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Eliécer Gaitán:

1898-1948.

Foto: N¡anuel H
TLMACT\ICrDrO
, QriE
CAMBIO LAHISTORIA
Testimonios análisis sobre los dramáticos
y
acontecimientos del9 de abril. hace 60 años.
L 9 DE ABRIL de1948 lombia no ha podido evitar el uso de la
fue asesinado Jorge violencia para dirimir conflictos polí-
Eliécer Gaitán, el'Tri- ticos. Y como lo remata el ex fiscal Al-
buno del pueblo', qui- fonso GómezMéndez en otro artÍculo,
zás el único caudillo desde su asesinato la brecha entre el
real de la historia de país nacional y el país polÍtico es cada
Colombia. Quienes dÍa más grande. Alberto Casas resume
recuerdan el episo- el asunto acertadamente en su análisis
dio, y la rel.uelta provocada por la ira de sobre los errores de Gaitán: 'Aquí nos
las masas conocida como 'El Bogotazo', equivocamostodos".
rondan hoy los 65 años. En poco tiem- Talvez, como lo afirma GómezMén-
po, aquel suceso fatal, que inició una dez, lo mejor sea que las nuevas gene-
era oscura de la cual Colombia no ter- raciones no se nieguen el derecho a co-
mina de salir, ya no será ni siquiera un nocer la verdad y se vuelquen sobre la
recuerdo. La imagen de Gaitán, de ges- figura de Gaitán para no dejarlo perder
tos colosales yvoz enardecida, morará en laspáginas olvidadas de las bibliote-
solamente en los libros de historia. cas. En este sentido, el especial inclu-
Sesenta años después de su muerte, ye apartes dellibro Mataron ü Gai,tdn,
Colombia sigue haciéndose las mismas de Herbert Braun, una de las más com-
preguntas que entonces: ¿quién ordenó pletas aproximaciones al caudillo, a su
su muerte?, ¿por qué?, ¿con la ayuda de causa y a los móviles de su asesinato,
qué cómplices? Y, luego, ¿qué habrÍapa- acompañado de testimonios de prime-
sado si Gaitán hubiera sido presidente? ra mano de algunos personajes públi-
¿Su gobierno habría podido evitar 60 cos y no tan públicos que vivieron el g
años de desangre? de abril desde distintastribunas. E
El hecho es que el balance sobre la
permanencia de sus ideales deja mu-
ESCUCHE EL DISCURSO
cho que desear. Como lo señala el his- 'La demagogia, la corrupción oligárquica'
pronunciado por Jorge Ellécer Gaitán el
toriador Juan Carlos Flórez en el texto 21 de abril de 1945. Cortesía de la HJCX.
de aperturade este Informe Especial, a
seis décadas de lamuerte de Gaitán Co-
f,} www.cruero.coM.co

MARc* rr i:f, *#ü# | cAMBro 1S


El mítico caudillo téntica fiesta que rompe la monotonÍa a
§esenta años despu$s del través de laradio. Las arengas del caudi-
llo, salpicadas de dichos populares, los
asesinats de üaitán, el país no unen profundamente al único político
ha deiado el uso de Ia violencia que reclama ser uno de los suyos. Y que
además lo parece físicamente.
corlro comtinna*iftr ds ña palítice. A pesar de su popularidad, Gaitán no
hace parte del comité organizador de la
Et AMBIEItT¡ polílrco que se reúne para instituir una organiza- Conferencia. El lÍder de las mayorías ur-
está caldeado. Desde las ción de Estados americanos, bajo la tu- banas está excluido del acontecimien-
regiones llegan a Bogo- tela de Estados Unidos. El caudillo del to más importante de su ciudad. El his-
tá denuncias acerca de partido gobernante, Laureano Gómez, trionismo que le acerca al pueblo tiende
muertes y atropellos con- preside como canciller todo el proceso a alejarlo cadavez más de la figura res-
tra miembros del parti- de preparación de la Conferencia. A pe- petable que en el fondo anhela ser.
FSffi do de oposición, el Parti- sar de las diferencias, los dirigentes tra- Sus detractores han construido la
JUA]I CARTOS
rrón¡2, do Liberal. El caudillo de dicionales de los dos partidos coinciden imagen de un Gaitán amenazante y re-
historiador. ese moümiento es consi- en presentar ante los visitantes una cara pulsivo. Aunque toda su vida ha acatado
derado, tanto por las éli- modernade lacapital. el marco republicano, el caudillo liberal
tes de su propia agrupación como por En los últimos años, decenas de edi es presentado por los medios de comu-
los dirigentes del partido gobernante, el ficaciones del centro han sido echadas nicación de sus adversarios como unpo-
Partido Conservador, como un político a pique. Los arquitectos más influyen- lítico irresponsable que apela a las más
demasiado pasional y plebeyo. tes consideran que el perfil de la ciu- bajas pasiones de sus seguidores. Mu-
En círculos influyentes se expresa un dad es muy anticuado y son partidarios chos caricaturistas que le son adversos,
profundo desacuerdo con su estridente de demolerbuenaparte de estas. Sobre extreman sus rasgos físicos y lo convier-
y sudoroso estilo de discursear. Lo ven las ruinas del pasado colonial y republi- ten, desde sus prejuicios raciales, en un
como una amenaza a las tradicionales cano se levantan nuevos edificios públi- indio o en un negro. En una sociedad en
reglas dejuego, que "encorsetan" laalta cos, apartamentos, hoteles. la que la clase alta se considera deraza
política en las juntas de notables, en los Entre tanto, las clases populares, sin blanca, lo negro o indígenaesusado con-
salones y campos de golf de los clubes y educación, sin salud y sin servicios pú- tra Gaitán en los circuitos más influyen-
en las redacciones de los periódicos. Su blicos ni seguridad, se hacinan en inqui- tes del poder, para subrayar su carácter
continuo apelar al pueblo, la "guacher- linatos o en barrios en los extramuros. de extraño y advenedizo.
na" para sus adversarios, es visto como En esos vecindarios los mÍtines de Gai-
unjuego irresponsable que puede soca- tán, sus viernes culturales, son una au- &m"dm ffimg*&É
var el control social de laplebe urbana. Los que participan en la Conferen-
El caudillo está en su hora. Tras su cia encuentran una ciudad pequeña, que
derrota en las elecciones de 1946, ha apenas alcanza a los 400.000 habitantes,
desbancado a los políticos bogotanos pero con una intensa vida en las estre-
que se le oponÍan y que difÍcilmente lo- chas calles de su centro histórico. Tras
grarán atravesarle otravez una candida- arribar al aeropuerto de Techo, en el su-
tura de contrapeso. Las bases liberales roccidente de la ciudad, los diplomáti-
pueden rebelarse contra un nuevo inten- cos de todo el Continente se topan a la
to de dividir ese partido, con el fin de im- salida con un monumento en el que on-
pedir la llegada a la Presidencia del cau- dean las banderas de sus países. Se des-
dillo Jorge Eliécer Gaitán. plazan luego hacia el centro por la recién
Bogotá celebra en abril de 1948 el inaugurada Avenida de las Américas.
más importante evento internacional Sobre Ia carrera séptima están los hote-
de su historia. La ciudad es la anfitrio- les que los acogerán, entre ellos el ya fa-
na de Ia IX Conferencia Panamericana, moso Hotel Granada.
2 * ceuBro ¡ r1,§Ar?gü :? §s rü*g
Gaitán decía que la diferencia con otros políticos era que él sí vivía en contacto con la gente.

