios sulfito reductores (aunque se tolere su presencia en cantidades muy bajas)
y ausencia total de gérmenes potencialmente patógenos y, en especial, del Escherichia
coli o de los bacteriófagos anti-E coli y anti-Shigella. Asimismo, se establece como límite
máximo de radioactividad la cantidad de emisoras de radiación equivalente a 10-4 micro-
curios por litro.
El agua es el componente más importante del cuerpo humano y representa entre el 50%
y el 80% del peso corporal, dependiendo su porcentaje sobre todo de la grasa del orga-
nismo. La vida sin agua no sería posible. La cantidad de agua en el organismo varía de
un tejido a otro. Así, la sangre contiene un 83% de agua, el músculo de 70 a 75%, el
esqueleto de 43 a 60% y el tejido adiposo un 15% aproximadamente. En el feto, el agua
constituye más de un 90% del peso corporal. En el recién nacido supone un 80%, mien-
tras que en los adultos la proporción es de un 60%, siendo mayor en los hombres. Con
la edad el porcentaje disminuye en ambos sexos, por lo que se dice que “la vida es un
proceso de deshidratación”.
las reservas de grasa y gracias a una serie de mecanismos de adaptación que se ponen
en marcha en caso de ayuno prolongado, pero sin beber, la muerte sobreviene en menos
de una semana.
75
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Entre otras, se pueden citar las siguientes funciones orgánicas en las que interviene el
agua:
• Es un componente esencial de la sangre, de la linfa y de todas las secreciones
corporales (agua extracelular), así como de todas las células (agua intracelular).
Todos los órganos la necesitan para su funcionamiento. Es esencial para el man-
tenimiento de la temperatura corporal.
• Asiste a múltiples procesos, como son la digestión, la absorción, el metabolismo
y la excreción. Todos los jugos digestivos que se elaboran a lo largo del día pue-
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
den llegar a suponer unos ocho litros de líquidos. En el intestino se realiza una
importante reabsorción de agua.
• En la sangre sirve como medio de transporte de los productos de desecho que
deben ser eliminados por la orina. El mismo volumen hídrico que pasa por el
riñón es reutilizado varias veces al día, a excepción de una pequeña cantidad,
que es la que se elimina, que disuelve las sustancias a excretar.
Elimina Ingiere
Respiración y transpiración: 0,8 litros Agua y otras bebidas: 1 litro
Orina: 1,4 litros Alimentos: 1 litro
Heces: 0,1 litros Agua metabólica: 0,3 litros
Total: 2,3 litros Total: 2,3 litros
B ASES
76
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
lada por varios factores, que se desencadenan al descender el volumen del líquido
corporal sin variar la osmolaridad, o bien cuando aumenta la osmolaridad sin variar
el volumen del liquido corporal. También puede ser por una combinación de los dos
mecanismos. En dichos factores influye la sensibilidad osmótica del hipotálamo, rela-
cionada directamente con la hormona antidiurética que asegura el equilibrio entre la
ingestión y la excreción de agua.
Frutas 90%
Leche 87%
Huevos 74%
Carne 69%
Harinas 13%
Almendras 5%
Verduras 90%
Patata 75%
Pescados 70%
Quesos 55%
Legumbres 12%
Aceite 0%
B ASES
En cuanto a las aguas minerales y de mesa, hay que decir que se considera agua mine-
ral o minero-medicinal al agua de origen natural y pureza microbiológica con unas pro-
piedades características que le permiten ser declarada de utilidad pública. Cuando el agua
mineral se presenta al consumo en envase cerrado, etiquetado y precintado se le llama
“agua de mesa”. Según su mineralización, las aguas pueden ser oligometálicas, de mine-
ralización muy débil, de mineralización débil, media o fuerte y de mineralización mari-
na cuando la concentración es semejante o superior al agua de mar. Teniendo en cuen-
ta la temperatura de las aguas al brotar, pueden ser frías, hipotermales, mesotermales e
hipertermales. Según la presión osmótica del agua a 37º C, hay aguas hipotónicas, iso-
tónicas o hipertónicas. En función de su composición, el agua puede ser acidulada, alca-
lina, amarga, arsenical, estróncica, ferruginosa, litínica, boratada, bromurada, fluorada,
yodurada, sulfurosa y radiactiva. La composición y propiedades del agua mineral, así como
las posibles aplicaciones terapéuticas y fisiológicas que figuren en el etiquetado, debe-
rán someterse a la censura sanitaria.
77
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Electrolítos
El sodio del organismo lo proporcionan los alimentos. La absorción del sodio de los ali-
mentos y de la sal de adición (de 5 a 8 g de sodio/día), junto con el proveniente de las
secreciones digestivas (de 20 a 30 g/día), se realiza sobre todo en el intestino delgado,
por un mecanismo en parte pasivo (difusión intercelular, sobre todo en el yeyuno) y tam-
bién por un mecanismo activo ligado a la glucosa.
Las necesidades dependen de las pérdidas que deban ser compensadas. Las pérdidas míni-
mas por la orina y por las heces son de 23 mg/día, mientras que las pérdidas dérmicas nor-
males mínimas oscilan entre 46 y 92 mg (2 a 4 mEq) diarios. Por lo tanto, se podría decir que
el requerimiento mínimo, por término medio, en los adultos en condiciones de adaptación
máxima y sin una excesiva sudoración, son de unos 5 mEq/día, es decir, aproximadamente
115 mg diarios, que corresponden a unos 300 mg de Cl Na al día. Si valoramos la amplia
variación de los patrones de actividad física y el clima, la ingesta mínima se sitúa en 500 mg/día.
Estas necesidades las cubre ampliamente nuestra alimentación, que aporta de 10 a 15 g de
Cl Na, es decir, de 3,9 a 5,8 g de sodio al día (1 g de Cl Na = 390 mg).
A pesar de que no se haya establecido una cantidad optima en el consumo de sal, se sabe
que si es excesiva puede originar problemas de salud, sobre todo en personas propensas
a la hipertensión. Teniendo en cuenta estos problemas, un comité del Food and Nutrition
78
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
Las fuentes alimentarias, por una parte, se hallan en el sodio de constitución de los ali-
mentos, ya que prácticamente todos los alimentos contienen sodio y, por otra, en la sal
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
como en:
• El metabolismo celular.
• La síntesis proteica.
• La síntesis de glúcidos.
• La excitabilidad neuromuscular.
79
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
En los adultos las necesidades de potasio se han evaluado en muy pocos estudios. Para
mantener las reservas corporales y las concentraciones en el plasma y el líquido intersti-
cial es necesario ingerir aproximadamente 40 mEq/día. Por tanto, se considera que el
requerimiento mínimo está alrededor de 1.600-2.000 mg, que corresponden a 40-50
mEq/día. Parece que el potasio dietético tiene un papel beneficioso en la hipertensión
y, por ello, es aconsejable el consumo de frutas y verduras, lo que elevaría el aporte de
potasio hasta 3.000-3.500 mg (90 mEq/día).
El aporte de potasio lo proporcionan los alimentos. En general, todas las frutas y ver-
duras contienen bastante potasio, así como las legumbres y patatas. También se encuen-
tra potasio en cantidad apreciable en las carnes, pescados, crustáceos y mariscos, leche
concentrada, levaduras y chocolate. El vino, la sidra y la cerveza son bebidas ricas en
potasio. No existen carencias dietéticas en potasio, ya que todos los alimentos lo con-
tienen en cantidad suficiente. Por el contrario, algunas patologías requieren una restric-
ción del mismo. Las dieta pobres en potasio son de difícil realización práctica.
80
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV G LOSARIO
La ingestión y las pérdidas de cloro con los alimentos son paralelas a las del sodio. Los
requerimientos son también similares. Las necesidades son de aproximadamente 1 g dia-
rio y están cubiertas por la alimentación normal y la sal de adición (10 g de ClNa supo-
nen 6 g de cloro). Lo ingerimos, sobre todo, en forma de ClNa y menos en forma de Cl
K, en muy variados alimentos. En general, los alimentos ricos en potasio o en sodio sue-
len serlo también en cloro.
B ASES
81
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los síntomas de una persona que sufre deficiencias nutritivas no son específicos y varían.
Suelen manifestarse en términos muy generales: cansancio, astenia, apatía, irritabilidad o
malestar general, aunque estos síntomas pueden también presentarse en personas bien
alimentadas por razones no relacionadas con la nutrición. Asimismo, existen carencias cua-
litativas (vitaminas, hierro, etc.) que son frecuentes en poblaciones aparentemente normales.
Son carencias larvadas y carencias cuantitativas, siendo las más habituales las enfermeda-
des por hipernutrición como la obesidad, la diabetes, la hiperlipidemia o la aterosclerosis.
Para llevar a cabo una buena y correcta valoración nutricional se precisan de las siguien-
tes intervenciones:
• Entrevista.
• Observación.
• Exploración física.
• Análisis de los datos analíticos.
82
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
LA ENTREVISTA ENFERMERA
Constituye una herramienta básica para la valoración del estado nutricional del paciente. La capa-
cidad para establecer una relación de confianza, formular preguntas, escuchar y observar es
clave para una interrelación enfermera-paciente positiva y es esencial para conocer los hechos.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
nuación nuestras preguntas para obtener información concreta sobre signos y síntomas.
El objetivo de la entrevista es obtener una historia dietética específica para valorar las necesida-
des reales o potenciales del paciente. La historia dietética se centra en la ingesta habitual de ali-
mentos y líquidos y en la información sobre preferencias, alergias y problemas digestivos. Tam-
bién se puede recoger una historia detallada de la ingesta de alimento durante tres días, incluyendo
un fin de semana. Este registro permite calcular la ingesta nutricional y compararla con los reque-
rimientos diarios recomendados. Así mismo, recogerá información sobre el nivel de actividad,
con el fin de determinar las necesidades energéticas y compararla con la ingesta.
Para valorar el estado nutricional de una persona, la enfermera necesita conocer todos
los factores que afectan al estado de nutrición de aquélla. Se incluyen:
• Sexo, edad y etapa del desarrollo.
• Variaciones recientes de peso.
83
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Problemas de peso.
• Ingestión actual de alimentos y líquidos: tipo, hora y cantidad de comidas habi-
tuales, así como alteraciones recientes, si las hubiese.
• Seguimiento de una dieta especial y grado de cumplimiento de la misma.
• Alimentos que causan indigestión, diarrea o flatulencia.
• Dificultades para tragar y deglutir.
• Uso de prótesis dentales.
• Uso de medicamentos y otras sustancias vinculados al estado nutricional del paciente.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
La observación
La exploración física
El peso de la persona debe compararse con el peso ideal mediante las fórmulas que estén
establecidas, con el objetivo de conocer la desviación en tantos por 100 del peso actual
respecto al ideal. En los enfermos siempre tiene que compararse el peso actual con el
que se presentaba antes de su proceso patológico. Pérdidas de peso entre el 20 y el 30%
son graves y muy graves por encima de este porcentaje. Siempre hay que pesar al pacien-
te a la misma hora del día, con el mismo peso y con la misma ropa. Se puede compa-
rar el peso y la talla con determinaciones estándares.
84
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El pliegue cutáneo se utiliza para determinar el contenido graso del tejido subcutáneo.
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
El pliegue cutáneo del tríceps (PCT) es el punto que se mide más habitualmente y con
mayor facilidad. Con el pulgar y el índice se pellizca longitudinalmente un pliegue doble
de grasa, 1 cm por encima del punto medio de la CMB, y con la otra mano se colocan
los dientes del calibrador a cada lado del pliegue de grasa. La circunferencia muscular
media del brazo (CMMB) es una estimación de la masa esquelética calculada a partir de
las medidas antropométricas CMB y PCT.
85
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
galia.
• Frecuencia cardiaca rápida, cardiomegalias, arritmias, elevación de la presión
arterial.
• Se fatiga fácilmente, sin energía, adormecido, aparentemente cansado.
• Pelo fibroso, deslustrado, frágil, seco, fino.
• Piel áspera, seca, escamosa, pálida, pigmentada, irritada, hematomas y pete-
quias.
• La cara y el cuello están secos o grasientos, decolorados, inflamados, desca-
mación e inflamación debajo de la nariz y de la boca.
• Labios secos, escamosos, inflamados, rojos e hinchados, lesiones angulares,
fisuras o cicatrices en los ángulos de la boca, estomatitis.
• Encías sangrantes con facilidad, enrojecimiento marginal, inflamadas, retroceso
de las encías.
• Lengua roja inflamada, roja sensible, aumentada de tamaño, hiperémica e hiper-
trofia papilar, atrofia de papilas.
• Caries, faltan dientes, superficies no gastadas, dientes moteados, mal coloca-
dos.
• Conjuntivas rojas, inyección conjuntival, sequedad de la mucosa ocular, sig-
nos de infección, fisuras en los ángulos corneales, aspecto mate de la córnea.
• Hipertrofia del tiroides.
• Uñas en formas de cuchara, frágiles, irregulares.
• Edemas en las piernas, pantorrillas blandas, hormigueo, debilidad.
• Piernas arqueadas, rodillas juntas, deformidad torácica diafragmática, costillas
en rosario, escápulas prominentes.
B ASES
Pruebas diagnósticas
86
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
mo apartado de la información relacionada. Agrupar los datos de acuerdo con una pers-
pectiva enfermera en lugar de seguir un modelo médico, ofrece no sólo una buena guía
para la recogida de datos, sino que también constituye una herramienta fundamental para
agrupar los datos manteniendo un enfoque enfermero.
yen los factores que interfieren con las actividades deseadas o esperadas por el indi-
viduo, tales como déficit y compensaciones neuromusculares, disnea, angina o calam-
bres musculares con el ejercicio y la clasificación cardiaca/pulmonar, si es adecuado.
• Patrón de autopercepción/autoconcepto: describe el patrón de autoconcepto y la
percepción del estado de ánimo. Incluye las actitudes del individuo hacia sí mismo,
la percepción de sus habilidades (cognitivas, afectivas o físicas), imagen corporal,
identidad, sentido general de su valía y patrón emocional general. Así mismo se
recogen en este patrón la postura, el movimiento corporal, el contacto ocular, la
voz y el patrón del habla.
DIAGNÓSTICOS ENFERMEROS
87
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Por su parte, Marjory Gordon agrupa las siguientes categorías diagnósticas vinculadas
a las alteraciones detectadas en el patrón nutricional metabólico (Ver Tabla 2).
88
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
A continuación, y con fines didácticos, hay que centrarse en el análisis de los diagnósti-
cos “Desequilibrio nutricional por defecto” y “Desequilibrio nutricional por exceso”.
Nombra una situación en que el aporte de nutrientes excede a las necesidades metabólicas.
Características definitorias:
NUTRICIONALES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Características definitorias:
• Peso corporal inferior en un 20% o más al peso ideal.
• Informe de ingesta inferior a las cantidades diarias recomendadas.
• Palidez de conjuntivas y mucosas.
• Debilidad de los músculos requeridos para la masticación o la deglución.
• Inflamación o ulceración de la cavidad bucal.
• Saciedad inmediatamente después de ingerir alimentos.
• Informe o evidencia de falta de alimentos.
B ASES
89
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Factores relacionados: incapacidad para digerir o absorber los nutrientes debido a fac-
tores biológicos, psicológicos o económicos.
PLANIFICACIÓN DE CUIDADOS
Respecto al diagnóstico Desequilibrio nutricional por exceso, los resultados sugeridos son:
• Control de peso.
• Estado nutricional: ingestión alimentaria y de líquidos.
• Estado nutricional: ingestión de nutrientes.
Con relación al diagnóstico Desequilibrio nutricional por defecto, los resultados sugeri-
dos son:
• Control de peso.
• Estado nutricional.
• Estado nutricional: ingestión alimentaria y de líquidos.
• Estado nutricional: ingestión de nutrientes.
• Conocimiento: dieta.
• Eliminación intestinal.
• Estado nutricional: determinaciones bioquímicas.
• Estado nutricional: masa corporal.
• Estado nutricional: energía.
• Función sensitiva: gusto y olfato.
• Resistencia.
90
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Manejo de la nutrición.
• Manejo de los trastornos de la alimentación.
• Manejo del peso.
• Monitorización nutricional.
• Terapia nutricional.
91
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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92
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
93
UNIDAD I Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Security Programme. [En línea] [fecha de acceso: 15 de enero de 2007] URL dis-
ponible en: http://www.euro.who.int/Nutrition
B ASES
94
ÍNDICE
Í NDICE
9. VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS: COMPOSICIÓN, FUNCIONES, PROPIEDADES SALUDABLES Y RACIONES DIARIAS RECOMENDADAS
U NIDAD III
OBJETIVOS UNIDAD II
96
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
5. ALIMENTACIÓN EN LA PRIMERA
INFANCIA
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
La sobrealimentación es el mayor problema alimentario del siglo XXI en los países indus-
trializados. De hecho, buena parte de las patologías más prevalentes en este entorno
presentan una clara asociación con los estilos de vida y, muy especialmente, con los hábi-
tos alimentarios. El Informe sobre la Salud en el Mundo (2002) de la Organización Mun-
dial de la Salud (OMS), cuyo objetivo fue “reducir los riesgos y promover la vida sana”, es
un claro ejemplo de la preocupación que esta evidencia está generando en los organis-
mos responsables de la promoción de la salud en el mundo.
El hecho fisiológico que define al niño en el primer año de vida es el rápido crecimien-
to y desarrollo. El niño, durante su primer año, multiplica por tres su peso e incrementa
en un 50% su talla. Por tanto, al existir un aumento de la masa corporal, es muy impor-
tante una buena alimentación, la cual conseguirá aportar todas las demandas energéti-
LA
cas, de principios inmediatos, minerales y vitaminas necesarias. En ese primer año, la ali-
mentación está íntimamente ligada a dos procesos biológicos: la tasa de crecimiento y
la rápida maduración del sistema nervioso central, del aparato digestivo, renal, inmuno-
lógico y del desarrollo cognitivo.
97
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
bios en la alimentación infantil, con la sustitución de leche materna por leches de vaca
modificadas artificialmente y la introducción cada vez a edades más tempranas de ali-
mentos complementarios. Del mismo modo, es a partir de 1970 cuando se empieza a
fijar, con bases científicas sólidas, cuál es la alimentación óptima del lactante.
La leche de mujer cubre todas las demandas nutricionales durante el primer semestre, siendo
sobre todo las necesidades crecientes de energía y el mayor grado de maduración del orga-
nismo las que exigen iniciar la alimentación complementaria a partir del 4º ó 6º mes de vida,
para mantener un grado óptimo de salud y desarrollo. Los alimentos deben introducirse uno
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
a uno, tanto por razones organolépticas como para la identificación de intolerancia a los mis-
mos. También es importante que la dieta sea lo más diversificada posible, para asegurar no
sólo una mejor nutrición, sino una mayor riqueza de sabores y olores. Los tipos de alimentos
y las cantidades que tiene que ingerir el niño en su primer año de vida han de ser valorados
con relación a la tasa de crecimiento, desarrollo, salud y el bienestar del niño.
La alimentación del lactante debe ser considerada en tres estadios que se superponen:
• Periodo de lactancia. Comprende desde el nacimiento hasta los 4 ó 6 meses de
edad. La lactancia materna o las fórmulas de inicio constituyen la alimentación
exclusiva en este periodo, puesto que el lactante sólo es capaz de succionar y
deglutir líquidos. El tracto digestivo no se ha desarrollado, así como tampoco
los mecanismos de defensa para competir con proteínas extrañas. Del mismo
modo, los riñones no son lo suficientemente maduros para soportar sobrecar-
gas de electrolítos y proteínas.
• Periodo de transición. Dura aproximadamente de los 6 a los 12 meses. En él se
inicia la alimentación complementaria. Al final del primer semestre se producen
dos cambios importantes en el desarrollo neuromuscular:
– El establecimiento de la capacidad de deglutir alimentos no líquidos. Es decir, se
adquiere la habilidad de formar el bolo de tamaño y consistencia adecuada para
ser deglutido, lo que está en intima relación con el inicio de la masticación y la
erupción dentaria. La introducción de alimentos semisólidos y sólidos en este perio-
do tiene mucha importancia ya que, si se pospone, la habilidad de masticar se
desarrolla inadecuadamente.
LA
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El Proyecto Etapas, realizado por la Asociación Española de Pediatría (AEP), permite cono-
cer cuáles son actualmente los hábitos de los niños españoles desde el nacimiento has-
ta los 7 años de edad. Es el primer estudio de ámbito nacional que analiza la adquisi-
ción de comportamientos y hábitos en salud de la población infantil.
El citado Proyecto Etapas indica que 3 de cada 4 madres españolas amamantan o han
amamantado a su hijo/a. La edad media en que se deja de amamantar es aproxima-
damente a los 4 meses, coincidiendo con la reincorporación al trabajo después de la
baja maternal. Sólo el 25,7% de las madres lactantes continúa con la lactancia materna
más allá de los 6 meses.
99
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
tancia materna hace que la madre no encuentre el apoyo necesario para adquirir la sufi-
ciente seguridad y experiencia para instaurar una lactancia satisfactoria. Cualquier llanto
del niño se interpreta como que “pasa hambre”, “la leche materna no le alimenta suficiente”
o “tengo poca cantidad”, lo que lleva a suplementar la alimentación del lactante con leches
de fórmula, favoreciendo así que la producción de leche materna disminuya. Otro de los
problemas añadidos es que se espera que la ganancia de peso de los niños sea casi pro-
gramada y en cuanto se desvía de lo supuestamente esperado se sacrifica la lactancia mater-
na ofreciéndoles leches de fórmula, sin justificación demostrada la mayoría de las veces.
No se busca el problema y, por tanto, no se orienta a la madre sobre cómo manejar la
situación. La curva de crecimiento incluye valores desde el percentil 3 al percentil 97, todos
ellos normales. Si la curva de peso es adecuada, un niño perfectamente sano y sin pro-
blemas puede estar en el percentil 3 ó 10, sin que esto signifique que haya que introdu-
cir fórmulas adaptadas para supuestamente mejorar su crecimiento.
La madre es la que tiene que decidir cómo alimentar a su hijo, pero los profesionales
sanitarios deben asumir la responsabilidad de que esa decisión se tome sobre las bases
de una información adecuada sobre la lactancia materna, sus ventajas prestando la ayu-
da necesaria para que la lactancia se convierta en una experiencia exitosa. Desde el pun-
to de vista social tampoco se presta la ayuda suficiente para que la mujer que trabaja
fuera del hogar pueda mantener la lactancia de forma prolongada. Dada la situación
actual de la lactancia materna en España, el incremento de la tasa de lactancia y la dura-
ción de la misma tendría que ser un objetivo prioritario en la política sanitaria y, por lo
tanto, de los profesionales sanitarios que trabajan con las madres y los hijos.
“Los hospitales amigos de los niños”. Los diez pasos hacia una feliz lactancia natural
1. Disponer de una política por escrito relativa a la lactancia natural que sistemáticamente se
ponga en conocimiento de todo el personal sanitario
2. Capacitar a todo el personal sanitario de forma que esté en condiciones de poner en prác-
tica esta estrategia
3. Informar a todas las embarazadas de los beneficios que ofrece la lactancia natural y la for-
ma de ponerla en práctica
LA
4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora siguiente al parto
5. Mostrar a las madres cómo se debe dar de mamar al niño y cómo mantener la lactancia
incluso si han de separarse de sus hijos
6. No dar a los recién nacidos más que leche materna, sin ningún otro alimento o bebida, a
no ser que estén médicamente indicados
100
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
“Los hospitales amigos de los niños”. Los diez pasos hacia una feliz lactancia natural
(continuación)
7. Facilitar la cohabitación de las madres y los niños durante las 24 horas del día
8. Fomentar la lactancia materna a demanda
9. No dar a los niños alimentados al pecho tetinas o chupetes artificiales
10. Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia natural y procurar que las
madres se pongan en contacto con ellos a su salida del hospital o clínica.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Fuente: Organización Mundial de la Salud. Protección, promoción y apoyo a la lactancia natural: La fun-
ción especial de los servicios de maternidad. Declaración conjunta de OMS/UNICEF. Ginebra, 1989.
La leche materna supone un impacto beneficioso sobre la salud del niño, el desarrollo, creci-
miento, inmunidad y aspectos psicológicos, sociales, económicos y medioambientales.
Para resolver las limitaciones de estos estudios se está llevando a cabo el primer ensayo clínico
en relación con la lactancia materna y la protección de enfermedades agudas (Kramer MS, Chal-
mers B, Hodmett ED, Sevkovskaya Z, Dzikovich I, Shapiro S et al. Promotion of Breastfeeding
Intervención Trial (PROBIT). A Randomised Trial in Republic of Belarus. JAMA 2001;285: 413-415).
La alimentación exclusiva al pecho durante los primeros cuatro meses de vida tiene un efecto
protector significativo para el desarrollo del asma hasta la edad de 6 años (Kull I, Wichkman M,
Lilja G, Nordvall SL, Pershagen G. Breast feeding and allergic diseases in infants a prospective
LA
birth cohort study. Arch. Dis Child 2002; 86(6):478- 81). Existen líneas de investigaciones abier-
tas sobre la lactancia materna y la prevención del asma y la enfermedad atópica, así como medi-
das dietéticas y ambientales para reducir el riesgo de asma y sibilancias en el primer año (Mellis
CM. Is asthma prevencion possible with dietari manipulation. Med J Aust 2002; 177 Suppl:578-
80). Un estudio reciente ha asignado un efecto protector a la ingesta de pescado durante el
primer año de vida (Nafstad P, Nystad W, Magnus P, Jaakkola J. Asthma and allergic rhinitis at 4
years of age in relation to fish consumption in infancy. J Asthma 2003 40(4):343-8).
101
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los estudios realizados en las últimas décadas sugerían que los niños amamantados, sobre
todo durante tiempo prolongado, alcanzaban un peso y una talla a los 6 y 12 meses
inferiores que los niños alimentados con leches de fórmula. Recientes evidencias epide-
miológicas sugieren que los niños de países en desarrollo que finalizan la lactancia antes
del primer año es menos probable que estén malnutridos que aquéllos que son ama-
mantados durante más tiempo. La mayoría de estos estudios sufren problemas en el dise-
ño y análisis, tales como fallos en el control de confusión y causalidad reversible. Como
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
En adicción a las causas externas, la posibilidad de una causalidad reversible debe ser
también considerada. Por ejemplo, una madre puede prolongar la lactancia si su hijo
muestra signos de malnutrición o pobre desarrollo. El destete en los animales mamífe-
ros ocurre cuando el cachorro es capaz de buscar alimento por sí mismo o cuando al
menos ha triplicado su peso de nacimiento. Aunque el primer criterio en el ser humano
mantendría la lactancia durante toda la infancia, el segundo parece más fácilmente apli-
cable y es por ello que se cree que al menos se ha de mantener la lactancia hasta cum-
plir el primer año de vida, que es cuando el bebé triplica el peso de nacimiento. Tam-
bién las mujeres pueden finalizar la lactancia porque están descontentas con el crecimiento
de sus hijos y, en este caso, la elección podría operar en la dirección contraria. Peor nutri-
dos son los niños que son destetados demasiado pronto. Aunque la posibilidad de cau-
salidad reversible es a menudo reconocida, algunos investigadores han examinado la
relación entre lactancia materna y malnutrición. Algunos estudios han demostrado que
la lactancia materna protege contra enfermedades diarreicas y otras infecciones, por lo
que no parece lógico que exista riesgo en los bebés con lactancia materna. Sin embar-
go, las conclusiones de estos estudios parecen indicar que la leche materna en exclusi-
va no cubre todos los requerimientos del lactante hasta el primer año de vida, necesi-
tando una complementación con otros alimentos.
ria, pero hay pocos datos al respecto ya que existe dificultad para que las madres recuer-
den a qué edad y qué alimentos fueron incorporando a la dieta del niño. Algunos auto-
res han observado que los niños alimentados a pecho tienen una reducción del apetito
para otros alimentos. Existen evidencias de varios países (EEUU, Canadá, Australia, Sue-
cia, y Reino Unido) que indican que el crecimiento de los lactantes amamantados tien-
de a crecer rápidamente en los dos o tres primeros meses, pero luego lo hacen más len-
tamente. Una explicación para justificar estos hallazgos parece ser las variaciones en la
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los lactantes alimentados con el pecho parecen ganar peso más lentamente que los ali-
mentados con fórmula después de los primeros 2-3 meses y la media de puntuaciones
de peso para talla, peso para edad y, en menor proporción, longitud para edad es con-
siderablemente más baja. Se pone de manifiesto que los niños alimentados de forma
exclusiva con leche materna durante 4 meses presentan a los 8-11 meses menos peso,
circunferencia de brazo y razón peso/talla que los de alimentación mixta o con fórmu-
la. Sin embargo, estas diferencias desaparecían progresivamente entre los 11 y 23 meses
y eran inexistentes a los 5 años. Como esta circunstancia puede malinterpretarse como
un enlentecimiento del crecimiento y ser una de las principales causas para iniciar el des-
tete o suprimir la alimentación a pecho, parece de gran interés utilizar como patrones
de evaluación en estos niños las curvas de crecimiento de lactantes alimentados exclu-
sivamente con lactancia materna, recientemente publicada. En un reciente trabajo de la
OMS efectuado en siete países, se discute la relativa importancia de la influencia del ambien-
te y la genética en el crecimiento de los lactantes, al observar patrones de crecimiento
LA
muy similares entre niños de diferentes continentes alimentados con lactancia materna.
Desarrollo cognitivo
Aunque los resultados de algunos ensayos clínicos sugieren que los niños alimentados
con lactancia materna puntúan más alto en los test de función cognitiva que los ali-
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
mentados con fórmulas, algunos investigadores han sugerido que estas diferencias están
relacionadas con variables de confusión tales como el estatus socioeconómico o la edu-
cación maternal. En un meta-análisis realizado entre los grupos de los lactantes alimentados
con lactancia materna y los alimentados con fórmula, los resultados indican que los nive-
les más altos de función cognitiva eran vistos en los niños de 6-23 meses de edad que
tomaban lactancia materna frente a los que tomaban lactancia artificial, y esas diferencias
permanecían estables en las edades sucesivas. Los niños nacidos con bajo peso mos-
traban diferencias más grandes que aquellos nacidos con peso normal, sugiriendo que
los niños prematuros obtienen mayores beneficios en el desarrollo cognitivo tomando
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
leche materna que los que han nacido a término. Finalmente, los beneficios del desarrollo
cognitivo de los niños alimentados con lactancia materna se incrementa con la dura-
ción de esta. Este meta-análisis indica que la lactancia materna está asociada con pun-
tuaciones significativamente más altas para el desarrollo cognitivo que la fórmula adap-
tada (Drane DL et al. Breast-feeding and cognitive development: a meta-analysis. A critical
evaluation of the evidence on the association between type infant feeding and cogni-
tive development. Paediatr Perinat Epidemiol 2000; 14(4):349-56).
La alimentación del lactante con leche de mujer supone una mejor regulación metabó-
lica, mayor protección inmunológica y menor riesgo de sensibilidad alérgica, morbilidad
infecciosa y muerte súbita y probablemente un mejor desarrollo emocional e intelectual,
así como una menor incidencia de algunas enfermedades a medio y largo plazo, tales
como la diabetes mellitus, la enfermedad de Crohn, la obesidad o la enfermedad car-
diovascular.
Existen factores endógenos implicados en el crecimiento, pero son los factores exóge-
nos los que más van a determinar el desarrollo infantil en este periodo: factores como
el estilo de vida, entorno psicoafectivo, higiene y nutrición van a ser considerados fac-
tores determinantes en este periodo de la vida. La alimentación materna favorece y estre-
cha la relación afectiva madre e hijo, favoreciendo la aparición del vínculo materno, influ-
yendo posteriormente en el desarrollo psíquico e incrementando el desarrollo de amor
y seguridad.
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
mente dependiente de sus cuidadores y desarrolla, por tanto, comportamientos que man-
tienen la atención materna, como el llanto, la succión o el contacto ocular. La lactancia
materna, al favorecer el contacto y la relación madre e hijo, puede tener una influencia
positiva sobre el desarrollo infantil. Además, la leche materna contiene muchas sustan-
cias que actúan como mediadores entre la madre y el hijo y establecen una comunica-
ción bioquímica y fisiológica. Existe interacción entre los factores sociales y el crecimien-
to y desarrollo del niño. En un estudio realizado con una muestra de 300 niños se concluye
que los factores sociales tienen una influencia mayor que la alimentación sobre el creci-
miento y desarrollo del niño en el primer año de vida. Los hábitos y costumbres fami-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
liares, así como la relación que se establece con el niño y el resto de los miembros de la
familia, van a ser determinantes para dicho crecimiento y desarrollo (Gómez Díaz L. Influen-
cia de los factores sociales en el desarrollo del niño durante el primer año de vida. VII
Congreso de demografía histórica. Granada, 2004).
Los niños alimentados con lactancia materna enferman con menos frecuencia durante
los primeros meses de vida, lo que disminuye el absentismo laboral, consumiéndose ade-
más menos recursos sanitarios. El movimiento mundial referente al desarrollo sostenible
y los cuidados del medio ambiente deben ser una prioridad para todos, pues promo-
cionar la lactancia materna es una forma de disminuir los residuos generados por la lac-
tancia con leches de fórmula (envases, biberones, tetinas, etc.), siendo una actividad que,
por lo tanto, protege el medioambiente.
Los diferentes tipos de leches que se producen en la glándula mamaria son: calostro,
leche de transición, leche madura y leche pretérmino.
El calostro
LA
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
ros días se produce un volumen de 2 a 20 ml por toma, suficiente para cubrir las nece-
sidades del recién nacido.
El calostro tiene menos contenido energético, lactosa, lípidos, glucosa, nucleótidos y PTH
que la leche madura, pero contiene más proteínas, más ácido siálico, más vitaminas E,
A, K y más minerales como Na, Zn, Se, Fe, Mn y K. La proporción entre las proteínas del
suero/caseína es de 80/20 y en la leche madura 60/40. La composición de los ácidos
grasos está relacionada con la alimentación materna; si la dieta es rica en ácidos grasos
insaturados el calostro tiene mayores niveles. Tiene un contenido muy elevado de Inmu-
noglobulinas especialmente Ig A, lactoferrina, linfocitos y macrófagos, oligosacáridos, cito-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
quinas y otros factores defensivos que favorecen la maduración del sistema defensivo
del recién nacido y le protegen de gérmenes del medio ambiente. Está adaptado a las
necesidades del neonato, relacionado con la inmadurez de los riñones, contiene enzi-
mas intestinales que favorecen la digestión y que no se encuentran en su inmaduro apa-
rato digestivo. Sus inmunoglobulinas favorecen la colonización en el intestino del lacto-
bacillus bífidus. Contiene antioxidantes y quinonas que le protegen de la oxidación. Es
rico en factores de crecimiento que estimulan la maduración del aparato digestivo e inmu-
nológico.
La leche de transición
Es la que se produce entre el 4º y el 15º día después del parto. La subida de la leche
o aumento brusco en la producción de la misma se produce entre el 4º y 6º día, que
sigue aumentando hasta alcanzar entre 600 y 700 ml de leche al día entre los 15-30
días postparto. Esta leche es de composición intermedia y va variando hasta alcanzar
la composición de la leche madura.
La leche madura
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Leche de pretérmino
Cuando se produce un parto pretérmino, las madres producen durante un mes una leche
de composición diferente adaptada a las características del prematuro. Esta leche tiene
un mayor contenido en proteínas, grasas, calorías y cloruro sódico. Los niveles de vita-
minas liposolubles, lactoferrina e Ig A son superiores en la leche del prematuro.
Proteínas
• Caseína: sobre todo ß-caseína.
• Proteínas del suero:
– α- lactoalbúmina: juega un papel importante en la síntesis de la lactosa y es fuen-
te de aminoácidos esenciales como el triptófano, la lisina y la cistina. Contiene
taurina, que el recién nacido no es capaz de sintetizar, siendo indispensable para
la maduración de la retina y se encuentra en grandes cantidades en el tejido
nervioso. Tiene carnitina, que facilita la entrada y oxidación de los ácidos gra-
sos en la mitocondria. Carnitina y taurina son aminoácidos esenciales en el perio-
do postnatal y favorecen la absorción de minerales ligando el Ca con el Zn.
– Lactoferrina: muestra una intensa capacidad bactericida frente a patógenos.
Además facilita la captación de hierro en las células intestinales.
– Lisozimas: también tiene un importante papel bactericida.
– Inmunoglobulinas: la más importante es la Ig A secretora, que es resistente a la
proteolisis intestinal. Sus concentraciones son muy altas al principio de la lac-
tancia 1-2 g/l y se mantiene entre 0,5-1 g/l hasta los dos años. La inmunidad
de la madre se transfiere al hijo a través de las Ig A por el eje entero mamario.
– Seroalbúmina.
– Enzimas.
– Moduladores de crecimiento.
– Hormonas.
• Mucinas.
• Nitrógeno no proteico.
Hidratos de carbono
Lípidos
107
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Sales minerales
La leche humana contiene todos los minerales que necesita el niño. Sus concentracio-
nes son más bajas que en las leches de fórmula. Su contenido no se modifica con la die-
ta materna.
• Calcio/fósforo. La relación calcio/fósforo es de 2/1, lo que favorece la absorción
(se absorbe el 75% del calcio ingerido). Cuando la madre ingiere poco calcio y
fósforo, se movilizan los depósitos óseos. Incluso en déficit de vitamina D en la
madre, la mineralización del hueso en el niño es buena.
• El hierro de la leche humana tiene una excelente biodisponibilidad. Se absorbe
en un 50%, mientras que en la leche de vaca es de un 10%. Esta biodisponibi-
lidad se debe a la acidez del tracto digestivo, a la presencia de Zn y Cu, a la lac-
toferrina y a la ferritina presentes en las leches humanas. Entre los niños ali-
mentados con lactancia materna durante los 6 primeros meses es muy difícil
encontrar carencias. Los niños pretérminos necesitan suplementos de Fe de 2-
4 mg/kg/día.
• El zinc es esencial para la composición de enzimas y para el desarrollo de la
inmunidad celular. Tiene mayor biodisponibilidad que en la leche de fórmula.
Su contenido disminuye a lo largo de la gestación y es adecuado hasta los 5
ó 6 meses.
• El flúor únicamente se debe administrar a los lactantes mayores de 6 meses cuan-
do el contenido de las aguas de consumo habitual sea inferior a 0,3 mg/litro.
Elementos traza
• Selenio. Su concentración en la leche humana es la adecuada para el crecimiento
del lactante, contiene mayor cantidad de selenio que la leche de vaca o de fór-
mula y mejor biodisponibilidad. Sus niveles dependen de la leche materna. Es
un nutriente esencial, ya que defiende del daño oxidativo.
