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PARADOJAS Más de la mitad de la población activa tiene un emprendimiento, pero muy pocos son innovadores y

uno de cada 10 nuevos negocios termina por cerrar.

Bolivianos, entre los más emprendedores


La población de Bolivia es una de las más emprendedoras del mundo, concluye una investigación
del Global Entrepreneurship Monitor (GEM)–Bolivia 2010. De cada 100 personas en el país, 18
tenían un emprendimiento establecido y 39 iniciaban un negocio, la mayoría en el sector de
servicios.

La Base Empresarial Activa del país experimentó en 2013 un incremento de 80 por ciento al
registrar en diciembre pasado 122.995 empresas bolivianas, cuando un año antes figuraban sólo
68.232, según estadísticas del Registro de Comercio realizadas por Fundempresa.

El estudio del GEM Bolivia (2010) devela que las percepciones para emprender de los bolivianos
son bastante favorables:
Oportunidades: El 75,8 por ciento de los bolivianos considera que tiene las capacidades requeridas
para emprender, el 53,2 por ciento percibe oportunidades para emprender, sólo el 28,4 por ciento
teme al fracaso y el 54,5 por ciento tiene intenciones de emprender. Las mujeres tienen, en
general, mejores percepciones para el emprendimiento, aunque, debido al alto nivel de temor al
fracaso, sus intenciones para emprender son menores que las de los hombres. Esto ocurre en
Santa Cruz y La Paz, no así en Cochabamba.
Tasa de actividad: Más de la mitad de la población boliviana entre los 18 y los 64 años, se halla
realizando algún emprendimiento (51,3 por ciento). La tasa de actividad emprendedora total mayor
la tiene Santa Cruz, con 60 por ciento, la única que supera al promedio nacional. Posteriormente
están La Paz y Cochabamba prácticamente con el mismo nivel: 48,7 por ciento.

Motivación: La principal motivación que impulsan a los bolivianos a emprender es la oportunidad


(medida con relación al deseo de incrementar ingresos) con 38,5 por ciento, seguida por la
necesidad y la impulsada por “ambos motivos” (oportunidad y necesidad), las cuales registran cada
una un valor del 21 por ciento. En último lugar se halla la motivación por oportunidad (referida a
buscar independencia).

Aspiraciones: Los emprendedores bolivianos tienen expectativas muy bajas. Sólo aspiran a
generar un empleo e incluso 34 por ciento de nuevos emprendimientos no cree que lo logrará.

Potencialidad. El 84 por ciento de los emprendimientos iniciales en Bolivia no tiene una oferta
innovadora. En este negativo panorama, los más innovadores están en Cochabamba (21,5 por
ciento) y los menos en Santa Cruz (14,1 por ciento).

Tecnología: La incorporación de nuevas tecnologías es de sólo 0,9 por ciento (menos que en 2008:
4,8 por ciento).

Potencial de expansión de mercado: Se calcula en base a la novedad, aplicación de nueva


tecnología y expectativa de crecimiento. Bolivia muestra que 70 por ciento de los nuevos
emprendimientos tiene poco o nulo potencial. Sólo 0,7 por ciento de nuevos emprendimientos tiene
potencial de máximo impacto.
Tipo de emprendimiento. Predomina en el sector de servicios al consumidor (más del 60 por
ciento), ofrece un producto que (en la percepción del emprendedor) no es nuevo prácticamente
para más del 64 por ciento de sus clientes y no contiene innovación de procesos ni de la tecnología
de producción (84 por ciento); enfrenta muchos competidores (60 por ciento), su producción no
está dirigida a la exportación (sólo 20 por ciento participa en alguna proporción en los mercados
extranjeros), la magnitud de su inversión es relativamente pequeña (660 dólares), se financia
principalmente con aporte propio y el cierre de negocios es relativamente alto (9 por ciento). La
Paz tiene la mayor proporción de cierre de negocios (13,9 por ciento), seguido por Santa Cruz (12
por ciento) y en último lugar Cochabamba (8,6 por ciento).

Joven con necesidad no capacitado


El perfil del emprendedor boliviano promedio es el de una persona con más probabilidad de que sea
hombre, en un rango de edad de 25 a 34 años, con educación primaria, proveniente de un estrato de
ingreso en el rango de mil a 2 mil bolivianos por mes, que se califica como independiente en su
condición laboral y cuya motivación para emprender es la oportunidad.

Respecto a la capacitación recibida en iniciar y gestionar un negocio, solo 25 por ciento de la población
boliviana entre 18 a 64 años de edad declara haberla recibido (con un incremento del 31 por ciento
respecto al 2008). En este aspecto, La Paz supera ampliamente a Santa Cruz y Cochabamba, con más
del 73 por ciento de población capacitada.

La capacitación voluntaria supera ampliamente a la obligatoria tanto a nivel nacional como a nivel de los
tres departamentos, aunque de estos últimos La Paz tiene la mejor posición.

Trabas para emprendimientos


Entre los factores que limitan el desarrollo emprendedor están las políticas públicas, el contexto
institucional, político y social y el apoyo financiero. Entre los factores que lo potencian están los
programas gubernamentales, el apoyo financiero y la educación emprendedora. Entre los factores para
fomentar el desarrollo emprendedor están las políticas públicas, la educación emprendedora y el apoyo.

Expertos entrevistados para el estudio GEM Bolivia 2010 recomendaron políticas públicas, educación
para el emprendimiento y apoyo financiero como las tres principales medidas para impulsar el
emprendimiento en Bolivia. La investigación planteó la necesidad de establecer una Estrategia Nacional
para el Desarrollo Emprendedor que defina políticas para fortalecer la actual “musculatura
emprendedora” de los empresarios establecidos y nacientes, y que además contemple programas
específicos para promover emprendimientos basados en conocimiento, innovación y tecnología, para los
cuales el aporte de las universidades es un factor clave.

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