El viernes 9 de abril al mediodía, el formaba las i4lusticias sociales en ac- chedumbre. Al final de esa tarde de esté-
presidente Mariano Ospina y su canci- ción política, la calle se convierte en ril destrucción, la lluvia y una tremenda
ller Laureano Gómez presencian, acom- una potente y vandálica fuerza destruc- borrachera colectiva impiden que los da-
pañados de sus esposas, una exposi- tora. Gaitán había agitado las aguas de ños sean más definitivos.
ción de ovejas en la Feria Agropecuaria. la emoción popular. También era el di- En los meses siguientes se hace un
El participante más famoso e influyen- que que contenía esas pasiones, algo que detallado censo de las más de 130 edifi-
te de la Conferencia, el general George no previeron las poderosas fuerzas que caciones y negocios destruidos. Nunca
)'larshall, secretario de Estado de Es- jugaron apromover el odio y el miedo en se hizo un listado exacto de los cientos
tados Unidos, se desplaza a un almuer- su contra. de muertos y heridos. Sus nombres per-
zo a una finca en el occidente de Ia capi- Lamasa, privada del dique de conten- manecen en el olvido.
tal. Gaitán se apresta a salir a almorzar ción, del caudillo, reacciona contra al-
al recién construido Hotel Continental, gunos de los centros más visibles de po- [,tü \l'ilrirürfl n,t,#il,ilü