LA
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Vitaminas
Vitaminas liposolubles
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Vitaminas hidrosolubles
• Ácido fólico, niacina, riboflavina (B2), tiamina (B1), piridixina (B6), y cianocobalamina (B12).
Sus niveles son más altos en madres bien nutridas. Las madres vegetarianas pueden nece-
sitar suplementos de estas vitaminas en su dieta.
Enzimas
Hormonas
Se pueden detectar todas las hormonas maternas en la leche, pero se desconocen sus
efectos en los lactantes. La leptina es una hormona que se encuentra en el adiposito,
pero también en la leche humana, siendo una hormona antiobesidad, es decir, que modu-
la la regulación de energía durante periodos de ayuno. La insulina decrece durante el
LA
Factores de crecimiento
Son péptidos hormonales activos que ejercen su acción estimulando la síntesis de RNA
y ADN, la proliferación celular y el crecimiento y maduración del intestino y otros órga-
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La composición de la leche materna varía entre las distintas mujeres e, incluso, en la mis-
ma mujer en función de la duración de la lactancia, de la hora del día o de si se trata
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
del momento inicial o final de una tetada. Aunque el régimen alimentario y otros facto-
res maternos influyen en la composición de la leche, parece razonable pensar que en
ésta los cambios se adaptan en gran medida a las necesidades y prioridades nutricio-
nales del lactante, sobre todo en los primeros meses de vida; posteriormente, su com-
posición es más dependiente de la dieta y de la composición corporal de la madre.
La leche de vaca es más densa en nutrientes (excepto en glúcidos) que la leche de mujer.
Esta característica hace que no sea apta en los primeros meses de vida.
• Proteínas: la leche de mujer tiene la mitad de proteínas que la de vaca, tiene
menos caseína y resulta más digerible. La relación lactoalbúmina/globulinas es
de 1/6, mientras que en la de mujer es 1/1.
• Lactosa: la leche de mujer es más rica en oligosacáridos (intervienen en el desarrollo
de la flora intestinal en los niños) y más dulce.
• Grasas: no existen diferencias cuantitativas, pero sí cualitativas ya que el 8,5%
son poliinsaturados (linoleico, linolénico, araquidónico), mientras que en la leche
de vaca sólo el 2,5% son poliinsaturados.
• Minerales: la leche de vaca triplica los valores respecto a la leche de mujer, lo
que supone una sobrecarga para el lactante de electrolitos.
• La leche de mujer contiene lisozimas y factores de crecimiento que favorecen el
desarrollo de lactobacillus bífidus en el intestino del lactante.
• Además, transfiere inmunoglobulinas que le proporcionan protección inmunológica.
Hay que poner al bebé al pecho en la sala de partos siempre que las circunstancias lo
permitan y debe continuar cogiéndose al pecho lo antes posible y con frecuencia. La
mayoría de los bebés están activos y despiertos durante las 2-4 horas después del par-
to, debido a las catecolaminas segregadas durante el mismo. Pasa después a un esta-
do de letargo y desinterés que puede durar 12 h o más, por lo que las primeras horas
son decisivas en la introducción de la alimentación del lactante. Numerosos estudios
han constatado que dejando al lactante que coma cuando quiera existen diferencias
LA
de unos lactantes a otros, que la recuperación del peso perdido es más rápida en los
niños alimentados a demanda, hay una mayor duración de la lactancia, menor inci-
dencia de ictericia y menor incidencia de ingurgitación mamaria cuando se compara
con un horario rígido (3-4 horas). Se debe recomendar horario a demanda desde el
principio. Si el bebé duerme más de tres o cuatro horas será conveniente despertarlo
suavemente y ponerlo al pecho. Es importante que haga entre 8 a 10 tomas/día. No
debe limitarse la duración de las tomas. Es frecuente que en los primeros días el bebé
110
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
sanitaria por parte de los profesionales enfermeros y que los padres se adapten a los
cambios, disminuyendo la angustia al ser dados de alta. El descanso materno es impor-
tante a la hora de potenciar la lactancia. Se aconsejará a la madre que haga coinci-
dir el descanso con el del lactante. Según Lawrence (Cuidados generales de la pare-
ja madre-hijo durante la lactancia. En: lactancia materna. 4ª ed. Madrid: Mosby/Doyma;
1996. p. 221-285), se recomendará el contacto físico con el bebé, ya que es acon-
sejable cogerlo en brazos con frecuencia o permanecer en la cama con la madre (cole-
cho) los primeros días, pues favorece la lactancia y el descanso de la madre y del recién
nacido.
Los bebés, además de alimentarse, buscan también el afecto materno. En nuestra cul-
tura, esta necesidad se calma muchas veces con el chupete, práctica que conlleva varios
riesgos para el lactante: la succión no nutritiva, la disminución del número de tomas
al pecho y la confusión de la tetina por el pezón. La introducción del chupete en el
periodo neonatal disminuye la frecuencia de las tomas, acorta el tiempo de lactancia
materna y las madres pueden experimentar problemas derivados de una lactancia infre-
cuente (ingurgitación mamaria, hipogalactia, ictericia fisiológica exagerada, etc.). No
utilizar chupetes ni tetinas forma parte de las estrategias a seguir en los Hospitales Ami-
gos de los Niños (Gómez Papí A. En: Lactancia materna: guía para profesionales. Comi-
té de Lactancia Materna Sociedad Española de Pediatría. Monografías de la AEP nº 5.
LA
111
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Lactancia natural
• Controlar el horario a demanda, que debe asegurar entre 8 y 10 tomas diarias. Se
tienen que reconocer los signos de hambre del lactante, como son el gorgoteo,
movimientos de manos y pies, chupeteo y búsqueda. El acceso a la madre favore-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
LACTANCIA ARTIFICIAL
Se habla de lactancia artificial cuando el niño durante el primer año de vida es alimentado
con leche procedente de otros mamíferos en lugar de con leche de mujer. Desde fina-
LA
les del siglo XIX comenzaron a utilizarse diferentes mezclas como alternativas a la leche
materna. Las leches artificiales, preparadas con leche evaporada, comenzaron a emple-
arse en los años veinte y consistían en una mezcla de leche de vaca, agua e hidratos
de carbono, siendo muy usadas hasta 1959. A partir de este momento, fueron susti-
tuidas por leches humanizadas o maternizadas. Su difusión originó, durante la déca-
da de los años 1960, una verdadera crisis de la lactancia materna. A partir de 1977,
pasaron a llamarse fórmulas adaptadas. El Comité de Nutrición de la European Society
112
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Consisten en un alimento para lactantes, adecuado para sustituir la leche humana, cubrien-
do las necesidades nutritivas del lactante.
Fórmulas de inicio
Se entiende por leche para lactantes la utilizable a partir del nacimiento como susti-
tuto de la lactancia materna de los recién nacidos a término sanos durante los pri-
meros 4-6 meses. Son preparados a base de leche de vaca sobre los que se realizan
una serie de modificaciones complejas para adecuarlas a los fines nutricionales del
lactante. Su valor calórico es similar a la leche humana. En los últimos años, a estas
fórmulas de inicio se les han añadido aminoácidos con funciones nutricionales con-
cretas, como la taurina y la carnitina, que se les atribuyen efectos beneficiosos para
el desarrollo gastrointestinal, el sistema inmunitario, la microflora intestinal o la absor-
ción del hierro. Otra de las modificaciones que han sufrido en los últimos años ha
sido la utilización exclusiva de aceites vegetales como el ácido linoleico. La lactosa
debe ser el único azúcar de la fórmula. El contenido en sales minerales, sobre todo
en sodio, es reducido, aunque nunca inferior al contenido de la leche de mujer. Las
leches para lactantes pueden estar o no enriquecidas con hierro, debiendo indicar-
lo claramente en el etiquetado en caso afirmativo (han de contener, al menos, 1 mg/100
kcal ó 0,7 mg/100 ml).
Fórmulas de continuación
Están destinadas a la alimentación del lactante a partir de los 4-6 meses de edad, momen-
to en el que se inicia la alimentación complementaria. Las diferencias más importantes
con las fórmulas de inicio son: valor energético superior, contenido proteico más eleva-
do, puede contener polisacáridos como dextrinomaltosa, almidón o harinas, además de
lactosa. El contenido en sodio, potasio, cloro, hierro, calcio y fósforo deben ser supe-
riores. Estudios experimentales muestran que la adición de bifidobacterias (prebióticos)
LA
113
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
nir adecuadas proporciones de los nutrientes esenciales, ser de fácil tolerancia y estar en
condiciones de asepsia. La cantidad de leche al día tiene que ser:
• Primer trimestre: de 140-150 ml/kg/día
• Segundo trimestre: de 120-140 ml/kg/día
• Segundo semestre: de 110-120 ml/kg/día
El destete
Indica el abandono de la lactancia materna y la dependencia del lactante del pecho mater-
no. Desde el punto de vista fisiológico, supone un complejo proceso que exige ajustes
nutricionales, microbiológicos, inmunológicos, bioquímicos y psicológicos entre la madre
y el lactante. Este proceso se instaura progresivamente durante un periodo más o menos
largo en el que el lactante sin abandonar la lactancia materna empieza a probar nuevos
alimentos. Las recomendaciones de la OMS orientan hacia un destete progresivo a par-
tir de los 6 meses con la introducción de nuevos alimentos y mantener la lactancia has-
ta los 2 años o más. La mayoría de los mamíferos inician el destete cuando triplican el
peso del nacimiento y en los lactantes humanos ocurriría a los 2 años.
A partir de los 6 meses la función digestiva está preparada para la digestión de sólidos. Es
en esta edad cuando las reservas de hierro van a disminuir y, por tanto, el lactante precisa
de la suplementación de este mineral a través de otros alimentos diferentes a la leche mater-
na. No hay suficientes evidencias sobre el abandono de la lactancia y el inicio del destete
de forma precoz, pero tampoco hay evidencias suficientes de la introducción de sólidos antes
LA
de los 4 meses. Sí hay pruebas suficientes sobre que iniciar el destete a partir de los 6 meses
beneficia a la mayoría de los lactantes. Existen riesgos para la madre y, en consecuencia,
para el lactante, si el destete es precoz: mastitis, abscesos mamarios, depresión postparto y
desajustes emocionales y sociolaborales. En el niño, la introducción precoz de sólidos se ha
relacionado con aumento de la obesidad infantil y de enfermedades cardiovasculares en el
adulto. En algunos periodos, como a los 4-7 meses y a los 9-12 meses, se produce un recha-
zo del lactante al pecho, que puede ser debido a algunas causas relacionadas con la madre
115
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Para realizar un destete progresivo se introducirán los alimentos después del pecho, con
cuchara y sin forzar. Si el destete va a ser completo, con sustitución de la lactancia natu-
ral por artificial, se aconsejará hacer una sustitución gradual de las tomas de pecho a lo
largo de dos semanas, manteniendo las tomas de la mañana y la noche.
Se habla de lactancia mixta cuando el niño se alimenta con leche de mujer y leche arti-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
La lactancia materna cubre las necesidades del lactante hasta los seis meses de vida. La
leche de una mujer sana se adapta a los requerimientos nutricionales del lactante y la
introducción de alimentos diferente a la leche se deben, por tanto, a unas mayores nece-
sidades de micronutrientes como el hierro, vitaminas del grupo B y vitamina C presen-
tes en otros alimentos y de energía a partir de esta edad.
LA
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
do semestre de vida, ya que tiene que aportar de 1/2 a 1/3 de las calorías totales de la
dieta, que suponen como mínimo 500 ml procedentes de la leche.
Tiene que ser inocua, preparada y administrada de forma higiénica, con manos y utensilios
limpios, evitando el uso de tetinas y biberones
Ha de darse de forma adecuada atendiendo a las señales de apetito y satisfacción, despacio
y pacientemente, ofertando diferentes texturas y sabores
Además de las necesidades de energía y micronutrientes existen diversos factores que van a
aconsejar la introducción de otros alimentos y marcan así el tiempo óptimo para esta intro-
ducción: el desarrollo de la función renal e intestinal y el desarrollo neuromuscular y psico-
motor del lactante, pero teniendo en cuenta el desarrollo inmunológico y la sensibilización a
alimentos que se produce en estos primeros meses de vida, ya que es durante el primer año
y, en especial, en el 2º semestre, cuando se pasa de una fase de inmadurez a un desarrollo
equiparable a un niño mayor o un adulto. La sensibilización a alergenos alimentarios tiende
a producirse en los primeros meses de vida. Es en este grupo de edad sobre el que deben
incidir las medidas preventivas. Las recomendaciones mayoritariamente aceptadas son:
• La promoción de la lactancia materna junto con la restricción de alimentos alergé-
nicos en la dieta de las madres lactantes de niños de alto riesgo (historia familiar de
primer grado de enfermedad alérgica mayor -rinitis, asma o dermatitis atópica-).
• El uso de fórmulas adaptadas, si no es posible la lactancia materna, y el retraso en
la introducción de la alimentación complementaria, demorando la introducción
de la leche de vaca, huevo y pescado hasta el año de edad.
• Se recomienda la prevención primaria en niños de alto riesgo, promocionando la
lactancia materna hasta los seis meses. Los niños con lactancia materna exclusiva
pueden desarrollar alergia a las proteínas de leche de vaca, aunque su incidencia
es de 2 a 5 veces menor que en los niños alimentados con leche de fórmula.
Otras proteínas no lácteas pueden también atravesar la barrera intestinal materna y ser
secretadas a través de la leche, aunque la prevalencia de alergia a proteínas de ternera
y pollo es menor. Los hábitos alimentarios influyen decisivamente en la prevalencia de
las distintas alergias. Así, en EEUU es más frecuente la alergia al cacahuete, en los paí-
LA
ses escandinavos al pescado o en los países asiáticos a la proteína del arroz. Diversos
estudios efectuados no han demostrado que la lactancia materna tenga un efecto pro-
tector frente al desarrollo de sensibilización alérgica en lactantes sanos, probablemente
porque depende no sólo de la oferta alergénica sino también del trasfondo genético y
de otros factores coadyuvantes. Sin embargo, existen muchos datos que apoyan la opi-
nión de que en niños de alto riesgo la lactancia materna exclusiva hasta los 4-6 meses
117
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El recién nacido nace con un desarrollo neuromuscular que es apropiado para la succión y deglu-
ción de líquidos y es a partir del 4º ó 6º mes cuando adquiere la capacidad necesaria para pasar
alimentos semisólidos a la parte posterior de la lengua y deglutirlos. Parece ser que existe un
periodo sensible que se inicia alrededor de los seis meses que es crítico para el desarrollo de los
mecanismos bucofaríngeos necesarios para la ingesta de alimentos semisólidos Si se deja pasar
ese momento pueden aparecer dificultades para la aceptación y la tolerancia a los sólidos. El
objetivo del destete será la introducción de alimentos adecuados para el equilibrio nutricional.
Entre el 5º y 6º mes el niño adquiere un buen control de la cabeza y es capaz de mantenerse
sentado solo con ayuda. Puede expresar entonces deseo de comer o no, abriendo o cerrando
la boca y retirando o acercando el alimento a la boca.
Entre el 6º y 9º mes comienza el lactante a adquirir la habilidad para sostener los utensilios para
alimentarse, como son la taza y la cuchara, y utilizar los dedos para llevarse los alimentos a la boca.
Entre el 7º y 9º mes comienza a realizar movimientos masticatorios rítmicos aun en ausencia de
dentición. La masticación se convierte entonces en esencial para el troceado de alimentos, la mez-
cla con la saliva y el inicio de la degradación de los hidratos de carbono. Alrededor del 9º mes
adquiere la habilidad de tragar pequeños trozos de alimentos.
118
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
En los niños que se ha demostrado una sensibilización de tipo Ig E mediada con sinto-
matología cutánea, respiratoria y/o sistémica se deberá evitar el alérgeno. Se debe utili-
zar, por tanto, una fórmula cuya fuente proteica sea diferente a la causante del proble-
ma y en estos casos las de soja constituyen la primera alternativa, dado que la alergia a
la soja resulta muy poco frecuente. En cambio, en los casos en los que la alergia no media-
da por Ig E con sintomatología digestiva, la leche de soja no debe administrarse debi-
do al elevado riesgo de inducir una sensibilización frente a ella.
LA
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El primer alimento que puede complementar la lactancia son los cereales. Su principal com-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
ponente, el almidón, es tolerado y perfectamente digerido por el lactante a partir del cuar-
to mes, tanto por la amilasa pancreática como por las disacaridasas intestinales. Los prime-
ros cereales deben ser predigeridos, sin azúcar y sin gluten. Las tomas pueden iniciarse
añadiendo 1-2 cucharaditas por cada 100 ml, para ir poco a poco aumentándola a 5-7 cucha-
raditas/100 ml. Puede administrarse una papilla espesa, con 8-9 cucharaditas por cada 100
ml, hacia los 8-9 meses. Las papillas de cereales pueden prepararse con leche materna, fór-
mula de inicio o usar fórmula de continuación a partir de los 6 meses. Si son lacteadas se
preparan con agua. Desde el punto de vista nutricional los cereales proporcionan energía
en forma de hidratos de carbono, pocas proteínas, sales minerales, vitaminas (tiamina) y áci-
dos grasos esenciales (0,5 a 1 g/100 g de cereales). Según la Sociedad Europea de Gas-
troenterología y Nutrición Pediatrica (ESPGAN), su contenido proteico debe ser de 1-3 g/100
kcal, excepto cuando llevan leche. La adición de sacarosa no ha de sobrepasar los 7,5 g
por 100 kcal y 5 g/100 kcal en los cereales lacteados. La mezcla de varios cereales consti-
tuye una mayor riqueza de aminoácidos. Antes de los 6 meses se utilizarán cereales que no
contengan gluten, arroz, maíz y tapioca, y sólo después de los 7 meses trigo, avena, ceba-
da y centeno. La ESPGAN sugiere que el contenido de hierro en los cereales sea de 0,5mg/g
de producto seco, aproximadamente 12,5 mg/100 kcal.
Las frutas constituyen un alimento importante por su contenido en azúcares, fibras vege-
tales, vitaminas y otros antioxidantes. A pesar de que la sacarasa se encuentra presente
en el intestino delgado del recién nacido, este azúcar no debe introducirse antes de 5º-
LA
120
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
parados de papilla de frutas tienen más harinas de cereales que frutas. Además, es nece-
sario limitar la cantidad de fruta que se administra al bebé, evitando que su ingesta exce-
siva condicione la toma de otros alimentos como cereales y leche.
Es importante evitar las bebidas azucaradas por su escaso valor nutritivo y por su apor-
te como calorías vacías. El consumo excesivo de zumos disminuye el apetito en los niños
y producir diarrea. La Asociación Americana de Pediatría (AAP, 1998) no recomienda más
de 240 ml/día.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Las verduras se ofrecerán a partir de los 6 meses en forma de puré. Con ellas se apor-
tan minerales, vitaminas, antioxidantes y fibra. Se introducirán gradualmente, empezando
con el caldo para ir incorporando las verduras totalmente trituradas. Hay que evitar en
los primeros meses las espinacas, zanahoria, col y remolacha, que pueden ser causa de
metahemoglobinemia por su contenido en nitratos. Habrá que tener precaución con las
verduras preparadas y conservadas en nevera, ya que el riesgo de metahemoglobine-
mia aumenta con el tiempo de conservación.
Las vísceras como el hígado son muy ricas en proteínas de alto valor biológico, vitami-
nas y hierro pero suponen un gran riesgo de aporte de tóxicos y hormonas. Cuando se
incluyan en la alimentación siempre deben estar adecuadamente cocidas y aportadas
en pequeña cantidad, de forma esporádica.
Las legumbres pueden ofrecerse en el último trimestre, alrededor del año de edad. Son
una fuente de aminoácidos, fibra, vitaminas y oligoelementos. Se introducen en peque-
ñas cantidades y de forma progresiva para evitar flatulencias y favorece la digestión.
LA
El pescado no se introducirá antes de los 9-10 meses, ya que el lactante suele tolerarlos
mal pues retrasa el vaciado gástrico. Puede producir reacciones alérgicas y contener sus-
tancias tóxicas (mercurio y ácido bórico, entre otros). Hay que comenzar con pescado
blanco porque tiene menor cantidad de grasa.
121
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La leche de vaca entera sin modificar no debe formar parte de la alimentación complementaria
antes de los 12 meses e, incluso, puede retrasarse hasta los 36 meses según diversas ten-
dencias actuales, las cuales recomiendan continuar con fórmulas adaptadas para evitar caren-
cias de hierro. Su ingesta temprana puede ocasionar pérdidas de sangre por heces, ferro-
penias y sensibilizaciones en familias de riesgo, elevada carga renal de solutos y efectos sobre
el perfil lipídico a largo plazo (Ziegler EE, Jiang T, Romero E et al. Cow`s milk and intestinal
blood loss in klate infancy. J. Pediatrics 1999; 135:720-726). Hoy en día se preparan pro-
ductos de fermentación de leche entera de vaca modificada que son adecuados para los
lactantes a partir de los 8-9 meses y son fuente de calcio, proteína y energía.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
El yogur constituye un excelente aporte lácteo, ya que contiene poca lactosa por su paso
a ácido láctico. Por estar acidificado favorece la absorción y asimilación del calcio, regene-
ra la flora intestinal y produce un tránsito digestivo rápido, por lo que es de gran utilidad
en los lactantes vomitadores. Puede empezar a utilizarse a partir del 8º mes. Se evitarán los
yogures azucarados y en los naturales no se adicionará azúcar, acostumbrando al niño al
sabor agrio del yogur, previniendo la aparición de caries y la obesidad. Los yogures comer-
cializados para lactantes están elaborados a partir de leche de fórmula adaptada.
La ingesta de sodio en el niño debe ser prudente y, aunque no está lo bastante aclara-
da su relación con la hipertensión del adulto, es aconsejable mantener ingestas de 6-8
mEq/kg/día. Las últimas raciones dietéticas recomendadas aconsejan mantener el apor-
te de sodio en 200 mg/día desde los 5 a los 12 meses (Guías prácticas de la nutrición
en el lactante. Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediá-
trica. An Esp Pediatr 2001; 54:145-159). Es importante controlar el aporte de sodio en
la alimentación complementaria, evitando añadir sal a los alimentos porque éstos la con-
tienen en cantidades suficientes.
No se aconseja suplementar con flúor antes de los 6 meses de edad. El agua del lac-
tante debe tener menos 0,3 mg/dl. De los 6 meses a los 3 años se suplementará si el
contenido en el agua es inferior a 0,3 mg/l. Si las concentraciones en el agua de bebi-
da son de 0,6 mg/l no se aconseja hacerlo.
Los requerimientos de calcio en el segundo semestre serán de 500 a 600 mg/día, que
LA
A partir del 4º-6º mes de vida los lactantes tienen una mayor posibilidad de desarrollar
anemia ferropénica, ya que existe un aumento de sus necesidades, una disminución de
los depósitos de hierro y una escasa absorción del hierro procedente de la dieta. Varios
estudios han demostrado que el déficit de hierro puede asociarse con anomalías del com-
122
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Huevo entero
Legumbres
Leche de vaca
123
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
6. ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Es una etapa de crecimiento rápido; la talla se incrementa entre 10-12 cm en el 2º año de vida,
entre 8-9 cm en el 3º y el peso aumenta entre 2-2,5 kg/año. Existe también un cambio en la
composición corporal, una disminución del agua, un aumento de proteínas y grasas, así como
un aumento de algunos iones como el calcio y el sodio. En cuanto al periodo madurativo,
cabe decir que es rápido en el aprendizaje del lenguaje, de la marcha y de la socialización. A
los tres años, su madurez en la mayoría de los órganos y sistemas es similar a la del adulto.
Las necesidades de energía para el crecimiento son menores en esta etapa por la desacelera-
ción del crecimiento, por lo que los niños atraviesan por una etapa de menor avidez por los
alimentos, siendo un hecho fisiológico que conviene conocer para no forzar a los niños a comer
(Ver Tabla 1). En esta etapa deben realizarse de 4 a 5 comidas, sin olvidar que el aporte de
leche durante este periodo no ha de ser menor a 500 ml. Siempre que sea posible se conti-
nuará con leches de continuación en lugar de leche de vaca, por los aportes extras que estas
leches tienen de hierro y minerales. Algunas recomendaciones pueden resumirse en:
• Hacer especial hincapié en el aporte de proteínas, que no deben sobrepasar las racio-
nes diarias recomendadas por el riesgo de sobrecarga renal de solutos y una inges-
ta elevada de grasas saturadas.
• Los alimentos se prepararán sin grasas y se elegirán de entre los más magros.
• Se realizará una dieta variada, equilibrada e individualizada para cada niño (Ver Tabla
2). No aplicar normas nutricionales rígidas, ya que un menú variado cubre todas
las necesidades nutricionales. Es importante tener en cuenta las preferencias y aver-
siones de cada niño, ofreciendo alternativas de alimentos con diferentes texturas,
sabores y olores, sin forzar durante esta etapa.
• Acostumbrar al niño a hacer las comidas en familia o con otros niños, evitando la
televisión y otras actividades que distraigan su atención hacia la comida, en un ambien-
te relajado y tranquilo.
• No premiar ni recompensar con alimentos.
124
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
A partir de los 3 años, la dieta del niño es un factor determinante para su posterior des-
arrollo y crecimiento. Además, esto va a influir de manera muy especial en los hábitos
dietéticos que el niño tenga cuando sea adulto, es decir, en sus gustos y costumbres.
Cuidar la alimentación del niño sirve principalmente para favorecer su crecimiento y pre-
venir enfermedades de la edad adulta como obesidad, diabetes, arteriosclerosis, gota,
estreñimiento, etc. Éstos son trastornos que con frecuencia provienen de malos hábitos
en la alimentación durante la infancia. En esta época pueden establecerse las buenas
costumbres para comer, con un patrón de comidas regular y la ingestión suficiente (no
excesiva) de alimentos nutritivos.
Preescolares (3 a 6 años)
Período dentro de la edad infantil, que abarca desde el final de la infancia temprana, es
decir, el período de 1 a 3 años. Por ello, a este intervalo se le llama segunda infancia.
En esta edad el niño tiene que superar “retos” biológicos, psicosociales, cognoscitivos,
espirituales y de adaptación para ir desarrollando su personalidad. La combinación de
estos logros le prepara para el cambio más significativo en su vida: la entrada en la escue-
la. En los preescolares se desarrollan rápidamente las capacidades físicas y sociales rela-
LA
Sin embargo, curiosamente, el deseo de succionar suele persistir durante los primeros
años y más aún cuando en el primer año ha habido frustraciones como es (y muy
fuerte) la falta de chupete. Así, a partir de los 3 años, en algunos niños empieza la
petición de golosinas. Ante esta llamada, los padres, tíos, abuelos, etc., tienen dificul-
125
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
tades a la hora de negarse, por ello suelen dar todas las gratificaciones. Pero esto no
es muy aconsejable. En este momento, el niño dice cosas que se contradicen entre sí:
le gustaría mantener indefinidamente el hábito de la succión (quiere comer todas las
golosinas del mundo) y al mismo tiempo desea ser un niño mayor (quiere crecer fuer-
te, sano y delgado). Ante este conflicto, el niño debe aprender desde muy pronto a
renunciar a una gratificación de este tipo, con vistas a su futuro.
Esta etapa se caracteriza porque el crecimiento del niño se estabiliza, ya no es tan rápi-
do como en los dos primeros años. El aumento promedio de peso es de unos 2,5 kg
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
por año. La estatura continúa aumentando de manera estable, con un ritmo de 6,5-7,5
cm por año (Ver Tabla 3). Entre los 4 y los 6 años, el crecimiento es de unos 2,5 a 3,5
kg por año y de 5 a 7 cm la talla. Las piernas, en general, se alargan más que el tron-
co. El preescolar se caracteriza porque es esbelto, pero fuerte y ágil, con una postura
claramente erguida.
La relación que se establece con la madre durante la alimentación tiene mucha impor-
tancia desde muy pronto. La actitud del niño hacia la comida y el hecho de comer están
llenos de significación. En realidad, esto sigue así durante toda la vida: no comer o comer
excesivamente, puede ser siempre un índice de nuestro estado emocional.
El significado del “bien” y del “mal” en los niños preescolares es de gran importancia.
Los niños no tienen un sentido innato de lo que está “bien“ y de lo que está “mal“, y
menos aún cuando esto es una convención social que puede variar según la cultura.
Sin embargo, pronto se enteran de lo que se considera “bueno“ y “malo“ y lo basan
según las consecuencias: el niño considerará que una acción es buena si produce resul-
tados beneficiosos y mala si produce consecuencias nocivas, es decir, será bueno todo
126
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
aquello que no sea castigado y malo lo que sea castigado. Además, fundan sus jui-
cios en la magnitud del daño causado. El hecho de que los niños de esta edad juz-
guen las acciones en función de si son castigadas o no, no quiere decir que los méto-
dos de disciplina autoritarios sean los más adecuados; más bien todo lo contrario: parece
ser que es más conveniente explicar a los pequeños los efectos simples y directos de
sus acciones, utilizando un lenguaje adecuado a su nivel de desarrollo.
Los niños entre los 2 y 4 años son incapaces de asumir un punto de vista diferente
al suyo propio, pues son totalmente egocéntricos: su modo de percibir su pensamiento
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
y su habla están centrados en ellos mismos. Sin embargo, según van creciendo, apren-
den sin darse cuenta las normas y valores de la sociedad en que les ha tocado vivir.
En este aprendizaje influyen los padres, los hermanos, los maestros, los amigos (sobre
todo al entrar en la escuela) y los medios de comunicación social. Los preescolares
desarrollan una fuerte tendencia a la imitación, especialmente copian a aquellas per-
sonas que tiene características muy semejantes a ellos. De este modo, los pequeños
tienden a identificarse con los progenitores del mismo sexo, ya que tienen caracte-
rísticas físicas muy similares, por lo tanto, aprenden las conductas y actitudes que mani-
fiestan la madre o el padre. Esto tiene un cierto paralelismo con la alimentación, pues
según se van desarrollando y haciendo más independientes, van teniendo gustos defi-
nidos en relación con la comida: el afirmar sus propios gustos o rechazarlos es una
etapa más del proceso en el que el niño va avanzando hacia la definición de la per-
sonalidad, pues cuando rechaza una comida o muestra predilección por otra, hace
una reafirmación de sí mismo.
Ante los malos hábitos, tener en cuenta que es posible que un niño coma de mane-
ra excesiva si se usa el alimento como una recompensa o un signo de aprobación. No
se debe forzar la ingestión de alimentos, pues así es probable que nunca aparezca en
LA
el niño una asociación entre placer e ingesta, con lo cual, la hora de la comida se hace
muy desagradable.
Es frecuente que el interés en los alimentos guarde paralelismo con los períodos de
aceleración del crecimiento, de modo que se entremezclan épocas en las que come
bien con otras en las que come muy poco (de manera ocasional ingiere alimentos
en forma excesiva). Estas variaciones en la alimentación no garantizan una dieta equi-
127
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
librada, pero los intentos de modificarla normalmente no tienen éxito. Por ello es
preferible aceptar tales extremos y ofrecer al niño otros alimentos de raciones peque-
ñas.
Los niños van adquiriendo el gusto por una alimentación más variada. Por otro lado,
vemos la influencia de los medios masivos de comunicación y la tentación que entra-
ña el tener una amplia diversidad de los llamados “alimentos basura“. Ambos facto-
res hacen que los niños tiendan a llenarse de calorías vacías, es decir, de una ali-
mentación que no fomenta el crecimiento por contener en exceso azúcares, almidones
LA
y grasas. El tener una amplia disponibilidad de alimentos con alto contenido en calo-
rías, combinado con la tendencia hacia actividades más sedentarias, contribuye a la
obesidad infantil. Resulta particularmente importante un desayuno nutritivo que inclu-
ya una fuente adecuada de proteínas.
128
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
En esta edad los niños están desarrollando sus capacidades sociales y gustan de invi-
tar a los amigos a su casa para compartir con ellos sus alimentos. Comienzan a dis-
frutar experimentado con diferentes sabores y les gusta añadirlos a la comida, aun-
que algunos niños todavía prefieren los alimentos sencillos y que puedan comer con
los dedos. La educación sobre nutrición en esta etapa debe de formar parte del apren-
dizaje en la escuela. Se tienen que enseñar los grupos básicos de alimentos y los ele-
mentos de una dieta equilibrada, así como la forma de preparar los alimentos. Las enfer-
meras que trabajan en escuelas pueden participar activamente en la educación sobre
la nutrición al colaborar con los maestros en la planificación y la puesta en práctica de
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
unidades de estudio sobre el tema. También pueden dar orientación nutricional a los
padres y a sus hijos.
Problemas de inapetencia
A partir de los 3 años se pueden dar en el niño problemas de inapetencia, que pueden
estar relacionados sobre todo con factores psicológicos o emocionales. A raíz de esto, el
niño puede mostrar periodos de estacionamiento de un lento ascenso de la curva de
ganancia ponderal que, por otro lado, pueden ser causados, en parte, por la reducción
relativa de sus necesidades calóricas. Se debe conocer bien la situación, para evitar tra-
tamientos médicos innecesarios y, sobre todo, la creación de problemas emocionales que
conduzcan a una anorexia psíquica (Ver Tabla 4).
comer.
• Factores socioeconómicos: tienen gran influencia en la alimentación correcta de
los niños. Los menores que viven en familias con ingresos económicos medios
reciben una ingestión de nutrientes esenciales más adecuada que los niños que
viven en familias con ingresos y educación más bajos, los cuales presentan la
mayor parte de los problemas.
129
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Etapa escolar
Esta diferenciación se debe a que el ritmo de crecimiento entre los 7 y 10 años es uni-
forme y estable y la actividad física aumenta progresivamente, con una gran oscilación
individual de cada niño.
Este grupo de niños se ubica en una etapa denomina pubertad o adolescencia. La puber-
tad es la etapa del desarrollo en la que cuerpo del niño o niña se convierte en el de un
varón o una mujer y cronológicamente se inicia a los 10,5 años en las niñas y a los 11,5
años en los niños y dura entre tres y cuatro años.
atención especial a la alimentación para cubrir las necesidades energéticas de esta edad.
130
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
peso, la anorexia o la bulimia. Las chicas adolescentes son las más vulnerables, dado que
están en un proceso de construcción de su identidad. Hay autores que refieren que los
trastornos del comportamiento alimentario se deben a fracasos en la superación de la ado-
lescencia por conflictos en el proceso de construcción de la identidad. A efectos prácticos,
la adolescencia se divide en dos etapas: de 9 a 13 años y de 14 a 18.
Los hábitos alimentarios de los adolescentes se han ido fraguando a lo largo de la infan-
cia y es en esta época cuando unos hábitos no consolidados desde la infancia pueden
ocasionar problemas en esta etapa en la que el adolescente: busca su propia identidad,
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
va a tener una separación progresiva de los padres y puede manifestar actitudes anti-
sociales, de búsqueda e identificación de grupo, así como fluctuaciones en el estado de
animo. Los adolescentes, en especial las mujeres, pueden desarrollar un Trastorno del
Comportamiento Alimentario (TCA).
Los cambios en los hábitos alimentarios y del estado nutricional que se han producido
en España, especialmente en las cohortes de los niños y adolescentes, han alterado cua-
litativamente las características de la dieta mediterránea tradicional. Pero los hábitos ali-
mentarios deben ser comprendidos en su contexto biográfico, de factores sociales y cul-
turales y siendo conscientes de los procesos psicológicos que intervienen en la alimentación.
El entorno social, escolar y familiar son determinantes para que se produzcan cambios
en los comportamientos de nuestros escolares.
lar, incluso los que empiezan su escolarización en los primeros años de su vida (escuela
maternal/infantil), llegan al centro con unos hábitos alimentarios adquiridos en su entor-
no familiar que pueden entrar en conflicto con nuevas propuestas que no estén en la
misma línea. Curiosamente, la fuerza de las recomendaciones del profesor/a en el aula
o en el comedor del centro, así como las actitudes y hábitos de otros compañeros de
clase, tienen una gran influencia en los niños/as. Esta situación puede modificar el con-
131
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
sumo de alimentos, de tal forma que algunos platos que los niños y las niñas rechazan
en sus casas, después de la convivencia en el medio escolar con otros compañeros o
por las propias sugerencias y estímulos de los profesores, se incorporan a su dieta y los
piden en su casa.
Estas acciones educativas tienen un gran valor en la configuración de los hábitos ali-
mentarios en el período de la infancia en la que pueden incorporarse con menor difi-
cultad conductas positivas que ayuden a promover la salud de los niños/as pero, ade-
más, refuerzan los consejos de los padres. Uno de los problemas que puede surgir es
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
que la falta de comunicación entre padres y profesores, motive que se les den a los niños
mensajes distintos que enfrenten el cariño hacia sus padres con el afecto y la buena rela-
ción que sienten por sus profesores de la escuela. No hay que olvidar que si se quieren
obtener buenos resultados en una persona que se está formando hay que intentar que
exista una total coherencia en los mensajes que recibe, con el fin de que no entren en
conflicto ni les planteen dudas, pues ante una situación confusa se tiene la tendencia a
decantarse por lo más cómodo, por aquello que mejor responde a los gustos y tendencias
personales.
En el niño o niña hay que crear un sentido de disciplina y ofrecerle una figura de res-
peto, autoridad y cariño cuyas decisiones no son arbitrarias, sino que responden a unos
objetivos educativos y de desarrollo personal. Desde su edad, los escolares lo aprecian,
aunque no lo reconocen, porque son miles las dudas que se les plantean en cada edad
por su propia situación de evolución constante, sus inseguridades y sus miedos. Si todo
esto no se hace, el niño/a buscará sus aliados y, ante las discrepancias, se apoyará en
lo que responda a sus preferencias personales, independientemente de la bondad de
los hábitos que se conformen.
El niño imita a quienes quiere y constituyen para él un referente muy valioso que le per-
miten crecer en todos los aspectos físicos y psicosociales. Cuando se mueve entre deci-
siones ambiguas y contradictorias se siente perdido. Es función de los padres y educa-
dores crear un ambiente propicio para su normal desarrollo dentro de sus circunstancias
personales y características individuales.
Por esta razón, nunca se insistirá bastante en la necesidad de que la escuela y la familia
colaboren, se apoyen mutuamente e informen en la misma dirección, si es necesario deba-
tiendo, desde su perspectiva de adultos responsables y educadores que conocen las mejo-
res técnicas para orientar y conducir el proceso de formación de niños y adolescentes.
Esta actitud les permitirá obtener la máxima eficacia del proyecto educativo.
