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LAS AGRAVANTES.

Nuestro Código enumera en su artículo 27, veintiocho circunstancias que agravan la


responsabilidad criminal.
Rodríguez Devesa clasifica las agravantes en dos grandes grupos: las que agravan la
responsabilidad criminal por determinar una mayor antijuricidad (objetivas) y las que
agravan por incurrir en una mayor culpabilidad (subjetivas).
Las que determinan una mayor antijuricidad las agrupa:
a) Por la técnica de comisión de un delito: alevosía; medio ocasionando grandes
estragos; astucia, fraude o disfraz; abuso de superioridad o emplear medios que
debiliten la defensa; abuso de confianza; prevalerse del carácter público; y auxilio
de gente armada o de personas que aseguren o proporcionen la impunidad.
b) Por el tiempo en que se comete: cometer el delito con ocasión de incendio,
naufragio u otra calamidad o desgracia; y ejecutarlo de noche.
c) Por el lugar: cometer el delito en despoblado; cometerlo en la morada del
ofendido, cuando este no haya provocado el suceso; y cometer el delito en un lugar
destinado al ejercicio de un culto o donde la autoridad pública se halle ejerciendo
sus funciones.
d) Por la mayor gravedad del resultado: ejecutar el delito en desprecio o con ofensa
de la autoridad pública: ejecutarlo con ofensa o desprecio del respeto que por la
dignidad, edad o sexo mereciere el ofendido; y aumentar deliberadamente el mal
del delito causando otros males innecesarios para su ejecución.

Aquellas en que concurre una mayor culpabilidad las divide en:

a) Premeditación conocida
b) Precio, recompensa, o promesa; y
c) La reincidencia
Se refiere a continuación a algunas de estas agravantes por considerar que son las que
mayores problemas presentan.
Alevosía: el empleo de los medios alevosos ha de hacerse con la precisa intención de no
correr riesgos que provengan de una posible reacción de la víctima. Para que se dé la
agravante de alevosía deben concurrir los siguientes requisitos:
1. Que se trate de un delito contra la vida o la integridad corporal.
2. Que se empleen medios, modos o formas de ejecución que sean de naturaleza
alevosa.
3. Que el empleo de esos medios, modos y formas de naturaleza alevosa tienda,
directa y especialmente:
Asegurar la ejecución del delito; y.
Sin riesgo para su persona que proceda de la defensa que pudiera hacer el
ofendido.
Precio, recompensa o promesa: Por precio debe entenderse no sólo el valor del dinero
sino toda cosa que tenga valor pecuniario; por recompensa en cambio, debe entenderse
toda retribución o remuneración que no tenga un valor pecuniario; y por promesa, todo
pago diferido u ofrecimiento de un precio o de una recompensa.
Premeditación: la premeditación se caracteriza por la presencia de los dos siguientes
elementos: a) Frialdad de ánimo; y
b) Persistencia en la resolución delictiva
Astucia, fraude o disfraz: Por astucia se entiende el empleo de cualquier ardid o
artificio; el fraude se caracteriza por el engaño, mientras que el disfraz se entiende todo
medio empleado para no ser reconocido.
Ejecutar el delito de noche o en despoblado: está agravante se presentará siempre que
el delito se cometa entre la puesta y salida del sol, sin embargo, aunque el delito se
cometiere dentro de ese espacio de tiempo, no deberá apreciarse la agravante cuando el
delito se cometa en lugares suficientemente iluminados.

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