sobre Ia Avenida Jiménez, a unos pocos der. Apenas nacida, esa masa lincha al Gaitán murió pero sobrevivió como
minutos de su oficina. presunto asesino y arrastra su cadáver poderoso mito, manoseado por simpati-
Pasada la 1:00 p.m., cuando sale a Ia por toda la carrera séptima en dirección zantes y malquerientes. Quienes lo criti-
carrera séptima, el caudillo cae fulmi- al Palacio de la Carrera, hoy Casa de Na- caron despiadadamente fueron incapa-
nado por varios disparos. Los transeún- riño. En el vecindario del Teatro Munici- ces de promover una política que abriera
tes, los oficinistas, los contertulios de pal, donde se celebraron muchos de los oportunidades a las nacientes masas ur-
los numerosos cafés del centro, los cien- viernes culturales gaitanistas, queda banas y al campesinado. A cambio, deja-
tos que se rebuscan la vida en las calles tendido el chivo expiatorio. ron que el sectarismo y las balas rempla-
se enteran casi de inmediato de la noti- No toda Bogotá es calcinada por la zaran los argumentos y los programas,
cia. Gaitán es el amado de la calle. La es- rabia de la masa. Arde parte del cen- Sesenta años después, el paÍs aún
tupefacción inicial dapaso al dolor. Des- tro, pero Ia geografía de Ia destrucción no logra dejar atrás el uso de la violen-
pués, las emociones dominantes son Ia es caprichosa. Arden el Palacio de Jus- cia como continuación de lapolítica. In-
ira y el odio. ticia, el Palacio Arzobispal, el Hotel Re- fluyentes círculos, sin distingo de parti-
Los médicos de Ia ClÍnica Central gina, la sede del periódico del presidente dos, permitieron tras el magnicidio, por
adonde es conducido moribundo, solo Gómez y cerca de un tercio de Ia flota de acción o por omisión, que la violencia se
pueden certificar su muerte. La calle tranvÍas, La destrucción se concentra en expandiera incontenible. Las tenebro-
siente que le arrebatan a quien había unas cuantas manzanas. Ni Teusaquillo, sas guerrillas yparamilitares de nuestra
convertido sus rabias y frustraciones ni La Merced, ni las quintas de Chapine- época, hunden sus lejanas raíces en la
en esperanza. Sin el caudillo que trans- ro o La Cabrera son asaltadas por Ia mu- violencia que arreció tras el 9 de abril. EI
cAMBtO --
Cartán:
ilusión
yutopía materia en Italia y padre de la escue-
Desde el asesinato del 'Gaudillo la positiva. Allí, Gaiián no solo apren-
dió Derecho sino Arte e Historia, y se
del pueblo' kre*fure *mÉre e*
§m dejó subyugar por los gestos histrióni-
cos de Mussolini, aunque no compartía
paí§ ma*l*reaE H *§ p*€m p*##€E** sus ideas. Algunos dicen que la marcha
es cads ryÉs rsei&s grmme#*. de las antorchas que muchos años des-
pués encabezó en Bogotá, estuvo inspi-
rada en la marcha sobre Roma, lo mis-
Et 9 DE ABRIT SECUM- de alguien que hubiera figurado ya en Ia mo que las camisas negras del unirismo,
plen 60 años del asesina- vidapública. similares a las que puso de moda el líder
to de Jorge Eliécer Gai- Se hizo a pulso, estudió Derecho en fascista.
tán, el hecho que partió la Universidad Nacional y se graduó con Gaitán fue producto de su propio es-
en dos la reciente his- honores antes de los 22 años con una te- fuerzo y el lÍder más comprometido con
toria de Colombia. Las sis que sigue siendo texto de consulta: las causas populares. Lo mataron en
p#* 1948 cuando iba a ser elegido presiden-
nuevas generaciones de- "Las ideas socialistas en Colombia". An-
AtF0ils0
eóu¡z ben conocer y estudiar tes, a los 16 años, a codazos, se habÍa he- te en 1950.
mEro¡2, quién fue este hombre, cho oír con un discurso que electrizó
jurista y político. su lucha, su asesinato y al auditorio en las exequias del general H.l Hr,.ritllie+:,+
secuelas, así como su le- Quintero Calderón, uno de los persona- 'El negro Gaitán estaba también lla-
gado histórico y político. jes de Iaguerra de los Mil DÍas. mado a grandes destinos en la política.
Su formación humanística, su inte- Militó en el Partido Liberal pero estaba
§E fu**sfur* ligencia, su verbo embrujador, lo incli- más cerca de las ideas socialistas. Al re-
Gaitán, a secas, como Io conoció el naron desde muy joven por el Derecho greso de Italia se hizo elegir represen-
pueblo, el conductor de masas en quien Penal, disciplina y profesión que nunca tante a la Cámara y su carrera pública se
las gentes pobres veÍan a su redentor, abandonó. Su última intervención, ho- disparó en 1928 cuando realizó el histó-
nació en un hogar humilde el 23 de ene- ras antes del magnicidio, fue la defensa rico debate sobre la masacre de las ba-
ro de 1898, según los registros oficiales, del teniente Cortés, un resonante triun- naneras -hecho recreado por 'Gabo' en
y en 1900, según su hija Gloria. fo profesional que logró desarrollando Cien años de soledad-, en el que demos-
Hijo de una maestra pobre y de un li- la teorÍa de la legítima defensa del honor tró con el manejo de la prueba que co-
brero, fue un caso extraño en un país en militar. nocÍa como penalista, Ia actitud del Go-
donde se llega fácilmente a los cargos Con sus primeros ahorros profesio- bierno frente a los abusos de Ia United
públicos por herencia y en donde pare- nales se pagó una especialización en De- Fruit Company. Ese debate influyó deci-
cerÍa que tenemos una especie de mo- recho Penal en Ia {Jniversidad de Roma, sivamente, al lado de otros factores, en
narquÍa sin sus pompas. No fue ni hijo, donde fue discípulo destacado de En- Iacaídadel gobierno conservador de Mi-
ni nieto, ni bisnieto, ni primo, ni sobrino rico Ferri, entonces el gran gurú de Ia guel Abadía Méndez en 1930 y abrió paso

3 ? crMBro tr r*É,§e* ?? r: ü !i1i:]+


la repitió gracias a su extraordinaria me-
,rM,'P w
fl
moria- es una pieza polÍtica de antolo-
gía.Logró que más de 100.000 personas
** permanecieran en silencio y solo agita-
f,#,* ,tflffilw"
ran pañuelos blancos en señal de duelo
por los liberales caídos.