Hay que reconocer, no obstante, que la escuela está en las mejores condiciones para
reforzar los aspectos positivos que empezaron a aprenderse junto a la familia y contra-
LA
132
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El consumo de proteínas adecuado viene a ser un 15% de las calorías totales ingeridas.
Se recomienda al menos un consumo de 30 g diarios. Hasta la adolescencia no existen
diferencias notables entre niños y niñas. Las variaciones provienen de la actividad y del
ritmo de crecimiento propio de cada niño. Es importante realizar con intervalos de 1/2-
1 año mediciones de la talla y el peso para comprobar el desarrollo y adaptar la dieta
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
según los parámetros obtenidos. En esta época pueden establecerse las buenas costumbres
para comer, con un patrón de comidas regular y la ingestión suficiente (no excesiva) de
alimentos nutritivos.
Es más importante calidad que cantidad. Los padres, en ocasiones se preocupan por la
cantidad de alimentos que consumen sus hijos. Por ejemplo, es más importante que el
niño coma un plato de verduras que cantidades excesivas de patatas. Por otro lado, es
frecuente que los niños de estas edades consuman más alimentos de los que suponen
sus padres. Para disminuir esta preocupación, basta aconsejar a los padres que lleven
un registro semanal de lo que come su hijo. Al final de la semana se darán cuenta de
lo que ha comido. A pesar de insistir en la calidad habría que medir la cantidad de ali-
mentos, para que el niño lleve una alimentación variada y equilibrada. Para ello se podrán
separar platos de verduras, de pastas, etc., con lo cual se puede estimar de manera más
precisa la ingestión de alimentos en cada comida.
Las madres y los padres saben muy bien hasta qué punto es infatigable la actividad de
sus hijos, sobre todo, si están en edad preescolar y escolar. Corren, saltan, trepan, jue-
gan, estudian, aprenden y además ¡crecen! También saben y les preocupa que para que
sus niños mantengan su vitalidad, para que estén sanos y alegres, para que puedan alcan-
zar un desarrollo físico e intelectual óptimo, es necesario ejercer un control adecuado
sobre las comidas que ingieren. La preocupación es lógica y acertada. Como enferme-
ras, nuestros esfuerzos han de ir encaminados a facilitar la tarea de las madres, padres
o de quienes sean responsables de la alimentación de los niños, dándoles la seguridad
de que poniendo en práctica las recomendaciones que les damos, los niños tomarán la
dieta equilibrada e indispensable para su desarrollo físico e intelectual. La comida es un
factor transmisor de tradición cultural que los niños necesitan, porque les servirá a lo lar-
go de su vida como arma para fortalecer su identidad. Por todo ello, hay que recordar
que en esta etapa el niño fundamentalmente imita y aprende de las costumbres de los
mayores. Es inútil cuidar la dieta de un hijo si no cuida la propia.
Requerimientos nutricionales
LA
133
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
(niños)
11-14 años 46 157 47 2.200
(niñas)
15-18 años 66 176 45 3.000
(niños)
15-18 años 55 163 40 2.200
(niñas)
Edad Peso medio (kg) Talla media (cm) Proteínas g/kg Proteínas g/día
4-6 años 20 112 1,1 30
(niños/niñas)
7-10 años 28 132 1,0 36
(niños/niñas)
11-14 años 45 157 1,0 45
(niños)
11-14 años 46 157 1,0 46
(niñas)
15-18 años 66 176 0,9 59
(niños)
15-18 años 55 163 0,8 44
(niñas)
134
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Hay que proporcionar una alimentación equilibrada con el aporte correcto de calorías,
proteínas, lípidos, glúcidos, minerales y vitaminas.
Equilibrio alimentario
Una dieta infantil equilibrada es aquélla que aporta la energía adecuada, permite el man-
tenimiento o consecución del peso ideal y aporta todas las vitaminas y minerales no infe-
riores a los dos tercios de las recomendaciones dietéticas (RDA).
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Proteínas
Habrá que tener en cuenta que las proteínas que se aporten en la dieta sean de alto valor
biológico, entendiendo como tal, aquellas proteínas que contienen todos los aminoácidos
esenciales. Éstos los contienen la leche, carne, pescado y huevos. Este tipo de proteínas no
debe sobrepasar la mitad del aporte proteico total, constituyendo la otra mitad de proteí-
nas de origen vegetal que se encuentran en cereales, legumbres, verduras y frutas. La inges-
ta de proteínas produce mayor saciedad que el resto de nutrientes (el doble que las grasas)
y en su utilización y metabolismo se consume hasta el 34% de la energía que aporta.
Grasas
Los lípidos tienen un papel muy importante en las sociedades occidentales donde se toma
en abundancia grasa de origen animal presente en la leche de vaca y la carne. Se pre-
LA
tende que el 30% de las calorías procedente de las grasas se repartan equitativamente
en los tres tipos de grasas: 10% de saturadas, 10% de monoinsaturadas y 10% de poliin-
saturadas. La dieta mediterránea está considerada muy saludable por el uso de aceite
de oliva, principal fuente de ácidos grasos monoinsaturados, que permitirá un mayor
aporte calórico total de grasas si son de este tipo. En los escolares se debe insistir en el
riesgo que conlleva el gran aporte de grasas saturadas presentes en algunas grasas vege-
tales, como el aceite de palma, muy utilizado en la elaboración de la bollería industrial.
135
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los lípidos son importantes para el crecimiento del niño escolar, porque un aporte muy
bajo de grasa se asocia a retraso de crecimiento. Las grasas son el nutriente que más
saciedad produce y con mayor rendimiento energético, ya que sólo se pierden el 4% de
las que se ingieren.
Hidratos de carbono
Deben ser la base de la dieta en esta etapa de la vida y, al igual que los demás princi-
pios inmediatos, aportan la energía necesaria para la actividad diaria. Tienen que con-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Vitaminas
Son micronutrientes orgánicos que el ser humano es incapaz de sintetizar, deben ser sumi-
nistradas por la alimentación y son necesarios para el mantenimiento de importantes pro-
cesos biológicos. Las vitaminas se clasifican según su solubilidad y principal efecto tera-
péutico.
Ciertas vitaminas (K, B1 B12, ácido fólico) pueden ser formadas en pequeñas cantidades
por la flora intestinal. La mayoría de las vitaminas son precursoras de coenzimas y su meca-
nismo de acción radica fundamentalmente en la regulación enzimática del metabolis-
mo. Las vitaminas hidrosolubles se ingieren con verduras, hortalizas, frutas, cereales, deri-
vados lácteos, carnes y frutos secos. Entre las necesidades vitamínicas aumentadas durante
los periodos de crecimiento están la vitamina A, la vitamina B12 y el ácido fólico, nece-
sarias para la constitución de nuevos tejidos.
• Vitaminas liposolubles (Ver Tabla 6):
– Vitamina A (retinol). Puede sintetizarse en el hígado a partir de precursores (beta-
carotenos) procedentes de zanahorias, tomates, etc. También la contienen la
yema de huevo, aceite de hígado de pescado y leche. Tiene como función
mantener la integridad de los epitelios, participa en la síntesis de glucoprote-
ínas y como mecanismo fotorreceptor de la retina.
LA
136
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
(niños)
15-18 200 µg 20 µg 1,5 mg 65 mg 1,3 mg 15 mg 15 mg
(niñas)
137
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
do nicotínico, ácido fólico, B12, ácido pantoténico y biotina) y la vitamina C. Son muy
débiles a la temperatura y a la exposición del aire y la luz, por esta razón los alimen-
tos que las contienen deben consumirse poco cocinados o crudos, si es posible.
– Particularmente importante para la formación y conservación normales de la san-
gre son la piridoxina (B6), cianocobalamina (B12) y el ácido fólico. Las vitaminas
tiamina (B1), riboflavina (B2) y niacina se necesitan esencialmente para el creci-
miento y desarrollo normales y para un sistema nervioso sano. Interrelacionadas
con la piridoxina (Bg) y ácido pantotémico, promueven y conservan el buen ape-
tito y la digestión adecuada.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Agua
Es el nutriente aislado más importante del cuerpo humano. Es componente de la mayor
parte de los alimentos, sólidos o líquidos. En los preescolares un 70%- 80% del peso total
del cuerpo está formado por agua, pasando a un 60%-70% en la edad escolar. Las nece-
sidades de agua se estiman en 1-1,5 ml/kcal.
Minerales
Son sensibles a la temperatura y a la exposición al aire y al agua, por lo que es conve-
niente:
– No tener los alimentos que los contienen mucho tiempo almacenado.
– Cocinarlos siempre tapados y con poca agua, mejor con olla a presión.
– Aprovechar el caldo de cocción de los alimentos para hacer sopas, purés o
añadir a otros guisos.
138
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
4-10 años 9-13 años 14-18 años (niños) 14-18 años (niñas)
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
• Flúor: de este mineral hay que destacar su acción protectora ante la caries den-
tal; así mismo, promueve la estabilización de la matriz ósea recién formada e
inhibe la resorción ósea. Nuestras aguas no contienen demasiado flúor, por
lo que es importantísimo, por lo menos en niños de hasta 7 años, edad en
que termina la formación de los dientes definitivos, que reciban el aporte correc-
to (Ver Tabla 12). Esto se consigue mediante enjuagues semanales, suplementos
orales o pastas fluoradas. Un exceso de flúor provoca manchas en el esmalte
(fluorosis).
139
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Electrólitos
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Los más importantes son el sodio, el potasio y el cloro. Están relacionados estrechamente
con el grado de hidratación del organismo y la adecuada transmisión neuromuscular. Son
regulados por el riñón y todos los alimentos en mayor o menor proporción lo contienen.
140
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El número de raciones para cada grupo de alimentos por día no cambia a lo largo de
la vida, lo que sí se modifica es lo que se entiende por ración en las diferentes eda-
des (Ver Tabla 13).
Es importante mostrar a los padres lo que constituye una ración, dependiendo de la edad
del niño (Ver Tablas 14 y 15).
141
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
142
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
143
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Zarpe I. Trastornos del comportamiento alimentario en la edad infantil y juvenil. En: Muñoz
M, Aranceta J, García-Jalón I. Nutrición aplicada y dietoterapia. Pamplona: EUNSA; 1999.
p. 69-74).
los problemas que más preocupan en las sociedades occidentales es el control de peso.
Esta inquietud se manifiesta con mayor intensidad a partir de la adolescencia, colectivo
en el que se encuentra una restricción voluntaria en la dieta y otras alteraciones en el
consumo de alimentos (Ver Tabla 16).
144
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Tabla 17. Factores de riesgo más importantes de los trastornos del comportamiento
alimentario
Sexo femenino
Adolescencia
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Según el DMS III (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), el diag-
nóstico responde a los siguientes criterios:
• Miedo intenso a convertirse en obesa/o, que no disminuye al perder peso.
• Trastorno en la percepción de su imagen corporal (a pesar de estar muy delga-
da/o se ve gorda/o).
• Adelgazamiento entre un 25%-35% de peso.
• Rechazo intenso a mantener el peso corporal por encima del mínimo normal.
paciente se esfuerza en negar (Ver Tabla 18), aunque a veces a veces se presentan cri-
sis de bulimia pero acompañada de ingestión de laxantes, diuréticos, provocación del
vómito y ejercicio intenso (Ver Tabla 19). Otras características que completan el cuadro
son hiperactividad incansable, tanto física como intelectual, y un rechazo potencial a admi-
tir este cuadro clínico.
145
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Las anoréxicas nerviosas suelen ser personas interesadas en temas de nutrición, cono-
ciendo muy bien el valor calórico de los alimentos y rechazándolos en función de dicho
valor y no por sus cualidades organolépticas.
Tabla 18. Principales características de una persona con anorexia en relación con la
alimentación y la comida
• Importante pérdida de peso (al menos el 15% del peso corporal) sin enfermedad
orgánica que lo justifique o apariencia extremadamente delgada
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Tabla 19. Principales características de una persona con anorexia en relación con el
ejercicio físico
Realizar excesivo ejercicio físico y de forma compulsiva
Hacer ejercicio inmediatamente después de comer o cenar
Elegir ejercicios que “queman” energía, más que elegir ejercicio o deporte por placer
Practicar ejercicio principalmente sola, pero también en gimnasios especializados
146
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Episodios repetidos de ingestión rápida y masiva de gran cantidad de alimentos con sen-
sación de falta de control sobre su alimentación
• Las personas bulímicas suelen tener alguna de estas características:
– Comen a escondidas
– Interrupción de las comidas por vómitos o dolor abdominal
– Intentan no engordar mediante la inducción al vómito el uso de laxante, diuréticos y
también con dietas muy estrictas
– Fluctuaciones de peso frecuentes debida a la alternancia de un consumo masivo de
alimentos y ayuno
• Suelen ser conscientes de la anormalidad de su comportamiento, pero se ven incapaces
de remediarlo
• Autodesprecio y sensación de depresión después de cada crisis
Tabla 21. Principales características de una persona con bulimia en relación con la
alimentación y la comida
Desaparece comida del frigorífico
Darse atracones sin incremento del peso
Comer de forma compulsiva manteniendo el peso en la media esperable
Comprar grandes cantidades de comida (cantidades ingentes de snack) y tomarlas en un
arranque (atracón), en un impulso, de forma compulsiva y en breve espacio de tiempo
LA
147
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Tabla 21. Principales características de una persona con bulimia en relación con la
alimentación y la comida (continuación)
MEDIDAS PURGATIVAS
Pese a ser el control de peso un tema que preocupa a un porcentaje elevado de la pobla-
ción, se ha comprobado que existe un gran desconocimiento en materia nutricional en
la población española medida. En los estudios revisados se pone de manifiesto el gran
desconocimiento en identificar cuál es la dieta más adecuada para el control del peso y,
dado que esta materia preocupa a un elevado porcentaje de jóvenes y población en
general, la sociedad debe tomar medidas con relación a la prevención y detección pre-
coz de conductas alimentarias insanas.
Por ello, nuestra misión como educadores de salud en materia alimentaria ha de ser la
de trasmitir a la población las características de una dieta equilibrada que aproxime el
perfil calórico al aconsejable, suponiendo un beneficio nutricional y sanitario, ayudán-
donos a prevenir trastornos del comportamiento alimentarios, incluida la obesidad, ayu-
dando a prevenir precozmente los trastornos del comportamiento alimentario desde la
LA
familia y la escuela.
148
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El objetivo que cabría marcarse con los adolescentes es identificar precozmente los TCA
y realizar una intervención lo más temprana posible. Es importante destacar que los fenó-
menos de emulación y mimetismo son frecuentes en la adolescencia, por lo que se tie-
ne que huir del “sobre diagnóstico”, etiquetando de anorexia trastornos que no son tal.
Esto, además de provocar una alarma innecesaria, puede significar para el adolescente
una característica distintiva (enfermedad de moda) que favorezca la perpetuación de los
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
síntomas.
LA
149
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Conseguir una buena salud de la madre y del lactante es una prioridad en los países
desarrollados. Los programas de nutrición y salud pública y los estudios de intervención
sobre nutrientes específicos, según los cuales, las modificaciones de la nutrición mater-
na pueden producir efectos beneficiosos para la salud, se hacen cada vez más necesa-
rios debido a la buena relación coste-beneficio que proporcionan. Son muchos los fac-
tores que influyen en una nutrición prenatal adecuada, estado nutricional previo a la
gestación, edad de la madre, situación económica, número de embarazos e intervalo
de tiempo transcurrido entre ellos, etc. Los pilares de una dieta sana están en la selec-
ción de una variedad de alimentos que juntos proveerán un nivel de energía y nutrien-
tes necesario para la salud maternal, el desarrollo y crecimiento fetal.
tamente después de la implantación del cigoto. Se detecta en orina dos semanas des-
pués. El nivel máximo lo alcanza hacia la octava semana de gestación para empezar a
declinar en una meseta estable que se mantiene durante todo el embarazo.
El lactógeno placentario humano tienen una estructura relacionada con la hormona del
crecimiento y su tasa de secreción parece paralela al crecimiento placentario, por lo que
puede utilizarse para medir la función de la placenta. Estimula la lipólisis, se opone a las
150
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La placenta se convierte en una fuente de hormonas esteroides entre las 8 y las 10 sema-
nas de gestación. Antes de ese momento es el cuerpo amarillo materno el que fabrica
la progesterona y los estrógenos. Estas hormonas desempeñan un papel esencial en el
mantenimiento del medio ambiente uterino y en el desarrollo de la placenta. Después,
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
151
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Una ganancia escasa de peso se asocia con mayor riesgo de retraso del crecimiento intrau-
terino y de mortalidad perinatal. Un aumento excesivo se asocia con alto peso al nacer
y con mayor riesgo de complicaciones durante el parto, relacionadas con la despropor-
ción pelvicefálica. La relación peso-altura de la madre antes del embarazo es un factor
determinante del crecimiento fetal: con la misma ganancia de peso, los hijos de muje-
res delgadas son más pequeños que los de mujeres con más peso, por lo que se reco-
mienda mayor aumento de peso durante el embarazo a mujeres delgadas que para las
de peso normal.
La curva normal del incremento de peso durante el embarazo es escaso durante el pri-
mer trimestre, rápido en el segundo y se enlentece en el tercero. Suele ser habitual ganar
4 kg de peso una vez finalizadas las primeras veinte semanas y después ir aumentando
500 g/semana hasta su término. La ganancia total no debe rebasar los 12,5 kg. Si el
embarazo es gemelar, se debe ganar aproximadamente 700 g/semana en los dos últi-
mos trimestres. Es importante el patrón de aumento de peso. Los aumentos repentinos
e importantes (1,4-2,3 kg en una semana) pueden indicar una retención excesiva de líqui-
dos y han de ser estudiados, al igual que los aumentos insuficientes.
Las recomendaciones dietéticas de casi todos los nutrientes aumentan durante la ges-
tación, aunque el incremento varía dependiendo de los nutrientes. Determinar las nece-
sidades nutricionales durante el embarazo es complejo, ya que los niveles de nutrientes
LA
en los tejidos y líquidos disponibles están alterados por los cambios metabólicos provo-
cados por las hormonas, por el aumento del volumen plasmático y por las variaciones
de la función renal y excreción urinaria.
152
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Energía
Las recomendaciones sobre el incremento energético diario se han estimado en unas
150 kcal en el primer trimestre y 340 kcal en el segundo y tercer trimestre por encima
de las necesidades energéticas de una mujer no embarazada. El aumento de las nece-
sidades adquiere importancia a partir del cuarto mes. Tanto la dieta hipoenergética como
la sobrealimentación no están justificadas cuando el peso de la embarazada es cercano
al peso ideal. El aporte se debe realizar con alimentos ricos en proteínas, calcio, hierro
y vitaminas, evitando el exceso de nutrientes energéticos (alimentos ricos en grasa y car-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
bohidratos).
Hidratos de carbono
Representan la principal fuente de energía del organismo y aportan la fibra necesaria
para lograr una función intestinal adecuada. Si la ingesta calórica es insuficiente, el cuer-
po obtiene la energía necesaria a partir de las grasas, cuya degradación produce ceto-
sis, representando un problema, sobre todo en mujeres diabéticas. La gestante tiene mayor
necesidad de hidratos de carbono y calorías, especialmente durante los dos últimos tri-
mestres. La ingesta de hidratos de carbono favorece el aumento de peso y el crecimiento
del feto, la placenta y otros tejidos maternos.
Grasas
Representan una fuente importante de energía. Se absorben mejor durante la gestación,
lo que conlleva un aumento de las lipoproteínas y del colesterol sérico, así como una
disminución de la eliminación intestinal de grasas. Es recomendable una ingesta diaria
de grasa equivalente a menos del 30% de la ingesta calórica diaria, de la que menos
del 10% debería ser en forma de grasas saturadas.
Proteínas
Aportan los aminoácidos necesarios para la hiperplasia e hipertrofia de los tejidos mater-
nos, como el útero y las mamas, y para cubrir las necesidades fetales. El feto tiene mayo-
res necesidades durante la segunda mitad de la gestación, el periodo de máximo creci-
miento fetal. No se conoce con seguridad la cantidad de proteínas adicionales para apoyar
la síntesis de tejidos maternos y fetales. Se cree que la eficacia de la utilización de pro-
teínas en mujeres embarazadas es de un 70%, las necesidades son variables y aumen-
tan a medida que avanza el embarazo, con mayores demandas en el segundo y tercer
trimestre.
dichas necesidades (Ver Tabla 2). Este aporte extra se puede cubrir con un aumento de
una ración proteica sobre la dieta habitual de la mujer. Los alimentos de origen animal
como la carne, el pescado, el pollo y los huevos son ricos en proteínas de alto valor bio-
lógico. Los productos lácteos constituyen una fuente importante de proteínas y calcio.
Un litro de leche aporta 32 g. Si la mujer no consume o consume pocas proteínas ani-
males, es preciso combinar alimentos de origen vegetal para obtener los aminoácidos
153
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
necesarios que ofrezcan un aporte proteico completo (judías y arroz, leche y cereales
integrales). El déficit de proteínas durante el embarazo tiene consecuencias adversas, aun-
que suele ser difícil separar los efectos de deficiencia de proteínas y los de deficiencias
de energía, ya que suelen ir parejos. El suministro de energía adicional a las madres tie-
ne tanta influencia en el resultado final del embarazo como el proporcionar energía y
proteínas juntas, por lo que al parecer suele ser el déficit de energía el que determina
un resultado final desfavorable del embarazo.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Calcio y fósforo
Intervienen en la mineralización de los huesos y dientes del feto, en la producción ener-
gética y celular y en la regulación ácido-básica. El calcio se absorbe y se aprovecha mejor
durante la gestación. Durante la primera fase del embarazo se necesita cierta cantidad
de calcio y fósforo, pero la mayor parte de la calcificación de los huesos fetales tiene
lugar durante los 2-3 últimos meses. Los dientes empiezan a formarse hacia la octava
semana de gestación y están ya formados en el momento del nacimiento. Los molares
definitivos comienzan a calcificarse justo antes del nacimiento. Durante el embarazo se
produce una alteración del metabolismo del calcio, debido en gran parte por la influen-
cia de factores hormonales. Se acumulan unos 30 g de calcio, casi todo en el esque-
leto fetal y el resto en el esqueleto materno, quizá como reserva para las demandas de
calcio de la lactancia. La mayor parte del aumento se presenta en el último trimestre.
La RDA de calcio para el embarazo se estima en 1.200 mg lo que supone un aumen-
to de 400 mg sobre los requerimientos habituales de la mujer adulta. Si el aporte de
calcio es insuficiente, las necesidades del feto se cubren a expensas de la desminerali-
LA
zación de los huesos maternos. Esta mayor demanda es cubierta en parte por una mayor
absorción y una menor excreción. Una dieta que incluya cuatro vasos de leche o un
producto lácteo equivalente, aporta suficiente calcio para satisfacer las demandas. Las
legumbres, nueces, frutos secos y verduras de hoja verde aportan cantidades menores
de calcio. El aporte diario recomendado de fósforo son de 1.200 mg/día en el emba-
razo. El fósforo se encuentra en una variedad amplia de alimentos, por lo que rara vez
hay deficiencia.
154
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Hierro
Las mujeres embarazadas tienen necesidad de hierro para sustituir las pérdidas basales habi-
tuales, permitir la expansión de la masa eritrocitaria, proporcionar hierro al feto y la pla-
centa y sustituir las pérdidas de sangre durante el parto. Las necesidades fetales de hierro
contribuyen a los síntomas de anemia en la gestante. El hígado fetal almacena hierro, espe-
cialmente durante el tercer trimestre. El lactante necesita esas reservas de hierro durante
los cuatro primeros meses de vida para compensar el déficit habitual de hierro en la leche
materna. Para satisfacer las demandas del embarazo, la mujer debe absorber aproxima-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
damente 3 mg de hierro. Para asegurar que la cantidad de hierro absorbido resulta sufi-
ciente, basta con una ingesta de 30 mg/día, lo que supone un aumento de 15 mg/día
sobre las recomendaciones dadas a las mujeres no embarazadas. Casi no es necesario aumen-
tar la ingesta durante el primer trimestre del embarazo, puesto que la interrupción de la
menstruación compensa el posible aumento de los requerimientos de este periodo. En fases
posteriores de la gestación las necesidades se elevan de forma sustancial.
La ingesta diaria de hierro se puede incrementar escogiendo alimentos ricos en esta sus-
tancia, como las carnes magras, verduras de hoja verde, huevos, cereales integrales, fru-
tos secos, legumbres y mariscos. Generalmente se absorbe mejor el hierro de los pro-
ductos animales que el de los vegetales, sin embargo se puede mejorar la absorción de
hierro de productos vegetales combinándolos con carne o un alimento rico en vitami-
na C. En las últimas etapas del embarazo aumenta la capacidad para absorber el hierro
de la dieta, aunque el aumento de las necesidades durante el embarazo no puede ser
cubierto sólo con el hierro contenido en la dieta ni con las reservas de algunas mujeres,
se suelen recomendar suplementos diarios. Estos suplementos de hierro pueden producir
molestias digestivas y estreñimiento. Las molestias primeras se pueden paliar tomando
el hierro con el estómago lleno; para combatir el estreñimiento es importante mantener
una ingesta adecuada de líquidos y fibra.
Sodio
La restricción de sodio no parece aconsejable, a no ser que se trate de una embarazada
obesa o que exista una afectación concomitante. Era común restringir el sodio en la dieta
de la mujer embarazada con edema; sin embargo, al parecer, un edema moderado es una
consecuencia normal de la gestación y actualmente no se acostumbra a controlarlo con
diuréticos o dietas bajas en sodio. El aumento de la retención de líquidos que es normal
en el embarazo, en realidad incrementa la demanda corporal de sodio debido a la expan-
sión del volumen de líquido extracelular en la madre, los requerimientos del feto y el nivel
de sodio en el líquido amniótico. Puesto que no hay datos que sugieran la asociación de
un aumento de la ingesta de sodio con mayor incidencia de toxemia, su restricción no
contribuye a prevenirla y en caso de que aparezca no logra su control, por lo tanto, no se
LA
recomienda su restricción. Las necesidades de sodio durante el embarazo suelen verse satis-
fechas con una dieta normal. Su consumo diario no debe ser inferior a 2-3 g.
Yodo
Es un componente esencial de la tirosina, la hormona tiroidea. Durante la gestación se
elimina yodo inorgánico por la orina. La glándula tiroides puede aumentar de tamaño
155
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
(bocio materno) si no se repone el yodo perdido con una dieta adecuada o con suple-
mentos adicionales. Se puede producir cretinismo en el lactante si la madre sufre defi-
ciencia importante de yodo. La manifestación fundamental del cretinismo es el retraso
mental grave. Las manifestaciones de otras características del cretinismo (sordomudez,
talla corta, espasticidad), dependen de la fase del embarazo en la que se desarrolle el
hipotiroidismo. Si éste aparece en etapas avanzadas, la lesión neurológica no será tan
grave en comparación con la que se produce cuando el déficit tiene lugar en etapas
más tempranas. El cretinismo se previene corrigiendo la deficiencia materna de yodo antes
o durante los primeros meses de gestación.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Zinc
Interviene en el metabolismo de las proteínas y la síntesis del ADN y el ARN. Es esencial
para el crecimiento y desarrollo normal del feto y para la producción de leche durante
la lactancia. La cantidad recomendada durante la gestación es de 15 mg/día. Se encuen-
tra en la carne, mariscos, pollo, cereales integrales y legumbres.
Magnesio
Esencial para el metabolismo celular y el crecimiento estructural. La cantidad recomenda-
da durante el embarazo es de 320 mg/día. Sus principales fuentes son la leche, cereales
integrales, verduras de hoja verde, nueces y legumbres.
Vitaminas
La ingesta recomendada de vitaminas aumenta durante el embarazo:
• Vitaminas liposolubles (A, D, E y K): aunque las necesidades de estas vitaminas
aumentan durante la gestación, debe procurarse no introducir un exceso de las
mismas en la dieta. Se sabe que las vitaminas A y D a dosis altas son teratogé-
nicas y que el consumo de demasiada vitamina C puede incrementar la necesi-
dad fetal de ella, ocasionando escorbuto en el niño después del parto. El exce-
so de vitaminas A, D, E y K no se elimina por la orina. La intoxicación por vitaminas
puede producir náuseas, molestias digestivas, sequedad y agrietamiento de la
piel y caída del cabello.
156
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Vitaminas hidrosolubles: se eliminan por la orina. Dado que sólo se almacenan can-
tidades muy pequeñas, el organismo apenas está protegido en caso de ingesta inade-
cuada. Durante la gestación, desciende la concentración de vitaminas hidrosolu-
bles en el suero materno, mientras que en el feto se detectan concentraciones
elevadas.
157
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Líquidos
El agua es indispensable para la vida y se encuentra en todos los tejidos del organismo.
Una gestante debe mantener una ingesta de entre 8-10 vasos de líquido al día, de los
que entre 4-6 deben ser de agua.
158
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Alcohol
das semanales y del 30 a 40% en las que consumen más de 8 bebidas semanales. Una
bebida tipo se define como 355 ml de cerveza, 148 ml de vino o 44 ml de licor destila-
do con un contenido de alcohol del 38%. Cada una contiene alrededor de 17 gramos
de alcohol absoluto. Las autoridades en salud recomiendan que la mujer embarazada
se debe abstener por completo del consumo de alcohol.
159
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Cafeína
Diabetes
La regulación de la glucemia materna tiene especial importancia para el éxito del emba-
razo, tanto en las mujeres con diabetes mellitus como en las que aparece una diabe-
tes gestacional. Cuando la glucemia materna es elevada, también lo es la del feto, con
el consiguiente incremento de la excreción de insulina y aumento de las necesidades
de oxígeno para metabolizar la sobrecarga de la glucosa. La elevación de la glucemia
durante las primeras 6-8 semanas de gestación, como sucede en las mujeres diabéti-
cas, se asocia a un riesgo de 4 a 10 veces mayor de malformaciones congénitas. El
aumento de la glucemia en etapas posteriores del embarazo se asocia a macrosomia
(lactantes con un peso superior de 4.000 g), la hipoglucemia neonatal, mortalidad peri-
natal y prematuridad. Se ha confirmado que estos efectos pueden evitarse con un con-
trol riguroso de la glucemia durante todo el embarazo mediante dieta e insulina. Los
fármacos antiglucemiantes orales están contraindicados durante la gestación. La detec-
ción de la diabetes gestacional debe hacerse de forma sistemática a todas las mujeres
embarazadas durante las semanas 24 y 28ª, ya que se ha demostrado que la detec-
ción selectiva no es eficaz.
Hipertensión
160
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Hiperémesis gravídica
Se denomina así a las náuseas y vómitos graves que se pueden producir durante el emba-
razo y que puede causar deshidratación y acidosis en la mujer embarazada. La “enfer-
medad matutina” común con los síntomas descritos se pueden controlar con un trata-
miento dietético.
Hay que aconsejar a la mujer que beba o coma en pequeñas cantidades y frecuente-
mente, evitando el hambre y limitándose a alimentos blandos hervidos o consomé. Con
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
frecuencia, las náuseas mejoran con galletas y alguna bebida ligera. También puede ser
beneficioso comer antes de levantarse. Si las náuseas y los vómitos son tan intensos o
persistentes que la paciente se deshidrata, presenta cetosis o pierde peso, es posible que
requiera hospitalización y líquidos IV, denominándose, entonces hiperémesis gravídica.
Las pacientes con hiperémesis gravídica no aumentan de peso, por lo general, lo pier-
den. Muchas embarazadas con enfermedad matutina sienten que vomitan todo lo que
ingieren, pero si el peso continúa aumentando y no están deshidratadas, no se trata de
hiperémesis gravídica. Los factores psicológicos son muy importantes en este síndrome,
pero no disminuyen el peligro. Es necesario investigar si hay hepatopatía no sospecha-
da, infección renal, pancreatitis, obstrucción intestinal, lesiones del tracto gastrointesti-
nal e intracraneales, dado que estos trastornos pueden causar vómitos.
El aumento de las necesidades puede satisfacerse con una dieta adecuada, con algu-
nas modificaciones (Ver Tabla 4):
• Cuatro tazas de leche al día proporcionan más de los 10 a 16 g adicionales que
se aconsejan de proteínas de alta calidad, aumentan la ingestión de calcio a 1,2
g y proporcionan 320 kcal adicionales con leche descremada o 640 kcal con
leche entera.
• Debe fomentarse el consumo diario de pan y cereales de grano entero, vege-
tales de hoja verde y fruta fresca de 3 a 5 raciones para proporcionar minera-
les, vitaminas y fibra.
• Es recomendable la ingestión diaria de 5 a 8 vasos de agua. Con frecuencia hay
estasis intestinal por las restricciones necesarias de las actividades y la presión del
LA
útero en crecimiento.
• Las mujeres embarazadas suelen ser receptivas a los consejos nutricionales. Es
preciso impartir educación colectiva a los futuros padres. La educación nutricio-
nal debe formar parte de los programas educativos y ha de centrarse en las nece-
sidades alimentarias y en la selección de una dieta adecuada.
161
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Durante los primeros días de puerperio, la secreción mamaria se denomina calostro, que
es un líquido espeso, amarillento, rico en sodio, cloro y agentes inmunitarios (lactoferri-
na e inmunoglobulinas A secretora) y con poca cantidad de lactosa y de proteínas tota-
les. A continuación, la concentración de lactosa aumenta, las de sodio y cloro disminu-
yen a medida que va aumentando la actividad secretora. Aproximadamente, a los 10
días del parto la leche tiene las características de la leche madura. Una vez establecida
la lactancia, el mantenimiento de la producción de leche (lactogénesis) depende de la
162
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La galactogénesis persistirá en tanto el niño mame más de una vez al día. El volumen
de leche que pasa al niño va aumentando desde 50 ml en el primer día a 500 ml en
el quinto y desde 650 ml el primer mes a 750 ml en el tercer mes de la lactancia. Pare-
ce que las madres bien nutridas son capaces de secretar una cantidad de leche supe-
rior a las necesidades del bebé y las madres peor nutridas suficiente. Las madres de paí-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
ses desarrollados pueden tener un 20% más de leche, grasa y mayor contenido
energéticos que las de países en vías de desarrollo.
Las necesidades nutricionales cambian tras el parto y varían si la madre decide dar o
no el pecho a su hijo. Después del parto se pierden aproximadamente entre 5 y 6 kg.
Se sigue perdiendo peso durante las semanas inmediatamente posteriores, para des-
pués comenzar a estabilizarse el peso de la madre, lo que puede durar seis meses o
incluso más. La hemoglobina y los hematíes deben normalizarse de 2-6 semanas des-
pués del parto. El hematocrito aumenta gradualmente debido a la hemoconcentración
secundaria a la eliminación de líquido extracelular. Generalmente, se administran suple-
mentos de hierro 2-3 meses después del parto para reponer las reservas agotadas duran-
te el embarazo.
Tras el parto, las necesidades nutricionales de las madres que no dan el pecho vuel-
ven a ser las mismas que antes de la gestación. Las demandas nutricionales de la lac-
tancia son mayores que las del embarazo. En los primeros cuatro a seis meses des-
pués del parto, el lactante duplica el peso que tenía al nacer. La leche secretada en
cuatro meses representa una cantidad de energía equivalente al coste energético total
del embarazo. Una parte de esa energía se consigue gracias a muchos de los nutrien-
tes almacenados durante la gestación. Se considera que la lactancia es satisfactoria
cuando el niño alimentado exclusivamente al pecho se desarrolla bien y mantiene
índices bioquímicos adecuados con relación a su estado de nutrición. La leche huma-
na es apropiada como fuente de alimentación única durante los primeros 4-6 meses
de vida.
LA
163
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
tivos como enzimas, hormonas, factores de crecimiento, factores de resistencia del hués-
ped, sustancias reguladores de la inmunidad y compuestos antiinflamatorios.
Energía
La energía necesaria para mantener la lactancia es proporcional a la cantidad de leche
producida. El contenido medio de energía en la leche humana es de 67 a 70 kcal/100
ml, y se admite que la eficiencia energética de la síntesis de leche por la madre es del
80%. Se piensa que para producir 100 ml de leche son necesarias 85 kcal. La secreción
láctea media es de unos 750 ml/día durante los primeros seis meses de lactancia y de
600 ml/día en el segundo semestre. Los depósitos de grasas acumulados durante el emba-
razo pueden proporcionar teóricamente de 100 a 200 ml/día. La ingesta recomendada
supone 500 kcal/día adicionales durante la lactancia. Es normal que la mujer durante el
periodo de lactancia pierda alrededor de 0,5 a 1 kg/mes, pero algunas mantienen peso
y otras incluso lo aumentan.
Proteínas
Son un componente importante de la leche materna y es esencial que la madre reciba
un aporte adecuado durante la lactancia. Se recomienda una ingesta de 65 g/día duran-
te los seis primeros meses de lactancia y 62 g/día durante los seis siguientes. A partir de
los seis meses, el lactante generalmente comienza a ingerir otros alimentos. La mayoría
de las proteínas se sintetizan en el tejido mamario. Las mujeres mal nutridas utilizan ami-
noácidos procedentes de sus tejidos y mantienen un nivel adecuados de proteínas en
la leche.
Grasas
Los ácidos grasos de la leche materna proceden en su mayoría de los ácidos grasos cir-
culantes procedentes de la ingesta, de los depósitos maternos y de los sintetizados en
LA
164
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Minerales
La leche humana tiene todos los minerales que necesita el niño. Su contenido no se modi-
fica sustancialmente por la dieta materna.
• Calcio y fósforo: cuando la madre ingiere poco calcio y fósforo se movilizan los
depósitos óseos, por lo que incluso en situaciones de deficiencia de vitamina D
materna, la mineralización del niño es buena. Los depósitos maternos hacen fren-
te a una ingesta materna insuficiente. Las RDA para calcio y vitamina D se tra-
ducen en unos 400 mg/día y 10 µg/día adicionadles respectivamente si lo que
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Vitaminas
No se requieren suplementos vitamínicos, debiendo obtener los nutrientes a partir de
una dieta variada y equilibrada.
• Vitamina A: se almacena en los tejidos y sus niveles no aumentan con la dieta,
salvo en mujeres desnutridas.
• Vitaminas del grupo B: varían mucho en relación con la dieta. Existen eviden-
cias de casos de déficit en hijos de madres vegetarianas estrictas, donde se apre-
cia un riesgo elevado de déficit de vitamina B12, ya que se encuentra unida a
las proteínas animales y está prácticamente ausente de las proteínas vegetales.
El déficit de vitamina B12 en etapas tempranas de la vida puede causar una atro-
fia cerebral con daño neurológico permanente. Para evitarlo es importante que
la madre tome suplemento de vitamina B12 durante el embarazo y la lactancia.