flE *c+s$m*B+
Dos meses después de la marcha,
cayó abatido por las balas de Roa Sierra,
linchado por la turba enfurecida y adolo-
rida. A pesar de que las masas liberales
acusaban al gobierno de Ospina de ha-
ber inspirado el crimen, el voluminoso
expediente no arrojó luz sobre ninguna
de las hipótesis: desde el crimen de Es-
tado, pasando por una conspiración co-
munista, hasta la intervención aislada
de Roa Sierra auspiciada por su resenti-
miento social.
Y aunque se han desclasificado docu-
mentos de la Embajada de Estados Uni-
dos en Bogotá que apuntarÍan en otras
direcciones, Ia verdad es que este cri-
men no esclarecido desencadenó la vio-
Iencia que, 60 años después, no hemos
logrado superar.
Gaitán iba rumbo a la Presidencia.
Con su asesinato, el liberalismo perdió
el norte. Entró a colaborar con el gobier-
no de Ospina, por corto tiempo. La unión
nacional estalló en pedazos por la violen-
Jorge Eliécer
cia. Gómez fue elegido en 1950 sin con-
acompañado de
su hija Gloria, trincante porque el liberalismo no pre-
sentó candidato luego del asesinato de
Vicente Echandía, hermano del'maes-
a la elección del liberal moderado Enri- En 1946, disputó Ia candidatura liberal tro' Echandía, quien iba a ser su vocero.
que OlayaHerrera, con Gabriel Turbay, en medio de la neu- En 1953 fue el golpe militar del gene-
Agitó con ardentía el tema agrario, tralidad de Alfonso López Pumarejo y ral Gustavo Rojas Pinilla, acogido ini-
thstigó duramente a los terratenientes Alberto Lleras Camargo. Curiosamente, cialmente con alborozo porlos jefes libe-
\-a sus protectores políticos. No sintién- el Partido Comunista no quiso apoyarlo rales. Tras la caída de Rojas, precipitada
dose cómodo con algunas actitudes del y por eso llama la atención que sus here- por un paro patronal, vino el Frente Na-
Iiberalismo, fundó la Unión Nacional de deros políticos quieran ahora tomarse el cional. Surgió Ia guerrilla comunista,
Izquierda Revolucionaria, Unir, de dura- nombre del líderliberal de izquierda. se disparó la delincuencia, Ia polÍtica se
crón efímera. Se reintegró al liberalismo La división liberal permitió Ia elección clientelizó.
]' como tal fue alcalde de Bogotá y nti- del conservador Mariano Ospina Pérez, Cada vez es más grande la brecha en-
ristro de Eduardo Santos. Irónicamen- mirado más como un experto en café tre Io que Gaitán llamaba el país políti-
:e, salió de la Alcaldía por presión de los que como polÍtico militante. La caída del co y el país nacional. Otra habrÍa sido la
:aristas que no aceptaron que los uni- liberalismo implicó, en parte, el comien- suerte de Colombia si los asesinos no hu-
lormaran, zo de la violencia. En Ia marcha del silen- biesen impedido el triunfo presidencial
É1 y Laureano Gómez eran los ora- cio que copó la plazade Bolívar, Gaitán de Gaitán, quien habÍa advertido sobre
,1ores más temidos en el Parlamento. Ya dijo Ia 'Oración por Ia paz' para pedir al Ias consecuencias de su eventual asesi-
,lentro del Partido Liberal volvió a enca- Gobierno que cesara la persecución y el nato, La Historia le ha dado la razón: ni
':,ezar asesinato de Iiberales indefensos. Esa Bogotá ni Colombia volvieron a ser las
una disidencia con Ia bandera de
-restauración moral de Ia República". improvisación -algunos sostienen que mismas. El
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ma con la cual saludaba a la muchedum-
bre. Casi no existe fotografía de Gaitán

El conductor en la que aparczcacon las dos manos li-


bres. Siempre tenía una entre el bolsillo.
La otra manejaba, dirigÍa, señalaba, acu-
saba, condenaba...
En 1946,la revista Semuna sostenía
que el señor Jorge Eliécer Gaitán se em-
&a*É¿*re= ffiffi# fumfu§m #*re*s&rm#* mae borrachaba de gloria. Quería dirigir solo
y solo estaba dirigiendo. De sombrero y
ksfuE**#e** p*r& ##§EtrewÉ#r dess*á## #trc sobretodo crvzado, para nadie pasaba
ño supo culmimar cuando
&r§reaeff*e* desapercibido este personaje de 43 años
que mostraba en sus ademanes el perfil
todo esthba listo para la uletsrta fimal. de un auténtico conductor.
No tenía buen gusto Para vestirse
¡.t FA§Clt{ABA ma- do fue conquistando multitudes. Decían pero él creÍa Io contrario. Sus amigos lo

n3 nejar. Era un magnífi-


co timonel de su elegan-
que nadie, al solo grito de su nombre, ha-
bÍa congregado tanto pueblo en las pla-
describieron a su llegada a París en el ve-
rano de 1926, como "un joven moreno,

Til te automóvil. Lo hacía a zas públicas de Colombia como Gaitán. vestido con zapatos de playa y pantalo-
grandes velocidades. Su Con Ia misma velocidad alcanzó la jefa- nes de franela y llevando en las manos
amigo Alejandro Vallejo tura de su partido. Sus parlamentarios unos guantes de piel de perro, un bastón
una vez contó cómo du- eran los más destacados. Escogía a su y una Kodak". Eso sí, le reconocieron a
ALBERTO
rante un viaje a Tunja gusto Ios presidentes de las corporacio- su regreso de EuroPa, acomPañado de
CA§AS
sAt{TAMARIA, para entrevistarse con nes. El Presidente de Ia República lo in- las reproducciones fotográficas de to-
periodista, Plinio Mendoza y mien- vitabatodas las semanas a su despacho. das las grandes esculturas de Roma, que
I ras hacla volar su cocne La prensa le rendía pleitesÍa. Ocupó dos había logrado perder "ocho décimas par-
por Ia carretera del norte con Ia seguri- ministerios y laAlcaldía de Bogotá, y re- tes de su mal gusto Paravestirse".
dad y precisión de un corredor profesio- chazó la Designatura. También se sabe por Vallejo que, en
nal, le relató su vida en Italia como si es- Los intelectuales jóvenes lo seguían. una ocasión, en una sofisticada reunión
tuvieran en la sala de la casa. Dominaba el escenario nacional con la social en una residencia parisiense a
Fue lo mismo que quiso hacer con el misma destreza con la que conducía su donde habían sido invitados en compa-
país y con su partido. Rápido, muy rápi- automóvil. Con una sola mano. La mis- ñía del escultor colombiano Rómulo

,: .ii C I lrt B I O r i.::i r:'i :i .i r.: ;: -: :.: != :1,:-! r:::


ffiff
Rozo, rodeado de bellas damas nórdi- gran victoria electoral le tra.lo nuevas
cas y ante la curiosidad que despertaba b complicaciones a su vida política. Esca-
el apuesto abogado latinoamericano y samente tenía tiempo de pensar. Carecía
la insistente pregunta sobre la naciona- de control efectivo sobre el liberalismo.
lidad de los extranjeros de piel curtida, Eljefe seguía siendo un disidente.
Gaitán contestó lleno de soberbia ameri- Y como si fuera poco, rompió con el
cana: "Nosotros somos salva.ies, señoras gobierno conservador al formular acu-
mías. Pertenecemos a un ar aza fer oz. En saciones infundadas por la compra de
nuestro país, en el centro de la América unos gases para la Fuerza Pública ne-
meridional, vamos desnudos. Idolatra- gociados en el gobierno de Alberto Lle-
mos a la Luna bajo el nombre de Ia dio- ras. Gaitán ordenó a los ministros libe-
sa Chía. Nosotros hemos sido mandados rales que se retiraran. No lo hicieron
por nuestro pueblo a estudiar vuestra porque no querían emprender el via-
civilización y por eso nos hemos visto je hacia el desierto. EI hábil conduc-
obligados a vestirnos con vuestros incó- tor se estrelló. 'Yo soy el orden social",
modos trajes, a hablar vuestras lenguas dijo entonces. Desconcertante aseve-
melifluas y afectadas, y a observarvues- ración -observa Braun-, Gaitán era
tras complicadas costumbres. Pero no el único que podía asegurar lapaz.In-
nos satisface nada de lo vuestro. Os en- sinúa que los demás eran la guerra.
contramos divertidos pero falsos y arti- La IX Conferencia Panamericana desen-
ficiales, Iujuriosos, mezquinos y teatra- Como buen bogotano, jugaba bien tejo. cadenó el conflicto interno porque Gai-
les. Preferimos mil veces nuestra vida tán se convirtió en un factor de pertur-
fresca de Am éricd' . bo ni respeto por la tradición más noble bación para integrar la delegación co-
de Colombia. Mientras tanto,los conser- lombiana a la asamblea internacional a
€*c*+ *Fc.*re§ vadores de Bucaramanga calificaban a la cual se habían dirigido todas las com-
Volvamos al año 47. La división libe- Gaitán como jefe máximo de la restau- placencias nacionales. Entonces vinie-
ral ardía. Gaitán había sido declarado ración moral de Colombia. A su vez, el ron los errores.
'Hombre del año' el anterior diciembre caudillo liberal admiraba a Laureano Nos equivocamos todos. Prime-
y acusaba al santismo de ser la derecha Gómez al punto de afirmar que Gómez ro Gaitán, quien planteó la disyuntiva
del liberalismo y él -la convención popu- había sido al Partido Conservador en en términos absolutos: sin él no habría
lar- la izquierda. Los intentos de unir el 1928 lo que él al Partido Liberal en 1946. paz. Y, claro, los liberales y los conser-
Iiberalismo resultaron fallidos. Solo dos Todo estaba listo para alcanzar la vadores que creyeron en la fórmula de
departamentos -Huila y Norte de San- victoria final pero nuestro conductor la unión nacional sin Gaitán, asesinado
tander- lograron elaborar una lista úni- que habÍa demostrado su habilidad para vilmente, y sin Laureano Gómez quien,
ca de candidatos. Se acercaban las elec- convertir sus derrotas en triunfos no vivo, resultó excluido del gabinete que
ciones de marzo y se definía quién era supo culminar. Herbert Braun, autor del se edificó sobre las ruinas del 9 de abril.
quién en el liberalismo. ¿Santos o Gai- libro Mataron a Gai,td,n, señala cómo la ¿Quiénmató aGaitán? ffi
tán?
Santos reconoció la victoria de Gai-
tán y "colgó los símbolos de su autoridad
de jefe único" y entregó a las mayorías
las "llaves" de la Dirección, no sin adver-
tir que subsistía la división que le otor-
gaba superioridad electoral relativa al
conservatismo. El Espectador se mos-
tró contrariado con lajefatura única de
Gaitán. No era la solución para agrupar
a la colectividad y superar el "sufragio"
conservador.
Días antes de ser designado director
ffr
de la revista Semana en reemplazo del
ex presidente Alberto Lleras, Juan Lo-
zano y Lozano afirmó que la victoria de
Gaitán significaba el triunfo de un mo-
vimiento oscuro y peligroso, sin rum-
L¡.* 4Jt
Gaitán se equivocó porque planteó la disyuntiva en términos absolutos.