El ejercicio físico aumenta la utilización y excreción de vitamina B6. El uso pro-
longado de anticonceptivos hormonales puede producir déficit séricos de vita-
mina B6. Su déficit puede producir alteraciones neurológicas en el lactante.
• Vitamina C: sus niveles en leche se correlacionan con la dieta, pero administrar
dosis altas no incrementa sus niveles en la leche, el exceso es eliminado por la
orina de la madre.
LA
165
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los líquidos son especialmente importantes durante la lactancia, ya que un aporte insu-
ficiente puede disminuir el volumen lácteo. En este periodo se recomiendan de 8 a 10
vasos de líquidos al día.
Forma parte de los saberes populares el que el sabor de determinados alimentos que
toma la madre puede hacer desagradable el sabor de la leche. Para que ésta tenga un
sabor demasiado intento, es posible que se tenga que consumir mucha mas cantidad
de ese producto de lo que se hace en condiciones habituales. Generalmente, la madre
no tiene que evitar ningún alimento, excepto aquéllos a los que pueda ser alérgica. No
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
obstante, algunas madres observan que determinados alimentos afectan a sus hijos; sue-
len citar las cebollas, col, nabos, chocolate, especias y condimentos. Lo mejor es acon-
sejar a la madre que evite aquellos alimentos que sospeche puedan afectar a su hijo.
Los estimulantes como drogas y productos químicos pasan a la leche y su efecto sobre
el bebé es más perturbador que en el adulto. Es recomendable no ingerir bebidas con
cafeína durante la lactancia, ya que pueden provocar en el bebé irritación o dificultad
para dormir. Tras la ingesta de cafeína, es normal un periodo de, al menos, ocho horas
de inquietud en el bebé. El efecto de la cafeína es potenciado por el tabaco. El alcohol
pasa a la leche y puede producir efectos en el lactante. Existe relación dosis-efecto, de
modo que un consumo moderado (una cerveza ocasional) no parece tener consecuencias.
El ejercicio físico moderado no tiene efectos adversos sobre la lactancia. Diferentes estu-
dios han analizado sus repercusiones en el volumen y composición de la leche. En madres
lactantes que hacían ejercicio de forma regular previamente, la práctica de deporte no
tiene repercusión negativa en la composición ni el volumen de leche. En cambio, en
mujeres sin entrenamiento previo, la realización de ejercicios intensos durante la lactan-
cia puede producir una disminución en el volumen de leche. El principal motivo que
expresan las madres para hacer ejercicio es perder peso después del parto. Para conse-
guirlo hay que combinar ejercicio físico y una restricción calórica moderada, sin que ello
tenga efectos negativos sobre la lactancia.
El periodo de la menopausia es vivido por muchas mujeres sin apenas molestias. Sin embar-
go, para otras se acompaña de una sintomatología que llega a interferir con su calidad
de vida. Los síntomas vasomotores durante el periodo menopáusico de la mujer son qui-
zá los más frecuentes, llegando a afectar al 80% de las mujeres occidentales, y consis-
ten en una sensación de calor súbita en el pecho, cuello y cara, unidos a enrojecimiento
y sudor.
LA
166
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
buena masa ósea antes de los 25 años de edad, para lo cual se deberá mantener una
dieta equilibrada y rica en calcio, practicar regularmente ejercicio físico, aprender a comer,
limitar el alcohol y abandonar el tabaco.
Según la FAO/OMS, a partir de los 40 años las necesidades de energía disminuyen apro-
ximadamente un 5% cada década. La ingesta recomendada para las mujeres españolas
entre 40-50 años es de 2.185 kcal distribuidas de la siguiente forma:
• 275 g de hidratos de carbono.
• 41-50 g de proteínas.
• 65 g de lípidos totales.
El organismo debe contar con un aporte constante de calcio para sustituir al que se pier-
de por la orina. Si no se consigue a través de la dieta, extrae el que necesita de los hue-
sos. Este aporte (1.200 mg de calcio, aproximadamente), se puede conseguir con la inges-
ta de un litro de leche entera, semi o desnatada, con 7 yogures (125 ml), o con 150 g
de queso manchego curado. Las leches desnatadas y los yogures descremados conser-
van prácticamente todo el calcio de los alimentos enteros pero con menos grasa. Los ali-
mentos “enriquecidos con calcio” deben indicar en la etiqueta la cantidad de calcio que
poseen. Por término medio suelen contener 160 mg por 100 ml de leche. Es conve-
niente agitar el envase antes de servir, ya que el calcio añadido se precipita y se posa en
las paredes del envase.
Los pescados como las sardinas, besugo o salmón son considerados una fuente impor-
tante de calcio por su contenido en las espinas. Además de estas medidas es importan-
LA
167
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
ca. Madrid: AEEM; 2004). El problema es que un alto porcentaje de mujeres abandona
el tratamiento después de un año por sangrado vaginal, mastalgia, náuseas, migrañas,
ganancia de peso, retención hídrica y un posible aumento de riesgo de sufrir cáncer de
mama, ya que recientes resultados han demostrado un incremento de patologías de ori-
gen vascular, cáncer de mama y de endometrio en tratamiento con THS. Esto ha supues-
to un mayor interés para el desarrollo de terapias alternativas para el control de estos
síntomas, como el uso de hierbas, homeopatía, acupuntura o el aumento en la dieta de
la proteína de soja. La soja es una de las fuentes más rica en fitostrógenos y una de las
sustancias más estudiadas. Existen numerosos estudios acerca de la eficacia de las iso-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
Tiene que seguirse una dieta abundante en verduras y hortalizas como mínimo dos veces al día
Tres piezas de fruta al día son necesarias, una de las cuales debe ser cítrica (naranja, mandarina)
Las legumbres, dos veces por semana
Pastas y arroces nunca más de dos veces por semana
La leche y sus derivados han de ser descremados
Aumentar el consumo de pescado, sobre todo pescados magros por su menor valor
calórico. Tomar pescado azul una vez a la semana, pero siempre a la plancha
LA
Disminuir el consumo de carnes, sobre todo las más grasas, utilizando carnes de aves a la plancha
No deben tomarse más de 4 huevos por semana, en forma de tortilla o pasados por
agua o duros (no fritos)
No usar mantequilla ni margarinas y el aceite en la cantidad recomendada (50-60 ml),
preferiblemente aceite de oliva
168
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Selección de alimentos
Debe ser variada y equilibrada, teniendo en cuenta que:
Evitar al máximo las bebidas refrescantes y el alcohol, empleando únicamente aquéllas bajas
en calorías
Beber al menos un litro y medio de agua al día evitará que la orina sea muy concentrada e
impedirá esa sensación de mareo que sólo es una transitoria bajada de la tensión arterial (TA)
Control en el consumo de bebidas alcohólicas y bebidas excitantes como el té y el café por
su efecto sobre el calcio
Por tanto, en el día tienen que consumirse leche y/o derivados, verdura, fruta, carne y/o
pescado y/o huevo y cereales (pan o pasta o arroz y/o legumbres)
LA
169
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
INTRODUCCIÓN
De forma mayoritaria los ancianos valoran como factor determinante de su salud la ali-
mentación y la autonomía personal. En el siguiente documento se encuentran refleja-
dos los hábitos alimentarios de los mayores: “Perfil alimentario de las personas mayores
en la Comunidad de Madrid. José Antonio Pinto Fontanillo, Luis Seoane Pascual. Docu-
mentos Técnicos de Salud Pública de la Comunidad de Madrid: Servicio de Promoción
de la Salud. Instituto de Salud Pública. Consejería de Sanidad; 2003”.
Fuente: INE
170
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El 12% de los ancianos tiene una dieta inadecuada. Sólo un 3% tiene un IMC bajo y es
frecuente la obesidad, con una prevalencia del 31%. Se encuentran déficit vitamínicos
selectivos principalmente de vitamina D, E, A y vitamina B12, más frecuente en mujeres.
Entre las metas de salud que la oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) propone para el siglo XXI se encuentra “envejecer de forma saludable” lanzando
el siguiente reto: “De ahora al año 2020, las personas mayores de 65 años de edad debe-
rán tener la posibilidad de gozar de todo su potencial de salud y jugar un papel activo
en la sociedad”. (Programa de atención a las personas mayores. Madrid: Ministerio de
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
En relación con esta meta de salud, podemos decir que la nutrición juega un papel fun-
damental en la salud de las personas mayores. Es importante que los profesionales sani-
tarios desarrollen programas de fomento de la alimentación saludable en este colectivo,
con el fin de mejorar sus oportunidades y vivir una vida más larga y satisfactoria.
La mayoría de los países desarrollados aceptan como persona mayor a la que supera los
65 años. Sin embargo, debido al aumento en la esperanza de vida y a la heterogenei-
dad del envejecimiento se distinguen tres grandes grupos para clasificar a las personas
mayores. Las características sociales y biológicas de estos tres grupos son suficientemente
diferentes como para describir cada una de ellas:
• Ancianos jóvenes: personas de edades comprendidas entre 65 y 74 años. En
general este grupo de población goza de buena salud y de la autosuficiencia
independiente para realizar las actividades de la vida diaria.
• Ancianos: personas de 75 a 84 años. Invalidez funcional y la necesidad de ayu-
da para las tareas domésticas o el transporte. Suelen suceder los cambios más
acusados, así como la mayor morbi-mortalidad.
• Ancianos viejos: de más de 85 años. La fragilidad y la incapacidad son los aspec-
tos más predominantes.
“Las edades son de nuestra vida y no, primariamente, de nuestro organismo, son eta-
pas diferentes en que se segmenta nuestro quehacer vital”
Ortega y Gasset
A partir de los 60 años hay una disminución de la talla en 1 cm o más por década. Esta
LA
171
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Disminución del agua corporal total (en la que destaca el compartimento extra-
celular), con una menor capacidad para mantener el balance hídrico, siendo por
ello más susceptibles a la deshidratación.
• Involución o reducción en el tamaño de diferentes órganos.
• Tracto gastrointestinal
– Cambios en la mucosa gástrica y en las glándulas digestivas, que dan lugar a un
descenso en la capacidad funcional digestiva. La menor flexibilidad del fundus
gástrico provoca saciedad con menor cantidad de comida que en el adulto.
– Disminución de la motilidad intestinal. La superficie intestinal útil para la absor-
ción, la capacidad de transporte de nutrientes y la reducción del flujo sanguí-
neo alteran la capacidad global de digestión y absorción.
Cambios metabólicos:
• Disminución del metabolismo basal un 10% a partir de los 45 años y cada déca-
da debido a las pérdidas de masa muscular.
• Intolerancia a la lactosa debido a una disminución de la lactasa.
172
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Cambios psicosociales:
• Las alteraciones emocionales son frecuentes en la vejez. Los trastornos adapta-
tivos y las depresiones pueden estar relacionados con:
– La esfera social. Jubilación, menor responsabilidad en la familia, soledad, viude-
dad, menor poder adquisitivo.
– La esfera psíquica. No aceptación de los cambios relacionados con el propio pro-
ceso de envejecer o no adaptación a ellos.
– La esfera física. Aunque se mantenga una cierta autonomía la capacidad fun-
cional se va modificando lo que dificulta hacer la compra, preparar la comida,
desplazarse o trasladarse de un lugar a otro.
Es fácil que por estos motivos los alimentos se compren en función de su precio, de la
sencillez de su preparación y del tiempo de conservación y no en función de sus cuali-
dades nutritivas. Todo esto implica que en esta etapa se hagan dietas monótonas y des-
equilibradas en lugar de dietas variadas y completas.
Las necesidades energéticas disminuyen con la edad en un 10% cada década a partir
de los 60 años, debido a la disminución del ejercicio físico y la masa muscular. Sin embar-
go, algunos estudios refieren que las personas de avanzada edad pierden peso con mayor
LA
facilidad que los jóvenes y que al cesar la restricción les es muy difícil aumentar su inges-
ta alimentaria para aumentar un kilo de peso y recuperar así el peso perdido.
Las Guías alimentarias para la población española (2001) establecen las siguientes reco-
mendaciones que se reflejan en la Tabla 1.
173
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Es importante tener en cuenta que una dieta por debajo de 1.500 kcal/día supone un
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
riesgo de baja ingesta de vitaminas y minerales que no permite cubrir los requerimien-
tos nutricionales diarios (Moreiras Tuni O. Alimentación, nutrición y salud. Rev Esp Geriatr
Gerontol 1995; 30 (NM.I) 37-48).
Proteínas
Las necesidades proteínicas en las personas de edad avanzada van a estar influenciadas
por:
• La disminución del compartimiento muscular que condiciona una menor dis-
ponibilidad de aminoácidos para la síntesis proteica.
• Ingesta calórica por debajo de los niveles recomendados (dificulta la utilización
eficaz de las proteínas ingeridas).
• Infecciones y enfermedades crónicas.
1-1,25 g/kg/día
Carbohidratos
174
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Grasas
Las personas mayores presentan frecuentemente aumento del compartimiento graso, debi-
do a factores relacionados con el estilo de vida tales como la disminución de la activi-
dad física y el aumento en el consumo de alimentos hipercalóricos. A partir de los 75-
80 años la composición de grasa corporal disminuye y la distribución de ésta cambia,
localizándose en la región abdominal y alrededor de las vísceras, en detrimento de la
grasa del tejido celular subcutáneo y extremidades. Las recomendaciones son las mis-
mas que para el resto de la población, indicándose que los lípidos de la dieta no sobre-
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA EN LAS DISTINTAS ETAPAS DEL CICLO VITAL
pasen el 30% de VCT, pero se admite hasta un 35% si las grasas proceden del aceite de
oliva. En relación con el reparto de ácidos grasos, el 7-10% de éstos serán en forma de
saturados, el10% poliinsaturados y el 10-18% monoinsaturados. El consumo de coles-
terol deberá ser inferior a 300 mg/día.
Fibra
Minerales y oligoelementos
175
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Fósforo (RDA)
medicación sobre todo AINES, etc.). Las mujeres en edad postmenopáusica aumen-
tan progresivamente sus reservas. Su ingesta puede disminuir con la edad. Las
recomendaciones se han cifrado en 10 mg/día, tanto para hombres como para
mujeres, a partir de los 50 años. A pesar de que la biodisponibilidad es más baja
en los alimentos vegetales, una ingesta suficiente de proteínas animales y de vita-
mina C asegura la absorción necesaria.
Hierro (RDA)
60 a 69 años 10 mg/día
Más de 70 años 10 mg/día
Magnesio (RDA)
176
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Vitaminas
Los estados subcarenciales de vitaminas son relativamente frecuentes en las personas mayo-
res, con manifestaciones clínicas menores o no evidentes. Aparecen cuando no se rea-
liza una dieta variada y equilibrada y no se cubren las necesidades energéticas diarias
del individuo. Diversos estudios han demostrado la relativa frecuencia en la carencia de
vitaminas en la dieta de los ancianos. El aporte vitamínico es primordial para mantener
y mejorar el tono vital. Las vitaminas a tener en cuenta como esenciales en la población
geriátrica se detallan en la Tabla 2 y 3.
177
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Aporte hídrico
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
179
UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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fant.com/arte/lm.htm
• Asociación aragonesa de apoyo a la lactancia materna “Lactaria”. URL
disponible en: http://www.terra.es/personal6/sofiab
• Asociación canaria Pro Lactancia materna. URL disponible en
http://www.iespana.es/grupolactanciamaterna/
• Asociación de apoyo a la lactancia materna “La Buena Leche” de Can-
LA
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UNIDAD II Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
184
ÍNDICE
Í NDICE
9. VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS: COMPOSICIÓN, FUNCIONES, PROPIEDADES SALUDABLES Y RACIONES DIARIAS RECOMENDADAS
U NIDAD III
186
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
INTRODUCCIÓN
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
El conocimiento detallado de cada uno de los alimentos que componen nuestra dieta
es una herramienta fundamental para la elaboración de menús equilibrados. Existen nume-
rosos recursos que ayudarán a identificar el valor nutritivo de los alimentos y también a
clasificarlos en función de los componentes que mayoritariamente contienen. La rueda
de los alimentos es un recurso imprescindible en la educación para la salud, tanto de
profesionales sanitarios como maestros, profesionales de restauración colectiva, etc.
La leche es el primer alimento que recibe el ser humano y gracias a él puede duplicar
su peso al nacer en sólo 6 meses. Esto nos da idea de su gran valor nutritivo. Actual-
mente, la leche y sus derivados son el grupo de alimentos de mayor consumo a escala
mundial. Sus numerosas propiedades y posibilidades gastronómicas han promovido el
nacimiento de una nueva ciencia denominada “Lactología”, que estudia todos los aspec-
tos relacionados con la leche: elaboración, endocrinología de la producción, microbio-
logía, características nutritivas del producto, etc.
Al hablar de leche nos vamos a referir en este texto a la leche de vaca, por ser la de con-
sumo más generalizado en nuestro país. La media de consumo en España es ligeramente
superior a 1/4 de litro por persona y día. Esta cantidad no constituye un aporte ideal
pero ha supuesto un incremento en el consumo de los últimos tiempos, repercutiendo
favorablemente en el estado físico de los españoles en lo que a tasas de crecimiento se
refiere. No hay que olvidar que en la pasada década la talla de los escolares ha aumen-
tado en 15 cm.
188
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La leche es la mejor fuente de calcio que la naturaleza puede ofrecernos, por lo que es
indispensable en todas las etapas de la vida, especialmente en periodos de crecimiento
y desarrollo, como la infancia, y en periodos de cambios fisiológicos como son el emba-
razo y la lactancia, la menopausia y la vejez (Ver Tabla 1).
Contiene proteínas de alto valor biológico comparables a las de la carne, pescado y hue-
vos. Sin embargo carece prácticamente de hierro. La utilización digestiva de la leche es
muy buena. Sus proteínas se asimilan casi en su totalidad. Podemos aumentar la diges-
tibilidad de la leche si se encuentra en preparaciones culinarias que contengan almidón
(harinas y féculas), como en el caso de las cremas, salsas y purés.
Componentes
V ALOR
Hidratos de carbono
La lactosa es uno de los componentes más constantes entre las distintas clases de leche
y el menos sometido a variaciones dentro de cada tipo. La leche contiene en torno a un
4,5-5% de lactosa (45-50 g por litro), aunque su contenido puede ser más o menos alto
en función de la cantidad de sales. Promueve la proliferación de bacterias intestinales,
favoreciendo la síntesis intestinal de biotina, Vitaminas B2, B9 o ácido fólico y B6. Ade-
más, la fermentación láctica (el paso de lactosa a ácido láctico) aumenta la absorción de
calcio y de aminoácidos. Es ligeramente laxante.
Proteínas
La leche contiene todos los aminoácidos esenciales para la síntesis de la célula humana,
siendo rica en lisina y leucina. Sus proteínas, fundamentalmente caseínas y seroproteí-
nas (albúminas y globulinas), son de alto valor biológico y se encuentran en proporción
cercana al 3,3-3,5%. 500 ml equivalen en proteínas a 100 g de carne, 100 g de pes-
cado y 2 huevos grandes. En la leche se encuentran numerosas enzimas de la misma
leche y otras producidas por microorganismos que son propios de ella. Además, la aso-
ciación de cereales y leche permite limitar el consumo de lípidos procedentes de otros
alimentos proteicos ricos en grasas saturadas, especialmente en pacientes con riesgo de
padecer enfermedades cardiovasculares, como estrategia para su prevención.
189
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Grasas
Son una importante fuente de energía. La leche contiene entre 3-3,6% de materia gra-
sa, constituida por ácidos grasos saturados (abundando el ácido palmítico y esteárico) e
insaturados (caso del ácido oleico y linoleico), representando estos últimos un 35% de
la materia grasa total. A pesar de que la fracción grasa insaponificable representa sólo
un 1% de la materia grasa total, su aportación al valor nutritivo de la leche es esencial.
Entre sus componentes se encuentran los:
• Carotenoides (ß-caroteno), a partir del cual se origina la vitamina A. Resistentes
al calor y sensibles a la oxidación, dan color a la leche y derivados lácteos.
• Tocoferoles. El más importante es el α-tocoferol o vitamina E.
• Antioxidantes naturales, protegen a las grasas y a los carotenos de la oxidación.
Son muy sensibles a los rayos ultravioleta, por lo que las exposiciones prolon-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Existen leches modificadas lipídicamente, en las cuales se sustituye la grasa original por
grasas vegetales insaturadas.
En general se puede hablar de cuatro variedades de leche, siendo las más frecuentes
las que se observan en la Tabla 2:
• Leche entera: en la que no se ha disminuido su contenido en grasa.
• Leche desnatada: a la que se le ha extraído la casi totalidad de sus lípidos, pero
conserva sus proteínas, lactosa y calcio, fundamentalmente, aunque no sus vita-
minas liposolubles.
• Leche semidesnatada: se eliminan la mitad de las sustancias grasas aproxima-
V ALOR
Vitaminas
La leche contiene vitaminas hidrosolubles y liposolubles según las cantidades que a con-
tinuación se representan (Ver Tablas 3 y 4).
190
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Valor nutritivo
Vit. A 1,200 UI Aceptable
Vit. D 15 - 20 UI Mediocre
Vit. K 0,2 - 1,2 mg Mediocre
Minerales
Constituyen una pequeña parte de los componentes de la leche (3-8 g/litro). La proporción
de calcio, es aproximadamente de unos 300 mg/250 ml de leche (1 vaso). Este mine-
ral aumenta en las leches descremadas hasta los 325 mg. El fósforo interviene en la pro-
porción ideal para favorecer la absorción intestinal del calcio (Ca/P:1/4), mejorada tam-
bién por la acidez que causa la presencia de lactosa y vitamina D. La leche de vaca no
contiene hierro, por lo que se aconseja no introducirla en la alimentación infantil hasta
los 36 meses de vida, sustituyéndola por leches de fórmula adaptada ricas en hierro y
demás minerales. Además la leche posee oligoelementos como el yodo, selenio, cinc,
cobre, manganeso, plomo, cadmio y mercurio en cantidades variables. Sodio y potasio
se encuentran relativamente elevados.
Según lo establecido en el Código Alimentario Español (CAE), los diferentes tipos de leche
se clasifican según el tratamiento que se aplique a la leche natural:
191
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Todas las leches, una vez abiertas, necesitan refrigeración en frigorífico y debe-
rán consumirse en un periodo de 1 ó 2 días.
192
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La leche materna aporta 65-70 kcal/100 ml. El 53% de esta energía procede de los lípi-
dos, el 40% de los carbohidratos y el 7% de las proteínas. El contenido de proteínas es
de 0,8-0,9 g por 100 ml. La relación seroproteínas/caseína es de 82/18 en la leche mater-
na, en tanto que en la de vaca esta relación se invierte. La caseína humana difiere de la
vacuna en sus propiedades fisicoquímicas. La primera forma coágulos de menor con-
sistencia y por tanto tiene una menor capacidad tampón a escala gástrica que dificulta
el crecimiento bacteriano en los tramos altos del tracto digestivo. Por otra parte, la dis-
tribución de aminoácidos de la caseína vacuna no es apropiada para el recién nacido
dada la limitada capacidad de su metabolismo hepático.
193
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los lípidos son la principal fuente de energía de la leche materna y constituyen el vehí-
culo de las vitaminas liposolubles y el ácido linoleico. Se trata del constituyente más varia-
ble, ya que experimenta cambios relacionados con la alimentación y el estado nutricio-
nal de la madre. Los lípidos, además, aumentan a lo largo de la lactancia, en el transcurso
del día e, incluso, de una misma mamada.
desarrollará una deficiencia vitamínica con la lactancia materna. Una excepción la cons-
tituye la vitamina D. Ésta se encuentra en la leche materna en forma hidrosoluble.
La leche materna tiene tres veces menos contenido en sodio que la leche de vaca. Esto
confiere a la primera una baja osmolaridad y, en consecuencia, impide una sobrecarga
renal de solutos en una etapa de la vida del niño caracterizada por una inmadurez fun-
cional que le hace incapaz de eliminarlos.
La absorción del hierro durante la lactancia materna es muy eficaz y un factor contribu-
V ALOR
yente puede ser la lactoferrina. Con la leche materna se absorbe un 50-80% del hierro,
mientras que con la leche de vaca solamente el 10-30%.
La leche puede producir efectos adversos derivados del desarrollo de reacciones alérgi-
cas, fundamentalmente frente a sus proteínas. En estos casos puede ser necesario sus-
tituirla por el consumo de leche de soja.
Además, el consumo de leche puede producir diferentes efectos sobre la salud deriva-
dos de su alteración, defecto o contaminación:
• Contaminación de la leche por residuos antibióticos: el tratamiento de la masti-
tis con antibióticos, principalmente con penicilina, genera un grave problema
derivado de la sensibilidad ante este antibiótico por parte del Streptococus aga-
194
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
lactiae. El tomar leche recién ordeñada tras la dosis de antibiótico puede crear
resistencias en el niño de corta edad, lo que dificulta el tratamiento de infecciones
microbianas posteriores. Además, el antibiótico puede inhibir los fermentos lác-
ticos, por lo que proliferan otros gérmenes nocivos, tales como los colibacilos.
• Contaminación de la leche por residuos de pesticidas: acumulados en el orga-
nismo humano durante años y derivados de la limpieza inadecuada de establos
y locales de almacenamiento, de la ingesta por parte de los animales de alimentos
contaminados o de la toma por parte de éstos de ciertos tratamientos farma-
cológicos, puede afectar a las funciones hepáticas y endocrinas del consumidor.
• Contaminación radiactiva: consecuencia de la lluvia radiactiva provocada por las
explosiones nucleares y acumuladas en el suelo, determinadas sustancias radiac-
tivas pueden ser ingeridas por el animal a partir de vegetales y aguas, conta-
minando la leche.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Derivados lácteos
Nata
Es una emulsión de grasa en suero lácteo. Se trata de una leche enriquecida en mate-
ria grasa. En función de este contenido graso se clasifican en: doble nata, nata y nata
delgada. La nata batida o montada es una emulsión de aire en una crema con un 32-
V ALOR
35% de grasa. El aire ocupa al menos la mitad del volumen del producto final y se encuen-
tra en forma de pequeñas burbujas.
Cuajada
Producto que resulta de la coagulación enzimática de la leche pasteurizada sin separa-
ción del suero. Es rica en caseína y calcio.
Mantequilla
Es un producto graso obtenido por el batido de la nata de la leche o por procedimientos
mecánicos. Su consistencia es sólida a temperatura ambiente, su color amarillento y su sabor
característico. La fabricación de este derivado lácteo comprende dos fases: la separación de
la nata (desnatado o descremado) y la transformación de ésta en mantequilla mediante una
serie de operaciones: pasteurización de la nata, refrigeración y siembra con un cultivo de fer-
mentos lácticos puros. Se produce entonces la maduración de la nata que posteriormente
se bate hasta que se forma la mantequilla, lavándose y amasándose antes de ser envasada.
Queso
Producto fresco o madurado obtenido mediante el escurrimiento después de la coagu-
lación de la leche. Su método de fabricación incluye:
195
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Existen diferentes clasificaciones de los quesos. Así, se pueden dividir en función de:
• La leche de origen, según sea de vaca, cabra, oveja, burra, etc.
• Su contenido graso:
– Magro: con menos del 25% de materia grasa.
– Semigraso: con un mínimo del 25% de materia grasa.
– Graso: mínimo del 40% de materia grasa.
– Extra graso: mínimo del 45% de materia grasa.
– Doble graso: mínimo del 60% de materia grasa.
• Tiempo de maduración
– Queso fresco: consisten, fundamentalmente, en la cuajada que se ha homo-
geneizado a alta presión. Estos quesos son muy ricos en calcio, presente y disuel-
to en el suero que conservan en gran parte. Es el caso del queso de Burgos.
V ALOR
La digestibilidad del queso depende de su contenido graso y del tipo de queso. Los fabri-
cados con leche de cabra y oveja son de más fácil digestión.
196
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Tabla 5.
Los quesos tienen que conservarse en refrigeración en recipientes de plástico para evitar
que absorban olores de otros productos, no deberá envolverse en plástico, ya que esto
favorece la aparición de mohos. Los quesos frescos o blandos se consumirán en pocos días.
Leches fermentadas
V ALOR
El ejemplo más claro es el yogur, derivado de la leche que se obtiene al añadir a la leche
hervida, entera o desnatada los fermentos que degradan la lactosa, transformándola en
ácido láctico. Estos fermentos suelen ser el Streptococcus Thermophilus y el Lactobacillus
bulgaricus, que permanecen vivos tras la fermentación. Esto le otorga una serie de carac-
terísticas como es la digestibilidad, siendo bien tolerados por personas que presentan un
déficit parcial o total de lactasa, asegurando el aporte de calcio. Aumenta la disponibilidad
del calcio, pues su absorción se incrementa por la lactosa y el pH ácido. Por su parte, los
productos BIO, de reciente aparición, deben sus propiedades a la acción del Lactobacillus
Acidophilus, dando lugar a un alimento más cremoso y con una serie de ventajas frente
a los yogures convencionales. Son yogures probióticos, que ejercen efectos beneficiosos
en la salud del receptor como consecuencia de condicionar una mejora en su balance micro-
biano intestinal. Son características de los probióticos (BIO) las siguientes:
197
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La mayor parte de los probióticos que se utilizan son especies lactobacillus y bifidobac-
terium, proporcionadas por yogures y leches fermentadas. Poseen además ventajas nutri-
cionales. Los microorganismos probióticos pueden producir en el alimento una hidróli-
sis enzimática o predigestión que aumenta la disponibilidad de proteínas, glúcidos y grasas.
Los cambios en la composición del producto y el funcionamiento intestinal mejoran la
absorción de la riboflavina, calcio, hierro, cinc, magnesio, cobre y fósforo. Posee tam-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Otros usos terapéuticos son los empleados en el tratamiento de alergias alimentarias, como
V ALOR
El yogur contiene casi igual proporción de proteínas que la leche, aunque cualitativamente
son de mejor asimilación y digestibilidad. Contiene unas 3 veces menos grasas y la misma
cantidad de hidratos de carbono, pero en forma de ácido láctico. El contenido de vitaminas
y minerales depende de las características de la leche inicial empleada y la leche en polvo
añadida, de las modificaciones por calor, de las cepas de fermentos usadas y de las condi-
ciones de fermentación. Es fuente de vitaminas B1, B2, B6, biotina y ácido pantoténico. En
cuanto al calcio, un vaso de leche contiene menor cantidad total que dos unidades de yogur.
El kéfir y el koumis son otro tipo de leches fermentadas. El primero es una bebida pro-
cedente del Caúcaso, gaseosa, ácida y alcohólica. El koumis, por su parte, es una leche
198
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Helados
Son productos que resultan de batir y congelar una mezcla debidamente pasteurizada
y homogeneizada de leche, derivados lácteos y otros productos alimenticios. Se pueden
agrupar en:
• Ice cream o crème glacée: obtenidos por congelación de una mezcla pasteuri-
zada de leche, nata y azúcar aromatizada con frutas, jugos de frutas o un aro-
ma natural autorizado.
• Helado de huevo: a partir de la congelación de una mezcla pasteurizada de leche,
yema de huevo y azúcar.
• Helado, seguido del nombre de una fruta o de aroma natural: para aquellos pro-
V ALOR
CARNE
Con el nombre genérico de “carnes” se conoce todo alimento que procede de las par-
tes blandas, comestibles, de cualquier animal y, en nuestro medio, de ganado bovino,
ovino, porcino, conejos y aves. Se puede considerar que existen dos tipos de carne: la
porción muscular y las vísceras. El músculo es el responsable del color de la carne, cuya
dureza viene dada por el tejido conjuntivo. La grasa se encuentra, por su parte, en dos
formas: visible y oculta, formando esta última parte del propio músculo.
199
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Todas las carnes alimentan prácticamente lo mismo. Las diferencias nutritivas radican
en su contenido graso, que afecta al valor calórico de las mismas. La carne de cerdo
es la más grasa, así como los productos derivados del mismo. En el extremo contrario
se encuentra el pollo. Hay que destacar el contenido en hierro y fósforo, en especial
en las vísceras, así como el alto contenido de vitaminas del complejo B (B6, B9 y B12).
Poseen poca cantidad de vitamina A y C y poco calcio, por lo que una alimentación
exclusivamente cárnica sería deficitaria en estas sustancias nutritivas fundamentales.
Composición nutricional
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Proteínas
Contienen entre un 16% y un 22%. Resulta superior al de otros alimentos, especialmente
los de origen vegetal. Su contenido en aminoácidos le proporcionan, además, un ele-
vado valor biológico, próximo a la paradigmática proteína del huevo. Suelen ser la mejor
fuente de lisina en las dietas comunes. La metionina es el aminoácido que mayor difi-
cultad presenta para que la carne de la dieta pueda satisfacer sus necesidades diarias.
Destaca el hígado sobre el resto de las carnes, por su contenido en aminoácidos esen-
ciales, superando al de las carnes en fenilalanina, leucina y valina.
Grasas
El contenido graso de las carnes varía entre el 2% y el 25% entre las diferentes espe-
V ALOR
cies e incluso dentro del mismo animal, según la parte que consumamos. Su porcen-
taje total va a depender de una serie de factores (raza, sexo, edad, alimentación, región
anatómica). La grasa de la carne es característica, por lo general está formada por tri-
glicéridos ricos en ácidos grasos saturados de cadena larga y monoinsaturados y pobres
en ácidos grasos poliinsaturados, aunque pueden existir excepciones. Los rumiantes sue-
len tener reducidos los ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico).
200
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Respecto a los productos transformados, particularmente los embutidos, cabe señalar que
la composición de su grasa depende fundamentalmente de la cantidad y calidad de las
materias primas empleadas.
Hidratos de carbono
Su contenido es insignificante, a excepción del hígado, donde puede alcanzar hasta un 6%.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Minerales
Contiene todas las sustancias minerales que son indispensables para el organismo. Entre
los minerales destacan el hierro y el fósforo por su relevancia nutricional. En relación con
el aporte del primero, ningún alimento de nuestra dieta aporta tan elevado nivel de hie-
rro biodisponible como las carnes rojas. La carne de vacuno es la más rica y dentro de
cada canal (pieza) hay que destacar el solomillo. También el hígado, sobre todo el del
cerdo, la sangre y otras vísceras son muy ricos en este mineral. La carne, además, apor-
ta el 50% de las necesidades de zinc que tiene el organismo. Son fuentes muy pobres
de manganeso y magnesio. No contribuye al aporte de calcio en la dieta ni resulta ser
una fuente importante de potasio.
Vitaminas
V ALOR
La carne aporta casi el 69% de las necesidades en vitamina B12 y el 96% de la vitamina
B6. El 20% de folatos procede de este alimento, sobre todo de las carnes rojas y el híga-
do. Todas estas vitaminas se encuentran en la carne con una gran biodisponibilidad.
Las vísceras son la mayor fuente de vitamina A. Un filete de hígado proporciona dos veces
el requerimiento diario de esta vitamina de un adulto. En general los productos cárnicos
contribuyen al 1-2% de la ingestión de vitamina A con la dieta. Además, si bien sólo con-
tiene vestigios de provitamina A, su contenido graso contribuye a la absorción intestinal
de los carotenos vegetales. Casi no posee vitamina E y sólo contribuye al 7-8% de la inges-
tión de esta vitamina antioxidante. Contienen cantidades inapreciables de vitamina D.
201
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Consejos de compra
Hay que distinguir claramente los conceptos calidad y categoría. La calidad de un corte
de carne depende de las buenas características del animal de origen y de su manipula-
ción en el mercado (higiene). La categoría depende de la posición que ocupe el corte de
carne dentro del cuerpo del animal. Las partes del lomo, por estar situadas en las zonas
de menor ejercicio, son más blandas que las correspondientes a las patas.
Las tres categorías suelen denominarse de 1ª, 2ª y 3ª. En esta división se atiende a los con-
ceptos de blandura de los tejidos y proporción entre carne, huesos, tendones y nervios.
• Carnes de 1ª: ricas en músculo, poco hueso y poco nervio.
• Carnes de 2ª: más fibrosas y tienen mayor grasa y nervios
• Carnes de 3ª: ricas en huesos, nervios, tendones y grasas.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Las carnes deben cocinarse con el fin de hacerlas comestibles y, como es lógico, los
procesos de cocción afectan al contenido en valor nutritivo. El cocido es adecuado para
las carnes de 3ª categoría, de músculo más duro, ricas en cartílago, huesos y grasas,
que la cocción se encarga de ablandar. Este procedimiento conserva las proteínas, las
grasas y las sales minerales pero destruye totalmente las vitaminas, que se afectan por
el calor y el tiempo de cocción. El guisado, muy adecuado para cortes algo duros, tie-
V ALOR
Conservación doméstica
202
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Digestibilidad
con objeto de mantener un buen equilibrio nutricional. Al ser alimentos bien tolerados, pue-
den introducirse en la alimentación infantil a edades muy tempranas, a partir de los 6 meses.
Aspectos sanitarios
En relación con el colesterol son escasos los estudios que le implican en la carcinogéne-
sis. Algunos investigadores opinan que, al ser un precursor de los ácidos biliares, puede
actuar como un factor cocarcinógeno del cáncer de colon. En general, no obstante, se
puede afirmar que de todos los estudios llevados a cabo hasta la fecha no se puede dedu-
cir que exista una evidencia clara sobre la relación entre el consumo de carne y deriva-
dos cárnicos y la incidencia de procesos cancerígenos.
Raciones recomendadas
203
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Derivados cárnicos
Pescados
Los peces son animales que viven en agua dulce o salada y que pueblan las tres cuar-
tas partes de la Tierra. Generalmente, son de forma fusiforme, están cubiertos de esca-
mas, son vertebrados, su respiración es branquial y están dotados de aletas para reali-
zar movimientos proporcionados por sus masas musculares. El tamaño y peso de los peces
es muy variado, ya que oscila desde unos miligramos de peso y unos milímetros de lon-
gitud hasta unos 20.000 kilogramos y 15-20 metros de largo de algunas ballenas. Los
moluscos están habitualmente protegidos por conchas, aunque algunos de ellos las han
perdido, como es el caso de los cefalópodos. Los crustáceos poseen una cubierta pro-
tectora articulada y son de tamaño muy variable. En contraste con los animales terres-
tres, que suelen ser herbívoros, las especies de peces utilizadas como alimentos son car-
nívoras y su alimento básico, el plancton, masa marina formada por seres microscópicos,
tanto vegetales como animales, se halla en aguas poco profundas. El plancton con capa-
cidad fotosintética se denomina fitoplancton y las formas larvarias de los peces que de
él se alimentan constituyen el zooplancton. A su vez, el zooplancton es el alimento de
ciertos peces adultos, que también lo son de peces adultos de mayor tamaño.