¡J*ll;* ¡,r -i- r,i+*+ : CAMBIO J. _l


IMataron
Personajes
públicos y otros
no tan públicos,
dan su testimouia
a Galtán!
de cómo vivieron AQUEL ABRIL CRTJEL
BELISARI0 BETANCUR / expresidente
el 9 de abril
Me encantaban los viernes culturales esperanzal Hoy lo evocoen la
hace 60 años. de Gaitán en el pequeñoy maltrecho llamarada de su verbo y en la profundi-
Teatro Capitol, a espaldas de la dad de su pensamiento, del cual en
tos M0MEilros uÁs dramáticos en Basílica Primada. Aquella palabra parte exigua discrepaba pero en parte
la historia moderna de Colombia se pro- vibrante y elocuente estremecía los inmensa coincidía. Tanto coincidía,
dujeron después de la 1:05 del I de abril. ámbitos. A pesar de que las interjec- que cuando el gran jefe Laureano
Todo habitante urbano del país se ente- ciones como'imamolal' enardecían a Gómez impartió la orden de apoyar
ró de los disparos que Ie habÍan hecho a la concurrencia, por mí pasaban de por estrategia a Gaitán, el aprendiz de
Gaitán. La noticia se difundió instantá- largo sin enardecimiento pero política que era y que nunca dejé de
neamente por toda la capital. Los con- confieso que aquella elocuencia iba ser, lo apoyaba de corazón.
ductores de tranvía la vociferaban por dejando en el joven conservador una Ese fue el Gaitán que enardeció a
la ventanilla y hacían sonar sus campa- estela de dubitaciones cartesianas. Y Colombla con su palabra, y el Gaitán
nillas. Hombres, mujeres y niños reco- en las multitudes, esa vibración cuya muerte enardeció el país político
rrÍan las calles vociferando la noticia. sembraba la certeza inequívoca de y el nacional. En ese abrilcruel, como
Los taxistas hacÍan sonar sus bocinas. victoria. lba derecho a la Presidencia. el abril de La tierra baldía de Eliot,
Los buses se detenÍan en las estaciones Elcrimen fue a la 1:05 de la tarde, y el fueron aquellos horrores y pesadum-
y los conductores transmitían el men- estremecimiento copó todos los bres que Dios disponga que jamás
saje por teléfono. Redoblaban las cam- escenarios. iHabían asesinado la vuelvan aocurrir.
panas de las iglesias. Los trenes lleva-
ban el informe a los pueblos aledaños.
Las manos se dirigían instintivamen-
te hacia los botones de la radio. Rómu-
lo Guzmán acababa de concluir su pro-
grama diario de noticias y comentarios
gaitanistas. Alterado, y conmovido, au-
llaba histéricamente ante el micrófono.
La radio llevó la noticia a todos los rin-
cones delpaís.
Los locutores estaban en el limbo. Muchos dicen, cuando
lo vieron, que no :l
Sin noticias concretas que difundir, po-
parecía muerto. .-,. :".
dÍan solo expresar su preocupación y su
angustia. ¿Gaitán estaba vivo o muerto?
¿Quién Ie disparó? ¿Hubo más de un ase- que castigar a los conservadores. El pue- casas o en sus sitios de trabajo. Se escu-
sino? ¿Quién estaba detrás de él? Para blo de Bogotá colmaba las calles. Algo chó al ministro de Gobierno, cuando ne-
Rómulo Guzmán, las respuestas eran había que hacer para reparar esa injuria. gaba que Gaitán hubiera sido herido. La
obvias: a Gaitán lo había asesinado el Muchos locutores presintieron in- Radio Nacional, órgano oficial del Go-
gobierno conservador de Mariano Ospi- mediatamente los riesgos de la súbita bierno, transmitía marchas fúnebres.
naPérez. Su idea era la de miles de per- desaparición de Gaitán y aconsejaron a En todas partes los bogotanos interrum-
sonas que se lanzaron alas calles. HabÍa sus oyentes que permanecieran en sus pÍan sus ocupaciones. Algunos perma-
t 6 cauBto I i!{Aftfr* É7 *E r**§
..ESCT-}CHAMOS
RADIO TODA LA I{OCHE,"
presidente del Polo Democrático.

: ,a hora en la que mataron a tarde. Yo tenía 10 años. Ese día última vez que Gaitán estuvo en distorsionaban los hechos. Al
::itán no estaba en el colegic escuchamos radio en mi casa Medellín escuché por radio su día siguiente de la muerte de
. -lo en mi casa. Un niño vecino toda Ia noche. Decían que un intervención que fue en el Gaitán, el periódico conservador
a decir que habían matado
:gó grupo de estudiantes y profeso- parque de Berrío. Hablaban del de Medellín sacó su fotografía y
alguien. Mi madre inmediata- res se habían tomado Ia caudillo del pueblo. Dos cosas un titular que decía:'VÍctima del
'
-ente prendió la radio y Radiodifusora Nacional en me impactaron a pesar de ser comunismo'. A pesar de ser tan
:scuchamos que todo el país Bogotá, y que en Medellín iban a tan niño: la lucha a muerte que chico me pregunté cómo podría,

=siaba revolucionado
porque quemar un periódico conserva- existía entre los partidarios de si como liberal que él era yo
^abían matado a Jorge Eliécer dor del cual era colaborador el Gabriel Turbay y los de Gaitán, y intuía que podría estar más
laitán. Eran como las tres de la doctor Belisario Betancur. La la manera como los medios cerca del comunismo".

Muchos edificios
del centro ardieron
en llamas.