204
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Clasificación
en vitaminas.
• Escómbridos. El atún es un pez con aletas espinosas, como la caballa, cuya car-
ne tiene tonalidad roja y se asemeja a la carne de bóvido. Se consume como
conserva en aceite o en fresco. La caballa se encuentra en el comercio fresca,
ahumada o enlatada.
• Peces planos. Lenguado, rodaballo, platija o hipogloso, son peces que, con los
gádidos, se cuentan entre los más apreciados pescados marinos.
• Peces de agua dulce con importancia alimenticia son la carpa, tenca, carpa roja,
lucio, perca y lucioperca, salmón, trucha arco iris y trucha de arroyo. Constitu-
yen una importante fuente de proteínas de alto valor biológico. Algunas de sus
características son:
– Anguilas. Las anguilas de río, mar o lago y otras especies se venden frescas,
escabechadas, ahumadas o congeladas. Son pescados de difícil digestión, debi-
do a su elevado contenido graso (un 25%).
– Salmónidos. Los salmones son peces migratorios. Se importan en su mayor par-
te de Noruega y Alaska. En este grupo se incluyen también la trucha de arro-
yo, la trucha de lago y la trucha arco iris.
Una segunda forma de clasificación atiende a sus características morfológicas (forma del
cuerpo del pescado, forma y número de aletas, escamas, etc. También pueden diferen-
ciarse en función de la zona de captura (pesca de altura, de bajura y de aguas interio-
205
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
res). No obstante, nosotros los clasificaremos atendiendo al contenido graso de las dife-
rentes especies, dividiéndolas entre:
• Pescados magros o blancos: menos de un 1% de grasa. Su valor calórico osci-
la entre 50-80 kcal/100 g. Entre ellos se encuentra el bacalao, el gallo, el len-
guado o la pescadilla.
• Pescados grasos o azules: su contenido en grasas entre 8-15%. Su valor calóri-
co oscila entre 80-160 kcal/100 g. Los pescados más representativos son la caba-
lla, el atún, el arenque, la sardina y el salmón.
• Pescados semigrasos: su contenido en grasas varía entre 2-7%. Entre ellos des-
tacan la trucha o la carpa.
Composición nutricional
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Agua
El contenido de agua oscila entre un 60% y un 80%, dependiendo del contenido graso.
Proteínas
La tasa de proteína bruta del pescado oscila entre un 17% y un 20%. En los moluscos
V ALOR
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono están presentes en cantidades mínimas en el músculo del pes-
cado. Los valores son en general inferiores a 0,3 g/100 g. Sin embargo, su proporción
en el hígado puede variar, en función de las reservas de glucógeno del ejemplar.
Grasas
El contenido en grasas del pescado varía no sólo en función de la especie a la que perte-
nezca, sino que también experimenta variaciones a lo largo del ciclo vital del animal. La
fracción saponificable de los lípidos del pescado se caracteriza por presentar una propor-
ción alta de ácidos grasos poliinsaturados, de cadena larga, especialmente omega-3. Los
ácidos eicosapentanoico (EPA) y decosahexaenoico (DHA) son típicos de la grasa del pes-
cado. Además de éstos pueden estar presentes el ácido oleico y el ácido palmítico.
206
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Minerales
El contenido en sodio de algunos pescados varía entre 20-40 mg/100gr. Aumenta en
los pescados congelados, en conserva, ahumados o curados. Además, el pescado es una
buena fuente de potasio, con cantidades que oscilan entre 200-400 mg/100 g. Aporta
otros minerales como el calcio (especialmente aquellos que son consumidos junto a su
espina, como las sardinas en aceite o los boquerones), yodo, hierro (en sardinas, atún,
caballas, almejas y mejillones) o fósforo en cantidades importantes. Los moluscos y crus-
táceos son una buena fuente de zinc, hierro, cobre, magnesio, yodo y selenio.
Vitaminas
En los pescados blancos las vitaminas liposolubles se encuentran casi exclusivamente
en los aceites de hígado, algo que no ocurre en los pescados grasos, que destacan
por su contenido en A y D, pero casi exclusivamente en los pescados muy grasos. En
cuanto a las vitaminas hidrosolubles, la tiamina, riboflavina y niacina son las que se
encuentran en la mayor proporción. Almejas, anchoas, ostras y sardinas son buena
fuente de vitamina B12
207
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Consejos de compra
España es uno de los países que tradicionalmente consume mayor cantidad de pesca-
do. La media nacional de consumo es de 30 kg por habitante y año. La diversidad de
especies capturadas nos permite tener una diversidad de platos que enriquecen nues-
tro patrimonio culinario.
Al comprar pescado dos son los problemas con los que se encuentra el consumidor: cómo
reconocer su estado de frescura y qué cantidad debe comprar, teniendo en cuenta que
el desperdicio, como hemos señalado, puede llegar a ser muy elevado.
Las características que los pescados deben tener para estar en buenas condiciones son
las siguientes:
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Existen muchas formas de preparar el pescado. Los pescados gruesos y crustáceos pue-
den cocerse en agua o caldos cortos a base de cebolla, laurel, zanahorias, vinagre o
vino blanco. El caldo puede servirse en forma de sopa y el pescado frío acompañarse
V ALOR
208
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
evitar la oxidación de las latas. Los pescados salados se tienen que almacenar en luga-
res secos y perfectamente aisladas unas piezas de otras.
La forma más correcta en la que el pescado queda con mejor sabor es dejándolo des-
congelar en el frigorífico y luego tratándolo como si fuera pescado fresco. Si no hay pri-
sa para su consumo, se puede dejar descongelar a temperatura ambiente o en el com-
partimiento general del frigorífico. Si se desea consumir enseguida, puede descongelar
a chorro del grifo, siendo recomendable meterlo en una bolsa de plástico y sumergirlo
en un baño de agua algo templada. Una vez descongelado se prepara igual que al pes-
cado fresco. Lo que nunca debe hacerse es volver a congelar un alimento que se ha
descongelado previamente.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Digestibilidad
Aspectos sanitarios
La facilidad con que se descompone el músculo del pescado, debido a su peculiar estruc-
tura y a las muchas posibilidades de contaminación que se presentan durante la captu-
ra, elaboración y venta, ha inducido desde hace mucho tiempo a poner en práctica diver-
sos procedimientos, cuyo fin es aumentar la vida útil de estos alimentos. Por ello, tiene
gran importancia su control bacteriológico.
V ALOR
Algunos parásitos que afectan a los pescados pueden causar enfermedad en el ser huma-
no, normalmente tras el consumo de pescados en estado crudo o poco cocinado. La
afección parasitaria más frecuente transmitida por pescados es la anisaquiosis, origina-
da por un nematodo del género anisakis, que provoca úlceras, gastroenteritis y cuadros
de anafilaxia. Las larvas de Anisakis simplex resisten vivas 50 días en el pescado guarda-
do a 2 °C; 2 horas a -20 °C; 2 minutos a 60 °C y 2 meses en vinagre, dato este último
muy importante por el gran consumo de boquerones en vinagre que hay en determi-
nadas zonas de España. En la gran mayoría de pacientes que presentan clínica de aler-
gia o síntomas de parasitación intestinal por el Anisakis simplex existe el antecedente de
haber ingerido pescado crudo o poco cocinado. Por este motivo es absolutamente nece-
sario tener en cuenta las siguientes recomendaciones en el consumo de productos del
mar:
• El ahumado de pescados ha de realizarse a una temperatura de 60 °C durante
10 minutos para asegurar la muerte de las larvas.
209
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Existen, además, algunas especies de pescado que pueden contener tóxicos naturales,
bien de forma permanente o esporádica. Es el caso de los peces fugu, responsables de
la mayor parte de la muerte por intoxicación alimentaria en Japón.
Consumo recomendado
Las raciones de pescado deben calcularse más amplias que las de carne, porque el des-
perdicio suele ser mayor (algunas variedades tienen más del 50% de parte no comesti-
ble, como colas, cabezas, espinas etc.). Cuatro veces por semana sería una buena fre-
cuencia de consumo y las cantidades (tal como se compran, incluyendo el desperdicio)
podrían variar entre 100 gramos para los niños en edad escolar y 200 gramos para los
adultos.
V ALOR
210
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Crustáceos
Son crustáceos los langostinos, langostas, cangrejos de mar y de río, bogavantes, bue-
yes de mar, centollos, cigalas y gambas.
• Cangrejos de río. La carne de cangrejo exhibe una capacidad de conservación
extraordinariamente corta. Con la cocción, el color verde-pardo oscuro de su capa-
razón quitinoso se torna rojo, al formarse el carotenoide astaxantina a partir de
la cromoproteína verde pardusca ovoverdina.
• Bogavante. El bogavante europeo es la especie más grande de crustáceo. La
más sabrosa es la carne de la región pectoral. Pariente cercano es el bogavante
americano. A este grupo de crustáceos pertenece también la cigala. Gran par-
te de estos crustáceos se destinan a la fabricación de conservas.
• Langosta: La langosta común es un crustáceo de 30-40 cm de longitud y has-
ta 6 kg de peso, tiene pinzas rudimentarias y cola incurvada y prominente. Se
211
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Otros crustáceos: entre los crustáceos de cola corta puede citarse el buey de mar y como
cangrejos espinosos el centollo. La carne de estos cangrejos, cocidos y desprovistos de
envoltura se expenden como “carne de cangrejo”.
Moluscos
A este grupo pertenecen las ostras y los mejillones. Las ostras viven reunidas, formando
bancos de ostras, o bien se crían artificialmente en estanques en comunicación con el
mar. La carne más sabrosa corresponde a las ostras de 3-5 años de edad recogidas en
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
El mejillón vive en grandes bancos en las costas batidas por las olas o se cría también
artificialmente sobre maromas y pilares (bateas). Su carne es amarillenta anaranjada y
debido a su elevado contenido proteico (16,8%) y de vitamina A y vitamina B, constitu-
ye un valioso alimento. Se consume hervido, asado o en escabeche.
Además del mejillón, se consumen grandes cantidades de otros moluscos como por ejem-
plo vieiras, berberechos, dátiles de mar y representantes de muchas otras familias. Debi-
do a la facilidad con que se descomponen los moluscos de todas las clases, sólo se expen-
den en el mercado vivos o conservados. Se deben consumir de inmediato y evitar su
adquisición en los meses cálidos del año.
Cefalópodos
V ALOR
Ballenas
Aún cuando las ballenas no son peces, conviene mencionar estos mamíferos marinos.
Las dos especies de ballenas más importantes son la ballena azul, que alcanza hasta los
30 m de longitud y 150 toneladas de peso, y la común. También se capturan la balle-
na de joroba, el cachalote y la de Groenlandia. La carne de ballena se asemeja a la car-
ne de caza mayor o de vaca, sus haces de fibras musculares son gruesos, muy largos y
de color rojo grisáceo, que en la carne congelada cambia hasta castaño negruzco, y de
fuerte consistencia. En estado fresco es de sabor agradable, pero debido a su rápida oxi-
dación se conserva mal, por lo que sólo ha logrado una escasa aceptación en el públi-
co consumidor de algunos países.
212
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
HUEVOS
Además de ciertas ideas míticas de algunos pueblos que, creyeron que el universo se
desarrolló a partir de un huevo primordial, lo realmente cierto es que el huevo ha sido
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
El huevo de las diferentes especies animales tiene tres constituyentes principales: la cásca-
ra externa, rica en minerales; el vitelo o yema (célula gigante formada en el óvulo), rico en
lípidos y el álbumes o clara, rico en proteínas. Tiene, además, varias membranas. Las dos
membranas de la cáscara están separadas en uno de los polos por una cámara de aire,
cuyo volumen aumenta durante la conservación debido al intercambio gaseoso y a la pér-
dida de humedad. La altura de esta cámara constituye un criterio de frescura del huevo.
Aunque puede proceder de distintas aves, el huevo de consumo común es el de gallina.
Se pueden clasificar en cinco grandes grupos, según la forma en que han sido conser-
vados y su aptitud para el consumo humano:
• Huevos frescos: mantienen su olor y sabor característicos y la única manipula-
ción que ha sufrido ha sido una limpieza en seco. Su cáscara está limpia, es fuer-
V ALOR
213
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los huevos de esta categoría no deberán ser lavados ni limpiados por otros procedimientos
V ALOR
Las categorías de peso se indicarán en los embalajes mediante las respectivas letras (XL,
L, M, S) o los respectivos términos (supergrandes/extragrandes, grandes, medianos, peque-
ños). Se admite también la combinación de letras y términos, incluso, añadiendo el peso
que le corresponde.
214
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los huevos de categoría C serán los que no cumplan los requisitos exigidos para los de
las categorías A y B y únicamente podrán destinarse a industrias alimentarias autoriza-
das o a industrias no alimentarias.
Composición nutricional
Las principales características físicas del huevo pueden variar según la raza de las galli-
nas, la alimentación y el medio ambiente. Las diferencias en cuanto a la composición
bioquímica de las dos partes del huevo, la clara y la yema, son notables.
V ALOR
Proteínas
El huevo es rico en proteínas de alta calidad. La clara o albumen es una disolución acuo-
sa al 10% de diversas proteínas. Las principales proteínas de la clara son ovoalbúmina
(13%, considerada como patrón para el cálculo del valor biológico de las proteínas para
el resto de alimentos), conalbúmina, ovoglobulinas, lisozima, ovomuncina, flavoproteí-
na, ovoinhibidor, avidina y ovomucoide. Las proteínas más abundantes de la yema de
huevo son lipovitelinas, lipoproteínas de baja densidad y fosvitina.
Interesa reseñar el alto coeficiente de utilización digestiva de las proteínas del huevo (un
50% de la clara y un 100% de la yema), así como su valor biológico, entre el 96% y el
100% (Ver Tabla 7).
215
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Lípidos
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
La composición lipídica del huevo ha sido ampliamente estudiada. Los lípidos de la yema
son ácidos grasos saturados, siendo los principales constituyentes triglicéridos, fosfolípi-
dos y colesterol (que supone el 6% de la grasa total de la yema, hecho que convierte al
huevo en uno de los alimentos más ricos en colesterol, por detrás de las vísceras cárni-
cas). También contiene ácidos grasos poliinsaturados. A destacar la riqueza en ácido olei-
co (monoinsaturado). Respecto a la clara, su contenido en lípidos es inapreciable.
de gran interés por su intervención en varios procesos metabólicos, además está pre-
sente en las membranas celulares y contribuye a la formación de acetilcolina. El huevo
contiene los fitonutrientes, luteina y zeaxantina, que actúan como antixoidantes y pro-
tegen al ojo de las lesiones que pueden producir las radiaciones de luz ultravioleta.
Vitaminas
El huevo contiene varias vitaminas, siendo notable el contenido de las liposolubles A, D
y E en la yema. De entre las del grupo B, las más importantes son el ácido fólico, la vita-
mina B6 y la vitamina B12 (Ver Tabla 8). Se encuentran en la clara y en la yema.
216
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Minerales
Son evaluables el calcio, el hierro (cuya absorción parece encontrarse limitada por la cono-
albúmina presente en la yema), el fósforo, el potasio y el sodio (Ver Tabla 9).
Digestibilidad
Resulta difícil determinar el grado digestibilidad del huevo, ya que en ella influyen fac-
tores tan diversos como:
• La coagulación de la clara y la yema. La clara coagulada se digiere mejor que la
cruda o líquida, porque al desnaturalizarse sus proteínas pueden ser atacadas más
fácilmente por las enzimas gástricas. A diferencia de la clara, la yema coagulada
resulta muy indigesta, porque los glóbulos de grasa que contiene se agregan, difi-
cultando la acción posterior de las sales biliares y de las lipasas pancreáticas.
• El batido del huevo. Esta técnica aumenta la digestibilidad del huevo, porque
al introducir burbujas de aire el alimento aumenta su superficie total, lo que faci-
V ALOR
Consejos de compra
Será necesario elegir los huevos basándose en los siguientes criterios de calidad:
• Estado de la cáscara. Deberá ser sólida y limpia. El color oscuro de la cáscara no afec-
ta al valor nutritivo de los huevos, pero por tratarse de una cáscara más sólida y menos
permeable que la de los huevos blancos, permite una mejor conservación.
• Dimensiones y movilidad de la cámara de aire. Este criterio determina la edad
del huevo pero no puede ser apreciado por el consumidor en el momento de
la compra y sí en el hogar mediante sencillos procedimientos caseros. Si se sumer-
gen los huevos en agua salada, el huevo del día se caerá al fondo, el de 2-3
días se mantendrá en equilibrio en el centro del líquido, el de más de 4 días aflo-
rará en posición vertical y el de unos 15 días flotará en una posición horizontal.
217
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Consejos en la preparación
La elaboración de platos que llevan huevo crudo, como es el caso de la mayonesa, se pre-
paran de forma inmediata al consumo y se mantienen en frío y protegidos del contacto
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
con el aire. Las cremas y natillas que llevan huevo incorporado deben conservarse en el
frigorífico hasta su consumo. La conservación posterior al consumo no deberá superar las
24 horas. En la elaboración de las mayonesas debe cuidarse mucho la higiene de los hue-
vos, porque es un producto crudo que se toma directamente y, por lo tanto, el calor no
actúa como medio de protección de los posibles gérmenes y, además, porque es un ali-
mento de alto valor nutritivo y los gérmenes se multiplican en él con facilidad. Algo muy
importante a tener en cuenta es que en la mayonesa no se aprecian signos evidentes de
alteración hasta pasados unos días y eso no nos alerta para dejar de tomarla.
La normativa sobre comercialización de huevos determina, entre otras cuestiones, las condi-
ciones para el registro de los colectores y centros de embalaje, la identificación y frecuencia
de las recogidas y entregas, la manipulación de los huevos, los criterios de calidad y las cate-
V ALOR
gorías de peso. También recoge las condiciones sobre las características de las indicaciones
en los huevos y en sus embalajes, las menciones que deben utilizarse para indicar la forma
de cría y los criterios relativos al origen de los huevos, así como las condiciones de exención
de la obligación de embalar los huevos en pequeñas cantidades en embalajes grandes. Deter-
minados aspectos van íntimamente relacionados con la seguridad del producto, debido a
los peligros potenciales que puede presentar por una manipulación o conservación incorrectas.
Los productores tienen la obligación de entregar los huevos a los establecimientos de embala-
je o bien que éstos procedan a su recogida cada tres días como mínimo o una vez a la sema-
na en los casos en que la temperatura ambiente no exceda de 18 °C. La norma general obli-
ga a efectuar todos los días la recogida o entrega tratándose de huevos que vayan a comercializarse
con la mención «extra», si bien podrá realizarse cada dos días en los casos en que la tempera-
tura ambiente a la que se mantengan los huevos en la explotación no exceda de 18 °C.
La norma dispone, además, que antes de la salida del establecimiento de producción, cada
contenedor de huevos se identifique con el nombre y dirección o número de registro de
dicho establecimiento, así como el día o periodo de la puesta y la fecha del envío. Los cen-
tros de embalaje clasificarán y embalarán los huevos como máximo el segundo día hábil
siguiente al día que se hayan recibido, excepto en los casos de entrega a otros centros de
embalaje, a más tardar el día hábil siguiente al de su recepción, o de indicación de la fecha
218
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
de puesta en los huevos, en cuyo caso éstos se clasificarán y embalarán el día de la pues-
ta. La recogida y la clasificación de los huevos por categorías de calidad y peso se autori-
za únicamente a las empresas que disponen de locales y equipos técnicos acordes con la
importancia de sus operaciones y aptos para la correcta manipulación de los huevos. Cada
centro de embalaje cuenta con un número de registro, basado en un código uniforme,
para evitar confusiones y facilitar la identificación de los envíos de huevos.
Los huevos, una vez clasificados, son productos que pueden depreciarse durante el trans-
porte. El riesgo que puede comportar para la salud del consumidor, incluido el de la con-
taminación microbiológica, impone la aplicación de normas estrictas con respecto a su
embalaje, almacenamiento y transporte, si bien con algunas exenciones para el caso de
venta a granel. Los embalajes, incluidos los materiales del interior, deberán ser resistentes
a los golpes, estar secos, limpios y en buen estado y haber sido fabricados con materia-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Las condiciones higiénicas son esenciales para los huevos. Así, deberán almacenarse en
locales limpios, secos y exentos de olores extraños. Durante su transporte y almacenamiento
se mantendrán limpios, secos, exentos de olores extraños y eficazmente preservados de
todo posible golpe así como de la acción del tiempo atmosférico y de la luz. Los huevos
tendrán que estar protegidos de temperaturas extremas durante su almacenamiento y su
transporte. Los locales de los colectores y centros de embalaje deberán tener una superfi-
cie capaz de asumir el volumen de trabajo efectuado, estar construidos y equipados para
que puedan ventilarse convenientemente y disponer de luz adecuada. Además, se tendrá
V ALOR
que poder limpiar y desinfectar correctamente. Los huevos han de estar protegidos de todo
cambio brusco de la temperatura exterior y estar reservados para la manipulación y el alma-
cenamiento. No obstante, podrá utilizarse una parte de los locales para almacenar otros
productos siempre que éstos no puedan impregnar los huevos de olores extraños.
Los ovoproductos o derivados del huevo están constituidos, total o parcialmente, por hue-
vos de gallina sin cáscara y sirven como materia prima en la elaboración de productos
alimenticios como pasteles, helados, alimentos infantiles, pastas alimenticias, alimento para
animales domésticos, etc.
219
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
En los últimos años, uno de los grandes debates sobre nutrición lo están protagonizan-
do los antioxidantes, presentes de forma natural en los alimentos. Sin embargo, aún exis-
te un gran desconocimiento sobre qué beneficios reales aportan y qué alimentos con-
tienen mayor cantidad de estas sustancias. En los adultos, además de frutas, hortalizas
y verduras, parece claro que el té y el vino ayudan a recibir el aporte total de antioxi-
dantes. Sin embargo, respecto a niños y adolescentes, hasta ahora no se había publi-
cado ningún estudio que mostrara qué alimentos deben consumir para asegurar un buen
aporte. Por ello, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SED-
CA) ha presentado la primera Rueda de Alimentos ricos en Antioxidantes especial para
niños y adolescentes, que enseña de forma didáctica y gráfica qué alimentos son más
positivos para la salud de estos colectivos por su potencial antioxidante.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Los antioxidantes no sólo son necesarios en la edad adulta. Según la SEDCA, estudios epi-
demiológicos han demostrado que los niños que consumieron dietas ricas en antioxidantes,
al llegar a la edad adulta, gozan de mejor salud, especialmente cardiovascular. En esta
Unidad III se va a ver detenidamente la función antioxidante de las patatas, las legum-
bres, las verduras, hortalizas y frutas, así como los cereales, el aceite de oliva, el cacao, el
té y la soja entre los más importantes en nuestra dieta.
Fuente: http://www.nutricion.org/recursos_y_utilidades/rueda_alimentos.htm
220
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
PATATAS Y LEGUMBRES
La patata
La planta de la patata es originaria de la región andina de América del Sur, desde don-
de los españoles introdujeron en España y Europa su tubérculo. Durante mucho tiem-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Digestibilidad
Es buena y está en función de la forma en que ha sido cocinada. Así, las patatas coci-
das son muy digestivas y en la medida que incorporan grasas (fritas, salteadas o guisa-
das) la digestibilidad es menor.
221
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Consejos de preparación
La alta concentración de vitamina C se localiza en la piel, lo que justifica su cocción o
asado sin pelar. Al pelarlas se debe eliminar el remojo y hacerlo momentos antes de coci-
narlas para evitar que se oxide su vitamina C.
carne más amarillenta es muy buena para ensaladas, salteada y frita, teniendo más con-
tenido en vitamina A por su riqueza en carotenos (al igual que la zanahoria).
La conservación de este alimento es siempre fácil, por lo que en el hogar se puede tener
una buena reserva, siempre y cuando exista espacio suficiente en un lugar seco, airea-
do y oscuro. Es importante aislar los sacos del suelo mediante tarimas. Las patatas que
se compren para conservar deben escogerse sanas, secas y sin manchas.
Aspectos sanitarios
Las patatas contienen alcaloides del grupo de las solaminas, variando su concentración
entre las diferentes variedades de la misma. Están en mayor medida en la piel y en los
brotes de la patata. Si se expone la patata a la luz solar se enverdece, con el consiguiente
incremento de los glucoalcaloides que la dañan físicamente, adquiriendo además un sabor
V ALOR
amargo y niveles tóxicos de los mismos, lo cual desaconseja el consumo de patatas ver-
des dañadas.
La cantidad de ácido oxálico en la patata es bastante elevada (40 mg), lo que limita su
consumo en personas con antecedentes de litiasis urinaria. Se controlará su consumo
en pacientes dispépticos y en los regímenes de adelgazamiento. El consumo de patata
debe ser diario por su poder antioxidante (Ver Tabla 11).
Derivados de la patata
En el mercado aparecen patatas tratadas industrialmente y que tienen presentaciones
diferentes. Las patatas desecadas en forma de hojuelas se usan para purés y en esta for-
222
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Otros tubérculos
El boniato, originario de Brasil, tiene un contenido en azúcares mayor que la patata. Se
prepara al horno, cocido o frito.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Las chufas se utilizan para fabricar horchata, diferenciándose del resto de los tubérculos
por su rico contenido lipídico.
Últimamente es muy frecuente leer en los envases de los alimentos para bebés que con-
tienen tapioca. Esta sustancia se obtiene a través de la fécula de mandioca, tubérculo
originario de Brasil, tras su tratamiento térmico (destruyendo toxinas venenosas para el
ser humano), lavado y desecado. Es muy rico en calorías, pues 100 g de tapioca tienen
358 calorías. Se digiere muy bien y suele recomendarse para los niños y ancianos.
Las legumbres
te se denominan “legumbres” a las plantas que dan su fruto en vainas y que sirven para
alimento de las personas y de los animales. Las semillas maduras son las legumbres pro-
piamente dichas.
Las legumbres, aceptadas durante siglos en una amplísima variedad de culturas, pue-
den considerarse alimentos nutricionalmente recomendables, teniendo en cuenta su com-
posición en proteínas, hidratos de carbono, grasas, fibra, minerales y vitaminas (Ver Tabla
12).
223
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Judías o alubias
Alubias, bajocas, caparrones, fabes, fréjoles o mongetes son nombres con los que se cono-
ce en nuestro país a la semilla o grano de la judía. La mayoría de las judías que se cul-
tivan en España pertenecen a la especie Phaseolus vulgaris o judía común, siguiendo a
continuación la Phaseolus multiflorus o judía de España o escarlata, la Phaseolus luna-
tus, conocida como garrofón y la Vigna sinensis o carilla. Las zonas principales de culti-
vo son Galicia, Asturias, León y Zamora.
224
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Lentejas
Legumbre cuyo cultivo es el más antiguo del mundo, siendo España, Turquía y EEUU los paí-
ses mayores productores de lentejas. En nuestro país, la zona de mayor cultivo es Castilla-La
Mancha (Cuenca y Toledo), seguida de Castilla y León (Valladolid, Burgos, Salamanca y León).
Garbanzos
La producción de garbanzos es, en actualidad, inferior a la de las judías. Andalucía, con
un 75% del total nacional, es la principal zona del país en cuanto a producción. Siguen
a continuación las provincias de Badajoz, León y Toledo. Ninguna variedad de garban-
zo tiene denominación de origen, aunque se conocen cinco clases de garbanzos: "cas-
tellano", "chamad", "blanco lechoso", "venoso andaluz" y "pedrosillano".
Soja
Es el vegetal más cultivado para la obtención de alimentos ricos en proteínas, así como
para la obtención de grasas. Aunque su origen es asiático, el cultivo se ha extendido
V ALOR
La soja es muy indigesta debido al gran contenido en fibra. Tiene diferentes proteínas, entre
las cuales están las antitripsinas (globulinas que aguantan bien los tratamientos térmicos sin
desnaturalizarse), que representan un porcentaje bastante elevado de las proteínas totales
de la soja. Es un antinutriente (sustancias inhibidoras de enzimas digestivas, en especial de
la tripsina, por ello se llaman también antitripsina) y su acción consiste en reducir la utiliza-
ción digestiva de las proteínas tanto del alimento como de otros alimentos proteicos que
pueden hallarse en la composición de la misma comida. Su ingestión en crudo (junto con
otros antinutrientes presentes en la soja como la antiquimitripsina) puede ser perjudicial y
retardar el crecimiento en animales. En el proceso de germinación su tasa disminuye y muchos
de estos elementos se inactivan completamente con el calor. Hay también antitripsinas en
otras leguminosas, como las alubias y guisantes, pero en cantidad bastante inferior.
225
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Productos y derivados
• Leche de soja. No es, evidentemente, leche, sino un jugo extraído de los gra-
nos molidos de la soja junto con agua que después se esteriliza.
• Aceite de soja. Especialmente rico en ácido linolénico y linoleico y, en general,
en ácidos grasos poliinsaturados. Precisamente por ello se trata de un aceite rela-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
tivamente poco estable al calor, por lo que no se recomienda para frituras o para
usos prolongados.
• Brotes de soja. Nutritivos y sabrosos, se utilizan normalmente en ensaladas y en
platos como los rollitos de primavera chinos.
• Okara. Pulpa de la soja escurrida tras fabricar la leche de soja. Es blanda y fina
y sirve para espesar sopas y enriquecer dulces y panes, galletas, hamburguesas,
etc. Contiene bastante fibra.
• Yuba. Es la capa superior formada al calentar la leche de soja. Esta fina capa se
usa para enrollar como un crêpe o para mezclar con otros alimentos.
• Tempeh. Producto de la fermentación de la soja, producido tradicionalmente en
Japón como otros de los aquí citados. Se consume cocido y mezclado habi-
tualmente con ajo y jengibre.
• Tofu. Es el queso o requesón de soja y se utiliza en la alimentación vegetariana
para alcanzar el consumo recomendado de proteínas y aminoácidos esenciales.
V ALOR
Composición nutricional
226
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Niños (1 a 6 años) 30 - 50 g
Niños (7 a 12 años) 60 - 70 g
Adolescentes 70 - 80 g
Adultos (Mujeres) 70 g
Ancianos (Hombres) 80 g
Hidratos de carbono
El contenido en hidratos de carbono de las legumbres varía entre el 26-29% de la soja
V ALOR
Grasa
El contenido en grasa de las leguminosas es normalmente bajo (1-6%) a excepción
de los altramuces, la soja y el cacahuete, los cuales se consideran oleaginosos. Habi-
tualmente, las legumbres de consumo habitual aportan pequeñas cantidades de lípi-
dos, pero de buena calidad, siendo los ácidos grasos predominantes el oleico, lino-
leico y linolénico, de carácter insaturado.
Vitaminas
Se consideran una buena fuente de vitaminas del complejo B, en concreto de tiami-
na, niacina y ácido fólico. Las vitaminas liposolubles A y E pueden encontrarse en cier-
ta cantidad en las semillas oleaginosas.
227
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Minerales
Aportan a la dieta calcio, hierro, cinc, fósforo y magnesio (Ver Tabla 14).
Legumi- Calcio Hierro Magne- Zinc Riboflavi- Tiamina Niacina Ác. fóli-
nosas (mg) (mg) sio (mg) (mg) na (mg) (mg) (mg) co (µg)
Alubias 128 6,7 160 4 0,15 0,5 5,9 –
Garban- 145 6,7 160 0,8 0,15 0,4 4,3 180
zos
Guisan- 72 5,3 123 3,5 0,2 0,7 5,2 33
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
tes
Lentejas 56 7,1 78 3,1 0,2 0,5 5,6 35
Habas 115 8,5 140 3,5 0,24 0,5 4,9 –
El pan, patatas, los cereales y las legumbres representarían el 26% de los antioxidantes
de la dieta.
Aspectos sanitarios
La ingestión de leguminosas en estado crudo como única fuente proteica se ha relacionado
con una serie de alteraciones fisiológicas, metabólicas e inmunológicas, que se atribu-
yen a la presencia de algunos factores antinutritivos en estas semillas. Salvo en casos excep-
V ALOR
Consejos de preparación
Al tener poca agua, las legumbres secas son alimentos que se almacenan y conservan
muy bien, sobre todo si las aislamos de los insectos, el calor y la humedad. A la hora de
consumirlas debemos recordar que cuanto más tardemos en utilizarlas más duras esta-
rán y necesitarán un mayor tiempo de cocción.
Para facilitar su asimilación, en el caso de los niños o personas con problemas digesti-
vos, se les puede quitar las cortezas, preparando con ellas exquisitos purés de gran rique-
za nutritiva. Para evitar que el valor nutritivo de las legumbres se pierda debemos tener
228
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
ciertas precauciones en la preparación y cocción de las mismas. El remojo tiene que rea-
lizarse durante 12 horas y éste es necesario porque facilita la digestión. Hay que hacer-
lo en agua fría, pues si usamos el agua caliente, aunque se ablandan más rápidamen-
te, destruye sus vitaminas. Normalmente se añade bicarbonato al agua de remojo para
acelerar el ablandamiento. No debe echarse más de 1/3 de cucharadita de café por litro
de agua. En las llamadas aguas duras, ricas en sales de calcio, es necesario suavizar las
legumbres con el bicarbonato. La cocción ha de hacerse en agua fría, a fuego lento,
para que ésta penetre bien en el interior de los tejidos. El tiempo calculado es de una
hora y media a dos horas, si se hace en cacerola corriente, y unos cuarenta y cinco minu-
tos, en olla a presión.
VERDURAS Y HORTALIZAS
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Composición nutricional
Todos los vegetales tienen un alto contenido en agua. El contenido acuoso oscila entre
un 80-90% y la materia seca entre un 10-20%. Sus componentes se distribuyen de la
siguiente manera:
Hidratos de carbono
Constituyen la mayor proporción del residuo seco. Su contenido puede variar entre el 3%
y el 20%. Predominan los polisacáridos, respecto a los azúcares sencillos, lo que hace que
tengan un sabor menos dulce y una consistencia más firme que las frutas, debido princi-
palmente a la rigidez que le confiere la celulosa, la hemicelulosa y las pectinas de las pare-
des celulares y, en algunos casos, también a un alto contenido en almidón. Los tomates tie-
nen un alto contenido en pectinas. En cuanto a azúcares simples, predominan la fructosa,
la glucosa (0,3-4%) y la sacarosa (0,1-12%). El contenido de fibra bruta oscila entre 0,5-1,5%.
Compuestos nitrogenados
Las hortalizas contienen, por término medio, un 2% de compuestos nitrogenados, de
los cuales el 35-80% son proteínas y el resto corresponde a aminoácidos, péptidos y otros
229
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Lípidos
El contenido lipídico es muy bajo, del orden de 0,1-0,9%. Además de los triacilglicero-
les existen glico y fosfolípidos.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Vitaminas
El contenido en las hortalizas de algunas vitaminas varía mucho dependiendo del tipo
y del clima. El contenido de ácido ascórbico se encuentra mayoritariamente en las coles,
espinacas, pimiento y perejil. La vitamina A en forma de carotenos se encuentra en toma-
tes, pimientos, perejil o zanahorias.
Minerales
En cuanto a minerales se refiere, es el potasio, con diferencia, el componente principal,
seguido de calcio, sodio y magnesio. Los aniones más importantes son el fosfato y el
cloruro, además del carbonato. Todos los demás elementos son minoritarios. Algunas
verduras contienen azufre, por lo que son irritantes para el tubo digestivo, como por
V ALOR
Otros componentes
Destacan, entre otros, el ácido cítrico y el málico. Además, las hortalizas tienen gran can-
tidad de sustancias aromáticas, responsables de su olor, así como pigmentos, que le apor-
tan su coloración: clorofila, carotenoides, betalaínas y fenoles.
El color verde de las hojas y frutas sin madurar se debe a las clorofilas a (verde azulado)
y b (verde amarillento) que se encuentran en proporción 3:1 aproximadamente. Las modi-
ficaciones del color tienen una gran importancia en el procesado de guisantes verdes,
judías verdes, berza común, coles de Bruselas y espinacas. Cuando se almacenan hor-
talizas desecadas se producen también alteraciones del color, cuyo grado depende del
contenido acuoso. En el caso de la conservación por congelación de hortalizas escal-
dadas se produce principalmente la transformación de las clorofilas en feofitinas. En las
judías verdes y coles de Bruselas aumenta el contenido en feofitinas del pigmento total,
por ejemplo de 8-9% inmediatamente después del escaldado.
230
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los glucosinolatos presentes en algunas hortalizas, como la col, originan por degrada-
ción enzimática rodanidas (tiocianatos) entre otros compuestos. La rodanida inhibe la cap-
tación de yodo por el tiroides, con lo cual el consumo de grandes cantidades de col
acompañado del aporte de pequeñas cantidades de yodo puede producir bocio. Las
tiooxazolidonas también son bociógenas. Se forman como productos secundarios de la
degradación enzimática de glucosinolatos. El consumo directo de tiooxazolidonas care-
ce de importancia, puesto que en general las hortalizas correspondientes se consumen
cocidas.
Digestibilidad
La vida útil de las hortalizas almacenadas es muy variable y depende de la especie y tam-
bién, en gran medida, de la calidad. En tanto que ciertas hortalizas de hoja (lechuga,
espinaca), judías verdes, guisantes, coliflores, pepinos, espárragos y tomates se conser-
van poco tiempo, otras como las raíces (zanahorias, colinabo, remolacha roja, apio, cebo-
llas) y en menor medida los repollos, se pueden almacenar durante meses.
Consejos en la preparación
Las pérdidas de sustancias nutritivas que se producen al cocinar vegetales son debidas a:
– El contacto con el aire (oxidación).
– Las altas temperaturas.
– Los largos tiempos de cocción.
– La disolución en el líquido de cocción
La pérdida vitamínica que experimentan los vegetales cuando se preparan mal, ha lle-
vado a serias investigaciones para conseguir reducirlas al mínimo, llegándose a las siguien-
tes conclusiones:
• Siempre que sea posible, las hortalizas deberán cocinarse al horno con piel.
• Si se preparan hervidas o al vapor, se hará sin pelar.
• Cuando sea necesario cortarlas, se hará en grandes porciones para conseguir
la menor superficie de contacto con el agua.
• La cantidad de agua utilizada será la mínima y la cocción se hará en recipiente
cerrado o en olla a presión.
231
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• El líquido de cocción deberá usarse para sopas o purés, aprovechando así las
sustancias solubles.
• El tiempo de cocción será el suficiente para que el vegetal quede tierno, pero
no recocido, evitando así el aspecto y sabor desagradable y la dificultad diges-
tiva que esto entraña.
• Los sucesivos calentamientos de los vegetales ya cocinados tienen que evitarse,
pues provocan pérdidas de sustancias nutritivas.
• Siempre que la preparación lo permita, conviene añadir a las verduras unas gotas
de zumo de limón o de vinagre, con el fin de proporcionar un medio ácido que
proteja sus vitaminas.
• No es recomendable utilizar bicarbonato en la cocción de verduras pues si bien
intensifica su color verde, favorece la destrucción de vitaminas.
• Se debe introducir la verdura en el agua cuando ya está hirviendo.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Aspectos sanitarios
Como ya se ha señalado, las hortalizas y verduras son un grupo de alimentos muy pere-
cederos. Las bacterias de putrefacción pueden provocar pérdidas graves en determina-
das circunstancias. Los riesgos más graves para la salud derivan de la contaminación de
los alimentos por bacterias como clostridium botilium y listeria monocytogenes. La pri-
mera de ellas, de carácter anaerobio, puede formar esporas que se mantienen viables
durante largos períodos de tiempo y resisten al calor. Por su parte, la listeria monocyto-
V ALOR
232
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
alimentos de origen vegetal (judías, coles, espinacas, cereales, soja, lúpulo), tienen acti-
vidad estrogénica y antiestrogénica.
Derivados hortícolas
Las hortalizas y sus derivados ocupan una posición muy importante dentro de los
productos ultracongelados. Para congelar son especialmente apropiadas las judías,
guisantes, pimientos, coles de Bruselas, la pulpa de tomate, zanahorias y diversos
tipos de col. No lo son, en cambio, los rábanos, rabanetas, la lechuga y los toma-
tes enteros. Las hortalizas ultracongeladas pueden sufrir cambios irreversibles de su
textura. Las alteraciones conocidas son: ablandamiento, endurecimiento o flaccidez
(judías, pepino, zanahoria, escorzonera), formación de una estructura correosa, gomo-
sa (espárragos) o pastosa-algodonosa (apio, colinabo) y endurecimiento de la piel
(guisantes).
Para obtener hortalizas fermentadas (col, judías verdes, pepinos, etc.) se deja que sufran
una fermentación láctica espontánea que, al descender el pH, impide el crecimiento
de los microorganismos alterantes sensibles al medio ácido y al mismo tiempo se pro-
duce un ablandamiento enzimático de la estructura celular, con lo cual mejora la diges-
233
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Zumos de hortalizas
Las hortalizas se pelan, lavan, escaldan y trituran adecuadamente. A fin de conservar-
los, se pasteurizan. Los principales zumos que se fabrican son el de tomate y los de pepi-
no, zanahoria, rábano, remolacha roja, col ácida, apio y espinacas.
ducto tiene un contenido de sustancia seca del 14-36% y un contenido en cloruro sódi-
co de 0,8-2%. El ketchup se prepara por mezcla intensiva de pulpa de tomate (28-38%),
vinagre, agua, azúcar, especias y estabilizadores, seguida eventualmente de una homo-
geneización fina. Productos obtenidos a base de otras hortalizas se utilizan principalmente
para la alimentación infantil.
Las verduras son esenciales en el mantenimiento de la salud del organismo. Deben estar
presentes en la dieta en una ración al día, alternando diferentes variedades.
Hay que adquirir el buen hábito del consumo de vegetales desde la infancia, estimu-
lando al niño a que conozca y acepte en su alimentación diaria una ración adecuada
de verduras.
Raciones recomendadas
Dos raciones diarias, una ración cocida y otra en forma de ensaladas frescas, se acon-
seja como mínimo cinco días a la semana.
FRUTAS
Fruta es el nombre genérico con el que se denominan a los frutos comestibles y dulces
de ciertas plantas. La denominación no queda limitada a los frutos de los árboles fruta-
les, ya que también se consideran frutas a productos tales como fresas, frambuesas, melo-
nes, sandías, etc.
En el Diccionario de la Real Academia Española se puede leer que “fruta es el fruto comes-
tible que dan los árboles y plantas, y más comúnmente el que sirve antes para el rega-
lo que para el alimento, como la pera, guinda, fresa, etc.”.
234
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Los frutos son productos alimenticios y por tanto bienes de consumo de carácter pere-
cedero que aumentan según el nivel de vida de las poblaciones, tal como se ha podi-
do observar a lo largo del siglo XX. En la actualidad, la fruticultura es un tipo particular
de agricultura que utiliza métodos y utillaje especiales. Se ha modernizado enormemente
en los últimos años con objeto de atender la aumentada demanda del mercado, espe-
cialmente urbano y de alto poder adquisitivo.
El lugar de origen de los árboles frutales, muchos de ellos presentes en nuestro país, es
muy diverso, pero su aclimatación ha sido excelente.
Clasificación
Varias son las clasificaciones que pueden hacerse de las frutas, según se considere su
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
naturaleza y su estado.
• Según su naturaleza pueden ser:
– Carnosas: aquéllas cuya parte comestible posee en su composición al menos
un 50% de agua.
– Secas: aquélla cuya parte comestible posee en su composición menos de un
50% de agua.
– Oleaginosas: aquéllas que son empleadas para la obtención de grasas y para
el consumo humano.
• Según su estado:
– Frescas: destinadas al consumo inmediato sin sufrir tratamiento alguno que
afecte a su estado natural.
– Desecadas: se derivan de los frutos frescos tras experimentar un proceso de
deshidratación. Los más conocidos son: higo, pasa, albaricoque, melocotón
V ALOR
235
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
cos: naranja, mandarina, limón y pomelo y las bayas: fresa, frambuesa, gro-
sella y mora.
– Frutas azucaradas. Con pepitas: manzana, pera, membrillo, uva, melón, san-
día y con hueso: melocotón, albaricoque, ciruela y cereza.
– Frutas amiláceas: castaña.
– Granos oleaginosas: almendra, nuez, avellana, piñón, cacahuete.
– Frutas secas (20% de agua): higo, dátil, ciruela, uva.
– Frutas oleaginosas: oliva, aguacate.
– Frutas exóticas o tropicales: plátano, granada, mango, guayaba, papaya, litchi,
kiwi, piña.
Composición nutricional
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Hidratos de carbono
Los glúcidos son los componentes más abundantes de las frutas, fundamentalmente fruc-
tosa, glucosa y sacarosa, si bien su proporción varía de unas frutas a otras, aunque la
existente entre glucosa y fructosa suele ser equiparable. Algunas frutas contienen tam-
bién pequeñas cantidades de almidón y polialdehidos, como el sorbitol. Las frutas fres-
cas son ricas en celulosa, aproximadamente 1% y en pectina entre 0,5 y 1,5%.
Lípidos
El contenido lipídico de la fruta suele ser muy bajo, del orden del 0,1-0,5% del peso fres-
V ALOR
co y está constituido en su mayor parte por fosfolípidos. Sólo los frutos secos contienen
cantidades importantes de lípidos. Muy rica en grasa es también la pulpa del aguacate.
Otros lípidos importantes son las ceras que cubren la piel de algunas frutas, sobre todo
de las manzanas y que influyen en los cambios de humedad de los tejidos, además de
ser una protección frente al ataque por hongos, insectos y bacterias.
Compuestos nitrogenados
La proporción de compuestos nitrogenados oscila entre 0,1% y 1,5%, de los cuales las
proteínas constituyen un 35-75%.
Vitaminas
Las frutas contienen una cantidad apreciable de vitaminas, en especial A y C. Existe un
gradiente del contenido en vitamina C desde la piel, que es la parte más rica en esta
vitamina, hasta la porción carnosa próxima al hueso, la más pobre. El ß-caroteno, pro-
vitamina A, se encuentra en grandes cantidades en albaricoques, cerezas, melones y melo-
cotones. En algunas frutas (albaricoque, cítricos, higo) existen vitaminas del grupo B, como
biotina y ácido pantonténico. En general son más ricas en vitaminas las variedades colo-
readas, las frutas de verano y las frutas expuestas al sol. Dentro de un mismo árbol, por
ejemplo, los frutos situados al sur son más ricos en vitaminas que los orientados al nor-
236
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
te, los de la cúspide más ricos que los de las faldas y los exteriores más ricos que los inte-
riores.
Otros componentes
La coloración de las frutas se debe a la clorofila. Los colores rojos y amarillos de los cítri-
cos, melocotones, albaricoques y de la pulpa de muchas frutas se deben a los carote-
noides y los colores rojos y azulados de ciruelas, fresas, cerezas y manzanas y de las varie-
dades sanguinas de los cítricos se deben a los antocianos.
Digestibilidad
piel, la digestibilidad es mayor. Las frutas verdes se digieren mal por el alto grado de celu-
losa que todavía no se ha transformado en azúcar o almidón.
No hay que guiarse, al hacer las compras, del tamaño de las frutas ni de sus colores lla-
mativos, porque no son necesariamente un índice de buen sabor y alto valor nutritivo.
Consumiremos las frutas de estación y valoraremos su precio en función del aporte nutri-
tivo que proporcionan. Incluiremos, siempre que sea posible, dos unidades diarias de
fruta, de las cuales una será del grupo de los cítricos (naranja, mandarina, pomelo). La
conservación de las frutas debe hacerse en el frigorífico o en un lugar fresco, pero recor-
dando que los plátanos son muy sensibles a las bajas temperaturas por lo que no deben
meterse en el refrigerador. Las frutas muy aromáticas (fresas, melón) si no están bien ais-
V ALOR
ladas pueden transmitir su olor a otros alimentos. Conviene que las frutas se atemperen
antes de servirse, ya que el frío disminuye el sabor dulce de los azúcares.
Aspectos sanitarios
Las frutas maduras son ricas en azúcares y contienen glucosa, fructosa y sacarosa en pro-
porciones diversas, según las especies. Este es un hecho que habrá de tenerse en cuen-
237
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
ta en la dieta del paciente diabético, a quienes habrá que restringir la ingestión de fru-
tas ricas en estos azúcares.
Diversos estudios han demostrado que los niños que consumen regularmente manza-
nas son menos propensos a la caries dental y tienen las encías más sanas que los niños
que no consumen esta fruta de modo regular. Su textura ejerce un efecto de limpieza
de los dientes. Se han observado, además, las propiedades hipocolesterolemiantes de
la pectina (especialmente abundante en manzanas) a medio plazo, tanto en la experi-
mentación animal como en los seres humanos.
Las frutas tienen un gran poder antioxidante; la naranja y los cítricos constituyen la
fuente de antioxidantes de frutas más consumidos en la población española. El con-
sumo de frutas aporta el 37% del total de antioxidantes consumidos en la dieta. Nues-
tra dieta debe contener tres raciones de fruta y una de ellas debe ser siempre un
cítrico.
Al igual que en las verduras, las frutas en conserva no se pueden equiparar en valor nutri-
tivo a las frutas naturales. Sin embargo, queremos hacer notar que la vitamina C se con-
serva muy bien en los zumos de naranja, pomelo y tomate natural, debido a la propia
acidez del fruto.
Las vitaminas se conservan peor en los envases de cristal transparente que en los enva-
ses metálicos, puesto que las primeras se ven afectadas por la luz. Si los envases de cris-
tal son de color oscuro, las vitaminas se protegen. Las frutas en conserva suelen tener
una adición de azúcar que aumenta su valor calórico.
Por su parte, los concentrados de zumos de frutas son más estables desde el punto de
vista microbiológico y químico que los zumos originales. Su extracto seco está comprendido
entre el 60% y el 75%.
238
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Las frutas deshidratadas (higos secos, pasas, dátiles, etc.) experimentan una reducción con-
siderable de su aporte de vitamina A aunque son buenas fuentes de minerales y azúcares.
Las frutas confitadas se obtienen por tratamiento de las frutas o porciones de ellas, cru-
das o cocidas, conservadas al vacío, con soluciones de sacarosa a las que se les añaden
pequeñas cantidades de jarabe de almidón con objeto de incrementar la transparencia
y blancura del producto. Estas frutas se destinan, en gran parte, a su transformación pos-
terior en otros productos de confitería más elaborados, tales como frutas glaseadas y escar-
chadas.
de la ingesta de antioxidantes.
Frutos secos
Con este nombre se conoce a las almendras, avellanas, piñones, nueces, cacahuetes y
castañas. Su consumo es frecuente y muy apetecible, sólo limitado por el precio que alcan-
zan. Suele utilizarse como aperitivo o golosina. En la dieta cumplen un papel importan-
te, siendo su riqueza nutritiva digna de tenerse en cuenta. Son ricos en calorías por su
alto contenido en grasas y en hidratos de carbono.
Fuente: Vázquez Martínez C et al. Alimentación y nutrición. Manual Teórico Práctico. Madrid: Díaz de
Santos; 2005
239
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
CEREALES
Los cereales son los frutos de unas plantas herbáceas, es decir, sin consistencia leñosa,
monocotiledóneas, de la familia de las gramíneas y con unas mismas características fami-
liares: raíces numerosas con apariencia de cabellera, tallo fino, hojas envolventes y alar-
gadas y frutos agrupados en torno a una espiga.
les. España es, por su situación geográfica y sus condiciones climáticas, un país extrema-
damente cerealista. Las principales cosechas son de trigo, arroz, cebada, avena, centeno,
maíz, alpiste, sorgo y mijo.
Los cereales y los productos elaborados con ellos nos suministran, desde los tiempos más
remotos, más de la mitad de la energía que se necesita para vivir con salud y rendir a
fondo física e intelectualmente. Supone una forma de obtener energía barata y que per-
mite alimentar a un gran número de personas.
Los distintos cultivos mayoritarios de uno u otro grano han servido a los historiadores
para apoyar e incluso para acentuar aún más la división histórica, cultural y geográfi-
ca del mundo. A Oriente le tocó el mayor reparto de los campos de arroz de todo el
globo debido a las especiales condiciones de sus lluvias periódicas, que encharcaban
los campos y los suelos. El arroz pasó en poco tiempo de lndia a China y de aquí se
V ALOR
exportó a Corea, Japón y Filipinas y, en general, a todo el Sureste Asiático. En los paí-
ses del Mediterráneo prosperó y creció, junto al olivo y la vid, la estilizada espiga de
trigo, base de la alimentación de Roma en los gloriosos tiempos de la República y el
Imperio.
Las particulares condiciones del continente americano fueron favorables al cultivo del maíz,
que los conquistadores introdujeron en Europa a partir del siglo XVI, y en el norte y cen-
tro de Europa crecieron vastos campos de centeno, que era el cereal base de los llama-
dos “pueblos bárbaros del Norte”.
Arroz
240
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El arroz se cultiva en terrenos encharcados. Los mejores suelos arroceros se dan en aque-
llos lugares del mundo visitados frecuentemente por las lluvias o perpetuamente sumer-
gidos por el delta de un río o por las marismas costeras. También hay una variedad de
arroz de secano, que se cultiva como el resto de los cereales.
Hay muchas clases de arroz en el mercado. Los arroces integrales, silvestres y morenos,
menos depurados, conservan casi intactas sus cualidades nutritivas, vitaminas y minera-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
les y son más ásperos al paladar que el arroz blanco que se consume a diario en casi
todos los hogares. La paella es el mejor exponente de aprovechamiento culinario del
arroz, pues además de resultar agradable, reúne todas las características nutritivas exi-
gibles.
El punto de cocción es una de las cosas más difíciles de obtener. Suele aconsejarse para
su cocción poner doble cantidad de agua que de arroz y durante unos 20 minutos. En
cualquier caso, juegan un papel importante otros factores como fuego, el tipo de agua
y la clase de arroz.
Trigo
La principal especie de trigo es el Triticum aestivum L., que corresponde a todos los tri-
V ALOR
gos llamados blandos. Pan común, pasteles, bizcochos y galletas se elaboran con la hari-
na obtenida de esta variedad de trigos.
Los duros, ricos en proteínas y llamados Triticum turgidum L., son la especie utilizada
para la fabricación de ciertas clases de pan, como el pan gallego, la hogaza de León, el
pan de molde, los bollos y todas las pastas alimenticias. El grano de trigo está formado
por el pericarpio o piel del grano, el endospermo o núcleo del grano, de donde sale la
harina, y el germen, donde se almacena el 30% de las proteínas y que es el embrión
del que nacerá la nueva planta. Mientras el embrión, como se ha señalado, es rico en
proteínas y lípidos, el endospermo contiene proteínas y almidón y la capa externa está
formada fundamentalmente por hemicelulosa y celulosa, glúcidos complejos no absor-
bibles a nivel intestinal con efectos importantes en el tránsito digestivo, el metabolismo
glucídico y el lipídico.
El 80-85% de las proteínas del grano son de reserva (proteínas del gluten) y el 15-30%
restante son proteínas con función estructural (albúminas y globulinas). Las proteínas de
reserva tienen una composición en aminoácidos esenciales inferior a las proteínas de ori-
gen animal, siendo fundamentalmente deficitarias en lisina. En el grano de trigo madu-
ro éstas se localizan dispersas en forma de gránulos, formando un cemento alrededor
de los gránulos de almidón.
241
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El almidón es un componente esencial del grano del trigo y del resto de los cereales,
estando presente fundamentalmente en el endospermo. Además, están presentes otros
polisacáridos distintos del almidón, aunque su contenido en el endospermo sea muy infe-
rior al de éste (Ver Imagen 3). Entre ellos destacan las hemicelulosas, pentosanos, celu-
losas y glucofrutanos.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Los lípidos del grano de trigo se almacenan en el germen, sirviendo como fuente para
la producción de aceite. El germen y la capa de aleurona en este cereal son ricos en tri-
glicéridos y glucolípidos.
Destaca su gran riqueza en vitaminas del complejo B, tales como tiamina, niacina, ribo-
V ALOR
flavina, ácido pantoténico y piridoxina, distribuidas por todo el grano de forma desigual.
Este hecho es el responsable de las considerables diferencias de contenido vitamínico
entre los granos completos y los productos de la molturación (harinas, pan, etc.).
242
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El pan
Antiguamente el grano de trigo no se refinaba y las harinas contenían todo el valor nutri-
tivo del mismo. Los procedimientos de molienda eran muy rústicos y únicamente las fami-
lias de clases sociales elevadas podían permitirse el lujo de consumir el llamado "pan blan-
co". El mito del pan blanco obsesionó a las clases obreras y al llegar la revolución industrial
y con ella las máquinas, fue fácil obtener una harina muy refinada que proporcionaba,
a bajo coste, pan blanco y esponjoso, de sabor más agradable que el moreno pero de
menor valor nutritivo. El salvado (la parte más áspera del cereal) se utilizaba para la ali-
mentación del ganado. En la actualidad es frecuente el consumo de pan integral entre
los pueblos más desarrollados.
• Pan negro: fabricado con harina de un grado de extracción del 100%. Es muy
rico en residuos fibrosos y celulosa, pero poco panificable, de muy difícil diges-
tión y sus componentes poco utilizables. Es un pan nada recomendable.
• Pan moreno: fabricado con harinas de un grado de extracción del 80-85%. Posee
un gran valor nutritivo, buena panificación y es el más recomendable. Es el lla-
mado pan integral. Las características del pan integral son:
– Buena fuente de vitamina B1 y B2 y vitamina E.
– Proteínas vegetales.
– Minerales.
– Ligeramente laxante (por su contenido en fibra).
– De digestión algo difícil.
• Pan blanco: elaborado con harinas de un grado de extracción del 70%. Es un
pan atractivo a la vista y el paladar, posee una excelente panificación y es de
muy fácil digestión. No contiene grasas, pero pierde gran parte de su valor nutri-
V ALOR
En general, puede afirmarse que, desde el punto de vista nutritivo, la principal impor-
tancia del pan radica en su aporte energético en forma de hidratos de carbono. Junto
a ello, cabe destacar su contribución de alrededor de un 8% de proteínas y un 1-2% de
lípidos, proporcionando alrededor de 260 kcal por cada 100 gramos. Comparando el
pan con la harina se observa una disminución de los hidratos de carbono proporcional
al incremento total de agua, así como una reducción de su valor proteico debido a que
las altas temperaturas observadas durante la formación del pan, especialmente en la cor-
teza, hacen reaccionar la lisina con azúcares reductores, formando compuestos que con-
vierten el aminoácido en inutilizable por el organismo. Este déficit de lisina puede verse
complementado en la dieta con la proteína aportada por las leguminosas. Por otra par-
te, la actividad de la mayoría de las vitaminas y minerales de la harina de los cereales no
se ve reducida por la panificación.
El pan es una importante fuente de fibra. Aunque los panes integrales son los que apor-
tan mayor contenido en fibra, el pan común también posee cantidades no despreciables.
Algunas personas sustituyen el pan por tostadas o productos parecidos porque consi-
deran que son las formas más avanzadas de panificación. En la preparación de estos
productos existen varias fases tras el amasado: fermentación, división de la pasta, tosta-
243
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
En la fase de fermentación las amilasas transforman una parte del almidón en azúcares
simples. Al añadir levadura, ésta descompone enzimáticamente los azúcares en gas car-
bónico, alcohol y otros ácidos orgánicos. La fermentación propiamente dicha es la rea-
lizada por el gas carbónico, cuya presión hace subir la masa y produce la ligereza y tex-
tura suave del pan.
Sémolas y pastas
Otros alimentos preparados a partir de harinas de trigo son las sémolas y pastas. Las sémo-
las más corrientes están hechas basándose en trigo duro y las pastas agrupan bajo esta
denominación una variada gama de formas cuya base es siempre la harina de trigo duro,
el agua y la sal.
244
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Galletas
Las galletas son alimentos preparados a partir de harina, materias grasas, azúcar, hue-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
ces, recurren a las técnicas de cocción-extrusión. En un tiempo muy breve (de algunos
segundos a dos minutos) una masa relativamente poco hidratada (10 a 30% de agua)
se introduce en un tornillo sin fin, que da de 200 a 300 vueltas por minuto, en un cilin-
dro metálico calentado. La masa se somete a importantes fuerzas de cizallamiento y pre-
sión (de 150 a 200 bares o más) mientras que se lleva a una temperatura elevada. Lue-
go se hace pasar por unas boquillas que pueden tener distintas formas, según la forma
que se quiera dar a los productos.
Maíz
El maíz, cuyos testimonios más antiguos se remontan a hace más de 5.000 años. Pare-
ce ser que la actual planta del maíz procede de la evolución del teosinto, primer ances-
tro de este cereal, que desarrolló las características perfollas que protegen a la mazorca.
245
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La gran adaptabilidad de esta popular planta de la familia de las gramíneas, cuyo nom-
bre científico es Zea mays L. a las distintas altitudes ha extendido su cultivo más allá de
sus orígenes naturales.
Las espigas de la planta madura, las panochas o mazorcas, forman una piña de granos
apretados, que queda protegida del aire por un ramillete de grandes hojas verdes que
surgen del tallo y llegan hasta la punta de la misma.
energético y nutritivo cereal. Curiosamente, está documentado que cuando los españoles
llegaron a las Indias Occidentales, los amerindios ya las tenían en gran consideración y
eran grandes devoradores de maíz, además de utilizar sus granos como amuletos o como
adorno para engalanar sus trajes. Las preparaban de tres maneras distintas: ensartando
la mazorca en un palo y poniéndola directamente sobre la llama, desgranando la mazor-
ca y echando los granos al fuego o tostando los granos o la mazorca entera colocarlos
sobre un recipiente de arcilla.
Cebada
La cebada mondada es el fruto desprovisto de su película externa. Una vez que ha sido
descortezado, redondeado y blanqueado artificialmente se le llama comúnmente ceba-
da perlada. Actualmente, sustituida por otros cereales más digeribles y sabrosos, se emplea
fundamentalmente en la alimentación animal (cebadas verdes), en la elaboración de bebi-
das populares como la cerveza y para la fabricación de whisky. La cerveza se prepara
fermentando con levadura una solución azucarada obtenida a partir de la cebada que
también contiene sustancias nitrogenadas, vitaminas y los oligoelementos necesarios para
el crecimiento de la levadura. La fabricación de cerveza a partir de cebada comprende
dos procesos: malteado y fermentación. El malteado pretende la germinación controla-
da que transforma el almidón en azúcares fermentables. La fermentación es el proceso
por el que el azúcar se convierte en alcohol por medio de la levadura. Así, un 75% del
almidón original se convierte en alcohol.
246
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Avena
El müesli se prepara a partir de copos de avena y yogur o leche, miel, frutos secos y
manzanas. El porridge se elabora a partir de harina de avena mezclada con agua y duran-
te muchos siglos ha sido el alimento principal y el orgullo nacional de los escoceses, que
con frecuencia lo exportaron más allá de sus fronteras.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Centeno
Mijo
Existen tres variedades, según el color y la calidad de su grano: blanco, negro y rojo. Se
cultiva en tierras pobres donde no es posible sembrar trigo. Este cereal tiene aproxima-
damente un metro de altura. En Europa se dedica principalmente a la alimentación ani-
V ALOR
mal, aunque en algunos países se consume en forma de gachas y los rusos elaboran
con él un delicioso desayuno llamado kasha.
Sorgo
El sorgo azucarado contiene un jugo dulce y seco en su interior y ha sido utilizado como
edulcorante, aunque la obtención de su azúcar es muy trabajosa y poco rentable. El jara-
be, sin embargo, es más fácil de obtener. Se aplasta el tallo, se hierve y luego se cuela.
Se utiliza sobre todo en el ámbito doméstico para repostería, confituras y para la obten-
ción de un mosto azucarado. Su pulpa se emplea también para la obtención de pasta
de papel y los granos para la alimentación animal, forraje y paja.
Raciones recomendadas
La cantidad diaria de pan, cereales o galletas por persona debe estar en relación
con el resto de los alimentos consumidos. No obstante, una ración de 500 g por
247
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
persona y día podría ser una cantidad adecuada si se trata de un trabajador de fuer-
za, una persona muy activa o un adolescente que hace gran ejercicio físico. 1/4 kg
por persona y día constituye una cantidad media recomendable para un individuo
normal. Las pastas y el arroz pueden entrar a formar parte de los menús semana-
les, sustituyendo a legumbres hortalizas, dando mayor variedad a nuestra alimen-
tación.
ma de escamas, copos, filamentos, gránulos, etc. Con frecuencia se enriquecen con diver-
sos ingredientes alimenticios, con lo que puede aumentar considerablemente su valor
nutricional y su acción dietética.
Aunque en general todos los productos de cereales son deficientes en el aminoácido lisi-
na, la carencia es mayor en los cereales para el desayuno a causa de las alteraciones
que tienen lugar en la proteína al serles aplicadas altas temperaturas. Sin embargo, esta
carencia es menor si se tiene en cuenta que se suelen consumir con leche, buena fuen-
te de lisina. Además, algunos de estos cereales tienen suplementos de aminoácidos. Su
valor energético es superior al del pan, debido principalmente a su menor contenido de
humedad.
sos tienen poco efecto sobre la riboflavina y la niacina. No obstante, hay que tener
en cuenta que la mayoría de estos productos están enriquecidos con hierro y vita-
minas.
AZÚCAR Y DULCES
248
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
cochos caseros se está perdiendo y se sustituye por bollos ya elaborados Este tipo de
dulces constituye el desayuno o merienda, a veces ambas cosas, de la gran mayoría de
nuestros niños y con frecuencia de las propias madres que fomentan el consumo. El con-
sumo indiscriminado de alimentos dulces, tomados a cualquier hora y sin límite en la
cantidad, puede crear inapetencia en el niño que, saturadas sus ganas de comer por
las calorías procedentes de estos alimentos, se niegan a comer otros que son impres-
cindibles para su crecimiento. Hay que controlar el hábito de consumir dulces.
Azúcar
La extracción del azúcar se realiza con arreglo a una larga serie de procesos. Inicialmente,
las remolachas, después de lavadas, son cortadas en tiras (5-6 cm de largo y 3-4 mm de
grosor), que se denominan peladuras, de las que se extrae el azúcar por difusión en una
corriente de agua caliente a 70-80 ºC. Después se recoge el jugo azucarado y las pela-
duras agotadas (pulpa) son prensadas y luego utilizadas, muy frecuentemente, para la
V ALOR
alimentación del ganado. Por filtraciones y tratamientos con cal se purifican los jugos de
difusión, llegándose a conseguir una pureza de aproximadamente el 90%. Posteriormente,
el jugo azucarado se concentra hasta la sobresaturación, con objeto de conseguir la cris-
talización. Las melazas o restos no cristalizados contienen sacarosa, glucosa, fructosa, rafi-
nosa y pequeñas cantidades de dextrano, que se usan en la fabricación de alcoholes,
como alimento para el ganado, en la obtención de glutamato o como levaduras para
la panificación, etc.
Azúcar de caña
Así como la remolacha se cultiva casi totalmente en Europa, la caña de azúcar crece en
países tropicales. El proceso de obtención de azúcar es bastante laborioso. Se inicia con
la transformación de la caña, por molienda y presión, en pasta. A continuación, debido
a la gran cantidad de impurezas que contiene, se hace necesaria su depuración. Poste-
riormente, los procesos finales de obtención del azúcar son semejantes a los de la remo-
lacha. El último proceso de la elaboración del azúcar es el del refinado, tanto para el de
remolacha como para el de caña, procediéndose, después, como última etapa, al enva-
sado y comercialización. Desde el punto de vista químico, la composición es la misma
para todos los azúcares, estén refinados o no, no conllevando diferencias nutricionales.
249
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Miel
Ha sido el principal agente edulcorante utilizado por el ser humano durante muchos siglos,
hasta que hace unos 200 años se iniciaron las explotaciones de la caña de azúcar y, pos-
teriormente, de la remolacha. Es un líquido siruposo, elaborado por las abejas a partir
del néctar de las flores. Su color, aroma y composición están condicionados por el lugar
de producción. Los oligosacáridos de la miel proceden de los del néctar, aunque sufren
procesos de transformación por las enzimas de las mismas flores y del tracto digestivo
de las abejas.
La composición media de la miel es: agua (17%), fructosa (38%), glucosa (31%), sacarosa
(10%), maltosa (7%) y oligosacáridos (2%). Proporciona azúcar, sales minerales y vitamina
B. La miel es fácilmente asimilable por el organismo y tiene poder laxante. Un desayuno
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
en el que se incluya miel constituye una forma de incrementar la energía que nuestro orga-
nismo necesita. Su valor en la dieta es esencialmente calórico.
En los últimos años la industria de los dulces ha avanzado de forma importante, ya que
se han incorporado nuevos productos o ingredientes que favorecen el sabor, el aroma
y el color de los productos finales obtenidos y han avanzado las técnicas que contribu-
yen a su conservación, aspecto muy importante desde el punto vista comercial. Los pro-
ductos más conocidos son: caramelos, confituras y mermeladas, frutas enlatadas en dul-
ce, pastillas de goma, goma de mascar, turrones, prealinees, chocolates, bombones,
helados, etc.
Las más frecuentes materias bases de los dulces y productos de confitería son: miel, azú-
V ALOR
cares, jarabe de glucosa, gomas, almidón, materias grasas, gelatinas, frutas, leche, cla-
ra y yema de huevo, ácidos orgánicos, edulcorantes naturales o sintéticos, colorantes
naturales o sintéticos, aromatizantes naturales o sintéticos
Chocolate
El consumo de chocolate en España es de 3,1 kg por persona y año, lo que supone un
consumo de 8 g por día. Forma parte importante de la dieta saludable por su riqueza
en antioxidantes, recientemente estudiados por su implicación en nuestra salud.
Los chocolates para cocer son los más ricos en cacao (más del 40%), después el cho-
colate negro (35%), el chocolate negro culinario (30%), el chocolate con leche (25%) y
el chocolate con leche de cocer (20%). El chocolate de confitería es el más rico en man-
teca de cacao y materia grasa (más del 60%). El chocolate de tableta es el menos gra-
so pero el más azucarado. Su valor calórico por tanto dependerá del contenido graso
de cada chocolate.
Aporta sales minerales como potasio y magnesio (en chocolate negro). Es pobre en resi-
duos y rico en sacarosa y taninos, por lo que puede ocasionar estreñimiento. La presen-
cia de tiranina y feniletilamina en el cacao puede provocar jaquecas. Contiene cantida-
250
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
des importantes de ácido oxálico, lo que explica algunas litiasis reales. Además, este áci-
do dificulta la absorción de algunos minerales como el calcio, el magnesio y el hierro.
Cuando el chocolate está elaborado con leche o almendras, nueces, avellanas agrega
el valor nutritivo de estos alimentos. No obstante, conviene recordar que un chocolate,
aunque esté elaborado con leche, no sustituye a un vaso de leche. El chocolate, que
tanto gusta a los niños, puede incluirse en la merienda de vez en cuando e, incluso, dar
una onza o una chocolatina como complemento energético a una merienda a partir de
queso o fiambre.
El cacao contiene polifenoles a los que se les atribuyen algunas ventajas para la salud,
posee una importante capacidad antioxidante preservando al organismo de la oxidación
por los radicales libres y disminuye el estrés oxidativo postpandial. Los antioxidantes toma-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Ciertos estudios señalan que la ingestión de cacao podría prevenir la obesidad a través
de la modulación del metabolismo lipídico, especialmente al disminuir la síntesis de áci-
dos grasos y su sistema de transporte, así como al potenciar parte de los mecanismos
de termogénesis en el hígado y en el tejido adiposo. El extracto de cacao puede modu-
lar la activación de los linfocitos T y, en consecuencia, la respuesta inmune adquirida.
V ALOR
Las raciones recomendadas son entre 20 y 80 g por día, sobre todo, por sus ventajas
antioxidantes.
Jarabes
Se denomina jarabe a la solución de algún azúcar, que puede ser procedente de fuen-
tes variadas tales como maíz, arce, palma o de algunos almidones. En las frutas enlata-
das se emplean jarabes cuya concentración en azúcar se expresa en grados brix o por-
centajes de azúcar, que se encuentran habitualmente entre un 15%, el más ligero, y un
50%, el más denso. El jarabe de glucosa o jarabe de maíz, hidrolizado de almidón de
maíz, jarabe de almidón, jarabe incristalizable o glucosa de confiteros, que son los diver-
sos nombres como se le conoce, es una solución acuosa y concentrada de glúcidos, obte-
nidos por hidrólisis o procedimientos enzimáticos del almidón de maíz o de la fécula de
patata. Es un producto ampliamente utilizado en confitería.
251
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Gelatinas
Son productos obtenidos mediante desnaturalización de diversos tipos de colágeno, a partir de
huesos, cartílagos, piel o subproductos de distintas industrias, incluidas las de pescados. La gela-
tina no es una proteína homogénea, sino una mezcla de péptidos cortos y largos. Con ellas se
preparan los geles, disolviendo la gelatina en polvo seco en agua, al 8%, a unos 60 ºC.
Caramelo
Es una pasta de azúcar hecha almíbar al fuego, que se endurece al enfriarse, pero que
no debe cristalizar. Se aromatiza con esencias y su tamaño puede ser muy variable. En
ocasiones se rellena de fruta, chocolate, etc.
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
Mermeladas
Se obtienen a través de mezclas de frutas, bañadas en un líquido formado por la coc-
ción de azúcar y el jugo de la propia fruta. El valor nutritivo de la mezcla o confitura que
contienen 60 g de glúcidos por cada 100 g, es principalmente energético y con un con-
tenido en sales minerales variables dependiendo de la fruta de la que procedan. Las con-
fituras extras pueden contener un 45% de fruta en el producto final y las confituras corrien-
tes pueden contener 350 g de fruta en 1 kg de producto final.
El aporte vitamínico es prácticamente nulo y no puede sustituir a las frutas frescas. Cons-
tituyen un buen complemento energético en desayunos y meriendas, utilizándose en la
elaboración de dulces. Una cucharada sopera pesa 30 g y aporta como media 75 kcal
(250 kcal/100 g) y sería la ración diaria recomendada por su contenido en pectinas que
evitan el estreñimiento y que tienen ventajas para la salud derivadas de las fibras solu-
V ALOR
Edulcorantes artificiales
En estos productos se incluyen tanto los no-nutritivos, como la sacarina, y los nutritivos, como
el aspartamo (formado por dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico) y la fructosa.
Gomas
Son sustancias que se dispersan en agua y dan origen a una masa viscosa. Se conocen
varios tipos en relación con su procedencia:
252
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
GRASAS
Las grasas comestibles están formadas fundamentalmente por triglicéridos (una molé-
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
cula de glicerol esterificada con tres ácidos grasos) y por un pequeño porcentaje, en gene-
ral menor del 3%, de otros lípidos saponificables complejos, como los fosfoglicéridos, y
de lípidos no saponificables (terpenos y esteroles).
Tipos de grasa
Las grasas sólo se distinguen de los aceites en que las grasas son sólidas y los aceites
V ALOR
son líquidos. Los alimentos aportan grasas de origen animal y vegetal. Las grasas ani-
males de mayor consumo son la manteca de cerdo, el tocino y la mantequilla. Entre los
aceites, el aceite de oliva ha sido siempre el más utilizado, si bien actualmente los acei-
tes de semillas (girasol, maíz o soja) se han ido introduciendo en el consumo, más bien
por razones económicas que por gusto personal. Hoy en día se insiste en la utilización
de los aceites vegetales para la condimentación de los guisos, ya que se ha demostra-
do que no elevan el colesterol, mientras que el caso de las grasas de origen animal sí lo
elevan, con todos los problemas que lleva consigo, entre ellos, el riesgo de enfermedad
cardiovascular. El consumo de aceite de oliva debe ser aumentado por razones de salud
y nutritivas. El consumo de aceites en España, en el año 2004, fue del 18,3% de acei-
te de oliva virgen, 51,6% de aceite de oliva, 25,5% de girasol y 4,6% de otros (Fuente:
Estructura de consumo de aceites. MAPA; 2004).
Grasas animales
Aportan su sabor especial a cada carne y la hace más tierna. Se considera saturada por-
que predominan los ácidos grasos saturados sobre los insaturados en su composición,
aunque la cantidad es muy variable según la especie animal, su alimentación e incluso
la época del año en que se sacrificó.
• La manteca de cerdo es actualmente la grasa animal más empleada. Corresponde
al tejido adiposo de la cavidad abdominal y de otras partes del cerdo. Aunque
253
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Grasas vegetales
Se clasifican, en general, en dos grandes grupos: las obtenidas a partir de frutos y las
procedentes de semillas oleaginosas. Todas ellas se caracterizan por la alta proporción
de ácidos grasos insaturados frente a los saturados y por la ausencia de colesterol, com-
puesto que forma parte de la composición de las células animales pero no de las vege-
tales.
• Aceite de girasol: es el aceite vegetal más rico en ácido linolénico y muy rico en
V ALOR
254
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Normas de preparación
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UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
culinarias realizadas a temperaturas suaves permiten una mayor digestibilidad de las gra-
sas.