Del saqueo no quedó sino la desolación.

necían en sus casas, sollozando a solas,


Lnquietos por los seres queridos que es-
i¿ban en la calle. Otros se dirigieron al
armario para sacar el vestido de luto.
\luchos se arrodillaron para rezar por el
alma de Gaitán y por el futuro del país.
(..) Un comentarista liberal, Isaac Gu-
riérrez Navarro, iba en bus a almorzar a
su casa cuando Ie llegó Ia noticia. "Si esa
noticia llega a ser cierta", Ies comentó a
sus vecinos, "eso sería gravísimo para el
país". El hombre le contestó que tal vez
era una venganza personal, no un cri-
men político. Gutiérrez reconoció la dis- colerizada. Se precipitaron a los clos si-
¡inción. "Tiene usted razón... Si no es tios de poder que subsistían en medio de
DEMASIADO
asunto político, puede que no sea muy Ia confusión. Los liberales, a la Clínica DOLOROSO
grave". Gutiérrez pensaba que en ese día Central, para hablar en nombre de Gai- rl0 :l[S,q¿ 1..-, .,,] -.: :
habrÍa de mantenerse la distinción tra- tán si se recuperaba, o para sustituirlo
comerciante
dicional entre la vida pública y la priva- si moría. Los conservadores, al Palacio
da. Pero desde que Gaitán fue herido Ia Presidencial, para aconlpañar a su pre- "Ese día fue muy doloroso para mípor
distinción dejó de existir. sidente (...). la cantidad de cosas violentas que vi.
A miles de bogotanos no se Ies ocu- Muchos de los partidarios, amigos y Yo trabajaba en la fábrica de envases
rrió jamás volver a su hogar. Se lanza- colegas más allegados a Gaitán, Ios abo- paraBavariay cuando pasó lo de
ron a las calles. Los jefes convivialistas gados y Ios profesionales que colabora- Gaitán todo mundo comenzó asalir a
de ambos partidos pensaban instintiva- ban en sus campañas y que habían sido las calles. Hubo incendios, destrozos
mente en las consecuencias de la muer- elegidos senadores o representantes y y balaceras. También muertos por
re de Gaitán, en lo que harÍan esa tarde, escribían en Jornada, acuclieron a su cantidades y la sangre corría como
v en la inevitable reacción de Ia turba en- lecho. El dolor los llevaba a estar a su ríos rojos. Eso estaba muy miedoso".

CAMBIO
LAUREAI{O,
EI\ TAI\QUE
[NRlQUt GÓMEZ
exsenadof
Estaba yo en casa cuando entró una
llamada de un amigo, que me dijo:
"Acabo de presenciar el asesinato de
Gaitán". En ese momento miPadre
llegó a casa. Es fácil comprender el
estado de perple¡idad en el que todos
quedamos. Por la radio comenzó una
gran algar abía ca rgada de nc itaciones
i

alavenganzay a la violencia. El
Presidente manifestó que no disponía
de los medios Paragarantizar la
seguridad de mi padre. Lotraslada-
mos a casa de una Prima en el barrio
de La Merced. Con mi madre Y mi
hermano Rafaelfuimos a casa de otra
prima, en Teusaquillo. Nos comunicá-
bamos porteléfono. Las informacio- El 10 de abril el Cementerio Central amaneció lleno de muertos'
nes eran confusas. Por la radio se
decía ya que el cadáver de Laureano lado. Iban para tocarlo, y para confir- pero cuyos nombres ignoraba, cuando
colgaba de los faroles de la Plaza de mar la horrible noticia. Estaban aturdi- cada uno agarró una pierna y empeza-
Bolívar. Alfinalde la tarde se logró que dos y muchos entraron en un trance del ron a arrastrar un cuerpo ala cabeza de
una patrulla y un tanque llegaran a la que no podÍan salir. José María Córdo- la procesión. Alguien gritó: "¡Es el asesi-
casa donde Laureano se encontraba. ba, el eficaz secretario general del mo- no de Gaitán!" Ricaurte vio unos brazos
El sobrino de mi prima, Gilberto vimiento, anduvo horas enteras por la inertes tras su cabeza. No sabía si aún
Arango, tuvo que hacer grandes calle, a veces mezclándose con grupos habíavidaen ese cuerpo;tampoco le im-
esfuerzos para introducir la corpulenta que corrían, a veces solitario. Algunos portaba,
figura de mi padre por la escotilla del miembros de la clase obrera, que habían Eran pocas las caras conocidas. El
tanque que había sido dispuesto para acompañado a Gaitán desde los años único intelectual gaitanista que se en-
trasladarlo a la Escuela Militar Y treinta, permanecieron en Ia calle, tra- contraba por ahí era Jorge Uribe Már-
ponerlo definitivamente a salvo, tando de poner orden en la confusión. La quez. El político liberal Julio César Tur-
ira los llevó a pensar en cómo vengar la bay Ayala reflexionó después: "Tal vez
muerte de su jefe. Los consejeros de Gai- yo fui uno de los primeros políticos en
lán estaban atrapados entre los jefes li- haber estado en las calles, en medio del
EL MUERTO DE berales, que querían heredar su poder, y pueblo, elevando la indignada protesta
la creciente muchedumbre en las calles, por el vil asesinato del doctor Gaitán'.
LACORBATA que quería expresar su angustia y ejecu- Un testigo recuerda haberlo visto tra-
MANUTL H, fotóeralo tarsuvenganza. tando de pronunciarun discurso.
mefuia almorzar alcafé Gabriel Muñoz Uribe, uno de los Pri- Poco importaba que estuviera allí.
A la 1:00 p,m.,
meros gaitanistas, llegó al lugar del Los manifestantes se sentÍan unidos en
Colombia y en el camino escuché que
atentado cuando el asesino todavía ya- su reacción frente aI ataque contra Gai-
la emisora Santa Fe daba cuenta de la
cía en el suelo. Muñoz Uribe dio Ia orden tán y en su sentimiento de que había que
muerte de Gaitán, Me devolvíhacia el
que llegó a todos los labios: "¡A Palaciol hacer algo. El prestigio polÍtico, Ia cla-
sitio delasesinato y mientras llegaba
tomé fotos de los primeros saqueos. ¡APalacio!". Lo siguieron dos loteros, Je- se social y ta filiación partidista eran
Despuésfuia la Cllnica Nueva donde sús Delgadillo Morales y Lázaro Amaya, irrelevantes. Hombres de saco y corba-
estaba el doctor Gaitán y finalmente El guardaespaldas de Gaitán, el'Coro- ta, hombres y mujeres con sus unifor-
nel' Ricaurte, ahora sin cuerpo que guar- mes de trabajo o de ruana y alpargatas,
me fui a la Plaza de Bolívar. Al otro día,
en el cementerio, encontré el cadáver dar, llegó cuando se iniciaba el desfile. individuos de las clases sociales a las
En medio de sus lágrimas vio a dos hom- que Gaitán creÍa representar, se incor-
de Roa Sierra. Estaba desnudo Pero
bres a quienes habÍa visto a menudo, poraban al grupo mientras iba avanzan-
tenía puesta una corbata.