Es importante evitar que los aceites humeen pues al sobrecalentarse desarrollan productos
tóxicos. Para evitar al máximo la alteración de los aceites durante la fritura y, por tanto,
la repercusión negativa sobre los aspectos nutritivos y toxicológicos de los alimentos fri-
tos, conviene tener en cuenta las siguientes medidas:
• El alimento tiene que tener su superficie lo más seca posible, ya que la hume-
dad favorece la hidrólisis y la formación de espuma, con la consiguiente acele-
ración de la oxidación.
• La superficie de contacto aceite/aire ha de ser la mínima posible, para reducir
los procesos oxidativos.
• No deben existir trazas de metales, que actúan como catalizadores acelerando
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
tran grasas visibles e invisibles. Las visibles son aquellas que, separadas de los alimentos,
se reconocen como tales: las mantequillas o los aceites de semillas. Las invisibles son las
que no se han separado de su fuente original y, por tanto, se consumen como parte de
los tejidos de los propios alimentos: la grasa de la carne, pescados, etc. El aprovecha-
miento de las grasas llega a ser del 90% y, junto con la glucosa, es el principal almacén
de energía del cuerpo.
256
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Astiasarán Anchía I, Lasheras Aldaz B, Ariño Plana AH, Martínez Hernández JA.
Alimentos y nutrición en la práctica sanitaria. Madrid: Díaz de Santos; 2003.
• Bello Gutiérrez J. Calidad de vida, alimentos y salud humana. Madrid: Díaz de
Santos; 2005.
• Cámara Hurtado M, Sánchez mata MC, Torija Isasa ME. Frutas y verduras, fuen-
tes de salud. Servicio de Promoción de la Salud. Instituto de Salud Pública. Con-
sejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. [En línea] [fecha de acceso: 18
de enero de 2007]. URL disponible en: http://www.senba.es/recursos/pdf/fru-
tas_y_verduras.pdf
• Cao Torija MJ. Nutrición y Dietética. Serie Manuales de enfermería. 2ª ed. Bar-
celona: Masson; 2001.
• Cervera P, Clapes J, Rigolfas R. Alimentación y Dietoterapia. 4ª ed. Madrid: Inter-
V ALOR
257
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
258
UNIDAD III Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Webgrafía:
• Recetario de cocina de Karlos Arguiñano. URL disponible en: http://www.kar-
losnet.com/cocina/recetario.html
NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS
259
ÍNDICE
Í NDICE
9. VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS: COMPOSICIÓN, FUNCIONES, PROPIEDADES SALUDABLES Y RACIONES DIARIAS RECOMENDADAS
U NIDAD III
OBJETIVOS UNIDAD IV
261
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
262
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El Consumo Adecuado (Adequates Intakes -AI-) se fija cuando no existen suficientes evidencias
científicas para determinar el Aporte Diario Recomendado y se basa sobre una estimación de la
cantidad de un nutriente consumido por un grupo de personas sanas, suponiendo que la can-
tidad que ingieren es la adecuada para promover la salud. Se fija en un nivel que satisfaga o
supere las necesidades de prácticamente todas las personas de una edad y sexo determinados.
El Nivel de Consumo Superior Tolerable (o UL, según las siglas en inglés) es la mayor cantidad
de un nutriente que se puede ingerir con seguridad de manera continua y que no causará
un efecto adverso en la salud. El efecto adverso se utiliza para determinar el nivel tolerable (UL)
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
y varía de un nutriente a otro. Por ejemplo, el efecto adverso que se identificó para la niacina
es el enrojecimiento de la piel de la cara y el nivel tolerable de la niacina se aplica sólo a la for-
ma de este nutriente que se emplea en los complementos vitamínicos y alimentos fortificados.
Muchas personas pueden consumir el nivel tolerable de cualquier nutriente con seguridad,
aunque se recomienda ser prudente. Los UL se fijan cuando existe un conjunto importante
de datos científicos. Si la información que existe es escasa (por ejemplo, no se realizaron sufi-
cientes estudios o los que se llevaron a cabo no son concluyentes), no se fijará un nivel tole-
rable. Por tanto, es importante comprender que si no existe un nivel tolerable para un nutrien-
te, puede significar que es seguro en cualquier cantidad que se consuma o bien que es
aconsejable ser prudente y cuidadoso y no consumir más que el aporte diario recomendado
Los cuatro valores en conjunto se conocen con el nombre de Consumos Dietéticos de Refe-
rencia (o DRI por sus siglas en inglés). En su mayoría, los valores de los Consumos Dietéticos
de Referencia (DRI) son utilizados por científicos y nutricionistas que trabajan en áreas de inves-
tigación o académicas y por los nutricionistas que se ocupan de desarrollar menús que deben
satisfacer ciertos requerimientos nutricionales. De momento los valores DRI no se han incor-
porado a la información para los consumidores, como por ejemplo en las etiquetas de los
alimentos o en la Pirámide de la Alimentación. Existe un comité de la Junta de Alimentos y
Nutrición (FNB) que está analizando un modelo para incorporar los valores DRI en las eti-
quetas de los alimentos. Una vez que el comité finalice su labor, la Administración de alimentos
y medicamentos puede proponer cambios en las leyes sobre etiquetado de alimentos.
A los nutrientes que aportan energía se les llama macronutrientes y son las proteínas, las
grasas y los hidratos de carbono. La dieta adecuada y equilibrada, por tanto, es aque-
lla que aporta la cantidad suficiente de nutrientes y energía en proporciones adecuadas
para un correcto funcionamiento y desarrollo del organismo.
263
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La alimentación equilibrada o racional debe ser variada, agradable y suficiente. Este últi-
mo concepto implica un aporte energético acorde con la demanda del organismo para
conseguir un balance nulo, es decir, sin carencias ni excesos, así como un reparto de
nutrientes adecuado a las necesidades de la persona. El aporte calórico tiene que ser
adecuado para mantener el peso normal, para evitar tanto la malnutrición como la obe-
sidad.
264
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
EQUILIBRIO ALIMENTARIO
265
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Existen varias formas de equilibrar la ración alimentaria diaria, bien a través de un siste-
ma que permite un equilibrio cualitativo, o bien a partir del cálculo por medio de tablas
de composición de alimentos, con el que se obtendrá el equilibrio cuantitativo.
Las personas sanas no deben obsesionarse con los cálculos energéticos, pues es prefe-
rible que sepan obtener un equilibrio cualitativo, incluyendo en sus comidas la máxima
representación de alimentos básicos y evitando los superfluos. De acuerdo con este cri-
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
266
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
267
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Arroz 70 g 50 g 80 g 60 g 3 veces en
semana
Pastas 70 g 50 g 80 g 60 g 3 veces en
semana
Sin embargo, el número de raciones diarias debe ser constante para todos los grupos
(Ver Tabla 3).
268
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
1 ración del grupo de las grasas: Una cucharada sopera de aceite (aprox. 10 ml).
Se tomarán 50 ml de aceite para cocinar y aliñar los alimentos.
269
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
En general, los valores hallados en las tablas corresponden a valores medios de cada ali-
mento; casi siempre se trata de alimento en crudo y porción comestible. Las tablas de
composición de alimentos permiten un análisis cuantitativo de los alimentos que toma-
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Este tipo de tablas pueden ser más o menos extensas según el número de alimentos y
nutrientes que estén recogidas en las mismas. A su vez, los alimentos y nutrientes reco-
gidos en una tabla hacen referencia a una zona geográfica o población de estudio, dado
que los valores nutricionales presentes en las TCA son reflejo del análisis químico cuan-
titativo de cada alimento.
Aunque cada TCA puede presentar información diferente en cuanto al número de ali-
mentos, nutrientes, raciones de referencia, unidades de medida, etc., tienen unas carac-
terísticas comunes a todas ellas:
• Los valores de los distintos componentes de los alimentos se expresan en tér-
minos de contenido de nutriente por 100 gramos de porción comestible.
• Los valores energéticos de los alimentos vienen expresados en energía disponi-
ble o metabolizante, expresado en kilocalorías (kcal) o kilojulios (Kj). Generalmente
estos datos han sido obtenidos a partir de los contenidos de proteínas, carbo-
hidratos, lípidos y alcohol de cada uno de los alimentos.
• Principios inmediatos: proteínas, carbohidratos y grasa.
• Vitaminas: son en número y contenido los componentes de la TCA que más varia-
bilidad tienen, no sólo por cuestiones de metodología analítica utilizada en su
obtención sino también por la propia inestabilidad biológica de las vitaminas.
• Otros componentes de las tablas. Es frecuente encontrar los valores de otros com-
ponentes como colesterol, fibra, ácidos grasos, etc., relacionados con el objeto
a estudio.
Para la conversión de alimentos en nutrientes hay que tener en cuenta los siguientes criterios:
• Independientemente del método empleado en la recogida de la información die-
tética, donde se habrán obtenido distintas frecuencias o periodicidad de con-
sumo de los alimentos preguntados, lo primero que se debe hacer es traducir
dichas frecuencias en frecuencias de consumo diario.
Si se tiene el dato de consumo de arroz, en tres veces a la semana, de 60 g,
habrá que convertir el dato en consumo al día:
270
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Si esto se realiza con todos y cada uno de los alimentos consumidos durante un
periodo de tiempo determinado, puede obtenerse el perfil nutricional de un indi-
viduo o una familia. Con estas tablas se pretende aportar un instrumento que
permita valorar las dietas o planificar los menús de una forma aproximativa, espe-
rando que sean de utilidad en la práctica tanto para la realización de dietas de
individuos sanos como enfermos.
1. Ajustar las necesidades energéticas a cada individuo, teniendo en cuenta siempre el peso
y composición corporal, el sexo, la edad, la actividad física y laboral además de situaciones
especiales como lactancia y embarazo
2. Las calorías aportadas guardarán una proporción adecuada de principios inmediatos
3. El reparto de energía a lo largo del día será de 5 tomas
4. El aporte proteico se equilibrará entre proteínas de origen animal y proteínas de origen vege-
tal
5. El aporte graso se repartirá entre las grasa de origen animal y las vegetales, teniendo siem-
pre presente la grasa invisible de los alimentos
6. El aporte de hidratos de carbono corresponderá mayoritariamente al grupo de los almido-
nes o hidratos de carbono complejos, debiendo aportar también carbohidratos no absor-
bibles (fibra), restringiendo al máximo los de absorción rápida o simples
7. Deberá incluir suficientes cantidades de fruta y verdura que completen la ración vitamínica
y mineral
8. Calcular el valor calórico de las bebidas alcohólicas y no alcohólicas
9. Conocer y valorar debidamente los gustos y las costumbres alimentarias y procurar adap-
tar la dieta a las peculiaridades del individuo como tal, teniendo siempre en cuenta las con-
diciones sociales y/o económicas que van a influir en la forma de alimentarse. Así mismo,
es importante que la dieta sea amplia, variada y que ofrezca opciones diversas para poder
optar por alimentos de parecido valor nutritivo
10. Por todo ello, es necesario consumir una dieta variada y equilibrada en principios inme-
diatos que cubran las necesidades
271
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
ción (EDALNU) en los años setenta, donde se adoptó un modelo de clasificación de ali-
mentos basado en 7 grupos, ya ha sido estudiada en la Unidad III, parece conveniente
volver a citarla aquí dado que forma parte de los diferentes esquemas habitualmente más
utilizados para agrupar, buscando una mejor función didáctica, los distintos alimentos.
272
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
consumiendo diariamente alimentos de los cinco grupos que componen esta pirámi-
de alimentaria (Ver Imagen 3).
La mejora del estado nutricional preocupa a toda la población, dado que una alimen-
tación correcta es imprescindible para mantener y mejorar la salud, conseguir un ópti-
mo rendimiento físico y psíquico y disfrutar de una calidad de vida satisfactoria. Es com-
prensible, por ello, que los nutricionistas se esfuercen en diseñar modelos de
alimentación fáciles de llevar a la práctica. Un buen ejemplo es el Rombo de la Ali-
mentación (Requejo y Ortega, 1997). En él se establecen de forma clara y sencilla orien-
taciones sobre la composición de una dieta equilibrada que cubra las necesidades medias
de energía y nutrientes.
Este modelo ha sido elaborado a partir de los conocimientos científicos más avanzados
en esta materia. Presenta, en un esquema romboidal, los diferentes tipos de alimentos
distribuidos por áreas según la frecuencia aconsejable de consumo (Ver Imagen 4). No
obstante, en casos específicos de personas con problemas metabólicos o patologías deter-
minadas, la dieta puede requerir modificaciones que el especialista establecerá de for-
ma individualizada.
273
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Fuente: Ana María Requejo y Rosa María Ortega. Departamento de Nutrición. Facultad de Farmacia.
Madrid: Universidad Complutense; 1997
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
A partir de las tablas citadas se puede efectuar todo tipo de valoraciones dietéticas, per-
mitiendo combinar en los datos de ingestas información de consumo de alimentos (en
274
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
gramos) y/o de platos (en gramos o en raciones), para determinar la composición nutri-
tiva de menús, dietas, encuestas, etc. Los resultados de las valoraciones se archivan a su
vez en una tabla, que puede exportarse en formato dbase a cualquier otro programa,
ya sea de tratamiento estadístico, hoja de cálculo o procesador de textos.
275
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Actualmente existen guías alimentarias que evidencian algunas reglas para comer de
forma equilibrada y que están dirigidas a la población en general, constituyendo un ins-
trumento educativo dentro de las políticas sanitarias. Se trata, por tanto, de recomen-
daciones dietéticas dirigidas a la prevención de las enfermedades crónicas. Se diferen-
cian de las recomendaciones dietéticas (RDA), en que éstas son recomendaciones para
prevenir enfermedades carenciales y hacen referencia a las necesidades de nutrientes
(vitaminas, minerales, proteínas, hidratos de carbono y grasas), pero las guías nutricio-
nales hacen referencia a alimentos, con el fin de que la población sepa cómo alcanzar
los requerimientos de nutrientes contabilizados en alimentos y con qué alimentos pre-
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
LA DIETA MEDITERRÁNEA
Los expertos en nutrición de diferentes países han buscado el modo de transformar las
recomendaciones dietéticas promulgadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
en alimentos concretos y forma de prepararlos, encontrando que la denominada “Die-
ta Mediterránea” coincide en su mayoría con las recomendaciones y que es un ejemplo
práctico de cómo debe ser la dieta saludable.
Países como Estados Unidos y los del norte de Europa que consumen la llamada dieta occi-
dental, con un bajo consumo de fibra vegetal, vitaminas, minerales y una ingesta excesi-
va de calorías, grasa animal y azúcares simples, están siendo azotados por las llamadas “enfer-
medades de la civilización”. Son enfermedades degenerativas, entre las que pueden citarse:
obesidad, enfermedad coronaria, arteriosclerosis, algunos tipos de cáncer y diabetes.
En España y otros países bañados por el Mediterráneo, se han adoptado hábitos alimentarios
occidentales, pero se sigue teniendo una menor incidencia de enfermedades cardiovas-
276
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
culares, así como de enfermedades neoplásicas. Estas evidencias han sido estudiadas por
la comunidad internacional, señalando que son las características de la dieta tradicional
las que protegen contra este tipo de enfermedades. Hay también otros factores no die-
téticos, como son el estilo de vida y el entorno (clima y factores ambientales) que tienen
una gran importancia en la salud. Todos ellos condicionan el estado de salud de la pobla-
ción y podrían estar incluidos en el concepto de dieta mediterránea.
El profesor Grande Covián ha sido reconocido como uno de los más destacados espe-
cialistas en nutrición. Con un equilibrio perfecto entre el rigor científico y la divulgación
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
supo comunicar los temas relacionados con la alimentación y la salud. Fue pionero en
la defensa de la dieta mediterránea, que es el mejor modelo de dieta equilibrada y coin-
cide con la dieta tradicional española.
277
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Su alto contenido en agua hace que estos alimentos sean bajos en calorías (aproxima-
damente 40 kcal/100 g). El consumo de fruta fresca es una garantía para la salud, ya
que es un alimento bajo en calorías que sin embargo va a aportar vitaminas, minerales
y fibra tan necesarios para la salud.
Sobre el aporte de fibra dietética, decir que la fibra sólo puede encontrarse en los vege-
tales. Es una fracción que no se va a digerir (resistencia a los enzimas digestivos) ni se
va a absorber, pero que es muy beneficiosa para la salud ya que aumenta el volumen
de las heces, aumenta la velocidad del tránsito intestinal y va a absorber sustancias per-
judiciales para la salud. La fibra alimentaria contenida en los alimentos forma parte indis-
pensable de una dieta saludable.
Va a disminuir los niveles de colesterol sanguíneo, ya que retiene ácidos biliares, lo que
implica que el hígado tenga que sintetizar más sales biliares a partir del colesterol san-
guíneo, bajando los niveles de éste. El consumo de fibra, procedente de las frutas y de
los demás vegetales, alimentos característicos de la dieta mediterránea, previene contra
la hipercolesterolemia. Por último, parece que la fibra va a absorber sustancias tóxicas
que pueden ser tomadas con los alimentos o que se forman dentro del organismo, ace-
lerando el paso de estas sustancias a lo largo del intestino, razón por la que parece que
previene el cáncer de colon.
Tiene un alto contenido en vitamina C o ácido ascórbico y una de las vitaminas más cono-
cidas por la población en general por su capacidad para proteger contra los resfriados.
50-60 mg es la cantidad recomendada por día. La vitamina C aumenta las defensas del
organismo frente a las infecciones, además de bajar los niveles de histamina en sangre,
sustancia que provoca la hinchazón de los tejidos y la mucosidad nasal. La vitamina C
es necesaria para la síntesis de colágeno y el mantenimiento de la piel, músculos y encí-
as. Por esta razón se sabe que la vitamina C ayuda a cicatrizar las heridas. La vitamina
C es un poderoso antioxidante y debido a esta cualidad los foros internacionales acon-
sejan la ingesta diaria de vitamina C.
El oxígeno del aire que penetra en el cuerpo por la respiración, da lugar a muchas reac-
ciones oxidantes en las que se forman unos compuestos, llamados radicales libres, que
son potencialmente nocivos, ya que atacan a las membranas de las células o a su mate-
rial genético, pudiendo llegar a producir la muerte de la célula o su alteración genética.
278
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
libres, impidiendo que estos dañen a las células. La OMS recomienda aumentar en un
50% el consumo de alimentos que contengan estas sustancias, ya que, por ejemplo,
no es la cantidad de colesterol presente en la sangre el único determinante de enfer-
medad cardiovascular, sino que es el colesterol oxidado el que produce el verdadero
daño. Para que este colesterol no se oxide, se necesita la presencia de estas sustancias
antioxidantes.
Aunque el aceite de oliva ha estado desprestigiado hace unos años, hoy en día se sabe
que es el responsable de multitud de efectos beneficiosos para la salud, entre los que
destacan la menor incidencia de enfermedades cardiovasculares en las poblaciones que
han consumido siempre aceite de oliva. Tradicionalmente se ha usado el aceite de oliva
en la dieta mediterránea, pero es a partir de 1980 cuando los datos científicos apoyan,
cada vez con más evidencia, las ventajas en su uso.
Las repercusiones más positivas del aceite de oliva en el organismo humano, sobre todo,
en relación con las enfermedades cardiovasculares son las siguientes:
• En el estómago: reduce la acidez gástrica, por lo que es preventivo de la úlce-
ra péptica. No deprime el tono del esfínter gastro-esofágico y de esta forma impi-
de el reflujo gástrico hacia el esófago. Inhibe la motilidad gástrica, lo cual es bene-
ficioso porque provoca una sensación de saciedad y favorece la absorción de
los nutrientes en el duodeno, ya que llegan de una forma más gradual.
• En el páncreas: la lipasa pancreática es muy efectiva sobre la trioleína, princi-
pal componente del aceite de oliva.
• En el intestino: el aceite de oliva presenta una muy buena absorción. Inhibe
la reabsorción de sales biliares a nivel intestinal, estimulando una mayor pro-
ducción en el hígado a partir de colesterol. Favorece la motilidad del intesti-
no grueso y, por tanto, mejora el estreñimiento.
El pescado. Posee una proteína de igual calidad que la carne. La grasa del primero, a
diferencia de la carne es rica en grasas saturadas muy perjudiciales para la salud. La gra-
sa del pescado es rica en ácidos grasos eicosapentanoico (EPA), que tiene 20 átomos de
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
carbono y 5 dobles enlaces, así como ácido docosohexanoico (DHA) con 22 átomos de
carbono y 6 dobles enlaces.
Estos ácidos grasos no poseen una acción apreciable sobre el colesterol ni sobre las pro-
teínas plasmáticas, pero dan lugar a la formación de unos eicosanoides que producen
vasodilatación y disminución de la agregación plaquetaria, siendo beneficiosas en la pre-
vención de las ateroesclerosis, es decir, van a impedir la formación de coágulos, que es
una de las fases en la formación de la placa de ateroma, y de esta forma previene con-
tra la enfermedad cardiovascular.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
El pescado es una fuente importante de minerales, sobre todo de calcio y fósforo. Este últi-
mo es un importante elemento nutritivo que participa en multitud de reacciones metabó-
licas. Es fundamental para la mineralización del hueso y para la transmisión de los impul-
sos nerviosos. También aporta las vitaminas liposolubles A y D que acompañan a las grasas.
Son alimentos ricos en hidratos de carbono y deben suponer el 60% del aporte caló-
rico de la dieta. Como ya se ha visto anteriormente, en la dieta tradicional española se
cumple bien este porcentaje gracias a los primeros platos a base de lentejas, arroz, gar-
banzos, etc. Hay una tendencia al descenso en el consumo de estos alimentos que hay
que frenar, ya que algunas legumbres están desprestigiadas socialmente pues parece
que son difíciles de cocinar y pueden producir flatulencia. Es fundamental recuperar-
las en nuestra dieta ya que aportan proteínas vegetales que se presentan libres de gra-
sas, los hidratos de carbono son complejos, tipo almidón y una gran cantidad de fibra
alimentaría.
A comienzos del siglo XX se observó una disminución del consumo de fibra vegetal y
un aumento del cáncer de colon. Son numerosos los estudios realizados en diferen-
tes sociedades donde se comprueba esta relación, aunque no se sabe bien el meca-
nismo de acción. Se cree que al aumentar la velocidad de tránsito intestinal impide la
formación de sustancias cancerígenas por parte de las bacterias del colon. El riesgo
de padecer aterosclerosis se relaciona directamente con una alta tasa de colesterol en
sangre. Los principales metabolitos de la degradación del colesterol son los ácidos bilia-
res y éstos son absorbidos por la fibra (especialmente pectinas de las frutas) y expul-
sados al exterior. Otra enfermedad típica de las sociedades desarrolladas es la diverti-
culitis, en la cual se producen sacos como consecuencia del debilitamiento de la
estructura mucosa. La fibra parece que reblandece el material fecal impidiendo que
éste ejerza presión sobre las paredes del colon.
En este apartado es donde la dieta tradicional o mediterránea se aparta más del mode-
lo occidental que, por desgracia, en España también se está adoptando. Tradicionalmente
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
sí se sabe ya es el efecto perjudicial de las grasas saturadas y del colesterol que se encuen-
tran en estos alimentos.
Existen muchos y diversos programas para la elaboración de dietas. Por ejemplo, pue-
de citarse la base de datos de platos, recogidos por enfermeras del Servicio de Nefro-
logía del Hospital General de Segovia, bajo la dirección de Paz Galán. Cada plato
se identifica con un nombre y el tipo (postre, desayuno/merienda, primer plato, segun-
do plato, salsa, bebida). Consta de una descripción de su composición (ingredien-
tes y cantidades de los mismos). Los ingredientes están registrados en la base de datos
de alimentos (http://www.seh-lelha.org/busalimento.aspx) y, a partir de ellos, se ha
calculado mediante el programa SIGMA, para cada plato, el contenido en nutrien-
tes.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
RECOMENDACIONES ALIMENTARIAS EN LA
RESTAURACIÓN COLECTIVA
En primer lugar, es preciso dar prioridad a los alimentos fundamentales para el crecimiento,
evitando aquéllos que sean mal tolerados, flatulentos, irritantes para el tubo digestivo y
alimentos grasos. Elaborar como plato fuerte aquel que contenga los tres principios inme-
diatos, vitaminas y minerales en cantidades adecuadas para el aporte de las raciones dia-
rias recomendadas. Las minutas escolares deberán conocerse por los padres para com-
pletar la alimentación en el hogar. Como sugerencias, a continuación se presentan varios
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
tipos de alimentos recomendados para tomar como primeros y segundos platos y como
postres.
Primeros platos
• Puré de legumbre, combinado con hortalizas. Cuando el niño tolere las legum-
bres se podrán cocinar enteras, sin adicción de grasa, ni embutidos, suplemen-
tando la proteína vegetal añadiendo al preparado hortalizas (zanahoria o pata-
ta) o cereales (arroz).
• Sopas de arroz o pasta preparadas con carne, pollo, jamón y verduras.
• Cremas de verduras, espinacas, acelgas, zanahorias, con salsas de bechamel o
gratinadas al horno con queso, o potajes de verduras.
• Cereales en formas de pastas: macarrones, canelones o espaguetis, cocinados
con verduras.
• Arroz en forma de paellas, arroz a la cubana, arroz con verduras.
• Guisos de patata. Patatas en ensalada.
Segundos platos
• Croquetas de pollo, huevo, pescado o ternera.
• Carne en forma de albóndigas, hamburguesas, rollos de carne, guisada o empa-
nada.
• Pescados blancos a la plancha, en salsa, fritos y pescados azules a la plancha o
en conserva.
• Huevos en forma de tortilla, a la plancha, escalfados, en tortilla de patata.
• Acompañar todos los platos con ensalada.
Postres
• Fruta del tiempo, complementada con yogur o leche.
• Evitar los postres lácteos azucarados como los flanes, natillas, mousses, arroz con
leche, helados. Si se aportan estos postres será de forma esporádica y sin susti-
tuir el consumo de fruta fresca.
Los cambios de estación dan oportunidad de variar los menús (Ver Tabla 8). Cuando lle-
ga el tiempo de calor las necesidades energéticas disminuyen, por lo que será necesa-
rio preparar alimentos menos energéticos y más refrescantes, como las ensaladas varia-
das, ensaladillas, gazpachos, fiambres con poca grasa (pavo, jamón), pudiendo además
incluir como postre algún helado o frutas de verano (sandía). Las temperaturas frías serán
adecuadas para sopas, purés, guisos, etc.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Para más información sobre raciones alimentarias en los niños consultar en la página
web de la Asociación Nacional de Pediatría a Peña Quintana con la Alimentación del
preescolar y escolar en: http://aeped.es/protocolos/nutricion.
Atendiendo a lo que toman los niños durante el día, pueden distinguirse cuatro momen-
tos de comer: el desayuno, la comida, la merienda y la cena. No conviene picar entre
horas por muchas razones. Lo que se pica entre horas suele tener una peor calidad nutri-
cional (chucherías, bollería, patatas fritas, gusanitos, etc.) que los alimentos ofrecidos duran-
te las comidas. Si el menor tiene el estómago lleno con lo que ha picado, no come bien
durante las comidas principales, disminuyendo aun más la calidad de su dieta. Se expo-
nen a continuación una por una las comidas de los niños.
El desayuno
Un niño duerme, según su edad, entre 8 y 12 horas. Son horas en que su cuerpo no
recibe ningún alimento y se mantiene a base de sus reservas. Antes de comenzar un
día de actividades, es necesario reponer fuerzas. El desayuno debe ser la primera comi-
da del día, una comida para romper el ayuno nocturno como indica la palabra. Vale
la pena levantarse 15 minutos antes para tomar tranquilamente un buen desayuno, ya
que el rendimiento escolar y físico está ligado íntimamente con el aporte energético
recibido.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
la noche anterior. Es lógico que después de una cena pesada y tardía, a la maña-
na siguiente el niño tenga menos apetito. Acostumbrarle a cenar temprano y más
ligero, y tendrá más ganas por la mañana. También hay que poner un poco de
buena voluntad, empezar con un desayuno pequeño, ligero e ir mejorándolo pau-
latinamente, realizando este proceso con tranquilidad puesto que los cambios brus-
cos suelen fracasar.
No hay tiempo
Tomar un desayuno en condiciones no tiene que llevar mucho tiempo, aunque lo
mejor es tomarlo sentado y en compañía de otros familiares. Se puede dejar la mesa
puesta la noche anterior. Cada minuto por la mañana cuenta.
Los expertos en nutrición recomiendan que el desayuno aporte no menos del 20-
25% de la necesidad energética diaria. Un desayuno nutricionalmente completo, debe-
ría incluir algún alimento farináceo, preferiblemente integral, como pan o cereales,
algún lácteo que puede ser un vaso de leche, un yogur o un poco de queso y una
fruta, por ejemplo, trocitos de plátano con los cereales, un zumo de naranja o cual-
quier fruta fresca. Si la cantidad es demasiada al levantarse, el niño puede llevar la
fruta al colegio como tentempié a media mañana.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Media mañana
Comer a media mañana es un complemento energético. No suele ser necesario si el niño
ha desayunado bien. De cualquier forma no debe de ser excesivo. Una fruta o un yogur
son más que suficientes. No es recomendable darle un bollo al niño ya que, si bien hay
alguna excepción, estos productos industriales y artesanales contienen muchas grasas
saturadas indeseables porque suben la cantidad de colesterol en sangre, siendo además
pobres en fibra, minerales y vitaminas. Alimentan pero no nutren.
La comida
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
La comida del mediodía o el almuerzo es la comida principal del día. Algunos niños vuel-
ven a casa para comer, otros toman esta comida importante en el comedor del colegio.
Tanto los menús del comedor escolar, como los que se ofrezcan a los menores en casa
deberían de responder a las necesidades nutritivas del niño. En la práctica quiere decir
que deben de aportar aproximadamente un 35% de los nutrientes y de la energía total
diaria.
La variación es una base muy importante de la dieta del menor. Tiene que aprender que
un mismo alimento se puede preparar y presentar de varias formas. Las lentejas, por ejem-
plo, se pueden ofrecer estofadas, pero también como ensalada. El menú del mediodía
tiene que incluir todos los días, como mínimo, una ración de verduras. Se recomienda
ofrecer 2 ó 3 platos a base de legumbres a la semana.
No optar siempre por la carne. Hay que incrementar el consumo de pescado, tanto de
pescado blanco como de pescado azul. Recordar que la grasa del pescado azul es car-
diosaludable.
Hay que ir acostumbrando a los pequeños a tomar cereales integrales, ya que además
de aportar fibra, contienen más minerales, como el hierro y vitaminas del grupo B. La
pasta integral, como los macarrones y los espaguetis integrales son ideales para los niños.
Su preparación es similar a la de la pasta normal y su sabor apenas difiere de las nor-
males y menos cuando estén preparadas con ajo, tomate u otros condimentos. También
es buena idea ofrecer pan integral en la mesa.
El menú tiene que respetar las características gastronómicas de la zona, aunque no quie-
re decir que no se puedan incluir platos típicos de otras zonas. El gazpacho, la paella y
la fabada son platos típicos que también pueden y deben de figurar en los menús de
las demás regiones de España.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El postre puede ser una fruta fresca o algún lácteo ligero. Las conservas de fruta no son
recomendables a diario y menos si sustituyen a la fruta fresca, por su mayor aporte ener-
gético y menor aporte de vitaminas. Buenos postres lácteos son, por ejemplo, yogures,
queso fresco y cuajada. Los postres calóricos como tartas, pasteles, natillas y flan, deben
guardarse para alguna ocasión especial o como complemento a una comida muy ligera.
Los platos deben de ser servidos a una temperatura adecuada y con un ritmo que per-
mita al niño comer con tranquilidad sin que se sienta presionado para que acabe. La
bebida idónea para acompañar la comida sigue siendo el agua.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
La merienda
Tiene importancia por varias razones: los niños toman la comida temprano, ya que los
colegios suelen reanudar las clases entre las dos y media o las tres de la tarde y el inter-
valo hasta la cena puede ser muy largo.
La merienda se realiza al terminar una etapa importante del día y antes de iniciar otra
serie de actividades que requieren un esfuerzo físico o psíquico (deportes, juegos, hacer
los deberes). Una buena merienda previene que el niño picotee entre horas. El picoteo
casi siempre conlleva el consumo de alimentos menos saludables, desde bollería, chu-
cherías y refrescos, hasta aperitivos calóricos y salados.
Así como en el desayuno están definidos los grupos de alimentos que lo deben com-
poner (cereales o pan, un producto lácteo y fruta), en la merienda hay más flexibilidad.
Lo ideal es que la merienda complemente el aporte de nutrientes del resto del día y con-
tribuya al equilibrio nutricional. En cuanto a la energía, se recomienda que la merienda
represente un 15% de la energía total diaria.
La merienda puede consistir en el tradicional bocadillo, fruta o algún lácteo, pero tam-
bién tienen cabida productos misceláneos como mermelada, frutos secos y hasta un poco
de chocolate o en verano un helado. Hay que evaluar el conjunto de alimentos que el
niño consume a lo largo del día y en el curso de la semana.
La cena
Es la última comida del día. Debe de ser ligera y estar en relación con los consumos de
alimentos anteriores. Es recomendable que siempre contenga una ración de verduras.
Con ayuda del Rombo de la Alimentación y la Pirámide de la Alimentación Saludable se
puede ver qué tipo de alimento convendrá darle al niño para que complemente su ali-
mentación. Además, en la cena se pueden dar platos que, por su preparación, son difí-
ciles de ofrecer en el comedor escolar.
En cada menú tiene que figurar siempre un plato que proporcione energía en forma
de hidratos de carbono no refinados como cereales, patatas, legumbres o pasta. Si el
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
primero es, por ejemplo, a base de arroz, el segundo plato puede ser un alimento pro-
teico (carne, pescado) con verduras. Si el primer plato es ligero, como una sopa, el
segundo debe de aportar energía o en alguna ocasión especial se puede incluir un
postre energético como arroz con leche, un helado o una tarta. No es recomendable
incluir dos platos energéticos en el menú. Hace la comida demasiado pesada y, ade-
más, suele ir a expensas de las verduras o frutas. Por eso, si el primer plato consiste,
por ejemplo, en macarrones con salsa de tomate, es mejor ofrecer en el segundo pla-
to una guarnición de verduras o una ensalada que acompañar el plato con patatas
fritas.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
En los menús tienen que figurar como mínimo un plato con verduras. En cuanto a las
verduras, nunca se puede pecar de exceso. Las verduras de la sopa o la salsa de toma-
te para los macarrones cuentan como media ración de verduras, que tienen que ser com-
plementadas con otra media ración de verduras, como mínimo, dentro del mismo menú.
Es suficiente si el menú incluye un solo plato rico en proteínas. La alimentación de los
niños en España y también de los adultos, aporta el doble de proteínas de lo que nues-
tro cuerpo requiere. Un menú que se compone de espaguetis con queso como primer
plato, un filete de ternera con ensalada de segundo y un postre lácteo aporta ya en una
sola comida más de la mitad de las necesidades diarias de proteínas del niño. Una fru-
ta de postre sería en este caso más adecuado.
La recomendación general para toda la población española es ser moderada con las gra-
sas, especialmente con las grasas saturadas (Ver Tabla 9). Por eso, se aconseja:
• Elegir más frecuente carnes magras en vez de carnes grasas.
• Incrementar el consumo de pescado. El pescado tiene menos grasa y menos
calorías. Además su grasa es cardiosaludable.
• Utilizar leche semidesnatada para la preparación de salsas y postres lácteos.
• Incluir, como mucho, un plato rico en grasas en el menú (una hamburguesa no
se acompaña con patatas fritas sino con verduras o una ensalada).
• Usar el aceite de oliva para preparar los alimentos.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El uso de huevos en las comidas del mediodía hay que restringirlo, ya que se suele
emplear a menudo en la cena. Otra recomendación para toda la población es con-
trolar el uso de la sal. Hay que fomentar el uso de hierbas, especias y otros condimentos
naturales como el ajo, cebolla o zumo de limón para sazonar los platos. La sal que se
utiliza debe ser yodada. Hay que preparar los alimentos diversificando las técnicas culi-
narias (hervidos, guisados, cocidos, plancha, fritos). También hay que evitar combi-
naciones fijas en el menú.
Para facilitar la evaluación de las minutas escolares, se presentan seis menús base para
la confección de menús nutricionalmente equilibrados.
Menús básicos
Menú 1 2 3
Primer plato Macarrones con salsa Puré de verduras con Garbanzos con arroz
de tomate y queso picatostes
rallado
Segundo plato Filetes de pollo Merluza al horno Pisto manchego
Guarnición Ensalada mixta Patatas asadas –
Postre Plátano Fresón Yogur
Compemento Pan (integral) Pan (integral) Pan (integral)
Bebida Agua Agua Agua
Menú 4 5 6
Primer plato Sopa juliana Sopa de fideos Lentejas estofadas
Segundo plato Bonito con tomate Pincho de carne –
Guarnición Ensalada de tomate Arroz tres delicias –
Postre Macedonia de fruta Tarta de manzana Arroz con leche
fresca
Compemento Pan (integral) Pan (integral) Pan (integral)
Bebida Agua Agua Agua
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Con estos ejemplos se puede ver que cabe de todo en el menú. No hay alimentos prohi-
bidos, incluso, se puede ofrecer de vez en cuando una pizza, un alimento muy querido
por los niños. Tomando el menú 1, es fácil de confeccionar un menú sano incluyendo una
pizza como primer plato. La masa se puede preparar (parcialmente) con harina integral y
en el relleno se puede incluir verduras como cebolla, champiñón, calabacín, pimiento y
otras. Si la pizza lleva poca cantidad de alimentos proteicos (queso rallado, beicon, jamón,
atún), se complementa en un segundo plato acompañado por una ensalada.
En la edad preescolar ya se han ido introduciendo todo tipo de alimentos y cuando lle-
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
gan a la edad de 3-4 años, si no hay alguna alteración, el niño puede comer de todo,
es capaz de pedir sus alimentos favoritos y reaccionar ante incentivos como, por ejem-
plo: "come para hacerte grande". Si existe inapetencia y no tiene su origen en altera-
ciones orgánicas, carencia de actividad física o en un escaso disfrute de aire y sol, habrá
que buscar la causa en la mala relación del pequeño con la madre o persona respon-
sable de su cuidado. El rechazo, por tanto, puede ser una manera de llamar la atención
ante un conflicto. Cuando tal cosa ocurre, la solución radica en cambiar el régimen ali-
menticio y, sobre todo, cambiar la conducta de quienes participan en el conflicto, esto
es, no obligar al niño a comer, crear una atmósfera tranquila, alegre y libre de tensio-
nes. Ofrecer raciones limitadas, con opción a repetir, de aromas tentadores y sabroso
sabor. Para ello no es necesario hacer gala de combinaciones exóticas ni con complica-
das recetas. En todo caso, lo aconsejable es tener presente una sola regla de uso: evi-
tar la monotonía.
Un menú puede estar bien pensado, pero puede haber mucha pérdida de nutrientes,
especialmente de minerales y vitaminas, si su preparación deja de desear. Asimismo, hay
que prevenir la formación de sustancias tóxicas durante la preparación. Estas son algu-
nas recomendaciones:
• Comprar los alimentos, especialmente las verduras y las frutas, lo más frescas posi-
ble y utilizarlos el mismo día de su compra o al día siguiente.
• Guardar las verduras en un lugar oscuro y fresco hasta su preparación, previ-
niendo que se pongan “pochas”.
• No dejar las verduras remojadas en agua. Los minerales y vitaminas se disuel-
ven en el agua y se pierden. Si las verduras están cortadas, mayor será la pér-
dida.
• Cocer los alimentos el menor tiempo posible y en muy poca agua.
• Preparar los alimentos justo antes de servirlos. Al mantenerlos calientes o duran-
te su conservación y recalentamiento se pierden de nuevo muchas vitaminas.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
• Durante la fritura también pueden formarse sustancias tóxicas. Los mejores acei-
tes para freír son el aceite de oliva y el de girasol alto oleico (girasol especial para
fritura). Ambos resisten bien las altas temperaturas necesarias para poder freír.
No conviene mezclar dos tipo de aceite, ni aceite nuevo con aceite ya utilizado.
Después de cada uso es importante filtrar el aceite usado siempre que no haya
humeado mucho. Aún así, es recomendable cambiar el aceite muy a menudo.
Una adecuada nutrición se conseguirá con una alimentación variada que inclu-
ya, por lo menos, un producto de cada grupo.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
La familia constituye la primera fuente de información que tiene el niño y, por sus carac-
terísticas, es además una fuente privilegiada, porque su contexto afectivo matiza cada
propuesta con sentimientos de protección, respeto y amor. La familia es la primera insti-
tución responsable de la instauración de los hábitos alimentarios en sus miembros.
Durante los primeros años de la vida, el niño recibe un cúmulo de nociones, creencias
y habilidades en relación con el consumo de alimentos y los recibe en el marco psicoa-
fectivo y socializador de su familia. Aprende los primeros conceptos de valor, la idea de
salud y el patrón alimentario adecuado o inadecuado. El ambiente familiar puede trans-
mitirle aversiones y preferencias con relación a los alimentos, su preparación, forma de
consumo y vivencias positivas o traumáticas.
La imitación en los niños es decisiva y su familia constituye un referente que les permite
incorporar gestos, gustos, actitudes y conductas que le ayudan a asimilarse a su grupo,
sintiéndose parte de él. Cuando accede a un medio externo al familiar lleva ya un impor-
tante bagaje de conocimientos, normas y creencias de manera inconsciente que confi-
guran sus opiniones y actitudes y que contrasta, refuerza o modifica a partir de las pre-
siones del entorno. Las acciones de educación nutricional desarrolladas en el medio familiar
son muy importantes, pues contribuyen a la formación de hábitos y constituyen un patri-
monio de cultura alimentaria de partida y cualquier intervención sobre la familia va a
permitir configurar la forma de comer de los niños y adolescentes.
La escuela actual tiene entre sus objetivos que el niño alcance un determinado nivel de
conocimientos en cada ciclo formativo, contemplando, simultáneamente, las exigencias
educativas relativas a procedimientos, actitudes y conductas. Siempre esta triple dimen-
sión de la educación es esencial para el desarrollo del individuo, pero en el caso de la
nutrición y la salud es especialmente significativa.
292
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El programa escolar
rar contenidos sobre alimentación, nutrición y salud que constituyen la esencia sobre el
qué razonar y asentar los buenos hábitos alimentarios.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Alimentación y salud
Cuando un individuo está sano, una buena alimentación da lugar a un adecuado esta-
do nutritivo. La alimentación equilibrada tiene una repercusión directa sobre la salud.
Hace unos años los programas de nutrición en salud pública buscaban mantener al indi-
viduo libre de enfermedad mediante programas y acciones preventivas en las que la die-
ta ocupaba un importante lugar. En el momento actual se aspira a prevenir la enferme-
dad pero, sobre todo, a mantener y promover la salud, pues los estudios de epidemiología
nutricional han demostrado que una alimentación carente de determinados principios
nutritivos o excesiva en energía y nutrientes es responsable de muchas patologías, deno-
minadas de” la sociedad de la abundancia” y que pueden comenzar en la infancia y mani-
festarse de forma evidente en la edad adulta.
En los países del mundo desarrollado, como puede ser el nuestro, aparece generalmente
la malnutrición por exceso y, por esta razón, el sobrepeso y la obesidad está siendo un
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
problema de salud pública. Se sabe, además, que un niño “gordito” puede llegar a con-
vertirse en un adulto obeso y que esta patología es un factor o agente desencadenan-
te de otras patologías: enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer de origen ali-
mentario, etc.
Entre las preocupaciones de los padres respecto a sus hijos en materia de salud quere-
mos destacar el crecimiento y las posibilidades de que una dieta inadecuada interfiera
con el desarrollo de su cociente intelectual, con las repercusiones que esto tiene para el
rendimiento escolar.
Respecto al crecimiento, comentar que los niños de nuestro país han experimentado un
aumento de su talla en los últimos 25 años y esto se debe al consumo de una alimen-
tación rica en proteínas y calcio, pero también a los controles enfermeros que se siguen
de forma habitual y a la mejora de condiciones medioambientales.
El logro de la salud pasa por una comprensión del sentimiento de bienestar que lleve a
cada persona a aceptar sus posibilidades físicas e intelectuales. Con el fin de conseguir
este objetivo la familia y la escuela deben colaborar estrechamente despertando en los
niños y adolescentes el sentido crítico que les permita analizar las propuestas sociales que
carecen de sentido y son peligrosas para su salud.
Vivimos en una sociedad de cambio en la que los estilos de vida han configurado nue-
vos patrones alimentarios y la presión de una publicidad muy agresiva ha ido creando
actitudes positivas hacia determinados alimentos, creencias y mitos sobre sus ventajas y
un deseo de incorporar hábitos alimentarios definidos como modernos, actuales y social-
mente aceptables.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
razón de que muchos piensen que hay alimentos para crecer, ligar, tener éxito en la vida,
aprender sin esfuerzo, relacionarse mejor o convertirse en un deportista de élite.
ría de las veces inconscientes pero reflejo de las motivaciones que subyacen en cada uno
de nuestros comportamientos. Ahora bien, sí que hay que intentar ejercer una acción
educativa con el fin de contrarrestar estas influencias y buscar que la racionalidad mode-
re las actitudes y decisiones que se toman.
Adelgazar comiendo lo que uno quiera, elegir una vida sedentaria porque habrá fár-
macos que “disolverán la grasa” de la dieta que sobra, combinar alimentos en determi-
nadas proporciones para que se anulen entre sí y de esta forma obtener una dieta pobre
en calorías, buscar la belleza de la piel o el brillo del cabello a través del consumo de
determinados alimentos, creer que un tipo de dieta nos va a permitir crecer hasta alcan-
zar estatura de modelo, etc., tiene mucho de fantasía, de mito, y a veces su seguimiento
constituye un verdadero riesgo para la salud.
Una vez más el medio escolar puede contribuir desde diferentes áreas del conocimien-
to a ejercitar el juicio crítico de los escolares para que se conviertan en consumidores
responsables.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Hay diferentes modos para poder evaluar el consumo de alimentos en las poblaciones.
Así, el nivel de información puede valorarse mediante el control de las fuentes de infor-
mación, el nivel comunitario mediante las hojas de balance alimentario, el familiar a tra-
vés de encuestas de presupuesto familiar y de consumo familiar y, finalmente, el nivel
individual mediante la historia dietética, los registros dietéticos, el recordatorio de 24 horas
y los cuestionarios de frecuencia de consumo alimentario.
Aplicaciones:
• Identificación de tendencias de consumo alimentario.
• Evaluación de la disponibilidad de la producción alimentaria de un país y capa-
cidad de autoabastecimiento.
• Valoración de alimentos disponibles no utilizados para el consumo humano.
• Elaboración de previsiones futuras.
• Comparaciones internacionales, mediante estudios ecológicos.
Ventajas:
• Proporcionan una idea global del consumo nacional medio en un periodo de
tiempo.
• Permiten comparar el consumo de alimentos entre países.
• Valoran tendencias de consumo de un país a lo largo del tiempo.
Limitaciones:
• Estiman la disponibilidad de los alimentos para ser consumidos, pero no su con-
sumo real.
• Carecen de información sobre el consumo en distintos sectores de población (edad,
sexo, nivel socioeconómico).
• La precisión de los datos recogidos puede mejorar o empeorar con el tiempo.
298
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Encuestas familiares
Están basadas en la cuantificación y el análisis del consumo de alimentos por la unidad
familiar. Existen dos tipos:
• Encuestas de presupuestos familiares, que permiten conocer la estructura del pre-
supuesto familiar. Tienen las ventajas de que proporciona datos sobre la distri-
bución en distintos sectores poblacionales y ayudan a dibujar los patrones de
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Aplicaciones:
• Sirven para conocer la demanda directa de alimentos fuera y dentro del hogar.
• Estiman la cuantía de alimentos suministrados por las industrias de restauración
colectiva.
Ventajas:
• Posibilitan la orientación de las políticas alimentarias de un país.
• Están diseñadas con objetivos alimentarios y no de consumo en general.
• Permiten un análisis estacional del consumo alimentario.
Limitaciones:
• Valoración de las cantidades comparadas de alimentos, pero no las consumi-
das.
• No pueden disgregarse los datos ni por edad ni por sexo.
• No se tienen en cuenta las cantidades de alimentos desechados.
La historia dietética
Su finalidad es obtener el consumo global de alimentos del individuo, conteniendo infor-
mación sobre el patrón alimentario y los hábitos dietéticos, así como la estimación de
los tamaños de raciones habitualmente consumidas.
Ventajas:
• Posibilita una descripción más detallada y más completa de la ingesta alimenta-
ria habitual en lo que se refiere a la preparación de alimentos y hábitos de con-
sumo alimentario.
• Puede emplearse en personas analfabetas.
299
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Limitaciones:
• Requiere un entrevistador muy entrenado.
• Precisa de tiempo y mucha cooperación por parte de la persona entrevista-
da.
• El coste de la entrevista es elevado.
• No existe una manera estándar de realizar la historia dietética.
Ventajas:
• Gran precisión en el cálculo de las raciones ingeridas.
• El procedimiento no depende de la memoria del individuo.
• Es posible valorar la ingesta actual y el consumo habitual.
Limitaciones:
• Requiere que la persona que participa en el estudio sepa leer, escribir y con-
tar/pesar.
• Requiere mucho tiempo y cooperación por parte del encuestado.
• Los patrones de ingesta habitual pueden ser cambiados o influenciados duran-
te el periodo de registro.
• La precisión disminuye al aumentar el número de días de recogida de informa-
ción.
• El análisis de los datos es muy costoso.
Recordatorio de 24 horas
El método consiste en definir y cuantificar todas las comidas y bebidas ingeridas duran-
te un período anterior a la entrevista.
Ventajas:
• El tiempo empleado es corto.
• El procedimiento no altera la ingesta habitual del individuo.
• Es necesario un solo contacto.
• Puede usarse en personas analfabetas.
• El coste es moderado.
Limitaciones:
• Un solo recordatorio no estima la ingesta habitual de un individuo.
• Difícil de estimar con precisión el tamaño de las porciones.
• Depende de la memoria del encuestado.
• Se requieren entrevistadores entrenados.
• El coste de codificación y análisis suele ser elevado.
300
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Ventajas:
• Rapidez y eficiencia.
• Relativamente barato y fácil de utilizar.
• Su uso no altera el patrón de consumo habitual.
• No requiere entrevistadores especialmente entrenados.
• Capacidad de clasificar individuos en categorías de consumo.
• Fácil de tratar informáticamente.
Limitaciones:
• El desarrollo del cuestionario es muy laborioso.
• Dudosa validez en la estimación de la ingesta de individuos con patrones dife-
rentes de los alimentos de la lista.
• Requiere memoria de los hábitos alimentarios en el pasado.
• Poca precisión en la estimación y cuantificación de las porciones de alimentos.
Desde siempre, el ser humano ha soñado con encontrar el secreto para disfrutar de una
vida larga y sana. En la sociedad contemporánea actual esta preocupación de antaño
queda patente en el interés creciente por la nutrición, tomándose cada vez más con-
ciencia de la estrecha relación de ésta con la salud. Este hecho se ha acompañado en
los últimos años de la proliferación de toda suerte de recomendaciones basadas en mitos
301
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
y creencias, en fabulosas “dietas mágicas” que, alejadas en numerosas ocasiones del cono-
cimiento científico, constituyen, según los expertos, uno de los mayores problemas de
la nutrición en las sociedades industrializadas.
En este apartado se hará una revisión crítica de las diferentes “dietas mágicas”, incluyendo
en este término a todas aquéllas que, sin ninguna base científica, pretenden poseer cua-
lidades indemostrables que no están de acuerdo con los conocimientos actuales de la
Ciencia de la Nutrición o exageran propiedades y efectos que no son evidentes ni pro-
bados (Varela G, Núñez C, Moreiras O, Grande Covián F. Dietas mágicas. Documento
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
técnico de Salud Pública nº 42. Madrid: Dirección General de Salud Pública. Consejería
de Sanidad. Comunidad de Madrid; 1999).
Pero antes de entrar a estudiar este apartado, vamos a realizar una serie de considera-
ciones en cuanto a las dietas de adelgazamiento. De acuerdo con los contenidos vistos
hasta ahora, una dieta de adelgazamiento ha de ser siempre la consecuencia de un menor
consumo calórico en relación con el gasto energético y hoy se sabe que debe conse-
guirse mediante una serie de recomendaciones:
• Esta disminución debe hacerse progresivamente hasta alcanzar el peso adecuado,
intentando luego mantenerlo durante toda la vida. Esto implica que, si bien la
dieta ha de ser de mayor intensidad en el periodo que se quiera perder peso,
tiene siempre que acompañarse de una dieta de mantenimiento, menos estric-
ta, pero que ha de ser para siempre.
• La dieta de adelgazamiento debe siempre ser equilibrada, conteniendo los princi-
pios inmediatos necesarios para evitar que se produzcan carencias.
• Es importante evaluar la ingesta calórica previa habitual del individuo, con obje-
to de planificar una dieta que posea un contenido calórico inferior al que se vie-
ne consumiendo.
• La dieta siempre será personalizada, intentando respetar los hábitos alimenta-
rios del individuo a quien va dirigida y resulte de fácil seguimiento, evitando la
sensación de rechazo.
302
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
El resto también suelen carecer de una base científica sólida, pudiendo tener consecuencias
negativas para la salud, si bien consiguen su objetivo de pérdida de peso a partir del
escaso consumo calórico en que se sostienen.
Dietas disociadas
Se basan en la teoría de que los alimentos no engordan por sí mismos, sino al consu-
mirse según determinadas combinaciones, por lo que se puede comer de todo pero no
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
durante la misma comida. Estas dietas reniegan de las calorías. No limitan la ingesta de
alimentos energéticos, sino que tratan de impedir la absorción y utilización de la ener-
gía y nutrientes procedentes de los mismos y ello dice conseguirse no consumiéndose
a la vez.
Su fundamento científico es nulo, puesto que los enzimas digestivos, encargados de modo
específico de hidrolizar los macronutrientes contenidos en los alimentos en moléculas
mucho más pequeñas para ser absorbidas, actúan conjuntamente. Por otra parte, todas
las dietas disociativas podrían criticarse en cuanto a la clasificación que hacen de los ali-
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
mentos. Así, por ejemplo, se considera el plan blanco como un elemento exclusivamente
hidrocarbonado cuando también tiene entre un 7-10% de proteínas y cierta cantidad
de grasa. Igual ocurre con los alimentos considerados exclusivamente proteicos, puesto
que la mayor parte de ellos contienen grasas e hidratos de carbono.
304
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
pescado, arroz, verduras, pasta, patatas, etc., sin ninguna restricción. Después de
ingerir alimentos hay que esperar cuatro horas antes de comer nuevamente, pero
si se han combinado mal (carbohidratos con proteínas) hay que esperar un míni-
mo de ocho. No existen limitaciones en cuanto a productos lácteos y para ade-
rezar los alimentos puede utilizarse un aceite vegetal.
Dietas excluyentes
Se basan en eliminar de la dieta algún nutriente. Desde el punto de vista teórico, el hecho
de que una dieta suprima determinado alimento no supone ningún problema, ya que
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Dietas cetogénicas
Ricas en grasas, sin hidratos de carbono.
• Dieta Atkins: este tipo de dieta pertenece al grupo de dietas milagrosas llama-
das científicamente “dietas cetógenas”. En las dietas cetógenas se retira absolu-
tamente el consumo de hidratos de carbono y se potencia el consumo de pro-
teínas y grasas. Como se ha dicho anteriormente, el consumo de hidratos de
carbono es la principal fuente de energía del organismo, es el primordial sus-
trato energético. Cuando el organismo no dispone de este nutriente para obte-
ner energía, empieza a quemar las grasas por una ruta metabólica muy parti-
cular, produciendo cuerpos cetónicos, que se utilizarán como moneda
energética a falta de hidratos de carbono. El resultado es el aumento en sangre
de cuerpos cetónicos y sus productos de desecho, entre ellos la acetona.
En esta dieta se prohíbe el consumo de leche, frutas, casi todas las verduras,
pan, pasta, cereales, arroz, féculas, legumbres, azúcar, dulces, etc. Sólo se pue-
den tomar carnes, pescados, huevos, embutidos, algunos quesos, café, e inclu-
so, se permite la toma de grasas, aceites, vísceras, mariscos y en algunas oca-
siones alcohol. Este tipo de dieta provoca la falta de apetito, cetosis en sangre,
halitosis o acetona en aliento y, en algunas situaciones, riesgo de afección car-
diovascular por exceso de consumo de grasas o sobrecarga en la función renal
por la exagerada ingesta de proteínas. Este tipo de dieta conlleva una rápida
pérdida de peso durante los primeros días, debido a la pérdida de glucógeno
utilizado como sustrato energético y agua. El seguimiento de este régimen con-
duce a una disminución acentuada del apetito, por lo que el paciente disminuye
significativamente su ingesta alimentaria. Además del desequilibrio en el meta-
bolismo glucídico esta dieta produce otras alteraciones, donde se destacan tam-
bién el aumento del colesterol plasmático debido a la elevada ingesta y dispo-
nibilidad hepática y plasmática de lípidos y un aumento del ácido úrico plasmático
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Dietas psicológicas
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Son dietas que se basan en el consumo de un único alimento. En general, todas ellas
aportan un bajo contenido en energía, lo que justifica su posible eficacia, que no sería,
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
tituyen, por tanto, un tipo de dietas aburridas y peligrosas por las deficiencias de nume-
rosos nutrientes.
Dentro de ellas se encuentran la dieta del pepino, de los cacahuetes, del arroz, de la
patata, del pollo, del jarabe de arce, del pomelo, del marisco, de la piña, del ajo, etc.
Se muestran a continuación algunas de ellas:
Monodietas
• Dieta del pollo. Consiste en alimentarse sólo con pollo y ensalada durante todo
el tiempo que se siga. Es verdad que adelgaza, pero no es menos cierto que no
aporta al organismo los micronutrientes necesarios para la vida, salvo que se ingie-
ran aparte en preparados farmacéuticos; es peligrosa y aburrida por monótona.
El mayor peligro está en que hoy la mayor parte de los pollos se engordan con
hormonas y una ingesta masiva puede tener efectos adversos importantes.
• Dieta del jarabe de arce: además de adelgazar se le atribuyen propiedades valio-
sísimas como curativo de todo tipo de dolencias. Consiste en consumir única-
mente una limonada endulzada con sirope de savia, una sustancia semejante a
la miel.
• Dieta del ajo: quizás sea la más curiosa de todas estas dietas, que no consiste
en comer ajo, sino en ponerse un ajo pelado en el ombligo que molestará cuan-
do la persona picotee o coma entre horas.
• Dieta del pomelo: su origen se debe a un excedente agrícola en la producción
del pomelo y se basa en consumir durante 2-3 días a la semana sólo esta fruta.
• Dieta de las alcachofas: aunque existen muchas variantes (tomar la verdura en
forma de zumo inmediatamente antes de las comidas; sustituir el primer plato
de comidas y cenas por alcachofas). Como monodieta consiste en tomar duran-
te tres días única y exclusivamente alcachofa, cocinada en todas sus variantes
posibles. El aporte calórico de 100 g comestibles de alcachofas es inferior a 20
kcal.
Dietas líquidas
Renunciar a comer y, en su lugar, sólo beber, es otra manera para intentar perder peso.
Es sí mismo, esto no sería un inconveniente, incluso las dietas líquidas pueden ser com-
pletas, como es el caso de las utilizadas en nutrición artificial, pero su alto precio las limi-
ta a situaciones patológicas, especialmente alteraciones digestivas.
309
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Por otro lado, su uso prolongado provocaría una hipofuncionalidad digestiva. Dentro
de este sistema, que como su nombre indica consiste en alimentarse únicamente a base
de líquidos, podemos destacar:
• Dieta de la cerveza: consiste en no tomar más que cerveza (2,5 I/día) durante
dos días, lo que supone una ingesta de energía de 800 kcal. Esta dieta aparte
de la intensa sensación de hambre, debido a su corta duración (2 días), no va
a suponer ninguna pérdida de peso y, en cualquier caso, si esto se produjera,
sería, como se puede suponer, por su efecto diurético, lo cual no sería nada
beneficioso.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
del mar y espinaca son indicados para individuos del grupo 0, legumbres y verduras
para aquellos del grupo A, carnes para el grupo B y leche para el grupo AB. Por lo
tanto, no es una dieta equilibrada. No existe una relación científicamente comproba-
da entre el tipo de sangre y la utilización de tejido graso. La prohibición de alimentos
hace que la dieta esté asociada con sensaciones de hambre y sufrimiento e induce a
la pérdida de masa libre de grasa, en vez de masa grasa.
Dieta de la hora
Se basa en suponer que lo ingerido antes de una hora determinada no engorda.
Cronodieta
Permite comer de todo pero a la hora marcada. Según sus autores, está especialmente
indicada para adolescentes. Concebida por el médico italiano Mauro Tobisco (1991), se
basa en que un mismo alimento tiene diferente capacidad de engordar según la hora
en que sea consumido. En general, los hidratos de carbono se metabolizan de un modo
más rápido y eficaz en la primera parte del día, mientras que después son más adecua-
das a las proteínas. El único alimento que según esta dieta puede consumirse a cual-
quier hora son las verduras. Esta dieta habla de un “reloj alimenticio” y después de las
5 de la tarde está prohibido comer fruta y azúcar pero se pueden comer tantas proteí-
nas como se quiera.
Dieta de las 3 P
Indica que los tres únicos productos que hay que evitar a toda costa durante el régimen
son pasta, pan y patatas. Esta dieta no fija límites a la ingesta energética total, sino sólo
al consumo de estos tres productos.
311
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Dieta cruda
Se basa en consumir todos los alimentos sin cocinar, pensando que así no van a ser dige-
ridos y se adelgazará. El consumo de alimentos crudos, como se comentará posterior-
mente al hablar de los “alimentos naturales”, puede implicar graves riesgos para la salud,
ya que son vehículo de un gran número de bacterias que, al no ser destruidas en el pro-
ceso de cocinado, pueden provocar numerosas enfermedades infecciones.
Dieta Humplik
No recomienda una reducción de calorías sino un considerable aumento de las mismas
(con 6.000 kcal diarias se pueden perder hasta 15 kilos en un mes) y asegura que el
organismo tiene una necesidades energéticas notablemente aumentadas cuando tiene
que ingerir más de 6.000 kcal diarias y toma de las reservas grasas la energía que nece-
sita para el aumento metábólico. Como puede imaginarse, la prometida pérdida de peso
no está ni mucho menos garantizada.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Método Pakistani
Es otro método natural y mágico que se aconseja para adelgazar y que consiste en lle-
var en el brazo derecho, a imitación de las mujeres del Pakistán, un delgado brazalete
de hilo enérgicamente apretado durante toda la vida, que les permite conservar el mis-
mo peso. La posible explicación que sus seguidores dan a este “eficaz método”, es que
en el antebrazo existen unos minúsculos centros nerviosos a los que este brazalete some-
te a una presión débil pero constante, emitiendo unos influjos que estimulan las glán-
dulas tiroides y suprarrenales. Por supuesto, no conocemos tal efecto ni la existencia de
esos posibles influjos sobre el funcionalismo endocrino.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Productos milagro
Además de las dietas, en el mercado existen montones de “productos milagro” para adel-
gazar que, en la mayor parte de los casos, lo único que sirven es para aligerar el bolsi-
llo del consumidor: cápsulas de vinagre de manzana, cremas reductoras de volumen,
infusiones adelgazantes, sustancias quemagrasas, etc. Algunos de estos productos (infu-
siones, preparados de fitoterapia, cremas) se venden en herbolarios, centros de estética
e, incluso, farmacias. No es que sean peligrosos para la salud sino que, por sí solos, no
adelgazan. Si se toman, debe ser preferiblemente con control médico y teniendo muy
claro que son sólo una ayuda o refuerzo. Cualquier otro producto de origen poco fia-
ble debe ser rechazado. Destacamos:
• Cápsulas de vinagre de manzana: prometen quemar la grasa acumulada y adel-
gazar en un tiempo récord sin régimen, pero es totalmente falso. El vinagre
de manzana es depurativo, mejora la circulación sanguínea, es rico en vita-
minas del grupo B y un excelente condimento, pero no quema grasas.
• Vinagre de sidra: se le atribuyen propiedades como aportar potasio y evitar la
retención excesiva de líquidos. Otros lo consideran un destoxificador. En rea-
lidad no es más que una sidra fermentada en la que el alcohol se ha trans-
formado en ácido acético y los únicos componentes que se pueden conside-
rar son unas pequeñísimas cantidades de minerales.
• Cápsulas adelgazantes con piña: es una fruta muy digestiva y adecuada con-
tra el estreñimiento, pero ni mucho menos tiene la capacidad de quemar gra-
sas o acabar con la celulitis.
• Lecitina: de esta sustancia sólo puede decirse que no tiene ningún valor como
producto adelgazante, aportando, como cualquier otra grasa, 9 calorías por
gramo.
• Cremas adelgazantes, reductoras y anticelulitis: son un negocio redondo y
aunque son inocuas para la salud ni adelgazan ni queman grasas. Según el
doctor José Enrique Campillo, responsable del departamento de Fisiología de
la Facultad de Medicina de Badajoz, “el proceso fisiológico que debería sufrir
nuestro organismo para hacer realidad las promesas realizadas en la publici-
dad de algunas cremas y productos adelgazantes es totalmente imposible. Si
realmente se quemara y metabolizara la cantidad de grasa que algunas anun-
cian, las reacciones fisiológicas que debería llevar a cabo nuestro organismo
provocarían un aumento de la temperatura corporal de varios cientos de gra-
dos, un efecto que va en contra de todas las leyes de la física”.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
DIETAS ALTERNATIVAS
La dieta vegetariana
Ha sido propuesta por muchos, desde filósofos como Platón y Nietzsche hasta líderes
políticos como Benjamín Franklin y Ghandi, e ídolos modernos como Paul McCartney y
Bob Marley. Son dietas que prescinden de los alimentos de origen animal. Existen varias
tendencias vegetarianas:
• Vegetariano estricto o vegans: su alimentación se compone exclusivamente de
verduras, frutas, cereales y legumbres.
• Lactovegetarianos: toman productos vegetales y algunos productos lácteos.
• Ovolactovegetarianos: unen a los productos vegetales y lácteos los huevos.
• Semivegetarianos o vegetarianos parciales: adoptan una dieta con un elevado
consumo de fibra y muy baja en carnes rojas y otros productos animales, con
lo que así obtendrían un bajo consumo de grasas saturadas y colesterol.
314
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
rosos. El movimiento vegetariano se inicia en Inglaterra a comienzos del siglo XIX. Muchas
personas pertenecientes a círculos intelectuales y religiosos creían que la dieta vegeta-
riana conducía a la virtud y la salud, mientras que el consumo de carne y de productos
animales conducían a la superstición y al crimen.
Una de las figuras más destacadas del vegetarianismo inglés fue el médico londinense
W. Lambe, que se hizo vegetariano convencido de que había recuperado su salud des-
pués de haber abandonado el consumo de carne, en 1806. Basándose en esta limita-
da experiencia concluyó que todas las enfermedades somáticas se deben al consumo
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Existen gran variedad de dietas vegetarianas, donde no todas excluyen alimentos de ori-
gen animal. Podemos situar en un extremo del continuum la dieta más restrictiva e incom-
pleta, la macrobiótica, y en el otro la ovolactovegetariana, más amplia y considerada por
la mayoría de los autores como saludable.
Dieta macrobiótica
La palabra “macrobiótica” alude a la vida larga que, equívocadamente, esperan de su
uso muchos de sus adeptos. La palabra fue usada por Pitágoras de Samos hace dos mil
quinientos años y a fines del siglo XVIII fue utilizada por el autor alemán Hufeland como
título de su famoso tratado sobre la prolongación de la vida. No es pues una idea nue-
va, aunque muchos de sus seguidores así lo crean. Aseguran que el principal factor para
combatir cualquier enfermedad es la alimentación que nutre al organismo y mente, ya
que consideran inútil recurrir a antídoto, sea alopático, homeopático o naturista, sino se
dejan de consumir “venenos” (grasas saturadas, gran cantidad de azúcar y sal, tabaco,
alcohol y drogas).
315
UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Por lo anterior, se estipula que la macrobiótica se practica a partir de disciplina que tie-
ne como objetivo proporcionar los medios para liberarse de malos hábitos, vicios y con-
dicionamientos alimentarios impuestos por una sociedad altamente consumista.
Asimismo, de acuerdo con los fundamentos de este régimen, es necesario estar en armo-
nía con la naturaleza, por lo que la elección de los alimentos debe realizarse en función
de cada estación del año, clima y estado de salud. La dieta macrobiótica es una forma
extrema del vegetarianismo combinada con ideas derivadas de la filosofía Zen budista
que ha encontrado gran aceptación entre los creyentes en la alimentación natural y los
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
alimentos “biológicos”, así como entre muchos descontentos con el orden social esta-
blecido y la moderna industria alimentaria.
El sistema macrobiótico consiste en una serie de diez dietas que se numeran de -3 a +7.
Las cinco primeras (-3 a +2) incluyen cantidades decrecientes de alimentos de origen ani-
mal, siendo prácticamente dietas vegetarianas. Las restantes son exclusivamente vege-
tarianas y contienen cantidades crecientes de granos de trigo hasta llegar a la dieta +7
que se compone exclusivamente de granos de cereales triturados. Aconseja una limita-
ción en el agua de bebida, lo que puede conducir a graves problemas de deshidrata-
ción, según se puso de relieve en una publicación originada, precisamente, para salir al
paso de las dietas que recomendaban una restricción del agua de bebida (Grande-Covián,
1993). Otras ideas infundadas de esta doctrina es que el organismo es capaz de llevar
a cabo la transmutación de elementos químicos, mediante la cual, por ejemplo, se pue-
de producir potasio a partir de sodio y oxígeno, lo que es del todo inviable.
Según sus seguidores no hay enfermedad que no pueda curarse empleando alimentos
“naturales” y restringiendo el agua de bebida, y ninguna enfermedad es más fácil de
curar que el cáncer mediante el empleo de la dieta macrobiótica, especialmente la de
grado +7, es decir, la compuesta únicamente por cereales. También se aconseja su uso
como dieta adelgazante.
Se evitan todo tipo de carnes, leche o productos lácteos y suele ser raro entre sus segui-
dores el consumo de suplementos vitamínicos (Kushi & Jack, 1987) por lo que suelen
aparecer graves carencias nutricionales.
Así, el consumo de una dieta macrobiótica puede conducir a una deficiencia proteica,
cuanti y cualitativa (aporte de proteínas de baja calidad) y a una importante carencia en
vitamina B12, C y de vitaminas liposolubles (A y D). Además, posee un bajo contenido
en calcio y hierro cuya absorción está dificultada por la presencia de filatos. Entre las defi-
ciencias nutritivas detectadas por los consumidores de dicha dieta destacan la anemia,
escorbuto, hipocalcemia e hipoproteinemia. Como ya se ha comentado, la limitación del
agua de bebida aconsejada por el sistema macrobiótico es otro grave peligro. No es de
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
extrañar, por tanto, que algunos de sus seguidores recomienden “olvidarse de todo lo
que se sabe de nutrición” (Ver Tabla 1).
Un té bancha o té mu
Una crema de mijo o de arroz sésamo con
Desayuno canela y pasas
Galletas de arroz con puré de sésamo o
paté vegetal
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Aunque la dieta macrobiótica es una dieta antigua, ha sido considerada como un gra-
ve riesgo para la salud de la población (Gran Jurado del Estado de Nueva Jersey, 1966),
conociéndose casos de muerte entre sus seguidores. En la actualidad vuelve a resurgir
e, incluso, revistas de divulgación femenina la han presentado como una verdadera pana-
cea.
A diferencia de los vegetarianos que aducen muy diversos tipos de justificaciones para
su dieta, las razones que los veganos presentan son casi siempre de tipo moral. Es, en
efecto, debido al sufrimiento y muerte que la práctica de criar animales para consumo
humano produce, y a la posibilidad de prescindir de los mismos sin daño para su salud,
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
que los veganos ven en su decisión alimentaria la única alternativa éticamente permisi-
ble. El veganismo se propone muchas veces como la actitud moral de rechazo al espe-
cismo.
Su dieta es siempre deficitaria en vitamina B12 y puede serlo en algunos minerales como
es el caso del calcio, hierro y zinc, dependiendo de la situación y necesidades del indi-
viduo. Las necesidades de proteínas pueden cubrirse si se combinan adecuadamente
los alimentos.
PREPARACIÓN DE DIETAS EQUILIBRADAS . ALIMENTACIÓN PRÁCTICA
Dieta crudívora
Cada día son más los adeptos que se apuntan al crudivorismo, o lo que es lo mismo, a
comer alimentos en estado natural -crudos-, sin conservantes, ni fermentados, ni coci-
nados. Quienes practican este tipo de dieta aseguran que es la única que no desvirtúa
o destruye las propiedades de los alimentos.
Aunque a muchos les pueda resultar extraño el hecho de sentarse a la mesa sin pasar
por la cocina, lo cierto es que sus defensores esgrimen argumentos que avalan el segui-
miento de esta dieta. “Al cocer los alimentos, las enzimas que tienen se pierden y éstas
son necesarias para la digestión. Paralelamente, el agua fisiológica se evapora quedan-
do el alimento sin esta parte líquida necesaria”, comenta Balta Lorenzo, crudívoro. “Ade-
más -añade- los minerales de los alimentos cambian de su estado orgánico cuando están
crudos a inorgánicos al cocinarlos”.
Los partidarios de este tipo de dieta también aluden a otra razón para su defensa. Se
trata de la denominada “leucocitosis digestiva”, proceso por el cual, al ingerir alimentos
cocinados, el sistema inmunológico se ve obligado a echar mano de los leucocitos al
entrar en el cuerpo productos ajenos a la fisiología humana. Los crudívoros lo tienen cla-
ro: “nuestro organismo -dicen- está perfectamente preparado para digerir y asimilar ali-
mentos crudos”.
Dieta lactovegetariana
Es una dieta basada en alimentos vegetales, a la que se añaden leche y derivados lác-
teos. La leche contiene proteínas de buena calidad, es rica en calcio y aporta suficiente
cantidad de vitamina B12, por lo que no plantea problemas con estos nutrientes. Única-
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
mente, los seguidores de este tipo de dieta deben vigilar sus niveles de hierro, dado que
la leche es muy pobre en este nutriente.
Dieta ovolactovegetariana
Realmente, la carne, como cualquier otro alimento excepto la leche materna para su des-
cendiente en el primer periodo de la vida de los mamíferos, no es indispensable para la
nutrición, pero es un valioso componente de gran riqueza nutritiva en las dietas de muchas
personas que gozan de buena salud y no ejerce en los sujetos normales los efectos noci-
vos que el vegetarianismo le atribuye.
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
quiera que fuese su edad. Las mujeres adventistas que practicaban vegetarianismo estric-
to mostraron, de hecho, mayor mortalidad coronaria. Como conclusión, podemos decir
que la dieta lacto-ovo-vegetariana es en principio aceptable y puede ser beneficiosa para
personas con alto riesgo de padecer enfermedad coronaria (Thorogood, 1995). Sin embar-
go es preciso rechazar las afirmaciones que sobre la misma se hacen, atribuyéndole vir-
tudes nunca demostradas.
los estilos de vida saludables asociados con muchas pautas vegetarianas, como evitar el
tabaco y el alcohol (Dwyers, 1988).
Como dato anecdótico vamos a referirnos al hecho, tantas veces comentado, de que
Adolfo Hitler era un vegetariano absoluto, lo que es difícilmente compaginable con la
filosofía de vida de los vegetarianos.
Anexo I
Alimento 1.800 kcal 2.000 kcal 2.200 kcal 2.500 kcal 2.800 kcal 3.000 kcal
Leche 500 cc 500 cc 500 cc 500 cc 500 cc 500 cc
Queso 25 g 30 g 30 g
Carne
Pescados 180 g 180 g 180 g 200 g 225 g 225 g
Huevos
Pan 100 g 125 g 150 g 170 g 200 g 250 g
Patata 125 g 150 g 150 g 200 g 225 g 250 g
Pasta
Arroz 60 g 60 g 70 g 80 g 100 g 125 g
Legumbres
Verdura 350 g 400 g 400 g 400 g 400 g 400 g
Fruta 300 g 350 g 350 g 400 g 400 g 400 g
Mermelada 30 g 30 g 30 g 30 g 30 g 30 g
Azucar 25 g 30 g 35 g 40 g 40 g 40 g
Aceite 35 g 40 g 50 g 50 g 60 g 60 g
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UNIDAD IV Í NDICE U NIDAD I U NIDAD II U NIDAD III U NIDAD IV
Anexo II
Anexo III
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Anexo IV
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Anexo V.
• 2 envases de yogur
• 40 g de queso semicurado Carne, aves, pescado,
legumbres, huevos
• 2 tarrinas de queso tipo
y frutos secos
“Burgos”
Vegetales Frutas
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BIBLIOGRAFÍA UNIDAD IV
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