I I cluero i MARZo ¿7 DÉ ¡oo8


IiI-, HORROIT DE
UI{ ASESII\{ATO
CARTCS I IERAS
DE i A l-1.-ltNTt
abogado y columnista
Recuerdo con mucha precisión el 9 de
abril de 1948, cuando yo tenía 11 años,
porque tuvo dos aspectos muy
importantes en mi vida, Por una parte,
obviamente el horror de ver por
primera vez un asesinato de esa
naturaleza. En segundo lugar, porque
mi padre, Carlos Lleras Restrepo,
cambió la vida pacifica que estaba
llevando en su of icina después de
haber terminado su Ministerio de
Hacienda en el gobierno del doctor
Alfonso López Pumarejo en el año 44,
Pasada la una de latarde,y cuando
estábamos en el comedor comenzan-
EI cuerpo de Roa Sierra fue llevado arrastrado hasta las puertas del Palacio Presidencial. doaalmorzar, llamaron a mipadre
para avisarle de la noticia. Él salió

1o por la séptima. Eran tal vez unos cin- corpulento de ascendencia italiana, de corriendo al Palacio de laCarrerapara
apellido Marcucci. Ricaurte, conocido reunirse con el presrdente Mariano
-'uenta en total. Entre unos y otros habÍa
lrandes espacios. Desde las aceras y la popularmente también como el'Chiqui- Ospina Pérez. Lo volvimos a ver dos
seguridad de los balcones, n'ruchos es- to', recuerda cómo Io alzó de las solapas: dÍas más tarde cuando, hambreado y

lectadores veían cómo avanzaban ha- "¡Marcucci, Marcucci, valtlos a Ia revolu- cansado, regresó a la casa,
:ia el sur'. Algunos se les unieron, otros ción!", Ie gritó al hombre asornbrado. Agrego, por honestidad intelectual,
-os miraban pasar. Algunos de los pri- (..) Marcharon hacia el Palacio, no que nunca me gustó Gaitán, que
neros manifestantes de seguro lo pen- contra é1, sin ánimo de atacarlo o de además de ser enemigo gratuito de mi
saron dos veces y se hicieron a un lado, capturarlo. La idea de tomarse el poder padre, con su cuento de las oligarquías
iuando la procesión llegó al Ministerio IIegó solo fugazmente a los gaitanistas nos mandó a las turbas que él
le Comunicaciones, entre las calles 12 y más fervorosos. No estaban preparados comandaba en Bogotá a apedrear
13, a un tercio del camino hacia Palacio, para disputarle el poder al régimen con- nuestra casa en 1943. Eso no lo olvido,
Ricaurte alcanzó a ver a un gaitanista servador. Iban a Palacio para protestar
contra una transgresión del orden mo-
1&
:rS
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::}ts ral, arrastrando el cuerpo del asesino
,"-3.4
::::= como prueba visible de Ia transgresión DESDE T-,A
€ y como signo de que habían tomado la ESQUII\A
Iey en sus propias manos. "¡A Palaciol"
a/,D; nQ / I trfDTa' l.1r^L/,
.-.1'LJJ¡1LLJL',\'W \\_i yt tn,
"¡A que expliquenl", gritaban. Mientras
aguardaban una explicación del crimen, maestro de obra
arrojaron el cuerpo desnudo del asesino "Ese día yo estaba en la esquina del
cont ra la puert a del Palacio. periódico El Tiempoy pude ver cómo
(...) Los manifestantes querían saber Gaitán balaba unas escaleras en las
por qué habÍan matado a su jefe. En bus- que un tipo esperaba para dispararle,
ca de una respuesta, miraron hacia el Mrentras tanto, desde esa esquina, yo
balcón de Ia Presidencia, conforme a los observaba los hechos y esperé hasta
rituales tradicionales de la plaza públi- que cogieron al asesino y lo arrastraron
ca. Pero el Presidente nunca apareció. EI dándole patadas hasta el Palacio
Presidencial. Allá se lo tiraron a Ospina
Tomado del libro Mataron a Gaitán, Pérez, mientras yo corría detrás viendo
Muchos tranvías fueron volcados de Herbert Braun, tercera edición,
y otros más incendiados. febrero de 2008, Editorial Aguilar. hasta dónde llegaba la cosa".

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